Inicialmente es importante tener en cuenta que el profesional del derecho en el

ejercicio de sus funciones deberá tener una postura objetiva sobre los hechos
que se desarrollen en el proceso, por tanto debe desenvolverse despegado a
las emociones que pueda sentir al momento de mediar en una disputa
igualmente deberá emplear un dialecto formal y sencillo para que las partes
que intervienen en la disputa, escuchando ambas partes de manera imparcial,
es decir, deberá escuchar ambas partes sin dar la razón hasta el momento de
resolver la disputa.

En ocasiones suele ocurrir al profesional del derecho su defendido le miente en

cuanto a los hechos y resulta que la parte contraria tiene la razón, es allí donde
el abogado deberá media para llegar a un acurdo con la finalidad de proteger
ambos intereses, para ello existe herramientas y estrategias utilizadas tanto por
abogados, negociadores, expertos en comunicaciones neurolingüísticas, para
que ambas partes consigan una fragmento de lo que se desea.

Para finalizar la negociación se debe tener en cuenta que las partes no serán
buenas o malas, solo debe tener en cuenta el inicio del proceso y su fin y que
sus partes tendrán la meta fija de ganar su causa, ahora bien todo dependerá
del desarrollo de los hechos, los alegatos que se presenten y quien tenga la
razón pariendo de esto se tendrá un veredicto imparcial por tanto aceptable.