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REDUCCIÓN DE CONSUMO DE TABACO 1

Resumen

De todos los problemas emergentes de salud pública, el


tabaquismo ocupa un lugar especial. Existe evidencia
científica que demuestra los graves daños a la salud que
produce, no sólo a quienes fuman, sino también a aquellos
que en forma involuntaria se ven expuestos al humo del
tabaco. En nuestro país hay 16 millones de fumadores, cifra
en sí alarmante, pero si se añade a los 48 millones de
fumadores involuntarios o pasivos, resulta que más de 60
millones de personas, es decir, la mitad de la población
mexicana, están expuestas a los daños producidos por el
tabaco. El presente estudio tuvo como propósito la
elaboración de un Programa de Reducción Gradual de
Consumo de Cigarros. Se contó con un participante de 20
años de edad, de sexo masculino. Se obtuvo una línea base
durante 15 días para observar el promedio de cigarros,
posteriormente se dio inicio a cuatro fases de intervención,
en las cuales se fue reduciendo el consumo de cigarros
mediante la autorregulación del participante y la aplicación de
estímulos aversivos en situaciones especificas. Se
emplearon pruebas para medir diversos aspectos del
fumador. Los resultados obtenidos, fueron la reducción del
consumo de cigarros de acuerdo a lo esperado.
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Programa de reducción gradual de consumo de tabaco

De todos los problemas emergentes de salud pública, el tabaquismo ocupa un


lugar especial. Hoy, hay evidencia científica que demuestra los graves daños a la
salud que produce, no sólo a quienes fuman, sino también a aquellos que en
forma involuntaria se ven expuestos al humo del tabaco. En nuestro país hay 16
millones de fumadores, cifra en sí alarmante, pero si añadimos a los 48 millones
de fumadores involuntarios o pasivos, resulta que más de 60 millones de
personas, es decir, la mitad de la población mexicana, están expuestas a los
daños producidos por el tabaco.
El Consejo Nacional contra las Adicciones está llevando a cabo acciones de
prevención, tratamiento, rehabilitación e investigación, así como campañas de
comunicación y movilización social en las que participan diversos organismos de
los sectores público, social y privado. El Instituto Nacional de Enfermedades
Respiratorias, INER, institución pionera en este campo, cuenta con un programa
ejemplar para la instalación de clínicas de tabaquismo. En la UNAM, desde el año
de 2001 funciona una Clínica Contra el Tabaquismo en la Facultad de Medicina.
Sin desconocer los avances que en la lucha contra el tabaquismo ha
alcanzado nuestro país, debemos reconocer que los resultados no son los
deseados, ya que la tasa de fumadores en jóvenes de 12 a 18 años continúa en
ascenso.
Cada vez que un país desarrollado gana un juicio contra la industria
tabacalera, como consecuencia, el comercio se desplaza a países menos
desarrollados, situación inadmisible desde el punto de vista ético. (Dr. Julio Frenk
Mora, 2001.)
En nuestro país los reportes mencionan 147 decesos diarios asociados al
tabaquismo, aproximadamente 55 000 al año, y de persistir los patrones de
consumo actuales, cada vez serán más las personas que mueren por causas
asociadas al consumo de tabaco, se perderá un número mayor de años de vida
saludable y se estima, que los altos costos actuales a la salud y la economía del
país, podrán rebasar los presupuestos destinados a las instituciones de salud.
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Si tomamos en cuenta los datos de las encuestas nacionales de adicciones
que señalan que el número de fumadores aumentó de 9.2 millones a más de 16
millones entre 1988 y 2002; podemos decir que el tabaquismo en México
constituye un problema de salud pública que aumenta, pero sobre todo nos
preocupa el inicio temprano del hábito tabáquico, principalmente por el género
femenino.

La sustancia.

El principal componente químico del tabaco, alcaloide líquido oleoso e


incoloro (C10 H14 N2) es la nicotina, sustancia farmacológicamente activa de
doble efecto, estimulante y sedante, y la principal responsable de la adicción, por
el estímulo placentero que produce al activar la vía dopaminérgica y los receptores
colinérgicos y nicotínicos del sistema nervioso central. Otros factores que influyen
en la dependencia son el sabor, el aroma y el ritual que se establece durante el
proceso de fumar, así como la interacción social que se presenta entre fumadores.
La nicotina se absorbe con facilidad por la piel, las mucosas y los pulmones.
La forma más frecuente de administración de esta sustancia es fumada.
El consumo de nicotina en grandes dosis paraliza el sistema nervioso
autónomo, impidiendo la transmisión de impulsos a través de los espacios
intercelulares de las neuronas (espacios sinápticos), en dosis mayores puede
producir convulsiones y muerte.
El estímulo gratificante inicial va seguido de depresión y fatiga, lo que lleva
al adicto a administrarse más nicotina, tanto para obtener los efectos deseados,
tales como placer o mejora del rendimiento, como para evitar el síndrome de
abstinencia que se caracteriza por ira, ansiedad, necesidad de consumo, dificultad
para concentrarse, hambre, impaciencia e intranquilidad.
El uso habitual de la sustancia hace que, durante el día, se acumulen en el
cuerpo concentraciones de nicotina que persisten durante la noche. Por lo tanto,
las personas que fuman cigarrillos en forma continua, exponen su organismo a los
efectos de la nicotina las 24 horas del día.
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Los fumadores tienen una disminución en el rendimiento para el ejercicio
máximo y un sistema inmunológico menos eficaz comparado con la población no
fumadora.
En cada inhalación las mucosas de boca, nariz, faringe y árbol traqueo-
bronquial resultan expuestas al humo del tabaco. Los principales componentes de
este humo son la nicotina y otros alcaloides carcinógenos, el monóxido de carbono
y sustancias tóxicas e irritantes, que actúan directamente sobre las mucosas se
absorben por la sangre o se disuelven en la saliva y se degluten. El monóxido de
carbono, que se desprende de la combustión del tabaco, tiene alto poder tóxico,
que no suele producir síntomas clínicos evidentes salvo en circunstancias
extremas, pero es el principal responsable de la poliglobulia y reducción de
oxigeno en fumadores empedernidos, lo que se considera un importante factor de
riesgo para la ateroesclerosis.
Aspectos medico-físicos del tabaquismo.
Los daños producidos por fumar en exceso no se manifiestan
inmediatamente sino que existe un periodo de latencia que puede ser de muchos
años entre el inicio y la aparición de los síntomas relacionados con la adicción.
Las enfermedades más comunes asociadas al tabaquismo son las
siguientes:
Enfermedades respiratorias. En 24 horas se respiran cerca de 10,000 litros
de aire, la mayoría de las veces, conteniendo una gran cantidad de agentes
nocivos, para los cuales el organismo no cuenta con suficientes mecanismos de
defensa (INER 1991).
Las enfermedades iniciales producidas por el tabaquismo modifican estos
mecanismos de defensa pulmonar. Uno de los cambios iniciales es la parálisis
ciliar, cuya función principal es la de eliminar a todos aquellos agresores que han
logrado pasar las primeras líneas y han penetrado el tracto respiratorio inferior. Al
paralizarse los cilis, las partículas extrañas no serán expulsadas y su efecto nocivo
se facilitará de gran manera. Las alteraciones anatómicas responsables del
deterioro funcional, son el edema de la mucosa, la hipertrofia y la hiperplasia de
las glándulas mucosas y el bronco espasmo.
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Sintomatología respiratoria en el fumador. Conforme aumenta de dosis,
comienza apareciendo la “tos del fumador”, con características de ser aislada de
predominio matutino, seco o acompañado de escasa expulsión mucosa. Tarde o
temprano el fumador, presentara la tos del bronquítico, que es más intensa en
accesos y acompañada de mayor expectoración. (INER, 1991).
Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). Los pacientes con
EPOC presentan tos, expectoración y disnea. La expectoración por lo general es
muy mucoide y cuando cambia de coloración amarillo-verdosa, se traduce en una
infección bacteriana agregada. Cuando el padecimiento no está muy avanzado, la
disnea aparece únicamente con el ejercicio a medida que se agrava, la disnea
evoluciona con pequeños esfuerzos y casos muy avanzados incluso en reposo.
El tabaco, es el factor de riesgo mayor para el desarrollo del infarto al
miocardio en el individuo joven. En un principio, dosis bajas de nicotina, producen
estimulación en el sistema nervioso central (SNC) y cantidades altas, de depresión
del centro respiratorio, además de taquicardia e hipertensión, trastornos de la
coagulación así como la liberación de la hormona antidiurética y catecolaminas.
La enfermedad isquémica del corazón y los tumores malignos de pulmón,
bronquios y tráquea ocuparon los primeros lugares en la mortalidad general en
1998. La tasa de mortalidad por cáncer pulmonar es más elevada en los hombres,
un reflejo del mayor consumo en este grupo, y desde 1985 hasta 1998 se ha
incrementado en más de 20% en ambos sexos. Se estima que en México más de
44 mil mexicanos murieron en 1998 por enfermedades relacionadas con el
consumo de tabaco.
Estas muertes representan el 10% de las muertes nacionales. En un
estudio hecho en 1992, se compararon los datos de 1970, 1980 y 1990, y se
observó un incremento en las tasas de mortalidad de las principales causas de
muerte relacionadas con el tabaco. La tasa de cáncer pulmonar aumentó 220% y
la enfermedad coronaria 188%. Si bien existe un incremento en la esperanza de
vida en este periodo, que pudiera explicar de manera directa el aumento de estas
enfermedades crónicas no transmisibles, se conoce además un incremento del
tabaquismo, con un mayor número de muertes por enfermedades atribuibles a su
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consumo y que se pudieron evitar disminuyendo el tabaquismo. La cesación
disminuye el riesgo cardiaco de cáncer pulmonar y de muerte prematura, de tener
hijos de bajo peso al nacer, y mejora la función pulmonar si no hay daño
irreparable. Asimismo, disminuye el riesgo de daños a la salud en los fumadores
involuntarios. (Salud Publica de México, 2001).

Tipos de fumadores.

Social. El fumador tiene reforzadores positivos en el ambiente que crean en


el inconsciente imágenes de sexualidad, aventura, madurez, intelectual,
sofisticación, etc. Generalmente fuma en reuniones, cuando está acompañado y
puede inhalar superficialmente.
Manipulación. Este tipo de fumador disfruta los movimientos que se
ejecutan en el acto de fumar (es todo rito desde sacar y prender el cigarrillo). Lo
utiliza para ocupar las manos y obtener satisfacción a nivel sensorial y motriz.
Sedante. Este fumador lo hace por placer, encendiendo un cigarrillo ante
una taza de café, al leer un libro o escuchar música. Para ésta clase de personas,
el fumar sirve para fortalecer sus sentimientos positivos; lo hacen en forma
irregular y pueden pasarse mucho tiempo sin fumar en absoluto. La dependencia
farmacológica todavía no es acentuada.
Relajación. Muchos fumadores afirman que fumar les relaja. Esto puede
explicarse a que están condicionados a fumar cuando están relajados.
Probablemente disfruten de un cigarrillo después de una comida, cóctel o café,
siendo los cigarrillos un tipo de recompensa, una forma de disfrutar un poco más.
Estimulación. Utiliza el cigarrillo para obtener energía cuando tiene, mucha
presión. Fuma cuando está tenso o fatigado; fumar le proporciona a este individuo
alivio transitorio pues el cansancio parece desvanecerse. Esta clase de alivio
inmediato puede llevar a un alto grado de dependencia de la nicotina.
Necesidad. La gente que necesita por lo menos un cigarrillo cada 30
minutos; siente que pierde algo cuando no está fumando (incluso se levanta por la
noche en busaca de cigarrillos). Es un verdadero adicto a la nicotina.
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Dependencia. Esta forma de fumar es completamente automática, el
fumador enciende un cigarrillo incluso teniendo otro en el cenicero, fumar se
vuelve algo casi inconsciente; ya no disfruta fumando, solamente compra y quema
paquetes de cigarrillos para no experimentar el síndrome de abstinencia (Rusell,
1979).
Pasivo. Se llama al hecho de aspirar el humo del tabaco presente en el aire
que nos rodea. Este humo puede contener 4,000 sustancias químicas, 40 de ellas
provocan cáncer. El 15% de humo del cigarro es inhalado por el fumador y el 85%
restante va directamente al aire. El problema no lo constituye únicamente el humo
visible, sino también los gases no visibles que pueden aspirarse
involuntariamente.
El humo que inhala este fumador pasivo es el de la corriente secundaria,
que contienen tres veces más nicotina y alquitrán que la corriente principal que
aspira el fumador, unas cinco veces más monóxido de carbono y cincuenta veces
más la cantidad de amoniaco que el humo original. Un fumador pasivo y expuesto
al tabaco durante una hora, inhala una cantidad equivalente a 2-3 cigarros.
El tabaquismo pasivo es más que una molestia. Es un riesgo para la salud
ya que se ha demostrado que incrementa el riesgo de padecer cáncer de pulmón
en los no fumadores.

Dependencia al tabaco.

Fumar no solo es un “hábito”. También, es una adicción, ya que, de acuerdo


con el DSM-IV, el hecho de fumar tabaco cumple con todos los criterios que
definen al consumo de una sustancia como tal: existencia de tolerancia,
dependencia, síndrome de abstinencia, comportamiento compulsivo, ansiedad,
desequilibrio físico y/o psicológico, aparición de la disforia o abatimiento, insomnio,
ansias o deseos de nicotina, irritabilidad, frustración o enfado, dificultad de
concentración, descenso o aumento en la tasa cardiaca, aumento en el apetito o
ganancia de peso y dificultades en el descanso.
La responsable de la dependencia es la nicotina, sustancia con un gran
poder de adicción similar o mayor al de otras drogas como la heroína o cocaína
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Al hablar de dependencia al tabaco, se debe de distinguir entre tres tipos de
dependencia íntimamente relacionados entre si:
Dependencia Física.- provocada por al nicotina y responsable del síndrome
de abstinencia.
Dependencia Psicológica.- se fundamenta en procesos de
condicionamiento, propios de cada fumador, por lo que, por años el tabaco es el
”amigo” que acompaña inseparablemente en circunstancias y situaciones
determinadas, de tal manera, que la persona no sabe vivirlas sino es en su
compañía (después de la comida, con el café, al hablar por teléfono, leyendo, etc.)
Dependencia Social.- se basa en la aceptación social del tabaquismo y en
las presiones ambientales que inician al consumo de tabaco: publicidad, presión
del grupo de adolescentes, imagen de seguridad y de dominio de la situación,
acontecimientos sociales, etc.
Modelos de adquisición y mantenimiento de la conducta de fumar.
Se han propuesto distintas teorías explicativas, sin embargo hay que
diferenciar entre lo que es la adquisición de la conducta de fumar y la
consolidación del consumo.
Mausner y Platt elaboran en 1971, un modelo que parte del hallazgo de que
las razones típicas para comenzar el consumo de cigarros, suelen ser la
curiosidad, la conformidad con los patrones del grupo de compañeros o amigos, la
rebelión, el conformismo y la identificación con los adultos.
Becoña (1994), dice que el proceso de hacerse fumador puede
especificarse en cuatro fases: la adquisición, la consolidación del consumo o fase
de fumador regular, el abandono del tabaco pasando a ser fumador y la posterior
recaída y/o mantenimiento.
En función de los estudios y evidencia existentes hasta la actualidad, se
considera que existen ocho factores implicados en la adquisición de la conducta
de fumar. (Roales, Nieto 1994).
1. Factores de predisposición.
2. Características sociodemográficas.
3. Disponibilidad
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4. Coste económico.
5. Publicidad y presión social al consumo.
6. Factores cognitivos y de expectativa ante los cigarros.
7. Carencia de estrategias adecuadas de afrontamiento ante el aburrimiento y el
control del peso corporal.
8. Efectos fisiológicos y psicológicos de los primeros cigarrillos
Abandono del consumo de tabaco.
Tomar conciencia real y objetiva, sobre la salud y el tabaco significa por
parte del fumador tomar conciencia de lo que conlleva fumar, y justo en esta toma
de conciencia es donde puede el fumador cambiar de actitud y comenzar el
proceso de dejar de fumar.
En todos los casos, la persona que fuma sigue un proceso que atraviesa
diversas áreas de evolución a nivel cognitivo que comienza con un cambio de
actitud para concluir con un intento de abandono del tabaco.
Prochaska y DiClemente (1982), definieron el Modelo Espiral de las Etapas
del Cambio, el cual describe las siguientes fases:
1. Fase de Precontemplación
En esta fase, están inmersos entre el 30 y el 35% de los fumadores. No hay
intención alguna de cambio por parte del sujeto en un futuro próximo. En esta
etapa no es que no se vea la solución, realmente lo que no se ve es el problema.
La señal que caracteriza al fumador en esta fase, es la resistencia a conocer o
modificar los hábitos. Por lo general, están mal informados y no quieren hacer un
intento de cambio de conducta en los próximos seis meses.
2. Fase de contemplación
Representado por el 50 y 60% de los fumadores. Éstos, piensan dejar de
fumar en los próximos seis meses. Son conscientes de la existencia de un
problema y empiezan a no estar contentos con su conducta; aquí los “pros”
igualan a los “contras”.
Han intentado dejar de fumar más de una ocasión y han fracasado. El
elemento central de esta etapa es la firme consideración en la resolución del
problema.
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3. Fase de preparación
Entre el 10 y el 15% de los fumadores se encuentran en esta fase. Existe
un planteamiento de dejar de fumar en el próximo mes. Es la etapa que combina
intención con decisión.
3.1. Fase de acción
Es la etapa en la que el individuo se modifica a sí mismo o modifica su
comportamiento, experiencias o entorno con el fin de superar sus problemas.
El fumador esta inmerso en el intento de abandono del tabaco, ha logrado
abstinencia y lleva menos de seis meses sin fumar.
En este periodo las posibilidades de recaída son todavía altas, pero superar
el umbral de los seis meses, disminuyen de manera espectacular.
3.2. Fase de mantenimiento
Se inicia cuando el individuo lleva seis meses sin fumar. Es la etapa en la
que se trabaja para prevenir las recaídas consolidando los resultados obtenidos en
la fase anterior.
4. Recaídas
El proceso de abandono es complejo; es un proceso de progresión y a
veces por las diferentes fases donde son frecuentes los episodios de recaída. En
el tratamiento de adicciones las recaídas representan más a la norma que a la
excepción; la progresión lineal es un fenómeno posible pero bastante raro.
Existen individuos en los que el proceso de abandono se lleva a cabo de
forma lineal pasando de la fase de contemplación a la de preparación, acción y
mantenimiento de forma sucesiva pero, son pocos lo que lo consiguen en el primer
intento, lo habitual es que sufran recaídas que les devuelvan a etapas anteriores.
Algunas personas al recaer se sienten fracasadas, desconcertadas,
culpables y avergonzadas, resistiéndose a pensar en el cambio de
comportamiento e involucionando hasta la fase de precontemplación
(aproximadamente el 15% retorna a esta fase).
En la mayoría de los casos retornan a etapas de contemplación o
preparación, comienzan los planes para un próximo intento de “acción” mientras
tratan de aprender de sus recientes esfuerzos. Cada vez que un fumador se
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mueve por las distintas fases, aprende de sus errores y avanza en el camino del
éxito.
Cuando el individuo se encuentra en la fase de acción, puede sufrir una
recaída y volver a fumar. Si el consumo es escaso y abarca un periodo corto de
tiempo, no tienen porqué representar un retorno al hábito; sin embargo este hecho
puede acarrear una pérdida de confianza por lo que el profesional deberá aplicar y
reanimar al fumador para que persista en su empeño.
Como es lógico, al principio la motivación juega un papel relevante, pero es
la confianza y la seguridad que el sujeto tenga en si mismo junto con un ambiente
favorable, la base fundamental del mantenimiento.

Factores que pueden conducir a la recaída.

Se diferencia entre dos tipos de factores que inciden en la recaída en el


consumo de tabaco: personales y ambientales.
Entre los primeros se destaca el grado de adicción, estrés o la depresión y
el peso.
El síndrome de abstinencia nicotínica es la principal causa de recaída en
consumo de tabaco por parte de quienes intentan dejar de fumar.
Los principales síntomas y signos del síndrome de abstinencia nicotínica,
según el DSM-IV (2000) son:
Síntomas físicos. Mareo, sudoración, cefalea insomnio o somnolencia,
aumento de apetito y de peso, deterioro de las capacidades psicomotoras, catarro
y tos disminución de la frecuencia cardiaca y aumento de la temperatura cutánea.
Síntomas psicológicos. Deseos de fumar, ansiedad, agresividad, dificultad
de concentración, disminución de la memoria reciente, irritabilidad e impaciencia.
Se necesitan unos cuantos días para que la nicotina sea eliminada del
organismo. Al haber menos nicotina se hacen más intensos los síntomas, pero
estos síntomas no desaparecen tan pronto se elimina la nicotina. El organismo
necesita un poco de tiempo para ajustarse a esa ausencia de nicotina a la que ya
se había habituado y adaptado.
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Métodos para dejar de fumar.

En todos los casos en los que se pueda, deben de validarse los “buenos
resultados” mediante métodos bioquímicos (por ejemplo, exámenes de cotinina en
orina y sangre). La definición de “buenos resultados” puede diferir entre dos o
más programas o se pude medir de diferente manera; deben identificarse las tasas
de interrupción al año en todos los casos que se pueda. Los intentos múltiples
para dejar de fumar pueden influir también en las tasas de buenos resultados de
un programa o una intervención individuales. Finalmente se considera necesario
notificar la validez de un tratamiento a través de una comprobación científica. Por
estos motivos, deben efectuarse con precaución todas las comparaciones de las
tasas de renuncia al tabaquismo.
Procedimiento de costo-repuesta, aunque estos son catalogados como
aversivos, el control aversivo se ejerce por la retirada de estimulación reforzante
que el individuo pierde por haber fumado (en este caso la retirada de ciertas
cantidades de dinero). Por ello, son tipos de programas que pueden conservar los
aspectos positivos del paradigma aversivo, y carecer de los inconvenientes típicos
de las intervenciones aversivas que emplean estímulos de este tipo como modelo
de actuación (esto es, ansiedad o emociones negativas como subproductos de
aplicación de la estimación aversiva, o los potenciales riesgos para dejar de
fumar). Por la sencillez y el bajo costo de su aplicación, este tipo de intervenciones
podría recomendarse, con ciertos cambios o añadidos, para fumadores ligeros o
medios o bien fumadores fuertemente motivados para dejar de fumar. Ciertos
arreglos en el programa original, por ejemplo una cuota de pago lo suficientemente
alta para que posea un fuerte control, y el añadido de alguno de los componentes
típicos de autocontrol y apoyo social, podrían configurar un tipo de intervención
eficaz y sencilla (Roales-Nieto y Calero, 1994).
El método de la Reducción Progresiva de la toma de nicotina está formado
por un componente básico consistente en la reducción semanal progresiva de la
cantidad diaria de nicotina ingerida, un componente de cambio a marcas de
cigarrillos de menor contenido en nicotina y alquitrán que la fumada habitualmente,
y un componente de autoregistro.
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MÉTODO

Tomando en cuenta lo anterior, se llevara a cabo un Programa de


Reducción de Consumo de Número de Cigarros.

Sujeto
El participante fue una persona de sexo masculino, de 20 años de edad;
estudiante de licenciatura con antecedentes de consumo de tabaco de
aproximadamente 3 años.
Materiales
Glycyrrhiza glabra L. Regaliz, paloduz, orozuz. Producto masticable de
origen natural.
Instrumentos
Se utilizaron cuatro instrumentos de evaluación y una hoja de autoregistro
para el participante.
1.- Cuestionario Fagërstrom. (Anexo1)
Este cuestionario, consta de cinco reactivos de opción múltiple (escala tipo
Likert), y se utiliza para determinar el grado de dependencia física a la nicotina.
2.- Cuestionario de Antecedentes y Etapas. (Anexo 2)
Cuestionario mixto que consta de 13 reactivos, de los cuales, 11 son de
opción múltiple (escala tipo Likert), y 2 son preguntas abiertas. Este proporciona
información acerca de los antecedentes y características que llevaron al fumador a
la dependencia; también determina las etapas de cambio para dejar de fumar.
3.- Cuestionario de Motivos. (Anexo 3)
Instrumento de 35 reactivos tipo Likert que determina los motivos, en los
que con mayor frecuencia el sujeto fuma.
4.- Hoja de autoregistro diario. (Anexo 4)
En este se especifica el número de cigarros que se consumen al día, así
como la hora, el lugar y la actividad en la que se encuentra mientras los consume.
5.- Inventario de Beck. (Anexo 5)
Este inventario muestra el grado de ansiedad en que el sujeto se encuentra
ante diversas situaciones.
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6.- Radio-inmuno ensayo (Anexo 6)
Prueba de uso médico que está constituida por anticuerpos específicos
para medir la concentración de cotinina contenida en la orina. Los anticuerpos
anti-cotinina mezclados con yodo 131, se adhieren a las moléculas de cotinina
después de un proceso de tratamiento. Esta prueba tiene un 99 % de efectividad y
se realizara en la Clínica Contra el Tabaquismo de la Facultad de Medicina de la
UNAM.
Objetivo
Que el participante en este estudio reduzca el número de cigarros
consumidos.
Objetivos particulares
1.- A través de la ejecución y un posterior análisis de un autoregistro, del
número de cigarros que consume el participante, persuadirle para lograr un
cambio de actitud enfocado hacia un menor consumo de cigarros.
2.- Reducir la dependencia física a través de la reducción del consumo de
tabaco, lo cual podrá ser evaluado por medio de un re-test de la escala
Fagërstrom.
Justificación.
Tomando en cuenta las consecuencias para la salud ampliamente
demostradas y por el hecho de ser la única forma de conducta adictiva que lleva
aparejado el consumo involuntario contingente de otras personas que están en
presencia del consumidor; resulta necesario regular el consumo de cigarros del
individuo y la exposición a un daño indirecto a la salud de otras personas.
Hipótesis.
Si el participante da seguimiento al Programa de Reducción Gradual del
Tabaco; entonces, la tasa de consumo en el numero de cigarros se reducirá.
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Procedimiento
Se aplicó al participante el Cuestionario de Fagërstrom para identificar el
grado de dependencia que tiene al tabaco; posteriormente la Prueba de
Antecedentes y Etapas, para determinar cuales fueron las situaciones y
características que llevaron al participante a su dependencia y en que grado se
encuentra; y por último, el Cuestionario de Motivos, que determinó las situaciones
en las cuales se presenta un mayor consumo de tabaco.
Posteriormente, se le pidió al participante que realizara un autoregistro
diario, durante 15 días del número de cigarros consumidos, tomando en cuenta, la
hora, el lugar y la actividad en que se consumieron.
Al término de los 15 días del autoregistro, se dio inicio a la disminución
gradual del numero de cigarros consumidos; en una razón de 2 cigarros menos,
cada 7 días; hasta llegar a una cantidad meta de 2 cigarros; esta tasa se
mantendrá durante los últimos 7 días del programa, para verificar que el
participante pueda mantener esta tasa constante sin necesidad de estímulos
aversivos.
Del día 1 al 7, él límite máximo de cigarros a fumar fue de 7-6. Del día 8 al
14, él límite máximo fue de 5-4, del día 15 al 21, él límite máximo fue de 3-2. Y
durante los últimos 7 días se mantuvo esta línea.
Para lograr esta meta, se implementaron 3 estímulos aversivos; el primero,
fue de valor económico, el segundo fue una reducción mayor en la tasa
establecida y el tercero, fue masticar una vara de un vegetal que altera
negativamente la percepción del sabor del tabaco (Orozuz).
La aplicación de los estímulos aversivos se realizó de la siguiente forma:
Si durante los primeros 21 días el participante llega a sobrepasar la tasa
estipulada; tendría que haber pagado una cantidad de $25.00 por cigarro excedido
en un día; y se haría una reducción de un cigarro de acuerdo a la tasa establecida
(ejemplo, si la tasa es de 6 cigarros y hubiera sido excedida, a partir del siguiente
día sería de 5 hasta que inicie la tasa de 4).
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La planta de orozuz, se consumiría después de cumplir la tasa establecida,
en el día; a excepción de que no alcancé el límite, (ejemplo, si la tasa es de 6
cigarros y se consume sólo 5, no será necesario masticar la planta).
Finalizado el programa, se le aplicó la prueba de radio-inhumo ensayo, que
nos ayudó a determinar el nivel de cotinina en la orina del participante, y con esto,
se confirmo la eficacia del programa de reducción.
Con la finalidad de observar si hubo una reducción de la dependencia física
se realizo un re-test de la escala Fagërstrom.
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Resultados

Después de haber concluido el programa de intervención se obtuvieron los


siguientes resultados.
Durante los quince días en las que el participante llevo a cabo el
autoregistro se observo que el promedio de cigarros que consumía era de 8.
(Figura.1.)
En los primeros 7 días en que se trazo una tasa de 7-6 cigarros
observamos que se mantuvo un promedio de 6 cigarros, y que durante los días 6 y
7 no existió consumo. (Figura.1.)
Los resultados del día 8 al 14 en la que se estimó una tasa de 5-4 cigarros,
se mantiene un promedio de 4 cigarros por día; en donde también se observa que
en el día 13 y 14 tampoco existió consumo. (Figura. 1.)
La tasa de 3-2 fijada en los días 15 a 21, se obtuvieron resultados promedio
de 2 cigarros por día. Y en los días 22 al 28, en donde ya no existió ningún tipo de
control para el sujeto podemos, podemos observar que existe una reducción en el
consumo con un promedio de 2 cigarros por día (Figura.1).
Los resultados obtenidos del Inventario de Beck durante la aplicación del
programa, muestran que el participante se encontró dentro de puntajes de 9 a 16
considerados estos como niveles de ansiedad leve; con una excepción durante la
primera semana de aplicación ya que se observa un aumento en el puntaje con
una calificación de 26, considerada esta como una ansiedad moderada. (Figura. 2)
La técnica de radio-inmuno ensayo arrojo resultados que indican que el
nivel de cotinita en la orina del participante es de 575 ng/ml. En donde el punto de
corte es de 500ng/ml, mayor o menor en sujeto que no fuma. La concentración
ng/ml.
media en los fumadores activos es más o menos de 1500 (Tabla. 1).
Por favor Rodolfo aquí pon los resultados del cuestionario de fagërstrom, no
se te olviden y al ultimo pon entre paréntesis el numero de la tabla2.
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Figura 1. Índice De Cigarros Consumidos

Figura 2. Niveles de ansiedad


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Punto de Corte Nivel de Cotinina del Concentración Media en


Participante Fumadores Activos

500ng/ml 575ng/ml 1500ng/ml

Tabla 1. Niveles de Cotinina

Resultados del Cuestionario Resultados del Cuestionario


Fagërstrom al Comienzo del Fagërstrom Finalizar el Programa
Programa

xxxx xxxx

Tabla 2. Test re-test del Cuestionario Fagërstrom

(Pon lo resultados antes y después del programa y borra esto.)

Discusión
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Al haber concluido la aplicación del programa, se obtuvieron los resultados


esperados en cuanto a la reducción del consumo del número de cigarros por el
participante.
El autoregistro que se mantuvo constante durante la fase de aplicación
permite hacer esta afirmación; ya que se puede observar en el, que hubo un
seguimiento de las tasas señaladas y que en ningún momento se sobrepasaron
los limites fijados.
El radio-inmuno ensayo en los cual se detecto el nivel de cotinina en la
orina del participante, permite reforzar esta afirmación, pues se observa que su
ng/ml.
nivel es cercano al de un no fumador en los que los niveles son de 500 , y con
sus resultados de 575ng/ml,, que sin llegar a ser lo ideal, si son de mucha
importancia en este programa.
La dependencia a la nicotina, al comienzo del programa indicaron que el
sujeto tenia un grado xxxxx, (por fa, aquí pon los resultados solo en bruto tanto del
test y del re-test, no se te olvide que es en tercera persona). después de haber
aplicado un re-test del Cuestionario de Fagërstrom, también tuvo un decremento
en número considerable y esto es importante señalarlo puesto que recordemos
que uno de los principales factores de hábito de fumar es la dependencia ha esta
sustancia.
Las técnicas de estímulos aversivos aplicadas de forma conjunta en el
participante fueron claves en el programa; la reducción de la tasa de consumo y el
costo económico que le generaría sobrepasar la línea establecida, ejercieron una
presión mayor para su cumplimiento.
Como señalan Roales-Nieto y Calero, el Procedimiento de costo-repuesta,
con ciertos arreglos en el programa original, puede generar resultados efectivos
debido a su bajo costo y a la sencillez de su aplicación, sin embargo hay aspectos
que no se pueden dejar a un lado, como la ansiedad que se genera en el
participante ante el abandono progresivo del hábito de fumar y la dependencia a la
nicotina.
El factor ansiedad en este programa arrojo resultados interesantes, puesto
que el la primera semana de aplicación el sujeto tuvo un aumento en los niveles
REDUCCIÓN DE CONSUMO DE TABACO 21
de ansiedad, por un lado el comienzo del programa según menciona el propio
participante le fue difícil de seguir y por otro, una variable que no se pudo controlar
ya que en esos días se encontró en una etapa donde se vio envuelto en
problemas sentimentales, y esto genero que se dispararan los niveles altos de
ansiedad, más sin embargo aun con estos niveles no se sobre paso la línea
establecida y esto resulto benéfico ya que el sujeto se mostró más motivado a
seguir el ritmo del programa.
Un factor importante del programa fue, que por medio del autoregistro,
permitió al participante darse cuenta de las circunstancias en las que fumaba y
cual era el número de cigarros que consumía. Con esto se logro que el
participante cambiara su percepción sobre el hábito de fumar. Esto también se ha
mencionado en otros estudios con técnicas similares como el método de la
Reducción Progresiva de la toma de nicotina, el cual está formado por un
componente básico consistente en la reducción semanal progresiva de la cantidad
diaria de nicotina ingerida, según Roales-Nieto y Calero.
Los índices de los métodos para el abandono del hábito de fumar son de
llamar la atención, puesto que mantienen un porcentaje bajo, en su efectividad,
por distintas variables, tanto el abandono del programa, como las recaídas que el
sujeto pueda presentar.
Este programa sugiere por eso, un mayor cuidado en las variables externas,
como la disponibilidad del participante y el tiempo en el que se lleva acabo el
programa, el control en la medición de la ansiedad durante su duración, la
obtención de una tasa basal del participante al iniciar el programa para poder
comparar los resultados al termino del mismo y el agregar alguna recompensa
que pueda motivar al participante a seguir en el programa.
Para una valoración del funcionamiento del programa, seria conveniente
que se implicaran a un número mayor de participantes, ya que con esto se podría
observar el porcentaje de efectividad que tiene al ser aplicado en diversas
personas y poder extraer otras variables que puedan mejorarlo.
También se quiere mencionar que el programa, buscaba solo reducir el
número de cigarros consumidos, pero que lo ideal seria eliminar por completo el
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hábito de fumar, como lo mencionan y esta establecido en los programas que
desarrolla y ocupa actualmente La Secretaria de Salud, El Instituto Nacional de
Enfermedades Respiratorias (INER), La Clínica Contra el Tabaquismo de la
Facultad de Medicina de la UNAM y los Centros de Integración Juvenil, y otras
instituciones.
La falta de experiencia en el sentido profesional para poder brindar apoyo
terapéutico, al mismo ritmo que el seguimiento del programa, marca una diferencia
importante, ya que esto seria lo conveniente dentro de cualquier programa de
abandono de alguna adicción.
Por ultimo decir que mientras excita un mejor control sobre las variables,
mayor será el éxito del programa.

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