Está en la página 1de 7

Selección de poemas leídos

en la sesión del 26 de marzo de 2013


del colectivo Adict@s a la poesía
en el foro Tierra Luna en Xalapa, Veracruz. México.

Rómulo Pardo Urías


Vocales y memoria

Fabrico recuerdos de la voz de Lennon, del bajo de McCartney,


como lecturas indestructibles de autores ilustrados, como Bach
como el romanticismo de Goethe y la luz de Vivaldi.
Pero regreso al amor y termino extasiado
encima del blues de Little Richard o la ternura de Presley
con la sombrilla de T.S. Eliot colgando en mi ignorancia.
Deambulo por las carreteras que van a Cuernavaca y perfilo
con tiento el bajo de McCartney y el requinto de Harrison,
la sopa me aguarda en la mesa y la alberca ha sido dibujada
por Frida Kahlo en los años 30's, después de la guerra española.
Eco de motores, ferrocarriles, bombas atómicas en Arizona,
Einstein y también la elegancia de Herman Hesse,
el viejo cuento de alguna guapa e inteligente mexicana,
Silvia Pinal en la pantalla, las bocas chiflando de Negrete e Infante,
escuadrones motorizados, pantallas, el auge de mi recuerdo que se borra.
Las estrellas deportivas junto a Stalin masticando tabaco.
Los primeros viajes espaciales del Apolo y la luna en el 69
la cancha oficial de los equipos de Base Ball, el trayecto último
de este escondite llamado memoria y sus huecos llamados recuerdos.
Larga caminata y estupor y calor del Itsmo de Tehuantepec.
Largo camino del dolor psicodélico de un viaje de LSD
un último viaje y un último recuerdo y una última vida.
Hospitales psiquiátricos, la guerra de Corea, luego de Vietnam.
Todo eso que dicen que pasa cuando se recuerda.
Lagos mongoles y desiertos chinos y rusos en el Sputnik.
La insípida tortura de un celular que no suena.
Ese ruido que es mi aliento que grita y nada consigue.
Micro XIX

El papel de la algoritmia amorosa


es una canción de amplitud femenina
una gota, un respiro, una flor, un aliento,
una estrella en el camino de la vida.
La algoritmia amorosa es una fuerza
que no se deja dominar pero domina.
En el asiento de un camión después de romper con mi novia en la adolescencia

Nada mueve días de luto


nadie está con nosotros
Ninguna forma fue consagrada
Los pétalos de la flor siguen disecados
El libro se vuelve eso que somos: nada.
Micro XVII

Pájaros son tus manos en la mesa


que vuelan entre el café y los cigarros
entre la sal y el azúcar
entre mi voz el recorrido transparente
del buenos días que nació junto al sol.
Hablarle

Perseguí inconscientemente su cuerpo


en ese día de clases y salones a medio llenar.
Sin saberlo indagué su ruta y la seguí hasta su aliento.
Entonces se abrió mi mirada y sus manos rompieron el tiempo.
Caminé por los pasillos y de pronto ella estaba ahí.
Me encontró y no supe qué decir.
Fui un tonto gracias a su belleza.
Al final una armonía quizá nos una de nuevo
aunque no sé su nombre ni su edad, pero sí su profesión.
La amargura de la tarde

Una mujer y un beso y un adios


un te quiero y un te olvido
un me voy
una sombra en el espejo
de la vida y la juventud
un perfil de atardecer
los pasos que abren la distancia
y ese leve rumor de autos después de la despedida.

También podría gustarte