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Bolilla I

1. Derecho comercial, noción, carácter, autonomía, unificación.

En el CCyC ha desaparecido la figura del comerciante, el legislador tuvo la intención de sacarlo


de la normativa, no fue un error. Desde el punto de vista jurídico no hay comerciantes (por ello, no
aparece el estatuto, los actos de comercio, la contabilidad, libros que debía llevar, quien adquiere
la calidad, etc.) El código actual ha suplido la expresión “comerciante” por “empresa” y
“empresario”.
En el desarrollo de la actividad comercial (fáctica) no ha habido modificaciones aunque haya
cambiado la estructura jurídica, porque la actividad comercial no es una actividad legal (no nació
de la ley, por ello sigue funcionando). No hay una incidencia determinante porque el nuevo código
no lo regule, ya que nació de la costumbre.
La regulación legal que tiene el comerciante actualmente es la misma del empresario. Porque al
haberse reemplazado el término se le aplica la misma legislación. La jurisprudencia no ha sacado
ningún fallo al contrario, no ha habido conflictos en ese aspecto, por lo que no existen vacíos
legales. El comerciante en definitiva sigue realizando la misma actividad, solo cambia la cuestión
fiscal de su contabilidad.
Art. 320 y ss.: impone llevar libros determinados (contabilidad).

El antiguo código definía “reiteración de hechos con profesionalidad y un fin específico (lucro)”.
Ya no hay actos de comercio para la ley, pero para el comerciante sí. El más importante es la
reventa de productos (comprar un bien con la finalidad de revender y no quedarse con ella. Es
una costumbre que se reitera continuamente, lo que implica una profesionalidad. A veces se
venden productos que no dan ganancia, donde hay una pérdida pero a su vez pueden servir de
propaganda y se termina ganando.
La ganancia es global, no importa el producto sino que la actividad comercial de una ganancia
sustantiva.

Derecho comercial: hay que guiarse sobre la cuestión fáctica. El art. 8 del CC describía los actos
de comercio:
(inc. 1) comprar bienes para revender. En los países como Brujas, Bélgica, etc. Creció la
actividad de comercio, con dicha actividad primaria. Era una interposición en los bienes. En los
primeros tiempos esa interposición de los cambios se realizaba a través de trueque (se cambiaba
una cosa por otra), pero las cosas no tenían el mismo valor, y la consecuencia era que el
comerciante en vez de tener ganancia generaba una pérdida, pero para conseguir ciertos
productos solo se podía mediante el cambio.
Se trato de tomar un bien cualquiera y tomarlo de referencia para tener el valor de los otros y
evitar los conflictos. Un bien como unidad de cambio, aunque también traía problemas ya que en
los bancos no solo actuaban los del lugar, sino que los extranjeros también asistían y les costaba
mucho transportar el bien. Por ello nació la idea de que la cosa como referencia fuera univoca y
que se pueda conseguir en cualquier lugar. Así nace la moneda, en aquellas épocas se usaba el
oro, plata, que eran materiales preciosos y su conformación determinaba que el valor afirmado
era ínfimo y no intrínseco, por lo que muchos se guardaban las monedas, las fundían y vendían el
metal ganando más.
La moneda aunque fue importante tuvo inconvenientes, además de ese, era muy pesada y
costaba trasladada, por su valor eran víctimas de hechos delictuales, de falsificaciones. Por ello
comenzó a hacerse de metales de menor valor, que no superaran el valor nominal.
Por el tema de transporte se creó el “billete o papel moneda”, que consistía en cambiar el metal
por papel. Que al tener mayor dimensión se le podía poner mayores inscripciones, no pesaba y
era fácil de transportar, pero tenía la dificultad que se deterioraba fácilmente.

Con estos instrumentos se puede hablar de “reventa”, aunque sigue siento intercambio de cosas
(cosa por cosa, cosa por dinero). Esta es la actividad más básica de todas. Si se compra un bien
y no se revende no se es comerciante. Lo es quien realiza la actividad de manera continua.
Esta actividad primaria generó otras actividades comerciales: operaciones de cambio (art. 8 inc.
3), ya que ocurría que extranjeros cuando llegaban se encontraban con que su dinero no era
aceptado porque pertenecían a otro imperio o país. Por ello apareció la figura del “cambista”, una
persona que tenía montando un comercio donde solo compraba y vendía monedas. Esta
actividad es comercial porque está lucrando en forma habitual y profesional. Es una figura muy
antigua que hasta aparece en la Biblia (evangelio de Mateo, Jesús entra a la sinagoga y ve que
se venden cosas y se cambia monedas).

La actividad primaria (de interposición junto con el cambista) fue única durante mucho tiempo,
pero luego se empieza a profesionalizar la creación de bienes y cosas, ya que en los primeros
tiempos se vendían solo las cosas que producía la naturaleza (animales, personas, minerales). El
hombre se dio cuenta que si solo se usaban los de la naturaleza, nunca progresarían y se podrían
agotar, así se comienzan a industrializar usando un elemento para transformarlo en otro.
Pensando en su propia subsistencia decidió generar nuevos bienes. Algunas personas compran
bienes no para revenderlos sino para generar nuevos, esta es otra actividad: la fabricación e
industrialización.
En los primeros tiempos había una dificultad muy grande que era que no existían los créditos,
había que comprar al contado (si existía era encubierto entre vendedor y comprador), ahí
empezaba a comenzar la lealtad comercial. Y empiezan a aparecer los “fiados”, el vendedor tenía
fe que el comprador le iba a pagar. En un sistema chico no había problemas, pero en sistema
grande se necesitaba tener créditos y para obtenerlos fueron inventados los títulos de crédito y
los papeles de comercio, de esta manera el vendedor podía darle crédito a cualquiera siempre
que se lo firmara y la ventaja era que se podía negociar “endosar” si era necesario el dinero
antes. En cierta forma reemplazo a la moneda y el billete. En la actualidad no puede haber
comercio si no hay crédito, tiende a desaparecer la figura de la moneda y del billete, por la
seguridad, la contabilidad y el manejo.

El derecho comercial, pese a ser ignorado en el CCyC sigue teniendo la misma vigencia. Es un
sistema que en principio no lo maneja nadie, porque se rige por la oferta y la demanda. Aunque
un grupo o persona puede dominar “la plaza” pero no el comercio en general.

Elementos del DC: son innumerables, pero hay algunos determinantes como la lealtad comercial,
que consiste en respetar las normas escritas y no escritas (ej, ley de oferta y demanda) del
comercio. Aparece en toda la actividad comercial, por ejemplo en los países donde comenzó la
actividad estaba arraigada, donde cada comerciante exponía los productos que estaban a la
venta entonces el comprador podía observar el producto que se vendía y así saber de la calidad
de dicho producto y verificar si el precio estaba acorde. Además los precios podían ser acordados
entre las partes. Todas las situaciones se tenían que hacer saber (ya sea los problemas de los
productos o la situación del comprador). En los casos de “banca rota” los compradores ya
estaban advertidos.

Principio de especialidad: consiste en que el derecho comercial es una rama de las ciencias
jurídicas y que se basa específicamente en la interposición de los cambios (comprar para
revender o comprar para fabricar y luego revender). Se ejerce el comercio en forma reiterada y
con profesionalidad con fin de lucro.

Principio de autonomía: el derecho comercial es una rama autónoma, tiene su propia esencia,
elementos y hechos que la conforman. No desaparecerá por que no haya mas comerciantes, ya
que comprende a la empresa, contratos de impronta comercial (que son mas que los civiles).
Quizás ha decrecido pero no podrá desaparecer. Sigue vigente porque mantiene su esencia y su
impronta.
2. Persona jurídica.

Art. 141. Definición: “Son personas jurídicas todos los entes a los cuales el ordenamiento jurídico
les confiere aptitud para adquirir derechos y contraer obligaciones para el cumplimiento de su
objeto y los fines de su creación.”

La persona jurídica (llamada “persona de existencia ideal” en la redacción del CC) es un ente que
normalmente recibe de las personas físicas, miembros o integrantes que la componen, el sustrato
indispensable para poder existir como tal.

En el orden jurídico la personalidad corresponde, como regla, a los individuos humanos. Sin
embargo, también es conferida a los núcleos o grupos humanos cuando reúnen las exigencias
requeridas por el ordenamiento.

La persona jurídica toma importancia a partir de la constitución de 1853, sin perjuicio que antes
de esa fecha existían algunas empresas y sociedades pero dentro de las reglas españolas y en
una situación meramente de hecho. La constitución de ese año les permitió a los legisladores
dictar los códigos, donde se trató a los sujetos de derecho, existiendo personas físicas (humanas)
e ideales (jurídicas).
El CCyC ha terminado con la confusión que generaba el CC en cuanto a las diferentes
denominaciones que utilizaba: “personas jurídicas” y “personas de existencia ideal”. La
terminología se ha unificado donde solo existen las personas jurídicas (además de las humanas).
Ferrera sostiene que dentro de los sujetos de derecho existe uno que por sí mismo es el más
pleno (persona humana) y luego hay otro que tiene personalidad semi-plena reconocida por el
ordenamiento (personas jurídicas privadas) pero que está limitado. Por lo que no es sinónimo
sujeto de derecho con personalidad plena.
La teoría moderna habla solo de sujetos de derechos con diversos efectos que pueden ser
graduados.
“Persona” solo es la humana que tiene los efectos claros, su consistencia es el ser humano, con
plena personalidad. Sujeto de derecho se debe utilizar para los demás entes, donde su
personalidad puede ser graduada, ya que solo son meros instrumentos.

Se parte de la idea de que es un instrumento jurídico, una herramienta al servicio de los hombres.
Se diferencia de las personas humanas porque no tiene responsabilidad ética, su existencia no es
la misma.
Para el CCyC las sociedades son personas jurídicas privadas, pero para la ley general de
sociedades es un sujeto de derecho con el alcance que la ley prevé (tomando la mejor doctrina).

El CCyC reglamenta la garantía constitucional de asociarse con fines útiles (arts. 14 y 75, inc. 22,
CN; art. 16 CADH), aclarando que el reconocimiento de la persona jurídica como ente con
capacidad de derecho es para “el cumplimiento de su objeto y los fines de su creación”. Esto es la
“regla de la especialidad”, es decir, que pueden adquirir todos los derechos y ejercer todos los
actos que no les sean prohibidos y que se ajusten a los fines de su constitución, de acuerdo a
aquellos objetivos que, en su momento, el Estado computo como conducentes y en vista de los
cuales reconoció al ente como sujeto de derecho.
Por ejemplo, una sociedad, aunque su actividad no sea adquirir bienes automotores, tiene
capacidad para adquirir un automotor para la distribución de los productos que fabrica. De igual
modo, puede realizar actos jurídicos encaminados a la organización de centros culturales para su
personal y otorgarles préstamos para la construcción de la vivienda propia, porque ello contribuye
al bienestar de los empleados y redunda en un mayor rendimiento en la producción. Por el
contrario, el principio de la especialidad impide que se desvirtúe el objeto para el cual la persona
jurídica se ha constituido. Por ejemplo, una sociedad anónima constituida para explotar una mina
no puede realizar actividad financiera; una asociación cultural no puede dedicarse a ejercer el
negocio inmobiliario.
Art. 142. Comienzo de la existencia: “La existencia de la persona jurídica privada comienza
desde su constitución.
No necesita autorización legal para funcionar, excepto disposición legal en contrario. En los casos
en que se requiere autorización estatal, la persona jurídica no puede funcionar antes de
obtenerla.”

Art. 143. Personalidad diferenciada: “La persona jurídica tiene una personalidad distinta de la de
sus miembros.
Los miembros no responden por las obligaciones de la persona jurídica, excepto en los supuestos
que expresamente se prevén en este Título y lo que disponga la ley especial.”

Cada entidad es un sujeto de derecho independiente y, por eso, es titular exclusivo de las
relaciones jurídicas en que interviene. Cuando una entidad dotada de personalidad jurídica
contrata y adquiere bienes, resulta obligada o favorecida por las consecuencias del contrato y
propietaria de los bienes que adquiere. Así, por ejemplo, las instalaciones existentes en un club
deportivo (asociación civil) son de la entidad y no de los socios o asociados, que no tienen sobre
ellas ni siquiera un virtual condominio sino solamente la posibilidad de usarlas conforme a la
reglamentación interna establecida por la propietaria de los bienes, o sea la entidad.

Por aplicación de la regla de la distinta personalidad, dado un conflicto que requiere intervención
judicial, corresponde demandar a la persona jurídica como tal y no a los miembros que la
componen, ni a los individuos que integran sus organismos directivos (comisión directiva,
directorio, gerencia, entre otros), aun cuando la notificación de la demanda deba hacerse en la
persona de quien ejerce la representación de la entidad.
Se satisface, así, la finalidad principal perseguida por quienes constituyen una persona jurídica:
crear un nuevo sujeto de derecho con distinto patrimonio y distinta responsabilidad.

De la distinción entre la personalidad del ente y la de sus miembros, surgen importantes


consecuencias prácticas, que son:
- existencia de distintos patrimonios: el de la entidad y el de los individuos que con su
actividad humana nutren la actividad de la entidad;
- distinta titularidad de derechos a que da lugar la actividad de la entidad, de manera que los
bienes pertenecientes a ella no pertenecen a los individuos integrantes de la misma, y
viceversa;
- diversa responsabilidad a que da lugar la aludida actividad que, en principio, solo
compromete la de la entidad actuante;
- posibilidad de alterar la composición humana del núcleo sin que se modifique la situación
jurídica de la entidad;
- posibilidad de que la entidad rija su propio orden interno y establezca los derechos y
deberes de los individuos que componen la persona jurídica (corporación) o que se
benefician de su actividad (fundación).

Art. 144. Inoponibilidad de la personalidad jurídica: “La actuación que esté destinada a la
consecución de fines ajenos a la persona jurídica, constituya un recurso para violar la ley, el
orden público o la buena fe o para frustrar derechos de cualquier persona, se imputa a quienes a
título de socios, asociados, miembros o controlantes directos o indirectos, la hicieron posible
quienes responderán solidaria e ilimitadamente por los perjuicios causados.
Lo dispuesto se aplica sin afectar los derechos de los terceros de buena fe y sin perjuicio de las
responsabilidades personales de que puedan ser pasibles los participantes en los hechos por los
perjuicios causados. “

En la actualidad, este instituto se halla expresamente contemplado en la Ley General de


Sociedades 19.550 (art. 54, parr. 3). Se trata de la desestimación, prescindencia o inoponibilidad
de la personalidad jurídica, como excepción al criterio de separación o diferenciación entre la
entidad y sus miembros. Cuando la persona jurídica es usada para obtener finalidades distintas
de aquella para la cual ha sido creada, y ello provoca perjuicio a un tercero, resulta licito indagar
que hay detrás del ente creado e imputar la responsabilidad directamente a sus integrantes
(socios, asociados, miembros o controlantes directos o indirectos).

Atributos de la personalidad de las personas jurídicas privadas

 Nombre: es el derecho de identificación. Lo crean las personas que lo constituyen y debe


satisfacer recaudos de veracidad, novedad y aptitud distintiva, tanto respecto de otros
nombres, como de marcas, nombres de fantasía u otras formas de referencia a bienes o
servicios, para evitar conducir al error. Tampoco puede contener términos o expresiones
contrarios a la ley, el orden público o las buenas costumbres ni inducir a error sobre la
clase u objeto de la persona jurídica (siempre se debe establecer qué tipo de persona
jurídica es). La inclusión en el nombre de la persona jurídica del nombre de personas
humanas requiere la conformidad de éstas, que se presume si son miembros. Sus
herederos pueden oponerse a la continuación del uso, si acreditan perjuicios materiales o
morales.

 Domicilio: es el fijado en los estatutos o en la autorización que se le dio para funcionar. Se


distingue de la sede social, en caso de cambio debe ser inscripto en el registro de
personas jurídicas para dar publicidad a los terceros. Organismos de contralor: inspección
nacional de justicia de la nación, y registro. Las notificaciones se envían a la sede inscripta.

 Patrimonio: conjunto de bienes. Se aceptan los patrimonios especiales (por lo cual no es


único). Hay separación de patrimonio respecto de los socios pero no es tan evidente,
porque en el caso de no responder la persona jurídica responderán los socios.

 Capacidad: no es correcto hablar de ella, porque la persona jurídica es una creación de los
propios seres humanos. No tiene existencia visible, por ello era llamado persona de
existencia ideal. Además no se vale por sí misma, es a imagen y semejanza de la persona
humana solo en la parte jurídica, donde puede adquirir derechos y contraer obligaciones.
Desde el punto de vista de su capacidad de ejercicio no funciona, porque es una creación
que solo obedece al aspecto legal. Por ello la capacidad no estaría dirigida en cuanto a su
creación, sino referida a la capacidad de las personas humanas que la dirigen o la
actividad que la persona jurídica realiza. Hay que ser cuidadoso porque la capacidad surge
de la ley, al igual que la incapacidad. No habrá una declaración judicial como sucede con la
persona humana. Muchas veces la capacidad de la persona jurídica se entrelaza con las
personas humanas que la componen. Por ejemplo, una persona jurídica de seguros debe
ser anónima. Las entidades financieras o bancos deben estar bajo un régimen de
sociedad anónima. La capacidad depende en mayor cantidad de oportunidades que marca
la ley, ya que hay otras situaciones que marcan limitaciones (con los socios, patrimonio,
etc.). tiene varios aspectos, algunos diferentes a la realidad de la persona humana. En
algunos casos la persona humana tiene distintas calidades (socio, habilitación, etc.).

La persona jurídica está compuesta por:

- Órgano de administración.
- Órgano de deliberación.
- Órgano de contralor: simple sindicatura o consejo de vigilancia. Controla los actos
realizados desde el punto de vista legal.
Implicancia de orden público en del derecho mercantil.

El orden público tiene tres dimensiones:


- Protectora: reflejada en la protección de los consumidores, las minorias, etc.
- Dirección: esquemas de intervención estatal en la economía. Tiene implicancia en el
mercado de capitales, sistema financiero, mercado de valores, etc.
- Coordinación: verificar si la solución de caso protege los derechos humanos. Aplicación de
razonabilidad. Por ejemplo: sistema de salud prepago, hay una empresa prestadora que
contrata los servicios (médicos, etc.) y una masa de personas que pagan por esa
protección. Se vincula con el derecho a la salud y la vida.

Para determinar el objeto de estudio se establecen dos límites:

- Formales: están impuestos dentro del derecho privado por determinada normativa que
establece que es materia no comercial. Antes se establecía en el art. 8. Actualmente no
hay ninguna ley que determine cuál es la materia mercantil desde el punto de vista formal.
Pero aún así se pueden ver los límites en el CCyC, en la ley de defensa del consumidor,
ley de seguros.

- Materiales: la empresa es el fenómeno económico jurídico que genera estos límites. Por
ejemplo en los análisis de contratos de empresas, en la regulación de la contratación
masiva.

Las doctrinas se preguntan si todo es derecho privado o si el derecho comercial es un subsistema


del derecho civil, un derecho singular.

El derecho comercial es autónomo respecto del derecho civil dentro del derecho privado.
La autonomía dogmática es aquella rama que tiene sus propios principios jurídicos que lo
fundamentan.
El derecho mercantil tiene como principios básicos: la buena fe, solidaridad en materia de sujetos,
principio de onerosidad, principio de favor debitoris (en caso de duda estar a favor de deudor).

A la autonomía dogmática se le agregan:


- autonomía legislativa: las leyes relativas a la materia deben ser coordinadas en un cuerpo
separado de normas, pero esto ya no existe por la unificación de los códigos.
- autonomía científica: se estudia y analiza como materia diferenciada en el mundo jurídico de
otras materias del derecho.
- autonomía didáctica: en las universidades no se ha suprimido la materia y se estudia como una
materia diferenciada.
Es una categoría histórica, nace de los usos y costumbres en la Europa Occidental que estaba
bajo la idea medieval, pero en los países libres. Tuvo dos grandes fuentes: las ferias
internacionales y la lex mercatoria generada por las corporaciones de comerciantes (estatutos de
comerciantes). A partir del Siglo XV evoluciona.

Tiene sus principios propios porque nació en un momento histórico determinado, evolucionó y se
modificó conforme a la historia de occidente. Podría desaparecer siguiendo los mismos usos y
costumbres.

Por ser autónomo tiene un orden de prelación de normas diferenciado:


1. Ley mercantil.
2. Principios generales que emergen de la institución que analiza el caso (compraventa
mercantil, préstamo, mutuo).
3. Principios generales de leyes análogas.
4. Principios generales del derecho mercantil.
5. Usos y costumbres.
6. Principios generales del derecho en general.

Arts: 1, 2, 3, 9, 10, 11, 12

13/04

3. Ley de Sociedades

Antes de la reforma de la ley en el año 2015, se distinguía entre sociedades civiles y comerciales. Las
comerciales se ha mantenido vigente pero ha sufrido una profunda modificación. El código civil ha dejado
de regular las sociedades.
No se llama mas ley de sociedades comerciales, sino “Ley general de Sociedades”.
Pese a que no diga que es comercial, está referida al comercio y a la empresa.
La sociedad es una organización interna donde tiene tres órganos.
La empresa tiene otro tipo de organización, por un lado es subordinada a los integrantes de la empresa
(sujeto empresario y hacienda mercantil) para lograr la producción de bienes y servicios.
Por lo cual no son sinónimos, pero sí están relacionados, porque un sujeto empresario puede ser una persona
porque es sujeto de derecho (a quien podemos demandar y quien puede demandar), estas pueden ser
personas humanas o personas jurídicas. La sociedad puede ser el sujeto empresario.

La ley si bien no tiene el aditamento de comercial, sigue siendo la misma pero con una reforma. Se aplica
tanto a los comerciantes como a los empresarios, porque ellos serán los sujetos de derecho.
En el CCyC no hay una tajante diferencia entre el derecho civil y comercial, solamente se establecen actos
jurídicos, contratos y demás donde no se diferencia, esto a efectos de la unificación. El Legislador da por
entendido que es comercial y civil, ya que sino entraría en una contradicción, porque desapareció la figura
del comerciante y los actos de comercio. En su lugar se habla de empresa o de empresario. Pero no todas las
personas que ejercen el comercio lo hacen como empresa. Aunque haya una modificación legal, el comercio
no ha sufrido en la práctica, el comercio y el comerciante siguen funcionando, aún cuando la ley los
desconozca.
La sociedad no necesariamente es una empresa, puede ser un simple comerciante. Se le aplicarán las
mismas normas, excepto que sea una norma específica (por ejemplo, organización empresaria).

La novedad de la reforma es que aparece una sociedad con un solo socio. Independientemente de la cuestión
idiomática la ley permite que haya una sociedad de un solo socio, con la salvedad que debe ser una persona
humana y que la sociedad sea anónima. Anteriormente se procuraba que como mínimo haya 2 socios, y si
quedara uno solo se debía conseguir un nuevo socio, de lo contrario se disolvía. Comanditarios: en las
categorías debía haber socios y en los casos de no existir se debía buscar uno nuevo.
Ahora en caso de insuficiencia de socios (uno solo o que en una categoría no haya) permite convertir esa
sociedad a una unipersonal. En la realidad prácticamente no se han conformado sociedades unipersonales
porque el control es muy estricto, por ello que hasta ahora no ha dado frutos, por la responsabilidad que
genera.
Art. 1 de la ley.

Ppio de especialidad

La ley de sociedades alcanza no solo a las sociedades, sino también a quienes constituyen las sociedades y
quien es el sujeto de derecho (empresa o comerciante). Como regla general se aplica a las sociedades (6
tipos sociales regulados mas la unipersonal que debe estar bajo sociedad anónima). Supletoriamente se
aplicará el CCyC, ya que las leyes especiales siguen teniendo vigencia salvo que sean especialmente
derogadas.
Orden de prelación
1- ley especifica de sociedades
2- código civil y comercial

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