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Al fin solos: el nuevo escenario de las comunicaciones en la Argentina

Autores:

Albornoz, Luis Alfonso


Hernández, Pablo
Mastrini, Guillermo
Postolski, Glenn
Grupo de Estudios en Economía Política de la Comunicación
Carrera de Ciencias de la Comunicación
Universidad de Buenos Aires (UBA)

...me angustian las noticias inciertas


y los acontecimientos definitivos...
Todas estas cosas llegan a mí de noche y de día,
entran en mi vida,
vienen y se van...
¡pero yo no soy nada de esto!
Walt Whitman

En el presente artículo proponemos una aproximación al proceso de


conformación de los dos grandes conglomerados mediáticos que dominan el sector de las
comunicaciones en la Argentina actual, destacando su relación con la administración estatal
durante la presente década.

Para ello, consideraremos ciertos preceptos en los cuales se enmarcará


nuestro trabajo:

a) la necesidad impostergable de analizar, en el nuevo hábitat que propone la convergencia


tecnológica y de servicios, a los medios de producción de mercancías simbólicas como
parte relevante del sistema de acumulación económica. Reconociendo que, como señala
Bolaño, “producción material y producción simbólica convergen hoy, orientándose para la
constitución de un capitalismo total en el cual ya nada escapa a la forma mercancía y a la
producción de valor y de plusvalía"1

b) la relación estrecha que, desde la industria cultural, tiene la rama de la radiodifusión con
la industria de la infraestructura de telecomunicaciones. Esta relación, adicionada a la
licuación de la frontera que distinguía productores de contenidos y prestadores de servicios,
hace necesario el estudio de los nuevos entes multimediáticos de pluriservicios como eje de
aproximación a la problemática de las comunicaciones.

1 Bolaño, Cesar: “A problemática da convergência informática/telecomunicações/audiovisual: uma


abordagem marxista”, (1998) mimeo.
En este sentido, consideraremos dentro de la nueva esfera de las
comunicaciones tanto a las telecomunicaciones como a la radiodifusión. Así, coincidimos
con lo planteado por Capparelli y Santos respecto a considerar a la convergencia como
categoría que involucra varios procesos y niveles; resumidos brevemente en el nivel
jurídico (marco regulatorio), el nivel institucional (intereses de los actores involucrados en
el proceso, principalmente los económicos) y el nivel técnico (la posibilidad de la
unificación del transporte de productos y servicios).

Por otra parte, una aproximación al problema de la convergencia en el


mercado de las comunicaciones de la Argentina no puede dejar de reconocer que nuestro
país continúa inmerso hoy -pese a la complejidad que plantea la denominada
“globalización” - en una relación de dependencia estructural respecto a los centros
hegemónicos mundiales.

De acuerdo a lo planteado, nuestro enfoque pretende distinguir los puntos de


inflexión en las estrategias de crecimiento que consolidaron a dos grupos dentro del
panorama mediático argentino: el Grupo Clarín y el tándem CEI Citicorp Holdings -
Telefónica Internacional S.A. (TISA). Describiremos la evolución de cada grupo en los
últimos años y el reflejo de sus crecimientos en la normativa vigente a partir de una
estrecha relación con el aparato estatal.

Tiempo de siembra

A partir de la llegada al gobierno del presidente Carlos Menem (1989),


comienzan a aplicarse en la Argentina políticas económicas directamente relacionadas con
los diseños de los organismos financieros internacionales. De neto corte neoliberal, éstas
dan origen a una nueva etapa basada en la apertura de la economía nacional al mercado
mundial, el inicio de una ¨reforma del Estado¨ centrada en la reducción de funciones y
personal y en un proceso de privatizaciones de empresas estatales de servicios públicos con
fuertes incentivos a las inversiones extranjeras.

Las condiciones deficientes a las que habían sido llevadas las prestaciones
estatales, cuyo análisis excede el marco de este trabajo, sirvieron de plataforma para
impulsar el cambio en la prestación de servicios de carácter público desde una matriz
estadocéntrica a una de tipo mercadocéntrica, sostenido sobre:

Un consenso social en torno del ajuste, fundamentalmente en orden a mantener la


estabilidad conseguida, que también se explica por una suerte de reducción de las
expectativas, un disciplinamiento dilemático impuesto a la sociedad para la aceptación
de sucesivos ajustes a fin de evitar males mayores. La reforma no se redujo a un proceso
de devolución de servicios a otros actores, sino que también produjo un profundo
cambio en las relaciones de poder en la sociedad, entre elites y sectores populares,
homogeneizando a las primeras y heterogeneizando a los segundos, desplazando el
poder de amenaza que provenía de las clases trabajadoras organizadas hacía el
proveniente de las elites económicas (fuga de capitales, golpe de mercado, desinversión,
etc.). Se trató asimismo de una redefinición del establishment y de la estructura de
poder económico concentrada ahora en los nuevos holdings, las agencias bilaterales de

2
crédito, los bancos de inversión y los multimedia, así como del desalojo de su condición
de factores de poder de las Fuerzas Armadas, sindicatos, cámaras empresarias y la
misma cúpula de la Iglesia. Esta cesión estratégica de propiedad y de capacidad de
gestión se hizo en favor de una nueva configuración del poder económico empresarial,
la de aquellos actores que durante todo este proceso lograron mantener una vinculación
directa con el Poder Ejecutivo2.

La Argentina comenzó el proceso de privatización de los servicios de


radiodifusión y de telecomunicaciones a fines de 1989, liderado por el otorgamiento de dos
licencias en régimen de exclusividad para operar telefonía, surgidas de la venta de la
Empresa Nacional de Telecomunicaciones (ENTel). Esto, junto a la posterior adjudicación
de los principales canales de televisión abierta del país durante 1990, marca el inicio de una
etapa muy dinámica en el sector comunicaciones, caracterizada por un constante
incremento de capital y de rentabilidad.

A partir de ese momento, comienzan a percibirse algunas de las


características que bosquejan el actual panorama:

v La irrupción de grandes masas de capital financiero internacional.


v Un acelerado proceso de concentración económica, acompañado por el desplazamiento
de actores tradicionales.
v La deficiencia del marco regulatorio, con la consecuente judicialización en torno a las
definiciones sobre el sistema.
v La ausencia de debate acerca de las comunicaciones en la sociedad civil y partidos
políticos.

Acompañado por el crecimiento de las Inversiones Extranjeras Directas


(IED) y el aumento significativo de la presencia de las transnacionales en la economía
local, el sector de las comunicaciones se posicionó en el primer lugar del ranking de
inversiones extranjeras, por encima del sector bancario-financiero. De esa masa de dinero,
unos 1.000 millones de dólares estuvieron destinados a la formación bruta de capital,
focalizados en el desarrollo de las telecomunicaciones. Mientras que casi 3.000 millones
correspondieron al rubro compras, incluidas tanto fusiones como nuevas adquisiciones,
concentrados en la radiodifusión. El volumen de dinero involucrado en fusiones y
adquisiciones durante el año pasado alcanzó al 50% del volumen total negociado entre
1990 y 19973.
2 Daniel García Delgado: ¨Estado nacional y globalización. Fortalezas y debilidades en
el umbral del tercer milenio¨, Ed. Ariel Planeta. Buenos Aires, 1998.

3 Por su parte, las empresas argentinas invirtieron en el exterior durante el período


1990-96 menos de 4.000 millones de dólares, un 15% de esos capitales fue destinado
al Brasil, mientras que no fue registrada ninguna inversión relevante en el rubro
comunicaciones. Las previsiones oficiales indican que para lo que resta de la década se
invertirán en el exterior unos 7.000 millones de dólares, de los cuales más de un 30%
recalará en el Brasil, proyectándose que el sector comunicaciones involucrará unos 130
millones, atraídos principalmente por el proceso de privatización de las
telecomunicaciones. Ver ¨Notas de la Economía Real¨ Nº 6, (abril de 1998) informe del
Centro de Estudios Para la Producción (CEP), Ministerio de Economía y Obras y
Servicios Públicos, Buenos Aires.

3
Una dinámica cada vez más vertiginosa transforma el escenario local de las
comunicaciones hasta la aparición de un cuasi duopolio privado, protagonizado por el
Grupo Clarín y el tándem CEI-TISA. Estas empresas presentan procesos diferenciados en
cuanto a orígenes y evolución. Por un lado, el Grupo Clarín, "la encarnación del capital
nacional", tiene su germen en la prensa gráfica en la década del '40. Por otro lado, la
aparición del CEI, junto a su partner TISA, se presenta en el nuevo escenario delineado a
partir de las políticas macroeconómicas ejecutadas por el gobierno de Menem, denotando la
presencia del capital financiero transnacional como contraparte dominante del mercado de
las comunicaciones.

La situación de duopolio multimediático a la que nos referimos se verificaría


por cuanto estas empresas controlan cuatro de los cinco canales abiertos de la Ciudad de
Buenos Aires4, el 95% de los abonados al sistema de televisión distribuida por cable, el
diario de mayor circulación del país, las principales emisoras de radio AM y FM; tienen una
presencia dominante en la prestación del servicio básico telefónico y en telefonía celular, en
el acceso a Internet y en la elaboración de contenidos en español. Entre ambas se disputan
el control por la formación de la opinión pública a partir de gran parte de la producción de
los contenidos mediáticos.

¿"Con la gente en el Tercer Milenio"?

Los inicios del principal grupo multimedios de origen nacional, datan de


1945 cuando Roberto Noble funda el diario "Clarín". El diario aparece meses antes del
inicio del primer mandato del General Juan D. Perón (1946-52) como expresión de una
incipiente burguesía industrial complementando el panorama de medios gráficos, hasta ese
momento dominado por los centenarios diarios matutinos "La Nación" y "La Prensa", y el
vespertino "La Razón", en manos de la tradicional oligarquía agro-ganadera argentina.

Durante los años del gobierno peronista, "Clarín" mantuvo un perfil


'independiente', ya que ni formó parte de los medios allegados al poder ni se constituyó en
férreo crítico del mismo como ocurrió con "La Prensa" y "La Nación". En 1951 el gobierno
de Perón expropia "La Prensa" que pasa a manos de la Confederación General del Trabajo
(CGT). Esta situación beneficiaria a "Clarín", que captura parte de los avisos clasificados y
conquista la masa de lectores de ese medio. Tiempo después, favorecido por su clara
orientación desarrollista, y por sus fluidos contactos con el gobierno de Arturo Frondizi
(1958-1962) consigue créditos blandos de bancos oficiales. Durante la década del ´60 se
posiciona junto a "La Nación" como medio nacional5.

4 A excepción del canal Argentina Televisora Color (ATC), una de las emisoras cabecera
del Servicio Oficial de Radiodifusión (SOR).

5 El negocio de los avisos clasificados, sumado a los 750 mil ejemplares que vende por día, y que los
domingos trepan a más de 1 millón, sigue siendo una de las bases económicas del Grupo.

4
La dictadura militar lo encuentra consolidado como el medio gráfico de
mayor tirada e iniciando una etapa de inversiones en otros sectores. Durante el
autodenominado ¨Proceso de Reorganización Nacional¨ (1976-83), ‘Clarín’ junto a los
diarios ‘La Nación’ y ‘La Razón’ se asocia al Estado en la empresa de papel para diarios
‘Papel Prensa’. A cambio de aceptar la férrea censura y autocensura impuesta por el
gobierno de Videla, a través de créditos otorgados por el Estado, ‘Clarín’ paga su
participación en dicha empresa. ‘Papel Prensa’ se erige como dominante en el mercado del
papel a partir de ciertas prerrogativas como el subsidio de la tarifa de la energía eléctrica y
la elevación de los aranceles para la importación de papel que aumentan un 48%. De esta
manera los restantes diarios quedan sujetos al monopolio de la empresa mixta6.

Durante la década del '80, y a pesar de las limitaciones establecidas en el


Decreto ley de radiodifusión n° 22.285, "Clarín" comienza su etapa de expansión hacia
otras ramas de la industria cultural. Así, un primer paso fue eludir la prohibición impuesta
a los medios gráficos para adquirir medios radioeléctricos, comprando a través de
testaferros ‘Radio Mitre’, una de las radios capitalinas de mayor audiencia.

Alineado al candidato del Partido Justicialista durante las elecciones


presidenciales de 1989, "Clarín" presionó al nuevo gobierno para lograr al mismo tiempo la
privatización de los canales de televisión abierta de la Ciudad de Buenos Aires, hasta ese
momento en manos del Estado, y la derogación del artículo 45 de la ley vigente que le
permitiera participar en los concursos públicos para adquirir las licencias. A contramano de
la historia de la radiodifusión argentina, una de las primeras medidas del gobierno de
Carlos Menem fue llamar a licitación para otorgar las licencias de televisión abierta y
privatizar los canales de la Ciudad de Buenos Aires7. Mediante la sanción de las leyes de
Emergencia Económica y de Reforma del Estado se modifica la normativa para la
radiodifusión. De esta forma, el Grupo Clarín amplió su radio de acción desde el mundo
gráfico al audiovisual.

Durante la privatización de los canales el gobierno nombró como interventor


de LS83 TV Canal 13 a un integrante del directorio de la empresa periodística ‘Clarín’,
anticipando de alguna forma el resultado de la privatización. Con la adquisición del canal el
Clarín se constituye como grupo multimedia y comenzará a experimentar un crecimiento
constante.

En 1992 el Grupo ya había facturado 320 millones de dólares a través de 30


empresas, entre las vinculadas y las controladas, lo que incluía su participación en el sector
salud, en los negocios inmobiliarios y en el sector financiero. En 1996, con menos
empresas y un staff total de 6 mil empleados, su facturación anual va a ascender a 1.300

6 'Clarín' junto a 'La Nación', adquirieron las acciones correspondientes a 'La Razón'
cuando éste quebró, quedando como accionistas mayoritarios. Actualmente presionan
al Estado para que les venda sus acciones.

7 Los canales hertzianos 9, 11 y 13 de Buenos Aires habían sido expropiados en 1975


durante el gobierno de María Estela Martínez de Perón.

5
millones, alcanzando los 1.600 millones en 1997. De esta forma se coloca entre las diez
empresas más importantes del país.

Su ingreso al negocio de la televisión por cable se produce en 1992 con la


adquisición de un pequeño sistema de la Ciudad de Buenos Aires llamado Video Cable
Privado, que contaba con una base de 1.600 abonados y 700 manzanas cableadas. A través
de la empresa Red Argentina S.A., comenzó a operar con un nuevo nombre, ‘Multicanal’.
Rápidamente ascendió a 85.000 abonados y 4.000 manzanas cableadas. Se expandió hacia
el interior del país, adquiriendo sistemas de cable ya establecidos en distintas localidades.
Estas compras implicaron una inversión de más de 400 millones de dólares. En cinco años
se convirtió en el principal operador del mercado argentino, con una facturación anual de
250 millones de dólares. Fue el primer operador que siguió el modelo de Multiple System
Operator (MSO), con una economía de escala que mejoró sus costos de programación y
equipamiento, alcanzó una masa de abonados suficiente que le permitió obtener
financiamiento externo y logró posicionarse como líder del sector para una futura
convergencia entre la radiodifusión y las telecomunicaciones. A fines de 1997, la tercera
gran empresa de tv por cable del país, Video Cable Comunicaciones (VCC)
-originariamente del empresario local Samuel Liberman- fue vendida en partes iguales a sus
competidores: Multicanal y Cablevisión. El 1 de julio de 1998 ambas se repartieron sus
670.000 abonados, distribuidos en Capital Federal, Gran Buenos Aires, Rosario, Santa Fe,
Paraná y Córdoba. Según estudios recientes8, Multicanal es hoy la principal proveedora de
televisión por cable tanto en la Argentina como en América latina con más de un millar de
abonados y una porción del mercado del 18,6%.

A diferencia de otros grupos nacionales, Clarín no realizó alianzas que lo


subordinaran a otro socio. Así, buscó financiamiento en el mercado financiero otorgando el
90% de sus activos como garantía de sus créditos9y presionó al Congreso para la sanción de
una ley de radiodifusión que detuviera el avance de los capitales extranjeros en el sector y
que no permitiera el ingreso de las telefónicas a la radiodifusión. "A fines de 1995, los
propietarios de medios nacionales impulsaron un proyecto de ley de radiodifusión que
limitaba los servicios cruzados por parte de las telefónicas, la tenaz oposición del sector
comunicaciones y las desavenencias dentro del gobierno, impidieron la sanción del
proyecto. Ante la paridad de fuerzas, los grupos involucrados proponen hoy una estrategia
diferente, donde en lugar de establecer una ley que defina la situación se apuesta a que sea
el propio mercado el que ajuste las posici&ones, para luego legislar en forma acorde" 10.

8 M&S Consultores, resultados de un informe publicado en el diario "Perfil", 5 de julio


de 1998.

9 El Grupo Clarín tiene deudas por aproximadamente 2.900 millones de dólares por
préstamos financieros y por adquisiciones.

10 Albornoz, Hernández, Mastrini y Postolski: "La política a los pies del mercado: La
comunicación en la Argentina de los 90", (1998) en revista 'Universidade e Sociedade'
de ANDES, Brasil.

6
Clarín ingresa al sector de las telecomunicaciones a través de la Compañía
de Teléfonos del Interior (CTI), al constituirse en mayo de 1994 como la primera empresa
de telefonía celular que prestó el servicio fuera del área metropolitana. El Grupo posee el
25% de CTI, que comparte con las multinacionales GTE y Lucent Technologies. La
compañía en el período de 1996/97 incrementó su nivel de ventas en un 500% y triplicó su
base de clientes superando los 500 mil abonados.

En televisión satelital el Grupo se apresta a disputar el incipiente mercado a


partir de la reciente firma, junio de 1998, del acuerdo satelital entre la Argentina y los
Estados Unidos que le permite competir con el hasta entonces único operador del mercado
local: TDH11. El acuerdo, fruto del lobby de Clarín y de empresas y funcionarios
norteamericanos, permite que los satélites de EE.UU. ofrezcan capacidad satelital hacia la
Argentina. Así, se esfumó la protección asegurada al sistema de satélites NahuelSat y sus
reservas de mercado para la televisión satelital 12. Clarín posee el 51% de los capitales de la
sociedad Galaxy Entertainment Argentina, el otro 49% está en manos del holding
venezolano Grupo Cisneros y de la norteamericana Hughes, una subsidiaria de General
Motors.

En 1996, cuando el multimedio se presenta en sociedad como Grupo13 lo


hace para reforzar su estructura y protegerse frente a la competencia de poderosos
inversores y multimedios extranjeros. Llegado el escenario de la convergencia, es el único
grupo nacional (los demás actores de la radiodifusión fueron absorbidos por el tándem CEI-

11 Actualmente, TDH cuenta con 12.000 abonados y proyecta llegar a los 50.000 a
principios de 1999. La empresa ofrece 24 señales de video y 24 de audio. La conexión
cuesta 700 dólares y el abono oscila entre los 25 y los 46 dólares.

12 La Resolución N° 817/96 del Comité Federal de Radiodifusión (COMFER) determinaba


que las señales de televisión directa al hogar debían ser ofrecidas a través de satélites
registrados por la República Argentina ante la UIT, condición que sólo cumple el
sistema Nahuelsat.

13 'Clarín' desarrolló su estrategia de identidad corporativa presentándose en sociedad


como tal: “Grupo Clarín, con la gente en el Tercer Milenio”. Esta estrategia, distintiva de
un estilo de acumulación, propone la identificación permanente de la nación Argentina
con el Grupo.
A modo de ejemplo, una de la últimas publicidades institucionales presenta el armado
de un puzzle del país cuyas partes son recolectadas por niños de diversos orígenes y
en distintos lugares del territorio. La construcción propuesta se transforma en un icono
de lo expresado por Bolaño respecto a la Industria Cultural, al proponer como
sustrato ...”una cultura nacional popular en el sentido antropológico del término, que
atiende no sólo las necesidades de legitimación de la dominación, sino principalmente
las de manipulación de las necesidades, contemplando la continuidad de la
acumulación de capital” ...”para cumplir esa función, la IC debe ser capaz de crear una
relación de empatía con el público, transformándolo en audiencia”.
En el caso de Clarín, la audiencia es interpelada como sujeto 'argentino', para y por
pertenecer al Grupo. Si caracterizamos al Grupo como expresión del capital nacional,
no es sólo por su origen económico, sino porque a ello a adicionado una estrategia de
acumulación simbólica que supone la reconstrucción mediática de una 'identidad
nacional'.

7
TISA) con presencia dominante en la radiodifusión y con una política de expansión en las
telecomunicaciones.

La formalización de la convergencia iniciada con la sanción del Plan de


Liberalización de las Telecomunicaciones (decretos 264/98 y 266/98), encuentra a Clarín
bien posicionado una vez más. El Plan diseñado con el objetivo de “fortalecer a los
operadores nacionales instalados", según declaraciones del Secretario de Comunicaciones
Germán Kamerath, dispone el ingreso de dos nuevos prestadores del servicio de telefonía a
partir de noviembre de 1999. Los consorcios deben ser liderados por empresas
conformadas por operadores de tv por cable -con cobertura en al menos 5 ciudades de 150
mil habitantes o un mínimo de 100 mil habitantes-, operadores de telefonía móvil con
experiencia internacional y operadores independientes del servicio básico telefónico. Esto
permite, en la práctica, el ingreso de Clarín a través de CTI al negocio de la telefonía14.

El triunvirato que actualmente dirige Clarín está conformado por Héctor


Magnetto (CEO y Vicepresidente), José Aranda (controlador financiero) y Lucio Pagliaro
(responsable operativo de la productora Artear). Todos de aceitados contactos con el poder
político, junto a Hernestina de Noble, la viuda del fundador.

Control se escribe con TI$A.

Hacia mediados de 1989 el gobierno de Carlos Menem privatiza ENTel. Esta


privatización es contemplada expresamente al ser aprobada la Ley de Reforma del Estado15
en septiembre de ese año. Poco tiempo después, por medio del Decreto Nº 92/90 (Pliego de
bases y condiciones para la privatización) se organiza la nueva modalidad de explotación
del servicio de telecomunicaciones. La empresa pública es sacrificada en aras del ingreso
de nuevos actores. El país y la Ciudad de Buenos Aires son divididos en dos zonas -norte y
sur- adjudicadas a diferentes empresas que pasan a operar los servicios en forma exclusiva
por el término de siete años. La privatización incluyó tanto la telefonía básica (es decir, la
provisión de enlaces fijos de telecomunicaciones que integran la Red Telefónica Pública
Nacional o que están conectados a la misma), como la provisión de telefonía urbana,
nacional e internacional de voz viva.

La empresa Telefónica de Argentina, conformada por Telefónica de España,


el Citibank, Banco Río de Argentina y Techint S.A. de Argentina, resultó adjudicataria de la
región sur del país. Telefónica pagó 114 millones de dólares al contado, u$s 2.720 millones
14 CTI junto a Multicanal lideran el consorcio al cual se sumaron ya 120 de las 236
cooperativas telefónicas asociadas en FECOTEL. Para cumplir con lo estipulado en el
Decreto N° 264/98, Clarín debió adquirir el 100% del paquete accionario de Multicanal
a través de la compra a Telefónica su parte en 322 millones de dólares.
El otro consorcio aspirante a prestar telefonía básica está liderado por Movicom,
asociado con el Correo Argentino de la familia Macri, el grupo de cooperativas
telefónicas FECOSUR y varias empresas de televisión por cable.

15 La aprobación de esta Ley, junto con la de Emergencia Económica, fue una de las condiciones pactas por
el Justicialimo con la UCR para la asunción anticipada del gobierno ante la grave crisis económica que
terminó con el gobierno de Raúl Alfonsín (1983-89).

8
en títulos de deuda (cuyo valor de mercado para fines de 1990, no superaba los 0.20
centavos por dólar) y seis documentos a favor de ENTel por 202 millones, pagaderos
semestralmente con tres años de gracia. De esta manera Telefónica abonó 549 dólares por
cada una de las 1.915.231 líneas que obtuvo.16

La nueva adjudicataria, al igual que la prestataria de la zona norte (Telecom),


comenzó a prestar servicios el 8 de diciembre de 1990. En ese momento las dos
Licenciatarias de Servicio Básico (LSB) obtuvieron el 98% del mercado de telefonía
básica, cuya penetración era de aproximadamente 10 líneas por cada 100 habitantes. El
servicio de telecomunicaciones internacionales quedó exclusivamente en manos de ambas
compañías que se unieron para prestarlo por medio de Telecomunicaciones Internacionales
de Argentina (TELINTAR S.A); además de crear la principal empresa de transmisión de
datos, STARTEL.

La explotación de un mercado cautivo excluido del régimen de competencia


al que eran sometidos, por medio de la convertibilidad, los otros actores de la economía que
no prestaban servicios públicos privatizados, garantizó niveles de rentabilidad superiores al
15%. A ello se sumó el acuerdo de dolarización de las tarifas en noviembre de 1991, que
permitió no solo afrontar los gastos de inversión de capital (por ejemplo: el posterior
desarrollo de la telefonía móvil) sino obtener ganancias muy superiores a las que
actividades similares logran en economías desarrolladas.

Con posterioridad a la privatización, y con la formalidad de ejercer un cierto


control del sector, en esa primera etapa se crea (Decreto Nº 1185/90) el ente de regulación y
control: la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (CNT), dependiente de la entonces
Subsecretaría de Comunicaciones y, a fin de dotar al ente de recursos propios, se crea el
Fondo Nacional de las Telecomunicaciones. Desde sus inicios tuvo a las empresas como
interlocutores preponderantes en detrimento de las asociaciones de usuarios, prácticamente

16 Telecom Argentina -que mantiene su composición accionaria original- resultó


ganadora de la zona norte. Presenta la siguiente estructura de capital: un 60%
pertenece a Nortel Inversora S.A. (integrada por STET Internacional, empresa
perteneciente a Telecom Italia, con un 32,5%, France Cables et Radio, una subsidiaria
de France Telecom, con un 32,5%; Compañía Naviera Perez Companc, uno de los
principales grupos económicos de Argentina, con un 25% y JP Morgan con el restante
10%), un 30% es negociado en forma pública en las bolsas de Buenos Aires, Nueva York
y México, y el 10% restante está distribuido entre ex empleados de ENTel.
Telecom abonó al contado 100 millones de dólares, mientras que compró títulos de
deuda pública por valor nominal de 2.308 millones y seis documentos a favor de ENTel
por 202 millones, pagaderos semestralmente con tres años de gracia.

9
inexistentes. Tras un breve lapso de cierta independencia política17, la relación entre el ente
regulador y las empresas fue estrecha.

El período se caracterizó por un crecimiento permanente en la


facturación de las empresas. Dicho nivel de ingresos se vio incrementado
sustancialmente por medio del decreto 92/97 de rebalanceo tarifario, que promovió
aumentos de hasta un 40% en los abonos residenciales, que debían ser compensados
por rebajas en las tarifas internacionales y de larga distancia, y que posicionaba
adecuadamente a las LSB ante el final del período de exclusividad. En términos
generales, la composición de los ingresos de las empresas telefónicas muestra una
presencia superior al 50% proveniente de los servicios medidos y residenciales, del
cual un 20% corresponde al abono básico.

En 1997 las ganancias netas de todo el sector telecomunicaciones crecieron


un 21% respecto a 1996. Según los propios interesados, los factores que contribuyeron en
mayor medida a mantener esos niveles de rentabilidad fueron el crecimiento de la
facturación de telefonía móvil y el incremento del número de usuarios, conjuntamente con
el crecimiento de los servicios de alto valor agregado. Durante 1997 los factores
mencionados representaron el 11% de las ventas del sector. En el período 1990-97 la
telefonía experimentó un crecimiento permanente: de las 3,5 millones de líneas existentes
en 1990, se pasó a 6,8 millones a fines de 1997. De esta manera, el sector muestra
ganancias que lo colocan entre los más rentables del mercado. Si consideramos el sistema
bancario, por ejemplo, las entidades que operan en el país perdieron el 0.2% (en promedio)
de sus capitales durante 1995. En 1996 ganaron un 4% y en 1997 sólo un 6%.

En 1991 la facturación de Telefónica de Argentina alcanzaba los 1.100


millones de dólares y la de Telecom los 870 millones, colocándolas entre las empresas de
mayor facturación de la Argentina. Telefónica es hoy la segunda empresa del país con una
capitalización bursátil que ronda los 8.500 millones de dólares, cerró su último balance
anual con una ganancia de más de 470 millones -23% superior a la de 1996- y una
rentabilidad de 15,8%. Posee 11.000 empleados, y controla el 56% de la telefonía básica,
urbana, interurbana e internacional. En telefonía celular tiene el 48% del mercado de
Capital Federal y el 54% del resto del país.

A partir de los excelentes resultados obtenidos en el mercado


latinoamericano, Telefónica rediseñó su organización. A nivel mundial firmó un acuerdo de
negocios con MCI-WorldCOM de EE.UU. que le permitirá desarrollar Telefónica
Panamericana MCI, con cobertura en toda América, cuyo interés por las privatizaciones de

17 El reglamento del organismo establecía que los directores debían ser designados por
Concurso Público, lo cual generó un período de cierta independencia política. Al
permitir la utilización del sistema callback para las llamadas internacionales, se produjo
un enfrentamiento entre la CNT y las LSB que terminó con la intervención del
organismo por parte del Ministerio de Economía.
En 1996, luego de varias intervenciones, se crea la Secretaría de Comunicaciones y
bajo su órbita la Comisión Nacional de Comunicaciones (CNC), nuevo ente de control
que también involucra la supervisión de los servicios postales, recientemente
privatizados en su totalidad.

10
la telefonía en el Brasil es manifiesto. Telefónica es un holding con cuatro ramas:
Telefónica de España, Telefónica Internacional, Telefónica Media y Telefónica Móvil.

En la Argentina, donde Telefónica facturó seis veces más que en España,


TISA está asociada en la mayoría de sus emprendimientos mediáticos con el CEI de
Handley y Moneta.

Dos tipos audaces (NO SE CUAN IMPORTANTE ES ESTE APARTADO, MUCHAS


CIFRAS Y SIGLAS).

La contraparte dominante del sector de las comunicaciones se constituyó a


partir de la incorporación de capitales internacionales que dirigió el proceso de inversiones
del último período. La participación extranjera en las ventas de las mayores 500 firmas
industriales argentinas aumentó del 33,6 % en 1990 a más del 51% en 1995, y el número de
filiales de transnacionales dentro de dicho grupo pasó de 116 a 212. A su vez, las
multinacionales absorbieron cerca de la mitad de las ventas de las 500 principales
empresas, más de un 15% del PBI de aquel año. En cuanto al origen de los fondos, las
empresas norteamericanas encabezaron el lote con más del 45% de la masa de dinero
involucrada, seguidas por las de origen español y las canadienses. Los más de 21.400
millones de dólares que las empresas de origen extranjero invirtieron en la Argentina
durante 1997, constituyen aproximadamente un 17% de la Inversión Bruta Interna de ese
año. De ese capital, casi 4.000 millones correspondieron al sector de las comunicaciones.

En noviembre de 1990 el Citibank desarrolla su estrategia para cobrar parte


de la deuda externa argentina, utilizando los títulos como moneda de pago en la compra de
acciones de empresas de servicios del Estado en proceso de privatización. Con una
inversión de 250 millones de dólares en títulos de deuda y 25 millones de dólares en
efectivo, ingresa en una serie de negocios: celulosas y papel, hotelería, siderurgia,
frigoríficos, distribuidoras de gas y telecomunicaciones. Adquiere así el 20% del consorcio
adjudicatario de la empresa Telefónica de Argentina, COINTEL.

Esos activos pasaron a integrar, en 1992, una nueva herramienta


financiera, el Citicorp Equity Investments (CEI). Al comienzo de las operaciones, el
Citibank poseía el 61% del CEI por medio de su compañía International Equity
Investements (IEI). Poco después, ingresarán dos nuevos grupos al fondo, iniciando un
período de cambio de estrategia. El IEI del Citibank retuvo el 40% , un 5% cotizó en la
Bolsa de Buenos Aires y el resto de las acciones fueron adquiridas por:

- el República Holding, con el 36%, es un desprendimiento del Banco República de la


provincia de Mendoza, que canalizó sus inversiones a través de United Finance
Company (UFCO), una sociedad off shore, creada en las Islas Vírgenes británicas.
UFCO, cuenta con un modesto capital de 50.000 dólares. Todos sus activos pertenecen
al República Holding, propiedad las familias Moneta y Lucini.

- el Grupo Werthein, dueños del Banco Mercantil de Argentina, con el


19%, que ya había participado con éxito en la privatización de la compañía
de seguros más sólida del sector, la ex Caja Nacional de Ahorro y Seguros.

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A partir de la política que diseñaron Raúl Moneta (Presidente del República
Holding) y Richard Handley (CEO del Citibank de Argentina), el fondo vendió sus
posiciones en varias empresas y comenzó a concentrarse sobre tres ramas de las
comunicaciones: telefonía, distribución de señales y elaboración de contenidos. De sus
antiguas inversiones sólo conserva Aceros Zapala y la Empresa de Energía Eléctrica de
Río Negro.

La expansión hacia la radiodifusión se realizó sobre un


mercado que ya estaba consolidado y cuyo proceso de crecimiento se
sostuvo sobre las inversiones realizadas por los operadores nacionales
hasta el momento del ingreso de los nuevos capitales, principalmente
norteamericanos, al negocio del cable, amparados en el Tratado de
Promoción y Protección Recíproca de Inversiones firmado con Los
Estados Unidos, puesto en vigencia a partir de la reforma de la
Constitución Nacional en 199418.

Su participación en Telefónica de Argentina le permitió


posicionarse dentro del sector. Con la idea de alcanzar zonas de
cobertura donde prestaba servicios la otra LSB, ante la futura prestación
de servicios cruzados en un mercado desregulado, se expandieron hacía
la tv por cable en la zona norte. Para ello durante 1996 se asociaron en
la empresa Multicanal con ‘Clarín’ que buscaba capitales para seguir
financiando su crecimiento. La intención del CEI por conquistar una participación
accionaria mayor en el negocio, llevó a una primera ruptura entre ambas empresas,
acentuada cuando el CEI anuncia la compra de la empresa Cablevisión (CV).

El CEI efectuó durante 1997 compras por un monto aproximado de 2.300


millones de dólares, de los cuales 75% correspondieron a la adquisición de sistemas de TV
por cable, tv abierta, radios y revistas.

En televisión por cable adquirió, luego del 64 % de Cablevisión–TCI, otra de


las grandes empresas de TV por cable del país, a esto le suma la totalidad de los canales de
cable de la empresa UIH que controlaba el grupo Mandeville19 y luego el 50 % de Fintelco,
controladora de VCC en una operación de millones que concluyó en junio de 199820. Se

18 El Tratado fue firmado en 1991, durante la primera visita del Presidente Menem a
los EE.UU., y ratificado por el Congreso de la Nación en 1994, el mismo año en que fue
modificada la Constitución Nacional, que estableció una nueva pirámide jurídica donde
los tratados y pactos internacionales adquieren un rango superior al de la leyes
nacionales.

19 Mandeville era el quinto operador, en dimensiones de mercado, debajo del Grupo


Vila, que aún continúa operando con el asesoramiento financiero del ex Ministro del
Interior, José Luis Manzano.

20 El CEI compartía la propiedad de Video Cable Comunicación con Clarín. VCC era el
tercer MSO, en ese entonces propiedad de U.S. West y del empresario Samuel
Liberman. Ambos grupos decidieron repartirse los activos y los abonados en partes
iguales.

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constituye así en el segundo operador nacional de televisión por cable, luego de la empresa
Multicanal.

En el área de contenidos, el primer paso fue la asociación


con el empresario Carlos Ávila en Torneos y Competencias (TyC),
principal productora de programas deportivos del país. TyC ya
participaba en el 40% de Telered Imagen (distribuyendo al interior el
exitoso programa televisivo 'Fútbol de Primera') y el 56 % de Galaxy
Televisión Satelital Codificada, ambas en parcería con el Grupo Clarín. A
partir del ingreso del CEI, la composición accionaria de TyC quedó
integrada de la siguiente manera: 20 % del CEI, 20 % de TISA, 40 % de
TCI y el 20 % restante en manos de sus dueños originales, los
empresarios Ávila y Nofal. Con nueva composición TyC adquirió, en
sociedad con el grupo australiano Prime, Canal 9 de televisión abierta de
la Ciudad de Buenos Aires y otros medios que hasta ese momento
poseía Alejandro Romay.21. Controla también la productora de televisión
Gala y le compró a Eduardo Eurnekian (ahora propietario minoritario del
MSO 'Cablevisión') las 13 señales de su productora Pramer.

La inversión más importante del CEI, con la que culminó su actual


posicionamiento, fue su asociación con Atlántida, tradicional grupo editorial que al
privatizarse los canales capitalinos ganó la licencia del Canal 11 junto a otros socios y a
varios canales del interior. La sociedad con Atlántida derivó en la conformación del holding
Atlántida Comunicaciones (Atco): 40 % para la familia Vigil (ex-propietaria), 30% para el
CEI, y el otro 30 % para TISA. El holding controla el 95 % de Editorial Atlántida, el 100
% de Telefé (Canal 11) y las radios Continental, y FM Hit de la Ciudad de Buenos Aires.
Costó entre 550 y 600 millones de dólares.

Cuando conforma Atco, el CEI comienza a negociar la compra de los canales


del interior asociados en Televisoras provinciales S.A., en un proceso plagado de
complicaciones. En el mes de enero de 1998, el Poder Ejecutivo sanciona los decretos 85 y
86, llamando a licitación para otorgar licencias de televisión abierta en dos de las ciudades
más importantes del interior: Córdoba y Rosario. Los decretos establecían "que en
concordancia con las políticas trazadas y ejecutadas por esta administración, resulta
necesario ofrecer a particulares la frecuencia..." Una semana después, una vez adquiridas
las empresas por parte del CEI, se sancionan dos nuevos decretos suspendiendo las
licitaciones22.
21 Con esa venta desaparece de la radiodifusión el último exponente de la llamada
'televisión artesanal': el empresario nacional Alejandro Saúl Romay. Conocido como 'el
Zar de la tv argentina', Romay se inició como empresario de medios hacia 1968 cuando
ingresa a Canal 9. Hasta hace pocos meses era propietario de canales de tv abierta en
Buenos Aires, Córdoba, Resistencia; Mar del Plata y Paraná; las radios capitalinas
'Libertad' (AM) y 'FM Feeling'; la productora Telearte y la distribuidora DISA; entre otras.

22 Además obtuvo las revistas: Teleclic, Gente, El Gráfico, Negocios, Para Ti, Plena,
Misterios, Chacra, Billiken, Somos y Conozca Más; los canales del interior, adquiridos a
través de Atco: 11 de Salta, 7 de Neuquén, 12 de Córdoba, 13 de Santa Fe, 5 de
Rosario, 9 de Bahía Blanca, 8 de Mar del Plata, 9 de Mendoza, 9 de San Salvador de

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El Estado aparece entonces como administrador directo de
los intereses del capital, presionando por medio de la normativa para
que un sector transfiera el control de sus empresas a otro. Así, la
capacidad casi ilimitada de contar con recursos financieros adicionada a
su proximidad con el Poder Ejecutivo, le permiten al CEI aventurarse con
éxito en los más diversos emprendimientos.

Recientemente, el CEI modificó su composición accionaria: el


'fondo de fondos' Hicks, Muse, Tate & Furst (HMT&F) 23 -originario de
Dallas- ingresó como accionista del holding debido a la venta de parte
de las acciones del Citibank. Esta transacción es producto de la
legislación antitrust de los EE.UU. Por el contrario en la Argentina no
existe aún una ley antimonopólica que contemple las fusiones y compras
de los modernos medios de comunicación. Así, del 20% que cederá el
Citibank un 15% será comprado por HMT&F y el 5% restante irá a parar
a manos de TISA. El 'fondo' también adquirirá el 19% de las acciones
que posee la familia Werthein. HMT&F comparte Iberoamérica Media
Partners con el Grupo Cisneros, socio de 'Clarín' en la explotación de tv
satelital, a través de la empresa Galaxy Entertaiment Argentina.

Cuando la incorporación del HMT&F quede definida el


directorio del CEI quedará compuesto por cuatro representantes del
República Holding, cuatro de HMT&F, dos del Citibank y uno de TISA.

Con una pequeña ayuda de mis amigos...

Como señaláramos, la conformación y el desarrollo de los grupos analizados


presentan características diferenciales en su relación con la administración estatal y con la
esfera política.

En el origen de las actuales políticas, podemos distinguir a cada uno de los


grupos posicionados en diferentes sectores del mercado que se desarrollan sincrónicamente
y tienden a converger. Uno, el de las telecomunicaciones, donde participan los capitales

Jujuy y 8 de San Miguel de Tucumán. Al adquirir estos canales pasó a controlar el


89,4% de la empresa Televisoras Provinciales S.A., poseedora del 30.2 % de Telefe. De
este modo, Atlántida controla el 100% de Telefe.

23 HMT&F había operado con anterioridad en el país. En 1993, compró diversos


sistemas de tv por cable pequeños a un grupo de empresarios provinciales y formó
Mandeville, que se constituyó en un operador mediano del interior del país. Con
posterioridad, HMT&F vendió Mandeville al CEI-TISA a través de Cablevisión.

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extranjeros que ingresaron al país a partir de la privatización de las empresas en manos del
Estado; el otro, el de la radiodifusión, controlado por los grandes operadores nacionales de
multimedios.

Dichos desarrollos, sujetos siempre a una estrecha relación con el Estado, pueden
ubicarse en una direccionalidad signada por la convergencia con diferentes orígenes y
sentidos. Por un lado, la sociedad CEI-TISA, interlocutor del gobierno desde la posición
que le otorgaba su poder económico, termina por adicionar los medios de producción
simbólica que potencian su capacidad de presión. Por otro, el privilegiado Grupo Clarín y
su capacidad de lobby -sostenida no tanto en su poder económico sino en su poder de
generar la agenda política y modelar la opinión pública- se transforma en protagonista
económico. Si bien en sus orígenes como multimedia Clarín no constituía un
grupo económico relevante, hoy se encuentra entre las 10 empresas con
mayor facturación del país.

El fortalecimiento de la posición dominante de estos dos grupos marca el


inicio de lo que podríamos denominar el nuevo ecosistema de la convergencia, propuesto a
partir de la sanción de los Decretos Nº 264-66/98 de “Liberalización de las
Telecomunicaciones”. Dichas normas eliminan las trabas impuestas por la Ley de
Radiodifusión y el Decreto de privatización de ENTel a la prestación de servicios cruzados
por parte de un mismo operador y generan las condiciones para la realización del nuevo
mercado de los servicios integrados.

Coincidiendo con Poulantzas, podemos decir que “en el caso del Estado
hegemónico y de la clase o fracción hegemónica, la constitución de un bloque en el poder
que presenta una unidad interna propia, se vuelve necesaria y posible en la medida en que
esta clase o fracción, situándose en el nivel propiamente político que corresponde a las
estructuras objetivas del Estado, organiza un interés general, políticamente estructurado de
las clases o fracciones en el poder. Las contradicciones entre esas clases y fracciones siguen
siendo profundas pero, a través de la medición del Estado, son contenidas en y unificados
por los intereses políticos universalizantes de la fracción hegemónica¨. Este tipo de Estado
está hoy claramente constituido en la Argentina y, la capacidad de establecer intereses
políticos universalizantes, y transitivamente de establecer consenso24, tiene que ver con una
nueva fórmula, la constitución de una fracción hegemónica que combina tanto la capacidad
de acumulación de capital económico como de poder emisor.

Mosco remitiéndose al estructuralismo, señala las funciones vitales que debe


satisfacer el Estado capitalista para mantener el sistema del cual depende su propia
24 Según S. Hall: ¨En sociedades como las nuestras en las cuales existen desigualdades
pero en las cuales prevalecen la democracia formal, la conformación y el logro del
consenso, el ejercicio de la hegemonía social y cultural son condiciones indispensables
para la continuación del ejercicio del poder. Las sociedades estables pueden en cierto
sentido ser definidas por el grado en el cual en ellas la abierta coerción da paso a la
administración del consenso. El consenso es el proceso por el cual los relativamente
impotentes y desorganizados conceden a los poderosos y organizados el derecho, la
legitimidad de actuar en su interés¨. “The ¨Structured Communication¨ of Events”,
UNESCO, 1973.

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supervivencia; estas funciones incluyen la necesidad de potenciar la acumulación
capitalista, la necesidad de legitimación y la necesidad de represión. El análisis de la
actuación del Estado en el terreno de las comunicaciones, indica que éste en modo alguno a
sido un árbitro imparcial encargado de dirimir los conflictos y las contradicciones de los
múltiples intereses de los actores intervinientes teniendo como horizonte el establecimiento
de más y mejores condiciones de acceso y participación para el conjunto de la sociedad.
Muy por el contrario, el Estado -y particularmente los poderes Ejecutivo y Judicial- han
privilegiado su función de favorecer la acumulación de capital por sobre la de legitimación
democrática. Entonces, ¨la contradicción fundamental se da entre una creencia en la
libertad ilimitada para la adquisición privada y la democracia, una dedicación a la igualdad
y la mayor participación pública posible en la toma de decisiones"25.

La conformación de un duopolio en el sector de las comunicaciones presenta


a las nuevas corporaciones de la enunciación como poderosos centros de elaboración de
enunciados, que reproducen el modelo canónico difusivo, y que combinan en un mismo
actor poder económico y poder simbólico. Esto requiere un entorno caracterizado por un
marco regulatorio funcional (decretos del Poder Ejecutivo, falta de debate parlamentario,
ausencia de legislación anta monopólica etc.), partidos políticos sin autonomía para generar
una dinámica de discusión pública alternativa, limitados a administrar una menguada
dimensión del poder y la inexistencia de actores sociales relevantes que equilibren el poder
económico (tales como las asociaciones de usuarios, organizaciones gremiales). Esta
situación resulta potenciada por servicios estatales de radiodifusión en franco “peligro de
extinción”.

Las estrategias de crecimiento de estos poderosos grupos se han orientado


definitivamente hacia la compra de clientes - usuarios de servicios, navegantes interactivos,
telespectadores, etc., cuya posesión garantizaría en última instancia la realización del
consumo. Si el espacio futuro sobre el cual se construirá la nueva ciudadanía está signado
por el nuevo magma de los mensajes mediáticos, ingresaremos a él al menos con una de las
certezas que nos propone el capitalismo: ya tiene dueños.

Bibliografía:

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Capparelli, Sérgio y Santos, Suzy: "Televisão, Cone Sul e Capitalismo Tardio", (1998) mimeo, Porto Alegre.

Eaton, Jhon: “Economía política. Un análisis marxista”, (1966) Amorroutu, Buenos Aires.

25 Vincent Mosco, ¨Fantasías electrónicas. Crítica de las tecnologías de la información¨,


(1986) Paidós Comunicación. Barcelona.

16
Jambeiro, Othon F.: “A regulamentação da TV na Argentina, Brasil, Paraguai e Uruguai” (1998) mimeo,
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Marx, Karl: “Introducción general a la crítica de la economía política”, ( 1969) Ediciones Pasado y Presente,
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Ramos, Julio A.: "Los cerrojos a la prensa" (1993) Editorial Amfin, Buenos Aires.

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Schiller, Herbert: “A la espera de órdenes. Tendencias generales en la investigación de la comunicación de


masas en los Estados Unidos” en "Sociología de la comunicación de masas" (1982) Miquel de Moragas Spa
(ed.). Editorial Gustavo Gilli, Barcelona.

Zallo, Ramón: "Economía de la comunicación y la cultura" (1988) Ediciones Akal, Madrid.

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