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AINES

Son medicamentos Anti-Inflamatorios No Esteroideos. Se utilizan para tratar


muchos tipos de enfermedades debido al efecto que tienen sobre la
inflamación, el dolor, la fiebre y también disminuyendo la coagulabilidad de la
sangre (efecto antiagregante), disminuyendo la función de las plaquetas, que
juegan un papel fundamental en la coagulación de la sangre.

CLASIFICACION

Con el advenimiento de los inhibidores de la ciclooxigenasa (Coxib)


o inhibidores selectivos de la COX-2, la tendencia actual en las clasificaciones
es a agruparlos según su capacidad en una determinada concentración y
utilizando métodos de inhibir el 50 % de la COX-2, en comparación con la
concentración necesaria para inhibir el 50 % de la COX-1. Las variaciones que
se han visto en los datos reportados en los últimos años se relacionan con los
diversos métodos experimentales de investigación utilizados para hallar
resultados que ubiquen a un AINE en valores que indiquen su selectividad
COX. De ahí que, resumiendo todos los datos obtenidos, se ha intentado
agrupar a los AINE según:

 La equipotencia inhibidora de COX-2 versus COX-1;


 El porcentaje de inhibición de COX-1 cuando se inhibe el 80 % de la
COX-2, que correspondería;
 La concentración necesaria de un AINE para lograr efectos terapéuticos
relevantes.
Los AINE, entonces, se pueden agrupar, según su mecanismo de acción, en
inhibidores no selectivos de la ciclooxigenasa e inhibidores selectivos de la
ciclooxigenasa-2
FARMACOCINETICA

Se ha demostrado una relación entre la concentración del medicamento en


el plasma sanguíneo y la respuesta antiinflamatoria en pacientes que toman
antiinflamatorios no esteroideos como aquellos con artritis reumatoide o con
dolor postoperatorio. En la administración de los AINE, se han observado
diferencias farmacocinéticas entre un paciente y otro a la misma dosis. Existe
también una relación directa entre la dosis administrada y el riesgo
de perforación o sangrado en el tracto gastrointestinal superior
Con la excepción de los Coxib, y los para-aminofenoles como el acetaminofén,
los antiinflamatorios no esteroideos son ácidos orgánicos débiles con
un pKa menor a 5 y permanecen disociados a un pH 2 unidades por encima de
su pKa. Algunos como el diclofenaco, el ibuprofeno, el naproxen y
la indometacina son ácidos carboxílicos, mientras que otros como
la fenilbutazona son ácidos enólicos.La nabumetona es
una cetona administrada como un profármaco que luego es metabolizado a su
forma activa ácida.
La vía de elección para la administración de algunos AINE en el tratamiento del
dolor agudo, es la intravenosa dado que permite un rápido comienzo de acción
siendo conveniente una dosis de carga que dependerá del fármaco para llegar
a la ventana terapéutica rápidamente con efectos secundarios mínimos. Por vía
oral, poseen una rápida y buena absorción, incluso en pacientes vegetarianos.
Presentan una elevada unión a proteínas plasmáticas y una buena distribución
por difusión pasiva pH dependiente, así como gran liposolubilidad.
La vida media de los AINE es muy variable por lo que se los divide en tres
grupos:

 Vida media corta (menos de 6 horas): aspirina, diclofenaco, etodolaco,


fenoprofeno, ibuprofeno, indometacina, ketoprofeno.
 Vida media intermedia (entre 6 y 10 h): diflunisal, fenbufen, carprofeno.
 Vida media larga (más de 10 h): nabumetona, naproxeno, fenilbutazona,
piroxicam y sulindac.
Aunque existen presentaciones de liberación sostenida para los AINE con una
vida media muy corta con el fin de prolongar su efecto, no se ha demostrado
que dichas fórmulas conlleven alguna ventaja terapéutica, excepto que la
administración del medicamento es menos frecuente.
Los AINE se metabolizan por vía hepática, presentando efecto de primer paso.
Por lo general, son altamente metabolizados, bien siguiendo la fase I y luego
la fase II o bien directamente a la glucuronidación. La mayoría son
metabolizados por la familia enzimática del citocromo P450 CYP3A como
el CYP3A4 o CYP2C como el CYP2C19 o CYP2C9, del citocromo
P450 hepático. Tienen buena biodisponibilidad (las excepciones notables son
el diclofenaco: un 54 % y la aspirina: un 70 %), la unión proteica es reversible y
extensa por lo que los volúmenes de distribución son muy pequeños, su
excreción es fundamentalmente renal y, en su mayoría, en forma
de metabolitos. La velocidad de absorción de AINEs tiende a verse reducida
con los alimentos, aunque en la mayoría de los casos se recomienda su
administración con alimentos o antiácidos para minimizar el efecto negativo
sobre la mucosa gástrica, sobre todo en tratamientos prolongados. A pesar de
que tarda más en absorberse el medicamento con comida, el total absorbido no
disminuye. Debido a que la unión proteica es saturable, a medida que la dosis
aumenta, la concentración plasmática del naproxeno, salicilato, fenilbutazona y
posiblemente el ibuprofeno aumentan de manera no proporcional a como iban
en aumento a dosis bajas.
REACCIONES ADVERSAS DE LOS AINES

 Gastrointestinales: Ulceración, perforación y sangrado (2-4 %). Mayor


riesgo de estos en pacientes con antecedentes de úlcera péptida,
intolerancia a otros AINEs, enfermedad cardiovascular y edad mayor de
65 años, esofagitis, pancreatitis, discretos cambios bioquímicos
hepáticos.

 Renal: Insuficiencia renal, necrosis papilar, síndrome nefrótico, nefritis


intersticial y fallo renal. Mayor riesgo en insuficiencia cardíaca
congestiva, cirrosis, insuficiencia renal y ancianos.

 Cardiovascular: Hipertensión arterial y secundariamente, infartos de


miocardio y accidentes vasculares encefálicos. Mayor riesgo en
pacientes que usan betabloqueadores.

 Encefálico: Mayor riesgo en pacientes que usan betabloqueadores.

 Hematológicas: Hemorragias por interferir con función antiagregante de


las plaquetas, neutropenia y otras citopenias por fallo medular,
principalmente con indometacina y fenilbutazona.

 Respiratorio: Asma, rinitis, anafilaxia.

 Dermatológicas: Eritema multiforme (Steven-Johnson), angioedemas,


fotosensibilidad, urticaria. Más cuidado con los derivados de los
oxicanes.

 Sistema nervioso central: Cefaleas. Depresión, confusión,


alucinaciones, trastornos de personalidad, pérdida de memoria,
irritabilidad. El ibuprofen, meningitis asépticas.

CONTRAINDICACIONES

Relativas a pacientes con hepatopatías, cardiopatías, hipertensión grave,


nefropatías, hemocitopenias, gastritis y úlceras pépticas.

INDICACIONES GENERALES

o Los AINEs son equipotentes, pero puede haber diferencias en la


respuesta individual.
o Su tolerancia es individual, pero puede variar aún entre preparaciones
del mismo fármaco.
o Si un AINEs no es efectivo se debe probar con otro hasta encontrar la
respuesta deseada.
o Nunca se deben usar 2 o más AINEs al mismo tiempo, ya que el
potencial tóxico se multiplica.
o Prescribir los AINEs mejor conocidos por el estomatólogo y que estén al
alcance del paciente.
o Los pacientes alérgicos a un AINEs pueden ser alérgicos a todos.
o Evitar el uso de AINEs en mayores de 65 años, pacientes con cirrosis e
insuficiencia renal o cardíaca. En ellos es preferible utilizar
acetaminofen.
o Al seleccionar un AINEs se debe primero considerar su seguridad,
eficacia, tolerancia, costo conveniencia por dosis, presentación, vías y
horarios.

IBUPROFENO

FARMACOLOGÍA

El ibuprofeno pertenece al grupo de los AINEs, ya que es un derivado del ácido


propiónico. Su mecanismo de acción fundamental es la inhibición de la síntesis
de prostaglandinas y proteasas inhibiendo las enzimas COX-1 y COX-2
consiguiendo de este modo sus efectos analgésicos y antipiréticos.

Fue introducido en EE.UU. en el año 1974 y posteriormente en el resto de los


países llegando a ser actualmente uno de los analgésicos más utilizados a
nivel mundial.

Se absorbe rápidamente por vía oral y se excreta fundamentalmente por el


riñón. El pico de concentración plasmática se alcanza en ayunas alrededor de
los 45 minutos, cuando se ingiere con alimentos, este pico se retrasa entre 1 y
2 horas. Se han desarrollado formulaciones efervescentes que parecen mejorar
la velocidad de absorción. También se ha mezclado el ibuprofeno con cafeína
encontrándose que cuando se añaden 200 mg de cafeína se produce una
mejor analgesia en las mediciones efectuadas a los 45 y a los 60 minutos.

Ibuprofeno se presenta como comprimidos de 400 y 600 mg de absorción


inmediata y 600 mg de absorción retardada. La formulación retardada mantiene
su absorción habitual incluso cuando el paciente ha comido de forma
abundante.

La dosificación habitual es de 400 mg cada 4-6 horas y la dosis máxima es de


3.200 g al día. En niños la dosificación es de 5-10 mg·kg- 1 cada 6-8 horas.

INDICACIONES TERAPÉUTICAS

El ibuprofeno se usa comúnmente para el tratamiento del dolor en general,


mostrándose particularmente eficaz en el dolor producido por dismenorrea,
artritis, cefalea, lesiones musculares y tendinosas, dolor postoperatorio así
como preventivo del dolor, administrándolo 1 hora antes de las intervenciones
quirúrgicas. También se usa como antipirético. Administrado en dosis
terapéuticas produce pocos efectos secundarios.
DOLOR AGUDO

Dolor postoperatorio

A pesar de los avances recientes en el tratamiento del dolor, incluido el uso


cada vez más frecuente del sistema de analgesia controlada por el paciente
(PCA), encuestas recientes llevadas a cabo en varios hospitales españoles,
han puesto de manifiesto que la situación dista mucho de ser ideal y más de un
30 % de los pacientes afirmaban haber sufrido dolor de moderado a severo
durante alguna fase del postoperatorio. Sin duda la mayor parte de las mas de
100.000 intervenciones quirúrgicas que se realizan en nuestro país cada día,
producen dolor leve o moderado que puede y debe ser tratado con una o dos
dosis de un analgésico administrado por vía intramuscular o en muchos casos,
por vía oral antes de la intervención o una vez que el paciente puede reanudar
su ingesta oral. El ibuprofeno se usa para el tratamiento del dolor
postoperatorio en dosis entre 400 y 600 mg no habiéndose encontrado
diferencias entre las presentaciones solubles o en comprimidos. Se ha usado
ibuprofeno de liberación retardada para disminuir las dosis de morfina en el
postoperatorio tras cirugía ginecológica abdominal con excelentes resultados.

Dolor musculoesquelético

Una de las fuentes más importantes de dolor, es el originado en los músculos


y en las articulaciones como consecuencia de enfermedades locales,
sistémicas o traumatismos. En estos casos, la vía oral puede ser utilizada sin
restricción para el tratamiento del dolor, y dado que esta situación casi siempre
va acompañada de inflamación lo ideal es administrar un analgésico que a la
vez posea un importante componente antiinflamatorio. Aproximadamente el
10% de los pacientes que sufren un traumatismo son diagnosticados de
esguince de tobillo, algunos autores recomiendan en estos casos “tobillera,
ibuprofeno y casa”. En los casos de dolor crónico en los que se necesita
administrar ibuprofeno durante más de una semana según paciente del grupo
ibuprofeno. El 32% de los pacientes del grupo diclofenac tuvieron efectos
adversos frente al 10% del grupo ibuprofeno.

Dolor oncológico

Entre las causas que provocan dolor más frecuentemente, no están los
tumores, en cambio, si es casi una norma que todos los pacientes con cáncer
tienen dolor que se va agravando a medida que la enfermedad va progresando.
En estos casos, nuestra práctica es empezar el tratamiento con un AINE para
posteriormente añadirle un opiáceo débil y finalmente sustituir este opiáceo por
morfina o fentanilo transdérmico pero manteniendo durante todo el curso del
tratamiento el AINE. Ésto supone que el paciente tiene que estar tomando el
AINE durante períodos superiores a un año y frecuentemente durante varios
años, evidentemente, no todos los AINEs pueden ser administrados de este
modo debido a sus efectos secundarios. Ibuprofeno es de los pocos AINEs que
pueden ser usados de forma crónica, ya que se ha publicado que el uso de
dosis altas (800 mg/12 horas) durante 4 años enlenteció significativamente la
progresión de algunas enfermedades pulmonares sin provocar serios efectos
adversos en niños con fibrosis quísticas, estos conocimientos hacen que sea
seguro el uso del ibuprofeno para el tratamiento del dolor crónico durante
largos períodos de tiempo.

UTILIZACIÓN EN ATENCIÓN PRIMARIA DE SALUD

El dolor es el síntoma por el que un mayor número de pacientes acude al


médico general, por ello, estos médicos prescriben frecuentemente
analgésicos. Hay que tener en cuenta que el médico general debe aplicar
mientras pone en marcha los estudios diagnósticos para aclarar la etiología del
dolor, un tratamiento analgésico que mitigue el dolor del paciente. En este
sentido el médico general debe seguir los escalones de la OMS, que prescribe
iniciar el tratamiento del dolor con paracetamol o un AINE para posteriormente,
continuar con opiáceos débiles en los casos necesarios pudiendo llegarse al
uso de opiáceos fuertes en determinadas ocasiones. Al margen de la utilidad
del ibuprofeno como analgésico y antipirético se está usando para el
tratamiento de algunas afecciones crónicas pulmonares como bronquitis,
sinusitis o asma

UTILIZACIÓN EN NIÑOS

Los niños padecen frecuentemente dolor como consecuencia de múltiples


enfermedades y traumatismos, en ellos la seguridad de los fármacos
empleados debe ser la máxima posible, no obstante, ésto no debe conducirnos
a una situación de infrautilización de los analgésicos por prejuicios como el que
los niños sienten menos dolor debido a inmadurez de su sistema nervioso, y
otros similares.

El dolor en los niños debe ser evaluado y medido al igual que en los adultos
usando las escalas adecuadas y los analgésicos tienen que ser usados a dosis
correctas para eliminar el dolor lo más posible. La popularidad que tiene el
paracetamol en el tratamiento del dolor en niños es debida a su seguridad y
escasos efectos secundarios así como a que también es un eficaz antipirético.

El ibuprofeno es uno de los analgésicos más populares en pediatría debido a


su eficacia como analgésico, antipirético y buena tolerancia, de este modo
ibuprofeno se ha usado para el tratamiento de la fiebre en niños y en algunos
trabajos, se había comentado la posibilidad de que pudiera producir
leucopenia, sin embargo, estudios posteriores han demostrado que los
recuentos hematológicos hechos en niños tratados por fiebre tanto con
paracetamol 12 mg.kg- 1 como con ibuprofeno 5 ó 10 mg . kg no producían
ninguna diferencia en el recuento de leucocitos, por lo que ibuprofeno se puede
considerar tan seguro como paracetamol en el tratamiento de la fiebre en
niños.

Además, ibuprofeno tiene una ventaja sobre paracetamol al permitir intervalos


más largos de administración lo cual aporta ventajas para el control de la fiebre
durante la noche, sin que por ello se aumenten los efectos secundarios. Se ha
demostrado que el ibuprofeno 6 mg.kg- 1 reduce la temperatura más rápida y
duraderamente que el paracetamol 10-15 mg.kg- 1 . En algunas situaciones en
las que el paracetamol puede producir efectos adversos severos, el ibuprofeno
se ha mostrado como un agente eficaz y bien tolerado. Consecuentemente
estos datos no soportan la recomendación del uso de paracetamol como
terapéutica de primera línea para el tratamiento de la fiebre infantil, ya que el
ibuprofeno ha demostrado consistentemente un indudable perfil de seguridad y
de efectividad similar al de paracetamol. En cualquier caso no es recomendable
administrar los dos fármacos a la vez ya que por distintos mecanismos de
acción pueden afectar la función renal de forma sinergística. En niños con otitis
media, el ibuprofeno ha demostrado ser eficaz para el control del dolor consiste
en el tratamiento de los síntomas y una estrecha monitorización de la función
renal.

INTERACCIONES MEDICAMENTOSAS

Es frecuente que los pacientes a los que se prescribe ibuprofeno y otros AINEs,
estén tomando otras medicaciones, en este sentido las principales
interacciones son: Los antiácidos no modifican la absorción de ibuprofeno. Es
cada vez más frecuente que los pacientes tomen anticoagulantes o
antiagregantes. La toma conjunta de estos medicamentos con ibuprofeno, al
igual que otros AINEs, puede producir hemorragias por lo que debe ser evitado.
El ibuprofeno puede reducir la eficacia de la furosemida y los diuréticos
tiazídicos, debido a una inhibición de la síntesis de prostaglandinas a nivel
renal, lo que debe tenerse en cuenta en caso de terapia combinada. Puede
también observarse una reducción del efecto hipotensor de los fármacos B-
bloqueantes, así como potenciarse el posible efecto ulcerogénico tras la
administración concomitante de corticosteroides, lo que debe considerarse en
caso de tratamiento combinado. En algunos casos aislados se ha observado un
incremento en los niveles plasmáticos de digoxina, fenitoína y litio tras la
administración conjunta con ibuprofeno. La administración de ibuprofeno puede
en ocasiones incrementar la toxicidad del metotrexato, lo que debe tenerse en
cuenta en caso de terapia combinada. El ibuprofeno no se debe utilizar en
asociación con otros antiinflamatorios no esteroides ni con paracetamol.
El ibuprofeno interacciona con el ciprofibrato desplazándolo de su unión con las
proteínas, llegando a convertir una dosis terapéutica en una dosis tóxica y
pudiendo causar rabdomiolisis y fallo renal. Ibuprofeno interacciona con la
hidroclorotiazida, del tal modo que 1800 mg por día de ibuprofeno, pueden
incrementar la presión sistólica en pacientes hipertensos mayores. Ibuprofeno
puede interaccionar con glyburide y producir hipoglucemia transitoria, por lo
que debe ser considerada su utilización con prudencia en los pacientes
diabéticos que estén usando este hipoglucemiante.

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