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(a) La ecuación habría de ser lineal (desde el punto de vista de los ope-
radores que intervienen en su formulación) y homogénea para que
se cumpliese el principio de superposición de soluciones, esto es: si ψ1 y
ψ2 son soluciones que representan un sistema físico dado, cualquier
combinación lineal de las mismas α1 ψ1 + α2 ψ2 debe ser también una
solución, donde α1 y α2 son constantes cualesquiera.
1
2
∂ψ h̄2
ih̄ = − ∆x ψ , (5)
∂t 2m
Sobre la ecuación de Schrödinger 3
h
Dp Área ³
2
Dx
José L. López
4
ferenciales
e = ih̄ ∂ , pe = −ih̄∇ x .
E (7)
∂t
En tal caso la ecuación (5) puede reescribirse como
e = 1 pe2 ψ ,
Eψ (8)
2m
en clara analogía con la ecuación clásica (2). Observamos, por tanto, que
el segundo miembro de la ecuación (8) (o, equivalentemente, de (5)) repre-
senta el operador de energía cinética asociado a la partícula:
1 2 h̄2
T=
e pe = − ∆x .
2m 2m
Con el propósito de generalizar la ecuación de Schrödinger obtenida en
(8), supongamos ahora que la partícula se mueve en un campo de fuerzas
F que emana de un potencial (real) V: F (t, x ) = −∇ x V (t, x ). Al igual que
en el caso de una partícula clásica, la energía total E ha de venir dada por
1
la suma de la contribución cinética 2m | p|2 más la potencial V (t, x ):
| p |2
E= + V (t, x ) .
2m
Comoquiera que la energía potencial no depende intrínsecamente ni de p
ni de E, los argumentos establecidos anteriormente nos invitan a conside-
rar los operadores pe y E
e definidos en (7) y a plantear
e = 1 2
Eψ pe + V ψ ,
2m
con lo que se obtiene la siguiente generalización de la ecuación de Schrö-
dinger para la partícula libre:
!
∂ψ h̄2
ih̄ (t, x ) = − ∆ x + V (t, x ) ψ(t, x ) , (9)
∂t 2m
ψ(t = 0, x ) = ψ I ( x ) , (11)
José L. López
6
∂ψ h̄2 N
∑ ∆x
( j)
ih̄ (t, x ) = − ψ(t, x ) + V (t, x )ψ( x, t) ,
∂t 2m j =1
( j)
donde ∆ x denota el operador de Laplace actuando sobre la coordenada
x ( j) . En este contexto, el potencial (que lógicamente ha de tener en cuenta
la interacción entre las partículas) adopta la forma genérica
N
∑ Vij t, x (i) − x ( j) .
V (t, x ) =
i,j=1
i< j
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8 El teorema de Riesz–Thorin y aplicaciones
Π = { x + iy ∈ C : a ≤ x ≤ b}
| f (z)| ≤ K ∀ z ∈ Int(Π) .
Entonces
M ( x )b− a ≤ M ( a )b− x M (b ) x − a , a < x < b, (13)
donde hemos denotado
M( x ) := sup | f ( x + iy)| , a ≤ x ≤ b.
y ∈R
1
Fε (z) := , z ∈ Π, ε > 0.
1 + ε(z − a)
9
| Fε | ≤ 1, luego
| f (z) Fε (z)| ≤ 1 ∀ z ∈ ∂Π (14)
dado que en el caso que estamos estudiando se tiene que sup∂Π {| f |} = 1,
donde ∂Π denota la frontera de Π. Además |1 + ε(z − a)| ≥ ε|y|, por lo
que
K
| f (z) Fε (z)| ≤ ∀ z = x + iy ∈ Π . (15)
ε|y|
Definimos ahora el rectángulo
n Ko
R := Π ∩ x + iy ∈ C : y = ± .
ε
De (14) y (15) se deduce que | f Fε | ≤ 1 en ∂R, luego también | f Fε | ≤ 1 en
R de acuerdo con el principio del módulo máximo. Pero, además, de (15)
se deduce asimismo que | f (z) Fε (z)| ≤ 1 para todo z = x + iy ∈ Π tal que
|y| > Kε , luego
| f (z) Fε (z)| ≤ 1 ∀ z ∈ Int(Π), ∀ ε > 0 .
Fijando ahora z ∈ Int(Π) y haciendo ε → 0 se obtiene | f (z)| ≤ 1 para todo
z ∈ Int(Π), con lo que concluye la primera etapa de la demostración.
Segunda etapa: Caso general.
Se define
b−z z−a
g(z) := exp log( M( a)) + log( M(b)) .
b−a b−a
Claramente g es entera, no tiene ceros, 1
g es acotada en Π y
| g( a + iy)| = M( a) , | g(b + iy)| = M(b) .
f
Por consiguiente, la función g satisface las hipótesis de la primera etapa
de la demostración, de donde se desprende que
f (z)
g(z) ≤ 1 ∀ z ∈ Int(Π) ,
José L. López
10 El teorema de Riesz–Thorin y aplicaciones
T : L p0 ( Ω ) → L q0 ( Ω ) , T : L p1 ( Ω ) → L q1 ( Ω ) ,
k T f k Lq (Ω) ≤ k T f k1L− θ 1− θ
q0 ( Ω ) k T f k Lq1 ( Ω ) ≤ k T k p,q ,Ω k T k p,q ,Ω k f k L p ( Ω ) .
θ
0
θ
1
José L. López
12 El teorema de Riesz–Thorin y aplicaciones
con
1−z z 1−z z
a(z) = + , b(z) = 0 + 0 ,
p0 p1 q0 q1
así como la banda del plano complejo Π := {z ∈ C : 0 ≤ Re(z) ≤ 1}. Se
define asimismo la función F : Π → C como
Z
F (z) := ( Tgz )( x )hz ( x ) dx .
Ω
p
| gz ( x )| p0 = exp pRe( a(z)) log(| g( x )|) 0
np o p0
≤ exp log(| g( x )|) = | g( x )| p .
p0
1 1
Para z = it se tiene que Re( a(z)) = p0 y Re(b(z)) = q00
. De este modo,
p
p0
| git | p0 = | g| p y k git k L p0 (Ω) = k gk L p (Ω)
. Análogamente, se dispone de la re-
q0
q00
lación k hit k q0 = khk 0 . La desigualdad de Hölder permite entonces
L 0 (Ω) Lq (Ω)
estimar | F (it)| de la siguiente forma:
y, por tanto,
p q0
p0 q00
| F (it)| ≤ M0 k gk L p (Ω)
khk 0 .
Lq (Ω)
13
p q0
p1 q0
| F (1 + it)| ≤ M1 k gk L p (Ω)
khk 1
0 .
Lq (Ω)
Finalmente
1− θ 1− θ
p θ
p0 + p1 q0 + θ0
q00 q
| F (θ )| ≤ M01−θ M1θ k gk L p (Ω) khk 0
1
,
Lq (Ω)
que no es otra cosa que la verificación de la desigualdad (18), toda vez que
gθ = g y hθ = h. Por consiguiente,
|un | ≤ | f | ∀ n ∈ N .
lı́m k un − f k L p (Ω) = 0 y
n→∞
Además, salvo que hubiera que extraer una subsucesión, es conocido que
{un ( x )} → f ( x ) c.p.d. en Ω.
Consideremos ahora la descomposición f = f 0 + f 1 , donde
0 f ( x ) si | f ( x )| > 1
f (x) = .
0 en otro caso
para k = 0, 1, se deduce
luego
lı́m { Tu0n } = f 0 , lı́m { Tu1n } = f 1 c.p.d. en Ω
n→∞ n→∞
José L. López
14 El teorema de Riesz–Thorin y aplicaciones
Entonces f ∗ g ∈ Lr (Rd ) y
k f ∗ g k L r (Rd ) ≤ k f k L p (Rd ) k g k L q (Rd ) .
por lo que bastará con aproximar fe en L p (Rd ) por una sucesión de ele-
mentos de G .
Etapa 2: aproximación de gaussianas por sucesiones regularizantes.
d 2
Consideremos la función G ( x ) = π − 2 e−| x| , que en particular cumple
k G k L1 (Rd ) = 1. En tal caso ha de existir una sucesión { ϕk } ⊂ Cc∞ (Rd ) tal
que lı́mk→∞ {k ϕk − G k L1 } = 0. De hecho, puede construirse del siguiente
modo: x
ϕk ( x ) := ϕ G(x) ,
k
dada ϕ ∈ Cc∞ (Rd ) una función meseta que satisface ϕ = 1 en B 1 , ϕ = 0
n o 2
c 1 ϕk
en B1 y 0 < ϕ < 1 si 2 < | x | < 1. Así pues, {ρk } = k ϕ k define una
k L1
sucesión regularizante que verifica lı́mk→∞ {kρk − G k L1 (Rd ) } = 0.
Etapa 3: de cómo una sucesión de gaussianas puede “hacer las veces"de suce-
sión regularizante.
Construimos ahora las sucesiones
x x x
Gn ( x ) = n−d G , ϕnk ( x ) = n−d ϕk , ρnk ( x ) = n−d ρk .
n n n
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16 Teoría L2 de la ecuación de Schrödinger para la partícula libre
k Gn ∗ fe − fek L∞ (Rd )
≤ k( Gn − ρn ) ∗ fek ∞
k L (Rd ) + kρnk ∗ fe − fek L∞ (Rd )
≤ k Gn − ρnk k L1 (Rd ) k fek L∞ (Rd ) + kρnk ∗ fe − fek L∞ (Rd )
< η k fek ∞ d + kρn ∗ fe − fek ∞ d
L (R ) k L (R )
de modo que
Z N Z
∑
Gn ∗ f ( x ) =
e Gn ( x − y) fe(y) dy = Gn ( x − y) fe(y) dy
sop( fe) i =1 O i
Etapa 5: conclusión.
Recopilando la información aportada por las etapas anteriores, se de-
duce que
N
∑ a j e−b j | x − x j |
2
ψI (x) = ∈G.
j =1
N
∑ A j (t) e−Bj (t)|x−xj |
2
ψ(t, x ) = (19)
j =1
i ∂t = −∆ x ψ
∂ψ
(20)
ψ(0, x ) = ψ I ( x )
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18 Teoría L2 de la ecuación de Schrödinger para la partícula libre
L2 (Rd )
5 En el siguiente capítulo se comprobará que G ( t, x ) es, de hecho, la solución funda-
José L. López
20 Teoría L1 –L∞ de la ecuación de Schrödinger para la partícula libre
π 2d 4bt − i − d2
b | x |2
= e− 1+4ibt
4πit 4t
= ψ(t, x ) ,
satisface
1
kSe(t) gk L∞ (Rd ) ≤ d
k g k L1 (Rd ) ∀ g ∈ L 1 (Rd ) .
(4πt) 2
0
Teoría L p –L p de la ecuación de Schrödinger para la partícula libre
Hasta el momento sabemos que el operador S(t) está bien definido,
para todo t > 0, de L2 (Rd ) en L2 (Rd ) y de L1 (Rd ) en L∞ (Rd ). En tal
caso, el teorema de interpolación de Riesz–Thorin se aplica (con Ω = Rd ,
d
p0 = 1, q0 = ∞, p1 = q1 = 2, q = p0 , θ = p20 = 2 1 − 1p , M0 ≤ (4πt)− 2
0
y M1 = 1) para concluir que S(t) : L p (Rd ) → L p (Rd ) también está bien
definido, para todo 1 ≤ p ≤ 2, y satisface la estimación siguiente:
−d 1p − 12
kS(t)k p,p0 ,Rd ≤ (4πt) .
i ∂t + ∆ x ψ = 0
∂ψ
ψ(0, x ) = ψ I ( x )
satisface
1 1
−d p−2
kψ(t, ·)k L p0 (Rd ) ≤ (4π |t|) k ψ I k L p (Rd )
para todo t 6= 0, donde p0 denota el índice conjugado de p ( 1p + 1
p0 = 1).
i ∂t = −∆u(t) + V [u]u
∂u
, (26)
u (0) = u0
José L. López
22
1 |u(t, y)|2
Z
V [u] = dy (27)
4π R3 | x − y|
Para probar (b) usamos (una ligera variante de) (a) y la desigualdad de
Hölder:
|u(y)|2
Z
1
kV [u]k L∞ (R3 ) = sup dy
4π x∈R3 R3 | x − y |
( 1 )
1 1 2
2
≤ sup kuk L2 (R3 ) ∗ | u |
4π x∈R3 | x |2
1
≤ kuk L2 (R3 ) kuk H1 (R3 ) .
2π
Análogamente,
2 − | v ( y )|2
|
Z
1 u ( y )|
kV [u] − V [v]k L∞ (R3 ) = sup dy
4π x∈R3 R3 | x − y|
|u(y)(u(y) − v(y))| + |v(y)(u(y) − v(y))|
Z
1
≤ sup dy
4π x∈R3 R 3 | x − y|
1
≤ kuk L2 (R3 ) + kvk L2 (R3 ) ku − vk H1 (R3 ) .
2π
José L. López
24
3 1
k∆V [u]k L2 (R3 ) = kuk2L4 (R3 ) ≤ C kuk L2 2 (R3 ) k∇uk L2 2 (R3 )
k D j f k Lr (Rd ) ≤ C k f k1L− k
q (Rd ) k D f k L p (Rd ) ,
θ θ
donde
1−θ
1 j 1 k
− = +θ − .
r d q p d
j
En el caso en que 1 ≤ p < d
k− j se tiene k ≤ θ ≤ 1. Si por el contrario ∞ 6= p ≥ d
k− j , solo
j
puede ocurrir k ≤ θ < 1.
El sistema de Schrödinger–Poisson en dimensión d = 3 25
para alguna constante C = C kuk L2 (R3 ) , kvk H1 (R3 ) > 0, donde la norma
L∞ del potencial ha sido estimada en virtud del Lema 2 (b).
José L. López
26
Se tiene:
N1 ≤ kuk L∞ (R3 ) k∆(V [u] − V [v])k L2 (R3 )
≤ C kuk H2 (R3 ) ku − vk H1 (R3 ) ≤ C kuk H2 (R3 ) ku − vk H2 (R3 ) ,
N2 ≤ k∆V [v]k L2 (R3 ) ku − vk L∞ (R3 )
≤ C kvk2H1 (R3 ) ku − vk H2 (R3 ) ≤ C kvk H1 (R3 ) ku − vk H2 (R3 ) ,
para lo cual se han usado de forma esencial las propiedades del potencial
contempladas en el Lema 2. Para obtener las estimaciones de N1 y N2 se
ha empleado asimismo la siguiente desigualdad de Sobolev: kuk L∞ (R3 ) ≤
C kuk H2 (R3 ) , mientras que en las estimaciones de N5 y N6 un ingrediente
importante lo constituye la desigualdad de interpolación de Gagliardo–
Nirenberg–Sobolev.
En esta situación, una aplicación inmediata del teorema de Pazy nos
permite concluir lo siguiente.
Teorema 4. Sea u0 ∈ H 2 (R3 ). Entonces existe t∗ > 0 tal que el problema
de valores iniciales (26)–(27) admite una única solución mild u : [0, t∗ ) →
H 2 ( R3 ) .
Comprobamos finalmente que la solución brindada por el Teorema 4
está globalmente definida, es decir, t? = ∞. Para ello establecemos en pri-
mer lugar el siguiente resultado.
Lema 3. Sean u0 ∈ H 2 (R3 ) y u : [0, t? ) × R3 → C la solución mild en
H 2 (R3 ) del sistema de de Schrödinger–Poisson (26)–(27). Entonces las si-
guientes leyes de conservación son satisfechas para todo t ∈ [0, t? ):
El sistema de Schrödinger–Poisson en dimensión d = 3 27
1d 1Z ∂ | u |2
Z
2
0 = |∇u| dx + V [u] dx
2 dt R3 2 R3 ∂t
1d 1 ∂V [u]
Z
2
= k∇uk L2 (R3 ) − V [u]∆ dx
2 dt 2 R3 ∂t
1d 1
= k∇uk2L2 (R3 ) + k∇V [u]k2L2 (R3 ) ,
2 dt 2
lo cual concluye la prueba.
El siguiente resultado ratifica que la (única) solución mild del problema
(26)–(27) no puede explotar en tiempo finito, luego ha de ser t? = ∞ en
virtud del Teorema de Pazy.
José L. López
28
ku(t)k H2 (R3 ) ≤ Ae Bt ,
donde A y B son constantes positivas que solo dependen del dato inicial
u0 . Por tanto, el sistema (26)–(27) admite una única solución mild global
luego solo resta por estimar k∆u(t)k L2 (R3 ) . Aplicamos para ello el opera-
dor de Laplace a la formulación mild de nuestro problema, tras lo que se
obtiene
Z t
∆u(t, x ) = eit∆ (∆u0 ) − i ei(t−s)∆ ∆ V [u](s, x )u(s, x ) dx
(28)
0
Comenzamos estimando
Z t
A1 ≤ C ku(s)k2H1 (R3 ) k∆u(s)k L2 (R3 ) ds
0
Z t
2
≤ CK k∆u(s)k L2 (R3 ) ds . (29)
0
7 Llegadoeste punto conviene recordar la teoría L2 –L2 de la ecuación de Schrödinger
para la partícula libre
El sistema de Schrödinger–Poisson en dimensión d = 3 29
k∆V [u]uk L2 (R3 ) ≤ kuk L∞ (R3 ) k∆V [u]k L2 (R3 ) ≤ kuk H2 (R3 ) k∆V [u]k L2 (R3 )
≤ C kuk H2 (R3 ) kuk2H1 (R3 ) ≤ CK2 kuk H2 (R3 ) ,
luego
Z t
A2 ≤ CK2 ku(s)k H2 (R3 ) ds . (30)
0
Estimamos finalmente A3 . Usando de nuevo la desigualdad de Gagliardo–
Nirenberg–Sobolev obtenemos
Z t
A3 ≤ 2 k∇V [u](s)k L4 (R3 ) k∇u(s)k L4 (R3 ) ds
0
Z t 1 1 1 1
≤ C kV [u](s)k L2 ∞ (R3 ) k∆V [u](s)k L2 2 (R3 ) ku(s)k L2 ∞ (R3 ) k∆u(s)k L2 2 (R3 ) ds
0
Z t
≤ C ku(s)k2H1 (R3 ) ku(s)k H2 (R3 ) ds
0
Z t
2
≤ CK ku(s)k H2 (R3 ) ds . (31)
0
luego
Z t
kuk H2 (R3 ) ≤ K + k∆u0 k L2 (R3 ) + CK2 ku(s)k H2 (R3 ) ds .
0
José L. López
30
Bibliografía
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