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M arie-S ophie G erm ain

LOS ESCORPIONES

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DeA/ecchi
A pesar de haber puesto el máximo cuidado en la redacción de esta obra, el autor o el editor no pueden en m odo alguno res­
ponsabilizarse por las informaciones (fórmulas, recetas, técnicas, etc.) vertidas en el texto. Se aconseja, en el caso d e proble­
mas específicos — a m enudo únicos— de cada lector en particular, que se consulte con una persona cualificada p a ra obtener
las informaciones más completas, más exactas y lo más actualizadas posible. EDITORIAL D E VECCHI, S. A. U.

Quiero dar las gracias especialmente a Eric Ythier por sus preciosasfotografías.
También m e gustaría dar las gracias a m i esposo, e l paleontólogo Niels Just Rasmussen,
por su inmenso apoyo.

Traducción de Nieves Nueno


Diseño gráfico de la cubierta: © YES.
Fotografías de la cubierta: © Jorge Provenza/Getty Images; © Carton/Cogis; © Cbristian Michaels/Getty
Images; © Carton/Cogis; © Jean-Yves Grospas/BIOS; © Jean-Jacques Etienne/BIOS.
Fotografías del interior: © Eric Ythier, excepto en:
— pág. 5: © Franck & Christine Dziubak/BIOS;
— pág. 6 y 25: © Martin Harvey /BIOS;
— pág. 12, 13 arriba, 14, 22, 30, 32 derecha, 35, 36, 47, 78: © Laurent Conchon/BIOS;
— pág. 17: Jean-Yves Grospas/BIOS;
— pág. 20, 82, 89: Daniel Heuclin/BIOS;
— pág 27, 42, 66, 85, 90: © Xavier Eichaker/BIOS;
— pág 34: © Jean-Marie Prevot/BIOS;
— pág 39: © Bruno Cavignaux/BIOS;
— pág. 41: Alain Dragesco-Joffé/BIOS;
— pág 44: © Jean-Jacques Etienne/BIOS;
— pág 59 Roger De La Haipe/BIOS;
— pág 61: © Jacques Delacour/BIOS;
— pág. 64: London Scientific Films/OSF/BIOS;
— pág. 87: © Michel Gunther/BIOS.

© Editorial De Vecchi, S. A. U. 2007


Barcelona

Editorial De Vecchi, S. A. de C. V.
México

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Introducción

P o r fin tiene en sus m anos una guía de terrario- A unque en ella se m encionan especies po­
filia sobre los escorpiones. E stos fascinantes tencialm ente p elig ro sas p ara el ser humano,
anim ales com ienzan a g an a r cada vez m ás te­ esta g u ía no es, en n in g ú n caso, un estímulo
rreno en los terrarios de los aficionados, y es p ara la adquisición y el m antenim iento d e tales
obligado constatar q u e la bibliografía en caste­ variedades.
llano so bre el tem a es m uy poca, casi inexisten­ El objetivo d e esta o b ra es proporcionar el
te, sobre todo en cuanto a su m antenim iento en m áxim o d e inform ación a todos los apasiona­
cautividad. E llo se debe a q u e los escorpiones dos de los escorpiones, tanto aficionados com o
no se consideran (con razón) «nuevos anim ales expertos.
d e com pañía»; en realidad, son anim ales salva­ L os escorpiones, anim ales m uy cautivado­
je s , especies no dom esticadas y peligrosas. El res y a m enudo p oco apreciados, m erecen que
hecho d e m antenerlos en un terrario supone se conozcan m ejor.
siem p re un riesgo, un riesgo q u e tendrá la opor­ P o r eso , esperam os que este libro responda
tunidad de evaluar a lo largo d e esta obra gra­ a todas sus dudas y refuerce todavía m ás el in­
cias a la precisa inform ación que figura en ella, terés q u e desp iertan en usted estos excepciona­
fruto d e una abundante investigación científica. les arácnidos.

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H ete rom e trus spinifer (C o s ta Rica)

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Descubrimiento del animal

Descubrimiento b a p ara calificar el fin d e un discurso que, tras


de las especies presentarse d e un m odo del todo inocente, aca­
b ab a con ataques perniciosos... En otras pa­
labras, ¡acariciar prim ero para golpear mejor
Q ué es un a rá c n id o después!
H oy en día, la reputación de los escorpio­
U n aspecto prehistórico, un aguijón q u e puede nes co m o an im ales m ortales proviene sobre
inyectar un veneno m ortal, fuertes pinzas... todo d e los relatos de viajes y d e ciertas esta­
L o s escorpiones son unos anim ales m isterio­ dísticas del continente africano, donde el es-
sos q u e siem pre han fascinado a los hom bres corpionism o constituye un problem a real de
d esd e tiem pos rem otos, a causa de su veneno, salud pública. E n realidad, sólo existe una vein­
d e su apariencia terrorífica y de su secreta fo r­ te n a d e esp ecies peligrosas para el hom bre.
m a d e vida. E n la E dad M edia, se decía que
bastaba co n d isp o n er algunas hojas de albaha- Un p o c o d e p a le o n to lo g ía
c a b ajo una vasija invertida para que, com o por
arte d e m agia, apareciese un escorpión al día A n tes d e estu d ia r el c a so d e los escorpiones,
siguiente... S egún un m ito egipcio, la dio sa Isis co m en cem o s p rim ero p o r sa b er q u ién es son
se aco m paña a veces de siete escorpiones: los A rtró p o d o s, el tip o al q u e pertenecen.
P etet, T jetet, M atet, M eseret, M esetetef, Tefen E sto es m u y útil p ara co n o cer de verdad cuá­
y B efen. L os egipcios tenían tam bién una d io ­ les son las ca racterísticas d e un escorpión. Se
sa m edio m u jer m edio escorpión, M eretseger, tra ta tam bién d e en u m erar lo s d ato s m ás re­
p ro tectora de las tum bas del Valle de los cien te s ac erca d e su p aleo n to lo g ía y su filogé­
R eyes. E n cuan to a la dio sa Serket, a m enudo nesis.
se la representaba llevando un escorpión en la
cab eza; se encargaba d e la protección del fa­ ¡El tipo d e los A rtrópodos incluye cerca del 80%
raón y del m undo de los m uertos. E n la m itolo­ de todas las especies anim ales de nuestro plane­
gía b abilónica, los hom bres escorpiones eran ta! S e com pone de cuatro grandes subtipos:
feroces guerreros.
P o r otro lado, com o to d o el m undo sabe, — T rilo b ita (lo s trilobites, hoy extinguidos);
«el v eneno del escorpión se en cierra en su — C ru stácea (los crustáceos);
— C helicerata (los quelicerados, d e los que

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cola». E sta circunstancia o rig in ó en los rom a­
nos el proverbio in ca uda ven en u m : se u tiliza­ form an p arte lo s escorpiones);

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— U niram ia, constituido p o r M yriapoda (m i- arácnidos, ¡de las q u e 5 0 .0 0 0 son sólo arañas!
riápodos) y H exapoda (insectos). L os escorpiones representan aproxim adam ente
1.500 especies.
L os prim eros A rtrópodos aparecieron en el Sin em bargo, d ebem os m e n cio n a r q u e la
Cám brico, hace unos 550 m illones de años. m ayoría d e los paleontólogos o aracnólogos
Los fósiles m ás conocidos que datan de esta piensan q u e los A rácnidos tienen d iversos an ­
época provienen de la falla de B urgess, en tepasados y form an un grupo llam ado polifilé-
C olom bia B ritánica (C anadá). D e las 19 espe­ tico (taxon que no tiene un solo antep asad o co ­
cies de A rtrópodos descubiertas en este lugar, m ún, sino que d esciende de varios). D e hecho,
tres fueron clasificadas com o trilobites, dos es d el to d o posible que los esco rp io n es h a­
com o crustáceos y una com o quelicerado. Eso yan evolucionado independientem ente d e otros
significa que los paleontólogos no con sig u ie­ arácnidos, sobre to d o en cu an to al p aso de la
ron clasificar 13 de ellas en los cuatro grandes v id a acu ática a la terrestre; en es te caso , lo s es­
grupos citados anteriorm ente; dicho d e otro corpiones deben de fo rm ar un grupo herm ano.
modo, si una gran parte de los prim eros A r­ Según esta nueva clasificación, q u e data de
trópodos conocidos n o pudo em parentarse con 2004, el subtipo d e los quelicerad o s com enzó
ningún grupo, se com prende que la clasifica­ su ex p an sió n d el C ám b rico (h ace 590-505 m i­
ción d e este tipo resulte un verdadero rom pe­ llones d e años) al C a rb o n ífero (hace 360-268
cabezas... P o r este m otivo, todavía en la actu a­ m illo n es d e años). S iem pre según esta clasifi­
lidad abundan las controversias hasta para las cación, la o rden S co rp io n es se con sid era un
especies contem poráneas. ¡Así, m uchas de ellas gru p o h erm ano de otros arácnidos, llam ado
se m ueven de una fam ilia a otra! ahora L ipoctena.
N o obstante, podem os afirm ar sin tem o r a C o m o vem os, el pro b lem a d e la posición
equivocam os q u e los escorpiones pertenecen filogenética p recisa d e los esco rp io n es todavía
al subtipo de los quelicerados. E ste nom bre no está resu elto del todo... D e hech o , su g iere
viene del térm ino quelíceros, unos apéndices principalm ente que los esco rp io n es ev olu­
bucales, unos verdaderos m iem bros-herram ien­ cionaron a p artir d e un grupo d e peq u eñ o s
ta que sirven para m order, pero tam bién para eurip térid o s (esco rp io n es d e m ar), com o
despedazar y arrastrar presas. L os q uelicera­ M ixo p teru s kia eri, ¡lo que sitú a a los esco rp io ­
dos se dividen tradicionalm ente en dos grandes nes den tro del o rden Eurypterida!
subclases:

— M erostom ata, a la que pertenece la antigua D e to d o s los A rácn id o s, lo s esco rp io n es fo r­


orden de los E uriptéridos, los escorpiones m an actualm ente el g ru p o q u e p rese n ta lo s fó ­
de m ar; siles m ás an tiguos, y a q u e los p rim ero s datan
— X ifosura, de la q u e form an p arte los lim ú- del S ilú rico (hace 4 3 8 -4 0 4 m illo n es d e años).
lidos. A ho ra sab em o s q u e los p rim ero s esco rp io n es
eran acu ático s, com o P alaeo p h o n u s (S u ecia) o
Dentro del subtipo de los quelicerados, suele W aeringoscorpio (A lem an ia). L o s esco rp io ­
considerarse que los escorpiones pertenecen a la nes acu ático s (ag u a d u lce) y los eu rip térid o s
clase d e los Arácnidos. Estos constan de 11 ór­ (agu a d e m ar) podían alca n za r u n a ta lla im ­
denes: ácaros y garrapatas (A cari), am blipi- presionante: ¡el eu rip térid o P tery g o tu s m edía
gios (A m blypygi), arañas (A raneae), segado­ unos 3 m etros! E n cu an to al esco rp ió n acu áti­
res (Opiliones), m icroescorpiones (Palpigradi), co B ro n to sco rp io , alcan zab a u n a lo n g itu d de
seudoescorpiones (Pseudoscorpiones), ricinúli- 1 m etro.
dos (Ricinulei), esquizóm idos (Schizom ida), El prim er arácn id o terrestre (de la antigua
escorpiones (Scorpiones), solífugos (Solifugae orden T rigonotarbida) hizo su ap arició n en el

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o Solpugida) y uropigios (U ropygi). E n la ac­ D evónico inferior, h ace unos 4 0 8 -3 8 7 m illo ­
tualidad, se cuentan unas 80.000 especies de nes d e años. Y durante el C arb o n ífero , hace
los p erio d o s y los m étodos utilizados. Por ello,
aq u í sólo d am os la clasificación d e Fet y
S oieglad d e 2005, con las m odificaciones más
recientes, q u e datan de 2007.

B othriuridae

E ncontram os los 12 géneros y las 90 especies


de la fam ilia B othriuridae en A m érica del Sur,
Á frica del Sur, la India y A ustralia. S ólo hay
un g én ero representado en el H im alaya, Cer-
cophonius. D esde el punto de v ista anatóm ico,
M o c h o d e Bothriurus keyserlingi
las especies d e esta fam ilia son fáciles de reco­
n o cer p o r su esternón, que no es pentagonal
sin o co n stituido por dos barras transversales (a
un o s 3 00 m illones de años, surgieron los p ri­ excepción d e los géneros Lisposom a y Tehuan-
m ero s esco rp io n es con bolsas respiratorias, kea). L os Bothriuridae no acostum bran a man­
que probaron a adaptarse a un m odo de vida tenerse en cautividad (sólo algunos ejem plares
to talm ente terrestre. C ab e citar el ejem p lo de de B o th riu ru s keyserlingi). L os géneros más
Palaeopisthacanthus. co n o cid o s son B othriurus, U rophonius y Bra-
P ro b ab lem en te fue la p equeña talla de la chiosternus.
m ay o ría d e los esco rp io n es acuáticos lo que
hizo p osible esta tran sició n , q u e hub iera sido Buthidae
m u ch o m ás difícil para los grandes euriptéri-
dos. N o o b stan te, al parecer algunos de ellos C on m ás d e quin ien tas especies, esta es la m a­
ad o p taron un m o d o de v id a parcialm ente anfi­ y o r fam ilia d e esco rp io n es y una d e las más
bio a la m an era de grandes can g rejo s de mar. co n o cid as porque incluye las esp ecies m ás ve­
A un q u e los esco rp io n es terrestres com en za­ n enosas. S e extiende p o r el m undo en tero (sal­
ron a d esarro llarse d u ran te el C arbonífero, vo p o r el o cé an o A n tártico y N ueva Z elanda),
co n tin u aro n existien d o esp ec ies acuáticas has­
ta el Ju rásico (hace 2 13-144 m illones de
años). E n cu an to a los euriptéridos, d esap are­
ciero n h ace unos 2 60 m illones de años, en el
Pérm ico.
P o r desgracia, los fósiles de escorpiones
q u e d atan del P érm ico hasta nuestros días son
m uy pocos. P o r este m otivo, y tam bién debido
a los problem as filogenéticos q u e hem os abor­
dad o , la clasificación d e los escorpiones es o b ­
je to d e espinosas controversias.

Diferentes familias
de escorpiones
S e cuentan u nas 1.500 especies de escorpiones
repartidas en el m undo. S e agrupan en 170 gé­

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neros, y en tre 13 y 20 grandes fam ilias. Las
clasificaciones difieren según los científicos, H e m b ra d e A n d ro c to n u s m a uritan icus

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en las regiones tropicales y subtropicales, y a
veces en las tem pladas. L os m iem bros de esta
fam ilia se caracterizan p o r un cuerpo de talla
pequeña a m ediana: d e 2 0 m m (M icrotityus y
M icrobuthus) a 120 m m (com o el género
A ndroctonus o algunas especies d e los g én e­
ros C entruroides y A pistobuthus). El esternón
es a m enudo triangular. L a m ay o ría de las es­
pecies presentan u n a co loración m arrón o
am arilla, a veces neg ra. En lo s g én e ro s
A ndroctonus, A pistobuth us y Parabuthus, las
pinzas suelen ser poco potentes, m ientras que
la co la está bien d esarro llad a . M uchos H e m b ra d e Hadrurus spa dix
Buthidae son tóxicos, pero sólo una veintena
de especies son peligrosas p ara el hom bre,
com o las de los géneros A ndroctonus, B uthus, bosques húm edos, y en esta fam ilia se en cu en ­
Centruroides, H ottentotta, L eiu ru s, P arabu­ tran n um erosas especies cavernícolas. L o s es­
thus y Tityus. A pesar de su potencial p elig ro ­ corpiones d e esta fam ilia tienen en g eneral un
sidad, a veces encontram os esp ec ies de veneno inofensivo. A veces p o d em o s e n c o n ­
Buthidae en criaderos, co m o las de los g én e­ trar en cautividad las esp ecies siguientes: Bro-
ros A n d roctonus, A p isto b u th u s, B u th a c u s, thea s gervaisii, B rotheas g ra núlalas, B elisa-
B uthus, C e n tru ro id es, H o tte n to tta , L ych a s, rius xa m b eu i, H a d ru ro ch a cta s sch a u m ii y
M esobuthus, O rthochirus, P arabuthus, Rho- U roctonus m ordax.
palurus, Tityus y U roplectes, así com o las
especies B abycurus ja c k so n i, B u th eo lu s ga- C h a e rilid a e
llagheri, G rophus lim b atus, L eiurus quin-
questriatus, O todonbuthus odonturus y O don- C on un solo g én ero para 21 esp ecies, esta fa­
turus dentatus. m ilia está presente en los hábitats h ú m ed o s d e
A sia d el S u r y del S u d este A siático. C haerilus
C ara b o cto n id a e celeb en sis y C haerilus variegatus son las úni-

Está presente en A m érica del N orte, C entral


y del S u r (Bolivia, C hile, E cuador, islas G alá­
pagos, M éxico). A esta fam ilia pertenece el co­
nocido H adrurus arizonensis, uno de los es­
corpiones preferidos de los principiantes, y el
escorpión m ás g rande de A m érica del N orte. A
veces, en algunos criaderos europeos, enco n ­
tram os H adrurus sp a d ix y C araboctonus key-
serlingi.

C h a ctidae

Esta fam ilia, que com prende m ás de un cen te­


nar d e especies, se encuentra desde M éxico a
toda A m érica del Sur. M uchas especies se han
descrito hace poco tiem po. S e caracterizan por

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tener dos pares de ojos laterales. L os C h ac­
tidae viven tanto en los desiertos com o en los G ru p o d e C haerilus celeb ensis

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cas especies que pueden o b servarse a veces en H e m isco rpiida e
los criaderos.
A ntes co n o cid a con el nom bre d e Ischnuridae,
Euscorpiidae esta fam ilia está presente en todo el m undo sal­
vo en A m érica del N orte.
E ncontram os las 74 especies de la fam ilia E n M adagascar hay un género incluso
Euscorpiidae en casi to d o el m undo: E uropa endém ico, H eteroscorpion. El rep resen tan ­
Central y del Sur, A frica del N orte, A m érica te m ás peligroso d e los H em isco rp iid ae es
del N orte, A m érica del S u r y A sia. H asta hay H em isco rp iu s lepturus.
una especie q u e se ha establecido en Ingla­ U na d e las prin cip ales características de
terra, E uscorpius fla v ic a u d is, probablem ente los H em isco rp iid ae es que m uchas especies
im portada por casualidad co n cargas d e fruta. tienen un cu erp o plano (H adogenes sp ., sobre
H allam os algunos Scorpiops longim anus en todo), d eb id o a la adaptación a la vida en fallas
cautividad, adem ás de varias especies del gé­ y grietas, y a m enudo poseen tam b ién una cola
nero E uscorpius, com o E. germ anus, E . carpa- bastante fina.
ihicus, E . m esotrichus, E . italicus, E . sicanus, El g én ero H a d o g en es se m antiene co n m a­
E. balearicus, E . concinnus, E. tergestinus y E. yor frecuencia en cautividad y está representado
m ingrelicus. sobre todo p o r H adogenes bicolor, H adogenes
p a u cid en s y H a d o g en es trolodytes, q u e tienen
un crecim ien to m uy lento y una increíble lo n ­
gevidad.
A veces, p odem os h allar las sig u ien tes es­
pecies en lo s criaderos: O p isth a ca n th u s asper,
O pisthacanthus elatus, O p isth a ca n th u s m ada-
gascariensis, C hiro m a ch u s ochropus, C heloc-
tonus jo n e sii, L io ch eles australasiae, L iocheles
w aig ien sis e lo m a ch u s p o lycallado.

lu rid a e

L o s m iem bros d e esta fam ilia viven en G recia


y T urquía, y constan d e dos g én ero s con dos
especies en total. S e ven pocas veces y se sabe
Euscorpius sp. (isla d e Lesbos, G re c ia )
poco d e ellas, aun q u e h allam os Iu ru s dufou-
reius en criaderos europeos.

M ic ro c h a rm id a e

E sta nueva fam ilia, d escrita en 1995, sólo in­


cluye 2 g én ero s y 15 esp ecies de esco rp io n es
de m enos d e 2,5 cm .
Los M icrocharm idae h abitan las selvas del
C ongo y M adagascar. N inguno d e ello s es
m antenido en cautividad, y los científicos aún
no tien en d ato s sobre la peligrosidad d e su v e­
neno.

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M a c h o d e lo m a c h u s politus

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S corp io m a urus lim piando sus pe d ipa lpo s (M arruecos)

P se u d o ch a ctid a e dip alp o s. D esd e los im p o rtan tes cam b io s en


m a teria d e clasificació n ap arecid o s esto s úl­
P oco sabem os de esta fam ilia originaria de tim o s añ o s, la fam ilia S co rp io n id ae alberga
A sia C entral (T adzhikistán y U zbekistán) y ta m b ié n a lo s m ie m b ro s d e la fam ilia D i-
d escrita p o r p rim era vez en 1998, q u e co n stitu ­ p lo c e n trid a e , d e la q u e lo s cria d o re s esta ­
y e un solo g énero co n u n a especie, P seudo- d o u n id e n se s m a n tie n en v arias esp ecies. En
ch a c ta s ovchinnikovi. E s posible q u e e sta fa­ ca u tiv id a d es p o sib le h a lla r las esp ecies P an­
m ilia esté em parentada co n los B uthidae y los d in u s im p era to r, P andinus ca vim a n u s, Pandi­
C haerilidae. n u s g a m b ien sis, P a n d in u s via to ris, H etero-
m tru s sp in ife r, H etero m etru s longim anus,
S co rp io n id a e H ete ro m etru s fu lv ip e s , H etero m etru s laoti-
cu s, H ete ro m etru s x a n th o p u s, O pisthophtha-
C o n 2 4 2 e sp ec ies, es la fam ilia m ás co n o c id a Im us p u g n a x , O p isth o p h th a lm u s boehm i,
d e esco rp io n es. E n e fe c to , inclu y e P andinus O p isth o p h th a lm u s w a h lb erg i, S co rp io m au­
im p e ra to r y H ete ro m etru s s p in ife r , las m a y o ­ ru s, D ip lo c e n tris w h itei, D ip lo cen tru s spitze-
res e sp e c ie s de e sco rp io n es (d e 15 a 2 0 cm ) y r i y N e b o h ierich o n ticu s.
las p referid as de lo s te rrarió filo s p rin c ip ia n ­
tes. E sta fam ilia o cu p a so b re to d o las sa b a ­ S uperstitioniidae
n as, las se lv as y lo s b o sq u e s tro p ic ale s, a u n ­
q u e a v ec es la e n c o n tra m o s e n zo n as secas C o n só lo 10 esp ecies, esta fam ilia es m uy in­
(S co rp io sp ., p o r ejem p lo ). A lo s S co r­ teresante. L a m ayoría d e esto s escorpiones de
p io n id a e se les c o n o c e p o r se r relativ am en te A m érica del N orte y del E cu ad o r viven com o
in o fen siv o s — a ex c ep c ió n del g én e ro N e b o , tro g lo d itas, en cuevas y grutas. L as especies

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en O rien te M ed io — y p o r te n e r p o te n te s pe­ que h abitan e n la oscuridad total no tienen

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ojos ni pigm entos. U na especie, A lacrán tar-
tarus, h a sido d escubierta viviendo ¡a más Escorpiones: algunas referencias
d e 800 m de profundidad! N ingún m iem bro de Tip o : A rthropoda
esta fam ilia se cría en cautividad, a excepción Su btipo: C helicerata
d e Su p erstitio m a d o n en sis, q u e se h a o b se rv a­ C la s e : A rachnida
do alguna vez en criaderos eu ro p e o s y am eri­ O rd e n : Scorpiones
canos. N úm ero d e fam ilias: entre 13 y 20. según
las clasificaciones
V aejovidae N úm ero d e géne ros: 170
N úm ero d e e sp e cie s: 1.500 a proxim ada­
Esta gran fam ilia, que incluye unas 150 esp e­ mente
cies, com prende sólo géneros presentes en D istribución: to d o el m undo, excepto
A m érica del N orte y C entral. S e pueden e n ­ Nueva Zelanda, G roenlandia y la Antártida,
c o n una fuerte con ce n tra ció n en el hemis­
contrar en cualquier tipo de hábitats, ¡incluso a
ferio sur
3.000 m de altitud!
H ábita ts: regiones desérticas, tropicales y
A lgunas d e estas especies sólo están dispo­
subtropicales
nibles en los com ercios especializados; las
Altitudes: entre -800 m (A la crá n tartarus) y
m ás corrientes son las del género Vaejovis. 5,000 m (O robothriuris crassimanus)
En criaderos hallam os las especies Vae­ El m á s p e q u e ñ o : del género Microtityus. al­
jo v is coahuilae, Vaejovis co n fu su s, Vaejovis canza sólo 12 mm en la e d a d adulta
puritanus, Vaejovis spinigeris, P aruioctonus El m á s g ra n d e : Hadogenes trogloditas, de
silvestrii, Serradigitus gertschi, Sm eringurus Á frica del Sur, que p u e d e superar los 20 cm.
m esaensis, P seudouroctonus apacheanus y Las hembras adultas del escorpión em pera­
Vejovoidus longiunguis. d o r (Pandlnus im p era to r) alcanzan un peso
d e unos 50 g

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M a cho d e Vejovoidus longiunguis

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Fa m i l i a s d e e s c o r p io n e s

• Géneros de la fam ilia BOTHR1URIDAE (J5 géneros, 125 especies)


Bothriurus (Peters, 1861), 39 especies; Brachistosternus (Pocock, 1893), 34 especies; Brandbergia
(Prendini, 2003), 1 especie; Brazilobothriurus (Lourengo y Monod, 2000), I especie; Centromachetes
(Lonnberg, 1897), 3 especies; Cercophonius (Peters, 1861), 7 especies; Lisposoma (Lawrence, 1928),
2 especies; Orobothriurus (Maury, 1975), 9 especies; Pachakutej (Ochoa, 2004), 6 especies; Phoniocercus
(Pocock, 1893), 2 especies; Tehuankea (Cekalovic, 1973), 1 especie; Thestylus (Simón, 1880), 3 especies;
Timogenes (Simón, 1880), 5 especies; Urophonius (Simón, 1880), 11 especies,)’ Vachonia (Abalos, 1954),
1 especie.
• Géneros de la fam ilia BUTH1DAE (79 géneros, 741 especies)
Afghanobuthus (Lourengo, 2005), 1 especie; Afroisometrus (Kovarik, 1997), 1 especie; Akentrobuthus
(Lamoral, 1976), 1 especie; Alayotityus (Armas, 1973), 8 especies; Ananteris (Thoreli, 1891), 30 espe­
cies; Androctonus (Ehrenberg, 1828), 13 especies; Anomalobuthus (Kraepelin, 1900), 1 especie;
Apistobuthus (Finnegan, 1932), 2 especies; Australobuthus (Locket, 1990), 1 especie; Babycurus
(Karsch, 1886), 17 especies; Baloorthochirus (Kovarik, 1996), 1 especie; Birulatus (Vachon, 1974),
3 especies; Buthacus (Birula, 1908), !7 especies; Butheoloides (H irst, 1925), 12 especies; Butheolus
(Simón, 1882), 5 especies; Buthiscus (Birula, 1905), 1 especie; Buthoscorpio (Werner, 1936), 2 espe­
cies; Buthus (Leach, 1815), 26 especies; Centruroides (Marx, 1890), 36 especies; Charmus (Karch,
1879), 4 especies; Cicileus (Vachon, 1948), 2 especies; Compsobuthus (Vachon, 1949), 31 especies;
Congobuthus (Lourengo, 1999), 1 especie; Darchenia (Vachon, 1977), I especie; Egyptobuthus
(Lourengo, 1999), I especie; Grosphus (Simón, 1880), 17 especies; Hemibuthus (Pocock. 1900), I es­
pecie; Hemilychas (Hirst, 1911), 1 especie; Himalayotityobuthus (Lourengo, 1997), 2 especies;
Hottentotta (Birula, 1908), 21 especies; Iranobuthus (Kovarik, 1997), 1 especie; Isometroides
(Keyserling, 1885), 1 especie; Isometrus (Ehrenberg, 1828), 27 especies; Karasbergia (Hewitt, 1913),
1 especie; Kraepelinia (Vachon, 1974), 1 especie; Lanzatus (Kovarik, 2001), 1 especie; Leiurus
(Ehrenberg, 1828), 2 especies; Liobulhus (Birula, 1898), 1 especie; Lissothus (Vachon, 1948). 2 espe­
cies; Lychas (C. L. Koch, 1845), 37 especies; Lychasioides (Vachon, 1974), 1 especie; Mesobu-
thus (Vachon, 1950), 15 especies; Mesotityus (González-Sponga, 1981), 1 especie; Microananteris
(Lourengo, 2003), 1 especie; Microbuthus (Kraepelin, 1898), 3 especies; Microtityus (Kjellesvig-
Waering, 1966), 17 especies; Neobuthus (Hirsl, 1911), 2 especies; Neogrosphus (Lourengo, 1995), 2 es­
pecies; Odontobuthus (Vachon, 1950), 2 especies; Odonturus (Karsch, 1879), 2 especies;
Orthochiroides (Kovarik, 1998), 2 especies; Orthochirus (Karsch, 1891), 22 especies; Parabuthus
(Pocock, 1890), 29 especies; Paraorthochirus (Lourengo y Vachon, 1997), 6 especies; Pectinibulhus
(Fet, 1984), 1 especie; Plesiobuthus (Pocock, 1900), 1 especie; Polisius (Fet, Capes y Sissom, 2001),
I especie; Psammobuthus (Birula, 1911), 1 especie; Pseudolissothus (Lourengo, 2001), 1 especie;
Pseudolychas (Kraepelin, 1911), 3 especies; Pseudouroplectes (Lourengo, 1995), 3 especies; Razianus
(Farzanpay, 1987), ) especie; Rhopalurus (Thoreli, 1876), 13 especies; Sabinebuthus (Lourengo, 2001),
I especie; Sassandiothus (Farzanpay, 1987), 1 especie; Simonoides (Vachon y Farzanpay, 1987), 1 es­
pecie; Somalibuthus (Kovarik, 1998), 1 especie; Somalicharmus (Kovarik, 1998), 1 especie; Thai-
charmus (Kovarik, 1995), 1 especie; Tityobuthus (Pocock, 1893), 16 especies; Tityopsis (Armas, 1974),
1 especie; Tityus (C. L. Koch, 1836), 158 especies; Troglorhopalurus (Lourengo. Baptista y Giupponi,
2004), 1 especie; Troglotityobuthus (Lourengo, 2000), 1 especie; Uroplectes (Peters, 1861), 31 espe­
cies; Uroplectoides (Lourengo, 1998), 2 especies; Vachoniolus (Levi, Amitai y Shulov, 1973), 2 espe­
cies; Vachonus (Tikader y Bastawade, 1983), 2 especies, y Zabius (Thoreli, 1893), 2 especies.
• Géneros de la fam ilia CARABOCTONIDAE (4 géneros, 18 especies)
Caraboctonus (Pocock, 1893), 1 especie; Hadruroides (Pocock, 1893), 9 especies; Hadrurus (Thoreli,
1876), 6 especies, y Hoffmannihadrurus (Fet y Soleglad, 2004), 2 especies.
• Géneros de la fam ilia CHACT1DAE (12 géneros, 149 especies)
Anuroctonus (Pocock, 1893), 2 especies; Belisarius (Simón, 1879), 1 especie; Broteochactas (Pocock,
1893), 13 especies; Brotheas (C. L. Koch, 1837), 25 especies; Chactas (Gervais, 1844), 37 especies;
Hadrurochactas (Pocock, 1893), 6 especies; Neochactas (Fet y Soleglad, 2003), 38 especies; Nullibrotheas
(Williams, 1974), 1 especie; Teuthraustes (Simón, 1878), 20 especies; Uroctonus (Thoreli, 1876), 3 espe­
cies; Vachionochactas (González-Sponga, 1978), 3 especies.
• Género de la fam ilia CHAERILIDAE (1 género, 21 especies)
Chaerilus (Simón, 1877), 21 especies.

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A n d ro cto n u s m a u rita n ic u s e n lo areno (M arruecos)

’ Géneros de la fam ilia EUSCORPIIDAE (11 géneros, 74 especies)


Alloscorpiops (Vachon, 1980), 2 especies; Chactopsis (Kraepelin, 1912), 8 especies; Dasyscorpiops
(Vachon, 1974), I especie; Euscorpiops (Vachon, 1980), 12 especies; Euscorpius (Thorell, 1876), 15 es­
pecies; Megacormus (Karsch, 1881). 4 especies; Neoscorpiops (Vachon, 1980), 3 especies; Parascorpiops
(Banks, 1928), 1 especie; Plesiochactas (Pocock, 1900), 2 especies; Scorpiops (Peters, 1861), 22 especies;
Troglocormus (Francke, 1981), 2 especies.
• Géneros de la fam ilia HEMISCORPI1DAE (12 géneros, 79 especies)
Cheloctonus (Pocock, 1892), 5 especies; Chiromachetes (Pocock, 1899), 2 especies; Chiromachus
(Pocock, 1893), 1 especie; Habibiella (Vachon, 1974), 1 especie; Hadogenes (Kraepelin, 1894), 19 espe­
cies; Hemiscorpius (Pelers, 1861), 6 especies; Heteroscorpion (Birula, 1903), 4 especies; Hormiops
(Fage, 1933), 1 especie; Iomachus (Pelers, 1861), 5 especies; Liocheles (Sundevall, 1833), 8 especies;
Opisihacanthus (Pelers, 1861), 23 especies, y Paleocheloctonus (Lourengo, 1996), 1 especie.
• Géneros de la fam ilia IUR1DAE (2 géneros, 2 especies)
Calchas (Birula, 1899), 1 especie, e Iurus (Thorell, 1876), 1 especie.
• Géneros de la fam ilia MICROCHARMIDAE (2 géneros, 15 especies)
Microcharmus (Lourengo, 1995), 14 especies, y Neoprotobuthus (Lourengo, 2000), 1 especie.
• Género de la fam ilia PSEUDOCHACTIDAE (1 género, 1 especie)
Pseudochactas (Gromov, 1998), 1 especie.
• Géneros de la fam ilia SCORPIONIDAE (15 géneros, 242 especies)
Bioculus (Stahnke, 1968), 5 especies; Cazierus (Francke, 1978), 7 especies; Didymocentrus (Kraepelin,
1905), 8 especies; Diplocentrus (Peters, ¡861), 41 especies; Heterometrus (Ehrenherg, 1828). 33 especies;
Heteronebo (Pocock, 1899), 17 especies; Nebo (Simón, 1878), 9 especies; Oiclus (Simón, 1880), 1 especie;
Opistophthalmus (C. L. Koch, 1837), 61 especies; Pandinus (Thorell, 1876), 25 especies: Scorpio (Linné,
1758), 1 especie; Tarsoporosus (Francke, 1978), 4 especies, y Urodacus (Peters, 1861), 20 especies.
• Géneros de la fam ilia SUPERST1T10N1IDAE (5 géneros, 10 especies)
Alacrán (Francke, 1982), 1 especie; Sotanochactas (Francke, 1986), 1 especie; Superstitionia (Stahnke,
1940), 1 especie; Troglotayosicus (Lourengo, 1981), 1 especie, y Typhlochactas (Mitchell, 1971), 6 especies.
• Géneros de la fam ilia VAEJOV1DAE (11 géneros, 151 especies)
Franckeus (Soleglad y Fet, 2005), 6 especies; Paravaejovis (Williams, 1980), 1 especie; Paruroctonus
(Werner, 1934), 29 especies; Pseudouroctonus (Stahnke, 1974), 13 especies; Serradigilus (Stahnke, 1974),
24 especies; Smeringurus (Haradon, 1983), 4 especies; Stahnkeus (Soleglad y Fet, 2006), 5 especies;
Syntopis (Kraepelin, 1900), 1 especie; Uroctonites (Williams y Savary, 1991), 4 especies; Vaejovis
(C. L. Koch, 1836), 71 especies, y Vejovoidus (Stahnke, 1974), 1 especie.

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Características generales

Q u é es un e sco rp ió n tinuación, el escorpión hunde el acúleo en la


carn e o el exoesqueleto d e su presa, y luego
unos pequeños m úsculos situados en la vesícu­
Un a n im a l venenoso la inyectan la cantidad deseada d e veneno.
¡Porque el escorpión puede controlar la canti­
T odas las especies de escorpiones son veneno­ d ad d e veneno! L as «picaduras secas» (sin ve­
sas; to d as utilizan venenos ncurotóxicos, es neno) no son raras.
decir, q u e actúan directam ente en el sistem a El v eneno d e los escorpiones es u n a m ez­
n ervioso, a excepción de H em iscorpius leplu- cla d e diferentes sustancias que nos es im posi­
rus, q u e se sirve de un veneno citotóxico (que ble d etallar aquí. E se catálogo d e m oléculas,
envenena la sangre, co m o el veneno de las v í­ a s í com o la explicación d e la acción del vene­
boras). no, q u e requiere el uso d e térm inos científicos
El u so co m o arm a d e d e fe n sa es e n re a li­ m uy com plicados, m erecen p o r s í solos toda
d ad la fu n ció n se cu n d a ria del ven en o . Su p ri­
m e ra u tilid ad es m a ta r a una p re sa (en g en e­
ral, o tro artró p o d o o un p equeño reptil o
ro ed o r). E n e fe c to , los p ed ip alp o s se utilizan
so b re to d o p ara atra p a r a la víctim a y luego
llevarla a los q u elíce ro s o arrastrarla al cubil
una v ez m u erta. N o son suficientes p ara m atar
a la presa, au n q u e c ie rta s esp ec ies posean
p in zas pod ero sas. E s a h í d onde in terv ien e el
veneno.
El proceso d e inoculación es rápido y efi­
caz. El escorpión em pieza levantando bien la
co la, co n el acúleo (aguijón) dirigido hacia
la víctim a. P erm anece en esta posición algunas
fraccio nes d e segundo, el tiem po necesario
para q u e las ce rd as (pelos) situadas sobre el
telso n (vesícula del veneno) le ayuden a perci­
b ir el m ejo r lugar d onde clavar el acúleo gra­

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cias a la detección del sentido del aire. A co n ­ V e ne n o d e P orobuthus liosom o
una obra. P ara resum ir, podem os d ecir q u e el de la fam ilia B u th id ae son los m ás pelig ro so s
veneno se com pone de neurotoxinas, sales, para el ser hum ano. L o s m ás te m ib les son
m ucosidad y u n a gran variedad de otros co m ­ L eiu ru s q u in q u estria tu s y las esp ec ies d e los
puestos orgánicos. L as neurotoxinas son inte­ g én ero s P arabuthus, Tityus, C en tru ro id es y
resantes, porque se ha d em ostrado q u e son m u­ A n d ro cto n u s (y M esobuthus).
cho m ás tóxicas en unas víctim as anim ales que
en otras. S e com ponen de una gran variedad
de pequeñas proteínas, así co m o de catio n es de A d iferen cia d e lo q u e se cree, las especies
sodio y de potasio. m ás p elig ro sas no son las m á s im ponentes...
S ólo 25 especies de esco rp io n es son peli­ ¡sino las m á s pequeñas! S o n las q u e m id e n en
grosas para los seres hum anos. S e ca lcu la que general m enos d e 10 cm (a ex cep ció n d e alg u ­
los «envenenam ientos escorpiónicos» m atan a nas esp ecies d e P arabuthus d e A frica del
unas 5.000 personas al año. P ero esta m o rtali­ S ud este q u e superan e ste tam añ o ). N o es m uy
dad a m enudo se debe a la ausencia de cu id a­ difícil evaluar, para los n eó fito s, la p elig ro si­
d o s, com o pu ed e co m probarse a veces en los d ad d e un escorpión: casi p o d em o s g en erali­
países poco industrializados o en regiones re ­ z a r d icien d o q u e los esco rp io n es con p edipal-
m otas d el m undo. P orque hay q u e saber que pos (pinzas) co rto s o finos y un m etasom a
un escorpión raram ente inyecta u n a d o sis de (cola) bien d esarro llad o son los m ás dañinos;
veneno capaz de m atar a un se r hu m an o con a la inversa, p o d em o s co n c lu ir q u e los q u e tie ­
buena salud; es cierto q u e los n iñ o s, los enfer­ nen un m etaso m a p oco d esarro llad o y unos
m os y las personas m ayores son los m ás vul­ ped ip alp o s ro b u sto s son los m en o s p eligrosos,
nerables, y tam bién existe un riesgo d e alergia com o el escorpión em p erad o r, P andinus im p e­
al veneno de ciertas especies. L os escorpiones rator. P ero, ¡atención! ¡N o es el c a so d e H e-

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Veneno saliendo d e un aguijón d e Scorpionidae

18
m isc o rp iu s le p tu ru s, aunque p resenta las m is­
m as características! P or lo tanto, siem p re hay
que p erm an ecer v ig ilan te y sa b er exactam ente
a q u é esp ecie nos en fren tam o s (véa se la lista
m ás ad elante).
E s fácil q u e se p roduzca un accidente
de fatales consecuencias. U na m anipulación
b ru sca, un m ovim iento en falso, y el escorpión
pica al sentirse am enazado. E n el 70 % d e los
caso s, las m an o s son las afectadas. El dolor
puede ser m u y intenso, sobre to d o en el caso
de picaduras p o r p arte de los esco rp io n es del
g én e ro Tityus. L os sín to m as varían de una es­
pecie a otra, pero en general se observan dolores,
irritació n, edem a, transpiración excesiva, hi-
p erv en tilación, hipertensión, taquicard ia... En
la últim a fase se dan esp asm o s, vóm itos, do lo ­
res en el pecho, cianosis, parálisis, hem orragias
in tern as, infarto... P o r fortuna, en los países
in d u strializados esta e tap a no su ele alcanzarse
y se ad m inistra a la víctim a un tratam iento
eficaz.
H em b ra d e Parabuthus transvaalicus d e vo ra n d o a un m a cho

Un in ve rte b ra d o de asom brosa


Las especies de escorpiones lo n g e v id a d
MÁS PELIGROSAS
PARA EL SER HUMANO L os esco rp io n es son seguram ente los inverte­
brados terrestres q u e viven m ás. L a m ayoría de
• África del Norte y c u e n c a m editerránea: las esp ecies tard an d e uno a tres años en alcan­
Leiurus quinquestriatus, Buthus occitqnus z a r su m adurez sexual. E so significa que viven
tunetanus, A ndroctonus qustrqlis, A ndroc- p o r térm in o m edio entre dos y seis años. Pero
tonus b ico lo r oenos, A ndroctonus crassi-
no o lvidem os que en cautividad tienen m ás po­
c o u d a y A ndroctonus m auritanicus.
sibilidades d e alcan zar una larga esperanza de
• Iraq e Irán: Hem iscorpius lepturus.
v id a y que las hem bras viven así m ás tiem ­
• Arabia, África del Sur y África del Este:
po q u e los m achos. ¡No es raro h allar escor­
Porabuthus transvaalicus, Parabuthus gra-
nulatus, Parabuthus leiosom a, Parabuthus piones que alcan zan la venerable edad de entre
mossam bicensis y Rhopalurus debiiis. ocho y d ie z años!
• Brasil, A rgentina y Trinidad: Tityus bahien-
sis, Tityus trinitatis, Tityus costatus, Tityus Un c a n íb a l
dasyurus. Tityus forcipula, Tityus parvulus,
Tityus pugilator, Tityus serrulatus, Tityus sil-
El c a n ib a lism o es la p rim e ra ca u sa d e m o rta­
vestris, Tityus stigm urus y Tityus zulianus.
lid ad e n tre los esco rp io n es... N ada m ás nacer
• EE.UU.: C entruroides exilicauda, C entru­
es cu a n d o son m ás v u ln e ra b les, p o r su p e­
roides infam atus, C entruroides noxius y
C entruroides suffusus. q u e ñ a ta lla y p o rq u e aún carecen d e d efe n ­
sa s. E l c a n ib a lism o es un fen ó m en o natural

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de reg u la ció n d e las p o b lacio n es: los m ás d é ­
b ile s so n elim in a d o s p ara q u e sólo subsistan

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lo s m á s fu ertes. E llo o cu rre ta m b ié n en c a u ti­ m al: p u ed e sobrevivir m eses sin co m er (con
v id a d , p o r e stré s o su p e rp o b la ció n en el te ­ un réco rd d e tres añ o s observ ad o en cautivi­
rrario . U n estu d io cie n tífic o ha dem o strad o dad , a co n d ició n de d isp o n er de ag u a sin inte­
q u e, en e sta d o sa lv aje, e n la e sp ec ie au stra­ rrup ció n ) p o rq u e asim ila to d o s los nutrientes
lia n a U ro d a cu s m a n ica ta s, el ín d ic e d e m o r­ q u e n ecesita en u n a sim ple com ida y conserva
ta lid a d e s del 65 % en los recién n acid o s, su en erg ía al m áxim o m o viéndose lo m enos
m ien tras q u e só lo alca n za el 3 0 % en los posible. L os esco rp io n es desérticos son tam ­
a d u lto s. P ero e s te ín d ic e sube h a sta el 6 0 % bién cam p eo n es d e la conservación del agua,
en los m a ch o s en la ép o c a d e rep ro d u cc ió n , y porq u e p ueden ab so rb erla a p artir d e la hu m e­
e llo s e d ebe a d o s raz o n es: la p rim e ra e s que dad p resen te en el suelo. G racias a una fuerte
s e d esp laz an m u c h o e n busca d e hem bras con cen tració n d e lípidos, el revestim iento de
y se a rriesg an en to n ce s a h a lla r m ás e sco r­ su ex o esq u elelo es im perm eable por am bos la­
p io n e s e n su cam in o ; ad em ás, tra s el ap a re a ­ dos: ¡les perm ite n o p erd er agua tam bién des­
m ie n to lo s m a ch o s sirv en a v ec es de alim e n ­ de el interior! E llo es indispensable para estos
to a las h em b ra s, q u e se aseg u ran a s í un buen esco rp io n es q u e p asan el d ía en un pequeño
ap o rte n u tritiv o p a ra te n e r una bu en a cam a- cubil aren o so en profundidad, con una tem pe­
d a... E n rea lid ad , e ste fen ó m en o se ha ex a g e ­ ratu ra ex terio r en el desierto que supera con
ra d o m u cho; se ha d em o strad o q u e só lo se facilidad los 4 0 °C . El escorpión puede sopor­
p ro d u ce e n e l 39 % de las e sp e c ie s de 4 fa m i­ ta r una tem p eratu ra superior a 45 °C , pero tam­
lia s d e e sc o rp io n e s. Tan só lo las esp e c ie s de bién gran d es diferencias térm icas entre el día
los g é n e ro s H ete ro m etru s, O p isth a c a n th u s y y la no ch e, co m o ocurre en este hábitat. Ha-
P a n d in u s p u ed e n v iv ir e n g ru p o sin te m o r a d ru ru s a rizo n en sis puede tolerar una pérdi­
se r d ev o ra d as. L os e sco rp io n es so n tam bién d a d e ag u a eq uivalente al 4 0 % d e su peso
v u ln e ra b le s d u ra n te y d esp u és d e la m u d a, ya corporal.
q u e c u a n d o ca m b ia n d e piel se les h a c e d ifí­ U n últim o ejem plo: el escorpión tam bién
cil m o v e rse y d e fe n d e rse en c a so de ataque. puede sobrevivir a dosis d e radiaciones nu­
T ra s este p ro ce so , su cu e rp o es tan b lando cleares 150 veces superiores a las soportadas
q u e n o p u ed en h a c e r o tra c o sa q u e esp erar por el se r h um ano (90.000 radiaciones frente a
a que su nueva concha se seque y se endurezca. 600). E llo se d eb e en parte a los com ponentes
d e la hem olinfa, la « sangre» del escorpión. En
Un c a m p e ó n d e la a d a p ta c ió n efecto , esta contiene una sustancia radiopro-
y la su p e rvive n cia tecto ra y una p resen cia abundante d e cobre
(m ientras q u e la sangre d e los vertebrados es a
C o m o el m ás antiguo artrópodo terrestre, el es­ base d e hierro).
corpión ha tenido tiem po de convertirse en un
cam p eó n d e la adaptación. Es m uy resistente, Un futuro m e d ica m e n to
tanto al frío com o al calor, al ayuno... y hasta a p a ra el c á n c e r d e cerebro
las radiaciones.
Para em pezar, este arácnido p o see un exo- Todos los años, lo s m édicos diagnostican en el
esq u ele to (concha) m uy resistente. E ste m anto m un d o m ás d e ochenta m il caso s d e gliom a,
p ro tec to r su ele ser del m ism o co lo r q u e el sus­ una form a d e cán cer de cerebro. E sta enferm e­
trato so b re el q u e transcurre la vida del escor­ d ad aco stu m b ra a ser m ortal, porque las célu­
pió n , lo q u e le o frece u n a m ejo r invisibilidad. las cancerosas se dispersan insidiosam ente
El esco rpión e stá arm ado tam bién co n unos en las partes todavía sanas del cerebro, lo que
p o ten tes pedipalpos (pinzas) y co n un aguijón im pide su extirpación. A dem ás, son resistentes
q u e p u ed e iny ectar v en en o m ortal, lo q u e lo a toda form a d e tratam iento, sea quim iotera­
co n v ierte en un terro rífico g u errero y d ep red a­ pia, sean radiaciones. A h o ra bien, los científi­
dor. A d em ás, este arácn id o presenta u no de los cos han d escu b ierto q u e el veneno d e uno de

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m etab o lism os m ás len to s de to d o el rein o a n i­ los esco rp io n es m ás peligrosos para el ser hu­

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m ano, L eiurus quinquéstriatus, contiene una terrícolas (con excelentes trepadores, com o los
sustancia, la clorotoxina, ca p az de reducir la de la fam ilia B uthidae), otros son arborícolas,
invasión de las células cancerosas. com o Tityus q u elch i o L io ch eles australasiae.
Podem os observar a los esco ip io n es sobre todo
D istribución y costum bres bajo cortezas de árbol o piedras planas, en cu ­
en estado salva je b iles profundos y grietas. M uchas especies se
adaptan bastante bien a la p resen cia del h o m ­
Considerados los representantes típicos d e la bre; decim os en tonces q u e son antropófilas.
fauna de desiertos cálidos (Sahara, A rizo n a ...), E ncontram os las m ayores densidades d e escor­
los escorpiones viven tanto en la sabana com o piones en O riente M edio, con L eiurus quinques-
en la selva tropical. Los encontram os sobre triatus (¡un escorpión por m etro cuadrado!),
todo en las zonas intertropical y tem plada cáli­ y en Baja C alifornia, con S erra d ig itu s litio-
da. Pueden ocupar los biotopos m ás diversos, ralis.
com o las llanuras, los altiplanos (M éxico) o in­ T odas las esp ec ies d e esco rp io n es so n ac­
cluso la alta m ontaña, hasta 5 .000 m o más, tivas p o r la n o ch e o en el crep ú scu lo , y son
com o Scorpiops m ontanas, de la cordillera del carn ív o ras. S e alim en tan d e o tro s artró p o d o s,
H im alaya, u O robothrius crassim anus, de la de a s í com o d e roedores, rep tiles o an fib io s de
los A ndes. L a m ayor diversidad de escorpiones p eq u eñ a talla. E n la m ay o ría d e las p o b lacio ­
se encuentra en los biotopos desérticos y semi- nes, lo s esco rp io n es son g ran d es co n su m i­
desérticos. Si la m ayoría de los escorpiones son dores. A sí, se h a d em o strad o q u e en Israel

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Pareja d e Leiurus q uinquestriatus

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S co rp io m a u ru s devora una m edia anual del Prosoma
11 % d e la p oblación de isópodos, y en
A u stralia, U rodacus ya sch e n ko i con su m e to ­ El p ro so m a está recubierto por u n a concha es­
d o s los años cerca de 8 kg d e invertebrados pesa, a veces lisa pero en la m ayoría d e los ca­
p o r hectárea. sos con granulaciones. E ncontram os en él un
L o s e sc o rp io n e s p rac tica n varios m éto ­ par d e ojos m edianos, y en tre dos y cin co pares
d o s d e d ep re d ació n : p u ed en c a z a r de fo rm a de ojos laterales. E n ciertas especies caverní­
activ a o lim ita rse a p e rm a n e c e r al acec h o en colas, co m o Typhlochactas sp. o tam bién
su cu b il a la esp e ra de q u e se p re se n te una A lacrán tartarus, los ojos m edianos están au ­
p o sib le p resa . P ara atra p a rla , u tiliza n sus pe- sentes. L o s ojos laterales son m uy poco visi­
d ip a lp o s y lu e g o la llevan a lo s q uelíceros. bles en la m ayoría d e las especies; no los en ­
E n to n ces la d esm en u z an o la m u e len , y luego contram os en la m ayoría d e las especies
le ap lica n ju g o s g ástrico s. U na vez a b la n d a ­ cavernícolas.
dos p o r estas su stan cias, los p ed a cito s lic u a­
d o s d e p re sa p u ed en d ig e rirse m u y deprisa. Mesosom a

El m esosom a tiene p lacas d e quitina, llamadas


A n a to m ía externa tergitas en la ca ra dorsal, y estem itas en la ven­
tral. E stá form ado p o r seis segm entos. En la
El cu erp o del escorpión se d ivide en tres partes ca ra ventral, el prim er segm ento contiene los
principales: el prosom a (cefalotórax), el m eso- órg an o s sexuales y el opérculo genital. Si se le­
so m a (abdom en) y el m etasom a (abdom en vanta el opércu lo genital del m acho, pueden
p o sterio r o cola). E n la literatura científica, observarse sus g anchos copuladores.
tam bién podem os h allar el térm ino opistosom a Tam bién en la cara ventral, en el segundo
(o tro n co), q u e com prende el m esosom a y el segm ento, h ay órganos sensoriales llamados
m etasom a. peines.

m esosom a

m etasom a

prosom a

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O pisth oph thalm us sp. (África del Sur)

23
Metasom a Q uelíceros

En cuanto al m etasom a, a m enudo se le llam a C om o to d o s los ará cn id o s, lo s esco rp io n es


cola, cuando no es una co la sino m ás bien la p oseen q u elícero s. S o n ap é n d ic es b u cales que
continuación del abdom en. p are cen p in zas o g an c h o s en m in iatu ra, a u ­
Consta de cinco segm entos (o anillos) y té n tic o s m ie m b ro s-h erram ien ta en los a rá c n i­
term ina en el telson, q u e es un poco m ás largo dos. L o s q u elíce ro s se u tiliza n p ara d e sp ed a­
que los dem ás. z a r a las p resas y h acerlas as im ilab les p o r el
El telson protege una estructura en form a sistem a d ig estiv o . En efecto , esto s son lo s ó r­
de bulbo que contiene la glándula del veneno y g an o s co n lo s q u e el esco rp ió n m ezcla las e n ­
el acúleo (o aguijón), q u e sirve para inyectarlo. zim as so b re su p resa para d ig erirla. L os q u e­
El telson tam bién se distingue por la presencia lícero s sirv en tam b ién p ara m o rd er y arrastra r
d e cerdas (pelos largos). presas.

P edipalpos

L o s e s co rp io n es p o seen p ed ip alp o s, h a b i­
tu a lm e n te llam ad o s p a ta s-m a n d íb u la y, s o ­
b re to d o , p in za s. C o m p ren d en se is se g m e n ­
to s: el co x a, el tro cán ter, el fém u r, la p atela ,
la tib ia (m an o y d ed o fijo s) y el tarso . L os
p ed ip alp o s no sirv en p a ra la lo co m o ció n ,
sin o q u e tien en o tras fu n cio n e s. E n p rim e r
lugar, el esco rp ió n se sirve d e ello s p a ra a tra ­
p a r a sus p resa s y su je ta rla s m ie n tras las p ica,
y luego p a ra tritu ra r su esq u e le to . T am bién
co n lo s p ed ip alp o s lleva el a lim e n to a los
q u elícero s. El es c o rp ió n u tiliza ta m b ié n sus
p in zas co m o ó rg an o s tá c tile s; en e fe c to , en
M etasom a d e A pistob uthu s p te ry g o c e rc u s
tres p arte s d e las p in zas e n c o n tra m o s los tri-
co b o trio s, c e rd a s se n so ria le s q u e le p erm iten
al esco rp ió n p e rc ib ir la d irec ció n d el a ire a su
alred ed o r. P ara acab ar, los p ed ip alp o s tam ­
bién resu ltan ú tiles en el m o m e n to d el ap a­
rea m ien to , cu a n d o el m ach o re tie n e a la h em ­
b ra p ara p ro ce d er al « p aseo en p a re ja » an tes
d e la fecu n d ació n .

Patas a m b u la to ria s

L as p a ta s d e los esco rp io n es c o n sta n d e o cho


p arte s: la ca d e ra (o co x a ), el tro cán ter, el pre-
fém u r, el fém u r, la tib ia, el b asita rso , el ta rso
y el p o sta rso (o ta ló n ). E n las e sp e c ie s sabu-
líco las (q u e v iven en la are n a), el ta rso y el
b a sita rso p u ed en p rese n tar un p ein e d e c e r­
d a s q u e sirv e p ara d e te c ta r las v ib rac io n es

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del suelo. El p o sta rs o te rm in a co n un p a r d e
Aguijón d e M esobuthus tam ulus uñas.

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Im a g en d e un S c o rp io n id a e (A ra b ia Saudi)

A n a to m ía interna Sistem a respiratorio

L os esco rp io n es tienen u n a resp iració n pasi­


Sistem a c irc u la to rio va. El a ire en tra p o r unas p eq u eñ as aberturas
d el p rea b d o m en , llam adas esp irácu lo s, y lue­
go p asa p o r lo s p u lm o n es, q u e tam bién se d e­
L a sangre de los vertebrados se com pone de n o m in an fd o tráq u eas. L o s anglófonos los lla­
hierro, pero la de los arácnidos es a base de co­ m an b o o k-lu n g s (« p u lm o n es-lib ro » ) porque
bre y se llam a hem olinfa. El pigm ento respira­ esto s ó rg an o s se p resen tan en form a de un
to rio es la hem ocianina, una gran m olécula que co n ju n to d e lam in illas, com o las páginas de
tran sp o rta m ucho oxígeno. un libro.
C o m o la gran m ayoría de los invertebra­
d o s, los esco rp io n es tienen un sistem a circula­ Sistem a nervioso
to rio ab ierto , es decir, los órganos están su­
m erg id o s sin c e sa r en la hem olinfa, que El sistem a n erv io so d e los escorpiones se
circu la librem ente p o r to d o el cuerpo. N o p o ­ com p o n e d e un proto cereb ro y un tritocerebro,
seen v en as ni capilares, y las arterias son m uy q u e form an u n a m asa g an g lio n ar por encim a
red u cid as. El corazón se presenta en fo rm a de del esófago. El p rotocerebro co n tien e el ner­
un largo cilin d ro situ ad o bajo las tergitas. A vio ó ptico, y el tritocerebro, los n ervios co ­
cad a uno de lo s lados del co razó n , siete aber­ nectad o s a los q uelíceros. E n cuanto a los ner­

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tu ras, lo s ostio lo s, b om b ean la hem olinfa en la vios d e los p edipalpos, se hace cargo d e ellos
cav id ad corporal. un g an g lio especial situado d eb ajo del esófa­

25
go. A sí, por d a r u n a im agen, p o dem os d ecir olores, gustos...). L as cerdas son huecas y co n ­
que el sistem a nervioso de los esco rp io n es se tien en , cad a una, la prolongación d e una neu­
parece a un co llar que ro d ea el esófago. E n su rona sensitiva directam ente co n ectad a con el
cara ventral, la parte p o ste rio r de este c o lla r se sistem a nervioso d el escorpión. L as q u e están
encarga de los nerv io s d e las patas am bulato­ situadas en el telso n d esem p eñ an una función
rias, y luego un sim ple nervio se ex tien d e h as­ m uy im p o rtan te y a q u e son ellas las q u e guían
ta el abdom en. al escorpión p ara clav ar el aguijón en el lugar
adecu ad o en su s capturas o en sus ataques para
Órganos sensoriales defenderse. L as cerdas u bicadas en los pedi-
palpos se den o m in an tricobotrios. El núm ero y
Tal com o hem os visto en los ap artad o s ante­ la localización d e estos son d e los elem entos
riores, el principal sistem a sensorial del escor­ m ás im portantes en la clasificació n d e los es­
pión reside en la utilización d e las cerd as, los corpiones.
tricobotrios y los peines. L os o jo s sólo le p e r­
miten p ercibir la d iferencia en tre el día y la Peines
noche.
L os peines son específicos d el escorpión.
Cerdas y trico b o trio s D esem peñan una función esen cial, y a q u e le
perm iten se n tir las v ib racio n es del su elo y re ­
El cuerpo del escorpión está recorrido por unos con o cer las texturas. E sto resulta d e vital im ­
pelos sensoriales, las cerdas, q u e aseguran la portancia en los m achos en el p erio d o d e re­
detección de los estím ulos (calor, hum edad. producción, porque deben ser cap aces de

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Tricobotrio d e A n d ro c to n u s australis Tricobotrio d e A n d ro c to n u s australis

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enco n trar una superficie llana y lisa p ara d epo­
sitar su esperm atóforo.
L os peines sirven tam bién d e receptores
quím icos para detectar las ferom onas. En rea­
lidad, los pein es son el principal sistem a sen­
sorial del escorpión. En el m acho, son m ás an­
chos y co ntienen m ás dientes.
El núm ero d e dientes no sólo varía en fun­
ción del sexo, tam bién puede variar en función
de las especies.

Exoesqueleto

C om o todos los artrópodos, el escorpión se ca­


racteriza p o r un exoesqueleto (esqueleto exter­
no), tam bién llam ado cutícula o concha. Como
la co n ch a es inextensible, el escorpión debe
cam b iarla m uchas veces en el transcurso de su
crecim iento, cuando se vuelve dem asiado pe­
queña. A este pro ceso lo llam am os muda; es
desencad en ad o p o r una horm ona esteroide, la
ecdisona.
Al principio d e la m uda, durante una fase
que se d en o m in a apólisis, la cutícula com ienza
Peine d e A n d ro c to n u s australis

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Jo v e n ejem plar d e l g é n e ro P a le o c h e lo c to n u s después d e la m u d a

27
a despegarse. L uego, m ediante u n a serie de rá ­ ceso , que p u ed e d u rar hasta d ie z d ías, el esco r­
pidos m ovim ientos intercalados con m om en­ pión es m uy vulnerable, p o rq u e su cuerpo por
tos d e descanso, el escorpión llega a despegar fuera es todavía blando.
del todo su antigua cutícula y a retirarla. E ste El núm ero de m udas (entre cinco y nueve)
fenóm eno tam bién puede ser provocado por varía según las especies. Al parecer, los escor­
una elevación de la presión sanguínea que piones dejan de experim entarlas una vez alcan­
fuerza la form ación de grietas en la cutícula. zan la m adurez sexual. Sin em bargo, la m uda
Después de la m uda, se p ro d u ce un curtido cu­ acontece a veces en especies d e gran longevidad
ticular o una esclerificación de la concha para que necesitan cam biar d e cutícula cuando la tie­
endurecer el exoesqueleto. A n tes de e ste pro­ nen m uy estro p ead a p o r la edad, p o r ejem plo.

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Hem bra d e Pandinus im p e ra to r c o n u n a cría estadio t (To go )

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Especies de escorpiones
en cautividad

Especies bosques tropicales d e Á frica occidental, con­


p a ra p rin cip ia n te s v ien e ofrecerle un hábitat caliente y húmedo:
un terrario com puesto d e un espeso lecho de
L as esp ecies para em p ezar son, por supuesto, m antillo y tu rb a húm eda, en el que podrá cavar
las m enos peligrosas, pero son tam bién las m ás un cubil.
sólidas, las q u e resistirán m ejo r nuestros erro ­ P ara a lb e rg a r a un individuo, es su ficien ­
res u olvidos. T odas las dem ás especies deben te un terrario de 50 1. C alcularem os unos 80 1
d ejarse en m anos de los criadores m ás experi­ p ara 2 o 3 ejem plares. A segúrese de que todos
m entados. los esco rp io n es disponen, p o r lo m enos, d e un
escondite. L a hum edad relativa debe estar
Pandinus imperator co m p ren d id a entre el 75 y el 85 % . N o olvide
N o podem os d ejar d e recom endar al escorpión añ a d ir un pequeño p unto d e agua, q u e servirá
em perador, P andinus im perator. Es el escor­ para m antener la hum edad am biental pero
pión m ás fácil de m antener en cautividad y tam bién para que el arácnido pueda beber.
tam bién el m ás grande: ¡20 cm en la edad adul­ P odem os alim en tar al escorpión em perador
ta! O riginario de C osta de M arfil, G hana, Togo, con saltam ontes y larvas d e m oscas o d e insec­
G uinea y N igeria, es de un carácter bastante to s m ás grandes. D e vez en cuando, apreciará
tranquilo y puede m anipularse sin problem as si una cría d e ratón.
tenem os cuidado (aunque las m anipulaciones P andinus d icta to r y Pandinus gam biensis
no son aconsejables...). Su picadura, aunque pueden ser m antenidos en cautividad del m is­
m uy d o lorosa, no es m ortal. m o m odo. R ecordem os que Pandinus im pera­
E ste im ponente escorpión de la fam ilia tor, P andinus dicta to r y Pandinus gam biensis
S co rp io n idae es tam bién uno de los m ás be­ son esp ecies protegidas e incluidas en el ane­
llos. P o see un cuerpo robusto totalm ente negro xo 2 del C onvenio d e W ashington.
(a veces verdoso o pardo), así com o unos pedi­
palpos im presionantes. P andinus im perator Hadrurus arizonensis
tiene adem ás la ventaja de p o d er vivir en un T am b ién p o d em o s ac o n se jar H a d ru ru s a rizo ­
peq u eñ o gru p o (en general, tres individuos) si nen sis. E ste m a g n ífico esco rp ió n d e la fam i­
el terrario es g rande y todos los ejem plares d is­ lia C a ra b o cto n id ae es b astan te agresivo, pero
ponen d e b astan te alim ento. E s tam bién u no de su p ic ad u ra n o es p elig ro sa. C on las especies

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los esco rpiones m ás longevos: ¡de ocho a diez de P a n d in u s, es u n o d e lo s esco rp io n es m ás
años en cautividad! C om o suele vivir en los fá c ile s d e e n c o n tra r en el m ercad o . P resenta

29
un cuerpo am arillo p ard o sa lp ic a d o d e pelos

V*
que le sirven p ara d e te c ta r las v ib rac io n es del
suelo, lo q u e le v ale el nom bre en inglés de
h a iry d esert sc o rp io n (« esc o rp ió n p eludo del
desierto»). H a d ru ru s a rizo n e n sis es el e sco r­
pión m ás g rande de A m éric a del N orte. Lo
encontram os en las reg io n es á rid a s y sem iári-
das de A rizona y N evada, pero ta m b ié n de
U tah y C alifo rn ia. E n estad o salv aje, g rac ias
a su m odo de v id a n o ctu rn o es c a p a z d e s o ­
p ortar las tem p eratu ra s elev ad as. E n efecto,
d urante la jo rn a d a se resg u a rd a al fre sco en
su cubil.
Por ello, en cautividad conviene albergarlo
en un terrario seco con sustrato de arena. H ay
que proporcionarle una esp esa capa, porque
esta especie tiene la costum bre de cavar g ran­
des cubiles que, en estado salvaje, ¡pueden al­
canzar m ás de 90 cm ! T am bién se necesitan
piedras planas. L a tem peratura deb erá situarse
en torno a unos 27 °C de día y 20 °C de noche,
y el índice de hum edad cerca del 6 0 % .
Tam bién puede criarse H adruroides charcasus
del m ism o m odo.

Heterometrus spinifer
H eterom etrus sp in ifer, p o r su parte, es o rig i­
H eterom etrus spinifer e scondiéndose (Tailandia)
nario d e A sia (C am boya, V ietnam , M alasia y

T ailandia). E s un esco rp ió n b astan te se m ejan ­


te a P a n d in u s im p era to r, p o rq u e p erten ece a
la m ism a fam ilia, S co rp io n id ae, p ero no hay
q u e m a n ip u larlo p o rq u e es b astan te n ervioso.
Su co lo ració n n eg ra p u e d e ad q u irir un a s p e c ­
to azulado, y los p ed ip alp o s y el te lso n , in clu ­
so un to n o caoba.
H etero m etru s sp in ife r se rá feliz e n un te ­
rrario q u e im ite su s c o n d icio n e s d e v id a en
estad o n atu ral en lo s b o sq u e s llu v io so s asiáti­
cos: un te rrario co n su stra to co m p u esto de
u n a m e zc la d e m a n tillo y tu rb a, co n u n a h u ­
m ed ad relativa del 85 % ap ro x im ad am en te y
una tem p eratu ra d e 25 a 28 °C d e d ía y 21 °C
de noche.
El resto d e especies y su b esp ecies d el g é­
n ero H eterom etrus pueden m an ten erse en las

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condiciones que hem os m encionado.
M a cho d e Hadrurus arizonensis p allidus

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Hadogenes bicolor
T am bién podem os recom endar Hado)’en es b i­
co lo r, d e la fam ilia H em iscorpiidae. N o es el
m ás grande de los escorpiones pero s í el más
largo, y a q u e pu ed e alcanzar los 2 0 cm . Es
inofensivo, p ero hay q u e ten er cuidado co n sus
g randes pinzas, que pueden infligir heridas
m uy dolorosas que producen m u ch a sangre.
E ste escorpión de las estepas sudafricanas pre­
senta una coloración de parda a gris, con tergi-
tas a m enudo m ás oscuras; d e a h í su nom bre
científico de H a d ogenes bicolor. El m etasom a
es fino y de aspecto aplastado; el de los m a­ H e m b ra d e H a d o g e n e s tro g lo d ita s
ch o s es m ás largo q u e el d e las hem bras. L os
H a d o g en es tienen el hábito de vivir en m edio
d e rocas, un h áb itat q u e es im prescindible re­ jackso n i es originario d e K enia, Uganda y
p ro d u cir en el terrario (terrario seco, de tipo es­ T anzania. P resenta un co lo r bastante particu­
tepario). L a h um edad relativa debe situarse en lar, u n a especie d e p ardo rosado, y es fácil de
to rn o al 6 0 % y la tem peratura será de unos reco n o cer por sus tergitas bordeadas de naran­
25 °C d e día y 2 0 °C de noche. E s posible criar ja . A preciará un terrario d e tipo tropical con un
H adogenes trogloditas en las m ism as condi­ sustrato co m p u esto d e turba. L a tem peratura
ciones. deberá ser d e unos 28 °C , con una dism inución
de alg u n o s grados por la noche. La hum edad
relativa ideal se situará en torno al 85 %.
O tras e sp ecie s
Bothriurus bonariensis
Babycurusjacksoni E sta e sp e c ie no p elig ro sa vive en grupo en
C o m o la toxicidad del v eneno de este e sco r­ los b o sq u es llu v io so s d e C hile. E s un p eq u e­
pión todavía no se ha estudiado, conviene ac­ ñ o esc o rp ió n d e c o lo r ch o c o la te q u e será fe ­
tu ar co n la m ay o r prudencia, p orque pertenece liz en un te rrario d e tip o tro p ical, con una
a la peligrosa fam ilia B uthidae. B abycurus te m p eratu ra d e 26 °C d e d ía y 20 °C d e no­

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H e m b ra d e B abycu rus jackson i H e m b ra d e H o fte n to tta ju d a icu s

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Buthus o c c ita n u s (L o n g u e d o c , Francia)

che, y u n a h u m ed ad rela tiv a del 85 % a p ro x i­ ce sario co n o cer el o rig en g eo g ráfico d e n u es­


m ad am ente. E s p o sib le m a n ten e rlo en un te ­ tro esco rp ió n porq u e, seg ú n la s subespecies,
rrario co lec tiv o p o rq u e e s u n a e sp e c ie b a s ­ la s co n d icio n es d e m an ten im ien to son d iferen ­
ta n te sociable. tes. L as su b esp ecies d e F ran cia y d e las m ese­
ta s m arro q u íes, p o r ejem p lo , n ecesitan un p e­
Buthus judaicus rio d o d e p au sa d e varios m eses en invierno. Sin
E s la excepción q u e confirm a la regla: este em bargo, p o d em o s to m ar co m o base te m p era­
B uthidae originario de Israel no es tan p elig ro ­ turas d e 25 °C d e d ía y 17 °C d e noche. E s c o n ­
so com o sus fam osos prim os. E s reconocible v en ien te un terrario de tip o estep a rio o te m p la­
por su color negro casi uniform e. H ay que d o , p ero hay que m an ten er un índice m ed io de
m antenerlo en un terrario de tipo desértico con hum edad p o rq u e B u th u s o ccita n u s es a m e n u ­
arena fina, una tem p eratu ra elevada y un bajo do o b je to d e m icosis. C u id ad o co n la subespe-
índice de hum edad. cie tu n e ta n u s d e T ú n ez, p o rq u e su v en en o p u e­
de ser m ortal.
Buthus occitanus
Siem pre dentro de la fam ilia B uthidae, B uthus Centruroides gracilis
occitanus se encu en tra en una vasta áre a g e o ­ E ste e s c o rp ió n , q u e ta m b ié n p e rte n e c e a la

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gráfica: E spaña, F rancia, P ortugal, Sicilia, fa m ilia B u th id a e , fo rm a p a rte d e u n a d e las
M alta, C hipre, Á frica d el N orte e Israel. E s ne­ p o c a s e s p e c ie s c u y o s e je m p la re s jó v e n e s

32
p u ed en q u e d a rse ju n to s d esp u és de la se p a ­ Didymocentrus lesueuri
rac ió n d e su m ad re. L a g e sta c ió n es b a sta n ­ E ste escorpión d e la fam ilia Scorpionidae, pro­
te co rta: ¡sólo de cin co a seis m eses! C e n ­ ceden te d e la M artinica y d e Santa Lucía, pre­
tru r o id es g ra c ilis p ro v ien e de u n a zo n a que senta un cu erp o d e co lo r n egro y un m etasom a
se ex tie n d e d e M é x ico a A m érica del S u r m uy fino. M ide unos 4 cm y necesita vivir en
(ad e m ás d e F lo rid a y las A n tillas). V ive bien un terrario d e tip o tropical con una tem peratu­
en un te rrario tro p ic al co n u n a te m p eratu ra ra co m prendida en tre 25 °C (día) y 18 °C (no­
de 25 a 30 °C de d ía y unos 22 °C de noche, che), co n una hum edad relativa del 8 0 % . Su
y u n a h u m ed ad rela tiv a del 8 0 % . N ec esitará picad u ra es bastante dolorosa.
c o rte z a s (de pin o o ped azo s de alco rn o q u e).
P re ste m u c h a aten ció n a la p rep a ra ció n del Euscorpius flavicaudis
te rrario p o rq u e C en tru ro id es g ra c ilis es un ¡Un esco rp ió n co n u n a im p o rtan te población
rey d e la fuga. en E spaña y que no es peligroso! Se le califi­
Su p icadura es m uy dolorosa pero sin co n ­ c a in clu so d e e sp ec ie an tropófila, es decir,
secuencias graves. S in em bargo, hay que tener q u e g u sta d e v iv ir ce rc a d e los seres hum anos,
cuid ad o p orque cierto s ejem plares originarios segu ram en te p o rq u e a m enudo se observa en
del C arib e y de A m érica C entral han sido res­ las g rietas d e las p ared es d e las viviendas. Es
p o n sab les de graves caso s de envenenam iento un p eq u eñ o esco rp ió n d e 3 a 5 cm que per­
(algunos d e ello s m ortales). te n ece a la fam ilia E uscorpiidae. También
O tras especies del g énero C entruroides se lo en c o n tram o s en F ran cia, Italia, A rgelia,
crían del m ism o m odo, pero m uchas de ellas T ú n ez y G ran B retañ a (¡d esp u és d e una im­
son m u y peligrosas para el hom bre, por lo que p o rtació n accid en tal co n cargas d e fruta!).
no deben se r m antenidas en ningún caso por E ste esco rp ió n m arró n o scu ro es bastante
criadores no experim entados. tran q u ilo y p u ed e co n v iv ir a veces con otros

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Euscorpius fla v ic a u d is (Francia)

33
congéneres en un gran terrario de tipo te m ­ el m arró n o scu ro . L a v esícu la del v eneno
plado que repro d u zca sus co ndiciones prefe­ aco stu m b ra a se r am arilla o negra. E n su te ­
ridas, es decir, u n a pila de p ied ras planas o te ­ rra rio d e tip o tem p lad o , con u n a te m p eratu ra
ja s. L a tem p eratu ra se rá de unos 2 2 °C de día de 2 2 °C d u ran te el d ía y 18 °C d e noche,
y 18 °C de noche, y la h um edad relativa de ap re cia rá un esp eso lech o d e h o jas, debajo
cerca del 8 0 % . del cual e s tab lece rá su refugio.
E ste es un tip o d e esco rp ió n q u e resu lta
Euscorpius carpathicus ino fen siv o para el s e r h u m an o , igual q u e el
Este otro escorpión d e la fam ilia C h a ctid ae resto d e esp ec ies E u sco rp iu s g erm a n u s, E u s­
se en cuentra en E spaña, F ran cia, P ortugal, co rp iu s m eso trich u s, E u sco rp iu s ita licu s y
Italia, A rgelia, T u rq u ía y C rim ea, a s í com o E u sco rp iu s m in g re lic u s, q u e p ueden m a n te­
en el C áucaso y los B alcanes. M id e 3 o 4 cm n e rse en las m ism as c o n d icio n e s sin ningún
y presenta un c o lo r q u e o sc ila e n tre e l beis y problem a.

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H o tte n to tta franzw erneri e n postura agresiva (M arruecos)

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Hottentotta franzwerneri G recia y Turquía. E s conveniente m antenerlo
E ste gran escorpión de 10 cm , originario de en un terrario d e tipo estepario o tem plado,
A rg elia y M arruecos, puede infligir picaduras con una tem p eratu ra com prendida entre 27 y
m u y dolorosas pero no m ortales. P erteneciente 20 °C , y una hum edad relativa de aproxim ada­
a la fam ilia B uthidae, es fácil de reconocer por m ente el 85 %. Iu ru s dufoureius es la única es­
su cola adornada con num erosos pelos senso­ pecie del género Iu ru s y pertenece a la fam ilia
riales, su cuerpo d e color negro y sus p atas am ­ lu rid ae, que com p ren d e sólo un género más
bulatorias am arillas o beis. L as extrem idades (que tie n e una sola especie).
de sus p edipalpos son rojizas. C om o le gusta
escalar, el terrario d e tipo desértico (aunque Mesobuthus gibbosus
con una zona un poco húm eda) estará alto y S e reconoce a este escorpión por la presencia
deb erá equiparse con num erosas ram as. L a hu­ de cin co franjas o scuras encim a del opistoso-
m edad relativa será del 60 % aproxim adam en­ m a. E s el m ás peligroso d e los escorpiones eu ­
te y las tem peraturas estarán com prendidas en­ ropeos, aun q u e su picadura no resulta mortal.
tre 28 °C (día) y 2 0 °C (noche). M ide 8 cm aproxim adam ente y se encuentra en
H ay q u e ten er cuidado p orque se desplaza A lbania, T urquía, G recia y en la isla de Chipre.
d ep risa y pica a la m enor estim ulación. Vive L e conviene un terrario d e tipo estepario o
un o s cu atro años. tem plado, co n una tem peratura aproxim ada de
27 °C d e d ía y 2 0 °C por la noche, con una hu­
Hottentotta hottentotta m edad relativa del 70 %. N o es fácil de criar en
Procedente de A frica occidental, desde Senegal cautividad porque la m adre acostum bra a m os­
h asta el centro del continente y C had, este es­ trar canibalism o con sus crías.
corpión pued e m antenerse de la m ism a m anera
que H o ttentotta fra n zw ern eri. E sta especie no Nebo hierichonticus
es so ciab le en absoluto y, debido a que la m a­ E sta especie d e la fam ilia Scorpionidae, que se
dre can ibaliza a m enudo a sus crías, es m uy d i­ encuentra en O riente M edio, puede vivir hasta
fícil d e cria r en cautividad, ya que su vida útil diez años. N eb o hierichonticus necesita un te­
es red u cida (unos tres años). S u picadura es rrario d e tipo desértico con 30 cm d e arena por­
m uy d o lo ro sa pero sin consecuencias. q u e cava profundos cubiles (tem peraturas de
28 °C d e día y 19 °C d e noche, hum edad relativa
Iurus dufoureius de aproxim adam ente el 60 %). Su veneno provo­
Con u n a longitud de 10 cm , es el m ay o r de los ca necrosis y hem orragias locales, algo que no
esco rp io nes de E uropa. Lo encontram os en resulta m uy corriente entre los escorpiones.

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H e m b ra d e H o tte n to tta h o tte n to tta y cría estadio li H e m b ra d e N e b o h ierichon ticus

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Opisthophthalmus glabifrons
A este escorpión, originario de Á frica del Sur,
le gusta sobre todo cavar profundos cubiles.
Con sus anchos pedipalpos, presenta una sóli­
d a apariencia, m uy im presionante en las hem ­
bras. Conviene albergarlo en un terrario de tipo
estepario con un buen espesor de sustrato. La
tem peratura deberá estar com prendida entre
25 °C de día y 20 °C de noche, con una hum e­
dad relativa del 50 al 60 %. ¡Sepa que todas las
especies del género O pisthophthalm us em iten
sonidos!

Scorpio maurus
Este escorpión de la fam ilia S corpionidae se
encuentra desde Senegal hasta Irán. Sus pedi­
palpos son espesos y granulosos, y su cuerpo
presenta un color que varía del am arillo al ne­
gro según las subespecies. N ecesita un cubil de
tipo estepario de gran altura para poder disfru­
ta r de un espeso lecho de sustrato y cavar un
cubil profundo. L a tem peratura deberá situarse
en torno a 25 °C de día y 2 0 °C de noche, y la H e m b ra d e S corp io m aurus

hum edad relativa m ás o m enos en el 55 %.

Scorpiops longimanus Especies que d e b e n evitarse


Perteneciente a la fam ilia E uscorpiidae, S c o r­
piops longim anus proviene d e la India, Ban- Si todavía no es un criad o r experim entado, le
gladesh y Tailandia. Su nom bre latino, lo n g i­ desaconsejam os la posesión d e las especies
m anus, le viene de sus pinzas largas y finas. El potencialm ente m ortales para el hom bre. A d i­
m etasom a es tam bién m uy fino. E ste e sco r­ ferencia d e lo que cabe pensar, es bastante fá­
pión, al que le gusta trepar, apreciará un terra­ cil h acerse con estas en criad ero s o en co m er­
rio d e tipo tropical equipado con num erosas cios especializados. V eam os una lista de
ram as. L a hum edad relativa deb erá situarse en especies a veces disponibles en las tiendas
tom o al 80 % , y las tem peraturas, de 24 °C de de anim ales q u e hay que evitar:
día y 20 °C de noche. Su veneno es inofensi­
vo, y es una especie m uy tranquila y sociable. — A ndroctonus a ustralis y A ndroctonus bico­
Los jó v enes pueden quedarse m ucho tiem po lo r a en a s (A rgelia, T únez, L ibia y Egipto),
con la madre. A ndroctonus crassicauda (O riente M edio)
y A ndroctonus m auritanicus (M arruecos);
Vaejovis flavus — B u th u s occita n u s tunetanus (Túnez);
Este escorpión puebla las planicies sem idesér- — C entruroides lim pidus (M éxico), C en­
ticas del sudoeste de E stados U nidos. Es un truroides suffusus (M éxico), Centruroides
escorpión no peligroso al q u e conviene m an ­ noxius (M éxico), C entruroides ¡nfamatus
tener en un terrario estepario, com o con (M éxico), Centruroides vittatus (M éxico),
O pisthophthalm us glabifrons, pero un poco C entruroides sculpturatus (Estados Unidos)
más grande, Vaejovis spinigerus se cría del y Centruroides exilicauda (Estados Unidos);

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mismo m odo. A m bas especies tienen una so­ — L eiu ru s q u inquestriatus (Sáhara, Libia
ciabilidad bastante buena. y O riente M edio);

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— M eso buthus ta m u lu s (la India); de los riesg o s q u e corren. O riginario d e A rgelia
— T ityu s se rru la tu s (B rasil), T ityus bahiensis y T únez, m ide m ás o m enos 10 cm y presenta
(B rasil y A rgentina) y T ityus trinitatis un c o lo r m arrón am arillento. El m etasom a es
(T rin idad y T obago). bastante espeso. C onviene m antenerlo en un te­
rrario d e tip o desértico con un sustrato arenoso,
N o o b stan te, p ara ciertas especies es p o si­ a u n a tem peratura d e unos 30 °C durante el día
ble e n c o n trar in form ación relativa a la c ría y el y 2 0 °C durante la no ch e, y con una hum edad
m an tenim iento. relativa d el 5 0 % . D ado que su v eneno resulta
m u y tóxico para los seres hum anos (no son ra­
D am os esta in form ación a títu lo in d icativo y ros los accidentes m ortales), es im prescindible
n o co n stitu y e en n ingú n caso un estím u lo to m ar d rásticas m edidas d e seguridad. S in em ­
p ara a d q u irir esta s p eligrosas esp ecies. bargo, se trata d e u n a especie bastante tran­
quila. Su longevidad es d e cuatro o cinco
Androctonus australis año s aproxim adam ente. E s posible m antener
E ste esco rpión de la peligrosa fam ilia B uthidae A nd roctonus m auritanicus, A ndroctonus bico­
no es p ara cualquiera... H ay q u e reservarlo a los lo r y A n d roctonus crassicauda en las mismas
criad o res m uy experim entados y conscientes condiciones.

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A n d ro c to n u s australis

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Apistobuthus pterygocercus pecie le g u sta m u ch o ca v ar y « reo rd en ar» el
C ontinuam os dentro d e la fam ilia B uthidae con terrario a su m anera.
este escorpión originario d e O rien te M edio B u th a cu s leptochelys se m antiene en las
(Qatar, O m án, E m iratos A rabes, K uw ait, m ism as co n d icio n es. E ste p rim o d e B u th a cu s
Yemen y A rabia Saudí). Los adultos m iden arenicola es originario d e A rabia Saudí, Argelia,
aproxim adam ente 7 u 8 cm y presentan un co­ B ahréin, C had, E gipto, E m iratos Á rabes,
lor am arillento uniform e. P ara m antener a E ritrea, Irán, Iraq, Israel, Jo rd an ia, K uw ait,
A pistobuthus pterygocercus en buenas co n d i­ L íbano, L ibia, M arruecos, M auritania, N íger,
ciones, es necesaria u n a tem p eratu ra de 30 a Q atar, S iria y S udán. P resen ta un m atiz un p oco
35 °C durante el día (de 2 0 a 25 °C por la no­ m ás ro sad o en las tergitas y el m etasom a.
che), así com o una hum edad relativa del 50 % ,
con el fin de evitar las m icosis, a las cu a le s re­ Centruroides exilicauda
sulta m uy sensible. N o cava cu b iles sino q u e se E ste esco rp ió n d e la p elig ro sa fam ilia B u­
esconde bajo las piedras, cu y a presencia es im ­ thid ae se m a n tien e e n las m ism as co n d icio ­
prescindible en el terrario. U n periodo de pausa n es q u e C en tru ro id es g ra cilis. E stá co n sid era­
invernal estim ulará su instinto de reproducción. d o el esco rp ió n m á s p elig ro so d e E E .U U .
No existen por el m om ento d atos disponibles C o m o la m ay o ría d e las esp ec ies d el g én ero
acerca d e la toxicidad d e su veneno pero, dado C en tru ro id es, a p esar d e su p eq u e ñ a talla p o ­
q u e este escorpión pertenece a la fam ilia see un m etaso m a m u c h o m ás largo q u e el opis-
Buthidae, conviene actuar co n la m ay o r pru­ toso m a. S u s d esp lazam ien to s son m u y rápidos
dencia. y pica a la m e n o r am en aza. C en tru ro id es ele-
g a n s, C en tru ro id es vitta tu s, C en tru ro id es infa-
Buthacus arenicola m a tu s, C en tru ro id es n o xiu s y C en tru ro id es
O riginario de Á frica del N orte, este escorpión lim p id u s tienen q u e m a n ten erse en las m ism as
de la fam ilia B uthidae es m uy agresivo y desde co n d icio n es q u e C en tru ro id es exilica u d a y
luego m uy tóxico. C on v ien e ofrecerle un terra­ C en tru ro id es g ra cilis.
rio d e tipo desértico co n el fo n d o cu b ierto de
arena fina, cuya tem p eratu ra estará a unos Leiurus quinquestriatus
32 °C d e día y 23 °C d e noche, con una h u m e­ A p esar d e q u e es m uy fácil d e m an ten er, es un
dad relativa m uy baja. P o d em o s añ a d ir e sc o n ­ esco rp ió n q u e d eb e ev itarse en to d o s los casos:
dites (con co rtezas de alco rn o q u e o piedras co n su v en en o ex trem ad am en te tóxico, es el
planas), pero es im p o rtan te sa b er q u e a esta es- esco rp ió n m ás p elig ro so p ara el ho m b re. E s un
a rácn id o b astan te fino q u e m id e u n o s 10 cm y
se en c u en tra d esd e Á frica del N orte hasta
O rien te M edio. P o r ello, n ecesita un terrario de
tipo d esértic o con u n a te m p eratu ra elev ad a y
u n a baja h u m ed ad relativa.

Parabuthus mossambicensis
E ste ag resiv o B u th id a e (p o r lo ta n to , p e lig ro ­
s o p a ra el h o m b re) se e n c u e n tra e n e l d e s ie r­
to d el K alah ari y las p arte s d e s é rtic a s d e
B o tsu an a . ¡Su v en e n o es m u y tó x ico ! U n te ­
rra rio d e tip o d e sé rtic o co n te m p e ra tu ra s e le ­
v ad as y u n a h u m e d ad rela tiv a m e d ia n a es lo
id eal. N ec esita un e s p e so le ch o d e a re n a fina
p ara sus cu b iles. P a ra b u th u s tra n s v a a lic u s y

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P a ra b u th u s tru c u le n tu s se m a n tie n e n en las
Pareja d e B uthacus a re n ic o la m ism a s co n d icio n e s.

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Especies de escorpiones
ENCONTRADAS EN CRIADEROS

• Bothriuridae: Bothriurus keyserlingi.


• Buthitlae: Androctonus amoreuxi, Androctonus
australis, Androctonus bicolor, Androctonus liou-
villei, Androctonus mauritanicus, Apistobuthus
pterygocercus, Babycurus jacksoni, Buthacus are-
nicola, Buthacus leptochelys, Butheolus gallaghe-
ri, Buthus ibericus, Buthus malhommei, Buthus
occitanus, Centruroides arctimanus, Centruroides
exilicauda, Centruroides gracilis, Centruroides
hentzi, Centruroides limbatus, Centruroides mar-
garitatus, Centruroides ochraceus, Centruroides
vittatus, Compsobuthus werneri, Grosphus limba­
tus, Hottentotta caboverdensis, Hottentotta cons-
persus, Hottentotta franzwerneri, Hottentotta
hottentotta, Hottentotta jayakari, Hottentotta ju-
daicus, Hottentotta minax, Hottentotta polysticus,
Hottentotta trilineatus, Leiurus quinquestriatus,
Lychas mucronatus, Lychas nigristernis, Meso-
buthus gibbosus, Mesobuthus martensii, Mesobuthus Androctonus australis (Sahara)
tamulus, Odontobuthus odonturus, Odonturus
dentatus, Orthochirus innesi, Orthochirus scrobi-
culosus, Parabuthus heterurus, Parabuthus lioso-
ma, Parabuthus mossambicensis, Parabuthus transvaalicus, Parabuthus villosus, Rhopalurus junceus,
Rhopalurus laticauda, Tityus bahiensis, Tityus falconensis, Tityus melanosticus, Tityus paraensis, Tityus
stigmurus, Tityus sylvestris, Tityus trinitatis, Tityus ythieri, Uroplectes carinatus, Uroplectes planimanus,
Uroplectes vittatus y Zabius fuscus.
• Caraboctonidae: Caraboctonus keyserlingi, Hadrurus arizonensis y Hadrurus spadix.
• Chactidae: Betisarius xambeui, Brotheas gervaisii, Brotheas granulatus, Hadrurochactas schaumii y
Uroctonus mordax.
• Chaerilidae: Chaerilus variegatus.
• Euscorpiidae: Euscorpius balearicus, Euscorpius carpathicus, Euscorpius concinnus, Euscorpius ger-
manus, Euscorpius italicus, Euscorpius mesotrichus, Euscorpius mingrelicus, Euscorpius sicanus,
Euscorpius tergestinus y Scorpiops longimanus.
• Hemiscorpiidae: Opisthacanthus asper, Opisthacanthus elatus, Opisthacanthus madagascariensis,
Cheloctonus jonesii, Chiromachus ochropus, ¡omachus polycaltado, Liocheles australasiae y Liocheles
waigiensis.
• Iuridae: lurus dufoureius.
• Scorpionidae: Diplocentris whitei, Diplocentrus spitzeri, Heterometrus fulvipes, Heterometrus laoticus,
Heterometrus longimanus, Heterometrus spinifer, Heterometrus xanthopus, Nebo hierichonticus,
Opisthophthalmus boehmi, Opisthophthalmus pugnax, Opisthophthalmus wahlbergi, Pandinus cavima-
nus, Pandinus gambiensis, Pandinus imperator, Pandinus viatoris y Scorpio maurus.
• Superstitioniidae: Superstitionia donensis.
• Vaejovidae: Paruroctonus silvestrii, Pseudouroconus apacheanus, Serradigitus gertschi, Smeringurus
mesaensis, Vaejovis coahuilae, Vaejovis confusus, Vejovoidus longiunguis, Vaejovis puritanus y Vaejovis
spinigeris.

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Adquisición

A n te s d e la c o m p r a m éd icas p o r si su friese un envenenam iento


cau sad o p o r u n a esp ecie peligrosa. Encontrará
C o m o h ab rá co m p ren d id o , la ad q u isició n de d ato s so b re lo s cen tro s d o n d e ad quirir antído­
uno o varios esco rp io n es no es un com p ro m iso to s al final del libro, en el capítulo so b re m edi­
que se to m e a la ligera. A n te to d o , d eb e saber d as preventivas.
que el eseo rp ió n n o es un anim al d e com pañía. P o r otro lado, tam b ién deberá pensar en el
N o es un an im al al q u e se m a n ip u le y co n el p ro b lem a d e las v acaciones. ¿Q u é será d e su
q u e p u ed a te n e rse co n tac to s. T am poco espere esco rp ió n ? S in d u d a, no p o d rá llevárselo a to ­
p o d er o b serv arlo sin interru p ció n . El escorpión d as p artes, ni tam p o co d ejarlo solo d u ran te un
es un an im al noctu rn o q u e n o sale de su esco n ­ largo perio d o . ¡Y le será m uy d ifícil encontrar
d ite d u ran te el día. a u n a p erso n a q u e ac ep te o cuparse d e él en su
D eb id o a su esp eran z a de vida relativa­ ausencia!
m e n te larg a — e n tre tres y v ein te años— , un
esco rp ió n es un anim al del q u e te n d rá q u e o cu ­ Estatuto ju ríd ic o
p arse u n a b u en a p arte d e su vida. D eb erá o fre­
ce rle el esp ac io n ecesario p ara su te rrario pero L a C IT E S (C onvención so b re el Com ercio
tam bién p ara la cría o p ara e l alm acen am ien to Intern acio n al d e E sp ecies A m enazadas d e Fau­
d e p resa s vivas p ara su alim en tació n . E ste es na y F lo ra S ilv estres) es un acuerdo concertado
un p u n to esen cial q u e n o debe descuidarse. en tre los g o b ie rn o s q u e tiene por finalidad ve­
L os e s co rp io n es son insectívoros: si n o puede la r p o r q u e el co m ercio internacional d e es­
h acerse co n insectos vivos o cria rlo s en su pecím en es d e an im ales y plantas silvestres
casa, es inútil p en sar en la ad q u isició n de este no c o n s titu y a u n a am en aza para su supervi­
anim al. A n te s de e m b arca rse e n sem ejante vencia.
aventura, d eb e e s ta r seg u ro de p o d e r en co n trar L as esp ec ies am p arad as p o r la C ITES se
ce rc a d e su c a sa un co m ercio esp ecializad o clasifican en tres ap én d ices, según el g rado de
q u e d isp o n g a de este tipo de alim ento. p rotecció n q u e se les otorga.
P ara m a n ten e r a su s esco rp io n es en c o n d i­ L a C IT E S h a estab lecid o una red m undial
cio n es ó p tim as, tam b ién deb erá d o cu m en ta r­ de co n tro les d el co m ercio in ternacional d e es­
se m e d ian te o rg an izacio n es y asociacio n es de pecies silv estres am en azad as y d e su s produc­
criad o res y aficio n ad o s. A sim ism o, te n d rá que tos, y h a im p u esto la utilización d e perm isos

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aseg u rarse d e estar ce rc a de un hospital y de o ficiales p ara e ste co m ercio . El sistem a q u e es­
co n o c er el n ú m e ro de te léfo n o de urgencias ta b lece la convención co n siste, en esen cia, en

41
la obtención de perm isos de exportación e n el N o o lv id e m o s q u e a lg u n a s e s p e c ie s de
país d e o rigen y d e im portación en el de d esti­ e sc o rp io n e s e stá n p ro te g id a s. E s el c a s o del
no, así com o en la extensión de certificaciones esc o rp ió n em p e ra d o r, P a n d in u s im p e r a to r, el
para las excepciones previstas en el convenio, p re fe rid o d e lo s p rin c ip ia n te s y el p rim e r e s ­
d e form a q u e to d a m ercancía o b je to de co m er­ c o rp ió n q u e se g u ra m e n te ad q u irirá . E n e f e c ­
cio ex terior se encu en tre perfectam en te d o cu ­ to , su é x ito es ta n g ra n d e q u e a h o ra e s tá c la ­
m entada y se con o zca su orig en , su d estin o y el sific a d o c o m o e sp e c ie e n v ía s d e ex tin c ió n y
fin por el que es objeto d e com ercio. P ara la se h a in c lu id o e n el a n e x o 2 d el C o n v e n io d e
aplicación de este sistem a, el convenio, e n su W a sh in g to n . L o m ism o o c u rre co n P a n d in u s
artículo IX , co n tem p la la designación d e au to ­ d ic ta to r y P a n d in u s g a m b ie n s is. E n e l m o ­
ridades adm inistrativas y científicas p o r cada m e n to d e la co m p ra , to d o s los in d iv id u o s d e
parte contratante. es ta s tres e s p e c ie s d e b e n ir a c o m p a ñ a d o s d e
Sólo podrá im portarse o exp o rtarse (o in­ un n ú m e ro d e la C IT E S .
cluso reexportarse) un espécim en d e u n a esp e­ P u ed e o b te n e r in fo rm ació n so b re el e s ­
cie incluida en los ap éndices de la C IT E S si se tatu to d e la e sp ec ie q u e te n g a p en sad o ad ­
h a obten ido el docum ento apropiado y se ha q u irir a trav és d e la p ág in a d e la C IT E S
presentado en el despacho de ad u an as en un (w w w .cites.o rg ).
puerto de entrada o salida. L o s requisitos p u e ­
den variar de un país a otro y c u a lq u ie r im por­
tador o exportador d eb e co n su ltar las leg isla­ A un así, la legislación n acio n al d e los países
ciones nacionales. de la U n ió n E u ro p e a p rev é co n tro les al co m er­

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Heterom etrus lauticu s c o n sus crias sobre su lo m o (Tailandia)

42
ció m ás estricto s q u e los previstos en la C I­ cie am en azad a in clu id a en la C IT E S es n ece­
T E S . El C entro M undial de V igilancia de la sa rio un c e rtifica d o d e d ic h a convención que
C o n serv ación del P N U M A (P rogram a de a c red ite q u e e se ejem p lar p ro v ien e d e cría en
N aciones U nidas p ara el M edio A m biente) ca u tiv id ad . L a D irecció n G en eral d e C o ­
m an tien e u n a b a se d e d atos d o nde puede bus­ m ercio Exterior, la D irección G eneral de A dua­
carse la regulación d e cu alq u ier esp ecie inclui­ nas y la D irecció n G en eral d e C onservación
d a en lo s ap éndices de la C IT E S o los anexos de la N atu ra lez a se en c arg an en la actualidad
del reg lam ento com unitario sobre el com ercio del cu m p lim ien to d e la C IT E S en nuestro
internacional de v id a silvestre (w w w .unep- país.
w cm c.org).
C u an d o un esp éc im en de u n a e sp ec ie in ­
clu id a en lo s ap é n d ic es de la C IT E S se tra n s­ T odas estas consideraciones y precauciones
fiere en tre un país q u e fo rm a parte de la C I­ h acen q u e la adquisición d e un escorpión deba
T E S y un p aís q u e no lo es, el E sta d o parte ser o b je to d e u n a cu id ad o sa reflexión si quere­
pu ed e a c e p ta r d o cu m en ta ció n eq u iv ale n te a m os ev itar graves problem as.
lo s p erm iso s y ce rtifica d o s o ficiale s de la C I­
T E S (artíc u lo X).
D ó n d e c o m p ra r
un e sco rp ió n
En 1986 E sp a ñ a ratific ó la C IT E S . P ara c o ­
m e rc ia liz a r o p o se er un e je m p la r d e u n a e sp e ­ P uede ad q u irir su escorpión en una tienda de
anim ales especializada en terrariofilia. También
h ay p ág in as w eb q u e ofrecen la posibilidad de
reservar escorpiones, p ero luego hay q u e ir a
N o r m a s que hay que seguir buscarlos a un criadero.
PARA LA ADQUISICIÓN D esaco n sejam o s la entrega a dom icilio de
DE UN ESCORPIÓN lo s esco rp io n es (servicio q u e ofrecen algunas
tien d as d e an im ales), para evitarle al anim al
A ntes d e la c o m p ra : cu alq u ier trau m a suplem entario, pues y a debe
— Cerciórese d e qué especie desea poseer. d e h ab er v iajado m u ch o si h a sido capturado
— Infórmese d e to d a la d o c u m e n ta ció n le­ en la naturaleza.
gal qu e necesita para esa especie.
— Reflexione sobre la a d o p c ió n d e m edi­
das en caso d e envenenam iento. O tra p o sibilidad es co m p rar su escorpión en un
— Asegúrese d e q u e p o drá satisfacer las criad ero d e confianza.
necesidades d e alim ento vivo d e su es­ E n cu alq u ier caso , el vendedor está obliga­
corpión. do a p ro p o rcio n arle docum entos oficiales: un
En el m o m e n to d e la c o m p ra : n ú m ero d e la C IT E S para las especies protegi­
— A cu d a a una tie n d a d e confianza. das y una factura q u e atestigüe el origen legal
— Pida una fa ctu ra c o n un núm ero d e la del escorpión.
CITES p a ra las especies Pandinus im p e ra -
tor, P. d ic ta to ry P. gom biensis.
— Jamás co m p re un escorpión n o identifi­
cado .
D espués d e la c o m p ra :
— Tenga siempre a m a n o el te lé fo n o d e ur­
gencias médicas.
— Establezca m edidas d e seguridad.

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m o tam añ o para m in im iz ar los riesg o s d e ag re­
sividad y can ib alism o .
Especies últimamente
DISPONIBLES EN ESPAÑA

C entruroides m orgoritatus ¿U n o o varios?


C entruroides vittatus
E n la n aturaleza, los esco rp io n es tienen un ín ­
H adogenes b ico lo r
dice m uy b ajo d e so ciab ilid ad . Al m argen de
H adogenes pa ucidens
las crías q u e p erm an ecen algún tiem p o con su
H adogenes trogloditas
m adre, y d e ciertas esp ec ies d e los géneros
Hadrurus arizonensis H eterom etrus, P andinus y O p isth a ca n th u s, los
Hadrurus spadix esco rp io n es no viven en grupo. E llo es aún
Heterom etrus spinifer m ás cierto en un esp acio restrin g id o co m o un
H o tte n to tta h o tte n to tta terrario y som etido a las co n d icio n es estresan ­
lom achus p o lyc a lla d o tes d e la cautividad. P ero, en el m arco d e cria­
O pistophthalm us cristatus dero s im portantes, alg u n as esp ecies co n sig u en
O pistophthalm us glabrifrons convivir co n tra toda previsión. C ab e c ita r las
O pistophthalm us w ahlbergii siguientes: C en tru ro id es exilica u d a , C en tru ­
Pandinus cavim anus roid es g ra cilis, D id ym o cen tru s lesu eu ri, E u s-
co rp iu s ca rp a th icu s, E u sco rp iu s fla v ic a u d is,
Pandinus im perator
Iso m etru s m a cu la tu s, L ych a s m arm oreus,
M eso b u th u s m a rten si, O p isth o p h th a lm u s
boeh m i, S co rp io p s lo n g im a n u s, S erra d ig itu s
C ó m o e le g ir un e sco rp ió n
En prim er lugar, aseg ú rese de q u e el c o m e r­
cio en el q u e c o m p ra su esc o rp ió n o fre c e
anim ales q u e viven e n b u en a s co n d icio n e s. Escorpiones del princ ipiante
V erifique q u e los te rrario s, lo s su stra to s y los
bebederos estén lim p io s, a u n o s 30 °C , y que H adogenes b ico lo r
no hay resto s d e co m id a (in se c to s) e n d e s ­ Hadrurus arizonensis
com posición. C o m p ru e b e ta m b ié n q u e todos H eterom etrus spinifer
los esco rp io n es d isfru ta n de un esc o n d ite (un Pandinus im pe ra tor
esco rp ió n q u e n o pu ed e su stra erse a la lu z y a
las m iradas de lo s v isita n te s e s ta rá m uy es-
tresad o y te n d rá e l sistem a in m u n ita rio d e b i­
litado).
Si la tienda d e anim ales le p arece d ig n a de
confianza, observe con atención a los e sco r­
piones p ara esco g e r el m e jo r ejem plar. N o e li­
ja un escorpión hiperactivo q u e se d esp laza de
un lado a o tro del terrario co n las pinzas en el
aire, signos de estrés intenso. A seg ú rese ta m ­
bién d e que te n g a todas sus patas ya que, a d i­
ferencia de las tarántulas, lo s esco rp io n es no
pueden regenerar sus m iem bros e n la edad
adulta. C om pruebe ad em ás q u e no presenta

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heridas, m icosis ni p arásitos. Si co m p ra varios
ejem plares, debe esco g e rlo s siem p re del m is­ H e m b ra d e H a d o g e n e s p a u c id e n s

44
Crías d e P andinus im p e ra to r e n e l estadio i (To go )

gertschi, T ityus trivittatus y, p o r supuesto, la 3. L a fase d e sociabilidad, durante la cual


m ayoría de las especies de los géneros tod o s los esco rp io n es han «encontrado sus
H eterom etrus y Pandinus. m arcas», viven en solitario en su m icroterrito-
rio y aceptan la p resen cia de los dem ás sin
agresividad.
E sta convivencia acertada constituye, en reali­
dad, el resultado del éx ito de tres fases q u e se
desarrollan sucesivam ente: Transporte
1. L a fase de reconocim iento del territo­ A caba d e co m p rar el escorpión y ahora debe
rio, d u ran te la cual los escorpiones se apro­ transportarlo h asta su casa. Sepa que esta etapa
pian, cada uno, de un escondite y tratan de evi­ es una im portante fuente de estrés para el ani­
tarse unos a otros al m áxim o. m al. Si este es originario de regiones tropica­
2. L a fase posterritorial, du ran te la q u e el les, d eb e m antener un buen nivel d e hum edad
índice de agresividad es m áxim o y los indivi­ en la caja d e transporte. E llo puede conseguir­
duos m ás débiles son canibalizados (y en el se m ediante un esp eso lecho d e esfagno o tur­
transcurso de la cual, p o r lo tanto, hay que ba, que habrá pulverizado con agua.
ofrecerles alim entos vivos a todos los escor­ A un q u e los escorpiones son unos anim ales

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piones para ev itar esto s disgustos). m uy resistentes a las variaciones d e tem peratu­

45
ra, en el m om ento de su desplazam iento no si­ alim en to las p rim eras sem an as. N o se p reo cu ­
túe la caja de transporte en una corriente de pe, lo s esco rp io n es p u ed en re sis tir m u y bien
aire o a pleno sol, por ejem plo. E v ite tam bién un ay u n o pro lo n g ad o .
al m áxim o los golpes. Si la ac lim atació n es co rrec ta, al c a b o d e
cierto tie m p o el esco rp ió n co m en zará a se n ­
tirse có m o d o , y u sted te n d rá la p o sib ilid a d de
Lle ga d a del e sco rpión o b se rv a rlo al atardecer.
a casa
C om o todo terrarió filo resp o n sab le, habrá
instalado el terrario de su escorpión p o r lo
m enos un día antes de su co m p ra (encontrará P recauciones que debemos
toda la inform ación n ecesaria en el capítulo ADOPTAR PARA LOGRAR QUE
siguiente). E so le habrá d ad o tiem po para CONVIVAN VARIOS ESCORPIONES
acondicionarlo y efe ctu a r todos los arreglos
necesarios. • Ofrecerle un escondite a c a d a uno.
U na vez q u e el escorpión haya llegado a • Darle bastante alim ento a c a d a uno.
casa, d éjele tiem po p ara to m a r po sesió n de su • Disponer d e un gran terrario.
nuevo territorio. • No añadir nunca un nuevo Individuo a un
Pueden p asar varios d ía s sin q u e le sea grupo y a form ado.
posible observarlo o v e r si g o za de buen a s a ­ • Dejar juntos a los jóvenes d e una ca m a -
d a desde la separación d e su madre.
lud. Es norm al. N o lo m o le ste bajo ningún
pretexto. Tam bién es corrien te q u e no acepte

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M o ch o d e Tityus paraensis

46
Convivencia
con el escorpión

O rg a n iz a c ió n de l e s p a c io tes d e instalarle un terrario. C om o es imposible


d e l e s c o rp ió n citar todas las esp ecies, sólo tratarem os las
m ás frecu en tes en los com ercios.
A u n q u e lo s e sc o rp io n e s so n m u y resisten tes
a n u m erosos factores desfavorables, sepa q u e a • E n un terrario húm edo, p odem os albergar las
e ste a n im a l le s e rá m u y d ifíc il v iv ir m ucho esp ecies P andinus im p era to r, H ado genes bi­
tie m p o sa n o en un h áb itat q u e n o le co n v ien e. c o lo r y H etero m etru s spinifer.
C o m o u ste d y a c o n o c e , su esc o rp ió n h a sid o • L os terrarios secos deben reservarse sólo para
c a p tu ra d o e n e sta d o sa lv a je y, p o r lo ta n to , las especies desérticas, com o H adrurus arizo-
re tira d o d e su a m b ie n te d e o rig en . T am b ién nensis, o esteparias, com o H adogenes bicolor.
h a e x p e rim e n ta d o v aria s e ta p a s m u y d e b ilita ­
d o ra s, e n tre e lla s e l tra n sp o rte h a sta el c o ­
m e rc io e sp e c ia liz a d o , p asan d o p o r m uchos ¿Terrario desértico o tropical?
p aíses. A l fin al, e s p ro b a b le q u e el esco rp ió n T am bién hay q u e ten er en cuenta el biotopo de
su fra d e d e s h id ra ta c ió n , d e sn u tric ió n y estrés orig en d el escorpión si q uerem os prepararle un
in ten so . P o r eso h ay q u e re c re a r en lo p o sib le h áb itat ideal. P odem os basarnos en las normas
un h á b ita t c o n las co n d ic io n e s de v id a del e s ­ siguientes.
c o rp ió n en su e s ta d o n atu ra l, p ara fa c ilita r su
a d a p ta c ió n y su a c lim a ta c ió n a la v id a en • P ara un terrario desértico (ideal para las espe­
c a u tiv id ad . cies del g én ero H adrurus), el sustrato debe
estar com puesto d e aren a o d e m antillo para
cactus. L a hum edad relativa fluctuará entre el
Terrario 50 y el 60 % , y la oscilación de tem peratura
entre el d ía y la n o ch e será d e unos 10-15 °C.
¿Terrario seco o húmedo? • U n terrario estep ario (para H adogenes bico­
E s la p rim e ra cuestión q u e h ay que plantearse lo r, p o r ejem plo) ten d rá el fondo tapizado
al ad q u irir un escorpión. E n efecto , seg ú n las con u n a m ezcla d e arena y m antillo blando,
esp ecies, esto s anim ales p rovienen de regiones u n a hum edad relativa del 6 0 % y una oscila­
g eo g ráficas m u y diferentes: d esiertos, bosques ció n d e tem p eratu ra en tre el d ía y la noche
lluviosos, estepas, sabanas y h asta m ontañas... de un o s 10 °C.
P o r ello , es im prescin d ib le co n o cer el origen • P ara un terrario tropical (para P andinus im ­

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g eo g ráfico y la s n ecesidades del escorpión an­ p e ra to r o H eterom etrus spinifer), el índice

47
de hum edad debe subir al 80-90 % , con una Tipo d e terrario
tem peratura nocturna sólo unos grados m ás
baja. El sustrato estará com puesto de turba L os viveros d e plástico son m uy útiles para las
muy húm eda, cortezas, m usgo... especies desérticas: provistos de una tapa con
• Por lo que se refiere al terrario tem plado m uchas aberturas, perm iten una buena ventila­
(para las especies europeas, com o Buthus ción necesaria p ara la conservación d e un índi­
occitanus), su sustrato estará com puesto por ce p oco elevado d e hum edad. Sin em bargo, es­
una m ezcla de m antillo y turba, la hum edad tos viveros tienen el inconveniente d e rayarse,
relativa será m ás o m enos del 70 % y la osci­ rom perse o agrietarse pronto, lo q u e reduce
lación de tem peratura en tre el día y la noche m ucho su vida útil.
de 5 a 10 °C. L o s te rrario s para rep tiles no son d em a­
siad o ad ecu ad o s para la m ayoría d e las e sp e ­
cies d e esco rp io n es porque su elen e s ta r e q u i­
pados con un sistem a lateral d e ap ertu ra, p oco
práctico cu an d o el esco rp ió n d eb e disp o n er
de una esp esa ca p a d e su strato para p o d e r c a ­
var un cubil profundo. P o r lo ta n to , el « acu a­
rio para p eces» es el m ás in d icad o para la m a­
yo ría d e la s esp ecies. Si es esta la solución
eleg id a, h ab rá que h ac er u n a ta p ad e ra que
perm ita rete n er la h u m ed ad (p a ra esp ecies
tro p icales, co m o P a n d in u s sp. y H eterom e-
tru s sp ., p o r ejem p lo ), sin im p ed ir u n a buena
ventilació n . Si h a co m p rad o un ac u ario eq u i­
pado por co m p leto , no u tilice n u n ca el siste­
m a d e ilu m in ació n , p o rq u e los tu b o s d e neón

U n terrario para c a d a especie


Por necesidades higrom étricas:
• Terrario h ú m e d o (h u m e d a d relativa: 80-90%): Pandinus imperator, Heterometrus spinifer...
Pero también algunas especies d e los géneros Lychas, Scorpio, Liocheles, Centruroides,
Compsobuthus, Uroplectes, Tityus...
Hadrurus arizonensis y Hadogenes bicolor. Pero tam ­
• Terrario seco (h u m e d a d relativa: 50-70%):
bién especies c o m o Vaejovis longuinguis, Androctonus amoreuxi, Opisthophthalmus holmi,
Parabuthus stridulus, H ottentotta, Opisthophthalmus sp., Opisthacanthus sp., Scorpiops sp., Nebo
hierichonticus, Androctonus sp. o Buthus sp., Syntropis macrura, Uroplectes planimanus...

Por biotopo:
• Terrario desértico: Hadrurus arizonensis, Hadrurus hirsutus, Androctonus australis hector,
Hottentotta hottentotta, H ottentotta franzwerneri...
Hadogenes bicolor, Hadogenes trogloditas, Buthus occitanus, Iurus dufoureius,
• Terrario estepario:
Opisthophthalmus glabifrons, Scorpio maurus, Scorpiops longimanus...
• Terrario tropical: Pandinus imperator, Pandinus dictator, Pandinus gambiensis, Heterometrus spi­
nifer, Centruroides gracilis, Didymocentrus lesueuri...
• Terrario tem plado: Euscorpius flavicaudis,
Euscorpius germanus, Euscorpius italicus, Euscorpius ca-

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rapathicus, Euscorpius mesotrichus, Euscorpius mingrelicus, Mesobuthus gibbosus...

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p a ra p ec es no so n e n ab so lu to ad ecu a d o s para M e d id a s d e s e g u rid a d
lo s ará cn id o s. N o o b sta n te , p u e d e ree m p la­
z a rlo s p o r tu b o s d e n eó n de luz neg ra, ideales P ara p ro te g e r a su fam ilia, p ero tam b ién al
p ara o b se rv a r lo s e sco rp io n es p o r la noch e e s c o rp ió n , lo ideal es p ra c tic a r el d o u b le-ca -
( vé a se la p a rte d e d ic a d a a la ilu m in ació n ). g in g , es d ec ir, c o lo c a r e l te rra rio d e n tro de
P o r ú ltim o , en cu a n to a e sp e c ie s arb o ríco las, o tro te rra rio m á s g ran d e . D e e s te m o d o , los
c o m o T ity u s q u e lc h i o L io c h e le s a u stra lia sa e , rie sg o s d e fu g a, h e rid a y en v en en am ien to se
el te rra rio a lto p ara re p tile s y anfib io s es red u c en m u ch o . C o lo q u e su d isp o sitiv o en un
el m á s ad e c u a d o , y a q u e p o d rá d isp o n e r e n él lu g a r elev a d o , co n el fin d e q u e esté fu era del
u n a b u en a a ltu ra d e ram ajes. a lc a n c e d e lo s n iñ o s. T am bién d eb erá p egar
u n a e tiq u e ta c o n lo s n o m b res co m ú n y latino
Talla d el esc o rp ió n , a s í co m o su g ra d o d e p e lig ro ­
sidad y el n ú m e ro d e te lé fo n o d e urgencias
U n te rrario (acuario) d e un volum en de 50 1 es m é d ica s. S i p o se e u n a e sp ec ie m uy peligrosa
su ficien te p ara un solo individuo. Si desea (A n d ro c to n u s s p ., p o r ejem p lo ), colo q u e el
m an ten er varios escorpiones, procure q u e d is­ te rra rio en un a rm a rio d e v id rio cerrado con
po n g an p o r lo m en o s de 4 0 1 cada uno. llave.

D ónde c o lo c a r el te rra rio


C o m p o s ic ió n
El terrario d eb e e s ta r situ ad o en un lu g ar tran­ d e l terrario
qu ilo (o lv id e el recibidor, el p asillo , la co c i­
na...), al ab rig o d e las corrientes d e aire y de la
lu z d irecta. Si su esco rp ió n p ro v ien e de reg io ­ Terrario húm edo
nes d esérticas, d eb e aseg urarse de q u e su in te­
rio r no es d em asiad o h ú m edo, lo que resulta El terrario h ú m ed o es ideal para albergar a es­
nefasto e in clu so m ortal. El terrario tam bién corp io n es d e los g én ero s Pandinus, H etero-
d eb e e s ta r fu era del alca n ce d e los d em ás a n i­ m etru s, C en tru ro id es, C om psobuthus, Uro-
m ales d e la c a sa y d e los n iños p o r razones de p le c te s y T ityus, ad em ás de las especies
seguridad. S c o r p io m a u ru s y L io ch e les sp.

Sustrato
L a n a tu ra le z a d el su stra to es un elem ento
m u y im p o rta n te. E n efecto , los escorpiones
tien en q u e p o d e r ca v ar cu b iles, en los que p a­
sa rá n al m e n o s el 9 0 % del tiem po. P o r lo tan ­
to , la te x tu ra y la d en sid ad del su strato son
esen c iale s.
P a ra ta p iz a r el fo n d o del te rrario hú m e­
d o , p o d e m o s e n c o n tra r e n los co m ercio s es­
p e c ia liz a d o s tu rb a d e esfa g n o o cásc aras de
c o c o d e s h id ra ta d a s, lo s su stra to s m á s u tiliza­
d o s. Si lo c a m b ia m o s c a d a d o s m eses, no
te n d re m o s p ro b le m a s d e p a rá sito s o d e m ico ­
sis. N o o lv id e m o s q u e la te x tu ra d e la turba
ev o lu c io n a con el p aso d el tie m p o y según

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la h u m e d a d . E ste es el su stra to ideal para
Estanterías c o n terrarios
P a n d in u s im p e ra to r y H ete ro m etru s sp in ife r;

49
Hem bra d e Belisarius x a m b e u i

tam bién convendrá a S c o rp io m a u ru s, a u n ­ nibles en tien d as d e an im ales o ce n tro s d e ja r ­


que la tu rb a no tie n e p o r q u é e s ta r tan h ú m e­ din ería. A lg u n o s ac o n se jan p rep a ra r una m e z­
da com o para las d o s e sp e c ie s citad a s an te­ cla d e m a n tillo y arena, p e ro el inconveniente
riorm ente. es la ap arició n ráp id a d e m ico sis en la s u ­
Un m antillo un poco húm edo será ideal perficie. S in em b arg o , a los esco rp io n es les
para los escorpiones q u e viven bajo cortezas, resu lta fácil cav ar un cu b il e n e s te tip o de
com o los géneros L ychas, L íncheles, Centru- sustrato. E x isten ad em ás un o s su strato s sin ­
roides, C om psobuthus o tam bién U roplectes. té tic o s q u e p u ed en esteriliza rse co n frecu en ­
Las especies de dichos géneros deberán tener cia en e l m icro o n d as. R e su lta d e vital im ­
num erosas cortezas (o pedazos de alcornoque) p o rtan c ia co n su lta r las in stru ccio n es d e uso
en su terrario. p ara sab er si son ad ecu ad o s o no p ara los ará c­
Tam bién podem os albergar las especies in­ nidos.
tertidales (que viven en la zona de arena co m ­
prendida entre la m area baja y la alta, com o
O pisthophthalm us littoralis, Vaejovis littora- E n to d o s los casos, el su strato d eb erá rep artir­
lis, M esobuthus confucius...) en un terrario ta­ se en u n a cap a m uy g ru esa, y a que la m ayoría
pizado con una espesa capa de arena o de g ra ­ de los esco rp io n es cavan pro fu n d o s cubiles.
va m uy húm eda. A sí, P andinus im p era to r d eb erá disp o n er de
Las cortezas y las agujas de pino son m uy una cap a d e unos 20 cm . Por regla g en eral, po­
beneficiosas para m antener un índice elevado dem os d ecir q u e el esp eso r del su strato debe
de hum edad y tam bién poseen la ventaja de ser d e dos a tres veces la longitud del esco r­
evitar la proliferación de ácaros, q u e detestan pión. P or lo tan to , para un arácn id o d e 10 cm

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los m edios ácidos. T am bién pueden utilizarse hab rá q u e calcu lar una cap a d e sustrato de
otros sustratos p ara reptiles y anfibios, dispo­ unos 25 cm.

50
Terrarios d e varios tam años

CÓMO MANTENER UN SUSTRATO


SECO EN LA SUPERFICIE,
Y HÚMEDO EN EL INTERIOR Decoración
Hasta p a ra las especies tropicales, co m o
Pandinus im perator, q u e necesitan un terra­ P ara re c re a r u n a m b ien te p ró x im o al q u e e n ­
rio húm edo, el sustrato d e b e estar siempre c u e n tra su e s c o rp ió n en e sta d o salvaje, p o ­
seco e n la superficie por varias razones. En d e m o s re c u rrir a a ñ a d ir v ario s elem e n to s d e­
primer lugar, ello lim ita la proliferación d e co ra tiv o s.
bacterias, parásitos y micosis indeseables.
L as p ie d ra s p la n a s se rá n m u y ap reciad as
En segundo lugar, las partículas d e un sus­
tra to dem a sia do húm e d o se adhieren siem­ e n un te rra rio , a l igual q u e la s ra íc e s d e á r­
pre al escorpión y le molestan m ucho, sobre b o le s tro p ic a le s.
to d o p a ra la m uda. Por lo ta n to , es necesa­ L o ideal e s c o m p ra r en u n a tie n d a una
rio m antener la superficie seca, mientras ra íz d e árb o l d e lo s m a n g la re s, c u y a m adera
qu e en el interior el sustrato d e b e rá conser­
im p u tre sc ib le re siste m u y bien a u n a hu m e­
var siempre una h u m e d a d constante.
dad elev ad a.
Para ello, podem os a p lica r algunas sen­
Si re c o g e e le m e n to s d e c o ra tiv o s en la
cillas reglas:
n a tu ra le z a , e s m u y im p o rta n te q u e los este ­
1. Extienda una c a p a d e g ra va m ezclada
co n arena en el fo n d o del terrario, antes del rilic e h irv ié n d o lo s o in tro d u c ié n d o lo s d u ­
sustrato principal: así se m antendrá la hu­ ra n te un ra to en el h o rn o a n te s d e m eterlo s
m e d a d en el fondo. en el te rra rio p a ra e lim in a r p o sib les hongos,
2. C olo que e n sentido vertical p a ja o un p a rá sito s o b a c te ria s.
p e q u e ñ o tu b o en uno d e los rincones del Los tiestos invertidos, las cortezas d e cor­
acuario: d e b e entrar en c o n ta c to c o n la
ch o y las cuevas artificiales son tam bién una
c a p a d e grava y sobresalir por fuera.
Luego, e c h e el sustrato y evite ta p a r la buena idea para o frecerle el m ayor núm ero de
abertura d e la p a ja o del tubo. esco n d ites al escorpión.
3. V ierta a diario una p e q u e ñ a c a n tid a d L as esp ec ies perten ecien tes a los géneros
d e a g u a sobre la p a ja o el tu b o : el a g u a L ych a s, L io ch eles, C entruroides, Com psobu-
sólo se extenderá en el fo n d o y, gracias a la thus y tam bién U roplectes deb erán ten er nu­
grava d e drenaje, el nivel d e h u m e d a d se m erosas co rtezas (o pedazos d e alcornoque) en
m an ten d rá constante sin q u e la superficie
su terrario.
del sustrato esté m ojada. Repita la o p era­
E n cu an to a las esp ecies arborícolas, com o

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ción una o varias veces a la semana.
la T ityus q u elch i o L io ch eles australasiae, ne-

51
p io p s sp., N eb o h ierrichonticus, A ndroctonus
CÓMO ANIMAR sp. o B uthus sp., Syntropis m acrura, U roplectes
A UN ESCORPIÓN A CAVAR planim anus...
SU CUBIL
Los primeros días de aclim atación, si el es­ Sustrato
corpión parece dem asiado perdido o asus­ P ara un terrario seco el sustrato p u ed e ser de
ta d o para comenzar a c a v a r un cubil, p o ­
arena. N unca la recoja en la playa o en una
demos incitarle a hacerlo. Con un lápiz,
haga un hoyo en la superficie. El sustrato obra, pues la aren a d e este tip o no les conviene
deberá ofrecer un gradiente d e hum edad, a los escorpiones porque está cargada d e sal,
es decir, su superficie de b e rá ser bastante bacterias, polvo y otras p artículas nefastas. L o
seca, mientras qu e resultará c a d a vez más ideal es co m p rar aren a para reptiles o peces de
húmedo en el interior. La superficie del sus­
acuario, d e venta en tiendas especializadas.
trato deb e estar siempre seca para facilitar
la excavación del escorpión y evitar q u e se H ay varios tonos disponibles, d esde la aren a de
le pegue a los apéndices. colo r beis claro hasta la ocre rojo, com o la
de U tah, ideal para H a d ru ru s arizonensis.
D ispóngala en una g ruesa cap a (al m enos
15 cm ) p ara que el escoipión pueda cavar su
cubil.
cesitarán, adem ás, ram as, u hojas d e palm eras P uede m ezclarla con m antillo o turba para
o de epifitas. hacerla m ás com pacta; es ideal p ara esco rp io ­
nes com o H a d ru ru s arizonensis, H adogenes
Recipiente de agua bicolor, Vaejovis longuinguis, A ndroctonus
Es indispensable ofrecerle un pequeño punto am oreuxi, O pisthophthalm us h o lm i y tam bién
de agua al escorpión, q u e le servirá para beber Parabuthus stridulus.
y tam bién para m antener un índice de hum e­ Si su terrario está d estin ad o a H adogenes
dad constante en el terrario. b ico lo r o a esp ecies del g én ero A ndrocto-
La solución ideal es colo car un platito de
barro cocido de fondo plano. E ste recipiente
pesado no se volcará, y así evitarem os el ries­
go de incom odar al arácnido.
Tam bién puede en co n trar en los com er­
cios terrariófilos unos platitos de p lástico de
aspecto rocoso, que se confunden con el d ec o ­
rado. S e presentan de varios colores y ta m a­
ños, y a usted le corresponderá elegir el m ás
conveniente en su caso.
Es im portante q u e coloque u n a piedra que
sobresalga del agua para evitar que el escor­
pión se ahogue.

Terrario seco

El terrario seco siem pre se reservará a las es­


pecies sabulícolas o litófilas.
R esu lta m uy c o n v e n ie n te u tiliza rlo p ara
algunas especies com o Vaejovis longuinguis,
Androctonus am oreuxi, O pisthophthalm ushol-

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m i, Parabuthus stridulus, H ottentotta, Opist-
hophtha-lm us sp., O pisthacanthus sp ., Scor-

52
ñ u s, p u e d e m e zc lar la are n a co n p ied recitas u C o lo carem o s u n a o varias piedras que so ­
o tro s su stra to s, co m o tu rb a o m antillo. Si al­ b resalg an del ag u a para evitar que el escorpión
berg a esp ec ies p erten ecien tes a los géneros se ahogue.
H ollenlolia, O pisthophthalm us, O pisthacanthus
o S co rp io p s, pued e u tiliz a r tu rb a no h u m ed e­
cida.
L a g rav a pued e se r conveniente p ara una
e sp ec ie co m o N e b o hierichonticus.
E n cuan to a las esp ec ies q u e viven en las
P lantas
sa b an as secas, co m o alg u n o s H o tten to tta ,
¿INDISPENSABLES?
O p isth o p h th a lm u s y n u m ero so s B u th id ae pa­ Al m argen d e los ramajes indispensables
leárm eos, la tie rra p ara ca ctu s es m u y ap recia­ p ara especies arborícolas, co m o Liocheles
da. L as v iru ta s de m ad era resu ltan con v en ien ­ oustralasiae o Tityus qu e lchi, no es necesa­
tes p a ra breves periodos. rio añadir plantas al terrario del escorpión.
En ciertos casos, incluso se desaconseja.
A lg u n o s criad o res u tiliza n a veces cam a
Muchos aficionados, por ejem plo, sienten la
p ara g ato s m e zc lad a co n m antillo p ara m a n te­ te n ta ció n d e poner ca ctu s en el hábitat de
n e r esp ec ies d e lo s g én ero s A n d ro cto n u s o su a rá cn id o desértico o plantas tropicales
B u th u s. Si o p ta p o r esta so lu ció n , co m p re la co n su Pandinus. A m enudo olvidan que
ca m a p ara g ato s no p erfu m ad a y sin aditivos m uchas especies d e escorpiones son exca­
vadoras, y q u e la planta o el cactus queda­
ni co lo rantes.
rá enseguida desarraigado para servir de
refugio o porque el escorpión habrá c a v a ­
Decoración d o su cubil en las cercanías. Además, las es­
L o s esco rp io n es d esértico s aprecian m ucho las pinas del cactus son ideales para perforar
piedras planas y las rocas pequeñas, p ues no la m em brana presente entre los segmentos
del escorpión...
tienen el hábito de v iv ir en dunas d e a re n a sino
m ás bien en terrenos áridos q u e contienen va­ En ca m b io , el musgo, c o m o Hypnum.
es m uy a p re c ia d o por los escorpiones que
rias clases de m inerales. E sterilícelas h irv ién ­ provienen d e selvas, c o m o Pandinus sp. y
d o las o en el h o m o an tes de m eterlas en el te­ H eterom etrus sp. Las hojas muertas dispues­
rrario para elim in a r posibles h o ngos, parásitos tas c o m o una alfom bra tam bién son Ideales
o b acterias. para ciertas especies d e la M artinica, la
P ara las esp ec ies litófilas, com o las del g é ­ G u a ya n a o M adagascar ( Grosphus sp. o
D idym ocentrus sp.. p o r ejemplo).
n ero H a dogenes, a s í co m o S yn tro p is m acrura
o U roplectes p la n im a n u s, adem ás de la turba
se ca no o lv id e añ a d ir varias rocas co n cav id a­
des o tejas apiladas.
Si q u iere o b serv ar a su escorpión sin m o­
lestarlo, puede co m p ra r el esco n d ite R eptil
Den® (E x o Terra®): se p resenta en form a de cu­
bil sin tético (de resina, parecido a la roca) cor­
tad o en d o s en sen tid o longitudinal. S ólo tiene
q u e co lo car esta esp ecie de cueva contra el
cristal p rincipal del terrario y p o d rá o b serv ar al
esco rp ió n sin problem as...

Recipiente de agua
H asta las especies q u e p rovienen de regiones
árid as, com o H adrurus arizonensis, necesitan
ten er en el terrario un pequeño recipiente de

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ag u a a su disposición. H e m b ra d e U ro p le cte s p lan im an us

53
Equipo No olvide que el suelo del terrario conlleva
un índice im portante d e hum edad, nefasta para
toda instalación eléctrica y sobre todo m uy p e­
Ilum inación ligrosa. E llo evitará tam bién que el sustrato se
caliente d em asiado y q u e se desarro llen parási­
Dado que los escorpiones son arácnidos noc­ tos en él.
turnos, la ilum inación es esencial para el co n ­ O tro m étodo m ás sim ple es el uso de una
trol de sus ritm os biológicos diarios, así com o pequeña lám para equipada con una bom billa
para actos tales com o la m uda o la reproduc­ d e 4 0 W que se co lo cará a una distancia razo­
ción. No es necesario instalar una ilum inación nable del terrario, siem pre para evitar los ries­
clásica com o para los reptiles o los peces: pue­ gos de quem adura.
de colocar el terrario cerca de una ventana, lo El esc o rp ió n n ec esitará q u e d ism in u y a la
que le perm itirá a su escorpión observar la a l­ te m p eratu ra p o r la n o ch e , co m o en la n a tu ra ­
ternancia día-noche y el paso de las estaciones. le za (b astan u n o s 2 0 °C ). P ara e llo , puede
Si la decoración es natural con vegetación au­ a ñ a d irle un te m p o riz a d o r al sistem a d e ca le­
téntica, recom endam os utilizar una bom billa fac ció n , q u e se p ara rá d e fo rm a au to m ática
hortícola de m uy baja potencia (15 o 20 W), al a n o c h e c e r p ara no en c en d e rse h a sta la m a­
que favorecerá el crecim iento de las plantas sin ñana.
m olestar al escorpión.
Term óm etro e higróm etro
C alefacción
E stos aparatos, q u e se cuelgan en el terrario,
La calefacción es un com ponente esencial que son indispensables porque nos perm itirán co ­
no hay que descuidar bajo ningún pretexto. nocer en todo m om ento la tem peratura y el ín­
Los escorpiones, com o los reptiles, son poiqui- d ic e d e hum edad del hábitat del escorpión.
lotérmicos, es decir, su tem peratura interna de­ R ecom endam os co m p rar d o s term óm e­
pende del m edio am biente. tros: uno para la parte m ás cálid a del terrario, y
Estos anim ales no pueden vivir de form a el otro, para la m ás fría. A sí p odrá ten er una
prolongada a tem peraturas dem asiado bajas. idea del gradiente térm ico, y asegurarse de que
Sin em bargo, no escuche las palabras del ven­ es co n stan te y co rresponde a las necesidades
dedor que trate de endosarle una p iedra cale- de su arácnido.
factora para reptiles. Este objeto, a m enudo L os term óm etros para la terrariofilia se
caro, no es nada adecuado para los escor­ presentan bajo n um erosas form as. L os m enos
piones. volum inosos son unas pequeñas bandas que
Para estos arácnidos conviene instalar un
sistem a que ofrezca un gradiente térm ico en el
terrario o, dicho de otro m odo, q u e le perm ita
al escorpión disfrutar de distintas tem peraturas
en su hábitat. Ya verá cóm o a su escorpión le P r o h ibid a la calefac c ió n
gusta pasar de una zona a otra, si desea m ás ca­ EN EL FONDO DEL TERRARIO
lor o , al contrario, m ás fresco.
Para ello elija la calefacción p o r cordón • C uando el escorpión tiene calor, c a v a
c a d a vez más y p u e d e quemarse al co n ­
calefactor (o placa eléctrica), instalada si es
ta c to co n la ca le fa cció n si está situada
posible en el exterior del terrario, contra una en el fo n d o del terrario.
pared. • La hum edad del suelo h a ce la instala­
C on este sistem podrá ev itar accidentes ción eléctrica peligrosa.
(quem aduras, sequedad excesiva). Si el cordón • Un suelo dem asiado callente d a lugar a

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es de baja potencia, puede ponerlo dentro, pero la proliferación d e parásitos.
siempre contra una pared.

54
La luz negra revela
A LOS ESCORPIONES

¿Sabía qu e los escorpiones se vuelven fosfores­


centes b a jo una luz ne gra a base d e rayos ul­
travioleta, co m o los utilizados e n las discote­
cas? Este extraño fenóm eno, den o m in a d o
biofosforescencia, se d e b e a la presencia d e
una c a p a d e hialina en la cutícula. Pero los es­
corpiones q u e a c a b a n d e m u d a r no presentan
esta sustancia. Así pues, sólo está presente
c u a n d o la cutícula se ha endurecido: eso signi­
fica, o bien q ue el escorpión p ro d u c e la hialina
justo después d e la m uda, o bien q u e la hiali­
n a es el p ro d u cto del cu rtid o o d e la esclerlfi-
c a c ló n de la cutícula. Es Interesante observar Hembro deZabius fuscus ba<° * * « *
q u e la hialina se encue n tra en la exuvia (a n tig u a piel) d e los escorpiones, ¡y hasta en los fósiles de
escorpiones d e h a c e varios millones d e años! Y si se sumerge a un escorpión en formol durante va­
rias horas, este tam bién se hará fosforescente b a jo los rayos ultravioletas gracias a la presencia de
la hialina diluida en él.
Así, gracias a un simple tu b o d e rayos ultravioletas, es posible d e te c ta r escorpiones co n un éxito es­
p e cta cu la r, lo q u e h a c e las delicias d e los científicos q u e han id o a recogerlos o d e los servicios de
control d e las plagas animales. Este sistema se utiliza sobre to d o e n EE.UU., en particular en
C alifornia, d o n d e se halla la m ayor c o n c e n tra c ió n d e escorpiones del m undo. Estos son tan abun­
dantes q u e los habitantes han e le g id o este simple m é to d o d e d e te c c ió n p ara protegerse d e ellos.
En e fe c to , los Insecticidas son a m e n u d o ineficaces co n tra los escorpiones, y la única form a d e li­
brarse d e ellos es encontrarlos y capturarlos.
Los «escorpionófilos» a d o p ta ro n rá p id a m e n te esta té c n ic a p a ra p o d e r observar a los animales en
su terrario por la n och e, mientras están e n ple n a a c tiv id a d . Es el m ejor m edio p ara contem plarlos,
ya q u e los escorpiones son anim ales nocturnos q u e pasan el 97% del tie m p o en su cubil... Con un
tu b o d e luz negra Instalado c e rc a d e l terrario, el escorpión q u e sale a dar un paseo resulta locali-
zable enseguida gracias a un m agnífico to n o ve rd e o azul fosforescente, para satisfacción d e su
propietario.

los rayos ultravioletas son nefastos p a ra todos los seres vivos. Por ello, desaconsejamos insta­
N o ta :
lar un tu b o d e luz ne gra p e rm a n en te sobre el terrario d e l escorpión. Este procedim iento d e b e re­
servarse p ara un uso puntual. Por otro la d o , protéjase siempre los ojos d e esta luz negra co n gafas
especiales y nu n ca mire el tu b o directam ente.

h ay q u e p eg ar en el cristal. A lgunos term ó m e­ to s d e una sonda hidrófuga, que perm ite dar la
tro s so fisticad o s m iden la tem p eratu ra del inte­ tem p eratu ra d el sustrato. A sim ism o, existen
rio r y d el e x te rio r del terrario, y o frecen una uno s ap arato s q u e co m b in an term óm etro e h¡-
lectu ra d igital m u y precisa, en grad o s c e n tíg ra­ gró m etro , y q u e resu ltan m uy adecuados para
d o s o F ahrenheit. O tro s tam b ién están provis­ los escorpiones.

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Parám etros físicos Para las especies q u e tienen
n e ce sid a d e s h ig ro m é trica s
Com o hem os visto en este capítulo y en los an­ ba ja s
teriores, hay que prestar m ucha atención a los
parám etros físicos del terrario p ara m antener H asta p ara los esco rp io n es que provienen de
al escorpión en condiciones adecuadas. regiones desérticas o sem iáridas (H adrurus
a rizo n en sis, p o r ejem plo), el ín d ice d e h u m e­
Hum edad rela tiva dad reviste una g ran im portancia. E n efecto,
p ara evitar las altas tem p eratu ras p resen tes en
El nivel de h um edad es un fa c to r esen cial su b io to p o durante el día, los esco rp io n es se re ­
que hay q u e co n o c er p a ra a seg u rarse de m a n ­ fugian en las profundidades d e su cu b il, m ás
ten er sano a un e sco rp ió n . P o d em o s c o n ­ fresco y carg ad o d e hu m ed ad . A unque no le
trolarlo de fo rm a p erm a n en te m e d ian te un sea p osible recrear con exactitud estas co n d i­
h igróm etro, un a p a rato p ara c o lo c a r en el te ­ ciones en cautividad, es necesario ofrecerle al
rrario , de venta en to d o s los b u en o s c o m e r­ escorpión una fuente d e hum edad m ed ian te un
cios esp ec ializa d o s. T anto si el esco rp ió n es pequeño recipiente con ag u a que le serv irá asi-
o rig in a rio del S ah ara co m o de los b o sq u e s de
A sia, d eb erem o s m a n ten e r un nivel c o n sta n ­
te d e hum edad relativa. ¿C óm o? H ay varios
m éto d o s sencillos.

Para las especies qu e tienen


necesidades hig ro m é trica s
im portantes

Para especies tales co m o H eterom etrus sp. o


Pandinus sp., que n ecesitan u n a h um edad re ­
lativa im portante del 8 0 -9 0 % apro x im ad a­
mente, hay q u e instalar un sustrato higroscó­
pico, com o turba o m antillo, q u e se vaporizará
de vez en cuando. ¡A tención! ¡N o in unde el H e m b ra d e H ete rom e trus spinifer

terrario! V aporícelo sólo en las p aredes para


conservar el sustrato seco en la superficie. El
m ejor m étodo p ara m antener un índice cons­ m ism o para su hidratación. T am bién es aco n ­
tante d e hum edad consiste en co lo ca r un p e ­ sejab le vap o rizar el terrario d e vez en cuando.
queño recipiente con un poco de agua, sólo
unos cuantos centím etros. E s n ecesario m eter Tem peratura
en el interior una o varias piedras q u e em erjan
para tener la seguridad de q u e el escorpión va L a te m p eratu ra tam b ién es un facto r m uy im ­
a p oder salir sin d ificultades si c a e dentro. po rtan te p ara el m a n ten im ien to d e los e sco r­
A sim ism o, este recipiente resultará útil p ara la p ion es. D eb erá resp e tar la s n ec esid ad es ex ac­
hidratación del escorpión. T am bién puede ta­ tas d el an im al en fu n ció n d e su p ro ced en cia
pizar el sustrato con una capa d e h ojas m u er­ g eo g ráfica. M uchos aficio n ad o s p ien san en
tas, m usgo o cortezas d e pino, q u e lim itan la un so lo n ú m ero : una te m p eratu ra m ed ia; sin
evaporación. P ara ello , a veces es posible en­ em b arg o , h ay varias v arian tes esen c iale s. En
contrar en las tiendas de anim ales m ateria­ p rim e r lugar, h ay que p en s ar en la d iferen cia
les destinados a los pequeños ro edores; estas de te m p eratu ra e n tre el d ía y la n o ch e (la m a­

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m ezclas se com ponen de los elem entos indi­ y o ría d e las esp ec ies d esértic as so n m u y se n ­
cados, por lo q u e resu ltan m uy adecuadas. sib les a ella), y la q u e ex iste según las esta-

56
c io n e s (¡sin o lv id a r q u e p ara las esp ec ies del
CÓMO CONOCER h em isferio su r hay q u e invertir las estac io ­
LAS NECESIDADES DE HUMEDAD n es!). T am b ién h ay q u e sa b er q u e ciertas
DEL ESCORPIÓN e sp e c ie s m o n tañ o sas, co m o la s d e los g én e­
ros U ro cto n u s o P seu d o u ro cto n u s, necesitan
Para c o n o c e r las necesidades d e hum e­ un p erio d o d e h ib ern ació n d e v ario s m eses,
d a d del escorpión basta ponerlo en un te ­ m ie n tras q u e o tras e sp e c ie s d esértic as p reci­
rrario muy vasto, del q u e se a co n d icio n a rá
sa n d e tem p eratu ra s m á s elev ad as antes del
una m itad c o m o un entorno húm edo y la
otra c o m o uno seco. Observe al escorpión. m o m en to d e la rep ro d u cció n . E n la m ayo­
Enseguida verá q u é p a rte del terrario pre­ ría d e las esp ec ies d esértic as y tro p icales, una
fiere. Si se q u e d a entre am bas partes, es te m p eratu ra elev ad a es la co n d ició n necesa­
prob a b le qu e esté m ejor en un terrario se- ria p a ra u n a b u en a asim ilació n del alim ento; a
m ihúm edo. Si no, varios indicios pueden
te m p e ra tu ra s d e m asiad o bajas, los esco rp io ­
ayudarle:
n e s d ejan d e com er.
• Si el escorpión pasa m u ch o tie m p o en el
a g u a , necesita un nivel más a lto d e hu­ A sí p u es, d eb e rá resp e tar cierto gradiente.
m edad. P o d em o s rec o m en d a r una regla básica: en in­
• En caso d e q ue el anim al n o se q u e d e en v ie rn o , u n a te m p eratu ra d e 23 a 25 °C d e día,
su cubil, sino q ue p e rm a n e c e en la super­ y d e 18 a 2 0 °C d e n o ch e; p a ra las dem ás es­
ficie, posado en los elem entos d e c o ra ti­ ta c io n e s, 25 a 27 °C d e día, y 20 a 22 °C de
vos, precisa d e un sustrato más seco y un n o c h e es lo id eal. L a te m p eratu ra puede as­
nivel más bajo d e hum edad.
c e n d e r a 30 °C d e d ía p ara las esp ecies saha­
rian as.

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P a ra b u th u s c a p e n s is (B otsuona)

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A lim entación sana

Presas viva s A p recian las cu c arac h as, los saltam o n tes y los
g rillo s, en o tras p alab ras, to d o s los insectos o
P ara m a n te n e r a un esc o rp ió n sano m uchos a rtró p o d o s q u e sean lo b astan te gran d es para
a ñ o s h ay q u e o fre ce rle u n a d ie ta adecuada. p o d e r ca p tu ra rse co n facilid ad . Tam bién acep ­
A p arte d e cierto s ca so s de P a n d in u s im p era to r tan lo s p eq u e ñ o s rep tiles, com o los lagartos, y
o H ete ro m etru s sp in ife r, q u e ac ep tan peda- h a sta los p eq u e ñ o s ro ed o res (para los escor­
cito s d e carne p rese n tad o s co n u nas pin zas, pio n es d e g ra n ta m añ o , co m o P andinus sp. o
lo s esco rp io n es só lo com en p resa s vivas. H ete ro m etru s sp.). E n realid ad , p o d em o s d e­

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U n escorpión d e p re d a n d o a u n a a ra ñ a (S á hara)

59
cir que, p o r regla g eneral, los esco rp io n es ne­ cro q u e tas p ara p erro s... U n a h u ev era se rv irá
cesitan presas que sean tres veces m ás peque­ de refu g io a los in secto s. P ara el ag u a, ten d rá
ñas q u e ellos: p ara la presa, 1/3 d e la talla del su ficien te co n un rec ip ien te co n a lg o d ó n h ú ­
escorpión es el tam año m ínim o p ara p o d er ser m ed o . U n p eq u eñ o cu en co llen o d e m a n tillo
capturada y el m áxim o p ara p o d er se r com ida h ú m e d o se rá ideal p ara la p u esta. L a in c u b a­
entera. c ió n d u ra e n tre 10 y 13 d ía s, y lo s jó v e n e s
Con el fin de disponer de alim ento en todas ta rd a n u n o s 2 m e ses en a lc a n z a r la ed a d a d u l­
las estaciones y sin ten er q u e ir todas las sem a­ ta. U n ad u lto v iv e e n tre 2 y 3 m eses. N o o lv i­
nas a com prarlo, es posible criar insectos en de c o lo c a r el v iv ero le jo s d e su h ab itac ió n
casa, d e form a m uy sencilla. B asta com prar in­ p ara e v ita r el in so m n io d eb id o al c a n to d e los
sectos adultos en u n a tienda de anim ales y d e ­ grillo s.
jarlos en un vivero sólo p ara ellos.
La higiene de los criaderos de alim ento C u ca ra ch a s
vivo debe m antenerse de m odo irreprochable
para evitar la presencia de parásitos q u e p u e­ A n tes d e c o m e n z a r la c ría d e c u c arac h as,
dan transm itirse a los escorpiones. d e b e sa b er q u e les g u sta e l calor. A sí p u es, la
te m p e ra tu ra d eb e rá situ a rse en to rn o a los
Saltam ontes 28 °C . P u ed e c o lo c a r u n a lám p ara co n una
b o m b illa d e 4 0 W c e rc a d el viv ero p ara ca­
L os saltam ontes son el alim en to preferido de lentarlo p ero , p o r ello , no e sc o ja un v iv ero de
todas las especies de escorpiones. E n las tien­ p lá stic o , sin o m á s b ien un clá sic o a c u ario d e
das d e anim ales es fácil en co n trar langostas. v id rio p a ra p eces. C o ló q u e le u n a ta p a d e ra
L ocusta m igratoria, o saltam ontes peregrinos. h erm é tic am e n te c e rra d a p ara e v ita r q u e se
Escoja un acuario de vidrio, bien cerrado, y escap en las cu c a ra c h a s; ad em ás, tam b ién
coloque en sus proxim idades una bom b illa de d eb e e n g ra sar las p a re d e s co n aceite d e p ara-
40 W, que servirá p ara la ilum inación pero fina, d isp o n ib le e n la farm acia: ¡a las cu c a ra ­
tam bién para la calefacción. c h a s les co sta rá esca larla s! C u b ra el fo n d o
Los saltam ontes n ecesitan luz 14 h oras al del v iv ero co n u n a ca p a d e 2 cm d e salv ad o
día y una te m p eratu ra d e unos 3 0 °C . T apice d e trig o (tam b ién d isp o n ib le en farm acias).
el fondo co n u n a capa d e m antillo m ezclado C om o alim e n to , d e le s p an , c ro q u e ta s para
con arena, heno y h ierb as d iversas, y añada p erro s, v erd u ra y fru ta, y su s cu c a ra c h a s s e ­
ram ajes en los q u e p u ed an p o sa rse lo s sa lta ­ rán felices. L o s jó v e n e s se alim e n tan c o n s a l­
m ontes. v ado d e trig o .
C om o alim ento, d eles todos los d ía s hier­ L a ventaja d e esta cría es q u e las cu cara­
ba, fruta o verdura rica en agua. ch as se reproducen m uy deprisa, g racias a lo
L a incubación de los huevos d u ra de 2 a cual d isp o n d rá d e insectos d e todas las edades,
3 sem anas; tras p asar p o r 5 estad io s larvales, ideal si p o see esco ip io n es d e tam años d istin­
los saltam ontes son adultos al c a b o d e 4 se­ tos. P ero, atención, ¡corren m ucho y son difíci­
m anas. les d e atrapar!

Grillos

A un q u e su nom bre co rrien te no lo in d ica, el ¿ C o n q u é fre c u e n c ia h a y


g rillo d om éstico (A ch eta d o m e stic a ) es o rig i­ q u e alim e n ta r al e sco rpión ?
nario d e A sia. E s fácil d e en c o n trar en tiendas
de anim ales. P ara su cría , e sc o ja un v iv ero de L os esco rp io n es son unos an im ales q u e no ne­
plástico de unos 30 cm d e lo n g itu d . C oloque cesitan co m er to d o s los días. P u ed e alim en tar­

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en él un rec ip ien te con d iversos tip o s d e a li­ los d e una a tres veces p o r sem ana, a razón de
m ento: fruta, lech u g a, co m id a p ara p eces, d o s o tres insectos p o r sem an a y escorpión, que

60
se rep artirán al anochecer. Al día siguiente, re ­ m en tarse te n d rá el escorpión. En efecto, un au­
tire to d o alim en to no consum ido. m en to d e la tem p eratu ra g en era una acelera­
N o o lv id e que, cuan to m ás elevada sea la ció n d el m etab o lism o del anim al, que debe co ­
tem p eratu ra del terrario, m ás n ecesidad de ali­ m er m ás p ara m an ten er su peso.

P recauciones en la a u m e n t a c ió n de escorpiones

• Distribuya el alim ento al an o ch e ce r: en ese m o m e n to el escorpión estará a c tiv o y al a c e c h o de


presas potenciales.
• Al día siguiente, retire siempre to d a presa (m uerta o viva) n o consum ida: si está m uerta, evita­
rá así una proliferación d e bacterias o ácaros, y si está viva, im pedirá q u e el escorpión sea a ta ­
ca d o .
• Jamás d é alim ento vivo a su escorpión si está en la fase previa a la m u d a o si a c a b a d e mudar.
C u a n d o es vulnerable, ciertas presas, c o m o los saltamontes o los gusanos d e la harina, pueden
a ta c a rlo y herirlo.
• Jamás reparta alim ento vivo a las hembras c o n crías: p u e d e n sentirse agredidas y devorar a los
pequeños por e fe c to del estrés.
• A lim ente más a m en u d o a los jóvenes y a los subadultos (p o r lo menos uno vez a lo semana).
• Si m antiene a escorpiones en grupo, ofrezca b astante alim ento a c a d a uno: así evitará to d o ries­
g o d e canibalismo.
• En caso d e q u e se v a y a d e va ca cio ne s, más va le h a c e r a yu n a r al escorpión q u e dejarle m u­
chas presas vivas a su a lc a n c e . Un a yu n o bre ve se to le ra m uy bien. También p u e d e b a ja r la
te m p e ra tu ra varios grados p a ra incitar al escorpión a mostrarse menos a c tiv o y frenar as! su m e­
tabolismo.

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M e so b u th u s ta m u lu s d e v o ra n d o a un lagarto

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Higiene

M a n te n im ie n to de l terrario C ó m o lim p ia r el terrario


P o r regla general, el m antenim iento de un te­ C uan d o pro ced a a una lim pieza a fondo del te­
rrario d e escorpiones no es m u y d ifícil, sie m ­ rrario d e su esco rp ió n , ja m á s utilice detergen­
p re que se o b serven ciertas norm as. E n prim er te, del q u e cu alq u ier residuo es tóxico para el
lugar, retire siem pre los residuos de alim entos arácnido.
no co n su m idos con el fin d e lim itar la pro life­ T odos los productos de lim pieza dom ésti­
ración d e bacterias. E n segundo lugar, puede cos d eb en evitarse, hasta el ja b ó n d e M arsella,
llevar a cabo u nas sencillas acciones q u e le q ue, a d iferen cia d e lo que suele creerse, es
ayudarán a m an ten er una buena hig ien e en el m uy corrosivo (y d em asiad o perfum ado).
terrario. U tilice sólo ag u a m uy caliente, una espon­
j a no abrasiva y la fu erza d e su brazo.
Una vez al día
• V erifique q u e no h ay ningún residuo.
• L im pie el recipiente y llénelo de agua lim pia. Si tiene que desin fectar el terrario, use siempre
• C o n tro le la te m p e ra tu ra y la h u m e d ad re ­ lejía d ilu id a al 10 % y d éjelo secar un buen rato
lativa. al aire libre antes de v olver a llenarlo y m eter
• S u p ervise las distintas instalaciones (cale­ de nuevo al escorpión.
facció n, ilum inación). L o m ism o puede decirse para el recipiente
del agua.
Una vez a la semana
• E sterilice los acceso rio s de decoración.
E n cu an to a las piedras, las raíces y otros ele­
Una vez al mes o cada dos meses m entos d e d ecoración, puede cepillarlos con
• C am b ie o lim pie el sustrato. fuerza bajo el ag u a co rriente para elim inar los
• V acíe del todo el terrario y lim píelo. residuos q u e hayan p o d id o acum ularse.

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Cría y reproducción

L a rep roducción d e los esco rp io n es resulta n es n ecesarias p ara crear un criadero, la repro­
so rp ren d en te, m u y distin ta de la observada en ducció n y la c ría d e los bebés.
o tro s arácnidos. P arada nupcial com pleja, fer­
tilizació n con un esperm ató fo ro , d esarrollo
em b rio n ario vivíparo, cu id ad o s m aternales... Distinción
E sto s as p ecto s resu ltan m uy fascinantes. d e l sexo
P o r supuesto, p ara co m en zar la cría es im por­
U sted p o se e u n a o varias p a re ja s de esco rp io ­ ta n te q u e se aseg u re d e p o seer un m acho y una
n es y d e s e a q u e se rep ro d u zc an p ero , ¿cu ál es hem bra.
su o b jetiv o : c ria r e sco rp io n es p o r afic ió n o H ay alg u n o s in d icio s q u e le pueden ayudar
p ara h a c e r n eg o c io con ello s? a reco n o cerlo s, salv o p ara las especies del g é­
D eb e sa b e r q u e la g e sta c ió n d e lo s e sco r­ nero H a d ru ru s, cu y o sex o es m uy difícil de
p io n e s es m u y larga, y las c ría s p o co n u m e ro ­ distinguir.
sas. A s í p u es, c ria r esco rp io n es n o es m uy lu ­
crativ o .
Y si lo h a c e p o r afic ió n , ase g ú re se de p o ­
d e r o c u p a rse de to d a s las cría s e n c u a n to sean
a d u lta s o de e n c o n tra r afic io n ad o s disp u esto s
a ac o g e rla s. E n e fe c to , p o cas so n las esp ec ies
q u e p u ed e n v iv ir e n fa m ilia (en tre las a d e c u a ­
d a s p ara el p rin c ip ia n te , só lo P a n d in u s sp . y
H ete ro m etru s s p ).
N o p o d e m o s o lv id a r q u e, p a ra h a c e r q u e
se re p ro d u z c a n lo s e sc o rp io n e s , y p a ra v en ­
d e r o c e d e r las c ría s m á s ta rd e , d e b e rá in fo r­
m a rse d e to d a la d o c u m e n ta c ió n legal que
n ec esita.

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E n este ca p ítu lo le explicarem os có m o cria r es­
corpiones: la distinción del sexo, las co n d icio ­ V aejovis c o a h u lla e y crías estadio I

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En la m ayoría del resto de especies: resto, la rep ro d u cció n es un h e c h o tem p o ral,
— los m achos son m ás pequeños q u e las h em ­ g u ia d o p o r lo s cam b io s clim ático s. E n las re­
bras; g io n e s d o n d e la d iferen c ia en tre las e sta c io ­
— los m achos tienen pinzas m ás largas y m ás nes es im p o rtan te, los esco rp io n es d ejan de
finas que las hem bras; alim en tarse en invierno y se refu g ian en un
— los peines d e los m achos están m ás de­ cu b il p ro fu n d o h asta q u e la te m p eratu ra a u ­
sarrollados q u e los de la hem bra; m en ta en p rim avera. L o s ag u acero s a m enudo
— las dos placas del opérculo g enital del m a­ aso ciad o s co n esta estac ió n ta m b ié n son una
cho están separadas, pero se unen en la señal q u e fav o rece la p rep aració n p ara el a p a ­
hembra; ream ien to .
— en ciertas especies (H adogenes sp ., Cen- En las regiones áridas, durante los largos
truroides sp ), el m etasom a d e los m achos m eses d e sequía en q u e escasea el alim ento, los
e s m ás fino y m ás largo q u e el de las hem ­ escorpiones entran en una fase d e reposo, la es-
bras; tivación, d e la que no saldrán hasta las prim eras
— a veces, la concha de los m achos es m ás lluvias. E n cautividad, sabem os que la sim u­
g ranulosa que la de las hem bras. lación de los cam bios tem porales q u e anuncian
la llegada del periodo d e reproducción es m uy
eficaz para p oner en m archa el apaream iento de
C o n d ic io n e s n e ce sa ria s los anfibios. Podem os d ed u cir d e ello que lo
m ism o ocurre en los arácnidos. Por eso, p re­
L as especies de esco rp io n es tro p ic ale s se ap a­ sentam os algunos consejos q u e pueden ayudar­
rean a veces m ás de una v ez al año; p ara el le a estim u lar a sus escorpiones.

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Pareja d e C entruro ides hentzi

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En prim er lugar, d eb e asegurarse de que ch o logra d etectar las fero m o n as d e la com pa­
las hem bras se sienten cóm odas en su terrario ñ era b u scad a g racias a sus p ein es. A lertada
p o r lo m enos desde hace varias sem anas. El es­ p o r la s v ib racio n es q u e atestig u an la p resen­
trés tiene efectos devastadores en la reproduc­ cia d e otro esco rp ió n , la h em b ra aban d o n a en ­
ción. T odas las hem bras deben disponer de va­ to n ces su retiro . ¡A tención, los prim eros in­
rios escondites, y de piedras planas y lisas, que tercam b io s q u iz á sean bruscos! P uede que la
desem peñarán una función m u y im portante en h em b ra piq u e al m ach o , co n consecu en cias a
la fecundación. veces fatales. O frezca siem p re escondites
A veces, según las especies, es necesario d o n d e el m ach o p u ed a refu g iarse en caso de
un periodo d e pausa invernal. Su im itación en ho stilid ad . A la inversa, a veces el m acho pica
cautividad es difícil e incluso peligrosa, p o r lo a la h em b ra p a ra calm arla; en ese caso, inyec­
q u e puede lim itarse a un enfriam iento d e sólo ta una p eq u e ñ a ca n tid ad de veneno en la
un o s 10 °C . D ism inuya tam b ién la cantidad de m em b ran a q u e se en cu en tra entre los segm en­
alim en to de lo s escorpiones así com o su fre­ to s del cu erp o d e la h em b ra y deja a llí su
cu en cia de distribución. P roceda así durante ag u ijó n d u ran te un tiem p o que puede llegar a
alg u n as sem anas. E n el m om ento deseado, res­ lo s v ein te m inutos. E n o casio n es esta aneste­
tab lezca la tem peratura según las norm as habi­ sia es n ecesaria para ev itar que el m acho re­
tuales. su lte g rav em en te herid o p o r la hem bra e in­
A l c a b o de alg u n o s d ías, ofrezca alim ento clu so devorado...
a lo s ará cn id o s. O bserv ará cóm o la s h em bras
se lo co m erán co n avidez, m ien tras q u e los
m ach o s no lo to carán siquiera: ¡es señal de C uando p o r fin puede hacerlo, el m acho sujeta
que lo q u e m ás les p reo cu p a es b u scarse a una los pedipalpos d e la hem bra con los suyos y los
com p añera! N o o b sta n te , sig a alim e n tan d o a «bloquea». S egún las especies y los indivi­
am b o s sexos h asta q u e le p are zca q u e gozan duos, a veces los quelíceros se «encajan» d e la
d e m uy buena salud. L ueg o , p ara sim u la r una m ism a m anera. A sí, el m acho está seguro de
lluvia, p u lv erice lig eram en te el in te rio r del p o d er g u ia r a la hem bra co m o desee sin que
terrario (n u n ca v ap o rice a los prop io s e sco r­ pu ed a sustraérsele, defenderse o herirlo. Y es
piones). q u e ah o ra tiene q u e arrastrarla a una d anza cir­
P ara los escorpiones desérticos, en el pe­ cular, el «paseo en pareja».
riodo d e d escanso correspondiente a la estiva-
ción só lo tiene q u e subir la tem peratura del te­
rrario a 35 °C durante varias sem anas. A l final
d e es te periodo cálido, pulverice el terrario
para rec re ar las prim eras lluvias.

R e p ro d u cc ió n
d e los e sco rpio ne s

Encuentro

Si p o see una esp ecie q u e no vive d en tro del


g ru p o en el m ism o te rrario , co lo q u e al m acho
en el te rra rio d e la h em b ra y no a la inversa,
co n el fin de e v ita r co n flicto s territo riales.

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U na vez en el territo rio de la hem bra, el m a­
A p a re a m ie n to d e N e b o h ierichonticus

67
«Paseo en pareja»
y fe c u n d a ció n

Esta operación, que puede d u rar entre cinco


m inutos y una hora, es un ritual esencial en la
reproducción de los escorpiones.
En efecto, du ran te ese tiem po, el m acho
utiliza sus peines para en co n trar u n a superficie
llana y lisa, en este caso una d e las piedras pla­
nas dispuestas en el terrario.
Sobre la superficie estable el m acho depo­
sitará su esperm atóforo, un pequeño órgano
que contiene los esperm atozoides. El esperm a­
tóforo se presenta en form a de un tu b o m i­
núsculo.

A pare a m ie n to d e dos A n d ro c to n u s m o u rita n icu s

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Apaream iento d e M esobuthus tom ulus

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A p a re a m ie n to d e A n d ro c to n u s b ic o lo r

M ientras u n o d e sus extrem os se halla pegado


a la superficie esco g id a p o r el m acho, el otro
co n tien e un p eq u eñ o resorte que sirve para in­
y ec ta r el esp erm a den tro del cuerpo d e la hem ­
b ra p o r el o p ércu lo genital.
A sí, d esp u és d el d ep ó sito del esperm atófo-
ro, el esco rp ió n m acho guía a la hem bra para
q u e se colo q u e en cim a d e aquel, hasta que ab ­
so rb a el esperm a.

D esp u és d e esta etap a final, hay que retirar de


in m ed iato al m ach o d el terrario para evitar
tod o riesg o d e can ib alism o por parte d e la
hem bra. A v eces sobreviene este tip o d e inci­
d ente, so b re to d o en caso d e estrés y desnutri­
ción. S in em bargo, au n q u e se ha exagerado
m u ch o , e n realidad sólo se p roduce en el 39 %
d e las esp ecies d e esco rp io n es d e 4 fam ilias y,

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a m enudo, los m achos son cap aces incluso de
Esperm atóforo d e A n d ro c to n u s m a uritan icus ap arearse varias veces consecutivas.

69
¡NO HACEN FALTA MACHOS!
En la especie Tityus stigmurus (o Tityus serra-
tus), las hembras pueden reproducirse sin la
a yu d a d e machos... Hasta hay poblaciones
en las que n o existen m achos, sólo hem ­
bras. ¿Cóm o es posible?
En realidad, las hembras se reproducen por
partenogénesis, una form a d e reproduc­
ció n asexual q u e utiliza la m ultiplicación por
g a m e to hem bra n o fe cu n d a d o . Así pues, es
una reproducción m onoparental, ya q u e la
propia hem bra engendra clones.
La partenogénesis tiene una gran ventaja,
ya q u e p ro d u ce a un gran número d e Indi­
viduos sin q u e se requiera la presencia d e
Jo ve n ejem plar d e H o tte n to tta c a b o v e rd e n s is n a c id o machos, lo que es muy útil en una po b la ­
d e u na puesta parte n o ge n é tica ció n q u e d e b e crecer muy deprlsa para h a ­
c e r frente a un problem a am biental, por
ejemplo.
G e sta ción El Inconveniente es que este m é to d o no
y n a cim ie n to em plea la recom blnación g e n é tica co m o
en la reproducción sexual entre un m a c h o y
Las hem bras de escorpión poseen un com plejo una hem bra; por lo tan to , la partenogénesis
n o disfruta d e esa «mezcla d e genes» que
sistem a de tubos llam ados ovariúteros, en los
in d u ce la aparición d e m utaciones fa vo ra ­
que los huevos fertilizados se desarrollan en bles para la supervivencia d e la po b lació n y
em briones. D ecim os que los escorpiones son d e la especie.
vivíparos, es decir, que evolucionan en el vien­
Todo esto quiere decir que los individuos son
tre d e su m adre, que da origen a jó v e n es ya fo r­ más vulnerables.
mados. D e hecho, existen dos tipos de desarro­
Los científicos consideran q u e otras siete
llo: apoicogénico y catoicogénico. E n el seno
especies d e escorpiones p u e d e n reprodu­
m aterno, los huevos de los escorpiones apoico- cirse por partenogénesis: Tityus uruguayen-
génicos presentan una reserva im portante de sis, Tityus colum bianus, Tityus trivltta tu s, Ti­
vitelo, q u e sirve de alim ento a los em briones. tyus m ertuendus. H o tte n to tta h o tte n to tta ,
A sí pues, podem os hablar de desarrollo ovovi- bó cheles australasiae y A nanteris co l-
neaui.
víparo, aunque algunos científicos no están del
todo d e acuerdo sobre e sta nueva constatación,
que ha sido objeto d e recientes revisiones. En
las especies catoicogénicas, el vitelo no existe,
y los em briones son alim entados directam ente caso d e cierto s B u th id ae, a v ein tid ó s m eses,
por la m adre a través de una m em brana q u e fil­ co m o p a s a co n D id ym o c en tru s le su eu ri. Es
tra los elem entos nutritivos, com o un biberón. de siete a ca to rc e m eses p ara P a n d in u s im pe-
Por lo tanto, se trata de un auténtico caso de rato r. E n c ie rta s e sp ec ies, co m o D id ym o c en ­
viviparidad. trus lesu eu ri, la s h em b ras p u ed en co n serv ar
el esp erm a d u ran te v ario s m eses, ¡incluso
años! A sí, p ueden u tiliza rlo en el m o m en to
Según las especies y varios factores am b ien ­ d esead o — cu an d o la s co n d icio n e s son m ás
tales (alim ento, tem peratura, estrés, h u m e­ favorables, p o r ejem p lo — o d a r o rig en a d ife ­

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dad, etc.), la du ració n de la g estació n es m uy ren tes cam ad as en v ario s m e ses d e intervalo
variable. P uede flu c tu a r de dos m eses, en el sin te n e r que ap arearse d e nuevo. D ecim os

70
en to n ce s q u e son esp ec ies iteró p aras. N o es
raro q u e el p ro p ietario d e un esco rp ió n se e n ­
c u e n tre con una hem b ra q u e p are cu an d o la
ad q u irió h ace m ás de un año y no so spechaba
nada.

D urante la gestación de la hem bra, es m uy im ­


portante alim entarla bien. En efecto, una hem ­
bra preñada mal alim entada absorbe sus em ­
briones.
Al final de la gestación, a veces es posible
ver los em briones p o r transparencia a través de
la m em brana lateral de la hem bra, que está
m uy tensa, com o a punto de explotar.
V arias horas antes del nacim iento, la h em ­
bra ad o p ta una p o sició n típica: co n la parte C en tru ro id e s gracilis y crías
p o ste rio r del cu e rp o levantada, co lo c a los pe-
d ip alp o s y lo s d o s p rim e ro s p ares de patas en

La repro ducció n de los escorpiones en cifras

P and in us Im p e ra to r

Gestación: de 7 a 14 meses
Número d e crías: de 10 a 30
Madurez sexual: 1 añ o aproxim adam ente
Nivel d e dificultad: reproducción fácil en ca utividad

H e te ro m e fru s spinifer
Gestación: unos 12 meses
Número d e crías: d e 30 a 35
Madurez sexual: 1 añ o aproxim adam ente
Nivel d e dificultad: reproducción bastante fá cil en cautividad

H ad ru ru s arizone nsis
Gestación: d e 7 a 16 meses
Número de crías: d e 10 a 35
Madurez sexual: 1 añ o aproxim adam ente
Nivel d e dificultad: reproducción muy difícil en ca utividad

H a d o g e n e s b ic o lo r

Gestación: unos 18 meses


Número de crías: unas 30
Madurez sexual: 2 años aproxim adam ente
Nivel d e dificultad: reproducción bastante difícil en cautividad

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form a d e cesta. E s lo q u e los an g ló fo n o s lla­
m an birth basket. E sta po stu ra se m antendrá a
lo largo de to d o el proceso.
D espués d e la apertu ra del o p érc u lo g e n i­
tal, los bebés esco rp io n es caen u no p o r uno
en la birth basket. El nacim ien to d u ra varias
horas. ¡En las hem bras d e H a d o g en es sp. p u e­
de pro lo ngarse hasta d o sc ien tas c u a re n ta ho­
ras! D espués de nacer, las cría s su b en a la es­
pald a d e su m adre, d o n d e se q u ed arán hasta
q u e p uedan independizarse. S corp io m a urus fuliginosus y crias estadio I
El n úm ero de crías v aría en fu n ció n de las
especies: puede o sc ila r en tre u n a d ec en a y
m ás d e un centenar, co m o pasa co n C e n tru ­ Desarrollo d e las crías
roides gracilis.
S in em bargo, p o d em o s e sta b le c e r una L as crías son d e co lo r claro al nacer, lo q u e sig ­
regla g eneral: las e sp e c ie s de esco rp io n es nifica que su ex oesqueleto es todavía inm adu­
d e g ran tam añ o (P a n d in u s sp ., H ete ro m etru s ro. S e les califica d e estad io I o fir s t instar, en
sp.) p ro ducen un n ú m e ro red u c id o d e g ra n ­ inglés, lo q u e significa que están en la fase que
des bebés, m ien tras q u e las d e esco rp io n es precede a su p rim era m uda; tam bién se les lla­
de p eq u eña talla g en eran un g ra n n ú m e ro de m a prejuveniles. C uando están en e s ta etapa,
crías. las crías no pueden alim entarse ni defenderse;

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Hembra d e H a d o g e n e s p a u c id e n s y cría estadio II

72
B rotheas g ra n u la tu s y crías estadio I

por eso deben perm anecer sobre la esp ald a de torce h oras, p o r la noche o al abrigo en un es­
su m adre. E ste m étodo les perm itirá tam bién, condite. E sta etapa com ien za con la rotura de
según algunos estu d io s científicos, conservar la cu tícu la a la altura d e la concha, donde los
un índice co n stan te de hum edad y p o d er así hi­ quelíceros, los pedipalpos y las patas son ex­
dratarse sin cesar. T am bién se ha calculado que traídos d e la exuvia. L uego, el cuerpo se retira
las h em bras q u e transportan crías son casi un despacio d e la exuvia con m ovim ientos vigo­
4 0 % m ás lentas q u e las q u e no llevan crías. rosos, intercalados con m om entos de relaja­
A sí, no pueden h u ir d ep risa en caso de am ena­ ción. D espués d e su m uda, los jóvenes son
za. El 65 % de las hem bras deciden incluso no m uy vulnerables. E n efecto, hay que esperar
escap ar y h ac er frente al enem igo; p o r eso la varias h o ras e incluso días hasta que la cutícu­
estrategia de d efensa m ediante el veneno resul­ la se en d u rece y les proporciona por fin una
ta m uy eficaz. protección eficaz.
L a duración del estadio I varía, según las El n ú m ero de estadios (entre cuatro y nue­
especies, entre cinco y veinticinco días. A unque ve) varía en función d e las especies y otros
este estadio puede variar tam bién según los factores. P odem os d ecir que se observa una
individuos en el seno d e una m ism a cam a- m ortalidad m uy elevada entre los pequeños es­
da, su cede q u e en una especie social, com o corpiones d u ran te los dos prim eros estadios;
O pisthacanthus cayaporum , la p rim era m uda luego, d esde el tercero, se vuelve relativam en­
aparece la m ayoría de las veces la m ism a no­ te fácil criarlos. S e recom ienda separar a los

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che, lo q u e sugiere un fenóm eno de grupo. El jó v e n es de la m ad re p ara evitar todo riesgo de
proceso de la prim era m uda du ra de d ie z a ca­ canibalism o.

73
C ría d e los jó vene s
Sólo después del segundo estadio — tras la pri­
m era m uda— , cuando las crías han abandona­
do la espalda de su m adre, podem os com enzar
a ocuparnos de ellos.
E n P andinus im p era to r, la h em b ra pre­
senta un com p o rtam ien to m aternal al p ro ­
teger a sus crías y al co rta rles las p resa s en
pedacitos.
Sin em bargo, tam b ién p o dem os alim e n ­
tarlas com o a las cría s de otras esp ecies, con
m icrogrillos o d rosófilas sin alas. E stas ú lti­
m as se denom inan tam b ién d rosófilas d e alas
v estigiales y están d isp o n ib les e n alg u n o s la ­ C ría estadio li d e O p isto p h th a lm u s w a h lb e rg ii
boratorios científicos.
E s im portante p resta r m u ch a atención a la
conservación de un índice c o n stan te de hum e­ Si observa el m en o r caso de canibalism o
dad. U na m a la h um edad relativ a es la causa p o r parte d e la m adre, retire d e in m ed iato a las
m ás frecuente de m o rtalid ad en lo s bebés crías. N o obstante, reco m en d am o s d ejar a los
escorpiones en ca u tiv id ad , so b re to d o en lo jó v e n es ju n to s el m ay o r tiem po p osible para
q u e respecta a las esp ec ies d esértic as, com o favo recer su crecim ien to y su sociabilidad. En
H adrurus arizo n en sis, cu y o s jó v e n e s son fa­ efecto , se h a d em o strad o q u e en cautividad los
m osos p o r ser m uy difíciles d e criar. jóven es tienen un m ejo r d esarro llo cu an d o cre­
cen con el resto d e la cam ad a q u e cuando se les
m antiene en solitario.

Q u é h a c e r c o n to d o s
estos e sco rp io n e s
Si su ca m a d a se co m p o n e d e n u m e ro so s j ó ­
venes, d eb erá re n d irse a la ev id en c ia: no p o ­
drá q u ed á rselo s to d o s, a m en o s q u e d isp o n g a
de e sp a c io su ficien te p ara alb erg ar a cad a
u no d e ello s cu an d o h ay an a lca n za d o la ed ad
ad u lta. P o r lo ta n to , d eb e rá p en sar en u n a s o ­
lució n cu a n d o sus cría s son to d a v ía p e q u e ­
ñas. P u ed e in fo rm arse en tie n d a s d e an im ales
esp e c ia liz a d a s en te rra rio filia o en cria d ero s,
p ara s a b e r si esta ría n d isp u e sto s a a d q u irir a
su s jó v e n es.
S ep a q u e, en c a so d e ven ta o d e ce sió n ,
te n d rá q u e in fo rm arse d e to d a la d o c u m e n ta ­
ció n legal q u e p rec isa, al igual q u e la s p erso ­
n as a la s q u e ce d a o v en d a su s esco rp io n es.
E n e fe c to , el c o m e rc io d e an im ales d e e sp e ­

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cie s no d o m é stic as e s tá so m etid o a ley es m uy
Ejemplar joven d e A n d ro c to n u s austrolis e stric ta s q u e es im p re scin d ib le conocer.

74
E n ningún caso, au n q u e no tenga m alas in­
tenciones, podrá regalar escorpiones p o r sor­ C onsejos
p resa a fam iliares, am igos o conocidos. L a ad­ PARA LA REPRODUCCIÓN
quisición de e ste anim al debe se r un acto m uy DE ESCORPIONES
m ed itado y un «escorpión sorpresa» puede
crearles a estas personas (y a l anim al) graves 1. Recree condiciones similares a la llega­
d a d e la estación d e reproducción.
problem as.
Si no encu en tra a ningún co m p rad o r para 2. C oloque siempre ol m a ch o en el terra­
rio d e la hembra.
sus jó v e n es y no tiene sitio para quedárselos a
to d o s, sólo podrá «dejar q u e actú e la naturale­ 3. Disponga unas piedras planas y lisas en
el terrario para el depósito del esperma-
za», es decir, esp erar a q u e los escorpiones re­
tóforo.
g ulen su población m ediante el canibalism o.
4. Prepare varios escondites para el m a­
P u ed e parecer cruel, pero sepa que es lo que ch o d o n d e p u e d a refugiarse si la hem­
su ced e en el m edio natural. bra se muestra hostil.
U n índice de supervivencia del 100% de 5. Retire al m a ch o justo después del a p a ­
lo s jó v e n es es un fenóm eno que no existe en reamiento.
e stad o salvaje en tre los escorpiones. 6. Alim ente bien a su hem bra durante la
D e e se m odo, no le quedarán m ás que los gestación.
individuos m ás fuertes y sanos. A sí, dedicará 7. No moleste a la hem bra durante el na­
su energía a m antener a los ejem plares m ás re­ cimiento.
sisten tes, co m o hacen los padres en m uchas es­ 8. Proporcione un índice constante d e hu­
m e d a d p ara la salud d e las crías.
p ecies en estad o salvaje.
9. Alimente a las crías con microgrillos,
drosófllas sin alas (drosófilas d e alas ves­
tigiales) y harina d e lombriz para las más
grandes.
10. Separe a los jóvenes d e su m adre para
evitar to d o riesgo d e canibdllsmo.

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Una buena salud

Para q u e el escorpión viva m ucho tiem po y m uy sensibles a la m enor m odificación de su


go ze d e buena salud, hay que cum plir unas am biente, y a sea quím ica, y a sea m ecánica.
norm as sencillas pero necesarias. E n prim er A sí, perciben las m ás ínfim as vibraciones en
lugar, hay q u e m anten er una higiene irrepro­ casa.
ch ab le en el terrario, pero tam bién en los vive­ U n escorpión q u e vive en un am biente
ros d e los insectos vivos q u e cría para su d o n d e sin cesar es víctim a d e las vibraciones
alim entación. de la televisión, del equipo d e m úsica, de los
N o debe sobrealim entar a su escorpión, y electro d o m éstico s o d e incesantes ruidos de
es im prescindible retirar to d a presa no consu­ paso y d e conversaciones anim adas estará muy
m ida; esto es im portante p ara evitar la prolife­ estresad o y será m ucho m ás vulnerable a las
ración d e bacterias y ácaros. enferm edades. Su esperanza d e vida tam bién
Sin em bargo, a pesar de todos sus cuida­ se verá m uy reducida.
dos, p u ed e q u e el escorpión enferm e. E ste ca­ A dem ás, hay q u e sab er que el estrés es un
pítulo le ayudará a d etectar qué es lo que le su­ facto r desen cad en an te en el fenóm eno del ca­
ced e y de esta m anera podrá encontrar los nibalism o, im portante cau sa d e m ortalidad en
rem edios para curarlo. los escorpiones.
Si posee varios escorpiones, deberá aislar El estrés tam bién p u ed e ser provocado por
siem pre a todo individuo enferm o. En caso de u n a ilum inación d em asiado fuerte (recuerde
m u erte d e uno de sus protegidos, deb erá lim ­ que los esco rp io n es son anim ales nocturnos),
p iar p o r com pleto el terrario y sus accesorios, falta d e escondites, u n a tem peratura o una hu­
así com o cam biar el sustrato. m edad relativa inadecuadas...

P rob le m a s Parásitos
d e salud Ácaros
Son los parásitos q u e m ás suelen afectar a los
Estrés escorpiones. Pertenecientes sobre todo a la es­
pecie O p h io n yssu s natricis, proliferan espe­
G racias a sus m últiples órganos sensoriales re ­ cialm en te en los am bientes cálidos y húm edos.
p artidos p o r todo el cuerpo, en particu lar los Por esta razón, los encontram os con m ás fre­

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tricobotrios y los peines, los escorpiones son cu en cia en los terrarios de especies com o

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Pandinus im perator. S e alojan sobre to d o en El m ejo r rem edio co n tra los ácaro s es la
los quelíceros y las articulaciones del escor­ prevención. P uede lim itar su proliferación lim ­
pión. L os ácaros son un verdadero problem a piando m uy a m enudo el terrario y cam biando
porque debilitan a los escorpiones al picarlos con frecu en cia d e sustrato. T am bién es n ecesa­
para alim entarse. Por otro lado, pueden trans­ ria una buena ventilación. P uede añadirle al
m itir gérm enes patógenos. sustrato cortezas o ag u jas d e pino, q u e aportan
Por desgracia, no existe ningún rem edio cierto grado d e acidez intolerable p ara los áca­
contra los ácaros. ros. A segúrese adem ás d e q u e los insectos v i­
Jam ás utilice antiparasitarios, porque estos vos que p roporciona a su escorpión no sean
productos están destinados a m atar a los arácni­ portadores d e parásitos.
dos: en efecto, ¡los ácaros son arácnidos, pero E n caso d e ataque im portante, para tratar
los escorpiones también! T am poco use produc­ el terrario co n m ayor eficacia lo m ejo r es reti­
tos antiácaros para reptiles, tóxicos por las m is­ rarlo todo, lim piarlo (incluso cam biarlo) y d e­
mas razones. ja rlo secar varios días al aire libre, p u es los
A lgunos criadores recom iendan a veces re­ ácaros no resisten los am bientes secos. En
currir a ácaros depredadores, com o H ypoaspis otras palab ras, d eb e volver a crear to d a la ins­
m illas e H ypoaspis acu leifer, q u e al parecer talación.
devoran a los ácaros q u e im portunan a los es­
corpiones. Pueden adquirirse en em presas de­ Nematodos
dicadas al control de plagas d e cultivos; existe L os esco rp io n es tam b ién su fren p o r la p re ­
un producto llam ado Entomite® q u e se vende sencia d e n em ato d o s, un o s p arásito s internos.
por Internet. P or fortuna, estas especies de ác a ­ E stas p eq u eñ as lo m b ric es lo s atacan cuando
ros m encionadas son inofensivas para los es­ tienen las d efen sas in m u n itarias d eb ilitad as,
corpiones. lo q u e le su ced e a to d o arácn id o q u e h a su fri­
d o la ca p tu ra en su m ed io d e o rig en , el tran s­
po rte, etc. P o r ello, d eb e p resta r aten ció n y
aseg u rarse d e q u e su an im al vive en buenas
cond icio n es.
P o r d esg ra cia no h ay rem ed io s co n tra los
n em ato d o s en los esco rp io n es.

iMrvas de fáridos
L os fó rid o s son una esp ecie d e m o sc a cuyas
larvas, carn ív o ras, atacan cu alq u ier organism o
qu e se h alle en las p ro x im id ad es. A m enudo
son im portados al terrario a co n sec u en cia de
la co m p ra d e g rillo s m an ten id o s en m alas c o n ­
dic io n es d e higiene.
D esp u és d e q u e los fó rid o s h ay an e fe c ­
tuad o la p u e sta en el te rrario , sus larv as, c u a n ­
do n azcan , van a d ev o ra r al esco rp ió n d esde
dentro.
B astan p o cas h o ras p ara que varias d e c e ­
nas d e larvas realicen una au tén tica carn icería
y m aten a un esco rp ió n que estab a sano. El
único rem ed io es la p revención. C om pre a li­
m entos vivos criados co m o es d eb id o y e lim i­

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ne to d a m o sca o larva so spechosa.
Á co ro gam ásido

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Infecciones
b a c te ria n a s

L as infecciones bacterianas son frecuentes en


lo s terrarios descuidados. A m enudo aparecen
cuando se h a o lvidado una presa no devorada
o cuando el su strato es d em asiado viejo. No
existe o tro rem edio q u e la prevención: así
pues, retire to d a p resa no consum ida y respete
una rigurosa h igiene en el terrario lim piándolo
y cam biando el sustrato con bastante fre­
cuencia.

Virus
C e n tru ro id e s m a rg a rita tu s c o n micosis
S e calcu la que entre un 2 y un 5 % d e los es­
co rp io n es son p ortadores d e virus; sin em bar­
M icosis g o , son infrecuentes en cautividad y m uy poco
co nocidos. P o r ello, es im posible dar la lista de
L as m ic o sis son hongos q u e se desarrollan los virus, su s síntom as y su s tratam ientos. Si
cu an d o la hum edad es d em asiad o alta. A fecta observa varias m uertes inexplicables en su po­
so b re to d o a las especies desérticas que viven blación d e esco rp io n es y no se trata d e micosis,
en terrarios con h um edad relativa excesiva, y a parásitos ni infección bacteriana, puede sig­
las tro picales, en m alas co ndiciones h igiéni­ nificar q u e los an im ales han contraído un vi­
cas. A l parecer, en las especies B u th u s occita- rus. En ese caso es im prescindible aislar a los
nus y A n d roctonus au stra lis las m icosis se individuos sanos y ponerlos en un nuevo terra­
asocian con el envejecim iento. rio bien lim pio y con un nuevo sustrato para
E n to d a s las esp ec ies esto s hongos se pre­ que no se contagien.
sentan en fo rm a d e m an ch itas negras en las ar­
ticu laciones y el abdo m en, en las partes m ás
p ró x im as al suelo, co m o peines, estre n ite s, p a ­ H eridas
tas, anillos, etc. Son fáciles d e d istin g u ir en
esco rp io n es de co lo r claro, co m o H adrurus D espués de una m uda, los escorpiones son
a rizo n en sis, p ero es casi im posible en un e s ­ m uy v ulnerables durante un periodo que puede
co rp ió n com o P andinus im perator. ex ten d erse h asta diez días. Por eso no son raras
L a afección puede ser profunda y alcanzar las heridas en las especies d e escorpiones agre­
el sistem a respiratorio. sivos que viven en el m ism o terrario, o en los
L as heridas son a m enudo colonizadas por m achos d e todas las especies que intentan
m icosis de los géneros A spergillus o F usarium , acercarse a una hem bra en el periodo d e repro­
incurables. ducción.
P ara tratar las m icosis superficiales, puede L os co m b ates entre ellos pueden derivar a
utilizar fungicidas para reptiles o para peces de veces h acia el canibalism o, pero las sim ples
acuario, q u e se aplican con la ayu d a de un bas­ heridas son m ás frecuentes.
toncillo de algodón D eb e sab er que el exoesqueleto de los es­
O tra posibilidad es com prar en la farm acia corpiones no es una arm adura a toda prueba:
parah idroxibenzoato de m etilo, que hay que pu ed e agrietarse con facilidad, p o r ejem plo en
d ilu ir en alcohol. R espete escrupulosam ente el caso d e caída. E sta es una de las prim eras cau­
tratam iento indicado con el fin de ev itar toda sas d e m ortalidad en los escorpiones en cauti­

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recaída. vidad.

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Parada y a pa rea m iento d e escorpiones A n d ro c to n u s o m o re u x i (Áfrico d e l N orte)

Por esta razón, hay que ten er m ucho cuida­ H ay varias soluciones p ara c u ra r al esco r­
do al sacar al arácnido del terrario, por ejem plo pión en caso d e q u e se h ay a p ro d u cid o u n a h e­
para lim piarlo. rida abierta.
D urante la operación, coloque a su escor­ En la farm acia se vende un p roducto líq u i­
pión en otro terrario com plem en tario o en do para ap licar so b re am pollas o pequeñas c i­
cualquier recipiente b ien cerrad o (y bien ven­ catrices; es ta «piel líquida» suele ser m uy útil
tilado). p ara los escorpiones.
Si alguna vez debe m anipular al escorpión, T am bién puede o p tar por ap lica r so b re la
hágalo encim a de la cam a o sobre el so fá para herida una cap a m uy fin a d e talco o d e laca
así m inim izar los riesgos de h erida en caso de para u ñ as p ara d eten er la p érd id a d e hem o-
que el escorpión se le caig a de las m anos. linfa.
Tam bién es sum am ente im portante tener
cuidado con la organización del terrario: en
efecto, en ocasiones los escorpiones quedan
gravem ente heridos después de la caíd a de una Problem as
piedra o de otro elem ento de la decoración. d e la m u d a
Ello sucede sobre todo co n las especies exca­
vadoras, q u e se encuentran a veces atrapadas L os problem as de la m u d a incum ben sobre
bajo un escondite q u e se les h a d errum bado en­ todo a los esco rp io n es cuyas necesidades hi-
cima. A sí pues, asegure todos los elem entos de grom étricas no se resp etan , ya q u e el d esp ren ­
la decoración a fin de ev itar los derrum ba­ dim iento d e la cu tícu la requiere un alto nivel

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mientos. de hum edad.

80
En caso contrario, la exuvia del escorpión
qu ed a adherida y el anim al no puede salir de
ella.
C u ando afecta al m esosom a, este acciden­
te tiene unas consecuencias fatales.
P o r desgracia, no es posible ayudar al
escorpión a desem barazarse de su exuvia. Es
im portante saber q u e este problem a de m uda
es u n a ca u sa im portante d e m ortalidad en los • *•"*
jó v e n es H a d ru ru s a rizonensis que se en c u en ­
tran en cautividad.
J o v e n ejem plar d e H ete rom e trus longim anus
en p le n a m u d a

SU ESCORPIÓN TIENE UN COMPORTAMIENTO RARO

• Intenta trepar o perm a n ece siempre posado en los elementos d e la decoración: el sustrato es
dem asiado húm edo.
• P erm anece sin interrupción en su c u e n c o d e agu a : el terrario está dem asiado seco.
• Se desplaza de un lado a otro del terrario: a lg o en su am biente no le conviene en absoluto (tem ­
peratura o hum e da d inadecuadas, m ala higiene...). También pueden molestarlo los movimien­
tos de una presa viva no d e vo ra d a o, peor aún, quizá está Infestado d e ácoros.

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H e m b ra d e P arabuthus tra nsvaa licu s m a ta n d o a un m a c h o

81
C EN TR O S A N TIV E N E N O Y DE T O X IC O V IG IL A N C IA
C E N T R O N A C IO N A L D E T O X IC O L O G ÍA C E N T R O D E B IO T E C N O L O G ÍA D E LA
T el.: 91 5 6 2 0 4 2 0 F A C U LT A D D E F A R M A C IA D E LA
P á g in a w e b : h ttp ://w w w .m ju .e s /to x ic o lo g ia U N IV E R S ID A D C E N T R A L D E
VENEZUELA
E L iR O T O X ( A s s o c ia tio n o f E u ro p e a n E s e l la b o ra to rio p r o d u c to r d e s u e ro s
T o x ic o lo g is ts & E u ro p e a n S o c ie tie s o f a n tio f íd ic o s y a n tie s c o rp ió n ic o s , lo s c u a le s se
T o x ic o lo g y ) e la b o r a n y d is tr ib u y e n p a ra c u b r ir la d e m a n d a
P á g in a w e b : h ttp ://w w w .e u ro to x .c o m e n e s te p a ís .
(P ágina w e b d e la A so c ia c ió n E u ro p e a d e T e lf.: 5 8 - 2 1 2 -6 0 5 2 7 0 4
T o xicología y to d a la in fo rm ació n re fe re n te a ella.) P á g in a w eb: http://w w w .ucv.ve/F arm acia/servicios/

R E D T O X (R e d d e c e n tr o s p a ra e l c o n tro l y C .I .A .T .O . ( C e n tr o d e I n fo rm a c ió n y
tra ta m ie n to d e e n v e n e n a m ie n to s p o r a n im a le s A s e s o r a m ie n to T o x ic o ló g ic o )
p o n z o ñ o s o s) F a c u lta d d e F a rm a c ia . U n iv e r s id a d C e n tra l
P á g in a w e b : h ttp ://w w w .re d to x .o rg d e V e n e z u e la
T el. (0 2 ) 6 0 5 2 6 8 6 - 6 0 / 6 7 1 3 5
( P á g in a c r e a d a p o r e l In s titu to B io c ló n y
L a b o ra to rio S ila n e s , la b o ra to rio s líd e re s e n la F ax: (0 2 ) 6 9 3 0 2 7 0
in v e stig a c ió n y d e s a rr o llo d e a n tiv e n e n o s , d o n d e E -m a il: in fo o s im e t@ m e rlin .rs t.u c v .v e .
se p u e d e e n c o n tr a r a b u n d a n te in fo rm a c ió n .) H O S P IT A L D E N IÑ O S
« I)R . R I C A R D O G U T I É R R E Z »
L A B O R A T O R I O S S I L A N E S , S .A . (U n id a d d e T o x ic o lo g ía )
F a b ric a n te s y d is trib u id o re s s u e r o s a n tiv e n e n o G o b ie r n o d e la C iu d a d d e B u e n o s A ire s
p a ra e s c o rp io n e s . S á n c h e z d e B u s ta m a n tc 1399 C P 1425 -
A n ire s 1 3 0 4 C o l. d e l V alle C a p ita l F e d e ra l (A rg e n tin a )
M é x ico D .F .0 3 1 0 0 T e l: ( 5 4 1 1 ) 4 9 6 2 6 6 6 6
P á g in a w e b : h ttp ://w w w .s ila n e s .c o m .m e x
F ax : 4 9 6 2 3 7 6 2
E -m a il: to x i-g u ti@ p c c p .c o m .a r
H O S P IT A L S A N V I C E N T E D E P A U L
(C en tro d e a te n c ió n e in fo rm a c ió n ) H O S P IT A L D E N IÑ O S
C a lle 6 4 N . 5 I D 154 « D R . P E D R O D E E L IZ A L D E »
M e d e llín (C o lo m b ia ) (U n id a d d e T o x ic o lo g ía )
G o b ie r n o d e la C iu d a d d e B u e n o s A ire s
IN A (In te rn a tio n a l N e u ro to x ic o lo g y A v d a . M o n te s d e O c a 4 0 C P 1 2 7 0 -
A s so c ia tio n ) C a p ita l F e d e ra l (A rg e n tin a )
P á g in a w e b : h ttp ://w w w .n e u ro to x ic o lo g y .o rg / T el: (5 4 1 1) 4 3 0 0 21 15 / 4 3 0 7 5 8 4 2 /4
P á g in a w e b d e la A s o c ia c ió n In te rn a c io n a l d e Fax: 4 307 7 4 00
N e u ro to x ic o lo g ía . E -m a il: m a e fe m a n @ in tra m e d .n e t.a r

S O C IE D A D M E X I C A N A D E
T O X IC O L O G ÍA
h ttp ://s io u x .fq u im .u n a m .m x /s o m to x / E n E E .U U .

H O S P IT A L B a n c o d e an ti ven en o d e l cu erp o d e b o m b er o s
«D R . L E O P O L D O M A N R IQ U E T E R R E R O » y resca te d e M ia m i-D a d e: 1 7 8 6 3 3 1 4 4 4 4
(S e rv ic io d e T o x ic o lo g ía M é d ica) C o rre o e le c tró n ic o :
D irecció n C o c h e , C a ra c a s (V e n e z u e la ) m d fra n tiv e n o m @ m ia m id a d e .g o v
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Medidas preventivas

Ya sabe q u e el hecho de te n e r un escorpión no


carece d e riesgos, tan to p ara él com o para us­
ted y sus fam iliares. P ara q u e todo acontezca
en las m ejores condiciones, debe cu m p lir de
form a o b ligatoria unas sencillas norm as que
eviten los accidentes trágicos.

Im p id a las fugas
L as fu g as son una de las prim eras causas de
m ortalidad en los escorpiones en cautividad. A
m enudo acaban m al: el escorpión herido por
una caíd a m uere o nos pica p ara defenderse
m ientras intentam os cogerlo.
S epa que un escorpión puede trepar, co lar­
se p o r aberturas estrechas y levantar cualquier
obstáculo co n la ayu d a de sus pinzas. P o r ello,
es im prescindible q u e el terrario esté equipado
con una tapadera provista d e un sistem a de cie­
rre eficaz. Tam bién pu ed e colocar el terrario
d entro de otro m ás grande o en una vitrina ce­
rrada co n llave.

Evite las m a n ip u la c io n e s
C om o usted sabe, un escorpión no es un
anim al de com pañía; por lo tanto, no debe m a­
nipularlo. A veces resulta ten tad o r q u erer m os­
trárselo a los am igos sobre la m ano, pavoneán­

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dose, pero hay q u e saber q u e es peligroso tanto Aguijón de Androctonus crassicouda (Emiratos Árabes Unidos)

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para nosotros com o para el escorpión. E ste ú l­ Heterometrus o Hadogenes, sólo tiene q u e te­
tim o corre peligro de caer, y nosotros, de sufrir m e r un posible riesgo d e alergia, pero su vida no
una picadura. peligra.
Por ello, la adquisición de un escorpión, A tención: en la m ayoría d e los caso s los
com o en el caso de todos los dem ás anim ales síntom as aparecen en m edia h o ra, ¡pero a ve­
peligrosos, debe reservarse a personas apasio­ ces hay q u e esp erar entre cu atro y d o ce horas!
nadas y responsables, conscientes de los ries­ Por lo tanto es im portante que se m uestre m uy
gos en los que incurren, q u e hayan adoptado aten to y q u e se ponga en co n tacto con su m é­
num erosas m edidas de prevención y estén pre­ d ico aun q u e no observe n inguna señal en las
paradas para el envenenam iento si el accidente prim eras horas.
sobreviene a causa de su anim al. E ste es el p rocedim iento q u e d eb e seg u ir si
le pica un esco rp ió n peligroso:
Cóm o co g e r a un escorpión
• C o n serv e la calm a: el p án ico au m en ta el rit­
T am poco olvide que, aunque la esp ecie de e s ­ m o ca rd iaco y, por lo tan to , la v elo cid ad a la
corpión que usted posee n o sea peligrosa para q u e circ u la el v eneno p o r el riego san g u í­
el hom bre, puede q u e su veneno provoque neo.
graves reacciones alérgicas, sem ejan tes a las • N o h ag a ningún to rn iq u ete y retire to d o lo
observadas con las avispas y las abejas, por q u e le ap riete la parte m ordida (cinturón,
ejem plo. sortijas, zapatos...).
Si por uno u otro m otivo debe coger al es­ • N o asp ire el veneno co n la boca.
corpión, sólo tiene que actuar con la ayuda de • Inm ovilice la región picada.
un tarro (sin su tapadera) y d e un palo. Coloque • A plique hielo para lu ch ar co n tra el d o lo r y la
el bote cerca del escorpión y, con el palo, em ­ difu sió n del veneno.
puje al escoipión suavem ente hacia el recipien­ • N o co m a ni beba. E sta co nsigna resu lta e s ­
te. Enseguida entrará para refugiarse allí. pecialm ente im portante co n el alco h o l, un
O tra solución consiste en deslizar u n a hoja vaso d ilatad o r co n o cid o q u e acelera la ab so r­
de cartulina bajo el escorpión y luego cubrirlo ción d el veneno (se h a d em o strad o que el al­
con un tarro. Ya sólo tendrá que d arle la vuelta cohol fija el v eneno en el sistem a nerv io so y
despacio al invento p ara que el escorpión caiga hace q u e las n eu rotoxinas sean m u ch o m ás
al fondo del bote. eficaces).
También puede co g er al arácnido con la • Identifique con precisión al escorpión (co n ­
ayuda d e pinzas especiales de unos 30 cm , d is­ viene co n o cer el n o m b re exacto d e la especie
ponibles en algunas tiendas de anim ales o en a la q u e pertenece) para d ecírselo al personal
proveedores de equipos para la investigación m édico.
científica. C oja a su escorpión siem pre por la • L lam e a las urgencias m éd icas e infórm eles
base del telson, nunca p o r la base del m etaso- so b re el nom bre de la especie q u e le h a p i­
m a, por una pinza o por una pata. cado.

El escorpión le ha p ic a d o : L os síntom as d e esco rp io n ism o y el grado


¿qué hacer? de en venenam iento varían m ucho en función
del sexo, de la ed ad y del estad o d e salud d e la
Ante todo, no se deje llevar por el pánico. En víctim a, así co m o d e la esp ecie d e escorpión
prim er lugar, ¿está seguro de que su escorpión responsable d e la p icadura. N o o b stan te, estos
pertenece a una fam ilia cuyo veneno puede ser son alg u n o s d e los efecto s observados:
mortal para el hom bre? L os escorpiones m ás
peligrosos son sobre todo los de los géne­ • S ín to m as locales (en el lu g ar de la picadura):
ros Buthus, Parabuthus, Androctonus, Leiurus d o lo r vivo e intenso, ed em a, sensación de

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y Tityus. En caso de que le pique un Pandinus, en tu m ecim ien to , horm igueo.

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E n E sp añ a resu lta co m p lic a d o h allar un antí­
d o to p ara las esp ec ies d e esco rp io n es exóti­
cos; ad em ás, no es m u y h ab itu al te n e r que tra­
ta r lo s en v en en am ien to s p o r esco rp ió n (ya que
las e sp e c ie s d e e sco rp io n es e n n u estro país
son in o fen siv as). P o r ello , es m u y sensato ad­
q u irir en el ex tran jero un su e ro antiveneno
p ara la e sp ec ie q u e p o se e. E x isten sueros para
las e sp e c ie s sig u ien tes: A n d ro cto n u s australis,
A n d ro c to n u s cra ssic a u d a , A n d ro cto n u s mau-
rita n ic u s, B u th o tu s s a u lc y i, B u th u s occitanus,
C e n tru ro id es s p ., L e iu ru s quinquestriatus,
M e so b u th u s e u p e u s, M eso b u th u s tamulus,
O d o n th o b u th u s d o ria e , S c o rp io m aurus y
T ityu s sp.
P u ed e c o n tac tar co n los b an co s de antído­
to s d e p aíses ex tran jero s (le facilitam os en la
pág. 82 los d ato s d e alg u n o s centros antivene­
no y d e to x ico v ig ilan cia d o n d e se puede infor­
m ar y a d q u irir an tíd o to s). Al parecer, el banco
d e an tíd o to s d e M iam i es uno de los m ejor pro­
visto s del m u n d o (B anco d e A ntiveneno del
C u erp o d e B om b ero s y R escate d e M iami-
D ade: m d fran tiv en o m @ m iam id ad e.g o v ).
Euscorpius fla v ic a u d is (Fra n cia)

• S ín to m a s g en e rale s: dolor, m ig rañ a, n á u ­ N o llene d e m a s ia d o


seas, v ó m ito s, d ia rrea , ca la m b re s ab d o m i­ el terrario
n ales, tran sp ira ció n ex c esiv a, an sied a d , d ifi­
cu ltad re sp ira to ria , reten ció n d e o rin a y C o m o h em o s v isto , pocas especies pueden
tam b ién : conv iv ir en el m ism o terrario; p o r esta razón,
— d o lo res m á s o m en o s intensos; n o d eb e lle n a r d em asiad o el terrario, aunque la
— parestesia: se n sib ilid ad an ó m ala, co n se n ­ con vivencia vaya bien.
sa ció n d e a rd o r y horm igueos; Toda su p erp o b lació n d esem bocará de for­
— h ip erestesia: ex trem a sensibilidad d e la m a in ev itab le en caso s d e canibalism o. El ex­
piel; ce so d e p o b la ció n tam bién aum enta los riesgos
— ataxia: falta d e co o rd in ació n m uscular, d e en ferm ed ad y d e co ntam inación por virus.
m o v im ien to s involuntarios y debilidad
m uscular;
— taq u icard ia: trasto rn o s del ritm o cardiaco N o so b re a lim e n te
(elevación a 150 pu lsacio n es p o r m inuto a l e s c o rp ió n
p a ra P arabuthus g ra n u la tu s, y dism in u ­
ció n a 5 5 , p ara P arabuthus tra nsvaalicus, N u n ca le d é al esco rp ió n m ás alim ento del
p o r ejem plo); q u e p u ed e com er. U na p resa no consum ida que
— d isfag ia: dificu ltad p ara tra g a r y salivación qu ed a en el terrario p resen ta varios riesg o s im ­
excesiva; portantes:
— disartria: g ran dificu ltad p ara hablar;
— p tosis: p árp a d o s caídos. • E n aq u e llo s ca so s en los q u e la p resa está

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viva, p u ed e h erir al esco rp ió n p ara defen d er­

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Grosphus fla v o p ic e u s sobre un tron co (M a d a g a s c a r)

se o atacarlo cuando es vulnerable, ju sto d es­ J a m á s suelte a un


pués de una m uda. e sco rp ió n en la n a tu ra le za
• Si está m uerta, pued e convertirse en un so­
porte ideal para la proliferación de bacterias Si alguna vez no puede se g u ir o cu p án d o se d e
y ácaros, a los q u e los escorpiones son m uy su esco rp ió n , ja m á s lo suelte en la naturaleza.
sensibles. L as invasiones d e esp ecies ex trañ as en un ec o ­
sistem a siem p re resultan d esastrosas. P ara e m ­
pezar, el escorpión puede m o rir p o r d iversas
J a m á s re g a le causas. A d em ás, tam bién puede rep resen tar un
un e sco rp ió n pelig ro para los seres h u m an o s y lo s an im ales
dom ésticos. Y, p ara acabar, cu an d o se libera a
Por razones que resultan evidentes, un escor­ varios individuos, si sobreviven y se adaptan,
pión no es un regalo q u e se ofrece de im pro­ pueden rep ro d u cirse y d a r orig en a u n a p o b la­
viso. ción q u e h ará una d u ra co m p eten cia alim en ti­
P o r otro lado, la cesión y la venta de escor­ cia a las esp ecies autóctonas.
piones son actos som etidos a una legislación R esulta m uy co n o cid o el caso d e la tortuga
m uy estricta. de F lorida (Trachem ys sc rip ta elegans), q u e se
Si alguna vez tiene q u e darle o venderle un exp o rtó d e fo rm a m asiva a E u ro p a co m o an i­
escorpión a alguien, esa persona deb erá co n o ­ mal d e com pañía. Al cab o d e varios m eses, sus
cer, com o usted, la legislación vigente e n n ues­ propietarios se d ieron cu en ta d e q u e su tortuga

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tro país para tener derecho a p o seer y m antener hab ía alcan zad o una talla d e 25 cm y un peso
a ese animal. d e 3 kg. Al no p o d er co n serv arlas, les «devol­

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vieron la libertad»... Resultado: hoy en día, hay cies extrañas se adapten al clim a d e E spaña y
tortugas de Florida en m uchos m edios acuáti­ prosperen en detrim ento d e otras.
co s europeos y están elim inando especies endé­ D espués d e su im portación accidental,
m icas del continente antes ya am enazadas... E u sco rp iu s fla v ic a u d is, d e E uropa del S ur y
C om o hem os visto a lo largo de este libro, A frica del N orte, se h a acostum brado al clim a
los escorpiones son auténticos cam peones de d e In glaterra y U ruguay: ¡su población está
la supervivencia, y no es im posible q u e esp e­ h o y en d ía en pleno crecim iento!

LOS 1 0 MANDAMIENTOS DEL «ESCORPIONÓFILO» PREVENIDO

1. Jamás com pre un escorpión no identificado.


2. Asegure el terrario y fije una e tiq u e ta q u e indique la especie d e su escorpión.
3. Im pida las fugas.
4. Evite las manipulaciones.
5. Tenga siempre a m a n o el número d e teléfono d e urgencias médicas.
6. Infórmese d e lo q u e hay q u e ha ce r en caso d e envenenam iento y a d o p te las medidas nece­
sarias.
7. Jamás suelte a un escorpión en la naturaleza.
8. N unca regale un escorpión.
9. Jamás deje un escorpión al a lc a n c e d e los niños.
10. Infórmese d e la legislación vigente.

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Un escorpión d e la familia Scorpionidae

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índice

In tro d u c c ió n ............................................................................................................................................ 5

D e s c u b rim ie n to d e l a n im a l...................................................................................... 7
D escubrim iento de las especies ................................................................................................................ 7
Diferentes fam ilias de e s c o rp io n e s ........................................................................................................... 9

C a ra c te rís tic a s g e n e r a le s ....................................................................................... 17


Q ué es un escorpión .................................................................................................................................... 17
A natom ía externa ......................................................................................................................................... 23
A natom ía interna ......................................................................................................................................... 25

Especies d e e s c o rp io n e s e n c a u tiv id a d ........................................................................... 29


Especies para p rin c ip ia n te s........................................................................................................................ 29
Otras e s p e c ie s ................................................................................................................................................ 31
Especies que deben evitarse ...................................................................................................................... 36

A d q u is ic ió n .................................................................................................................. 41
A ntes de la c o m p r a ...................................................................................................................................... 41
D ónde com prar un escorpión ................................................................................................................... 43
Cóm o elegir un e s c o r p ió n .......................................................................................................................... 44
¿U no o varios? ............................................................................................................................................. 44
T ra n sp o rte ....................................................................................................................................................... 45
Llegada del escorpión a casa ................................................................................................................ 46

C o n v iv e n c ia c o n el e s c o r p ió n .................................................................................................. 47
O rganización del espacio del e s c o r p ió n ................................................................................................ 47
C om posición del terrario .......................................................................................................................... 49
E q u ip o ........................................................................................................................................................... 54
Parám etros f ís ic o s ......................................................................................................................................... 56

A lim e n ta c ió n s a n a ............................................................................................................................. 59

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Presas v iv a s ..................................................................................................................................................... 59
¿C on qué frecuencia hay que alim entar al e s c o r p ió n ? ...................................................................... 60

94
H i g i e n e ..................................................................................................................................................... 63
M an tenim iento del te r r a r io ...................................................................................................................... 63
C ó m o lim piar el t e r r a r i o ........................................................................................................................... 63

C r í a y r e p r o d u c c i ó n ........................................................................................................................ 65
D istinción del s e x o ..................................................................................................................................... 65
C ondiciones n e c e s a r ia s .............................................................................................................................. 66
R eproducción d e los e s c o r p io n e s .......................................................................................................... 67
G estación y nacim iento ........................................................................................................................... 70
D esarrollo d e las c r í a s ................................................................................................................................ 72
C ría d e los jó v e n es ..................................................................................................................................... 74
Q u é h ac er co n todos esto s e s c o rp io n e s ................................................................................................ 74

U n a b u e n a s a l u d ................................................................................................................................ 77
P roblem as de s a l u d ..................................................................................................................................... 77
H eridas .......................................................................................................................................................... 79
P roblem as de la m u d a ................................................................................................................................ 80

M e d i d a s p r e v e n t i v a s ...................................................................................................................... 83
Im pida las fugas ......................................................................................................................................... 83
E v ite las m anipulaciones ........................................................................................................................ 83
N o llene dem asiado el terrario ............................................................................................................... 85
N o so brealim ente al e s c o r p ió n ............................................................................................................... 85
Ja m ás regale un escorpión ...................................................................................................................... 86
Jam ás su elte a un escorpión en la n a t u r a le z a .................................................................................... 86

B i b l i o g r a f í a .............................................................................................................................................. 88
D iv u lg a tiv a ................................................................................................................................................... 88
C ie n tífic a ........................................................................................................................................................ 88

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Presente en la mitología sumamente atractivo. En protegidos por la Conven­
grecorromana, com o ene­ la actualidad forma parte ción de Washington; ocu­
migo del cazador Orion, o de los diez NAC (Nuevos rre lo mismo con D id ym o -
relacionado con los sorti­ Animales de Compañía) centrus iesueuri, Hetero­
legios d e determinadas que gozan d e mayor po­ m etrus spinifier y H a d o -
zonas de África, el escor­ pularidad, después de las genes troglodytes.
pión, animal considerado arañas, las serpientes y los
peligroso, ha desperta­ fasmos. 1^^, M a rie -S o p h ie
do desde siempre el temor Sin embargo, el escorpión Germain es pe-
de los viajeros. No obstan­ nos soporta bien vivir en l y riodista cientí-
te, de las 1500 especies cautividad, y numerosas fica especiali­
censadas en el mundo, especies están en peligro zada en zoología, etolo-
tan sólo veinte son morta­ de extinción debido a la gía, NAC y paleontología
les para el hombre. destrucción de sus hábitats. desde hace diez años.
Tanto si nos provoca miedo Es el caso d e Pandinus Vive rodeada por numero­
com o si nos fascina, el imperator, Pandinus dicta- sos animales, que constitu­
escorpión es un animal tor y Pandinus gambiensis, yen su gran pasión.

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