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Pensamos romper los limites auto-infringidos en la realidad creada de acuerdo a

nuestras necesidades. Creemos ser mejores y distintos. Talvez incluso nos convencemos

de nuestra propia sonrisa en el cual hay tantas historias, colores y aventuras dentro, listas

para ser contadas. Quisiera creer que hemos renacido como nuevas criaturas en un mundo

tentativamente perverso. Quiera decir el nuevo yo que habla, en reemplazo del antiguo

individuo carismático para el mal e inocente ante tantas acciones moralmente erróneas.

¿Pero erróneas para quién?, pues al parecer para mí mismo, mi propia naturaleza egoísta

gritaba cada día como testigo de la luz y la oscuridad de la personalidad maquiavélica

que encerraba demonios e incluso uno que otro psicópata. Discutían en una mesa redonda,

bebían justos, lloraban y gritaban como una sola voz. Talvez solo para llamar la atención,

para ser más que simples personalidades y convertirse en hechos factibles y reales. Pero

sus esfuerzos siempre serán en vano, son simples herramientas expuestas y dispuestas

frente a la decisión de la persona misma. Esta persona “Mr. Curiosity” parece actuar

razonablemente, pero aun entristece o afecta su existencia con aquel sentimiento

provocado que representa el vació de su ser, talvez a la espera de aquel cuento de hadas

lleno del romanticismo espectral, contado y repetido cada vez que escucha sus canciones

favoritas en el que aclaman y crean el verdadero melancolismo e ingenuidad de las

personas o más bien de los deprimidos, término utilizado aquí solo para referirse aquel

grupo entendedor del verdadero significado de las letras y números, aquellos quienes ven

más allá de lo expuesto. Estos “deprimidos”, ven lo que otros no, aman lo que otros no,

abrazan lo que otros no, y se siguen a sí mismo como parte de una buena obra.

Pero ante tanta auto-crítica y desvelo de la transición ocurrida en el ser de “Mr. Curiosity”

llega el alivio y la nueva sonrisa, lista para ser manchada con nuevas aventuras, con

nuevas arrogancias de existencia y nuevas palpitaciones cardiacas inspiradas en cada


nuevo suspiro ante su mundo que ha cambiado de color de matices de negro y blanco a la

inclusión del rojo tenue tímido e inocente, pero bello y armónico, ante todo.

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