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Educación y cibercultura: campos de estudio, retos y perspectivas

La dignidad y la moral como preconceptos que


evolucionan a través del sentimiento, ejemplificados
en las tragedias de Eurípides
Clara Inés Ríos Acevedo*

La dignidad y la moral como preconceptos que evolucionan a través del sentimiento,


ejemplificados en las tragedias de Eurípides

El artículo precisa y relaciona los conceptos dignidad, moral y aniquilación moral, a propósito de la evolución
desde su estado de preconceptos en el contexto de la guerra de Troya, literariamente recreada en dos tragedias de
Eurípides. Además, destaca la importancia de la educación de la capacidad de sentir y del respeto a la dignidad
humana y al derecho en el proceso de evolución de la humanidad.
Palabras clave: dignidad, moral, aniquilación moral, autoestima, derecho, política, educación de la capacidad de
sentir, tragedias de Eurípides, guerra de Troya.

Dignity and moral as pre-concepts that evolve by means of feelings,


exemplified in the dramas by Euripides

This article defines and analyzes the concepts of dignity, moral, and moral annihilation, based on their evolu-
tion from their state of pre-concepts in the context of the war of Troy, literally recreated in two dramas by Euri-
pides. It also underlines the importance of education in the capacity of feeling and respecting human dignity and
laws in the process of human evolution.
Key words: Dignity, moral, moral annihilation, self-esteem, law, politics, education of the capacity of feeling,
dramas by Euripides, war of Troy.

La dignité et la morale comme préconcepts qui évoluent à travers le sentiment,


exemplifiés dans les tragédies d´Euripide.

L´article précise et rattache les concepts de dignité, morale, et anéantissement moral, par rapport à leur évolu-
tion depuis son état de préconcepts dans le contexte de la guerre de Troie, recrée littérairement dans deux tragédies
d´Euripide. En plus, il souligne l’importance d´éduquer la capacité à sentir et du respect de la dignité humaine et
du droit au processus d´évolution de l´humanité.
Mots clés: dignité, morale, anéantissement moral, auto-estime, droit, politique, éducation de la capacité à sentir,
tragédies d´Euripide, guerre de Troie.

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* Profesora titular Facultad de Educación, Universidad de Antioquia. Doctora en Filosofía.
Correo electrónico: riosaclara@gmail.com

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La dignidad y la moral como preconceptos que evolucionan a través del sentimiento...

Los objetivos esenciales de la vida evolución semántica. Dicha evolución mues-


están presentes en cada persona. tra que la conceptualización, respecto a la
En cada una hay cierto anhelo de eclosión del sentimiento, es una forma de in-
dignidad humana, de integridad telectualización mucho más tardía, más abs-
moral, de libre expresión del ser y tracta y más compleja, tal como lo vio Schiller
un sentido de la trascendencia por cuando, a propósito del mencionado mito de
encima de un mundo de existencia las Gracias, puntualiza que fue el “sentimien-
Václav Havel1 to de los griegos” el que distinguió

[…] lo que todavía la razón no era ca-


paz de precisar, y en procura de una
expresión, tomó de la fantasía imáge-
nes, dado que el entendimiento no

F
podía ofrecerle aún conceptos (Schi-
riedrich Schiller, en su libro Sobre la ller, 1985: 10).
gracia y la dignidad (1993), establece
la diferencia entre la belleza y la gra- Hay que advertir que los neologismos no solo
cia utilizando el mito de las Gracias, las diosas se refieren a conceptos metafísicos, intangi-
de la belleza, a quienes los griegos atribuyen bles, sino también a objetos tangibles y a pro-
el don de influir sobre el espíritu para poder cesos nuevos que emergen al son del avance
agradar, aun cuando no se posea suficien- de la ciencia y de la técnica, y aun de las vi-
te belleza. En este relato, Schiller se refiere vencias decantadas por la tradición, de modo
al proceso por el que se lleva a cabo el naci- tal que los neologismos van ingresando en el
miento de un concepto metafísico, intangible, acervo lingüístico para hacer parte del mun-
a partir del advenimiento de un sentimiento do sensible y, por tanto, tangible, o del mundo
que se constituye en su preconcepto y que solo metafísico, suprasensible e intangible, al que
más tarde deviene en concepto. pertenecen los sentimientos, como la digni-
dad y el sentimiento moral.
Es importante advertir que en este texto el vo-
cablo “preconcepto” se lo debe entender en Hay que decir, además, que la eclosión del
su connotación más literal, es decir, como ha- sentimiento como preconcepto metafísico que
ciendo parte de un proceso, en el sentido de precede a su intelectualización y a su conden-
sentimiento necesario y anterior o previo al sación en una palabra que remite a un con-
concepto metafísico propiamente dicho, a par- cepto, no solo se la encuentra en el ámbito
tir del cual se intelectualiza dicho sentimiento. literario, sino también en la vida cotidiana,
como una vivencia que acontece cuando de
En este sentido, en el proceso de evolución la magnitud de ciertos hechos hasta entonces
histórica, las dos tragedias de Eurípides a las inéditos se dice con asombro que “eso no tie-
que se hace referencia en el presente texto ne nombre”, queriendo significar que lo suce-
se han constituido en fuente de expresión y dido se sale de todo lo conocido y vivenciado,
testimonio de los progresos espirituales de hasta el punto de que aún no puede ser nom-
la humanidad. A través de ellas se expresan brado porque no existe una palabra en la que
sentimientos que son preconceptos que solo se condense ese nuevo sentimiento.
mucho más tarde se condensaron en pala-
bras, como neologismos que alcanzaron la La inexistencia de una palabra para nombrar
categoría de conceptos en un lento proceso de algo hasta entonces inédito, en el caso del

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1 Citado por Fukuyama (1992: 238).

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mundo sensible en el que todo lo nombrado El fenómeno de la inexistencia de una palabra


es tangible, se vive, por ejemplo, a propósito para nombrar un sentimiento es reconocido
de nuevos descubrimientos en el campo de por Aristóteles. Cuando en la Ética nicomáquea
las ciencias naturales o de la técnica, como trata el problema de la virtud como una posi-
en los casos de la astrofísica o la biología, en ción intermedia entre el exceso y el defecto,
los que los nuevos cuerpos celestes y seres vi- encuentra que
vientes descubiertos reciben un nombre con […] con relación a los miedos y osa-
el que ingresan al universo que el ser humano días, la valentía es la posición inter-
ha venido poblando con palabras, y a partir media; [pero] de los que se exceden,
de ese nombre adquieren reconocimiento. el que lo hace por falta de temor no
tiene nombre […] y el que se excede
La facultad y, a la vez, la necesidad humana en la osadía es temerario (Aristóteles,
de nombrar todo lo que ingresa en el mundo de 1996: 24).
la experiencia como nuevo está ya reconocida
Y para abundar en ejemplos, dice además
en el legendario mito cosmogónico del Géne-
que “en la ira hay también exceso, defecto y
sis, donde Yavé dio a Adán la capacidad de poner
medio, y casi ninguna de estas posiciones tie-
nombre a todo cuanto había creado. Según ne nombre especial” (p. 24); pero afirma que
este relato, “puso Adán nombre a toda bestia “por más que estas disposiciones carezcan de
y ave de los cielos y a todo ganado del cam- nombre en su mayor parte, es preciso inten-
po” (Génesis: 2, 20), portando este mito una tar forjarlo” (p. 25).
verdad de suma relevancia para la comunica-
ción humana: todo aquello que no puede ser Es en este contexto en el que se abordarán la
sentido o que no puede ser nombrado carece dignidad y la moral como preconceptos que
de existencia. se expresan a través de sentimientos, antes
de objetivarse en un nombre y alcanzar la ca-
Pero en el caso del mundo suprasensible, en el tegoría de conceptos, apelando a las tragedias
de Eurípides: Hécuba y Las troyanas. Pero para
que todo lo nombrado es intangible, es lento
este propósito, es preciso tener en cuenta las
y difícil el ingreso de nuevos sentimientos al
características de la guerra de Troya y de la
universo de las palabras. En la vida cotidiana, época en la que aconteció.
esta dificultad se expresa como una vivencia
que acontece cuando en ciertas situaciones
no queda más remedio que expresar “no en- La aniquilación moral
cuentro la palabra”, “cómo pudiera decirlo”,
El grado de aniquilación de Troya por los
y apelar, en consecuencia, a los ejemplos, a las
griegos poco después del año 1200 a. C. es
analogías, a la descripción y a los gestos, para evidente incluso allí donde su existencia fue
intentar transmitir y de paso suplir el vacío puesta en duda, hasta cuando en 1872 los ar-
lingüístico que crea la existencia de un sen- queólogos Heinrich Schliemann y Wilhelm
timiento inédito que busca una palabra para Dörpfeld descubrieron sus ruinas, datadas
adquirir reconocimiento. También los senti- del año 1600 a. C. (Durant, 1952: tomo 1, 55 y
mientos que carecen de nombre se expresan ss.), quienes de paso demostraron que la Ilíada
en actitudes espontáneas que, por portar sen- y la Odisea describen sitios y acontecimientos
timientos inéditos, mueven al asombro y al reales y de importancia para el estudio de la
reconocimiento como una cualidad que por historia de la humanidad, en este caso corres-
el hecho de ser innombrable no deja de pro- pondiente a una época en la que prevalecía
ducir efecto. la aniquilación entre grupos poblacionales,

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como una forma de relación basada en el im- Y es que, después de años de asedio, la voz
perio de la fuerza. Además, las consecuencias, triunfante de los griegos se escuchó retumbar
el impacto y la crudeza de la guerra de Troya ante los troyanos vencidos:
quedan revelados en el hecho de que, a lo lar-
go de los siglos, esta guerra fue el centro argu- […] doy orden a los jefes de escuadrón
mental de dramaturgos y poetas, como es el a quienes se dio mandato de prender
caso de Eurípides, quien todavía en el siglo V fuego a la ciudad de Príamo que no
a. C. la convierte en su tema central, y mucho permanezcan ociosos con esa antor-
después Virgilio en el siglo I a. C., en su Enei- cha en la mano. ¡Vamos, hacedla arder,
da, la vuelve a contar, desde el punto de vista y convertidla en ruinas, desarraiga-
de los latinos, tenidos por descendientes de da desde sus cimientos! (Eurípides,
los troyanos vencidos. 2003: 378).

Las excavaciones arqueológicas pusieron al Además de ser incendiada, los hombres fue-
descubierto, en lo que hoy es el noreste de ron asesinados o huyeron despavoridos, y
Turquía, las ruinas de Troya como una ciudad las mujeres muertas o hechas esclavas, desde
“con magníficos edificios de piedra labrada, cuya condición se lamentan diciendo: “llena
y guarnecida de una muralla de nueve me- de llamas tu patria sucumbe. […] Así van llo-
tros con cuatro puertas” (Durant, 1952: tomo rando, unas a sus esposos, a sus padres otras;
1, 69). Su descubrimiento aportó pruebas con- otras a sus ancianas madres” (p. 368), con la
tundentes de que la floreciente ciudad fue de- certeza de que “Troya cayó para siempre bajo
vastada por las llamas en la época en la que el poder griego” (p. 369), de que “¡la gran ciu-
Homero narra el sitio y la destrucción de Troya dad ya no existe entre las ciudades! ¡Ya no hay
por los griegos. Gracias a la obra de Homero,
Troya en el mundo!” (p. 378), ante lo cual Hé-
y tal como lo afirma Hannah Arendt, la guerra
cuba, la reina vencida, se lamente diciendo:
de Troya se revela como el ejemplo más pri-
“¡Troya, mísera Troya, pereciste! Desdichados
migenio conocido de una guerra de aniquila-
ción (2007: 107). son los que te dejan, ya por la muerte, sea
por el destierro, aún siendo vivos” (p. 354). Y
Del grado de aniquilación de Troya da cuenta este inútil lamento no encuentra eco ante su
Eurípides en sus tragedias Hécuba y Las troya- “ciudad destruida por el incendio, que ahora
nas, a través de los personajes de las mujeres se da a conocer sólo por el humo que de sus
troyanas hechas esclavas, cuando se lamen- ruinas sube” (p. 374).
tan diciendo:
La guerra de Troya aconteció en una época
Ah, doloroso resto de la ciudad de caracterizada por la inexistencia de leyes jurí-
Troya, mujeres desoladas. […] ¡Hu- dicas como instituciones políticas y, por tanto,
meante está ya Troya: alcemos el ge-
hace parte de aquel mundo en el que reinaba
mido! (Eurípides, 2003: 354).
el imperio de la fuerza y el derecho interna-
Oh tú, oh patria troyana, ya no serás cional era un impensado. Hay que reconocer,
llamada ciudad entre las no devasta- sin embargo, que los grupos poblacionales
das. […] Acabas de ser despojada de tu acordaban débiles convenios y tratados, for-
corona de torres y de arriba abajo estás zados por el sentimiento de temor ante el po-
recubierta de una lamentabilísima capa der devastador de la guerra, que no por de-
de cenizas. ¡Infeliz de mí! Ya no camina- cisiones políticas.2 Este sentimiento hacía las
ré por ti (Eurípides, 1991: 478). veces de preconcepto moral, toda vez que im-

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2 Para Arendt, “La noción de un orden político fuera de las fronteras del propio pueblo o Estado es de origen exclusivamente
romano” (2007: 129), siglos después de la guerra de Troya.

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pulsaba la génesis de estos convenios y trata- que es una ley física preexistente—, tienen
dos basados en supersticiones y en creencias la particularidad de ser creaciones humanas
mitológicas que muchos siglos más tarde, tras perfectibles y cambiantes, sometidas a la evo-
largos procesos, incluso bélicos, condujeron, lución, de acuerdo con sentimientos morales
en detrimento del imperio de la fuerza, a la que se van esculpiendo en valores que, a su
concepción y cada vez mayor valoración de vez, se van decantando como los más altos,
las leyes y del respeto por la dignidad y por la y que hechos principios internos pugnan por
vida humana, y se fueron transformando en alcanzar la categoría de ley jurídica.
cuerpos de leyes jurídicas cuyo acatamiento,
cada vez más autónomo, haría cada vez más Las funciones de las leyes morales son, en
posible la convivencia interna e internacional primer lugar, limitar el comportamiento de
por autonomía moral. las personas, en aras de la convivencia social;
en segundo lugar, reunir a las personas den-
Pero para la época de la guerra de Troya, las tro de un marco legal que define, a su vez,
fortificadas murallas suplían la inexistencia el ámbito de sus competencias, y dentro de
de leyes jurídicas que, como instituciones este ámbito, las libertades, las obligaciones y
políticas, regularan las relaciones internacio- los derechos que permiten crear, a través del
nales, y justo la fortaleza de las murallas de derecho, las condiciones para una conviven-
Troya fueron las que soportaron el sitio, por cia interna, en donde prime la seguridad y
años, de los griegos. Pero Troya, finalmente la no violencia; en tercer lugar, delimitar un
vencida, saqueada e incendiada, pudo ingre- espacio geográfico para asegurar la conviven-
sar, gracias a Homero, en el registro de la his- cia interna dentro de su propio marco legal
toria, y grandes obras de literatura de griegos y desde este marco legal poder crear meca-
y latinos transmitieron su tragedia y conser- nismos jurídicos tendientes a regular las re-
varon su recuerdo. laciones externas, mediante leyes jurídicas
que garanticen la seguridad y la no violencia
Troya no solo fue destruida físicamente, pues
en las relaciones internacionales en general y
sus habitantes fueron objeto de un grado ab-
con los vecinos en particular.
soluto de aniquilación moral, concepto este ne-
cesario de precisar. Lo anterior significa que, por ejemplo, tra-
sásar las fronteras de un Estado es ingresar
En el marco de la teoría kantiana, la moral,
en otro marco legal que puede contener li-
concepto eminentemente laico, comprende,
bertades, obligaciones y derechos similares,
por un lado, las leyes éticas o principios in-
pero también radicalmente diferentes, cuya
ternos que orientan las decisiones, reprimien-
violación se constituye en delito. Invadir un
do, por la vía de la autocoacción, aquellos
Estado o dar un golpe de Estado es anular la
comportamientos que de acuerdo con los pro-
vigencia de sus leyes y, por tanto, anular las li-
pios principios y valores se creen incorrectos;
y por otro lado, las leyes jurídicas externas, bertades, las obligaciones y los derechos que
que mandan con carácter de obligación su las leyes habían definido para los ciudada-
estricto cumplimiento, y que crean, para el nos, y, en consecuencia, perder totalmente la
caso de su incumplimiento, los distintos tipos autonomía legal y con ella la posibilidad de
de delitos y sanciones. Estas dos clases de le- decicir sobre las reglas que deben regir la con-
gislación se complementan, pues allí donde vivencia interna.
la autocoacción falla, entra la ley jurídica a
sancionar. Pues bien, aniquilar moralmente a un Esta-
do y, en consecuencia, a las personas que lo
Las leyes morales, éticas internas y jurídicas integran, consiste en anular la validez de las
externas, en contraste con las leyes naturales leyes vigentes, y por tanto, impedir que rijan,
—como la ley de la gravedad, por ejemplo, regulen y protejan a sus ciudadanos. Como lo

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dice Eurípides a través de Hécuba, la aniqui- dores de bienes a los que parió Rea de
lación moral consiste en que, mediante leyes hermosos cabellos acostada con Cro-
distintas a las propias, los aniquiladores obli- nos. [...] Un impresionante bochorno
gan a los aniquilados “a utilizar modales no se apoderó del abismo y pareció verse
de acuerdo con su criterio” (Eurípides, 1991: ante los ojos y oírse con los oídos algo
476), e incluso impiden que los ciudadanos igual que cuando se acercaron Gea
recurran a sus principios éticos para tomar y el vasto Urano desde arriba. Pues
autónomamente sus propias decisiones acor- tan gran estruendo se levantó cuan-
do, tumbada ella, aquél se precipitó
des con los valores y las leyes vigentes.
desde las alturas. [¡Tanto estruendo
Decir que Troya fue moralmente aniquilada se produjo al chocar los dioses en
es afirmar que fue destruida moralmente, en combate!] (Hesíodo, 1990: 99, 103).
un grado tal que sus leyes, que en esta épo-
Insertos en esta visión cosmogónica, sin una
ca eran solo preconceptos morales basados
legislación jurídica que como institución po-
en supersticiones y en creencias mitológicas
alentadas por el temor, perdieron su vigencia lítica actuara como tercero regulador en los
y los supervivientes quedaron a merced de conflictos entre los grupos poblacionales, no
las leyes y los designios de los griegos, pues se podía esperar menos que la aniquilación,
la legislación moral de esta época, en su preca- física y moral, como consecuencia de la guerra
rio estado de preconcepto, no tenía ninguna entre las poblaciones. No es de extrañar en-
ley jurídica limitativa políticamente concebi- tonces que, ante la derrota, los supervivientes
da que regulara las relaciones entre los gru- de Troya, hechos esclavos unos y dispersos y
pos poblacionales, por más que algún tratado desterrados otros, perdieran el cobijo de sus
se hiciera en nombre de los dioses. leyes, y así Troya no hubiera sido incendiada,
la mera invasión era ya suficiente para que-
No hay que olvidar que para esta época im- dar moralmente aniquilada, pues ahora eran
peraba el politeísmo, y que los dioses, por los griegos quienes imponían sus leyes, des-
cuyos imaginarios y contradictorios desig- pojando de vigencia las que antes obedecían
nios, dadas sus rivalidades, se hacía y se ga- los troyanos, sin que existiera ningún límite,
naba o se perdía la guerra, eran una especie distinto a la propia fuerza, que griegos y tro-
de proyección del ser humano, quien se re- yanos pudieran acatar.
presentaba el origen de sus dioses a partir de
un cruel combate. Como lo cuenta Hesío- El grado absoluto de aniquilación moral de
do entre mitos y leyendas, el origen de los Troya se refleja, pues, allí donde la invasión
dioses de esta época, concebidos como divi- griega no solo destruyó la ciudad y anu-
nidades inmortales provistas de las mismas ló todas las vidas posibles, sino también a
pasiones y rivalidades humanas, se deriva de sus precarias leyes que, entre mitos y ta-
la lucha a muerte y sin mediación por el po- búes, preludiaban las leyes morales, al obrar
der entre los dioses Titanes y los dioses hijos de como preconceptos que si bien no regulaban
Cronos, liderados por Zeus y finalmente ven-
las relaciones entre los grupos poblacionales,
cedores por el imperio de la fuerza:
sí permitían la convivencia de cada grupo en
Ya hacía tiempo que luchaban sopor- particular, en tanto limitaban la violencia in-
tando dolorosas fatigas enfrentados terna. Es este grado de aniquilación moral el
unos contra otros a través de violentos que está relatado con claridad extrema en las
combates, los dioses Titanes y los que citadas tragedias de Eurípides.
nacieron de Cronos; aquellos desde la
cima del Otris, los ilustres Titanes, y La situación de aniquilación moral se ve cla-
éstos desde el Olimpo, los dioses da- ramente reflejada en el relato de Andrómaca,

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la esposa de Héctor, el héroe troyano abatido, supervivientes se ocupaban con esmero de


cuando cuenta que llevar a cabo las honras fúnebres y la sepul-
tura de los muertos, y por la cual la mera idea
[…] ya caída en el cautiverio de los de que su hijo quedara insepulto condenó a
vencedores, luego el hijo de Aquiles Andrómaca al silencio.3
puso en mí los ojos y quiso hacerme
suya. ¡Una esclava iba a ser del hogar Pero como si esto no fuera mucho más que
del mismo que mató a mi esposo! (Eu- suficiente, Andrómaca fue obligada a partir
rípides, 2003: 365). con su amo, el hijo del asesino de su esposo,
rumbo a Grecia, sin que se le permitiera ha-
Y como si fuera poco, como si la situación de cerle las honras fúnebres y darle sepultura a
ser esclava y obligada a ser la amante del hijo su hijo, por lo cual no le quedó más remedio
del asesino de su esposo no fuera suficiente, que recurrir a Hécuba, su suegra, para que
el heraldo de los griegos le comunica: “Van rindiera los últimos honores y diera sepultura
a matar a tu hijo. […] que no había que de- al infante muerto. Como se ve, el grado de ani-
jar que se criara hijo de tan valiente padre. quilación moral llegó hasta el extremo de que
[…] Y será precipitado de las torres de Tro- Andrómaca “no pudo oponerse a la prisa de
ya” (p. 366), pretendiendo con este acto ani- su nuevo esposo. No pudo ya ella misma dar
quilar incluso la valentía posible de heredar al niño sus postreras honras funerales” (Eurí-
por los descendientes de los muertos, de- pides, 2003: 375).
cisión a la que Andrómaca, en su condición
de esclava, no puede oponerse, porque ya ni El caso de Andrómaca, así narrado por Eu-
las leyes ni la fuerza de los hombres de Troya rípides, es un claro ejemplo de lo que se ha
pueden protegerla. nombrado como aniquilación moral de un Es-
tado, que trae como consecuencia la aniquila-
Y como si ser esclava, estar obligada a ser la ción moral de sus integrantes, traducida en el
amante del hijo del asesino de su esposo y te- hecho de que no pueden recurrir ni a sus le-
ner que padecer el asesinato de su hijo, por el yes, ni a sus principios, ni a sus criterios, y que
mero hecho de ser el hijo del valiente héroe tiene como ejemplo más primigenio la guerra
troyano, no fuera más que suficiente, el he- de Troya, pero que ha acontecido muchas ve-
raldo le agrega: ces a lo largo de la historia de la humanidad.

[…] no resistas […]. Si algo dices que También Eurípides muestra a Hécuba, la es-
encolerice al ejército, ni tumba tendrá posa del rey, esclava, sin trono, “sin hijos, sin
el niño, ni tendrá compasión nadie marido, sin ciudad, del todo destruida” (Eu-
de él. Si callada toleras esta muerte, rípides, 1991: 665), encarnando todo el dolor
no quedará insepulto (pp. 366-367). humano que puede llegar a engendrar una
guerra de aniquilación, pues Hécuba debió
Esta amenaza se encuadra en las creencias de soportar el destierro de su hija Casandra,
una época en la que la sola insinuación de la que debió partir como esclava del rey griego
insepultura era motivo de horror, pues que- Agamenón, y de su nuera Andrómaca, el ase-
dar insepulto era estar condenado a ser devo- sinato de su nieto —apenas un infante—, la
rado por las fieras y a no ingresar en el Hades, muerte de su hijo menor, la muerte del rey
el mundo de los muertos, razón por la cual los Príamo, su esposo, y la muerte de su hijo, el

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3 Por el temor a la insepultura, Aquiles dice al agónico Héctor: “A ti los perros y las aves te despedazarán ignominiosamente. […]
Con lánguida voz respondióle Héctor. […] ¡No permitas que los perros me despedacen y devoren junto a las naves aqueas!
Acepta el bronce y el oro que en abundancia te darán mi padre y mi veneranda madre, y entrega a los míos el cadáver para que
lo lleven a mi casa, y los troyanos y sus esposas lo entreguen al fuego” (Homero, 1972: 396).

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valiente guerrero Héctor, a manos de Aquiles, Así, antepone Polixena su sentimiento de dig-
muertes a las que se sumaron la pérdida de nidad ante la perspectiva de la pérdida de
su posición de reina y su consecuente escla- la vida, en una época en la que la dignidad
vitud, que indiscutiblemente la ubicaron en era apenas un preconcepto y, por tanto, tal
una posición de indignidad, así la palabra palabra todavía no había nacido para nom-
“dignidad” todavía no existiera. brar este sentimiento.

Y cuando el hijo de Aquiles, encargado de de-


La dignidad gollarla,

Estas no fueron las únicas consecuencias, de- [...] les hizo señas a los jóvenes escogi-
dos para que sujetaran a la doncella,
rivadas de la aniquilación moral de Troya por
ella [...] exclamó [...]: ¡Oh argivos que
parte de los griegos, que la anciana Hécuba destruisteis mi ciudad! Moriré volun-
debió soportar. En su momento, la reina es- taria. Que nadie toque mi cuerpo,
clava recibió la siguiente notificación de Uli- pues ofreceré mi cuello con corazón
ses: “ha parecido bien a los aqueos degollar bien dispuesto. Matadme, pero de-
a tu hija Polixena junto al empinado túmulo jadme libre, para que muera libre, por
del sepulcro de Aquiles” (p. 453). Y mientras los dioses. Pues, siendo una princesa,
siento vergüenza de que se me llame
la actitud de Hécuba fue recurrir a la súplica,
esclava entre los muertos (p.465).
sugiriendo a Polixena: “póstrate en plan con-
movedor ante las rodillas de Ulises, aquí pre- Fue tal el impacto de su actitud sobre el ejér-
sente, y persuádele […] de modo que podría cito griego congregado en torno al ritual que
compadecerse de tu suerte” (pp. 657-658), ofrendaba a su héroe Aquiles la vida de Po-
aquella se yergue y le dice a él: “Te voy a se- lixena, que como empujados por una fuerza
guir de acuerdo con la necesidad, y porque oculta, guiados solo por su sentimiento de re-
deseo morir. Si no quiero, resultaré cobarde y conocimiento y admiración,
mujer amante de la vida” (p. 458). […] unos cubrían a la muerta con ho-
jas traídas en sus manos, otros com-
Este argumento de Polixena es acorde con la pletaban una pira trayendo ramas
tradición de la época y con la interpretación de pino; y el que no traía era critica-
del concepto griego de la libertad de Hannah do de la siguiente manera por el que
traía: ¿Te estás quieto, oh malvadísimo,
Arendt, según el cual era libre sólo “quien
sin tener en tus manos un peplo ni un
estaba dispuesto a arriesgar la vida; no lo adorno en honor a la joven? ¿No vas a
era y tenía un alma esclava quien se aferra- ir a dar algo para la en extremo animo-
ba a la vida con un amor demasiado grande” sa y extraordinaria de alma? (p. 466),
(Arendt, 2007: 72), y a Polixena le sobró coraje
para encarnar este valor, pues ante la decisión olvidando de pronto que era una esclava ene-
miga, y reconociendo así su grandeza.
de los griegos de degollarla en honor a Aqui-
les, respondió: Lo que más importa destacar con el caso de la
actitud de Polixena no es solo el hecho de que su
[…] Llévame, pues, Ulises, y mátame muerte sea un ejemplo más de las consecuen-
[…] Madre, tú no seas en nada un cias de la aniquilación moral de Troya y de la
obstáculo para nosotros, ni de pala- desgracia de Hécuba, sino también el senti-
bra ni de obra. Exhórtame a morir an- miento de dignidad con el que asume su pro-
tes de encontrar un trato vergonzoso pia muerte, en una época en la que la digni-
(Eurípides, 1991: 458-459). dad era apenas un preconcepto.

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Educación y cibercultura: campos de estudio, retos y perspectivas

Para ubicar y precisar en este contexto el sen- sucesión de grandes acontecimientos


timiento de la dignidad como preconcepto, que conduce a cambios fundamenta-
hay que recurrir a Eros, al amor, como un les en las estructuras políticas y eco-
sentimiento que además de proyectarse y ge- nómicas (Fukuyama, 1992: 252),
nerar vínculos con los otros, se vierte sobre
el sí mismo, en un movimiento narcisista que que pasan, indiscutiblemente, por el fortaleci-
viene a configurar los niveles de autoestima miento del sentimiento de la dignidad.
en los que se basa el amor propio, que es el El Eros como amor propio es el sentimiento
fundamento de la dignidad y que va evolu- narcisista que salva al individuo de la muerte
cionando en el sentido de que se va fortale- simbólica que el otro le puede propiciar con
ciendo en el proceso de desarrollo espiritual el desprecio. Despreciar es asumir que el otro
de la humanidad. carece de valor, y por esta razón se lo pue-
En la medida en que la autoestima es el Eros de matar o ignorar, que es en esencia matarlo
volcado sobre sí mismo, como valoración simbólicamente. Y por ello el desprecio duele,
narcisista que conforma los niveles del amor con un dolor que bien puede nombrarse como
propio, esta se constituye en el primer límite dolor moral, no solo porque la dignidad es un
y baremo, a la vez que en la condición funda- sentimiento moral que expresa la valía de sí
mental necesaria para exigir del otro respeto mismo, sino porque con el desprecio el otro
por la propia dignidad, por lo cual su fortale- transgrede la ley moral, es decir, el principio
cimiento es fundamental no solo para la edu- interno por el cual la persona despreciada se
cación, sino también para la evolución del de- concede a sí misma un valor de dignidad.
recho que está llamado a velar y a proteger el La autoestima, que implica el respeto por
respeto a la dignidad y en el que se traduce la sí mismo y que es la base de la dignidad y
evolución espiritual de la humanidad. de la autoinhibición para agredir a los de-
El Eros volcado sobre sí mismo como autoes- más, es pues la dosis de amor propio que en
tima, en lo que se traduce el amor propio, es, las relaciones interpersonales exige un reco-
en suma, la dosis de orgullo y de valoración nocimiento que puede ser o no otorgado, y
personal sin la cual no hay dignidad, y sin la cuyo desconocimiento provoca efectos y reac-
que resultaría imposible superar la guerra de ciones diferentes en cada persona, dependien-
aniquilación, pues en última instancia la dig- do de los umbrales de su dignidad.
nidad tiene una dimensión política, allí don-
El desprecio duele más o duele menos o no
de es la fuente de la que se nutre la capacidad de
duele, dependiendo de los umbrales, por lo
exigir respeto, de respetar y, por tanto, de in-
demás imprecisos, de la dignidad. En los dos
hibirse de agredir a los demás. No se indigna
límites extremos de los niveles imprecisos de
pues, y con base en esta indignación no se re-
la dignidad, en un primer caso el desprecio
bela o se yergue altivo a pesar de la impoten-
duele menos o no duele, cuando una eleva-
cia sino aquel que siente pisoteado su amor
da autoestima puede sentirse insusceptible
propio y, por ello, siente que tiene dignidad.
o casi insusceptible ante el desprecio de los
Tal como lo dice Fukuyama, solo quien siente
demás; en un segundo caso el desprecio due-
que tiene dignidad puede sentirse indignado
le más o no duele, cuando una muy baja o
y estar
inexistente autoestima puede sentirse muy
[…] dispuesto a caminar delante de susceptible, casi insusceptible o insusceptible
un tanque o a hacer frente a una línea ante el desprecio de los demás. Este extremo
de soldados. Y sin esos pequeños ac- de la poca conciencia del sentimiento de la
tos de valor en respuesta a pequeños dignidad abonó el terreno de las incontables
actos de injusticia, nunca se iniciará la guerras de aniquilación que se han vivido en

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La dignidad y la moral como preconceptos que evolucionan a través del sentimiento...

el transcurso de la historia, y su fortalecimien- preconcepto que anidaba en el sentimiento,


to es el motor que ha jalonado la evolución de pero que aún no tenía nombre ni había alcan-
los sistemas políticos y de gobierno, y con zado la categoría de concepto.
ellos del derecho, que se constituye en la
prueba más tangible de la evolución espiri- Los estudios históricos muestran que, en
tual de la humanidad. Occidente, los orígenes de la palabra “digni-
dad” hunden sus raíces en el Imperio roma-
Como se lo puede deducir del ejemplo de no, muchos siglos después de la guerra de
Polixena, una elevada dosis de amor propio Troya, aunque la palabra en sus orígenes no
puede preferir la muerte antes que la indig- abarca todo el contenido que hoy comprende
nidad, pues a una elevada autoestima no solo este concepto. Uno de estos estudios (García,
le pueden importar las condiciones y razones 1997) muestra que la dignitas romana está di-
que salvaguardan su existencia, sino que fren- rectamente relacionada con la posición políti-
te a la pérdida de la dignidad, la conservación ca y social, pues apunta a un valor excluyente
de la vida puede ser un precio insuficiente, concedido a quienes hacen parte del mundo
ya que la muerte puede importar y valer me- de la política y de la aristocracia, y aunque tie-
nos que el dolor moral y la muerte simbóli- ne características de lo que siglos después se
ca que comporta el sentimiento de la indig- configurará en el concepto dignidad como un
nidad. En este contexto puede explicarse no valor universal de la humanidad, la dignitas
solo la opción voluntaria de Polixena por romana, lejos de esta universalidad, admite
el degollamiento, sino también la opción rangos y asume que hay personas que no tie-
de Giordano Bruno por la hoguera. nen dignidad.
Polixena eligió el camino de la muerte; su En general, para el Imperio romano, el hacer
amor propio prefirió la muerte antes que la parte de la nobleza, el descender de “héroes
indignidad que traía consigo la elección de troyanos, reyes o —como César— una diosa,
la existencia, y que implicaba intentar evadir la confiere aun más brillo a esa dignidad, […] lo
muerte a través de la degradación de sí mis- que es distintivo del carácter aristocrático de
ma que conllevaba la condición de suplicante. la sociedad” (García, 1997) y de su concepto
Esto significa que para Polixena la alternativa de dignidad, que en este caso no es el recono-
no era elegir entre la vida y la muerte, sino cimiento de un valor moral que hace iguales
entre la vida y el sentimiento de su dignidad, a todas las personas, y por el cual y solo por
pues la muerte, a la que la vida se resiste y el cual toda persona merece respeto. En con-
niega, no desafía en este caso a la vida como secuencia, para la sociedad romana de esta
existencia, sino a la vida como valor moral, época, aristocrática y estratificada, los escla-
y la defensa de la vida no como existencia, vos carecen de dignidad.
sino como valor moral, que puede traer como
consecuencia la pérdida de la existencia, pero Según este estudio, la dignitas de esta época
puede incluso garantizar la vida eterna, la es objeto de reconocimiento y se obtiene por
gloria, que se traduce en la trascendencia y merecimiento, lo que hace que pueda “de-
en la perduración en el recuerdo, allende los fenderse, aumentarse, rebajarse, perderse
límites de la muerte. y restituirse” (García, 1997), de acuerdo con
cualidades, actitudes y valores que se espera
Es, pues, este sentimiento de la dignidad el que observen los actores políticos y las perso-
que lleva a Polixena al degollamiento como nas aristocráticas, y que en su conjunto fun-
una opción que salvaguarda a la dignidad damentaban la grandeza de Roma; aunque,
antes que a la vida misma, revelada en su ac- como se ha dicho, se basaban en la creencia
titud y en una época en la que la palabra “dig- de que hay personas que no tienen digni-
nidad” no existía todavía, pues era apenas un dad. En la Roma de esta época, “el que posee

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Educación y cibercultura: campos de estudio, retos y perspectivas

dignitas debe mostrar grandeza y disciplina, romano. No obstante, en una connotación


debe controlar lo animal y emocional” (García, mucho más abarcante, se entiende como un
1997), además de manifestar magnanimidad, valor intrínseco y absoluto por el cual toda
cuya expresión en la vida política vale citar en persona, por el solo hecho de ser persona,
extenso, entre otras razones, porque deja cla- merece respeto.
ro el contraste entre dos épocas:
Sin embargo, arribar a este concepto de dig-
Impresionante testimonio de lo que nidad ha implicado a la humanidad un sin-
exige la dignidad romana es el discur- número de luchas políticas que han presio-
so de César en Salustio, discurso en nado la evolución del derecho, mediante la
que aquel rechaza la pena capital para reivindicación de una legislación jurídica que
Catilina. Dice que la dignidad y el odio reconozca libertades y derechos civiles y po-
son irreconciliables y que la dignidad líticos, y que decrete por ley la abolición de la
obliga a prescindir de todo el rigor de esclavitud. Todas estas luchas políticas y las
la ley. Así, la dignitas no solo no está
transformaciones jurídicas de ellas derivadas
en contradicción con la humanitas,
y que se seguirán derivando, han puesto en
sino que, por el contrario, la incluye.
La pena de muerte, como dice César evidencia el lento, pero decisivo fortaleci-
en el mismo discurso, no es romana: miento del sentimiento de la dignidad en el
la sentencia no me parece cruel sino ajena que se evidencia el progreso espiritual de la
a nuestra República (Sall. Cat. 51, 17). humanidad.
Asimismo dice Cicerón que la sola
mención de la pena capital es indigna Este progreso espiritual tomó cuerpo en la
del ciudadano romano y del hombre época de la Ilustración cuando, a partir de
libre (Cic. Rab. 16). […] Todo lo que la Revolución francesa, se llevó a cabo la De-
daña el decorum, todo lo que supri- claración de los Derechos del Hombre y la re-
me la consideración del prójimo, su volución política que implicó la transforma-
dignidad, todo lo carente de tacto, de ción paulatina de los regímenes monárquicos
gusto, todo lo exagerado, artificioso, imperantes por los Estados de derecho basa-
agresivo, bajo, malicioso contradice la dos en los sistemas de gobierno democráti-
dignidad romana. Dignitas exige ante
cos, que son sus más directos herederos.
todo guardar la recta medida (García,
1997).
Si se trae con Eurípides el caso de Polixena
como ejemplo del preconcepto de la digni-
Sin embargo, a pesar de la carencia de univer-
dad, es porque no puede menos que calificar-
salidad, el concepto romano de dignidad está
se la actitud que Eurípides le atribuye, como
asociado a un sentimiento de autoestima y de
una manera de reaccionar ante su condena
valía de sí mismo y, por tanto, a valores que
a muerte desde los umbrales más profundos
se expresan como cualidades y que se ponen
en evidencia en comportamientos, actitudes de su sentimiento de autoestima y de valía de
y maneras de ser cuyo reconocimiento hoy sí misma que hoy se nombra como dignidad,
hace parte del concepto moderno de dignidad, muchos siglos antes de que deviniera en un
al que se arribó, en la época de la Ilustración, concepto que la define como el valor abso-
y con el telón de fondo de la Revolución fran- luto que posee una persona por el cual, por
cesa, en el proceso de desarrollo de la huma- el mero hecho de ser persona, exige respeto,
nidad. merece respeto y su vida debe ser respetada.

Hoy el concepto de dignidad recoge todos los Cuando Polixena acepta su muerte antes que
atributos que tenía en la época del Imperio postrarse ante su aniquilador, hace una elec-

Revista Educación y Pedagogía, vol. 24, núm. 62, enero-abril, 2012 241
La dignidad y la moral como preconceptos que evolucionan a través del sentimiento...

ción que no es precisamente entre la vida y la proponer nuevas y mejores formas de ejercer
muerte, sino entre su vida y su sentimiento de y aceptar la autoridad, formas mediatizadas
dignidad, y es justo su sentimiento de digni- siempre por la conciencia de la necesidad de
dad el que vence, pues finalmente es Polixena limitar el poder, e históricamente materia-
quien con su digna actitud postra al ejército lizadas en las revoluciones políticas con las
griego a sus pies, recibiendo de sus enemigos que la humanidad ha buscado avanzar en el
los honores merecidos por su “extraordinaria ejercicio del poder para ser gobernada según
alma”, logrando así vivir en el recuerdo de nuevos principios, objetivos y procedimien-
griegos y troyanos, y alcanzando por esta vía tos. Como ejemplo es suficiente recordar el
la trascendencia y la inmortalidad. avance en el ámbito político que generó la
Revolución francesa.
Es este sentimiento de la propia valía y autoes- Hay que tener en cuenta, además, que al rit-
tima el que, a través de los siglos, se va abriendo mo que se fortalece y que se universaliza el
camino, en la medida en que se va univer- sentimiento de la dignidad, hasta el punto
salizando, hasta que en la época del Impe- de concretarse en un concepto y continuar
rio romano, cuyos fundadores, dicho sea de su proceso de fortalecimiento, el imperio de
paso, se consideraban descendientes de los la fuerza va siendo superado en el transcurso
troyanos, alcanza reconocimiento mediante de la historia y reemplazado por una legis-
un nombre: la dignidad, que sigue en lucha lación moral, ética y jurídica, en la que muy
abierta su pretensión de adquirir universali- lentamente ha venido ganando espacio el de-
dad a través de la legislación jurídica, como recho internacional. Esto se lo puede corro-
un valor absoluto por el cual toda persona, borar cuando se observa que apenas en 1945
sin discriminación alguna y por el solo hecho fue fundada la Organización de las Naciones
de ser persona, merece respeto. Unidas (ONU), como consecuencia de la Se-
gunda Guerra Mundial, cuya legislación, que
No hay que olvidar que, mirado desde la pretende agrupar a todos los Estados del pla-
perspectiva histórica, el desarrollo del senti- neta con el fin de evitar las guerras, apela al
miento de la dignidad ha mostrado tener una reconocimiento y al respeto de la dignidad.
función política fundamental, en las luchas y
las revoluciones a través de las cuales la hu- En este concepto de la dignidad como un va-
manidad ha buscado garantías jurídicas en lor absoluto por el cual toda persona mere-
la reivindicación de los derechos humanos ce respeto, fundó Immanuel Kant su tesis
y de las libertades políticas y civiles, y desde de que era posible y necesario, para evitar las
esta perspectiva, ha sido un medio de morali- guerras, la conformación de un Estado civil
zación de la política misma. Esto justifica que cosmopolita, basado en una legislación inter-
el fortalecimiento del sentimiento de la digni- nacional cuyo principio rector y condición li-
dad sea objeto de preocupación de la educación, mitativa de la libertad humana, de los fines
tanto en el ámbito político como institucional, humanos y de toda legislación jurídica fuera
entre otras razones porque su fortalecimien- el respeto a la dignidad (Kant, 1995: 21).
to abre la vía por la cual, a partir de la críti-
ca, el ejercicio de la política es presionado a En el esfuerzo por crear un organismo inter-
crear condiciones para que sea posible una nacional que evitara las guerras entre Esta-
vida con dignidad y una convivencia cada dos, es de destacar la Asamblea de los Estados
vez más pacífica, tanto a nivel estatal como Generales, traída por Kant como ejemplo de
interestatal. un intento de asociación entre algunos Esta-
dos de Europa acorde con las formalidades
La crítica, fundada en el fortalecimiento del del derecho, y con el fin de conservar la paz,
sentimiento de la dignidad, permite desear y a la cual se refiere diciendo que una asocia-

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Educación y cibercultura: campos de estudio, retos y perspectivas

ción de estas características tuvo lugar en la que las sociedades en las que priman bajos
primera mitad del siglo XVIII índices de impunidad y altos índices de ca-
lidad de vida y de orden social, deben estas
[…] en la Asamblea de los Estados Gene- características no solo a la eficacia en la apli-
rales de la Haya; allí los ministros de la cación de la sanción, sino también a los eleva-
mayor parte de las cortes europeas, e dos niveles de vida y bienestar que favorecen
incluso las repúblicas más pequeñas, se
los altos grados de introyección de valores y
quejaron de las agresiones que habían
principios que, esculpidos en las maneras de
recibido unos de otros, y así se imagi-
ser, se traducen en sentimientos de rechazo
naron a Europa entera como un solo
Estado federal, que aceptaron —por así a un cada vez mayor número de comporta-
decirlo— como árbitro en aquellos sus mientos que están penalizados y que por esta
conflictos públicos (Kant, 1993: 191). vía hacen cada vez más innecesario el castigo.

Pero dice Kant que Por ello se puede afirmar que el verdadero
progreso humano se evidencia en la transfor-
[…] en lugar de esto, el derecho de mación espiritual y se pone de manifiesto en la
gentes ha quedado después única- expresión de sentimientos que se traducen en
mente en los libros, ha desaparecido valores y principios que se constituyen en ga-
de los gabinetes, o ha sido confiado rantes del acatamiento de las leyes jurídicas.
en forma de deducciones a la oscuri-
dad de los archivos, después de haber Además, el progreso se evidencia en la trans-
hecho ya uso de la fuerza (p. 191). formación espiritual y se manifiesta mediante
la expresión de sentimientos que se traducen
Sin embargo, hoy es un hecho la promulga- en valores y principios que, a través de la
ción de una legislación internacional que se crítica, portadora de propuestas acordes con
ha venido perfeccionando, no precisamente el deseo de una mayor calidad de vida y de
como un acto de reconocimiento a la perti- cualificación de la sociedad, jalona la trans-
nencia de la tesis de Kant, sino como conse- formación y la evolución del derecho, en el
cuencia de los estragos de las guerras, y muy que finalmente se objetiva el progreso de la
especialmente de la segunda guerra mundial. humanidad.
Dicho en otras palabras, los valores y los prin-
El lugar del sentimiento de respeto al cipios preceden y dan fundamento al ordena-
derecho y a la dignidad en la evolución de miento jurídico que regula la convivencia al
la humanidad interior de una sociedad y es garante del res-
peto a la dignidad, en cuya calidad, efectivi-
Que la moral y la dignidad hayan sido pre- dad y pertinencia se pone en evidencia el gra-
conceptos en la forma de sentimientos que do de evolución espiritual de una sociedad.
mucho más tarde devinieron en conceptos, En este contexto, el progreso humano se lo en-
no significa que arribar a la categoría de con- tiende entonces como la creación, por la po-
ceptos invalide su influencia sobre el compor- lítica, de condiciones dignas para la sociabi-
tamiento en la forma de sentimientos, sino lidad y el entendimiento humano, mediadas
que, al contrario, es por la vía del sentimien- por leyes jurídicas en las que se objetiva el
to como la dignidad y la moral siguen pro- progreso de la humanidad. Esta idea del pro-
duciendo efecto. Ante la objeción de que el greso exige fomentar, por un lado, median-
derecho mantiene su eficacia gracias al casti- te la educación, la conciencia de que es una
go, hay que decir que si bien el castigo por imperativa necesidad respetar la dignidad
la transgresión es necesario, cierto es también humana y la dignidad de la ley, y por otro,

Revista Educación y Pedagogía, vol. 24, núm. 62, enero-abril, 2012 243
La dignidad y la moral como preconceptos que evolucionan a través del sentimiento...

el sentimiento de corresponsabilidad con las Lo anterior significa que el fortalecimiento


generaciones del futuro, en el sentido de pre- del sentimiento de la dignidad y el sentimien-
parar para ellas un mundo en donde sea po- to de valoración y de respeto al derecho, en la
sible la convivencia, en los ámbitos nacional e medida en que generan el orden social, pro-
internacional. voca la valoración estética de ese orden social
e induce la comprensión de que el respeto
Lo anterior implica para la educación pro- a la dignidad del ser humano y de las leyes
mover la conciencia de que el mundo es una jurídicas es la garantía de la aminoración de
creación humana cuyas posibilidades de con- la violencia y del progreso de la humanidad
vivencia social dependen de la capacidad de hacia una meta ideal nunca consumada, des-
respetar la dignidad humana y la dignidad de la de la cual paulatinamente se lleva a cabo el
ley, según Kant (1980: 90-93), dos valores ab- reconocimiento del ser humano como un fin
solutos que finalmente vienen a constituirse en sí mismo y obra de sí mismo, al interior
en los garantes del orden moral y, por tanto, de un orden social por él ideado y puesto en
marcha.
social.
Ahora bien, en el incremento de la capacidad
Además, es importante también tener en de valorar estéticamente el orden social como
cuenta que la posibilidad de que el respeto resultado de la valoración del respeto al de-
al derecho y a la dignidad humana se vaya recho y a la dignidad, que se va universali-
universalizando, radica en el hecho de que la zando en el devenir de las generaciones, la
dignidad humana y el orden moral son ob- educación desempeña un papel fundamen-
jeto de valoración estética, es decir, a través tal. Pero la educación de la sociedad es una
del sentimiento, tal como en el caso de la dig- responsabilidad que no solo le compete a las
nidad lo pone en evidencia Eurípides cuando instituciones educativas, sino que también la
por su admirable actitud hacia la muerte, el política, en su ejercicio, tiene una dimensión
ejército griego rinde honores a Polixena, aun educativa, si por política se entiende, en sen-
cuando ella pertenece al bando de los enemigos. tido práctico, la libre deliberación que, bajo
un sistema de gobierno, se lleva a cabo entre
A la capacidad que tiene el ser humano de va- actores sociales con puntos de vista diversos
lorar estéticamente, es decir, mediante el sen- e intereses distintos, con el fin de intentar dis-
timiento de placer, el orden moral, se refiere cernir directrices generales que posibiliten la
Schiller afirmando que concepción y el acercamiento al logro de ob-
jetivos igualmente generales, que permitan
[…] allí donde el sentimiento moral crear condiciones para la convivencia y alcan-
halla satisfacción, no quiere sufrir me- zar finalidades sociales. Desde esta perspecti-
noscabo el sentimiento estético. […] va, la práctica política está llamada a crear las
Por muy severamente que la razón re- condiciones educativas, económicas y jurídi-
clame una expresión de la moralidad, cas para una vida con dignidad, en la que los
no menos inexorablemente reclaman bajos niveles de impunidad, la ilustración de
los ojos belleza (Schiller, 1985: 35), la sociedad y la satisfacción de las necesida-
des básicas sean garantes de la seguridad y
en una concordancia entre lo bello y lo moral del bienestar de la sociedad, y se traduzcan
que para el caso de las sociedades Kant nom- en orden social.
bró como “bello orden social” (Kant, 1994: 50),
en el que la moralidad se simboliza y se ex- Por su parte, la educación institucional está
presa como belleza, tal como lo expuso en la llamada a fortalecer la conciencia de que la
Crítica del juicio (1991: §59, 317). dignidad humana y la dignidad de las leyes

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Educación y cibercultura: campos de estudio, retos y perspectivas

jurídicas son constructos humanos indispen- en cualidades, en actitudes y en maneras de


sables para la creación de condiciones que ser que portan los valores más altos decanta-
permitan a la sociedad una vida con dignidad dos por la humanidad.
en igualdad de derechos y oportunidades,
para que sea posible una convivencia social No se puede, pues, más que dar razón a Hé-
que, por la vigencia y el respeto a las leyes cuba cuando frente a la decisión de asesinar
internas e internacionales, limitadas por el a su nieto, el hijo de Héctor y Andrómaca, ex-
principio del respeto a la dignidad humana, clamó: “¡Aqueos valientes en las armas, como
sienta cada vez más alejado el fantasma de la nadie; nada valéis en cuanto a sentimientos!”
guerra de aniquilación. (Eurípides, 2003: 375). Es en este sentido en
el que Schiller abogó por “la educación de la
Así pues, mientras la práctica política, en su capacidad de sentir”, argumentando que
función educativa, crea las condiciones para
la seguridad, el bienestar y la dignificación de la […] la educación de la capacidad de
sociedad, la educación institucional, en su in- sentir es, pues, la más urgente necesi-
dad de la época, no simplemente por-
tento de formar para la convivencia social por
que es un medio para hacer efectiva
medio de la comprensión y de la capacidad
una comprensión mejor de la vida,
argumental que genera la claridad concep-
sino, incluso, porque despierta la com-
tual, puede incidir en la transformación del prensión para el perfeccionamiento
ser humano mediante la modificación de los (Schiller, 1993: 109).
intereses de la razón, y esta transformación
generalizada hace comunidad a partir de la En efecto, para que los procesos intelectua-
incorporación de un saber que incluso deja les y racionales promovidos por la educación
de ser una pertenencia individual, para trans- afecten la vida misma, tienen que transfor-
formarse en una manera de ser admirada, marse en comprensión, y la comprensión
compartida y capaz de ver belleza en el or- solo es verdadera comprensión cuando se
den social, a la manera como placen y se com-
inscribe en el sentimiento y se devela como
parten los encuentros con lo bello, porque es
ampliación de los niveles de solvencia esté-
innegable que es bello y digno de admiración
tica y moral, y una vez inscrita en el senti-
un orden social basado en el reconocimiento
miento y develada como solvencia estética y
y el respeto a la dignidad de la ley y del ser
moral, se difunden a través del sentimiento
humano.
como un valor decantado e inscrito en lo más
El reconocimiento de las razones antropoló- profundo de los propios principios que, pau-
gicas por las cuales es necesario el respeto a latinamente, se van transmitiendo de gene-
la dignidad del ser humano y de las leyes mo- ración en generación, en el lento proceso de
rales, que se traduce en argumentos y en una la búsqueda, inalcanzable como absoluto, del
claridad conceptual respaldada por unas con- perfeccionamiento humano.
diciones de vida dignas, puede llegar a tras-
cender incluso su función de razón y de ar-
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pp. 231-246.
Original recibido: junio de 2011
Aceptado: diciembre de 2011

Se autoriza la reproducción del artículo citando la fuente y los créditos


de los autores.

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