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Rsosodoco ge ado GeSosp Socios co Se Peo Ga ae TRADICIONES E JDEAS DE LOS ARAUCANOS acerca de los Terremotos.) POR BL Doctor don Rodolfo Lenz. Nuestros conocimientos respecto a las ideas i el modo de pensar del indio araucano, o mapuche, (como ellos mismos se Ylaman,) son todavia mui incompletos, en particular sus ideas referentes a las fuerzas de 1 naturaleza i las deidades en_que concentraba esas fuerzas, aun no se han investigado _ lo bastante, Las noticias de los antiguos cronistas solo tienen valor cientifico, cuando sus autores efectivamente han conocido a los indios i su lengua por el contacto intimo dela vida co- mun, come es el caso por ejemplo con Francisco Niifiez de Pineda i Bascuiian i Diego de Rosales, que escribieron a me- diados del siglo XVI; pero cuando ellos hablan de las ideas del indio acerca de la naturaleza, lo hacen desde el punto de vista de su propia relijion. Todo lo.que cree el indio son (1) Las anotaciones que siguen se han hecho a ruegos del sefior Conde.de Montessus de Ballore, director del servicio sismaléjico, para completar con ellas la Historia Sismica de los Andes Meridionales, respecto a la parte que corresponde al sur de Chile, ) 154 MEMORIAS CLENTIFICAS I LITERARIAS supersticiones: ya abominables, ya’ ridiculas, que hai que combatir. De consiguiente esos cronistas no tenian ningan interes en esponer esas creencias con todos los detalles que ellos, talvez, en efecto conocian. La investigacion moderna i directa, que ha comenzado apenas hace dos decenios, tampoco ha llegado a resulta:los definitivos, por cuanto solo pocos investigadores se han dado Ja molestia de aprender practicamente la lengua del indio, que es la lave de su alma. Para poder dar cuenta de io que piensa el indio actual acerea de los terremotos, habria que hacer una, investiga cion folklérica ad hoc, gue sin duda daria resultados curio- soa. En la imposibilidad de hacerla ahora, tengo que reducir mis observaciones alo poco que encuentro en la literatura impresa. El primer hecho que lama nuestra atencion, es que el indio mapuche tiene en su lengua una palabra especial que designa el fenédmeno del temblor de tierra o terremoto, i no ‘se confunde, como sucede en nuestras lenguas europeas, con el temblor, o estremecimiento del hombre o del animal, o de la planta movida por el viento, ni siquiera con el movimien- to de la tierra producido por otras causas. Bl material que presentan los antiguos gramaticos de la lengua es ef siguiente: Luis pg Vauptvia, Arte i Gramatica jeneral de la lengua ‘que corre en todo el Reino de Chile... (Lima. 1606) en el vocabulario sin numeracion de pajinas, edicion facsimilar por J. Platzmann, Leipzig, 1887. «Niyan, temblor de tierra». B. Havesrapt, Chilidtg'u... sive Res Chilenses... (Mo- nasterii Westphalice 1777, edicion facsimilar de J. Platamann. Lipsiae. 1883). HISTORIA SiSMICA 155 Paj. 730. natidm terrae motus, nidaquei terra tremit, con- tremiscit. Paj. 630, Cmtilvn, terram resonare, reboare, remugire. A. Fenrés, Arte de Ja lengua jeneral del Reino de Chile. . . Lima. 1763. . 404: Temblar la tierra. myn: de miedo o frio, thinthinn, q eI 70. niydin. Temblar la tierra, i el temblor. Paj. 473. Comtulun, Retumbar al pisar Ja tierra. (1) ww Para comprender cémo se esplican los mapuches en su imajinacion et fendmeno del temblor, es necesario mencio- nar que, segun todas las probabilidades, el concepto relijio- so de los antiguos mapuches consideraba como: la deidad mas poderosa de todas a Pillafi o Pillan que Fusnis (1. ¢. paj. 593) esplica: «Pilla, pillan llaman al Diablo, 0 a una causa superior, que dicen hace Jos truenos, rayos, relampagos, i reventazo- nes de yoleanes, i a estos mismos efectos tambien llaman Pillati.» 7 Las esplicaciones de Havesrapr (1. c. paj. 745) dicen mas 0 ménos lo mismo en latin. No es estrafo que los indios de Chile hayan considerado las erupciones voleanicas i todos los fendmenos luminosos del firmamento, que en Chile se observan principalmente (1) Nora.—El signo # de los _gramAticos corresponde a unat con posicion de la lengua de 2 i de los labios sin redondear, como para i. & de Havusran corresponde a gh de ants, q en mi propia trascrip- cion, una suave g fricativa dorso-velar parecida a Jag vulgar ehilena en palabras como gusto. g de Fenmts es x, ef sonido de ng en . ingles singing, 0 aleman singen. th de Fusris es la tr vulgar chilena, ~é* en ingles tree. 7156 MEMORIAS CIENTIFICAS I LITERARIAS concentrados en las altas cumbres de la Cordillera, como la manifestacion mas imponente de una fuerza superior. Es por esto probable que tambien hayan relacionado el temblor, tan frecuente compafiero de erupciones volednicas, con el concepto de Pillan. : Un ser superior parecido ai Pillan, pero a quien, segun parece, no invocaban en sus rogativas, fué el Cherruve, que en los cuentos modernos aparece con un papel semejante al de los monstruos, dragones i diablos de la imajinacion popu- lar europea. En nota al «Cuento de un Cherruve.» (Estudios araucanos, paj. 235) (1) digo lo siguiente: Ferris, cheruvoc, errata por cheruvoe, Otra relacion referente aun terremote se encuentra en To- “MAS Gusvara, Psicolojia del Pueblo Araucano (Santiago, 1908) paj. 335. El mismo trozo se -repite en castellano con su orijinal mapuche en el nuevo libro que publics el mismo autor en 1911 con el titulo Folklore Araucano, paj. 105. En vez de dar el testo castellano del Sr. GuEVARa, doi -una traduccion tan literal como lo permite la diferencia de las dos lenguas. Por lo demas el testo dado en el libro de Guevara no se aparta mucho: De Nahuel Huinca, de Maquehua. Neyim fi epeuw. Cuento de un terremoto 1. Nahuel Huinea era jéven todavia cuando pasd, hace mucho tiempo, el terremoto. 2, Cuatro adivirios, Hamados Maripil, Puran, Ruquil i Paillal dijeron (J}: «, Je dijeron. Al cuerpo del muerto fué echado a Ja laguna. (1) El orijinal piugiin debe leerse pingiia. : ~ (2) Supongo que tripai «salié» es error por tripayai (saldrd). (3) Una culebra, véase mas abajo la leyenda del ‘Trentren. (4) Segun nota del testo castellano un «animal forma de gato». (5) El orijinal debe leerse feipingrin en ver de feipingtim. (6) El orijinal debe leerse langiimngei en ver de langiingei. (2) Habra que leer kairuéuatmé por katriéuaon. HISTORIA SISMICA 159 4, Cuatro dias (1) pasado (=despues de) el temblor oye ron (2) un viento desde la laguna donde él habia de salir. Era en efecto el Caicai. Le fué a arrojado un lazo i entre todos fué atajado con lanzas; volvié no mas el Caicai (3). Entonces ya no temblé mas (4). rv Hai otro documento en lengua mapuche del arehipiélago de Chiloé que ha sido publicado por el sefior ALEJANDRO CaNas PanocneEr con el titulo «Temblor de tierra» (5). For- ma parte de una série de interesantes poesias escritas de puno i letra de un indio de nombre Juan Elias Carrera (Ne- cul). El seior Cafias dice que ha guardado fielmente la orto- gratia dél orijinal, lo que no impidié que en-la reproduceion ‘del Congreso Cientifico haya una errataen el quinto verso, (guevin por quevin, como se lee mejor en la Rev. Chil. de Hist. Nat.) i un verso saltado «Inchegna iniquechi pignen (1) Léase anté por auti. . (2) Léase allkiiingtin por allkewxgun: las palabras rupalu neyim pasado el temblor» estardn equivocadamente repetidas. (8) Volvié no mas, en lenguaje vulgar es igual a «no pudo hacer otra cosa que volver. (4) Como se ve la impresion del testo mapuche esta plagada de erratas; por desgracia todos los trozos del libro estan en igual estado. (3) La publicacion se ha impreso primero en Ja Revista Chilena de Historia Natural editada por el sefior Carlos Porter en el nimero de Agosto de 1908,'Aiio XII. Num. 4, p4j. 136. Todo el trabajo se ha vuelto a publicar con el titulo «La poesia veliche i en otros pueblos primitivos de América» en el volumen XI de los trabajos del Cuarto Congreso Cientifico (1.0 panamericand) eelebrado en Santingo de Chile del 23 de Diciembre de 1908 al 5 de Enero de 1909, paj. 193 2 330. La poesia de nuestra referencia se encuentra paj. 221. Se ha reproducido tambien esta poesia con el titulo de «Collag> en ¢] primer mimero del « Rosales que era mui bien conocedor de la vida i costum- bres de los indios, lo mismo que de su lengua, dice espresa- mente (p. 3) que los indios no tenian «memoria alguna de la: creacion i del principio del mundo ni de los hombres: solo tienen algunos barruntos del Diluvio.» Con razon atribuye el orfjen de la teyenda en parte ala frecuencia con que se (1) Bsta erupcion me ha sido deserita por un indio de Osorno. Vet se Estudios araucanos, p. 122 i sig. . (2) Edicion por Baxsawiy ViouSa Macknxxa, Valparaiso, 1877, tomo I, paj. a7. Rosales escribié a mediados del siglo XVII. Cito en ortografia modernizada. 164 MEMORIAS CIENTIFICAS I LITERARIAS encuentran conchas de mar i petrefactos de mariscos en’ al- tos cerros de la cordillera. Naturalmente el misionero insiste en todos los detalles de diferencia entre el diluvio biblico i el de la leyenda india i aun entra en discusiones escolasticas para comprobar que la creencia chilena no esta en tanta contradiecion con la historia de Noé como podria creerse. El nucleo dé la leyen- da es que «en todas las provincias hai algun Tenten i cerro de grande veneracion por tener creido que en él se salvaron sus antepasados del diluvio jeneral, i estan a la mira para, si hubiera otro diluvio, acojerse a él para escapar del peli- gro (3). Afiaden que antes que sucediera el diluvio o salida del mar, les avisé un hombre, pobre i humilde, i por serlo, no hicieron caso de él. «En la cumbre de cada uno de estos montes altos llama- dos Tenten, dicen que habita una culebra del mismo nom- bre, que es sin duda’el Demonio; que los habla, i que antes que saliese el mar les dijo lo que habia de suceder i que se acojiesen al sagrado de aquel monte, que en él se librarian i él los ampararia.» Pero los indios creian que si saliera el mar i no pudieran legar a la cumbre del ‘Tenten, se salvarian convirtiéndose en peces 0 en rocas. Segun otros indios vivia en los lugares bajos, o en los mismos cerros una culebra llamada Caicaé vilu, enemiga de los hombres i de la culebra Tenten. Esta hizo salir el mar con el grito caicai, i a medida que subian las aguas la otra culebra, gritando tenten, hacia elevarse el cerro o lo hacia sobrenadar encima de las aguas. Los hombres que en la huida fueron alcanzados se tras- formaron en peces. Los que se salvaron en ia cumbre del (8) Cerea de Contulme, provincia de Avauco, se Haman trentren tunos monticulos que existen en las faldas i las cumbres de varios ce- rros En Ja creoncia de que serian tumbas o entierros, abrf algunas, pero sin encontrar nada de particular fuera de restos de lea carbo- nizada. HISTORIA SiSMICA 765 cerro, acercéndose demasiado al sol, tavieron que cubrirse las cabezas «con callanas (1) i tiestoss para protejerse contra el calor. Sin embargo muchos murieron abrasados, 0 al ménos, quedaron calvos. : Respecto al ntimero de sobrevivientes varia la leyenda. Segun unos eran dos hombres con dos mujeres i sus hijos, segun otros «un hombre solo i una mujer; ia estos los aman: Llituche, que quiere decir en gu lengua ‘principio de la je- neracion de los hombres’ sean dos o cuatro con sus hijos.> Estos sacrificaron uno de sus hijos, descuartizandolo en cua- tro partes (2) i echando éstas al mar. Asi bajaron las aguas i los cerros i cada’Tenten se asenté en su propio lugar.— Hasta aqui Rosales, quien no deja de observar que los pe- ces nacidos por la trasformacion de los indios aleanzados por las aguas, tuvieron relaciones con las ninas de Jos in- dios, i que de ahi se derivaban las familias en cuyos nom- bres entran denominaciones de peces «porque muchos lina- jes evan nombres de ballenas, lobos marinos, lizas i otros peces» (3). Tambien dice que la creencia en la trasformacion de hombres en rocas i peces se esptica por la existencia de ciertos pefiascos de forma parecida a hombres i por «haber visto en estas costas del mar de Chile-en muchas ocasiones Sirenas que han salido en las playas con rostro i pechos de mujer i algunos con hijus en los brazos.» La base real de estas sirenas naturalmente debe buscarse en las distintas especies de focas i lobos marinos que pueblan el Pacifico. Lo que es caracteristico para esta tradicion del diluvio es (1) Callanas = fuentes de greda. (2) Cuatro es el ntimero sagrado dv los mapuches lo mismo que de mmchas otras tribus americanas. (8) Gon esto se alude a Jo que Ia etnolojia moderna Ilaina el «tote- mismo» Ja supuesta descondencia i Aenominacion de las familias deri- vada de algun animal, i ménos a menudo de una planta o una piedra, sistema que en efecto existié entre los antiguos araucanos i sobrevive aun en ciertos restos. TOMO Cxxx . st 766 MEMORIAS CIENTIFICAS 'f LITERARIAS qué el fendmeno no fué causado por Muvia'sino por salida del mar, lo que le da e! evidente caracter de «maremoto.» En cuanto a Ja autenticidad de Jas noticias de Rosales el fondo de la leyenda queda confirmado por las noticias de los gramaticos. Fepwss (l, c., paj. 641): «Dhegtheg, 0 Cheg cheg-unos cerros, en donde dicen se escaparon del diluvio sus antepasados: hine non nemo montes Armeniae interpre- tatus est.» Bajo Chegeheg (Rumuiis, 1. c., paj. 445) i Zegteg (Havestapr, paj, 784) se dice mas 0 ménos lo mismo. Caicat no se encuentra en estos diccionarios. Las noticias de otros historiadores posteriores a Rosales como OLivaKrs (Historia de Chile, paj. 53) coinciden en lo esencial; este axtor dice: «Hs particular snpersticion i mui cireunstanciada 1a que tienen en tiempo Ce ten:blores grandes: luego que ha pasado la mayor violencia de! movimiento, se aperan, hombres i mujeres, de cosas de comer i de platos grandes en la cabeza, i cargando con sus hijuelos i su pobre ajuar se encaminan al monte mas cercano, de los gue ilaman Ten-ten, que son los que tienen tres puntas que van en declinacion hasta lo mas bajo de la lanura, i solo puestos en Ja cima, se dan por se guros. Dan la razon de este hecho diciendo, que en seme jantes terremotos, como sale el mar algunas éuadras afuera, asi es de temer que inunde toda la tierra segun tienen por- tradicion que sucedié en tiempos de mucha antigtiedad. Que- este Tenten tiene Ja buena cualidad de sobrenadar las aguas i que puestos sobre él con sus alimentos, se mantendran el tiempo que durare la inundacion (1).» Estrana es la nota de B. Vicufla Mackerina (Rosaxes, I., (1) Citado por J, T. Mauna: Los aborijenes de Ohite. Santiago, 1842, paj. 237. Olivares eseribid despues de 1758. Parecidas son Jas noticias del abate Molina, contemporineo de Olivares; pero este autor apénas conocié a los indios por contacto directo, i se habré fundado en Jos demas autores que dejamos citados. (Véase Morixa, Compendio de historia civil del Reino de Chile traducido por Nicolas de la Cruz, Madrid, 1795, p4j. 93.) HISTORIA sismica 167 p. 7) que dice que estas curiosas relaciones que Rosales ob- tuvo personalmente de los indios hoi dia estan completa- mente estinguidas en su memoria. Pues en efecto los indios actuales recuerdan en forma mas 0 ménos parecida a la na- rrada por el cronista la leyenda del T'rengtreng i del Caicai vilu. El sefior EuLoni0 Ropies Ropricuez en su trabajo sobre los Guillatunes (Anales de la Univ., tomo CXXVII. Rev. de, Folklore Chileno, I. paj. 239) refiere como sigue la forma moderna de la leyenda recojida entre los indios de las cer- canias de Temuco, Bajo Imperial, Traiguen i Arauco: «Hace mucho tiempo, kuif, dicen, hubo una grande inundacion. Mnorme lagarto salié del centro de la tierra i grité: jCai-eai! LLa tierra se agrieté por muchas partes. Gruesos borbollones brotaron de esas grietas i Henaron’ de agua los campos. La jente se refajid en una altura tlamada Tren-tren, Con rapi- dez ascendieron tambien a ella toda clase de seres: leones, venados, pajaros i grandisima cantidad de sabandijas.» Cu- bierta la superficie de los campos, el nivel del agua se ele- vaba mas i mas. Empero, no podia Megar a la cumbre del Tren- tren, que crecia en altura a medida del ascenso del agua. Subia i subia el Tren-tren i llegd tan arviba que cast toed el sol. La temperatura se hizo insoportable. Para re- frescarse la jente se ponia sobre sus cabezas ollas de greda Ilenas de agua. En la cumbre del Tren-tren, espacio reducido, era peli groso moverse con tanta sabandija i «tanta culebreria», se. gun 1a gvAfica i testual espresion de uno. de nuestros infor- mantes. I las mujeres tuvieron que amarrarse estrechamen te las estremidades de sus vestidos para librar las piernas de las‘ofensas de esos bichos. Oyése el grito: ;‘Tren-tren! i las aguas comenzaron a bajar, como a subir cuando se oyé el de: jCai-cai! Los indios celebraron. enténces su- primer Guillatun. Sv- crificaron. un nifio huériano para obtener la, sangre que se empleo en la ceremonia. En pos de este sacrificio vino el de 768 MEMORIAS CIENLIFICAS I LITERARIAS gallos i gallinas, cuya sangre iban vertiendo en: las aguas que se retiraban. En la costa de Arauco hemos oido la relacion de esta f- hala modificada en algunos de sus detailes. El agua no provino del seno de la tierra: fué una salida de mar. Precedié a su irrupcion un animal que surjiendo de él gritaba: jhupe! ;hupel Cuando se retiraron las aguas, el animal se fué mar adentro gritando: ;Cai-caif Era un mons- truo con cuernos sin forma determinada, del color de las aguas, i fué visto de costado en medio del oleaje. En Ja altura del Tren tren, los refujiados debian soportar silenciosos que culebras i lagartijas se pasearan libremente por su cuello irostroisi proferian palabras al momento quedabani convertidos en piedras. Al comienzo de la inundacion, se vid un mapuche nave- gando en un bote a dos remos_en el aga que invadia la tie- 1ra,,i cuando baj6, el mismo indio se fué mar adentro per- diéndose de vista. Era el duefio de Jas aguas.» Hasta aqui la cita de Robles Rodriguez. Personalmente he oido mas o ménos Ja misma, leyenda a algunos indios de Ili- cura, a orillas del lago de Lanalhue, provincia de Arauco, pero cuando les pregunté de dénde la sabian, me dijeron con toda injenuidad que asi se lo habia contado un sefior cura de Angol (!). No me cabe duda de que la conservacion de este mito se debe en gran parte al hecho de que el Padre Rosales lo ha narrado en el primer capitulo de su historia. Sera dificil averiguar cual fué la forma primitiva exacta del _ mito mapuehe. La tiltima version auténtica se encuentra en el ya citado libro de Frai Fé.1x Jost pe Aucusra, Lecturas araicanas, paj. 8, 9 i 268 con el titulo: Una vision de una machi (1), Referida por el nifio Domingo de la Rosa Kallfiillem. (1) Machi se ama el Shaman, sacerdote i médico, de los mapu- ches. Hoi son casi siempre mujeres. HISTORIA ‘SiSMICA 769 1. Ast dijo la machi: Se me aparecié, pues, dijo, del medio del agua, pues, galié un hombre pequefio, era un estranjero (wipka, es decir, no un indio sino un chileno u otro blanco BR. L.), subid al cielo. Subido él, bajé ese tigre, conversd conmigo el tigre: 2. Decia yo de ti: «Como podré encontrarley Hoi, pues, te he encontiado (i) conversaré, pues, contigo. 3. Ha de salir el mar. Te diré, pues: estos estranjeros {winkas), pues, los mataré, pues, con agua, vosotros, pues, tendreis que sufrir inocentemente con ellos; son, pues, los -estranjeros los que deberia matar. Los indijenas, pues, no tienen culpa; con los estranjeros, pues, acabaré. 4. Dieciocho dias faltan para salir el mar. Se ha dejado oir, pues, la serpiente Kaikai (kaikaéfilu), En todas partes, pues, dirds: «Una vez, pues, se dejé oir; si se deja oir otra vez, pues, saldra el mar.» : I se agregan, tambien en mapuche, Ias notas esplicativas: «5. Cuando ha de salir el mar, relincha la serpiente Kai- kai. Sobre el Trentren (2) esté.» Al galir el mar sube con el Trentren: Fuertemente relincha la serpiente Kaikai, ella #rita; por eso se oye en todas partes. : 6. El Trentren tiene cuatro patas. Al salir del mar sube, -enténces queda unido con el cielo. Pasados cuatro dias, re- ala el agua, se concluye, vuelve a juntarse. Despues que se junta otra vez el agua, recala, ya no hai agua: enténces baja otra vez el Trentren, se dice de él.» VI Hé aqui la narracion del viaje del indio Quintuprai de Osorno, respecto de la (2) Cerro mitoldjico en el mar. (Nota de Félix Augusta). 710 MEMORIAS CIENTIFICAS I LATERAKLAS Erupcion del volcan Calbuco : 1. Un buen cuento, mui bueno, nos estamos contando, yo contigo, caballero. Entonces me 10 relataron. 2. Todavia arde el cerro nevado, humea mucho, gquién sabe como sera la vida? Mucho fué esterminado, tal cosa no sucedié nunca tantos afos que viviamos, no lo hemos oido ni Io vamos oyendo (?). 3. Enténces, pues, oimos; vino, llegé la noticia de este su ceso, de, que todavia arde la cordillera nevada, bien lo oimos. 4, Llegé.el humo hasta Osorno; las hojas de ios arboles. se pusieron blaneas; la tierra toda se puso blanes. 5. Por eso mucho fueron esterminadas las vidas. Quién sabe, mala cosa habra, sucedera. Enojado parece el padre Dios. Sélo, pues, el padre Dios gobernara. 6. Enténces asi nos dijimos: «Pasto no veremos mas, mo riré, pues, nuestro ganado todo; qui nuestro cultivo, nuestra siembra. de que no dé fruta nuestro cultivo? 7, Todo, mucho. ardié el cerro. Qué, quién sabe, esta quemando adentro? Sera, pues, quién sabe, carbon de piedra. 8, Asi dijeron los alemanes (1), asi nos avisaron: «Pero no tengais cuidado, en nuestro pais arden siempre los cerros Por eso lo conecemos.» 10. Enténces, no nos espantamos, por lo que nos dijeron los alemanes. Por esto estuvimos sin cuidadv.> sn sabe no da frutas. ‘6mo viviriamos si suce (1) Domingo tenia a su cargo el euidado de log animales de un ca- ‘pallero aleman de Osorno. La injeniosa noticia de los voleanes de Ale- mania, como se ve, tuvo buen efecto para dominar el pdnico.que se habia apoderado durante alguaos meses de 1892-3 no solo de los in dios, sino tambien de los.colonos chilenos. HISTORIA SisMICA, Tir Estas son Jas wnicas noticias que, por el momento, puedo dar respecto a las creencias i Jeyendas de Ja poblacion india de Chile sobre los fenédmenos sismicos i voleanicos. Santiago, 1.° de Julio de 1912. Doctor Ropo.ro LEnz.

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