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A medida que la población de la humanidad ha ido creciendo en los últimos años, el impacto
negativo en el medio ambiente también ha ascendido, causando que los daños realizados a los
ciclos naturales sean tan agresivos, que la recuperación de los mismos se convierte en una tarea
muy difícil teniendo en cuenta la cantidad de recursos que se utilizan del globo y los daños a
grandes magnitudes que corresponden a los desechos que producimos. En la actualidad, ya es
posible percibir este daño ecológico e indudablemente, ya se cuenta con la necesidad de tomar
medidas para detener este impacto negativo y restablecer nuestro medio ambiente con el
planteamiento de un sistema económico que esté integrado en los procesos naturales.
Durante el desarrollo de la actividad arquitectónica la naturaleza ha jugado uno de los roles más
importantes ya que es considerada como la contenedora infinita de las materias primas utilizadas
para realizar las obras,sin tener en cuenta que la misma se encuentra definida por ciclos naturales
que son desequilibrados con esta actividad y terminan por afectar el medio ambiente.
La necesidad de adaptar el sistema económico al sistema natural con el fin de que éste pueda
seguir supliendo las necesidades humanas ya es un hecho. Si nos remitimos al funcionamiento del
sistema natural, este se compone de ciclos infinitos que se repiten constantemente, un ejemplo
claro de este sistema puede ser un organismo que utiliza energía y materia de su medio ambiente
los cuales transforma para posteriormente ser devueltosy de esta manera beneficiar a otros
organismos, sin generar daños medioambientales y/o residuos. Por el contrario, el sistema
económico existente utiliza recursos de la naturaleza y le retorna desechos que en la mayoría de
ocasiones le causan daños irreparables, contando con una estructura lineal y finita.
Debido a lo anterior, se debe adaptar la estructura del sistema económico de una forma cíclica e
infinita, tal como ocurre en el sistema natural, donde se utilicen los recursos naturales y también de
los derivados de los mismos recursos que genera (desechos). A su vez, estos derivados deben ser
retornados a la naturaleza de tal manera que la misma los pueda aprovechar, creando así el
“desarrollo sostenible”.
Paralelo al desarrollo de una estrategia de desarrollo sostenible, también se debe lograr un nuevo
sistema de valores humanos, basados en el respeto a nuestro entorno natural y las demás
personas.Este cambio en el sistema de los valores humanos, es un paso que la humanidad ya está
empezando a entender, debido a que la necesidad por buscar la felicidad es un determinante que
no se brinda con la acumulación de riquezas, puesto que, como habitantes del mismo planeta,
compartimos las problemáticas medioambientales que se están presentando como el
calentamiento global, cambios climáticos, superpoblación, inseguridad, etc.
La implementación de una arquitectura que se encuentre integrada con los ciclos de la naturaleza
conlleva a crear practicas encaminadas al entendimiento de la forma de funcionamiento de esta,
aprehender sus mecanismos intrínsecos de actuación, interiorizarlos, y por último obtener una
respuesta humana, dejando de lado de intentar emular la misma, así como usarla como medio de
inspiración, para dar paso a la aplicación de la tecnología con la que se cuente.
Antes de lograr la aplicabilidad de una “naturaleza artificial” (ya que es se convierte en un proceso
complejo y que llevará tiempo), es posible lograr conseguir una “arquitectura sostenible”, como uno
de los pilares fundamentales y necesarios durante todo el proceso.
Antes de identificar los indicadores sostenibles, es necesario definir los pilares básicos en los que
se debe fundamentar la arquitectura sostenible:
Dentro de estos indicadores sostenibles, existen los indicadores sostenibles efectivos, que son
básicamente las ponderaciones de acuerdo al entorno social, económico, geográfico, cultural y
político en el cual se va a realizar la construcción:
Por otra parte, deben establecerse un conjunto de acciones concretas de aplicación directa
definidas de una forma sencilla, fáciles de asimilar y ejecutar que también se encuentran
delimitados por el entorno social, geográfico y económico.
Una vez identificadas las acciones de aplicación, es necesario tener en cuenta la eficacia
medioambiental de las mismas, obteniendo datos con los indicadores sostenibles efectivos. En
temas de presupuesto, y la viabilidad de utilización de acciones sostenibles, encontramos que las
acciones más medioambientales eficaces son las más económicas, y las acciones menos eficaces,
son las más caras.
Con la aparición de nuevas problemáticas en nuestra sociedad, se hace cada vez más necesario
formular un nuevo lenguaje arquitectónico que brinde soluciones a estas, las cuales dependen
directamente de la percepción de cada arquitecto entre las cuales pueden destacar a obtención del
máximo aprovechamiento de los recursos naturales, disminuir la cantidad de vidrios en las
construcciones, evitar los gastos innecesarios, espacios flexibles, entre otras.