El reggaeton atenta contra la salud:

La música ha tenido gran influencia en la sociedad a través del tiempo,

siempre ha sido uno de los principales elementos para la formación cultural, lo que
puede ser de gran influencia en las conductas y emociones que reflejan los seres
humanos; es por eso que el reggaeton como "género musical" y parte indiscutible,
en la actualidad, de la cultura latinoamericana, actúa sobre el comportamiento de
la sociedad, ya que el mismo ha sido adoptado por una parte importante de la
población, llegando incluso a conformar una tribu urbana (grupo de personas que
comparten ideas del mismo corte) en la cual sus simpatizantes se denominan
"reggaetoneros". Hay que tener en cuenta que esta "música" no sólo hace peso en la
personalidad del colectivo juvenil actual, refiriéndose con esto, a su forma de vestir,
pensar e incluso hablar, es también un atacante silencioso del sistema nervioso.

En el reggaeton, predominan los sonidos fuertes generados de manera

electrónica, es decir es netamente artificial, dicha estructura rítmica produce una
resonancia que es repetitiva, la cual toca partes específicas del cerebro. El ritmo
cardiaco se ve alterado, al igual que la tensión arterial, también se descubrió que
puede llegar a dañar el hipotálamo, disminuir la capacidad cerebral, así como la
memoria a corto plazo. Se mantiene, además, el hecho de que el reggaeton droga a
quien lo escucha, porque está probado que estimula la liberación de
neurotransmisores como la adrenalina, un efecto similar al de diferentes tipos de
drogas.

Se concluye, con lo antes planteado, que el reggaeton, que es más ruido que
música, no es solo un agresor en la cultura general de la población, no afecta
únicamente en el comportamiento; es de igual forma un problema de salud pública
que aupa a la promiscuidad, el consumo de drogas, la misoginia, es un sigiloso
detractor del pensamiento racional humano, de la capacidad cognitiva de gran
parte de la sociedad. El reggaeton, con su ritmo clonado constante, limita el
pensamiento y despierta los instintos primitivos del ser humano.