Está en la página 1de 8

NARRADOR: SEGÚN CUENTA LA LEYENDA FUE EN TEBAS, CIUDAD DE GRECIA DONDE EL

REY LAYO Y YOCASTA DECIDIERON CONSULTAR AL ORACULO DE DELFOS SOBRE EL DESTINO


DE SU ESPERADO PRIMOGENITO…
ACTO I, CUADRO: Templo oráculo de Delfos. PERSONAJES: Layo, oráculo y sus ayudantes
[Layo entra en el templo del oráculo de Delfos Y HACE UNA OFRENDA AL DIOS APOLO]
Layo: Oráculo, estoy aquí para consultar el destino de mi futuro hijo, ¿Será un buen
heredero al trono?
[Entre el Oráculo y ayudantes murmuran]
Ayudante 1: ¿Cree usted que sería correcto revelar tan perturbador destino?
Oráculo: Mmm, muy cierto
Ayudante 2: es cruento para ser revelado en su totalidad, esperemos el pasar de los años
Oráculo: ¡NO! Es nuestro deber informar su destino tal cual es, por muy cruel que sea.
Ayudante 1: de acuerdo, si así lo desea, maestro.
Oráculo: Tu destino es… (Hacer mímica de conversación)
NARRADOR: EN ESE MOMENTO, EL ORÁCULO DE DELFOS Y SUS AYUDANTES LE
REVELARON A LAYO EL DESTINO DE SU FUTURO HIJO, DEJÁNDOLO MUY PERTURBADO.
ACTO II
CUADRO: CIUDAD DE TEBAS PERSONAJES: LAYO Y SUS EMPLEADOS, FELIPE Y GONZALO
NARRADOR: DÍAS DESPÚES DE HABER NACIDO EL BEBÉ, LAYO LES DIO UNA ORDEN A SUS
SÚBDITOS
Layo: Ustedes vengan aquí [acompañado de un gesto con la cabeza]
Gonzalo: ¿Si, mi señor?
Layo: Necesito que lleven al recién nacido lejos de aquí y lo asesinen [Habla con ira]
Felipe: Pero, mi señor, ¿Qué dirá la reina?
Layo: Sin preguntas, ella no debe enterarse
Gonzalo: Nosotros obedeceremos, mi señor
[Gonzalo mira a Felipe]
Felipe: Así es… [Gonzalo y Felipe hacen una reverencia y se retiran de la habitación]
[Layo llama a Yocasta]
Layo: Yocasta, Ven conmigo
Yocasta: Un momento, quiero ver si el bebé está dormido [acercándose al bebé]
[En cuanto dejan la habitación Gonzalo y Felipe toman al bebé y se lo llevan]
ACTO III
CUADRO: Camino entre Tebas y Corinto. PERSONAJES: Súbditos de Layo, Felipe y Gonzalo.
NARRADOR: LOS SÚBDITOS CAMINARON HACIA LA SALIDA DE TEBAS PARA CUMPLIR
CON LA MISIÓN ENCARGADA POR EL REY, MIENTRAS AVANZABAN POR EL CAMINO,
COMENTABAN:
Gonzalo: Sólo nos queda obedecer y asesinarlo…
Felipe: Pero sólo tiene semanas de haber nacido [Niega con la cabeza]
¿Y qué tal si lo abandonamos en la otra ciudad?
Gonzalo: Prefiero eso a MANCHAR mis manos CON sangre de un inocente [caminan hasta
la ciudad de Corinto]
Felipe: Abandonémoslo en aquel árbol
[Amarran al bebé de los pies al árbol, luego se retiran para volver a Tebas]
ACTO IV
CUADRO: Afueras de la ciudad de Corinto. PERSONAJES: campesinos Corinto: Medina y
Belén
NARRADOR: MINUTOS MÁS TARDE UNOS CAMPESINOS FIELES DEL REINO DE LA CIUDAD
DE CORINTO PASABARON POR ESE SITIO, Y MUY SORPRENDIDOS POR TAL ESCENA SE
ACERCARON AL BEBÉ
Belén: Pero cómo es posible, mira aquel niño, ¿quién habrá sido capaz de hacer semejante
barbaridad? [muy sorprendida]
[Medina y Belén se dirigen a socorrer al bebé]
Medina: ¿Qué tal si lo llevamos con nuestro señor Pólibo? él sabrá qué hacer con esta
criatura desamparada
[Llegan ante el rey Pólibo y hacen reverencias]
Medina: Señor, hemos encontrado esta indefensa criatura abandonada en un árbol en las
afueras de la ciudad.
Rey Pólibo: ¿Nadie ha reclamado por él?
Medina: mi señor, aquella criatura estaba abandonada, colgada de los pies en un árbol
Rey Pólibo: ¿qué me sugieres hacer con esa pequeña criatura? (mirando a Peribea)
Peribea: hagámoslo nuestro. Estoy dispuesta a criarlo como a mi propio hijo
Pólibo, sabes que soy estéril, y que en él podríamos encontrar al hijo que nunca podré
obtener por mi condición.
Rey Pólibo: así se hará, pasará A SER PARTE DE LA FAMILIA REAL DE CORINTO y desde hoy,
súbditos, lo cuidarán como nuestro heredero. ( los súbditos mueven la cabeza
afirmativamente) Súbditos, ahora pueden retirarse.
ACTO V
CUADRO: ciudad de Corinto PERSONAJES: Edipo, entrenador Fabián Lara, Layo, Belén y
Medina
[Entrena mientras]
NARRADOR: 20 AÑOS MÁS TARDE AUN EN LA CIUDAD DE CORINTO, EDIPO COMENZO A
ENTRENAR ARMAS DE GUERRERO PARA DEFENDERSE YA QUE ERA EL HEREDERO AL TRONO
[Edipo entrenando con un ciudadano de Corinto, tomando clases de armas]
Fabián: ¡PERFECTO! Si sigues así, te convertirás en el mejor guerrero de la ciudad.
[Pólibo los observa e ingresa aplaudiendo]
Rey Pólibo: Excelente, hijo… ha sido un arduo combate
Edipo: Gracias, padre
Fabián: Es un honor enseñarle a nuestro futuro rey [haciendo una reverencia]
Rey Pólibo: eres prodigioso como maestro, debes seguir entrenando a mi hijo
Fabián: será un agrado para mí, es un buen alumno y sin duda será un excelente heredero
al trono
Rey Pólibo: Edipo, será mejor que descanses un momento. Ordena que te sirvan algo de
beber
NARRADOR: EDIPO SE DIRIGIO A LA COCINA MIENTRAS ALLÍ ESTABAN LOS SIRVIENTES
DE LA CASA CONVERSANDO.
Cuadro: Reino de Corinto allí están Aylin, Belén, Medina y Romina, pelando papas.
Belén: Y pensar que nosotros encontramos al joven Edipo abandonado en un árbol.
Medina (enojado) ¡SILENCIO! El joven Edipo nunca fue encontrado en aquel árbol, para
todos Él nació aquí y será nuestro próximo rey.
Belén: Está Bien. (Mirando a Aylin y Romina)
Medina: No vuelvan a repetir algo semejante (enojado)
[Edipo escucha esta conversación]
(Edipo entra)
Edipo: ¿Qué están murmurando ustedes?
Belén: Nada, MI Señor
Medina: Nada importante, señor, sólo hablamos de la cena de esta noche [muy
preocupado]
Edipo: (a Romina) dame un jarro de agua
Romina: sí, joven, en seguida. (Le sirve el jarro, hace una reverencia y Edipo se marcha con
el vaso, en silencio)
ACTO VI
CUADRO: Templo oráculo de Delfos. PERSONAJES: Edipo, Oráculo y ayudantes
NARRADOR: EDIPO, DEBIDO A LAS HABLADURÍAS DE SUS SIRVIENTES, FUE A CONSULTAR
AL ORÁCULO DE DELFOS.
Edipo: Quiero saber quién soy realmente
Ayudante 2: No podemos responder a eso, muchacho
Oráculo: Solo podemos decirte tu destino, muchacho.
Edipo: ¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿Por qué comentan por ahí que no soy hijo de mis
supuestos padres? ¿Cuál es mi verdadero Destino? [Muy angustiado]
Ayudante 1: Creo que ya es hora de decirlo
Oráculo: tu destino es...
NARRADOR: EN ESE MOMENTO LA VISIÓN SOBRE EL DESTINO DE EDIPO FUE LA
MISMA QUE SE LE DIO UN DIA AL REY LAYO, POR ESE MOTIVO, EDIPO DECIDIO HUIR DE
CORINTO Y EMPRENDER CAMINO HACIA TEBAS.
ACTO VII
CUADRO: Camino entre Tebas y Corinto PERSONAJES: Edipo, Tomás, Layo
Layo: Devuélvete, muchacho,
Tomás: nosotros atravesaremos el camino, quítate de nuestra vista
Edipo: apártense si no quieren morir [muy confiado en sus clases de armas]
[Ambos desenfundan armas]
Layo: Te arrepentirás, muchacho insolente. (LUCHAN LOS TRES)
NARRADOR: LUEGO DE UNA ARDUA BATALLA, EDIPO PROPINO UN GOLPE MORTAL A
LAYO, MIENTRAS EL ACOMPAÑANTE HUIA COBARDEMENTE
[Cae muerto Layo y huye Benjamín]
[Edipo enfunda su cuchillo y sigue su camino]
ACTO VIII
CUADRO: Camino de Tebas y Corinto PERSONAJES: Soldados: Juan y Figueroa, Campesino
Corinto: Hugo Muñoz
NARRADOR: EDIPO PROSIGUIO SU CAMINO, NO OBSTANTE, AUN DEBIA SUPERAR
GRANDES OBSTACULOS… NO LEJOS DE ALLI SE ENCONTRABA UNA MISTICA ESFINGE QUE
ASESINABA A TODO AQUEL QUE INTENTABA INGRESAR A LA CIUDAD DE TEBAS:
Juan: Tendremos que tener cuidado ¿recuerdas la llamada esfinge?
Figueroa: No, no lo recuerdo bien ¿Qué es?
Juan: Como no lo recuerdas! La esfinge es un mounstro que devora a todos los no son
capaces de acertar los complejos enigmas que propone
Figueroa: ¡Es horrible! Me causa temor esa extraña y peligrosa criatura, pero no dudaría
en combatirla…
Juan: ¡estás loco! Nadie nunca ha podido derrotarla debe ser un castigo de los dioses
(La esfinge aparece)
Esfinge: si quieren avanzar, tendrán que adivinar este acertijo: “qué ser camina en cuatro
patas en la mañana, en dos al atardecer y en tres patas por la noche”
Juan: No lo sé ¿el mono? [Con temor]
Esfinge: Hombre inepto, no has sido capaz de adivinar, y esto tiene una consecuencia.
[En medio de una pelea la esfinge y lo mata]
Esfinge: Que valiente eres (a Juan que se esconde) Jajaja. Todo el pueblo habla y rumorea
de mis acertijos indescifrables… Soy la esfinge, la sabia y poderosa esfinge!
Figueroa: qué buscas? Qué quieres? [Muy asustado]
Esfinge: “Son dos Hermanas, una de las cuales engendra a la otra, y a su vez, es engendrada
por la primera”
Figueroa ¿de qué hablas?
Esfinge: [Rodeándolo le dice] es un acertijo, adivina ¿Qué es?
Figueroa: No lo sé, necesito seguir mi camino. Apártate, no tengo tiempo para tus acertijos
[Muy asustado]
Esfinge: solo uno más.., pero sé que es imposible adivinarlo!
Figueroa: [intenta seguir con su camino, a pesar del temor hacia la esfinge]
Esfinge: ¡Insolente!, presiento el miedo en ti , eres un débil humano! Y no has sido capaz
de adivinar mis acertijos tendrás que pagar con tu vida!
[La esfinge le impide el paso, y Figueroa intenta defenderse, pero, la esfinge es muy
poderosa y lograr quitarle la vida al hombre]
ACTO IX
Cuadro: Camine entre Tebas y Corinto Personajes: Edipo, Esfinge y Felipe
NARRADOR: CON EL PASAR DE LAS HORAS, EDIPO LLEGO AL SITIO DONDE SE
UBICABA LA TAN TEMIDA ESFINGE DESCONOCIENDO LA NATURALEZA DE AQUEL
MOSTRUO.
Esfinge: Buenos Días [acercándose a Edipo, Rodeándolo]
Edipo: ¿Quién eres?
Esfinge: Solo te quitaré unos minutos de tu tiempo, muchacho, te diré un acertijo, si eres
capaz de resolverlo, te dejo pasar, sino sufrirás las consecuencias (Mira a Edipo y sonríe
muy confiada)
Edipo: [muy asustado] dime tu acertijo
Esfinge: “son dos hermanas, una de las cuales engendra a la otra, y a su vez es engendrada
por la primera”
Edipo: (con cierta duda responde) el día y la noche
Esfinge: [desesperada] Maldito, engendro, ¡cómo pudiste! este no lo podrás resolver “Que
ser camina en cuatro patas por la mañana, en dos patas por las tardes y en tres al
anochecer”
Edipo: (sin saberlo muy bien) mmm… Yo creo que es el ser humano, ya que CUANDO ES
BEBE CAMINA en cuatro patas, cuando es adulto en dos y cuando es anciano camina en
tres por su bastón
Esfinge: ¡Maldito! ¿Cómo es posible que hayas resuelto mis acertijos? ¡Esto es imposible!
(la esfinge horrorizada y humillada se apuñala a si misma)
NARRADOR: dos campesinos de Tebas que habían estado escondidos viendo todo se
encuentran con Edipo
Felipe: Nos has Salvado
Hugo: vamos a Tebas para decir que salvaste el reino de ese monstruo
(Se van juntos hacia Tebas)
ACTO X
CUADRO: Ciudad de Tebas. PERSONAJES: Creonte y Edipo
NARRADOR: AL LLEGAR A TEBAS, SE PRESENTARON EN EL REINO Y LOS CAMPESINOS
COMENTAN LA VISTORIA DE EDIPO, POR ESTO RECIBIO UNA GRAN RECOMPENSA.
Creonte: Fuiste muy valiente al enfrentarte a tan temerosa esfinge, nunca antes se había
logrado adivinar sus acertijos y tú lo lograste. Esta es tu recompensa: heredarás el trono
de Tebas, desde este momento pasas a ser Rey de nuestra ciudad, pero además tendrás la
mano de mi hermana, Yocasta, y podrás casarte con ella
NARRADOR: MUY AGRADECIDO POR TAL RECOMPENSA, EDIPO SE HIZO CARGO DEL TRONO
Y FORMO UNA FAMILIA CON YOCASTA
ACTO XI
CUADRO: Reino de Tebas.
NARRADOR: PASARON LOS AÑOS, EDIPO Y YOCASTA TUVIERON CUATRO HIJOS POLINICES,
ETEOCLES , ANTÍGONA E ISMENE. SIN EMBARGO, LA DICHA NO FUE LA COMPAÑERA
DE NUESTRO HEROE, YA QUE UNA DEVASTADORA PESTE ASOLO LA CIUDAD DE TEBAS
Sacerdote (Patricio Herrera) majestad, esta peste es, sin duda, un castigo de los dioses
como consecuencia de una culpa grave. Enviemos a alguien a Delfos para preguntar al
oráculo qué podemos hacer para librar a la ciudad de esta plaga.
Narrador: Edipo envió a su cuñado Creonte a Delfos, quien regresó con una respuesta de
parte del oráculo.
Creonte: El oráculo ha dicho “En este país ha quedado inmune un delito muy grave. Debéis
descubrir a los asesinos de Layo y vengar su muerte”
(Edipo se para de su trono y habla con voz airada)
Edipo: Desde ahora ordeno, que quien conozca al asesino de Layo lo denuncie. Y no teman
nada, pues se le obligará sólo a salir del país y nada más le será hecho. Pero si prefieren
guardar el silencio, intentando cubrir a un amigo o a vosotros mismos, escuchen bien las
decisiones que voy a tomar: yo ordeno que nadie en esta ciudad proteja al asesino, ni le
dirija la palabra, ni le permita participar en las plegarias o en los sacrificios del templo.
Antígona: ¿Padre, por qué no preguntas a Tiresias, el ciego adivino?
Edipo: Creonte ya lo ha sugerido y lo he enviado a buscar.
Narrador: apenas Edipo había acabado de hablar, entró el ciego Tiresias con su lazarillo
(Benjamín) Edipo le refirió la respuesta que el oráculo había dado a Creonte.
Edipo: Aclara este misterio con todos los medio que obran en tu poder. Sálvanos a todos
puesto que todos estamos en tus manos.
Tiresias: Deja que regrese a mi casa, será mejor para ti. Verás que el día de mañana se sabrá
toda la verdad. Y si aún así no comprendes mis acciones, muéstrame el más feroz desprecio
del cual es capaz tu corazón.
(Encolerizado, Edipo le grita a Tiresias)
Edipo: Te diré lo que pienso. Tú has sido cómplice de este asesino. Y aún si te forzáramos
veríamos que aquel delito lo cometiste tú con tus propias manos.
Tiresias: si así lo quiere el rey no hay más remedio que obedecer su edicto. De ahora en
adelante no dirigirás palabra alguna a ningún ciudadano. Tú y sólo tú, has sido el maldito
contaminador de este país. Fuiste tú quien mataste al hombre del cual vas buscando ahora
sus asesinos. Y tú te has unido en matrimonio con el más cercano de tus parientes.
Edipo: Es evidente que tú, ciego de cuerpo pero también de espíritu, te has conjurado junto
con Creonte en contra mía.
Tiresias: Aunque tú seas rey tenemos ambos el mismo derecho a replicar. Y por cuanto me
has despreciado por mi ceguera, déjame decirte que aunque tú puedas ver, estás ciego.
No comprendes tu desgracia, porque no sabes dónde vives y con quién vives. Tú que ahora
ves acabarás ciego. Tú que ahora eres rico, después estarás mendigando y poniéndote en
exilio hacia un país extranjero. (dirigiéndose a su lazarillo) Sácame de aquí
Benjamín: sí, mi señor, mejor será que nos marchemos, aquí no somos bienvenidos y no se
valora su gran sabiduría
(Sale Tiresias con ayuda de su lazarillo)
(Entra Creonte)
Edipo: ¿Cómo te atreves a entrar a este lugar, bastardo traidor? Tú y ese ciego han tramado
todo y han incitado a la plebe para derrocarme.
Creonte: Edipo, jamás he tramado tamaña barbaridad
.Edipo: largo de aquí, basura, antes de que con mis propias manos te dé muerte. (Entra
Yocasta consternada)
(Sale Creonte de la sala, e inmediatamente Yocasta comienza a hablar)
Yocasta: Dime cómo ha empezado esta disputa.
Edipo: Creonte dice que yo soy culpable del asesinato de Layo y me acusa por medio
Tiresias.
Yocasta: Edipo, escucha mis palabras y no te preocupes más. Hace mucho tiempo el oráculo
profetizó que Layo sería asesinado por su hijo. Cuando nació ese niño, Layo lo hizo asesinar.
Muchos años después, unos bandidos asaltaron y mataron a Layo en la encrucijada de tres
caminos. Puedes ver que el oráculo no se cumplió.
Edipo: ¿Layo muerto en una encrucijada de tres caminos? ¿Dónde?
Yocasta: En la Fócida. Aquellos caminos vienen de Delos y Delfos para reunirse en uno solo.
Supimos la noticia poco tiempo antes de que obtuvieses el trono.
Edipo: ¡Por Zeus! Dime qué aspecto tenía Layo y qué edad aparentaba.
Yocasta: Era alto, tenía canas y su aspecto no era muy diferente al tuyo.
Edipo: Dime sólo una cosa ¿Iba él acompañado de muchos hombres armados? Y
¿Quién trajo la noticia?
Yocasta: Era él y otro en total. La noticia la recibimos del único sobreviviente de esta
terrible tragedia.
Edipo: Por Zeus, yo peregriné de Delfos para saber quién era mi verdadero padre, allí el
oráculo me dijo que mataría a mi padre y me casaría con mi madre, en el camino me
encontré con dos hombres, con los cuales luché y maté a uno de ellos , esotro consiguió
huir. Y si aquel anciano era Layo ¿Puede existir alguien más desgraciado que yo?, ¿Me he
casado con la esposa del hombre que maté?, ¿Deberé marcharme al exilio y ni siquiera
puedo volver a mi verdadera patria por temor matar a mi padre Polibo y casarme con mi
madre Peribea?
Yocasta: El hombre que huyó de la matanza contó que el rey había sido asesinado por los
bandidos, si cuando llegue aquí sigue hablando de varios bandidos, entonces tú no estarás
involucrado
(Sale Edipo cabizbajo)
NARRADOR. DESDE LA CIUDAD CORINTO LLEGA UNA SIRVIENTA QUE TRAE UN MENSAJE
MUY IMPORTANTE.
Mensajera Aylin: Reina Yocasta, traigo una noticia nefasta, el rey Polibo ha muerto, y el
pueblo desea que el rey Edipo le suceda en el trono.
(Yocasta le habla a la mensajera)
Yocasta: Corre a contar todo esto a mi señor y amo. Él comprenderá en seguida lo poco
que hay que creer en los oráculos. Polibo es el hombre que Edipo ha evitado durante
mucho tiempo por temor a matarlo. Y he aquí que éste ha muerto de forma natural.
(Entra Edipo seguido de la mensajera)
Edipo: No sabes el consuelo que me trae tu noticia. Sin embargo, temo regresar a Corinto
por Peribea. Años atrás el oráculo me profetizó que me casaría con mi madre.
Mensajera Aylin: ¿Es por eso que no quieres volver a Corinto? No se preocupe, mi señor,
has de saber que Polibo no era tu padre. Mi marido fue quien te entregó a él hace mucho
tiempo. Fue él quien te salvó y liberó tus tobillos de las correas.
Narrador: Y fue así como, aterrorizado Edipo, llegó a enterarse que el marido de
esta mujer lo había recibido a su vez de otro pastor del rey Layo.
Edipo: (Con voz desesperada y en un tono alto) ¿Vive aún? ¡Quiero verlo!
Mensajera: la reina Yocasta podrá decírtelo mejor.
Narrador: La reina escondía con desesperación el rostro entre las manos; ella había
comprendido la verdad.
Yocasta: (con voz desesperada, llorando) ¿Por qué me lo preguntas? Por amor de los
dioses, no indagues más.
Edipo: Valor, aunque resultara que yo sea hijo de una aldeana, tu honor no sería manchado.
Yocasta: ¡Infeliz! ¡Ojalá no sepas nunca quién eres en verdad! ¡Infeliz!, es el único nombre
que puedo darte.
(Sale Yocasta y entra el segundo pastor)
Edipo: (dirigiéndose a ls mensajera de Corinto) ¿Es este el hombre que había sido mandado
a buscar?
Mensajera de Corinto: sí, es él
Edipo: es cierto lo que dice esta mujer?
Felipe Pastor: no, no sé qué te habrá dicho,
Edipo: Dime la verdad o te azotaré
Felipe Pastor: sí, mi señor, es así. Layo ordenó matarte y por piedad nosotros te
abandonamos.
Edipo: (gimiendo) ¡Por todas las divinidades, todo se ha cumplido!... ¡Todo era cierto! Luz
del día, esta es la última vez que te contemplo. Pobre de mí, que he sido maldito en mi
cuna, maldito en mis bodas, maldito por la sangre que derramé.
(Edipo se “precipita”, entra rápidamente en el palacio)
Narrador: Los ciudadanos aterrorizados reunidos ante las puertas, hablaban de esta
terrible desgracia.
Creonte:: (lo que dice el mensajero ante el pueblo se dramatiza, atrás en el fondo) Nuestra
reina Yocasta se ha matado. Cuando Edipo ha forzado la puerta de su estancia hemos
podido contemplar su cuerpo colgando de una soga. Al verla el rey ha lanzado un grito
desgarrador. Ha desatado la soga y descendió su cuerpo hasta el suelo, para llorarla
amargamente. Al no resistir tanto dolor, ha extraído de entre sus ropas alfileres finos de
oro y ha comenzado a clavarlos en sus propios ojos.
Edipo: (en el fondo habla gritando, desesperado) ¡Demasiado habéis visto, hundíos ojos
aborrecidos, en la oscuridad para siempre!
Antígona: ¿Y qué hace ahora?
Creonte: (se realiza la acción de lo que dice el mensajero) Grita para que alguien le abra las
puertas y lo deje salir de la ciudad.
Narrador: (se realiza la acción de lo que dice el narrador) y así fue como también se cumplió
la profecía de Tiresias. Ciego, mendigo, tanteando con el bastón la tierra sobre la que había
reinado, salió desgraciado Edipo de Tebas acompañado de su hija Antígona.

También podría gustarte