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Bruno Julius Florian Taut, visionario de la arquitectura del tercer milenio, nace en
Konigsberg, Alemania en 1880. En ese momento histórico específico, la arquitectura
mostraba como hecho sobresaliente la influencia (en Europa) del movimiento
denominado Arts and Crafts (Artes y Oficios) que se había originado en Inglaterra
con la obra de W. Morris, quien defendía el valor de lo artesanal frente a lo
industrial. Ya hacia el 1900 este movimiento estaba en la plenitud de su expresión
tomando diversas manifestaciones de acuerdo al país en el que se manifestaba. En
Alemania se le llamo Jugendstil; en Francia Art Nouveau, en Inglaterra Modern Style
y en España Modernismo.
Frente a este panorama del modernismo y desde el año 1910 en adelante empiezan
a surgir en Europa las primeras vanguardias arquitectónicas que propugnaban el
rechazo del modernismo y la utilización de formas irracionales y fantásticas. En
Alemania este movimiento de vanguardia se conoció con el nombre de
expresionismo.
Uno de los principales meritos de Bruno Taut fue líderizar este movimiento que en
parte también nace como una reacción a los métodos de composición proyectual y
el vocabulario iconográfico vigente durante el siglo XIX. La aparición del modernismo
ya representa un avance con respecto a este vocabulario iconográfico, ya que esta
tendencia se opuso a organizaciones como L’ecole de Beaux Arts, que preconizaba la
arquitectura clásica europea, hija de los valores del renacimiento, rico en cánones
figurativos pero de un excesivo academicismo. En contraposición a esta influencia, el
expresionismo surge como un movimiento contestatario en todas las áreas del arte y
en toda la geografía europea [Alvarado, M. 2004]. Recordemos a Gustav Mahler
(Musica) Wassily Kansdinsky (Pintura) y a Erick Mendelson (Arquitectura).
En el caso concreto de Bruno Taut, las primeras evidencias expresionistas las
encontramos en una simplificación y estilización de la iconografía clásica, así como
en la utilización de estilos arquitectónicos aparentemente disímiles como puede
constatarse en el pabellón del vidrio de la exposición del Werkbund de Colonia , uno
de los edificios que mejor combina la tradición antigua, manifestada en su cúpula
con la tradición moderna evidenciada a través de los diferentes materiales utilizados.
Fue la imagen del pabellón del vidrio de Colonia (o casa de cristal) así como otros
proyectos que no llegaron a ejecutarse lo que le dio a Bruno Taut fama de utopista y
de forjador de la imagen del futuro. Otro de los aspectos interesantes de la
arquitectura de Bruno Taut es su parentesco con las sociedades herméticas de la
antigüedad: muchos de sus proyectos rinden culto a teosofía y numerosofia, a la
simbología masónica y cristiana y están enraizados en la tradición mística y esotérica.
Hacia el año 1919 Bruno Taut abandona el “Arbeitsrat Für Kunst”, organización a la
que contribuyo poderosamente con su creación y de posición ideológica renovadora
y progresista pero que sin embargo según el, no exploraba las visiones utópicas y los
criterios expresionistas. Habiendo renunciado a la dirección de esta organización
Bruno Taut comienza una secuencia de exploraciones, comunicaciones y escritos con
artistas y arquitectos enmarcados sobre todo en la corriente expresionista.
Para Bruno Taut el expresionismo, más que una postura estética representó una
postura de pensamiento, aglutinándose en un grupo que reunió a especialistas de
distintas áreas. Sus creaciones interdisciplinarias incluyeron pintura, literatura,
música, arquitectura, teatro, cine etc.
El cristal es uno de los símbolos mas importantes en la obra de Bruno Taut y a la vez
representa la totalidad y lo supremo. La naturaleza milagrosa del arte y en este caso
de la arquitectura esta profundamente arraigada en este símbolo que refleja además
la claridad, la precisión y el estado cristico que tanto buscó el arquitecto en sus
indagaciones y búsquedas esotéricas.
Es sabido que las consideraciones de Bruno Taut sobre el cristal tuvieron un apoyo
inmediato en personalidades como Paul Scheerbart, poeta y crítico del arte, quien
entre muchos otros imaginaba una cultura elevada mediante el uso del cristal y su
postura ideológica buscaba una recomposición de la sociedad. Esta idea de
simbolizar el cristal y llevarlo a una transparencia fue retomado por algunos países
como en el caso de Francia, en donde se intento representar el estamento
administrativo mediante una transparencia que tomo su concreción en arquitecturas
de cristal realizadas en muchas partes del país.
Para finalizar diremos que la arquitectura expresionista de Bruno Taut fue una de las
primeras manifestaciones de una sensibilidad visionaria que rechazo intensamente la
tradición a favor de las posibilidades de las nuevas vanguardias. Su propuesta y
corriente ideológica tuvo influencia en muchas de las vanguardias del siglo XX y su
nueva mirada hizo posible un nuevo entendimiento de la esencia de las cosas y el
inicio de un nuevo orden.