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Casa Collage de la casa ig bal, ote La casa, la gente y sus enseres La gente, las personas que habitan los edificios, siguen siendo, en ef fondo, los grandes olvidades en Ia arquitectura residencial, Sin embargo, una casa @s uno vivienda mds fa gente que ia habita y los objetos que guarda Una de las razones para utilizar insistentemente la palabra “casa” -con preferencia a “vivienda”- es la identificacién que el término establece con sus ocupantes. Esto rasulta especialmente significative por cuanto, en demasiadas ocasiones, las im4ge- nes de interiores domésticos que sé muestran en las publicaciones de arquitectura parecen rehuir, de manera sistemdtica, la presencia de la gente y sus enseres; como si estos interiores ya estuvieran completas, sin necesidad 0, si cabe, sin posibilidad, de ser amueblados y de ser habitados. Dos imagenes pueden ayudar a ilustrar este problema. La primera, a la que hacemos referencia con el titulo La casa ocupada, es un fotomontaje utilizado en la presenta- cién do la asignatura de Sociologia en la Escuela de Arquitectura de Zurich (ETH). La otra es, en realidad, un conjunto de imagenes: un reportaje organizade en 1994 por varios medios de comunicacién internacionales en él marco del Afo Inter- nacional de la Familia, titwlado Retrato def mundo." Lo casa ocupada Esta primera imagen la forman dos fotogratias comparadas: a la izquierda, un apar- tamento vacio; a la derecha, el mismo apartamento, tomade desde el mismo dngu- lo, muestra una escena familiar desde ¢] punto de vista que ocuparia el aparato de television, Esta escena, montada sobre el apartamento, muestra crudamente el des- ting corriente da a arquitectura, La imagen acentia irénicamente las dificuttades de convivencia entre unos habites deméstices y unos interiores pensados en unos tér- Fotomontaja realizado en ol primer curso de Sociologia del peofencr Jean-Precro Juriker (ETH, Zirich, wer do sobre la cana Baanchetti de: Luigi Snazzi, a Bio Reerao cet mundi”, ano XIX, 3 épooa, t Interior de la cana para su mache junto-al lage Lean, Le Corbutiee, 1923, “ a8 hemos de entender esta innavacion en relacién a la existencia, en las casas america- nas de los aflos cincventa, de un living que es el equivalente de nuestras (desapa- recidas) salitas, un lugar preparado, sobre todo, para recibir visitas que, por tanto, lo inhabilita para ser uttizado de forma mis despreocupada. Interesa aqui, mis que la existencia de esta "habitacién sin nombre", cercana a nuestras salos actuales, el Conjunto que llega a formar ésta con el pequefio fiving y una cocina pasante. ‘Aqui la flexibiidad tiene un significade alge distinto. No se trata tanto de que cada una de las piezas mencionadas pueda albergar diversas actividades simultaneas, sino, mas bien, de que sea al Conjunto -l disponer de varias piezas encadenadas aunque pequefias-lo que permita un uso mas versidtil de fa casa; lo cual apunta en la direccién contraria de muchas promociones actuales que tiencien a restar superficie de todas las plezas para hacer atin mayor el predominio de la sala sobre las habitaciones. En demasiadas ocasiones, el discurso que se hace sobre la casa en el ambito arqui- tecténico destaca la gran cantidad de cambios recientes an los usos y costumbres de nuestra sociedad en retacién con las actividades domdésticas -y las consecuencias: que ello supone para la concepcién de viviendas especializadas en programas muy determinades-, come si él cambio continuade no fuera un estado natural en la casa. Sin que sirva para negar que existe una necesidad real de viviendas diversas, este Planteamiento puede ayudar a entender que una manera de resolver muchos de estos casos puede ser fomentar la ambigiedad de las piezas de la casa, incidiendo en su tamaio, en la posicién que ocupan o en la relacién que guardan La habitacion ideal La casa como una reunidn de habitaciones autosuficientes, acorde con fa cada vez mis heterogénea clase do vinculos que se establecen en ef terreno de Ias relaciones familiares Es conocida la figura recurrente de atribuir a la casa el papel de célula del organis- mo que encama el bloque de viviendas. Esta figura ha permitido, entre otras cosas, clarificar una discusion en torno a los procedimientos de agregacién utilizades. Pero ar LA HABITACION SIN NOMBRE Pagina del Kove de Georges Nelson y Henry Wngth, La viiende dal mariana a La cocina, un motor de cambios De una habitacién de servicio que ha acogide las innovaciones técnicas de Ja casa, la cocina ha ido ganande terrene come habitacidn de la vida familiar En la idea de casa se encuentra implicita la idea de un foco que aglutina la vida doméstica y que diferencia una construccién cualquiera de aquella que convenimos en llamar casa, El término hogar comporta, en su origen, esta capacidad, Hogar hace referencia a un modo de domesticar el fuego hasta convertirlo en fuente de calor y en energia para cocinar, No es de extrafiar, pues, que llamemos a nuestras casas hogares, aun cuando el elemento que les ha dado nombre ya no exista El hogar de la casa urbana de origen medieval -que pervive aun hoy en la tradicién rural- puede servirnos de punto de partida, Esta casa urbana no es una casa distri- buida en el sentido actual. Las pocas piezas de la casa no se corresponden a un uso doterminada. No son piozas espacializadas, sino que on ollas Canviven, gracias a su tamagio, gran numero de personas y de actividades, Se cocina, se trabaja, se reci- be 0 se duerme, y Son los muebles, en lugar de las estancias, los que determinan esos usos. La casa es una sala que se coloniza gracias a los dmbitos que estos muebles sugieren por su disposicion o por su forma -como las camas.con dosel que parecen reproducir una habitacion- algo que, puesto al dia, podemos recenocer en algunas propuestas actuales de vivienda. El hogar forma parte, en este sentido, de ese conjunto de elementos que genera una actividad a la vez que acondiciona la estancia que lo contiene. Sin embargo, en esta relacion de aparente igualdad entre actividades domésticas se Produce una fractura. A la vez que la cocina se caracteriza come pieza, el servicio doméstico pasa a ocupar una parte especifica de la casa que asiste, sin interferir, al resto de estancias y qué acabara por convertirse en una auténtica casa aparte. Prueba de Ja inercia a la que esta sometida la arquitectura doméstica, aun hoy -cuando el servicio doméstico interna ya ha desaparecido- la cocina suele aso- clarse a esa pieza de servicio; una pieza servidera por oposicisn a las piezas sevvi- oH Uea totogratia de prensa. El presidente francés, Jacques Chirac, en la cocina de wu cana. (Une tarrilin takana cp fon hon cincuerita Guraate ka comida, 08 de las c4psulas est concebido como un estuche y el exterior como una caja, pro- poniendo una carcasa experimental dotada de un interior experimental, En Gran Bretafia, el grupo Archigram habia propuesto algunos estuches-habitéculos, como el Cushicle (1966) o al Suitaloon (1968), desarrollades como envolventes del cuer= Po, introduciende el aire como material para moldear el espacio o para moverse libremente, como ocurria con el Hoverchair de 1967. El precedente de este nuevo interés por experimentar con el interior puede buscar- se en la Casa del Futuro, diseflada por A y P. Smithson en 1955-1956, En esta casa, | equipo se convierte en el protagonista, pero su forma. en lugar de aceptar su Kogi- ca industrial, se moldea segin las necesidades espaciales de su alrededor. De esta manera, los diversos Organos vitales de la casa van tomande distintas formas hasta lograr una secwencia de Ambitos de distintos usos, unidos por un recorride oblicua y Sinuoso quo os a ostructura espacial de la casa. Esta idea de moldoar algunos olo- Mentos no es nueva y puede encontrarse en las unidades de bafio Dymaxion dise- fladas por B. Fuller. Lo que es nuevo aqui es que las formas continuas de los mol- deados se manifiestan tanto hacia dentro, en tanto que vasijas y reciplentes, como: hacia fuera, afectando también a su alrededor, EI resultado, tal y como sus disefiadores lo expresan, es “que las habitaciones flu- yan unas en otras igual que los compartimentes de una cueva™." Los elementos moideados en plistico impregnade de yeso que cantienen el equipe se convierten también en la estructura sustentante, De este modo, parece llegarse al problema constructive por otra via, la de los equipos domésticos. Para ello, el pldstico es el material perfecto, no tiene forma ni aspecto propio, sencillamente toma la forma y 81 aspecta de lo que le contiene; plastico y molde paracen inevitablemente ligatos. Esta préxima la década de los sesenta en la que este nuevo material, con su logica de produccién, impregnara el disefic industrial, especialmente el doméstico.” { Mlwve Voorn: Also « For Sather, tral Gtave GA, Ewrcetoe, 1987, pp. 6-43 + Empecano po 6 Phasts She toa Ea NEO (1962) op Reka Day er les que mick 8 potie recor un recpaeée can contre af LATO ya esncure retlica ous fo fu tagpon ih mel Pare: 700 9 ee Coleen Taschen. Colonia 1 Verner Panton fotagrafiada en su Partiower (1056-1069). Los phisticos peritieran concebir el.asiento como un eupanis intener motaenda.

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