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UNIVERSIDAD DE CARABOBO

FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y SOCIALES


ESCUELA DE RELACIONES INDUSTRIALES
CAMPUS BÁRBULA

EL MERCADO COMO REALIZACIÓN DEL IDEAL HUMANITARIO

Profesora: Sherly Steelev

Autora:

Oriana González. 25.985-617


Email:orianagabi1887@hotmail.com
Sección: R3

Bárbula, Mayo 2017


En esta investigación, se analiza el tema del mercado como medio de realización
del ideal humanitario. Inicialmente, se realiza una síntesis de los sistemas económicos,
para luego reseñar la economía de mercado y concluir con el mercado ideal que permita
la igualdad social, es decir, el ideal de la humanidad. Dicho análisis permite formular una
conclusión válida sobre este tema.

En este sentido, es importante acotar que los sistemas económicos por excelencia
son: el capitalista, el socialista y la economía social de mercado. De acuerdo a Klein ,
(2006:95) “Los sistemas económicos, un sistema económico se puede definir como un
conjunto coherente de instituciones jurídicas y sociales en el seno de las cuales son
puestos en práctica para asegurar la realización del equilibrio económico entre la
producción y el consumo, entre los bienes y las necesidades, ciertos medios técnicos,
organizados en función de ciertos móviles dominantes”.

Siguiendo las ideas del autor citado, en la economía de mercado capitalista,


siguiendo a Lajugie: las necesidades pueden ser expresadas en el mercado en forma de
una cierta demanda que, por su presión sobre los precios, orienta la oferta, es decir, el
esfuerzo de los productores. En un segundo caso, las necesidades de la colectividad son
estimadas por una autoridad central que establece entre ellas una cierta jerarquía y decide
qué bienes han de producirse; es el mecanismo de la economía planificada colectivista”.

El beneficio en el sistema económico capitalista se materializa por la ganancia


económica; en cambio, en el socialista la producción se valora por el uso, es decir, no es
posible la iniciativa privada, como en el capitalista. Por otra parte, los sistemas de control
centralizados en el sistema económico socialista limitan la soberanía del consumidor y
hasta cierto punto moldean las preferencias de este, según las necesidades de la
comunidad en su conjunto, y los medios de producción pertenecen en su totalidad al
Estado, con el fin de aumentar la productividad del trabajo y economizar más recursos
productivos, se estatizan las empresas y las actividades económicas, como parte vital para
lograr una planificación integral de la economía nacional.
En este sistema económico existe plusvalía, pero no se la apropia el propietario
individual de los medios de producción como en el capitalismo, sino el Estado que la
distribuye; el socialismo asegura un proceso planificado en la reproducción para el
fomento de la economía nacional y el bienestar de las clases populares, pero se olvida de
las necesidades suntuarias relacionadas al lujo.

No obstante, en la práctica, la planificación centralizada no es tan eficiente como


se supone en teoría, dado que la organización integral es muy compleja y muchos factores
y elementos hacen difícil una coordinación eficaz en su totalidad; si los bienes y servicios
no están disponibles donde se requiere, la cúspide falla en la distribución de recursos y el
sistema productivo se desajusta.

Como tercer sistema económico, al final de la Segunda Guerra Mundial, surge en


Alemania una economía social de mercado, según Pfaller por la necesidad de superar el
capitalismo o para civilizarlo; en el cual el Estado debe intervenir y estimular la
competitividad entre los productores. La economía social de mercado reconoce que ni
siquiera un mercado altamente eficiente es capaz de satisfacer todas las necesidades de la
sociedad; por ello le atribuye al Estado la obligación de intervenir activamente para
impedir que se produzca un menoscabo de intereses sociales legítimos.

En consecuencia, el Estado se muestra como el responsable de la política


económica, no de la economía; es decir, el papel del Estado es el de estimular la
productividad, estableciendo planes indicativos y no imperativos para evitar la crisis y los
problemas sociales que se han vivido gracias a la implantación de un socialismo o un
capitalismo exacerbados.

En el Estado de Bienestar no hay crecimiento económico que no conduzca al


bienestar social, bajo el lema “tanto mercado como sea posible, no más Estado de lo que
sea necesario”; no obstante, la intervención en este sistema económico se muestra como
selectiva para garantizar y proteger algunos derechos humanos y sociales fundamentales,
a diferencia del socialismo que interviene en todo y del capitalismo exacerbado de corte
neoliberal que no quiere la más mínima intervención del Estado.
Sin embargo, al hacer reseña al término mercado, se dice un espacio en el que se
da libertad a las habilidades individuales de cada quien para ofrecer y hacer valer su
producto por medio de estrategias, bien sean publicitarias o de relación con otros
individuos; para así conseguir sustento y obtener un mejor nivel de vida.

Retomando la idea del sistema de mercado socialista, que en teoría asegura un


proceso planificado en la reproducción para el fomento de la economía nacional y el
bienestar de las clases populares, pero se olvida de las necesidades suntuarias relativas al
lujo, es común observar que actualmente los países que pregonan este lema, se encuentran
muy distantes de ello. En la práctica, los bienes y servicios no están disponibles donde se
requiere, la cúspide falla en la distribución de recursos y el sistema productivo se
desajusta. Esto se contrapone a la realidad que viven los dirigentes políticos, donde el lujo
y la ostentación son el día a día para ellos y sus familiares: viajan en lujosos jets privados,
poseen lujosas Hummers, exhiben joyas valiosas, se visten trajes de marca, mientras el
pueblo se ve sometido a una serie de privaciones de toda índole. Es decir, la desigualdad
social se exacerba, pues se ha desvirtuado el sentido de una economía que permita
alcanzar un nivel de vida deseable.

En tal sentido, Novales (2011), hace referencia al hecho de que la desigualdad es


un concepto diferente, pero relacionado con la pobreza. Se refiere habitualmente a las
diferencias de renta entre ciudadanos, y se mide mediante la comparación entre la renta
percibida por determinados porcentajes de la población de mayor y menor renta.

Indudablemente, una rápida eliminación de la pobreza absoluta debe ser el objetivo


prioritario de la economía del desarrollo. Para ello, está bastante establecido que el mejor
mecanismo es un crecimiento económico sólido pues, dada una determinada distribución
de la renta, la pobreza absoluta es consecuencia de una reducida renta media. Por su parte,
la pobreza relativa está relacionada con la desigualdad en la distribución de la renta; su
reducción es un objetivo menos urgente que la lucha contra la pobreza absoluta, pero es
asimismo importante. Al respecto, destaca Alex Kaiser (2014), que en el socialismo, se
pregona la igualdad, más este ideal está muy distante de alcanzar, dado que en efecto el
socialismo solo busca la riqueza de los líderes mientras empobrecen a sus ciudadanos
mediante su demagogia.
En conclusión, al analizar las relaciones entre economía de mercado, desigualdad
y pobreza, es importante mencionar la utopía de la igualdad proclamada en el estado
socialista. Ahora bien, una economía libre de mercado ha hecho a los países más
prósperos como lo indica todo el peso de la evidencia que se ha reseñado hasta el
momento. De modo que los cambios en pobreza se producen, bien por variaciones en la
renta media, o bien por cambios en la distribución de la renta y, por tanto, el verdadero
reto en el diseño de la lucha contra la pobreza reside en entender las posibles interacciones
entre crecimiento económico y distribución.

LISTA DE REFERENCIAS

Kaiser, Alex. El mercado como realización del ideal igualitario. Disponible:


www.youtube.com[Consulta: Mayo 20 2017]
Klein , Lawrence (2006). Introducción a la Econometría. Aguilar: Madrid

Moré Olivares, Elías (2014). Sistemas Económicos y Modelos de Economía Moderna


ISBN digital: 978-958-8433-42-4 Colección: Working Papers Primera edición,
Universidad Autónoma de Colombia.
Novales, A (2011). Crecimiento Económico, desigualdad y pobreza. Real Academia de
las Ciencias Morales y políticas. España.
Pfaller, Alfred (2010). El concepto de la economía social del mercado y la nueva
decivilización del capitalismo en Europa. Edición Electrónica. [Consulta: Mayo
20 2017]

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