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El documento describe el caso de Eva, una mujer que estaba recibiendo tratamiento en un centro de rehabilitación. Eva había causado problemas recientemente en el centro por su comportamiento, por lo que los directores decidieron despedirla. Cuando le comunicaron su despido, Eva intentó justificar su comportamiento culpando a su personalidad emotiva. A pesar de haber mostrado progreso inicial, recientemente Eva había empezado a hablar positivamente de su pareja alcohólica, lo que preocupó a los directores y los llevó a intentar convencerla de no regresar a su casa
Descripción original:
Este libro da cuenta las duras condiciones que atraviesan los bebes y niños pequeños que son hijos de drogadictos. Los acontecimientos narrados en este libro son reales y sucedieron en la ciudad de Nueva York, donde una organización cristiana llamada teen Challenge, dirigida por el pastor David Wilkerson intento proteger a estos pequeños, victimas de la adición de sus jóvenes padres.
El documento describe el caso de Eva, una mujer que estaba recibiendo tratamiento en un centro de rehabilitación. Eva había causado problemas recientemente en el centro por su comportamiento, por lo que los directores decidieron despedirla. Cuando le comunicaron su despido, Eva intentó justificar su comportamiento culpando a su personalidad emotiva. A pesar de haber mostrado progreso inicial, recientemente Eva había empezado a hablar positivamente de su pareja alcohólica, lo que preocupó a los directores y los llevó a intentar convencerla de no regresar a su casa
El documento describe el caso de Eva, una mujer que estaba recibiendo tratamiento en un centro de rehabilitación. Eva había causado problemas recientemente en el centro por su comportamiento, por lo que los directores decidieron despedirla. Cuando le comunicaron su despido, Eva intentó justificar su comportamiento culpando a su personalidad emotiva. A pesar de haber mostrado progreso inicial, recientemente Eva había empezado a hablar positivamente de su pareja alcohólica, lo que preocupó a los directores y los llevó a intentar convencerla de no regresar a su casa
dario, pero nunca podíamos saber a ciencia cierta si Los atribuíamos a su personalidad, sumamente emoti estaba. Joan tenía siempre una actitud lejana, incluso cuando estaba sobria va. . La mayoría de nuestros conversos sienten nosta 1gia Eva había producido una crisis en la disciplina del por su propia casa después de pasar algunas semanas Centro, y eso me recordó que tenía la intención de con nosotros, y aunque desearíamos que, en u~a fase conversar con ella. Lo había ido demorando, porque tan temprana de su rehabilitación, no se sometieran a sabía lo que a fin de cuentas iba a tener que decirle. las tentaciones de su antiguo barrio, teníamos que Donald y yo habíamos acordado que despediríamos a Eva. darles permiso. No tenemos otro control sobre ellos, más que el que nace de la voluntad que tengan de Me parece que, cuando vino a mi oficina, ya sabía lo aceptar la ayuda que les ofrecemos. Eva fue como una que se le avecinaba. Tenía una sonrisa forzada y artifi excepción, ya que no quiso ir a su casa después de l~s cial, y perdió tiempo en admirar mis muebles de segun da mano. primeras semanas; de hecho, afirmaba que n? qu~na regresar nunca a su casa. "En cuanto vea a rm mando Eva, nos has estado causando muchos problemas acercarse una botella a los labios, saldré corriendo a comencé. buscar al traficante más cercano", dijo entonces. Con Oh, no me extraña que esté enojado conmigo el tiempo, los sentimientos de Eva acerca de su com me interrumpió. Toda mi familia se queja de mí pañero fueron cambiando y comenzó ~ echarlo de por las cosas que hago. iNo lo puedo evitar, hermano menos. Después de haberle hablado vanas v~ces por David! teléfono, incluso comenzó a hacer comentanos algo Vamos a ver, Eva. Te oí decir lo mismo cuando favorables acerca de él. Quizá lo podría convencer de viniste por primera vez hace unos meses, y sigue siendo que viniera al Centró, pensaba. Habíamos escuchado un embuste le dije. . antes esas palabras y temíamos que se fuera a meter en Su problema era la actitud que tenía; parecía disfru problemas, por lo que tratamos de convencerla de que tar demasiado mintiendo como para comprender que no fuera a su casa. Habíamos visto a conversos que hubiera algo de malo en ello. regresaban para ir a buscar a alguien que habían aban Eva había ido hace poco a pasar un fin de semana a donado, y no solían volver. . . . su casa, y hasta ese momento habíamos pensado que Eva nos sorprendió cuando, el lunes siguiente al fin estaba avanzando bastante bien. Era una persona lista, de semana que pasó en su casa, llegó ~ la hora de que probablemente hubiera conseguido mucho. Tam reunirse en la capilla. Se veía muy presumida al senta~ bién lloraba con facilidad, con sollozos tan profundos se en la primera fila, cosa que nunca antes se babia que no teníamos ninguna razón para dudar de ellos. atrevido a hacer. Yo me encontraba sentado unas cuan tas filas detrás de ella, junto a Donald, y ambos lanza