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ISSN: 1560-6139
dalvarez@correo.ulima.edu.pe
Universidad de Lima
Perú
Lück, Helmut E.
Alfred Adler y la psicología académica
Persona, núm. 7, 2004, pp. 11-25
Universidad de Lima
Lima, Perú
Persona Nº 7, 2004
Universidad de Lima
Facultad de Psicología
Alfred Adler y la psicología académica
Helmut E. Lück
Fernuniversität Hagen
Alemania Federal
El presente trabajo tiene como tema las conflictivas relaciones entre Alfred Adler y
la psicología académica de su época. La actitud ambivalente del fundador de la
psicología individual fue causada, muy probablemente, por su fracaso para
conseguir el permiso oficial para dictar clases en la Universidad de Viena, y se
fortaleció por las actitudes decididamente antiacadémicas de algunos de sus
seguidores. En el marco del presente estudio se contrasta esto con los
planteamientos de dos importantes psicólogos académicos de la época: William
Stern y Kurt Lewin.
Adler, psicología individual, Stern, Lewin
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Alfred Adler y la psicología académica
1 Una relación entre la psicología académica y el psicoanálisis sea al menos mencionada al margen. Esto es, la
interpretación psicoanalítica de naturaleza académica, como la llevada a cabo por Imre Hermann en su estudio
sobre Gustav Theodor Fechner (1926). Incluso un trabajo como ese –tan meritorio como es en efecto para la
psicología científica– debió ser percibido como una amenaza, pues así se colocaba la investigación científica
bajo el influjo de fuerzas inconscientes.
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hiciera muy poca referencia a las publi- relación actual entre la psicología indi-
caciones psicológicas en su época. vidual (Individualpsychologie; tal el
Almuth Bruder-Bezzel (1983) nos ilus- nombre con el cual se conoce a la teoría
tra –al respecto– describiendo el surgi- formulada por Adler) y la psicología
miento de la psicología individual en el universitaria, e inclusive a una mejor
medio sociocultural de Viena, y cómo comprensión de las publicaciones de
Adler mantuvo estrechas relaciones quien primero fuera discípulo de Freud
con la filosofía, el arte y la literatura, y después se convirtiera en disidente y
así como con el socialismo, en una me- opositor del psicoanálisis.
dida mucho mayor que con las corrien- La primera hipótesis, la de que la
tes psicológicas de su época. psicología académica y la medicina
Ahora bien: la psicología no era –en eran desconocidas por Adler, puede de-
la época de Adler– una disciplina inde- secharse. Adler era médico y hombre
pendiente sino –dada su naturaleza de de amplia cultura, si bien provenía de
ciencia experimental y sus orígenes una familia muy modesta. Una parte
vinculados con el desarrollo de la in- considerable de trabajos de la psicolo-
vestigación fisiológica– un saber en es- gía académica debe haberle sido cono-
trecho contacto con la fisiología, pero cida, o al menos de fácil acceso.
sobre todo aún más con la filosofía. La segunda hipótesis parte de la cir-
Las cátedras dedicadas exclusivamente cunstancia de que la psicología acadé-
a la psicología fueron creadas recién en mica no estaba muy desarrollada para
los años veinte. Casi todos los psicólo- que sus planteamientos pudieran ser
gos de importancia poseían cátedras de empleados por Adler. Esta hipótesis es
filosofía y muchos de ellos, como el algo más aceptable. Muchos temas tra-
patriarca Wilhelm Wundt, en Leipzig, tados por Adler, como por ejemplo los
se opusieron de modo activo a la sepa- recuerdos infantiles más tempranos y
ración entre la psicología y la filosofía. el significado del lugar que se ocupa en
La escasa disposición de Adler para la serie de hermanos, entre otros, fue-
considerar los trabajos psicológicos de ron estudiados de modo serio y sis-
índole académica en el desarrollo de sus temático por la psicología recién años o
ideas puede ser sorprendente para aque- décadas más tarde. Sin embargo, otros
llos que no conocen la psicología uni- temas que Adler trató fueron de una
versitaria de aquel entonces y de hoy. La naturaleza tan central, que la psicología
búsqueda de explicaciones para esto no académica también los estudió. Tal el
es, en modo alguno, un pasatiempo aca- caso, por ejemplo, de los referidos al
démico. Por el contrario, los resultados desarrollo y a la educación. Esa segun-
a los que pueda llevar esta búsqueda tal da hipótesis no explica, por lo tanto, de
vez contribuirán a la clarificación de la modo suficiente su actitud.
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frustración. Todavía siete años des- cultad equivocada. Debemos, sin em-
pués, en 1922, expresó su amargura en bargo, recordar que la psicología como
el prólogo de la tercera edición de su disciplina académica no existía.2 Cuan-
Ueber den nervoesen Charakter: do ella vive su edad de oro en Viena,
La obligación de ser sincero me impulsa entre 1922 y 1938, la psicología aca-
(...) de un modo doloroso. Quiero hacer démica había levantado algunas barre-
una confesión que con seguridad me ro-
bará de modo permanente el afecto de
ras frente a la psicología profunda: la
mis lectores. Después de un minucioso y actitud de Karl Bühler hacia el psico-
negativo dictamen acerca de este libro, análisis era abiertamente negativa. Con
mi solicitud de Habilitación en la respecto a la psicología individual la
Universidad de Viena fue rechazada por
la comisión de profesores. Este acuerdo relación no parece haber sido mejor, si
me ha impedido de dar clases a estudian- bien los Bühler (Karl y Charlotte, asi-
tes y médicos (Adler, 1922: 28). mismo una importante y activa psicó-
loga), desde el nombramiento de Karl
La fracasada solicitud fue la causa como profesor, se comprometieron con
de la relación tensa de Adler hacia la la “Viena roja”, y estaban políticamen-
vida académica en general y contri- te más cerca de Adler que de Freud
buyó a su alienación con respecto a su (véase Ash, 1987).
ciudad natal, favoreciendo –por últi- Varios estudiantes de los Bühler han
mo– su emigración. informado que la teoría psicoanalítica
Si bien el rechazo de Adler por parte nunca fue objeto de evaluación en los
de la medicina académica puede ser exámenes. Más todavía: era riesgoso
visto hoy como injusto, se debe pensar aplicar conceptos psicoanalíticos. Lotte
que el dictamen de Wagner-Jauregg no Schenk-Danzinger (1983: 43), una cola-
constituía una excepción. El método de boradora de Charlotte Bühler, recuerda:
Adler no encajaba en la tradición de la Las relaciones con las escuelas de la
Facultad de Medicina, la cual a fines psicología profunda eran más que dis-
del siglo XIX había alcanzado grandes tantes. La Psicología individual, que
éxitos con su perspectiva positivista y tenía una gran influencia en la institu-
ción educativa, porque sus postulados
sus métodos propios de las ciencias na- pedagógicos –reforzamiento positivo,
turales. comprensión y educación comunitaria–
contribuían a los esfuerzos de la refor-
ma era “tolerada”, aunque en líneas
ACERCA DE LA SITUACIÓN EN VIENA generales más bien ignorada. Con res-
Podría pensarse, un poco cínica- pecto al psicoanálisis se tenía una posi-
ción oficial de rechazo
mente, que Adler había escogido la fa-
2 Naturalmente, la psicología también fue practicada en Austria: a través de Alexius von Meinong, Christian von
Ehrenfels, Wilhelm Jerusalem y otros más. La relación de Adler con estas personas no puede ser tratada acá de
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Por cierto, ese rechazo por parte de psicología individual fue William
los representantes de la Universidad de Stern.
Viena se mantiene hasta hoy. Lotte Stern enseñó en Breslau y en
Schenk-Danzinger anota, sin embargo, Hamburgo y gracias a sus trabajos en
que de modo no oficial había muchos las áreas de psicología teórica y de la
contactos entre la psicología universi- psicología del desarrollo alcanzó pres-
taria y los psicólogos de orientación di- tigio internacional. Un par de veces al
námica. Asimismo, relata que además menos tuvo contacto con Sigmund
de sus estudios con Bühler, visitaba los Freud. En 1909 ambos viajaron en el
centros de orientación educativa de Al- mismo barco con el propósito de dictar
fred Adler; esto era –escribe– normal conferencias magistrales en la Clark
entre los estudiantes de psicología, y se University, debido a la invitación (an-
aprendía mucho. Solo una cosa: no se tes mencionada) de G. Stanley Hall, ex-
podía hablar de esto en el instituto de tendida también a Carl Gustav Jung.
Bühler (Schenk-Danzinger, discusión Años después, en 1928, Stern visitó
no publicada acerca de la ponencia de a Freud y escribió a su amigo Jonas
Schuch, 1983). Cohn:
Liselotte Frankl fue mas allá: estu- Sello de correo de Semmering, 24
dió en la universidad y condujo una (probablemente mayo de 1928).3
investigación en niños albaneses, al Querido amigo. Viajo de modo ininte-
rrumpido: después de Groninga (...)
mismo tiempo que se sometía a un aná-
siguieron cinco conferencias en Viena,
lisis didáctico y, tras la emigración for- una ciudad que mi esposa y yo disfruta-
zada, se integró al círculo de seguido- mos con buen clima, y ahora unos días
res de Anna Freud (véase Schenk- de descanso en el magnífico
Semmering. Ayer tuve una conversa-
Danzinger, 1983: 43). ción de dos horas aquí con Freud, a
pesar de todas las diferencias en las for-
LA RELACIÓN DE WILLIAM STERN mas más agradables (....). Cordiales
saludos a ustedes dos. William Stern.
CON EL PSICOANÁLISIS
modo detenido. Me parece interesante, sin embargo, la indicación de que en el amplio archivo de Meinong, en
Graz, no se encuentra ninguna correspondencia entre Meinong y Adler, si bien Meinong mantuvo contactos
científicos con muchas personas.
3 Se trata de una postal, de la cual han sido retiradas la estampilla y la fecha de emisión. El resto de la corres-
pondencia de Stern permite suponer que ella fue escrita en mayo o junio de 1928. La postal se encuentra en el
Archivo Jonas Cohn, Universität Duisburg, Dr. J. Loewisch.
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4 En la cuarta edición de Psychologie der frühen Kindheit (1927) se refiere Stern, por ejemplo, siete veces a
Adler, pero casi siempre reconociéndolo de manera limitada. Se dice que la Individualpsychologie ofrece fructí-
feros puntos de vista (p. 12). El simbolismo de “arriba” y “abajo” es aplicado en un modo algo unilateral a la
interpretación (p. 250). La actitud de protesta de los niños la ve bien Adler, pero la generaliza demasiado (p.
285). Con referencia a las debilidades del ego y los sentimientos de inferioridad se dice: “Aquí agradecemos a
la psicología individual de Alfred Adler valiosas estimulaciones (...). No se necesita, sin embargo, estar de
acuerdo con semejantes exageraciones del principio, para poder reconocer su significado” (p. 434). Stern acep-
ta la idea de la sobrecompensación de la debilidad, sin embargo “Adler le ha puesto el nombre no tan apropiado
de protesta masculina” (p. 436).
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zas. ¿Solo zalamería vienesa? Proba- dad de enfoques terapéuticos que noso-
blemente no, pues esta sería una de las tros conocemos no era algo de ese
pocas oportunidades que tuvo Adler de entonces. Ya en el comienzo de su expo-
presentarse en un contexto psicológi- sición se lamenta Lewin de que los mé-
co-académico sin psicoanalista alguno dicos esperen poco o nada de la psico-
como competidor. logía experimental (Lewin, 1929: 161).
La teoría de Adler tiene algunas se- Así como el pedagogo, también el
mejanzas con la de Stern. Esto fue ano- médico se ha orientado a otras corrien-
tes de la psicología de carácter no-expe-
tado por Adler en posteriores ediciones rimental. En unos casos, a la así llama-
de su libro sobre el carácter neurótico, da Psicología comprensiva que, recha-
pero también por sus seguidores de ma- zando todos los intentos de explicación
de carácter natural de la vida psicológi-
nera ocasional (por ejemplo, Birnbaum
ca, opta más bien por vincularla a la cul-
en las ediciones subsecuentes de tura; en otros casos, a las doctrinas de
Heilen und Bilden). Freud y Adler, que provienen de la psi-
copatología” (p. 162).
LA RELACIÓN DE KURT LEWIN CON
Lewin esboza las posibilidades y lí-
LA PSICOLOGÍA PROFUNDA
mites del experimento psicológico e in-
Entre los pocos psicólogos académi- tenta, tomando como referencia los tra-
cos preocupados por desarrollar un jui- bajos de la escuela de Würzburg y sobre
cio acerca de las diferentes escuelas de todo a sus propias investigaciones, pre-
la psicología profunda se encuentra sentar el desarrollo de la psicología de la
Kurt Lewin (1890-1947), que se veía a voluntad. Lewin demanda, además, una
sí mismo como un miembro de la escue- muy precisa aplicación de los concep-
la berlinesa de la Psicología de la tos. Así, se debe renunciar de modo de-
Gestalt y hoy es considerado como el finitivo a entender la voluntad como un
fundador de la psicología social experi- hecho psíquico y área de investigación
mental, la dinámica de grupos y la in- unitarios, en contraposición a la razón,
vestigación-acción. Poco conocido en el instinto y la memoria.
general es el interés de Lewin por el psi- Emplea, además, la ocasión para
coanálisis, tanto en Alemania como des- presentar sus resultados en sus investi-
pués, durante los años de la emigración gaciones. La intensa necesidad de fina-
a los Estados Unidos (Lück & Rechtien, lizar tareas que han quedado incomple-
1989). En el Tercer Congreso Médico tas, cuando se trata de acciones que son
de Psicoterapia, en Baden-Baden, Le- indiferentes o desagradables, parece
win expuso sobre la relación entre sus –según él– “tener para los sujetos expe-
trabajos experimentales en el campo de rimentales el marcado carácter de com-
la psicología de la voluntad (Willens- pulsión” (p. 172). Concluye que:
psychologie) y la psicoterapia. La varie-
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... no son la gana o la falta de ganas los También que en Adler el problema de la
factores psicológicos fundamentales, energía psíquica aparezca solo en rela-
sino los sistemas de tensión psicológica ción con la pregunta de su limitación o
y la dirección de las fuerzas que se de su carácter ilimitado práctico, es un
encuentran dentro de ellos. Si el experi- signo de ese modo de ver orientado de
mentador ejerce presión para no reanu- modo total a los vectores de campo (pp.
dar la tarea, ocurre con frecuencia la 180-181).
presencia de actos ‘diabólicos’ de reasu-
mir las tareas, o diversas formas de
Reclama, por el contrario, la consi-
satisfacción vicaria, que juegan un rol
muy importante en la psicoterapia” deración de los vectores de campo y los
(Lewin, 1929: 171 y ss). sistemas de tensión. Precisamente en los
trabajos de Zeigarnik y Ovsianskina re-
Lewin trata en seguida, de modo es- feridos por él previamente, ve Lewin la
pecial, de la conservación de tareas no demostración experimental no solo de
terminadas (y al fenómeno conocido las fuerzas de campo, sino de tales siste-
como efecto Zeigarnik, así llamado por mas de tensión psicológica. La explo-
haber sido descrito por su discípula, sión emocional en casos de saturación
Bluma Zeigarnik). Un amplio espacio afectiva es tal demostración.
ocupan sus estudios acerca de la satu- Es, además, de interés para la psico-
ración psicológica, cuyos resultados él
terapia avanzar de simples conceptos
considera como muy importantes para
de síntomas a la determinación de los
la pedagogía, la pedagogía especial y la
reales factores psicológicos y, en esto,
psicoterapia.
colocar en el lugar de un sistema de
En el último párrafo, de particular
conceptos solo clasificatorios otro de
interés para el tema de este trabajo,
índole constructiva. De modo decidido
Lewin analiza el significado de sus
Lewin se lanza contra las teorías instin-
hallazgos en relación con algunas ideas
tivas estáticas:
de Adler y Freud. Sobre Adler dice:
Con Charlotte Bühler se pueden aceptar
En la teoría de Adler atrae el énfasis en
tres relaciones básicas que ya no se pue-
la unidad de la persona y la decisión con
den reducir más: ayuda recíproca, com-
la cual el individuo es ubicado en su
petencia, explotación, o, con Freud, un
medio circundante. Como correcto pue-
antagonismo de dos instintos básicos, o
de demostrarse que los factores sociales
con Adler en esencia a una. Siempre, sin
específicos (el lugar en la familia y en
embargo, va esa afirmación a una visión
los demás grupos sociales) para la es-
tructura del mundo psíquico son de de- solo clasificatoria: ‘Hay los y los instin-
cisivo significado (Lewin, 1929: 180). tos`. El psicoterapeuta sin embargo
quiere no solo reconocer la vida psíqui-
ca de un determinado individuo, sino
Lewin valora, de manera crítica, la también desea influenciarlo (Lewin,
reducción de toda la vida psíquica a 1929: 182).
solo algunas fuerzas, y dice:
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Para alcanzar esto la discusión acer- preguntar por qué la colaboración entre
ca de las clases de instintos no ayuda, la psicología académica y la psicología
sino que “se debe saber cómo el com- individual no fue más intensiva, cons-
portamiento concreto depende tanto de tructiva y armónica.
las situaciones internas y externas y qué Son evidentes una serie de motivos.
modificaciones concretas de la situación En parte jugaron un rol la personalidad
trae consigo la deseada modificación del de Adler, sus fracasos académicos y su
comportamiento” (Lewin, 1929: 192 marcado interés por la vida y por la
y ss.). sociedad. Esto, empero, no hizo innece-
En resumen, se trata –para Lewin– sario para él el mundo académico. Adler
de hallar las leyes dinámicas universa- mantuvo una distancia llamativa: pare-
les en el mantenimiento de la relación cía ignorar de modo total a la psicología
de cada caso con la realidad concreta. académica, pero agradecía el reconoci-
Las afirmaciones de Lewin, expre- miento académico.
sadas en 1928, aparecen como sorpren- Algunos adlerianos, como Alice y
dentemente modernas. Se muestra Otto Rühle, vieron la distancia hacia el
abierto frente a las corrientes de la tera- mundo académico como algo dado e
pia profunda, la cual hasta ese momen- incluso necesario. Tan lejos, sin embar-
to había sido practicada por médicos y go, no iba Adler.
psicólogos. Él anota –desde su base El motivo para el gran abismo entre
(neo)positivista– las debilidades de la la psicología individual y la universita-
psicología profunda y las bases de la ria también se produjo en el plano pro-
fesional. La psicología profunda y la
investigación experimental, conservan-
del desarrollo reivindicaban, por ejem-
do –a la par que enfatiza la necesidad
plo, terrenos muy similares para sí y
de dicha investigación– el sentido de la
ganaron, en oposición a la mayoría de
práctica. La polémica afirmación de
corrientes académico-psicológicas,
Freud, de que la psicología académica
amplios círculos de la población.5
no quería saber nada del psicoanálisis,
Mientras la psicología académica pudo
es contradicha por el aporte de Lewin.
seguir su camino de modo seguro y
tranquilo, los psicólogos profundos
CONCLUSIÓN
buscaron su auditorio en otros ámbitos:
Según el desarrollo esbozado y los entre médicos y pedagogos. Así, los
planteamientos de Stern y Lewin, pero psicólogos individuales y el psicoanáli-
también del propio Adler, uno se debe sis tuvieron una recepción tardía.
5 Obsérvese la cantidad de las ediciones que alcanzaron los libros de Kunkel en el corto tiempo, entre 1925 y
1935. Kunkel no era un adleriano ortodoxo pero provenía de esa escuela.
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