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Capítulo VI

CULMINACIÓN DE LOS PROCESOS

REVOLUCIONARIO Y CONTRAREVOLUCIONARIO

(1828-1837)

1.Crisis y desenlace (1828-1830)

a) La constitución liberal democrática de 1828.

El General Pinto siguió demostrando que era más liberal y terminó designando un ministerio hacia esa postura,
lo que le trajo como consecuencia dejar a un lado a los pelucones y también a los individuos que creían en el
federalismo.

El congreso nacional no podía disolverse sin antes crear una comisión nacional, que debía contar con
representantes de todas las provincias, con el fin de consultarles a ellos cuál era la forma más adecuada que la
nación estimaba para gobernar. La comisión asimismo también le pidió a las asambleas y cabildos que se
pronunciasen con su opinión acerca de esto, algunos querían un sistema federal y otros un sistema de gobierno
representativo popular.

El colectivo se inclinaba más por un sistema federal ‘‘reglado’’ o por un sistema unitario ‘‘moderado’’, pero
cabe destacar que los pelucones y estanqueros estaban haciendo todo lo posible para que ello no se llagara a
concretar.

En 1828 comenzaron a seleccionarse los diputados para el nuevo congreso constituyente, el cual contaba con
una notoria mayoría liberal. Este congreso partía intentando abolir una de las instituciones que por todos era
considerada como un anacronismo feudal aún presente con desigualdades sociales.

Se fijaron exclusivamente en redactar la constitución, mientras el ejecutivo debía tratar con los conflictos
momentáneos. Pinto mientras tanto se encargó de reformar la hacienda pública, reestablecer el orden interior y
promover el desarrollo educacional.

En estricto rigor la constitución de 1828 no es más que la ‘‘formulación perfeccionada del proyecto
constitucional federal de la asamblea de 1826’’ aun así, destaca entre ellas el que no se exigiera el saber leer o
escribir, ni tampoco poseer un monto mínimo de ingreso; no prohibió el ejercicio de otras religiones que no
fueran la católica y el poder elegir a los componentes del senado o proponer en terna el nombre de un intendente.

A pesar de todos los intentos esta constitución falló ‘‘por la tendencia centralista de Santiago a buscar una
alianza táctica y estratégica con los militares impagos del centro, y sobre todo, del sur del país’’.

b) La retirada del Presidente Pinto.

Se comenzaron a generar motines militares por el descontento de estos de los impagos y además por la lentitud
que tenían para buscarle una solución. Uno de los motines más importantes fue comandado por el ex capitán y
empresario Pedro Urriola, llegando a ser nombrado intendente de la provincia. Terminó derrotando a las tropas
del vicepresidente y pidiéndole ayuda a José Miguel Infante quién lo reunió con la aristocracia mercantil, donde
se decidió ‘‘moverse en respaldo de la ley y contra los militares’’.

Después de todo Urriola fracasó políticamente, ya que los elitistas de Santiago se habían sentido ‘‘cívicamente
más fortalecidos y el general Pinto había demostrado que no era un caudillo victorioso como el general Ramón
Freire’’. Mientras tanto en el sur los Pincheira seguían atacando constantemente.
Ante todo, Pinto decidió nombrar comandante provisoriamente a Joaquín Prieto Vidal, quién abrió camino a su
primo hermano, el capitán Manuel Bulnes Prieto. Con el ascenso de ambos se puso conseguir finalmente ‘‘el
dominio oligárquico sobre el ejército nacional’’.

Pinto terminó por presentar su renuncia por motivos de salud, a lo que la comisión permanente del congreso
tuvo que designar a Francisco Ramón Vicuña como Presidente, al salir electo algunos de sus ministros
renunciaron, por lo que se vio con una falta de individuos en su cartera y Francisco Ruiz Tagle a quién se le
acusaba de estar involucrado con los participantes del último motín también cedió su puesto, así que se vieron
en la obligación de realizar elecciones.

El ganador fue el general Pinto y le seguía Ruiz Tagle, por lo que el primero debía ser nombrado presidente y
el que le seguía vicepresidente, pero los pelucones y estanqueros aprovecharon un error de los liberales y los
acusaron de violación a la constitución.

‘‘Pinto envió un primer proyecto de renuncia’’ y el vicepresidente Joaquín Vicuña también presento la suya.

c) Patriciado de Santiago: Conspiraciones y asonadas golpistas

La conspiración se había realizado entre Concepción (ejército del sur) y Santiago, siendo liderada por José
Antonio Rodríguez tras la renuncia del presidente y el vicepresidente. Se logró consolidad la alianza Portales-
Prieto, donde ‘‘el patriciado mercantil lograba por fin, con su dinero y conspiraciones, constituir un ejército
mercenario del lado suyo’’.

Finalmente, una muchedumbre lideraba por Ramón Freire (‘‘generalísimo del mar y de la tierra’’) fueron a la
casa de gobierno, donde establecieron una junta de gobierno hecha por ellos mismos (Movimiento Pelucón).
Al poco tiempo los hombres de clases altas se dieron cuenta que Freire no podía neutralizar al ejército
constitucionalista, es decir, no les servía.

d) Felonías y traiciones del general Joaquín Prieto (Ochagavía y Lircay).

El General Francisco de Lastra toma el comando del ejército y la jefatura del estado, ante la ausencia de un
presidente interino.

En la batalla de Ochagavía triunfó con el ejército constitucional, luego se firmó un acuerdo donde ambos
ejércitos se debían poner bajo el mando de Ramón Freire (se le entrego el mando político mientras se convocaba
a nuevas elecciones).

Se realizó la elección popular de una singular manera esta vez, solo podían votar aquellos que eran invitados a
hacerlo, por medio de una estela firmada por el mismísimo Freire y los electos pasarían a constituir el Congreso
de Plenipotenciarios.

En la batalla de Lircay el ejército constitucionalista es derrotado, vencidos por el ‘‘club secreto’’ (destructores
de la república) …

‘‘Con la batalla de Lircay, el 17 de abril de 1830, la ‘‘revolución de los pueblos’’ vivió una derrota profunda,
tanto, que no solo eliminaría de la memoria pública de los chilenos, sino, lo que es peor, deformaría por casi
dos siglos el sentido y la práctica de la democracia en el sistema político nacional. Pues lo que allí triunfó fueron
los tortuosos métodos políticos de José Antonio Rodríguez Aldea, el autoritarismo arbitrario del monopolista
Diego Portales y el deshonor militar (mercenario) del general José Joaquín Prieto…’’

2. La dictadura del ‘‘club secreto’’ (fase segunda) (1830-1837)

a) La defenestración del presidente Francisco Ruiz Tagle


El ‘‘club secreto’’ estaba al mando de José Antonio Rodríguez Aldea, del monopolista Diego Portales y del
general José Joaquín Prieto, fue definida como ‘‘la punta de lanza política y militar de los célebres
estanqueros’’.

En 1830 se volvió a realizar la elección de presidente y vicepresente de la misma manera, por invitación,
saliendo electos Francisco Ruiz Tagle como presidente y José Tomás Ovalle como vicepresidente.

Por su parte el congreso de plenipotenciarios comenzó a exigir que se le reconociera su soberanía, por lo mismo
fueron muchos los oficiales dados de baja, mientras que otros como Manuel Bulnes Prieto eran ascendidos.

El congreso le exigió a Tagle que destituyera a los ministros de la corte suprema y al no querer hacerlo
decidieron forzarlo a renunciar y que ocupara su puesto Ovalle, quién podía ser mucho más manipulable que el
anterior. Portales y Meneses se hicieron cargo de aquello, ocultaron el dinero que Prieto necesitaba para el
ejército y Tagle se vio en aprietos al no poder recaudar el monto, por lo que Portales y Meneses le ofrecen a
Prieto darle el dinero a primera hora si los apoya con que Tagle renunciara y así fue (Tagle renuncia).

Ovalle al ascender a presidente terminó convirtiendo a Portales en Triministro (Interior, exterior y guerra) y
ubico a Meneses como ministro de hacienda, de esta manera el estado pasaba de estar en un régimen liberal a
uno dictatorial.

b) El descabezamiento del ejército ciudadano

Portales desterró a Ramón Freire y le exigió pagar una fianza antes de irse.

Se llevó a cabo una batalla en la que se enfrentaron el coronel Viel con Freire contra José Santiago Aldunate,
pero en la mitad del enfrentamiento el primero le envió una carta al segundo diciéndole que se encontraran en
un punto intermedio para conversar (eran primos) y de esa conversación surgió el tratado de Cuzcuz. Portales
no aprobó dicho tratado y dio de baja a muchos de los soldados que se encontraban en la batalla o los mandó a
matar.

Freire había logrado escapar de la batalla, pero tuvo que volver a Santiago donde al poco tiempo fue descubierto
y aprisionado.

Se le han asignado tres puntos fundacionales a la dictadura de Portales: TRANSFERENCIA RETÓRICA:


‘‘Obligó a calumniar y mentir’’; REIFICACIÓN HISTÓRICA: ‘‘Supuesto anarquismo liberal obligo a usar
como conceptos instrumentales los mismos valores que se estaban destruyendo’’; TRANSFORMISMO:
‘‘Disfrazar una dictadura fraccionaria y personal enmascarándola detrás de conceptos nacionales de
oportunidad y de abstracción’’.

El gobierno portaliano y los que le siguieron fueron todos dictatoriales, mientras que la oligarquía ‘‘escudó y
ocultó sus escrúpulos detrás de las leyes secretas destinadas a incentivar y ‘‘autorizar’’ al ejecutivo’’.

c) Represión social y carcelaria

Creación de un decreto que le permitía al gobernador local por medio de vigilantes llevar a los delincuentes al
depósito creado por Portales donde trabajaban, eran llevado en carretas con el ideal de humillarlos para que los
demás no quisieran terminar como ellos.

d) Resistencia contra las leyes secretas, la policía secreta, los fusilamientos

Se comenzó a detener a gente que redactaba EL TROMPETA, de tendencia liberal y entre los cuales se
encontraba el principal redactor de la constitución de 1828: José Joaquín de Mora, el cual terminó siendo
expulsado. EL ARAUCANO era un diario del gobierno y el FILOPOLITA el denominado ‘‘fantasma del
liberalismo’’, al mando de Gandarillas.
Asimismo, el gobierno formó una policía secreta para espiar a los grupos de liberales y además se suspendió la
constitución. Todo esto desencadeno el intento de un nuevo golpe, el que nunca pudo llevarse a cabo debido a
que ‘‘se enfermó el cerebro y por incapacidad el militar que debía dirigir’’ (revolución de los puñales).

Todo esto ocurrió en una pequeña ausencia de Portales por cuatro años, pero al volver fueron despachados
varios hombres.

Se realizó ‘‘a expedición libertadora del general Ramón Freire y un misterioso complot de varios jefes del
ejército del sur’’, lo que terminó con Portales declarándole la guerra a Perú y a todos los rebeldes de Chile.

Al volver a su gobierno Portales se vio rodeado por una enorme conspiración militar y civil, cuyas redes se
extendieron desde Perú hasta Chiloé y desde Concepción a Valparaíso.

Se crearon los consejos de guerra permanentes, donde se dicta que los personajes que sean opositores y cometan
delitos políticos debían ser tomados prisioneros como medida de prevención, siendo juzgados por un consejo
de guerra, donde se les daría una sentencia estrictamente inapelable. (leyes del terror: leyes marianas, redactadas
con la ayuda y complicidad de Mariano Egaña).

Tanto Freire como sus compañeros involucrados en la involucración de Chiloé fueron condenados a muerte,
pero se le terminó revocando la pena de muerte y reemplazada por un destierro de 8 a 10 años en la isla de Juan
Fernández. (Esto era lo que se buscaba evitar con los nombrado en el párrafo anterior).

e) Tiranicidio

El coronel Vidaurre era uno de los mejores militares que quedaba, por lo que Portales no lo pensó ni dos veces
para quererlo como futuro general en jefe y posible jefe del estado (no presentaba inclinación hacia ninguna
ideología política), pero este le traicionó cuando se sublevo política y militarmente, usando como argumento
que era el ‘‘único modo cívico y honesto de continuar la guerra de la independencia, la libertad y la dignidad’’.

Pero todo terminó saliendo mal y Vidaurre terminó haciendo exactamente lo mismo que O’Higgins, ordenando
un ataque masivo, era la vida o muerte. Terminó muriendo y no se le dejó tener una sepultura (le cortaron la
cabeza y la pusieron en otro lado).

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