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DEFINICIÓN DE FAUNA

Del latín Fauna (diosa de la fecundidad), se denomina fauna al conjunto


de los animales de una región geográfica. Las especies propias de un
periodo geológico o de un ecosistema determinado forman este grupo, cuya
supervivencia y desarrollo depende de factores bióticos y abióticos.

Los cambios en el hábitat pueden afectar la vida de la fauna. En los casos


más drásticos, incluso, estos cambios pueden llevar a la extinción de una
especie. Se conoce como especie nativa o autóctona a aquella que
aparece en una región como resultado de un fenómeno natural, sin la
intervención del ser humano.
Una especie foránea o exótica es la especie no nativa que fue introducida
en un ecosistema por el hombre, ya sea de manera accidental o deliberada.
Por último, las especies invasoras son aquellas que lograron establecerse
en una nueva región, donde generan cambios en la composición del
ambiente.
La fauna puede dividirse en fauna silvestre (no necesita del hombre para
su alimentación y desarrollo) y fauna doméstica (las especies sometidas al
dominio del hombre). Los especialistas también hablan de la fauna en
proceso de domesticación, con aquellos animales silvestres que, criados por
el hombre, pierden sus características salvajes.
Más allá de sus diferentes características, todos los animales forman parte de
la fauna. Perros, caballos, vacas, ratones, leones, gatos, elefantes y jirafas,
por ejemplo, son especies que integran este grupo.

En otro sentido, se le dice fauna al conjunto de gente que se caracteriza por


un comportamiento común. Por ejemplo: “La fauna juvenil del pueblo se
reunió en la fiesta de la cerveza”.
La fauna frente al cambio climático
En las últimas décadas los efectos de la experimentación y el paso del ser
humano sobre la tierra ha provocado severos problemas en
los ecosistemas, a tal punto que, no sólo muchos microclimas han
cambiado, sino que además han desaparecido diversas especies de la flora y
la fauna.
Pese a que el cambio climático no recibe la atención que debería y que sus
riesgos son absolutamente determinantes del equilibrio del
planeta, sus consecuencias en la vida llegan a corromper todos los rincones,
provocando terribles situaciones para la supervivencia de muchas especies.
Al modificar el hábitat de un lugar, aquellos animales que allí residen tienen
dos opciones: adaptarse a los cambios o perecer. En muchos casos las
especies no pueden adaptarse y por eso intentan emigrar, pero muchas son
incapaces de buscar una mejor vida y desaparecen de la faz de la tierra
para siempre.
Los problemas que el cambio
climático acarrea son muchos y las consecuencias sobre la fauna
son también diversos. El deshielo de los glaciares y el derretimiento de
los polos va reduciendo cada vez más los lugares donde aquellas especies
preparadas para vivir en climas fríos pueden subsistir tanto como las bajas
temperaturas en otras zonas, antes de climas cálidos, impide la subsistencias
de especies poco acostumbradas al frío. A su vez, las especies marinas sufren
a causa del aumento de temperatura en el agua y la acidificación del océano,
muchas especies desaparecen y con ellas se pone en riesgo la supervivencia
de sus predadores.
Los problemas fundamentales que favorecen el cambio son la erosión,
el efecto invernadero, la deforestación, el alto nivel de contaminación,
el calentamiento global y llevan a muchos animales al borde de la extinción.
La velocidad con la que los cambios se den también es un
determinante para la extinción de las especies, ya que si éstos se dan
a pasos acelerados, la fauna no tiene posibilidades de transmitir
genéticamente ciertos cambios que favorezcan su capacidad de

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