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Para los que se interesaban en la fe dependía de la experiencia particular candidatos una enseñanza ortodoxa.
cristiana, la conversión suponía llegar de la persona. Esta etapa concluía Los candidatos también recibían
a ser la clase de persona que fuera cuando los que se sentían atraídos por exorcismos y otras formas de prepa-
apta para pertenecer a una comunidad el cristianismo se dirigían a los líderes ración espiritual que culminarían en
caracterizada por la compasión. Esto de la iglesia para solicitar instrucción. los ritos bautismales con que los
no podía suceder rápidamente. Sola- Si los líderes, habiendo examinado catecúmenos «nacían en el agua».
mente se conseguía cuando los a los candidatos, los aprobaban, Es en este punto cuando por fin
candidatos se sometían a un proceso entonces eran admitidos a la 2ª etapa, experimentaban lo que era pertenecer
de «resocialización», donde su nueva el catecumenado. Ahora los candida- como miembros plenos de la comuni-
comunidad supervisaba la transfor- tos, habiendo dejado atrás sus anti- dad cristiana. Ahora podían participar
mación de sus creencias, su sentido de guos valores y solidaridades, se en las oraciones de la comunidad y en
pertenencia, y su manera de compor- comprometían al camino de conver- la eucaristía. En el siglo IV se añadió
tarse. Ya no vivirían según los valores sión. Como catecúmenos, los candi- una 4ª etapa —la iniciación en los
de la sociedad dominante. Un proceso datos ya no se consideraban paganos, misterios— donde los catequistas, la
de examen, instrucción y ritual reha- pero tampoco eran todavía miembros semana después de Pascua de Resu-
bilitaba a los candidatos para su de la comunidad cristiana. Varias rrección, explicaban el significado de
conversión, generando en ellos veces a la semana recibían instrucción los ritos (bautismo y eucaristía), y de
reflejos nuevos para el estilo de vida que contribuyera al proceso de la experiencia en que los creyentes
propio de una comunidad alternativa. conversión. La enseñanza parece nuevos empezaban a participar.
Cómo exactamente se conseguía haberse concentrado en dar forma
esto tiene que haber variado bastante nueva a la conducta del convertido. La conversión en la Tradición
entre una comunidad cristiana y otra. apostólica
Cuando la conducta del candidato
Pero por los documentos que tenemos se juzgaba suficientemente cambiada, La fuente más antigua que nos
del norte de África y de Palestina, así él o ella era admitida a la 3ª etapa —la detalla este proceso es la Tradición
como la célebre y enigmática Tradi- iluminación— que se centraba más en apostólica que, al parecer, explica las
ción apostólica, que se atribuye las creencias. En esta etapa los cate- prácticas de diferentes iglesias en el
generalmente a Hipólito, nos entera- quistas se ocupaban de impartir a sus siglo III. Según este documento, la
mos del camino seguido en la conver- persona que por motivos de amistad
sión. En su forma plenamente desarro-
llada ya en el siglo IV, normalmente
incluía cuatro etapas.
En la 1ª etapa, la de evangeliza-
ción, el contacto entre los cristianos y
el creyente en potencia era informal y
1
Alan Kreider, The Change of Conversion
and the Origin of Christendom (Harrisburg,
Pennsylvania: Trinity Press International,
1999, pp. 21-26. Traducido y ligeramente
revisado por DB para El Mensajero.
Un testimonio personal. Muchos, seguramente, se preguntarán por qué iba a querer alguien
identificarse con una «denominación» cristiana. Sería positivo que nuestros lectores de otras
tradiciones, pongan también en valor aquella a que pertenecen.
Desde tiempos bíblicos, el pueblo y católicos alegaban y creían que vez tenga que ver con el hecho de que
de Dios se ha visto en la circunstancia Dios tenía Madre y se declaraban Dios siempre ha valorado la diversi-
de que cada persona, además de devotos de María— se difundieron dad como algo positivo. No hace falta
saberse parte de este pueblo de Dios por Asia central y hasta en la más que fijarse en la naturaleza y la
en general, también ha asumido otras China. Esta tercera rama, tal vez la maravillosa multitud de seres vivos
formas de identificación. En Israel más interesante, desapareció fulmi- diferentes que Dios disfrutó de crear.
eran doce tribus, por ejemplo. No nada por el auge del islam en las ¿Y entonces por qué iba a querer
siempre se llevaron bien, aunque regiones de Asia donde había sido Dios otra cosa que diversidad en la
siempre se supieron inseparablemente fuerte. iglesia? Lo que ha hecho es generar
emparentadas. Con la Reforma protestante saltó toda suerte de comunidades de fe
Diversidad desde los inicios por los aires la unidad institucional de diferentes, aptas para las necesidades
cristianos todos los cristianos occidentales bajo particulares de cada individuo que se
el Papa. Desde entonces han prolifera- cuente como hijo de Dios y discípulo
Desde el principio los seguidores do innumerables «denominaciones», de Jesucristo. Comunidades que el
de Jesús gozaron de una notable cada una con su propia génesis, su Espíritu Santo ha impulsado como
diversidad y autonomía local, obliga- propia historia, su propia razón de ser respuesta a las diferentes circunstan-
da por las distancias y la precariedad y llamamiento por el Espíritu de cias que ha afrontado el cristianismo a
de las comunicaciones. Cristo. Esto solamente es negativo si lo largo de la historia.
Inicialmente el abanico de los se considera que la única unidad Llamarnos unos católicos, otros
cristianos abarcó desde los que esta- deseable es la institucional, con una luteranos, otros metodistas o bautistas
ban convencidos que para hacerse misma jerarquía eclesial. Jesús es la o pentecostales —y sí, también, otros
cristiano primero había que hacerse cabeza viva y real de su iglesia, sin menonitas— no tiene entonces nada
judío, hasta gentiles que se avergon- embargo; y como no ha dispuesto ese de negativo o perjudicial para la
zaban de las raíces judías de su fe. El tipo de unidad institucional, hay que iglesia, a no ser que con ello alguien
Nuevo Testamento consagra el esfuer- considerar que seguramente no será quiera señalar un desprecio del
zo apostólico por conseguir un cami- eso lo que le interesa. prójimo. Y desde luego no es menos
no medio entre esos dos extremos Si Jesús nunca jamás ha dispuesto virtuoso que pretender ser cristianos
pero por eso mismo, nos permite ver en su iglesia una unidad institucional, «de marca blanca», genéricos, donde
que esos extremos existían. unidad de doctrinas y jerarquías, tal es imposible precisar su origen ni su
Después de que la iglesia adoptara
el imperio y sus valores como pro-
pios, acabó dividida en tres ramas
principales:
• La central y pretendidamente
ortodoxa o correcta, que se ceñía
rigurosamente al dogma emanado
de los concilios ecuménicos, tenía
su centro en Bizancio bajo la tutela
del emperador romano.
• La occidental y pretendidamente
católica o universal, aceptó la pér-
dida paulatina de autonomía de sus
obispos locales para consagrar al
obispo de Roma como su máxima
autoridad.
• La oriental o nestoriana —que Iglesia menonita hoy día (Indiana, EEUU). Los tópicos de rusticidad agraria del
veía con horror que los ortodoxos pasado ya no son útiles, porque los menonitas nos desenvolvemos con naturalidad
en todas las sociedades y en todo tipo de actividad y profesión.
junio-julio 2016 El Mensajero 9