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VICENCIANOS
EDITORIAL
JUVENTUD MARIANA
La Milagrosa
VICENCIANA
CUADERNOS
VICENCIANOS
SEAMOS SOLIDARIOS:
Cuaderno Vicenciano sobre
Trabajar en Forma de Proyecto,
Hermanamientos y
Orientaciones para la gestión económica
JUVENTUD MARIANA
VICENCIANA
1
CUADERNOS
VICENCIANOS
11
Edita: Editorial La Milagrosa
García de Paredes, 45 - 28010 Madrid
Tel. 91 446 31 32 - Fax: 91 593 23 69
E-mail: lamilagrosa@telefonica.net
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Imprime: ROELMA
Depósito Legal: M-xxxxxx-2010
Secretariado Internacional
Juventud Mariana Vicenciana
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Tel. (34) 91 591 21 64 - Fax: (34) 91 448 31 89
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http://www.secretariadojmv.org
2
PRESENTACIÓN
Roma, 5 de junio del 2009
3
3. “Orientaciones para la gestión económica”. Es un documento breve y prác-
tico, en el que vemos el sentido de la corresponsabilidad en nuestra manera
de llevar adelante la contabilidad de la Asociación, en sus diferentes niveles
y, al mismo tiempo, promueve la transparencia en el manejo de los fondos de
la Asociación. También trata de ayudarnos a recordar que todos los bienes que
utilizamos dentro de la Asociación, debemos considerarlos como patrimonio
de los jóvenes pobres; de esta forma, lograremos utilizarlos con el mayor res-
peto posible en beneficio, no de unos pocos, sino de los más necesitados, que
son beneficiarios de las actividades de nuestra Asociación.
Hermanos y Hermanas de Juventud Mariana Vicenciana, les presento este
Cuaderno como una invitación a ser como debemos ser: seguidores de Jesucristo
y solidarios unos con otros. Son expresiones concretas y prácticas para ayudar-
nos a realizar el mayor de los mandamientos: amar a Dios sobre todas las cosas
y a nuestro prójimo como a nosotros mismos.
Ofrecemos este Cuaderno Vicenciano para que, a través del estudio, la refle-
xión, la implementación, la planificación y la evaluación, los esfuerzos a favor
de los fines de la Asociación vayan siendo cada vez más eficaces.
Que María Inmaculada, nuestra Patrona y única Madre, nos ayude en nuestro
crecimiento como hijos e hijas suyos, juntos con los demás miembros de la
Asociación, a nivel internacional, y en beneficio de los que viven en pobreza,
nuestros Amos y Señores.
Su hermano en San Vicente de Paúl
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INDICE
Presentación...................................................................................................... 3
Hermanamientos en JMV.............................................................................. 25
El hermanamiento en JMV ........................................................................ 26
Ventajas ...................................................................................................... 27
Espiritualidad.............................................................................................. 27
Área de posibles hermanamientos en JMV................................................ 28
Sujetos del hermanamiento ........................................................................ 29
Funcionamiento del hermanamiento .......................................................... 29
Seguimiento del hermanamiento................................................................ 31
Conclusión.................................................................................................. 31
Anexos: Fichas .......................................................................................... 32
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TRABAJAR
EN FORMA
DE PROYECTO
EN JMV
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ÍNDICE
0.- INTRODUCCIÓN
1.- QUÉ ES EL TRABAJO EN FORMA DE PROYECTO
2.- POR QUÉ JMV DEBE TRABAJAR EN FORMA DE PROYECTO
3.- VISIÓN QUE NOS INSPIRA
4.- CUALES SON LAS ETAPAS DEL TRABAJO EN FORMA DE
PROYECTO
4.1.- Diagnóstico de la realidad
4.2.- Programación
a)- Formulación de objetivos
b)- Establecimiento de resultados
c)- Acciones a emprender
d)- Personas y Medios
e)- Calendario
f)- Presupuesto
4.3.- Ejecución y seguimiento
4.4.- Evaluación
a) Distintos momentos y tipos de evaluación
b) Continuidad del proyecto
5.- EL TRABAJO EN FORMA DE PROYECTO COMO HERRAMIENTA
PARA OBTENER FINANCIACIÓN DE NUESTRAS ACTIVIDADES.
6.- COLABORACIÓN DEL SECRETARIADO INTERNACIONAL JMV
EN ESTA TAREA
6.1.- Formación e información
6.2.- Gestión de proyectos
7.- CONCLUSIÓN
ANEXOS:
I. Ficha orientativa para la elaboración de un proyecto.
II. Modelo de presupuesto
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0.- INTRODUCCIÓN
El “trabajo en forma de proyecto” (TFP) es una herramienta que nos permi-
te actualizar y vivir hoy la espiritualidad propia de nuestra Asociación: evange-
lizar a jóvenes pobres y en situación de riesgo, con el amor materno de María
Inmaculada y al estilo vicenciano.
Muchos Consejos Nacionales han visto ya la necesidad de trabajar de esta
manera y están brindando formación concreta para ello a nuestros miembros, a
veces ayudados por la Familia Vicenciana, con excelentes resultados a nivel local
y regional. Cada vez más, jóvenes y asesores de JMV elaboran de forma partici-
pativa diversos planes, programas y proyectos, para distintas áreas de la vida de
la Asociación. Sin embargo, aún en muchos Centros Locales y grupos de JMV
perdemos tiempo, energía y recursos, por falta de organización, planificación y
evaluación. Realizamos distintos tipos de actividades (de promoción juvenil, for-
mativas, evangelizadoras y misioneras, de servicio, etc.), pero quizás sin tener
excesiva conexión unas con otras, con poca sistematización, sin que respondan a
un plan previamente reflexionado y puesto por escrito.
Por eso el Consejo Internacional quiere hacer llegar estas breves reflexiones
a todos los Consejos Nacionales, Regionales, Diocesanos y Locales de JMV.
Deseamos que, en adelante, la metodología “TFP” se integre como un eje trans-
versal en todas las actividades de la Asociación, especialmente en la formación,
el servicio y la misión. Estamos firmemente convencidos de que esta opción
redundará en beneficio de la Asociación misma, y sobre todo en beneficio de los
jóvenes y los pobres a quienes servimos.
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2.- ¿POR QUÉ JMV DEBE TRABAJAR EN FORMA DE
PROYECTO?
Estamos convencidos que para consolidarnos como Asociación Internacional
y realizar eficazmente servicios estables y creativos en favor de los jóvenes y de
los pobres, necesitamos asumir la metodología de trabajo en forma de proyecto,
pues ella nos permite:
1.- Tener una visión global de la realidad que nos rodea, detectar las causas
de los problemas y responder con acciones apropiadas, eficaces y dura-
deras a nuestros compromisos de formación, evangelización y servicio.
2.- Ser agentes de cambio en el entorno donde vivimos, pues trabajando de
esta manera nuestros miembros crecen en capacidad de reflexión y de dis-
cernimiento, en responsabilidad y creatividad, en los valores de fraternidad,
solidaridad e interculturalidad.
3.- Mejorar la calidad de nuestro trabajo, haciendo que tenga un “efecto mul-
tiplicador“. Al motivar la participación de los destinatarios y su crecimiento
integral, podemos mejorar nuestra eficiencia.
4.- Colaborar aún más entre nosotros y con otras ramas de la Familia
Vicenciana, abriéndonos a la riqueza de compartir mutuamente servicios y
recursos, tanto humanos como materiales.
5.- Caminar hacia una “sana” autonomía, y hacia la autofinanciación de
nuestras actividades, pues el objetivo final de todo proyecto es llegar a ser
autónomo, tanto a nivel financiero, como en lo estructural y funcional.
6.- Garantizar la viabilidad de las acciones que emprendemos y reforzar la cre-
dibilidad de la Asociación. Trabajando de esta manera, nuestras propuestas
serán recibidas más favorablemente por los organismos de financiación.
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4.- ¿CUÁLES SON LAS ETAPAS DEL TRABAJO EN FORMA
DE PROYECTO?
Las principales actividades de la Asociación (formación, apostolado, evange-
lización, encuentros, autopromoción, etc.) pueden formularse en forma de pro-
yecto. Esto conlleva las siguientes etapas:
4. 1.- Diagnóstico de la realidad
a) Detectar las necesidades y analizar los problemas existentes, sus causas,
próximas y lejanas, y los nexos entre ellas (relación causa-efecto); hasta lle-
gar a la raíz, es decir, hasta determinar el problema central o necesidad
prioritaria a la que queremos dar solución: ¿Qué es lo más urgente que nece-
sitamos atender para generar un cambio en esta realidad?
b) Determinar las personas que estarán implicadas en el proyecto, escuchar las
dificultades y aspiraciones tanto de los posibles agentes como de los destina-
tarios. Es muy importante que a partir de este momento, los destinatarios se
impliquen y participen en la elaboración misma del proyecto, para que susci-
te una real autopromoción.
4. 2.- Programación
a) Formulación de objetivos:
Partiendo del diagnóstico podemos establecer un objetivo general que res-
ponde a la necesidad prioritaria detectada y muestra la realidad positiva futura
que se quiere conseguir a largo plazo con el proyecto: ¿qué mejora o cambio sig-
nificativo queremos conseguir a largo plazo? Dicho objetivo suele coincidir con
el título del proyecto.
Los objetivos se redactan con un verbo en infinitivo, y un para qué. Y debe-
rían ir en la línea de las ideas-clave presentes en los fines y medios de la
Asociación: evangelización, promoción juvenil, prevención, formación de líde-
res o animadores de comunidades, capacitación profesional, desarrollo comuni-
tario, autopromoción, educación para la solidaridad y el cooperativismo, servi-
cios socio-culturales, etc.
El objetivo general se concreta en objetivos específicos (claros, concretos,
evaluables y medibles) que describen los efectos esperados para los beneficia-
rios. ¿Qué efectos obtendrán los beneficiarios como resultado del proyecto?...
Hoy en día, la tendencia es a trabajar con un solo objetivo específico, dado que,
en la práctica, cada objetivo específico viene a constituir un proyecto distinto.
b) Establecimiento de resultados:
Se han de pensar y establecer los resultados que se quiere conseguir con el
proyecto. Se expresan como metas o logros que la dirección del proyecto debe
garantizar durante la vida del proyecto.
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c) Acciones a emprender:
Para hacer realidad cada objetivo específico, se programarán una serie de
acciones o intervenciones concretas, en las que se aprecie con claridad la rela-
ción medios-fines. ¿Qué acciones son necesarias para producir los resultados que
esperamos? Será muy útil elaborar una descripción de cada una de las activida-
des correspondientes al objetivo, considerando:
- los contenidos de las mismas: qué pasos concretos implica cada acción.
- los métodos concretos, hay diferentes formas de realizar una misma acti-
vidad: p.ej., la formación se puede impartir a través de clases, talleres, lec-
tura personal, estudio en grupo, convivencias, etc.).
- el tiempo o duración de dichas acciones: horas por semana, días y horarios
concretos, cantidad de semanas o meses necesarios (fecha de inicio y de
final), etc.
d) Personas y medios:
Es importante elaborar un inventario de personas y recursos o medios mate-
riales para saber si son suficientes para ejecutar el proyecto, señalando con quie-
nes se cuenta y que recurso o medio se debe conseguir.
Es conveniente determinar desde el principio quién será la persona responsa-
ble de cada actividad, si tiene la competencia necesaria para dicha tarea y si dis-
pone de suficiente tiempo. También es importante clarificar cuánto personal será
voluntario, si se necesita personal retribuido y de qué presupuesto se dispone
para este tipo de remuneraciones.
Es muy importante en esta fase trabajar en redes, es decir, buscar colabora-
dores, promover la participación de todas las personas implicadas en el proyec-
to y contactar con otros grupos que persiguen el mismo objetivo, como por ejem-
plo:
- Otras ramas de la Familia Vicenciana
- Otras Asociaciones (eclesiales o no) A nivel local, regional,
- Instituciones públicas nacional e internacional
- Instituciones privadas
Esta modalidad de trabajo permite reunir personas colaboradoras, fondos e
intercambiar conocimientos.
Hasta aquí, hemos descrito el proceso de reflexión previa que debemos reali-
zar junto con todas las personas implicadas en el proyecto. Una vez recogidas
todas las ideas, podemos comenzar a redactar nuestro proyecto. Para mantener
una lógica entre los distintos elementos que componen el proyecto, recomenda-
mos escribirlo de abajo hacia arriba, es decir, de forma ascendente, comenzando
por la descripción de los recursos o medios hasta llegar al objetivo general.
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e) Calendario
Seguidamente, debemos establecer el calendario general de nuestro proyecto,
teniendo presente la duración que hemos asignado a cada una de las actividades,
así como para las diferentes etapas o fases del proyecto.
En este momento, ya tendríamos que saber responder con precisión a las pre-
guntas: ¿Cuándo, cómo y quiénes realizarán cada actividad? El siguiente cua-
dro puede ayudarnos a visualizar de forma más clara los elementos descritos
anteriormente:
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f) Presupuesto:
Una vez descritas con detalle cada una de las acciones que hemos trazado
para cada objetivo específico, hay que elaborar un presupuesto lo más realista
posible, desglosando los gastos que llevará consigo la ejecución del proyecto
(materiales, equipos, transporte, personal, administración, imprevistos, etc.) y los
ingresos y aportaciones con los que contamos (de los miembros de JMV, ayudas
de entidades locales, donativos de particulares, posibles subvenciones, etc.).
Deberá detallarse según actividades, o bien por partidas. Si se hace de esta
segunda forma, se especificará aparte lo que incluya cada partida. El presupues-
to suele calcularse en la moneda local, y en dólares americanos ($ US) o euros
(€), según el lugar donde vaya a ser presentado. Si se hace en una moneda dis-
tinta a la del propio país, debe especificarse también el tipo de cambio aplicado.
En dicho presupuesto debe figurar en términos económicos el total de la
aportación local (terrenos, honorarios profesionales, infraestructura, etc.), espe-
cificando si es en efectivo o valorizada1. La aportación local no debería ser
menor a un 30% del valor total del proyecto.
Cuando un proyecto cuenta con varios financiadores o se ha acudido a dis-
tintos organismos, es habitual indicar en este apartado el nombre de los mismos,
la cantidad que se espera, la forma de financiación y si ya ha sido concedida o
no.
Una vez recibida la financiación y a medida que avanza la ejecución de un
proyecto, la persona responsable debe ser meticulosa en obtener y archivar de
forma ordenada los justificantes de todos los gastos (facturas oficiales y otros),
para demostrar que los gastos están conformes al presupuesto aprobado por el
organismo y hacerlo llegar en los plazos establecidos.
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A medida que se ejecuta el proyecto, una persona o equipo se encargará de
supervisar el trabajo realizado. Se puede, por ejemplo, solicitar a los responsa-
bles de las distintas actividades y/o etapas un informe de seguimiento. En caso
de que haya deficiencias importantes con el trabajo planificado, hay que aplicar
medidas correctivas.
Los mismos organismos financiadores a veces solicitan después de un tiem-
po un avance escrito o descripción de la marcha del proyecto en relación con los
objetivos y resultados previstos, las actividades realizadas, el presupuesto ejecu-
tado, la actualización del cronograma (ordenación cronológica de las tareas) si es
necesario, la relación de gastos realizados… Hay que ser claros y puntuales en el
envío de estos avances.
Para sintetizar lo dicho hasta ahora, podemos decir que los contenidos bási-
cos para formular un proyecto responden a las siguientes preguntas:
4.4.- Evaluación
Es necesario, finalmente, establecer maneras muy concretas para evaluar el
proyecto, con relación a sus objetivos, a los resultados obtenidos y a las realida-
des nuevas que surgen. ¿Qué resultados concretos se han obtenido mediante la
gestión del proyecto?... ¿Qué nuevas realidades han surgido a raíz de este pro-
yecto?...
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a) Distintos momentos y tipos de evaluación:
Un buen proyecto debe contemplar no sólo una evaluación final, sino también
evaluaciones intermedias. También debe señalarse los distintos tipos de evalua-
ción que surjan o se hagan, la frecuencia de las mismas, los contenidos concre-
tos a evaluar y las personas que participarán en ellas. Recomendamos que la eva-
luación sea hecha por un equipo o una comisión, encargados específicamente de
esta tarea.
Una buena evaluación es aquella que logra identificar:
- los resultados positivos y aciertos obtenidos,
- las dificultades internas encontradas, y
- los factores externos, fuera del control del proyecto, que han incidido
positiva o negativamente en el logro de los objetivos.
Todos los objetivos y resultados deben tener unos indicadores, para medir su
logro, que pueden ser cuantitativos, cualitativos o de comportamiento. Un indi-
cador debe definir: El grupo beneficiario (para quién), la cantidad (cuánto), la
calidad (cómo), el tiempo (cuándo) y la ubicación (dónde). Obviamente, deben
ser verificables, creíbles y basados en los datos reales obtenidos.
Otros criterios importantes a la hora de evaluar, son:
- La eficacia (comparar la situación inicial con los resultados obtenidos),
- La eficiencia (evaluar la relación entre el beneficio obtenido y los recursos
aplicados),
- El impacto integral y duradero del proyecto en los destinatarios,
- El grado de participación de los destinatarios, y
- La viabilidad de las acciones aplicadas.
Algunas veces, podremos percatarnos que no logramos cumplir al 100% los
objetivos establecidos o que han aparecido factores nuevos que dificultan el
logro de los mismos… Pero la evaluación nos permite precisamente reconducir
los objetivos y adaptar las acciones según nuestras capacidades reales, de modo
que los pocos resultados no generen en nosotros frustración o desánimo.
b) Continuidad del proyecto:
Desde el principio es fundamental reflexionar sobre qué elementos pueden
garantizar la continuidad del proyecto: personas, estructuras, financiación,
colaboradores… El proyecto ha de ser viable no solamente en su comienzo, sino
que ha de proseguir en el tiempo, hasta que se logre la finalidad para la que fue
concebida. Hay que prever su autonomía financiera, estructural y funcional.
¿Cómo podemos mantener nuestras acciones en el tiempo, hasta el final?...
Por otra parte, el trabajo en forma de proyecto tiene un efecto generador o
multiplicador: a partir de los problemas identificados en el análisis de la reali-
dad y de los resultados obtenidos, se pueden crear nuevos proyectos, que den
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continuidad al primero y/o lo complementen. ¿Hay alguna otra necesidad urgen-
te que debemos atender para dar continuidad al trabajo comenzado?...
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G Si queremos promover la responsabilidad y la cultura de la autopromoción,
en nuestros proyectos debe aparecer claramente qué intervención tendrán
los destinatarios, cuál será su participación y aporte.
G Generalmente, ningún organismo financia más del 70% del costo total de
un proyecto. Por tanto, no deberíamos dirigirnos a ningún organismo soli-
citando ayuda económica si antes no hemos asegurado otras fuentes que nos
permitan hacer frente al menos el 30 % del costo total.
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Sin embargo, está abierto también para orientar a los Consejos Nacionales
que desean solicitar ayuda económica a organismos internacionales utilizando el
nombre de JMV.
G En cada país, los Consejos Locales, Regionales o Provinciales que deseen
acceder a subvenciones, deben dialogarlo previamente con el/la Tesorero/a
Nacional, quien identificará posibles organismos y personas donantes en el
propio país, informará acerca de los requisitos concretos que piden y esta-
blecerá las pautas concretas a seguir.
G Anualmente, el Servicio de Proyectos solicitará a los tesoreros nacionales
información sobre la gestión de proyectos en el propio país, logros obteni-
dos, dificultades, porcentajes de participación de la misma Asociación en los
proyectos, etc.
G Para solicitar la financiación de proyectos de organismos internacionales,
tanto civiles como eclesiales, utilizando el nombre de JMV, debe contarse
con la autorización escrita del “Servicio de Proyectos” de JMV
Internacional. Sólo se dará dicha autorización a:
a) Proyectos avalados por Consejos Nacionales estables, que ordinariamen-
te mantienen comunicación regular con el Secretariado.
b) Países donde la Asociación está reconocida canónica y civilmente.
c) Proyectos que giren en torno a las ideas-clave descritas en el apartado
4.2.a.
d) Proyectos cuya viabilidad y continuidad estén claramente expresadas.
e) Proyectos que ya cuenten con al menos el 30% de la financiación total.
f) Proyectos en los que se informe con detalle a qué organismos locales,
regionales o nacionales – tanto públicos como privados – se ha acudido
previamente y qué respuesta han dado.
Una vez cumplidos estos requisitos, el “Servicio de Proyectos” orientará
acerca de organismos concretos a los cuales dirigirse y requisitos específicos que
piden.
Es indispensable que la persona responsable conteste a las peticiones del
“Servicio de Proyectos” o del organismo que financia, con presteza y proporcio-
nando toda la información complementaria que se le solicite, sin omitir datos.
Cuando estos requisitos no se cumplen, el organismo financiador puede conside-
rar abandonado el proyecto y solicitar que le sea devuelto el dinero.
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7.- CONCLUSIÓN
No hemos pretendido ser exhaustivos al proponer este tema, ni quedarnos en
la descripción pormenorizada de los detalles a tener en cuenta a la hora de dise-
ñar un proyecto. Nuestra intención es estimular a todos nuestros miembros y
Consejos para asumir esta “nueva” metodología de trabajo, que nos permitirá
crecer cualitativamente como Asociación en los años venideros.
Es de vital importancia que estas reflexiones lleguen a la base, a cada miem-
bro de nuestros centros locales y grupos, de modo que todos – como Asociación
– caminemos en la misma dirección. Encomendamos esta tarea a cada uno de los
Consejos Nacionales. Ojalá que cada país pueda tener al menos un encuentro
destinado a formar a nuestros miembros en esta línea y que podamos contar en
el futuro próximo con un responsable de proyectos por cada Consejo Nacional.
Mientras tanto, el “Servicio de Proyectos” del Secretariado Internacional se
encargará de responder a los objetivos para los cuales fue creado, promoviendo
esta nueva manera de pensar y hacer, en toda la Asociación.
Si enseñamos a nuestros miembros a trabajar de esta manera y nuestros
Consejos lo asumen como instrumento permanente, seremos más eficaces en
nuestro servicio a los jóvenes y a los pobres, y podremos obtener más fácilmen-
te recursos para nuestras actividades, también estaremos formando a los líderes
del nuevo milenio, como agentes transformadores de su propia realidad, capaces
de liderar procesos que permitan una mayor justicia y fraternidad en el mundo.
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Anexo I:
FICHA ORIENTATIVA PARA LA
ELABORACIÓN DE UN PROYECTO
Le proponemos una serie de pasos que le permitirán elaborar un proyecto sen-
cillo, según la metodología de “trabajo en forma de proyecto” propuesta por el
Consejo Internacional JMV:
c) Diagnóstico de la realidad
- Indicar el lugar exacto donde va a realizarse el proyecto y describir las
características generales de la zona.
- Indicar las distancias en kilómetros desde la capital del país y/o desde la
ciudad principal más próxima, así como el tiempo que debe emplearse en
cubrirlas.
- Datos de la población a la que va dirigido el proyecto y problemas detec-
tados.
d) Historia de la acción
- ¿De quién y cómo surgió la idea?
- Explicar si forma parte de un programa existente más amplio a nivel
regional o nacional.
- Concretar los estudios y actividades previas realizadas para identificar el
problema central y elaborar el proyecto.
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f) Descripción detallada del proyecto
- OBJETIVO DEL PROYECTO: ¿Para qué se hace el proyecto? Fin que se
pretende conseguir.
- RESULTADOS QUE PRETENDE ALCANZAR EL PROYECTO: ¿Qué
resultados concretos se prevé alcanzar?… ¿A cuántas personas se va a
beneficiar? …Objetivos específicos.
- ACCIONES O ACTIVIDADES QUE PIENSAN LLEVAR ADELANTE
PARA LOGRAR LOS RESULTADOS (indicando claramente el qué,
cómo, quién, cuándo y dónde de cada una de ellas).
- PERSONAS Y MEDIOS MATERIALES NECESARIOS: número de
personas, experiencia y salario que percibirán. Materiales que necesita-
rán, etc.
g) Calendario de ejecución
- Adjudicar tiempos de realización a cada una de las actividades.
- ndicar la duración total del proyecto.
h) Indicar los beneficiarios
- Número total de beneficiarios directos.
- Número total de beneficiarios indirectos.
- Criterios de selección.
- Participación de la comunidad en la elaboración del proyecto, en la toma
de decisiones y en el desarrollo y continuidad del mismo.
- Distribución por sexos de los/as beneficiarios/as (porcentaje aproximado
de hombres y mujeres).
- Descripción de las características socio-económicas y culturales de los
beneficiarios concretos a los que se dirige el proyecto. En caso de que el
colectivo beneficiario pertenezca a una etnia, especificarlo.
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- Viabilidad económica: ¿Cómo se cubrirán los gastos futuros y cómo se
distribuirán los beneficios? (con especial detalle si el proyecto es de
carácter productivo). Por favor, incluir un cuadro con la previsión de
ingresos-gastos.
- Viabilidad técnica: ¿Cómo se asegura técnicamente el mantenimiento y la
gestión del proyecto en el futuro?
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Anexo II:
MODELO DE PRESUPUESTO
GASTOS TOTALES
Subtotal:
1. Instalación y elaboración
2. Terrenos
3. Construcción
4. Equipos y materiales
5. Personal
6. Capacitación/ formación
7. Transportes
8. Funcionamiento
9. Imprevistos
10. Gastos de administración
TOTAL:
INGRESOS TOTALES
Subtotal:
Aportación Local:
- De los miembros de JMV
- De los beneficiarios
- Personal voluntario
- De personas particulares
Otros aportes: públicos o privados
Agencias nacionales
Agencias internacionales
Otros
TOTAL:
24
HERMANAMIENTOS
EN JMV
25
El Documento Final de la Asamblea General 2005 nos invita a promover
“Hermanamientos entre países, superando dependencias y buscando el enrique-
cimiento mutuo…. para intercambiar experiencias, materiales para la forma-
ción, oración y bienes” (3.3.3. y 5.3.3.). El término “hermanamientos” es nuevo
en el lenguaje de JMV, pero responde a una vivencia de siempre, que hoy quere-
mos poner más de relieve.
Respondiendo a esta invitación de la Asamblea General y queriendo favorecer
que los hermanamientos sean una práctica generalizada en toda la Asociación, el
Consejo Internacional de Juventud Mariana Vicenciana presenta esta guía para la
realización de los hermanamientos en JMV. Esperamos que pueda ayudar a los
Consejos y a toda la Asociación, en los diversos países, a crearlos.
1. EL HERMANAMIENTO EN JMV
En JMV entendemos por Hermanamiento, el proceso por el que dos entida-
des, pertenecientes a países distintos, establecen relaciones fraternas que favo-
rezcan el apoyo, el acercamiento y el compromiso solidario, para trabajar juntas,
dentro de la Asociación, a fin de conseguir los objetivos propios de la misma, por
un tiempo determinado.
Es importante aclarar que el hermanamiento no consiste en una simple cola-
boración, aunque se dé entre asociaciones de diferentes países. En JMV, ya exis-
ten colaboraciones de este tipo. Por ejemplo, el envío de misioneros de JMV
España a las comunidades de Honduras, Mozambique y Bolivia; en verano, el
envío de misioneros de JMV Italia a Albania; la recogida de fondos de JMV
Francia a favor de los proyectos para niños y jóvenes pobres en Haití, Bolivia y
Madagascar.
Estas y otras formas de solidaridad y colaboración puntuales son necesarias:
colaboración en la redacción de la revista de otro país, financiación de la partici-
pación de algún miembro falto de recursos económicos en encuentros regionales
o internacionales, intercambio de información entre Consejos, asistencia en caso
de emergencia etc. Pero no son hermanamientos en el sentido que aquí le damos
al término.
El Hermanamiento no se detiene en una relación económica. Ésta puede ser
necesaria y conveniente, siempre que no cree dependencias, pero nunca debería
hacerse central ni mucho menos única en las relaciones de hermanamiento.
El Hermanamiento propicia un intercambio equitativo en el que se descubre
que todos tenemos algo que dar y que recibir, favoreciendo un enriquecimiento
mutuo.
El Hermanamiento implica un esfuerzo por abrirnos al otro, por conocerle,
sensibilizarnos a sus valores, pero también a sus problemas y sus pobrezas, des-
arrollando nuestro sentido de corresponsabilidad y solidaridad con los otros.
26
En esta apertura al otro se debe atender a lo siguiente:
- Los valores, la espiritualidad, la cultura y las tradiciones.
- El contexto sociopolítico, económico y religioso.
- Las necesidades más urgentes, los problemas prioritarios.
- Los objetivos establecidos conjuntamente (Cfr. Cómo trabajar en forma de
proyecto)
- La mejor manera de trabajar y llevar a cabo el proyecto de hermanamiento.
- La reciprocidad en la comunicación mutua, frecuente y periódica.
- La corresponsabilidad.
2. VENTAJAS
El hermanamiento favorece la apertura de la mente y del corazón a otras cul-
turas y formas de entender la vida. Así permite descubrir cómo los valores cris-
tianos se viven en otros marcos culturales: formas de celebrar la fe, de organi-
zarse en la Iglesia, de compartir, de trabajar por la justicia, etc.
Es una práctica que puede ayudar a mejorar los diversos aspectos de la vida
de la Asociación, a todos los niveles: grupos, regiones, países, etc. Un hermana-
miento en formación, por ejemplo, puede ayudarnos al intercambio de docu-
mentos de formación, de conocimientos y de experiencias de vida. La experien-
cia de los países con mayor recorrido se convierte en un apoyo para los que ini-
cian su andadura.
El hermanamiento, haciéndonos tomar conciencia de la realidad, de las trans-
formaciones que son necesarias y de las tareas que se pueden realizar, nos impul-
sa a la acción, formándonos en el sentido de autopromoción y de corresponsabi-
lidad. Nos ayuda a caminar con humildad al lado de los otros.
Y finalmente, el hermanamiento nos abre a la internacionalidad, fortalece el
sentido de pertenencia a la Asociación, completa la formación teórica y práctica,
y es un ejemplo de trabajo en red, una ocasión para el intercambio y la solidari-
dad.
3. ESPIRITUALIDAD
El hermanamiento es una expresión concreta del amor cristiano, en respuesta
a la invitación de la Carta a los Hebreos: “Fijémonos los unos en los otros para
estímulo de la caridad y las buenas obras” (Heb 10, 24).
Desde la convicción de formar una única familia, una pequeña porción del
pueblo de Dios, sintiéndonos parte de la comunidad JMV, el hermanamiento se
experimenta como una forma concreta de vivir la caridad, la justicia, la solidari-
dad, la unidad y la solicitud recíproca.
El hermanamiento nos hace experimentar una mayor eficacia en el servicio
desde la puesta en común de nuestros dones y riquezas, aprendiendo a caminar
27
juntos para abrirnos a realidades más lejanas y acogiendo al otro como a un her-
mano, hijo de un mismo Padre.
El hermanamiento es entonces la práctica de la generosidad que, a través del
enriquecimiento mutuo, crea la verdadera igualdad, según la expresión de San
Pablo: que al presente, vuestra abundancia remedie su necesidad para que la
abundancia de ellos pueda también remediar vuestra necesidad y reine la igual-
dad (2 Cor. 8, 14).
28
5. SUJETOS DEL HERMANAMIENTO
En JMV pueden hermanarse grupos o Consejos de países distintos:
- Consejos Nacionales
- Consejos Regionales
- Consejos o Grupos Locales
- Consejos de JMV con Grupos o Ramas de la Familia Vicenciana.
Existen dos formas de elegir la entidad con quien hermanarse:
- Cuando los grupos o Consejos ya se conocen, debido a contactos en
encuentros internacionales u otros, el hermanamiento se crea entonces
por libre decisión de ellos.
- El Consejo Nacional que quiere establecer un hermanamiento pide al
Secretariado Internacional información sobre otros grupos interesados en
el hermanamiento. De acuerdo con el objetivo e intereses manifestados,
el Secretariado favorecerá un primer contacto de los países interesados.
La decisión sobre el establecimiento del hermanamiento queda siempre a
discreción de los países implicados.
En ambos casos, una vez aceptado el hermanamiento y redactado el proyec-
to de hermanamiento (ficha 1), los responsables deben informar al Secretariado
Internacional de la puesta en marcha del mismo.
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- Se dará prioridad a Internet al menos que sean lugares que no cuenten con
este medio; en este caso se debe precisar la dirección y la frecuencia de
los contactos, en lo posible, prever algunas visitas y contactos personales.
5.- Informar al Secretariado Internacional de JMV y a los Consejos Nacionales
que intervienen las resoluciones tomadas por las dos partes y enviar las fichas
con los datos del hermanamiento.
6.- Realizar las acciones del hermanamiento y evaluar por períodos determina-
dos.
- Cuando se trate de apoyo económico a un proyecto concreto, el Consejo
Nacional que lo gestiona debe cuidar especialmente el envío de estas eva-
luaciones, indicando en qué estado se encuentra el proyecto, su evolu-
ción, dificultades que se encuentran, justificación de gastos, etc.
7.- Enviar un informe periódico de actividades al Consejo Nacional y al
Secretariado Internacional de JMV (ficha 2).
b) Duración
Los Consejos hermanados determinan la duración del proyecto teniendo en
cuenta los objetivos establecidos, los medios y recursos disponibles y necesarios,
etc. En general, se intentará que se realicen dentro de un periodo limitado.
Pueden ser:
- Apoyo a corto plazo para comenzar un nuevo proyecto en situaciones
concretas como catástrofes naturales, dificultades pasajeras.
- Apoyo a largo plazo en un aspecto concreto de la vida de la Asociación:
formación, organización interna, proyecto de servicio, experiencias
misioneras, etc.
Ocasionalmente, una de las entidades podrá decidir suspender el hermana-
miento cuando la otra haya fallado repetidamente en cumplir las condiciones de
dicho hermanamiento o por cualquier otra causa seria.
c) Criterios para las aportaciones económicas
G Favorecer hermanamientos evitando que una Asociación Nacional dependa
económicamente de otra, puesto que esto no permite la autopromoción.
G Mantener una gran claridad en el aspecto económico.
- Por parte de la Asociación que recibe la ayuda, facilitar la información
precisa sobre las necesidades, tanto materiales como económicas, del pro-
yecto.
- Es importante que la ayuda concedida no exceda la suma solicitada a fin
de no crear un clima de dependencia y asistencia.
- Es necesario cierto rigor por parte de los grupos implicados para facilitar
un clima de confianza y la responsabilidad que cada cual debe asumir.
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G Quien recibe la financiación se compromete a enviar un recibo por las can-
tidades obtenidas, los documentos que justifiquen los gastos e informes eco-
nómicos periódicos.
G Quien envía la financiación lo hará a medida que vaya desarrollándose el
proyecto, un primer envío al comienzo de la acción y luego por etapas, tras
la recepción de los primeros informes y justificantes.
CONCLUSIÓN
En Juventud Mariana Vicenciana, estamos caminando hacia una mayor
vivencia de nuestra dimensión internacional. Los hermanamientos nos permiten
dar un paso más e ir estrechando las relaciones entre países, provincias, regiones
y centros. El ideal es lograr que todas las Asociaciones Nacionales estén involu-
cradas en alguna experiencia de hermanamiento, al nivel que sea, creando así una
dinámica continúa de conocimiento mutuo e intercambio enriquecedor dentro de
la Asociación.
Esta dinámica de intercambio nos ayuda a vivir como una familia en la que
los “mayores” acompañan el desarrollo de las Asociaciones más “jóvenes”,
mientras éstas ofrecen la frescura de su reciente creación, su capacidad de
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Ficha 1: FICHA PARA INICIAR UN HERMANAMIENTO
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Ficha 2: FICHA DE EVALUACIÓN DEL HERMANAMIENTO
(Para envío al Consejo Nacional y al Secretariado Internacional)
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ORIENTACIONES
PARA LA GESTIÓN
ECONÓMICA DE LA
ASOCIACIÓN
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Las asociaciones privadas sin fines de lucro como la nuestra, deben hacer
buen uso de las herramientas que proporciona la contabilidad para registrar y
mantener el control de los recursos económicos y patrimoniales con los que
cuenta, desde el momento que existe como Asociación.
Por lo anterior y asumiendo los desafíos del Documento Final de la II
Asamblea General, París 2005 (5.2.2), el Consejo Internacional ofrece a los
Consejos Nacionales de JMV algunas orientaciones que facilitarán la buena ges-
tión económica y la transparencia en el manejo de los fondos de la Asociación.
¿Cómo se realiza?
El registro de gastos e ingresos en efectivo se realizará de manera periódica
y cronológica. Es necesario anotar la fecha de todo gasto o ingreso. Se reco-
mienda poner en el casillero de DETALLE (CONCEPTO) la descripción de
todos los movimientos de manera concreta, de modo que especifique en que se
ha utilizado el dinero. Todo movimiento irá acompañado de los recibos corres-
pondientes de gastos e ingresos. Esta práctica necesita disciplina y continuidad,
para tener actualizados los movimientos en efectivo, ahorros, donativos, aporta-
ciones de los miembros, etc.
La persona encargada de llevar este registro, debe solicitar o emitir SIEM-
PRE el recibo o respaldo con el valor del gasto o ingreso realizado, e ir archi-
vando los soportes correspondientes, según el orden cronológico, de manera que
se pueda recurrir a ellos a la hora de realizar o presentar los informes mensuales
y/o trimestrales.
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2.- INFORMES
El responsable de la tesorería elaborará el informe anual, resultado de los
informes mensuales y/o trimestrales, para presentarlo al Consejo Nacional y a
todos los órganos competentes, según lo establezcan los Estatutos Nacionales.
El resultado del informe anual nos permite ver claramente cuál es el saldo. Si
los ingresos superan los gastos (saldo positivo), tendremos dinero a nuestro
favor; si el saldo es negativo, hay deudas por pagar, por lo tanto tendremos que
revisar el presupuesto y analizar la situación económica de la Asociación.
El/la Tesorero/a Nacional enviará una copia del informe anual al Director del
Secretariado Internacional, con carácter confidencial (Determinaciones econó-
micas - I Asamblea General, Roma 2000).
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5.- AUTOFINANCIACIÓN
Según el Art. 5.3.1, del Documento Final de la II Asamblea General París
2005, “Ratificamos todos los compromisos económicos de la Asamblea General
de Roma-2000, especialmente el proceso de la contribución anual de cada uno
de los países miembros de la Asociación para contribuir con una cuota a los gas-
tos de la coordinación internacional. Todos los centros locales y cada joven
deben contribuir para lograr esta autofinanciación”. Por ello, el Consejo
Nacional debe concienciar a los miembros de la responsabilidad que tienen para
contribuir al sostenimiento económico de la Asociación. Cada Consejo determi-
nará la forma concreta de hacerlo: tarjeta de socio, información sobre el uso de
las cuotas anuales (financiación del Consejo Nacional, formación y servicio a los
más necesitados), etc.
Una vez recaudadas las cuotas de los miembros, el Consejo Nacional las dis-
tribuirá según la responsabilidad asumida con las distintas instancias a las que la
Asociación está afiliada (Secretariado Internacional, Consejos de la FV,
Organismos de la Iglesia, etc.).
El/la Tesorero/a Nacional impulsará campañas a los distintos niveles organi-
zativos de la Asociación para promover la autofinanciación de las actividades.
El Consejo Nacional buscará maneras de acceder a subvenciones de organis-
mos públicos y privados en el ámbito del propio país; por ello, es necesario el
reconocimiento civil de la Asociación.
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