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7 condiciones y enfermedades que pueden

ser detectadas por el OLOR que


provocan…
El olor corporal es una de esas cosas de las resulta difícil hablar y que, por lo
general, se suele atribuir a una mala higiene. Pasar varios días sin ducharse,
usar ropa sucia, no cepillarse los dientes a menudo o, simplemente, tener una
seria falta de limpieza, son los culpables típicos. Sin embargo, debes saber que
el olor corporal no siempre es causado por tales hábitos; ciertas afecciones
médicas pueden causar un hedor que está fuera de nuestro control. Primero,
para abordar las causas, debemos decir que, si bien hay glándulas sudoríparas
en todo el cuerpo, las apocrinas se concentran en las axilas, el cuero cabelludo
y la ingle.

Cuando el sudor de las glándulas apocrinas reacciona con las bacterias de la piel,
puede causar un olor corporal desagradable. Es cierto que la gran parte de este
problema podría solucionarse mediante una higiene adecuada; duchas regulares,
aplicarse desodorante, usar ropa limpia y un cepillado de dientes regular pueden
ayudar a controlar el olor corporal. No obstante, hay veces que incluso llevando
una higiene realmente increíble, el hedor es un problema persistente. ¿Por qué?
Más allá de eso, hay ciertos casos en que las enfermedades o condiciones
médicas pueden alterar el olor corporal de una persona.

Diabetes

Sí, por increíble que parezca, la diabetes es una de las causas más comunes
de hedor corporal. ¿Conoces la razón? Básicamente, cuando alguien que
posee la enfermedad no lleva ningún tipo de control sobre su nivel de azúcar
en la sangre, el organismo puede desarrollar otra afección llamada
cetoacidosis. Es posible que no hayas escuchado nunca este término, pero en
caso de padecerla, la persona no solo sufre de un aliento que se describe
como afrutado, sino que además desprende un olor corporal acre (áspero y
picante). La cetoacidosis es un problema grave y debe ser atendido por un
médico de inmediato.

Problemas de tiroides

Una glándula tiroides hiperactiva también puede hacer que la persona afectada
desprenda un olor desagradable. Para empezar, dicha glándula nos hace
sudar, y cuando se ve obligada a trabajar más de lo normal, como ocurre con el
hipertiroidismo, el cuerpo comienza a excretar una cantidad excesiva de sudor,
incluso con poco o ningún esfuerzo. La tiroides debe controlarse para ver si
funciona correctamente una vez al año o cada dos, ya que es una condición
tratable. Así que si percibes una cantidad poco natural de sudor y un olor
corporal algo incómodo, no dudes en consultar con tu médico.

En un agujero en el suelo, vivía un hobbit. No un


agujero húmedo, sucio, repugnante, con restos de
gusanos y olor a fango, ni tampoco un agujero seco,
desnudo y arenoso, sin nada en que sentarse o que
comer: era un agujero-hobbit, y eso significa
comodidad.

El Inca, en la terraza, vio caer el Sol, en la paz de la


tarde, oyendo la misma melodía que escuchara en el
camino la víspera. Los haravicus interrogaron con las
flautas, los naupachikas se internaron en el valle, pero el
Inca no supo si aquella música dolorosa y extraña era de
un hombre o de un ave. Ahora lo sentía algo más clara
aunque imprecisa, y aguzaba sus oídos para percibirla
mejor. ¿Era un ave? ¿Era un hombre?

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