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Quique Hache
Autor: Javier García
Sería solo una novela juvenil. Era una sugerencia de la editorial. Entonces el escritor Sergio
Gómez, luego de entregarla, seguiría con su tarea de narrador y guionista. No se proyectaba
mucho más.
“De ahí el nombre del personaje: Quique, como mi segundo nombre. Y Hache, que
simplemente era un recurso para postergar el apellido”, dice el autor de novelas como
Vidas ejemplares y La mujer del policía.
Sin embargo, el debut del libro Quique Hache, detective, a fines de 1999, creó más
expectativas por las aventuras de su protagonista de 15 años, que vive en Ñuñoa, aficionado
a resolver misterios, muchas veces con la ayuda de su nana Gertru.
Con los años vendrían Quique Hache, el caballo fantasma y Quique Hache, el mall
embrujado, y el éxito sería redondo, sobre todo en el mundo escolar. El primer libro lleva
20 ediciones y las ventas de la serie alcanzan los 80 mil ejemplares.
Ahora dos novelas gráficas celebran el aniversario. Editadas por Santillana Juvenil y con
dibujos de Gonzalo Martínez, El misterio del arquero desaparecido recrea la primera
novela, de hace 15 años. Mientras que El misterio de Santiago es una historia original y
narra el viaje de Quique Hache a un mundo nuevo, cuando, en sus vacaciones, se convierte
en guía del Museo Nacional de Bellas Artes.
Los días de trabajo y aprendizaje se verán alterados. Un día Quique llega al museo y Talita
le informa que se han robado un cuadro. Es una obra del célebre pintor nacional Camilo
Mori. La misteriosa desaparición los llevará al cerro Santa Lucía y sus alrededores.
El misterio de Santiago recrea con detalles los sitios urbanos, edificios y calles, de la
capital. “Ha sido una muy buena experiencia porque me permite desarrollar una faceta de
autor al enfrentarme a temas que siempre me han fascinado: el policial, el juvenil y el
urbano, sobre todo dentro de la ciudad en que vivo, Santiago”, señala Gonzalo Martínez,
quien también ha ilustrado libros de autores como Alberto Fuguet (Road Story) y Francisco
Ortega (Mocha Dick).
“Me alegra vivir la experiencia de tener que compartir con muchos niños y jóvenes del país
a través de las visitas que hacemos a colegios, en donde uno puede sentir la reacción de los
lectores”, agrega el dibujante.
En 1996, junto a otros artistas crea el colectivo Ergocomics con el cual editaron “La Ruta
de Los Arcanos” (3 tomos), “La Dispersión de Afekto” y otras publicaciones. En 1999
crearon el sitio web ergocomics.cl en donde, hasta el dia de hoy, se ha hecho un trabajo
constante de rescate de la memoria de la historieta chilena. Desde el año 2003 y en forma
anual, Ergocomics realiza el Dia de la Historieta, evento que recuerda y premia la
trayectoria de los grandes historietistas chilenos.
En 2001 empieza a colaborar con guionistas de distintos lugares del mundo con el objetivo
de ampliar sus posibilidades de publicación. Arquitecto de la Universidad de Chile titulado
en 1987. En el año 2003 deja el desempeño de su profesión y decide dedicarse como
dibujante de historietas a tiempo completo.
Desde el 2003, ha trabajado para el mercado estadounidense en títulos como la antología
Digital Webbing Presents. “Rich Johnston’s Holed Up” para Avatar Press; “B.A.B.E.
Force” para Forcewërks, “Leather Jacket Guy” para 01comics y además ha realizado
cómics románticos para Arrow Publications con varias guionistas. Actualmente trabaja en
una segunda novela gráfica de “Super Teen*Topia” para Forcewërks y que comenzó a
publicarse en el año 2006 originalmente para Alias Enterprises. Además realiza la sección
“Faith Heroes” para la revista infantil Pockets.
A fines del año 2007 publicó la novela gráfica de 120 páginas, “Road Story” a través del
sello Alfagüara, adaptación del cuento homónimo de Alberto Fuguet. A fines del 2009
publicó la novela gráfica de 90 páginas “Quique Hache Detective”, adaptación de la obra
de Sergio Gómez, también para Alfaguara. En Marzo de 2010 publica la novela gráfica
·”Celeste Buenaventura”, adjudicada con el Fondo del Libro 2009 a través de Mythica
Ediciones.
Actualmente está preparando una historia llamada “The Nowhere Witch of OZ” para el
mercado estadounidense, con guión de Kirk Kushin y basado en el universo creado por
Frank L. Baum.
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Información personal
Nombre de
Sergio Gómez Mardones
nacimiento
1962
Nacimiento
Chile
Nacionalidad chilena
Educación
Alma máter Universidad de Concepción
Información profesional
Ocupación autor, columnista, editor
Libros
1992, Adiós, Carlos Marx
1994, Vidas ejemplares
1997, Partes de cuerpo que no se tocan
1998, El libro del señor Galindo
1998, El labio inferior
1999, Quique Hache, detective (ISBN 9789562391818)
2000, Cuarto A (ISBN 978-956-264-946-9)
2001, Buenas noches a todos (ISBN 9788489618602)
2003, Quique Hache y el caballo fantasma
2004, La verdad según Carlos Perro (ISBN 9788466725583)
2006, Yo, simio (ISBN 978-8466751803)
2007, El canario polaco (ISBN 9789562645621)
2012, Los increíbles poderes del señor Tanaka (ISBN 9789563492446)
2015, La felicidad de los niños.
Premios
2002, Premio Lengua de Trapo
2008, Premio El Barco de Vapor
2012, Premio El Barco de Vapor
Referencias
1.
La Tercera (11 de abril de 2015). «"Es muy policial el momento que se vive en Chile"».
Chile. Consultado el 3 de febrero de 2016.
El País (5 de agosto de 2002). «El escritor chileno Sergio Gómez gana el VIII Premio
Lengua de Trapo». España. Consultado el 3 de febrero de 2016.
emol. «Escritor Sergio Gómez gana prestigioso premio de literatura». Chile.
Consultado el 3 de febrero de 2016.
ediciones-sm (2012). «Sergio Gómez es el ganador del VII Premio El Barco de
Vapor». Chile. Consultado el 3 de febrero de 2016.
La Nación (16 de abril de 2015). «Sergio Gómez: En mis libros la provincia incuba lo
más horroroso y lo más querible». Chile. Consultado el 3 de febrero de 2016.
HISTORIA
En 1879, El escultor José Miguel Blanco publicó un artículo en la Revista Chilena en el
que, inspirado por el modelo europeo, observaba la necesidad de crear un Museo de Bellas
Artes en Chile, a fin de recopilar obras que se encontraban dispersas en diversos edificios
institucionales. Su inquietud fue atendida y el 18 de septiembre de 1880, bajo la presidencia
de Aníbal Pinto, se fundó el Museo Nacional de Pinturas que se instaló en los altos del
Congreso Nacional.
Su primer director fue el pintor Juan Mochi. Sin embargo, las actividades del Museo no
lograban coordinarse con las del Congreso, por lo que en 1887, el Museo Nacional de
Pinturas debió trasladarse al 'Partenón', edificio ubicado en la Quinta Normal de
Agricultura, construido por la Unión Artística, sociedad fundada por Pedro Lira y Luis
Dávila. El gobierno adquirió el inmueble con el fin de realizar exposiciones anuales de arte
y a partir de ese entonces, la institución pasó a llamarse Museo de Bellas Artes.
Como parte de las celebraciones del Centenario de Chile, el Palacio de Bellas Artes, que
albergaba al Museo y a la Escuela, se inauguró el 21 de septiembre de 1910. Para la
ocasión, se organizó una gran Exposición Internacional que contó con obras de arte
procedentes de catorce países invitados a través de sus respectivas embajadas.
En 1905, el diseño del Palacio de Bellas Artes fue encargado al arquitecto chileno-francés
Émile Jéquier, que se inspiró en el recorrido interno y en la fachada del Petit Palais de
París. Su estilo neoclásico incluye además ornamentaciones propias del Art Nouveau
imperante en la época.
El altorrelieve del frontón del Museo, obra ejecutada por el escultor chileno Guillermo
Córdova, representa una alegoría a las Bellas Artes. El tema fue propuesto por el propio
Jéquier y debía ser realizado en piedra blanca o vaciado de cemento.
Entre las ornamentaciones del friso exterior del edificio del museo destacan veintidós
medallones de mosaico cerámico que representan a grandes arquitectos, escultores y
pintores del arte universal, entre ellos Fidias, Praxíteles, Bramante, Violet-le-Duc y
Rembrandt.
La cúpula de vidrio que corona el hall central del Museo fue diseñada y construida en
Bélgica, encargada a la Compagnie Centrale de Construction de Haine-Saint-Pierre, y
traída a Chile el año 1907. El peso aproximado de la armadura del domo es de 115.000
kilos y las piezas de vidrio suman 2.400 unidades.
Arquitectónicamente, la planta del Museo presenta un eje central marcado por la puerta de
entrada y la escalinata del gran hall que conduce a toda la planta superior.
En el hall central, sobre el balcón poniente del segundo piso, se ubicó un altorrelieve que
representa a dos ángeles sosteniendo un escudo. La obra se realizó luego que la original
resultara gravemente dañada en el terremoto de 1985. Dos imponentes Cariátides que
simulan sostener la gran cúpula se aprecian desde la entrada al hall sobre los balcones del
segundo piso, son obra de Antonio Coll y Pi.
El 30 de diciembre de 1976, el edificio del Museo Nacional de Bellas Artes fue declarado
Monumento Nacional.
Con motivo del Centenario de la fundación del Museo, en 1980 se remodeló la plazoleta de
acceso y se reinstaló la escultura de Rebeca Matte que alude al mito de Ícaro y Dédalo,
llamada Unidos en la Gloria y en la Muerte. La escultura se había mantenido en préstamo
por años al Museo Aeronáutico y fue donada en 1930 por Pedro Iñiguez, marido de la
artista, un año después de su muerte. La obra es una copia del monumento encargado a
Rebeca Matte que el gobierno chileno donó a Brasil en 1922, en el Centenario de su
Independencia.
Tipo Orográfico
33°26′25″S 70°38′39″OCoordenadas:
Coordenadas
33°26′25″S 70°38′39″O (mapa)
Índice
1 Toponimia
2 Historia
o 2.1 Preinca
o 2.2 Ciudad inca bajo Santiago de Chile
o 2.3 Conquista española
o 2.4 Colonia
o 2.5 Independencia
o 2.6 Periodo republicano
o 2.7 Observatorio astronómico nacional
o 2.8 Transformación del cerro en paseo
o 2.9 Mejoras posteriores
o 2.10 Miscelánea
3 Interior del parque del Cerro Santa Lucía
4 Véase también
5 Notas y referencias
o 5.1 Notas
o 5.2 Referencias
o 5.3 Bibliografía
6 Enlaces externos
Toponimia
Se cree que los aborígenes lo llamaban Huelén, que significaría "dolor, desdicha",1 aunque
su verdadera etimología aún no ha sido dilucidada y es controversial hasta el día de hoy.2
Otras posibilidades son que provenga de la palabra "welen", a su vez derivada de la voz
"wele", pero con el significado de "desgracia, mal presagio".3 Es posible también que no
sea una palabra de origen mapuche, sino que se trate de otra lengua local.4 Pedro de
Valdivia lo bautizó como Santa Lucía por haber llegado él al punto del valle en que
fundaría la ciudad el 13 de diciembre de 1540, día que recuerda a Santa Lucía de Siracusa.
Según algunos historiadores, justo después de llegar, comienza el proceso de expropiación
al cacique Huelén Huala, a quien manda a Apoquindo.
Historia
Preinca
Artículo principal: Chile prehispánico
Santiago de Chile habría sido fundada sobre un centro administrativo inca, el más austral de
ese Imperio, de acuerdo a lo postulado en una publicación de una investigación del Museo
Nacional de Historia Natural divulgada en enero de 2013 en su boletín mensual.5 6 6 7 El
estudio realizado por el arqueólogo Rubén Stehbergnota 1 y el historiador Gonzalo
Sotomayor postularon que Santiago habría sido un importante centro administrativo y
ceremonial del Imperio del Tawantinsuyu y que el camino del inca llegaba hasta la Plaza de
Armas.5 6 7
Habría existido un centro urbano Tawantinsuyu, bajo el casco antiguo de la ciudad de
Santiago, desde el cual salían caminos incaicos en distintas direcciones y cuya base de
sustentación fue la hidroagricultura y la minería de oro y plata",..... "la infraestructura de
esta instalación habría sido aprovechada por (el conquistador español) Pedro de Valdivia
para fundar la ciudad de Santiago.
Rubén Stehberg5 6 7
En ese antiguo "Santiago incaico" había un "tambo mayor" que fue usado por Pedro de
Valdivia para albergar los primeros cabildos y que correspondería a donde hoy está la
Municipalidad. Pero también había otros edificios administrativos y casas de mamaconas,
mujeres dedicadas al culto al sol.
Gonzalo Sotomayor18
Una contradicción a esta versión es que Valdivia colocó Santa Lucía al cerro de la ciudad
en honor a la santa del día. Pero el día de Santa Lucía es el 13 de diciembre, no el 12 de
febrero.19 En el año 2000 otras investigaciones realizadas destacaron que “los incas
nombraron un gobernador en Aconcagua llamado Quilicanta, el cual habría tenido a su
cargo “gente de guarnición” y colocaron otro en la cuenca de Santiago llamado Vitacura, a
cargo de “gente de presidio” Según el estudio existían dos variantes del “camino del Inca”
que se desprendían del valle de Aconcagua para juntarse nuevamente en las cercanías del
cerro San Cristóbal.En el mismo lugar donde los europeos instalaron su Plaza Mayor, la
plaza de armas, hay escritos que nombran un “tambo” gigante, característico de los
indígenas.Evidencias de arqueología se encontraron bajo algunos metros de la superficie
mientras analizaban la mitad sur de la cuenca del río Mapocho.20
De acuerdo a lo observado por Stehberg y Sotomayor, los vestigios arqueológicos señalan
la existencia del antiguo asentamiento incásico en Santiago, con influencias de las culturas
diaguitas y Aconcagua. Se habría tratado, acaso, de una ciudadela o pequeño
establecimiento de carácter agrícola muy ajeno al de las culturas locales hortícolas y
cazadoras-recolectoras que había antes, las que mantenían un modus vivendi más bien
disperso y falto de cohesión administrativa. De hecho, el del Valle del Mapocho pudo haber
sido el único establecimiento de este tipo en unos 500 km. a la redonda.
Rubén Stehberg.21
Esta administración incaica se emplazó entre el cerro Huelén, actual Santa Lucía, por el
oriente; los dos cauces del río Mapocho por el norte y sur; y por algún punto intermedio
entre las actuales calles Banderas y Brasil por el poniente, estos límites geográficos son los
mismos usados en la ciudad de Cuzco, Perú:
“Cuzco fue emplazada al pie de un cerro sagrado, Sacsayhuaman, y está flanqueado por
dos esteros que confluyen en el río de Cuzco. En ese sentido hay una similitud bastante
interesante”.
Rubén Stehberg22
El arqueólogo Stehberg , además, sostiene que este poblado debió ser algo similar a una
provincia, y el más austral del imperio del Tawantinsuyu.
Conquista española
Artículo principal: Conquista de Chile
Al oriente del cerro Santa Lucía se crearon dos fincas: una en 1546, que perteneció
posteriormente a Bartolomé Blumenthal (castellanizado como Bartolomé Flores) y otra en
1557, la de Juan Gómez. Ambos plantaron las primeras viñas del Valle Central. Hacia fines
del siglo XVIII, fueron subdivididas en diez quintas, lo que dio origen a los callejones que a
principios del s. XIX se convirtieron, entre otras, en las calles Padre Valdivia (antigua Los
Patos) y Victoria Subercaseux (antigua Tres Montes), aunque, debido al descuido, llegaron
a ser denominadas "basurero". Actualmente se encuentra allí el Barrio Lastarria.
Colonia
Salvo por las ermitas y algunas casas en sus faldas, el cerro no tuvo construcciones
importantes durante el período colonial.
Independencia
Artículo principal: Independencia de Chile
Periodo republicano
El diseño y las obras de ingeniería bajo Barros Arana, Diego "Historia General de Chile".
Tomo X. Editorial Universitaria. Santiago de Chile. 2000 quien además diseñó un edificio
anexo para depósito de municiones y albergue de la guarnición. De ellas, sobreviven los
sectores de arquitectura fortificada con troneras y almenas en el paseo, muy modificados
con el paso de los siglos. Esas baterías quedaron inconclusas, pero fueron terminadas más
tarde por el Gobierno Nacional, aunque en realidad jamás fueron utilizadas para su destino
original de defensa.
El Brigadier del Real Cuerpo de Ingenieros Manuel Olaguer Feliú diseñó y construyó en el cerro
Santa Lucía dos fuertes o castillos, uno al norte y otro al sur del cerro, con capacidad para ocho o
doce cañones cada uno.
En las primeras décadas de vida independiente de Chile como nación, la ciudad de Santiago
presentaba un aspecto modesto y provinciano y el cerro Santa Lucía para 1872 era un
montón de piedras, árido y rocoso. Aparte de los dos fuertes instalados por Marcó del Pont
en la época de la Colonia, no había otros edificios significativos.
Edificio del Observatorio Naval de Estados Unidos construido en la cima del cerro Santa Lucía en
1855. Detalle de una litografía en 360º de la ciudad.
En 1847, con la llegada a Santiago de una expedición de la Armada de los Estados Unidos a
cargo del teniente James T. Gilliss, se inicia la historia de la investigación astronómica en
el cerro Santa Lucía con la construcción de un observatorio astronómico ubicado en el
costado norte de la actual plaza Pedro de Valdivia. El Observatorio Astronómico Nacional
fue oficialmente inaugurado en 1852 y se constituyó en uno de los primeros observatorios
en Latinoamérica y quizá en el más activo durante el siglo XIX, ya que en esta época se
publicaron alrededor de 30 trabajos científicos en revistas internacionales especializadas de
Alemania, Inglaterra y Estados Unidos.
Transformación del cerro en paseo
Benjamín Vicuña Mackenna visita las obras del cerro Santa Lucía (1874).
Mejoras posteriores
En el siglo XX, como parte de un gran proyecto de mejoras urbanas realizadas en Santiago
con ocasión de la futura celebración del centenario de la República en 1910, se
construyeron en el cerro nuevas obras, la más importante, la construcción del acceso
monumental por el lado de la Alameda en 1903.
Ya en el siglo XXI, se han realizado una serie de mejoras como el reemplazo del sistema de
iluminación pública, la restauración y mejoramiento de las rejas de protección y la
recuperación del Castillo Hidalgo del abandono en que se encontraba, transformándolo en
un nuevo centro de eventos para la ciudad. El Cerro Santa Lucía fue declarado monumento
nacional el 16 de diciembre de 1983 mediante el decreto 1636 del Ministerio de Educación
Pública.
Tradicionalmente, desde 1825, se ha disparado una salva de cañón desde la cima del cerro
para anunciar el mediodía. Sin embargo, en varias ocasiones este cañonazo ha sido
suspendido por distintas razones. Entre ellas, se destacan las quejas por ruidos molestos que
llevaron, la última vez en 1996, a que se decretara la suspensión por cuatro meses de la
actividad. Por otro lado, después del terremoto ocurrido el año 2010, el cañonazo fue
suspendido para evitar posibles derrumbes del castillo Hidalgo24
En la ladera sur del cerro Santa Lucía, existe un monumento que consiste en una piedra de
dos metros de altura labrada con un párrafo extractado del texto de la carta que envió Pedro
de Valdivia al emperador Carlos V el 4 de septiembre de 1545, en la que describe las
bondades de la nueva tierra conquistada:
Y para que haga saber a los mercaderes y gentes que se quiesen venir a avecindar que
vengan; porque esta tierra es tal que para vivir en ella y perpetuarse, no la hay mejor en el
mundo, digolo porque es muy llana. Sanisima de mucho contento; tiene cuatro meses de
invierno no más que ellos si no es cuando hace cuarto la luna que llueve un día o dos todos
los demás hacen tan lindos soles que no hay para que llegarse al fuego, el verano es tan
templado y corren tan deleitosos aires que todo el día se puede el hombre andar al sol que
no le es importuno. Es la más abundante de pasto y sementeras y para darse todo género de
ganado y plantas que se puede pintar mucha e muy linda madera para hacer casas infinidad
otra de leña para servicio dellas y las minas riquísimas de oro e toda la tierra está llena dello
y donde quieran que quisieren sacarlo allí hallaran en que sembrar y con que edificar. Y
agua. Leña y yerba para sus ganados, que parece la crio Dios a posta para poderlo tener
todo a la mano.
Edificio Barco
El Edificio Barco está erigido en la intersección de las calles Merced con Santa Lucía, en
pleno centro de Santiago, y fue construido entre 1932 y 1934, sirviendo como ejemplo para
futuras edificaciones emblemáticas como la Escuela de Derecho de la Universidad de Chile
(construida por Juan Martínez en 1938).
Elegido por: José Cruz Ovalle, arquitecto, ganador del Spirit of Nature Wood Architecture
Award de Finlandia, en 2008 y autor del Campus Peñalolén de la Universidad Adolfo
Ibáñez.