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¿Qué es? Es una palabra que modifica al sustantivo que acompaña. El adjetivo informa sobre el tamaño, el color, el
origen, el orden, la cantidad, entre otros rasgos, del sustantivo con el que se relaciona.
Mira los ejemplos: una silla bajita, un auto azul, un perro astuto, el poeta francés, un plato caliente, segundo grado, la
senda peatonal.
Morfológicamente, los adjetivos concuerdan en género y número con el sustantivo que modifican. Mirá los ejemplos:
Atención: Hay algunos adjetivos de género invariable como inteligente, grande, verde. NO varían en género para
concordar con el sustantivo. En estos casos, el artículo permite determinar el género de los sustantivos.
Una respuesta inteligente (sust. fem. sing. / adj. invariable).
El auto grande (sust. masc. sing. / adj. invariable).
Formación de adjetivos:
Los adjetivos que derivan de sustantivos se forman agregando un sufijo como –oso, -al, -il, -ano, -ino, -ico, -ario, -esco
a un sustantivo. Ej.: peligro + oso= peligroso; varón+il= varonil.
Los adjetivos que derivan de verbos se forman agregando un sufijo como –ble, -nte,-izo/iza, a un verbo. Ej.:
desarmar+ble= desarmable; olvidar+izo= olvidadizo.
Muchos adjetivos se forman con un prefijo como i-, im-, in- o des- y otro adjetivo. Ej: inútil (útil), ilegal (legal),
improbable (probable), desplegable (plegable). Estos prefijos sirven para expresar negación con respecto a los adjetivos
que los unen.
Los adjetivos compuestos se forman uniendo dos adjetivos: agridulce (agrio+dulce), carilindo (cara+lindo), pelirrojo
(pelo+rojo).
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EJERCITACIÓN:
1) Subrayen los adjetivos que aparecen en las siguientes construcciones. Luego, clasifícalos semántica y
morfológicamente.
Una noche oscura Su viejo amigo Aquel cuento fantástico El detective perspicaz
Unos jóvenes inteligentes Un gran peligro La ventana indiscreta Inteligencia artificial.
2) Escriban un adjetivo que modifique a cada uno de los siguientes sustantivos. Luego, escriban el antónimo de ese
adjetivo. Sigan el ejemplo: Una película divertida antónimo: aburrida
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Un acontecimiento
Un hombre
Un perro
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3) Formen adjetivos uniendo los sustantivos y verbos del primer recuadro con los sufijos del segundo.
Mover – resbalar – comer – carnaval – angustia – cuidado – música - pastor -ble ; –izo; -nte; – al ; –il; –esco; -oso
4) Combinen las palabras que siguen para formar adjetivos compuestos. Luego, escriban en la carpeta
la descripción breve de una persona en la que empleen por lo menos dos de los adjetivos que formaron:
Boca – mudo – sordo – tieso – abierto – cabeza – bajo.
5) Subrayen los sustantivos que están modificados por los adjetivos subrayados. Tachen los que no
concuerdan en género y número con esos sustantivos.
a) María se sentía orgullosa / orgulloso del pequeña / pequeño logro que había obtenido.
b) Ella, la menos estudiosa / estudioso de su clase, había podido aprobar la dificilísima / dificilísimo prueba.
c) Los buenos / buenas amigos saben guardar un secreto.
d) Mi gata perezoso / perezosa duerme acurrucada / acurrucado en la alfombra oscura / oscuro.
6) En el siguiente fragmento del escritor cubano Alejo Carpentier, subrayen la mayor cantidad posible
de adjetivos. Busquen en el diccionario aquellos adjetivos que no conozcan. Luego, elegí cinco de esos
adjetivos “desconocidos”, clasificalos semántica y morfológicamente y finalmente escribí una oración
con ese adjetivo calificando a un sustantivo distinto al que aparece en el texto.
Ej: perecederos: poco durable. Adj. calificativo, masc. plural. “Los alimentos perecederos deben tener el
vencimiento aclarado.”
“Cada época tiene sus adjetivos perecederos, como tiene sus modas, sus faldas largas o cortas, sus chistes o
leontinas. El Romanticismo, cuyos poetas amaban la desesperación –sincera o fingida- tuvo un riquísimo
arsenal de adjetivos sugerentes, de cuanto fuera lúgubre, melancólico, sollozante, tormentoso, ululante,
desolado, sombrío, medieval, crepuscular y funerario. Los simbolistas reunieron adjetivos evanescentes,
grisáceos, aneblados, difusos, remotos, opalescentes, en tanto que los modernistas latinoamericanos los
tuvieron helénicos, marmóreos, versallescos, ebúrneos, panidas, faunescos, samaritanos. Los surrealistas
fueron geniales en hallar cuanto adjetivo pudiera prestarse a especulaciones poéticas sobre lo fantasmal,
alucinante, misterioso, delirante, fortuito, convulsivo y onírico.”
Alejo Carpentier, “El adjetivo y sus arrugas” (Fragmento)