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Autores clásicos como Gisbert Calabuig, 2004 y José Ángel Patitó, 2000;
conceptualizan la imputabilidad como aquel acto humano (acción u omisión)
atribuido a una persona; la obligación de sufrir las consecuencias penales, por la
realización de un hecho delictivo. Etimológicamente el término proviene de la raíz
latina “imputare” que significa atribuir, asignar o poner en la cuenta o a cargo de
alguien. Se destaca la comprensión, o sea comprender y entender el deber y la
autodeterminación de la voluntad. Podemos definir la imputabilidad como aquella
acción u omisión que se genera a libre elección atribuida a un sujeto, la cual
produce consecuencias por las que se debe cumplir y afrontar una determinada
sanción. Es una condición jurídica poseída por todo aquel que tenga madurez
mínima fisiológica y psíquica, salud mental y conocimiento de los actos que se
realizan. (Patitó, 2000).
No obstante es válido hacer un paréntesis, ya que quiero que sepas que no veía la
hora de que estuvieses aquí, que me satisface tu apoyo brindado sin objeción
alguna, sin un “pero”, sin una excusa, solo bastando y demostrando tu
espontaneidad para hacer las cosas conmigo… siendo tú Nikol libre de elegir.
No te voy a negar que para mí ha sido difícil afrontar esto, pero el echarte de
menos, el extrañarte implica en mi valorar cada instante que paso contigo cuando
te veo y cuando no también, razón por la cual me conlleva a quererte día a día
más, a apreciar que cada momento será especial y debería ser inolvidable para
seguir escribiendo una historia, pues no tengo experiencia absolutamente en nada
en una relación, mucho menos que esa persona con la que esperaba estar desde
hace tiempo, esté en otra parte por muchos días (tú Nikol), es algo inesperado y
por supuesto sorprendente.
Es notorio de que aunque estés en otra ciudad, será distinto, será complejo… sin
embargo no puede ser obstáculo y mucho menos una excusa. Lamento mi
inseguridad en algunas cosas pero has sabido llevar bien la situación y has
solventado lo que ligeramente parecía un impedimento.
Por mi parte, espero pasen muchos más días, más tiempo, que juntos nos demos
la mano ante las adversidades que se presenten hoy o que se avecinan con el
objeto de fortalecer las cosas, pues si decidimos esto, nos aferraremos como tal a
colocar cada uno su parte. La casualidad de conocernos es igual a la de habernos
juntado, no tiene una razón, tampoco una justificación, pues lo veo como esos “te
quieros” que nos decimos y sentimos, pero no explicamos.
Me excuso por el tecnicismo pero como tú dices, no puedo ser tan “flor”, gracias
por estar ahí, gracias por preocuparte por mí, como también por el presunto futuro
que pueda haber entre los dos. Es por eso