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SARCOIDOSIS

Es una enfermedad en la cual se produce una inflamación en los ganglios linfáticos, los pulmones, el hígado, los ojos,
la piel y otros tejidos.

Causas

Se desconoce la causa de la sarcoidosis. Lo que se sabe es que cuando una persona tiene esta enfermedad, se
forman pequeñas masas de tejido anormal (granulomas) en ciertos órganos del cuerpo. Los granulomas son racimos
de células inmunitarias.

La enfermedad puede afectar a casi cualquier órgano del cuerpo, aunque lo más común es que afecte los pulmones.

Los médicos creen que tener ciertos genes hace que una persona sea más propensa a desarrollar sarcoidosis. Los
factores que pueden disparar esta enfermedad incluyen infecciones por bacterias o virus. El contacto con polvo o
químicos también puede ser un factor.

La enfermedad es más frecuente en personas afroamericanas que en personas blancas de ascendencia escandinava.
Las mujeres generalmente resultan afectadas con mayor frecuencia que los hombres.

El inicio de la enfermedad normalmente se da entre los 20 y 40 años de edad. Es muy poco común entre los niños
pequeños.

Una persona con un pariente consanguíneo cercano que tenga sarcoidosis tiene una probabilidad 5 veces mayor de
padecer esta afección.

Síntomas

Puede no haber ningún síntoma. Cuando se presentan síntomas, pueden involucrar casi cualquier parte o sistema de
órganos en el cuerpo.

Casi todas las personas tienen síntomas en el pulmón o el tórax:

 Dolor torácico (casi siempre detrás del esternón)

 Tos seca

 Dificultad para respirar

 Tos con sangre (poco frecuente, pero grave)

Los síntomas de malestar o indisposición general pueden incluir:

 Fatiga

 Fiebre

 Achaques o dolores articulares (artralgia)

 Pérdida de peso

Los síntomas cutáneos pueden incluir:

 Pérdida del cabello

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 Úlceras cutáneas firmes, rojas y levantadas (eritema nodoso), casi siempre al frente en la parte baja de las
piernas

 Erupción cutánea

 Cicatrices que resultan levantadas o inflamadas

Los síntomas neurológicos pueden incluir:

 Dolor de cabeza

 Convulsiones

 Debilidad o parálisis en un lado de la cara

Los síntomas oculares pueden incluir:

 Ardor

 Secreción del ojo

 Ojos secos

 Picazón

 Dolor

 Pérdida de la visión

Otros síntomas de esta enfermedad pueden incluir:

 Boca seca

 Episodios de desmayos si el corazón está comprometido

 Hemorragia nasal

 Hinchazón en la parte superior del abdomen

 Enfermedad hepática

 Hinchazón de las piernas si se compromete el corazón y los pulmones

 Rítmo cardíaco anormal si se compromete el corazón

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OSTEOPOROSIS

La osteoporosis es una enfermedad que afecta a los huesos y está provocada por la disminución de la masa ósea que
lo forma, tanto de las proteínas que constituyen su matriz o estructura como de las sales minerales de calcio que
contiene. Como consecuencia de ello, el hueso es menos resistente y más frágil de lo normal, tiene menos
resistencia a las caídas y se rompe con relativa facilidad tras un traumatismo, produciéndose fracturas o
microfracturas.

Causas de la osteoporosis

A lo largo de la vida, a medida que se destruye el


hueso, se va formando hueso nuevo, manteniendo un
equilibrio. Este proceso se denomina remodelado óseo.
A partir de la tercera década, el proceso de
remodelado cambia, y la formación de hueso nuevo se
hace más lenta, por lo que se produce de manera
natural una disminución de la masa del hueso. Cuando
esta pérdida de masa ósea se hace más severa se
produce osteoporosis.

Existen varias causas de la osteoporosis, o mejor dicho,


varios factores que favorecen su aparición:

 Envejecimiento: la edad avanzada, por sí misma, produce una disminución en la cantidad del hueso, por lo
que cualquier persona puede padecerla. El riesgo es mayor a partir de los 50 años.

 Peso: un IMC menor de 19 aumenta el riesgo de osteoporosis, puesto que tiene una relación directa con la
densidad ósea.

 Factores genéticos: existen genes relacionados con el desarrollo de la masa ósea, por lo que la incidencia de
la enfermedad es mayor en aquellas personas cuyos familiares directos tienen historia previa de fracturas
(padres o abuelos).

 Dieta pobre en calcio: el calcio es un alimento fundamental en la formación del hueso. Se encuentra sobre
todo en la leche y derivados lácteos como quesos, yogures, etcétera, y también en otros alimentos como
pescado azul y frutos secos.

 Sexo femenino: las mujeres tienen un riesgo cuatro veces mayor que los hombres de desarrollar
osteoporosis, especialmente tras la menopausia. Esto es debido a la reducción del número de estrógenos
(hormonas femeninas que intervienen en la formación de masa ósea) en esta etapa, que favorece una
disminución en el remodelado del hueso. Existe más probabilidad de padecer osteoporosis si la menopausia
se produce antes de los 40 años (menopausia precoz), debido por ejemplo a la extirpación quirúrgica de
ambos ovarios, o cuando falta la menstruación (llamado amenorrea) en deportistas, o en casos de anorexia
nerviosa por pérdida importante de peso. Además, las mujeres tienen una mayor esperanza de vida que los
hombres y, en general, su cantidad de masa ósea es menor (especialmente en mujeres excesivamente
delgadas).

 Raza: más frecuente en caucásicos y asiáticos.

 Algunas patologías: hay enfermedades que pueden desencadenar osteoporosis, como el hipertiroidismo o
el Síndrome de Cushing.

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 Inmovilización prolongada: ya sea por enfermedad o por un estilo de vida sedentario. El ejercicio es uno de
los estímulos para la formación del hueso.

 Algunos medicamentos: por ejemplo el uso prolongado de esteroides, corticoides, antiepilépticos o


fármacos para el tiroides.

 El exceso de tabaco, alcohol o café.

Síntomas de la osteoporosis

La osteoporosis suele cursar de manera asintomática hasta que se produce una fractura. Son denominadas ‘fracturas
por fragilidad’. Es un error común atribuir el dolor de extremidades, lumbar o de alguna articulación a la
osteoporosis. La osteoporosis no duele.

Las más frecuentes son las fracturas de las vértebras, y una gran mayoría son asintomáticas y se diagnostican de
manera accidental por una radiografía, u otra prueba de imagen que se solicita por otro motivo. Cuando presentan
síntomas, suelen cursar con dolor agudo o crónico (duración de más de seis meses), deformidades en la columna
(cifosis progresiva o, como se conoce popularmente, chepa o joroba) (dibujo de persona anciana con joroba) y
disminución de la talla. Se localizan sobre todo en la mitad inferior de la columna dorsal y en la mitad superior de la
columna lumbar.

Las fracturas de cadera (dibujo de cadera) son también muy prevalentes y afectan al 15% de las mujeres y al 5% de
los hombres de más de 80 años. Generalmente son consecuencia de una caída, y cursan con dolor agudo e
incapacidad para movilizar la extremidad afectada. A menudo el tratamiento de este tipo de fracturas es quirúrgico,
por lo que es una causa frecuente de ingreso hospitalario en personas ancianas.

Existen, por lo tanto, las siguientes formas de comienzo o síntomas que pueden indicar la presencia de osteoporosis:

 Detección en personas asintomáticas y sin historia de fracturas previas que presentan múltiples factores de
riesgo (pérdida de la menstruación antes de los 40 años, o tras cirugía de extirpación de los ovarios, historia
familiar de osteoporosis o fracturas, dieta inadecuada pobre en calcio, estilo de vida sedentario, abuso de
alcohol o tabaco, o tratamiento prolongado con determinados fármacos).

 Presentar fracturas de repetición de huesos largos (húmero, fémur o radio a nivel de la muñeca) de manera
espontánea, o ante mínimos golpes o caídas.

 Padecer fracturas vertebrales por un pequeño movimiento (toser, estornudar o agacharse), o incluso sin
relación con ningún desencadenante.

 Como consecuencia de fracturas vertebrales repetidas se puede producir, sobre todo en edades más
avanzadas, una mengua de la talla o aparición de joroba (por disminución de la altura de los cuerpos de las
vértebras).

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MIOAPTIA

Miopatía es un término usado para describir la enfermedad muscular. Las miopatías inflamatorias son un grupo de
enfermedades que implican inflamación muscular crónica, acompañada por debilidad muscular. Otra palabra para
inflamación crónica del tejido muscular es miositis.

Los tres tipos principales de miopatía inflamatoria crónica o persistente son polimiositis, dermatomiositis, y miositis
con cuerpos de inclusión.

CAUSAS

La inflamación muscular puede estar causada por una reacción alérgica, exposición a una sustancia tóxica o un
medicamento, otra enfermedad como cáncer o afecciones reumatoides, o un virus u otro agente infeccioso. Las
miopatías inflamatorias crónicas son idiopáticas, o sea que no se conoce la causa. Se piensa que son trastornos
autoinmunes, en los cuales los glóbulos blancos (que habitualmente combaten las enfermedades) atacan a los vasos
sanguíneos, las fibras musculares normales, y el tejido conjuntivo en los órganos, los huesos y las articulaciones.

SINTOMAS

Los síntomas generales de miopatía inflamatoria crónica incluyen debilidad muscular lenta pero progresiva que
comienza en los músculos proximales—aquellos más cercanos al tronco corporal. La inflamación daña las fibras
musculares, causando debilidad, y puede afectar las arterias y los vasos sanguíneos que atraviesan el músculo. Otros
síntomas incluyen fatiga luego de caminar o estar de pie, tropezarse o caer, y dificultad para tragar o respirar.
Algunos pacientes pueden tener dolor muscular leve o músculos que son sensibles al tacto.

La polimiositis afecta a músculos esqueléticos (involucrados en hacer movimientos) a ambos lados del cuerpo.
Raramente se ve en personas menores de 18 años; la mayoría de los casos se produce en pacientes entre 31 y 60
años. Además de los síntomas enumerados arriba, la debilidad muscular progresiva lleva a dificultad para tragar,
hablar, levantarse desde una posición sentada, trepar escaleras, levantar objetos o alcanzar por encima de la cabeza.
Los pacientes con polimiositis también pueden tener artritis, falta de aliento, y arritmias cardíacas.

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La dermatomiositis está caracterizada por una erupción cutánea que precede o acompaña a la debilidad muscular
progresiva. La erupción tiene aspecto irregular, con decoloraciones rojas o azul-purpúreas, y se desarrolla
característicamente en los párpados y en los músculos usados para extender o estirar articulaciones, inclusive los
nudillos, codos, talones y dedos de los pies. También pueden producirse erupciones rojas en la cara, el cuello, los
hombros, el torso superior, la espalda y otros lugares, y puede haber inflamación en las áreas afectadas. A veces la
erupción se produce sin participación muscular obvia. Los adultos con dermatomiositis pueden bajar de peso o
tener una febrícula, tener los pulmones inflamados, y ser sensibles a la luz. La dermatomiositis del adulto, a
diferencia de la polimiositis, puede acompañar a tumores de mama, de los pulmones, los genitales femeninos o los
intestinos. Los niños y los adultos con dermatomiositis pueden tener depósitos de calcio, que aparecen como
nódulos duros bajo la piel o en el músculo (llamados calcinosis). Frecuentemente la calcinosis se produce 1-3 años
después del inicio de la enfermedad pero puede aparecer muchos años después. Estos depósitos se ven más a
menudo en la dermatomiositis de la infancia que en la dermatomiositis que comienza en los adultos. La
dermatomiositis puede estar asociada con enfermedades vasculares del colágeno o autoinmunes.

En algunos casos de polimiositis y dermatomiositis, los músculos distales (que se alejan del tronco corporal, como los
de los antebrazos y alrededor de los tobillos y las muñecas) pueden afectarse a medida que evoluciona la
enfermedad. La polimiositis y dermatomiositis pueden estar asociadas con enfermedades vasculares del colágeno o
autoinmunes. La polimiositis también puede asociarse con trastornos infecciosos.

La miositis con cuerpos de inclusión (MCI) está caracterizada por debilidad muscular progresiva y emaciación
muscular. MCI es similar a la polimiositis pero tiene sus propias características distintivas. El inicio de la debilidad
muscular generalmente es gradual (en meses o años) y afecta tanto a los músculos proximales como distales. La
debilidad muscular puede afectar solamente un lado del cuerpo. Pequeños agujeros llamados vacuolas se observan
en las células de las fibras musculares afectadas. Generalmente caerse y tropezarse son los primeros síntomas
notables de MCI. Para algunos pacientes el trastorno comienza con debilidad en las muñecas y los dedos que causa
dificultad para pellizcar, abotonarse y agarrar objetos. Puede haber debilidad en la muñeca, los músculos de los
dedos y atrofia (adelgazamiento o perdida de masa muscular) de los músculos de los antebrazos y los cuadriceps de
las piernas. La dificultad para tragar se produce aproximadamente en la mitad de los casos. Generalmente los
síntomas de la enfermedad comienzan después de los 50 años de edad, aunque la enfermedad puede aparecer más
temprano. A diferencia de la polimiositis y la dermatomiositis, MCI se produce más frecuentemente en hombres que
en mujeres.

La miositis juvenil tiene algunas similitudes con la dermatomiositis y polimiositis del adulto. Típicamente afecta a
niños entre 2 y 15 años de edad, con síntomas que incluyen debilidad muscular proximal e inflamación, edema (una
colección anormal de líquido dentro de los tejidos corporales que causa inflamación), dolor muscular, fatiga,
erupciones cutáneas, dolor abdominal, fiebre y contracturas (acortamiento crónico de músculos y tendones
alrededor de las articulaciones, causado por la inflamación en los tendones musculares, lo que previene que las
articulaciones se muevan libremente). Los niños con miositis juvenil también pueden tener dificultad para tragar y
respirar, y puede estar afectado el corazón. Aproximadamente 20 al 30 por ciento de los niños con dermatomiositis
juvenil desarrolla calcinosis. Los pacientes juveniles pueden no mostrar niveles mayores que lo normal de la enzima
muscular creatina cinasa en su sangre pero tienen niveles mayores que lo normal de otras enzimas musculares.

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