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H isto ria se c r e t a d e l a s SS

Robin Lumsden

Traducción de
Alejandra Devoto

Ια e/fera 0 de Io/ libro/


Prim era edición: octubre de 2003

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Título original: H im m lers B lack Order, Sutton Publishing, G loucestershire, FU


© Robin Lutnsden, 1997
© De la traducción: A lejandra Devoto, 2003
© La E sfera de los Libros, S.L., 2003
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M aquetación y Fotom ecánica: Star-Color
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Encuadernación: Méndez
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ÍN D IC E

Introducción ....................................................................................... 9

O R ÍG E N E S Y P R IM E R A E T A P A ............................................ 13

LA A L L G E M E I N E - S S ................................................................... 41
O rganización general de la Allgem eine-SS ................................. 41
Las SS: obligaciones y condiciones de s e r v i c io .......................... 82
La elite r a c i a l ....................................................................................... 112
Los guardianes del E s t a d o ................................................................ 136
El im perio industrial ........................................................................ 167
La sociedad de las SS ........................................................................ 179
Nobles antepasados .......................................................................... 189
La generación siguiente ................................................................... 204
La SS G e r m á n ic a ................................................................................ 217
El simbolismo y el atuendo de la O rd en N e g r a ....................... 230

LA W A F F E N - S S ................................................................................ 271
O rígenes y organización de la W a ffe n -S S .................................... 271
La W affen-SS en la g u e r r a ................................................................ 290
U niform es de la W a ffe n - S S .............................................................. 333

Epílogo .................................................................................................. 413

Bibliografía .......................................................................................... 433

Indice a lfa b é tic o .................................................................................. 439


In t r o d u c c ió n

AS SS SO N una de las organizaciones más conocidas y, sin embargo,


L p eor com prendidas de la historia. Para casi todo el m undo no fue
más que el brazo arm ado del Estado nazi, cuyo único objetivo era
subyugar m ediante el terror. E n consecuencia, siem pre se la identifi­
cará con los cam pos de concentración, las torturas y el exterm inio
masivo y, p o r tal m otivo, está condenada a ser despreciada y detestada
de form a casi universal durante las generaciones venideras.
Sin embargo, ese lado oscuro no es más que una parte de la histo­
ria de las SS.Toda la saga es bastante más compleja y, en m uchos sentidos,
resulta casi increíble. En diez años, las SS pasaron de ser una pequeña
escolta no remunerada de un político insignificante a convertirse en una
fuerza que dom inó las esferas raciales, culturales y profesionales del
im perio más poderoso que se haya visto jamás en el continente europeo.
Todas las dependencias policiales nacionales de los territorios ocupados
estaban controladas por las SS, y una red de empresas monopolísticas
brindaba a los centenares de fábricas de la organización acceso directo a
sus propios mercados: el interno, el de materias primas y el de trabajo.
Todo tipo de personas, desde agricultores y militares hasta profesores
de universidad y aristócratas, acudieron a incorporarse a las SS para satis­
facer sus propios fines egoístas.
E n el centro se encontraba H im m ler, un idealista am bicioso y
despiadado. D esde el día en que asumió el m ando, H im m ler fue las SS
y las SS fueron Himmler. El progreso de la organización quedó vincula­
do a la carrera de su Reichsführer, que fue consiguiendo un cargo
im portante tras otro hasta que, en 1945, llegó a concentrar en su p er­
sona más poder que ningún otro hom bre, excepto H itler. Cada vez
que H im m ler obtenía un cargo llevaba consigo a las SS, que se con­
10 Historia secreta de las SS

virtieron a la vez en la base y el instrum ento de su fuerza. En el apogeo


de su influencia, H im m ler fue jefe de la Policía, ministro del Interior
del R eich, Reichski ter del NSDAP, m iem bro del Reichstag, com isiona­
do del R eich para la consolidación del germanismo, com andante en
jefe del Ejército nacional, jefe del arm am ento militar y com andante de
los grupos de ejército del R in y delVístula. D e hecho, él y sus SS con­
trolaron todas las fuerzas militares, paramilitares y policiales del frente
interno alemán durante la segunda guerra mundial.
Sin embargo, con su fatídica fascinación por la genealogía, el
medievalismo y las tradiciones alemanas, el Reichsführer de las SS ejerció
un control absoluto sobre un gigante que no era, para él, un vehículo
político sino una orden racial. Por lo que respecta a H im m ler, las SS
eran, en prim er lugar y por encima de todo, una familia multinacional,
un clan nórdico que acabaría reuniendo a los pueblos germ ánicos de
Europa para que nunca más volvieran a surgir conflictos entre ellos.
H im m ler planeaba que, tras la conclusión victoriosa de la guerra, esa
últim a gran guerra de exterm inio en la que las SS dem ostraran su valor
m ediante Jos logros de sus propias unidades en los campos de batalla, él
y sus sucesores fortalecerían esa orden, de la que saldrían los dirigentes
de la industria, la agricultura, la política y las actividades del pensam ien­
to de una nueva Europa pagana, vigilada y protegida po r las SS.
Por su parte, A dolf Hitler estaba satisfecho con dar rienda suelta a
las fantasías de su leal seguidor puesto que para tratar a los posibles albo­
rotadores bastaba con amenazarlos, con «entregarlos a Himmler». Saber
que el todopoderoso Reichsführer m erodeaba com o una especie de coco
solía ser suficiente para que H itler no recibiera más que adulación de
todos, salvo de los más decididos. E n consecuencia, se perm itió que las
esperanzas y los sueños personales de H im m ler para las SS, p o r irreales
que fueran, forjaran la evolución de toda la organización.
Escribo este libro con la esperanza de aclarar algunas ideas falsas
y dem ostrar que las SS tenían m uchas más facetas que las que en
general se conocen. D entro de la propia Alemania, durante el Tercer
R e ic h , las SS ocuparon un lugar único. Fueron tem idas, aunque tam ­
bién fueron respetadas de verdad y, en algunos casos, incluso reveren­
ciadas. Pertenecer a las SS estaba m uy bien visto, y los uniform es y el
equipo, diseñados con tanto esmero para tratar de destacar a la nueva
Introducción 11

elite, en seguida se convirtieron en símbolos de prestigio dentro del


joven im perio. N o habría que olvidar jam ás la poderosa influencia de
las insignias y los uniform es cuando uno intenta encontrar respuestas
a la pregunta, tantas veces form ulada, de por qué unos ciudadanos
com unes, respetuosos de la ley, apoyaron alegrem ente a una organiza­
ción que hoy en general se considera crim inal.

Robín Lumsden
Cairneyhill, marzo de Í9 9 1
O r íg e n e s y p r i m e r a et a pa

O S O R ÍG E N E S D E las SS están estrecham ente vinculados con los


L acontecim ientos y las repercusiones de la prim era guerra m u n ­
dial, un conflicto épico que tuvo profundas consecuencias en A dolf
Hitler, quien, después de vagar sin rum bo porV iena y M u n ich duran­
te años, de pronto descubrió su verdadera vocación com batiendo en
el frente occidental. D esde el m ism o com ienzo, el ejército alem án, a
diferencia del británico, apoyaba activam ente que sus suboficiales y sus
soldados rasos tom aran iniciativas, de m odo que el Gefreiter H itler
estaba más que habituado a tom ar decisiones en la línea del frente en
su condición de «representante de un oficial». C o m o m ensajero de
trinchera, tuvo que soportar el acoso p erm anente de las am etrallado­
ras británicas y francesas y recibió la C ru z al M érito M ilitar de Tercera
Clase de Baviera y una m ención de su regim iento p o r su valor fren­
te al enem igo. Fue herido en dos ocasiones, fue víctim a del gas, p er­
dió la vista durante cierto tiem po y acabó con la C ru z de H ierro de
Prim era Clase, una condecoración insólitam ente alta para un soldado
raso, que llevó con orgullo hasta el día de su m uerte.
C uando se paralizó la guerra de trincheras, A lem ania se dio cuen­
ta en seguida del potencial que suponía establecer unidades de elite
de soldados de infantería cuidadosam ente seleccionados para actuar
com o destacam entos de asalto y para atacar las trincheras. A p rin ci­
pios de 1915 se encom endó p o r prim era vez a u n oficial, el com an­
dante E ugen Kaslow, que evaluara un equipo experim ental com puesto
p o r cascos de acero, arm adura y un nuevo cañón ligero. A tal efecto,
fo rm ó u n p eq u eñ o destacam ento de asalto, que fue co n o cid o con el
nom bre de Sturmabteilung Kaslow. A sus órdenes y a las de su sucesor,
el H auptm ann W illi R o h r, el Sturmabteilung desarrolló nuevas tácticas
14 Historia secreta de las SS

para introducirse en el sistema de trincheras del enem igo. A juzgar po r


las operaciones de com bate en los Vosgos, que tuvieron lugar ese
otoño, las ideas tenían sentido y, en enero de 1916 trasladaron el
Sturmabteilung R o h r a Verdún. En ese m om ento, el destacam ento esta­
ba form ado por equipos de tres hom bres, llamados Stosstruppe (grupos
de asalto), cuyo m étodo de ataque consistía en asaltar una trinchera
po r el flanco. El prim ero de los tres iba arm ado con un instrum ento
afilado y cortante y un escudo hecho con el soporte de una am etra­
lladora. A continuación venían el segundo hom bre, que llevaba las
mochilas repletas de granadas con m ango de espoleta corta, y el tercero,
que iba arm ado con un cuchillo, una bayoneta o un garrote. La téc­
nica de los Stosstruppe resultó tan eficaz que en seguida se form aron
cierta cantidad de Sturmkompanie (compañías de asalto), que se incorpo­
raron a las divisiones de form a perm anente. E n 1918 la m ayoría de
los ejércitos alemanes del frente occidental contaban con unidades
ampliadas, conocidas com o Sturmbataillone (batallones de asalto), cada
una de las cuales estaba form ada p o r una com pañía del cuartel gene­
ral, cuatro com pañías de asalto, una com pañía artillera de infantería,
arm ada con los Sturm kanone de 37 m ilím etros, una com pañía de
ametralladoras, un destacam ento de m orteros de trinchera ligeros y un
destacam ento de lanzallamas.
A las tropas de asalto, com o las llam aban sus adversarios británi­
cos, la prensa popular alem ana les concedió la categoría de héroes
rom ánticos. A diferencia de los soldados de infantería com unes, pasa­
ban poco tiem po m erodeando por trincheras m ugrientas. Por el con­
trario, atacaban de improviso y después regresaban a la base con su
inevitable alijo de prisioneros. N o sólo se publicaban inform es sobre
sus ataques en los periódicos civiles sino tam bién en los de la línea del
frente; incluso había uno que se llamaba Der Stosstmpp y contaba con
una sección habitual titulada Stosstruppgeist (Espíritu de los grupos
de asalto). Estos soldados de elite utilizaban una variedad de títulos
emotivos, com o Sturmtruppe (grupos de asalto),Jagdkommando (grupos
de cazadores) y Patrouillentruppe (grupos de ataque), tolerados todos
p o r el Alto M ando. O ficialm ente estaba m uy m al visto que las tropas
de asalto usaran insignias especiales, a pesar de lo cual en cada lugar se
utilizaban distintas placas, en las que aparecían bayonetas, granadas de
Orígenes y primera etapa 15

Tropas de los Freikorps en Múnich, el dos de mayo de 1919. Esta fotografía fue
tomada por Heinrich Hoffmann, que llegó a ser el fotógrafo personal de Hitler, y
muestra con toda claridad el emblema de la cabeza de la muerte pintado en el
frente del vehiculo blindado.

m ano y cascos de acero. N o obstante, la insignia más popular que


adoptaron los Stosstruppe fue la Totenkopf (la cabeza de la m uerte), una
calavera sobre dos tibias cruzadas, que al principio usaba el personal
del 3er R e g im ie n to de Zapadores de la R eserva de Guardia, una uni­
dad com puesta exclusivam ente por voluntarios, creada para m anejar
los nuevos lanzallamas. La Totenkopf llegó a representar una actitud de
desp reo cu p ació n frente al peligro constante y al e k v a d o n ú m ero
de bajas.
D el m ism o m odo que las tropas de asalto eran lo m ejor que podía
ofrecer el ejército, las nuevas form aciones de elite de la naciente fuer­
za aérea alem ana eran los vuelos de los veloces cazas que escoltaban
y protegían aviones más pesados com o los bom barderos y los aviones
de reconocim iento. E n ocasiones, los cazas se agrupaban com o si fue­
ran fuerzas aéreas de choque, con el fin de atacar blancos terrestres,
pero po r su papel fundam ental les dieron el nom bre de escuadrones
de protección o Schutzstaffeln, o Schustas, para ser más breves. E ntre los
16 Historia secreta de las SS

destacados m iem bros de los Schustas figuraban H erm an n G öring y


E duard R itte r von Schleich, el llamado «caballero negro», que después
fue com andante del SS-Fíiegersturmbann.
H itler aprovechó las valiosas experiencias adquiridas en la p rim e­
ra guerra m undial m ucho después del cese de las hostilidades. D urante
los prim eros días del m ovim iento nazi, para ocupar cualquier posición
de liderazgo dentro del Partido N acional Socialista era imprescindible
haber tenido un puesto de com bate en la línea del fiente entre 1914 y
1918; además, la organización y la term inología m ilitar tan estrictas
que posteriorm ente utilizó el NSDA P surgieron directam ente del ser­
vicio al ejército de sus miembros. Los nazis adoptaron en seguida, para sus
propios paramilitares, los térm inos Stosstrupp, Sturmabteilung y Schutzstaffel,
que se habían utilizado para referirse a las fuerzas alemanas de p rim e­
ra en tierra y aire, aunque después adquirirían una im portancia total­
m ente distinta en los años de posguerra.
E n noviem bre de 1918 Alemania se enfrentaba al desastre. H abían
perdido la guerra, el káiser había abdicado y el gobierno se había des­
m oronado. D e hecho, las fuerzas armadas se habían desbandado y había
grupos de soldados de izquierdas desmovilizados, sin ninguna perspec­
tiva, que vagaban p o r las calles clam ando p o r un alzam iento bolchevi­
que com o el que acababa de hacerse con el poder en Rusia. Además,
el país se encontraba bajo la presión extrem a de los revolucionarios
civiles espartaquistas y los insurgentes polacos am enazaban con inva­
dir la Silesia y los territorios del este del Báltico pertenecientes al
R eich.
Para hacer frente a todos esos peligros, algunas tropas de derechas,
ansiosas po r defender a la patria y sus valores tradicionales, pero caren­
tes de u n ejército adecuado para hacerlo, form aron rápidam ente nue­
vas unidades de Freikorps. Esos grupos estaban inspirados en los
Freiwilligenkorps (cuerpos de voluntarios) que desde la Edad M edia se
reunían en Alemania en tiem pos de crisis. C o m o seguían conservando
sus uniform es de los tiem pos de la guerra, las armas y los m edios de
transporte, se reunían en torn o a los héroes locales o a personalidades
militares m uy conocidas. El m étodo habitual de reclutam iento consis­
tía sim plem ente en que un ex oficial hacía circular m aterial de lectu­
ra o colgaba carteles invitando a los antiguos soldados a acudir a un
Orígenes y primera etapa 17

lugar determ inado, en una fecha determ inada, para incorporarse a su


Freikorps. En m uchos casos se presentaban a miles, ansiosos p o r alistar­
se, con paga o sin ella. Además de la promesa de acción, un gran atrac­
tivo era el hecho de que en los Freikorps la disciplina era m uy laxa en
com paración con la del ejército imperial. Por lo general, se llamaba a
los oficiales por su nom bre de pila y los soldados rasos sólo tenían que
hacer el saludo m ilitar a aquellos oficiales a los que respetaban o adm i­
raban en persona. Los soldados apenas prestaban atención a las órdenes
formales que em anaban del débil gobierno provisional y brindaban
toda su lealtad al' com andante de su Freikorps, a quien llamaban Führer
(líder). Para esos soldados que nada tenían, sus unidades y sus camara­
das se convirtieron en su hogar y su familia.
El Estado necesitaba desesperadam ente militares entrenados para
ejercer el control y los filibusteros de los Freikorps le proporcionaron
la m ano de obra experim entada en el m om ento oportuno. C o n la
intención fundam ental de im pedir que Alemania se convirtiera en un
régim en bolchevique, sofocaron disturbios, m antuvieron el orden en
las calles, protegieron los edificios públicos y se convirtieron en pilares
de la ley hasta que fueron disueltos, en 1919, al m enos sobre el papel,
po r el tratado de Versalles, que estableció las condiciones para crear el
R eichsw ehr, el ejército reconstituido y m ucho más reducido de la
R epública de Weimar. Los m iem bros de los Freikorps que no fueron
aceptados otra vez en el nuevo ejército trataron de ingresar en grupos
paramilitares de derechas, com o el Stahlhelm y la Reichskriegsflagge de
los nacionalistas, la Jungdeutscher Orden y la Organisation Rossbach. E ntre
esos hom bres figuraban el propio H im m ler y los futuros generales de
las SS, K urt Daluege, «Sepp» D ietrich, R ein h ard H eydrich, F riedrich-
W ilhelm Krüger, Karl W olff y U d o von W oyrsch, además de m uchos
otros.
E n total, durante el período com prendido entre 1919 y 1920
existieron alrededor de doscientas cincuenta unidades de Freikorps,
com puestas por más de setenta m il hom bres. C rearon su propia serie
de medallas, distintivos e insignias, entre los que destacaban la esvás­
tica de la Brigada E hrhardt y la cabeza de la m uerte, tom ada de las
tropas de asalto imperiales. E ntre los Freikorps que se sabe que usaron
la Totenkopf en sus cascos y vehículos figuran los siguientes:
Historia secreta de las SS

a) E l Freikorps Driissow
Esta unidad, al m ando del teniente Hans Briissow entre enero
y abril de 1919, estaba form ada por mil doscientos hombres;
posteriorm ente se convirtió en el 4o R egim iento de Infantería
del Reichswehr.

b) La División Eiserne
Esta unidad, que tenía la fuerza de una brigada, una de las más
famosas de todos los Freikorps, al m ando del com andante
Bischof}', realizó intensos ataques en la zona del Báltico entre
noviem bre de 1918 y febrero de 1920. Al mes siguiente fue
licenciada, ju n to con la B rigada Erhardt, po r su participación
en el Kapp Putsch derechista de Berlín. Sus veteranos fueron
bien recibidos en las SS pocos años después.

c) Las subanidades de la División Eiserne, en particular las siguientes:


Bei ithener Selbstsch u tz - Kompanie
Freiwilligen Batterie Zenetti
Freiwilligen Jägerkorps Goldingen
KurUindisches Infanterie-Regiment
Ostpreussisches Jägerkorps
Selbstschutz Bataillon Begerhojf
Selbstschutz Bataillon Generalfeldmarschall von Hindenburg
Selbstschutz Oberschlesien
Freikorps Tilsit.

d) E l Freikorps Erlangen
Esta unidad, del tamaño de un batallón, existió de abril a junio de
1919 y estuvo al m ando del general de division Engelhardt. Se
incorporó al 47° Regim iento de Infantería y al 42° Regim iento
de Artillería del Reichswehr.

e) E l Freikorps Gerth
Esta form ación, al m ando del teniente G erth entre abril y ju n io
de 1919, estaba constituida p o r 625 hom bres y fue absorbida
por el 40° R egim iento de Infantería del Reichsw ehr.
Orígenes y primera etapa 19

f) E l Destacamento de Minenwerfer Henschkel


U na unidad de tropas de asalto veteranas, con m orteros cié trin ­
chera, curiosam ente encabezada por un suboficial, el Feldwebel
Heuschkel.

g) E l Destacamento de Freiwilligen Von Schauroth


U n núm ero reducido de antiguas tropas de asalto, reunidas al
m ando de su antiguo oficial, el com andante Von Schauroth.

Por su relación con estas unidades, la cabeza de la m uerte, que


durante la guerra ya había sido insignia de osadía y abnegación, se con­
virtió entonces en un símbolo del tradicionalismo, el antiliberalismo y
el antibolchevism o, un em blem a ideal para la em brionaria elite nazi.
En diciem bre de 1918 dieron el alta a A dolf H itler en el hospi­
tal m ilitar de Pasewalk, cerca de Stettin, donde se recuperaba de una
intoxicación de gas. Se ofreció com o voluntario para hacer guardia en
un cam po de prisioneros de guerra en Traunstein, pero en enero de
1919 ya no quedaban más prisioneros. Sin saber qué hacer, aunque
todavía de uniform e, H itler se dirigió a M ú n ich y se in co rp o ró al
Freikorps bávaro, form ado p o r un héroe de guerra, Franz R itte r von
Epp, para liberar a la ciudad de su nuevo gobierno marxista; lo consi­
guió con gran derram am iento de sangre.
Em pezaron a surgir grupos nacionalistas en toda Alemania con el
objeto de librar al país de los «traidores de noviembre», que habían traí­
do la desgracia de una paz impuesta, y de los comunistas, que ante todo
eran leales a Rusia. Los nacionalistas procedían de todos los niveles de la
sociedad y en el extrem o inferior de la escala social m um quesa se
encontraba el minúsculo Partido de los Trabajadores Alemanes de A nton
Drexler, a una de cuyas reuniones asistió H itler com o observador mili­
tar el doce de septiembre de 1919. Se trataba de una agrupación que
congregaba a los intelectuales racistas para combatir, m ediante la discu­
sión, la influencia marxista y la «infiltración judía» en la clase trabajado­
ra. Según ellos, los judíos eran los principales responsables de la revolu­
ción popular roja, y m encionaban el hecho de que todos los líderes del
m ovim iento izquierdista, com o Karl Liebknecht, R osa Luxemburg,
K urt Eisner y los demás, eran judíos. H itler com probó que las ideas de
20 Historia secreta de las SS

D rexler eran similares a las suyas. Se afilió al partido y, po r su enérgica


personalidad y su capacidad de oratoria, prácticamente asumió el con­
trol desde el principio, le cambió el nom bre por el de Partido Nacional
Socialista de los Trabajadores Alemanes (Nationalsozialistische Deutsche
A rbeiterpartei o NSDAP) y le proporcionó u n program a nacionalista,
antisemítico y anticapitalista ya que, hasta ese m om ento, no poseía más
que un vago conjunto de ideales.
Los discursos de H itler en seguida encontraron amplio eco en las
filas de los Freikorps, de cuyas unidades salieron los prim eros numerosos
seguidores del nuevo Führer nazi, El Hauptmann Ernst R ohm , ayudante
de Von Epp, que también encabezaba su propio lleichskriegsßagge Freikorps,
enviaba a H itler sin cesar oficiales, suboficiales y soldados. Siguiendo
el ejem plo de los comunistas, H itler com enzó a alquilar cam iones y a
llenarlos con m iem bros del partido que recorrían ruidosam ente las
calles para dirigirse a algún m itin. La diferencia era que, m ientras que
los comunistas llevaban ropa de lo más variopinta, los nazis, en su
mayoría ex soldados, iban sentados m uy erguidos, llevaban los elegan­
tes uniform es de los Freikorps y parecían la personificación de la reins­
tauración de la ley y el orden, de m odo que a su paso siem pre eran
ovacionados.
El objetivo principal de H itler a esas alturas era sustituir los
pequeños grupos de discusión del partido p o r m ítines masivos, el p ri­
m ero de los cuales, celebrado en la Festsaal de la Hofbräuhaus de
M ú n ich el veinticuatro de febrero de 1920, atrajo a casi dos m il p er­
sonas. E n tan auspiciosa ocasión, en la que se estableció el program a
del NSDAP, los supervisores fueron un grupo de Zeitfreiwilligen
(voluntarios tem porales), arm ados con pistolas y vestidos con el uni­
form e gris de cam paña del R eichsw ehr de M únich, al que estaban
adscritos. Es posible que dichos partidarios fuesen m uy cordiales, pero
no cabe duda de que no m anifestaban una lealtad sin lím ites hacia el
nuevo m ovim iento, de m odo que, a finales de 1920, se estableció una
form ación nazi, regular y perm anente, llamada la Saalschutz (guardia
de sala), para proteger a los oradores en las reuniones del NSDAP. Sin
em bargo, la Saalschutz duró poco tiem po, porque en 1921 se am plió
y se consolidó en un cuerpo nuevo, la Sturmabteilung o S A . D e ello
se encargaron R o h m y u n antiguo teniente de la M arina, H ans-
Orígenes y primera etapa 21

U lrich Klintzsch, que crearon la SA com o un nuevo Freikorps para


m achacar a los rojos y eludir a los adversarios en los m ítines políticos.
M ientras que la Saalschutz había sido diseñada para defender, la SA
servía para atacar. Sin embargo, m ientras la SA estuvo afiliada al par­
tido, al principio no se puso bajo la autoridad personal de H itler, p o r­
que sus miembros apenas respetaban la diplomacia de la política. R ecibía
órdenes de su propio Führer, el autodesignado com andante en jefe
Oberstleutnant H erm an n K riebel, que opinaba que «lo m ejor que
podían hacer los políticos era callarse la boca». Limitada al principio
a M únich, la SA realizó su prim era incursión im portante fuera de la
ciudad cuando, del catorce al quince de octubre de 1922, participó en
un «día de Alemania», en C oburgo, que acabó en una batalla campal
con los comunistas que controlaban la ciudad. Los ochocientos h o m ­
bres de la SA que estuvieron presentes, la casi totalidad de los m iem ­
bros del Sturmabteilung, consiguieron rom per el control que ejercía el
Frente R o jo sobre C oburgo, y la cobertura del incidente p o r parte
de la prensa dio a conocer el nom bre de H itler a un público más
amplio.
El p rim er m itin nacional del N SD A P se celebró el veintiocho de
enero de 1923, cuando alrededor de seis m il hom bres de la SA recién
reclutados desfilaron ante H itler, que entregó estandartes a los cuatro
prim eros regim ientos com pletos de la SA, llamados «M ünchen»,
«M ünchen II», «Nürnberg» y «Landshut». Al mes siguiente ya había
suficientes voluntarios para form ar un quinto regim iento y, para tra­
tar de controlar m ejor una organización que crecía con tanta rapidez,
H itler puso al fiente a otro político, un antiguo as de la aviación, el
H auptm ann FI erm ann G öring G öring aportó su prestigio com o gran
héroe de guerra, el últim o com andante del escuadrónV on R ich th o fen ,
vencedor en veintidós com bates aéreos y poseedor de una de las
m áximas condecoraciones alemanas al valor, la orden «Pour le
M érite». Sin em bargo, era holgazán y perm isivo p o r naturaleza. La
verdadera fuerza im pulsora de la SA siguió siendo R o h m , que co n ti­
nuó utihzando sus vinculaciones con el ejército y los Freikorps para
proporcionar armas a la SA. D e m odo que, a pesar del no m b ram ien ­
to de G öring, en 1923 la SA distaba m ucho de ser sumisa. Su inde­
pendencia, defendida p o r los antiguos dirigentes de los Freikorps,
22 Historia secreta de las SS

obligó a Hitler a establecer una


pequeña fuerza al m argen de la SA
que fuera totalm ente leal a su per­
sona. Así fue cóm o nacieron las SS.
E n m arzo de 1923 H itler
ordenó la creación de una escolta
con sede en M unich, conocida
com o la Stabswache, que com ­
prendía a doce antiguos camara­
das que hicieron un ju ra m en to de
lealtad a su persona y no tenían
nada que ver con los dirigentes de
los Freikorps ni con la SA. Dos
meses después, utilizando los cua­
dros de la Stabswache, nació el
Stosstrupp A d o lf H itler, com pues­
to po r un centenar de hom bres,
totalm ente equipado con unifor­
Hermann Göring como comandante en
jefe de la SA, 1923. Obsérvese el casco mes de estilo m ilitar y con dos
de acero de la Brigada Ehrhardt, con la cam iones. El Stosstrupp adoptó en
esvástica, y la orden «Pour ie Mérite»
seguida la cabeza de la m uerte
en el cuello. El grado se indica mediante
las franjas anchas del brazalete. com o em blem a distintivo y se
puso a las órdenes del Ilauptm ann
Julius Schreck y del teniente Josef B erchtold, ambos veteranos de la
Brigada Ehrhardt. Su cuartel general estaba situado en el bar Torbräu,
donde se reunían los prim eros m iem bros de la escolta de H itler, des­
tinados a m antenerse fieles a él de form a p erm anente y a seguir su
cam ino subiendo po r la escala política. Entre ellos figuraban «Sepp»
D ietrich , U lrich Graf, R u d o lf Hess, E m il M aurice, Julius Schaub y
C hristian W eber.
H itler se dio cuenta en seguida de que la volátil situación de 1923
era algo transitorio y decidió aprovecharla al m áximo. Calculó que su
SA y sus aliados de los Freikorps podían tener finalm ente la fuerza
necesaria para hacerse con el poder en Baviera y, con suerte, para m ar­
char desde M unich sobre Berlín y alcanzar el triunfo definitivo. Desde
1918 se habían producido en Alemania golpes similares, con distintos
Orígenes y primera etapa 23

Hombres de la SA, con su variedad de prendas militares y civiles, se congregan


en Oberwiesenfeld antes de asistir al desfile del Día del Trabajo, en Munich, el uno
de mayo de 1923. Esos acontecimientos solían acabar en enfrentamientos
callejeros entre nazis y comunistas, por eso se distribuyen rifles.

El Stosstrupp Hitler se dirige a festejar el día de Alemania en Bayreuth, el dos de


septiembre de 1923. Josef Berchtold aparece apoyado en la cabina, junto a Von
Salomon y a Ulrich Graf. Julius Schreck, con gafas, aparece sentado a la izquierda
en la primera fila.
24 Historia secreta de las SS

grados de éxito, y los fascistas a las órdenes de M ussolini acababan de


hacerse con el poder en Italia tras m archar sobre R o m a. A com ienzos
de noviem bre se puso a los quince mil hom bres de la SA en estado de
m áxim a alerta y, de pronto, el día ocho de ese mes se presentó una
oportunidad adecuada. Ese día, los tres hom bres más poderosos de
Baviera, el prim er ministro Von Kahr, el com andante del ejército local
Lossow y el jefe de policía Seisser, asistían a un m itin político en el
Burgerbräukeller de M únich, donde un escuadrón de hom bres armados
no tendría dificultades para capturarlos. El Reichskriegsflagge Freikorps
celebraba una reunión «social» en la cervecería A ugustiner cuando su
com andante, R o h m , recibió órdenes, en su calidad de SA, de apode­
rarse del M inisterio del Reichsw ehr, en la Leopoldstrasse. Sus tropas par­
tieron de inm ediato, encabezadas por u n joven ex cadete del ejército,
H einrich H im m ler, que portaba una bandera de guerra im perial, el
estandarte de la unidad que llevaba su nom bre. M ientras tanto, unos

Un grupo del Reichskriegsflagge Freikorps detrás del Ministerio de Guerra bávaro,


el nueve de noviembre de 1923. De izquierda a derecha, en primer plano, se
encuentran Weickert, Kitzinger, Himmler (con la bandera de guerra imperial),
Seidel-Dittmarsch y Rohm.
Orígenes y primera etapa 25

hom bres arm ados de la SA rodearon el B urgerbräukeller y H itler hizo


arrestar a Von Kahr, Lossow y Seisser y los encerró en una habitación
contigua. Sin embargo, consiguieron escapar y se apresuraron a orga­
nizar la resistencia al putsch nazi.
La m añana del nueve de noviem bre, las unidades del ejército regu­
lar, convocadas por Lossow, rodearon a la fuerza principal de la SA al
m ando de R o h m , que se encontraba en el M inisterio de G uerra.
H itler y G oring organizaron una colum na de rescate com puesta por
dos mil hom bres de la SA y, acom pañados p o r el ex general Erich
Ludendorff, m archaron por las calles de M unich. Se toparon con el
prim er cordón de la policía de Seisser en el puente Ludw ig, pero lo
pasaron p o r alto. Sin embargo, no pudieron hacer lo m ism o con el
segundo cordón policial, en el extrem o de la O deonsplatz. Se encon­
traban en un punto estratégico, en el exterior del m o n u m en to a los
caídos de la Feldherrnhalle, y estaban decididos a no retirarse. U lrich
Graf, que estaba presente,junto con el resto del Stosstmpp A dolf H iüer,
para proteger a su Führer, salió y le gritó al oficial de policía que esta­
ba al m ando: «¡No disparen! ¡Está aquí Su Excelencia Ludendorff!»
Pero se trataba de la policía, no del ejército, y el nom bre de L udendorff
no produjo ningún efecto mágico. Se oyó una descarga cerrada. Joseph
B erchtold se desplom ó bajo una lluvia de balas. Andreas Bauriedl, p o r­
tador del estandarte con la esvástica, agonizaba, em papando con su san­
gre la bandera; la recogieron rápidam ente, hecha jirones, y la hicieron
desaparecer, conservándola piadosam ente com o la famosa Blutfahne (la
enseña sangrienta). H itler había trabado su brazo izquierdo con el
derecho de su confidente, M ax E rw in von Scheubner-R ichter, y, cuan­
do éste cayó herido de m uerte, arrastró a H itler al suelo con él. E n ese
instante, U lrich G raf se arrojó encim a de su líder y de inm ediato lo
acribillaron una docena de balas que, de lo contrario, habrían m atado
a Hitler. G raf sobrevivió, no se sabe cóm o. M urieron dieciséis nazis y
los demás se dispersaron o fúeron capturados, pero el Stosstmpp había
cum plido con su obligación principal: m antener vivo a Llitler. Los dis­
paros en el exterior de la Feldherrnhalle acabaron finalm ente con la era
de los Freikorps, que había com enzado exactam ente cinco años antes,
con la revolución de 1918. H abía acabado el tiem po de los com batien­
tes y com enzaba el de los políticos.
26 Historia secreta de las SS

En lugar de perjudicar a la causa del partido y a su líder, el revés


sufrido en el putsch de M u n ich y el posterior encarcelam iento de
H itler sólo sirvieron para darles más publicidad. Sin embargo, todavía
tenían m uchos problemas p o r delante. Después del putsch, el N SD A P
fue prohibido y se disolvieron la SA y el Stosstrupp. Los líderes nazis
que lograron salvarse del arresto huyeron a otros estados alemanes,
donde quedaban fuera del alcance de la legislación bávara. Los refu­
giados procedentes de M u nich establecieron sus propias unidades
clandestinas de la SA, con el n om bre de Frontbanne, sobre las que
ejercían el control absoluto L udendorff y su lugarteniente, A lbert von
Gräfe. El más num eroso era el Frontbann N ord , cuyo centro giraba en
to rn o a Berlín, al m ando de K urt D aluege. H itler, encerrado en p ri­
sión con sus escoltas, m ientras escribía M ein Kampf, se dio cuenta de
que una insurrección arm ada contra u n gobierno que contaba con la
lealtad tanto de la policía com o del ejército estaba condenada al fra­
caso. Por consiguiente, decidió utilizar sólo m étodos legales en su
lucha po r el poder.
Al salir de la prisión de Landsberg, el veinte de diciem bre de 1924,
H itler com enzó a reconstruir su partido y en febrero de ¡925 el
N SD A P se había reorganizado y se había reactivado la SA. El político
H itler prohibió entonces, rotundam ente, que la SA portara armas o
que funcionase com o una especie de ejército privado. Su única finali­
dad era elim inar de las calles a sus enemigos políticos, un papel contra
el que protestó enérgicam ente R o h m , que concebía la SA com o un
ejército de ciudadanos capaz de reafirmar y, en últim a instancia, de sus­
tituir al R eichsw ehr. El desacuerdo entre ambos se volvió tan intenso
que al final R ö h m renunció al partido y se m archó de Alem ania para
ocupar el cargo de asesor m ilitar en Bolivia. Su trabajo com o jefe del
Estado M ayor de la SA recayó en el antiguo líder del Freikorps, Franz
Felix Pfeffer von Salomon, pero este no gozaba de la confianza de
H itler, de m odo que R ö h m se reincorporó en una posición más fuer­
te que nunca.
fin abril de 1925 H itler form ó una nueva escolta al m ando de
Schreck, Schaub y sus demás favoritos del Stosstrupp. Esa escolta, que
contaba con el auspicio del alto m ando de la SA, fue conocida p ri­
m ero com o Schutzkom mando y después com o Sturmstaffel, pero el
Orígenes y primera etapa 27

nueve de noviem bre, probable­


m ente po r sugerencia de G öring,
adoptó el nom bre del viejo escua­
drón de cazas de Schlitzstaffel, que
no estaba sujeto a ninguna de las
prohibiciones gubernam entales ni
se identificaba con ninguna de las
tradiciones de los Freikorps. La
«Schutzstaffel der NSDAP» se hizo
conocer en seguida com o las SS.
Desde el principio quedó claro
que las SS, a diferencia de la SA, no
llegarían a ser nunca una organi­
zación de masas. En septiembre de
1925 Schreck envió una circular a
todos los grupos regionales del
NSDA P pidiéndoles que formaran
una escolta local, cuya fuerza se fijaría
en un jefe y diez hombres. Así nacie­
ro n los llamados Zehnerstaffeln
Unos hombres de las recién formadas SS
despliegan orgullosos un Feldzeichen del (grupos de diez), a los que no podía
NSDAP a finales de 1925. Obsérvese la pertenecer cualquiera, porque ya se
increíble variedad de atuendos, en
habían sembrado las semillas del eli-
particular las extrañas gorras con la
inmensa insignia del águila, y el surtido tismo. Los interesados debían tener
de hebillas para el cinturón. entre vemücinco y treinta y cinco
años, tener dos padrinos, estar regis­
trados por la policía com o residentes por lo menos durante cinco años y
ser sobrios, disciplinados, fuertes y sanos. N o se admitía a los aficionados a
la bebida y al cotilleo. El motivo era muy sencillo. H itler y sus seguidores
comenzaban a viajar fuera de Baviera en su incesante campaña para incre-
m entar el núm ero de afiliados al NSDAP. Empezaban a aventurarse a
entrar en zonas donde la lealtad a los nazis era local, más que al propio
Hitler. El Führer necesitaba una pequeña escolta, elegida con sumo cuida­
do, en la que pudiera confiar dondequiera que fuese. Las SS tuvieron su
prim era oportunidad de distinguirse en Chemnitz, en Sajonia, al final de
ese año. Se atrevieron a celebrar un mitin público en ese territorio de los
28 Historia secreta de las SS

rojos, pero el audaz golpe de H ider demostró estar justificado. Previendo


dificultades, Schreck reunió a cincuenta hom bres de las SS procedentes
de Chem nitz, Dresde, Wauen y Zwickau. Tuvieron que enfrentarse a
varios centenares de contramanifestantes armados con barras de hierro
y cuchillos. Las SS les dieron tal lección de lucha callejera que, a partir
de ese m om ento, los mítines de I Iitler en esa región no encontraron casi
ninguna oposición.
E n abril de 1926 Schreck fue nom brado escolta personal y cho­
fer del Führer, y resurgió Jo sef B erchtold para asum ir el m ando de
las SS, que entonces incluían unos mil hom bres. E n el segundo aniver­
sario del putsch de M ú n ich se había proclam ado oficialm ente la exis­
tencia de las SS en una cerem onia celebrada en el exterior de la
Feldherrnhalle y, en la prim avera de 1926, se form aron p o r lo m enos
setenta y cinco Schutzstaffeln po r todo el país. Se creó una nueva SS-
Oberleitung y B erchtold se proclam ó a sí m ism o Reichsführer de las SS.
El cuatro de julio, en un gesto que simbolizaba su intención de que
las SS se convirtieran en el auténtico custodio de los valores nazis, H itler
les entregó solem nem ente la custodia de la Blutfahne del putsch de
M ú n ich y n o m bró a Jakob G rim m inger, del destacam ento de las SS
en M únich, portador oficial de la Blutfahne en todos los rituales espe­
ciales del partido a partir de ese m om ento. Sin em bargo, a pesar del
aum ento de sus hombres y de su prestigio teórico, las SS siguieron siendo
una organización limitada, subordinada a la SA. C uando Von Salomon
trató de absorberla por completo, en marzo de 1927, Berchtold renun­
ció y fue sustituido po r su lugarteniente, Erhard H eiden, que logró con­
servar su autonom ía parcial. Sin embargo, la SA siguió observando con
envidia la expansión de las SS, y los comandantes locales de la SA utili­
zaron sistemáticamente a las SS que tenían bajo su m ando para desem­
peñar las tareas más degradantes, com o distribuir panfletos propagandís­
ticos y conseguir suscriptores para el periódico del partido, el Völkischer
Beobachter. A finales de 1928 la moral de las SS era la más baja de todos
los tiempos y apenas contaba con 280 miembros. El seis de enero de
1929, H eiden, abatido, renunció a su cargo honorífico de Reichsführer de
las SS a favor de su joven y tím ido lugarteniente Fleinrich Himmler. Los
dirigentes de la SA se pusieron contentísimos: una persona tan insigni­
ficante no representaba ninguna amenaza y era el hom bre indicado
Orígenes y primera etapa 29

para com andar las SS y para garantizar que siguieran subordinadas a la


SA. Iban a llevarse una gran sorpresa.
N o había el m enor indicio de la futura grandeza de H im m ler en
1929. El nuevo dirigente de las SS era pálido, afable y mojigato, llevaba
gafas y ya empezaba a tener entradas en la frente. Había nacido el siete
de octubre de 1900, pertenecía a la m ejor sociedad bávara y recibió el
nom bre de su padrino, el príncipe Enrique de Baviera, de quien era
tutor su padre, que era profesor. Había recibido con entusiasmo el esta­
llido de la prim era guerra m undial y se enroló com o cadete en el 11°
R egim iento de Infantería de Baviera, en enero de 1918. Sin embargo,
le enviaron al frente justo cuando se firm ó el armisticio y no intervino
en ninguna acción, algo que siempre lam entó. El diecisiete de diciem ­
bre de 1918 H im m ler fue dado de baja del ejército, aunque conservó
sus vinculaciones militares al incorporarse al Oberland Freikorps en 1919.
Se diplom ó en agricultura en 1922 y consiguió trabajo com o ayudan­
te técnico en una empresa de fertilizantes, con lo que pudo ver cóm o
su salario se reducía a la m itad en un solo mes, a causa de la inflación.
En agosto de 1923 H im m ler se afilió al NSDAP y, dos meses después,
se enroló en la Reichskriegsflagge de R o h m y participó en el putsch de
M unich, con lo que perdió el empleo. Tras la disolución del partido se
encargó de reorganizar el NSDAP en la Baja Baviera para preparar las
elecciones de 1924. D edicó buena parte de su tiem po a recorrer el
campo en una vieja motocicleta, adoctrinando a los lugareños. H im m ler
en seguida se hizo conocido en círculos nazis por su energía, su entu­
siasmo y su capacidad de organización y, el doce de m arzo de 1925,
H itler le llamó para nom brarlo Gauleiter (jefe de distrito) de la Baja
Baviera. Fue uno de los prim eros en incorporarse a las SS al final de ese
año y en 1926 era responsable de la propaganda nazi en toda Alemania,
directam ente a las órdenes de Hider. Después de convertirse en el socio
directo del Führer, H im m ler insistió en plantear que las SS debían ser
una fuerza de elite dentro del partido, absolutamente fieles a Hider. En una
época en la que la SA se estaba volviendo cada vez más díscola ese con­
cepto resultaba atractivo, de m odo que H itler accedió a nom brarlo
Reichsführer de las SS para suceder a 1 leiden.
E n abril de 1929 H im m ler convenció a H itler y a Von Saloinon
para que aprobaran un plan de reclutam iento que pretendía convertir
30 Historia secreta de las SS

Protegido por hombres de las SS, el tesorero del NSDAP, Franz Xaver Schwarz (a
la izquierda, con abrigo), contempla un desfile en su ciudad natal, Günzburg, en
septiembre de 1929. Himmler es el que se encuentra más próximo a la cámara y
su posición de jerarquía como Reichsführer de las SS se manifiesta tan sólo en las
tres franjas blancas de su brazalete.

a las SS en un auténtico cuerpo de elite. A diferencia de la SA, que


aceptaba a todos los postulantes, para las SS sólo se aceptaban candida­
tos m uy selectos, partiendo sobre todo de su disciplina voluntaria.
A unque no existía ninguno de los requisitos raciales que se im pusie­
ron más adelante a los reclutas, los prim eros hom bres de las SS tenían
que dem ostrar que estaban dispuestos a realizar cualquier sacrificio, en
una acción más individual que de grupo. E n ese tiem po, los reclutas
tenían que com prarse su propio uniform e, que llegaba a costar cua­
renta marcos, u n gasto considerable para un desem pleado y u n factor
suficiente para desanim ar a m uchos. Sin em bargo, el alto nivel perso­
nal resultaba m uy atractivo para los ex com batientes y los jóvenes
nacionalistas, y los veteranos de los Freikorps tam bién se presentaron
com o voluntarios en gran núm ero. A comienzos de 1930, las SS habían
vuelto a alcanzar los mil hom bres, lo que preocupaba aV on Salom on.
D e todos m odos, seguían subordinadas técnicam ente al alto m ando de
Orígenes y primera etapa 31

la SA, a pesar de que I Iitler había


dispuesto que ningún oficial de la
SA estaba autorizado para dar
órdenes a las SS durante sus obli­
gaciones cotidianas.
Mientras las SS crecían sin parar,
la SA se fue desacreditando por
com pleto. Su única finalidad era
ser una organización masiva de
personas que luchaban en las calles
a tavor de los nazis y, cuando se
produjo la prim era gran victoria
electoral del NSDAP, en septiem ­
bre de 1930, el 60 por 100 de los
m iem bros de la SA eran rufianes
sin em pleo, más leales a sus gene­
rales inm ediatos que a Hitler. E n el
«Sepp» Dietrich en 1930, como
norte, la SA se partió po r la m itad Standartenführer y jefe de las SS en la
con la llegada del nuevo jefe del Alta Baviera. Luce una impresionante
serie de condecoraciones, entre las
partido en. Berlín, el doctor Joseph que figuran la Cruz al Mérito Militar
Goebbels, un vistoso intelectual, de Baviera, con Corona y Espadas, la
Cruz de Hierro de Primera y Segunda
para hacerse cargo de la ciudad. La
Clase, el Águila de Silesia y la Placa
SA de Berlín com enzó a quejarse de Carros de Combate, instituida el
de que H itler y sus amigos bávaros trece de julio de 1921. Se concedió
esa placa a los cerca de cien
vivían a cuerpo de rey mientras veteranos supervivientes de los
que sus camaradas de las ciudades combates del Cuerpo Panzer alemán
en la primera guerra mundial, que
del in terio r se m orían de hambre.
apenas comprendía un total de veinte
R o h m trató de hacerse cargo de la carros de combate A7V y algunos
situación, pero los líderes de la SA vehículos blindados capturados a los
británicos. Dietrich sirvió como suboficial
en Berlín, a las órdenes del SH- en el carro número 560, cuyo nombre
Oberführer W alther Stennes, se en clave era «Alter Fritz», que fue
volado por los aires el día anterior a la
rebelaron. El uno de abril de 1931,
finalización de la guerra. Llevó con
K urt D aluege, que entonces estaba orgullo la Placa de Carros de Combate
a cargo de las SS en Berlín, alertó a durante todo el tiempo que prestó
servicio en las SS y, de hecho, fue el
H itler de que en esa ciudad la SA único que al parecer fue fotografiado
se había puesto del lado de Stennes con ella.
32 Historia secreta de las SS

Julius Schreck en calidad de guardaespaldas y chofer personal de las SS para


Hitler, en abril de 1932. En ese momento estaban prohibidos los uniformes de partidos
políticos, por eso iba vestido de civil.

Hitler en plenas elecciones, en el otoño de 1932, acompañado, de izquierda a


derecha, por Julius Schaub, «Sepp» Dietrich y Kurt Daluege.
Orígenes y primera etapa 33

y en su contra. Al día siguiente, los hom bres de Stennes obligaron al


jefe de distrito, Goebbels, a huir de su despacho y se apoderaron de las
instalaciones de su periódico, Der A ngriff La revuelta se propagó por
todo el norte de Alemania. Los generales de la SA en B randeburgo,
Hesse, Silesia, Pom erania y M ecklem burgo estaban a favor de Stennes,
y todo el m undo profetizaba la caída de Hitler. Sin embargo, al alza­
m iento le faltaron organización y fondos, y m urió con tanta rapidez
com o había nacido. G öring se hizo cargo de la situación, purgó a la SA
de los seguidores de Stennes y la reorganizó en todo el norte. H itler
hizo públicas sus felicitaciones a las SS de Berlín, la única organización
que se había m antenido fiel a Goebbels y a él durante la crisis. La devo­
ción de las SS por su Führer había quedado dem ostrada no sólo con
palabras sino tam bién con hechos. E n reconocim iento, el veinticinco
de enero de 1932 H itler nom bró a H im m ler jefe de seguridad del
cuartel general del NSDAP en M unich, la Casa M arrón. E n la práctica,
se había convertido en jefe de la policía del partido.
A partir de entonces, las SS comenzaron a crecer sin parar dentro de
la m atriz de una SA y un N SD A P en rápida expansión. H im m ler se
entretuvo en cam biar una y otra vez el nom bre de su unidad para
adaptarla a los com plejos cuadros de organización que elaboraban
R ö h m y sus hom bres. Los m iem bros de las SS se quintuplicaron
durante 1932, pasando de diez m il a cincuenta mil, y se nom braron
alrededor de novecientos oficiales. E n cuanto se acabaron de num erar
las Stürme de las SS hubo que volver a asignar esos núm eros a nuevos
Standarten. Las débiles compañías de las SS se convirtieron en regi­
m ientos de las SS, más débiles todavía, y treinta pequeños regim ientos
de las SS se convirtieron en dim inutas brigadas de las SS. E ntonces se
dejó de lado p o r com pleto el sistema de las brigadas y se interpusie­
ron unas unidades ligeras, de carácter puram ente administrativo,
conocidas com o Oberführer-Abschnitte de las SS, entre unos cuarenta
Standarten y el Reichsführer de las SS. E n esa época, la lucha política en
Alemania había asum ido la form a de una guerra civil. El Partido
C om unista y los socialistas organizaron milicias armadas y la SA y las SS
reaccionaron. El gobierno de B rüning ordenó la disolución de los
paramilitares y prohibió los uniform es políticos, pero a continuación
se desm oronó, y el «gabinete de .barones» establecido a las órdenes de
34 Historia secreta de las SS

Unos hombres de las SS se preparan para prender fuego a una colección de pancartas
y banderas incautadas a los comunistas de Berlín, marzo de 1933.
Orígenes y primera etapa 35

El SS-Gruppenführer «Sepp» Dietrich conversa con Wilhelm Brückner, el principal


ayudante de Hitler, a finales de 1933. Dietrich ya no lleva el brazalete de las SS en su
uniforme negro de servicio, un recurso a corto plazo adoptado durante ese periodo
para distinguir al personal del recién creado Leibstandarte de la masa de la
Allgemeine-SS.

Franz von Papen levantó la prohibición. Trece m iem bros de las SS


m urieron en 1932 y varios centenares resultaron heridos durante las
refriegas callejeras con el Frente R ojo. Por todas partes había m iem ­
bros de la Vieja Guardia de las SS, cuyo eslogan, D ie K a m p fze it war
die beste Z e it (Los mejores días eran los de com bate), se repitió con
frecuencia com o lina form a de alarde ante los jóvenes de las SS hasta
bien entrado el período del Tercer R eich . A m edida que se acercaban
las cruciales elecciones de 1933 a los nazis les convenía dar la im pre­
sión de que Alemania estaba al borde de la anarquía y de que la solu­
ción la tenían ellos: que H itler volvería a p o n e r orden. Se hacían
36 Historia secreta de las SS

negocios con grandes empresas. H abría em pleo para todos. C o m o era


de suponer, el N SD A P obtuvo u n a im portante victoria electoral y, el
treinta de enero, el viejo Generalfeldmarschall Paul von H indenbnrg,
presidente del R e ic h y, desde 1925, una especie de Ersatz Kaiser,
no m bró a H itler para ocupar el puesto de canciller y le encargó que
form ara gobierno. El veintiocho de febrero, m enos de un mes después
de que asumiera el poder, el edificio del R eichstag fue arrasado p o r
el fuego y se echó la culpa a los comunistas. Al día siguiente, H id e r
dictó un decreto «Para la protección del pueblo y del Estado» que
otorgaba poderes policiales a la SA y a las SS. Se entregaron armas de
fuego a veinticinco m il m iem bros de la SA y a quince mil m iem bros
de las SS que actuaban com o Hilfspolizei (policía auxiliar), y los o p o ­
sitores de izquierdas com enzaron a ser arrestados y conducidos a p ri­
siones y campos provisionales. Poco después había veintisiete mil per­
sonas en prisión preventiva. En m arzo nom braron a H im m ler jefe de
la policía de M ú nich y se inauguró el prim er cam po de concentra­
ción, o Konzentrationslager (KL) en D achau, com o un cam po de tra­
bajo más o m enos organizado, en el que se «concentraban» las perso­
nas consideradas peligrosas para el Estado, pero que no habían sido
condenadas a la cárcel p o r un tribunal. Poco después se establecieron
más campos, en Sachsenhausen, en las afueras de Berlín, y en
Buchenw ald, cerca de Weimar. M ientras tanto, se arm aron una canti­
dad de destacamentos de las SS del tam año de una compañía, form ados
p o r hom bres que cobraban u n sueldo por trabajar de form a perm a­
nente, que fueron aum entando cada vez más hasta convertirse en el
Leibstandarte-S S «Adolf Hitler», la escolta próxim a al Führer, y la S S -
Verfügungstmppe, o SS-VT, form ada p o r tropas que vivían en cuarte­
les, siem pre disponibles para el nuevo régim en nazi. O tra ram a nueva
de voluntarios de las SS, la Wachverbände, se reclutó para proteger los
campos de concentración y después se hicieron famosas com o las u n i­
dades de la cabeza de la m uerte, o Totenkopfverbände (SS-TV), p o r el
distintivo que llevaban en el cuello.
M ientras que las SS consolidaban su posición y controlaban a sus
m iem bros y a los nuevos reclutas m ediante un proceso de purga cons­
tante, la SA, con sus camisas pardas, com enzó a actuar ruidosam ente y
con m ucha prepotencia. C o m o se le negó una posición en el Estado
Orígenes y primera etapa 37

a la que creía tener derecho, la SA em pezó a hablar de una «segunda


revolución» que arrasaría a los burgueses del partido y a los reacciona­
rios del Reichsw ehr. E n las SS llamaban Fleischschnitten (filetes) a los
dirigentes de la SA, porque eran pardos p o r fuera pero rojos p o r den­
tro. R o h m , que com andaba entonces una fuerza cuarenta veces m ayor
que el ejército regular y que incluía los regim ientos de caballería de
la SA, los batallones navales de la SA y los escuadrones del aire de la
SA, exigió la form ación de un ejército popular en el que la SA sim ­
p lem en te sustituyera al R eichsw ehr y cuyo co m an d an te en jefe,
evidentem ente, fuera el propio R o h m . Los generales del ejército soli­
citaron la intervención de H itler y el Führer no pudo negarse. Desde
noviem bre de 1918 el R eichsw ehr personificaba la continuidad del
Estado, que se había m antenido a pesar de la derrota, la revolución y
la guerra civil. H itler sabía que no conseguiría jam ás el p o d er supre­
m o sin el respaldo de los militares, de m odo que decidió que había
que reducir el tam año de la SA. Suponía un riesgo demasiado grande,
no sólo por la amenaza de un golpe sino p o r el perm anente desorden
que creaban los mism os hom bres que deberían haber dado ejem plo
de orden. Sus incesantes peleas, borracheras, violencia y com entarios
irresponsables, p o r no hablar de las payasadas hom osexuales de R ö h m ,
provocaban un profundo descontento en la opinión pública. La c o n ­
fianza que tenía el alem án co m ú n en el nuevo régim en corría el ries­
go de derrum barse del todo. El veintiocho de ju n io de 1934 H itler
adoptó la decisión definitiva de elim inar la dirección de la SA. D os
días después dirigió en persona las operaciones que tuvieron lugar en
M ú n ic h y en Bad W iessee, d o n d e R ö h m y sus subordinados se h a ­
bían reunido pacíficamente, a instancias de su Führer. Siguiendo un plan
cuidadosam ente coordinado, los hom bres de las nuevas form aciones
armadas de las SS arrestaron y ejecutaron a R ö h m y a dieciséis
com andantes de alta graduación de la SA. Las SS tam bién aprovecha­
ron la oportunidad para ajustar las cuentas pendientes con viejos ene­
migos suyos, com o el ex p rim er m inistro bávaroV on Kahr, adversario
de H itler durante el putsch de M únich, que apareció m uerto en una
turbera con la cabeza destrozada. Por lo m enos trescientas víctimas
pagaron con la vida su oposición a las SS en esa purga sangrienta, que
se hizo fam osa com o la «noche de los cuchillos largos». La SA
38 Historia secreta de las SS

CUADRO DE H O N O R DE LAS SS

Fecha de U nidad Fecha de U nidad


m uerte m uerte

1 6 /3 /3 0 E dm und B ehnke 1/1 /6 2 /8 /3 2 Fritz Schulz 2/111/42


5 /1 2 /3 0 A dolf H öh 2 /1 /3 0 7 /9 /3 2 Jo sef Lass 3 /III/U
7 /6 /3 1 H einz Gutsche 5 /III/7 7 /9 /3 2 August Assmann 1 /11/38
7 /6 /3 1 E dgar Steinbach 1 /III/7 2 1 /1 0 /3 2 Jo h an n C yranka 1 /1/28
1 5 /8/31 H ein rich G robe 2 /I II/7 2 2 /1 0 /3 2 A ugust Pfaff 6 /1 /3 0
3 /9 /3 1 Karl Vobis 1 /1/20 1 /2 /3 3 Leopold Paffrath 1/11/25
5 /1 0 /3 1 E rich G arthe 1/1/25 5 /2 /3 3 F riedrich Schreiber 2 /1 /2 0
9 /1 1 /3 1 Karl R adke 1/1/40 1 2 /2 /3 3 Paul Berk 1/1/26
1 1/11/31 M artin M artens 4 /III/4 0 1 5 /2 /3 3 Franz M üller 2 /IV /5
1 9 /1 /3 2 A rnold Guse 2 /1/25 2 0 /2 /3 3 K urt von der A he 1 /1 /6
4 /2 /3 2 Fritz B eubler 3 /1 /1 4 2 8 /2 /3 3 Jo sef Bleser 4/11/2
2 9 /2 /3 2 H en ry K obert 1/1/28 2 8 /2 /3 3 E duard Felsen 1/ I I / 6
8 /4 /3 2 L udw ig Frisch 1 /ΙΠ /7 1 /5 /3 3 Siegfried G iithling 3 /IV /2 6
2 0 /6 /3 2 K urt H ilm er 6/11/20 3 /5 /3 3 Fritz Kratz 7 /1 /3 5
2 6 /6 /3 2 Friedrich Borawski 8 /1 /3 0 3 0 /6 /3 3 Gerhard Landm ann 1 /1/49
24/7/32 Herbert Zimmermann 4 /IV /5 2 8 /8 /3 3 A lbert M ader 5 /I I /3
2 4 /7 /3 2 Friedrich Karpinski 4 /1 /2 5

Cabe destacar que once (es decir, el 33 por 100) de estos hombres murieron c/espués
de que los nazis llegaran al poder. El treinta de mayo de 1938 todos recibieron, a
título postumo, la Orden de la Sangre, la máxima condecoración del NSDAP.

ex p erim en tó una pérdida de poder e influencia de la que nunca se


recuperó del todo. El nuevo jefe de la SA ,V iktor Lutze, jefe de la poli­
cía de H annover, tenía una capacidad para llevarse bien con el ejérci­
to y con las SS que sólo superaba su obsequiosa lealtad a H itler. Los
m iem bros de la SA se redujeron de cuatro m illones a poco más de un
m illón de sus m ejores hom bres y fueron despojados de sus armas.
El veinte de ju b o de 1934, en agradecim iento p o r su actuación
durante el putsch de R o h m , H itler declaró que las SS, que estaban co m ­
puestas por doscientos mil hom bres, eran una form ación independien­
te del N SD A P y las retiró p o r com pleto del control de la SA. Su supre­
macía quedó así garantizada y com enzó una etapa de consolidación
en la que desarrolló una nueva estructura de m ando a las órdenes de
H im m ler, cuyo grado de Reichsführer de las SS adquirió p o r prim era
vez un significado real, convirtiéndolo en subordinado directo de
Hitler. D e inm ediato despidió de las SS a unos sesenta m il hom bres
que habían sido reclutados en un m om ento en el que las SS com petían
Orígenes y primera etapa 39

con la SA p o r el núm ero de m iem bros, pero que no se ajustaban a la


im agen de elitismo de las SS. El Leibstandarte, la SS-V T y las SS-TV
adquirieron la categoría de ramas militares independientes, que aca­
baron p o r fusionarse y expandirse durante la segunda guerra m undial
con el nom bre global de Waffen-SS. A partir de m ediados de 1934, la
SS tradicional, no militar, la colum na vertebral de la organización,
com enzó a ser conocida com o la Allgem eine-SS (la SS general), para
distinguirla de las ramas armadas.
D urante esos prim eros años, treinta y tres m iem bros de las SS
m urieron en enfrentam ientos callejeros con los adversarios políticos
de H itler y, com o correspondía, sus nom bres se inscribieron en el
C uadro de H onor, o Ehrentafel de las SS. D e hecho, se convirtieron en
m ártires de las SS. Su nom bre, unidad y la fecha de su m uerte figuran
en el cuadro de la página anterior.
La A l l g e m e in e - S S

O rg a n iz a c ió n g e n e ra l d e la A l l g e m e in e -S S

U R A N T E EL p e r í o d o com prendido entre 1926 y 1928 la SS-


D Oberleitung en M u nich dirigía doce SS-Staffeln locales y super­
visaba seis S S -G a u , a saber:

S S -G a u Alta Baviera, con 4 Staffeln


S S -G a u Baja Baviera, con 3 Staffeln
S S -G a u B erhn-B randeburgo, con 2 Staffeln
S S -G a u Franconia, con 5 Stafffein
S S -G a u R enania-Sur, con 5 Staffeln
S S -G a u Sajonia, con 4 Staffeln

E n teoría, cada Gau del partido debería haber sido un S S -G a u ,


aunque en realidad sólo se establecieron seis, y m uchos de sus Staffeln
trataban directam ente con la Oberleitung. B uena parte de los prim eros
Staffeln duraron m uy poco.
En 1929-1.930 la Oberleitung fue sustituida p o r un SS-Oberstab,
que se fraccionó en cinco divisiones independientes, a saber:

Abteilung I - A dm inistrado n
Abteilung 11 - Personal
Abteilung III - Finanzas
Abteilung IV - Seguridad
Abteilung V - R aza

Por debajo del Oberstab había tres SS-Oberführer, cada uno de los
cuales dirigía su propia zona, u Oberführerbereiche, a saber:

S S - Oberführerbereich Oriental
SS-Brigade B erlín-B randeburgo, con 3 Standarten/7 Stürme
SS-Brigade Prusia O riental, con 2 Standarten / 6 Stürme
SS-Brigade Silesia, con 4 Standarten/6 Stürme
42 Historia secreta de las SS

SS-Oberführerberekh Occidental
SS-Brigade R e n a n ia-N o rte , con 4 Standarten /1 0 Stürme
SS-Brigade R enanía-S ur, con 4 Standarten/9 Stürme
SS-Brigade Sur de Hannover Braunschweig, con 3 Standarten/8 Stürme
SS-Brigade 1 Iesse-Nassau, con 3 Standarten/9 Stürme
SS-Brigade Turingia, con 2 Standarten/7 Stürme

S S - Obcrführerbereich Sur
SS-Brigade Bad e n -W ürttem berg, con 1 Standarte/A Stürme
SS-Brigade Franconia, con 1 Standarte /3 Stürme
SS-Brigade Baja Baviera, con 1 Standarte/3 Stürme
SS-Brigade Alta Baviera-Sur, con 3 Standarten /8 Stürme
SS-Brigade Austria, con 1 Standarte/3 Stürme

U na vez más, en teoría, se suponía que cada Gau del partido


tenía una SS-Brigade, cada una integrada p o r varios Standarten, co m ­
puestos, a su vez, por alrededor de cinco Stürme. C o m o p o r esa época
había alrededor de treinta Gane, era evidente que las SS tenían una
distribución más bien escasa por todo el país. La m ayoría de las u n i­
dades no contaban con los hom bres que tenían que tener en teoría.
C uando H im m ler asumió el control de las SS las cosas avanzaron a
u n ritm o acelerado. Entre 1931 y 1933 toda la estructura se m odificó
una y otra vez para hacer frente a las crecientes demandas administrati­
vas y de hom bres que se le presentaban al m ando de las SS. Se estable­
cieron dos departam entos nuevos, el S D -A m t y el Rasseamt, para con­
trolar la seguridad y las cuestiones raciales. U n tercero, el S S -A m t, era
el más grande de todos y estaba dividido en cinco secciones:

I O ficina del Estado M ayor


II Personal
IÍI A dm inistración
IV Reservas
V Sección m édica

E n el nivel siguiente se reem plazaron los Oberführerbereiche por


cinco S S -G m ppen, a saber: N orte, O riental, Suroriental, O ccidental y
Sur, que com prendían cincuenta y ocho Standarten.
La Allgemeine-SS 43

S^fcolf
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SK uffeau t m b © i i e b e t u u g
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Estructura y organización de las SS en 1933. El cuadro demuestra a las claras la


subordinación de Himmler, en calidad de Reichs-Führer de las SS, al Chef des
Stabes de la SA, Ernst Rohm. (Reproducido de Die Uniformen und Abzeichen der
S/4, SS usw., publicado por Kolf & Co., Berlín, 1933.)

Sin embargo, a pesar de esos cambios internos, en '1933 las SS toda­


vía estaban m uy subordinadas a la SA y a su Stabschef (jefe del Estado
Mayor), Ernst R ö h m . La estructura de m ando de las SS no tenía nada
de independiente, y la mayoría de los m áxim os dirigentes de las SS
dependían del M ando Suprem o de la SA , la Oberste SA-Führung. Hasta
que las SS se independizaron, en julio de 1934, H im m ler no fue más que
un SS-Obergruppenführer que ocupaba el cargo pero no tenía la cate­
goría de Reichsführer de las SS, de m odo que estaba en la misma posi­
ción que cualquiera de los demás generales de las SS o la SA y, po r lo
m enos en teoría, no disfrutaba de una posición privilegiada. E n reali­
dad, por no haber tenido experiencia en el frente durante la prim era
guerra m undial, m uchos veteranos le despreciaban y le consideraban
una figura ridicula que había logrado encaramarse hasta lo más alto.
lJor ejemplo, el líder del SS-G m ppe Oriental, el SS-Gnippenführer Kurt
44 Historia secreta de las SS

Himmler y sus dirigentes de la Vieja Guardia de las SS en Múnich, 1933.

Daluege, que se hizo famoso en el putsch de Stennes, en 1934 había


adquirido un poder considerable, con el apoyo de G öring, y se conside­
raba tan fuerte que se negaba a tratar con nadie, excepto con H itler y
R ö h m y, sin duda, no con «un apicultor bávaro com o Himmler». Y no
era el único que manifestaba una actitud semejante. Sin embargo, la caída
de R ö h m m odificó por com pleto la situación. Al ser ascendido
H im m ler al grado recién creado de Reichsführer de las SS, o R.ÍSS, que lo
colocaba po r encima de todos los demás, de pronto se volvió intocable.
E n lo que respecta a las unidades armadas de las SS, H im m ler
p ronto se convirtió en Reichsführer sólo de nom bre, porque se consi­
deraba que el Leibstandarte, la SS-V T y las SS-TV no dependían ofi­
cialm ente del partido sino que eran servicios públicos del R eich ,
siguiendo el m odelo del ejército. Sus gastos se cobraban al Estado, y
el m inistro de Finanzas del R eich, Lutz G raf Schw erin von Krosigk,
m antuvo su imparcialidad en la adjudicación de fondos nacionales a
La Allgemeine-SS 45

las SS armadas, negándose sistemáticamente a aceptar el grado h onorí­


fico en las SS que le ofrecía H im m ler. E n cambio, la Allgem eine-SS
siempre m antuvo su categoría política de Gliederung (organización)
independiente del N SD A P y nunca dependió del Estado para su m an­
tenim iento. Todos sus gastos se pagaban con los fondos del partido y,
en últim a instancia, controlaba sus finanzas el Reichsschartzmeister del
N SD A P (el tesorero del partido), Franz X aver Schwarz, que tenía
fama de ser un adm inistrador avaricioso. Sin em bargo, Schwarz, vete­
rano del putsch de M unich, tam bién era m uy am igo de H im m ler, que
le convirtió en el oficial general de más alta graduación de las SS, sólo
p o r debajo del propio Reichsführer en la lista de jerarquía. E n conse­
cuencia, el partido no ejerció nunca realm ente una estrecha supervi­
sión independiente de los fondos de la Allgem eine-SS. M edíante sus
contactos con las grandes empresas y su m u tu o am iguism o con
Schwarz, H im m ler se aseguró de que la A llgem eine-SS obtuviera todo
el dinero que necesitaba, a m en u d o a expensas de otras ramas del par­
tido, com o la N SK K y la N SFK . De m odo que la Allgem eine-SS, a
diferencia de la parte m ilitar de la organización, perm aneció total­
m ente bajo el control del Reichsführer hasta 1945, inm une a la in ter­
ferencia externa del Estado, con lo que la posición de H im m ler, en lo
más alto de la jerarquía de la Allgem eine-SS, era indiscutible y su p o d er
no se vio lim itado p o r ninguna posible restricción financiera. Por
tanto, los m áxim os niveles de la organización de la A llgem eine-SS gira­
ban en to rn o a su persona.
D urante el o to ñ o de 1934 H im m ler procedió rápidam ente a
reorganizar una vez más la estructura del A lto M ando. Se estableció

LO S H A U P T Ä M T E R D E LAS SS

1. Hauptamt Persönlicher Stab R fS S Estado M ayor personal de H im m ler


2. S S Hauptamt O ficina C entral de las SS
3. SS Führungshauptamt C uartel G eneral de O peraciones de las SS
4. Reichssicherheitshauptamt O ficina C entral de Seguridad del R e ic h
5. SS Wirtschafts-imd O ficina C entral de E conom ía y A dm inistración
Verwaltungshauptamt de las SS
6. SS Rasse-und Siedhmgshauptamt Oficina Central de R aza y Asentamiento de las SS
7. Hauptamt S S Gericht D epartam ento Juridico de las SS
8. SS Personalhauptamt O ficina C entral de Personal de las SS
46 Historia secreta de las SS

com o autoridad suprem a la Reichsfühnm g-SS, com puesta por dos esta­
dos mayores, el Kommandostab R fS S , que era un Estado M ayor ejecu­
tivo administrativo en el cuartel general personal de H im m ler, y el
Persönlicher Stab R fSS, un cuerpo m ucho más num eroso y con una
organización m ucho m enos rigurosa, com puesto por cierta cantidad de
oficiales asesores que incluían a los jefes de los principales departa­
m entos de las SS y otros oficiales especiales. D ebido a las nuevas car­
gas administrativas que im puso p o steriorm ente la guerra hu b o que
crear una estructura de m ando m ucho más amplia y com pleja que la
que había bastado en tiem pos de paz. En '1942, y sujeto a la autoridad
controladora de H im m ler y a la de la Reichsführiing-SS, el trabajo coti­
diano de dirigir, organizar y adm inistrar las SS lo llevaban a cabo las
ocho oficinas centrales, o Hauptämter, que figuran en el cuadro de la
página 45, de cada una de las cuales hablarem os p o r separado.

Además, había una cantidad de oficinas y departam entos m e n o ­


res que no tenían la condición de Hauptamt.
Las funciones de las diversas Hauptämter fueron cam biando perm a­
nentem ente para adaptarse a las nuevas exigencias y, con gran diferen­
cia, la m ayor parte de su trabajo durante el período com prendido entre
1939 y 1945 estuvo relacionado con la Waffen-SS, que las superaba en
núm ero, y con el cum plim iento de la política de las SS en los te rrito ­
rios ocupados. En definitiva, había gran cantidad de solapam ientos e
intereses contrapuestos en lo que respecta a sus diversas obligaciones y
jurisdicciones. E n 1945 el sistema de la Hauptamt se había convertido
en una red extensa y compleja de im perios burocráticos entrelazados,
cada uno de los cuales com petía con los demás para alcanzar la supre­
macía y para llamar la atención del Reichsführer. Después de decir esto,
no cabe duda de que su actuación siem pre resultaba contundente, aun­
que no eficaz. El espíritu de com petencia entre ellas, que H im m ler
estimulaba activamente, hacía que todo lo que trataba cada departa­
m ento se pusiera por escrito, se revisara y se volviera a revisar para evi­
tar errores. Si otra Hauptamt tenía interés, tam bién se escribía, se revisaba
y se volvía a revisar. El resultado fue el sistema más detallado de archi­
vos manuales jamás compilado, no sólo sobre la organización de las SS
sino sobre cualquier aspecto de la vida en el Tercer R eich . Sólo en la
La Allgemeine-SS 47

SS Personalhauptamt había ciento cincuenta millones de docum entos


distintos y el Reichssicherheitshauptamt incluso conservaba expedientes
secretos y que podían ser com prom etedores sobre el propio H itler y
sobre todos los demás dirigentes nazis, en su mayoría recopilados
durante la década de 1920 por la policía de seguridad de la R epública
de W eimar, cuyos archivos heredaron las SS, evidentem ente. Sem ejante
m inuciosidad y la capacidad para conseguir todo tipo de inform ación
daban la im presión de una estructura de m ando que lo veía todo y lo
sabía todo, que garantizó que, hasta el m om ento m ism o de la capitu­
lación, la Reichsjiihrung-SS y las SS Hauptämter pudieran controlar y
administrar la extensa organización de las SS, lo que no fue un logro
insignificante teniendo en cuenta que, en el m om ento culminante, las SS
actuaban en una zona que abarcaba desde las islas del canal de la M ancha
hasta el mar N egro y desde el Círculo Polar Ártico hasta el M editerráneo,
con una población en general hostil.
C o m o núcleo de la Reichsfühmng-SS, el Estado M ayor personal
del Reichsführer-SS (Pcrs. Stab R fS S ) tenía su sede central en el n ú m e­
ro 8 de la Prinz-A lbrecht-Strasse en Berlín. Se llamaba a sus m iem ­
bros «i.PSt.» (del Estado M ayor personal) y estaban subordinados
directam ente a H im m ler. A m edida que cada vez más personas de alta
graduación, tanto dentro com o fuera de las SS, trataban de llam ar la
atención de H im m ler, el Estado M ayor personal se convirtió en el
centro de influencia del m ando de las SS. Estaba com puesto por:

1. Los jefes de las SS Hauptämter, que eran m iem bros en función


de su cargo.
2. Los oficiales de las SS en determinadas oficinas y departam entos
integrados dentro del Pers. Stab,
3. Los oficiales de las SS nom brados o incorporados al estado m ayor
con funciones especiales de asesor o con un cargo honorífico.

Además de ser un órgano de asesoramiento y coordinación, el


Pers. Stab era responsable de todos los asuntos que tenían que ver con
el Reichsführer de las SS que no correspondieran a la com petencia espe­
cífica de ninguna de las otras Hauptämter de las SS.También actuaba como
nexo con el gobierno y con las dependencias del partido y controlaba
48 Historia secreta de las SS

diversas operaciones financieras y comerciales en nom bre de H im m ler.


El jefe del Estado M ayor personal era el SS-Obergruppenführer Karl
Wolff, que trabajó com o ayudante de H im m ler a partir de 1934. E n
1943, «Wölfehen» tam bién fue nom brado C om andante Suprem o de
las SS y de la Policía de Italia, de hecho, gobernador m ilitar de ese país,
aunque siempre conservó el cargo de jefe del Estado M ayor personal
y, con él, todas las facultades y las prerrogativas disciplinarias de un
Hauptamtschef
B uena parte de la labor administrativa que generaba el Pers. Stab
se procesaba a través del Kommandostab R fS S , que funcionó con
m ovilidad durante la guerra, con el nom bre de Feldkommandostelle
R fS S , o C uartel G eneral de C am po del Reichsführer de las SS. Por
entonces ya estaba organizado com o u n cuartel general m ilitar y
acom pañaba a H im m ler en sus num erosos viajes por los territorios
ocupados. S um ándole las unidades de las SS adscritas a él, que
incluían una sección de com unicaciones, u n batallón de escolta y un
destacam ento de fuego antiaéreo, el Feldkommandostelle llegó a reunir
en sus filas a más de tres m il hom bres. Su tren especial, el «Sonderzug
H einrich», tenía catorce vagones.
E n distintos m om entos, las siguientes oficinas y departam entos
form aron parte del Persönlicher Stab R fS S o estuvieron subordinados a
él directam ente, lo que brinda una idea general del alcance de sus
intereses y su influencia:

1. Pressesstelle R fS S (O ficina de Prensa del RfSS)


Se encargaba de las relaciones personales de H im m ler con la
prensa y tam bién le asesoraba con respecto a las publicaciones
oficiales de las SS y a la publicidad.
2. Hauptabteilung Auszeichnungen und Orden (Sección Principal de
Prem ios y Condecoraciones)
Asesoraba al RfSS sobre la concesión de todas las órdenes,
medallas y condecoraciones destinadas a los hom bres de las SS.
3. Dienstelle «Vierjahresplan» (Oficina del Plan Cuatrienal)
Servía de nexo entre el RfSS y el plan económ ico cuatrienal
de G öring para tratar aquellos aspectos del plan que estaban
relacionados con los intereses y las actividades de las SS.
La ÄJlgemeine-SS 49

4. Abteilung Wirtschaftliche Hilfe (Sección de Cooperación Económica)


Proporcionaba ayuda financiera y de otro tipo a los hom bres de
las SS que habían sufrido pérdidas m ateriales durante el p e río ­
do de la lucha por el poder. Tam bién hacía préstamos a los ofi­
ciales de las SS para que pudieran adquirir los elementos que
com ponían el uniform e y el equipo y, en algunos casos, para
saldar las deudas contraídas por los m iem bros de las SS.
5. Kulturreferat (Oficina de Cultura)
Se encargaba de la dirección de las actividades culturales de las
SS, que incluían la editorial N ordlandV erlag y la fábrica de p o r­
celana de Allach.
6. A b teilu n g f ü r K ulturelle Forschung (S ección de Investigación
Cultural)
Se ocupaba de los aspectos arqueológicos y de antigüedades de
la historia alemana. A lentaba expediciones, excavaciones e inves­
tigaciones para apoyar con pruebas históricas o arqueológicas el
pun to de vista nazi sobre la historia alemana.
7. Ahnenerbe- Forschungs- und Lehrgemeinschaft (Sociedad para la Inves­
tigación y la Enseñanza de la H erencia Ancestral)
Servía para prom over la investigación genealógica y biológica.
8. H auptabteilung Lebensborn (Sección P rincipal de la F u e n te de
Vida)
Estaba en contacto con la Asociación Lebensborn, que se encar­
gaba del bienestar de las madres de las SS y de sus hijos.

Además, los siguientes puestos especiales son ejem plos de los tipos
que estaban subordinados directam ente a H im m ler. Los oficiales m en ­
cionados eran los que ocupaban esos puestos en 1944:

1. SS Richter beim Pers. Stab R fS S (funcionario ju ríd ico de las SS


en el Estado M ayor del RfSS)
SS-Standartenführer H orst Bender. Se ocupaba de todas las cues­
tiones jurídicas y disciplinarias que se planteaban a H im m ler
para que él tom ara una decisión personal.
2. Reichsartz S S und Polizei (jefe de las SS y oficial m édico de la
Policía)
50 Historia secreta de las SS

SS-Obergruppenführer profesor doctor E rn st-R o b e rt Grawitz.


Se encargaba de la supervisión general de todos los servicios
m édicos de las SS y la Policía, de la investigación y la fo rm a­
ción m édica y del control y la d istribución de los sum inistros
y el equipo m édico.
3. C hef Femmeldewescn beim Pers. Stab R fS S (jefe de Com unicaciones
del Estado M ayor del IUSS)
S S - Obergruppenführer E rnst Sachs. Su función consistía en
supervisar todo el cam po de las transmisiones y las com unica­
ciones de las SS y la Policía.
4. R fS S Pers. Stab Beauftragter fü r ¡agd und Forstwesen (representante
de la Caza y la Silvicultura en el Estado M ayor del RfSS)
SS-Brigadeführer H erm an n M üller. M iiller tam bién era presi­
dente de la Sociedad C anina del R eich y representante de los
Perros en Servicio (de las SS y la Policía) en el Pers. Stab.

Por tanto, en resum en, todas las actividades de las SS y todo lo que
las afec taba entraban dentro de la jurisdicción de la Hauptamt Persönlicher
Stab R fS S .
La S S Hauptam t, o SS-H A (la Oficina C entral de las SS), tenía su
sede en el n úm ero 7-11 de Douglasstrasse en B erlín-G riinew ald y se
desarrollo a partir del S S -A m t que, a las órdenes del SS-Gruppenführer
K urt W ittje, coordinaba las operaciones de las SS antes de 1935. Era
el más antiguo de los principales departam entos de las SS y el m ero
título de Hauptamt, sin ningún calificativo, indicaba por sí m ism o el
papel fundam ental que desem peñaba al principio en la adm inistración
de las SS. A las órdenes del SS-Obergruppenführer August Heissmeyer,
m antuvo su suprem acía casi hasta 1940. En esa época sólo quedaban
tres Hauptämter propiam ente dichas; las otras dos eran la Rasse- und
Siedlungshauptamt y la Reichssicherheitshauptamt. P or consiguiente, a
excepción de las funciones especiales que desem peñaban esos dos
departam entos, la SS-H A era responsable de todas las variadas tareas
que form aban parte de la adm inistración general de las SS.
Sin embargo, la expansión de las SS com o consecuencia de la
m ovilización en tiem pos de guerra hizo que la m ultiplicidad de fun­
ciones que convergían sobre la SS-H A se convirtiera en una carga
ha Allgemeine-SS 51

demasiado pesada para un solo departam ento de m odo que, en agos­


to de 1940, se produjo una gran reorganización de la adm inistración
central de las SS. Dos de las ramas de la SS-H A , la Personalamt (la
Oficina de Personal) y el SS Gericht (el D epartam ento Jurídico) se
separaron y fueron elevadas a la categoría de H auptamt, convirtiéndo­
se en la S S Personalhauptamt y el Hauptamt S S Gericht. Además, se crea­
ron otras dos Hauptämter, a saber: la SS Führungshauptamt y la SS
Wirtschafts- und Verwaltungshauptamt, al privarse a la SS-H A de ciertas
responsabilidades.Varias funciones más de la SS-H A tam bién se trans­
firieron o fueron asumidas por otro departam ento, por ejem plo la
supervisión de las com unicaciones y las señales de radio de las SS, de
las que se hizo cargo el jefe de C om unicaciones del. Persönlicher Stab
R fS S . C o m o consecuencia de la reorganización la SS-H A se quedó
sin ocho de sus trece oficinas. De golpe perdió p o r com pleto la posi­
ción de m ando que antes había disfrutado. La principal im portancia
que le seguía correspondiendo a la SS-H A a las órdenes de su nuevo
jefe, el SS-Obergruppenführer G ottlob-C hristian Berger, era su respon­
sabilidad en el reclutam iento y el m antenim iento de registros de los
m iem bros del personal que no habían sido designados.
La posterior recuperación de la SS-H A durante el período com ­
prendido entre 1941 y 1945 se debió casi exclusivamente a la perm a­
nente expansión de la W affen-SS y a la am pliación de la zona de
influencia de la A llgem eine-SS hacia los te rrito rio s ocupados. A
p artir de 1941 la W affen-SS com enzó a reclutar, cada vez más, tanto a
individuos com o a unidades germánicas que se presentaban com o
voluntarios procedentes del oeste de E uropa y de los países escandina­
vos. Al m ism o tiem po, en Flandes, Holanda, N oruega y D inam arca se
trataba de reclutar form aciones nacionales de la Allgemeine-SS, la lla­
mada SS G erm ánica, para colaborar en la supervisión de esos países, lo
que se reflejó en la creación, a finales de 1941, de la Germanische
Leitstelle (la Oficina de Relaciones Germánicas) de la SS-HA , que se
encargaba del bienestar de todos los m iem bros de las razas germánicas
que entraban dentro de la órbita de las SS. Q uedaban incluidos los
extranjeros que estudiaban en las universidades alemanas, los extranje­
ros que trabajaban en las fábricas alemanas y los m iem bros de la p ro ­
pia Allgem eine-SS que no eran alemanes. Ese aspecto del trabajo de la
52 Historia secreta de las SS

SS-H A fue aum entando de form a perm anente durante la guerra y


trajo consigo una cantidad de obligaciones y funciones adicionales, que
incluían el establecim iento de exposiciones públicas para prom over la
cultura alemana en Europa occidental. Además de esas preocupaciones
prim arias, la 5 5 Hauptamt tam bién conservó el papel de observador
general con respecto a la propaganda, las publicaciones, la educación,
el deporte y la form ación física para las SS y la policía.
El C uartel General de O peraciones de las SS, o Führungshauptamt
(SS-FHA), a las órdenes del SS-Obergruppenführer H ans Jüttner, estaba
situado en el núm ero 188 de la Kaiserallee, en Berlín-W ilm ersdorf.
Surgió del D epartam ento de O peraciones de la S5 Hauptamt, se con­
virtió en un organismo independiente en agosto de 1940 y llegó a ser
la mayor de todas las S5 Hauptämter, ya que contaba con cuarenta mil
personas en 1944. El m otivo de su rápido crecinúento fue la expansión
de la Waffen-SS, que im puso al m ando de las SS una carga administra­
tiva colosal, sin parangón antes de la guerra. N o obstante, si bien las
mayores necesidades operacionales de la Waffen-SS convirtieron la
administración de esa rama en la función más im portante, con diferen­
cia, de la SS-IIA , esta jamás pretendió ser sólo el cuartel general de la
Waffen-SS sino que, de hecho, era el C uartel General de O peraciones
de la Gesamt-SS (de todas las SS), entre cuyos departam entos figuraba el
C uartel General de la Allgemeine-SS (Kommandoamt der Allgemeinen-SS),
a las órdenes del SS-Gruppenführer Leo Petri, encargado del control y el
despliegue operativo de la Allgemeine-SS, así com o tam bién de su adm i­
nistración general, suministros, form ación y movilización.Todas las uni­
dades de las SS que no estaban bajo el m ando táctico de la W ehrm acht
en el cam po de batalla quedaban totalm ente subordinadas al SS-FHA,
tanto en lo que respecta a lo operacional com o a lo administrativo.
Organizaba el pago de los salarios y el suministro de equipo, armas,
m uniciones y vehículos, además del m antenim iento y reposición de
existencias. La rama de personal del SS-FH A se encargaba de los n o m ­
bram ientos, traslados y prom ociones, si bien las cuestiones que afecta­
ban a los oficiales se resolvían conjuntam ente con la SS Personalhauptamt,
a la que pertenecía, en virtud del cargo, el jefe de la rama de personal
del SS-FHA, el SS-Obergruppenführer Kurt Knoblauch. Además, el SS-
FH A coordinaba la preparación de todas las form aciones de las SS y
La Allgemeine-SS 53

controlaba gran cantidad de unidades, escuelas y cam pam entos de


entrenam iento, mientras que su rama m édica supervisaba los hospitales
de las SS. U n oficial de control de m ovim ientos del SS-FH A se
hacía cargo de todas las cuestiones que afectaban al transporte de las
SS y la policía, incluidos el transporte p o r ferrocarril, m ar o aire, y el
D epartam ento Postal de C am po del SS-FH A controlaba las oficinas
postales de cam po de las SS y la censura de la correspondencia.
Además, el SS-FH A tam bién supervisaba m uchas otras actividades
diversas de las SS, que incluían la geología militar, los archivos de guerra
y la odontología.
E n septiembre de 1939 se creó la Reichssicherheitshauptamt o R S H A
(la Oficina Central de Seguridad del R eich) para reunir a las fuerzas
policiales de seguridad tanto del partido com o del Estado. Tenía su sede
en el núm ero 8 de la Prinz-Albrecht-Strasse de Berlín y com binaba en
una sola estructura de m ando las oficinas del Sicherheitsdienst o SD (el
Servicio de Seguridad de las SS), que dependía del partido, y la
Sicherheitspolizei o Sipo (la Policía de seguridad), que dependía del
Estado, y que com prendía la K ripo (la Policía criminal) y la Gestapo
(la Policía política). A unque oficialmente la R S H A estaba subordinada
a H im m ler, se convirtió en seguida en el im perio personal de su p ri­
m er jefe, el SS-Obergruppenführer R einhard H eydrich, que utilizó com o
baza sus amplios recursos de inform ación y sus expedientes com prom e­
tedores en sus luchas p o r el poder con los demás líderes nazis hasta que
fue asesinado en 1942. Su sucesor, el SS-Obergruppenführer doctor Ernst
Kaltenbrunner, un individuo de aspecto siniestro, nazi austríaco de la
Vieja Guardia, aunque m ucho m enos ambicioso, de todos m odos llegó
a ser uno de los hom bres más tem idos del Tercer R eich. La R S H A se
encargaba de las operaciones tanto nacionales com o internacionales del
servicio de inteligencia, del espionaje y el contraespionaje, de luchar
contra los crím enes políticos y la delincuencia com ún y de sondear a la
opinión pública acerca del régim en nazi.
La SS Wirtschafts- und Verwaltungshauptamt, o SS-W V H A (la
O ficina C entral de E conom ía y A dm inistración de las SS), se form ó en
1942. Tenía su sede en el núm ero 126-135 de U n te r den E ichen de
Berlín-Lichterfelde, estaba encabezada p o r el SS-Obergruppenführer
O sw ald Pohl y se encargaba fundam entalm ente del sistema de los
54 Historia secreta de las SS

campos de concentración y de la adm inistración financiera de las SS.


C ontrolaba buena parte de las empresas industriales y agrícolas de las
SS, organizaba la fabricación interna de suministros y equipo para uso
de las SS y ponía en práctica los programas de vivienda y construcción
para las SS.
La SS Rasse- und Siedîungshauptamt, o R u S H A (la O ficina C entral
de R aza y A sentam iento de las SS), alcanzó la categoría de Hauptamt
el treinta de enero de 1935, tras evolucionar a partir de la O ficina de
R aza y A sentam iento de las SS que se creó a finales de 1931, y se puso
alas órdenes del SS-Obergruppenführer R ichard Walther Darré. Posterior­
mente estuvo al m ando de G ünther Pancke, que después llegó a ocupar
un alto cargo en las SS y a ser com andante de la Policía de D inam arca
y, finalm ente, al de R ichard H ildebrandt; tenía su sede en el núm ero
24 de la Hedem annstrasse de B erlín. La R u S H A se ocupaba de la
pureza ideológica y racial de todos los m iem bros de las SS. Era la
autoridad para todas las cuestiones relacionadas con la genealogía y
expedía certificados de linaje y perm isos de m atrim onio dentro de las
SS. Además, se encargaba de p o n er en práctica la política de estable­
cer a hom bres de las SS, sobre todo antiguos soldados, com o colonos
en los te rrito rio s orientales conquistados, aplicando así las teorías
de «la sangre y el suelo» de D arré y los demás m aestros raciales de
las SS,
El Hauptamt S S Gericht, o H A SS Gericht (el D epartam ento Jurídico
de las SS), situado en el núm ero 10 de la Karlstrasse, en M únich, admi­
nistraba el aspecto disciplinario del código especial de leyes al que esta­
ban sometidos los miembros de las SS y la policía. Controlaba los SS und
Polizei Gerichte (los tribunales de las SS y la Policía) en las ciudades más
grandes de Alemania y los países ocupados, y tam bién quedaban bajo su
jurisdicción los Strafvollzugslager der S S und Polizei (los campos penales de
las SS y la Policía). El SS-Gruppenführer Paul Scharfe dirigió el departa­
m en to hasta su m u erte en 1942; entonces le sucedió el SS-O bergru­
ppenführer Franz Breithaupt. El Hauptamt SS Gericht era una prolongación
del antiguo SS Gericht, una oficina que, en nom bre del Reichsführer de las
SS, investigaba las infracciones disciplinarias y las violaciones al código
de h onor de las SS cometidas por sus miembros. Preparaba e interponía
acciones legales y se encargaba de perdonar o suspender la ejecución de
La Allgemeine-SS 55

las sentencias. Además, com o m áxima autoridad dentro de las SS en


cuestiones de legislación y disciplina, era la vía de contacto entre las SS
y todos los demás órganos jurídicos del Estado y del partido.
La SS Personalhauptamt (la O ficina C entral de Personal de las SS)
tenía su sede en el núm ero 98-99 de la W ilm ersdorferstrasse, en
B erlín-C harlottenburg, y coordinaba la labor de las ramas de personal
de las distintas Hauptämter. Era la m áxim a autoridad en todas las cues­
tiones de personal de las SS, aunque se ocupaba fundam entalm ente de
los oficiales, ya que las SS H auptam t conservaba registros relacionados
con los suboficiales y la tropa. La SS Personalhauptamt tenía dos sedes
principales, una para los oficiales y otra para los oficiales de reemplazo,
y con cierta periodicidad elaboraba y actualizaba la Lista de jerarquía de
las SS, o Dienstaltersliste, en la que figuraba inform ación sobre cada uno
de los oficiales de las SS en servicio. El SS-Obergruppenführer Walter
Schm itt dirigió la SS Personaïhauptamt hasta 1942, y a partir de en to n ­
ces la dirigió el SS- Obergruppenführer M axim ilian von Herff.
A parte de las habituales Hauptämter de las SS, había cierta cantidad
de oficinas y departam entos más pequeños que ocupaban un puesto
dentro de la estructura de m ando de las SS. La Hauptstelle der Hauptam t
Ordnungspolizei era un departam ento que representaba a la policía civil
uniform ada del cuartel general de H im m ler. Asesoraba al Reichsführer
sobre todas las cuestiones relacionadas con la Ordnungspolizei. La
Hauptamt Dienststelle Heissmeyer, oficina adscrita al estado mayor del
SS-Obergruppenführer August Heissmeyer, en su calidad de oficial supe­
rio r de las SS y com andante de policía del distrito de B erlín, se encar­
gaba de la supervisión de los Nationalpolitische Erziehungsanstalten
(N P EA o Ñapólas), los Institutos N acionales de E ducación Política
creados para form ar a la futura elite germ ánica. El Stabshauptamt der
Reichskommissar für die Festigung des deutschen Volkstums, o Hauptam t
RKF, el cuartel general del estado m ayor de H im m ler en su calidad
de com isionado del R e ic h para la consolidación del germ anism o,
tenía su sede en el 142-143 de la R urfurstendam m de Berlín y estaba
al m ando del SS-Obergruppenführer U lric h Greifelt. Se interesaba en
general por todas las cuestiones que afectaban al m an ten im ien to de
las características raciales de la población alem ana y la protección y
el engrandecim iento de la raza alem ana en su totalidad. Tenía com o
56 Historia secreta de las SS

actividad principal la pro m o ció n de asentam ientos de alem anes en


los territo rio s anexados en el este del R e ic h . P or últim o, el H auptam t
Volksdeutsche Mittelstelle o V O M I (D epartam ento para la R e p a tria c ió n
de los A lem anes de Raza) funcionaba desde su sede en el n ú m ero
29 de la Keithstrasse de B erlín y estaba dirigido p o r el S S -
Obergruppenführer W ern er Lorenz. E n contraste co n el H auptam t
RK F, su función principal consistía en organizar el regreso al R e ic h
de los descendientes de las antiguas generaciones de colonos y
pobladores alem anes que se establecieron en R u sia y en el sureste
de Europa.
E n u n nivel justo por debajo de las SS Hauptämter se encontraban
las Oberabschnitte (Oa.) o R egiones, las bases de la organización te rri­
torial de la Allgemeine-SS. A l principio había cinco Oberabschnitte, for­
madas en 1932 a partir de los SS Gruppen que existían entonces. En
1944 su núm ero se había increm entado a diecisiete dentro de la p ro ­
pia Alem ania y cada una de ellas correspondía casi exactam ente a un
Wehrkreis (distrito m ilitar). Las regiones de las SS se conocían en
general p o r su nom bre geográfico, aunque tam bién era habitual refe­
rirse a ellas po r el núm ero rom ano que se adjudicaba a cada Wehrkreis.
Al frente de cada Oberabschnitt había un SS-Obergruppenführer, un
Gruppenführer o un Brigadeführer, nom brado Führer des Oberabschnittes
(F.Oa.), que p o r lo general tam bién era el representante de H im m ler
en el cuartel general m ilitar del Wehrkreis y, además, ocupaba el cargo
de Höhere S S - und Polizeiführer, o H S SPf (oficial superior de las SS y
com andante de Policía de la región). E n los pocos casos en los que
el H S SPf no era el Führer de la correspondiente Oberabschnitt, eso se
debía a que a este últim o, a pesar de ocupar algún otro cargo activo,
se le perm itía conservar el m ando titular de la O a. p o r m otivos p er­
sonales. Por ejem plo, du ran te la g u erra se n o m b ró al SS-
Obergruppenführer A ugust Heissm eyer H S S P f para la Oberabschnitt de
Spree, ya que el Führer nom inal de esa región, «Sepp» D ietrich, dedi­
caba todo su tiem po a la W affen-SS en el frente de batalla.
Subordinado directam ente al F.Oa. o al H S S P f estaba el Stabsführer
der Allgemeinen-S S (el jefe del Estado M ayor de la A llgem eine-SS), res­
ponsable ante él de la conducción general y el control de la Allgemeine-
S S dentro de la O a. Integraban los cuarteles generales regionales en
La Allgemeine-SS 57

Estructura y organización de la Allgemeine-SS en 1944. En el cuadro se puede ver


el típico detalle por unidades dentro de una Oberabschnitt de la Allgemeine-SS,
tomando como ejemplo la Oberabschnitt de Fulda-Werra. (Reproducido de The
General SS, producido por la contrainteligencia aliada en 1944.)

prim er lugar los Hauptamtlicher Führer (oficiales de carrera) ju n to con


una serie de funcionarios Nebenamtlich (que se dedicaban a esa activi­
dad com o ocupación secundaria) o Ehrenamtlich (honoríficos). Entre los
oficiales de carrera figuraban el Leiter der Verwaltung o Verwaltungsführer
(funcionario administrativo), el Oberabschnittsarzt (funcionario m édico),
el Oberabschnittsausblindungsführer (funcionario de form ación), el
Oberabschnittspersonalchef (funcionario de personal) y el Nachrichtenführer
(funcionario de noticias). Los que se dedicaban com o ocupación secun­
daria por lo general estaban po r debajo del grado de Sturmbannführer y
no percibían ninguna rem uneración po r sus servicios. Las diecisiete SS
Oberabschnitte situadas dentro de Alemania recibían el nom bre y el
núm ero que se indican a continuación:
58 Historia secreta de las SS

Oberabschnitt Cuartel general Wehrkreis


C entro B raunschw eig XI
D anubio V iena XV II
Flba D resde IV
Fulda-W erra Arolsen-W aldeck IX
M ain N u rem b erg ΧΠ1
M ar Báltico Stettin II
M ar del N o rte H am burgo X
N o ro rien tal K önigsberg I
O ccidental D üsseldorf VI
R e g ió n de los Alpes Salzburgo X V III
R in-M arca Occidente! W iesbaden X II
Spree Berlín III
Sur M ú n ich VII
Suroccidental Stuttgart V
Suroriental Breslau VIII
Vistula D anzig XX
W arta Posen XXI

Los Wehrkreise XIV, XV, XV I y X IX no tenían su correspondiente


SS Oberabschnitt.

Además de estas, había seis Oberabschnitte en el extranjero, que


surgieron durante la guerra:

Oberabschnitt Cuartel general Región


B ohem ia-M oravia Praga Checoslovaquia
N oroccidental La Haya H olanda
N o rte Oslo N o ru eg a
O riental Cracovia Polonia
R e g ió n O riental R iga Países bálticos
U crania Kiev U crania

D e estas seis, sólo la O a. de B ohem ia-M oravia, que incluía los


Sudetes, duró lo suficiente para desarrollar una organización que se
La Allgemeine-SS 59

pudiera com parar estrictam ente con las Oberabschnitte del in te rio r de
Alemania. La Oa. N o rte y la N oroccidental coordinaban las operaciones
policiales y las de contingentes relativam ente reducidos de la SS
G erm ánica en Flandes, hlolanda, N oruega y D inam arca, m ientras que
las Oa. O riental, R e g ió n O riental y Ucrania dirigían las heterogéneas
fuerzas de seguridad y antiguerrilla en sus zonas respectivas.
A su vez, cada SS Oberabschnitt comprendía una media de tres
Abschnitte (distritos), identificados asimismo mediante números romanos.
También se designaban con el nom bre de la zona que abarcaban o por el
lugar donde estaba situado su cuartel general. El comandante del Abschnitt
o Führer des Abschnittes (EAb.) solía ser un oficial con grado de SS-
Oberführer o Standartenführer. Los siete primeros Abschnitte abarcaban todo
el R eich y el octavo correspondía a Austria. El noveno Abschnitt y ios
sucesivos aparecieron en 1932 ju n to con los Standarten con números supe­
riores al cuarenta. A partir de entonces, los distritos fueron creciendo de
forma proporcional a la expansión de las SS y en 1944 eran los siguientes:

Himmler, Wolff y el SS-Gruppenführer Heinrich Schmauser, Führer de la


Oberabschnitt Sur, inspeccionan a los hombres del 34° Fuss-Standarte de las SS
en Weilheim en diciembre de 1934.
60 Historia secreta de las SS

^-Oberabschnitte
NonkBl ................ KíaijibeTj XXXV
0*1*« .................. Stell* XXXVI
XXXVII ¡Líip¿g Pateo
Spree ....................
Eike ......................
Beri λ
U roíeo XXXvm
λ XXIX
B:.-ufi.. ig
FJtatW g
llo it su »lix
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S i t i r e t ................
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........................ Münttmi XX XXI Kiliieh
M .................. B rtihu XXXXil Hti<W LcDlu
Fulda-Werra . . . . . At*Uí* ΧΧΧΧΠΙ
XX XXIV
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^-Pioniemnheiten
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XX XIII Metu«! N*.9 E AKVIocWifTj/
XXXIV AefAwjt Na 10 SO Ë rciin Briœa

Formaciones de las unidades de la Allgemeine-SS en 1944. En el cuadro figuran


todas las Oberabschnitte, los Abschnitte, los Standarten y las unidades especiales
de la Allgemeine-SS que existían en 1944, con su nombre, número y situación.
(Reproducido de la SS Dienstaltersliste del nueve de noviembre de 1944.)

N ú m . de D istrito
Abschnitt
I M únich/L andshut/Ingolstadt
II D re sd e/C hem n itz/P lau en
IU Berlin-Steglitz
IV H annover/B raunschw eig/C elle/G otinga
V D uisburg/D iisseldorf/E ssen/C olonia
VI B reslau/Frankenstein/G logau
vu K önigsberg/ Insterburg/E lbing
VIII Linz
IX W u rzb urgo/N úrem b erg/A nsbach/S chw einfurt
X S tu ttg art/T u b in g a/U lm
La Allgemeine-SS

XI C oblen za/T rév eris/D arm stad t/W iesb ad en /B in g en


X II Frankfurt (O der)/S enftenberg
X III S te ttin /K ö slin /Schneiderm iihl
X IV O ld e n b u rg / C uxhaven/B rem en
XV H am b u rg o -A lto n a/H am b u rg o -H arb u rg
XVI D essau/M agdeburgo/Stassfurt
X V II M ü n ste r/D etm o ld /B iele fe ld /B u er
X V III Halle (Saale)/L eipzig/W ittenberg
X IX Karlsruhe
XX K iel/Flensburg
XXI Hirschberg/Mährisch-Schönberg/Jägerndorf/Troppau
X X II A llen stein /M em el/Z ich en au
XXIII Berlin-W ilmersdorf/Neuruppin/Eberswalde/Potsdam
X X IV O p o le /B y to m /K a to w ic e
XXV D o rtm u n d /B o c h u m /H a g e n
XXVI D a n z ig /Z o p p o t/M a rie n w e rd e r/M a rie n b u rg o /
N eu stad t/E lb in g
X X V II W e im ar/G o th a/G e ra /M e in in g e n /E rfu rt
X X V III B ay reu th /R atisb o n a/B am b erg
X X IX Constanza
XXX Frankfurt (M ain)/K assel/G iessen
XXXI V ien a/K rem s/Z n am i
XXXÏ1 Au gsbu rgo / Lindau
X X X III Schw erin/G reifsw ald
X X X IV S arrebruck/K aiserslautern/ H eidelb erg
XXXV G raz/K lagenfurt/L eoben
XXXVI Salzburgo/Innsbruck
X X X V II R eich en b erg /T rau ten au /B rü x /A u ssig
X X X V III K arlsbad/O hre/A sch
X X X IX B rn o / Iglau/Praga
χχχχ B rom berg/T uchel
XXXXI T h o rn /K u lm
X X X X I1 G nesen/P osen
X X X X III Litzm annstadt/K ahsch/Leslau
X X X X IV G u m b im n e n /M e m el/Z ic h e n a u
XXXXV E strasburgo/C olm ar
62 Historia secreta de las SS

C abe destacar que al aum entar la cantidad de m iem bros de las SS


en algunos pueblos y ciudades estos se dividieron en dos Abschnitte.
La organización de la Allgem eine-SS con respecto a la form ación
por debajo del nivel de los Abschnitte era más flexible y se hacía a par­
tir de unidades en lugar de ser territorial, si bien a su vez cada unidad
estaba relacionada con una zona determ inada, o se reclutaba en ella.
El típico Abschnitt controlaba una m edia de tres SS Fuss-Standarten, el
equivalente a regim ientos de a pie o de infantería. C o m o su nom bre
indica, el Standarte era la unidad estándar de la Allgemeine-SS, que ya
había quedado bien establecida com o tal en 1930, m ucho antes de
que el sistema regional de las SS hubiera evolucionado del todo. Los
prim eros SS-Standarten no llegaban a tener la cantidad de hom bres
necesarios e, incluso en 1931, a veces no reunían a más de u n cente­
nar de hom bres. Sin embargo, las cifras aum entaron considerablem en­
te cuando se crearon otros diez SS Standarten en 1933 y aparecieron

Hombres de las SS en la estación de ferrocarril de Hamburgo, alrededor de 1934 o


1935. Durante ese período de transición se llevaban los dos estilos de las cabezas
de la muerte. La insignia rúnica que lleva en el cuello el hombre que está a la izquierda
indica que pertenece al Leibstandarte, mientras que los demás son del 48°
Standarte.
La Allgemeine-SS 63

cincuenta más en 1934. E n 1939 el Fuss-Standarte m edio estaba for­


m ado por unos dos m il hom bres, si bien las cifras fueron descendien­
do a unos mil seiscientos en 1941 y a cuatrocientos en 1944, al ser
reclutados los m iem bros de la Allgem eine-SS po r la W ehrm acht y la
Waffen-SS. Al m ando de cada regim iento había un Führer des Stand artes
(F.Sta.), que contaba con la colaboración de un pequeño estado mayor
y una unidad de cuartel general con jornada parcial. Según el tam año
de la unidad, el com andante del regim iento podía ser un SS-
Standartenführer, un Obersturmbannführer o un Sturmbannführer. E n 1943
era habitual que dos pequeños Standarten cercanos se pusieran a las
órdenes de un m ism o com andante.
Los Standarten recibieron núm eros consecutivos, del 1 al 127.
Algunos llevaban tam bién el nom bre de famosos m iem bros de las SS
que habían desaparecido, m uertos durante el Kampfzeit, asesinados,
etcétera, y esos «títulos honoríficos» se extendieron tam bién a una
serie de Stürme (compañías) pertenecientes a determ inados Standarten.
Por ejemplo, la 6a Sturm del 6o Standarte se llamaba «Eduard Felsen» en
recuerdo de uno de sus m iem bros que m u rió en una refriega calleje­
ra la noche del incendio del Reichstag, m ientras que el 90° Standarte
recibió el título de «Franz Kutschera» p o r uno de sus oficiales, que
llegó a com andar la policía de seguridad y el SD en Polonia y fue ase­
sinado por partisanos el uno de febrero de 1944. En el cuadro que
aparece a continuación figuran todos los SS Fuss-Standarten con su
núm ero de regim iento y su situación y, si corresponde, los títulos
honoríficos del Standarte o de la Sturm.

SS F U S S -S T A N D A R T E N

N ú m . de Lugar T ítu lo honorífico T ítu lo honorífico

Standarte del Standarte de la Sturm

1. Múnich «Julius Schreck» 1.«Karl Ostberg»


2. «Casella»
5. «Hellinger»
10. «Karl Laforce»
64 Historia secreta de las SS

N ú m . de Lu g ar T itu lo honorífico T ítu lo honorífico

Standarte del S t a n d a r t e de la S t u r m

2. Frankfurt (Main) 4. «Josef Bleser»


3. Nuremberg
4. Hamburgo-Altona
5. Luxemburgo
6 . Berlin-Charlottenburg 6. «Eduard Felsen»
8. «Oskar Goll»
9. «Kurt von der Ahe»
Plauen «Friedrich Schlegel» 3. «Paul Fressonke»
6. «Paul Teubner»
Hirschberg
9. Stettin
10 . Kaiserslautern
11 . Viena «Planetta»
12 . Hannover
13. Stuttgart
14. Gotha
15. Neuruppin
16. Breslau
17. Celle
18. Königsberg
19. Münster
20. Düsseldorf «Fritz Weitzel» 1. «Karl Vobis»
3. «Kurt Hilmer»
5. «Werner
Hannemann»
11. «Friedrich
Schreiben)
21. Magdeburgo
22. Schwerin «Friedrich Graf von
der Schulenburg»
23. Bytom
24. Oldenburg
25. Essen 1. «Garthe»
La Allgemeine-SS 65

N ú m . de Lugar T ítu lo honorifico T itu lo honorífico

S ta n d a r t e dei S t a n d a r t e de la S t u r m

3. «Friedrich
Karpinski»
4. «Arnold Guse»
5. «Leopold Paffrath»
26. Halle (Saale) 1. «Paul Berck»
27. Frankfurt (Oder)
28. Hamburgo 1. «Henry Kobert»
9. «Hans Cyranka»
29. Lindau
30. Bochum 1. «Fritz Borawski»
3. «August PfafF»
11. «Adolf Höh»
31. Landshut 4. «Faust»
12. «Andreas Zinkl»
32. Heidelberg
33. Darmstadt
34. Weilheim
35. Kassel
36. Danzig
37. Linz
38. Graz
39. Köslin
40. Kiel l.«Radke»
8. «Martens»
41. Bayreuth
42. Berlin 4. «Fritz Schulz»
43. Frankenstein
44. Eberswalde
45. Opoie
46. Dresde
47. Jena
48. Leipzig 8.«Gutsche»
49. Braunschweig 1.«Gerhard Landmann»
66 Historia secreta de las SS

N ú m . de L ugar T itu lo honorífico T ítu lo honorífico

Standarte del S t a n d a r t e de la S t u r m

50. Flensburg
51. Go tinga
52. Krems
53. Heide
54. Landsberg (Warta) «Seidel-Dittmarsch»
55. Lüneburg
56. Bamberg
57. Meiningen
58. Colonia 2. «Franz Müller»
59. Dessau «Loeper»
60. Insterburg
61. Allenstein
62. Karlsruhe
63. Tubinga
64. Berent
65. Friburgo de Brisgovia
66. Bartenstein
67. Erfurt 12. «Fritz Beubler»
68. Ratisbona
69. Hagen (Westfalia)
70. Glogau
71. Elbing 1. «Ernst Ludwig»
72. Detmold
73. Ansbach
74. Greifswald
75. Berlin 8. «Edmund Behnke»
76. Salzburgo
77. Schneidmühl
78. Wiesbaden
79. Ulm
80. Berlin
81. Wurzburgo 2. «Hans Purps»
82. Bielefeld
La Allgemeine-SS 67

N ú m . de L ugar T ítu lo honorífico T ítu lo honorífico

Standarte del S t a n d a r t e de la Sturm

83. Giessen
84. Chemnitz 4. «Grobe»
9. «Steinbach»
11. «Ludwig Frisch»
85. Sarrebruck
86. OfFenburg
87. Innsbruck
88. Bremen
89. Viena «Holzweber»
90. Klagenfurt «Franz Kutschera»
91. Wittenberg
92. Ingolstadt
93. Coblenza
94. Leoben
95. Trautenau
96. Brüx
97. Eger
98. Mährisch-Schönberg
99. Znaim
100. Reichenberg
101. Saaz
102. Jagerndorf
103. Aussig
104. Troppau
105. Memel
106. Augsburgo
107. Brno
108. Praga
109. Posen
110. Hohensalza
111. Colmar
112. Litzmannstadt
113. Kalisch
68 Historia secreta de las SS

N ú m . de L ugar T ítu lo honorífico T ítu lo honorífico

S tandarte del S t a n d a r t e de hi S t u r m

114. Lesslau
115. Zichenau
116. Bromberg
117. Konitz
118. Pr. Stargard
119. Graudenz
120. Kulm
121. Estrasburgo
122. Estrasburgo
123. Colmar
124. Scharley
125. Metz
126. Marburgo/Drava
127. Oslo

C abe destacar que en algunos de los pueblos y las ciudades más


grandes había más de un Fuss-Standarte.

Además de los Fuss-Standarten había veintitrés unidades de caballe­


ría de la Allgemeine-SS del tam año de un regim iento, las Reiterstandarten.
Cada una de ellas com prendía entre cinco y ocho Reiterstürme (com pa­
ñías de caballería), una Sanitätsreiterstaffel (brigada médica) y un
Trompeterkorps (cuerpo de trompetas). Las Reiterstandarten nunca se con­
centraban en las ciudades donde estaban los cuarteles generales, sino
que las compañías que las form aban po r lo general se dispersaban entre
las ciudades más pequeñas de los Abschnitte. Siempre cum plían una fun­
ción em inentem ente ceremonial, tenían un punto de vista bastante
esnob y casi nunca colaboraron con los Fuss-Standarten ni con la poli­
cía en el control interno de las multitudes. El inspector de la Form ación
de Caballería de las SS era el SS-Brigadeführer ecuestre C hristian Weber,
uno de los hom bres del Stosstmpp de la Vieja Guardia y veterano del
putsch de M únich. Fue el fundador de la Escuela Central de Caballería de
las SS, o SS-Hauptreitschule, de M unich, que estuvo al m ando de H erm ann
La Allgemeine-SS 69

Timbalero de la SS-Kavallerie-Div¡sion, en octubre de 1942. La funda del timbal


estaba hecha de terciopelo negro, con gruesos bordados en hilo de aluminio, cuyo
diseño no cambiaba desde 1934.

Fegelem hasta 1939. D espués de estallar la guerra, la m ayoría de los


m iem bros de los Reiterstandarten fu ero n reclutados p o r las u n id a ­
des de caballería del ejército o p o r los SS-Totenkopfreiterstandarten ,
rápidam ente constituidos para prestar servicio en la lín ea del fren­
te. En 1941 estos últim os se fusionaron para fo rm ar la brig ad a de
caballería de la W affen-SS que, en 1942, había crecido hasta c o n ­
vertirse en la SS-K avallerie-D ivision, bautizada «Florian Geyer» en
1944. D u ra n te las distintas etapas de su ev o lución todas estas fo r­
m aciones estu v iero n al m an d o de Fegelein, cuya p o sició n cada vez
más fuerte en círculos nazis culm inó con su m atrim onio, el tres de
ju n io de 1944, con G retl B raun, la h e rm a n a de la am ante de H itler.
Los Reiterstandarten de la A llg em ein e-S S estaban n u m erad o s del 1 al
23; cada núm ero iba precedido p o r la letra «R.» para distinguirlo de los
Fuss-Standarten. Sus cuarteles generales estaban distrib u id o s de la
siguiente m anera:
70 Historia secreta de las SS

N ú m . de Standarte Cuartel general


R .l Insterburg
K .2 Danzig
R .3 Treuburg
R .4 H am burgo
R .5 Stettin
R .6 D üsseldorf
R .7 Berlín
ÉL.8 Pelkum
R .9 B rem en
R .1 0 Arolsen
R .ll Breslau
R .1 2 Schw erin
R .1 3 Frankfurt (Main'
R .l 4 Stuttgart
R .l 5 M únich
R .l 6 Dresde
R .1 7 R atisbona
R .l 8 Viena
R .l 9 C raudenz
R .2 0 Tilsit
R .21 H annover
K .22 Posen
R .23 Pirm asens

Varias de estas ciudades habían sido guarniciones de los regim ien­


tos de la caballería im perial y, por tanto, contaban con excelentes ins­
talaciones ecuestres. Además, m uchos clubes nacionalistas de equita­
ción se incorporaron de lleno a la Allgem eine-SS durante la década de
1930, aportándole su experiencia ecuestre. Todo esto contribuyó a
que los S S Reiterstandarten se convirtieran en las m ejores form aciones
de caballería del Tercer Re'.ch, superando incluso a las del ejército en
lo que respecta al cerem onial.
Cada SS Standarte estaba com puesto po r tres Sturmbanne (batallo­
nes) activos, un Reserve-Sturmbann para hom bres entre los treinta y
cinco y los cuarenta y cinco años, y una M u síkzu g (banda de música).
La Allgemeine-SS 71

Cada Sturmbann solía estar al m ando de un SS-Sturmbannführer, que


contaba con la colaboración de un ayudante. En tiem pos de paz, un
Sturmbann estaba form ado po r un total de entre quinientos y o c h o ­
cientos hom bres y, com o se consideraba la unidad táctica básica de la
Allgemeine-SS, estaba previsto que el 5S' Sturmbann fuera capaz de
actuar por su cuenta en tiem pos de luchas o revueltas. Los tres
Sturmbanne activos de un Standarte llevaban núm eros rom anos del I al
III; po r ejem plo, el tercer Sturmbann del 41° Standarte se abreviaba de
la siguiente forma: «111/41». El Reserve-Sturmbann se distinguía
m ediante el prefijo «Res.»; en este caso: «Res./41».
Cada Sturm bann activo estaba com puesto, a su vez, p o r cuatro
Stürm e (com pañías), un Sanitätsstaffel (escuadrón m édico) y un
Spielm annzug (cuerpo de pífanos y tam bores). E n 1930 fueron
pocas las Stürm e de las SS que crecieron más allá del tam año del
Staffel original, de siete a quince hom bres. Sin em bargo, a m ed ia­
dos de la década de 1930 la fuerza total de una Sturm en tiem pos

* s»

Destacamento de un SS Fuss-Standarte, precedido por su banda y el estandarte


tradicional con campanillas que llevaban los músicos alrededor de 1934.
72 Historia secreta de las SS

de paz era de ciento veinte a ciento o ch en ta hom bres a las órdenes


de un SS-Hauptsturmführer, un Obersturmführer o un Untersturmführer.
D u ra n te la guerra, una de las cuatro Stürm e prestaba servicios loca­
les com o Wachkompanie (com pañía de guardia), p ro te g ien d o p u e n ­
tes, edificios im portantes, etcétera. O tra perm anecía en estado de
alerta com o Alarm ssturm (com pañía de em ergencia) para la defensa
civil, para in terv en ir durante las incursiones aéreas o los ataques
terrestres, y a las otras dos se les asignaban funciones generales de
patrulla. U n R eserve-Sturm bann p o r lo general com p ren d ía dos
Reservc-Stiirme, que llevaban los núm eros «R es.l» y «R es.2», y u n
Rescrve-Sanitätsstajffel. D e n tro de cada Standarte, las cuatro Stürm e
del Sturmbann I llevaban los núm eros 1, 2, 3 y 4; las del Sturm bann II
llevaban los n ú m ero s 5, 6, 7 y 8, m ientras que las del Sturm bann
111 tenían los núm eros 9, 10. J I y 12. D e m o d o que la Ia Sturm del
2o Sturmbann del 3ei Standarte, es decir, la 5a Sturm del 3er Standarte se
denom inaría, d entro del Standarte, «5/11» y, fuera del Standarte,
«5/11/3».
Cada Sturm estaba dividida en tres o cuatro Truppen (grupos),
cada uno de los cuales estaba com puesto p o r tres Scharen (secciones).
U na Schar po r lo general contaba con entre diez y quince hom bres
y servía para patrullar manzanas de viviendas en las ciudades y para
proteger los edificios oficiales. A su vez, la Schar com prendía dos o
tres Rotten (filas), las unidades más pequeñas de la Allgem eine-SS, for­
madas po r alrededor de cinco hom bres. Según su tam año, los Truppen
y las Scharen estaban al m ando de suboficiales con grados co m p ren ­
didos entre SS-Haitptscharführer y Unterscharführer, m ientras que diri­
gían las Rotten soldados rasos con experiencia, conocidos com o
Rottenführer.
A p arte de las u nidades regulares de in fa n tería y caballería de
las SS había varias fo rm a cio n e s de especialistas que te n ía n que
c u m p lir un papel de apoyo. Se asignaba a cada 5 5 Oberabschnitt
u n N achrichtensturm bann (batallón de noticias), que se hacía cargo
de las c o m u n ic ac io n e s de las SS en la re g ió n . Esos batallones de
noticias recibían un n ú m e ro co n secu tiv o , del 1 ni 19, en n ú m e ­
ros arábigos, en lugar de ro m an o s, p rec e d id o s p o r las letras «Na.»
Sus cuarteles generales estaban situados de la sig u ie n te m anera:
La Allgemeine-SS 73

N úm , de Sturmbann Cuartel general


N a .l M ú nich
N a .2 Stuttgart
N a .3 Arolsen
N a. 4 D üsseldorf
N a .5 B raunschw eig
N a .6 H am burgo
N a .7 Königsberg
N a .8 Berlín
N a .9 Dresde
N a.10 Breslau
N a .l 1 N úrem berg
N a. 12 Stettin
N a. 13 W iesbaden
N a. 14 Viena
N a .16 Danzig
N a .17 Posen
Na. 19 Praga

N o se conserva ninguna constancia de


la situación de los Nachrichtensturmbanne
núm eros 15 y 18.

D entro de las Oberabschnitte tam bién


había Pioniersturmbanne (batallones de inge­
nieros), equipados para llevar a cabo traba­
jos de construcción de em ergencia, com o
reoaraciones de carreteras y puentes y el
m antenim iento de los servicios públicos,
com o el gas, la electricidad, el agua y otros
por el estilo. C ada Pioniersturmbann lleva­
Un SS-Unterscharführer de ba un núm ero consecutivo, del 1 al 16, pre­
la reserva, como indica el cedido po r las letras «Pi.». Sus cuarteles
distintivo «Reserva» que
lleva en el puño, alrededor generales estaban situados de la siguiente
de 1937. manera:
74 Historia secreta de las SS

N ú m . de Sturmbann Cuartel general


Pi. 1 M únich
P i,2 Stuttgart
Pi. 3 Arolsen
P i.4 C olonia
Pi. 5 H arburg- W ilhelm sburg
P i.6 Stettin
P i.7 Königsberg
P i.8 Berlin
Pi. 9 J )resde
Pi. 10 Breslau
Pi. 11 N úrcm berg
Pi. 12 M agdeburgo
P i.13 Frankfurt (Main)
Pi. 14 Viena
Pi. 15 Salzburgo
P i.16 D anzig

El Rontgenstiirmbatm SS-HA (batallón de rayos X de la SS Hauptamt)


fue form ado por el SS-Obersturmbannführer Konrad Perwitzschky y des­
pués estuvo a las órdenes del SS-Oberführer doctor Hans Holfelder, cate­
drático de m edicina de la Universidad de Frankfurt (Main). Com prendía
alrededor de trescientos cincuenta profesionales de las SS y recorría todas
las Oberabschnitte de la Allgemeine-SS realizando controles sanitarios regu­
lares al personal de las SS. Utilizaba un equipo portátil de rayos X que se
empleaba fundam entalm ente para detectar enfermedades pulmonares
entre los obrercwde las fábricas que tam bién colaboraban parte del tiem ­
po con las SS. Era la única unidad de ese tipo en Alemania, de m odo que
podía solicitar sus servicios en época de epidemias cualquiera de los jefes
de distrito del NSDAP, y tam bién colaboraba con los funcionarios loca­
les del Frente O brero alemán. D urante la guerra, el Rontgensturmbann fue
absorbido po r la rama médica de la Waffcn-SS.
Además del Röntgensturmbann y del Sanitätsstaßel adscritos a cada
Sturmbann, en cada Abschnitt había por lo m enos una Sanitätssturm (com ­
pañía m édica). A un grupo form ado por varias de esas Stürme, o a una
sola Sturm de gran tamaño, se le solía dar el nom bre de Sanitätsabteilung
La Allgemeine-SS 75

Suboficiales del batallón de comunicaciones de la SS-VT en octubre de 1935.


Todos llevan en el cuello «el rayo de la SS» como insignia que, de lejos, se parece
a tres runas Sigel consecutivas, y en el puño la insignia lisa que llevaba el
personal de esa unidad hasta que en 1937 se Introdujo el distintivo del SS-
Nachrichtensturmbann.

(destacamento médico). Para referirse a esas unidades se utilizaba el


núm ero rom ano correspondiente al Abschnitt en el que estaban situadas.
Las Kmftfahrstürme (compañías de transporte a m otor) de las SS
estaban formadas p o r Staffeln (escuadrones); a cada Abschnitt le corres­
pondía un Kmftfahi'stajffcl. Se encargaban del transporte m otorizado del
personal de las S.S dentro del distrito. Además, el com andante de cada
Obembschnitt tenía a su disposición una com pañía de motociclistas que
podía usar para transm itir despachos urgentes. Las Kraftfahrstürme esta­
ban numeradas- del 1 al 19, precedidas p o r la letra «K». Las zonas que
abarcaban figuran en la siguiente lista:
76 Historia secreta de las SS

N ú m . de Sturm Zona
K .l M únich/A ugsburgo
K.2 Erfurt
K.3 B erlín/S enftenberg
K.4 H am b u rg o / Kiel/CBremen
K.5 D ü sseld o rf/B u er/D o rtm u n d
K.6 D re s d e /C hem nitz
K.7 K önigsberg
K.8 L inz/V iena
K.9 Breslau
K .10 S tu ttgart/K arlsruhe/F riburgo
K .ll M agdeburgo/H annover
K.12 B amb erg/S chweinfu r t / N úrem b erg
K.l 3 S chw erin/S tettin
K .l 4 Frankfurt (Main) /W iesbaden/P irm asens
K. 15 G raz/Innsbruck
K .l 6 D anzig/E lbing
K. 17 Posen/L itzm annstadt
K .l 9 A sch/R .eichenberg/B rno

N o se conserva ninguna constancia de la situación de la Krciftfahrstimn


núm. 18.

El prim er SS-Fliegerstaffel (escuadrón del aire de las SS) se form ó


en M únich en octubre de 1.931. A él se incorporó nueve meses des­
pués el SS-Fliegerstaffel N ú rem b erg -F u rth ; a partir de ese m o m e n to
las dos unidades adoptaron el nom bre de SS-Fliegers türme y se fusio­
naron en u n SS-Fliegersturmbann a las órdenes de E duard R itte r von
Schleich, el famoso «caballero negro» de la prim era guerra m undial.
Los escuadrones del aire de las SS se encargaban de trasladar a H itler y
a otras im portantes personalidades nazis por toda Alem ania y siguie­
ron activos hasta que los absorbió la D eutscher Luftsport Verband
(DLV), precursora de la Luftwaffe, en septiem bre de 1933.
A partir de 1935, el com andante de cada Oberabschnitt podía form ar
un Streifendienst (servicio de patrulla) de la m anera y en el m om ento en
que hiciera falta. Las unidades de los Streifendienst eran bastante reduci­
La Allgemeine -SS 77

das y móviles, y sus miembros se seleccionaban especialmente entre los


hombres más fiables de las SS. Patrullaban zonas que quedaban tem po­
ralmente fuera del alcance del personal de las SS y supervisaban los con­
tingentes de las SS en los mítines del partido. Durante las celebraciones
anuales del nueve de noviem bre en M unich, po r ejemplo, apenas unos
cuantos hombres de las SS, provistos de unos pases especiales válidos sólo
para ese día, podían entrar en las zonas de acceso restringido próximas a
la Feldherrnhalle y la Königsplatz donde se reunían Hitler y su jerarquía.
El Streifendienst se encargaba de com probar esos pases y de im pedir la
entrada a los «espectadores» no autorizados po r las SS. Todos los m iem ­
bros de alguna Streife llevaban un cuello niquelado con la inscripción «SS
Streifendienst» cuando estaban de servicio. Esta insignia era similar a la
que identificaba a la policía militar y destacaba el hecho de que, en rea­
lidad, el Streifendienst era una fuerza policial interna de la Allgemeine-SS.
Cada Oberabschnitt comprendía un Sportabteihmg (destacamento
deportivo) que se encargaba de m antener el buen estado físico del per­
sonal de las SS. Además, se entrenaba con las Juventudes Hitlerianas y con
la Reserva de la Allgemeine-SS. Desde el principio se atribuía la máxima
prioridad al deporte y al buen estado físico, tanto en la SA com o en las SS,
y de hecho los primeros paramuilitares nazis disimulaban su verdadera iden­
tidad llamándose a sí mismos Turn- und Sportabteihingen (Destacamentos de
Gimnasia y Deporte). Antes de 1939 los instructores deportivos de las SS
se entrenaban en la Escuela de D eportes de la SA en H am m , Westfalia,
pero después de la ocupación de Checoslovaquia se estableció una
Reichssportschule de las SS en Praga que, com o era de esperar, daba cur­
sos para los oficiales de deporte de la Oberabschnitt y publicaba manuales
de form ación física para las SS, que todos sus miembros utilizaban com o
referencia.
Aparte de las unidades regulares y las especializadas de las SS y la
reserva de prim era línea, formada por hom bres de edades comprendidas
entre los treinta y cinco y los cuarenta y cinco años, en cada Oberabschnitt
había tam bién un Stammabteilung (destacamento suplem entario de reser­
va) independiente, com puesto en parte por hom bres no aptos o mayo­
res de cuarenta y cinco años y en parte por hom bres más jóvenes cuyas
obligaciones hacia el Estado o el partido les impedían participar de
forma activa en las SS. Por ejemplo, habitualm ente los oficiales regulares
78 Historia secreta de las SS

y profesionales de la policía se asignaban al Stammabteihing en cuanto


pasaban a form ar parte de las SS. El Stammabteilung llevaba el nom bre de
la Oberabschnitt correspondiente y estaba dividido en Bezirke (subdistri-
tos), cada uno de los cuales trabajaba conjuntam ente con un Standarte y
llevaba el núm ero arábigo correspondiente a este. C om o indicaba su
título, esos reservistas adicionales de segunda línea servían com o com ­
plem ento al resto de la Allgemeine-SS en las diversas funciones que
demandaban un esfuerzo excesivo para el personal habitual y para las
reservas de prim era línea, com o era el caso de im portantes desfiles y
celebraciones nacionales o de grandes desastres. Eran fáciles de distinguir,
porque se invertían los colores de las insignias de su uniform e, es decir,
se utilizaba un fondo gris claro en el cuello y en los puños, mientras que
los núm eros y las letras iban en negro o plateado. D urante u n breve
período los miembros de los Stammabteilungen tam bién llevaron el borde
gris claro, en lugar de negro, en los brazaletes.
E n 1942 se reclutaron las prim eras SS Helferinnen (auxiliares fem e­
ninas de las SS) para relevar al personal masculino, más necesario en el
frente. D urante la guerra se pidió a las alemanas que aportaran su gra­
nito de arena en todos los ámbitos de la vida, y en tal sentido las SS no
fueron ninguna excepción, a pesar de la opinión de H im m ler de que su
Schutzstaffel era, fundam entalm ente, una «orden de hom bres alemanes».
A m edida que se reclutaban cada vez más hom bres de las SS, las m uje­
res fueron ocupando su puesto de trabajo. Sólo utilizaban el n om bra­
m iento de SS Helferin las que habían sido aceptadas com o m iem bros
propiam ente dichos de las SS y se habían entrenado en la Reichsschule-
S S de O berehnheim , en Alsacia, fundam entalm ente para las ramas de
com unicaciones de la Allgem eine-SS y la W affen-SS. Todas las demás
auxiliares contratadas po r las SS, es decir, las que no eran m iem bros de
las SS de pleno derecho, se denom inaban Kriegshelferinnen (auxiliares
de guerra). Al principiólas SS Oberabschnitte se encargaban de reclutar a
las SS Helferinnen, pero en mayo de 1944 se traspasó esa responsabili­
dad a la SS Hauptamt. Las mujeres se enrolaban com o SS Helferin de
form a voluntaria. Estaba prohibido el reclutam iento oficial m ediante
los periódicos, los anuncios, la radio y el cine, porque había que hacer
una cuidadosa selección. Se m antuvo una estrecha colaboración con la
Reichsjugendführung y casi todo el reclutam iento se realizaba a través de
La Allgemeine-SS 79

la B u n d D e u ts c h e r M ä d el o B D M , el e q u iv a le n te fe m e n in o de
las Juventudes Hitlerianas. Podían presentarse com o candidatas todas las
mujeres entre los dieciocho y los treinta y cinco años. Al enrolarse,
entrevistaba a la candidata el oficial superior de las SS y com andante
de Policía de la Oberabschnitt en la que residía, en presencia del oficial de
enlace de la BD M , y el m ism o día se llevaba a cabo un exam en m édi­
co. A continuación, la candidata firm aba una declaración en la que
manifestaba que no había observado ninguna señal de em barazo ni de
ninguna enferm edad grave, además de declarar su idoneidad racial. N o
se podía aceptar a nadie hasta que el Sicherheitsdienst no hubiese inves­
tigado a fondo sus antecedentes familiares. La Reichsschule-S S tenía la
m isión de form ar a las candidatas que hubiesen superado la prueba
com o operadoras de teletipo, telefonistas y radiotelegrafistas. Tam bién
se les brindaba instrucción sobre econom ía dom éstica, de m odo que
las Helferinnen pudieran encargarse de las enfermerías y otros estableci­
m ientos similares de las SS si era necesario. Al aprobar el curso, se les
entregaba la insignia rúnica de las SS para que la llevaran en la delantera
izquierda de su uniform e, y se las asignaba po r grupos a los diversos
cuarteles generales de las SS en Alemania, Francia, Luxem burgo,
H olanda, Polonia y Rusia. Sólo en 1943 se form aron en la Reichsschule
cuatrocientas veintidós Helferinnen de las SS.
D ebido a los rigurosos requisitos físicos, m entales y raciales que
había que reunir para ingresar en las SS, no todo el que lo pretendía
podía llegar a pertenecer a ella. En cambio, casi todos los que, p o r
m otivos públicos o privados, deseaban llevarse bien con la nueva elite
y podían perm itirse pagar po r ese privilegio podían llegar a ser
Fördernde Mitglieder o FM (miembros patrocinadores). La organización
de los FM surgió a m ediados de la década de 1920 com o un organis­
m o destinado a recaudar fondos, cuyo m iem bro núm ero uno era el
propio H itler; podían perten ecer a ella todos los alemanes arios de
ambos sexos, estuvieran o no afiliados al NSDAP. U n a vez aceptado,
se entregaba a cada patrocinador una libreta y una insignia que lo
acreditaban com o FM , y a partir de entonces estaba obligado a pagar
una cuota m ensual a las SS. La aportación dependía de los ingresos de
cada m iem bro y podía llegar a ser de tan sólo un R eichsm ark. El dine­
ro que de tal m odo proporcionaban banqueros, industriales, hom bres
80 Historia secreta de las SS

de negocios y comerciantes fortaleció la base económ ica de las SS y, al


m ism o tiem po, los contactos conseguidos en la sociedad alem ana
aum entaron la influencia de las SS. A los propios FM se les prom etía la
protección de las SS contra las «tendencias revolucionarias». De hecho,
la organización de los FM se convirtió en una especie de «amiguis-
mo» a través del que los m iem bros conseguían acuerdos comerciales,
prom oción o empleo, y en el Tercer R eich prácticam ente reem plazó a
la masonería, una asociación que estaba proscrita. En 1935 había qui­
nientos mil Fördernde Mitglieder y es probable que fueran más de un
m illón en 1943. La práctica de nom brar a m iem bros selectos del
gobierno o a figuras públicas im portantes para ocupar altos cargos en
las SS, com o Ehrenführer (dirigentes distinguidos), fue una prolonga­
ción natural de la organización de los FM . A unque esos n o m bram ien­
tos no tenían ninguna im portancia funcional, atrajeron a las SS a unos
aliados todavía más influyentes y bien situados que, después de hacer
el ju ram en to de rigor a cam bio de adquirir el derecho a llevar el pres­
tigioso uniform e negro, de pronto se veían obligados a obedecer a
H im m ler en v irtud del código disciplinario de la organización.
Lo que unía todas esas facetas de la organización de las SS y las
m an ten ía en c o n ta c to entre sí era la SS-Presse. E n d iciem bre de
1926 y i se publicaba u n a revista llam ada Die Schutzstaffel, au n q u e
d uró p oco; hasta 1935, la Reichsführung-S S no c o m en zó a publicar
u n se m a n a rio titu la d o D as Schw arze K orps (El C u e r p o N e g ro ).
Se creó por iniciativa de H eydrich y su director era el Standartenführer
de las SS G u n te r d ’A lquen, d escendiente de una fam ilia de h u g o ­
notes; se im p rim ía en la E h e r Verlag, la ed ito rial del N S D A P en
M u n ic h , con sede en el n ú m ero 88 de la Z im m erstrasse de B erlín.
E n 1939 ya ten ía u n a tirada de q u in ien to s m il ejem plares. Das
Schwarze Korps era u n p e rió d ico escrito con in g en io , m uy n e o p a -
gano, cuya especialidad consistía en p o n e r en evidencia a todos
aquellos a los que la R cichsfiihntng-SS consideraba bellacos socia­
les, pero q u e quedaban fuera del alcance de los tribunales. Era el
ún ico órgano de la prensa alem ana que no estaba censurado y, a
pesar de ser estrictam en te o rto d o x o desde el p u n to de vista id e o ­
lógico, tam bién era el ú n ico p e rió d ic o que dem ostraba te n e r un
espíritu crítico o no conform ista. D esde el p rim e r n ú m ero , el
La Allgemeine-SS 81

carácter único de Das Schwarze


Korps quedó dem ostrado po r su
agresividad con respecto al resto de
la prensa de Goebbels. Se oponía a
los dirigentes del NSDAP, atacaba
a ministros de Estado com o Alfred
R osenberg, que había tenido la
poca visión de rechazar el grado
honorífico en las SS que le ofrecía
H im m ler, y denunciaba incom pe­
tencias en la Adm inistración. El
periódico estaba a favor de la
empresa y la iniciativa privada por­
que propiciaban el progreso, sobre
todo en tiem pos de guerra. A par­
tir de 1939 se dedicó cada vez más
a hacer publicidad de las SS y de los
héroes de la policía militar, sobre
todo cuando nombraron a D ’Alquen
comandante del R egim iento de
Corresponsales de Guerra de las SS
y K urt Eggers se hizo cargo del
periódico. A medida que avanzaba
la guerra y aum entó la necesidad de
Los hombres de las SS protegen a
dar la impresión de que todos los
Hitler durante un discurso en Elbing, el
sectores del régim en actuaban de cinco de noviembre de 1933. El hombre
form a unificada, desaparecieron que está en el centro es el único que
lleva insignias en el cuello; los demás
las viejas críticas sobre los exce­ todavía son miembros a prueba.
sos de los dirigentes del partido.
E n 1944 Das Schwarze Korps y su
equivalente para los m iem bros patrocinadores, el F M -Z eitschrift,
dejaron de ser publicaciones anim adas y controvertidas para d eg e­
nerar en panfletos propagandísticos que ex p o n ía n las hazañas de
los soldados de la W affen-SS en el frente de batalla. E n ese sentido,
la SS-Presse siguió el m ism o cam ino que to d a la organización de
las SS.
82 Historia secreta de las SS

Las SS: o b lig a c io n e s y c o n d ic io n e s d e se rv ic io

La prim era y principal obligación de toda la organización de las


SS era proteger a A dolf H itler; al m enos esa era la version oficial. E n
1931, después de que H itler perdiera las elecciones presidenciales
frente a Von H indenburg, H im m ler describió a las SS com o D a
Führers ureigenste, erlesene Garde (los guardias selectos más p e rs o ­
nales del Führer). N o obstante, si bien es cierto que los prim eros h o m ­
bres que form aron parte del Stosstmpp y de las SS en la década de 1920
realm ente sólo actuaban com o guardaespaldas de H itler y después
com o Rednerschutz, para proteger a otros destacados oradores nazis, en
las décadas de 1930 y de 1940 la gran mayoría de los m iem bros de la
A llgem eine-SS nunca estuvieron cerca siquiera de ningún m iem bro de
la jerarquía política, y m ucho m enos del propio Führer, cuya p ro tec­
ción, a partir de 1933, era responsabilidad exclusiva de! Leibstandarte-
S S «Adolf Hitler». Sin embargo, incluso con posterioridad, se seguía
destacando que la obligación fundam ental de las SS era proteger a
H itle r y el Organisationsbuch del N S D A P declaraba, en 1937, que
«la m isión más noble y fundam ental de las SS está relacionada co n la
seguridad del Führer».
Tras la aparición del Leibstandarte, cuyos m iem bros trabajaban jo r ­
nadas completas, por turnos, y acom pañaban a 1 litler en sus viajes p o r
todo el R eich , dejó de encom endarse ese aspecto de su trabajo a los
hom bres de las SS que trabajaban con jornadas parciales y que al p rin ­
cipio se habían reclutado de form a local para proteger a H itler duran­
te sus viajes por Alemania. E n consecuencia, se decidió que, a partir de
1933,1a función diaria de esos disciplinados voluntarios de L· Allgemeine-
S S consistiría en reforzar el régim en, brindando apoyo a la policía en
el m antenim iento del orden público, sobre todo porque algunos
m iem bros de la propia policía no eran de fiar políticam ente. Su éxito
inm ediato com o Hilfspolizei durante las detenciones masivas de
comunistas y otros disidentes, cuando los nazis llegaron al poder, p ro ­
dujo la rápida expansión de la organización de las SS y la form ación
de docenas de nuevos Standarten de la Allgem eine-SS, entrenados y
equipados para com batir cualquier levantam iento interno o contrarre­
volución que se produjera en Alemania. Estaba previsto que, en ese
La Allgemeine-SS 83

El SS-Standartenführer Julius Schreck, tras recibir la Medalla de Oro del Partido a


finales de 1933. Tienen un interés particular los primeros modelos de insignias
para el cuello y el Águila Deportiva de la Organización Nacional del Transporte
Aéreo y Terrestre; esta última se lleva por debajo del galón. Schreck era un
conductor excelente y con frecuencia hacía de chofer de Hitler en Alemania, en su
Mercedes descapotable, a más de 160 kilómetros por hora. Fue uno de los funda­
dores del Stosstrupp Adolf Hitler y estuvo siempre junto al Führer, hasta que murió
de meningitis en 1936.
84 Historia secreta de las SS

Los hombres de las SS en fila para un desfile en Bückeberg, en 1935, durante los festejos
anuales del festival de la cosecha.

caso, los Fuss-Standarten y los Stammabteilungen de la Allgem eine-SS


intervinieran com o policía de refuerzo, conjuntam ente con la SS-
Verfügiingstruppe y las SS-Totenkopfvcrbände, fuertem ente armadas,
m ientras que los Nachrichtensturmbanne, los Pioniersturmbanne y las
Kraflfahrstürme de la Allgem eine-SS se harían cargo del funcionam ien­
to del correo y la cadena de la radio nacional, los servicios públicos y
el transporte público, respectivamente. En consecuencia, a lo largo de
1934 se hizo especial hincapié en reclutar personal para estas unida­
des de apoyo especializadas de las SS. Sin embargo, el descontento
social previsto no se produjo nunca y las rivalidades internas del par­
tido quedaron aniquiladas durante la «noche de los cuchillos largos»,
con lo que las obligaciones policiales de la A llgem eine-SS antes de que
estallara la guerra en general se lim itaron a supervisar el control de las
m uchedum bres en los m ítines del N SD A P y en otras celebraciones,
com o las fiestas nacionales y las visitas de Estado de los dignatarios
extranjeros.
La Allgemeine-SS 85

Después de 1939, los miembros de la Allgemeine-SS que no habían


sido convocados para el servicio militar asumieron un papel más activo
de apoyo policial. C o n frecuencia les daban charlas sobre la misión de
la policía y el SD y en muchas ciudades se destacaron Wachkompanie y
Alarmstiinne especiales de las SS para proteger fábricas, puentes, carrete­
ras y demás puntos estratégicos y para colaborar con la Luftschutz (la
defensa civil) durante los ataques aéreos. En las fronteras del R eich, los
hom bres de las SS trabajaban com o personal auxiliar de fronteras, o
IlílfsgrenzangestelUe (HIGA), conjuntam ente con el servicio de aduanas.
Otros colaboraban en la cosecha, supervisando a los trabajadores
extranjeros, y se ocupaban del bienestar de los familiares y las personas
que estaban a cargo de los m iem bros de Lis SS que hubieran m uerto.
D urante 1944 y 1945 se entrenó a los cuadros de la Allgemeine-SS dis­
tribuidos po r toda Alemania para coordinar la efímera campaña de gue­
rrillas que tuvo lugar contra las tropas de ocupación aliadas.
La unidad de la Allgem eine-SS que habitualinente se form aba para
el entrenam iento era el Trupp o, en los distritos más populosos, la
Sturm. Las grandes concentraciones de las SS sólo eran posibles en cir­
cunstancias excepcionales. Se celebraban reuniones periódicas de
los Standarten y, de vez en cuando, conferencias de los oficiales de los
Abschnitte, en las que los discursos y la propaganda co n trib u ían a
prom over el espíritu corporativo y a m antener la ideología de las SS,
si bien la gran mayoría de las reuniones p o r lo general se celebraban
dentro del ám bito local, una o dos veces p o r semana, p o r la noche o
durante el fin de sem ana, y b rin d ab an a los asistentes la sensación
de pertenencia y de im portancia que suponía una agradable evasión de
la m onotonía de su vida diaria de trabajo en los campos y en las fábri­
cas del R eich . E n verano se hacían marchas de entrenam iento, desfi­
les e instrucción en el campo, además de m aniobras. E n invierno, la
actividad habitual de la Allgem eine-SS consistía en la instrucción sobre
cuestiones militares, prácticas de tiro bajo techo, form ación especiali­
zada y técnica, conferencias sobre propaganda, cuestiones políticas y
cultura germ ánica, y charlas generales sobre la historia y el trabajo de
las SS y del NSDAP. E n los m ítines y asambleas del partido, las SS
siempre desem peñaban un papel destacado y en las procesiones ocupa­
ban un lugar de honor, cerrando el desfile.
86 Historia secreta de las SS

La gran dism inución de la cantidad de personal activo que no se


dedicaba a ella de form a exclusiva, com o consecuencia de la guerra y
de su alistam iento tem poral en la W ehrm acht y la W affen-SS, redujo
considerablem ente las actividades diarias de la Allgem eine-SS. Incluso
entre los m iem bros que seguían viviendo en su casa, ocupando pues­
tos de reserva, las largas jornadas de trabajo y el servicio de guerra adi­
cional redujeron bastante la asistencia a los desfiles de las compañías. E n
1943 era habitual encontrar suboficiales de las SS al m ando de Stürme
o incluso de Sturmbanne y que los desfiles obligatorios se lim itaran a
una o dos horas p o r semana. En esas circunstancias, no solían asistir
a las reuniones más de una docena de m iem bros, tal vez incluso
m enos, y la adm inistración local de la Allgem eine-SS quedaba en
m anos de hom bres m alheridos y de los que regresaban tem poralm en­
te al servicio activo, procedentes de los Stammabteilungen. N o obstan­
te, p o r lo que respecta a 1 Iimmler, la original y «verdadera» SS era la
Allgemeine-SS, y siguió dando órdenes destinadas a reforzarla hasta
bien entrado 1945.
A partir del día en que se hizo cargo de las SS, en 1929, H im m ler
se dedicó a la tarea de crear una aristocracia dentro del partido nazi,
una elite que posteriorm ente llamó su Deutsche Männerorden (orden
masculina alemana). Los requisitos que estableció al com ienzo para su
política de selección fueron la disciplina y un gran nivel personal, pero
a partir de 1933 com enzaron a adquirir cada vez más im portancia los
atributos raciales y políticos. Q u ien poseyera las características exigi­
das, sin tener en cuenta sus antecedentes, su clase o su educación, tenía
cabida en las SS. Se sum aron a los prim eros hom bres de las SS (los anti­
guos m iem bros de los Freikorps que habían luchado contra los revolu­
cionarios comunistas y las tropas de ocupación aliadas después de la
prim era guerra mundial) una variedad de desempleados, agricultores,
maestros desencantados, empleados administrativos y ex oficiales que
ingresaron en las SS a finales de la década de 1920 y principios de la
de 1930 sin más finalidad que m ejorar su existencia, p o r entonces tan
difícil. El m om ento crucial, en lo que respecta al reclutam iento para las
SS, fue la primavera de 1933, que í Iim m ler llamó «la época de la gran
afluencia y la pleam ar para todos los oportunistas que deseaban incor­
porarse al partido y a sus distintas organizaciones». Después del n o m -
La Allgemeine-SS 87

bram iento de H ider com o canciller, el treinta de enero de ese año, de


pronto todo el m undo quiso incorporarse a las SS y todos corrieron a
las oficinas de reclutam iento. Para m antener los niveles que había esta­
blecido, H im m ler en seguida estrechó filas y aplicó un drástico proce­
so de elim inación entre los m iem bros ya admitidos. Entre 1933 y 1935
fueron expulsados de la organización sesenta mil oficiales y soldados
por pequeños delitos, hom osexualidad, alcoholismo, mala salud, físico
inadecuado, antecedentes raciales o políticos cuestionables o, sencilla­
m ente, por falta de dedicación. El resultado fue una Allgem eine-SS
com puesta por unos 210.000 hom bres, de los que apenas un 0,4 por
100 no tenía em pleo en ese m om ento, es decir que realm ente consti­
tuía la elite que pretendía H im m ler. Era inevitable, com o consecuen­
cia de esa política, que las unidades com unes de las SS estuvieran m uy
dispersas por toda Alemania. La concentración habría supuesto una
dism inución del nivel. En consecuencia, la organización tuvo escasa
distribución en todos los distritos rurales del R eich, hasta el punto de que
H im m ler podía vanagloriarse, en 1936, de que «m uchos grupos de
las SS han sido reclutados en diversas aldeas, porque ninguna aldea
cuenta con más de un par de jóvenes, que son realm ente los mejores,
en las SS». N o es de extrañar que la mayoría de esos «mejores jóvenes»
com probara que pertenecer a las SS, a pesar de no suponer ninguna
com pensación económ ica, tenía repercusiones reales y beneficiosas en
la carrera civil que hubiesen elegido.
Después de 1933, las Juventudes Hitlerianas (Hitlerjugend o 1ÍJ) fue­
ron la principal fuente de reclutas para la Allgemeine-SS, exceptuando,
evidentem ente, a los miembros honoríficos, los especialistas y los que
pertenecían a organismos asociados, com o la policía. Las unidades loca­
les señalaban a los posibles reclutas cuando todavía estaban en las HJ, y
sobre todo eran bien recibidos los jóvenes que habían dem ostrado su
valía en el HJ-Streijendienst. Por cada centenar de solicitudes sólo se
admitían alrededor de una decena. Si bien no había requisitos educati­
vos, cada uno de los aspirantes tenía que dem ostrar el buen com porta­
m iento político de sus padres y sus herm anos, que no estaba fichado por
la policía, presentar un árbol genealógico ario que se rem ontara hasta
mediados del siglo xvm y dem ostrar la ausencia de enfermedades here­
ditarias en la familia. Una C om isión Racial, compuesta por expertos en
88 Historia secreta de las SS

eugenesia y médicos de las SS, supervisaba las últimas pruebas médicas,


las más decisivas.Valoraban no sólo la form a de la cabeza y el color de
los ojos, sino tam bién que el aspirante tuviera buena constitución. Por
más que alguien alcanzara la altura exigida, que variaba de vez en cuan­
do, pero que solía ser aproxim adam ente de 1,75 metros, tam bién tenía
que m antener una proporción adecuada entre la parte superior y la
inferior de la pierna y entre las piernas y el tronco. Además, la com isión
analizaba si el candidato se com portaba de form a disciplinada, sin ser
servil, y la m anera en que respondía a las preguntas y su com portam ien­
to en general. Si el candidato cumplía todos esos requisitos de fiabilidad
política, pureza racial y aspecto físico, a' cum plir los dieciocho años era
reconocido oficialmente com o SS-Bm vrbcr (candidato a las SS) y se le
entregaba un uniform e sin ninguna insignia.
Después de cierto entrenam iento prelim inar, el candidato alcan­
zaba la etapa de convertirse en SS-Antw ärtcr (cadete), cuando se cele­
braba el Reichsparteitag del NSDA P en N úrem berg, el siguiente sep­
tiembre. E n ese m o m en to se enrolaba de form a provisional en las filas
de las SS propiam ente dichas y recibía la insignia para el uniform e y el
Ausweis (carné de m iem bro). El nueve de noviem bre siguiente, ani­
versario del putsch de M únich, él y los demás SS-Antw ärter designados
ese año hacían el ju ram en to personal de fidelidad al Führer que esta­
blecía la organización y que decía lo siguiente:

Juro lealtad y valor a A dolf Hitler, en su calidad de Führer y can­


ciller del R e ic h , y le prom eto a él y a quienes él designe para
tener autoridad sobre m í obediencia hasta la m uerte.

D urante los meses siguientes, el SS-Antw ärter continuaba con su


ocupación civil o con su aprendizaje durante el día, y por la noche o
los fines de semana asistía a las asambleas establecidas de su Trupp o su
Sturm de la Allgemeine-SS. Buena parte de su entrenam iento, a esas
alturas del servicio, tenía que ver con su capacitación para tratar de
obtener la M edalla D eportiva M ilitar de la SA y la M edalla N acional
al M érito D eportivo de Alemania; se espetaba que ganara ambas. E n
condiciones norm ales de preguerra, a continuación se convocaba al
SS-A ntw ärter para que, durante seis meses, prestara el servicio obliga-
La Allgemeine-SS 89

Los SS-Antwärter hacen el juramento de fidelidad delante de la Feldherrnhalle de


Múnich el nueve de noviembre de 1934. A esa ceremonia, que se celebraba con
la máxima solemnidad en el «santuario» del nazismo, asistían Hitler, Himmler y el
resto de la Vieja Guardia.

torio, de jorn ad a com pleta, en el Reichsarbcitsdienst o R A D (Servicio


N acional de Trabajo), que participaba en program as de obras públicas,
y a continuación para prestar el servicio m ilitar en ia W ehrm acht
durante dos años. A lo largo de ese período, prácticam ente cortaba
p o r com pleto sus vínculos activos con la Allgemeine-SS. A partir de
entonces acababan su trabajo y sus obligaciones militares y regresaba
a la vida civil y a las SS, todavía com o Anhm rter, para recibir el últim o
entrenam iento intensivo y el adoctrinam iento, que incluía la form a­
ción ideológica sobre las leyes y los conceptos fundam entales de las SS.
el m atrim onio y el código de h o n o r y disciplina de las SS.
El nueve de noviem bre siguiente a su regreso de la W ehrm acht a la
vida civil, el Antwärter que había superado todas las pruebas era recibido
en las SS com o todo un SS-M ann. En una ocasión tan solemne com o esa
hacía un segundo juram ento, com prom etiéndose a m antenerse, tanto él
com o su familia, siempre fieles a los principios de las SS y, en ese m om en­
to, se le entregaba su puñal de las SS y se le concedía el derecho a usarlo
para defender su honor y el de la O rden Negra. Después de ser confir-
90 Historia secreta de las SS

ruado en las SS, permanecía activo en la AUgcnieinc-SS hasta que cumplía


los treinta y cinco años; entonces, podía solicitar la baja de la organiza­
ción con honores. Sin embargo, m uchos preferían presentar una solici­
tud para entrar en el Reserve-Sturmbann de su localidad y, al llegar a la
edad de su retiro, a los cuarenta y cinco años, la mayoría de ellos eran
transferidos, una vez más, al Stammabteihmg regional. U n servicio tan
prolongado se premiaba con la concesión de las Dienstauszeichnungen del
NSDAP, una serie de condecoraciones instituidas el veinte de abril de
1939 en reconocim iento a los diez, quince y veinticinco años de perte­
nencia activa a cualquiera de los cuerpos uniformados del partido nazi.
El reclutam iento para la Allgemeine-SS, del que se encargaba la
Hauptamt de las SS, alcanzó su apogeo en 1939 y después se redujo
m uchísim o al estallar la guerra. En enero de 1940 H im m ler ya an u n ­
ció que, de los alrededor de doscientos cincuenta mil profesionales que
tenía la A llgem eine-SS al com ienzo de las hostilidades, nada m enos
que ciento setenta y cinco m il se habían incorporado desde entonces
a la W ehrm acht y a la W affen-SS . aunque la mayoría entró en el ejér­
cito. Esos hom bres siguieron perteneciendo a la Allgem eine-SS duran­
te toda la guerra pero, po r las obligaciones del servicio militar, no
podían desem peñar sus obligaciones habituales para las SS. En 1944 la
fuerza activa total de la A llgem eine-SS se había reducido a cuarenta m il
hom bres, sin contar la parte de la organización que correspondía a la
policía. D e todos m odos, si bien se redujo la fuerza puram ente num é­
rica de la A llgem eine-SS, aum entó su dom inio ciel frente nacional, des­
tacado no sólo p o r la concentración de poder personal en H im m ler
sino tam bién por la cada vez m ayor influencia de la jerarquía de las
SS, reforzada p o r la policía y los servicios de seguridad y p o r los
m iem bros patrocinadores y los honoríficos.
A parte del entrenam iento m ilitar y político general que recibían
los hom bres de la A llgem eine-SS a nivel local, en las asambleas regula­
res de Truppe y Stürme había una cantidad de establecim ientos de
entrenam iento selectivos y especializados a los que podían asistir los
m iem bros. U n m o n tó n de escuelas para los candidatos a suboficiales
y a oficiales produjeron y entrenaron líderes para cum plir su m isión
en todo el sistema de las SS. Además de la Escuela S uperior de
Caballería de M u nich y la Helferinnen Reichsschule de O berehnheim ,
La Allgemeine-SS 91

había una S S-A rztliche A kadem ie (Academia de M edicina de las SS)


en Graz, una SS-Vcni>altimgsschnle (Escuela de A dm inistración) en
D achau, un Kraftfahrtechnische Lehranstalt (Instituto de Form ación
T écnica del M otor) enV iena, una SS-M usikschtde (Escuela de Música)
en Brunswick, una Escuela de Zapadores y Artificieros en Gisleben y una
Escuela de Com unicaciones y un Colegio de Formación para la Policía
de Seguridad en Berlín. También había muchas SS-Benifoberschulen
(escuelas técnicas superiores) especiales, creadas con el auspicio de la
SS H auptam t, para enseñar habilidades técnicas a los candidatos a
la A llgem eine-SS y la W affen-SS. Todos los jóvenes alemanes que eran
aprendices o estudiantes de adm inistración, com ercio o agricultura y
que asistían a una escuela técnica o de com ercio podían presentar una
solicitud de ingreso a una SS-Bcrujoberschule com o candidatos a ofi­
ciales de las SS. Para ser aceptados, los candidatos tenían que tener
entre catorce y diecisiete años y cum plir los requisitos generales de
reclutam iento establecidos para las SS. La form ación que les daban los
preparaba para el Reifeprüfung (el exam en de bachillerato del Estado)
en econom ía, cuestiones técnicas o agronom ía. A los estudiantes que
aprobaban en derecho, política, historia, silvicultura, minas e ingenie­
ría los anim aban a continuar sus estudios en alguna de las escuelas de
adm inistración de las SS o el SD o en una universidad. De hecho, las
SS-Berafoberschulen estaban diseñadas com o un m edio para reclutar y
ofrecer la form ación inicial a los candidatos adecuados para las ramas
administrativas y de seguridad de las SS.
U na de las ramas educativas m enos conocidas pero im portantes
de las SS eran las SS Mannschaftshäuser (casas para hom bres de las SS).
Estas instituciones constituían una Dienststelle (rama) de la Allgemeine-
S S, cuya función consistía en entrenar a los jóvenes oficiales que que­
rían dedicarse a profesiones civiles y alejadas de la política. Por consi­
guiente, se diferenciaban de las escuelas especializadas de las SS y la
policía y de las Junkerschtden de la W affen-SS por estar diseñadas para
jóvenes de las SS que se proponían hacer carrera en ám bitos de la vida
que no tenían ninguna relación oficial con las SS, com o la adm inistra­
ción pública, la m edicina, el derecho, el arte, la ciencia, la ingeniería y
el m undo académ ico en general. Se decía que esta form ación tenía
po r objeto infundir el espíritu de las SS en las profesiones superiores.
92 Historia secreta de las SS

Las SS Mannschaftshäuser tuvieron su origen en 1935, cuando


pequeños grupos de diez o quince estudiantes corrientes, que lo único
que tenían en com ún era pertenecer a las SS, com enzaron a com partir
vivienda en algunas ciudades donde había universidades o institutos. A
m edida que fueron aum entando en núm ero se aplicó un sistema más
cuidadoso para seleccionar a los m iembros; entre las cualidades que se
exigían figuraban tener buen carácter, creer en el nacionalsocialismo y
demostrar talento académ ico o científico. C uando la cifra de residentes
perm anentes alcanzó los trescientos cincuenta, H im m ler nom bró jefe
de las Mannschaftshäuser al Oberführer de las SS K urt Ellersiek, con la
categoría y las facultades disciplinarias del com andante de un Standarte.
Antes de la guerra, la vida en las casas para hom bres incluía, aparte de
los habituales estudios académicos, una serie organizada de aconteci­
m ientos sociales en los que los estudiantes podían adquirir la soltura y
la cortesía convencionales necesarias para triunfar en la vida pública. Sin
embargo, para evitar que dieran un valor exagerado al aspecto académ i­
co y social de las cosas, se hizo obligatoria para todos los residentes la
participación en deportes en equipo y en atletismo y el servicio regu­
lar en una Sturm de la Allgemeine-SS. Todos los inviernos, los m iem bros
de todas las casas de Alemania asistían a u n curso especial de dos sema­
nas de duración en la SS-Jmkerschule de B a d T ö k , donde estudiaban y
se ejercitaban ju n to con los cadetes regulares de la SS-Veifügungstruppe.
En verano, durante los períodos de vacaciones, se organizaban largas
marchas en el norte de Alemania o en los Alpes en las que los estudian­
tes acampaban al aire libre.
El comienzo de la guerra frenó bruscamente el crecimiento de las
Mannschaftshäuser, ya que la mayoría de sus miembros frieron enviados casi
de inmediato a la W ehrmacht. Apenas unos cuantos hombres que habían
sido dados de baja o que estaban en la reserva prosiguieron sus estudios
en algunas de las casas. En una lista oficial de las Mannschaftshäuser, elabo­
rada en mayo de 1944, figuraban las siguientes:

B erlín I C o lo n ia
B erlín II D an zig
B rau n sch w eig E strasburgo
B rn o F rib u rg o
La Allgemeine-SS 93

G raz L eiden
H alle Lublin
H a m b u rg o M u n ic h
L leidelberg M ü n ste r
In n sb ru c k Praga
Jen a T ubinga
K iel V iena
K ö n ig sb e rg

N o obstante, sólo cuatro de ellas (Berlín II, M unich, Praga y


Viena) todavía seguían en activo en esas fechas.
D e la propaganda general y la educación política dentro de las SS
se ocupaba la SS Hauptamt, que editaba o supervisaba la edición de
una serie de publicaciones afines. A parte de los panfletos especiales,
com o el m anual de reclutam iento de las SS, Dich ruft die S S (Las SS te
llam an), y una serie de SS Schulungshefte (folletos educativos), la
S S-H A editaba dos publicaciones periódicas, la SS Informationsdienst,
una revista inform ativa para las SS y la policía, y la SS Leitheft, una
revista ilustrada con historias y artículos para un consum o más gene­
ral. El tem a de la familia alemana ideal se utilizaba en abundancia en
todo este tipo de publicaciones e inevitablem ente se solían establecer
com paraciones con los grupos étnicos m enos favorecidos. O tro tem a
m uy docum entado fue el del m o n u m en to neolítico de Externsteine,
el equivalente alem án a Stonehenge, que se atesoró en la m itología de
las SS. La SS-H A tam bién organizaba cursos de educación política
para los oficiales y los hom bres de las SS y, además, se encargaba del
nom bram iento de los Schulungsoffiziere (oficiales instructores) para los
estados mayores de las diversas escuelas de form ación de las SS.
En lo que respecta al avance del soldado co m ú n de las SS, no
tenía lím ites. E n m arcado contraste con el ejército im perial, la p ro ­
m o ció n en las SS dependía de la dedicación personal, la eficacia y la
fiabilidad política, más que de la clase o la educación. Das Schwarze
Korps siem pre denunciaba el viejo sistema m ilitar reaccionario
com o sím bolo de esa «arrogancia de clase m edia que excluía de la
sociedad al obrero y le daba la sensación de ser un ciudadano de ter­
cera clase». P or consiguiente, las escuelas de cadetes de las SS ofre­
94 Historia secreta de las SS

cían algo que jam ás b rin d ó la W ehrm acht: una carrera de oficial para
hom bres que no procedían de la ciase m edia ni de la alta y que no
tenían una educación form al. Las SS siem pre estim ularon la autodis­
ciplina y el respeto m utuo más que una disciplina im puesta co n b ru ­
talidad; en general el am biente de trabajo era más relajado que el del
ejército y las relaciones entre los oficiales y ios soldados eran m enos
formales. A los oficiales se les llamaba Führer (líder), en lugar de Offiziere,
que tenía una c o n n o tació n de clase. C u an d o se en co n trab an de ser­
vicio, estaba rigurosam ente prohibido utilizar el antiguo prefijo de
grado m ilitar Herr, que sugería superioridad y predom inio, y hasta el
S S -B e u ’crber de m en o r categoría se dirigía al propio H im m ler sim ­
plem ente com o Reichs führer, en lugar de llam arlo IJerr Reichsführer.
Fuera de servicio, los grados inferiores llam aban a los superiores
Kamerad (camarada) o Parteigenosse (correligionario) si los dos p e rte ­
necían al NSDAP.
Los SS-Fiihrerkorps (cuerpos de oficiales) de la Allgemeine-SS com ­
prendían una serie de categorías diferentes, que dependían sobre todo del
tipo de empleo de los oficiales. Los que tenían un grado inferior al de
Sturmbannführer solían ser Nebenamtlich (con dedicación parcial y sin
remuneración), mientras que los grados superiores solían ser Hauptamtlich
(oficiales de carrera y asalariados). Las principales categorías de oficiales de
las SS eran las siguientes:

1. A ktive S S Führer (oficiales activos de las SS)


lodos los que tenían un cargo regular, con dedicación parcial
o com pleta, en la sede local de la Allgemeine-SS, las SS
Hauptämter o algún otro departam ento, incluidos todos los
oficiales con graduación de Gruppenführer o superior, in d e­
pendientem ente de su empleo.
2. Zugeteilte Führer bei den Stäben (oficiales vinculados a los esta­
dos mayores y los cuarteles generales)
Oficiales que, a causa de su cargo civil, gubernam ental o en el
partido, no podían participar activam ente en las SS. Por lo
general estaban vinculados com o asesores al Persönlicher Stab
R ß S . o a los estados mayores de las SS Hauptämter, o a los
cuarteles generales de las Oberabschnitte.
La Allgemeine-SS 95

3. Führer in der Stammabteihing (oficiales de la reserva suplem en­


taria)
Oficiales que 110 estaban incluidos en las dos categorías anterio­
res y que estaban obligados, por su edad o sus achaques, a reti­
rarse con honores del servicio activo en las SS o de la reserva de
prim era línea de las SS. La mayoría de los oficiales de policía con
dedicación completa a los que se aceptaba com o miembros de
las SS tam bién entraban en las Staiiiinabtcihmgen, ya que los
Standarten activos de las SS no podían absorberlos sin más.
4. Führer z u Verfügung (oficiales «a disposición»)
Oficiales suspendidos por m otivos disciplinarios, a los que el
tribu nal de las SS había puesto «a disposición» po r un m áxim o
de dos años com o un período de prueba, durante el cual,
según su com portam iento, o bien podían volver al servicio
activo o bien eran expulsados de las SS.

Todo oficial de la Allgem eine-SS que se incorporaba a la W affen-SS


durante la guerra conservaba su categoría y su grado en la Allgemeine-
SS, aunque po r lo general en la Waffen-SS le daban un grado inferior
hasta que adquiría la experiencia m ilitar suficiente para justificar su
prom oción. A partir de entonces, si obtenía alguna prom oción dentro
de la Waffen-SS, autom áticam ente era prom ovido tam bién en la
Allgemeine-SS.
Las norm as que se indican a continuación regían la prom oción
dentro de la Allgemeine-SS:

1. La prom oción a SS-Gruppenführer y otros grados superiores la


decidía el propio Hitler, en su carácter técnico de com andan­
te en jefe de las SS. p o r recom endación del Reichsführer-SS.
2. La prom oción a oficiales por debajo del grado de CGruppenführer la
decidía el Reichsführer a instancias de la Personalhauptamt de las SS.
Los jefes de las Hauptämter de las SS, que actuaban como represen­
tantes de Himmler, podían realizar promociones hasta el grado de
SS-Hauptstiinnführer, este incluido.
3. La prom oción a SS-Hauptscharführer correspondía a los com an­
dantes de las Oberabschnitte.
96 Historia secreta de las SS

4. La p ro m o c ió n a SS-Oberschaiführer la realizaban los co m an ­


dantes de los Abschnitte.
5. Los demás suboficiales eran prom ovidos p o r los com andantes
de los distintos Standarten de las SS.
6. Las propuestas para los nom bram ientos de SS-M ann, Sturmmann
y Rottenführer las hacían los oficiales delegados del correspon­
diente Standarte.

El personal técnico, administrativo y médico, se regía po r las m is­


mas norm as en lo que respecta a prom oción y nom bram ientos pero,
además, tenía que contar con la aprobación de la S S Wirtschafts - und
Vcnmltuiigshauptamt o del Reichsarzt S S und Polizei, según correspon­
diera.
Cabe destacar que durante los prim eros tiempos de las SS no era
extraño que algunos oficiales ingresaran en la organización con una
graduación alta, o que se las saltaran. Por ejemplo, «Sepp» D ietrich se
enroló en las SS com o Standartenführer el dieciocho de noviem bre de
1929, y fue el m iem bro núm ero 1.177, mientras que Julius Schreck, el
m iem bro núm ero 5, pasó de Sturmführer directam ente a Standartenführer,
saltándose todos los grados interm edios, el treinta de enero de 1930.
Otros experim entaron un ascenso m eteórico en sus filas; buen ejem plo
de ello es Karl Wolff, que fue prom ovido de la siguiente forma:

Sturmführer 18 de febrero de 1932


Sturmhauptführer 30 de enero de 1933
Sturmbannführer 9 de noviem bre de 1933
Obersturmbannführer 30 de enero de 1934
Standartenführer 20 de abril de 1934
Oberführer 4 de julio de 1934

Las SS llevaban un sistema exhaustivo de registros personales, con


taqctas que se rellenaban por triplicado para cada miembro. Las tarjetas
eran de color m arrón rojizo y contenían gran cantidad de detalles per­
sonales, com o la fecha y el lugar de nacimiento, las dimensiones físicas,
los datos del m atrim onio, nom bre y edad de los hijos, núm ero de m iem ­
bro de las SS y del NSI JAP, promociones, condecoraciones e historial en
La Allgemeine-SS 97

La Lista de Jerarquía de los oficíales de las SS, elaborada en varios volúmenes


entre 1934 y 1944.

el R A D y en el servicio militar.Toda la inform ación fija se escribía con


tinta y la variable a lápiz. Cada Sturm tenía un archivo donde se guarda­
ban las taqetas originales correspondientes a cada oficial y a cada solda­
do que tenía asignado. Las tarjetas duplicadas, que llevaban anchas rayas
rojas en diagonal en el reverso, se conservaban en el cuartel general del
Standarte al que pertenecía la Sturm. El tercer juego de taijetas, con rayas
de color verde oscuro en el reverso, se guardaban en la Personalhauptamt de
las SS si se trataba de oficiales, o en la Hauptamt de las SS, si se trataba
de suboficiales o de grados inferiores. Era responsabilidad de todo el per­
sonal com probar que se notificara oportunam ente cualquier inform a­
ción relacionada con la actualización de sus registros.
Varias veces al año, la Personalhauptamt de las SS elaboraba una
Lista de Jerarquía que abarcaba a todos los oficiales de todas las ramas
de las SS.
A m edida que fue creciendo la organización, lo m ism o ocurrió
con la Lista que, a finales de 1944, com prendía varios volúm enes.
98 Historia secreta de las SS

C onocida com o la Dienstaltersliste der Schutzstaffel dei NSDAP, la


im prim ían los editores oficiales del gobierno en B erlín y tenía una
finalidad puram ente administrativa dentro de las oficinas de las SS.
C o m o era secreta, no estaba perm itido su uso con fines personales ni
su distribución a organismos que no pertenecieran a las SS. Sobre
todo, no se podía p o n er a disposición del público en general. La
Dienstaltersliste presentaba num erosos detalles de cada uno de los ofi­
ciales que figuraban en ella. N o sólo aparecían el nom bre com pleto y
la lecha de nacim iento, sino tam bién su grado en las SS, su posición
jerárquica, el núm ero de m iem bro del N SD A P y las SS, su destino en
ese m om ento, las condecoraciones y cualquier cargo gubernam ental,
militar, político o policial que ocupara. Incluso m encionaba si llevaba
m ucho tiem po de baja po r enferm edad. Por ejem plo, con respecto a
H e in ric h H im m ler, la Lista de 1944 registraba lo siguiente:

1. Puesto en el escalafón: 1.
2. H e in ric h H im m ler. M edalla de O ro del Partido y O rd e n de
la Sangre. Reichsminister. Reichsleiter. Reichskommisar. C oncejal.
Parlam entario.
3. T iene la Espada de H o n o r de las SS y el anillo de la cabeza de
la m uerte de las SS.
4. Reichsführer de las SS y jefe de la Policía alemana.
5. N ú m . de m iem bro del NSDAP: 14.303.
6. N ú m . de m iem bro de las SS: 168.
7. Fecha de nacim iento: 7 de octubre de 1900.
8. N om brado para ocupar el cargo actual el 6 de enero de 1929.

Más abajo, en la prim era página de la Lista, constaban los siguien­


tes datos con respecto a un m iem bro de la familia real alem ana, josías,
príncipe heredero deW aldeck y Pyrm ont:

1. Puesto en el escalafón: 10
2. josías, príncipe heredero d eW ald eck y P yrm ont. M edalla de
O ro del Partido, C ruz de H ierro de Prim era Clase en 1914,
C ruz de H o n o r 1914-1918, condecoraciones nacionales por
su participación en los com bates de la prim era guerra m u n ­
La Allgemeine-SS 99

dial, Placa de H erid o en N egro, de 1918, G alón en 1939 a la


C ru z de H ierro de Prim era Clase de 1914 y condecoraciones
p or su participación en los com bates de la segunda guerra
m undial. Parlam entario.
3. T iene la Espada de H o n o r de las SS y el anillo de la cabeza de
la m uerte de las SS.
4. C om andante de la Oberabschnitt de Fulda-W erra y Höhere S S -
und Polizeiführer de esa región. General de la W affen-SS.
G eneral de la Policía.
5. N úm . de m iem bro del NSDAP: 160.025.
6. N ú m . de m iem bro de las SS: 2.139.
7. Fecha de nacim iento: 13 de mayo de 1896.
8. N om brado para ocupar el cargo actual el 30 de enero de 1936.

En abril de 1945 las SS realizaron esfuerzos coordinados para destruir


todos los ejemplares de la Dienstaltersliste; sin embargo, algunos volú­
m enes cayeron en p o d er de los aliados y sirvieron com o inapreciable
m aterial de referencia durante el proceso de desnazificación que tuvo
lugar después de la guerra. M uchos alemanes destacados, que e n to n ­
ces negaban con energía cualquier vinculación suya con el N SD A P y
con sus organizaciones afiliadas, de pronto tuvieron que hacer frente
al hecho de que su nom bre apareciera en la Dienstalterslistey se vie­
ron obligados a reconocer su estrecha vinculación con elrégim en
nazi. U n o de ellos fue nada m enos que el príncipe Josías que acaba­
mos de m encionar, el único m iem bro de la familia real alem ana que
fue juzgado por crím enes de guerra. C o m o com andante de la
Oberabschnitt en la que estaba situado el cam po de concentración de
B uchenw ald fue considerado responsable directo de las condiciones
que im peraban allí y condenado a cadena perpetua.
A sum ir la responsabilidad por sus actos era algo totalm ente ajeno
a las SS. U n o de los factores más im portantes que hay que tener en
cuenta al considerar las inmensas facultades y las actividades de las
diversas fuerzas policiales y de las SS en su papel de guardianes
suprem os de la ley y el orden durante el Tercer R eich es que ellos m is­
mos quedaban más allá y po r encim a de] sistema ju ríd ico ordinario
alemán. Al fundarse la S S - und Polizeigerichtsbarkeit (Jurisdicción
100 Historia secreta de las SS

Especial de las SS y la Policía) durante 1939-1940, los hom bres de las


SS sólo tenían que rendir cuentas ante los oficiales de disciplina y los
tribunales de las SS por todos los delitos com etidos tanto dentro com o
fuera de Alemania. Por la naturaleza misma de su trabajo, los m iem ­
bros de las SS con frecuencia tenían que infringir el derecho consue­
tudinario para cum plir sus obligaciones, de m odo que, para alcanzar
sus objetivos, la jerarquía de las SS solicitó y finalm ente obtuvo la inde­
pendencia jurídica necesaria para garantizar que los hom bres de las SS
no tuvieran que responder ante los tribunales civiles por las ilegalidades
com etidas en el cum plim iento de su deber. N o está de más insistir en
la im portancia de esa postura, que garantizaba a toda la organización
de las SS la inm unidad contra cualquier acusación y le concedía, por
ende, el derecho, según su propio código, a arrestar, encarcelar, m al­
tratar y, en últim a instancia, exterm inar a sus adversarios políticos y
raciales. Tal fue la base del argum ento, tan repetido después de la gue­
rra, de que los hom bres de las SS «se habían lim itado a cum plir órde­
nes». N o sólo cum plían órdenes, sino que además les habían dado el
derecho a matar, refrendado p o r los m áxim os tribunales del R_eich. Lo
que era ilegal y punible era negarse a cum plir esas órdenes.
Los decretos y las norm as originales que establecía la Jurisdicción
Especial de las SS y la Policía se siguieron am pliando y com plem en­
tando en los años posteriores a 1940. El uno de septiem bre de 1943
entró en vigor la versión definitiva del C ódigo Disciplinario y Penal
de las SS (Disziplinarstraf- und Beschwerdeordnung der SS, o D B O ), apli­
cable a todos los m iem bros de las SS sin excepción.Todos los oficiales,
los suboficiales y los soldados de las SS, tanto m asculinos com o fem e­
ninos, ya fueran de la Allgemeine-SS, la W affen-SS, trabajaran a jo rn a ­
da com pleta o parcial, fueran reclutas, auxiliares, inactivos u honorífi­
cos, sólo podían ser juzgados y sancionados por los tribunales de las SS
por cualquier delito disciplinario y penal que com etieran. E n el caso
de delitos militares, se les juzgaba de acuerdo con el procedim iento
militar. Si se trataba de un delito penal, las autoridades judiciales de las
SS juzgaban al acusado según el habitual procedim iento penal alemán.
La jurisdicción del D B O se extendía p o r toda A lem ania y los te rrito ­
rios ocupados, y los castigos que se podían im p o n er iban desde sim­
ples m edidas disciplinarias y la expulsión de las SS hasta los trabajos
La Allgemeine-SS 101

forzados y la m uerte en la horca, p o r fusilam iento o decapitación.


H im m ler tenía los mism os poderes para perdonar y conm utar senten­
cias que el ju e z suprem o del R e ic h y los com andantes de las tres
ramas de la W ehrm acht, y sólo se podía apelar, de todos m odos en cir­
cunstancias m uy especiales, al propio Führer.
N o se perm itió más que una sola excepción general a esta política
de someter a todos los miembros de las SS a las estrictas penas de la juris­
dicción independiente de las SS. Por acuerdo con el Reichsführer de las SS,
una norm a de la W ehrm acht publicada en junio de 1940 establecía que
los miembros individuales de las SS y la Policía quedaban sometidos a la
legislación militar norm al si prestaban servicio en las fuerzas armadas. Tal
excepción se aplicaba exclusivamente a los hombres de la Allgemeine-SS
y de la policía que se habían reclutado para prestar servicio regular en la
W ehrm acht, y no afectaba a las unidades y las formaciones independien­
tes de la Waffen-SS, el SD y la Policía que servían ju n to con las fuerzas
armadas. Sin embargo, al aprobarse el DBO, dejó de estar en vigor la
norm a de la W ehrm acht y a partir de 1943 las SS incluyeron dentro de
su jurisdicción incluso a aquellos miembros que prestaban servicio en las
fuerzas armadas con carácter temporal.
Si bien en la práctica la mayoría de las cuestiones disciplinarias las
resolvían los altos funcionarios de las SS con com petencia en m ateria
de disciplina, m ediante la acción directa o a través de u n consejo de
guerra, y la mayoría de las cuestiones penales las resolvían los trib u ­
nales de las SS designados a tal efecto, el propio H im m ler tenía plenos
poderes disciplinarios, en su carácter de Reichsführer de las SS. Tenía
com petencia para im poner todos los castigos disciplinarios c o n tem ­
plados en el D B O , aunque H itler solía p o n e r un interés personal en
los pocos casos en los que se castigaba a oficiales de Gruppenführer para
arriba. En particular, el Reichsführer se reservaba para sí el derecho a:

1. Expulsar o degradar a cualquier oficial de las SS;


2. Expulsar de las SS a cualquier m iem bro que tuviera un núm ero
por debajo del 10.000 (es decir, que perteneciera a la vieja
guardia);
3. O rdenar u n castigo disciplinario, además de la sentencia penal
im puesta p o r los tribunales de las SS.
102 Historia secreta de las SS

C o n el fin de ejercer esos poderes y tam bién con la finalidad de


plantearse las apelaciones contra las sentencias disciplinarias impuestas
po r los jefes de las SS Hauptämter, H im m ler podía ordenar que se esta­
bleciera un tribunal especial, o Disziplinarhof, para que viera una causa
y le presentara el inform e correspondiente. C uando se encontraba
ausente podía delegar su autoridad disciplinaria en el jefe del
H auptam t S S Gericht. Además, siem pre se sumaba al Persönlicher Stab
lïfS S un funcionario judicial especial para colaborar con H im m ler en
la resolución de las cuestiones legales que le tocaba dirim ir.
H abía dos tipos de tribunales ordinarios de las SS:

1. Los Feldgerichte (consejos de guerra), convocados norm alm ente


p o r las divisiones y las form aciones superiores de la Waffen-SS;
2. Los SS und Polizei Gerichte (tribunales de las SS y la Policía),
establecidos en Alem ania y en los territorios ocupados.

E n 1943 había más de cuarenta SS und Polizei Gerichte. Fuera del


R e ic h existían en las capitales y en las ciudades más grandes de los
países conquistados. D e n tro de A lem ania había u n o en cada
Oberabschnitt, generalm ente, aunque no siempre, en la sede del cuartel
general de la Oberabschnitt. Se num eraban con núm eros rom anos que,
a diferencia de las Oberabschnitte, no seguían la num eración del
Wehrkreis sino que correspondían al orden cronológico en el que se
habían establecido. Cada tribunal de las SS y la Policía tenía co m p e­
tencia para juzgar todos los casos que se producían dentro de su ju ris ­
dicción. Además, había otros dos tribunales especiales dignos de des­
tacar, ambos en M únich. El prim ero de ellos era el Oberstes S S und
Polizei Gericht (el Tribunal Suprem o de las SS y la Policía), presidido
po r el SS-Oberführer doctor G ü n th er R einecke, que juzgaba casos de
particular gravedad, p o r ejem plo de traición, crím enes contra el
Estado y espionaje. Además, era el único tribunal com petente para
juzgar a los generales de las SS y la Policía con grado de Brigadeführer
o superior. El segundo de los tribunales especiales era el SS und Polizei
Gericht z .b .V (Tribunal E xtraordinario de las SS y la Policía). Estaba
vinculado directam ente con el H auptam t S S Gericht y era un tribunal
secreto que se encargaba de los casos delicados y difíciles que se que-
La Allgemeine-SS 103

Un Himmler jovial habla por radio a la nación el día del policía alemán, el veintiocho
de enero de 1939. En esa época ya había acumulado unos poderes legales
enormes como jefe de la Policía y su código disciplinario garantizaba la obediencia
total de las SS. Durante la guerra se jactaría de que «gracias a Dios, no hemos
tenido ni un solo caso de traición en nuestras filas».

rían m antener al m argen del conocim iento del público, incluso de la


propia organización de las SS.
D urante la guerra se habilitó a los diversos SS und Polizei Gerichte
para juzgar al personal que no pertenecía a las SS y a los civiles, lo que
constituyó un gran aum ento de sus atribuciones y un arm a p articu­
larm ente eficaz dentro del sistema general de seguridad de las SS. Al
principio, a los civiles sólo los podían juzgar y condenar los trib u n a­
les de las SS con respecto a los delitos com etidos en edificios de las
SS y la Policía o en instalaciones similares, o a los delitos com etidos
conjuntam ente con otras personas que a su vez estuvieran dentro de
la jurisdicción de las SS. Sin embargo, a m edida que fue avanzando la
guerra, se amplió esa com petencia para juzgar los casos que afectaban
los intereses generales de las SS, y al final los SS und Polizei Gerichte lle­
garon a utilizarse para todos los casos serios de seguridad, incluidos
los juicios relacionados con el sabotaje, la propaganda ilegal y el com er-
104 Historia secreta de las SS

cío con una potencia enem iga. La gran mayoría de las personas que
fueron juzgadas de esa m anera fueron sentenciadas a cum plir penas en
cam pos de concentración o a ser fusiladas.
E n com ún con las demás form aciones y organizaciones afiliadas
del NSDAP, las SS tenían su propio código de honor, cuyo cum pli­
m iento aseguraban unos Tribunales de H o n o r especiales, o Schiedshofe.
D icho código tenía dos objetivos fundam entales: en p rim er lugar,
proteger la reputación general de las SS contra el escándalo de la
disensión y las peleas internas y, en segundo lugar, proporcionar a cada
uno de sus m iem bros un m étodo form al para defender su h o n o r con
las armas. Para resolver casos encuadrados dentro de la prim era cate­
goría, los Tribunales de H o n o r sólo tenían poderes lim itados y su fun­
ción prim ordial era conciliar las diferencias m ediante el arbitraje. E n
lo que respecta a casos de la segunda categoría, su finalidad era tratar
de que se resolvieran las «cuestiones de honor» de m anera adecuada.
E n principio, todos los hom bres de las SS tenían derecho a exigir
satisfacción con pistola o espada p o r cualquier afrenta a su h o n o r y su
integridad. Sin em bargo, los Schiedshofe po r lo general intervenían
para evitar que la situación acabara en un duelo, sobre todo desde que
H itler se había opuesto decididam ente a esa práctica. Los Tribunales
de H o n o r Mayores y M enores (Kleine und Grosse Schiedshofe) podían
ser convocados p o r el Reichsführer y p o r los com andantes de las
Oberabschnitte, los Abschnitte y las SS Hauptämter. Los tribunales m en o ­
res llevaban a cabo el anáfisis prelim inar de la controversia y los m ayo­
res eran los que tom aban las decisiones.
H abía una clase especial de jueces, los SS Richter, para adm inistrar
la legislación de las SS. Los funcionarios que trabajaban con jo rn ad a
com pleta recibían su nom bram iento directam ente del Führer, y su
co n d ic ió n y su in d ep e n d e n c ia q u edaban garantizadas p o r el
Reichsführer de las SS. Su principal obligación consistía en preparar los
casos y llevar los procedim ientos ante los tribunales. Esos SS Richter
contaban con la colaboración de jueces auxiliares, o SS Hilfsrichter,
que a veces incluso los representaban. Los oficiales y los suboficiales
de protocolo de las SS (SS Beurkundungsführer und Unterführer) se encar­
gaban de preparar los docum entos, m ientras que los oficiales de inves­
tigación (Untersuchungsführer) interrogaban a los testigos. Todos esos
La Allgemeine-SS 105

oficiales estaban subordinados al H auptam t S S Gericht. Su form ación


inicial y los exám enes posteriores se llevaban a cabo en la H auptam t y
todos los nom bram ientos y las prom ociones em anaban de allí.
E n cuanto se creó oficialm ente la Jurisdicción Especial de las SS
y la Policía, se tom aron medidas para dar facilidades a la organización
de las SS para hacer cum plir las sentencias dictadas p o r sus tribunales.
A tal fin se crearon los campos de castigo para las SS y la policía
(Straflager der S S und Polizei) en D achau, cerca del cam po de concen­
tración, y en Karlsfeld. T am bién se establecieron campos de prisione­
ros (Strafvollzugslager) en Danzig y en Ludwigsfelde. P or lo general, los
períodos de detención breves se cum plían en el en to rn o relativam en­
te confortable de las dependencias de la prisión en los cuarteles de las
SS en M unich. Los períodos de detención más largos se cum plían en
alguno de los Strafvollzugslager. Pero el cum plim iento de esas senten­
cias se podía prolongar en cualquier m om ento; entonces se rem itía al
prisionero a un Straflager, lo que representaba un aum ento de la seve­
ridad de la sentencia, porque las condiciones en los campos de casti­
go eran m ucho peores que las de las prisiones y el período que se
pasaba en el Straflager no contaba para reducir el tiem po de prisión
que faltaba.
A los hom bres que habían sido expulsados de las SS durante la
guerra y, al m ism o tiem po, habían sido condenados a pasar u n tiem ­
po en prisión, les quedaba otra posibilidad. Podían elegir ser entrega­
dos a una de las dos form aciones especiales siguientes, pertenecientes
a la Waffen-SS, en un intento de redim irse m ientras cum plían parte de
la condena:

1. El D estacam ento de R ehabilitación (Bewährungs Abteilung) de


C hium , en B ohem ia. Después de pasar allí un período de for­
m ación prelim inar, se enviaba a los hom bres a unidades que se
utilizaban com o fuerzas de com bate en la línea del frente.
2. El D estacam ento de Trabajo (Arbeits Abteilung), co n sede en
D ebica, en Polonia. Por lo general, los m iem bros de esa uni­
dad no portaban armas, pero desem peñaban tareas pesadas o
peligrosas en el frente, com o la reparación de puentes y la lim ­
pieza de los campos de minas.
106 Historia secreta de las SS

Para los hom bres que habían sido expulsados de la policía había
una form ación parecida, vinculada a la D ivisión de la Policía-SS que,
aunque su nom bre oficial era Sondereinheit der SS-Polizei-D ivision, era
conocida coloquialm ente com o las «Verlorene Haufen» o V H (las
«almas perdidas»). Los hom bres de esas unidades especiales no tenían
grado, ni en las SS ni en la policía, y no llevaban insignias de ninguna
de las dos en su uniform e.
Si bien las SS castigaban a sus malhechores, los que cum plían los
ideales del C uerpo N egro eran m uy bien atendidos. El Reichsarzt S S
und Polizei (principal funcionario m édico de las SS y la Policía), el S S -
Obergmppenführer profesor doctor E rn st-K o b ert Grawitz, era el encar­
gado de la supervisión general de todos los servicios m édicos de las SS
y la policía, de la investigación m édica y la form ación, y del control y
la distribución de los suministros y el equipo m édico. C olaboraban con
él dos oficiales superiores, el principal intendente m édico, el SS-
Gmppenführer doctor Carl Blum enreuter, y el oficial principal de
H igiene, el SS-Oberfiihrer profesor doctor Joachim M rugowsky. Grawitz
era tam bién el presidente económ ico de la C ruz R oja alemana y apro­
vechó el cargo para garantizar que las SS se m antuvieran al día con los
últimos avances médicos internacionales. Además, H im m ler deliberada­
m ente concedió un grado superior en las SS a m uchos m édicos alema­
nes de renom bre, com o Karl Gebhardt, jefe de la famosa Clínica
O rtopédica H ohenlychen, y Leonardo C onti, ministro de Salud del
R eich. D e tal m odo, m antenía a las SS a la vanguardia de la tecnología
médica, y las Sanitätsstürme y los Sanitätsstaffeln vinculados con los
Abschnitte y los Sturmbanne podían brindar el m ejor tratam iento posible
para los miembros de las SS y sus familias cuando estaban enfermos.
Toda la relación entre las SS y la mayoría de los m édicos se echó
a perder durante la guerra, sin embargo, cuando los cirujanos de la
W affen-SS que trabajaban bajo presión en el cam po de batalla y cier­
tos científicos militares convencieron a H im m ler para que les p e rm i­
tiera realizar investigaciones con individuos vivos entre los internos
condenados de los campos de concentración. A aquellos internos que
aceptaran tom ar parte en experim entos que podían resultar m ortales
y que sobrevivieran se les conm utaría la pena de m uerte p o r cadena
perpetua, aunque, a partir de 1942, en u n cam po de concentración es
La Allgemeine-SS 107

probable que esa perpetuidad no durara más que unos cuantos meses
com o m áxim o. El m édico de la Luftwaffe Sigm und R asch er fue uno
de los «investigadores» de reputación más siniestra. R ealizó en D achau
unos experim entos m édicos que no tenían ningún sentido sobre los
efectos de la descom presión en los prisioneros y, a continuación, cen­
tró su atención en los problem as de supervivencia en condiciones de
frío y, posteriorm ente, en condiciones de calor extrem o. R ascher le
«hacía la pelota» a H im m ler constantem ente. Los siguientes extractos
de algunas cartas dem uestran el espíritu de esos tiempos:

Del doctor Rascher al comandan te de campo IVeiss, en Dachau, a diez de octu­


bre de 1942
El veintiocho de septiembre m e enviaron al prisionero de guerra
ruso C honitsch, nacido el veinticuatro de mayo de 1920, con fines
experim entales. C honitsch es un ruso que tenía que ser ejecutado.
C o m o el Reichsführer-S S m e había ordenado que utilizara a perso­
nas sentenciadas a m uerte para realizar experim entos peligrosos,
quise experim entar con este ruso, con la absoluta seguridad de que
no sobreviviría. Le inform é en ese m om ento de que podía estar
usted seguro de que el ruso no sobreviviría al experim ento y
habría m uerto antes de la fecha prevista para su ejecución.
C ontrariam ente a todas las expectativas, el ruso en cuestión sobre­
vivió a tres experim entos que habrían sido fatales para cualquier
otra persona. 1)e acuerdo con la orden del Reichsführer con respecto
a que todos los condenados a m uerte que fueran som etidos a
experim entos peligrosos y sobrevivieran serían indultados, le
suplico que tom e las medidas necesarias. Lam ento que una supo­
sición errónea por nuestra parte haya dado lugar a esta correspon­
dencia adicional. M uy agradecido. H eil Hitler! R A S C H E R .

Del comandante de campo Weiss, en Dachau, al Reichsführer-SS, a veinte


de octubre de 1942
¡M uy estimado Rcichsfiihrer! Le ruego que aclare el siguiente caso
lo antes posible. En su carta del dieciocho de abril de 1942 se
ordenaba que si los prisioneros de D achau que estaban condena­
dos a m uerte sobrevivían a un experim ento que pusiera en peli-
108 Historia secreta de las SS

gro su vida se les conm utaría la pena por cadena p erpetua en un


cam po de concentración. C o n todo respeto, quisiera saber si esa
orden se aplica tam bién a los polacos y a los rusos, así com o a los
no eslavos. H eil Hitler! W EISS.

D el SS-Obersturmbannführer Brandt, Reichsfiihrung-SS, a Weiss, a


veintiuno de octubre de Í9 4 2
Weiss. Le ruego que informe al SS-Unterstumiführer doctor Rascher
de que la orden que dio hace algún tiem po el Reichsführer-SS con
respecto al indulto para los sujetos experimentales no se aplica a los
polacos ni a los rusos. Heil Hitler! B R A N D T.

Cabe suponer, p o r tanto, que el pobre C honitsch fue ejecutado.


Al final, las SS llegaron a la conclusión de que R ascher no era más
que un charlatán peligroso que no quería prestar servicio en la línea
del frente y fue condenado a m uerte en abril de 1945.
N o obstante, no todos los estudios m édicos llevados a cabo en los
campos fueron tan fantásticos. U na de las ventajas que se obtuvieron
de otros fue el desarrollo de productos hem ostáticos y coagulantes,
que fueron de gran ayuda para los heridos de la W ehrm acht durante la
segunda guerra m undial y, de hecho, a partir de entonces, para los sol­
dados heridos de cualquier nacionalidad. Sin em bargo, hasta a los
m édicos com unes de la Allgemeine-SS, que sólo se preocupaban p o r el
bienestar de sus hom bres y que no tenían absolutam ente nada que ver
con esas cuestiones, el público de posguerra acabó m idiéndolos con
el m ism o rasero que a R ascher y sus cómplices.
Dejando aparte la medicina, las principales actividades de bienestar
social de la Allgemeine-SS las administraba la Rasse- und Siedlungshauptamt
y se financiaban con los fondos privados de las SS. El concepto de las SS
com o «una gran familia» trajo com o consecuencia que se prestara m ucha
atención a ofrecer apoyo financiero a los miembros que lo necesitaban.
Incluso en los prim eros tiempos de la organización, antes de que las
ganancias de la oficina y su renom bre proporcionaran una base sólida a
las finanzas de las SS, se estableció una Sección de Asistencia Económ ica
especial, con el auspicio del cuartel general de H im m ler, para brindar
ayuda a los hombres de las SS que hubieran sufrido pérdidas materiales
La Allgemeine-SS 109

durante la lucha por el poder. En noviembre de 1935 el Reichsführer dio


a la cuestión una base más comercial, creando un fondo de ahorro al
que tenían que contribuir todos los futuros reclutas de las SS que tuvie­
ran trabajo y todos los oficiales y soldados en servicio con dedicación de
jornada completa, en la medida de sus posibilidades. De ese m odo, las SS
pudieron crear, a partir de sus propios recursos, la reserva financiera nece­
saria con la que prestar asistencia o suministrar préstamos a sus miembros.
Todos los com andantes de las Oberabschnitte, los Abschnitte, los
Standarten y los Sturmbanne tenían la obligación general de ocuparse
del bienestar de sus subordinados y, sobre todo, de las viudas y los huér­
fanos de los hom bres de las SS que hubieran fallecido. Cada Abschnitt y
Standarte contaba con un asistente social, o Fürsorgereferent, p o r lo gene­
ral un suboficial, que era la prim era autoridad local a la que podían
dirigirse los hom bres de las SS y sus familiares. Las cuestiones que esca­
paban a su com petencia se rem itían a la Sippenpflegestelle (la O ficina de
Bienestar de la Familia) de la Oberabschnitt y, si hacía falta, se podían
recurrir ante la Sippenamt (Oficina de la Familia) de la Rasse- und
Siedlungshauptamt para que tom ara una decisión. C uando u n hom bre
de las SS m oría en el servicio activo y dejaba viuda e hijos, la
Oberabsclmitt designaba a un hom bre adecuado de las SS com o Berater
(consejero familiar) y este brindaba todo el asesoramiento personal y
toda la ayuda posibles, se hacía responsable de la educación de los hijos
y, en caso necesario, solicitaba la colaboración del asistente social.
Además del sistema privado de atención social de las SS, los m iem ­
bros de la A llgem eine-SS que prestaban servicio en la W ehrm acht dis­
frutaban tam bién de todas las ventajas del sistema de bienestar legal
establecido para las fuerzas armadas. Asimismo, la SS H auptam t con­
trolaba cierta cantidad de residencias de la tercera edad para los solda­
dos de las SS y la policía y proporcionaba a las unidades movilizadas de
las SS entretenim ientos ligeros, com o películas, conciertos, aparatos
de radio, libros y revistas.
C om o hacía tiem po que se reconocía que prevenir las enferm e­
dades era tan im portante com o curarlas, se hacía m ucho hincapié en
el deporte y el ejercicio físico en los programas de entrenam iento coti­
diano de la Allgemeine-SS, y había num erosos clubes deportivos de las
SS por todas partes. Los m iem bros podían ganar no sólo la Medalla
110 Historia secreta de las SS

Deportiva M ilitar de la SA y la M edalla N acional al M érito D eportivo


de Alemania, por las que com petían mientras prestaban servicio com o
SS-Antwärter, sino tam bién la medallas al m érito y la de cam peón de
la Liga Nacionalsocialista de E ntrenam iento Físico, la m edalla del
atletismo pesado, la medalla alemana al deporte con m otor, las m eda­
llas de los cam peonatos de esquí y los diversos prem ios ecuestres nacio­
nales. Para obtener muchas de esas condecoraciones había que com pe­
tir año tras año, es decir, que los prem iados tenían que superar una serie
de pruebas de aptitud po r lo m enos una vez al año para conservar el
derecho a lucir la medalla correspondiente, de m odo que el entrena­
m iento era un proceso continuo y perm anente.
Se encom endó en general a la S S H auptam t el entrenam iento físi­
co de las SS. En agosto de 1942, m ediante un decreto del Reichsführer
de las SS, se amplió y se consolidó esa función de la siguiente manera:

1. La organización y el control de todo el entrenam iento físico de


todas las SS, incluido el entrenamiento habitual, las competiciones
y los deportes militares, eran responsabilidad de la SS Hauptamt.
2. El jefe de la SS H auptam t, el Obergruppenführer B erger, fue
nom brado inspector de entrenam iento físico de las SS y subdi­
r e c to r d e l C lu b D e p o r tiv o de las SS (In sp e k te u r f ü r die
L e ib e s e r z ie h u n g der S S u n d stellvertreten d e r F ührer der S S
Sportsgemeinschaften e. V.).
3. La A m t V de la SS H auptam t se convirtió en el departam ento
encargado del entrenam iento físico de las SS, con el título de
A m t fü r Leibesübungen.
4. La antigua oficina del inspector y la dirección central de los
clubes deportivos de las SS se incorporaron a la/lm fV .
5. El jefe de la A m t V fue nom brado subinspector de Entrenamiento
Físico de las SS.
6. La Escuela C entral de E ntrenam iento Físico de las SS, situada
en Praga, que preparaba a los instructores deportivos de las SS,
quedó directam ente subordinada al jefe de la SS Hauptamt.

E n m arzo de 1943 se increm entaron ligeram ente las funciones de


la SS Hauptamt en este sentido. Por un acuerdo entre el Reichsführer
La Allgemeine-SS 111

de las SS y la Sociedad Alemana para la Salvación de iaV ida (Deutsche


Lebensrettungs-genieiiischafi e. V, o D L R G ), las SS y la Policía crearon una
sección especial de la Sociedad con el nom bre de Landesverband S S und
Polizei der D L R G , con sede en el núm ero 18 de la Biilowstrasse, en
Berlín. El jefe de las SS Hauptamt o su ayudante actuaban com o repre­
sentantes de las SS y la policía en el cuartel general central de la
Sociedad. La función de la Landesverband era prom over el socorrism o
y las técnicas de respiración artificial y. por consiguiente, exam inar y
otorgar los correspondientes certificados de aptitud. Incluía a todas las
form aciones de la Allgemeine-SS, la Waffcn-SS, el SD, la Policía de
seguridad y la Policía uniform ada, y se ofrecía instrucción conjunta­
m ente con el entrenam iento físico.
El Reichssportführer (D irector N acional de D eportes) era u n S./4-
Obergruppenführer, Elans von T scham m er und O sten; por tanto, la SA
solía organizar la m ayor parte de las com peticiones deportivas para-
militares durante el Tercer R eich. E n esas com peticiones nacionales, sin
embargo, el equipo de las SS y el de la policía siempre figuraban en u n
lugar destacado e invariablem ente dom inaban la escena. Por ejem plo,
en febrero de 1937 las SS ganaron el prem io del Führer en el cam peona­
to de esquí del N SD A P que se celebró en R o ttac h -E g e rn , y H im m ler
y Von T scham m er und O sten estuvieron presentes para entregarlo. E n
el plano internacional, los hom bres de las SS tam bién dejaron su
im pronta. H erm an n Fegelein encabezó el equipo ecuestre alem án en
los juegos O lím picos de 1936 y el equipo de m otociclistas de las SS,
form ado po r Z im m erm ann, M undhenke, Patina y Knees, todos ves­
tidos de cuero verde y con el em blem a de las runas de las SS, ganó la
prueba de los seis día en D onn in g to n , Inglaterra, en ju lio de 1938.
Poco después, ese m ism o año, un equipo del SD encabezado p o r el
propio H eydrich y form ado p o r Von Friedenfeldt, H am ke, Liebscher
y Losert, todos graduados en la SS-Fechtschule (la escuela de esgrima
de las SS) de B ernau, salieron victoriosos en la com petición in tern a­
cional de sable que se celebró en Berlín. Por últim o, en abril de 1940,
un chofer de las SS,Von M anstein, ganó la famosa carrera de au to m ó ­
viles italiana, el G ran Prem io de Brescia, con u n cupé B M W 328. N o
es extraño que los centros de entrenam iento físico de las SS atrajeran
a talentos extraordinarios y h u b o una época en la que ocho de los
112 Historia secreta de las SS

Soldados inválidos compiten en el campo de deportes durante su convalecencia, el


veintiocho de marzo de 1942. El hombre de la derecha lleva el equipo de deportes
de las SS.

doce entrenadores de la Junkerschule de Bad T ölz eran cam peones


nacionales de su especialidad.
Por consiguiente, las condiciones de servicio en la A llgem eine-SS
eran m uy buenas con respecto a la sociedad en la que creció y se desarro­
lló la organización. Las obligaciones de sus m iem bros no eran o n ero ­
sas, p o r lo m enos antes de la guerra, y disponían de excelentes pers­
pectivas de prom oción, buenos servicios m édicos y de asistencia social
y las m ejores op o rtu n id ad es deportivas. A dem ás, to d o h o m b re de
las SS quedaba p o r encim a de la ley. El y su fam ilia p e rte n e c ía n a
una categoría especial, com o la elite física y racial de la nueva
A lem ania.

L a E L IT E R A C IA L

E n enero de 1935, en un discurso dirigido a oficiales superiores de


la W ehrm acht, H im m ler explicó su visión del Tercer R eich: «Soy un
La Allgemeine-SS 113

ferviente defensor de la idea de que lo único que realm ente im porta


en este m undo es tener buena sangre. La historia nos enseña que sólo
la buena sangre, en particular aquella que participa en actividades m ili­
tares, y sobre todo la sangre nórdica, es el principal elem ento creativo
de cualquier Estado. Siempre he enfocado m i misión desde este punto de
vista y seguiré haciéndolo así.» Puede parecer sorprendente (tem en-
do en cuenta que la mayoría del público no era nazi) que semejante
declaración fuera aceptada sin más, com o una opinión válida y realista
que daba para hablar largo y tendido. N o obstante, es im portante desta­
car que esa form a de racismo nazi no era ninguna novedad en Alemania.
El concepto de que la raza dom inante germánica, o Herrenvolk, poseía en
cierto m odo una superioridad inherente, que contrastaba, sobre todo,
con las características corruptas de los eslavos, los latinos y los judíos,
gozaba de amplio apoyo en Alemania desde mediados del siglo X IX . Se
solían postular las teorías de que los pueblos más fuertes tenían, natural­
mente, derecho a dominar, o incluso a exterminar, a las naciones más
débiles en la lucha general por la supervivencia, y a lo largo de los años
se publicaron diversas versiones de este mensaje, a m enudo apoyadas por
supuestas investigaciones científicas, en periódicos alemanes, británicos y
de otros países europeos.
U no de los prim eros defensores de la ideología racial del siglo XX

fue Alfred R osenberg, nacido en 1893, hijo de u n zapatero estonio.


R osenberg estudió en R usia y se licenció en arquitectura en la
U niversidad de M oscú. H uyó a Alem ania después de la revolución
rusa, se estableció en M únich y se incorporó a la Sociedad Thule,
cuyos m iem bros se especializaban en filosofía antibolchevique y anti­
semítica. E n 1920 se enroló en el partido nazi, del que fue el m iem ­
bro núm ero 18, y de inm ediato llamó la atención de H itler con la
publicación del prim ero de sus num erosos libros en los que atacaba al
judaism o. E n 1923, el Führer le n o m bró editor del periódico del
NSDAP, el Völkischer Beobachter, que a partir de ese m o m en to em pe­
zó a denunciar con energía a los comunistas, los judíos, los m asones y
los cristianos. E n últim a instancia, R o sen b erg proponía una nueva
religión, que contrarrestaba la débil doctrina del am or cristiano con
un fuerte ideal de superioridad racial. E n 1930 elaboró su obra maes­
tra, E l mito del siglo XX, un volum en inm enso que llegaba a la conclusión
114 Historia secreta de las SS

de que cualquier cultura siem pre decaería si los ideales hum anitarios
constituían un estorbo para el derecho de la raza dom inante a gober­
nar a los que había subyugado. Estos últim os quedaban degradados, en
el libro, al nivel de Untermenschen (subhum anos). Según R o senberg,
la m ezcla de sangre y el consiguiente descenso del nivel racial eran la
causa fundam ental de la desaparición de todas las culturas. A unque se
vendieron más de veinte m illones de ejemplares de El mito del siglo XX,

en realidad fueron pocos los que tuvieron la resistencia necesaria para


leerlo de cabo a rabo. El propio H itler tuvo que reconocer que «se
rindió» a m itad de camino.
U na persona que realm ente lo leyó y que adm iraba las teorías
de R osenberg, sin em bargo. Ríe R ichard W alther D arré, un oficial de
artillería de la prim era guerra m undial que se dedicó a la agricultura
a partir de 1918 y sentía un entusiasm o arrollador p o r los campesinos.
E n 1929 escribió un .Libro titulado La sangre y el suelo. El campesinado
como fuente vital de la raza nórdica, que pretendía el establecim iento de
u n enérgico program a de reproducción selectiva que garantizase el
aum ento de los nórdicos de origen cam pesino y su suprem acía sobre
judíos y eslavos. Según el p u n to de vista de D arré, sólo la sangre
determ inaba la historia, la ética, el derecho y la econom ía, y la sangre
del agricultor alem án estaba relacionada con la tierra que trabajaba. El
argum ento sostenía algo así: el cam pesino que labraba la tierra sería
enterrado en el m ism o suelo; p o r consiguiente, su pan cotidiano era,
en realidad, la sangre de sus antepasados que fertilizaba la tierra. La
sangre alem ana se transm itiría de generación en generación a través
del suelo. A H im m ler le gustó m ucho el libro de D arré, entabló amis­
tad con el autor y le llevó a las SS para que llevara a cabo su investi­
gación con la autorización y el apoyo financiero oficiales. A solicitud
de H itler, D arré preparó después una política agrícola para el N SD A P
que favorecía a los agricultores arios y restablecía el sistema heredita­
rio medieval, según el cual la tierra de labranza no se podía vender ni
hipotecar nunca.
M uy influido por Darré, H im m ler com enzó entonces a utilizar
metáforas agrícolas para justificar su nueva política de selección racial
para el reclutam iento en las SS. En 1931 escribió: «Somos com o un
especialista en la reproducción de las plantas que, cuando quiere repro-
La Allgemeine-SS 115

ducir una nueva variedad pura,


prim ero va al campo y arranca las SU berm appe XDiilricfc· fáigt une ZWpfe w n
plantas que no quiere. Nosotros j i r ' jfdVMnmm aue allen (Begenben Oanfdblanbe. f 5ie
foil ôem 2 *ftfyu*r ver 2üi0tn führen, bag «rite nocbifïfcc
tam bién com enzarem os po r elimi­ »lut, ba» biefe (ßeftdwa geformt uni» geprägt bar, bem
ganjen beutfdjen t>off eigen 10 unö mrmale 6er bas beut*
nar a las personas que no sean
f$e XX>lf tremxnbc, fonbern jk tt nur ber 6a» öeutfdp XMl
m aterial adecuado para las SS.» rerbinbenbe Tüuuttä tft
3 r länger m an biefr <0efïd)trr a n fie fc befto befannter
Poco después se com enzó a clasi­ fom m en (le «n em d ot . TX>ir treffen (le rú á jt n u r in ber beu*

ficar por categorías a los candida­ rigen J e t t m allen tfegenben unfere» O aterianbc», jonbem
ftnben (te nrfeber, w e n n w ir un » t*e 2M ber ber Tíznen
tos a las SS, desde 1 -a -M /l (muy unfere· D o ttre aller fe ite n txrgegennxJrrigcn.
ittôgen bit Arbeiten tDillrkt», non benen idb tnünfc&en
adecuados racialmente) hasta IV- mócate, bafj mäglidtfl riele beutfôe ïT knfàcn - befbnbere

3-c (marginados raciales). I ,a cre­ junge — fie ju fe^en befommen, Nxju betragen, bae enxge
<0efidxgennamfd>^»cutfd)en»lu:«ine(0eiKJt^traa5urufen
ciente obsesión de I lim m ler po r la unb barmt bit grofce »Tpflidxung, biefe» 2Mut trin ju er*
balten unb ju mtbren.
pureza de raza com enzó a motivar tV r Ket^efübrer.^
cada vez más sus planes durante la
J r J tm b r
década de 1930. A instancias suyas,
las SS llevaban un registro genea­
Página de presentación de una serie
lógico de sus m iem bros y el de grabados realizados por el conocido
Reichsführer a m enudo lo estudiaba artista alemán Wolfgang Willrich, al
m inuciosam ente, com o un criador que Himmler encargó en 1936 que
ilustrara la pureza racial de las SS.
de caballos analiza el pedigrí de su
cuadra. Encargó complejas investi­
gaciones de sus propios antepasados y los de su esposa para reunir p ru e ­
bas irrefutables de su puro linaje alemán, y soñaba con una nueva
Europa feudal, de la que se hubieran eliminado los Untermenschen, en la
que una elite racial haría funcionar las granjas m odernas. La vanguardia
de esa elite serían las SS, una Orden nordischer Rasse (orden de h o m ­
bres nórdicos) de la más pura selección, que actuarían com o guardianes
del pueblo alem án. Las SS se convertiría en u n a Blutgemeinschaft
(una com unidad de sangre) que, parafraseando a H im m ler, «marcharía
hacia un futuro distante, imbuida de la esperanza y la fe no sólo de que
podrían luchar m ejor que sus antepasados sino tam bién de que ellos
mismos podrían ser los antepasados de las generaciones venideras, gene­
raciones que serían necesarias para que la nación germ ano teutónica
viviera eternam ente». Incluso en 1943, cuando la escasez de m ano de
obra en las SS era desesperada, el descubrim iento de la más m ínim a
im perfección racial («tipo dudoso, antepasado judío en el siglo xvm»)
116 Historia secreta de las SS

bastaba para que los oficiales de las


SS perdieran rápidam ente su cargo.
C om o se pronosticaba en M ein
Kampf, las leyes de N urem berg pro ­
mulgadas po r H itler en 1935 priva­
ban a los judíos alemanes de la ciu­
dadanía del R eich, el voto y la posi­
bilidad de ser elegidos para ocupar
cargos oficiales. Se prohibieron el
m atrim onio y las relaciones extra-
m atrim oniales entre judíos y alem a­
nes y se clausuraron los negocios de
los judíos. E n 1938 los nazis o b tu ­
vieron un préstam o internacional
para financiar la em igración de
Grabado de Willrich que representa todos los judíos alemanes y su rea­
al soldado ideal de las SS. sentam iento en alguna de las anti­
guas colonias alemanas de ultramar.
E n cam bio, cuando estalló la guerra, com enzaron a trasladar a los j u ­
díos a guetos en la Polonia ocupada, lo que les brindaba una alternativa
más económ ica y más conveniente. Ese fanatismo racial alcanzó su
conclusión infam e y definitiva a finales de 1941, cuando fue evidente
que no se obtendría una victoria fácil y que la segunda guerra m u n ­
dial podía durar años. Se archivaron los complejos planes previos a la
guerra para hacer salir pacíficamente a los judíos y los eslavos del terri­
torio del R cich. En el este, los Einsatzgruppen habían estado ejecutan­
do judíos y partisanos sospechosos, siguiendo un m étodo improvisado,
desde la invasión de Rmsia, pero el proceso en sí de matarlos era aza­
roso y había que acelerarlo. El veinte de enero de 1942 H eydrich con­
certó una reunión entre los representantes de los distintos m inisterios
del gobierno en un agradable barrio residencial de Berlín llamado
W annsee, donde se decidieron p o r una «solución definitiva» m ucho
más sencilla e irrevocable. Había que reunir a todos los judíos y los
eslavos de Europa y el oeste de R usia y transportarlos a lugares espe­
cíficos, do n d e se les haría trabajar hasta m o rir, y a co n tin u a ció n
serían incinerados. Los que no estuvieran en condiciones de trabajar
La Allgemeine-SS 117

serían exterm inados con gas a su llegada. A tal fin, se establecieron


grandes Vernichtungslager (campos de exterm inio) en Auschwitz, Belzec,
C helm no, M ajdanek, Sobibor y Treblinka, todos en Sfolonia, y otros
más pequeños en Kaunas, Lvov, M insk, R iga y Vilna. N aturalm ente,
todos estaban sometidos al control de los guerreros raciales del R eich,
las SS. A finales de 1943 la mayoría de los campos de exterm inio había
finalizado su horrible tarea y habían sido clausurados y dem olidos. N o
obstante, las cámaras de gas de A uschw itz y M ajdanek continuaron casi
hasta la llegada del ejército soviético. Los que seguían vivos en los
barracones donde trabajaban com o esclavos en A uschw itz y M ajdanek,
al acercarse los rusos fueron obligados a m archar hacia el oeste, a
D achau y Belsen, donde decenas de miles m urieron de hambre. En
1946, el jurado de N úrem berg llegó a la conclusión de que esos cam ­
pos habían sido testigos de la m uerte de 5.700.000 judíos, eslavos y
gitanos entre 1942 y 1945 en la campaña nazi por la «purificación
racial de Europa».
E n A uschw itz, el principal com plejo de exterm inio, con veinte
campos de trabajo y cuatro inmensas cámaras de gas, se llevaron a cabo
e x p e rim e n to s raciales del m ism o m o d o en que R a sc h e r realizó
sus experim entos médicos en Dachau. Se recogían los esqueletos de las
víctimas para hacer «mediciones científicas» de carácter racial. Se com ­
paraban los tipos de cráneo y de piel, se establecían categorías de ojos
y narices, se pesaban cerebros y se evaluaba el cabello. N um erosos
eugenistas procedentes de A hnenerbe intentaron dem ostrar con sus
investigaciones que los hum anos se podían criar exactam ente igual que
los animales, prestando m ucha atención a su pedigrí. El más infam e de
todos ellos fue Josef M engele, doctor en filosofía (M únich) y doctor
en medicina (Frankfurt/M ain), obsesionado por la esperanza de eliminar
todas las impurezas raciales y las anomalías físicas del pueblo alemán.
Trabajó com o oficial m édico con la W affen-SS en Francia y en R usia
y, en 1943, fue nom brado m édico principal en A uschwitz, con carta
blanca de H im m ler y un núm ero ilim itado de conejillos de indias a su
disposición. D e inm ediato se puso a estudiar las deform idades. A todos
los prisioneros que presentaban algún tipo de m alform ación los m ata­
ban en cuanto llegaban a A uschw itz para que M engele y su equipo
pudieran estudiar su cuerpo en una sala de disección especial. N o
118 Historia secreta de las SS

h u b o nin g ú n gem elo, enano ni jo ro b a d o que se librara de su bistu­


rí. H asta llegó a coser a gem elos norm ales para crear siameses artifi­
ciales, e inyectaba los ojos pardos de pacientes vivos para tratar de
volverlos azules. Tales experim entos raciales p ro d u jero n agonías
inenarrables, sin aportar apenas ventajas prácticas, a diferencia de los
experim entos p u ram en te m édicos que se llevaron a cabo en otros
campos.
Los apologistas m odernos de la W affen-SS han presentado sistemá­
ticam ente el argum ento de que los soldados ordinarios de las SS que
luchaban en el frente de batalla seguram ente desconocían los horrores
que tuvieron lugar durante la guerra en los campos de concentración
y de exterm inio, partiendo de la base de que los campos no tenían
absolutam ente nada que ver con la Waffen-SS. Sin embargo, la cuestión
es que, a partir de abril de 1941, H im m ler incluyó a los campos den­
tro del sistema de la Waffen-SS. D esde entonces y durante las peores
atrocidades, los oficiales y los guardianes de los campos llevaban el uni­
form e de la Waffen-SS, con los característicos ribetes m arrones, y la
cartilla m ilitar de la Waffen-SS. El personal administrativo perm anente
de los campos, com puesto p o r los suboficiales más antiguos de la
Totenkopf, se reforzó con enorm es cantidades de heridos y personal en
proceso de recuperación, que se transferían de form a transitoria, por
turnos, desde distintas unidades de las SS en los campos de batalla,
entre ellas la D ivisión Totenkopf Por ejemplo, en 1943 estuvieron des­
tinados en los campos de B uchenw ald y de G ross-R osen algunos ele­
m entos de la Feídgendarmerie del Leibstandarte y algunos hom bres de la
13a D ivisión de las SS, m ientras que las tropas de la D ivisión «Wiking»
se encontraron en la desafortunada posición de que estaban a cargo de
Belsen cuando fue liberado p o r los británicos. Karl G ebhardt, supervi­
sor de los experim entos m édicos y raciales que se realizaban en los
campos, había sido m édico en la línea del frente con la D ivisión «Das
Reich» de las SS, y R ichard Glücks, el hom bre que se hacía cargo a dia­
rio de todo el sistema de los campos de concentración, era general de
la Waffen-SS, aparte de ser Inspekteur der Konzentrationslager. Los h o m ­
bres de la W affen-SS que constituían el personal transitorio de los cam ­
pos recibían órdenes del cuadro perm anente de veteranos de las
Totenkopfverbände y contaban con la colaboración de auxiliares exter-
La Allgemeine-SS 119

Policías de seguridad cachean a judíos en el gueto de Varsovia, noviembre de 1939.


120 Historia secreta de las SS

Un oficial médico de las SS, del personal de Mengele, examina a una remesa de judíos
recién llegados, en la vía muerta de la estación de Auschwitz-Birkenau, en 1944.
Los que no se consideraban aptos para trabajar en las fábricas de las SS eran
enviados de inmediato a las cámaras de gas.

nos, prisioneros elegidos e incluso algunos guardias de fábricas, perso­


nal de la SA y de la W ehrm acht en 1944-1945. D e m odo que, mientras
la W V H A administraba los campos y la R S H A decidía quiénes serían
recluidos en ellos, los que en realidad los dirigían eran los m iem bros
de la Waffen-SS, y no cabe duda de que no se m antenían al m argen de
la práctica de la solución definitiva al nivel más elem ental. Todavía se
sigue creyendo, erróneam ente, que «los Allgemeine-SS, de uniform e
negro, constituían el personal de los campos de concentración».
A las órdenes de H im m ler, las SS no sólo llegaron a considerarse
una asociación política tem poral sino un «Sippe», es decir, u n clan o una
La Allgemeine-SS 121

Niñas alemanas de un hogar de la Lebensbom, con guirnaldas de flores en la cabeza,


a la manera pagana, hacen el saludo nazi en Núremberg, en 1938.

tribu. Por consiguiente, las mismas características raciales que se bus­


caban en el m iem bro de las SS se le exigían tam bién a su esposa. La
O rd en de C om prom iso y M atrim onio de las SS, una de las norm as
fundam entales más antiguas de la organización, prom ulgada p o r
H im m ler el treinta y uno de diciem bre de 1931, decía lo siguiente:

1. Las SS son una asociación de hom bres alemanes, definidos en


función de su sangre nórdica y especialm ente seleccionados.
2. D e conformidad con la concepción nacionalsocialista del m undo,
y reconociendo que el futuro de nuestro pueblo se basa en la
selección y la conservación de la buena sangre alemana, libre de
la contaminación de cualquier enfermedad hereditaria, es impres­
cindible que todos los miembros de las SS obtengan la autoriza­
ción del Reichsführer de las SS antes de contraer matrimonio.
3. El c o n se n tim ie n to para el m a trim o n io sólo se oto rg ará en
función de consideraciones raciales o físicas y teniendo en cuen­
ta la salud congénita.
122 Historia secreta de las SS

4. Si un m iem bro de las SS se casa sin obtener antes la autoriza­


ción del Reichsführer de las SS o si se casa aunque se le haya nega­
do dicha autorización, será expulsado de la misma.
H . H IM M L E R

Para adm inistrar los procedim ientos raciales y m atrim oniales, el


m ism o día en que prom ulgó esa orden H im m ler creó una OGcina de
Raza y A sentam iento de las SS y la puso a las órdenes de D arré, su
gurú racial.
En lo que más se fijaban para aceptar las solicitudes de m atrim o ­
nio de los hom bres de las SS era, en p rim er lugar, en la pureza racial
y, en segundo lugar, en la com patibilidad física entre ambos contra­
yentes para que pudiera resultar una u n ió n fértil. Era probable que
fuese rechazada toda solicitud para contraer m atrim onio con una
m ujer mayor, o con una m ujer que fuera m ucho más grande o más
pequeña que el solicitante. La futura esposa y su familia tenían que
dem ostrar que contaban con ascendientes arios hasta m ediados del
siglo X V III y que no estaban contam inados po r la presencia de ante­
pasados judíos ni eslavos. Además, la m ujer tenía que dem ostrar que
no padecía ninguna enferm edad m ental ni física y tenía que som eter­
se a un m inucioso exam en m édico, que incluía pruebas de fecundi­
dad, por parte de los m édicos de las SS. Sólo después de que la pareja
completara con éxito todas esas pruebas se podía celebrar un m atrim onio
dentro de las SS.A más de un m iem bro las norm as de m atrim onio les
resultaron inaceptables y, sólo en 1937, trescientos hom bres fueron
expulsados de las SS p o r casarse sin autorización.
E n la A llgem eine-SS se sustituyeron las bodas cristianas po r ritos
seudopaganos presididos po r el com andante del novio. Los m atrim o ­
nios dejaron de tener lugar en las iglesias para celebrarse al aire libre,
bajo los tilos, o en edificios de las SS adornados con runas, girasoles y
ramitas de abeto. U na llama eterna ardía en una urna, ante la que la
pareja hacía juram entos de lealtad, intercam biaba los anillos y recibía
el regalo oficial de las SS, el pan y la sal, sím bolos de la fecundidad y
la pureza de la tierra. Entonces se extraía de un pesado cofre de roble,
con runas talladas, un ejem plar de regalo de M ein K a m p f q u e se entre­
gaba al novio. Por últim o, cuando la pareja salía de la cerem onia,
La. Allgemeine-SS 123

tenían que atravesar una som bría galería de colegas de las SS que les
hacían el saludo militar.
D urante la guerra, la posición de los hom bres de la Allgem eine-SS
que prestaban servicio en la W ehrm acht se volvió bastante confusa,
porque u n decreto que se publicó en las O rdenes del Ejército del
veintisiete de octubre de 1943 establecía que la decisión sobre su
m atrim onio con personas extranjeras dependía del Reichsführer de las
SS. Las solicitudes de perm iso se tenían que enviar a través de los
canales oficiales de servicio al alto m ando com petente que, a su vez,
transm itía la solicitud a la R u S H A para que tom ara una decisión defi­
nitiva. D e tal decreto se deducía, al m enos, que para que los hom bres
de las SS que estaban en la W ehrm acht pudieran contraer m atrim onio
con mujeres que eran ciudadanas alemanas del R eich ya no hacía falta
la autorización del Reichsführer de las SS.
Las SS m antenían colonias para la conveniencia del personal casa­
do. En 1944 había ocho. C uatro de ellas (Auschwitz, B uchenw ald,
D achau y O ranienburg) estaban situadas en los grandes asentam ien­
tos de las SS que crecieron alrededor o en las proximidades de los cam ­
pos de concentración y las demás (Berlín, Graz, R adolfzell y Vien^)
quedaban cerca de los principales cuarteles generales, barracones o
escuelas de las SS. Además, se establecieron tres colonias concretam en­
te para oficiales casados de la Allgem eine-SS en Bad Frankenhausen,
Jüterbog y Klagenfurt.
Interesa destacar que las norm as de m atrim onio no sólo se apli­
caban a los m iem bros m asculinos de las SS sino tam bién a sus em ­
pleadas y auxiliares femeninas. E n el caso de estas últimas, si ya esta­
ban casadas en el m o m en to de solicitar su adm isión a las SS, estaban
obligadas a presentar, en nom bre de su esposo, docum entos y árboles
genealógicos que se rem ontaran hasta sus abuelos para que la R u S H A
los examinara.
Las SS exigían que su elite racial se m ultiplicara rápidam ente para
com pensar las pérdidas catastróficas de m ano de obra que sufrió entre
1914 y 1918. E n 1931 H im m ler anunció que toda pareja de las SS
tenía la m isión patriótica de ten er p o r lo m enos cuatro hijos y, si eso
no era posible, la pareja tenía que adoptar huérfanos racialm ente ade­
cuados y educarlos según las pautas del nacionalsocialismo. Para
124 Historia secreta de las SS

Las SS del futuro: desfile de nuevos alumnos, en el NPEA de Potsdam, en 1938

dem ostrar el interés de las SS p o r sus niños, la organización creó una


serie de regalos oficiales para ellos. C uando se producía el nacim ien­
to del p rim er hijo, H im m ler enviaba a cada pareja de padres de las SS
una cinta y u n babero de seda azul, que sim bolizaban la unidad del
nacim iento, el m atrim onio, la vida y la m uerte, y una taza y una
cuchara de plata, que representaban el alim ento eterno. D urante la
p osterior cerem onia pagana de im posición del nom bre, que sustituyó
al bautism o tradicional en los círculos de las SS, se envolvía a la cria­
tura en un m antón de lana sin teñir, con hojas de roble, runas y esvás­
ticas grabadas, m ientras ambos padres ponían las m anos sobre la cabe­
za del bebé y pronunciaban nom bres com o Karl o Siegfried, G u d ru n
o Helga y, evidentem ente, A dolf o H einrich. El Reichsführer era el
padrino nom inal de todos los hijos de las SS que nacían cada año en
el aniversario de su nacim iento, el siete de octubre y, cuando nacía el
cuarto hijo, enviaba a los felices padres una carta de felicitación y un
Lebensleuchter, un candelera de plata que llevaba grabadas las siguien­
tes palabras: «Eres un eslabón de la eterna cadena racial.»
Sin em bargo, la natalidad de las SS durante la década de 1930
siguió siendo m ediana en todo el país. Los salarios eran bajos y tener
La Allgemeine-SS 125

un hijo resultaba caro. El trece de septiem bre de 1936, en u n nuevo


in ten to desesperado para anim ar a las familias de las SS a ten er más
descendencia, el Reichsführer creó una asociación registrada, conocida
com o la Lebensborn (la fuente de la vida). Los altos oficiales con dedi­
cación exclusiva a las SS tenían que hacer aportaciones financieras
para que la asociación proporcionara m aternidades que pudieran
acoger, sin coste alguno, a las m adres tanto solteras com o casadas de
los niños de las SS. A unque afiliada a la R uS l IA, la Lebensborn quedó
subordinada directam ente al Standartenführer de las SS M ax Sollm ann,
del H auptam t Persönlicher Stab R fS S . Sus objetivos m anifiestos eran los
siguientes:

1. C o ntribuir al m antenim iento de familias numerosas que tuvie­


ran valor racial.
2. C uidar de las embarazadas de buena raza.
3. O cuparse de los niños nacidos de uniones racialm ente ade­
cuadas.

R áp id am en te se establecieron m aternidades en H o h eh o rst,


Klosterheide, Polzin, Steinhöring y W ienerw ald, en las que H im m ler
depositaba un gran interés personal. Le fascinaban todos los detalles,
desde la form a de la nariz de los bebés recién nacidos hasta el volum en
de leche que producían las madres que am am antaban, las más prolífi-
cas de las cuales recibían una C ruz M aternal y otros reconocim ientos
especiales. Si algún bebé presentaba un im pedim ento físico o un retra­
so m ental le ahogaban al nacer y a la madre le decían que había nacido
m uerto. A unque corrían lascivos rum ores sobre burdeles y «criaderos
de las SS», tan sólo u n pequeño porcentaje de los niños que nacían en
los hogares de la asociación en tiempos de paz eran ilegítimos. La crea­
ción de los hogares de la Lebensborn fue realm ente un intento de
H im m ler para proporcionar atención m aternal gratuita, pero de alta
calidad, para las familias más pobres de las SS.
C uando estalló la guerra en 1939 el Reichsführer aprovechó para
recordar a todos los miembros de las SS que entonces tenían la urgente
obligación de ser padres. El veindocho de noviem bre dio la siguiente
instrucción:
126 Historia secreta de las SS

Orden para las SS y la Policía.


Toda guerra supone el derram am iento de la sangre más pura. U na
m ultitud de victorias significará que se perderá m ucha, pero la
m uerte de nuestros m ejores hom bres 110 será, en sí, la consecuen­
cia definitiva. Lo peor será la ausencia de los hijos que no han sido
procreados po r los vivos durante la guerra y que, evidentem ente,
no pueden ser procreados p o r los m uertos después de la guerra.
D ejando aparte el derecho civil y las costum bres burguesas, ahora
todas las mujeres y las jóvenes alemanas de buena sangre tienen la
obligación de convertirse en madres de los hijos de los soldados de
las SS que van al frente. U nos tutores oficiales se harán cargo de la
custodia de todos los hijos legítim os e ilegítimos de buena sangre
cuyos padres hayan caído en la guerra, y el jefe de la R u S H A y su
equipo conservarán con discreción los docum entos relacionados
con la paternidad de los hijos ilegítimos. Los hom bres de las SS
deben com prender sin duda que, cum pliendo esta orden, realiza­
rán u n acto de gran im portancia. N o nos harán mella la burla, el
desdén ni la incom prensión, ¡porque el futuro nos pertenece!
H. H IM M L E R

Fue la misma preocupación po r garantizar el futuro de la raza lo


que m otivó la posterior «O rden Especial» de H im m ler del quince de
agosto de 1942 que indicaba que, cuando a una familia de las SS sólo
le quedara un hijo varón y este estuviera en edad de prestar el servicio
militar, lo retirarían del cam po de batalla y lo enviarían a su casa p o r
un período m áxim o de un año, o por lo m enos durante el tiem po sufi­
ciente para que encontrara pareja y la dejara embarazada, con el obje­
to de «m antener su linaje». D e m odo que los hom bres de las SS no
tenían ninguna excusa para no cum plir con su obligación biológica.
D e hecho, no cumplirla constituía un obstáculo en su carrera. E n vir­
tud de un m em orándum de H im m ler presentado en febrero de 1944,
a partir de esa fecha todas las recom endaciones para prom over a los
oficiales de las SS que estuvieran casados tenían que incluir inform a­
ción detallada sobre la fecha de su m atrim onio, la edad de su esposa, la
cantidad de hijos y la fecha de nacim iento del últim o hijo. Si había
nacido hacía más de dos años y la m ujer no tenía más de cuarenta,
La Allgemeine-SS 127

tenía que añadir una explicación de p o r qué no se habían concebido


más hijos. A falta de una explicación suficiente, se podía rechazar la
solicitud de prom oción. D entro de la misma línea, en 1943 am enaza­
ron a u n soltero de cuarenta y cuatro años, el SS-Hauptsturmführer
Franz Schwarz con que, si no se casaba en m enos de un año, ¡lo expul­
sarían de las SS!
La Asociación Lebensborn siguió en funcionam iento hasta el final
de la guerra y se abrieron nuevas m aternidades de las SS en Oslo,
Selva N egra, el castillo W egim ont en Bélgica y Taunus. E n los hogares
de la Lebensborn se aceptaba a niños extranjeros adecuados, p o r lo
general huérfanos de guerra e incluso niños m uy pequeños que habían
sido separados de sus familias polacas, checas o rusas p o r oficiales del
V O M I,porque sabían que eran de ascendencia nórdica,para ser adop­
tados por parejas de las SS que no tenían Ilijos. E n total, las SS «ger­
manizaron» de ese m odo a más de ochenta m il niños no alemanes.
A m edida que se fueron am pliando y evolucionando las políticas
raciales de las SS, lo m ism o ocu rrió con los departam entos encarga­
dos de su adm inistración. La O ficina de Raza y A sentam iento de
D arré alcanzó la categoría de H auptam t el treinta de enero de 1935,
con el nom bre de SS Rasse- und Siedlungshauptamt o R u S H A (Oficina
C entral de R aza y A sentam iento de las SS). Por consiguiente, fue una
de las tres Hauptämter más antiguas de la Reichs führung-SS, y en 1937
estaba com puesta por las siete Ä m ter siguientes:

I - Organisation & Venvaltungsamt (O rganización y


administración)
II Rassenamt (Raza)
III Schulungsamt (Educación)
IV Sippen- und Heiratsamt (Familia y m atrim onio)
V Siedlungshauptamt (Asentam iento)
VI - A m t für Archiv und Zeitungswesen (R egistro y prensa)
VII - A m t für Bcvölkerungsolitik (Política de población).

E n la reorganización general de la adm inistración de las SS que


tuvo lugar en 1940, la R u S l ÍA, al igual que la SS H auptam t, perdió
algunas de sus funciones y conservó sólo la R a s s e n a m t la Sippen- und
128 Historia secreta de las SS

Heiratsamt, la Siedlungshauptamt y la Verwaltungsamt, de m odo que


quedó reducida a lo estrictam ente necesario para continuar la labor
que indicaba su nom bre. N o obstante, a pesar de esa restricción en su
cam po de actividad, el volum en de trabajo de la R u S H A aum entó,
inevitablem ente, a m edida que avanzaba la guerra, debido, en parte, a
la expansión física de las SS y tam bién, en parte, a la repatriación de
personas de raza alemana procedentes de Rusia y los Balcanes y a su
reasentam iento en A lem ania y en las zonas ocupadas de Polonia.
La principal obligación de la R u S H A fue p o n er en práctica las
teorías raciales generales de la ideología de las SS. Para colaborar en el
cum plim iento de esa política había un funcionario especial (el Führer
im Rasse- und Siedlungswesen) en el estado mayor de cada Oberabschnitt
y se establecieron oficinas de bienestar fam iliar (Sippenpflegestellen) en
las principales ciudades de Alem ania y los territorios ocupados.
Partiendo de la base de las leyes raciales de las SS, la R uS I IA y los
organismos que dependían de ella tenían la m isión de supervisar la
selección y la reproducción de los hom bres de las SS y fom entar el
bienestar general de la organización, de acuerdo con su código de
«solidaridad tribal». La R u S H A era la única autoridad que podía
com probar los registros raciales y genealógicos de los nuevos m iem ­
bros de las SS. E n tiem pos de paz, y en tiem pos de guerra en lo que
respecta a la Allgemeine-SS, esos procedim ientos de control se cumplían
estrictam ente. Sin embargo, con la rápida expansión de la W affen-SS
que se produjo después de 1940 las leyes raciales se convirtieron en
una especie de letra m uerta para sus setecientos cincuenta mÜ m iem ­
bros. D u ran te la guerra, las autoridades de la R u S H A tenían tanto tra­
bajo que se conform aban con que los hom bres de la W affen-SS que
se alistaban en Alem ania y en el oeste de E uropa presentasen una
declaración firm ada en la que afirm aban ser descendientes de arios,
que ya se investigaría posteriorm ente cuando se presentara la ocasión.
La R u S H A se encargaba tam bién de otorgar perm isos de m atrim o ­
nio p o r un año, o Heiratserlaubnis, en nom bre del Reichsführer de las SS,
para que el personal de las SS se pudiera casar. O tra de sus funciones
consistía en llevar el Sippenbuch (Libro de familiares) de los m iem bros
de las SS, y creó un registro de todos los hom bres de las SS que esta­
ban dispuestos y eran adecuados para convertirse en colonos en los
La Allgemeine-SS 129

territorios ocupados. Asimismo, la R u S H A se encargaba del bienestar


de las SS y la policía, en particular de m antener a los huérfanos y las
viudas de los hom bres de las SS y la policía que hubieran m uerto en
la guerra, y de atender a las familias y las personas que tuvieran a su
cargo los hom bres de las SS que prestaban servicio en la W ehrm acht
y la W affen-SS en todos los casos de penurias, privaciones y dificulta­
des personales. En 1944 la R u S H A había absorbido la Hauptfürsorge
und Versorgungsamt der W affen-SS and Polizei o HFVA (el departam en­
to de bienestar y de pensiones de la W affen-SS y la policía). La reha­
bilitación y el reciclam iento de los m utilados de guerra de las SS para
ocupar puestos civiles o administrativos constituían una parte más de la
labor de la R uS H A , para lo cual controlaba dos centros de form ación
en Schleissheim y M ittw eida y una escuela de form ación profesional
en B ernau, cerca de Berlín. Además, había una colaboración m uy
estrecha entre la R uS H A y la Lebensborn, teniendo en cuenta que su
labor se superponía y, si bien técnicam ente la Lebensborn quedaba subor­
dinada a la Hauptamt Persönlicher Stab R fS S , la R uS H A era la via norm al
a través de la cual recibía las instrucciones de H im m ler.
D arré dirigió la R u S H A hasta febrero de 1938; entonces se ene­
m istó con H im m ler y la dejó para concentrarse en su carrera en el
gobierno como ministro de Agricultura. Lo sustimyeron el Obergruppenführer
G ü n th er Pancke, que posteriorm ente fue H S S P f en D inam arca y, en
ju lio de 1940, el Obergruppenführer O tto H ofm ann, que después fue
H S SPf en la Oberabschnitt Suroccidental. El últim o jefe de la Rasse- und
Siedhmgshauptamt fue el Obergruppenführer R ich ard H ildebrandt, que
asumió el cargo en abril de 1943. A unque H ildebrandt desem peñaba
un cargo en el exterior, com o H S SPf en el m ar N egro, en 1943 y
1944, no renunció a su puesto de jefe de la RuSElA . Su segundo, el
Gruppenführer de las SS doctor Harald Turner, lo suplió durante su
ausencia en Rusia.
U n a piedra angular de la política racial de las SS era el deseo de
reunir a los Volksdeutsche con sus parientes alemanes. C uando llegaron
al poder los nazis, en el centro y el este de E uropa vivían m illones de
esos Volksdeutsche (personas de etnia alemana). Desde la Edad M edia
sus antepasados se habían ido desplazando hacia el este, saliendo de sus
territorios germ anos originales en busca de nuevas tierras y nuevas
130 Historia secreta de las SS

form as de vida. Esos em igrantes que se instalaron en una vasta región


que se extiende desde los países bálticos, al norte, hasta el Volga y el
Cáucaso, al sur, form aron com unidades estrecham ente unidas que se
m antuvieron independientes de sus vecinos y conservaron fuertes
lazos de parentesco con la antigua H eim at (patria). Tenían su propia
asociación, la Liga de Alemanes en el Extranjero (Volksbund für das
Deutschtum in Ausland o VDA), de la que se hizo cargo el N SD A P en
1930 y la puso al m ando de W erner Lorenz, ex piloto en la prim era
guerra m undial y dueño de una extensa propiedad cerca de Danzig,
que tenía fama de ser un bon vivant. Lorenz se incorporó a las SS en
1931, y su sofisticado estilo de vida, ju n to con su increíble capacidad
para sentirse a gusto tanto con los diplom áticos com o con los cam pe­
sinos, en seguida llam aron la atención de H im m ler.
Desde el principio, los nazis contaban con la etnia alemana para
aum entar la nueva población del R eich , bastante agotada, y para cola­
borar, al final, en su expansión hacia el este. H im m ler en concreto ju ró
que obtendría sangre alemana de donde fuera y que «la robaría» siem ­
pre que pudiera. A tal efecto se creó, en m arzo de 1936, un organis­
m o del NSDAP, conocido com o el Büro von Kursell, a fin de coordi­
nar los intentos de alentar el regreso a A lem ania de los Volksdeutsche.
E n 1937 se le cam bió el nom bre p o r el de Volksdeutsche Mittelstelle o
V O M I (D epartam ento para la R epatriación de los Alem anes de Raza)
y se puso a las órdenes de Lorenz, que entonces era Obergruppenführer de
las SS. C o n la dirección de Lorenz, el V O M I se desem peñó con tanta
eficacia que, e n ju lio de 1938, H itler aum entó sus atribuciones, p e rm i­
tiéndole absorber a laV DA y otros organismos similares, reunir a fac­
ciones rivales en las com unidades étnicas alemanas y generar fondos
para construir instalaciones de recreo y hospitales y para difundir la
propaganda nazi. C o m o si fuera una digresión inspirada en las SS, el
V O M I tam bién investigaba las actividades pohticas de cada individuo
de etnia alemana y com enzó a recopilar inform ación sobre los sospe­
chosos de estar en contra del Führer. Si bien elV O M Í no se in c o rp o ­
ró form alm ente a la estructura de la Allgem eine-SS hasta 1941,
H im m ler en seguida lo convirtió en su instrum ento personal. Desde
los prim eros días infiltró en el departam ento a hom bres de las SS y
convenció a su personal para que se incorporara a las SS. Adem ás, el
La Allgemeine-SS 131

Reichsführer puso com o segundo de Lorenz a un colega de las SS, el


Gruppenführer doctor H erm an n Behrends, del SD, a través del cual
H eydrich aprovechó para usar el V O M I para situar a funcionarios del
SD en las com unidades remotas de personas de etnia alemana en el
este de Europa.
H im m ler ejerció po r prim era vez su reciente autoridad en asun­
tos exteriores en Checoslovaquia. Creada después de la división, en
1919, del antiguo im perio austrohúngaro, C hecoslovaquia albergaba a
más de tres m illones de personas de ascendencia germ ana. La m ayo­
ría de esos Volksdeutsche vivían en la parte más occidental del país, los
Sudetes, y su presencia se convirtió en una cuña m ediante la que
H itler com enzó a dividir la república checa en 1938. U tilizó al VOM1
y a las SS para penetrar constantem ente en las com unidades de los
Sudetes. Los agentes provocadores del SD aprovecharon el resenti­
m iento de los alemanes de los Sudetes, que se habían visto m uy afec­
tados p o r la depresión y se sentían m altratados p o r el gobierno checo,
y con fondos de las SS se subsidió al Partido A lem án Pronazi de los
Sudetes dirigido p o r el doctor K onrad H enlein. H eydrich consiguió
el apoyo del segundo de H enlein, Karl H erm an n Frank, y el V O M I
ayudó a form ar una quinta colum na secreta para derrocar al gobier­
no checo en caso de producirse una invasión alemana. Sin em bargo,
la m era amenaza de un conflicto arm ado bastó para que los checos
cedieran los Sudetes a Alemania a partir del uno de octubre de 1938.
H enlein fue nom brado jefe de distrito de la circunscripción te rrito ­
rial y tanto él com o Frank fueron recom pensados p o r I Iim m ler con
el grado de Gruppenführer de las SS.
El surgim iento de las SS com o fuerza en la política exterior había
relegado a un segundo plano a los diplom áticos de Von R ibbentrop
durante la crisis de los Sudetes, y H itler volvió a pensar en el V O M I y
en las SS mientras tramaba apoderarse del resto de Checoslovaquia. A
finales de enero de 1939 el Führer asignó a H eydrich y a otros m iem ­
bros destacados del SD un papel clave en el desm em bram iento defi­
nitivo del país. Todo el plan de H itler dependía de que se provocaran
disturbios en las provincias orientales de Lslovaquia, donde los aconte­
cim ientos de los Sudetes habían avivado los sentim ientos nacionalistas.
U n equipo de hom bres de las SS, al m ando del Gruppenführer W ilhelm
132 Historia secreta de las SS

Keppler, hizo estallar unas bom bas en Bratislava y echó la culpa a los
eslovacos. El VOiMÍ organizó manifestaciones callejeras y los grupos
del SD, dirigidos por el m ediador de H eydrich, Alfred N aujocks, rea­
lizaron más actos de provocación. El quince de marzo, el presidente de
Checoslovaquia prefirió, en lugar de correr el riesgo de una guerra,
aceptar la «protección» alemana en las provincias de B ohem ia y
M oravia, mientras que Eslovaquia se convirtió en un estado títere de
Alemania y H ungría se apoderó de la últim a provincia que quedaba,
la más oriental: R utenia. A finales de agosto de 1939 H itler volvió a
recurrir a las SS para que le proporcionara una excusa para invadir
Polonia, H eydrich inventó m ontones de incidentes que se podían atri­
buir a extremistas polacos para justificar, de ese m odo, el ataque ale­
m án. Los pusieron en práctica una docena de equipos de hom bres del
SD y oficiales de la policía, a las órdenes del jefe de la Gestapo,
H einrich M üller. El más im portante de esos ataques falsos, cuyo n o m ­
bre en clave fue «O peración Him mler», lo lanzó Alfred N aujocks con­
tra una emisora de radio alemana, en la población lim ítrofe de
Gleiwitz, el treinta y uno de agosto. Al día siguiente, m encionando el
incidente de Gleiwitz com o m otivo de sus acciones, H itler declaró la
guerra a Polonia.
D urante septiem bre de 1939, debido a los avances del Ejército
R o jo en el este de Polonia en virtud del pacto entre nazis y soviéti­
cos, alrededor de ciento treinta y seis m il Volksdeutsche quedaron en
territo rio ocupado po r los rusos. N o obstante, en sus conversaciones
con Berlín, los soviéticos acordaron que los dejarían salir. Además, el
R e ic h tam bién negoció el traslado de otras ciento veinte mil perso­
nas de etnia alemana que vivían en los países bálticos. A lo largo del
invierno 1939-1940 fueron evacuados deV olinia los prim eros treinta
y cinco mil Volksdeutsche del este de Europa. Las disposiciones del tra­
tado de reasentam iento rusogerm ano se tenían que cum plir antes de
noviem bre de 1940 y, tan sólo durante el mes de octubre, alrededor
de cuarenta y cinco m il hom bres, m ujeres y niños, rápidam ente
desarraigados, hicieron la larga «caminata definitiva» desde Besarabia
y el norte de Bucovina hasta los campos de recepción del VOM1 en
Pom erania, el este de Prusia y en la W arthegau (la com arca del W arta),
antes de partir hacia un reasentam iento p erm anente en el territo rio
La Allgemeine-SS 133

polaco incorporado. A m ediados de 1941 se había entregado a dos­


cientos m il repatriados de etnia alemana la posesión de cuarenta y
siete mil granjas polacas confiscadas, que abarcaban una superficie
total de más de noventa mil kilóm etros cuadrados, en los dos nuevos
Rcichsgaue de Danzig-Prusia Occidental y W artheland (tierra delW arta).
A m edida que el R eich continuaba su expansión hacia el este, en
Ucrania, después de '1941, se expulsaron de R um ania, H ungría, Albania
y Yugoslavia grandes masas de Volksdeutsche para su reasentam iento en
las tierras recién ocupadas, sometidas al M inisterio del Este de Alfred
R osenberg. Cada familia sólo podía llevarse cincuenta kilos de objetos
personales o la carga que pudieran transportar en dos carros tirados por
caballos, y algunas caravanas llegaron a recorrer más de tres mil kilóm e­
tros, en escenas que recuerdan la conquista del oeste en Estados Um dos.
A todos los que llegaban los examinaban médicos y expertos raciales de
la R u S H A para confirm ar que fueran adecuados para su reclasificación
com o Reichsdeutsche y para que les concedieran la ciudadanía alemana,
pero las largas perm anencias en los mil quinientos campos de reasenta-
nnento y de tránsito del V O M I dejaron a m uchos Volksdeutsche desani­
mados, amargados y sin esperanza. E n 1945 e lV O M l había obligado a
trasladarse a alrededor de un m illón doscientas mil personas de etma
alemana, la mayoría de las cuales se convirtieron en desplazados al final
de la guerra.
A unque el V O M I se ocupaba del transporte de los Volksdeutsche
repatriados y la R u S H A supervisaba su pureza racial, en realidad de
su reasentam iento se encargaba una tercera organización de las SS: la
Reichskommissariat fü r die Festigung des deutschen Volkstums o R K FD V
(la Com isión del R eich para la Consolidación del Germanismo), creada
el siete de octubre de 1939, con H im m ler com o Reichskommissar, que
estableció de inm ediato un cuartel general del Estado M ayor en
Berlín, el H auptam t RKF, a las órdenes del SS-Obergruppenführer
U lric h Greifelt. Para adm inistrar la financiación de sus operaciones se
creó una institución bancaria estatal, dirigida por ei SS-Obersturmbannführer
Ferdinand H iege, a la que se enviaba el dinero que se obtenía de la
venta de los bienes confiscados a los judíos y los polacos. H im m ler
pretendía que no sólo las personas repatriadas de etma alemana sino
tam bién los ex com batientes de las SS m utilados y los veteranos que
134 Historia secreta de las SS

hubiesen regresado acabasen estableciéndose en los territorios o rie n ­


tales en calidad de Wehrbauern (defensores campesinos), que sirvieran
com o una especie de tapón entre el R e ic h propiam ente dicho y la
tierra de nadie que se extendía al otro lado de los Urales. A partir de
1940 la propaganda de reclutam iento nazi hacía bastante hincapié en
las oportunidades de que dispondrían todos los hom bres de las SS des­
pués de la guerra, con la promesa de la distribución de tierras en el
este, y se dio em pleo a bastantes soldados de las SS que 110 eran aptos
para el servicio para que trabajaran en el asentam iento prelim inar con
el llamado «SS-Baueinsatz-Ost». En palabras del Obergruppenführer de
las SS O tto H ofm ann, de la R u S H A , el este «sería de las SS».
E n mayo de 1942 el SS-O beifiihrer profesor d o c to r K onrad
M eyer, del H auptam t R K F acabó de elaborar el gran plan de reasen­
tam iento en n om bre de Elim m ler, según el cual los países bálticos y
Polonia quedarían to talm en te germ anizados. El este ocupado se
dividiría en tres inm ensas provincias o Marks, a saber: Ingerm anland,
N arew y Cotengau, bajo la autoridad suprema del Reichsführer de las SS,
que se convertiría en su nuevo señor feudal. El enviaría a los colo­
nos a las zonas dispuestas para ellos y les concedería tierras de dis­
tintos tipos, según el servicio, com o p o r ejem plo «feudos vitalicios»,
«feudos hereditarios» y «tierras de carácter especial». U n o s caciques
provinciales, nom brados p o r H im m ler, supervisarían las marcas del
nuevo im p erio de las SS. Se calculaba que, tras un p eríodo de p u ri­
ficación racial de veinticinco años, su población sería germ ánica al
50 p o r 100. H abría una A utobahn (autopista) directa que co m u n ica­
ría B erlín con M oscú y una vía férrea de cuatro m etros de ancho
entre M ú n ich y Rostov. U n sistema de veintiséis baluartes o rie n ta ­
les, com puesto p o r pequeñas poblaciones de alrededor de veinte m il
habitantes, rodeada cada una de ellas po r un círculo de aldeas ale­
m anas situadas a una distancia de unos cinco kilóm etros, protegería
las intersecciones de las arterias de com unicación alemanas. Las p ro ­
pias aldeas com prenderían entre treinta y cuarenta casas de labranza
y ten d rían sus propias «Stürm e de guerreros» de las SS, a las que
perten ecerían todos los habitantes de sexo m asculino. F uncionaría a
lo largo de las líneas vikingas y sería el m ayor ejem plo de coloniza­
ción continental que el m u n d o hubiera visto jam ás, diseñado para
ha Allgemeine-SS 135

proteger a la civilización occidental de la am enaza de una invasión

Desde el principio, sin embargo, H im m ler y la R K FD V tropezaron


con obstáculos insuperables, dispuestos no por el enem igo sino por
sátrapas nazis que com petían entre sí en los territorios ocupados, cada
uno de los cuales pretendía asegurarse su propio «nicho» de influencia en
el nuevo im perio. N i Hans Frank, el gobernador general de Polonia, ni
Alfred R osenberg, el ministro para los Territorios O rien tales Ocupados,
eran hom bres de las SS y no le debían fidelidad al Reichsführer. Varios
jefes de distrito, en particular Erich Koch, Reichskommissar en Ucrania,
y W ilhelm Kube, Reichskommissar en Bielorrusia, lucharon sistemática­
m ente para entorpecer el program a de reasentam iento en sus zonas, que
para ellos constituía una vulneración, po r parte de las SS, de la autori­
dad del NSDAP. Plasta Albert Forster, el jefe de distrito de Danzig-Prusia
Occidental, SS-Obergruppenführer y m iem bro de las SS incluso desde antes
que el propio H im m ler, era tan contrario a la idea de introducir colo­
nos Volksdeutsche en sus dom inios que hubo que desviar las embarca­
ciones que trasladaban a los repatriados desde Estonia hasta Danzig.
Al final, los aspectos prácticos que surgieron com o consecuencia
de los cambios que se produjeron en la guerra echaron p o r tierra el
sueño de Plim m ler de un im perio germ ánico oriental dirigido p o r las
SS. Era evidente que para el Reichsführer la segunda guerra m undial era
una guerra definitiva de exterm inio racial, que aseguraría para siem ­
pre el futuro de los pueblos germ ánicos. Las políticas raciales de la p ri­
m era época de las SS, relativam ente modestas, que tenían que ver con
sus requisitos para el reclutam iento, se habían vuelto irreconocibles en
la prim avera de 1942, con las matanzas masivas de los Einsatzgruppen
y el com ienzo de la interm inable destrucción de vidas hum anas en
Auschwitz. Si Alem ania hubiese ganado la guerra no cabe duda de
que en Europa se habrían extinguido los judíos, los gitanos y las razas
eslavas. Sin embargo, a partir de 1943, a H itler le pareció que esa
m ano de obra y la de las personas repatriadas de etnia alem ana pres­
tarían un m ejor servicio si se utilizaban para p o n e r fin a la aprem ian­
te escasez de m ano de obra nacional, y H im m ler no tuvo más rem e­
dio que escuchar y asentir. A partir de ese m om ento, los Volksdeutsche
fueron «devueltos al R eich» sólo para trabajar en la floreciente indus-
136 Historia secreta de las SS

tria armamentista y para dotar de personal a las fabricas y las granjas que
se habían visto profundam ente afectadas por el reclutam iento para la
W ehrm acht. De m odo que esas personas de etnia alemana trabajaron
duram ente ju n to a los polacos, los rusos y otros trabajadores im porta­
dos a los que se suponía que deberían de haber reemplazado en el este.
Curiosam ente, en esa época confiaban en gran cantidad de voluntarios
eslavos anticomunistas de la Schutzmattnschafl y la W ehrm acht, que téc­
nicam ente eran Untermenschen, según el criterio de las SS. para reforzar
y defender al régim en nazi en los territorios ocupados, e incluso les
habían concedido el h o n o r de tener su propia serie de medallas y
condecoraciones. M uchos fueron utilizados com o auxiliares por las
propias SS.
H e in ric h H im m ler había tratado de hacer demasiadas cosas
demasiado aprisa, de cambiar radicalm ente mil años de evolución en
una sola década, y todo el program a racial se le había desm oronado
en la cabeza.

L O S G U A R D IA N E S DEL E S T A D O

La intención de H im m ler de que su elite racial acabara supervi­


sando y protegiendo a la Europa ocupada era producto del hecho de
que el principal logro de las SS, desde los prim eros tiem pos del Tercer
R eich, había sido su dom inio del aparato de seguridad dentro de la pro­
pia Alem ania y del poder y la influencia que eso había supuesto. El fra­
caso del putsch de M unich, en 1923, que fue sofocado por la policía,
en lugar del ejército, hizo que H itler se diera cuenta de que u n c o n ­
trol absoluto de la policía sería un elem ento fundam ental para poder
fundar, a largo plazo, un Estado nazi. En consecuencia, durante el perío­
do que com enzó inm ediatam ente después de asumir el poder, el trein­
ta de enero de 1933, el Führer realizó u n esfuerzo coordinado para, que
los lugartenientes en los que más confianza tenía pasaran a ocupar altos
cargos policiales en los gobiernos de las distintas provincias, o Länder,
que existían en la R epública de W eimar. El que más destacaba entre
ellos era H erm ann G oring, uno de los prim eros nazis que fue elegido
m ie m b ro del R e ic h sta g y lo p resid ió desde el tre in ta de agosto
ha Allgemeine-SS 137

de 1932, y que ocupó cargos


ministeriales tanto en el gobierno
nacional com o en el de Prusia.
C o m o m inistro del Interior de
Prusia fue responsable de supervi­
sar la capital del R eich y dos tercios
de la superficie de A lem ania.
G oring nom bró jefe de la Policía
de Prusia a K urt Daluege, el jefe
de las SS en Berlín, y nom bró sub­
jefe a R u d o lf Diels, que estaba
casado con una prim a suya. A
co n tin u ació n , procedió rápida­
m ente a separar a la policía política
prusiana, que se ocupaba de los
subversivos, del resto de la organi­
zación. El veintisiete de abril de
Retrato fotográfico de Heinrich Himmler
1933 creó un nuevo departam en­ que se distribuyó en 1936 por todas las
to político integrado por treinta y comisarías de policía cuando fue nombrado
Chef der Deutschen Polizei. Lo hizo y lo
cinco hom bres, que recibiría el difundió la Asociación de Oficiales de
nom bre de Policía Secreta del la Policía alemana y llevaba el sello
correspondiente en el reverso.
Estado o Geheime Staatspolizei (la
Gestapo), al frente de la cual puso
a Diels. Según sus instrucciones, la Gestapo podía pasar po r alto las res­
tricciones que im ponía la legislación prusiana y quedó fuera del con­
trol del M inisterio del Interior de Prusia, trasladándose a su nueva sede
en el núm ero 8 de la Prinz-Albrecht-Strasse, en Berlín, donde se con­
virtió en una fuerza independiente, responsable ante G öring en perso­
na. D e tal m odo, a mediados de 1933, G öring ejercía un control estric­
to de la fuerza policial provincial más num erosa de Alemania y la
lanzó, a ella y a la SA, contra los comunistas y los demás adversarios del
nuevo orden.
Sin embargo, Diels no tardó en convertirse en un problem a. Era
policía profesional, más que nazi, de m odo que en seguida se puso a
com batir contra todos los extremistas y los que infringían la ley, sm
tener en cuenta sus ideas políticas. La joven Gestapo, arm ada con
138 Historia secreta de las SS

ametralladoras, con frecuencia rodeaba los centros de detención


improvisados de la SA y las SS en Berlín y obligaba a rendirse a los
camisas pardas y a entregarles a los prisioneros políticos, a los que
habían golpeado con dureza. Daluege y algunos hom bres de las SS
que se abrieron cam ino en la Gestapo com enzaron una feroz cam pa­
ña para derrocar a Diels y su facción, lo que desató tales luchas in ter­
nas que al final se hizo habitual que los m iem bros de la G estapo se
arrestaran unos a otros. Daluege llegó incluso a trazar un plan que
consistía en invitar a Diels a un m itin y a continuación arrojarlo por
una ventana de un piso alto. Pero Diels siguió disfrutando de la con­
fianza y la amistad de C o rin g y conservó su puesto de m ando en la
Gestapo.
Si bien G öring tue el prim er funcionario del Tercer R eich que
ejerció cierta autoridad personal sobre la Policía provincial regular,
siguió siendo H im m ler el que cum plía esa am bición a escala nacio­
nal. C uando el jefe de distrito de M únich-A lta Baviera, A dolf W agner,
fue nom brado m inistro del Interior de Baviera, a principios de m arzo
de 1933, era natural que nom brara jefe de la Policía de M ú nich a
H im m ler, que llevaba más de un año com o jefe de seguridad en el
cuartel general del NS1 )AP en la ciudad. El uno de abril H im m ler fue
nom brado com andante de la Policía política de toda Baviera, un cargo
que le proporcionó el poder para desafiar la suprem acía de G öring en
Prusia. E ncontró un aliado en el m inistro del In terio r del R eich , el
doctor W ilhelm Frick, ex policía en M únich, que estaba totalm ente
en contra de la autonom ía de los Länder y era viejo enem igo de
G öring. C o n el apoyo de Frick, H im m ler fue nom brado jefe de la
Policía en una provincia tras otra, hasta que sólo Prusia quedó fuera
de su alcance.
E n enero de 1934 Frick propuso a H itler un proyecto de ley para
la reorganización administrativa del R eich. D e resultas de su acepta­
ción, todas las fuerzas policiales provinciales se fusionarían para form ar
la prim era Fuerza Policial alemana, con el nom bre oficial de die
Deutsche Polizei, a las órdenes del m inistro del In terio r del R eich .
R ápidam ente se introdujeron cambios, com o la inclusión del águila y
la esvástica en el diseño de los uniform es que ya tenía la policía.
G öring se m antuvo firm e en Prusia durante u n tiem po y habría frus-
La Allgemeine-SS 139

trado por com pleto el proceso de unificación de no ser po r el terror


cada vez mayor que despertaban R ö h m y la SA. El Stabschef estaba
ávido de p o d er y dispuesto a llevarse por delante a quien se in te rp u ­
siera en su camino. La am enazadora presencia de la SA y el hecho de
que las SS fuera el único cuerpo fiable que parecía capaz de o p o n ér­
sele finalm ente convencieron a G öring para llegar a un acuerdo.
D estituyó a su atribulado protegido Diels el veinte de abril de 1934
y nom bró a 1 lim m ler jefe de la Gestapo en Prusia, con el SS-
Brigadeführer R ein h ard H eydrich com o segundo. Apenas dos meses
después, el triunvirato com puesto po r G öring, H im m ler y H eydrich
consiguió decapitar a la SA en «la noche de los cuchillos largos».
D urante 1935 continuaron las intrigas y H im m ler aprovechó la
ocasión para enemistarse con Frick. Este tenía m ucho interés en cu m ­
plir su propósito de que todas las fuerzas policiales de Alem ania que­
daran, en últim a instancia, sometidas sólo a él, com o m inistro del
Interior del R eich. A tal fin, buscó el apoyo de Daluege, que seguía
siendo el jefe de la Policía uniform ada de Prusia, para oponerse a
H im m ler. Frick propuso que D aluege fuera nom brado jefe de la
Policía alemana sabiendo que sólo aceptaría órdenes del M inisterio del
Interior. N o es de extrañar que D aluege se m ostrara interesado, pero
H im m ler y H eydrich, que se habían enterado del com plot para debi­
litarlos, fueron más hábiles que él y Frick. El nueve de ju m o de 1936
H eydrich se dirigió directam ente a H itler y le expuso m uy buenas
razones para conceder a H im m ler el rango de m inistro y el cargo de
jefe de la Policía alemana. Lo decisivo del argum ento de Fíeydrich era
que la eficacia y la lealtad personal de H im m ler hacia el Führer eran
incuestionables y que él suprim iría al «intermediario» Frick. Este se
vengó, aunque lo único que consiguió fue que a H im m ler no le die­
ran el rango de ministro. El diecisiete de ju n io de 1936 nom braron al
Reichsführer-SS para el nuevo cargo creado en el gobierno de jefe de la
Policía alemana en el M inisterio del Interior del R e ic h (C h ef der
Deutschen Polizei im Reichsministerium des Innern), responsable exclusi­
vam ente ante Hitler. Se com pensó a H eydrich p o r sus esfuerzos
poniéndole al frente de la Policía de seguridad y Daluege aceptó el
m ando de la Policía uniform ada. Todo el sistema se reorganizó a par­
tir de esas dos grandes divisiones y, con la introducción de una serie de
140 Historia secreta de las SS

Del dieciocho al veintidós de febrero de 1939 Himmler hizo una visita de inspección
a Varsovla invitado por el jefe de la Policía polaca. En su siguiente visita, siete
meses después, inspeccionó y felicitó a las tropas de las SS que habían participado
en la conquista de Polonia.

nuevos uniform es de la Policía, acabó por desaparecer todo vestigio de


las viejas fuerzas de los Länder.
R egodeándose con su título nuevo, tan im presionante que en la
correspondencia oficial se tenía que abreviar com o R fS S uC hdD tP ol,
H im m ler había llegado a ser el jefe indiscutible de dos organizaciones
im portantes pero independientes: las SS y la Policía nacional. Sin
em bargo, la policía, que con diferencia era el organism o más p o d e ro ­
so y entrom etido y afectaba a la vida cotidiana de toda la población
alemana, estaba form ada por individuos que no habían sido som eti­
dos a un exam en racial y, sobre todo, que no siem pre eran de fiar polí­
ticam ente. Por consiguiente, una de las prim eras m edidas que tom ó
] Iim m ler al asumir el m ando fue expulsar a veintidós coroneles de la
policía, a centenares de oficiales jóvenes y a miles de suboficiales que
se consideraba que profesaban simpatía p o r el socialismo. Al final, el
resultado, si se tiene en cuenta la experiencia perdida, fue catastrófi-
La Allgemeine-SS 141

co. Los expulsados habían sido profesionales y superaban am pliam en­


te a los hom bres de las SS que los sustituyeron. A m uchos de ellos se
los tuvo que volver a incorporar después de un program a de adoctri­
nam iento nazi preparado a toda prisa.
N o obstante, la nazificación de los m iem bros de la policía fue
u n recurso a c o rto plazo. E ntonces H im m ler com enzó a form ular
su m ayor proyecto, la fusión total de las SS y la policía en u n solo
Staatsschutzkorps (C u e rp o de P ro tecció n del Estado), para p o d e r
elim inar del to d o a las fuerzas policiales convencionales, lo que se
conseguiría, en p rim e r lugar, m ediante la reorganización y, a c o n ti­
nuación, m ed ian te la in co rp o ració n del personal de la policía a las
SS. Los m iem bros aceptables de la Policía u n ifo rm ad a se in c o rp o ­
rarían a la Allgem eine-SS, form ando unidades interinas de las SS y la
policía en las ciudades principales, m ientras que los policías de segu­
ridad que cum plían los diversos requisitos raciales e ideológicos de
las SS se enrolarían en el SD. E n el o to ñ o de 1936, en la p rim era
etapa de dicho proceso, varios dirigentes del SD fueron nom brados
inspectores de la Policía de seguridad y se les encargó p ro m o v er la
fusión gradual de la G estapo, la K rip o y el SD. U n año después, los
com andantes de las SS Oberabschnitte se co n v irtiero n en los p rim e ­
ros Höhere S S - und Polizeiführer y asum ieron la responsabilidad de
todas las form aciones de las SS y la Policía de sus regiones. Pero lo
más im p o rtan te es que se puso en m archa una gran cam paña de
reclutam iento, a com ienzos de 1938, para anim ar a los jóvenes
m iem bros de la A llgem eine-SS a in co rp o rarse a la Policía com o una
carrera de dedicación absoluta. La in te n c ió n , en últim a instancia,
era sustituir a los oficiales de Policía de más edad, que estaban a
p u n to de jubilarse, p o r «sangre nueva» de m o d o que, m ed ian te una
co m b in ació n de reclu tam ien to selectivo, la p ro m o c ió n acelerada y
la red u cció n de plantilla p o r bajas incentivadas, antes de 1955 el
Staatsschutzkorps estuviera en pleno fu n cio n a m ie n to y la Policía se
hu b iera disuelto.
C o n el objeto de seleccionar sólo a los m iem bros en servicio más
fiables de la policía para aceptarlos en las SS, el veintiséis de ju n io de
1938 H im m ler publicó un decreto de paridad de grado que estable­
cía lo siguiente:
142 Historia secreta de las SS

La Schutzpolizei de Berlín desfila por la Wilhelmstrasse frente a Daluege, Himmler


y Hitler el veinte de abril de 1939.

(i) Los m iem bros de la policía podían ser aceptados en las SS, pre­
via solicitud, con la condición de que:
(a) cum plieran las condiciones generales de reclutam iento de
las SS, y
(b) hubieran pertenecido al N SD A P o a alguna de sus organi­
zaciones desde antes del treinta de enero de 1933, o hubieran
sido m iem bros patrocinadores (FM) de las SS antes del treinta
de enero de 1933, o hubieran prestado servicio en la policía
durante tres años, com o m ínim o, a las órdenes del RfSS, con
resultados satisfactorios.
(ii) El Reichsführer de las SS se reservaba para sí el derecho a au to ­
rizar la aceptación de nuevas categorías de personas, incluida la
mayoría de los generales de la policía, que n orm alm ente habrían
sido rechazados por las SS com o consecuencia de su edad.
(iii) La aceptación en las SS tendría lugar en función del grado que
se tuviera en la policía.
La Allgemeine-SS 143

(iv) Los em pleados civiles de la policía podían incorporarse a las


SS con el grado correspondiente a su grado en la A dm inistración
pública.
(v) Las prom ociones de paridad de grado se llevarían a cabo caso
a caso, según fuese necesario.

Lo que pretendía la cláusula (i) del decreto era que sólo se acep­
taran en las SS y, po r consiguiente, en el futuro Staatsschutzkorps, a los
m iem bros adecuados, desde el p u n to de vista racial y físico, y los que
tuvieran ideas políticas que m erecieran confianza. Por el contrario, las
cláusulas (ii) a la (v) am enazaban con llenar la Allgcm eine-SS de ofi­
ciales de policía que recibirían autom áticam ente un grado en las SS
correspondiente a la categoría que tenían en la policía, p o r más que
nunca hubieran tenido ningún cargo inferior en las SS. Por ejem plo,
un Obenmchtmeister de la policía ingresaría en las SS como Hauptscharführer;
un Inspektor, com o Obersturmführer; un Oberst, com o Standartenführer,
y así sucesivamente. Por tanto, hubo que poner un lím ite práctico a la
cantidad de policías que se podían in co rp o rar cada año a las SS, y
la com petencia p o r las plazas se volvió trem enda. Los candidatos que
ingresaban por lo general entraban en las SS Stammabteilungen, sin
n in g ú n poder real de m ando operacional en las SS, y se les perm itía
llevar las runas de las SS bordadas en una insignia, debajo del bolsillo
superior derecho de la guerrera de la policía.
El com ienzo de la guerra, en 1939, asestó un golpe m ortal al avan­
ce perm anente hacia un Staatsschutzkorps, porque a la mayoría de los
mejores reclutas potenciales de la policía procedentes de la Allgemeine-
S S de pronto se los tragó la W ehrm acht. N o obstante, la aceptación de
policías en servicio dentro de la organización de las SS continuó a paso
acelerado. En octubre de 1939 se convocó en masa a no m enos de die­
ciséis mil miembros de la policía uniform ada para constituir la Polizei-
Division, una unidad de com bate afiliada a la Waffen-SS que luchaba en
el frente occidental y en Rusia. Sus soldados no estaban obligados a
cum plir los requisitos raciales y físicos de las SS y, por tanto, al principio
no se les consideraba del todo miembros de las SS, aunque en febrero de
1942 se habían distinguido lo suficiente en la batalla com o para quedar
plenam ente integrados dentro de la Waffen-SS. Más de treinta regim ien­
144 Historia secreta de las SS

tos policiales fuertem ente arm a­


dos tam bién servían, al m ando de
las SS, com o tropas de ocupación
en toda Europa, y en febrero de
1945 se creó una S S -P o lizei-
Grenadier-Division con personal
de los cuadros de la Escuela de
Policía de Dresde. Al final, la idea
del Staatsschutzkorps fue superada
p o r los acontecim ientos y no
llegó a concretarse nunca. Sin
embargo, si bien la policía alem a­
na siem pre logró m antener su
posición com o una entidad técni­
cam ente autónom a, su ind ep en ­
dencia operativa se fue erosionando
Kurt Daluege, con el uniforme de SS- rápidam ente, en térm inos reales,
Oberst-Gruppenführer und Generaloberst por la infiltración constante de las
der Polizei, el veinticuatro de agosto de
SS. H acia el final de la guerra,
1943. A partir de entonces estuvo enfer­
mo constantemente y, de hecho, sólo com o era inevitable, H im m ler
estaba semiconsciente cuando lo ahorca­ había sustituido a Frick com o
ron, al finalizar la guerra.
m inistro del In terio r del R eich , y
él y sus generales de las SS dom i­
naban p o r com pleto todas las ramas, tanto de la policía uniform ada
com o de la de seguridad, en todo el R eich.
D e las dos divisiones principales de la policía alemana, la más
grande, con diferencia, era la Ordmmgspolizei, u O rp o , la llamada
«Policía del orden», que com prendía a todo el personal civil unifor­
m ado de la Policía. Desde sus orígenes, en 1936, la O rp o estuvo al
m ando de K urt Daluege, cuya poderosa posición le p erm itió llegar a
ser uno de los tres prim eros SS-Oberst-Grappenfiihrcr, en abril de
1942; los otros dos fueron Franz X aver Schwarz y «Sepp» D ietrich. Al
año siguiente lo nom braron vice Reichsprotektor de B ohem ia y
Moravia y la dirección diaria de la O rpo recayó en el SS-Obergruppenführer
Alfred W ünnenberg, ex com andante de la SS-Polizei-D ivision. For
entonces, la Allgemeine-S S estaba presente en todos los aspectos del
La Allgemeine-SS 145

sistema de la policía uniform ada. Los generales de la policía lleva­


ban insignias de grado al estilo de las SS; los oficiales y suboficiales
de policía llevaban espadas del estilo de las de las SS y las unidades
de la policía llevaban banderas y estandartes com o los de las SS en
las ocasiones cerem oniales. En la R eichsführung-SS se había creado
un departam ento, co n o cid o com o la Hauptstelle der H auptam t
Ordnungspolizei, para asesorar a H im m ler sobre todas las cuestiones
relacionadas con la Policía uniform ada y, com o C h e f der Deutschen
Polizei, él to m ab a decisiones políticas con respecto a sus o p e ra c io ­
nes y su despliegue. De hecho, una organización tan inm ensa com o
la O rp o había quedado som etida al liderazgo de la A llgem eine-SS,
de la que recibía órdenes.
Hacia el final de la guerra, la Ordnungspolizei se había expandido
hasta incluir gran cantidad de form aciones policiales distintas, cada
una con su propio objetivo y m uchas veces con su propia serie de
uniform es. Bsos grupos se m encionan a continuación:

1. LA. S C H U T Z P O L IZ E I
La Schutzpolizei (Policía de protección) com prendía a los habitua­
les guardias urbanos del Tercer R eich , que sum aban alrededor de dos­
cientos mil hom bres en 1943. A su vez, esta rama se dividía en la
Schutzpolizei des Reiches, que tenía jurisdicción sobre toda Alemania, y
la Schutzpolizei des Gemeinden, que sólo actuaba dentro de su propia
población. Además, las compañías de la Schutzpolizei se organizaban en
la Kaserniertcpolizei (Policía acuartelada), equipada con carros blinda­
dos, ametralladoras y granadas, cuya función consistía en actuar com o
reserva m óvil para apoyar a la Policía local cuando hacían falta más
hom bres, en época de manifestaciones masivas u acontecim ientos
similares. A partir de 1936, la mayoría de los reclutas de la Schutzpolizei
procedían de la Allgemeine-SS y de la W ehrm acht. 1después de su entre­
nam iento inicial, con profesores de las SS que destacaban el adoctrina­
m iento político, seguían con la instrucción especializada que recibían
en alguna de las treinta escuelas de Policía que había distribuidas po r
Alemania; las principales eran la de B erlin-K öpenick y la de
Fürstenfeldbruck, cerca de M unich. El inspector general de las escue­
las de Policía era un SS-Gruppenführer, A dolf von Bom hard.
146 Historia secreta de las SS

2. L A G E N D A R M E R I E
La Gendarmerie (Policía rural), a las órdenes del SS-Gruppenführer
August M eyszner, abarcaba los distritos interiores y las pequeñas
com unidades de m enos de dos mil habitantes. Eran expertos, sobre
todo, en com batir la caza furtiva, detectar la m atanza de animales en
el m ercado negro y actividades por el estilo. En las zonas del R eich ,
y tam bién de los territorios ocupados, que eran de tipo m ontañoso o
en las que solían caer intensas nevadas, se em pleaban gendarm es que
supieran esquiar y escalar. Tenían que som eterse a un entrenam iento
riguroso en las escuelas de la Hochgebirgs Gendarmerie situadas en
O b erjo ch bei H indelang, Sudelfeld am W endelstein y K itzbühel, en el
Tirol. En enero de 1942 H im m ler creó una rama independiente de la
Gendarmerie conocida com o la Landwacht (guardia rural) para supervisar
a los prisioneros de guerra que realizaban tareas agrícolas. Se reclutó
entre los policías mayores y los ex soldados de las SS m utilados.
Después del veinte de julio de 1944 los propios campos de los prisio­
neros de guerra militares quedaron bajo la adm inistración de las SS y
la policía, y la responsabilidad de su dirección se puso en m anos del
SS -Obergruppenführer Berger.

3. L A V E R W A L T U N G S P O L I Z E I
La Venvaltungspolizei, al m ando del SS-Obcrgrtippenfiihrcr August
Frank, era la rama administrativa de la O rpo y sus unidades se incorpo­
raban a cada comisaría de Policía. Entre sus diversas obligaciones cabe
m encionar llevar registros, hacer cumplir las normas obligatorias que
afectaban a los teatros, las fábricas y las tiendas, registrar a los ciudadanos
extranjeros y conceder licencias de armas, permisos de viaje, etcétera. Esta
fuerza administrativa comprendía a la antigua Gesundheitspolizei (Policía
sanitaria), la Gewerbepolizei (Policía de fabricas y tiendas) y la Baupolizei
(Policía de edificios). M uchos empleados de la Verwaltungspolizei eran
civiles que habían recibido extensos períodos de entrenam iento en escue­
las administrativas de las SS y la Policía.

4. L A V E R K E H R S P O L IZ E I Y L A M O T O R IS IE R T E G E N D A R M E R IE
La Verkehrspolizei (Policía municipal de tráfico) estaba form ada por
unidades de hombres especialmente ent renados que se instalaban ju n to
La Allgemeine-SS 147

a la Kaserniertepolizei en todas las ciudades principales de Alemania.


Regulaban el tráfico y patrullaban las principales carreteras de su zona,
y eran expertos en el campo de la legislación de tráfico. La Verkehrspolizei
se encargaba de prevenir los accidentes de tráfico, de reconstruir y regis­
trar las causas de los accidentes y de escoltar las cargas insólitas, las am bu­
lancias y otros vehículos de emergencia. La Motorisierte Gendarmerie se
form ó para hacer frente al increm ento del tráfico en las carreteras rura­
les y en la nueva red de autopistas o autovías que se estaban construyen­
do por toda Alemania. A diferencia de la Verkehrspolizei, su jurisdicción
no estaba limitada por divisiones geográficas. Estaban organizados en
Bereitschaften (reservas móviles) que com prendían tres o cuatro pelotones
de hombres y vehículos, localizados cada uno en cuarteles situados en
puntos estratégicos del sistema alemán de autopistas. A m enudo se oía el
sonido de sus sirenas, porque proporcionaban escoltas de alta velocidad
para los dirigentes del NSDAP cuando viajaban por todo el R eich.

5. L A W A S S E R S C H U T Z P O L I Z E I
La Wasserschutzpolizei (Policía de protección de los cursos de agua)
se encargaba de supervisar y patrullar todos los ríos y canales interiores
navegables, de regular el tráfico fluvial, de evitar el contrabando, de exi­
gir el cum plim iento de las medidas de seguridad y de inspeccionar las
embarcaciones fluviales. Se com plem entó durante la guerra con unida­
des especiales de la Allgemeine-SS conocidas com o Hafensicherungstmppen
(tropas de seguridad portuarias), que patrullaban los muelles y los p rin ­
cipales puertos de las SS Oberabschnitte costeras, en colaboración con las
autoridades policiales y el SD. Además, por una declaración del SS-
Obergmppenführer Karl Kaufm ann,jefe del distrito de H am burgo y com i­
sionado del R eich para la navegación oceánica, todas las embarcaciones
que intervenían en el esfuerzo bélico alemán en las zonas del mai- Báltico
y el m ar del N orte y que estaban tripuladas en su totalidad o en parte
por daneses, holandeses, noruegos y otros m arinos no alemanes llevaban
a bordo las llamadas SS-Bordschutzmannschaften. Estas tripulaciones de
seguridad a bordo de las SS eran asignadas por el Führer de las
Oberabschnitte desde cuyos puertos zarpaban esas naves y servían para
llevar el fuego antiaéreo y para colaborar en general con los oficiales
alemanes para m antener el orden en los barcos.
148 Historia secreta de las SS

6. L A B A H N S C H U T Z P O L IZ E I
La Bahnschutzpolizei (Policía ferroviaria), reclutada fundam ental­
m ente entre los em pleados de la Deutsche Reichsbahn que eran m iem ­
bros de la A llgem eine-SS o de la SA con dedicación parcial, iba arm a­
da con rifles y ametralladoras y se encargaba de proteger los bienes de
la com pañía ferroviaria, de evitar el espionaje y el sabotaje y de m an­
tener la ley y el orden en los trenes y las estaciones. C olaboraba con
ella la Reichsbahn Wasserschlitzpolizei, que patrullaba las instalaciones
ferroviarias relacionadas con puertos, canales y cursos de agua interiores.

7. E L P O S T S C H U T Z
El Postschutz (Servicio de Protección Postal) se encargaba de prote­
ger y m antener la seguridad de todas las oficinas y demás establecimien­
tos de correos, además de los servicios postales, telefónicos y telegráficos
de todo el R eich. Antes de 1942, los cuatro mil quinientos hom bres que
integraban el Postschutz trabajaban a las órdenes del jefe de Correos, el
NSKK-Obergruppenfiihrer doctor W ilhelm O hnesorge, pero en m arzo de
ese año, siguiendo instrucciones de Hitler, se incorporó totalm ente a la
Allgemeine-SS y fue rediseñado com o SS-Postschutz. A pan ir de enton­
ces, ju n to con el uniform e del Postschutz, se llevó la insignia de las SS en
el cuello.

8. L A F E U E R S C H U T Z P O L IZ E I
En 1938 todos los cuerpos de bom beros provinciales de Alemania
se incorporaron a la Ordnungspolizei, con el nom bre de Feuerschutzpolizei
(Policía de protección contra incendios), que a partir de entonces se
encargó de la lucha contra los incendios y su prevención en todo el
R eich. EÎ tamaño de la policía de protección contra incendios se deter­
minaba según la población local y en las poblaciones de más de ciento
cincuenta mil habitantes se crearon cuerpos de bom beros auxiliares,
conocidos com o Freiwillige Feueiwehren, de form a voluntaria, para cola­
borar con los bom beros fijos. En el m om ento culm inante de los ataques
aéreos que tuvieron lugar durante la guerra, los servicios de bom beros
estaban formados por más de un m illón setecientos mil hombres y
mujeres, todos ellos técnicam ente al m ando del SS-Gruppenführer doctor
Johannes Meyer, el inspector general de la Feuerschutzpolizei.
La Allgemeine-SS 149

9. LA L U F T S C H U T Z P O L I Z E I
El sistema de defensa civil de Alemania com prendía tres cuerpos
principales. El prim ero era el Reichsluftschutzbund, o R L B , que se
dedicaba a proporcionar a la población civil una amplia form ación
sobre la defensa civil. El segundo era el Luftschutz Warndienst, o L S W
que cum plía la misma función que el R eal C u e rp o de O bservadores
británico: alertar a la población de u n inm inente ataque aéreo. El ter­
cer órgano era el Sicherheits- und Hilfsdienst, o SH D (Servicio de Segu­
ridad y Asistencia), una organización de socorro sum am ente m óvil
que prestaba asistencia inm ediata a las personas que habían quedado
atrapadas o habían resultado heridas en un ataque aéreo. El equipo
que utilizaban en su peligroso trabajo incluía gatos hidráulicos, corta­
doras mecánicas y herram ientas de auxilio. D urante la guerra, el R L B
y el LSW quedaron bajo el control directo de los distintos jefes de dis­
trito del NSDAP, una de cuyas responsabilidades era la defensa civil de
su Gau. E n cambio, el SH D fue absorbido por la Policía en mayo de
1942, lo rebautizaron con el nom bre de Luftschutzpolizei y salió con
insignias de la policía. Se alojó a sus m iem bros en cuarteles, de form a
rotativa, es decir, que podían dorm ir en su casa cada dos noches, y
quedaban exentos de prestar el servicio m ilitar en la W ehrm acht, p o r­
que el servicio en la Luftschutzpolizei era una ocupación reservada. En
consecuencia, los que tam bién estaban en la Allgem eine-SS podían
m antener sus actividades norm ales en las SS si se lo perm itían los ata­
ques aéreos.

10. L A T E C H N I S C H E N O T H I L F E
La Technische Nothilfe, o TeNo, era un cuerpo técnico de em ergen­
cia que al principio, en septiembre de 1919, el gobierno fondo com o
una organización para rom per huelgas, pero que después se utilizó com o
una reserva técnica para casos de desastres naturales. E n 1937 foe incor­
porada a la Ordnungspolizei y se le confió la misión de encargarse de las
averías que se produjeran en los servicios públicos, com o el gas, el agua
y la electricidad, sobre todo después de los ataques aéreos. U n segundo
objetivo, más remoto, era resolver posibles situaciones revolucionarias en
el «teatro de la guerra dentro de Alemania», com o a H im m ler le gusta­
ba llamar al frente interno, en el que actuaban la mayoría de sus fuerzas.
150 Historia secreta de las SS

Además de esa labor interna, había unidades conocidas com o los TeNo
Kommandos que colaboraban con la W ehrm acht en la construcción y la
reparación de la línea del frente. A partir de 1943 se autorizó a los cien
mil miembros de la TeN o a llevar insignias de grado del estilo de las de
las SS. D urante la guerra, el C hef der TeNo fue el SS-Gruppenführer Hans
W einreich, y posteriorm ente le sucedió W illy Schmelcher.

11. E L S S - F U N K S C H l J T Z
En 1941 la Allgemeine-SS asumió la responsabilidad de proteger las
emisoras de radio por su vulnerabilidad al sabotaje en tiempos de gue­
rra, para lo cual se creó una Funkschutz (Guardia de la radio), que acabó
supervisando todas las emisoras de radio oficiales, o Reichssender, hacien­
do redadas en las emisoras ilegales y detectando la escucha ilegal de
em isoras extranjeras. Sus m iem bros llevaban el u n ifo rm e habitual
de la Allgemeine-SS y, cuando estaban de servicio, le añadían una gola con
la inscripción SS-FunkscIuitz.

12. L A W E R K S C H U T Z P O L 1 Z E I
Los m iem bros de la Werkschutzpolizei (Policía para la protección
de las fábricas) estaban destinados en los centros industriales im p o r­
tantes para actuar com o guardias y vigilantes a las órdenes del Führer
de la S S Oberabschnitt en la que estaba situada la fábrica. Por lo gene­
ral, los equipaban con los uniform es negros que le sobraban a la
A llgem eine-SS y con los anticuados uniform es de color azul de Prusia
de los bom beros, a los que añadían sus propias insignias.

Por consiguiente, en 1943, tras haber ido absorbiendo las respon­


sabilidades de la Policía uniform ada, H im m ler consiguió el m áxim o
control de todas las fuerzas policiales alemanas convencionales, el
cuerpo de bom beros, los guardias ferroviarios y de correos, los servi­
cios de rescate y em ergencia, y hasta de los vigilantes nocturnos.
Además, tam bién estaban sometidas a su autoridad las fuerzas policia­
les internas de los territorios conquistados. La Allgem eine-SS activa
propiam ente dicha era, en esa época, por sí misma, una organización
relativam ente pequeña, m uy inferior en núm ero a la W affen-SS. N o
obstante, sus líderes dirigían las operaciones de centenares de miles de
La Allgemeine-SS 151

policías uniform ados en todo el gran R eich alemán y tenían acceso al


conocim iento local más íntim o, de m odo que los tan calum niados y
anónim os burócratas de la jerarquía de la Allgcm einc-SS ejercieron un
p o d er y una influencia más amplios y eficaces de lo que podían im a­
ginar sus camaradas que luchaban en la Waffen-SS, que naturalm ente
recibieron toda la publicidad propagandística durante la guerra.
D el m ism o m odo que la red policial alemana se podía dividir en
dos grupos bien diferentes: la Policía uniform ada y la Policía de segu­
ridad, a su vez las fuerzas de la policía de seguridad com prendían dos
divisiones totalm ente independientes, con anterioridad a septiem bre
de 1939: las del partido nazi y las del Estado. La principal fuerza del
partido era la Sicherheitsdienst des R fS S , o SD (el Servicio de Seguridad
de las SS), que en ju n io de 1943 absorbió a todos los demás servicios
secretos del NSDAP. La fuerza estatal se co n o cía com o la
Sicherheitspolizei, o Sipo (la Policía de seguridad), un térm ino adm inis­
trativo general que abarcaba tanto a la tradicional Kriminalpolizei, o
K ripo (la Policía criminal) com o a otra rama de más reciente form a­
ción, la Geheime Staatspolizei, o Gestapo (la Policía política). E n 1939
todos esos grupos estaban unidos com o parte del program a del
Staatsschutzkorps para convertirse en departam entos de una única 5 5
Haum ptam t de reciente creación, la Reichssicherheitshauptamt o R S H A
(la O ficina C entral de Seguridad del R e ic h ).Vamos a describir uno a
uno los principales cuerpos policiales de seguridad para indicar sus
amplias posibilidades y el poder que obtuvieron las SS al hacerse
cargo de ellos y ponerlos bajo la autoridad de H im m ler.

1. E l S D
E n ju n io de 1931 H im m ler incorporó a las SS a Reinhard Heydrich,
un ex oficial de comunicaciones navales, en calidad de Sturmführer y le
encom endó la tarea de organizar un servicio secreto de las SS para
vigilar a la o p o sició n política. E n u n p rin c ip io se c o n o c ió com o
el D epartam ento Ic del S S -A m t, o el Ic-Dienst; a continuación com o el
Servicio de Prensa e Inform ación y, p o r últim o, en ju n io de 1932,
com o el Sicherheitsdienst des Reichsführers-S S (servicio de seguridad del
Reichsführer de las SS), o SD. En esa época, H eydrich había sido pro ­
m ovido a SS-Sturmbannführer y, con u n estado m ayor de siete civiles,
152 Historia secreta de las SS

estableció su pequeño cuartel general del SD en M únich. C u ando los


nazis llegaron al poder, a com ienzos de 1933, el personal del SI) no
contaba con más de doscientas personas, la mayoría de las cuales esta­
ban adscritas al cuartel general de los distintos Abschnitte en toda
Alemania. Sin embargo, durante el período com prendido entre 1933
y 1934 se amplió el servicio y se recom endó a m uchos m édicos, abo­
gados y demás profesionales que presentaban la solicitud para in co r­
porarse a la AllgemeÍne-S.$ que donde tenían más probabilidades de
progresar, dentro de la organización, era en la ram a del SE>. En cuan­
to H im m ler se hizo cargo del m ando de la Gestapo, en abril de 1934,
H eydrich, que po r entonces era Brigadeführer, la reorganizó y situó a
todos los hom bres del SD que pudo en posiciones que les perm itie­
ran vigilar las actividades de la policía política y adquirir una expe­
riencia valiosa. Sin em bargo, si bien el SD siguió siendo una entidad
independiente, no tenía ni la capacidad hum ana ni la experiencia para
sustituir po r com pleto a la policía política anterior. El plan original de
H im m ler de incorporar al SD a todos
los m iem bros de la Sipo se vio frustra­
do una y otra vez y, en enero de 1938,
el SD sólo contaba con cinco mil
m iem bros honoríficos y con dedica­
ción com pleta en todo el R eich . D e
hecho, con la form ación de Ia R S H A ,
al año siguiente, al final el SD acabó
po r resultar superfluo y quedó incor­
porado casi por com pleto dentro de la
Policía de seguridad. Siguió existien­
do com o ram a independiente de la
Allgem eine-SS sólo porque H im m ler
deseaba m antener la singular posición
de su SD com o único servicio de inte­
ligencia del NSDAP.
El SS-Gruppenführer Reinhard La c o m p e ten c ia del SD fue
Heydrich en su escritorio, en 1937. aum entando poco a poco de la inteli­
En su mano izquierda se puede
ver el anillo de la cabeza de la
gencia puram ente política a cuestio­
muerte de las SS. nes sociales, económ icas y religiosas,
La Allgemeine-SS 153

hasta He gar a ser bastante im preci­


sa. Sus m iem bros realizaron estu­
dios detallados sobre el com unis­
m o, el ju d aism o , la d o c trin a de
la supremacía papal, la masonería, la
astrologia, las sectas religiosas y las
fuerzas reaccionarias en general.
No les preocupaban tanto los
problemas de seguridad concretos
del m om ento com o las cuestiones
que consideraban ideológicas.
Profundizaban en la influencia
del bolchevism o sobre los círcu­
los m asónicos en el extranjero y
se fijaban en el sim bolismo de los La Policía de seguridad irrumpe en la
som breros de copa en Eton. casa de un sospechoso, en Varsovia, en
noviembre de 1939. Obsérvese el prefi­
Estudiaban la econom ía ju d ía y el
jo «Pol», que corresponde a «Polizei»,
m ercado negro de la m oneda. en la matricula de su vehículo.
Propugnaban la teoría de que. en
I960, el com unism o se converti­
ría en una religión centrada en Asia, diseñada para destruir a todo el
m undo blanco. C uando com enzó la guerra, m uchos m iem bros del SD
se habían convertido en cierto m odo en el hazm erreír de sus colegas
de la Sipo, que se dedicaban a la lucha real, cotidiana, contra delin­
cuentes, saboteadores y enem igos activos del Estado.
Las connotaciones de espanto y h o rro r que más adelante se aso­
ciaron con el SD en la E uropa ocupada y en R usia se debieron a que
todos los m iem bros de la policía de seguridad que prestaban servicio
en los territorios conquistados, fueran o no m iem bros de las SS o del
SD, tenían instrucciones de llevar el uniform e gris de las SS, com bi­
nando las insignias en el cuello y en la m anga de las SS con las h o m ­
breras de la Policía, para proporcionarles la protección que suponía la
condición de militares y, al m ism o tiem po, distinguirlos del resto del
personal uniform ado de las SS, la Policía y la W ehrm acht. D u ran te¡los
prim eros días de la guerra, los policías de seguridad, que eran detes­
tados por los servicios de com bate, habían vestido de civil y hubo
154 Historia secreta de las SS

Suboficiales de la Sipo descubren un alijo de armas oculto en Varsovia, noviembre


de 1939.

ocasiones en las que los soldados alemanes «casualmente» les habían


«contundido con m iem bros de la resistencia» y les habían pegado u n
tiro. Por consiguiente, el uniform e servía para protegerlos tanto de su
propio bando com o del enem igo. Las atrocidades que com etieron
algunos de esos hom bres de la Sipo, sobre todo los que colaboraban
con los escuadrones de exterm inio en el este, se reflejaron directa­
m ente en el propio SD, cuyos m iem bros se dedicaban, en su mayoría,
casi exclusivam ente a la investigación académica, a reunir inform ación
secreta y a form ular políticas. D e hecho, si bien los escuadrones de la
m uerte que se internaron en territo rio soviético en 1941, asesinando
a su paso a comunistas, partisanos y judíos, recibían el nom bre de
Einsatzgruppen der Sicherheitspolizei und des S D , apenas el 3 p o r 100 de
sus m iem bros pertenecían en realidad al SD. La m ayor parte eran
hom bres de la W affen-SS (el 34 por 100), el ejército (el 28 por 100) y
la policía uniform ada (el 22 por 100), con la asistencia de la Gestapo
(el 9 p o r 100) y la Kripo (el 4 p o r 100).
La Allgemeine-SS 155

2. L A G E S T A P O
C uando G öring fundó la Gestapo, en 1933, contaba con treinta y
cinco m iem bros y un presupuesto de un m illón de Reichsm arks. Dos
años después el núm ero de m iem bros se había elevado a más de seis­
cientos y el presupuesto superaba los cuarenta millones de Reichsm arks.
C o m o Policía política del R eich, la Gestapo se encargaba de reunir
inform ación sobre todos los individuos y organizaciones subversivos,
de em prender operaciones de vigilancia e incursiones, vestidos de
civil, y de efectuar detenciones a gran escala. Tam bién decidía a quié­
nes había que recluir en los campos de concentración. En su cuartel
general de Berlín, los enem igos conocidos del régim en, desde los tes­
tigos de Jehová hasta los antinazis fanáticos, se clasificaban en alguno
de los tres grupos siguientes:

A l -los que irían a prisión en caso de una probable m ovilización;


A2 -los que irían a prisión en caso de cierta m ovilización;
A3 -los que debían ser vigilados de cerca en tiem pos de guerra,
po r su apatía política.

Mientras que el SD se limitaba a acumular información, la Gestapo


realmente estaba capacitada para actuar a partir de la información que
figuraba en sus archivos. La Gestapo era la que organizaba las «incursiones
al amanecen) y el inferné «golpe a las tres de la mañana». Forzosamente, el
SD y la Gestapo consumieron gran cantidad de energía compitiendo entre
sí hasta que se fusionaron en la RSH A .

3. L A K R IP O
La K ripo estaba form ada por los detectives profesionales de la
policía que llevaban a cabo el trabajo habitual de investigación crim i­
nal. Al igual que la Gestapo, trabajaron vestidos de paisano hasta que
se les ordenó llevar el uniform e del SD durante la guerra. Sus p rin c i­
pales obligaciones consistían en investigar los delitos tipificados com o
graves y el quebrantam iento del derecho consuetudinario, com o ase­
sinatos, violaciones, estafas y provocación de incendios, y en in te rro ­
gar a los sospechosos. Estaban presentes cuando se había producido un
robo, tom aban huellas dactilares, recogían pruebas m ateriales y prepa-
156 Historia secreta de las SS

raban los inform es pertinentes. La


K ripo era la más estable y profesio­
nal de todas las fuerzas policiales de
seguridad y era uno de los terrenos
de reclutam iento favoritos para el
Reichssicherheitsdicnst, o R S D (que
no se debe confundir con el S3)),

TS.. una fuerza de elite a la que p e rte ­


necían los pequeños destacam entos
que escoltaban a i Iim m ler y a los
principales nazis. Su com andante
era el Brigadeführcr de las SS H ans
R attenhuber.

4. L A R S H A
Un Hauptscharführer de la Policía de
Seguridad, alrededor de 1941. Resulta En ociubre de I936 se nom bra­
muy evidente la insignia lisa que lleva ron inspectores de la policía de segu­
en el lado derecho del cuello, al igual
ridad (Inspekteur der Sicherheitspolizei
que las hombreras de estilo militar, que
cedieron paso a las versiones policiales o IdS) en cada Oberabschnitt de las SS
en enero de 1942. Es posible que este para m ejorar la coordinación entre
oficial perteneciera a alguno de los
Einsatzkommandos que se encargaron
el SD, la Gestapo y la Kripo. A partir
de hacer redadas de posibles partisanos de entonces m ejoraron la coopera­
después de la invasión de Polonia y
ción de enlace y la interdepartam en­
Rusia. La amabilidad de su semblante
no deja traslucir las atrocidades tal y el veintisiete de septiembre de
inenarrables en las que tal vez haya 1939 se unieron la Sipo y el SD para
participado.
form ar departam entos contiguos de
una sola llauptam t de las SS, que lo
abarcaba todo: la Reichssidmheitshauptamt, o RSH A . U na vez más, una
dependencia del gobierno o del Estado, el jefe de la Policía de seguridad,
y una dependencia del partido nazi, el jefe del servicio de seguridad, se
fusionaban en un solo cargo, el jefe de la Policía de seguridad y del ser­
vicio de seguridad (C hef der Sicherheitspolizei und des SD, o GSSD). D e
más está decir que el prim er GSSD fue el SS- Gruppenführer R einhard
H eydrich. La R S I ΙΑ (que a m enudo se abreviaba «RSi-H» en la corres­
pondencia de las SS para no confundirla con la R uSH A ) estaba dividida
en siete departamentos, o Ämter, a saber:
ha Allgemeine-SS 157

Oficiales de la Sipo y el SD que participaron en un curso en la Escuela de la Policía


Colonial italiana en Roma, del nueve al dieciséis de enero de 1941, reciben el
saludo del ministro italiano de Colonias, Teruzzi.

Amt I P e r s o n a l. Este departam ento se ocupaba de todas las cues­


tiones de personal relacionadas con la policía de seguridad
y con el SD, y estaba dirigido por el SS-G m ppenführer doc­
to r W ern er Best, veterano ju rista y representante de
H eydrich hasta 1940. Le sucedieron B runo Streckenbach,
E rw in Schulz y, po r último. Erich E hrlinger.A Streckcnbach
le dieron el m ando de la 19a D ivisión de la Waffen-SS, y
Schulz acabó la guerra com o jefe de la policía de seguridad
en Salzburgo.
A m t II A d m in is tr a c ió n . Este era, eu la práctica, el departam ento
que dirigía la R S H A y, al principio, tam bién estuvo a las
órdenes de Best, al que sucedieron prim ero el doctor
R u d o lf Siegert y finalm ente Jo se f Spacil, un 5S-
Standartenführer del estado m ayor de la Oberabschnitt del
] )anubio.
158 Historia secreta de las SS

A m t 111 S D (N a c io n a l). U n servicio de inform ación, encabezado


po r el SS-Gruppenführer O tto O hlendorf, que recopilaba
datos relacionados con la política y el contraespionaje den­
tro de Alemania. Financiaba el «Salon Kitty», un burdel de
m ucha categoría de Berlín, al que acudían los jerarcas nazis
y los habitantes de gran poder adquisitivo. En el salón había
m icrófonos escondidos y, según lo que dijeran m ientras
hacían el amor, a m enudo los clientes se veían som etidos al
chantaje del SD o eran arrestados p o r la Sipo poco después.
E n realidad, las prostitutas eran agentes fem eninas de la poli­
cía de seguridad y hacían todo lo posible para que sus co m ­
pañeros soltaran com entarios antinazis.
Amt IV G e s ta p o . A las órdenes del SS-Gruppenführer H ein rich
M üller, la Gestapo prosiguió su m isión establecida de elim i­
nar a los enem igos del régim en nazi.
Amt V K rip o . Este departam ento tan activo conservó sus poderes
ejecutivos para encargarse de los delitos com unes. Su
com andante durante años, el SS-G ruppenführer A rth u r
N ebe, fue ahorcado en 1945 por su com plicidad en el
intento de asesinato de H itler el año anterior.
A m t VI S D ( I n te r n a c io n a l) . U n servicio secreto para reu n ir infor­
m ación dirigida contra países extranjeros, que tam bién
organizaba el espionaje en territo rio enem igo. Al principio
lo dirigió el SS-Brigadeführer H einz Jost y después, W alter
Schellenberg.
A m t V II In v e s tig a c ió n id e o ló g ic a . Este departam ento, encabeza­
do po r el SS'- Oberführer profesor doctor Franz Six, sondeaba
la o p inión pública en general sobre una serie de temas.
Trabajando de form a conjunta con el M inisterio de
Propaganda, controlaba el avance del adoctrinam iento nazi
del pueblo alemán. El doctor Six fue el oficial elegido para
com andar la Policía de seguridad y el SD en la G ran B retaña
ocupada, un puesto que no llegó a asum ir nunca.

Las actividades de la R S H A eran sum am ente variadas e incluye­


ron desde la difam ación de ' fukachevski y otros generales soviéticos,
La Allgemeine-SS 159

que trajo com o consecuencia la purga del cuerpo de oficiales rusos


p o r parte de Stalin, hasta la liberación de M ussolini por los com andos
de Skorzeny. Abarcaban operaciones antiterroristas, asesinatos, el co n ­
trol de extranjeros en Alem ania y la recopilación de expedientes polí­
ticos obtenidos de las fuerzas policiales de los países ocupados.
C uando la Gestapo asumió la adm inistración del servicio de aduanas,
del que hasta entonces se ocupaba el M inisterio de Finanzas del
R eich, el control de las fronteras y la lucha contra el contrabando
tam bién quedaron bajo la jurisdicción de la R S H A . En su calidad de
CSSD I leydrich controlaba uno de los sistemas policiales más com ­
plejos y vastos que el m undo hubiera visto jamás, y en 1940 se reco­
noció su prestigio a mvel internacional cuando fue propuesto para el
cargo de presidente de la Interpol.
U n porcentaje sorprendentem ente elevado de oficiales superiores
de las SS estaban vinculados a la R S H A , puesto que la naturaleza
misma de su trabajo y la experiencia necesaria para llevar a cabo
muchas de sus operaciones exigían que fuera una organización con
m uchos altos cargos, en lo que respecta a la graduación le n ie n d o en
cuenta cada una de las secciones de las SS, incluida la extensa Waffen-
SS, casi una cuarta parte de todos los oficiales que tenían el grado de
SS-Sturmbannführer en 1944 (es decir, 714 de un total de 3.006, o sea
el 23,8 p o r 100) trabajaban para la R S H A . Las cifras correspondien­
tes a los grados superiores eran las siguientes:

Obersturmbannführer 240 de 1.199 (20 po r 100)


Standartenführer 95 de 623 (15,2 po r 100)
Obeiführer 41 de 274 (15 p o r 100)
Brigadeführer 31 de 270 (11,5 p o r 100)
Gruppenführer 7 de 94 (7,4 por 100)
Obergruppenführer 4 de 91 (4,4 p o r 100)
Oberst- Gruppenführer 0 de 4 (0 p o r 100)

Estas estadísticas son notables y sirven para indicar el tam año y el


alcance de la red que tenía la policía de seguridad en 1944, porque
dem uestran que, en ese m om ento, po r lo m enos una quinta parte de
todos los com andantes y coroneles de las SS eran hom bres de la Sipo
160 Historia secreta de las SS

o el SD. En últim a instancia, había alrededor de sesenta y cinco mil


oficiales jóvenes de la policía de seguridad destinados en toda Europa
y Rusia, a los que proporcionaban inform ación más de cien mil infor­
madores locales.
El veintisiete de mayo de 1942, unos agentes checos en Praga le
pusieron una bom ba a H eydrich, p o r entonces vice Reichsprotektor de
B ohem ia y M oravia, que m urió una semana después. A su m uerte, le
fue concedida la O rd en de la Sangre (fue la últim a vez que se conce­
dió de form a postum a tan apreciada condecoración) y se convirtió en
el segundo receptor de la Deutscher Orden (la O rd en Alem ana), una
nueva versión nazi de la orden teutónica m edieval. El asesinato de
H eydrich sacudió a toda la jerarquía nazi y dejó atónito a H im m ler,
porque ponía de m anifiesto su propia vulnerabilidad ante un ataque.
D e inm ediato se duplicó el tam año de su batallón de escolta perso­
nal, el Begleitbataillon RfSS, que iba fuertem ente arm ado. El uno de
enero de 1943, tras bastante angustia e indecisión, finalm ente H im m ler
nom bró sucesor de H eydrich al SS-Obergmppenführer doctor E rnst
K altenbrunner para ocupar el puesto conjunto de jefe de la R S H A y
CSSD
Era inevitable que, antes o después, la R S H A tuviera un enfrenta­
m iento con el Abwehr, el servicio de inteligencia de la W ehrm acht, al
m ando del alm irante Canaris, pero sólo cuando este se vio im plicado
en el com plot del veinte de ju lio de 1944 contra Hitler, el Abw ehr fue
absorbido po r los Ä m ter IV y VI de la R S H A , con lo que las fuerzas
armadas alemanas fueron la única gran organización m ilitar europea
que no disponía de su propia red de inteligencia. A m edida que la
guerra se fue acercando a su fin, los hom bres de la Sipo y el SD co n ­
siguieron papeles falsos y pasaron a la clandestinidad, de la que salie­
ron para enfrentarse a un ju icio p o r sus actividades durante la guerra
o, con más frecuencia, para seguir con sus viejos papeles de especialis­
tas com o agentes de los estadounidenses o de los rusos, m ientras
O rien te y O ccidente se preparaban para lo que entonces parecía una
confrontación casi inevitable.
U na parte de la organización policial participaba en obligaciones de
com bate más activas que el resto de la O rp o o la Sipo. D urante el
período com prendido entre 1940 y 1942 m uchos miembros jóvenes de
La Allgemeine-SS 161

Kurt Daluege acompaña a Lina Heydrich en el funeral de su esposo. Karl Hermann


Frank aparece haciendo el saludo a la derecha, junto al presidente títere de
Bohemia y Moravia, el doctor Emil Hácha.

la Ordnungspolizei, a los que se sumaron los reclutas de la Allgemeine-SS,


fueron trasladados a treinta regim ientos policiales independientes,
recién creados, que com prendían más de cien batallones de quinien­
tos hom bres cada uno. Estaban organizados y equipados siguiendo
pautas militares y servían com o tropas de seguridad en los países ocu­
pados. E n febrero de 1943, a estas form aciones alemanas se les dio ofi­
cialm ente el nom bre de R egim ientos Policiales de las SS, para distin­
guirlas de las recién form adas unidades locales de «Fusileros de la
Policía»; posterio rm ente adquirieron fama por su brutalidad extrem a
y p o r su lealtad fanática hacia H im m ler y el régim en nazi. Eran rela­
tivam ente pocos los R egim ientos Policiales de las SS que estaban
acuartelados en O ccidente. El 4o, el 14°, el 19° y el 29° fueron a
Francia, y el 26° y el 27°, a N oruega, m ientras que a D inam arca se
enviaron sólo dos batallones de la Policía. En Bélgica pareció que no
hacía falta ningún despliegue de la Policía alemana. La situación en
Italia era un poco más volátil, con una amplia actividad de los partí-
162 Historia secreta de las SS

Hitler rinde el último homenaje a Reinhard Heydrich en el funeral de Estado wag-


neriano que se celebró en su honor en la Cámara de los Mosaicos de la nueva
cancillería del Reich, el nueve de junio de 1942. Karl Wolff y el SS-Gruppenführer
Gauleiter doctor Friedrich Rainer se encuentran entre los miembros de la guardia
de honor, que reúne a miembros de las SS, la Policía, el NSDAP, el Ejército, la Marina
y la Luftwaffe. A pesar de todas sus responsabilidades en la Policía de seguridad,
Heydrich todavía tuvo tiempo para participar en más de sesenta misiones como
piloto de caza en el frente ruso; lo mataron detrás de las líneas enemigas y ganó
la Cruz de Hierro de Primera Clase.

sanos, que requirió la presencia de varios R egim ientos Policiales de las


SS, el 10°, el 12° y el 15°, y varias unidades locales.
La gran mayoría de los R egim ientos Policiales de las SS fueron des­
tinados a Rusia, el este de Europa y los Balcanes, donde vagaban g ru ­
pos de partisanos que tenían la fuerza de una brigada, o más, y que cau­
saban estragos perm anentes detrás de las líneas alemanas. En 1942
hicieron responsable a H im m ler de todas las operaciones de la contra­
guerrilla y él nom bró jefe de las unidades antipartisanas (C hef der
Bandenkampfverbände) al SS-Obergruppenführer Erich von dem Bach,
antiguo jefe de la Oberabschnitt N oroeste. En seguida se hizo evidente
que los territorios que había que controlar, sobre todo en R usia, eran
tan extensos que la Policía de las SS necesitaba más apoyo. En conse-
La Allgemeine-SS 163

Soldados de la Polizei-Division, que se distinguen por la combinación de insignias


del Ejército, la Policía y las SS que llevan en el uniforme, durante un entrenamiento
con morteros en abril de 1940.

cuencia, varias milicias locales progerm anas y varias unidades de la


guardia nacional compuestas exclusivamente p o r bálticos, cosacos y
ucranianos se fusionaron en una fuerza policial auxiliar conocida com o
la Schutzmannschaft der Ordnungspolizei, o Schum a, que po sterio rm en ­
te se amplió para incluir a una Schutzmannschaft der Sicherheitspolizei.
Por lo general, los m iem bros de la Schum a eran nacionalistas de cora­
zón, cuyo objetivo principal era derrotar al com unism o y que veían a los
alemanes com o liberadores. Asimismo, desde un p u n to de vista prácti­
co, po r el hecho de prestar servicio en la Schum a, ellos y sus familias
recibían un trato favorable po r parte de los nazis. Las unidades de la
Schum a com etieron a m enudo terribles atrocidades contra sus propios
com patriotas en un esfuerzo por dem ostrar que su lealtad al R e ic h era
incuestionable y que eran «más alemanes que los alemanes».
164 Historia secreta de las SS

IM FRONTEINSATZ
En esta postal, realizada para el Día de la Policía alemana de 1942, aparecen
miembros de la Ordnungspolizei y la Sicherheitspolizei patrullando juntos en el
frente oriental. Su simbolismo destaca los estrechos lazos entre las SS y la Policía
y el hecho de que ambas organizaciones participaron de lleno en los combates.
La Allgemeine-SS 165

Mientras fue HSSPf en Serbia, el SS-Gruppenführer August Meyszner (a la izquierda)


estuvo a cargo de todas las operaciones contra la guerrilla que se llevaron a cabo en
el país. Aquí aparece consultando con el SS-Obergruppenführer Artur Phleps, de
la División «Prinz Eugen», durante la primavera de 1943. Destaca en particular la
diferencia entre las insignias que llevan en el cuello y las polainas de los dos hombres.

En Polonia, doce R egim ientos Policiales de las SS colaboraron


con la W ehrm acht para m antener el orden, apoyados p o r la policía
polaca y por doce batallones de la Schum a. C atorce R egim ientos
Policiales de las SS prestaban servicio en Bielorrusia, com o así tam bién
siete R egim ientos de Fusileros de la policía, que eran unidades m ix­
tas de alemanes y rusos, y u n bu en núm ero de batallones de la
Schum a. E n Estonia se form aron veintiséis batallones de la Schum a,
que en mayo de 1943 fueron rebautizados con el nom bre de
«Batallones de la Policía Estonia» y recibieron el uniform e de la poli­
cía alemana debido a sus antecedentes fiables. Se calcula que quince
mil letones y trece mil lituanos prestaron servicio en otros sesenta y
cuatro batallones de la Schum a, que se desplegaron a través del fren­
te oriental, desde la R e g ió n O riental hasta Yugoslavia, mientras que tan
166 Historia secreta de las SS

sólo U crania sum inistró setenta m il voluntarios que com batieron en


otros setenta y un batallones de la Schum a. En Croacia, los pronazis
organizaron un Einsatzstaffel del tam año de un regim iento, con h o m ­
bres de la A llgem eine-SS vestidos con uniform es que parecían de las
SS, y quince m il hom bres más ingresaron en una Gendarmerie ger-
manocroata m ultinacional de treinta batallones. A una escala más
reducida, los serbios form aron diez batallones auxiliares de la policía
y los albaneses dos regim ientos de fusileros de la policía. Todas esas
form aciones auxiliares locales (y había m uchas más que las que aquí
se m encionan apenas) estaban totalm ente separadas de las legiones
extranjeras de la W ehrm acht. Eran organizaciones policiales que esta­
ban subordinadas directam ente a los com andantes locales de la O rp o
y la Sipo y que, en últim a instancia, recibían órdenes de H im m ler a
través de sus HSSPf. De hecho, eran prolongaciones rem otas de la
A llgem eine-SS que actuaban en los territorios ocupados.
Cada com andante de una Oberabschnitt p o r lo general tenía el
cargo de Höhere SS- und Polizeiführer, o H SSPf (com andante superior de
las SS y la P o licía) de la re g ió n . A c tu a b a c o m o r e p r e s e n ta n te
de I íim m ler y tenía jurisdicción técnica sobre todas las form aciones de
las SS y la Policía con sede en la Oherabschnitt. La estrecha relación
entre las SS y la Policía al final trajo com o consecuencia la creación de
una adm inistración conjunta a nivel regional y esa fusión resultó par­
ticularm ente conveniente en los territorios recién ocupados, donde
hubo que establecer en seguida una estructura adm inistrativa probada
y dem ostrada, tanto para las SS com o para la policía. Por consiguien­
te, en los países conquistados, al igual que en la propia A lem ania, el
cuartel general de las SS y los puestos de m ando de la policía se
solían instalar en el m ism o edificio y a m enudo se intercam biaban
personal. D urante 1943 y 1944 Hans Priitzm ann fue Höchste S S - und
Polizeiführer (com andante suprem o de las SS y la Policía) en el sur de
R usia y Karl W olff ocupó un cargo similar en Italia, de m odo que esos
dos oficiales eran los de más alto grado de todos los HSSPf.
Por debajo de los H S SPf había varios SS- und Polizeiführer y
Polizdgebietsßihrer locales que dirigían las operaciones de las SS y la
policía en zonas en las que los partisanos y otros insurgentes civiles
planteaban problemas particulares. Además, en cada ciudad im portante
La Allgemeine-SS 167

de Alem ania y los territorios ocupados había un Befehlshaber der


Ordmmgspolizei (BdO) con su Befehlshaber der Sicherheitspolizei und des S D
(BdS), cuya autoridad estaba restringida a su policía uniformada local y a
sus fuerzas policiales de seguridad respectivamente.
E n la práctica, la autoridad absoluta de los com andantes superio­
res de las SS y la Policía fue puesta cada vez más a prueba, durante la
guerra, p o r los jefes de las Hauptämter de las SS, p orque les parecía que
ellos tenían que tener la suprem acía en todas las cuestiones relaciona­
das con el funcionam iento de sus departam entos, y tam bién p o r los
generales de la Waffen-SS, que exigían total autonom ía de acción en
el despliegue de sus tropas. Pero al hacerlo se oponían a las órdenes
directas de H im m ler, porque el sistema de los H S S P f estaba concebi­
do com o u n escalón administrativo esencial en la progresión prevista
p o r el Reichsführer hacia el Staatsschutzkorps, y lo reforzó hasta el final.
A m enudo publicaba decretos que confirm aban la jurisdicción de sus
H S S P f sobre todos los oficiales de las SS y la policía de su región, sin
excepción, lo que incluía expresam ente a los m iem bros de la
Allgemeine-SS, la Waffen-SS, la O rpo, la Sipo y el SD, y a los represen­
tantes del H auptam t R K F y elV O M Í. N o obstante, m ientras el R e ic h
com enzó a replegarse en todos los frentes, los aliados, a m edida que
avanzaban, fueron arrebatando su feudo a los H S S P f de los territorios
ocupados previam ente y la lucha p o r la supervivencia dejó atrás la
espléndida visión del cuerpo de protección del Estado. E n 1945, los
H S S P f se habían convertido en meras figuras decorativas, que casi no
tenían capacidad para dirigir las enorm es fuerzas que, técnicam ente,
seguían teniendo bajo su m ando.

E l im p e r io in d u s t r ia l

Adem ás de ser una gran consum idora de bienes y m ateriales, las


SS tam bién los producían a gran escala. Antes de la guerra, H im m ler se
p erm itió em prender algunas actividades económ icas de productividad
lim itada, o SS Wirtschaftsunternehmúngen, com o la fábrica de agua
m ineral Apollinaris, en Bad N euenahr. Se hizo m ucha publicidad de
la fábrica de porcelana de las SS en Allach, satélite del cam po de con­
168 Historia secreta de las SS

centración de D achau, donde se fabricaban piezas decorativas de alta


calidad, así com o tam bién utensilios básicos de cerám ica para usar en
la cocina. La espadería de D achau, que m antenía viva la tradición de
fabricar armas de hoja de acero dam asquinado de alta calidad, fue otro
ejem plo del aspecto aceptable de la econom ía de las SS, en la que se
trataba m uy bien a los trabajadores para proteger sus preciosas habili­
dades. N o obstante, la guerra y la adquisición de grandes territorios
fértiles increm entaron considerablem ente el alcance de esas actividades.
La agricultura y la ganadería en Polonia, y la industria m aderera, la
m inería y la pesca en R usia entraron en la esfera de la econom ía de
las SS. Se form aron las correspondientes U nidades de O peraciones
Económ icas de las SS, o Wirtschaftskommandos, para coordinar los pro ­
yectos empresariales locales y, entre 1941 y 1944, las SS explotaron la
riqueza, los recursos y la población del este, que fueron conquistados
a una escala masiva.
En la propia Alemania, durante la guerra, se notaba una variedad
igual de amplia, e incluso m ayor am bición de actividad económ ica,
p o r parte de las SS. Así com o la organización consiguió bastante inde­
pendencia en la esfera del sum inistro militar, tam bién trató de alcan­
zar, y alcanzó, la independencia en el cam po más general de la p roduc­
ción. El sistema de los campos de concentración le proporcionó una
fuente casi inagotable de m ano de obra barata y prescindible y, en los
casos concretos en los que no convenía establecer una em presa pro ­
pia, se enviaba a los trabajadores de los campos a empresas privadas o
se los subcontrataba, y las SS cobraban p o r ello. Los proyectos que de
este m odo llevaban a cabo las SS abarcaban desde la confección hasta
el arm am ento, y desde la explotación de canteras hasta la construc­
ción de aviones; casi dos m illones de trabajadores se «emplearon» en
los negocios de Himmler. En 1944 las SS habían desarrollado su propio
sistema económ ico, com pleto y generalizado, en el cual se encontra­
ban las m aterias prim as, las fábricas que las procesaban, los trabajado­
res que las m anipulaban y, p o r últim o, los consum idores que las absor­
bían. En definitiva, controlaba más de quinientas plantas industriales
y producía el 75 por 100 de las bebidas no alcohólicas de Alem ania y
prácticam ente todos los m uebles del país. Además, en virtud de esa
actividad económ ica, las SS m antenían representantes y contactos influ-
La Allgemeine-SS 169

La fábrica de municiones, dentro de ios confines dei campo de concentración de


Dachau, muestra a los reclusos trabajando en la fabricación de componentes para
fusiles para la Waffen-SS y la Policía.

Los prisioneros de Dachau fabricaron grandes cantidades de granadas para fusiles,


bengalas para hacer señales y otros explosivos. Las SS empleaban a los reclusos de
confianza como inspectores para garantizar que se mantuviera el control de calidad.
Si se descubría a algún recluso saboteando la producción, automáticamente se lo
condenaba a muerte.
170 Historia secreta de las SS

yentes en m uchos puntos de la vida industrial norm al de Alemania.


D e hecho, H itler solía decir en brom a que I lim m ler era el principal
industrial de Alemania.
Por su parte, el Reichsführer atribuía la m áxim a im portancia a
aprovechar lo m ejor posible toda la m ano de obra disponible en los
campos de concentración. Estaba previsto que los proyectos de cons­
trucción de las SS después de la guerra Alcanzaran una escala tan gran­
de que en 1942 se ordenó la creación de una reserva en el cam po de
cinco mil canteros y diez m il albañiles. Esos obreros servirían para
proporcionar al Estado por lo m enos cien mil m etros cúbicos de gra­
nito al año, más de lo que se produjo jam ás en las canteras del anti­
guo R eich. C o m o antes de la guerra sólo había cuatro m il canteros
cualificados en toda Alemania, se prom ovió u n am plio program a de
form ación. Se dieron órdenes a los com andantes de los campos para
que aum entaran la eficacia de los prisioneros elegidos para recibir for­
m ación, proporcionándoles alim entos y ropa adecuados, y se recom ­
pensaba a los que estaban dispuestos a adquirir form ación, para dar
ejem plo a los indiferentes. U n o de los mayores incentivos era que los
reclusos que superaban con éxito el proceso de form ación quedaban
exentos de ser trasladados a otros campos m enos hum anitarios, o a los
campos de exterm inio.
A los efectos de la construcción y la edificación, Alem ania se divi­
dió entonces en cuatro grandes C uerpos de Inspecciones de O bras de
las SS, los SS-Bauinspektion Reich, con cuarteles generales en Berlín,
Dachau, Posen y W iesbaden. E n tiempos de guerra, las actividades que
llevaban a cabo sus obreros incluían la construcción de carreteras y la
edificación de cuarteles y campos de entrenam iento. Los planes para
establecer los cim ientos de una gran ciudad de las SS, la llamada SS-
Stadt, cerca del castillo de W ewelsburg, se tuvieron que aparcar hasta
después de la guerra. M ientras tanto, las brigadas de construcción de
las SS, o SS-Baubrigadcn, formadas por reclusos no cualificados de los
campos de concentración, colaboraban para despejar las zonas b o m ­
bardeadas. Se destinaron gran cantidad de prisioneros para construir
los campos de exterm inio y varios em plazam ientos para hacer expe­
rim entos con misiles y tam bién para trasladar las plantas vitales de
producción bélica a lugares subterráneos secretos en Alem ania, antes
La Allgemeine-SS 171

de «hacerlos callar de form a definitiva». E n los territorios ocupados


era habitual utilizar para fines constructivos generales a las form acio­
nes conocidas com o las U nidades de Trabajo en el Frente de las SS, o
SS-Frontarbeiterunternehmen, compuestas sobre todo po r trabajadores
extranjeros, m ientras que en la mayoría de las grandes ciudades había
almacenes para el equipo de construcción, o SS-Bauhöfe, donde se
guardaban los equipos de reserva.
Toda esa industria estaba coordinada y dirigida por la SS Wirtschafts­
und Verwaltungshauptamt, o WVF1A (la Oficina C entral de Econom ía y
Administración de las SS). A las órdenes del SS-Obergruppenführer Oswald
Pohl, laW V l LA se form ó en marzo de 1942,p o r la fusion de tres depar­
tamentos:

1. La vieja Venmltungsamt (oficina administrativa) de la Hauptamt


de las SS.
2. El Hauptamt Haushalt und Bauten (departam ento de finanzas y
construcción) y
3. La oficina del Inspekteur der Konzentrationslager (cuerpo de ins­
pectores de los campos de concentración).

C o n su creación se reconoció el potencial que tenía el sistema


policial y de las SS para generar sus propios ingresos y se resolvió el
problem a del conflicto de intereses y la división de la autoridad en
cuestiones tales com o la distribución de la m ano de obra de las p ri­
siones y los campos de concentración.
C o m o ocurría con las demás SS Hauptämter, la com petencia de la
W V H A abarcaba a todas las SS. La Allgemeine-SS era, en su mayor parte,
una organización no rem unerada y con m uy poco equipo, de m odo
que para adm inistrar tanto los suministros com o las finanzas de esa
ram a no hacía falta una m aquinaria demasiado am pha ni complicada.
Sin em bargo, tanto la contratación con jo rn ad a com pleta del perso­
nal de la A llgem eine-SS com o el m antenim iento de sus bienes y la
supervisión de la provisión de armas, uniform es y equipo a nivel
regional quedaban dentro del alcance de la W V H A . La W affen-SS y la
policía le im pusieron mayores obligaciones, com o la supervisión de las
unidades administrativas de la Waffen-SS, el suministro de la vestimenta
172 Historia secreta de las SS

de la W affen-SS y la realización de obras de ingeniería y construcción.


Además, en cada territo rio ocupado se adscribía al H S S P f un
Wirtschaftsführer (oficial de econom ía) de la W V H A para coordinar la
adm inistración conjunta de las SS y la policía. C uando bom bardearon
el cuartel general nacional de la policía uniform ada, en febrero de
1944, esta trasladó la mayor parte de sus departam entos a las instala­
ciones de la W V H A , que a partir de entonces prestó servicios en
nom bre de la Ordnungspolizei, no sólo en los territorios ocupados sino
tam bién en el propio R eich. Además de esas actividades, la W V H A era
la m áxim a autoridad financiera de las SS y dirigía la extensa gama de
inversiones económicas de las SS. En gran medida, el trabajo cotidiano
de la W V H A estaba descentralizado y lo llevaban a cabo los departa­
m entos administrativos de las diversas S S Hauptämter, los funcionarios
administrativos adscritos a los H S S P f y las secciones administrativas, a
nivel de Oberabschnitt y Abschnitt. D e todos m odos, la W V H A siguió
ocupándose de la supervisión general de toda la adm inistración de las
SS y la policía y de nom brar al personal administrativo.Tenía que apro­
bar la prom oción de los oficiales administrativos de las SS y la policía
y actuaba en estrecha colaboración con el Führungshauptamt de las SS
en relación con los cursos de form ación administrativa, para los que
m antenía dos escuelas especializadas, una en Arolsen y otra en
D achau. El Verwaltungsdienst (servicio administrativo) de las SS incluía,
para los soldados rasos, los puestos de carnicero, cocinero, contable,
funcionario encargado del acantonam iento de las tropas, pagador,
panadero, secretario y tendero, m ientras que los oficiales se especiali­
zaban en agricultura, explotación forestal, ingeniería y m inería, ade­
más de las tareas administrativas en general. Las SS tenía su propio sis­
tem a de suministros, independiente del de la W ehrm acht, para lo que
se construyó una extensa red de depósitos y almacenes en Alem ania
y en los territorios ocupados que, desde el punto de vista operativo,
quedaban som etidos al control de la Führungshauptamt de las SS,
aunque en realidad se repartían la responsabihdad del sum inistro entre
la Führungshauptamt y la W V H A . En térm inos generales, la prim era se
encargaba de las armas, las m uniciones y el resto del equipo técnico,
m ientras que la segunda se encargaba de las raciones, la vestim enta, la
m adera, el carbón, el forraje y los artículos personales. La W V H A
La Allgemeine-SS 173

tam bién se encargaba de com prar cuero y tejidos aJ p o r mayor, si bien


de todas las demás m aterias prim as que se com praban para las SS se
ocupaba una Rohstoffamt (oficina de m aterias primas) especial, adscri­
ta al Persönlicher Stab R fS S .
En 1945 la W V H A había crecido hasta incluir cinco ramas dis­
tintas, o Amtsgruppen , cuyas funciones se distribuían en general de la
siguiente manera:

Amtsgruppe A Finanzas, derecho y adm inistración (SS-Briga-


deführer H einz Fanslau)
Amtsgruppe B Suministros, acantonam iento y equipo (SS-
Gruppenführer G eorg Lörner)
Amtsgruppe C O bras y construcciones (SS-Gruppenführer
doctor H ans Kam mler)
Amtsgruppe D Cam pos de concentración (SS-Gruppenführer
R ichard Gliícks)
AnitsgriippeV? Actividades económ icas (SS-G ruppenführer
A ugust Frank)

P ohl resultó un adm inistrador m uy capaz de todo el sistema y, al


finalizar la guerra, la W V H A había adquirido un im perio económ ico
de alcance nacional para las SS,
A su vez, el Amtsgruppe W estaba dividido en ocho departam en­
tos distintos, o Ämter; a finales de 1944, que se detallan en el cuadro
de la página siguiente, ju n to con las principales actividades que que­
daban bajo su jurisdicción, para mostrar la gran variedad de empresas que
acometían las SS en esa época. Por su misma naturaleza, el Amtsgnippe W
estaba bastante descentralizado y cada u n o de sus Ä m ter quedaba fuera
del cuartel general de la W V H A .
La inmensa industria de los campos de concentración era supervi­
sada en el terreno por apenas unos cuantos oficiales inferiores y subofi­
ciales de las SS, con la colaboración de gran cantidad de tropas extran­
jeras auxiliares y de los reclusos de más edad, conocidos com o los ältesten.
Esos reclusos actuaban com o capataces, o Kapos, y estaban exentos de
todas las demás obligaciones del campo. Por lo general, se encom enda­
ban esas tareas a los prisioneros políticos y a los delincuentes habitua-
174 Historia secreta de las SS

A M T S G R U P P E W - L A S A C T IV ID A D E S E C O N Ó M IC A S D E L A S S S

AMT I Deutsche En!- und Steilim tke GmbH, o D .E .St. (Sociedad A lem ana de Fábricas
de Ladrillos y Arcilla, SRL), a las órdenes del SS-Obasturinbaiinßihrer Karl
M um m enthey.
Sección 1: Fábricas de ladrillos.
Situadas en los cam pos de concentración de Sachsenhausen, N euengam m e,
tiuchenw ald y Stntthof.
Sección 2: Canteras.
Esta sección supervisaba las canteras de granito de M authausen, G ross-K oscn,
Flössenburg y N atzw eiler: canteras de roca en K o ta u y Linz: m anipostería en
O ranienburg; extracción, de grava en A uschw itz, y una destilería para la investi­
gación de la pizarra bitum inosa en N atzweiler.
Sección 3: 'Trabajos en losa y porcelana.
Estaban en funcionam iento en Allach, D achau y tam bién en Bohemia.

A M T II H am ofinm kc und y.einentfabrikcn (fábricas de cem ento y m aterial de construc­


ción), a las órdenes del S S -O h cm um ham ißihm do cto r 1 lanns B oberm m .
Sección 1: M ateriales de construcción.
En estas plantas se fabricaban placas de yeso, aislamientos, tejas, etcétera; estaban
situadas en Posen, B jclití y Z ichenau.
Sección 2: Fábricas de cem ento.
La principal empresa do esta sección era la Fábrica de C e m e n to G olleschati, en
A uschw itz.
Sección 3: Fábricas orientales.
Se ocupaban de la gran cantidad de empresas de construcción rusas de las que se
hizo cargo en bloque las SS durante 1941 y 1942.

A M T III E m ähninp Betriebe (industria alim enticia), a las órdenes del SS-Oberfiihrer Karl
Möckel.
Sección 1: Agua mineral.
Las SS tenían tres tábricas ele bebidas sin alcohol, con las marcas Sudetenquell,
M attoni y Apollinaris, y una planta em botelladora asociada, la Rheingiassfabrik.
Sección 2: Procesam iento cárnico.
Se llevaba a cabo en A uschw itz, D achau y Sachsen ha usen.
Sección 3: Panificación.
I labia panaderías de las SS en Auschwitz, 1)achau. Sachsenhausen, H ertogenbosch,
Lublin y Plaszow.

A M T IV Deutsche Ausriistuiipwcrke, o D.A.W. (Fábricas Alemanas de Equipo), a las órdenes


del SS-Sttmnbannfiihrer do cto r H anns May.
Sección 1: A rm am entos militares.
La participación de las SS cu la industria de arm am entos y m uniciones fue cu
aum ento a m edida que avanzaba ¡a guerra, n o sólo a los efectos de proporcionar
suministros a la WaJfen-SS sino tam bién para colaborar co n los fabricantes de
armas tradicionales, suministrándoles m ano de obra barata. Las SS fabricaban buena
parte de sus propias armas e instrum entos técnicos e n A uschw itz, N euengam m e,
R avcnsbriick, Sachsenhausen, S tn tth o f, L ublin y PlasKow; m antenían un taller
de verificación y reparación de piezas de artillería en S tu tth o fy fundían restos de
cables en D achau. Además, se m ontaban piezas para aviones en Flössenburg,
La Allgemeine-SS 175

M authausen y N atzw eiler para las empresas M esserschm itt y Junkers, llein k el
contrataba a las SS para fabricar hangares para ellos en Sachsenhausen, se repara­
ban cureñas de cañones en M authausen, se m ontaban granadas de m ano en
Sachsenhausen y se cortaban diam antes industriales en I lertogenbosch y Belsen.
Sección 2: C arpintería y ebanistería.
Rn casi todos los cam pos de concentración había un taller de fabricación de
muebles, donde se confeccionaban artículos tanto para consum o m ilitar com o
civil.
Sección 3: Tejidos.
La gran mayoría de los uniform es de las SS y la policía se confeccionaban en las
llamadas SS-Bckieidtmgstwrke (fábricas de topa) de los campos de concentración y
había un almacén central en Dachau. Además, las SS fabricaban cintas y galones
para la W ehrm acht, con una su b c o n tn ta para la empresa Schwarz de Ham burgo.

ΑΜΊ V Land-, Forst- un il Fischereiwirischcifl (A gricultura, explotación forestal y pesca), a las


órdenes del SS-Oberstiinnbamifiiltrer H einrich Vogel.
Sección 1: Investigación en n utrición y alim entación.
Esta sección com praba animales tanto vivos com o m uertos, com o conejillos de
Indias, ratones y ratas, para usarlos en experim entos en los institutos de investi­
gación de las SS.También criaba conejos de angora en Auschwitz y se encargaba
de cultivar plantas m edicinales y especias en m uchos otros campos.
Sección 2: Explotación forestal.
Administraba el uso económ ico de los bosques situados en terrenos de lis SS.
Sección 3: Pesca.
I as SS dirigían una empresa de procesam iento de pescado con el nom bre com er­
cial de Antón Loibl G m bH .

A M T V! Ίί-xiil- und Lcdenvrivertutig (Re-procesamiento tic artículos textiles y de cuero), a


las órdenes del SS-OberstiirmbcmnfiiliKr Fritz Lechler.
Había fábricas textiles y de artículos de cuero en D achau y R avensbriick, en las
que se reciclaban los viejos uniform es, i inturones, botas, etcétera, para enviarlos
a las unidades de com bate de la Waffen-SS y la policía.T am bién procesaban las
prendas confiscadas a los reclusos de los cam pos de concentración, que a su vez
se enviaban a las SS-B A lci du ugswerke, donde las convertían en uniform es.

A M T VII Buch und Bild (Libros y cuadros), a las órdenes del SS-Sturmbannßihrer doctor
Alfred Mischke.
Sección 1: Nordland-V erlag.
La editorial de las SS que producía libros y revistas sobre la historia y la cultura
germánicas para consum o del público en general.
Sección 2: B auer & Co.
U n a empresa de restauración de cuadros de las SS, que trabajaba para im portan­
tes galerías de arte europeas y que tam bién confiscó pinturas valiosas para exhi­
birlas en W ewelsburg o en la Casa de Arte Alemán de M unich.

A M T VIII Kuürirbautm (M onum entos culturales),a las órdenes del SS-Oiimliiniifimii/ii/inTHoBt


Klein.
Sección l: Sociedad para el M antenim iento de los M onu m en to s Alemanes,
Se ocupaba del m antenim iento y la me'|ora de los edificios históricos, incluidos
los castillos de las SS en Wewelsburg, Kranichfeld y Sudelfeld. M ucho« de los tapi-
176 Historia secreta de las SS

ces y las tallas en madura que se utilizaban para adornar esas instituciones fueron
fabricados por artesanos en Buchenw ald y en otros cam pos de concentración.
Esta sección tam bién supervisaba la Escueta de D am asquinado de las SS en
Dachau.
Sección 2: Fundaciones conm em orativas.
Ε-ί ,ι sección se ocupaba fundam entalm ente del Fondo C onm em orativo del R ey
E nrique y la Fundación Externsteine; esta última se ocupaba de un refugio situado
en m edio de un grupo de rocas en la Selva de Teoteburgo.

les. porque solían ejercer gran influencia sobre sus camaradas. M uchos
puestos administrativos dentro de los campos tam bién se confiaban a
'letenninados reclusos y buena parte de la adm inistración la llevaban
a cabo los propios prisioneros. El empleo de reclusos para hacer el traba­
jo de oficina tam bién brindaba a los funcionarios del cam po la o p o rtu ­
nidad de provocar enfrentam ientos entre los prisioneros y de convertir-

Hombres de las SS vigilando a unos judíos húngaros en la terminal ferroviaria de


Auschwitz en el verano de 1944. Esta fotografía indiscreta se encontró en
Checoslovaquia al final de la guerra entre las posesiones de un soldado de la
Waffen-SS que había muerto y que antes había prestado servicio en el campo.
Himmler había prohibido expresamente que se tomaran este tipo de instantáneas
de recuerdo, porque era consciente de que en algún momento se podían usar
como prueba en contra de las SS.
La Allgemeine-SS 177

los en cabeza de turco por los robos


y otros delitos menores cometidos
por algunos de los hombres de las SS,
Por lo general, el contingente p er­
m anente de las SS en cada campo era
bastante reducido; por ejemplo, en
Dachau apenas hubo algo más de
trescientos veteranos de la Tolenkopf,
todos de más de cuarenta años, para
supervisar a diecisiete mil reclusos
en 1943. Sin embargo, la mayoría de
los campos tam bién tenían en las
proximidades campos de entrena­
m iento de la Waffen-SS, en Jos cua­
les se reclutaban más hombres, por
turnos, y en los que se podían obte­
ner refuerzos en caso de emergencia
si era necesario.
D urante la segunda m itad de la
guerra el horario de trabajo de la
mayoría de los prisioneros aum entó
de form a considerable. En 1944 lo
habitual era trabajar once horas por Un típico guardia de un campo de
día, incluso durante los meses de concentración, en febrero de 1945.
Esta es una de las únicas tres
invierno, y sólo se reservaba para el fotografías que se conocen en las
descanso el dom ingo po r la tarde. La que se ve la insignia de cuello con la
esvástica de dos brazos, que se
debilidad y la m ortalidad aum enta­
utilizó a partir de septiembre de
ron rápidam ente, y la productividad 1944 para identificar a los guardias
de los reclusos se m antuvo m uy por de los campos de concentración que
trabajaban con jornada completa y
debajo de las altas expectativas de que habían sido transferidos obliga­
H im m ler y de Pohl. En consecuen­ toriamente de la Wehrmacht, la SA,
cia, había que em plear cada vez a la Werkschutz, o alguna otra organi­
zación similar que no perteneciera a
más personas incluso para m antener las SS. Esos hombres, que casi no
el mismo nivel de producción. La tuvieron nada que ver con los horrores
del sistema de los campos, fueron
R S H A com enzó pronto a trasladar los más castigados por las represalias
en masa a los elem entos antisociales aliadas, una vez liberados aquellos.
178 Historia secreta de las SS

y los delincuentes que com etían delitos m enores desde las prisiones
estatales convencionales de Alemania a las fábricas de los campos de
concentración y, según un inform e de la W V H A del quince de enero
de 1945, la cantidad de reclusos encarcelados en ese entonces alcanzó
la cifra récord de 715.000 personas, incluidas doscientas mil mujeres.
Es probable que una tercera parte de ellos perdiera la vida, posterior­
m ente, durante las agotadoras marchas de evacuación organizadas
cuando los aliados com enzaron a avanzar hacia los campos. El tribunal
de N urem berg estimó en m edio millón la cifra total de prisioneros que
m urieron durante la guerra, por debilidad y enferm edad, m ientras tra­
bajaban para las SS en los campos de concentración y en los complejos
industriales del R eich.
El partido nazi en general, com o m ovim iento nacionalista y anti­
socialista, contó desde el principio con el apoyo de las grandes em pre­
sas. Las SS resultaban particularm ente atractivas para los grandes grupos
industriales, com o 1. G. Farben, cuyos directores se oponían, al igual que
Him mler, a la costosa protección de los antiguos nobles hacendados
prusianos y com partían con él el objetivo de conseguir la hegem onía
de Alemania en toda Europa, en un bloque económ ico cerrado, inde­
pendiente del capital estadounidense y del m ercado m undial. D urante
la primavera de 1934 H im m ler se hizo amigo de W ilhelm Keppler. uno
de los directores de I. G. Farben, y le otorgó el grado honorífico de SS-
Gruppenfiihrer a cambio del cual Keppler jugó un. papel decisivo en la
creación del llamado Freundeskreis RfSS (el Círculo de Amigos del
Reichsführer de las SS), un grupo de ricos industriales y asesores em pre­
sariales que aceptaron hacer contribuciones financieras regulares para
las actividades culturales, sociales y caritativas de las SS, a cam bio del
apoyo y la protección de blim m ler. A unque el instigador del
Freundeskreis fue Keppler, su m iem bro más destacado era el renom bra­
do barón y financiero K urt von Schröder, en cuyo Banco de Colonia
estaba la cuenta especial, con el nom bre en clave de «S», que recibía las
donaciones del Freundeskreis. Tam bién cabe destacar, entre los m iem bros
conocidos del Círculo, al doctor Rasche, director del Banco de Dresde;
el doctor Lippert, Oberbürgermeister de Berlín; el doctor R itter von Halt,
director del D eutsche Bank y a G ottfried G raf von Bismarck. La indus­
tria pesada estaba representada, entre otros, por: el director general
La Allgemeine-SS 179

R ö h n e rt de la compañía meta­
lúrg ica L üdensch eid; S te in -
b rin ck , del consorcio del
acero Flick; Bingel, del grupo
eléctrico Siemens; Biitefisch,
de 1. G. Farben, y Walz de la
com pañía química Bosch.
A lo largo de la vida del
Tercer R eich , el Freundeskreis
ingresó fuertes sumas en las
arcas de las SS y se estableció
una oficina especial, a las
órdenes del SS-Brigadefiihrer
Fritz Kranefuss, para adm i­
nistrar las donaciones recibi­
das del Círculo. Por su parte,
las SS podían conceder a esas
empresas contratos lucrativos
en los territorios conquista­
dos y proporcionarles m ano El ministro de Asuntos Exteriores, Joachim
de obra barata procedente de von Ribbentrop, con su uniforme de SS-
Brigadeführer honorífico, a comienzos de
los campos de concentración. 1936. En ese momento de su carrera Von
Sólo en septiem bre de 1943 Ribbentrop acababa de ser nombrado
embajador de Hitler en Gran Bretaña.
se in gresaron más de un
m illón de R eichsm arks en la
cuenta «S», de los que doscientos m il pro ced ían del p ro p io Von
Schröder, que escribió que estaba satisfecho de p o d e r ayudar a
H im m ler a cum plir sus «tareas especiales». N o cabe duda de que
esos pilares de la sociedad alem ana c o n trib u y ero n considerable­
m ente a aceitar las ruedas de la m aquinaria económ ica de las SS.

La so c ie d a d de las SS

Aparte de la reconocida y lógica evolución de las SS en lo que res­


pecta a su fusión con la Policía y los servicios de seguridad, la organi-
180 Historia secreta de las SS

zación amplió su posición y su esfera de influencia de m anera más


insidiosa. M ediante una política de infiltración discreta, pero rig u ro ­
sa, las SS consiguieron representantes en todas las ramas de la vida oficial
y semioficial alemana. D e hecho, se convirtió en el arquetipo del
«estado dentro del estado», un grupo m uy estrecho de hom bres y
m ujeres poderosos que se regía p o r una serie de norm as rígidas, de las
que la principal era la lealtad a H im m ler y la obediencia in condicio­
nal a sus órdenes.
Después de 1933 pertenecer a las SS siem pre resultaba atractivo,
porque ofrecía un em pleo constante y lucrativo en alguna oficina del
órgano más im portante de Alemania, además de la o p ortunidad de
avanzar rápidam ente en el cam ino del éxito económ ico, político, pro­
fesional o incluso artístico. En consecuencia, la Allgem eine-SS en
seguida superó sus orígenes com o un grupo de guardias y llegó a
representar a una elite racial cuidadosam ente organizada, com puesta
n o sólo p o r intelectuales, sino tam bién por ex militares, com erciantes

Miembros del Reichstag haciendo el saludo a Hitler en 1937. Por todas partes son
evidentes los uniformes de las SS y entre las destacadas personalidades de las SS
que aparecen en el grupo figuran Schaub, Von Ribbentrop, Lammers, Otto
Dietrich, Von Neurath, Darré y Seyss-Inquart.
La Allgemeine-SS 181

El SS-Brigadeführer Arthur Greiser (a la izquierda) y el SS-Gruppenführer Albert


Forster (en el centra), con el Grossadmiral Raeder en un viaje de inspección en
Danzig, en 1939. Greiser, que había sido piloto de la Marina, lleva el uniforme gris
claro de la Allgemeine-SS, mientras que Forster lleva una guerrera politica
personalizada, sin ninguna insignia, en su carácter de jefe de distrito local del
NSDAP. Greiser, que entonces era el segundo de Forster, posteriormente llegó a
ser SS-Obergruppenführer y jefe de distrito de Wartheland (tierra del Warta).

y jóvenes campesinos. E n mayo de 1944, nada m enos que trescientas,


de las mil doscientas personalidades principales de Alemania, inclui­
dos industriales, financieros y profesionales, eran m iem bros de las SS.
Por ese entonces las SS habían llegado a ejercer un dom inio absoluto
en todo el R eich.
Para realizar un estudio sobre las personalidades de las SS se puede
tom ar com o punto de partida el en to rn o inm ediato del Führer. H itler
se rodeó de hom bres de las SS, de los que los principales fueron su
secretario, el SS-Obergruppenführer Philipp Bouhler, y su ayudante per­
sonal, el SS-Obergruppenführer Julius Schaub, ambos com pañeros cons­
tantes y confidentes desde los tiem pos del viejo Stosstrupp. El p rinci­
pal oficial m édico del Führer, el profesor doctor Karl B randt, era
Gruppenführer; su piloto personal, Hans Baur, era Brigadeführer en el
182 Historia secreta de las SS

KSD, y su chofer, E rich Kem pka, era Sturmbannführer. Además, la


mayoría de los jóvenes ayudas de cámara y asesores de H itler, entre los
cuales cabe m encionar a Fritz Darges, O tto Giinsche, W ilhelm
Krause, H einz Linge, Hans Pfeiffer, M ax W ünsche y los herm anos
H ans-G eorg y R ich ard Schulze, eran oficiales subalternos de las SS.
Lo mismo que ocurría con la cabeza del partido sucedía tam bién
con el propio NSDAP. LJno de los puestos clave en lo más alto de la jerar­
quía nazi, el de tesorero del partido, lo ocupaba el SS-Obcrst-Gruppenfiihrer
Franz Xaver Schwarz, que controlaba toda la política financiera del
NSDAP. Por debajo de él había tres SS-Obergruppenführer: Walter 13uch, el
juez supremo del partido; M ax Amann, jefe de la oficina de prensa del
partido, y M artin B orm annjefe de la cancillería del partido. Por citar sólo
dos ejemplos más, el SS-Brigadefiihrer Erich Cassel era el jefe del departa­
m ento racial del NSDAP y el SS-Brigadeführer Bernhard R uberg era el
vice Gauleiter de la sección extranjera del NSDAP que coordinaba todas
las actividades del partido en el extranjero.
Tal vez era previsible que las SS controlaran el acceso a H itler y
dom inaran el NSDAP, pero lo mismo ocurría con la m aquinaria del
Estado. Algunos de los puestos más im portantes del gabinete los ocupa­
ban generales de las SS. El Obergruppenführer doctor Hans Lammers era
el jefe de la cancillería del Keich, mientras que tanto el barón Constantin
von N eurath com o Joachim von lU bbentrop fueron ministros de
Asuntos Exteriores. E n los diversos m inisterios del R eich , ocupaban
treinta y nueve puestos clave los hom bres de las SS, con grados que
descendían desde Obergruppenführer hasta Obersturmbannführer. T un sólo
en el M inisterio de Asuntos Exteriores los oficiales de las SS, entre ellos
W ilhelm Keppler, W alther H ew el y el profesor d octor W erner Gerlach,
que eran jefes de departam ento, ocupaban diez cargos. El Brigadeführer
barón K urt von Schröder, del Freundeskreis RíSS, y el gigantesco
barón, el doctor xMexander von D örnberg, jefe de protocolo, eran
directores ministeriales. El SS-Oberführer profesor doctor Frariz Six,jefe
del A m t V l de la R S H A , tam bién era jefe del departam ento de cultu­
ra del M inisterio de A suntos Exteriores. Es bien sabido que
R ib bentrop tuvo que luchar m ucho para m antener la independencia
del M inisterio de Asuntos Exteriores y del servicio diplom ático con­
tra los abusos del SI ), de m odo que resulta m ucho más significativo que
La Allgemeine-SS 183

El SS-Obergruppenführer Karl Fiehler, alcalde de Munich, descubre el monumento


muniqués en memoria del Freikorps el nueve de mayo de 1942.

tantos hom bres de las SS ejercieran cargos influyentes en la esfera de


actividad que él controlaba.
Teniendo en cuenta que a partir de 1943 H im m ler ocupó el cargo
de ministro del Interior del Reich, era inevitable que las SS estuvieran bien
representadas en esa rama del gobierno. El SS- Obergruppenführer Oswald
Pohl, de la W V H A , fue director ministerial, y el Obergruppenführer doc­
tor W ilhelm Stuckart, fue secretario de Estado. Además, el SS-
Gruppenführer profesor doctor Friedrich Weber, el SS-Brigadeführer doc­
tor A nton Kreissl y el SS-Oberführer Hans R ü d ig e r fueron jefes de
departam ento. N o obstante, la im portancia especial del M inisterio del
Interior iba más allá de la m era lista de personalidades de las SS que
ocuparon cargos en él. N o sólo era el m inisterio que ejercía la máxima
autoridad en todas las cuestiones relacionadas con el frente interno, sino
que además, desde allí, H im m ler podía controlar la amplia burocracia
alemana. El poder de nom brar, prom over y despedir que tenían en el
M inisterio del Interior fue uno de los factores que más fortaleció la
política de infiltración que consiguieron las SS.
184 Historia secreta de las SS

En el M in is te rio de
Propaganda de G oebbels, el
je fe de p rensa del R e ic h ,
el d o c to r O tto D ie trich , era
S S - Obergruppenführer. O tros
oficiales de las SS de alta
g ra d u a c ió n eran: A lfred -
Ingem ar B ern d t, co n tro la­
d o r de radiodifusión; Karl
C erff, jefe de departam ento;
el d o c to r W ern er N au m an n ,
secretario de Estado de p ro ­
paganda, y el d o c to r Toni
W in k e ln k e m p e r, je fe del
d ep artam ento de radiodifu­
sión exterior. C o m o en el
caso del M in is te rio de
Asuntos E xteriores, esa infil­
tra c ió n de las SS en el
M in iste rio de P ropaganda
H im m ler conversa con el S S -O bergru-
ppenführer doctor Hans Lammers, jefe de la tenía una im p o rtan cia espe­
cancillería del Reich, que lleva la guerrera cial, puesto que G oebbels no
blanca de verano. A los principales adminis­
tradores del partido, la Wehrmacht y el era am igo de H im m le r y
Estado (Bormann, Keitel y Lammers), los no es probable que viera
conocían como la «pandilla de los tres».
con buenos ojos la presencia
Dos de ellos (Bormann y Lammers) eran
generales de las SS y, por tanto, estaban de hom bres de las SS entre
sometidos a la influencia directa de sus subordinados. N o cabe
Himmler.
duda de que ese aspecto
rep resen tab a un in te n to
deliberado, p o r parte de las SS, para o b ten e r el control de la prensa
alem ana y de la m aquinaria nacional de propaganda.
E n el M inisterio de Trabajo, el jefe del cuerpo de inspectores de
m ano de obra del R e ic h era el SS-Gruppenführer profesor R u d o lf Jung,
mientras que el SS-Brigadeführer profesor W ilhelm Börger era jefe de un
departam ento y el SS-O heführer Kurt Prey era inspector de trabajo del
R eich. En el M inisterio de Justicia, el SS-Gruppenfiihrer Leo Petri era
ha Allgemeine-SS 185

El SS-Obergruppenführer doctor Otto Dietrich, jefe de prensa del Reich, pronuncia


un discurso durante el primer congreso de la Unión de Asociaciones Nacionales
de Periodistas en el palacio del Dux, en Venecia, el nueve de abril de 1942.

m iem bro del tribunal popular y el SS-Obcrführer Karl E ngert era direc­
tor ministerial. El M inisterio de A gricultura y Alim entación estuvo
encabezado por el SS-Obergruppenführer W alther D arré hasta 1942, año
en que le sucedió el SS-Obergruppenführer H erbert Backe. El SS-
GruppenfiihrerWerner Willikens fue secretario de Estado en el m inisterio
y el SS-Obersturmbannführer Ferdinand Hiege, del Hauptamt RKF, fue
jefe de departamento. El ministro de Salud, doctor Leonardo C onti, era
SS-Obergruppenführer y en los ministerios de Econom ía, Finanzas y
Educación tam bién se notaba la presencia de las SS. En el prim ero esta­
ban el SS-Gruppenführer doctor Franz Hayler y el SS-Gruppenführer O tto
O hlendorf, ambos importantes funcionarios del SD; en el segundo, el
SS-Brigadeführer O tto H eider y en el último, el SS-Standartenführer pro­
fesor doctor A lbert Holfelder, por m encionar tan sólo algunos ejemplos.
E n el gobierno local ocurría lo mismo. M inistros y secretarios de
Estado provinciales, presidentes y vicepresidentes de los gobiernos
estatales no eran más que algunos de los hom bres cuya alta gradua­
ción en las SS no siem pre era el elem ento de su carrera al que se daba
186 Historia secreta de las SS

más publicidad. Si seguimos bajando po r la escala, en los asuntos


m unicipales, po r lo m enos en seis ciudades los alcaldes eran oficiales
superiores de las SS, entre ellos, el veterano del Stosstmpp Karl Fiehler,
que era Oberbürgermeister de M unich. Em il M aurice, U lrich G raf y sus
camaradas de la Vieja Guardia estaban instalados de form a p e rm a n en ­
te com o funcionarios del ayuntam iento, además de ocupar cargos
nacionales.
Pasando a la industria, tanto Paul K örner, secretario de Estado
para el plan cuatrienal, com o W ilhelm M einberg, com isionado de
combustibles, eran generales de las SS. En otras esferas, com o el arm a­
m ento, el transporte, la banca, la industria automovilística y la textil, las SS
tam bién estaban bien representadas. Por ejemplo, el SS-Standartenführer
doctor A ugust Schw edler era director del R eichsbank; el SS-
Brigadeführer Hans Kehrl era dirigente del grupo económ ico textil; el
SS-Oberführer Jacob W erlin era inspector de tráfico m otorizado del
R eich y director general de la empresa M ercedes, y el SS-Oberfiihrer
R u d o lf Diels, el p rim er jefe de la Gestapo, era el director de la com ­
pañía naviera H erm an n G öring.
Lo m ism o ocurría con la aristocracia militar, tanto es así que había
partes de la SS Dienstaltersliste que parecían una lista de la nobleza ale­
mana. A parte de los que ya se m encionan en otros lugares de este libro,
entre los aristócratas que pertenecían a la Allgem eine-SS cabe destacar
al general Friedrich G raf von der Schulenburg, el general de división
A nton Edler Kless von D rauw örth, barón K uno von E ltz-R übenach,
el Oberst barón Friedrich von der Goltz, el Oberstleutnant R o lf von
H um ann-H ainhofen, Reichsritter Carl von Oberkam p, el barón W ilhelm
von Holzschuher, el Rittmeister barón Erasmus von Malsen, Friedrich
Erbgrossherzog von M ecklenburg, Carl G raf von Piickler-Burghaus, el
barón Friedrich von R eitzenstein, Reichsfreiherr H ildolf von T h ü ngen,
el barón Paul von Vietinghoff-Scheel y el general de división Gustav
A dolf von Wulffen. En la lista figuraban m uchos más. U n o de los
nobles más renom brados durante la segunda guerra m undial fue el
Oberst H yazinth G raf Strachwitz, que obtuvo la C ruz de Caballero de
la C ru z de H ierro con Hojas de R oble, Espadas y I )iam antes m ientras
servía com o com andante del ejército Panzer en el frente oriental. Fue
una de las veintisiete personas que recibieron esa co n d eco ració n
La Allgemeine-SS 187

tan codiciada y el único que la llevó con el uniform e negro de la


AUgemeine-SS.
La amplia influencia de las SS no se limitó al R eich, porque en todos
los territorios ocupados los hom bres de las SS ocuparon algunos de los
cargos administrativos más im portantes. For ejemplo, el Brigadeführer
d octor W ilhelm Kinkelin fue líder de la Sección de Política de
Colonización del M inisterio O riental de R osenberg. En Polonia, el 55-
Gmppenführer doctor O tto W ächter fue gobernador de Galitzia y el
SS-Gruppenführer doctor R ichard W endler, gobernador del distrito de
Lublin m ientras que, en Cracovia, el Brigadeführer profesor doctor
H einrich Teitge y el Brigadeführer doctor H arry von Craushaar ocupa­
ron otras dos posiciones clave. En Bohem ia y M oravia fue m inistro de
E stado el SS-Obergruppenführer K arl H e rm a n n Frank, con el
Brigadeführer doctor W alther Bertsch com o m inistro de E conom ía y
Trabajo. En el oeste, el Obergruppenführer doctor W erner Best fue el ple­
nipotenciario alemán en D inam arca y el Obergruppenführer doctor
A rthur Seyss-Inquart fue com isionado del R e ic h para los Países Bajos.
A sus órdenes había numerosos oficiales de las SS al frente de la adm i­
nistración civil, todo eso sum ado a la m aquinaria norm al de las SS y la
policía establecida en los países conquistados.
Igual que los altos círculos gubernam entales o la industria pesada,
los ámbitos de la educación, la cultura y las organizaciones de benefi­
cencia no se libraron de las SS. M uchos profesores universitarios eran
oficiales de alta graduación de las SS, y el SS-Gruppenführer Johannes
Johst presidía tanto la Cám ara de Literatura del R e ic h com o la
A cadem ia Alem ana de Poesía. El SS-Sturm bannführer H e rm a n n
M üller-John, director de la banda del Leibstandarte, form aba parte del
C onsejo de la Cám ara de M úsica del R eich. Hasta en la Sociedad de
la C ruz R oja Alemana, al m ando del SS~Obergruppenführer profesor
doctor E rn st-R o b e rt Grawitz, estaban presentes los oficiales de las SS.
Asimismo, el jefe de la O rganización de Bienestar del Pueblo N azi era
el 55- Gruppenführer Erich Hilgenfeldt, que tam bién estaba a cargo de
la campaña invernal de beneficencia, la Winterhilfswerk. U n a de sus
colegas próxim as en el W H \ ^ la dirigente fem enina del R eich
G ertrud Scholtz-K link, estaba casada con el SS-Obergruppenführer
August Heissmeyer. Asimismo, las SS dom inaban el m undo del deporte,
188 Historia secreta de las SS

po r ejemplo, con el Standartenführer Hans H ieronym us com o secreta­


rio de la Federación Alemana de Boxeo.
La penetración de las SS en todos los ám bitos de la vida alemana
se fue consiguiendo, sin pausa, de dos maneras. E n p rim er lugar, en los
prim eros días del m ovim iento nazi, antes de que las SS estuvieran en
condiciones de nom brar o intervenir en el nom bram iento de sus pro ­
pios hom bres para cargos influyentes, el m étodo que más se utilizó fue
la práctica de conceder grados honoríficos de las SS a destacadas figu­
ras públicas. A los nuevos m iem bros les parecía que el uniform e negro
y el carácter sem im ilitar les proporcionaba más autoridad, m ientras
que H im m ler se aseguraba aliados bien situados que quedaban vincula­
dos a él por el ju ram en to de lealtad, que podía ser apoyado, si era
necesario, po r el código de disciplina de las SS. Al principio había dos
categorías de oficiales honoríficos: la de Rangführer y la de Ehrenfüher.
El térm ino Rangführer se aplicaba a los grados honoríficos hasta el de
Obersturmbannführer inclusive, m ientras que los Ehrenführer abarcaban
de Standartenführer para arriba. Los dos grupos llevaban en el p u ñ o un
distintivo característico de color marfil. C uando las SS se separaron de
la SA, en 1934, se abolieron el grado de Rangfiihrery las insignias espe­
ciales, y a partir de entonces no quedó nada que distinguiera p o r fuera
a los SS-Ehrenfüher de los oficiales de las SS en activo.
El segundo m étodo de infiltración de las SS sólo alcanzó plena efi­
cacia después de la consolidación del régim en nazi y consistió en la
prom oción directa de hom bres de las SS a altos cargos del Estado. U n a
característica notable de la jerarquía gubernam ental alem ana fue la
pluralidad de cargos que ocupaban las principales figuras de las SS, que
perm itía a unos pocos hom bres ejercer una influencia desproporcio­
nada. El m ejor ejem plo fue el propio H im m ler, que llegó a controlar
todas las fuerzas militares, paramilitares y policiales del frente interno,
además de dos grupos de ejército enteros en el campo. Podía designar
a sus lugartenientes para puestos igual de im portantes, tanto en el
Estado com o, después del com plot de la bom ba de ju lio de 1944, en
la W ehrm acht. A finales de 1944 el SS-Obergruppenführer H a n s jü ttn e r
era jefe del Estado M ayor del ejército nacional, además de dirigir la
SS Fühninshauptamt, m ientras que el SS-Gruppenführer A ugust Frank,
de la W V H A y la Vcrwaltuiigspolizei tam bién había sido nom brado jefe
La Allgemeine-SS 189

de adm inistración del m ando suprem o del ejército. El últim o bastión


de la vieja Alemania tradicional, el ejército, tam bién había caído en
p oder de las SS.
La función fundam ental de las SS era proteger a H itler y su régi­
m en, y actuó con mayor eficacia después de situar a sus representantes
y contactos en todas las secciones y a todos los niveles de la sociedad
que protegía. N o está de más insistir en el papel que desem peñó en el
m antenim iento de la seguridad en general delTercer R eich y en el for­
talecim iento de la posición de H im m ler frente a sus rivales dentro del
NSDAP, E n resum en, no había nada en la Alem ania nazi que no fuera
político, ni nada político que no tuviera que ver con las SS.

N obles antepasados

Los planes de H im m ler para las SS estaban dom inados en m uchos


aspectos p o r su auténtica convicción de que la O rd e n N eg ra consti­
tuía una herm andad que descendía espiritualm ente de los héroes de
la Alem ania pagana y medieval. Esa visión de un pasado germ ánico
m ítico, vinculado con el presente m ediante lazos invisibles de raza y
voluntad, no era exclusiva de H im m ler sino que la com partían
m uchos de sus contem poráneos. D urante el siglo XIX se produjo en
Alem ania un resurgim iento del nacionalism o y, en el avance hacia un
R e ic h unificado, se fue desarrollando un enorm e interés por la histo­
ria m edieval y la antigua leyenda teutónica. Avivaron la fascinación
general las obras operísticas de R ic h a rd W agner (1813-1883), un
antisenuta rabioso, cuyos héroes, com o Parsifal y L ohengrin, eran
arquetipos del caballero andante, en perm anente lucha contra las fuer­
zas del mal. Sin embargo, la últim a obra épica de W agner, titulada Der
Ring des Nibelungen (El imilla del Nibeltingo), estaba am bientada en el
m undo turbio de las tabulas de la Edad M edia. Su tetralogía de gran­
des óperas, E l oro del R in, 1.a valquiria (en la que aparece una valquiria
llamada Siegrune), Sigfrido y E l ocaso de los dioses, se desarrollaba en una
tierra de dioses, gigantes, dragones, superhéroes y enanos subhum anos
esclavizados, en la que un anillo m ágico y una espada encantada o to r­
gaban a sus propietarios u n poder y una invencibilidad ilimitados. El
190 Historia secreta de las SS

Más de ciento veinte mil alemanes disfrutaron de una impresionante celebración


neopagana del solsticio de verano en el Estadio Olímpico de Berlín el veintiuno de
junio de 1939. El acto fue organizado de forma conjunta por las SS y el Ministerio
de Propaganda.

ciclo del anillo contenía un mensaje intem poral sobre el deseo hum a­
no de influencia y riqueza a expensas de todo lo demás, pero la m ora­
leja del relato pronto se perdió en la narración, ya que las óperas, con
su música sublime, cautivaban y hechizaban a los espectadores e incul­
caban en el público un sentim iento de unidad racial e identidad
nacional que parecía rem ontarse a los orígenes de la hum anidad. El
propio H itler se inspiró en su ju v en tu d en la música de W agner y,
em belesado por ella, concibió sus grandes planes para el futuro de
Alemania. Afirmaba, años después: «Para mí, W agner era un ser divino
y su música es m i religión. Voy a sus conciertos com o otros van a la
iglesia.»
Exaltados po r las obras de W agner y p o r los escritos del filósofo
F riedrich N ietzsche (1844-1900), cuyo 1 !ombre y superhombre dividió
al m undo en maestros y esclavos y adivinó el advenim iento de un
gran líder que levantaría un nuevo orden de Übermenschen, en 1912
varios nacionalistas alemanes fundaron en Berlín la Sociedad [ hule
La Allgemeine-SS 191

(cuyo nom bre deriva de la legendaria «Ultima Thule», la «Tierra del fin
del m undo», donde se suponía que había nacido la raza germ ánica),
que tenía p o r objeto principal servir de círculo literario para el estu­
dio de la historia y las tradiciones alemanas antiguas. A partir de 1918,
se volvió fanáticam ente antibolchevique y antisem ita y llegó a p ro p o ­
ner la unificación de Europa bajo el m ando de un gran R eich germ á­
nico. R esulta interesante destacar que el sím bolo de la S ociedadT hule
era una esvástica con form a de rueda solar.
La rama bávara de la Sociedad tenía pocos m iem bros, pero selec­
tos, com o H im m ler, Hess y R o h m . En ella estaban representados la
nobleza, la judicatura, las principales profesiones, los industriales más
destacados y los oficiales del ejército y la policía, y prácticam ente que­
daban excluidas las clases inferiores. La T hule hacía abiertam ente pro­
paganda nacionalista a través de su propio periódico, el Völkischer
Beobachter m uniqués, publicado por D ietrich E ckart (que después
inventó el grito de guerra nazi: Deutschland Erwache! o ¡Despierta,
Alemania!), y estableció un servicio secreto de inform ación que se
infiltraba en los grupos comunistas. M antenía y financiaba tres unida­
des de Freikorps, a saber: Oberland, Reichskriegsflagge y W iking y, para
obtener apoyo popular para su causa, prom ovió al Partido O brero
A lem án con A nton D rexler com o testaferro, en 1919. C u an d o H itler
se hizo cargo del partido de D rexler y lo am plió, con el nuevo n o m ­
bre de NSDAP, absorbió por com pleto a la Sociedad Thule, al m ism o
tiem po que su periódico, su program a nacionalista y sus políticas
racistas.
A través de su asociación con la Thule, H im m ler se obsesionó con
la cultura pagana germ ánica; esa obsesión fue creciendo con los años
hasta llegar a influir totalm ente en su m odo de vida y en el de las SS.
A principios de la década de 1930 el Reichsführer creó una Sociedad
para el C uidado de los M onum entos H istóricos Alem anes, patrocina­
da por las SS, y com pró una editorial, la N ordland-V erlag, para difun­
dir sus ideas al público en general. E n 1937 el equipo personal de
H im m ler y algunos profesionales selectos trazaron planes para la
creación sistemática de un m arco cultural que sustituyera a la cristian­
dad, que llamaron el I >esarrollo de la H erencia Alem ana. Se form uló
una nueva filosofía moral basada en las supuestas creencias de las antiguas
192 Historia secreta de las SS

tribus germ ánicas, y se recuperaron dos ritos paganos, el solsticio de


verano y el de invierno, en sustitución de las festividades cristianas. La
fiesta de verano giraba en to rn o a las actividades deportivas, m ientras
que la de invierno, la Yule, era un tiem po dedicado a honrar a los
antepasados. Dios se convirtió en Got en los círculos de las SS (decían
que así se escribía en alem án antiguo), para distinguir el dios pagano
de las SS del Gott cristiano convencional; así lo sugirió Karl D iebitsch
m ientras preparaba las nuevas cerem onias de bodas y bautizos en
las SS.
Lo que distinguía a H im m ler de R osenberg, D arré y los demás
místicos de la sangre era el estilo que im puso a la tarea práctica de lle­
var a cabo su visión de un R eich germ ánico pagano. El Reichsführer era
considerado un orador convincente, con su ligero acento bávaro y,
sobre todo, era evidente que creía en todo lo que decía en el m o m e n ­
to en que lo decía. N adie tenía m enos pinta que él de ocupar el cargo
que ocupaba, ni parecía más norm al que el jefe de las SS. Lograba
convencer a los ultratradicionalistas de que eran la vanguardia de la
nueva Alemania y, al m ism o tiem po, hablaba a los jóvenes del encan­
to de una orden oscura y secreta, que creía en un credo pagano, con­
trario a las norm as de la burguesía cristiana. Tam bién atraía a la m ayo­
ría de las m ujeres, porque atribuía a las enseñanzas del cristianism o el
origen de su represión y su infravaloración. Afirmaba que el liderazgo
de la Iglesia no era más que la glorificación de una fraternidad de
hom osexuales masculinos que, partiendo de esa base, había aterro ri­
zado a la gente durante mil años, hasta el extrem o de quem ar en la
hoguera a ciento cincuenta mil buenas mujeres alemanas (y hacía h in ­
capié en que 110 hizo lo m ism o con los hom bres) por brujas. Era
m ucho m ejor ser pagano que cristiano, declaró en la radio en 1937.
Era preferible rendir culto a las certidum bres de la naturaleza y los
antepasados que a una divinidad invisible y a sus supuestos represen­
tantes en la tierra. Porque un Volk (pueblo) que honraba a sus ances­
tros y que pretendía honrarse a sí m ism o siem pre produciría hijos y,
p o r tanto, ese Volk viviría para siempre. Es evidente que H im m ler se
veía a sí m ism o com o el fundador de una nueva orden pagana que
acabaría extendiéndose por toda E uropa y duraría, p o r lo m enos,
tanto com o el m ilenio alem án que iniciaba A d o lf H itler. E n 1944
La Allgemeine-SS 193

H im m ler seguía diciendo, todavía, que la paganización de E uropa era


una «misión interm inable que m antendrá plenam ente ocupado al
décim o o al vigésimo Reichsführer que venga después de mí».
M ientras que el paganismo dom inaba la faceta espiritual de su
vida de adulto, el prim er am or histórico de H im m ler fue el m edieva-
lismo. D e niño, el pequeño 1 leinrich seguía los pasos de su padre y
coleccionaba pequeños objetos medievales de escaso valor. En la
escuela leía con avidez acerca de la llegada de los vikingos a la zona
del lago Ladoga, alrededor del año 700, que adoptaron el nom bre de
rus, y que sus descendientes, la tribu nórdica conocida com o «rusos»,
expulsaron a los m ongoles y se instalaron en toda la zona oriental,
desde el Báltico hasta el m ar N egro. Tam bién le fascinaban el relato
de R u rik , el danés, fundador de N ovgorod y Kiev alrededor del año
856, y la historia del rey sajón E nrique I, «el cazador de aves», elegi­
do rey de toda Alem ania en el 919, que contuvo las incursiones de los
bohem ios y los magiares procedentes del este y sentó las bases de la
confederación alemana de príncipes que se convirtió, al m ando de su
hijo O tó n , en el Sacro Im perio R o m a n o G erm ánico. Sin em bargo, el
aspecto de la historia medieval que cautivó p o r com pleto la im agina­
ción del pequeño H im m ler fue el de la O rd en de los Caballeros
Teutónicos, o Deutsche Ritterorden, fundada po r H ein rich W alpot von
Bassenheim en 1198. Al igual que las demás órdenes hospitalarias de
la época, es decir, los caballeros de San Juan y los Tem plarios, surgió
para auxiliar a los caballeros occidentales que habían sido heridos o
habían caído enferm os durante las cruzadas. N o obstante, a diferencia
de las demás, la O rd e n Teutónica se distinguía por el hecho de que
sólo adm itía a personas de origen germ ánico. E n 1211 la Bula de O ro
de R ím im encom endó a sus caballeros la colonización de las tierras
eslavas situadas al este del Elba. A las órdenes de su G ran M aestro,
H erm an n von Salza, la O rden em prendió de inm ediato un program a
de expansión alemana y extendió su dom inio sobre Prusia y los paí­
ses bálticos. Alcanzó su apogeo en la segunda m itad del siglo xiv, pero
acabó abruptam ente en 1410. El quince de ju lio de ese año, los
Caballeros Teutónicos fueron aplastados en la batalla de Tannenberg por
una coalición de polacos, lituanos y m ongoles. El poder de la orden
se quebró, aunque el recuerdo de sus hazañas valerosas, conquistadas
194 Historia secreta de las SS

coil la insignia de la cruz negra, estuvo siempre presente en los sueños


de los alemanes a partir de entonces.
Le parecía al adolescente H im m ler que toda la vida m edieval ale­
m ana se había centrado en la lucha constante entre nórdicos y m o n ­
goles, entre teutones y eslavos, y anhelaba poder continuar la m isión
histórica de sus antepasados. C uando no era más que u n estudiante de
diecinueve años escribió en su diario que esperaba algún día vivir en
el este y librar batallas «como un alem án que vive lejos de la h e rm o ­
sa Alemania». Al final, H im m ler aprovechó su visión rom ántica de la
historia para proporcionar un atractivo factor integrador a sus SS, for­
madas por personas reclutadas de todos los órdenes sociales. N o es
casual que los colores de las SS, negro y blanco, tueran los mismos que
antes usaban los Caballeros Teutónicos, que sim plem ente los transm i­
tieron a Prusia.Y cuando H im m ler habló después de la sangre com o
sím bolo de h o n o r y fidelidad, estaba recurriendo una vez más a la tra­
dición medieval. £1 propio misticismo de la Blutfahne tenía su origen
en la cerem onia de iniciación caballeresca, m ediante la que el señor
feudal quedaba unido a su vasallo p o r la espada, el fuego y la sangre.
Para las SS, el Führer era su señor feudal.
C uando consolidó su poder en 1934 H im m ler pudo concretar y
dar rienda suelta a sus prim eras fantasías medievales. O bsesionado pol­
la antigua leyenda de que lo único que sobreviviría al siguiente ata­
que eslavo procedente de O rien te sería u n castillo en Westfalia, el
Reichsfiihrer registró el oeste de Alem ania hasta que halló en una m o n ­
taña la fortaleza en ruinas de W ewelsburg, cerca de Paderborn, llama­
da así en h o n o r de Wevvel von B üren, un caballero sin escrúpulos, que
había sido el centro de la resistencia sajona contra los hunos y había
sido reconstruida con form a triangular en el siglo X VII. Siguiendo el
ejem plo del G ran M aestro de la O rd en Teutónica, que construyó su
cuartel general en M a rie n b u rg , H im m le r decid ió co n v ertir
Wewelsburg en el bastión de las SS por lo que com pró el castillo y entre­
gó doce m illones de R eichsm arks al arquitecto H e rm a n n Bartels,
Standartenführer del Persönlicher Stab R fS S , que se puso a trabajar para
crear un refugio cerem onial para su jefe.
Entrar en el complejo finalizado en 1937 era com o retroceder en el
tiempo. Había una escalinata majestuosa, con una barandilla de hierro
La Allgemeine-SS 195

forjado, 'decorada con m otivos


rúnicos, y de las paredes del vestí­
bulo colgaban inmensos tapices que
representaban escenas germánicas y
rurales. Toda la carpintería era de
roble y por todas partes había esta­
tuas de m árm ol de Enrique 1,
Friedrich von I Iohenstaufen y
otros héroes alemanes. Todas las
habitaciones estaban amuebladas al
estilo medieval. En el comedor, de
treinta por cuarenta y cinco metros,
había una inmensa mesa artúrica
circular de roble macizo, en torno a
la cual H im m ler y los doce SS
Obergruppenführer más antiguos que
hubiera en ese m om ento celebra­
ban con asiduidad sus conferencias,
sentados en sillas de alto respaldo,
tapizadas en piel de cerdo, cada una
con el nom bre de un caballero. El
fuego crepitaba en la chim enea Talla en roble que representa una espa­
da, un escudo, un casco de acero y
m onum ental y, detrás de cada runas, un ejemplo típico de las decora­
general, estaba colgado su escudo ciones murales seudomedievales que
adornaban el castillo de Himmler en
de armas de las SS, diseñado espe­
Wewelsburg.
cialmente por Karl Diebitsch. El
com edor se alzaba encima de un
sótano de piedra, con muros de un m etro y m edio de espesor, del que
arrancaba un tram o de escalera que descendía hasta una cripta, semejan­
te a un pozo, que albergaba doce columnas de granito y se conocía con
el nom bre del «reino de los muertos». La idea era que, a m edida que fue­
ran m uriendo cada uno de los doce señores de las SS, incinerarían su
cuerpo y enterrarían las cenizas en uno de los obeliscos. Los aposentos
privados de H im m ler en la fortaleza eran particularm ente suntuosos y
lindaban con una cámara acorazada de oro y plata, una sala para albergar
su amplia colección de armas medievales, una biblioteca con más de
196 Historia secreta de las SS

doce mil libros y una cámara im ponente donde se podían reunir, en cir­
cunstancias especiales, el tribunal extraordinario de las SS y la policía.
También había espléndidas habitaciones de huéspedes reservadas para
A dolf Hitler, que jamás se presentó en el castillo, lo que dio origen en
la aldea al rum or de que allí enterrarían al Führer algún día. H im m ler
pretendía que, en última instancia, Wewelsburg se utilizara com o
Reichshans der SS-Gmppcnßührer (residencia de los generales de las SS),
pero, al comenzar la guerra, se convirtió en la SS-Schule 1 laus Wewelsburg,
un centro de form ación para los oficiales superiores de las SS. Su com an­
dante era el SS-Obergrtippenfiihrcr Siegfried Taubert, que había sido el jefe
de estado mayor de H eydrich y era suegro de E rnst-R obert Grawitz, el
m édico en jefe de las SS.
Gran parte del castillo de Wewelsburg estaba dedicado al m onarca
sajón Enrique I. El Reichsßihrer aceptaba que sus hom bres lo apodaran
«rey Enrique» y llegó a considerarse la reencarnación espiritual del

Himmler haciendo un panegírico de Enrique I en la catedral de Quedlinburg el dos


de julio de 1936. Detrás de él, de Izquierda a derecha, aparecen Frick, Daluege,
Bouhler, Darré y Heydrich.
La Allgemeine-SS 197

«cazador de aves» y la represen­


tación de su propósito de con­
solidar Alemania contra las ho r­
das procedentes de O riente. El
dos de julio de 1930. al cum ­
plirse mil años de la m uerte del
rey, H im m ler inauguró un
solemne festival conm em orati­
vo en Q uedlinburg, cjue había
sido la sede del gobierno de
Enrique, y en 1938 creó la
Fundación C onm em orativa del
rey Enrique para recordar los
principios y las hazañas del
«cazador de aves». Para conm e­
m orar a Enrique com o Ewig
das Reich (la eternidad del
R eich ), se crearon entonces
numerosas insignias para las SS.
Después de su discurso (véase la página
A fin de inculcar una sensación anterior), el Reichsführer deposita una
general de caballerosidad en corona sobre la tumba de! rey.
todos sus oficiales y soldados
más jóvenes, la mayoría de los cuales ni siquiera llegó a conocer el
esplendor de W ewelsburg, H im m ler los recompensaba con los tres sím­
bolos m enos grandiosos: el puñal, la espada y el anillo, una com binación
mística que, evocadora de una aristocracia guerrera y de la leyenda del
N ibelungo, simbolizaría la Ritterschaft de la nueva orden de las SS que,
aunque nueva, al mism o tiem po estaba arraigada en el pasado germ áni­
co más rem oto.
El abrum ador entusiasm o de H im m ler po r la historia alemana,
cuyos ideales servirían de base para la nueva era, lo im pulsaron a fun­
dar la /I hnenerbe- Forschungs- und Lehrgenicitischaft, que solía abreviarse
sim plem ente com o Ahnenerbe (la Sociedad para la Investigación y la
Enseñanza de la H erencia Ancestral), cuyo prim er presidente fue el
d octor H erm ann W irth, un profesor universitario fam oso p o r su con­
trovertida obra sobre la Edad M edia y la antigüedad germ ánica.W irth
198 Historia secreta de las SS

Himmler hace el saludo al «cazador de aves» después de la ceremonia de depositar


una corona que se ilustra en la página anterior, con Karl Wolff, el jefe de distrito Rudolf
Jordan y Reinhard Heydrich detrás. La insignia negra que lleva en el cuello el oficial
de las SS que está a la izquierda no indica, en este caso, que sea miembro del SD,
como se suele suponer por error, sino que pertenece al estado mayor personal del
Reichsführer.

se había incorporado al NSDA P en 1925,1o abandonó en 1926 y vol­


vió a afiliarse en 1933. R o sen b erg calificó de paparrucha su libro
¿Q ué es el alma alemana?, pero W irth logró seducir a H im m ler con la
prom esa de que podía estudiar e investigar la historia nórdica con el
fin de com probar las teorías del nacionalsocialism o y las SS m ediante
pruebas científicas. El Obergruppenführer D arré de la R u S H A tam bién
m anifestó interés p o r el plan y su colaboración tuvo un valor eno rm e
puesto que, com o m inistro de A gricultura, disponía de inm ensos
recursos financieros. D e hecho, fue él quien pagó la creación y el
encargo de la Sociedad, en ju lio de 1935. con los auspicios de su
m inisterio.
Sin embargo, al año siguiente surgieron divergencias de opinión
entre Him mler, que veía al alemán com o un guerrero nóm ada en per-
La Allgemeine-SS 199

m anente búsqueda de nuevas derras, y


Darré, que lo veía com o un sedenta­
rio, bien arraigado en su propio terri­
torio, Esa polém ica conceptual tendría
profundas consecuencias para la
Almenerbe. En noviem bre de 1936 se
integró dentro de la Abteilung für
Kulturelle Forschung (la Sección de
Investigación Cultural) del Persönlicher
Stab R fS S y, pocos meses después,
cuando el desacuerdo entre H im m ler
y D arré llegó al límite, el Reichsführer
nom bró representante especial ante la
Sociedad al SS-Standartenführer B runo
Galke para debilitar la influencia de
Grabado de Willrich que muestra a
D arré. U na de las primeras medidas un soldado de las SS, Hans Brütt,
de Galke fue desacreditar po r com ple­ un campesino de Grethof. El estilo
frontal de este dibujo recuerda
to a W irth, que era los ojos y los oídos deliberadamente a las esculturas
de D arré en la Sociedad. Entonces medievales vikingas y normandas.
despidieron a W irth y en su lugar, O bsérvese ta m b ié n el texto
seudorrúnico que acompaña al
com o presidente de la Alvienerbe, nom ­ retrato.
braron al profesor doctor'W altherW üst,
decano de la U niversidad de M ú n ich , que estaba a cargo de la cáte­
dra de C ultura y Lingüística Arias y tenía m u ch o más público en
círculos académ icos, aparte de ser SS-O berführer y, p o r tanto, leal a
H im m ler.
Al m archarse W irth y desaparecer el poder que tenía D arré sobre
la Almenerbe, el Reichsführer-S S procedió a reestructurar la Sociedad
durante el verano de 1937 estableciendo un nuevo cuartel general,
independiente, en el núm ero 16 de la Piicklerstrasse, en B erlín-
D ahlem . H im m ler se reservó a sí mismo el control general, con el cargo
de superintendente, pero la adm inistración diaria quedó a cargo de
W üst. Galke y el SS-Standartenführer W olfram Sievers, del Persönlicher
Stab R jS S . W üst se encargaba de la dirección de la actividad científi­
ca, Galke era el tesorero y Sievers se ocupaba de las cuestiones gene­
rales de organización. Este últim o era uno de los administradores con
200 Historia secreta de las SS

E i julio de 1938 se celebró en Múnich un desfile patrocinado por las SS para celebrar
«dos mil años de cultura alemana». Durante todo el acto resultó impresionante la
mezcla del simbolismo seudomedieval y el nazi.

mayor talento del R eich y tenía muchos contactos influyentes entre


financieros e industriales, aparte de tener acceso a la Sipo y al SD.
P ronto estableció una base de empresas que estaban dispuestas a hacer
grandes aportaciones económ icas a la Sociedad. O b tu v iero n más fon­
dos de las arcas del Sicherheitsdienst, gracias a la amistad de Sievers con
el SS-Obetfiihrcr profesor doctor Franz Six, responsable ante el SD de
la supervisión de las políticas universitarias.
A finales de 1937 H im m ler definió la finalidad de la Ahnenerbe
reconstituida: investigar la historia antigua, estudiando los hechos
desde un p unto de vista científico e ideológico, de form a objetiva y
sin ninguna falsificación. Tam bién se encargaría de establecer centros
educativos y culturales dedicados a la grandeza de Alem ania y al pasa­
do germ ánico en cada Obembschuitt de las SS. Verden creó en
Sachsenham el prim er centro de esas características y reconstruyó una
aldea sajona prehistórica en :a que se exponían, entre otras cosas, un
arado que tenía cinco m il años de antigüedad y unas inscripciones
rúnicas talladas en piedra. La idea general consistía en enseñar a los
La Allgemeine-SS 201

alemanes que la riqueza de su tierra y su cultura no era obra de los


rom anos ni de otros pueblos venidos de fuera, sino de sus propios
antepasados.
E n seguida se pusieron en manos de la Sociedad todas las excava­
ciones arqueológicas de Alemania. Se encom endó su dirección gene­
ral prim ero al SS-Oberstnrmbannfiihrer doctor R o lt H öhne, que se
encargó en persona de investigar en Q uedlinburg para hallar los restos
de E nrique, «el cazador de aves», y después al Obersturmbannführer pro­
fesor doctor Hans Schleif, que organizó excavaciones en la Selva de
Teoteburgo, donde los alemanes de A rm inius (o H erm ann) habían
aplastado a las legiones romanas de Q uintilio Varo en el año 9 de la era
cristiana. Posteriorm ente, Schleif se unió al Obersturmbannführer profe­
sor doctor H erbert (ankuhn para excavar el yacim iento vikingo de
H aithabu, en Schleswig, un m uro levantado por el rey G odofredo en
el siglo IX para defender a los daneses de las incursiones de los francos
carolingios. C o n el tiem po, la Ahnencrbc organizó excavaciones simila­
res en Austria, Croacia, Checoslovaquia, Grecia, Polonia, Serbia y el sur
de Rusia, y patrocinó expediciones asociadas a O rien te P róxim o y el
T ibet para buscar indicios de la presencia de los antiguos nórdicos en
esas zonas.
A partir de 1939 se am pliaron considerablem ente las atribuciones
de la Ahnencrbc. H im m ler ya no se conform aba con lim itarse a la his­
toria y la heráldica medievales, sino que esperaba dem ostrar, con
m étodos científicos, la hipótesis racial del nacionalsocialismo. Junto
con el SD, la Sociedad tam bién se ocuparía de otras cuestiones, com o
la astronom ía, el control m eteorológico, la extracción de petróleo a
partir del carbón, lo oculto y la fitoterapia (la esposa de H im m ler era
una hom eópata cualificada). La Alwenerbe se expandió hasta abarcar
más de cincuenta departam entos, en los que trabajaban más de trein­
ta profesores universitarios. El Reichsführer dio muestras de una libera­
lidad bastante sorprendente al nom brarlos y estableció una distinción
bastante imprecisa entre la capacidad de investigación, po r una parte,
y la fiabilidad política, p o r la otra. Sin em bargo, en el contrato que
obligaba a firm ar a los profesionales se estipulaba que no se publica­
rían jam ás sus descubrim ientos si el resultado era contrario a la ideo­
logía de las SS.
202 Historia secreta de las SS

U na de las figuras más polémicas entre los nuevos investigadores


fue el SS-Sturmbannführer doctor August H irt, profesor de anatom ía en
la U niversidad de Estrasburgo, donde abundaban sobre todo los estu­
diantes de las SS. C on el apoyo de Him m ler, H irt recogió en A uschw itz
miles de cráneos hum anos con el objeto de tom ar medidas antropo-
mórficas comparativas. A continuación recorrió distintos frentes de
batalla en los que había desplegados voluntarios extranjeros de la
W ehrm acht, para estudiar el rendim iento y la conducta de los com ba­
tientes en función de sus categorías raciales. O tros anatomistas de la
Ahnenerbe se dedicaron a exam inar las partes del cuerpo de las distin­
tas razas, mientras que al SS-Sturmbannführer doctor Ernst Schäfer se le
encom endó el desarrollo de una raza especial de caballos, en las este­
pas rusas, para darles un uso m ilitar en condiciones de frío extremo.
El principal sector de investigación científica de la guerra, el de
las armas secretas, quedó som etido a la autoridad de la Ahnenerbe en
1944. Hasta m ediados de ese año, los program as de desarrollo de los
cohetes V I y V2 en P eenem ünde habían sido dirigidos p o r el profe­
sor d octor W ernher von Braun, que era leal en prim er lugar y sobre
todo a la W ehrm acht, a pesar de ser SS-Sturmbannführer en el estado
m ayor de la Oberabschnitt báltica. H im m ler sabía que p o r entonces el
R e ic h tenía puestas todas sus esperanzas en las armas secretas y, des­
pués del com plot para asesinar a H itler el veinte de ju lio de 1944, asu­
m ió personalm ente el control de la operación P eenem ünde, que tenía
Von Braun, y se lo pasó al SS-Gruppenführer doctor H ans Kam m ler.
Los program asV I yV 2 m antuvieron totalm ente ocupados a los m ejo ­
res cerebros de la Ahncnerbe durante el resto de la guerra.
H acia el final de la contienda, cuando H im m ler estaba abrum ado
p o r sus responsabilidades militares y policiales, decía que leer los
inform es de la Ahncnerbe era lo único que realm ente le producía pla­
cer y le relajaba. Le fascinaban las disquisiciones sobre tum bas ances­
trales, costum bres germ ánicas y cerem onias de m atrim onio. E n una
larga carta crítica dirigida a W iist y a Sievers, fechada el diecisiete de
agosto de 1944, se refería a la tradición de las parejas de recién casa­
dos de copular sobre las tumbas de sus antepasados en las noches de
luna nueva y sugería que se investigara con animales salvajes para ave­
riguar si la luna nueva favorecía la fecundidad. Escribió H im m ler:
La Allgemeine-SS 203

Una serie de insignias de plástico que se vendían para obtener fondos para la
campaña de beneficencia nazi organizada por el SS-Gruppenführer Erich
Hilgenfeldt. Reproducían los objetos encontrados en excavaciones arqueológicas
realizadas en Alemania, Roma y Grecia, e ilustran el uso y la evolución de la cruz
gamada en la antigüedad. Himmler apreciaba mucho este tipo de proyectos.
204 Historia secreta de las SS

N o debemos perm itir que muera la sangre buena sin haber dado fru­
tos. Nuestras SS tienen que tener la fuerza y el vigor necesarios para
que cada generación pueda poner en el cam po de batalla, sin falta,
dos o tres hijos varones por familia, sin agotar el torrente de sangre
germánica.Vamos a crear la oportunidad para que el pueblo germ á­
nico y Europa en su totalidad, con la dirección del pueblo ger­
m ánico, alcancen la victoria en la lucha contra toda agresión asiá­
tica. Pobres de nosotros si el pueblo germ ánico no puede ganar esta
batalla, porque sería el fin de la belleza, de la cultura y del pensa­
m iento creativo sobre la tierra. Com batim os po r ese futuro sólo
para poder m antener la herencia de nuestros antepasados más
nobles. Para la vida de nuestro pueblo, considero necesario enseñar
todo esto a nuestros nietos, para que com prendan las dificultades de
sus ancestros y acepten de buen grado el m odo de vida de las SS.

La g e n e r a c ió n s ig u ie n t e

H im m ler se daba perfecta cuenta de que era fundam ental culti­


var las mejores m entes juveniles de Alemania para garantizar la exis­
tencia de una reserva perm anente de talento que estuviera dispuesta y
fuera capaz de ocupar los puestos más altos en la jerarquía de las SS
y en la del Estado nacionalsocialista. Se anim aba activam ente a los
profesores universitarios y a los de instituto para que se incorporaran
a la Allgemeine-SS, y a Fritz W ächtler, jefe de la N S-Lehrerbund (la liga
de profesores nazis), le dieron el grado de SS-Obergruppenführer. El
objetivo fundam ental era que las escuelas y las universidades más
selectas estuvieran dom inadas por las SS.
El veinte de abril de 1933 el doctor Bernhard R ast, ministro de
Ciencia,Educación y Cultura del Reich, estableció la primera de una sene
de escuelas residenciales especiales para form ar a la fritura elite germ áni­
ca. R ecibieron el nom bre de Institutos de Educación Política Nacional,
o Natioiialpolitische Erziehungsanstalten, habitualmente abreviados com o
N P E A o Ñapólas, aunque este último térm ino no fue m uy popular por­
que sonaba demasiado italiano. Se inauguraron tres durante el curso de
1933: uno en Plön, en Schleswig-Holstein, otro en Potsdam, en Berlín., y
La Allgemeine-SS 205

el tercero en Köslin, en Pomerania.


En 1934 les siguieron cinco más (en
Spandau, Naum burgo. Ilfeld, Stuhm
y Oranienstein) y otros ocho (en
Bensburg, Ballenstedt, Backnang,
R ottw eil, Klotzsche, Neuzelle,
Schulpforte y Wahlstatt) al año
siguiente. Los lugares favoritos eran
las antiguas escuelas de cadetes del
ejército, los monasterios requisados
o los castillos restaurados.
El lem a de los N P E A era
M ehr sein als scheinen, que quizás
se puede traducir com o «Sé modes­
to, pero destaca siempre». D e esos
centros de formación tenia que salir
un soldado político, al que se le Dos escolares del NPEA de Naumburgo
tomando fotografías durante las
pudiera encomendar la dirección de celebraciones del solsticio de invierno
todo tipo de actividades de servicio de 1941. Obsérvese la insignia con la
runa Sigel, inspirada en las SS, que
público. Cada centro recibía al año
llevan en el brazo izquierdo.
una media de cuatrocientas solicitu­
des de ingreso, de las que eran acep­
tadas alrededor de un centenar. Se proporcionaba una enseñanza académi­
ca completa, que abarcaba historia, geografía, música, arte, idiomas, políti­
ca, matemática, biología, física y química, para varones entre los diez y los
dieciocho años, y también se hacía m ucho hincapié en la form ación físi­
ca, Se alentaba la especialización, tanto académica com o deportiva.
Algunos Ñapólas se destinaban a form ar científicos, otros lingüistas, y a
muchos alumnos se les permitía concentrarse en desarrollar sus aptitudes
para el remo, el boxeo, la esgrima, la equitación, el esquí, la vela, el vuelo
sin motor, etcétera. Los alumnos procedían de todos los estratos sociales y,
si los padres no podían pagar la matrícula, por lo general no se les exigía
el pago.
U na de las características más originales de los N P E A era la
im portancia que daban a la educación práctica. Los jóvenes de m enor
edad tenían que pasar de seis a ocho semanas al año trabajando en una
206 Historia secreta de las SS

granja, m ientras que los mayores trabajaban en minas o en fábricas. La


idea era que descubrieran la «nobleza del trabajo manual» y que evita­
ran las tentaciones de la exclusividad de clase. Los conocim ientos y la
experiencia adquiridos encontraban su aplicación práctica en las
m aniobras paramilitares que hacían en prim avera y otoño, las excur­
siones que realizaban en vacaciones y los viajes organizados al extran­
jero. La estructura de cada escuela seguía un patrón militar. Algunos
centros continuaban con las tradiciones de ciertos famosos regim ien­
tos del ejército alemán y los profesores vivían en las escuelas con los
alumnos. Los alum nos de los N P E A recibían el nom bre de funginannen
y se dividían en Hundertschaften (compañías), formadas por un cente­
nar de jóvenes, cada una de las cuales se dividía a su vez en tres Züge
(secciones) de alrededor de treinta jóvenes. P o r su parte, cada Z u g
se dividía en tres Gruppen de unos diez jóvenes cada uno. El
Hundertschaftsführer, el Zugführer y el CGruppenführer eran alum nos que
desempeñaban la doble función de m onitores y suboficiales cadetes de la
academia militar. Los licenciados de los N P E A eran m uy buscados en
la W ehrm acht com o posibles oficiales y los que seguían estudiando en la
universidad podían contar con el apoyo financiero del NSDAP.
Desde el principio, varios órganos del partido se disputaron aca­
loradam ente el control de las escuelas N P E A . El m en to r original del
sistema de los N P E A ,Joachim H aupt, era un oficial de la SA que cayó
en desgracia después de la «noche de los cuchillos largos» de ju n io de
1934. E ntonces, el doctor R o b e rt Ley, jefe del Frente O brero, in te n ­
tó abiertam ente atraer los Ñapólas hacia su propia esfera de influencia,
pero su proyecto encontró tanta oposición por parte del M inisterio de
E ducación que se rindió y estableció el sistema rival de Escuelas
A dolf Hitler, con el apoyo de Baldur von Schirach, líder de las
Juventudes Hitlerianas. C o m o siempre, H ein rich H im m ler actuó dis­
cretam ente pero con la m áxim a habilidad. Desde que se organizaron
las prim eras festividades públicas organizadas po r los N P E A , en 1934,
se esforzó po r ser invitado y presentado al personal com o invitado de
honor. En ju lio de ese año, la Reichsführung-S S se ofreció a asum ir la
responsabilidad de pagar la ropa y el equipo de los Ñ apólas, y tam bién
com enzó a proporcionar becas y a pagar la m atrícula de los estudian­
tes de etnia germ ánica. El nueve de m arzo de 1936 la dedicación
La Allgemeine-SS 207

de las SS a las escuelas se vio recompensada con el nom bram iento del
SS-Obergruppenführer A ugust Meissmeyer com o inspector general de
los N P E A . Estableció su propio cuartel general, el H auptam t
Dienststelle I Ieissmeyer, y posteriorm ente exigió que todo el personal
de los N PEA se enrolara en la Allgemeine-SS. En 1940 las SS se habían
hecho cargo de los Ñapólas por com pleto, con plenos poderes de
decisión en cuestiones relacionadas con el plan de estudios y el n o m ­
bram iento del personal. La selección de los nuevos fungmannen que­
daba determ inada p o r la R u S í IA y los com andantes y profesores de
los N P E A estaban som etidos a la disciplina de las SS.
A partir de entonces, el ritm o de vida en los Ñapólas pasó a
depender del de las SS. Se elim inó del plan de estudios la religión con­
vencional y la sustituyó el estudio de los ritos paganos germ ánicos. La
celebración de la Julfest, la navidad de las SS, reunía a los estudiantes
para adorar al hijo del sol, que surgía de sus cenizas en el solsticio de
invierno. Nuevas canciones escolares conm em oraban la lucha entre el
día y la noche y alababan el eterno regreso de la luz. La n o ch e del
veintiuno de ju n io se convirtió en la noche del sol, cuando los jó v e ­
nes m ontaban una «guardia jubilosa» esperando la reaparición triu n ­
fal del sol. Se daban charlas sobre la superioridad racial y la ideología
de las SS y se hacía hincapié en el deber, el valor y la obligación per­
sonal. La influencia de las SS en los N P E A se notaba tam bién en su
form a de vestir, con la incorporación de puñales e insignias del estilo
de las de las SS. A partir de 1940 se introdujo para el personal de los
N P E A un nuevo esquem a de grados que coincidía totalm ente con
los de las SS, a saber:

N P E A - Untersturmführer Profesor a prueba


N P E A - Obers turnsfit h rer Profesor
N P E A -Hauptsturmführer Profesor superior
N P E A -S tu rmban nfüh rer Subjefe de departam ento
N PEA-O bersturm bannführer Jefe de departam ento
N PEA-Standartenfii h rer V icedirector
N P EA -O berführer D irector
NPEA-Brigadeführer Inspector de escuelas municipales
NPEA-G m ppetiführer ] aspector de escuelas nacionales
208 Historia secreta de las SS

Teniendo en cuenta las necesidades de la Lebensborn y de otras


organizaciones similares de las SS, en 1941 se inauguró en A chern, en
Baden, el prim er centro exclusivam ente fem enino de los N P E A , al
que poco después siguieron dos más. A partir de entonces, algunas de
las escuelas que hasta entonces habían sido sólo para varones co m en ­
zaron a adm itir tam bién a alumnas y personal fem enino. E ntre 1941
y 1942 se fundaron nada m enos que veintisiete Ñapólas nuevos y, con
la enorm e expansión que alcanzó durante la guerra el program a de
los N P E A , la influencia de las SS adquirió una im portancia p rim o r­
dial. Por ejem plo, el V O M I garantizaba que la escuela de R ufach
incluyera en el cuerpo de estudiantes una cantidad considerable de
jóvenes Volksdeutsche procedentes de Besarabia y Bucovina. Se crearon
tres escuelas conocidas com o N P E A Rcichsschideti en los territorios
ocupados en O ccidente, precisam ente para acoger a estudiantes n ó r­
dicos no alemanes, los futuros líderes de la SS G erm ánica. La
Reichsschule Flandern, situada en K w atrecht, en Flandes, inaugurada en
septiem bre de 1943, estaba equipada para alojar a alrededor de o c h o ­
cientos jóvenes, aunque nunca consiguió m atricular a más de ciento
veinte, todos m enores de catorce años. La dirigía el SS-Obersturmführer
Paul Steck. La Reichsschule Niederlande fü r Jungen, situada en
Lim burgo, en H olanda, acogía a jóvenes holandeses y estaba «herm a­
nada» con su equivalente alemana más próxim a, el N P E A de
Bensburg, con lo que solía haber un intercam bio regular de estudian­
tes y personal entre los dos centros. La Reichsschule Niederlande fü r
Mädchen, estrecham ente relacionada con aquélla y sólo para m ujeres,
estaba situada en la localidad próxim a de H eithuijsen y la dirigía una
baronesa holandesa pronazi.
En diciem bre de 1944, en virtud de su éxito con los N P E A y las
Reichsschulen y su posición com o com andante en jefe del ejército
nacional, H itler nom bró a H im m ler supervisor de todas las escuelas
en las que se podían reclutar los futuros oficiales de la W ehrm acht y
la W affen-SS. En teoría, tal nom bram iento le colocaba al frente de
prácticam ente todos los centros educativos del Tercer R eich y los te rri­
torios conquistados.
Para los planes a largo plazo de H im m ler convenía que las SS con­
trolaran no sólo las escuelas prim arias y secundarias sino tam bién los
La Allgemeine-SS 209

centros de enseñanza superior. En


1922 ya se habían form ado grupos
de estudiantes nazis en algunas
universidades alemanas, pero no
pasaban de ser simples encuentros
de estudiantes que se habían afilia­
do al NSDA P; no se estableció
una organización estudiantil inde­
pendiente hasta febrero de 1926,
cuando surgió en la Universidad
de JV1únich la Liga de Estudiantes
N acional Socialistas A lem anes
(.Nationalsozialistische Deutsche Stu-
ckntenbund, o N SD St.B ), al m ando
de Baldur von Schirach, que orga­
nizó la NSDSt.B en diez distritos,
cada uno al m ando de un Kreisführer,
y la organización se am plió para
incluir entre sus m iem bros a los
Medalla al Mérito para jóvenes de entre
alum nos de los institutos de for­ diez y catorce años, pertenecientes a
m ación profesional, las escuelas la Deutsche Jungvolk, la rama juvenil
de las Juventudes Hitlerianas. Es
industriales y los centros de estu­ inconfundible la influencia de las SS en
dios empresariales. E n últim a ins­ el diseño rúnico de este galardón.
tancia, la proporción de m iem bros
de la N SD St.B en la universidad era inferior a la de los que asistían a
otros centros de enseñanza superior. Les invitaban a incorporarse a la
SA. y a participar en los deportes m ilitares, pero lo hacía m enos de
la m itad, ya que m uchos de ellos rehusaban la idea de relacionarse con
los elem entos más toscos del partido. E n enero de 1933 la N SD St.B
seguía contando con apenas seis mil trescientos m iem bros masculinos
y setecientos cincuenta m iem bros fem eninos. Incluso después de la
llegada al poder de los nazis, los estudiantes no estaban obligados a
ingresar en la organización. Por el contrario, la pertenencia siguió
siendo selectiva a propósito y restringida al 5 p o r 100 de los estudian­
tes. Del m ism o m odo que los N P E A sólo aceptaban a la flor y nata
de los alum nos alemanes, la N SD St.B sólo perm itía el acceso a la
210 Historia secreta de las SS

enseñanza superior a los mejores estudiantes y los más fiables. Cada


universidad o instituto de enseñanza superior tenía una Stamm-Mannschaft
(com pañía regular) de la N SD St.B, en la que no tenían cabida más de
sesenta individuos, todos los cuales tenían que pertenecer ya al NSDAP,
la SA, las SS, la N SK K o las H j. Se alistaban com o m ínim o p o r un año
y su m isión consistía en actuar com o líderes políticos entre sus com ­
pañeros.
Tanto H im m ler, que era licenciado en A gricultura, com o el .vice
Führer del NSDAP, R u d o lf Hess, licenciado en H istoria y SS-O ber-
gruppenführer, estaban sum am ente interesados en las cuestiones rela­
cionadas con la N SD St.B. Hess se refería a ella com o «una especie de
intelectualidad de las SS» y H im m ler esperaba que de allí saliera la
futura elite del partido. La consideraban la prolongación natural del
sistema de los N P E A , que continuaría supervisando a los m uchachos
y las m uchachas salidos de los Ñapólas que hubieran dem ostrado co n ­
diciones para seguir estudiando. Los dos contribuyeron a la creación
de un nuevo organism o, la D irecció n E studiantil del R e ic h
(Reichsstudetitenfiihrmig, o R SF), en noviem bre de 1936, que era, en
definitiva, la que controlaba tanto la N SD St.B com o la Asociación
Estudiantil Alemana (Deutsche Studentenschaft, o DSt.) a la que p erte­
necían, autom áticam ente, todos los estudiantes alemanes. Estaba al
m ando de la R S F el SS-Obergruppenführer doctor G ustav-A dolf
Scheel, que fue nom brado Reichsstudentenführer. A partir de ese
m om ento, las SS com enzaron a ejercer gran influencia sobre los asun­
tos estudiantiles. Poco después se equipó a los m iem bros de la
N S D S t.B con u n u n ifo rm e azul oscuro, de estilo sim ilar al de
la Allgem eine-SS y las Juventudes Hitlerianas. Scheel estableció la N S-
Altherrenbund der Deutschen Studenten, una nueva organización de ex
alum nos nazis, y obligó a las demás asociaciones de ex alum nos a afi­
liarse a ella, con la amenaza de que, de lo contrario, se les im pediría
seguir participando en asuntos estudiantiles. Sólo las organizaciones
de ex alum nos católicos se negaron a capitular, de m odo que
H im m ler las declaró ilegales. E n consecuencia, todas las aportaciones
y legados de los ex alum nos se tuvieron que canalizar a través de la
Altherreribiind, con lo que quedaron som etidos al control de la R S F y,
en definitiva, al de las SS.
La Allgemeine-SS 211

D espués de 1939 la mayoría de los dirigentes de la N SD Sst.B se


m archaron para incorporarse a la W ehrm acht y a la Waffen-SS, dejan­
do así el adoctrinam iento de los estudiantes en m anos de individuos
m enos com prom etidos. Además, la com posición efectiva del cuerpo
estudiantil se vio alterada de form a radical. M ientras que antes de la
guerra sólo había un pequeño porcentaje de m ujeres entre los estu­
diantes, en 1943 eran más del 35 por 100 de la población estudiantil.
Ese factor, por sí solo, redujo considerablem ente la influencia de las SS,
que p o r entonces seguía siendo una organización fundam entalm ente
masculina, en la vida estudiantil. H im m ler alentaba con entusiasm o a
los líderes potenciales de la SS G erm ánica procedentes de Flandes,
H olanda, N oruega y D inam arca para que estudiaran en las universi­
dades y los institutos de form ación profesional de Alem ania a través
del plan de becas Langem arck, que conm em oraba a los jóvenes estu­
diantes alemanes que habían com batido con tanto heroísm o com o
voluntarios en la batalla de Langemarck, cerca de Ypres, en noviem ­
bre de 1914. Sin em bargo, en la segunda m itad de la segunda guerra
m undial se desvanecieron el interés y el predom inio nazis en las uni­
versidades, que incluso, en algunos casos, llegaron a convertirse en
centros de una acérrim a resistencia antinazi.
A unque la mayoría de los jóvenes alemanes no tuvo nunca n in ­
guna relación con los N P E A ni con la N SD St.B , casi todos p e rte n e ­
cían, o tenían amigos que pertenecían, a las Juventudes H itlerianas
(Hitlerjugend, o HJ) y a su equivalente fem enino, la Liga de M uchachas
Alemanas (Bund Deutscher Mädel, o B D M ). D espués de 1933 las HJ
fueron una de las principales fuentes de reclutam iento para la
A llgem eine-SS y, a m edida que el poder y el prestigio de las SS fueron
dism inuyendo, los de las SS y las 1 If fueron en aum ento. E n 1936 se
decretó que toda la ju v en tu d alemana tenía que ser «educada, fuera
del hogar de sus padres y de la escuela, en las HJ, física, intelectual y
m oralm ente, para servir a la nación y a la comunidad». Al principio,
las HJ tuvieron dificultades para satisfacer las grandes dem andas que
se le hacían y, por tal m otivo, la pertenencia obligatoria se retrasó
varios años. D e todos m odos, com o consecuencia del alistam iento
voluntario, las Juventudes Hitlerianas alcanzaron la cifra de ocho
millones de m iem bros (es decir, el 66 po r 100 de los que podían per-
212 Historia secreta de las SS

fenecer a ellas) a finales de 1938. El servicio obligatorio en las HJ para


todos los varones de diecisiete años se im puso el veinticinco de m arzo
de 1939 y, en septiem bre de 1941, finalm ente se hizo obligatorio per­
tenecer a ellas, para ambos sexos, a partir de los diez años. M uchas de
las actividades, los ornam entos y las insignias de las HJ derivaban de las
de las SS, además de buena parte del antisem itism o, el neopaganism o
y el uso de la sim bología rúnica, y la colaboración entre las SS y las
HJ se hizo cada vez más estrecha hasta que, al final de la g u erra,
las dos habían fu ndido sus intereses casi p o r com pleto. P or esa
época, la m áxim a aspiración de todo jo v en hitleriano era que lo
adm itieran en las SS.
La rama selecta de la organización de las Juventudes H itlerianas
era el HJ-Streifendienst (el Servicio de Patrulla), creado en diciem bre
de 1936 que, de hecho, era una fuerza policial interna para las HJ,
encargada de m antener el orden en las concentraciones y los cam pa­
m entos de las Juventudes H itlerianas, de controlar los m ovim ientos de
transporte, supervisai' los albergues de las HJ y reducir la delincuencia
juvenil. Cada m iem bro recibía u n pase especial y un distintivo para el
puño al estilo de los de las SS y, si era necesario, un fusil de pequeño
calibre. E n agosto de 1938, porque así lo acordaron H im m ler y la
Reichsjugendführung de Von Schirach, el H J-Streifendienst se reorganizó
com o una especie de preparatorio para las SS. La form ación quedó
totalm ente en manos de estas y se suponía que los jóvenes entrarían
en las SS o en la policía al dejar el servicio.
O tra form ación de las HJ m uy relacionada con las SS era el
Landdienst (Servicio R ural), que tenía por objeto proporcionar asis­
tencia agrícola voluntaria, sobre todo en las provincias orientales del
R eich . El Landdienst se form ó en 1934 y enviaba a los voluntarios
urbanos de las HJ a trabajar en granjas durante un año, el llamado
Landjahr, para proporcionarles experiencia agrícola. C u ando co m en ­
zó la guerra, el servicio contaba con veintiséis mil m iem bros. E n
febrero de 1940 se creó la Siedlernachwuchsstelle O st (O ficina de
Jóvenes C olonos del Este), por un acuerdo conjunto entre las SS y las
HJ para form ar a los jóvenes com o Wehrbauern (guardias campesinos),
para poblar y defender las zonas conquistadas en el este. A los volun­
tarios, la R u S H A los som etía a un exam en racial y tenían que apun-
La Allgemeine-SS 213

Un grupo de «Hitlerjugend» MG42,


junto a un carro de combate Panzer
en Normandía, en junio de 1944.
Todos llevan los cubrecascos y los
Voluntarios para la División «Hitlerjugend» blusones típicos, con pantalones
hacen un juramento de lealtad ante las sueltos de camuflaje según el modelo
runas Sigel, flanqueados por las banderas italiano. El número del Panzer, «326»,
de las Juventudes Hitlerianas, en 1944. El indica que se trata del sexto carro de
elegante uniforme M36 del oficial con la segunda sección de la tercera
casco contrasta mucho con la indumentaria compañía, el 12° Regimiento Panzer
M43, más básica, que llevan los reclutas. de las SS.

tarse a la RKFDV. Para darle mayor impulso, en 1942 se am plió el


concepto del Landdienst para dar cabida a los jóvenes procedentes de
los países nórdicos, com o Flandes, H olanda, N o ruega y D inam arca,
que se ofrecían para trabajar com o voluntarios en el recién creado
Servicio R ural G erm ánico, o Germanischer I.anddienst, cuya insignia
era la runa O dal y su lema, Schwert und Scholle (la espada y el terruño).
Sin em bargo, ai cambiar las circunstancias de la guerra, en m arzo de
1944, se puso fin oficialm ente al Servicio R ural G erm ánico y buena
parte de su personal m asculino fue trasladado a la Waffen-SS.
A partir de 1936 las HJ hacían cursos de fin de semana de ejer­
cicios de cam po (Geländesport) y tiro con fusil, Al principio dependían
214 Historia secreta de las SS

Durante su primera semana de acción en Normandía, estos tres soldados de la


Division «Hitlerjugend» ganaron la Cruz de Hierro.

de los instructores que podían encontrar entre su propio personal y el de


la W ehrm acht, pero las SS se fueron involucrando cada vez más en la
form ación param ilitar de las Juventudes Hitlerianas. E n 1939 se esta­
blecieron campos de entrenam iento, o Wehrertüchtingungslager (W E -
Lager), donde los jóvenes entre los dieciséis años y m edio y los dieciocho
tenían que hacer u n curso de tres semanas, al cabo de las cuales les
otorgaban el K - Schein (certificado de entrenam iento bélico). E n 1943
había alrededor de ciento cincuenta campos de ese tipo, que incluían
entre alum nos e instructores a voluntarios procedentes de Flandes,
Holanda, N oruega, Dinamarca y Letonia. Las SS tenían buenos motivos
prácticos para interesarse m ucho por el sistema de los W E-Lager, ya
que proporcionaba a H im m ler el m edio para sortear el m o nopolio de
la W ehrm acht para el reclutam iento militar. La W affen-SS no tenía n in ­
guna facultad directa de reclutam iento entre los ciudadanos alemanes,
pero, si se podía convencer a un joven para que se presentara com o
voluntario en la W affen-SS antes de cum plir los veinte años, la edad a
la que se solía hacer el servicio militar, su preferencia p o r esa rama de
La Allgem eine-SS 215

las fuerzas de com bate se solía respetar. Por consiguiente, las SS trata­
ban de convencer a los jóvenes de los W E -L ager para que se alistaran
com o voluntarios en alguna de sus divisiones de com bate después de
obtener el K - Schein.
E n febrero de 1943, tras la pérdida del 6o Ejército en Stalingrado,
la escasez de hom bres se volvió tan acuciante que H itle r au to rizó
u n program a para alentar el alistam iento voluntario de jóvenes de
diecisiete años que no habrían tenido que prestar el servicio m ilitar
hasta 1946. Las SS vieron entonces una oportunidad de oro para incre­
m entar sus propias fuerzas. D e inm ediato com enzaron las negociacio­
nes entre H im m ler y el Reichsjugendführer, A rtu r A xm ann, com o co n ­
secuencia de las cuales se decidió crear una división totalm ente nueva
de la Waffen-SS, con jóvenes de las Juventudes H itlerianas que hu b ie­
ran finalizado sus cursos en los W E-Lager. A m ediados del verano se
habían conseguido los diez m il voluntarios necesarios. E n octubre, la
división recibió oficialm ente el nom bre de 12a D ivisión Panzer
«Hitlerjugend» de las SS y entró en acción después de la invasion alia­
da de N o rm a ndia. Los jóvenes soldados fanáticos, ansiosos p o r dem os­
trar que m erecían llevar las honrosas runas de las SS, se lan zaro n a
la batalla sin preocuparse en absoluto p o r las pérdidas, que fueron
devastadoras. Más de ocho mil quinientos m urieron o resultaron heridos
y, al acabar la guerra, lo único que quedaba de una de las principales
divisiones acorazadas de Alem ania era un solo carro de com bate y
cuatrocientos cincuenta y cinco hom bres.
Las SS tam bién aprovecharon a los voluntarios de las HJ en el fren­
te interno. A m ediados de 1943 había alrededor de cien mil jóvenes
alemanes en la organización auxiliar de fuego antiaéreo, dirigida po r
la Luftwaffe, pero era tal la dem anda de soldados de artillería antiaérea
y de operadores de reflectores que, en m arzo de 1944, G ö rin g y
A xm ann tuvieron que recurrir a Alfred R osenberg para pedirle auto­
rización para alistar tam bién com o ayudantes en la artillería antiaérea
a los jóvenes de los territorios orientales ocupados. La solicitud se
aplicaría, al igual que en Alemania, tanto a los m uchachos com o a las
chicas, a partir de los quince años y hasta que tuvieran edad suficien­
te para ser llamados a filas en sus respectivas legiones étnicas. C o m o
esas legiones extranjeras estaban controladas por las SS, los jóvenes del
216 Historia secreta de las SS

Este tam bién quedaron bajo la jurisdicción de H im m ler. En total se


reclutaron más de dieciséis mil m uchachos y dos nul m uchachas en
los países bálticos, Bielorrusia y U crania. P rim ero se los llam ó SS-
Hcífcr; después, Luftwaffen-Hclfer y, po r últim o, SS-Luftim ffen-Helfer, y
tuvieron que trabajar en cualquier lugar del R eich. El servicio en las
baterías antiaéreas era totalm ente com bativo; más de cuarenta auxilia­
res extranjeros m urieron en com bate y dos obtuvieron la C ruz de
H ierro.'lodos los jóvenes llevaban Lis runas de las SS en un triángulo
negro en la parte superior del brazo izquierdo, a la m anera de las
insignias corrientes de distrito de las HJ.
El otro ámbito en el que las SS y las Juventudes Hitlerianas m antu­
vieron un estrecho contacto fue la extinción de incendios. En ju n io de
1939 el SS-Gruppenführer doctor Johannes Meyer, com andante de la
Feuerschutzpolizei, se reunió con los dirigentes de las HJ para analizar
la participación de las Juventudes Hitlerianas en la defensa contra incen­
dios. Entonces se creó el Hf-Feuerlöschdienst (Servicio de Extinción de
Incendios de las HJ), que en diciembre se integró en el HJ-Streifendienst.
E n marzo de 1941 se cambió su nom bre oficial por el de HJ-
Feueruvhrscharcn (Escuadrones de Defensa C ontra Incendios de las HJ)
y sus miembros com enzaron a usar, en lugar del uniform e de las HJ, una
versión modificada del de la Feucrschutzpolizei. A m edida que fue avan­
zando la guerra, la distinción entre una unidad con un entrenam iento
especial, com o los HJ-Fcucrwehrscliaren, y las demás unidades de las HJ
se fue desdibujando. E n 1943 habían desaparecido las restricciones de
edad y todos los m iem bros de los servicios juveniles actuaban com o
ayudantes voluntarios en los ataques aéreos. A mediados de 1943, sete­
cientos mil m uchachos participaron en la defensa contra incendios y,
sólo durante ese año, m urieron treinta y dos, seiscientos siete resultaron
heridos y trescientos fueron condecorados con la C ruz de H ierro o la
C ruz al M érito en la Guerra.
A finales de febrero de 1945, cuando la avanzadilla del ejército ruso se
acercaba a Berlín, entre el pueblo alem án se form aron unidades espe­
ciales de sabotaje y guerrillas de partisanos con el fin de hostigar al ene­
m igo que se aproximaba. En caso de que la capital fuera capturada, los
m iem bros de esas unidades, conocidos com o W eh w o lf o Freikorps A dolf
Elitler, tenían que actuar detrás de las líneas aliadas en las zonas ocupa-
La Allgemeine-SS 217

das, sembrando todo el caos que pudieran. Le correspondió a Him mler,


com o com andante en jefe del ejército nacional, crear la organización de
los Wehnvolf, que puso al m ando del SS-Obergruppenführer i íans
Prützm ann, con el SS-Biïgadefiihrer Karl Pflaumer com o ayudante. N o
obstante, com o todo el personal apto ya se encontraba en la línea del
frente o en el Volkssturin, los IVehiwolf tuvieron que recurrir a m iem ­
bros m uy jóvenes de las 1 !J y la B D M para com pletar sus form aciones.
A esos m uchachos y muchachas les encom endaron tareas m uy variadas,
que incluían rescatar y ocultar armas y m uniciones, pequeños actos de
sabotaje, com o pinchar neumáticos, y entregar mensajes y distribuir
propagandi nazi. Los W ehnvolf de más edad, secundados desde la Waffen-
S S y la Allgemeiíie-SS, instalaron transmisores de radio secretos, partici­
paron en asesinatos y se infiltraron en los cuarteles generales enemigos.
Sin duda, la organización de los Wehrwolf infligió daños considerables e,
incluso después de la rendición, m erodeaban grupos de las SS y
Juventudes Hitlerianas que participaron en actos de sabotaje contra las
autoridades de ocupación estadounidenses, británicas, francesas y rusas.
M ediante el adoctrinam iento de los jóvenes, a través de los
N P E A , la N SD St.B , las HJ y la B D M , las SS se aseguraron de que
los ideales de H im m ler y H itler sobrevivieran m ucho después de su
desaparición.

La SS G e r m á n ic a

O bsesionado p o r el deseo de atraer a las SS a toda la sangre n ó r­


dica de Europa, H im m ler concibió la idea de crear una nueva provin­
cia germ ánica que se llamaría B urgundia, que com prendería los Países
Bajos, Bélgica y el noreste de Francia, y serviría de barrera para pro­
teger Alem ania de cualquier invasión. E n últim a instancia, B urgundia
estaría supervisada y gobernada p o r las SS y, a tal fin, el Reichsführer
estableció réplicas locales de la Allgemeine-S S en Mandes, H olanda y
N o ru e g a poco después de conquistar esos países. A finales de 1942
se apartó a esas form aciones de la influencia de sus propios líderes
políticos nacionales y colaboracionistas y se las fusionó para conver­
tirlas en una nueva SS G erm ánica, a las órdenes directas de H im m ler.
218 Historia secreta de las SS

C o n la aparición de una filial danesa en 1943, la SS G erm ánica cre­


ció hasta abarcar com o m iem bros activos a casi nueve m il hom bres,
cuya m isión fundam ental consistía en apoyar a la policía local, elim i­
nando a los partisanos, los subversivos y demás elem entos antinazis.
Los m iem bros m antenían su propia lengua y sus costum bres, aunque
era indudable que la que controlaba la situación era Alemania. Desde
el principio, H im m ler inform ó a sus voluntarios occide itales:

Podéis estar seguros de esto: habrá en toda Europa una sola SS.
la SS Germánica, al m ando del Róchsfiihrer de las SS. A unque os resis­
táis, a m í m e da igual, porque la crearemos de todas maneras. N o os
pedim os que os pongáis en contra de vuestro país, ni que hagáis
nada que rep u g n e a nadie que esté orgulloso de su país, que
lo aprecie y que se respete a sí m ism o.Tam poco esperamos que os
hagáis alemanes por oportunismo. Lo que os pedimos es que subor­
dinéis vuestro ideal nacional a un ideal racial e histórico superior,
el de un solo R e ic h germ ánico que lo abarque todo.

La que se encargó en general de la supervisión de la SS G erm ánica


y sus precursores fue la SS-IIauptam t, que colaboró en la creación y en
la expansión del nuevo organismo. Poco después se equipó al personal
con los uniform es negros sobrantes de la Allgemeine-SS, im portados de
Alemania, a los que se añadieron las correspondientes insignias nacio­
nales. Se estableció una oficina especial de enlace germ ánico, o
Germanische Leitstelle; su cuartel general estaba situado en el núm ero 20
de la Admiral von Schröder Strasse, en Berlín, y tenía filiales en La
Haya, Oslo y C openhague, cuya m isión consistía en supervisar toda la
propaganda política y las actividades de reclutam iento de las SS en las
zonas respectivas de Europa occidental y los países escandinavos. Al
cabo de un tiem po, se hizo evidente que los reclutas germ ánicos a
m enudo necesitaban un tratam iento y u n adoctrinam iento especiales
antes de poder ser aceptados plenam ente en las SS y, para cum plir esos
requisitos, se creó un D epartam ento de E ntrenam iento de la SS
G erm ánica, con cuatro campos principales de entrenam iento situados
en Sennheim , Alsacia, en Schoten, Bélgica, en H ovelte, D inam arca y
en Avegoor, Holanda. E n el program a de los campos se hacía hincapié
La Allgemeine-SS 219

en los juegos, el deporte y la form ación política. Además, había una


Escuela para Oficiales de la SS G erm ánica (Führerschule der Germanis-
chen-SS) en Hildesheim, que tenía por objeto ofrecer form ación gene­
ral a los futuros líderes políticos de la SS G erm ánica. D e hecho, la
gran m ayoría de las personas interesadas en ingresar en la SS
G erm ánica eran enviadas de inm ediato a la W affen-SS, sobre todo a
las Divisiones «Wiking» y «Nordland», para servir en com bate. Cada
una de las cuatro formaciones nacionales que llegaron a constituir la SS
G erm ánica ten ía su propia h istoria, a la que vam os a refe rirn o s a
c o n tin u a ció n .
E n lo que respecta a Bélgica, los nazis siem pre habían establecido
una clara diferenciación entre los dos pueblos que la conform an y al
principio favorecieron a los flam encos de Flandes, que eran germ áni­
cos p o r su idiom a y su raza, frente a los valones deValonia, francófo­
nos y de origen rom ánico. A partir de 1940 H itler aprovechó el anti­
guo resentim iento que sentían los flamencos contra el Estado cié
Bélgica, creado apenas ciento diez años antes y dom inado p o r los
valones. Favoreció la disensión nacionalista en el país, apoyando a la
Vlaamsch NationaalV erbond, o V N V (la U nión Nacional Flamenca) de
Gustave «Staf» de Clerq, que consideraba a Flandes una parte natural
de los Países Bajos, en lugar de Bélgica, y que en seguida absorbió a
todos los partidos colaboracionistas de Flandes. L aV N V tenía su pro­
pia versión de la SA alemana, llamada la Dictsche Militie Zw ar te Brigade,
y una red de organizaciones con una dirección política similar a la de
las Flj, la NSKK, el R A D y el NSDAP.
E n septiembre de 1940, dos flamencos proalemanes, Ward Herm ans
y R en é Lagrou, establecieron en Amberes un equivalente flamenco de
la Allgemeitie-SS. H erm ans era un m iem bro destacado de la V N V y
com enzó alistando a ciento treinta de sus colegas de partido en el
cuerpo, al que denom inó la Aigemeene Schutsscharen Vlaanderen (la SS
General Flamenca). En marzo de 1941 contaba con 1.580 m iembros
activos, además de los cuatro m il m iem bros patrocinadores, o
Beschämende Leden, que hacían aportaciones financieras, com o el
Fördernde Miglieder alemán. N o obstante, debido a la pérdida constante
de hom bres que ingresaban en las fuerzas armadas alemanas, sobre todo
en los regim ientos «Westland» y «Nordwest» y en la Legión Flamenca
220 Historia secreta de las SS

de la Waffen-SS, la fuerza de la Algcniecnc-SS Vlaanderen decayó consi­


derablem ente durante 1941, aunque nunca p o r debajo de los trescien­
tos hom bres. En 1942, los veteranos que regresaban de prestar servicio
voluntario en el frente oriental volvieron a increm entar las cifras de la
SS flamenca. Ese octubre, según la política de H im m ler de incluir a
todas las formaciones generales germánicas de las SS dentro de una sola
órbita alemana, la organización recibió el nom bre de ( lermaansche-SS
in Vlaanderen (la SS G erm ánica en Flandes). Los que eran demasiado
mayores o no cum plían los requisitos físicos de la Gcrmaamche-SS
podían alistarse en la unidad de reserva, conocida com o el Maanderen-
Korps. La política de la SS flamenca no concordaba demasiado con la
cautelosa actitud proholandesa de laV N V y recurría abiertam ente a su
propio periódico, D e S S Alan, para abogar por el absoluto control ale­
m án sobre Flandes.
La fuerza nom inal de la SS flamenca en ju n io de 1944 era de tres
mil quinientos hom bres, de ios cuales, no obstante, mil seiscientos
prestaban el servicio m ilitar en la W affen-SS, novecientos cuarenta
estaban en la N SK K y quinientos, en el V'laanderen-Korps, con lo que
sólo quedaban cuatrocientos sesenta m iem bros generales de la SS en
activo en Flandes, cien de los cuales todavía estaban en período de
prueba. A finales de ese año la mayor parte de Bélgica había sido libe­
rada, con una sola excepción significativa: el im portante p u erto de
Am beres, cuna de la SS flamenca, que seguía estando en poder de los
alemanes. El com andante superior de las SS y la Policía en Bélgica, el
SS-G ritppcnfiihrcr R ic h a rd Jungclaus, reu n ió los restos de la
G crm aamche-SS in Vlaanderen con los paramilitares ele la V N V para
form ar un C u erp o de Seguridad, o Sicherhcitskorps, de unos dos mil
quinientos hom bres. U n batallón de ese cuerpo lucho ju n to a los ale­
m anes que defendían Am beres en una batalla que duró desde septiem ­
bre hasta noviembre de 1944. Fue uno de los pocos ejemplos en los que
se recurrió a las SS en el oeste de Europa para luchar contra los britá­
nicos y los estadounidenses, ya que la m ayoría de sus colegas sólo
com batieron en R usia.
En cuanto a H olanda, antes de la segunda guerra m undial vivían
y trabajaban allí más de cincuenta mil alemanes, de m odo que no es
extraño que surgieran gran cantidad de grupos pronazis en los Países
La Allgemeine-SS 221

Insignia que llevaban los miembros patrocinadores, o Beschermende Leden, de la


SS Germánica en Flandes.

Bajos durante los años de form ación del Tercer R eich. El más im por­
tante cié ellos fue el Nationaal-Socialistische Beweging, o N SB (el
M ovim iento N acional Socialista), de A nton Adriaan M ussert. El N SB
era un partido m uy bien organizado y totalm ente uniform ado, con su
propio sector paramilitar, el Weer Afdcelingen, o WA; en 1940 se le co n ­
cedió el m onopolio político de los Países Bajos, controlado m ediante
la autoridad del Reichskommissar del país, el SS-Obergruppenführer doc­
to r A rth u r Seyss-Inquart. E n noviem bre de 1940, siguiendo el ejem ­
plo flamenco, el NSB se atrevió a establecer su propia SS dentro del
m arco del partido. La iniciativa procedió del antiguo líder de la escol­
ta personal de M ussert, Johannes H e n d rik («Henk») Feldmeijer, que
creó lo que sim plem ente se conoció com o la Nederlandsche-SS. En
octubre de 1942, la SS holandesa dejó de ser una form ación param i­
litar del NSB; fue rebautizada com o la Germaansche-SS en Nederland y
pasó a form ar parte de la gran SS G erm ánica, a las órdenes de
222 Historia secreta de las SS

H im m ler. M ussert perdió el


control sobre ella y todos los
hom bres de las SS holandesa
tuvieron que hacer el ju ra ­
m ento de lealtad personal a
A dolf 11itler.
La Gcrmaansche-SS en N e ­
derland tenía, en teoría, una
fuerza equivalente a cinco
regimientos, a los que hay que
sumar un regim iento de la
policía de las SS, además de
cuatro m il m iem bros patroci­
nadores, o Begünstigende Leden.
Tam bién contaba con su pro­
Guerrera de un Opperschaarleider, 2° pio periódico, el Storm SS. Sin
Standaard (Arnhem) de la SS Germánica
embargo. la cantidad de m iem ­
en los Países Bajos, alrededor de 1944. Se
trata de una prenda no reglamentaria, bros nom inales activos, que
probablemente transformada a partir de ascendían a tres mil ochocien­
una chaqueta de la Policía holandesa, en
un momento en que escaseaban las gue­ tos, se reducía constantem ente
rreras para el uniforme negro de servicio de por los alistamientos volunta­
las SS.
rios a la Waffen-SS. U na uni­
dad de guardia atibada, estable­
cida por el H SSPf del noroeste, el SS-Obergruppenfiihrer Hanns R auter,
después de que licenciaran al R eg im ien to «Nordwest», adoptó el
nom bre de SS-Wachbataillon Nordwest. Estaba form ada p o r cuatro
compañías, una de las cuales cumplía, sobre todo, tareas cerem oniales
en el cuartel general de las SS en La Haya. Las otras actuaban com o
guardias en los campos de concentración que se establecieron en
H ertogenbosch, Vught y otros lugares de los Países Bajos. El SS-
Postschutz, en I iolanda, tam bién em pleaba a unos cuantos voluntarios
holandeses de más edad.
Además de llevar consigo a su propia policía, las autoridades de
ocupación alemanas en H olanda se dedicaron a reorganizar a la poli­
cía de ese país y era inevitable que las SS participaran en tal proceso.
U n nuevo órgano, la Policía C om unal, sustituyó a las distintas fuerzas
La Allgemeine-SS 223

m unicipales y fue entrenada, siguiendo órdenes de las SS, en la escue­


la de policía de Schalkhaar. Se proporcionó a sus m iem bros un u n i­
form e parecido al de la Allgemeine-SS, pero con el cuello cerrado, y los
policías holandeses que tam bién pertenecieran a la SS G erm ánica
podían llevar las runas de las SS debajo del bolsillo superior izquierdo
de la guerrera. En m arzo de 1943 el NSB creó la Landivacht Nederland
(Guardia N acional Holandesa), en la que estaban obligados a prestar
servicio todos los m iem bros del partido que tuvieran entre diecisiete
y cincuenta años. En el mes de octubre la rebautizaron con el n o m ­
bre de Landstorm Nederland y fue puesta al m ando de las SS. Al princi­
pio, sus m iem bros llevaban el uniform e delW A o de la SS G erm ánica,
pero después pasaron al gris de campaña. La Landstorm luchó funda­
m entalm ente contra la resistencia holandesa, aunque tam bién intervi­
no contra las fuerzas británicas aerotransportadas cerca de A rnhem , en
septiem bre de 1944. Dos meses después absorbió al SS-Wachbataíllon
Nordwest, los estados mayores de varios centros de entrenam iento y a
unos tres mil holandeses que regresaban, después de trabajar en
Alemania, y se convirtió en la D ivisión de Granaderos de las SS
«Landstorm Nederland», que intervino en algunos combates defensivos
m enores antes de rendirse en mayo de 1945.
A diferencia de los demás países occidentales ocupados, en
N o ruega había un solo partido colaboracionista que tuviera cierta
im portancia: el m ovim iento uniform ado N asjonal Sämling, o N S
(U nidad N acional), de V idkun Q uisling. Q uisling trató de asum ir el
poder inm ediatam ente después de la invasión alemana, pero le orde­
naron que renunciara y, hasta febrero de 1942, H itler no le nom bró
presidente de N oruega; fue el único colaborador que alcanzó un
cargo tan im portante en un país ocupado p o r Alemania. 1)e todos
m odos, no le concedieron poderes absolutos. Q u ie n gobernaba de
verdad en N o ruega era su archienem igo, el Reichskommissar Josef
Terboven, que m anejaba un régim en implacable desde su fortaleza del
castillo de Skaugum , en Oslo. En abril de 1941 Joñas Lie, jefe de la
policía noruega, y Axel Stang, m inistro de D eportes y jefe del Estado
M ayor de la Rikshird (la versión para la N S de la SA alem ana). presta­
ron servicio en Yugoslavia con la División «Reich» de la W affen-SS y
los dos recibieron la C ru z de H ierro de Segunda Clase. E n cuanto
224 Historia secreta de las SS

regresó a casa com o un héroe condecorado, Lie se puso a intrigar con


Terboven contra su enem igo com ún, Q uisling. C o n la com plicidad
alemana, Lie fundó la Norges-SS, un equivalente n o ru eg o de la
Allgemeine-SS, reclutada entre la flor y nata de la Rikshird. Al no haber
sido ni consultado ni advertido, Q uisling se enfureció, pero no había
nada que hacer, porque H im m ler había dado su bendición a la SS
noruega. El Reichsführer fue a Oslo a presidir la cerem onia del ju ra ­
m ento y, com o era de suponer, nom bró com andante de la unidad a
Lie, con el grado de SS-Standartenführer. Sin embargo, antes de que la
Norges-SS pudiera siquiera concluir su entrenam iento básico, H itler
invadió R usia y el 85 por 100 de sus m iem bros se alistaron de in m e­
diato com o voluntarios para prestar servicio en la Legión N o ru e g a en
el este. El resto ingresó en una C om pañía de la Policía, al m ando de
Joñas Lie, que participó en el asedio de Leningrado.
En ju lio de 1942 regresaron de R usia m uchos veteranos y la
Norges-SS se reactivó. Pocos meses después, de acuerdo con la políti­
ca de H im m ler, se convirtió en la Gerrnanske-SS Norge. Se dejó de
lado la antigua insignia de la Rikshird y se adoptó un sistema com ún
de grados, basado en los de la Allgem eine-SS y las demás form aciones
de la SS G erm ánica. La SS G erm ánica en N o ru eg a interru m p ió todo
contacto con la Rikshird de la que había surgido y a partir de e n to n ­
ces sus m iem bros ya no podían pertenecer a ambas organizaciones. Se
hizo un nuevo ju ra m en to de lealtad a H itler en lugar de a Quisling,
y se a u to rizó el lem a de inspiración alem ana M in Aere cr Troskap
(En la lealtad está m i honor). N in guna unidad de la SS G erm ánica
en N oruega alcanzó el tam año suficiente com o para ser considerada
Standarte . Lo m áxim o que se pudo reunir fue un Stormbann (batallón),
de los que había doce en diversas partes del país. Es posible que por
lo m enos cinco de ellos sólo existieran en el papel y que todos los
demás siem pre tuvieran m enos hom bres de los necesarios, lo que no
se debía tanto a la falta de voluntarios com o al hecho de que la SS
G erm ánica, tanto en N o ru eg a com o en cualquier otro sitio, trabajara
con jorn ad a parcial y a m enudo no fuera más que una m anera de
entrar en la W affen-SS o en otras ramas de la W ehrm acht. D e hecho,
tantos hom bres de la SS G erm ánica se alistaron com o voluntarios para
trabajar con jo rn a d a com pleta en la W affen-SS que pudieron c o n tri-
La Allgemeine-SS 225

Himmler inspecciona a los voluntarios noruegos para el SS-Standarte «Nordland»


el nueve de febrero de 1941.

b u ir con u n a com pañía entera al R e g im ie n to «N ordland» en la


prim avera de 1943. Al m ism o tiem po, la G em um ske-SS Norge estable­
ció el SS- Wachbataillon Oslo, que reclutó a quinientos noruegos más
para trabajar com o guardias en distintas instalaciones de la ciudad y en
otros sitios. En N oruega, al igual que en otros países germ ánicos, se
introdujo el concepto de los m iem bros patrocinadores, o Stattende
Medlenmer. Según las cifras oficiales publicadas en Germaneren, el
periódico de la SS noruega, en septiem bre de 1944 la SS G erm ánica
en N o ru eg a contaba con mil doscientos cincuenta hom bres, de los
que trescientos treinta estaban en guardia de com bate para la Waffen-
S S y setecientos sesenta en unidades de la policía, incluido el SS-
Wachbataillon Oslo; de m odo que sólo quedaban ciento sesenta n o ru e ­
gos en la activa SS G erm ánica, con lo que m uchas unidades debieron
de existir reducidas a la m ínim a expresión. Al m ism o tiem po, había
tres mil quinientos m iem bros patrocinadores.
En el otro país germ ánico, D inam arca, antes de la segunda guerra
m undial había varios partidos políticos pronazis, de los que el p rin -
226 Historia secreta de las SS

oipal era el Danmarks National-Socialistike Arbejder Parti, o DNSAP, a las


órdenes de Frits Clausen. El D N SA P estaba m uy bien organizado,
con su propio cuerpo de líderes políticos, sección juvenil, servicio
obrero y SA, la llam ada Storm A f delitiger. E n diciem bre de 1939 la
SA danesa sólo pudo reunir a novecientos hom bres, pero a com ien­
zos de 1941 esa cifra había aum entado a dos m il quinientos, m uchos
de los cuales fueron enviados posteriorm ente para hacer cursos de
form ación en el cam po de la SS G erm ánica en Sennheim . En abril
de 1941 doscientos daneses se alistaron com o voluntarios para prestar
servicio en el R eg im ien to «Nordland» de la W affen-SS y, después de
la invasión de Rusia, otros mil doscientos se incorporaron al Freikorps
Danmark, reunido a toda prisa para com batir en el este. El com andan­
te del Freikorps era el conde C hristian Frederick von Schalburg, un
aristócrata danés de origen báltico-germ ánico, que había sido diri­
gente de las juventudes del D N S A P y hasta hacía poco había presta­
do servicio com o SS-Sturmbannjührer con la D ivisión «Wiking». La
unidad intervino en la batalla en mayo de 1942, adscrita a la SS-
Totenkopf-Division, y participó en la célebre acción que tuvo lugar en
D em jansk, en la que m urió Von Schalburg el dos de ju n io . Las au to ­
ridades nazis de D inam arca le hicieron un funeral de Estado. En defi­
nitiva, el Freikorps sufrió más de un 20 por 100 de bajas y un año después
fue disuelto oficialmente.
La mayoría de los veteranos del Freikorps fueron transferidos, sin
tener demasiado en cuenta sus deseos personales, a la D ivisión
«Nordland» de la W affen-SS. Algunos, sin embargo, entre ellos el SS-
Obcrsturmbannführer K nud M artinsen, últim o com andante de la for­
m ación, regresaron a su patria para establecer el equivalente en todo,
m enos en el nom bre, a una rama danesa de la Alígcrneine-SS. E n abril
de 1943, con apoyo alemán, M artinsen creó el Germansk Korpset
(C uerpo G erm ánico), que poco después rebautizó con el nom bre de
Schalburg Korpset (C uerpo de Schalburg) en hom enaje al héroe del
Freikorps. Varios veteranos del frente oriental se integraron en el cua­
dro de la nueva unidad, que abrió sus filas a todos los jóvenes daneses
de sangre nórdica. El C u erp o se dividió en dos grupos principales: el
personal activo uniform ado, en cinco compañías, y los patrocinadores
ocasionales, que brindaban apoyo m oral y financiero. Estos últimos
La Allgemeine-SS 227

recibieron el nom bre de Dcmsk-Folke-Vaem (la Defensa Popular


Danesa) y practicaban el uso de armas de pequeño calibre.
El C u erp o de Schalburg adoptó las mismas técnicas que ios g ru ­
pos de partisanos contra los que luchaba y respondió a cada asesi­
nato de la resistencia con otro de su parte. Se decía que cada acto de-
sabotaje provocaba uno de «Schalburgtage». Se instauró la llamada
«C ruz de Schalburg», que llevaba el lem a del C u erp o : Troskab por
Aere (En la lealtad está nuestro honor) y, según la publicación del
C uerpo, Foedrelandet, p o r lo m enos se concedió una medalla postum a
a un hom bre de Schalburg que fue asesinado p o r los partisanos.
D espués de una huelga general que tuvo lugar en D inam arca en ju lio
de 1944, el C u erp o de Schalburg fue trasladado a R ingstad, en las
afueras de C openhague, y se incorporó a la W affen-SS com o el SS-
AushildungsbataiUon (batallón de entrenam iento) Schalburg. Se enseñó
a sus m iem bros a usar armas pesadas, com o preparación para defender
D inam arca de la inm inente invasión aliada. Seis meses después la u n i­
dad se convirtió en el SS Vagtbataillon Sjaelland (el Batallón de G uardia
Zelanda de las SS). Sin embargo, nunca participó en com bates en la
línea del frente y fue disuelto en febrero de 1945.
El Efterretnings Tjenesten, o E T (el Servicio de Inteligencia), del
C u e rp o de Schalburg se desprendió del órgano que le dio origen en
abril de 1944 y quedó som etido al control directo del H S S P f de
D inam arca, el SS-Obergmppenführer G ü n th e r Pancke. El diecinueve
de septiembre, com o consecuencia de lo que los alemanes consideraron
u n com portam iento poco de fiar durante la huelga general, la orga­
nización tradicional de la policía danesa fue desacuartelada en su tota­
lidad y Pancke ordenó al E T que form ara una nueva policía auxiliar
para sustituirla. Ese cuerpo, conocido p o r los alemanes com o el
Hilfspolizeikorps, o H ipo, adquirió en seguida m uy mala reputación y
fue responsable del asesinato de p o r lo m enos cincuenta sospechosos
de la resistencia y de la tortura de otros cientos. En realidad se con­
virtió en la ram a danesa de la Gestapo. Algunos m iem bros llevaban un
uniform e negro similar al del C u erp o de Schalburg, aunque la m ayo­
ría actuaban vestidos de civil.
Al principio, el personal de las SS procedente de Flandes, H olanda,
N o ruega y D inam arca tenía derecho a com petir p o r las insignias
228 Historia secreta de las SS

deportivas paramilitares concedidas p o r los partidos pronazis de su


país, elV N V , el NSB, el NS y el DNSAP, y a lucirlas. Sin embargo,
cuando se consolidó la SS G erm ánica, a finales de 1942, se rom pieron
esos iazos con el país y, por tanto, surgió la necesidad de conceder una
nueva condecoración que lo abarcara todo. El quince de ju lio de
1943 el SS-Obergruppenführer Berger, de la SS .Hauptamt, redactó un
proyecto de reglam ento referido precisam ente a una insignia de ese
tipo para la SS G erm ánica. Tendría la form a de dos runas Sigel, sím ­
bolo de la victoria y, desde hacía tiem po, em blem a de las SS alemanas,
superpuestas sobre una esvástica con form a de rueda solar, que se aso­
ciaba con los m ovim ientos nazis en el oeste de Europa. Por consi­
guiente, el diseño representaba la unión entre las SS alemanas y la SS
G erm ánica. La condecoración, aprobada e instituida por H im m ler el
uno de agosto de 1943, recibió el nom bre de Germanische. Leistungsrune
(R una G erm ánica al M érito). La había de dos grados: de bronce y de
plata, y las pruebas previas a su concesión eran similares a las que
tenían que superar los alemanes en las SS para ser candidatos a la
M edalla N acional al M érito D eportivo de Alem ania y la M edalla
D eportiva M ilitar de la SA. A parte del atletism o y los deportes m ili­
tares, com o el tiro y las com unicaciones, había que dem ostrar aptitud
en las teorías nacionalsocialistas. Más de dos mil m iem bros de la SS
G erm ánica se presentaron a las prim eras pruebas, en enero de 1944,
pero sólo las superaron noventa y cinco. La invasión aliada a Francia
y las posteriores batallas sin duda im pidieron que se distribuyera
am pliam ente y se cree que en total se concedieron m enos de doscien­
tas medallas. Por ser la única condecoración instituida p o r H im m ler
que tuvo reconocim iento nacional, la R u n a G erm ánica al M érito
ocupa un lugar único en la historia de las SS.
Además de las form aciones de la SS G erm ánica propiam ente
dicha, la A llgem eine-SS estableció sus propios Germanische Sturmbanne
(batallones germ ánicos) en las zonas del R e ic h donde había grandes
concentraciones de trabajadores procedentes de los países nórdicos.
Esos extranjeros llegaron a ser varios centenares de miles a finales de
1942 y planteaban un problem a im portante para la seguridad interna
de Alemania. Para facilitar su control, las empresas alemanas em plea­
ban a oficiales y soldados flamencos y holandeses de las SS, la mayoría
La Allgemeine-SS 229

de ellos recién llegados de pres­


tar servicio en la línea del fren­
te en el este, a fin de realizar
una campaña Je propaganda en
las fabricas. Lograron conven­
cer a tal cantidad de com pa­
triotas para que se incorporaran
a la Allgcmeine-SS local, que se
form aron siete batallones ger­
mánicos en Berlín, Brunswick,
Dresde, Düsseldorf, Ham burgo,
N u re m b e rg y Stuttgart. £1
servicio en los Germanische
La Runa Germánica al Mérito se instituyó,
Sturmbanne era voluntario y según palabras de Himmler, para aquellos
no retribuido, y para prestarlo que «se distinguían en los deportes, el
manejo de las armas y la madurez espiritual,
había que trabajar horas extras demostrando su voluntad de alcanzar el
o los fines de semana. destino germ ánico común». Aunque
A finales de 1944 la SS técnicamente podían obtenerla «todos los
hombres alemanes y germánicos», nunca
G erm ánica en Alemania estaba la llevó ningún alemán.
totalm ente organizada com o
una parte de la Allgemeine-SS regular, aunque distinta de ella. La cifra
m áxima de m iembros rondaba los siete nul y el SS-Obersturmbannführer
M ax Kopischke ocupaba el cargo de C hef der Germanischen-SS in
Deutschland (jefe de la SS G erm ánica en Alemania).Tenía com o subor­
dinados a varios Reichsreferenten, funcionarios de ios distintos grupos
nacionales en los que se dividían los Germanische Sturmbanne. Sus
Sonderstäbe (estados mayores especiales) trabajaban desde el cuartel
general de las Oberabschnitte en las que operaban los batallones. El
centro cultural de los Germanische Sturmbanne era la Germanische J laus
(Casa Alemana) de Hannover, creada por el Germanische Leitstelle de la
SS Hauptamt en mayo de 1943 y trasladada posteriorm ente a
H ildesheim con el nom bre de Haus Germanien. Tam bién satisfacía las
necesidades de vida social de los trabajadores, estudiantes y jóvenes nór­
dicos asociados, que trabajaban o pasaban las vacaciones en Alemania,
organizando visitas de orquestas, cantantes, estrellas de cine y otras cele­
bridades procedentes de sus propios países. La Casa distribuía muchos
230 Historia secreta de las SS

ejemplares de Das Schwarze Korps, ju n to con De S S M an, Storm SS,


Germaneren y Foedreíandet. A medida que fue em peorando la situación
bélica, la Casa Alemana hacía más hincapié en ensalzar las virtudes de
los hom bres de la SS Germ ánica en el frente y, a finales de 1944, se
había convertido en poco más que una oficina de reclutam iento de la
Waffen-SS con pretensiones.

E l s im b o l is m o y el a t u e n d o d e la O rd en N egra

A partir de 1934 se prom ovió conscientem ente a las SS, no sólo


com o una elite racial sino tam bién com o una orden oscura y secreta.
A tal efecto se crearon insignias simbólicas y uniform es diseñados con
esmero, que resultaron señuelos filíales para atraer a miles de ciuda­
danos com unes hacia las estructuras de telaraña del im perio de
H im m ler.
D e todos los adornos del uniform e de las SS, el em blem a que se
m antuvo a lo largo de toda la historia de la organización y que quedó
firm em en te asociado a ella fue la cabeza de la m uerte, o Totenkopf,
u n m otivo estrem ecedor que consistía en una calavera y unas tibias
cruzadas. La cabeza de la m uerte fue la única insignia que tuvieron en
com ún todas las form aciones de las SS. tanto la Allgemeine-S S com o la
SS G erm ánica o la Waffen-SS, fueran alemanas o no. A m en u d o se ha
supuesto que la 'ibtenkopf se usaba sim plem ente para aterrorizar a las
personas que la veían, pero no fue así, sino que se adoptó com o un
vínculo directo y em ocional con el pasado, sobre todo con las unida­
des militares de elite de la Alem ania im perial.
La literatura alem ana medieval y los poem as rom ánticos estaban
llenos de referencias a fuerzas oscuras y a los símbolos de la m uerte y
la destrucción; un ejem plo típico es el siguiente pasaje de una ep o p e­
ya escrita en el siglo XV p o r G arnier von Susteren:

l í e aquí al caballero
de modales oscuros y solemnes,
con un a aneo en el emblema
y sangre en el estandarte [...].
La Allgemeine-SS 231

Este verso bien podría haberse com puesto pensando en cl unifor­


me de las SS. En 1740, una gran cabeza de la m uerte, sin m andíbulas
y m irando hacia la derecha, con los huesos detrás del cráneo y bordada
en plata, adornaba los arreos funerarios negros del rey de Prusia,
Federico G uillerm o I. En su m em oria, los regim ientos núm ero uno y
dos de Leib-Husaren, las unidades de elite de la Escolta R eal prusiana
que se form aron al año siguiente, adoptaron el negro com o color de
su uniform e y pusieron una inmensa TotenkopJ, con u n diseño sim i­
lar, en sus P elzm ützen (los gorros militares de piel). Lo m ism o hizo el
Estado de B runsw ick en 1809, cuando la cabeza de la m uerte fue
adoptada por su R e g im ie n to de Húsares núm . 17 y po r el tercer bata­
llón del R egim iento de Infantería núm . 92. La Totenkopf de B runsw ick
tenía un diseño algo diferente del prusiano, porque el cráneo estaba
de frente y colocado justo encim a de los huesos cruzados. D urante la
prim era guerra m undial unas cuantas unidades de prim era del ejérci­
to alem án eligieron la cabeza de la m uerte com o insignia de su for­
m ación, sobre todo las tropas de asalto, los destacam entos de lanzalla­
mas y los batallones de carros de com bate. Varios pilotos de los
Schutzstaffeln, entre los que figuraba el as de la aviación G eorg von
H antelm ann, que había prestado servicio en los Húsares de la Cabeza
de la M uerte, tam bién usaron variantes de esta com o em blem a perso­
nal. Casi ju sto después del cese de las hostilidades, en 1918, se volvió
a ver la cabeza de la m uerte, esta vez pintada en los cascos y los vehícu­
los de algunos de los m ejores y más famosos Freikorps. Por su asocia­
ción con esas form aciones se convirtió en un sím bolo, no sólo de
osadía y sacrificio en tiem pos de guerra, sino tam bién del tradiciona­
lismo, el antiliberalism o y el antibolchevism o de posguerra. Los ex
militares nacionalistas hasta llevaban anillos, gemelos, alfileres de cor­
bata y otros adornos con la cabeza de la m uerte, que cada uno encar­
gaba por su cuenta para llevar con la ropa de civil.
N o es extraño, po r tanto, que en 1923 los m iem bros del Stosstrupp
A dolf H itler adoptaran con entusiasm o la Totenkopf com o em blem a
distintivo, adquiriendo al principio una pequeña reserva sobrante de
insignias para gorras del ejército. A partir de entonces, sus sucesores en
las SS contrataron a la empresa D eschler de M ú n ich para volver a tro­
quelar grandes cantidades de la cabeza de la m uerte sm mandíbulas,
232 Historia secreta de las SS

La cabeza de la muerte alemana fue utilizada por primera vez por los regimientos
prusianos de caballería en el siglo xvm. La Totenkopf aparecía en los sombreros
altos y redondeados del 5° de Húsares (los Húsares «Negros» o «de la muerte»);
en cambio, los sombreros, del 9o de Húsares llevaban un esqueleto tumbado que
hizo que se los llamara los Húsares «de la muerte total». Este gorro militar de piel
data de alrededor de 1910; lo llevaba un miembro del 1er Regimiento de Leib-
Husaren, que tenía su base en Danzig-Langfuhr.

de estilo prusiano, que llevaron en las prendas de su tocado durante


los once años siguientes. Igual que a los guardias personales de Hitler,
les gustaba tom ar com o m odelo a los húsares de la escolta im perial,
que se h ab ían h e c h o c o n o c e r com o los Schwarze Totenkopfhusaren
y eran aficionados a entonar la vieja canción de su regim iento, que
incluía una estrofa m uy emotiva:

D e negro nos vestimos,


de sangre nos bañamos,
con la cabeza de la muerte en el casco.
¡Hurra! ¡Hurra!
¡Somos invencibles!

E n 1934, cuando las nuevas unidades Panzer del ejército (que,


después de todo, eran los sucesores naturales de los regim ientos de
La Allgemeine-SS 233

Esta versión de la cabeza de la muerte de estilo prusiano fue adoptada por el


Stosstrupp Adolf Hitler en 1923 y las SS la usaron hasta 1934.

El modelo de la cabeza de la muerte de las SS que se llevaba en 1934. Este ejemplo


en particular fue fabricado en Múnich por la empresa Deschler.
234 Historia secreta de las SS

caballería imperiales) com enzaron a usar la Totenkopf de estilo prusia­


no com o insignia de elite, las SS inventaron su propio diseño exclusivo
de una cabeza de la m uerte sonriente, con m andíbula inferior, que fue
la que llevaron a partir de entonces.
El m odelo de 1934 de la Toten kopf de las SS al final adoptó diver­
sas form as, m irando hacia la derecha, hacia la izquierda y hacia el fren­
te, y aparecía en el tocado de tela de todos los m iem bros de la orga­
nización y en las guerreras y los vehículos de las SS-Totcnkopfverbände
y la Totenkopf-Division. Era el eje del prestigioso anillo de la cabeza de
la m uerte de las SS y se podía apreciar en las cadenas de las que col­
gaban los puñales y las golas, en las chaquetas del uniform e de gala,
las banderas, los estandartes, las fundas de los tam bores, los adornos de
las trom petas y en la insignia de la guerra de guerrillas de las SS y la
policía.A dem ás, por sus asociaciones directas con D anzig, donde estu­
vieron acuartelados los regim ientos de Leib-Husaren prusianos hasta
1918, fue elegida com o la insignia especial de la form ación del SS-
Heimwehr D anzig y de la policía de Danzig. H im m ler quería que sus
hom bres estuvieran orgullosos de su herencia y no cabe duda de que
las honorables asociaciones de la cabeza de la m uerte alem ana fueron
bien aprovechadas a tal efecto. Se convirtió en una inspiración para
todos los que m erecieron el privilegio de lucirla.
Además de la Totenkopf, las S S Runen (las runas de las SS) represen­
taban el elitismo y la camaradería fraterna de la organización, y se las
elevó a una condición casi sagrada. D e hecho, cuando los hom bres de
las SS m archaron a la guerra, en 1939, cantaban su him no SS W ir Alle
(Todos som os de las SS) que incluía el verso: W ir alle stehen z u m
K a m p f bereit, wenn R unen und Totenkopf führen (Todos estamos Ustos
para la batalla, inspirados po r las runas y la cabeza de la m uerte). La
palabra «runa» viene del nórdico antiguo run, que significa «escritura
secreta». Las runas eran caracteres que constituían los alfabetos utiliza­
dos p o r las tribus germánicas de la E uropa precristiana para la escri­
tura tanto mágica com o corriente. Había tres grandes ramas del alfa­
beto rúnico y una serie de variantes m enores; algunas runas servían al
mism o tiem po com o símbolos para representar características hum anas
o ideales, de form a similar a com o los romanos usaban las hojas de
roble y de laurel para indicar la fuerza y la victoria. E n el año 98, en
La ñllgem eine-SS 235

su obra Germania, el historiador C ornelio Tácito describía con detalle la


m anera en que los germ anos hacían adivinaciones m ediante las runas.
E n el siglo XIX y principios del XX com enzaron a interesarse por las
runas los m odernos Völkisch (movimientos «folk») del norte de Europa,
que promovían el interés por las historias, las creencias y los festejos tra­
dicionales. U n o de esos grupos fue la Sociedad Thule y, a través de su
asociación con sus actividades, 1 lunm ler com enzó a retrotraerse al mís­
tico período germ ánico de la Edad Media en busca de buena parte de
su inspiración. Siempre le habían fascinado los códigos crípticos y los
mensajes ocultos, de m odo que fue doblem ente adecuado que pudiera
aprovechar muchas de las ideas del simbolismo pagano y adoptar, o por
lo m enos adaptar, ciertas runas para que las usaran sus SS. A todos los
Antwärter de la Allgemcine-SS previos a 1939 se les enseñaba e! simbolis­
m o rúnico com o parte de su form ación de prueba. En 1945 las SS uti­
lizaban catorce variedades principales de runas, que se describen a conti­
nuación y aparecen en la ilustración de la página 236.

A. La H akenkreuz
La Hakenkreuz (esvástica o cruz gamada) era el sím bolo germ áni­
co pagano de D o n n er (o ló r), el dios de los aventureros. D urante el
siglo XIX se consideraba el sím bolo del nacionalismo y la lucha racial,
y en el período posterior a 1918 la adoptaron varias unidades de los
Freikorps, sobre todo la Brigada Ehrhardt. C om o insignia principal del
partido nazi y del Estado aparecía inevitablem ente en numerosas guar­
niciones de las SS, ya sea de form a estática (es decir, apoyada en un
plano) o m óvil (es decir, apoyada en un punto, para dar la im presión
de un m ovim iento de avance). La SS G erm ánica en Flandes utilizaba
una versión alargada de la esvástica móvil.

B. La Sonnenrad
La Sonnenrad, o esvástica con form a de rueda solar, era la represen­
tación nórdica antigua del sol, que fue adoptada com o emblema por la
Sociedad T hule. P o sterio rm en te la utilizaron com o sím bolo las
divisiones «Wiking» y «Nordland» de la Waffen-SS, m uchos de cuyos
miembros eran ciudadanos escandinavos, y también el C uerpo de
Schalburg. Constituía la parte principal del diseño de la R u n a Germánica
236 Historia secreta de las SS

al M érito y la llevaba la SS
(\
noruega.

4. Hakenkreuz B. Sonnenrad
C. La runa Sigel
La runa Sigel (también
llamada Siegrune) simbolizaba
C. Sig-R une D. Ger-R un e E. W olfsangel la victoria. En 1931 el SS-
Sturmfiihrer Walter H eck, un
\ diseñador gráfico que trabaja­
V
F. Wolfsangel G Opfer-Rune H.Eif-Rune ba para Ferdinand Hoffstätter,
(variant)
una empresa de B onn que se
γ A\ dedicaba a crear insignias,
A colocó dos runas Sigel una al
1. Leben-Rune J. Toten-Rune K. Tyr-Rune lado de la otra, creando así la
ubicua insignia de las «runas

L. Heilszeichen
*
\f.Hagali-Rune
&
ΛΓ, Odal-Rune
de las SS», utilizada en todas
partes, po r todas las ramas de
la organización, a partir de
1933. Las SS le pagaron 2,50
Símbolos rúnicos utilizados por las SS. Reichsmarks por los derechos
del diseño. H eck tam bién fue
el responsable de la insignia de las «runas de la SA», que combinaba una
«S» rúnica con una «A» gótica.

D. La runa Ger
La runa G er simbolizaba el espíritu com unitario y se presentaba
com o una variación del sím bolo divisional de la D ivisión «Nordland»
de la Waffen-SS.

E. E l Wolfsangel
El Wolfsangel (gancho del lobo) era en un principio un em blem a
pagano que se suponía que tenía el poder de alejar a los lobos. Después
se convirtió en un sím bolo heráldico que representaba una tram pa para
lobos y, com o tal, aparece hasta el día de hoy en el escudo de armas de
la ciudad de W olfstein. A doptado com o em blem a en el siglo XV por los
campesinos que se alzaron contra los m ercenarios de los príncipes ale­
La Allgemeine-SS 237

manes, a partir de entonces el Wolfsangel se consideró un sím bolo de la


libertad y la independencia, aunque tam bién recibió el nom bre de
Zeichen der W illkür (la «insignia del despotismo») durante la guerra
de los treinta años. El Wolfsangel fue uno de los prim eros emblemas del
partido nazi y posteriorm ente fue utilizado com o sím bolo por la
División «Das Reich» de la Waffen-SS.

E E l Wolfsangel (variante)
U n a versión más baja del Wolfsangel, con los brazos en form a de
gancho, era el em blem a de la SS G erm ánica en los Países Bajos y pos­
terio rm en te fue adoptada p o r la D ivisión «Landstorm Nederland» de
la Waffen-SS, form ada p o r voluntarios holandeses.

G. La runa O ffer
La runa O pfer era un sím bolo de abnegación. La utilizó a partir
de 1918 la asociación de veteranos de guerra Stahlhelm y, p o sterio r­
m ente, fue la insignia que sirvió para conm em orar a los m ártires nazis
del putsch de M únich de 1923. Tam bién form aba parte del diseño de
la insignia deportiva de la SA para heridos de guerra, que podían
ganar los ex militares de las SS que habían quedado inválidos.

H . La runa E if
La runa E if representaba el celo y el entusiasmo. Fue la prim era
insignia de los ayudantes de las SS seleccionados especialm ente y asig­
nados en persona a H itler y, p o r tanto, la llevaba R u d o lf Hess en 1929.

I. La rnna Leben
La runa Leben (la runa de la vida) simbolizaba la vida y fue adop­
tada po r la asociación Lebensborn y la Ahnenerbe. Asimismo, aparecía en
los docum entos de las SS y en los indicadores de las sepulturas para
m arcar la fecha de nacim iento.

J. La runa Toten
La runa Toten (la runa de la m uerte) representaba la m uerte y se
utilizaba en los docum entos de las SS y en los indicadores de las sepul­
turas para m arcar la fecha de la m uerte.
238 Historia secreta de las SS

K. La runa Tyr
La runa Tyr, tam bién conocida com o la runa K am pf (la runa de
la batalla) era el sím bolo germ ánico pagano de Tyr, el dios de la gue­
rra, y representaba el liderazgo en la batalla. H abitualm ente la utiliza­
ban las SS com o indicador de sepulturas, en lugar de la cruz cristiana;
llevar la runa Tyr en la parte superior del brazo izquierdo indicaba que
uno se había graduado en la SA-Reichsführerschule, que preparó a los
oficiales de las SS hasta 1934. Después, fue la insignia especializada de la
ram a de reclutam iento y entrenam iento de las SS y u n em blem a de
la D ivisión «30 Januar» de la W affen-SS , que com prendía al personal y
los alum nos de diversas escuelas de entrenam iento de las SS.

L. Los Heilszeichen
Los Heilszeichen (símbolos de prosperidad) representaban el éxito
y la buena suerte y aparecían en el anillo de la cabeza de la m uerte de
las SS.

A4. La runa Hagal


La runa Hagal representaba la fe im perturbable que se suponía
que tenían que tener todos los m iem bros de las SS, Aparecía en el ani­
llo de la cabeza de la m uerte de las SS, así com o tam bién en los atuen­
dos cerem oniales que se utilizaban en las bodas de la organización.
T am bién fue elegida com o sím bolo de la SS-P olizei-Division, p o rq u e
se parecía a la insignia tradicional de la «estrella de la policía».

N . La runa Odal
La runa O dal simbolizaba el parentesco y la familia y la reunión
de personas de sangre similar. Era la insignia de la S S Rasse- und
Siedlungshauptamt y el em blem a de la D ivision «Prinz Eugen» de la
W affen-SS , que com prendía fundam entalm ente a los Volksdeutsche pro ­
cedentes de los Balcanes.

El simbolismo de la cabeza de la m uerte y las runas se combinaba


en uno de los adornos más poderosos y, sin embargo, más siniestros del
uniform e de las SS, el Totenkopfring der S S (el anillo de la cabeza de la
m uerte de las SS), instituido por Him m ler el diez de abril de 1934. El
La Allgemeine-SS 239

anillo no figuraba entre las condecoraciones nacionales porque era un


regalo del Reichsführer. Sin embargo, se consideraba un prem io im por­
tante dentro de la herm andad de las SS, un reconocim iento al m érito
personal de su portador, su fiel cum plim iento del deber y su lealtad a
H itler y a sus ideales. Sin duda, H im m ler adoptó el concepto y la forma
rúnica del anillo a partir de la mitología germánica, según la cual el dios
Tor poseía un anillo de plata pura que servía para tom ar juram ento
(algo así com o los cristianos, q u e ja ra n sobre la Biblia), y los tratados que
había que cum plir se tallaban en form a de runas sobre la lanza de O dín.
El Ibtenkopfring comprendía una franja enorm e de hojas de roble en las
que aparecían, profundam ente grabadas, la cabeza de la m uerte y una
serie de runas. En el docum ento de concesión que se entregaba con cada
anillo se explicaban estas y se las interpretaba de la siguiente manera:

La runa Sigel dentro de un triángulo representaba que se p e rte ­


necía a las SS.
La esvástica dentro de u n cuadrado era un sím bolo de la filosofía
nazi.
Los Heilszeichen dentro de un círculo eran sím bolo de pro sp e­
ridad.
La runa Hagal dentro de un hexágono significaba una fe in q u e­
brantable.

N o obstante, esos significados quedaban m uy atenuados en compara­


ción con los que en un principio elaboró el SS-Brigadeführer Karl-Maria
Wiligut-Weisthor, experto en runas y en descifrar su simbolismo, que dise­
ñó el anillo para I Iimmler.A continuación se presentan las interpretacio­
nes de Wiligut-Weisthor que, al contar con la aprobación del Reichsführer,
ofrecen una visión interesante de cóm o funcionaba la m ente de H im m ler
en el m om ento en que planeaba el futuro de su O rden Negra:

La runa Sigel dentro de un triángulo


El triángulo significa que la vida es eterna. Sus tres lados repre­
sentan el nacim iento, el desarrollo y la m uerte o el pasado, el presen­
te y el futuro. Cada m uerte es el cam ino hacia una nueva vida y el
triángulo simboliza el ciclo eterno de la creación. La runa Sigel repre-
240 Historia secreta de las SS

La insignia para el cuello con las runas Sigel, que al principio estaba reservada
exclusivamente para los miembros del Leibstandarte, pero que al final llevaban
todas las formaciones alemanas de la Waffen-SS.

senta el sol y la salud. Tam bién era el sím bolo pagano de la victoria.
Por tanto, abarca tanto el saludo ( Heil o «Salud») com o el grito de
guerra (Sieg o «Victoria») de los antepasados germ ánicos de las SS.
(De esa com binación de saludo antiguo y grito de guerra sacaron los
nazis su Sieg I leí!.)

La esvástica dentro de un cuadrado


La esvástica com prende cuatro runas en form a de «U». La runa en
form a de «U» representa el recorrido del sol y es sím bolo de fertili­
dad. D e una esvástica partida o cortada p o r :a m itad se obtiene la runa
en form a de «G» o runa G ibor, que significa transm itir a los propios
descendientes. Todo el sim bolismo de esta runa es el hom bre que está
en arm onía con dios y con la eternidad.

Los IJeilszeichen dentro de un círculo


D entro del círculo hay dos runas Sigel y una com binación de la
runa Tyr y la runa Os. El círculo representa la circulación de la divi-
La Allgemeine-SS 241

Primer piano de la tecla de las runas Sigel que aparecía en las máquinas de escribir
de las SS a partir de 1936. En todos los documentos de las SS y las publicaciones
impresas siempre aparecían las runas Sigel en lugar de las habituales letras romanas
«SS».

nidad en la naturaleza, que foijó el espíritu hum ano. Es el círculo de


la vida. Las runas Sigel simbolizan las SS y la prosperidad. La runa Tyr
es la lanza de Tyr, el dios escandinavo de la guerra. Todo esto significa
que la m uerte es im potente y que no hay que tenerle m iedo. Los que
luchan con valor para garantizar la prosperidad de su Volk serán recor­
dados para siempre.

La runa Hagal dentro de un hexágono


Las dieciocho runas derivan del hexágono. Llevar este sím bolo
otorga fuerza en la adversidad, ya que abarca todo el poder de todas
las runas. La interpretación general de esta runa es creer en uno
m ism o y así uno se convierte en el amo de todo.

Es evidente que el propio H im m ler creía en todo lo anterior y tra­


taba el anillo con la m áxima reverencia. Λ1 principio, el Totenkopfring
estaba reservado para aquellos veteranos de la Vieja Guardia que per­
242 Historia secreta de las SS

tenecían a las SS con núm eros inferiores al tres rn.il, lo que suponía, en
la práctica, que estaba restringido a los oficiales, porque el veinte de
abril de 1934 H im m ler nom bró Sturmführer a todos los hom bres de las
SS que tuvieran núm eros por debajo del tres m il y que todavía n o eran
oficíales.Todos esos individuos, alrededor de mil, se habían incorpora­
do a las SS antes de septiembre de 1930, cuando los nazis consiguieron
el prim er éxito notable en unas elecciones. Los requisitos para la con­
cesión del anillo se fueron am pliando poco a poco hasta que, en 1939,
la mayoría de los oficiales de las SS con tres años de servicio tenían
derecho a llevarlo, aunque ese derecho se podía postergar o desapare­
cer, durante un periodo de entre tres meses y tres años, si su portador
había recibido algún castigo en virtud del código disciplinario de las SS.

El anillo de la cabeza de la muerte. Himmler entregó el primero de ellos a la Vieja


Guardia de las SS el veinticuatro de diciembre de 1933, cuatro meses antes de que
se publicara la orden que elevaba el Totenkopfríng a la categoría de condecoración
oficial de las SS. Cabe destacar que aquellos que llegaron a reunir las condiciones
para recibir el anillo tuvieron qué solicitarlo a través de los canales habituales de
las SS, lo que explica el motivo por el que muchos oficiales que tenían derecho a
é) no lo recibieron jamás: simplemente porque se olvidaron de solicitarlo o decidieron
no hacerlo. Se sabe que se conservan menos de veinte anillos de la muerte en
colecciones privadas.
La Allgemeine-SS 243

Los anillos se entregaban en fechas fijas, coincidiendo con las fiestas de


las SS y el NSDAP, a saber, el veinte de abril, el veintiuno de junio, el
nueve de noviem bre y el veintiuno de diciembre, y todas las concesio­
nes se registraban en la Dienstaltersliste. Al m orir el dueño de un anillo
había que devolverlo a la S S Personalhauptamt, que disponía su co n ­
servación en un santuario especial, en el castillo de H im m ler en
W ewelsburg. E n la prim avera de 1945, para evitar que los anillos
devueltos cayeran en poder de los abados, fueron sepultados m ediante
una explosión en la ladera de una m ontaña próxim a a W ewelsburg y
hasta el día de hoy no se han encontrado.
E ntre 1934 y 1944 se concedieron alrededor de catorce m il qui­
nientos anillos de la cabeza de la m uerte. A uno de enero de 1945 el
64 p o r 100 de ellos había siclo devuelto a las SS al m o rir su dueño (es
decir, los que se enterrarían en W ewelsburg), el 10 p o r 100 se había
perdido en el cam po de batalla y el 26 p o r 100 seguía estando en
poder de su propietario o no se tenía conocim iento de su paradero,
p o r algún otro m otivo, lo que suponía que, en teoría, al finalizar la
guerra, podía haber en circulación unos tres m il quinientos anillos. El
Totenkopfring llegó a ser un h o n o r tan preciado que num erosos oficia­
les de las SS y la policía que no tenían derecho a llevarlo encargaron a
sus joyeros, e incluso a los reclusos de los campos de concentración,
que les fabricaran en oro o plata una variedad de «anillos con cala­
veras» extraoficiales. Sin em bargo, esos anillos carecían del sim bolism o
rúnico y eran im itaciones más bien burdas de los auténticos.
El poderoso y sim bólico uniform e de las SS de finales de la déca­
da de 1 930 y com ienzos de la de 1940 tuvo un origen m uy hum ilde.
Los prim eros nazis vestían traje norm al de civil y sólo se distinguían
p o r los Kampfbinde (los brazaletes con la esvástica) de rudim entaria
fabricación casera que llevaban en el brazo izquierdo. N o obstante,
cuando apareció la SA param ilitar en 1921 surgió la necesidad de
crear un u niform e específico para sus m iem bros. Al principio su ves­
tim enta no tenía ninguna coherencia y seguía el estilo característico
de los Freikorps, por lo general en form a de cazadoras cruzadas, de
color gris de campaña, remanentes del ejército, cinturones con correas
cruzadas, pantalones grises, botas de trinchera, cascos de acero y
gorros de m ontaña. M uchos hom bres de la SA se lim itaron a conser­
244 Historia secreta de las SS

var los uniform es que habían llevado durante la guerra de 1914 a


1918, sin ninguna insignia. El brazalete con la esvástica era el único
elem ento que se repetía y a veces llevaba un núm ero o un em blem a
m etálico para indicar la unidad y una «estrella» de m etal o galones de
tela para indicar el grado. Por ejem plo, el com andante de la I a
C om pañía del R e g im ie n to «M ünchen» de la SA llevaba una cabeza
de la m uerte de estilo B runsw ick encim a del núm ero «1» y una sola
estrella en el brazalete. En 1923 los m iem bros del Stosstmpp A dolf
H itler llevaban un atuendo similar, al que se añadía una Totenkopf de
estilo prusiano en la gorra, por lo general coronada p o r una
Reichskokarde, una escarapela m etálica circular con los colores im p e ­
riales: negro, blanco y rojo. Tras el fracaso del putsch de M ú n ich y la
prohibición de las SS y el Stosstmpp, los hom bres siguieron llevando su
viejo uniform e de m iem bros de los Frontbanne, añadiendo una insig­
nia con u n casco de acero en el centro del brazalete con la esvástica.
A finales de 1924 el Leutnant G erhard Rossbach, que había sido
uno de los líderes más famosos del Freikorps y la SA, com pró a m uy
b uen precio un lote de camisas pardas tropicales, excedente del ejérci­
to alemán; las prendas, que habían estado destinadas a las colonias del
R e ic h en África, en realidad no eran camisas, sino blusas con cuello y
bolsillos que solían llevarse encim a de una camisa norm al sin cuello.
E n febrero de 1925, cuando se reconstituyó el N SD A P y se reactivó la
SA, H itler equipó a sus hom bres con esas camisas fáciles de conseguir
y encargó corbatas, pantalones y quepis a juego. D e ese m odo, más por
casualidad que p o r diseño, la SA y el partido nazi en general adopta­
ron el color pardo. C uando se form aron las SS, en abril de ese m ism o
año, tam bién se proporcionaron camisas pardas a sus m iem bros. N o
obstante, para diferenciarse de la SA, siguieron usando la cabeza de la
m uerte del Stosstmpp y llevaban quepis negro, corbata negra y panta­
lones negros, y los brazaletes con la esvástica tenían el borde negro. A
finales de 1925 la camisa parda y los com plem entos negros quedaron
bien establecidos com o el «uniforme tradicional» de las SS. La gran
mayoría de los hom bres de la organización, que tam bién pertenecían
al NSDAP, llevaban la insignia del partido nazi en la corbata.
El nueve de noviem bre de 1926, la SA, en rápida expansión,
in tro d u jo las insignias para el cuello, o Kragenspiegel, para indicar la
La Allgemeine-SS 245

unidad y el grado, en lugar de las insignias y los galones que antes


se po n ían en el brazalete. E n la insignia de la derecha iban los
núm eros de la unidad y en la de la izquierdo, un sistema tipo
Stahlhelm, con estrellas, barras y hojas de roble, para indicar el grado.
E stableciendo un contraste entre el color de la insignia y el de los
núm eros se procuraba reflejar los colores corresp o n d ien tes al
Estado del distrito en el cual estaba situada la unidad en cuestión.
P or ejem plo, los hom bres de la SA en B erlín llevaban insignias
negras y blancas; los de H am b u rg o las llevaban rojas y blancas; los
de M ú n ic h , azules y blancas y así sucesivam ente. Pero ese o rden
resultaba difícil de m an te n er y al final las com binaciones de c o lo ­
res e x p e rim e n taro n m uchos cam bios. Las insignias de las unidades
de la SA eran p a rticu la rm e n te com plejas, ya que ten ían que in cluir
no sólo el Standarte, la especialidad y el cargo, sino tam b ién el
Sturm bann y el Sturm correspondientes. E n agosto de 1929 las SS
tam bién com enzaron a utilizar insignias de cuello para indicar el grado
y la unidad. Al igual que en la SA, el grado aparecía en la insignia
izquierda, o en ambas, de Standartenführer hacia arriba, y la in d ica­
ción de la unidad, en la derecha. D e todos m odos, el sistem a de las
SS era m u ch o más sencillo que el de la SA. Todas las insignias para
el cuello de las SS eran de color negro, con los núm eros, las estre­
llas, los galones y las hojas de roble de color blanco, plata o gris.
A dem ás, las insignias de cuello de la u n id ad se lim itaban a indicar
el Standarte, la especialidad o el cargo.
Para indicar a qué Sturmbann o Sturm se pertenecía, las SS idearon
un com plejo sistema propio de distintivos para el puño, o Arméistreífen,
unas franjas negras estrechas que se llevaban en la parte inferior de la
m anga izquierda. D entro de cada Fuss-Standarte, a cada Sturmbann se
le asignaba un color para ribetear el borde superior y el inferior del
distintivo. Los colores correspondientes a cada Sturmbann eran los
siguientes:

Sturmbann l verde
Sturmbann II azul oscuro
Sturmbann III rojo
Sturmbann IV (Reserva) azul claro
246 Historia secreta de las SS

Sobre el distintivo aparecían bordados


en hilo gris o plateado el núm ero y, si lo
tenía, el nom bre honorífico de la Sturm del
portador. Por ejemplo, un m iem bro de la 2a
Sturm, 1er Sturmbann, 41° Fuss-Standarte de
las SS llevaría en el puño u n distintivo con
ribetes verdes con el núm ero «2», además de
un núm ero «41» en la insignia dei cuello
derecho. Alguien que perteneciera a la 11a
Sturm, «Adolf Höh», 3er Sturmbann, 30°
Fass-Standarte de las SS llevaría en el puño
un distintivo con la inscripción «11 A dolf
Höh» y el núm ero de regim iento «30» en la
El sencillo uniforme tradicional
de las SS, como lo llevaba insignia del cuello derecho. Todos los m iem ­
Himmler en 1929. bros de las unidades de caballería de la
Allgemeine-S S llevaban en el puño distinti­
vos con ribetes amarillos, mientras que ios de las formaciones de com u­
nicaciones y las de zapadores llevaban la insignia con ribetes marrones y
negros, respectivamente. Una cantidad relativamente insignificante de
insignias para el puño llevaban números ro nanos o designaciones relacio­
nadas con nom bram ientos o especializaciones.
D urante elo to ñ o de 1929, al m ism o tiem po que se fabricaban y
se distribuían lasnuevas insignias para el cuello y los nuevos distinti­
vos para el puño de las SS, apareció una pequeña insignia que consis­
tía en un águila de alas puntiagudas y una esvástica, la Hoheitsabzeichen,
para sustituir a la Reichskokarde en el quepis de la SA y de las SS. El
uniform e de los músicos de la banda de las SS se m odificó, además,
incorporándole unos «nidos de golondrina» de estilo militar, blancos
y negros, que se ponían en el hom bro.
A finales de 1931, las SS adoptaron el lema Meine Ehre heisst Treue
(Mi honor es la lealtad), después de una carta abierta y m uy difundida que
Hitler había enviado a Kurt Daluege tras el putsch de Stennes, en la que
declaraba en su honor: SS Mann, deine Ehre heisst Treue. Casi de inm e­
diato se encargó a la empresa O verhoff de Lüdenscheid la confección de
una hebilla para el cinturón que incluyera el lema en su diseño, para sus­
tituir a la hebilla de la SA que hasta entonces lucían todos los miembros
La Allgemeine-SS 247

Una de las primeras hebillas para el cinturón de la SA, que las SS llevaron hasta 1931.

de las SS. La nueva hebilla era de forma circular para los oficiales y rectan­
gular para los grados inferiores y se siguió usando sin cambios hasta 1945.
En mayo de 1933 se diseñaron unas hombreras, o Achselstücke, para llevar
sólo sobre el hom bro derecho. Esas hombreras eran adornos que se usaban
ju nto con la insignia de cuello que ya existía y que sólo indicaba el nivel
de la graduación (es decir, si se trataba de un soldado raso, de un suboficial
o de un oficial inferior, intermedio o superior), más que el grado en sí. E n
febrero de 1934 se autorizó a todos los miembros de las SS que se hubie­
sen incorporado a ella, al NSDAP o a alguna de las demás organizaciones
afiliadas al partido antes del treinta de enero de 1933 a llevar en el brazo
derecho un galón honorífico para la Vieja Guardia (Ehrenmnkel fiir Alte
Kämpfer), de plata, con forma de «V». Posteriorm ente se ampliaron los
requisitos para incluir a antiguos miembros de la policía, las fuerzas armadas
o el Stahlhelm que cumplieran ciertas condiciones y hubiesen ingresado en
las SS. Por consiguiente, el uniforme tradicional de la camisa parda de las SS
fue evolucionando de forma casi perm anente a lo largo de once años e
incorporó numerosos añadidos o modificaciones en m omentos concretos,
lo que puede resultar muy útil para determinar la fecha de las fotografías
248 Historia secreta de las SS

.* ,* * « « *
12
Distintivo para el puño, ribeteado en rojo, que indicaba la pertenencia al 12° Sturm,
3er Sturmbann de un Fuss-Standarte de las SS,

de la época. El uniform e tradicional fue desapareciendo poco a poco des­


pués de que los nazis asumieran el poder y no se utilizó de forma gei íe-
ralizada con posterioridad a 1934, salvo cuando se lo ponían los miembros
de laVieja Guardia de las SS en ocasiones ceremoniales especiales. E n esos
momentos, algunos de los Alte Kämpfer incluso se ponían los viejos braza­
letes de fabricación casera de los años 1921 y 1922.
E n 1932 tuvo lugar un cam bio im portante en el uniform e de las
SS, en respuesta a una exigencia del gobierno de que la SA y las SS
adoptaran un atuendo más «respetable» com o condición para levan­
tar la prohibición de los uniform es políticos. El siete de ju lio se pre­
sentaron para las SS una guerrera negra y una gorra con visera, que
evocaban la vestimenta de los Leib-Husaren im periales, para sustituir a
la camisa parda y el quepis. En p rim er lugar, esos artículos se pusieron
a disposición de los oficiales y, a continuación, de los grados inferio­
res, y se llevaron sim ultáneam ente con el uniform e tradicional duran­
te 1933 hasta que se sum inistró el equipo a todos los m iem bros. A
com ienzos de 1934 se habían confeccionado cantidades suficientes
del uniform e negro para que todos pudieran usarlo. D urante el resto
de la década de 1930 el uniform e negro de servicio fue evolucionan-
La Allgemeine-SS 249

Hombres de las SS vestidos con ei uniforme tradicional formalizado montan guardia


en honor de su camarada Fritz Schulz, muerto en un enfrentamiento callejero en
Berlín en agosto de 1932.

do a m edida que se am plió la organización de las SS. Se fabricaron


sobretodos y se diseñaron una serie de rombos para el brazo (Armelraute),
que llevaban los especialistas en la parte inferior de la m anga izquier­
da. El veintiuno de ju n io de 1936 apareció en la gorra un águila
nueva y más grande, en lugar del viejo diseño de 1929, y se a u to ri­
zó el uso de camisas blancas debajo de la guerrera, en lugar de las par­
das, en ocasiones cerem oniales. Para las reuniones sociales que se
celebraban por la noche, com o fiestas, bailes y demás, había unifor­
mes negros de gala para los oficiales y traje blanco de etiqueta para
los camareros, todos con las insignias de las SS. A p artir del veintisie­
te de ju n io de 1939 se proporcionó a los oficiales una versión com ­
pletam ente blanca del uniform e de servicio para salir durante el verano,
que oficialmente duraba desde el uno de abril hasta el treinta de sep­
tiem bre.
Eos hom bres que trabajaban para las SS de form a perm anente
habitualm ente recibían el uniform e y el equipo; en cambio, los que sólo
250 Historia secreta de las SS

Desfile de los hombres de la SA y las SS en la época en la que estaban prohibidos


los uniformes políticos, en 1932.

trabajaban con jornada parcial tenían que com prar todos los artículos
del u niform e y co rrer con los gastos. La única excepción eran las
sustituciones de objetos que se hubieran perdido o estropeado en
c u m p lim e n to del deber, que se proporcionaban sin cargo alguno. Si
un m iem bro de las SS quería adquirir una guerrera nueva, por ejem ­
plo, podía comprarla directam ente en una sastrería que fuera un p u n to
de venta autorizado del Reichszcugmeisterei del NSDAP, es decir, un
com erciante autorizado para vender uniform es y equipo del partido
nazi, o bien encargarla, pagando por adelantado, a su Trupp o Sturm
que, a su vez, se encargaría de solicitarla en su nom bre a una de las
tiendas de ropa que dependían del departam ento adm inistrativo de
las SS. D icho departam ento elaboraba con regularidad listas de precios
que distribuía entre todas las form aciones de las SS para que las hicie­
ran llegar a los posibles com pradores. A continuación aparece una
pequeña selección de precios de enero de 1938, tom ada de la extensa
lista dada a conocer p o r la AHgemeine-SS, que da una idea general del
coste de los artículos que estaban en venta en ese m om ento:
La Allgemeine-SS 251

Artículo Precio en Reichsmarks

G uerrera negra de servicio 34,80


Pantalones bom bachos negros 18,00
Pantalones negros 19,90
A brigo negro 45,40
G orra con visera para suboficiales
y grados inferiores 4.90
G orra con visera para oficiales 7,50
G orra con visera para generales 7,80
G orra de cam po 2,30
Casco de acero 12,30
G uerrera blanca 30,00
C haqueta de camarero 18,90
Cam iseta de deporte con las runas de las SS 3,75
Camisa parda 5,50
C orbata negra 0,85
Botas de m ontar 27,50 el par
Botas de marcha 23,70 el par
Puñal de servicio de 1933 7 ,1 0 ,
Puñal con cadena de 1936 12,15
Hebilla para el cinturón para suboficiales
y grados inferiores 0,50
Hebilla para el cinturón para oficiales 1,25
H om brera 0.33
R ib e te para el cuello 0,05 el m etro
Insignia para el cuello 0,60
Brazalete con la esvástica 0,80
Distintivo para el puño 0,75
R o m b o para la m anga 0.55
G alón de la Vieja G uardia 0,10
Águila para la gorra con visera 0,25
Cabeza de la m uerte para la gorra con visera 0,10
B anderín para el vehículo 1,20
Bandera de m ando 47,40
252 Historia secreta de las SS

Un Schar de la Allgemeine-SS desfilando en 1933. Obsérvese la mezcla de uni­


formes tradicionales y negros.

Al reducirse la cantidad de hom bres de la Allgem eine-SS que sólo


trabajaban con jornada parcial, debido al aum ento del reclutam iento
que tuvo lugar al com ienzo de la guerra, a partir de 1939 com enzaron
a acumularse en las tiendas de las SS los uniform es negros excedentes.
E n 1942 la policía recogió la mayoría de los uniform es negros de la
Allgem eine-SS que nadie quería en Alemania y los envió al este, para
distribuirlos entre las unidades de la Schum a, o al oeste, para entregar­
los a la SS G erm ánica. A los que fueron destinados a la Schum a se les
quitaron las insignias de las SS y se les añadieron las típicas solapas,
hom breras, tapas de bolsillos y puños de color verde intenso. A su vez,
la SS G erm ánica añadió a esos uniform es sus propias insignias especia­
les. En consecuencia, m uy pocas guerreras negras de la Allgem eine-SS
sobrevivieron a la guerra con las insignias alemanas originales intactas.
En 1938 la Allgemeine-SS presentó un uniforme m uy elegante, de
color gris claro, para el personal que trabajaba con jornada completa, con
lo que puso a las SS, en general, a la altura de los demás servicios uniforma­
dos. El nuevo conjunto tenía un estilo idéntico al del uniforme negro, pero
llevaba una hombrera del estilo de las de las SS en el hombre izquierdo, ade­
más de otra en el de-echo, y sustituyó el brazalete con la esvástica por
La Allgemeine-SS 253

una version en tela del modelo


de 1936 del águila de las SS, con
lo que se pretendía darle el aspec­
to de un uniforme m is militar
que político y proporcionar de
ese m odo cierta autoridad a los
oficiales de la Allgcmeine-SS que
trabajaban con jornada completa
y que, por el dpo de empleo que
tenían, estaban exentos de prestar
servicio en la W ehrmacht. El uni­
form e gris claro se entregó pri­
mero al personal de la i ¡auptamt
Runas Sigel grabadas en dorado, bajo la
y después a los demás que estaban capa de celuloide que sirve para proteger
en condiciones de usarlo. Los del sudor, en una gorra con visera de la
Allgemeine-SS, lo que indica que fue
alrededor de cuarenta mil m iem ­ fabricada de acuerdo con las normas de
bros activos de la Allgemeine-SS los uniformes de las SS y que se entregó
a través de los canales de las SS.
que trabajaban parte de la jorna­
da y que se dedicaban, de forma
casi exclusiva, a ocupaciones reservadas, no recibieron nunca los uniformes
grises y siguieron llevando con orgullo los negros, mientras estuvieron de
servicio en Alemania. Sin embargo, en 1945, el uniforme más impresionan­
tes de todos, que antes de la guerra había sido símbolo de prestigio, se con­
virtió en objeto de risa., porque cada vez había más gente que creía que sus
portadores eludían el servicio militar.
A unque las SS se convirtieron en una de las organizaciones para-
militares nazis más complejas, su estructura jerárquica se m antuvo bas­
tante estable y experim entó pocos cambios im portantes. Hasta 1930
sólo había dos grados principales: S S-M ann y SS-Staffelführer. Ese año,
con la aparición de las Stürme y los Sturmbanne, las SS com enzaron a
utilizar nueve grados, basándose en los de la SA, a saber:

S S -M a n n
SS-Scharführer
SS-Truppführcr
SS -S tu rm führer
254 Historia secreta de las SS

Estilos de uniforme de Ia Allgemeine-SS. De izquierda a derecha: uniforme estándar


negro de servicio y desfile, modelo 1932, para un SS-Oberscharführer; «uniforme
tradicional» para un SS-Unterscharführer. Fue el primer uniforme formalizado de
las SS que llevaron todos los grados hasta 1932-1934, y que a partir de entonces
se ponían en las ocasiones ceremoniales los miembros de la Vieja Guardia;
uniforme de servicio con abrigo para un SS-Rottenführer; uniforme de paseo con
impermeable para un SS-Sturmbannführer. El impermeable no tuvo mucho éxito y
poco después lo sustituyó un abrigo grueso de piel. (Reproducido del Organisations­
buch der NSDAP, edición de 1937).

SS-Sturmbannführer
SS-Standartenführer
S S -O b e tfü h m
SS-Gruppenführer
S S - Obergruppenführer

El diecinueve de mayo de 1933 se crearon ocho grados más para


dar cabida a todas las SS, a saber:

SS-Sturm m ann
SS-Rottenführer
La Allgemeine-SS 255

El galón honorífico en «V» para la Vieja Guardia. Se llegó a considerar la insignia


de los nazis más acérrimos, aunque en 1939 un recluta de las SS de dieciocho
años habría tenido derecho a llevarlo si en 1931 ya hubiera pertenecido, con diez
años, a las Juventudes Hitlerianas.

Etiqueta de la RZM, en e! interior de una gorra con visera de la Allgemeine-SS, que


indica que el fabricante contaba con la aprobación del NSDAP. A partir del dieciséis
de enero de 1935 la legislación exigía que todos los artículos que formaban parte
del uniforme nazi llevaran esas etiquetas. Quedaba rigurosamente prohibido fabricar
equipos para el NSDAP sin autorización y el incumplimiento de esas normas daba
lugar a severos castigos. La RZM estaba capacitada para clausurar las empresas
que infringieran las normas y era probable que sus propietarios fueran a parar a la
cárcel.
256 Historia secreta de las SS

Etiqueta de la RZM en el reverso de un brazalete de las SS, Se puede descifrar de


la siguiente manera: RZM = aprobado por la RZM; SS = aprobado por las SS;
D = Dienstkleidung (división de uniformes de servicio de la RZM); A4 = fabricante de
insignias para prendas de vestir; 275 = número del fabricante, asignado por la
RZM; A N.° 293333 = número de serie del brazalete adjudicado por la RZM.

SS-Oberscharführer
SS-Obertruppführer
SS-Oberstnrm führer
SS-Stnnnhauptführer
SS-Obcrstitnnbannführer
S S - fírigadtführer

E n agosto de 1934 H im m ler fue elevado al nuevo grado de


Reichsführer-SS y se le concedió una insignia exclusiva de su cargo, en
sustitución de las insignias de SS-Obergruppenführer que había llevado
hasta ese m om ento.
El quince de octubre de 1934 se hicieron nuevas revisiones en el
sistema jerárquico de las SS:
La Allgemeine-SS 257

Himmler con el elegante uniforme gris claro de la Allgemeine-SS, que apareció


en 1938.
258 Historia secreta de las SS

3íangab¡)eicf)en bcr S.-Qi. unb 6 .-6 .


Se añadió el SS-Bewerber como
a u f bem Unten áfccagenfpiegeí
grado inferior.
Se añadió el SS-Am mrter como
segundo grado, por encima del
anterior.
El SS-Schaiführer se convirtió
en el SS-Unterscharfiihrer.
El SS-Oberschatführer se con­
virtió en el SS-Scharführer.
El SS-Tm ppführer se convirtió
en el SS-Oberscha[führer.
El SS-Ohcrtnippfiihrcr se con­
virtió en el SS-Hauptschaführer.
El SS-Stiirmführer se convirtió
en el SS-Untersturmfiihrer.
El SS-Sturmhauptfiihrer se con­
Insignias de grado de la SA y las SS,
alrededor de mayo de 1934. Por esas
virtió en el SS-Hauptstmmführer.
fechas, las graduaciones Inferiores La insignia de los grados no
llevaban en el cuello unas Insignias con
cambió a partir de entonces y hasta
ribetes blancos, mientras que las de
los oficiales jóvenes tenían ribetes el siete de abril de 1942, cuando
negros y plateados y las de los oficiales aparecieron nuevas insignias para el
superiores eran sólo de plata. Se siguen
utilizando los términos primitivos, como
cuello correspondientes a:
Sturmhauptführer, y no hay ninguna
insignia especial para Himmler que, a
SS-O beführer
pesar de ocupar el puesto de Reichs­
führer de las SS, tenía simplemente la SS-Brigadeführer
graduación de SS-Obergruppenführer. S S - Gruppenführer
(Reproducido de Die Uniformen der
Braunhemden, 1934.)
S S - Obergruppenführer

Al m ism o tiem po se creó un


nuevo grado superior, el de SS-Obcrst-Gruppenfiihrer.
El sistema jerárquico definitivo de la Allgemeine-SS, que data de
abril de 1942 y duró hasta el final de la guerra, fue el siguiente:

Mannschaften (soldados)
SS-Bewerber candidato
SS-A nw ärte cadete
La Allgemeine-SS 259

SS-M ann soldado raso


SS-Sturm m ann (Strm.) soldado de prim era clase
SS-Rottenführer (Rotf.) cabo de fila

Unterführer (suboficiales)
SS -Unterscharführer (Uschaf.) cabo
SS-Scharführer (Schaf.) sargento
S S- Oberscharführer (Oschaf.) sargento prim ero
S S- Hauptscharführcr (Hschaf.) sargento mayor

Untere Führer (oficiales inferiores)


SS-Untersturmführer (Ustuf.) subteniente
SS-Obersturmführer (Ostuf.) teniente
SS-Hauptsturmrführer (Hstuf.) capitán

Adittlcre Führer (oficiales interm edios)


SS-Sturmbannführer (Stubaf.) com andante
SS-Obersturmbannfiihrer
(O stubaf) teniente coronel

Höhere Führer (oficiales superiores)


SS-Standartenführer (Staf. ) coronel
S S - Oberführer (Oberf.) general
SS-Brigadeführer (Brigf.) general de brigada
S S - Gruppenführer (Gruf.) general de división
SS-Obergruppenführer (Ogruf.) teniente general
S S - Oberst- Gruppenführer
(Obstgruf) capitán general
Reichsführer-S S (P fSS) com andante suprem o

C o m o en todas las form aciones del NSDAP, H itler era, en últim o


lugar, el com andante en jefe de las SS y ostentaba el título de Der
Oberste Führer der Schutzstaffel.
Durante la guerra, cuando un m iem bro de la Allgemeine-SS que
prestaba servicio tem poral en la W ehrm acht alcanzaba un grado militar
superior a su grado en las SS, el grado en la W ehrm acht por lo general
260 Historia secreta de las SS

precedía al de las SS, en lo que respecta a las cuestiones cotidianas ordina­


rias. Sin embargo, en la correspondencia y en las publicaciones oficiales
de las SS el grado de la Allgemeitic-SS siempre precedía a cualquier otra
designación, incluso los cargos en el gobierno. Por ejemplo, en Das
Sclumrzc Korps siempre se hacía referencia al ministro de Asuntos
E x te rio re s alem án p o r su cargo h o n o rífic o c o m o el SS-O bergrti-
ppcnführer Von Ribbentrop, en lugar de m e n c io n a r su cargo m in is­
terial. Del mismo m odo, los grados en la Allgemeine-SS precedían a los
de la Waffen-SS y la policía. E n abril de 1941 H im m ler dispuso que
todos los HSSPf, sin excepción, alcanzaran los grados de Generalmajor,
Generalleutnant o General der Polizei
y, después del veinte de julio de
1944, los H SSPf tam bién llegaron a
ser generales de la Wajfen-SS, De
m odo que alguien que fuera nom ­
brado general en la Allgemeine-SS,
la policía y la Majfen-SS recibiría
los títulos de SS-Obergritppenführer
und General der W affen-SS und
Polizei, po r ese orden.
Los uniform es simbólicos y
los grados y títulos exclusivos de
las SS se realzaron más todavía
1 m ediante el uso que daba la

M
ss Htm
k tu to
svtteWiírrf O rden N egra a las armas con
fcvfWitttater Ht«sp..raifienr SendetonMiiw CtfüiijrviW^tfw
hojas decorativas. El puñal de ser­
vicio de las SS, o Dienstdolch, fue
Insignias de grado de tas SS, alrededor presentado ai mismo tiem po que su
de abril de 1942. En esta ilustración se equivalente para la SA p o r el jefe
puede ver el modelo definitivo de las
insignias para el cuello que llevaban interino del Estado M ayor de la
los generales de las SS y la Policía, SA, po r entonces su p erio r de
cuyas insignias se modificaron al crearse
H im m ler, el Obergruppenführer V on
la nueva graduación de Oberst-
Gruppenführer. También se representan Krausser, m ediante la O rden num .
las hombreras correspondientes a la 1734/33 del 15 de diciem bre de
Allgemeine-SS. (Reproducido del Orga­
nisationsbuch der NSDAP, edición de
1933. D e color negro y plateado,
1943.) llevaba el lem a de las SS grabado
La Allgemeine-SS 261

en la hoja y unas runas y el


águila en la em puñadura, y en
general tenía un diseño pare­
cido al del puñal de caza del
siglo XVII co n o cid o com o
«Holbein», que llevaba en la
vaina una reproducción de
una pintura de H olbein titula­
da La danza de la muerte. El
puñal de las SS, que lucían
todos los m iem bros de la
A llgem eine-SS con el uniform e
de servicio y con el de paseo,
se entregaba a su propietario
tan sólo durante la cerem onia
especial del nueve de noviem ­
bre, en la que dejaba de ser SS-
El modelo de 1933 para el puñal de las SS,
A n tw ä rte r para c o n v e rtirse en el que se puede ver un solo gancho con
en SS-M aim . N o se concedía en correa (a la izquierda) y el gancho vertical
(a la derecha).
ningún otro m om ento, ni de
form a masiva, com o los puñales
de los m iem bros de la SA. C o n anterioridad a esa cerem onia, cada 55-
Antwärter pagaba de su bolsillo el coste total del puñal, p o r lo general
en pequeñas cuotas.
El diecisiete de febrero de 1934 el SS-Gruppenführer K urt W ittje,
jefe del S S -A m t (destituido al año siguiente po r hom osexualidad),
prohibió la com pra o las «transacciones» particulares de puñales de las
SS en el m ercado. A partir de entonces, los puñales sólo se podían
encargar a los fabricantes a través del S S -A m t, y se entregaban a tra­
vés de los tres principales centros de distribución de uniform es de las
SS, situados en M unich, D resde y Berlín, que habitualm ente tram ita­
ban las solicitudes recibidas de los cuarteles generales de las diversas
Oberabschnitte. Además, se convirtió en una infracción disciplinaria
que un hom bre de las SS vendiera o perdiera su puñal, con el argu­
m ento de que era un sím bolo de su cargo. D e ese m odo se asegura­
ban de que nadie que no estuviera autorizado pudiera com prar o
262 Historia secreta de las SS

adquirir de algún otro m odo un puñal de las SS. A partir del veinticin­
co de enero de 1935, cuando se expulsaba a alguien de las SS tenía que
entregar su puñal, aunque fuese suyo y lo hubiese pagado de su bol­
sillo. Sin embargo, en caso de renuncia voluntaria o de ju bilación n o r­
mal, se podía conservar el puñal y el interesado recibía un certificado
que indicaba que tenía derecho a tenerlo.
El puñal de las SS se colgaba en ángulo de una sola tira de cuero
hasta noviem bre de 1934, cuando H im m ler introdujo un gancho ver­
tical que se utilizaba con el uniform e de servicio, para controlar a las
m ultitudes. N o obstante, el gancho vertical, a pesar de ser más estable,
recordaba demasiado al hum ilde gancho del cual se colgaba la bayo­
neta y, en 1936, se volvió a introducir una sola correa tanto para el
uniform e de paseo com o para el de servicio. A p artir de entonces,
el gancho vertical se reservó para las marchas de entrenam iento y para
las m aniobras militares.
E n septiembre de 1940, debido a las economías nacionales, dejó de
fibricarse el m odelo de puñal de 1933 durante el resto de la guerra.
El veintiuno de ju n io de 1936 H im m ler presentó un puñal de las
SS más adornado, que sólo podían llevar los oficiales y los suboficia­
les y soldados de la Vieja Guardia que se hubiesen incorporado a la
organización antes del treinta de enero de 1933. Ese puñal, conocido
popularm ente com o «el puñal con cadena», era m uy parecido al
m odelo de 1933, pero se colgaba p o r m edio de eslabones octogona­
les en los que aparecían finam ente grabadas la cabeza de la m uerte y
las runas de las SS, y el soporte que había en el centro de la vaina esta­
ba decorado con esvásticas. Hasta 1943 este puñal sólo se podía lle­
var con el uniform e negro; a partir de entonces, se perm itió a los ofi­
ciales de la W affcu-SS y la policía de seguridad que lo llevaran con el
uniform e de paseo gris de campaña y tam bién que le agregaran nudos
al estilo militar. La fabricación de puñales con cadena se vio inte­
rrum pida a finales de 1943 por la escasez de m aterial y p o ste rio rm en ­
te se prohibió su uso durante el resto de la guerra.
Aparte de los puñales estándar de las SS m odelo 1933 y m odelo
1936, tam bién se fabricaron diversas variantes con una presentación
especial. La prim era de ellas fue el llamado puñal de h o n o r de R o h m
de las SS, del cual, en febrero de 1934, el Stabschef de la SA, Ernst
La Allgemeine-SS 263

R ö h m , distribuyó nueve mil


novecientos entre los m iem ­
bros de la Vieja Guardia de las
SS. Básicamente, tenía la form a
del puñal m odelo 1933 y, en el
reverso de la hoja, se le añadía
la siguiente dedicatoria: /»
herzlicher Kameradschaft, E m st
Röhm (C on sincera cam ara­
dería, Ernst R ö h m ). Después
de la «noche de los cuchillos
largos», el Reichsführer repartió
doscientos puñales similares,
con la inscripción «in herzlicher
Kameradschaft, H. Himmler»,
entre el personal de las SS que
había participado en la san­
El modelo de 1936 del puñal con cadena de
grienta purga de la SA. En las SS, con el nudo colgante reglamentario,
1936 H im m ler creó un puñal autorizado en 1943 para ios oficiales de la
Waffen-SS, la Sipo y el SD.
de h o n o r de las SS, m uy caro y
con m uchos adornos, con los
gavilanes decorados con hojas de roble, la vaina forrada de cuero y la
hoja de acero damasquinado, para prem iar a los oficiales de alta gra­
duación en reconocim iento por algún logro especial. C uando se entre­
gó uno de ellos al tesorero del NSDAP, Franz Xaver Schwarz, este
encargó en secreto otio, más elaborado todavía, a la empresa E ickhorn,
con los accesorios y el gancho para la cadena en plata maciza, que des­
pués entregó a H im m ler com o regalo de cumpleaños.
E n el período com prendido entre 1933 y 1936 los oficiales y
suboficiales de las SS que cum plían obligaciones cerem oniales estaban
autorizados a llevar una variedad de sables según el m odelo del ejér­
cito, pero adquiridos de form a particular, a m enudo con accesorios de
plata en lugar de los dorados reglam entarios. Sin em bargo, en 1936,
se presentó una serie de espadas estándar, según el estilo clásico
«Degen», de hoja recta, concretam ente para los m iem bros de las SS y
la policía, destacando así la estrecha relación entre ambas organizacio­
264 Historia secreta de las SS

nes. Había pequeñas diferencias entre las Degen para oficiales y las de
los suboficiales, m ientras que las espadas de las SS llevaban runas en la
em puñadura y las de la policía el águila correspondiente. Los p oli­
cías que tam bién pertenecían a las SS podían lucir las runas de las SS
en la em puñadura de su espada. El personal adscrito a los Reiterstandarten
de las SS conservaba el sable curvo tradicional que se usaba para m ontar
a caballo.
La espada de los oficiales de las SS, llamada la Ehrendegen des
Reichsfi'threr-SS (la espada de h o n o r del Reichsführer), era de más cate­
goría y no podía llevarla cualquier oficial de las SS, sino que sólo la
otorgaba H im m ler a determ inados com andantes de la A llgem eine-SS
y guaduados de las Junkerschulen de la W affen-SS de Bad T ölz y
B raunschw eig. C ada vez que se entregaba una Ehrendegen, se aco m ­
pañaba con una m en c ió n en
la cual el Reichsführer daba las
siguientes instrucciones a la
p e rs o n a q u e la re c ib ía : Ich
verleihe Ih n e n den D egen
der S S . Z ie h e n S ie ih n n ie ­
m als ohne N o t ! S te c k e n S ie
ihn n iem a ls ein ohne E h re !
(Os concedo la espada de las
SS. ¡N o la desenvainéis nu n ca
sin m otivo, ni la envainéis sin
h o n o r!). C ada vez que se
concedía una espada de los
oficiales, com o o curría con el
anillo de la cabeza de la
m uerte, se dejaba constancia
en la D ienstaltersliste, que
revela q u e sólo el 86 p o r
100 de los com andantes más
antiguos de las SS tuvieron
derecho a llevarla; este p o r-
La Ehrendegen des Reichsführer-SS (la centaJ e se Puede desglosar de
espada de honor del Reichsführer). la siguiente m anera:
La Allgemeine-SS 265

Standartenführer 58 %
Oberführer 83 %
Brigadefiihrcr 90 %
Gruppenführer 91 %
Obergruppenführer 99 %
Oberst-Gruppenführer 100 %

Las Ehrendegen dejaron de fabricarse el veinticinco de enero de


1941.
Μ ás exclusivas todavía eran las llamadas Geburtstagsdegen (espa­
das de cumpleaños) entregadas por H im m ler a los generales de las SS
y a otras destacadas personalidades nazis com o regalo de cum pleaños.
Las febricaba p o r encargo el maestro espadero de Alemania, Paul
M üller, director de la Escuela de D am asquinado de las SS en D achau,
y llevaban accesorios de plata sellada y hojas del m ejor acero damas-

Himmler deposita una corona en la Feldherrnhalle en el undécimo aniversario del


putsch de Munich, el nueve de noviembre de 1934. Al fondo se puede ver la enseña
sangrienta, en manos de Jakob Grimminger, que lleva el uniforme con la camisa
parda tradicional. En ese lugar se levantó un Mahnmal (monumento a los mártires)
y cualquier persona que pasara por allí estaba obligada a hacer el saludo nazi. Dos
hombres de las SS hacían guardia en el monumento de forma permanente.
266 Historia secreta de las SS

quinado, con dedicatorias personales,


doradas y en relieve, del p ro p io
H im m ler. Por ejem plo, la espada que
regaló a Von R ib b en tro p en su cum ple­
años, en 1c)39, llevaba en dorado la ins­
cripción «M einem lieben Joachim von
R ibbentrop zum 30.4.39 - H. Him m ler,
Reichsfiihrer-SS», entre dos esvásticas,
ί litler recibió un arm a similar, en cuya
hoja se inscribía un encom io de las vir­
tudes y la lealtad de todo el cuerpo de
oficiales de las SS. M üller siguió fabri­
cando Geburtstagsdegen por encargo de
Estandartes de la Allgemeine-SS. H im m ler hasta 1944.
Arriba: el estandarte «Deutschland E n tr e los e m b le m a s de la A l l ­
Erwache», o Feldzeichen, del 1s'
gem eine-SS tam bién cabe incluir una
Fuss-Standarte «Julius Schreck»
de las SS; abajo, a la Izquierda: amplia variedad de banderas y estan­
bandera de batallón del Stunnbann dartes. A partir del cuatro de ju lio de
III del 1“ Fuss-Standarte de las SS;
1926, las SS tuvieron el h o n o r de guar­
abajo, a la derecha: estandarte de
caballería del 15° Reiterstandarte dar la bandera más venerada del Tercer
de las SS. (Reproducido del R.eich, la Blutfufwe, que fue llevada a la
Organisationsbuch der NSDAP,
edición de 1938.) cabeza de ¡aVieja G uardia nazi durante
el putsch de M unich, cuando la policía
les disparó. Estaba salpicada con la sangre de los heridos durante el
enfrentam iento y a partir de entonces se la consideró, en cierto m odo,
una «reliquia sagrada». Se concedió al SS-M ann jak o b G rim m inger,
del destacam ento de las SS en M unich, veterano de la cam paña de
Gallipoli en la prim era guerra m undial y participante, en 1922, en la
batalla de C oburgo, el h o n o r de ser nom brado p rim e r p o rtad o r ofi­
cial de la Bliitfaline, puesto que conservó durante toda su carrera.
G rim m inger era tallista de profesión y no tenía ninguna capacitación
especial para ser el «abanderado num ero uno», aparte de haber sido
uno de los que m archaban en últim o lugar cuando com enzaron los
disparos en la Feldherrnhalle. En abril de 1944, cuando la Blutfahne
hizo su últim a aparición pública, en el funeral de A d o lf Wagner, jefe
de distrito de M únich-A lta Baviera, G rim m inger había alcanzado el
La Allgemeine-SS 267

Despliegue del Feldzeichen y la Sturmbannfahne de las SS-VT en Nuremberg, en


septiembre de 1937. Todos los abanderados y portaestandartes llevan gola y
bandolera.

grado de SS-Standartcnfiihrct; ya que su relación con la m ítica bande­


ra le había asegurado una sucesión constante de prom ociones.
Cada Standarte de la Allgciiieine-SS tenía su propio emblema, o
Feldzeichen, conocido com o el «Standarte» del regim iento. C o n ciertas
reminiscencias de la bandera cuadrada de la caballería de los antiguos
romanos, tenía forma de mástil de madera, coronada por un águila de
metal y una esvástica con una corona, bajo la que aparecía una placa
encajada, negra y plateada, en la que iba el nom bre de la zona de las SS
(por ejemplo, «Kassel» o «Giessen») o el título honorífico del regim ien­
to (por ejemplo, «Julius Schreck» o «Loepen>) en el anverso y las inicia­
les «NSDAP» en el reverso. D e la caja colgaba una bandera de seda roja
con una esvástica negra estática en un círculo blanco. En el anverso lle­
vaba bordado en lulo blanco el lema Deutschland Enmche (¡Despierta,
Alemania!), con las palabras «Nat. Soz. Deutsche Arbeiterpartei-
Sturmabteilung» por el revés. Todo iba rematado con flecos y borlas
negros, blancos y rojos. Salvo por la caja negra con el nom bre, el
268 Historia secreta de las SS

Feldzeichen de las SS era idéntico al


de la SA. C uando una unidad de
las SS alcanzaba un tam año apro­
ximado al de un regim iento se le
concedía u n Feldzeichen en una
masiva cerem onia seudorreligio-
sa, conocida com o Fahnenweihe,
que siempre tenía lugar en el mes
de septiembre, com o parte de los
festejos anuales del NSDAP en
N urem berg. D u ran te el acto,
H itler entregaba num erosos
estandartes nuevos a los com an­
dantes de los regim ientos y los
tocaba con la Blutfalmc que lleva­
ba Grim m m ger, conectando así
Banderas de comando de la Allgemeine-
en espíritu a los m iem bros más
SS. 1. Reichsführer de las SS; 2. jefes de
los Hauptämter de las SS; 3. jefe del recientes de las SS con los m árti­
Persönlicher Stab RfSS; 4. jefes de los res del putsch de M únich. En el
Äm ter de las SS; 5. Führer de la
Oberabschnitt Sur de las SS; 6. Führer cuadro que aparece en la página
del Abschnitt I de las SS; 7. Führer del 269 se pueden ver los nombres
34° Fuss-Standarte de las SS; 8. Führer
de todas las regiones que tenían
del 1er Reiterstandarte de las SS; 9.
Führer del Sturmbann I del 1er Fuss- un Feldzeichen de infantería de la
Standarte de las SS; 10. Führer del Allgemeine-SS (es decir, los que
Pioniersturmbann 1 de las SS; 11. Führer
no llevaban un título honorífico
del Nachrichtensturmbann 1 de las SS;
12. oficiales de las SS; 13. oficiales de la ni el nom bre de la población
organización de los FM. (Reproducido donde se encontraba el cuartel
del Organisationsbuch der NSDAP,
edición de 1943.) general del regim iento) y los
correspondientes Standarten.
Los Reiterstandarten de las SS llevaban un Feldzeichen parecido pero
característico, que tenía la bandera con el Deutschland Erwache col­
gada de una barra de m adera sujeta de form a perpendicular al mástil
vertical. En lugar de la caja con el nom bre, esos estandartes de caba­
llería presentaban una franja negra, o Fahnenspiegel, en la tela de la
bandera, que llevaba unas lanzas cruzadas y el núm ero de la unidad en
plata.
La Allgemeine-SS 269

Cada SS Sturmbann estaba representado por una Sturmhamifahne


(bandera del batallón) en form a de bandera, con una esvástica ribetea­
da con una cuerda retorcida, de color negro y plata. En el ángulo o
cantón superior izquierdo aparecía bordada en hilo de plata una

1
NOMBRES DE I AS REGIONES C O N S T A N D A R T 12

N om bre N u m . de Fttss- N om bre N ú m . de F tiss-


de la región Standartc de Lis S S de la region S t an dar te de las S S

Alta Baviera 34 Mosela 5


Alta Francania 41 Norte de Schleswing 50
Alta Silesia 23 Nysa 45
Alto Hesse 83 Ob der Enns 37
Alto Palatinado 68 übersteirinark 94
Antigua Baviera 92 Mar Báltico 74
Baden 32 Marca Oriental 27
Baja Baviera 31 Palatinado 10 '
Baja Sajorna 12 Pornerania 9
Baja Silesia 8 Pomerania Oriental 39
Bajo-Enns 52 Prusia Oriental 18
Bajo Elba 16 Rin-Hesse 33
Brandeburgo 15 Ruhr 25
Braunschweig 49 Saale 84
Burgenland 11 Sauerland 69
Carintia 90 Schleswig-Holstein 4
Charlottenburg 6 Selva de Turin gia 57
Dithmarschen 53 Selva Negra 65
Franconia 56 SteJmgen 88
Franconia central 73 Suabia 29
Friedland 66 Tcmpelhof 75
Frisia Oriental 24 Tirol 87
Gothaland 14 Turingia 14
Gross-Beeren 80 Uckermark 44
Hanauer Land 86 Vistula 71
Hart 51 Wartburg 67
Hesse 2 Weser 55
Lippe 72 Westfalia-Norte 19
Marienburgo 64 Westfalia-Sur 30
Masuren 61 Württemberg 13
Mecklemburgo 22 Württemberg-Sur 63
270 Historia secreta de las SS

Fahnenspiegel negra, con el núm ero del Sturmbann y el del Standarte en


núm eros rom anos y arábigos, respectivamente.
Las banderas de comando, o Kommandoflaggen, con form a de ban­
derines rígidos en astas, se llevaban para marcar las unidades en los gran­
des desfiles o, en versiones más reducidas, ondeaban en la parte anterior
derecha de los vehículos oficiales. Eran de form a cuadrada, rectangular
o triangular, según el grado, y estaban hechas de una tela im perm eable
blanca y negra, con hilo plateado inoxidable. Las banderas de com ando
se solían cubrir con una funda transparente de celuloide para proteger­
las de las inclemencias del tiempo. Cada Oberabschnitt de las SS estaba
obligada a tener a m ano una bandera oficial para el vehículo y un
emblema de com ando para que pudiera usarlos el Reichsflührer-SS, en
caso de que H im m ler decidiera hacer una «visita relámpago». Entre
otras Kommandoflagqen, cabe m encionar las correspondientes a los jefes
de las Hauptämter de las SS, los comandantes de las Oberabschnitte y los
Abschnitte de las SS, los líderes de los Standarten , Reiterstandarten,
Sturmbanne, las tiendas y los cuerpos de inspectores de las SS y los m iem ­
bros destacados de la organización de los FM.
E n 1934 destacó H im m ler: «No basta con u n juram ento. Es
imprescindible que cada hom bre de las SS esté com prom etido hasta las
raíces mismas de su ser.» El sim bolism o y el atuendo de la Allgemeine-
S S contribuyeron en gran m edida a tal fin, infundiendo a cada m iem ­
bro de la O rd en N egra una sensación de superioridad y de «formar
parte de un grupo».
L a Wa f f e n -SS

O ríg e n e s y o rg a n iz a c ió n de la W a f f e n -S S

U A N D O H i t l e r SE h i z o cargo d e la c a n c i l l e r í a , e l t r e i n t a d e
enero de 1933,1e pareció que no podía confiar totalm ente en los
guardias tradicionales del R eichsw ehr y la policía nom brados po r el
Estado para protegerlo. En consecuencia, en seguida dio instrucciones
para que se form ara una nueva unidad perm anente arm ada de las SS.
cuya única m isión fuera escoltarlo en todo m om ento, tanto en Berlín
com o en sus viajes oficiales por toda Alemania. Se encom endó la tarea
de form ar esa unidad a «Sepp» D ietrich, que en ese m o m en to osten­
taba el grado de SS-Gruppenführer po r ser uno de los m ejores amigos
de Hitler.
El diecisiete de m arzo de 1933 D ietrich había seleccionado a
ciento veinte voluntarios leales de las SS, incluidos algunos antiguos
m iem bros del Stosstrupp A dolf H itler, para convertirlos en el núcleo
de una nueva guardia llamada la SS Stabswache Berlín. Iban arm ados
con fusiles y, al principio, tenían su sede en el cuartel A lexander, en
la F rie d ric h s tra s s e , 110 lejo s de la re sid e n c ia o fic ial de H itle r, la
c a n cille ría del R eich. En mayo, la Stabswache se am plió y se reform ó,
con el nom bre de SS Sonderkomniando Zossen, con tres com pañías de
entrenam iento, cuyos instructores procedían del ejército y de la poli­
cía, en lugar de la Allgem eine-SS. A parte de sus deberes de custodia,
esta «Fuerza especial» tam bién se podía em plear com o policía arm a­
da y para m isiones antiterroristas. Al mes siguiente se reclutaron tres
compañías más, llamadas SS Sonderkommando Jüterbog y, en el congre­
so del NSDAP, celebrado en septiem bre de 1933, los dos destacam en­
tos se fusionaron en una sola form ación, que recibió el nom bre de
«Adolf H itler Standarte». El nueve de noviem bre, frente a la
Feldherrnhalle de M únich, el Standarte hizo un ju ra m en to de lealtad
personal a su Führer y fue rebautizado con el nom bre de ¡jeibstandarte-
S S «Adolf Hitler», o LAH, que se podría traducir com o la guardia de
corps «Adolf Hitler», evocando a los famosos regim ientos im periales
de guardaespaldas reales. Ya 110 quedaba la m en o r duda de que esos
272 Historia secreta de las SS

hom bres, a diferencia de los solda­


dos del Reichsw ehr, eran las tropas
personales de Hitler.
Por ser una unidad de las SS,
en teoría el Leibstandarte quedaba
som etido al control general de
H im m ler, si bien, en la práctica,
H itler se consideraba el director
suprem o de sus actividades. Si a
eso le añadim os la amistad de
D ie tric h co n H itler, que el
com andante de la guardia aprove­
chó al m áxim o, resulta que el
Leibstandarte disfrutó de una in d e­
pendencia considerable dentro de
Fanfarria de trompetas del Leibstandarte,
en la ceremonia inaugural de la Exhibición
la organización de las SS. D e
Equina de Berlín de 1934. Los estandartes hecho, antes de la guerra, el
se confeccionaron entre septiembre y Leibstandarte, q u e fig u ra b a en
noviembre de 1933, cuando la unidad se
llamaba el «Adolf Hitler Standarte». Cabe el presupuesto nacional en lugar
destacar que el hombre que aparece de estar en el del NSDAP, llegó a
en primer plano ha enganchado el
estandarte de su trompeta a! revés, de
hacer, en palabras del p ropio
modo que la cabeza de la muerte H im m ler, «lo que le daba la gana».
parece mirar hacia atrás, en lugar de D ietrich discutía a m enudo con el
hacia delante.
Reichsführer, a quien trataba de
igual a igual, un lujo del cual disfrutaban m uy pocos oficiales de las SS.
A finales de 1933 el LAH se trasladó al cuartel de B erlín-
Lichterfelde, desde el cual se enviaban grupos de soldados, p o r turnos,
a la cancillería del R eich, con el fin de proporcionar al Führer una
escolta elegante, im ponente y eficaz.Tenían sus propias insignias, por
entonces m uy características: unas runas de las SS, sin num erar, para el
cuello derecho, y el n om bre «Adolf Hitler» para el puño. El
Leibstandarte llegó a adquirir una im portancia exclusiva en to rn o a
H itler y sus hom bres actuaban no sólo com o guardaespaldas, sino
tam bién com o ayudantes, chóferes, criados y camareros. Al final, sus
actividades cerem oniales se volvieron casi legendarias y su actuación
en el campo de entrenam iento y en las concentraciones nazis, en las
La Waffen-SS 273

cuales siempre ocupaban el lugar


de honor, al final del desfile, fue
insuperable.
Al seis de m arzo de 1934 el
Leibstandarte estaba form ado por
986 hom bres, cuarenta y cinco de
los cuales no pertenecían al parti­
do nazi, sino que habían sido
reclutados directam ente entre los
militares o la policía. La unidad
incluía, además, cierta cantidad de
personas que no eran alemanas,
com o treinta nazis austríacos,
cuyas convicciones políticas los
habían obligado a abandonar su
patria y establecerse en Alemania. Centinelas del Leibstandarte en el
patio de entrada a la nueva cancillería
1Ξ1 veinticuatro de mayo H im m ler
del Reich, en noviembre de 1938. Al
aprobó la solicitud de D ietrich de ser un regimiento de guardias, antes
que el LAH utilizara la terminología de la guerra el LAH pasaba gran parte
del tiempo cumpliendo obligaciones
del ejército en lugar de la de las SS ceremoniales, para las cuales se fueron
para describí]- los elementos que lo introduciendo por etapas, a partir de
1936, distintas piezas de equipo
constituían, de modo que comenza­
de cuero blanco, como cinturones,
ron a decir «Bataillon» y «Kompanie», bandoleras cruzadas, cartucheras,
en lugar de «Sturmbann» y «Sturm». ganchos para la bayoneta, fundas
para pistola y correas. La policía llevaba
El treinta de junio de 1934 el accesorios de cuero blanco parecidos
Leibstandarte colaboró en el aplasta- cuando desfilaba.
m iento del putsch de R o h m y fue
responsable, en gran medida, de la m uerte de muchos enemigos de Hider
en la «noche de los cuchillos largos». La mayoría de los arrestados fueron
conducidos al cuartel de Lichterfelde, que se convirtió en una especie de
cámara de compensación de personas y cadáveres que nadie quería.. N o se
sabe a ciencia cierta cuántos «enemigos del Estado» cayeron ante los pelo­
tones de fusilamiento del Leibstandarte, pero se calcula que participaron alre­
dedor de cuarenta verdugos. Los fusilamientos finalizaron, por fin, el dos de
julio y así concluyó la primera intervención del Leibstandarte, que cum plió
las órdenes de H itle r a rajatabla. El i-'ührer p rom ovió a D ietrich a
274 Historia secreta de las SS

SS- Obergruppenführer y también promovió a un grado superior a todos los


miembros del Leibstandarte que habían tenido una participación activa en
el asunto de R ohm . Durante la «noche de los cuchillos largos» se produjo
un cambio profundo, no sólo entre la SA y las SS, sino entre la Allgemeine-
S S y los destacamentos armados de las SS. U na de las primeras exterioriza-
dones de esa variación fue el cambio de la guardia en el exterior del cuar­
tel general de la Gestapo, donde los centinelas del SA-Feldjiigerkorps y la
Allgemeine-SS fueron sustituidos por hombres del LAH. U na variación
similar tuvo lugar en otras localidades importantes de todo el Reich.
A principios de octubre de 1934 se resolvió que el Leibstandarte
fuera m otorizado, un h o n o r fuera de lo com ún en una época en la
cual la mayoría del R eichsw ehr seguía utilizando caballos. A com ienzos
de 1935 el LAH había aum entado hasta alcanzar los 2.551 m iem bros
y se convirtió en un regim iento de hecho, y no sólo de nom bre, divi­
dido de la siguiente manera:

1 estado mayor
3 batallones de infantería m otorizados
1 com pañía de motociclistas
1 com pañía de m orteros
1 pelotón de com unicaciones
1 pelo tó n de vehículos blindados
1 banda del regim iento.

El Leibstandarte pasó con relativa facilidad de estar equipado y


entrenado para cum plir obligaciones de policía antiterrorista a estar
organizado para actividades militares, y poco después vestía el gris de
cam paña.Teniendo en cuenta sus antecedentes, tan cerem oniosos, sor­
prende la rapidez con que el LAH se convirtió en una unidad m ilitar
de prim era clase y lo m ucho que se asimiló dentro del resto de las SS
arm ada. El uno de m arzo de 1935 la 5a C om pañía, al m ando del SS-
Hauptsturmführer W ilhelm M ohnke, entró en Sarrebruck, a su regre­
so del Sarre a A lem ania. Tres años después, el Sarrebruck tuvo una
participación im portante en la anexión de Austria. Atravesó Linz,
donde proporcionó una guardia de h o n o r para Hitler, y siguió hasta
Viena, donde participó en los festejos triunfales que se celebraron allí.
La Waffen-SS 275

E n la operación austríaca, el LA H reco rrió casi mil kilóm etros en


alrededor de cuarenta y ocho horas, con la plena colaboración del
ejército, una gran habilidad m ilitar que le granjeó el reconocim iento
favorable nada m enos que del general G uderian. En octubre de 1938
el Leibstandarte participó en la ocupación de los Sudetes y, nuevam en­
te, todo el procedim iento se desarrolló sin dificultad.
Todos los elem entos del Leibstandarte, a excepción del Batallón de
Guardia ceremonial y de una unidad de reemplazo, participarían en las
etapas iniciales de la segunda guerra mundial. P or ser la prim era unidad
armada de las SS, el LAÍI estaba destinado a ocupar un lugar destacado
com o la form ación más antigua y más elegante de la Waffen-SS, y ten­
dría una excelente trayectoria de com bate en el frente.
Al m ism o tiem po que com enzaba a form arse el Leibstandarte para
proteger a H itler se establecieron en toda Alem ania otros grupos
reducidos de hom bres arm ados de las SS com o m edio para reforzar el
nuevo régim en en caso de descontento social o contrarrevolución.
Por regla general, cada Abschnitt de las SS reclutaba su propio
Kasernierte Hundertschaft de aproxim adam ente cien soldados acuartela­
dos, varios de los cuales se fusionaban en las zonas clave para conver­
tirse en Politische Bereitschaften, o PB (reservas políticas), del tam año de
compañías o incluso de batallones. Al final, todo el país quedó cubier­
to po r una red de PB, algunos de los cuales desem peñaron un papel
im portante en la «noche de los cuchillos largos». El veinticuatro de
septiem bre de 1934 H itler anunció que las Politische Bereitschaften
tenían que unirse y ampliarse para convertirse en una nueva fuerza que
se llam aría la SS- Verfügungstruppe, o SS-VT, unas tropas políticas
que estaban a la disposición especial del régim en nazi. La SS-V T se
form aría a partir de tres Standarten que seguirían el m odelo de los
regim ientos de infantería del ejército, cada uno de los cuales com ­
prendería tres batallones, una com pañía de m otociclistas y una co m ­
pañía de m orteros. Además, habría un batallón de com unicaciones de
la SS-V T que tendría un papel de apoyo. La nueva form ación estaría
al m ando del Reichsführer de las SS para las tareas de seguridad interna,
salvo en tiem pos de guerra, cuando estaría a disposición del ejército.
La perspectiva de una nueva fuerza de elite atrajo a m uchos ex
oficiales a las filas de la Vefügungstruppe. H im m ler reclutó al S¿4-
276 Historia secreta de las SS

Un batallón dei Leibstandarte desfila ante Hitler el dia de su cuarenta y ocho


aniversario, el veinte de abril de 1938. Obsérvense los guantes blancos de puño
largo de piel que llevan los oficiales del grupo del ejército.

Standartenführer Paul Hausser, que había sido general del Reichswehr,


para organizar la SS-V T e infundir algunos conocim ientos militares a
los jóvenes soldados de las SS. En octubre de 1934 se inauguró una
escuela para cadetes en Bad T ölz y, a com ienzos del año siguiente,
Hausser se hizo cargo personalm ente de un segundo centro de form a­
ción para oficiales en Braunschweig. El sólido trabajo prelim inar de
Hausser atrajo a una cantidad considerable de ex oficiales del ejército
y de la policía, de sargentos mayores que habían sido despedidos del
R eichsw ehr po r reducción de plantilla y de jóvenes militares entusias­
mados por form ar el cuadro de oficiales y suboficiales de la futura
Waffen-SS. Los cuadros se distribuyeron entre los batallones dispersos
de la SS-VT, que poco a poco se form aron en regim ientos. En M unich
se fusionaron tres Sturmbanne para convertirse en el SS-Standarte
1 /V T , organizado y equipado com o un regim iento de infantería tira­
do po r caballos; recibió el título honorífico de «Deutschland» en el
La Waffen-SS 277

Un batallón del Standarte «Deutschland» de la SS-VT desfila ante Hitler en 1937.


Los «nidos de golondrina» distinguen a la banda del regimiento, que aparece en
primer plano.

congreso que se celebró en N urem berg en septiem bre de 1935, A par­


tir de entonces, sus m iem bros llevaron las runas de las SS, ju n to con el
núm ero «1», com o insignia en el cuello derecho y la palabra
«Deutschland» en el puño. En H aniburgo, otros tres Sturmbanne tam ­
bién se unieron para constituir el SS-Standarte 2 / V T , que recibió el
nom bre de «Germania» en N urem berg, en septiem bre de 1936. El
uniform e del regim iento se caracterizaba po r llevar en el cuello la
insignia «SS 2» y el nom bre «Germania» en el puño.
El uno de octubre de 1936 H ausser fue designado inspector de
la Verfügungstntppe, con el grado de SS-Brigadeführer. C reó un estado
m ayor de la división para supervisar el equipam iento y el entrena­
m iento de sus tropas y acogió con entusiasmo a los recién llegados que
aportaban a la SS-V T la prom esa de cierto dinam ism o, entre los
que destacaba el SS-Sturmbannführer Felix Steiner, ex oficial del
R eichsw ehr, cuyas experiencias en el frente occidental durante la p ri-
278 Historia secreta de las SS

m era guerra m undial le habían


hecho oponerse a las doctrinas
conservadoras de H ausser y al
ejército. Estaba a favor de las tác­
ticas de los destacam entos de
asalto, las tropas de choque y los
grupos de batalla m óviles, para
librarse de la fatal inm ovilidad de
la guerra de trincheras, que con­
sistía en situar un inm enso ejér­
cito frente a otro, en una guerra
de desgaste m utuo. Se en co m en ­
dó a Steiner el m ando ciel SS-V T
Standarte «D eutschland», y él
puso a prueba sus reformas en
uno de sus batallones, cuyo
entrenam iento giraba en to rn o al
Hilmar Wäckerle, comandante del deporte y el atletismo. Los oficia­
Sturmbann I, Standarte «Germania» de
la SS-VT, tal como lo presenta les, suboficiales y la tropa com pe­
Wolfgang Willrich en 1936. Obsérvese tían en equipos, unos contra
en el cuello la insignia «SS / 2 pequeño».
otros, para prom over el espíritu
Wäckerle había sido comandante de la
guardia en el campo de concentración de cam aradería y elim inar las
de Dachau y en 1938 lo trasladaron al diferencias de grado. Se realiza­
regimiento «Der Führer» para dirigir su
tercer batallón. Después murió en com­ ron experim entos con ropa de
bate, mientras comandaba el «Westland» camuflaje y, en lugar del fu si1
en el frente oriental.
reglam entario del ejército, Steiner
utilizó armas más prácticas y
fáciles de transportar, sobre to d o m etralletas y granadas de m ano.
Poco después, hasta la misma W eh rm ach t se so rp ren d ía al ver que
las tropas de S teiner eran capaces de rec o rre r tres kiló m etro s en
veinte m inutos, en orden de batalla, p o rq u e algo así era inaudito.
S teiner in fu n d ió a sus hom bres la idea de que eran una elite m ili­
tar y el éxito de su m o d ern iza c ió n resultaba tan ev idente que la
Verfügtitigstruppe co m en zó a considerarlo su verdadero c o m a n d a n ­
te. Según Hausser, que estaba algo celoso, para H im m ler, S teiner
era «su criatura favorita».
La Waffen-SS 279

Estilos de uniforme de la SS-VT en 1937. De izquierda a derecha: uniforme de servicio


en ei campo de batalla para un SS-Sturmmann; equipo de deporte; uniforme
de desfile para un SS-Scharführer; uniforme de desfile con sobretodo para un
S S-Oberführer. (Reproducido del Organisationsbuch der NSDAP, edición de 1937.)

Suboficiales y soldados del Sturmbann III, Standarte «Germania» de la SS-VT, en


el exterior de su cuartel de Radolfzell, en 1938.
280 Historia secreta de las SS

Tras la anexión de Austria, en m arzo de 1938, en la que partici­


pó «Germania» ju n to con el Leibstandarte, H itler ordenó la creación
de un nuevo SS-VT Standarte con personal exclusivam ente austríaco,
ya fuera recién reclutado o trasladado de otras unidades de las SS. El
regim iento que se form ó de esa m anera recibió el título honorífico
de «Der Führer» en el congreso que se celebró en N u rem b erg en
septiem bre de ese año y sus m iem bros se destacaban p o r llevar en el
puño el distintivo correspondiente y eti el cuello, la insignia que decía
«SS 3».
D urante la m ovilización que precedió a la ocupación de los
Sudetes, en octubre de 1938, «Deutschland» y «Germania» quedaron
al m ando del ejército y participaron en la operación.T odos los SS-V T
Standarten se convirtieron en regim ientos m otorizados al final de ese
año y, en la prim avera de 1939, se utilizaron para com pletar cierta
cantidad de divisiones blindadas que invadieron Checoslovaquia. En
mayo, «Deutschland» salió de m aniobras a la zona de entrenam iento
de M ünsterlager, donde llevó a cabo unos ejercicios sum am ente duros
y arriesgados con fuego real. H itler, que estaba presente ju n to al
Reichsführer, quedó tan im presionado que concedió su autorización
para ampliar la SS- Verfügungstruppe y convertirla en una división com ­
pleta. Sin embargo, el proyecto se postergó transitoriam ente, a m edi­
da que las unidades de la SS-V T se fueron integrando con las del ejér­
cito en preparación para el ataque a Polonia. Al estallar la segunda
guerra m undial la SS-V T com prendía no sólo los Standarten
«Deutschland», «Germania» y «Der Führer», sino tam bién u n regi­
m iento de artillería, el SS-Regim ent z.b. Pf «Ellvangen» para despliegues
especiales, un batallón de com unicaciones, un batallón de zapadores,
el llamado SS-Sturm bann «N», acuartelado en N urem berg (que sum i­
nistraba una guardia para los congresos anuales del partido nazi), un
batallón de reconocim iento, un batallón de ametralladoras antiaéreas
y un batallón anticarro. Tam bién había cierta cantidad de unidades de
reemplazo, o Ersatzeinheiten, cuya finalidad era com pensar las pérdidas
que sufriera la SS-V T durante la guerra.
La SS-Verfügungstruppe b rindó una valiosa experiencia m ilitar para
m uchos oficiales de las SS que después llegarían a ser personalidades
destacadas en las divisiones de la Waffen-SS.
La Waffen-SS 281

Junto con el Leibstandarte y la SS-VT creció una tercera rama mili­


tarizada de las SS con una finalidad algo más siniestra. En marzo de
1933 H im m ler creó el prim er campo de concentración dirigido por las
SS en Dachau, para alojar a cinco mil de los veintisiete m il potenciales
«enemigos del Estado» arrestados por la SA y las SS después del incen­
dio del Reichstag. Los hombres de la Allgemeine-SS local de M unich fue­
ron trasladados a una nueva SS-Wachverbände (unidad de guardia), que
estaba al m ando del SS-O bafiihrer T h eo d o r Eicke, para supervisar a los
internos de Dachau, que perm anecerían encarcelados durante bastante
tiempo. Al llegar el verano de 1934 la mayoría de los campos de deten­
ción semioficiales y a m enudo improvisados de la SA en toda Alemania
habían sido clausurados y, com o consecuencia directa de la «noche de
los cuchillos largos», durante la que el propio Eicke m ató a Ernst
R ö h m , el resto de los campos dejaron de estar bajo la jurisdicción de la
SA y las autoridades civiles, y las SS se hicieron cargo de ellos de form a
perm anente.
Al principio, las SS-Wachverbände que constituían el personal de
los campos de concentración llevaban armas ligeras y en ellas deposi­
tó la Allgemeine-S S el elem ento de peor calidad y no deseado. Sin
embargo, Eicke convirtió D achau en un cam po m odelo y, en ju lio de
1934, fue prom ovido a SS-Gntppenfiihrer y nom brado Inspector de los
Cam pos de C oncentración con la m isión de m ejorar la disciplina y la
m oral de las SS-Wachi>erb¿inde; lo consiguió con un éxito considerable.
E n m arzo de 1935, a m edida que se iban inaugurando nuevos cam ­
pos de form a sistemática para alojar a cada vez más prisioneros, las
Waclwerbände se habían ampliado para incorporar a las siguientes uni­
dades, del tam año de compañías, cada una de las cuales tenía asignado
un cam po determ inado:

SS-W achtm ppe «Oberbayern» en D achau


SS-W achtruppe «Ostfriesland» en Esterwegen
SS-W ach truppe «Elbe» en L ichtenburg
SS- Wachtruppe «Sachsen» en Sachsenburg
SS-Wachtnippe «Brandenburg» en Oranienburg y en Columbia-} laus
SS-W achtruppe «Hansa» en H am burgo-Fuhlsbüttel
282 Historia secreta de las SS

D urante 1935 estas form aciones quedaron totalm ente fuera del
control de la Allgem cinc-SS y se reorganizaron en cinco batallones
independientes, a saber:

SS-W achstum ibann I «Oberbayern» en D achau


SS-W achsturmbann 11 «Elbe» en L ichtenburg
SS-W adistm m bann III «Sachsen» en Sachsenbure
O
SS-W achsturmbann IV «Ostfriesland» en Esterwegen
S S -W a ch stu rm b a n n V «B randenburg» en O ra n ie n b u rg
y en C olum bia-H aus

En diciembre de 1935 Eicke se hacía llamar, tal vez de form a pre­


matura, Führer der Totenkopß>crbände (comandante de las unidades de la
cabeza de la m uerte). Hasta el veintinueve de marzo de 1936 los
Wachsturmbannc, que contaban con una fuerza de tres mil quinientos
hombres, no recibieron oficialmente e! nom bre de SS-Totenkopfimbände,
o SS-TV m se les asignaron nuevas insignias para el cuello con la im a­
gen de la cabeza de la m uerte. El uno de julio de 1937 los reagruparon
en los tres regimientos siguientes, formados por cuatro mil quinientos
hombres:

SS-Totaikopfstandarte 1 «Oberbayern» en D achau


SS-Totenkopfstandarte 2 «Brandenburg» en Sachsenhausen
SS-Totcnkopfstandarte 3 «Thüringen» en B uchenw ald

En 1938 se form ó en Austria un cuarto regim iento, el SS-


Totcnkopfstandarte 4 «Ostmark», del que salió el personal del nuevo
cam po de concentración de M authausen.
Eicke, que había sido pagador en el ejército im perial, sentía un
odio im perecedero por los oficiales profesionales que veía al m ando
de la SS-Vcrfüoungstnippe y uno de sus objetivos fundam entales era
convertir las Totenkopfverbände en una especie de brutal fuerza de o p o ­
sición obrera a la SS-VT. H im m ler le había concedido una au to n o ­
mía casi absoluta al nom brarlo Inspekteur der Konzentrationslager y
Eicke vigilaba con celo que ningún ex oficial superior se infiltrara en
su organización para poner en peligro su posición. Si bien sus tropas
La Waffen-SS 283

Himmler, Hitler y Hausser observan las maniobras del Regimiento «Deutschland»


en Münsterlager, en mayo de 1939. El oficial que está a la derecha es Jochen
Peiper, que entonces era el edecán del Reichsführer.
284 Historia secreta de las SS

estaban fuertem ente armadas según las líneas del ejército, aunque con
armas bastante anticuadas, Eicke trató de im pedir todo intento de im i­
tar una organización m ilitar y con frecuencia insistía en que ellos no
pertenecían ni al ejército, ni a la policía, ni a la I-'efiigmigstruppe. Su
única m isión era aislar del pueblo alemán a los «enemigos del Estado».
Eicke m achacó tanto a sus hom bres con el concepto de los subversi­
vos peligrosos que al final se convencieron de que eran los verdaderos
guardianes del R eich. Eran los únicos soldados que, aun en tiem pos de
paz, se enfrentaban al enem igo día y noche... al enem igo oculto.
Las norm as que regían las Totenkopfverbände se volvieron más
estrictas todavía. El m iem bro que dejara escapar a un prisionero sería
entregado a la Gestapo y es probable que acabara internado en un
cam po de concentración. A los prisioneros que trataran de escapar se
les podía disparar sin hacerles ninguna advertencia, al igual que a cual­
quier in tern o que atacara a un guardia. Las principales formas de cas­
tigo en los campos eran las palizas, los trabajos forzados y atar a los
prisioneros a los árboles, y hubo varios casos de internos que m u rie ­
ron a manos de guardias de las SS-TV, cuyo odio hacia los prisione­
ros se cultivaba deliberadam ente. Eicke trataba de reclutar jóvenes de
dieciséis años, directam ente de las Juventudes H itlerianas, y la m ayo­
ría de los hom bres de la Totenkopf tenían m enos de veinte años. Casi
el 95 por 100 de ellos no estaba casado y apenas tenían lazos familiares.
Eran ideales para ser m oldeados de acuerdo con las doctrinas de Eicke
para las SS-TV.
En 1939 las SS-Totenkopfverbände se habían expandido e incluían el
SS-Totenkopfitandarte 5 «Dietrich Eckart», un batallón m édico, una
compañía anticarro de exhibición, una unidad m otorizada de com uni­
caciones y una unidad de ingenieros senum otorizada. A pesar de las
intenciones de Eicke, sus SS-TV se habían convertido realm ente en una
organización militar, com o reconoció H itler el diecisiete de agosto al
ordenar que, en caso de guerra, los Ί otenkopfitandarten se utilizaran
com o refuerzos de la policía (Totenkopf Polizeit’crstärkung) dentro de la
estructura de la Wehrmacht. En otras palabras, se desplegarían com o tro­
pas de ocupación. De su misión de guardar los campos de concentra­
ción se ocuparían los reservistas más antiguos de la Allgemeine-SS, que
form arían nuevos SS-Totenkopf-Wachsturmbanne. El tercer batallón del
La Waffen-SS 285

El SS-Gruppenführer Albert Forster, jefe del distrito de Danzig-Prusia Occidental,


pasa revista al SS-Heimwehr Danzig en agosto de 1939. El oficialque aparece
a la izquierda es el SS-Obersturmbannführer Friedmann Götze, comandante de
la Heimwehr, muerto por un francotirador británico en Le Paradis el veintiocho
de mayo de 1940, mientras prestaba servicio en la SS-Totenkopf~Division. La
muerte de Götze se produce al día siguiente de que cien prisioneros británicos
desarmados, del 2° de los Royal Norfolk, fueran asesinados por tropas de la
Totenkopf a las órdenes de Fritz Knöchlein.

SS-Totenkopfstandarte 4 ya había ocupado una posición defensiva, com o


una milicia nacional en Danzig, la llamada SS-Heimwehr Danzig, refor­
zada por un batallón de reserva, el SS-Wachsturmbann Eim ann. Al
mismo tiempo, se llamó a filas a diez mil oficiales y soldados más jó v e­
nes de la Aügem eine-SS para prestar servicio en las unidades de la cabe­
za de la m uerte. H im m ler calculaba que podría contar con cincuenta
m il hom bres de la A llgem eine-S S com o T otenkopf Polizewerstiirkung.
El vínculo entre las SS-Totcnkopfi’crbande y las obligaciones de la custo­
dia de los campos de concentración no desapareció en absoluto.
286 Historia secreta de las SS

C uando al mes siguiente estalló la segunda guerra m undial, se


m odificó rápidam ente el plan para utilizar a los hom bres de Eicke
com o tropas de ocupación. Se desalojó a los internos de D achau y allí
se congregaron los Totcnkopf tandarten, a los que se sum aron los jó v e ­
nes reclutas de la A llgem eine-SS y parte del personal policial, que for­
m aron la SS-T otcnkopfD ivisión para com batir ju n to al Leibstandarte y
la SS-VT. La vigilancia de los campos de concentración quedó e n to n ­
ces en manos de los hom bres mayores, no aptos para el servicio en la
línea del frente, y de los reclutas «verdes» de las SS y los auxiliares no
alemanes. Las tropas de la cabeza de la m uerte, po r su parte, entraron
en una nueva fase de la historia de su unidad y poco después se gana­
rían la reputación de ser los soldados más duros y despiadados de la
guerra.
Las condiciones de servicio en las SS armadas eran distintas de las que
se aplicaban en las dem ás form aciones de las SS. Los voluntarios
que se incorporaban a la SS-VT y a las SS-'I V antes de la guerra tenían que
ten e r entre dieciséis y veintidós años, com o m ínim o 1111 m etro
o chenta centím etros de altura y un estado físico inm ejorable. Los
requisitos de ingreso al Leibstandarte eran más estrictos aún y se exigía
al m enos una altura de un m etro ochenta y cuatro, y no era p o r m era
fanfarronería que H im m ler afirmaba que, hasta 1936, incluso un
empaste dental se consideraba una deform idad suficiente para im pe­
dir el ingreso de un joven en la guardia del Führer. D e más está decir
que, com o ocurría con los m iem bros com unes de la Allgemeine-SS, el
árbol genealógico ario tenía que ser inm aculado. A partir de 1935 la
pertenencia al Leibstandarte y a la SS-Verfügungstruppe contaba com o
servicio m ilitar y las retrib u cio n es co rre sp o n d ía n a las de la W ehr­
macht. N o obstante, las condiciones eran duras. Los soldados rasos tenían
que alistarse por un m ínim o de cuatro años; los suboficiales, por doce
y los oficiales durante veinticinco años. Además, todos tenían que
someterse al sistema jurídico y al código disciplinario de las SS y estaban
obligados a obtener la autorización del Reichsführer antes de casarse.
P ertenecer a las Totenkopfverbände, a pesar de tener las mismas exigen­
cias en cuanto a condiciones de servicio, no contó com o cum pli­
m ie n to de los deberes m ilitares hasta la prim avera de 1939. A ntes
de esa fecha los voluntarios de las SS -T V ten ían que cu m p lir el ser­
La Waffen-SS 287

vicio m ilitar obligatorio, ya fuera en la W ehrm acht o en la SS-


Verfiigungstruppe. Eicke prefería que sus hom bres prestaran servicio en
el ejército, la m arina o la tuerza aérea, ya que le preocupaba que, si se
incorporaban a la SS-VT, tal vez quisieran seguir en esa rama de las SS
en lugar de regresar a lo que él llamaba la «pesada y difícil tarea de
vigilar los campos de concentración».
C uando ingresaban en las SS armadas los reclutas se convertían en
soldados-atletas m uy adaptables, capaces de resistir m ucho más de lo
norm al en la m archa y en el com bate. Se hacía m ucho hincapié en el
adoctrinam iento ideológico, el ejercicio físico y los deportes, que for­
m aban parte del program a de form ación y de la vida cotidiana.
Pasaban más tiem po haciendo ejercicio, en el cam po de tiro y en clase,
aprendiendo estrategia, de lo que era habitual en el ejército y, en
cambio, se dedicaba m ucho menos tiem po a la instrucción, incluso en el
Leibstandarte después de 1938, con lo cual se obtenía un nivel de
m aniobra y tiro en el cam po de batalla sensiblem ente su p e rio r al
de la W ehrm acht. Los ejercicios militares se hacían con todo el realismo
posible, utilizando fuego real y grandes descargas de artillería, de
m odo que cada uno de los hom bres de la SS-V T se acostum brara a
m anejar una variedad de armas y tam bién a estar a poco m enos de
cien m etros de las explosiones de su propio fuego de artillería. El
resultado era un soldado de un nivel superior, un m iem bro de las tro­
pas de asalto en la m ejor tradición del térm ino.
A diferencia de sus equivalentes en el ejército, a las tropas de las SS
se les enseñaba a pensar p o r sí mismas en lugar de depender demasia­
do de órdenes superiores. E n consecuencia, llegaron a ser m uy inde­
pendientes. Cada soldado de las SS se consideraba un suboficial en
potencia y cada suboficial, u n oficial en potencia. Los cadetes, inde­
pendientem ente de sus antecedentes o su posición social, tenían que
prestar servicio en los grados inferiores durante dieciocho meses antes
de ascender a oficiales. Las academias militares, o Junkerschulen, de Bad
T ölz y B raunschw eig tenían un program a de entrenam iento m uy
duro y, en 1938-1939, cada año salían de ellas alrededor de quinien­
tos oficiales. El oficial m edio de la SS-V T era bastante más agresivo
en el com bate que sus colegas de la W ehrm acht, com o se refleja en el
hecho de que la casi totalidad de los prim eros cincuenta y cuatro
288 Historia secreta de las SS

cadetes que salieron de Bad T ö lz en 1934 m urieran en la batalla entre


1939 y 1942. U n factor im portante que contribuyó al carácter único
de las SS armadas era el am biente de camaradería y «realismo heroico»
que im pregnaba todos los grados. A los soldados de las SS se les ense­
ñaba a com batir poi el com bate en sí y si hacía falta para conseguir
un bien superior, a renunciar a sí mismos en el com bate. El concep­
to m ilitar tradicional se convertía en beligerancia pura y se cultivaba
un entusiasm o fatalista p o r el com bate que superaba con creces el
sacrificio personal que habitualm ente se espera de un soldado. Esta
característica contribuye en gran m edida a explicar la gran cantidad
de bajas que sufrió posteriorm ente la W affen-SS durante la guerra y
la determ inación de sus supervivientes.
Los soldados del Leibstandarte, la SS-V T y las SS-TV reunían los
requisitos necesarios para obtener las órdenes, las medallas y los pre­
mios militares creados por el régim en nazi. Además de esos honores
nacionales se instituyeron específicamente una serie de condecoraciones
para las formaciones militarizadas de las SS. Los S S Dienstauszeiclmungen
(premios al servicio prolongado en las SS), anunciados p o r prim era vez
el treinta de enero de 1938, según el m odelo de sus equivalentes de
la W ehrm acht, incluían medallas po r cuatro y ocho años de servicio y
grandes «cruces» con form a de esvástica para los doce y los veniticin-
co años. Estos dos últim os grados llevaban las runas de las SS borda­
das en sus cintas de color azul lavanda. Desciiler, en jVIúnich, y Petz &¿
Lorenz, en U nterreichenbach, fabricaron una buena cantidad de
Díenstauszeichrmngen durante 1939, aunque no tuvieron m ucha difu­
sión puesto que, a partir de principios de 1940, la W affen-SS estuvo
en condiciones de recibir, en cambio, los prem ios al servicio prolon­
gado en la W ehrm acht. D urante el período com prendido entre 1940
y 1945 la mayoría de los oficiales y soldados de la W affen-SS llevaban
en los galones el águila del ejército en lugar de las runas de las SS. D e
hecho, según los testim onios fotográficos, un solo oficial destacado de
la W affen-SS, O tto K um m , llevó siempre, durante la guerra, el galón
con las runas de la condecoración de los doce años. Los galones con
las runas no se vieron nunca en la guerrera de ningún otro general de
la Waffen-SS, incluidos D ietrich, Hausser y Steiner, aunque es proba­
ble que tuvieran derecho a llevarlos, en particular porque el servicio
La Waffen-SS 289

prestado con anterioridad a 1933 y con posterioridad a 1939 conta­


ba el doble a los efectos de la presentación. N o se conoce la existen­
cia de ninguna fotografía que dem uestre el uso de las medallas de las
SS de cuatro o de ocho años, y nadie solicitó nunca la condecoración
de los veinticinco años. Interesa destacar que H im m ler llevaba la
medalla de los doce años, aunque en rigor no tenía derecho a ello, ya
que no era m iem bro activo del Leibstandarte, ni de la SS-VT, ni de las
SS-TV.
Antes del com ienzo de la segunda guerra m undial, H im m ler
aprobó una Placa de Puntería de la SS-V T para prem iar la destreza de
los que disparaban con fusiles y ametralladoras, aunque esta co ndeco­
ración no llegó a fabricarse nunca.
¿Por qué se produjo una m ilitarización tan rápida de grandes sec­
tores de las SS? El motivo era bien sencillo: las SS eran fundam entalm en­
te una fuerza policial civil, de la cual H itler esperaba que llegara a ser
capaz de m antener el orden no sólo en Alem ania sino en toda la
Europa ocupada po r los nazis; para ello, sin embargo, prim ero tendría
que dem ostrar su valía en el cam po de batalla. Sólo entonces las SS
tendrían la autoridad m oral necesaria para cum plir su futuro papel en
el N uevo O rden.Y a en 1934 H itler indicaba a H im m ler:

E n nuestro R e ic h del futuro, las SS y la policía tendrán que


tener un carácter m ilitar para producir el efecto deseado en los
ciudadanos com unes. El pueblo alem án, a través de su experien­
cia pasada de gloriosos acontecim ientos militares y de la educa­
ción que le brinda actualm ente el NSDAP, ha adquirido una
m entalidad tan guerrera que un policía grueso, sim pático y jovial,
com o los que tuvim os durante la época de W eim ar, ya no puede
tener autoridad. Por tal m otivo, será necesario que, en las guerras
futuras, nuestras SS y nuestra policía, dentro de sus propias unida­
des cerradas, dem uestren que en el frente son iguales que el ejér­
cito y que viertan su sangre en la misma m edida que cualquier
otra rama de las fuerzas armadas.

D e ese m odo, se podría decir que toda la relación entre la Allge-


meine-SS, la Waffen-SS y la Policía, com o com ponentes del proyectado
290 Historia secreta de las SS

Al finalizar la campaña en Polonia, que duró dieciocho dias, Hitler hizo una visita a las
tropas alemanas en el frente de batalla acompañado por su destacamento de escolta
de las SS, cuidadosamente seleccionado, el llamado Führerbegleitkommando. En la
fotografía se puede ver uno de los rápidos vehículos de la escolta adelantando a un
convoy de la Wehrmacht y obligando a un campesino a salir de la carretera. La matrícula
del vehículo aparece tapada por cuestiones de seguridad y el artillero que maneja la
ametralladora es un Untersturmführer del Leibstandarte.

Staatsschutzkorps, era un ejemplo de los primeros conceptos del m anteni­


m iento del orden, tal com o ios expresó el filósofo británico H erbert
Spencer en 1851: «Los policías son militares que actúan aislados; los mili­
tares son policías que actúan al unísono.»
Todos los m iem bros de la Allgem eine-SS estaban obligados a cu m ­
plir el período norm al de servicio militar en la W ehrm acht, que absor­
bió a la mayoría de los hom bres de las SS cuando com enzó la guerra.
Sin em bargo, fueron las actuaciones del Leibstandarte-SS «Adolf
1 Iitler», de la SS-Vafügungstm ppe y de las SS-Totenkopfverbände las que
obtuvieron los prim eros logros de las SS en el cam po de batalla, a los
ojos del público alemán.

L a W a ffe n -SS k n la g u e r r a

C uando las tropas alemanas entraron en Polonia, el uno de sep­


tiem bre de 1939, las unidades armadas de las SS se dividieron entre
La Waffen-SS 291

las form aciones del ejército regular dispersas a lo largo del frente de
invasión. La SS-Heiniwehr Danzig se aseguró de inm ediato esa ciudad,
m ientras que el resto del personal de la Totenkopf Atravesaba el «corre­
dor polaco». El Leibstandarte, con el apoyo del batallón de zapadores
de la SS-VT, se adscribió al 10° Ejército del general Von R eich en au .
El Standarte «Deutschland» del SS-VT, ju n to con el regim iento de
artillería de las SS y el batallón de reconocim iento de las SS, se unieron
a la 4a Brigada Panzer del Generalmajor Kempf, m ientras que el
«Germania» pasó a form ar parte del 14° Ejército, a las órdenes del
general List. El Standarte «Der Führer» todavía no estaba entrenado
del todo y, por tanto, no participó en el combate. Si bien el «Germania»
perm aneció en la reserva durante la mayor parte de las cuatro sema­
nas de campaña, el «Deutschland» tuvo una participación im portante
en la batalla de Brest-Litovsk. El Leibstandarte tam bién tuvo una acti­
vidad bastante intensa, ya que participó en el ataque aVarsovia y en el
cerco de Bzura con la 4a División Panzer.
A pesar de la evidente entrega de las SS en los combates, el ejército
criticó el hecho de que sufriera una cantidad desproporcionada de
bajas, atribuyéndolo a una mala dirección. Para contrarrestar esas acusa­
ciones, Hausser dijo que, con el fin de operar con eficacia, las SS arm a­
das tendrían que organizarse en divisiones completas, a lo que se opuso
el ejército con energía; sin embargo, convencieron a H itler a tiem po
para dar su autorización para intentarlo en la campaña occidental. AI
finalizar 1939 se com enzó a utilizar el térm ino Waffen-SS en la corres­
pondencia oficial para hacer referencia a las SS armadas y, en febrero de
1940, se convirtió en un título reconocido. Más o m enos por la misma
época, las designaciones propias del ejército, com o «batallón» y «regi­
miento», que el Leibstandarte venía utilizando desde 1934, reemplazaron
en general a Sturmbann, Standarte y los demás nom bres de form aciones
de las SS en toda la Waffen-SS. En algunas unidades de la SS-VT se
siguieron utilizando, durante un período breve, algunos térm inos de
grado del ejército, com o Oberleutnant en lugar de SS-Obersturmführer,
p o r ejem plo, aunque H im m ler los prohibió en seguida; todo esto
tenía po r objeto asimilar la nueva fuerza y facilitar la aceptación de
la Waffen-SS por parte del ejército com o una cuarta rama legítima de La
W ehrm acht, totalm ente al m argen de la Allgemeine-SS.
292 Historia secreta de las SS

La consolidación de la Waffen-SS du raute la llamada «guerra falsa»


elevó al Leibstandarte de «Sepp» D ietrich a la fuerza de un regim iento aco­
razado y magníficamente equipado, y los tres regimientos de la SS-VT
form aron la prim era división completa de las SS, la SÄ- Verfügungsdivision,
o SS-V, al m ando de Paul Haussen Los SS-Totenkopfstandarten se fusiona­
ron para convertirse en la SS-Totenkopf-Division, o SS-T, al m ando de
Licke, y casi de la noche a la mañana se creó una tercera división de com ­
bate, la Polizei-Division, encabezada por el SS-Brigadeführcr Karl Pfeffer-
W ildenbruch, mediante la transferencia masiva de personal policial uni­
formado, reforzado por los cuadros de las tropas de la SS-V y la SS-T. Sin
embargo, se suponía que la Polizei-Division friera una unidad de seguri­
dad de segunda linea y se organizó partiendo de la base de la infantería
tirada por caballos, equipada con anticuadas armas checas.
La campaña en el oeste estableció fuera de toda duda la reputación
de com bate de la Waffen-SS. Al com enzar la Blitzkrieg, en mayo de
1940, el Leibstandarte y el «J )er Führer» se desplegaron en la frontera con

Los ingenieros y la artillería de asalto de la SS-Totenkopf-Division atraviesan el


canal de La Bassée el veintitrés de mayo de 1940. Al principio de la guerra todavía
no se habían distribuido demasiadas prendas de camuflaje entre las tropas de la
SS-T y las guerreras de color gris de campaña del ejército, con las insignias de
la cabeza de la muerte en el cuello, estaban a la orden del día.
La Waffen-SS 293

H olanda y casi no encontraron


dificultades para arrasar el país, ase­
gurándose a su paso m uchos cruces
fluviales de vital importancia. El
dieciséis de mayo la SS-T entró en
acción en apoyo de la 7a División
Panzer de R om m el, en el sur de
Bélgica y en el este de Francia,
donde las SS com etieron una de las
primeras atrocidades de las que se
tiene noticia, cuando cien prisio­
neros británicos desarmados del 2°
de los R oyal N orfolk frieron ame­
trallados, en Le Paradis, por tropas
de la Totenkopf, sin experiencia y
dominadas po r el pánico, total­
m ente desorganizadas com o con­ Grupo de asalto del regimiento
«Germania» en Francia en mayo de
secuencia de la fiereza del reciente 1940. Por cuestiones de seguridad se
contraataque británico. El avance han eliminado las insignias del cuello
y los hombres llevan los blusones
alemán en seguida dividió en dos a
doblados debajo del cinturón. Se pueden
las fuerzas aliadas, dejando a gran ver equipos y armas diversos, incluido
cantidad de soldados británicos, algo que duró tan poco como las cintas
de cáñamo con el diseño de las SS
franceses y belgas separados del que lleva el hombre que está en el
grueso del ejército francés, al sur centro, que ha añadido unas cuantas
hojas a su casco de acero.
del «corredor Panzer». Iban al fren­
te el Leibstandarte, la SS-V y la SS-
T, y el «Deutschland» se distinguió particularm ente bien en el cruce de
algunos canales, donde encontraron una feroz oposición. Los aliados del
norte rápidam ente quedaron encerrados dentro de u n foco defensivo
cada vez más reducido en torno a D unkerque. El Leibstandarte se vio
seriam ente com prom etido en un com bate desesperado en la aldea cer­
cada de W orm houdt, donde D ietrich quedó atrapado durante varias
horas ante una zanja ardiente mientras se libraba a su alrededor una bata­
lla encarnizada, hasta que lo rescató una unidad de asalto. Una com pa­
ñía de sus hombres, a las órdenes de W ilhelm M ohnke, se vengó m atan­
do a sangre fría a ochenta prisioneros de guerra británicos. Después de
294 Historia secreta de las SS

la evacuación de D unkerque, la Waffen-SS se volvió a desplegar contra la


masa principal del ejército francés, que defendía una línea a lo largo del
Somme. M ientras la lenta Polizei-Division atravesaba con gran esfuerzo
el bosque tie Argonne, otras unidades m otorizadas de las SS apenas
tuvieron dificultades para hacer añicos las líneas enemigas el seis de
ju n io y, al cabo de una semana, el leibstandarte había establecido con­
tacto con los panzers del ejército en un lugar tan al sur com o Vichy. La
S S - lotenkopf-Division avanzó sobre Burdeos y la SS-Veifügungsdivision
corrió hacia Biarritz. El diecisiete de ju n io los franceses pidieron la paz
y, cinco días después, había acabado la guerra en el oeste.
En reconocim iento a su valor y sus dotes de m ando durante la
campaña en el oeste, siete hom bres de las SS, entre los que figuraban
D ietrich y Steiner, recibieron la codiciada C ru z de Caballero de la
C ru z de H ierro que era. por entonces, la m áxim a condecoración
m ilitar alemana. M uchos otros fueron condecorados con grados infe­
riores de la C ruz de H ierro, placas de heridos y otras condecoracio­
nes relacionadas con los combates. E n septiem bre, H im m ler entregó
al Leibstandarte, en sus cuarteles de M etz, un nuevo estandarte, y H itler
les dijo: «Vosotros, que lleváis m i nom bre, tendréis el h o n o r de enca­
bezar en el futuro todos los ataques de Alemania.» La W affen-SS había
dem ostrado su valía de form a suficiente.
El éxito de Alemania en el oeste de Europa abrió una nueva
reserva de Volksdeutsche y pueblos germ ánicos pronazis, sobre los que
la W ehrm acht 110 tenía ninguna capacidad de reclutam iento, pero a los
cuales la SS Hauptamt de G ottlob B erger se dedicó a alistar en la
Waffen-SS. C o n el consiguiente increm ento del núm ero de m iem bros
de las SS. el Leibstandarte se convirtió en brigada y se autorizó la crea­
ción de una división totalm ente nueva, com puesta en su m ayor parte
por voluntarios nórdicos procedentes de Flandes, H olanda, N o ru eg a
y I íinam arca. Los dirigentes de la nueva división surgieron de las for­
m aciones existentes y a ella se in co rp o ró en su totalidad el regi­
m iento «Germania» de la SS-V. La nueva unidad, que al principio
adoptó el nom bre de SS-D ivision «Germania», fue rebautizada
«Wiking» (Vikingo) a finales de 1940 y puesta a las órdenes de Felix
Steiner. Llegaría a ser una tie las mejores divisiones del orden de bata­
lla de las SS.
La Waffen-SS 295

Un equipo de artilleros del Leibstandarte con ametralladoras marcha a través de


la campiña francesa en junio de 1940. En esa época, la cubierta de camuflaje del
casco se había convertido en un distintivo de la Waffen-SS.
296 Historia secreta de las SS

Para com pensar la pérdida


del regim iento «Germania», se
asignó un Totenkopfstandartc a la
S S - Verfügungsdivision y, en enero
de 1941, se la rebautizó com o
SS-D ivision «Reich». Los demás
Totenkopfstandarten se reorgani­
zaron a fin de tener una partici­
pación más activa com o form a­
ciones in d ep e n d ien te s. D os
regim ientos de la cabeza de la
m uerte, ju n to con unidades de
artillería y de apoyo, form aron el
SS-K am pfgruppe «Nord», y se
envió a N o ru eg a otro Standarte,
en m isión de ocupación, con el
Un Untersturmführer de una unidad n o m b re de R e g im ie n to de
auxiliar de la SS-V, como lo indica la falta Infantería núm . 9 de las SS. Los
de insignia del regimiento en el puño, en
una tregua durante los combates de la cinco Totenkopfstandarten restan­
Blitzkrieg occidental en mayo de 1940. tes fueron al cam po de e n tre ­
nam iento de la W affen-SS en
Debica, Polonia, donde se volvieron a equipar y recibieron el nom bre
de regim ientos de infantería de las SS. Por últim o, las demás unidades
de caballería de la cabeza de la m uerte se fusionaron y se transform a­
ron en los regim ientos de Kavallerie de las SS núm s. 1 y 2.
D urante la primavera de 1941 Alemania se preparó para la inm i­
nente invasión de la U nión Soviética. C uando el ataque por sorpresa de
Mussolini a Grecia resultó un desastre y en Yugoslavia se hizo con el
poder un nuevo régim en antialemán, 1 lid er ordenó que se em prendie­
ra de inm ediato la acción para asegurar su flanco m eridional. El seis de
abril se desató una Blitzkrieg sobre Yugoslavia y Grecia. Encabezó el ata­
que la i >ivisión «Reich» de las SS y un pequeño destacam ento de asal­
to, al m ando del SS-Hauptsturmführer Fritz Klingenberg, capturó con
audacia la capital yugoslava, Belgrado, el trece de abril. U tilizando una
m otora, K lingenberg y sus hom bres consiguieron atravesar las defensas
de la ciudad y obligaron a rendirse a su confuso y desconcertado alcalde.
La Waffen-SS 297

Las tropas de la SS-Totenkopf de festejo después de la caída de Francia. El hombre


de la derecha lleva el brazalete blanco de Hilfs-Krankenträger, que corresponde
a un camillero auxiliar y, en la apariencia de los demás, se nota la típica mezcla
de vestimenta e insignias. Incluso uno de los soldados lleva insignias de dos grados
distintos: en el lado izquierdo del cuello, la insignia en blanco que corresponde a
un SS-Schütze y en el brazo el galón en «V» de SS-Sturm m ann. Este tipo
de irregularidades se solían producir como consecuencia de las promociones en
el campo de batalla.

En Grecia, el Leibstandarte participó en una serie de batallas más reñi­


das, no sólo contra los griegos sino tam bién contra tropas británicas y
neozelandesas. Después de sufrir cuantiosas bajas en el paso de Klidi, el
batallón de reconocim iento del LAH, al m ando del SS-Sturmbannführer
K urt Meyer, tom ó el paso de Klissura, de crucial im portancia estratégi­
ca, además de casi once mil prisioneros. El veinte de abril el general
Tsolakoglu, del lli C uerpo de Ejército griego, presentó la rendición a
«Sepp» D ietrich y, una semana después, Atenas cayó en poder de los ale­
manes. A finales de ese mes había concluido la campaña en los Balcanes:
otra victoria para la Waffen-SS. Klingenberg, M eyer y Gerd Pleiss,
com andante de la I a Com pañía del Leibstandarte, que había tenido una
participación m uy activa en Klidi, fueron los últimos que recibieron la
C ru z de Caballero. En una película propagandística titulada Der Weg der
L A H se ensalzaban sus hazañas.
298 Historia secreta de las SS

Al am anecer del veintidós de


ju m o de 1941 H itler ordenó a sus
fuerzas que invadieran R usia y así
comenzó el épico conflicto de ideo­
logías que se transform ó en una
guerra de exterm inio y que cam ­
biaría para siem pre el carácter,
hasta entonces caballeroso, de la
Waffen-SS. Los rigores del frente
oriental, que abarcaban desde
inviernos de un frío intensísimo
hasta veranos sofocantes, y desde
interm inables estepas y ciénagas
hasta m ontañas y bosques, hicieron
aflorar lo m ejor, y tam bién lo peor,
El Leibstandarte-SS «Adolf Hitler»
participó en el desfile de la victoria en de los hom bres de H im m ler. El
Berlín, el diecinueve de julio de 1940. despliegue alem án para la opera­
Algunos de los soldados que desfilaron
ción Barbarroja se extendió desde
ya llevaban la insignia en el cuello, sin
el ribete de cuerda retorcida de color el Báltico hasta el m ar N egro y se
negro/aluminio, que se abolió oficial­ organizó en tres grupos de ejérci­
mente al mes siguiente.
to, llamados N o rte, C entro y Sur.
La SS-Totenkopf-Division, la Polizei-
Division y el Kampfgruppe «Nord» fueron asignados al G rupo de
Ejército N o rte; la SS-D ivision «Reich», al G rupo de Ejército C entro y
el Leibstandarte y la SS-Division «Wiking», al C.rupo de Ejército Sur, En
particular estas dos últimas form aciones im presionaron a sus equiva­
lentes en el ejército por su agresividad y su pericia en el ataque. La
«Reich» tuvo una participación intensa en M insk, Sm olensko y
Borodino, donde Hausser resultó herido de gravedad y perdió el ojo
derecho y, a fines de ese año, la división llegó a estar a pocos kilóm e­
tros de M oscú. El único fracaso que sufrieron en realidad las SS se pro­
dujo en el frente finlandés, cuando cundió el pánico entre las tropas de
segunda clase del Kampfgruppe «Nord», que sufrieron una derrota aplas­
tante el dos de julio. La unidad se tuvo que retirar y renovar p o r com ­
pleto y después se reforzó con veteranos expertos procedentes de la
Totenkopf-Division, para convertirse en la SS-D ivision «Nord».
La Wafíen-SS 299

Himmler y el SS-Brígadeführer Knoblauch pasan revista a los soldados de caballería


de la Totenkopf en Rusia, en julio de 1941. En esa etapa de su evolución los
Reiterstandarten de la Waffen-SS montaban en bicicleta con la misma frecuencia
con que iban a caballo. El oficial que está detrás de Himmler, con casco de acero,
es Hermann Fegelein, que después fue comandante de la división de caballería
«Florian Geyer».

Himmler saluda a los oficiales de caballería de la Waffen-SS en el frente oriental


el veinticuatro de julio de 1941.
300 Historia secreta de las SS

A finales de 1941 la gran ofensiva alemana se detuvo, totalm ente


agotada. Las técnicas de la Blitzkrieg habían encontrado la horm a de
su zapato en las grandes extensiones de la U n ió n Soviética y en la
resistencia y las reservas de recursos hum anos, aparentem ente inago­
tables, del Ejército R ojo. La fuerza de la contraofensiva rusa durante
el invierno de 1941-1942 im presionó al alto m ando del ejército ale­
m án, que abogó por em prender retiradas a gran escala; pero H itler
rechazó la decisión de sus generales y asumió personalm ente el
m ando del ejército, por lo que la W ehrm acht y la W affen-SS tuvieron
la prim era oportunidad de m anifestar su firmeza en la defensa. Las
tropas alemanas com enzaron a encontrarse incom unicadas en focos
aislados, de los cuales el más notable fue el de I )emyansk, en el que
había seis divisiones, incluida la «Totenkopf». La campaña de invierno
fue tan dura, con unas tem peraturas que solían descender p o r debajo
de los -40 °C, que después se autorizó la concesión de una medalla
especial a los que habían participado en ella. Tuvo el h o n o r de dise­
ñarla el SS- Unterscharführer E rnst Krause, u n artista que actuaba com o
corresponsal de guerra del Leibstandarte.
En la prim avera de 1942 los alemanes iniciaron una nueva ofen­
siva en el sur para llegar hasta la región del Cáucaso, rica en petróleo.
D urante el transcurso de ese año las divisiones de la Waffen-SS, que
todavía sufrían com o consecuencia de las batallas del invierno anterior,
fueron retiradas a su vez y se las volvió a equipar con un fuerte com ­
ponente de carros de com bate, además de cañones de asalto y vehícu­
los blindados para el transporte de personal. E n mayo, la SS-D ivision
«Reich», que había ascendido de categoría, fue rebautizada con el
nom bre de «Das R eich» y en septiem bre se activó la SS-Kavallerie-
Diuision para realizar misiones antipartisanas detrás de las líneas. En
noviem bre, «Das Reich», «Totenkopf» y «Wiking» recibieron oficial­
m ente el nom bre de divisiones SS-Panzergrenadier, que equivalían, en
térm inos de equipo, a muchas divisiones Panzer completas del ejérci­
to. El Leibstandarte alcanzó un grado similar y la nueva división recibió
el nom bre de «Leibstandarte-SS A dolf Hitler» en recuerdo de la escol­
ta de Hitler, que fue su núcleo. El Führer estaba cada vez más im pre­
sionado por el desem peño de las SS en el com bate y en diciem bre
ordenó la form ación de dos divisiones de la W affen-SS totalm ente nue-
La Waffen-SS 301

El rostro de las SS en la guerra: unos soldados del 6o Regimiento de Infantería de


la SS-Totenkopf disparando una ametralladora checoslovaca ZB53, capturada en
Rusia durante el otoño de 1941, cuando los alemanes todavía estaban llenos
de entusiasmo.

vas, que se llamaron «Hohenstaufen» y «Frundsberg». A finales de ese


año, las tropas de la W affen-SS en el cam po de batalla alcanzaban una
cifra cercana a los doscientos mil hombres.
La ofensiva soviética de diciembre de 1942 resultó desastrosa para
los alemanes. Fracasaron todos sus intentos de capturar Stalingrado y, a
comienzos de 1943, el 6o Ejército del general Paulus quedó totalm ente
aislado y se vio obligado a rendirse. Otras fuerzas alemanas en el Cáucaso
tam bién tuvieron que enfrentarse a la sombría posibilidad de quedar
aisladas debido a la velocidad y la profundidad de la penetración soviética.
N o obstante, el mariscal de campo Von M anstein, com andante del
G rupo de Ejército Sur, consiguió retirar sus fuerzas de la trampa rusa y,
consciente de que la ofensiva rusa se había extendido peligrosamente,
lanzó un rápido contraataque en la región de Járkov. Jarkov era un obje­
tivo prestigioso, un escaparate del com unism o de antes de la guerra, y,
para encabezar el ataque para recuperar la ciudad, se creó un SS-Panzer-
Korps, com puesto po r el Leibstandarte, «Das Reich» y «Totenkopf», todos
302 Historia secreta de las SS

Unos soldados de Ia «Totenkopf», fuertemente armados, hacen un descanso para


comer, durante la invasión de la Unión Soviética.

bajo el m ando de Paul Hausser, que ya había adquirido cierta fama en


el frente oriental com o «el general de las SS que tenía un parche en el
ojo». Era la prim era vez que un grupo considerable de tropas de la
W affcn-SS com batían juntas a las órdenes de sus propios generales y el
resultado fue una victoria rotunda. Los soviéticos quedaron sumidos en
el caos, su l·' Ejército de Guardias quedó destruido, se recuperó Jarkov
y los alemanes consiguieron restaurar el orden en el sur. Las SS sufrieron
doce nul bajas en la operación. Para Hitler, que cada vez se desilusio­
naba más con los fracasos militares, fue una dem ostración de la capa­
cidad de la Waffen-SS. Llovieron las condecoraciones sobre los vence­
dores de Jarkov y los hom bres del SS-Panzer-Korps recibieron nada
m enos que veintiséis cruces de Caballero, cuatro cruces de Caballero
con Hojas de R oble y una C ruz de Caballero con Hojas de R o b le y
Espadas. La Plaza R oja de la ciudad fue rebautizada con el nom bre de
«Platz der Leibstandarte», en h o n o r de los guardias de Hitler. Además,
el Führer hizo que su antiguo favorito,T heodor Eicke, que había m uerto
La Waffen-SS 303

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à
Una motocicleta del Leibstandarte atraviesa una población rusa en llamas en julio
de 1941. El emblema de la división, una llave maestra o «Dietrich», en alusión
evidente al nombre del comandante del LAH, se introdujo por sugerencia de
Wilhelm Keilhaus y se puede ver en la parte trasera del sidecar.

durante las primeras etapas de la ofensiva, friera enterrado al estilo de


los antiguos reyes germánicos, con todo el ritual pagano que eso con­
llevaba.
El período posterior a la recuperación de Jarkov por los alemanes
fue relativamente tranquilo, mientras ambos bandos se preparaban para
reanudar las hostilidades en verano. El saliente soviético alrededor de
Kursk se convirtió en el foco de los acontecimientos y, cuando com en­
zó la batalla, el cinco de julio, el SS-Panzer-Korps de Hausser, con 340
carros de combate, incluidos los Tigers, y 195 cañones de asalto, se
desplegó en el flanco meridional. Los alemanes avanzaron bastante los
primeros días, pero la naturaleza de la guerra había cambiado y las fuer-
304 Historia secreta de las SS

zas del Ejército R ojo, m uy m ejo­


radas, m antuvieron a raya al ene­
migo antes de em prender un con­
traataque triunfal. E] SS-Panzer-
Korps, que al final había quedado
reducido a doscientos carros de
combate, volvió a com batir bien;, a
pesar de haber quedado debilitado
al quitársele el Leibstandarte, que se
envió para reforzar al ejército ale­
mán en Italia después de la inva­
sión aliada a Sicilia el diez de julio.
Kutsk fue un fracaso estratégico
para los alemanes, que perdieron la
oportunidad de tom ar la iniciativa
y, a partir de entonces, se vieron
obligados a reaccionar ante los
Los soldados de las SS yacen donde
han caído, muertos en la contraofensiva m ovim ientos de los soviéticos.
soviética que tuvo lugar durante el D urante el resto de 1943 los ale­
espantoso invierno de 1941-1942. Es
probable que los rusos prepararan
manes fueron retrocediendo hacia
esta foto para que se vieran la mayor el oeste, a través de la U nión
cantidad posible de insignias de las Soviética. Las tres divisiones de
SS con la intención de demostrar que la
Waffen-SS no era una fuerza invencible, elite de las SS, que habían pasado a
como sostenía la propaganda nazi. designarse com o divisiones panzer
completas, dedicaron esos meses
duros a actuar com o el «cuerpo de
bomberos» de Hitler, ya que las enviaban de u n punto álgido a otro
según lo exigiera la situación. La decisión con la que tanto «Das Reich»
com o «Totenkopf> hicieron retroceder los ataques rusos les valió las rei­
teradas alabanzas de los generales del ejército que tuvieron la fortuna de
tenerlas bajo su m ando. En noviem bre, el Leibstandarte regresó al frente
oriental reequipado con grandes cantidades de los últimos carros de
com bate Panther y, con las divisiones panzer de] ejército, aplastó a un
cuerpo blindado soviético en U crania y recuperó Zhitom ir.
M ientras la W affen-SS quedaba aprisionada en la batalla en el
frente oriental, H itler seguía autorizando la form ación de nuevas
La Waffen-SS 305

divisiones de las SS, incluida la


«Hidcrjugend». La posición alemana
en Rusia experim entó un brusco
deterioro el catorce de diciembre de
1943, cuando los soviéticos lanzaron
otra ofensiva masiva en Ucrania. La
batalla duró cuatro meses y culm inó
con la expulsión de las fuerzas alema­
nas del sur. El avance ruso fue tan
rápido que cercaron grandes cantida­
des de tropas de la W ehrm acht. La
«Wiking», por entonces al m ando del
SS -Gruppenführer H erbert GiUe, y la
\
Brigada belga «Wallonien» de las SS,
de Léon Degrelle, quedaron atrapadas Alfred Wünnenberg lleva en el cuello
los galones de la policía que la
en Korsun-Cherkassi, en una escena Polizei-Division utilizó entre 1939 y
que recordaba a Stalingrado, pero 1942. Esta fotografía también intere­
sa porque sirve de ejemplo del ardid,
lograron huir, aunque les costó un 60
habitual en la prensa durante la
por 100 de bajas. Por esa acción guerra, de «retocar» las fotografías
Degrelle recibió la C ruz de Caballero viejas por motivos propagandísticos.
Wünnenberg ganó la Cruz de
y Gille, la C ruz de Caballero con Caballero el quince de noviembre de
Hojas de R oble y Espadas. En un 1941, como Oberst de la poiicía en
Leningrado, que es donde se tomó
enfrentam iento similar, el Lcibstandartc
esta fotografía. El veintitrés de abril
y algunos elementos de «Das Reich» de 1942 le concedieron las Hojas
quedaron atrapados en las cercanías de de Roble como SS-Brigadeführer y,
para poder hacer un comunicado de
Kamenets Poclolski y tuvieron que ser prensa de inmediato, buscaron la
rescatados por la «Hohenstaufen» y la vieja fotografía en los archivos y le
pintaron encima las hojas de roble.
«Frundsberg». Totalm ente exhaustas,
Este tipo de modificaciones se
las form aciones de la Waffcn-SS cada observa a menudo en las fotografías
vez tenían m enos posibilidades de fre­ de prensa que todavía se conservan
y se aplica tanto a las insignias de
nar el avance ruso. grado como a las condecoraciones.
En la primavera de 1944 los mal­
trechos grupos de batalla Lcibstandarte
y «1 )as Reich» fueron enviados hacia el oeste para recuperarse y pre­
pararse para la esperada invasión angloam ericana. El prim ero se dirigió
a Bélgica, mientras que la segunda fue al sur de Francia. Se les sum a-
306 Historia secreta de las SS

Una columna motorizada del Leibstandarte entra en Járkov, el catorce de marzo


de 1943.

ron la «Hitlerjugend» y la D ivisión


«Götz von Berlichingen», que se había
form ado en Francia unos meses antes.
La «Hohenstaufen» y la «F rundsberg»
fueron trasladadas a Polonia, en previ­
sión de un nuevo ataque soviético, ju n to
con la escuálida «Wiking», m ientras que
la sufrida «Totenkopf» siguió prestando
servicio en la prim era línea del frente en
el este.
C uando se produjeron los desem ­
El mismo día que el SS-Panzer- barcos en N orm andía, el seis de ju n io , la
Korps recuperó Járkov, «Sepp»
«Hitlerjugend» fue la prim era form ación
Dietrich se convirtió en el primer
miembro de las SS que recibió la de las SS que se enfrentó al enem igo. La
Cruz de Caballero con Hojas de violencia del ataque de las SS, sumada al
Roble y Espadas. Acompañaba
la condecoración esta mención
entusiasmo juvenil de las tropas y a la expe­
tan elaborada, firmada por Hitler. riencia de los oficiales, avezados a la lucha,
La Waffen-SS 307

Motociclista de la 5a Compañía de Reconocimiento, «Das Reich», en el frente del


Mius en agosto de 1943. Durante la batalla de Kursk, la División «Das Reich»
utilizó como emblema las dos barras que aparecen en el frente del sidecar, mientras
que el Leibstandarte utilizaba una sola barra y la «Totenkopf», tres. Hausser había
inventado esos signos transitorios para las formaciones con la intención de
confundir a los servicios secretos rusos, antes de Kursk.
308 Historia secreta de las SS

sorprendieron a los aliados. Sin


embargo, el dom inio del aire por
parte de estos im pidió un buen des­
pliegue de 3a división de las SS y el
ataque se interrum pió. A continua­
ción vinieron dos meses de com ba­
tes sangrientos. El Leibstandarte y la
«Hitleijugend» se unieron para for­
mar un nuevo cuerpo, el Γτ SS-
Panzer-Korps, al m ando de «Sepp»
D ietrich, al que se encom endó de
inm ediato la m isión de defender las
posiciones clave en torno a Caen.
La «Götz von .Berlichingen» sufrió
constantes ataques aéreos en su tra­
Algunos miembrps del personal de la yecto hacia el norte desde su base,
Totenkopf observan las posiciones situada en el valle del Loira, y no
rusas en el sector meridional del frente
oriental en octubre de 1943. El hom­ llegó al frente invasor hasta el once
bre que tiene los prismáticos lleva la de jum o. La «Das Reich», que venía
nueva Einheitsfeldmütze, mientras
de Gascuña, tardó más todavía,
que el oficial panzer lleva todavía la
versión negra de la Schiffchen M40 porq u e la R esistencia francesa le
con ribetes de aluminio. Obsérvese tendió una sene de emboscadas.
también el cubrechaqueta extraoficial
de piel de cordero y el gorro de piel Frustrada p o r los retrasos y la pér­
que lleva el soldado de la derecha. dida de vidas consiguientes, la divi­
sión causó estragos entre la pobla­
ción local al sospechar que ocultaba a los partisanos. D estruyeron
sistem áticam ente la aldea de O radour-sur-G Iane y m ataron a tiros a
seiscientos cuarenta habitantes; la pequeña ciudad de Tulle tam bién
fue devastada. Al final, «Das Reich» alcanzó su posición, al n o rte de
St.-LÔ, a finales de ju n io , para unirse al 2 o SS-Panzer-K orps de W ilh
B ittrích, que com prendía la «Hohenstaufen» y la «Frundsberg», que
habían sido transferidas a toda prisa desde el este.
D urante codo el mes de julio las seis divisiones de las SS lucharon
sin cesar para no dejar salir a los aliados de su cabeza de playa, cobrán­
dose un alto precio en vehículos blindados británicos y estadouniden­
ses. E n un enfrentam iento notable, el SS-Obersturmführer M ichael
La Waffen-SS 309

El carro de mando PzKpfw III del 1® Batallón, 35Γ Regimiento Panzer de las SS,
División «Totenkopf», en e! sur de Rusia, durante noviembre de 1943. El oficial
de la izquierda es el Hauptsturmführer Erwin Meierdrees, que recibió la Cruz de
Caballero con Hojas de Roble y murió en combate cerca de Dunaalmas, Hungría,
el cuatro de enero de 1945.

Soldado de la Brigada de asalto belga de las SS «Wallonien», bajo el fuego de la


artillería, en Cherkassi, en diciembre de 1943. De los dos mil valones que quedaron
atrapados en Korsun-Cherkassí, sólo seiscientos sobrevivieron ilesos.
310 Historia secreta de las SS

W ittm a n n y el persona! de su
Leibstandarte «Tiger» destruyeron
veintiún carros de com bate británi­
cos y veintiocho vehículos blindados
de otro tipo en una sola hora. Sin
em bargo, los alem anes quedaban
abrum ados por las cifras de los aliados
y con frecuencia se limitaban a actuar
com o grupos de batalla improvisa­
dos. A mediados de agosto diecinue­
ve divisiones del ejército alemán
habían quedado atrapadas en torno a
/
Falaise y sólo los decididos esfuerzos
En una escena con reminiscencias
de la primera guerra mundial, un de «Das Reich», «Hitlerjugend» y
SS-Schütze se refugia en su «Hohenstaufen» consiguieron m an­
trinchera subterránea en el frente
oriental, primavera de 1944. tener abierta una brecha suficiente
para que pudieran escapar. Cada vez
más, mientras los soldados alemanes estaban dispuestos a rendirse a los
aliados, la que tenía que seguir luchando era la Waffen-SS.
M ientras tanto, en el este, el Ejército R o jo había vuelto a atacar el
trece de julio, destrozando ai G rupo de Ejército Centro. U na vez más,

Panzergrenadiers de las SS atrincherados en una aldea del frente oriental, octubre


de 1944.
La Waffen-SS 311

estuvieron en la brecha las divisio­


nes panzer de las SS. La «Wiking» y
la «Totenkopf», reunidas para form ar
el 4o SS-Patizer-Korps, a las órdenes
de H erb ert Gille, repelieron el ata­
que soviético a Varsovia durante
agosto mientras que en los Balcanes,
sirvieron de colum na vertebral de la
defensa alemana la «Prinz Eugen»,
la «Handschar» y otras formaciones,
en teoría de segundo grado, del 5o
Gebirgs-Korps de las SS, de! S S -
Obergruppenführer A rtur Phleps, que
habían sido apartadas de sus obliga­
ciones antipar tisanas habituales.
E n s e p tie m b r e , la « H o h e n ­
staufen» y la «F rundsberg» contra­ «Sepp» Dietrich en la época de la
ofensiva de las Ardenas, llevando en
rrestaron el ataque aerotransportado
el cuello las insignias de SS-Oberst-
británico en A rn h em y lo vencie­ Gruppenführer und Panzer Generalo­
ron, en una batalla en la que desta­ berst der Waffen-SS, el hombre en
activo de mayor graduación de las
có el respeto m utuo de cada bando unidades blindadas en el frente.
p o r la capacidad de com bate y el Aunque fue promovido a este grado
el veinte de abril de 1942, la presión
ju e g o lim pio del otro. Esa victoria
de la Wehrmacht le impidió usarlo así
y la mayor lentitud general del como adoptar las insignias correspon­
avance aliado a través de Francia, dientes hasta conseguir el mando de
una fuerza bastante grande, lo que
debida a la excesiva extensión de logró en el otoño de 1944, al formarse
las líneas de suministro v cornuni- el 6o Ejército Panzer de las SS.
caciones, convencieron a H itler de
lanzar una gran ofensiva en el oeste para tratar de repetir los éxitos de
1940. Se reunieron dos ejércitos panzer para encabezar el ataque: el 5o
E jé rc ito Panzer, al m an d o del general Hasso von M an teu ffel, y el
6o Ejército Panzer de las SS, el m ayor de los dos, al m ando de «Sepp»
D ietrich. El núcleo de este ejército com prendía al Leibstandarte, la
«Das Reich», la «Hohenstaufen» y la «Hitlerjugend», equipadas con
algunos de los últimos carros de com bate King Tiger. El dieciséis de
diciem bre com enzó la ofensiva en las Ardenas, pero el terreno, o n d ú -
312 Historia secreta de las SS

lado y arbolado, favorecía naturalm ente la acción defensiva y, después


de apenas cinco días, el avance alem án se estancó. U na vez más, las SS
manifestaron su frustración com etiendo atrocidades: entonces fue la
masacre de setenta prisioneros estadounidenses p o r parte del grupo de
batalla de Joachim Peiper, en M almédy. U na ofensiva subsidiaria en
Alsacia, encabezada por la «Götz von Berlichingen», tam poco c o n d u ­
jo a nada y la división acabó atrapada en M etz. D espués de esa prac­
tica paralización en el oeste, H itler retiró sus divisiones de las SS y las
envió hacia el esté, donde la situación había vuelto a ser desesperada.
El doce de enero de 1945 los soviéticos lanzaron una gran ofensi­
va a través de Polonia, en preparación para el ataque definitivo a Berlín.
De todos m odos, lo que más preocupaba a H itler era salvaguardar el
control inestable que mantenía todavía sobre los yacimientos petrolífe­
ros húngaros. Las divisiones de caballería de las SS «Florian Geyer» y
«Maria Theresa» habían quedado sitiadas en Budapest y, para tratar de
rescatarlas, se envió, desde su puesto clave en la frontera germ ano-pola­
ca, a la «Totcnkopf» y la «Wiking». A pesar de que la batalla duró un
mes, no se pudo salvar la ciudad, que cayó en poder de los rusos el trece
de febrero; sólo pudieron huir 785 soldados alemanes, de los cincuenta
mil que form aban la guarnición original. D e inm ediato hicieron acu­
dir desde el oeste al 6° Ejército Panzer de las SS y el seis de marzo
com enzó el contraataque alemán, ¡levado a cabo por la m ayor concen­
tración de fuerzas de la Waffen-SS jam ás vista durante la guerra, que
com prendían el Leibstandarte, «Das Reich», «Totenkop6>, «Wiking»,
«Hohenstaufen», «Hitleijugend» y «Reichsíiihrer-SS»; esta últim a divi­
sión había sido transferida desde el norte de Italia. Al principio, a las SS
les fue bien pero, al no contar con suficientes recursos de refuerzo, a
mediados de marzo su avance había quedado interrum pido.
El fracaso de la W affen-SS en H ungría, después del colapso de la
ofensiva de las Ardenas, tuvo consecuencias psicológicas devastadoras
para H itler, que había llegado a esperar lo im posible de sus hom bres
y acusó abiertam ente de traición a D ie trich y sus subordinados, a
pesar de lo cual las tropas de las SS siguieron com batiendo con la
m ism a lealtad de siempre, m ientras se retiraban lentam ente hacia
Alemania, doblegadas por el peso de la superioridad aliada en cifras y
en equipo. Por entonces, miles de m iem bros del personal de la
La Waffen-SS 313

Luftwaffe y de m arinos de Ia Kriegsm arine que habían quedado en tie­


rra se habían visto obligados a asumir funciones de infantería ju n to a
la Waffen-SS. D urante la última semana de abril, cuando las fuerzas
soviéticas irrum pieron en Berlín, Felix Steiner encabezó un grupo de
batalla incondicional de la Waffen-SS, que incluía elem entos de las
divisiones «Polizei», «Frundsberg», «N ordland», «W allonien»,
«Charlemagne» y «Nederland», además de unos seiscientos hom bres
del batallón de la escolta personal de H im m ler, en una lucha a vida o
m uerte para defender el Führerbunker. Sin em bargo, la mayoría de las
demás unidades de las SS ya habían aceptado la realidad de la situación
y preferían dirigirse hacia el oeste para rendirse a los aliados anglo­
am ericanos antes que arriesgarse a ser capturados po r los rusos.
Se calcula que alrededor de ciento o ch enta m il soldados de la
W affen-SS m urieron en com bate durante la segunda guerra m u n ­
dial, alrededor de cuatrocientos m il resultaron heridos y setenta m il
más constan com o «desaparecidos». Todos los dirigentes de las divi­
siones de elite, el Leibstandarte, «Das R eich» y «Totenkopf», fueron
bajas en varias ocasiones, y sólo sobrevivieron unos cuantos vetera­
nos avezados a la lucha para entrenar a la p e rm a n en te inyección de
jóvenes alem anes y Volksdeutsche que aparecían com o reem plazos, a
través de los batallones de en tren am ien to de las divisiones. Si se
com para la cantidad de hom bres que figuran com o m uertos, h e ri­
dos o desaparecidos en la D ivisión «Totenkopf» (sesenta mil) y en la
«Wiking» (diecinueve m il), llama la aten ció n el porcentaje de bajas.
T eniendo en cuenta que la m ayor parte del tiem po ambas divisiones
prestaron servicio una ju n to a otra, el único m otivo de que la
«Totenkopf» sufriera una cantidad tan desm esurada de bajas debió
de ser que sus com andantes m anejaron mal, o p o r lo m enos no
supieron m anejar bien, sus tropas. Es cierto que Eicke y sus suceso­
res no tenían tama de hum anitarios y sabem os que la «Totenkopf»
era la división de la W affen-SS que tenía más solicitudes de traslado.
G ran parte de los hom bres que prestaban servicio com o voluntarios
en las fuerzas de paracaidistas de las SS habían sido transferidos de la
«Totenkopf» y todo el m u n d o sabía que el batallón de paracaidistas
prácticam ente era un escuadrón suicida. Q u e num erosos soldados
expertos decidieran h u ir de la «Totenkopf» inco rp o rán d o se a ellos
314 Historia secreta de las SS

es un indicio de la intensidad y lo prolongado de los sufrim ientos


que tu v iero n que soportar las tropas de la «Totenkopf». E n tre los
dem ás hom bres de la W affen-SS . las unidades de la cabeza de la
m u erte se conocían vulgarm ente com o las Knochm stürtne (com pa­
ñías de huesos), o «esos perdidos».
E n 1944-1945 los soldados de las SS solían estar al final de la ado­
lescencia y la m edia de edad de un joven oficial de la W affen-SS era
de veinte años, con una esperanza de vida de dos meses en el frente.
Además, no era extraño que los com andantes de las divisiones tuvie­
ran poco más de treinta años, por ejem plo, hom bres com o Kraas,
K um m , M eyer, M ohnke, W isch y W itt, que se habían incorporado al
LAH o a la SS-V T alrededor de 1934 y habían ascendido de grado.
El entusiasm o juvenil, el adoctrinam iento político y la dura experien­
cia constituyen una com binación ganadora, lo que explica en gran
m edida cóm o es posible que una división com o la «Hitlerjugend»
sufriera un 60 por 100 de bajas en un período de cuatro semanas en
1944 y sin em bargo conservara su esp íritu agresivo, consiguiendo
de tal m odo para la W affen-SS la admiración tanto de amigos com o de
enem igos.
En definitiva, más de la m itad de los m iem bros de la Waffen-SS no
eran alemanes. D e conform idad con la intención de H im m ler de con­
vertir las SS en una organización más germ ánica que alemana, se
habían ido admitiendo en las fuerzas armadas de las SS pequeñas cantida­
des de súbditos extranjeros adecuados, incluso antes de la guerra; había
por lo m enos un soldado que tenía la doble nacionalidad alemana y b ri­
tánica y prestaba servicio en el Standarte «Deutschland» de la SS-VT, Al
principio, la prueba docum ental de la ascendencia aria era un requisito
imprescindible para ser admitido pero, con la rápida expansión de la
Waffen-SS después de 1940, la norm a racial quedó reducida a letra m uer­
ta. D urante la guerra, las autoridades de Ja R uS H A estaban tan apremia­
das que se conform aban con aceptar una declaración firmada de ascen­
dencia aria por parte de los soldados alemanes y del oeste de Europa que
se alistaban en la Waffen-SS, que podían ser investigados más adelante,
cuando hubiera necesidad o cuando se presentara la oportunidad.
Al conquistar A lem ania el oeste de E uropa, los oficiales de
reclutam iento de B erger se en c o n traro n con una cantidad inm ensa
La Waffen-SS 315

El SS-Sturmmann flamenco Richard «Remi» Schrijnen, de la 3a Compañía de la


SS-Freiwilligen Sturmbrigade «Langemarck», desfilando ante sus colegas, cerca
de Praga, después de recibir la Cruz de Caballero el veintiúno de septiembre de
1944. Lo acompañan Konrad Schellong, comandante de la brigada, y el ayudante
Willy Teichert.

de recursos hum anos que la W eh rm ach t no tenía a u to rid ad para


reclutar. U n gran n ú m ero de proalem anes, an tibolcheviques,
m iem bros de partidos políticos locales seudonazis, aventureros y
simples oportunistas estaban dispuestos a inco rp o rarse al ban d o
vencedor. La prim era unidad com pleta de voluntarios extranjeros
que reclutaron las SS fue el Standarte «Nordland», form ado por noruegos
y daneses. Poco después se le sum ó el Standarte «Westland», que
com prendía a holandeses y flam encos y, en diciem bre de 1940, las
dos form aciones se com b in aro n con el Standarte «Germ ania» de la
SS -V T para convertirse en la SS-D ivision «W iking», que era real­
m en te una fuerza europea. El prin cip al im pulso para seguir reclu­
tando las llamadas «legiones extranjeras» fue la in m in e n te invasión
de la U n ió n Soviética y, a fin de atraer cantidades suficientes de esas
tropas, los alem anes no tu v iero n más rem ed io que aceptar que te n ­
drían que colaborar con los partidos políticos pronazis de cada país
316 Historia secreta de las SS

y que las nuevas unidades tendrían


que conservar parte de sus propias
características nacionales. El co n ­
cepto de legiones nacionales se
extendió rápidam ente desde los
países germ ánicos hacia los que
tenían alguna afinidad ideológica
con Alemania, com o Croacia. Sin
embargo, p o r lo m enos durante las
prim eras etapas de la guerra,
H im m ler no estaba dispuesto a
adm itir en las SS a voluntarios de
raza dudosa, de m odo que las legio­
nes o rie n tale s, así c o m o las fra n ­
cesas, las belgas valonas y las espa­
ñolas, se asignaron al ejército.
Léon Degrelle y algunos hombres de
D urante 1940-1941 se form a­
su División Valona en Pomerania, el
nueve de marzo de 1945. Degrelle ron las legiones «Flandern», «N ie­
lleva el Pasador de Lucha Cuerpo derlande», «Norwegen» y «Freikorps
a Cuerpo en oro y en el puño su
e xclusiva insignia «W allonien» Danm ark», patrocinadas por las SS.
bordada a mano en letras góticas. El Sus tropas se distinguían de las de
SS-Unterscharführer que aparece en
las SS alem anas po rq u e tenían
primer plano es un francés llamado
Jean Lejeune. Tras la liberación de insignias nacionales especiales y por
Bélgica, a finales de 1944, Degrelle el juram ento, que los comprom etía
fue condenado a muerte en ausencia
por colaboracionista. En mayo de tan sólo a luchar contra el com unis­
1945 viajó de Oslo a España en el mo. Las legiones pertenecían a la
avión privado de Albert Speer.
categoría de «adscritas a», en lugar de
Recibió la protección del general
Franco, se convirtió en un próspero «pertenecientes a» la Waffen-SS, y se
Industrial y en 1954 le concedieron la designaban con el nuevo título de
ciudadanía española, con la cual
adoptó el nuevo nombre de León unidades «Freiwilligen» (de volunta­
José de Ramirez Reina. En la década rios). Sin embargo, el programa de
de 1960 asistió a la boda de su hija
reclutam iento en seguida encontró
luciendo el uniforme completo de SS-
Standartenführer. Degrelle, que se dificultades cuando los legionarios se
llamaba a sí mismo el último líder dieron cuenta de que muchos de sus
fascista del mundo, murió el uno de
abi I de 1994 a los ochenta y siete colegas alem anes los tenían en
años. poca estima. A pesar de las prom e-
La Waffen-SS 317

sas de concesión de tierras en cl


este conquistado para todos los sol­
dados victoriosos de las SS, y de la
plena ciudadanía alem ana para
todos los voluntarios extranjeros,
después de la guerra los ánimos
cayeron en picado, en particular
cuando la «Flandern» fue diezmada
en R usia a principios de 1942 y
hubo que disolverla. Se reforzaron
las otras tres legiones y, a finales de
1942, se fusionaron para constituir
la División «Nordland». Al cabo de
un año, el contingente holandés
alcanzó la fuerza suficiente para El Obergruppenführer Artur Phteps de
separarse y conseguir la categoría las SS, fundador de la Division «Prinz
Eugen» y comandante del 5o SS-
de brigada independiente, hasta
Gebirgs-Korps, en 1944. Phleps, que era
que al final se convirtió en la D ivi­ de etnia germana, de origen rumano,
sión «N ederland».Tanto la «N ord- prestó servicio en el Estado Mayor
General def ejército imperial austro-
land» com o la «Nederland» com ba­ húngaro durante la primera guerra
tieron bien en el frente oriental, mundial y después fue instructor en
la Academia Militar de Bucarest. A
sobre todo en defensa de los países
diferencia de ia mayoría de sus
bálticos y, ju n to con el resto del 3er subordinados Volksdeutsche, Phíeps
S S - Panzer-Korps (germ ánico) de era miembro de pleno derecho de las
SS, como demuestran las runas que
Felix Steiner, participaron en la lleva debajo del bolsillo superior
célebre «batalla de las SS europeas» izquierdo. Fue hecho prisionero y
posteriormente asesinado por solda­
que tuvo lugar en N arva en julio
dos rusos el veintiuno de septiembre
de 1944, antes de ser destruidas en de 1944, cerca de Arad.
la lucha definitiva por Berlín al año
siguiente. O tras destacadas form aciones occidentales de las SS fueron
la división «Wallonien», que fue transferida del ejército com o briga­
da en 1943 y se distinguió en la lucha, a las órdenes del líder fascis­
ta belga Léon D egrelle, y la división francesa «Charlem agne», tam ­
bién transferida del ejército, que fue una de las más tem ibles defen­
soras de Berlín. C o n algunos m iem bros de la antigua U n ió n B ritánica
de Fascistas y otros individuos indiferentes que se encontraban en los
318 Historia secreta de las SS

Himmler inspecciona el entrenamiento de los musulmanes bosnios del Regimiento


de Artillería «Handschar» en el uso del cañón anticarro Pak 38 en Neuhammer,
Silesia, en octubre de 1943.

En mayo de 1944, Haj Amin al Husaini, autoproclamado gran mufti de Jerusalén y


líder espiritual de los musulmanes bosnios, pasa revista a las tropas de la División
«Handschar», equipadas con su característico fez de color gris de campaña.
La Waffen-SS 319

campos de prisioneros de guerra británicos se form ó un «C uerpo


Libre Británico», com puesto por cincuenta y ocho hom bres, aunque
sólo tuvo valor propagandístico.
A pesar de la buena reputación en el com bate que adquirieron en
seguida los voluntarios occidentales, sim plem ente eran demasiado
pocos para cum plir el requisito de las SS de reem plazar a las bajas qué
se producían en las batallas, de m odo que B erger recurrió a los
Volksdeutsche dispersos por todo el centro y el este de Europa. En tan
sólo tres países, R um ania, Llungría y Yugoslavia, se calculaba que, en
1939, había alrededor de un millón y m edio de Volksdeutsche, sin duda
un rico potencial de recursos hum anos. Si bien el reclutam iento de
Volksdeutsche rum anos ya com enzó en la primavera de 1940, la repen­
tina afluencia de voluntarios procedentes de Yugoslavia, después de la
invasión de abril de 1941, indujo a B erger a sugerir a H im m ler la for­
m ación de una división com pleta de Volks deutsche yugoslavos. E n con­
secuencia. en el verano de 1942 se creó la SS-Gebirgs Division «Prinz
Eugen», destinada a actuar contra los partisanos, oponiéndose al m ovi­
m iento de resistencia de T ito, que tenía su base en las m ontañas. Más
adelante, ese mism o año, ante una crisis de recursos humanos que iba
de mal en peor, H itler concedió a las SS la autorización form al para
reclutar a los Volksdeutsche, que estaba reñida con las instrucciones de
la W ehrm acht, porque no eran ciudadanos alemanes. Así fue com o se
m antuvo un nivel im presionante de reclutam iento, si bien m uchos
de los reclutas eran de mala calidad y, po r tanto, las unidades de
Volksdeutsche tendían a ser de segunda categoría. En poco tiem po gana­
ro n fama de especialistas en com eter masacres contra la población
civil y otros objetivos fáciles. La política afín de reclutar m usulm anes
croatas y albaneses para las divisiones «Handschar», «Kama» y
«Skanderbeg», con el objeto de enfrentarse a los serbios cristianos de
entre los cuales salían m uchos de los partisanos de Tito, fue un autén­
tico desastre y hubo que disolver las tres divisiones para que sus ofi­
ciales y suboficiales alemanes quedaran Ubres para com batir en otra
parte.
En la U n ió n Soviética los alemanes aprovecharon m ejor ios grupos
nacionalistas locales opuestos al gobierno de Stalin y lograron conven­
cer a grandes cantidades de la población autóctona para que se enrola-
320 Historia secreta de las SS

ran en la Schutzmannschaft a fin de realizar operaciones contra la gue­


rrilla. El gran aum ento de los reclutas de la W affen-SS se produjo en
abril de 1943, cuando nada m enos que cien m.i.1 ucranianos se presen­
taron com o voluntarios para form ar una nueva división de las SS, de los
cuales se adm itieron treinta mil. Más del 80 por 100 de ellos m urieron
al año siguiente, cuando la división ucraniana quedó atrapada en B rody-
Tarnow. En el verano de 1944, después de que en ju lio fracasara el com ­
plot para ponerle una bom ba a Hitler, se lo concedieron a H im m ler unos
poderes militares sin precedentes, com o com andante en jefe del ejérci­
to nacional, lo que en realidad le perm itió controlar todas las fuerzas de
reserva y reemplazo del Reich. Aprovechó la oportunidad para favorecer
todavía más su posición personal, transfiriendo a la W affen-SS a m uchos
voluntarios armenios, bálticos, caucásicos, cosacos, georgianos y tur-
questanos procedentes de las legiones extranjeras del ejército alemán
reunidas a toda prisa. Sin embargo, aunque la participación de una
variedad tan amplia de nacionalidades tuvo cierto valor propagandísti­
co, la actuación en com bate de las tropas orientales en realidad dejó bas­
tante que desear. Las divisiones bálticas de las SS, reunidas al m ando del
SS-Obcrgnippenfiihrcr W alter Krüger com o el 6o Waffen-Armeekorps der
SS, estuvieron a la altura de lo poco que se esperaba de ellas y se mos­
traron particularm ente feroces en la defensa de su patria, pero las demás
fueron insuficientes en el m ejor de los casos y, en el peor, una m ultitud
turbulenta. Para H im m ler no eran más que auxiliares pertenecientes a
una raza inferior; de hecho, carne de canon prescindible. E n realidad,
nunca se planteó incorporarlos a las SS y tenían prohibido llevar las
runas de la organización. A unque por com odidad llevaban una especie
de uniform e diluido de las SS, tenían su propia serie de insignias distin­
tivas, de m odo que no hubiera la m enor posibilidad de confundirlos
con los «verdaderos» hombres de las SS. N o es extraño que siempre se
cuestionara la lealtad de los hom bres del este, y su espantosa conducta
cuando los soltaron en m edio de la población civil de Polonia durante
el alzamiento de Varsovia, en el otoño de 1944. hizo que solicitaran
varias veces su retirada incluso otros com andantes de las SS. H ubo que
disolver varias unidades y algunos de sus dirigentes tuvieron que com ­
parecer ante un consejo de guerra de las SS y fueron ejecutados por
com eter pillajes y otros excesos.
La Waffen-SS 321

En definitiva, los que no tenían la racionalidad alemana constituían


la mayor parte (el 57 por 100) de la Waffen-SS. Se calcula que cuatro­
cientos m il alemanes del R eich prestaron servicio en la Waffen-SS
durante la guerra, frente a ciento treinta y siete mil europeos del oeste
puros, doscientos mil europeos del este puros y ciento ochenta y cinco
mil Volksdeutsche. A continuación presentamos un desglose detallado de
no alemanes, según su nacionalidad:

Europeos del oeste


Holandeses 50.000
Flamencos 23.000
I taha nos 20.000
Valones 15.000
Daneses 11.000
Franceses 8.000
N oruegos 6.000
E spañoles/suizos/suecos/
luxem burgueses/británicos 4.000

Europeos del este


Cosacos 50.000
Letones 35.000
Ucranianos 30.000
Estonios 20.000
Croatas 20.000
Serbios 15.000
Bielorrusos 12.000
Turques tartos 8.000
R um anos 5.000
Albaneses 3.000
Búlgaros 1.000
Finlandeses 1.000

Volksdeutsche (por país de origen)


H ungría 80.000
Checoslovaquia 45.000
322 Historia secreta de las SS

C roacia 25.1)00
E uropa O ccidental 16.000
R u m an ia 8.000
Polonia 5.000
Serbia ■ 5.000
Eseandinavia 775
U n ió n Soviética 100
Francia 84
G ran B retaña ]0
Estados U nidos 5
Brasil 4
C hina 3
Suroeste de Africa 3
Sureste de Africa 2
A m érica del Sur 2
España 2
Palestina 2
Japón 2
Sumatra 2
M éxico 1
Australia 1
India 1
N ueva G uinea 1

Si bien la mayoría de los hom bres de la W affen-SS tío eran alem a­


nes, durante la guerra el cuerpo de oficiales de la W affen-SS estaba
form ado casi exclusivam ente po r ciudadanos alemanes, cjiie ocupaban
todos los puestos de m ayor im portancia. La gran m ayoría de los ofi­
ciales no alemanes de las divisiones extranjeras de las SS no llevaban
«SS-» com o prefijo de su grado, sino «Legions-» o «Waffen-» (por
ejem plo, «W affen-Standartenfúhrer der SS»),y ni ellos ni sus hom bres
constaban com o m iem bros de las SS. P o r tal m otivo, ni siquiera algu­
nas figuras «heroicas», com o L éon D egrelle, que tenía la C ru z de
Caballero con Hojas de R o b le y fue el prim ero que recibió el Pasador
de Lucha C u e rp o a C u erp o en O ro, fueron dignos de figurar en la
Diemtaltersliste.
La Waffen-SS 323

Voluntarios cosacos pronazis cabalgan bajo la bandera de la cabeza de la muerte,


en 1944.

En el verano de 1941 el cuerpo de oficiales de la Waffen-SS se encon­


traba en su mejor m om ento y recibió la afluencia de reclutas procedentes
de la policía, oficiales transferidos de la Wehrmacht, funcionarios del partido
y del Estado, médicos, abogados y jóvenes dirigentes dispuestos a colaborar
con ia nueva elite antes del triunfal cese previsto de las hostilidades. Pero la
sangría que se produjo entonces en Rusia acabó con la flor y nata de los
primeros graduados de Bad Tölz y Braunschweig, y sus sustitutos apenas
guardaban con ellos una leve semejanza. El uno de julio de 1943 el cuer­
po de oficiales contaba con 10.702 hombres. De todos modos, apenas
4.145 tenían el nombramiento de oficiales de carrera o profesionales y alre­
dedor de mil tenían el grado de SS-Sturmbaimfiihngr o uno superior.
H im m ler reparó entonces en que la Fiihrcrdecke (cubierta de oficiales)
de numerosas unidades de las SS en la línea del frente era lamentablemen­
te escasa y que la situación de.1 cuerpo de oficiales se había deteriorado de
forma drástica desde la invasión de la U nión Soviética.
Al finalizar la guerra había el triple de expedientes de oficiales de ¡as
SS que oficiales tenían las SS en 1941. El grueso de los restantes tiene
que ver con los nom bram ientos concedidos en el campo de batalla a
suboficiales de la IVaffcn-SS que habían demostrado su valía en el frente
entre 1942 y 1945. Eso significa que se incorporaron al cuerpo
m uchos miles de oficiales en un período relativam ente breve; eran
324 Historia secreta de las SS

hom bres cuya vinculación con el NSDAP y las SS antes de la guerra


era m ínim a o incluso inexistente. Por consiguiente, la «elite militar» que
com andaban las SS europeas en 1944 distaba m ucho de ser el cuerpo
de oficiales de la SS-VT, tan m otivado políticamente, de finales de la
década de 1930. D urante el ultim o año de la guerra, en las conferencias
de los altos oficiales de la W affen-SS aparecían los antiguos oficiales de
mayor edad de la W ehrm acht y la policía, codo a codo con la genera­
ción más joven, m uchos de los cuales habían sido suboficiales o subal­
ternos en 1939 y habían llegado a ser coroneles y brigadieres llenos de
condecoraciones. La Vieja Guardia de las SS llamaba Nur-Scldaten
(nada más que soldados) a los miembros de este nuevo cuerpo de ofi­
ciales, porque eran hom bres que sólo tenían la obligación de com batir
y cuyas instrucciones no incluían, en última instancia, la vigilancia de
una Europa conquistada. E n consecuencia, se produjo una fragm enta­
ción del cuerpo de oficiales entre los «políticos» y los «combativos»,
ruptura que fue en aum ento a m edida que la guerra se acercaba a su
fin. Para H nnm ler, el uniform e de la Waffen-SS nunca suplantó a la tar­
jeta de m iem bro de la Allgemeine-SS y, en 1944 o 1945, el típico oficial
de la Waffen-SS en el frente se identificaba m ucho más con sus colegas
manchados de sangre de la W ehrm acht, y hasta con sus sufridos enem i­
gos, que con los grandes burócratas de las SS en Berlín y M únich.
A unque recibieron los nom bres heroicos adecuados desde una
fecha tem prana, las divisiones de la W affen-SS no estuvieron num era­
das hasta el quince de noviem bre de 1943. Ei nom bre y la designación
de la unidad se m odificaban a m enudo, ya fuera porque se había p ro ­
ducido un cam bio de condición o, sobre todo hacia el final de la gue­
rra, para disimular la verdadera identidad de la form ación y confundir
a los servicios secretos enemigos. La D ivisión «Das Reich» es u n ejem ­
plo típico, ya que cam bió de nom bre por lo m enos once veces:

Septiem bre de 1939 Panzerverband Ostpreussen


Septiem bre de 1939 Panzer Division «Kempf»
1 0 /1 0 /3 9 S S -1'e.rfiiguiigstruppe-Divisiori
(m otorizada)
4 /4 /4 0 SS- Veffiigungsdivision
1 /1 2 /4 0 SS-D ivision «Deutschland»
La Waffen-SS 325

28/1/41 SS-DiiHsion «Reich»


(motorizada)
Mayo de 1942 SS-D ivisioti «Das R eich»
(motorizada)
M ayo de 1942 Kampfgruppe «Ostendorf»
14 /1 1 /4 2 SS-Panzergrenadier Division
«1 )as Reich»
1 5 /1 1 /4 3 2a D ivisión SS-Panzer
«Das Reich»
2 4 /2 /4 5 Aitsbildungsgmppe «Nord».

Las divisiones que contaban con personal alem án se conocían


com o SS-D ívision, m ientras que las que incluían fundam entalm ente
a personal Volksdeutsche o germ ánico, ya se tratara de voluntarios o de
reclutas, se llamaban SS-Freiwilligen Division. Las unidades com pues­
tas en su mayor parte po r europeos del este o rusos entraban en la cate­
goría de Waffen Division der SS, un térm ino de inferioridad que indi­
caba la adscripción, más que la verdadera pertenencia, a la Waffen-SS.
En el cuadro que aparece a continuación figuran todas las divisio­
nes de la Waffen-SS que se habían reunido, al m enos por escrito, antes
de 1945. M uchas de las divisiones que tienen un núm ero superior al 20
no eran más que regim ientos elevados de categoría, formados a toda
prisa con todo el personal «disponible», a los que se daba un título pre­
suntuoso. La cantidad de cruces de Caballero concedidas es un buen
indicador de la eficacia y la experiencia en la batalla de cada división.

D IV IS IO N E S DE LA W A F F E N -S S , D E 1939 A 1945

N om bre A ñ o en q u e C om posición Cruces de


(y cantidad de efectivos se c o n v ir tió fu n d a m e n ta l Caballero
a com ien zos de 1 9 4 5 ) en d iv is ió n concedidas

11 S S -P a n z e r D iv is io n 1942 Voluntarios alemanes 58


«Leibstandarte-SS con el regimiento de
Adolf Hitler» (22.000) escolta de las SS de
Hitler como núcleo
326 Historia secreta de las SS

N om bre A f i o cii q u e Com posición Cruces de


(y cantidad de electivos se c o n v ir tió fun d am en tal Caballero
a com ien zos de 1 9 4 5 1 en d iv is ió n concedidas

2* S S -P a u z e r D iv isio n 1939 Voluntarios alemanes 69


«Das Reich» (18.000) conla SS-Vqfiigwigstruppe
como núcleo

3a S S -P a tiz c r D iv isio n 1939 Voluntarios alemanes con 47


«Totenkopf» (IS.400) las SS -'lóten kopfverbciud e
como núcleo

4a S S - P o l i z á 1939 Transferidos de la 25
Panzergrenadier D iv isio n policía alemana
(9.000)

5a S S - P a u z e r D iv isio n 194(1 Voluntarios alemanes y 55


«Wiking» (14.800) del oeste de Europa

6a S S -G c b ir g s D iv isio n 1941 Voluntarios alemanes 4


«Nord» (15.000) con regimientos de la
lo te n k o p f como núcleo

Ί Λ S S -F reiw illig en 1942 Voluntarios Volksdeutsche 6


Gebirgs D iv is io n «Prinz yugoslavos
Eugen» (20.000)

8J S S -K a v a ller ie D iv isio n 1942 Voluntarios alemanes 22


«Florian Geyer» con regimientos de la
(13.000) S S -K a v a ller ie como
núcleo
La Waffen-SS 327

N om bre A ñ o en que (Composición ( 'mees de


(γ cantidad de efectivos se c o n virtió fundam ental ('.aba fiero
a com ien zos de 1 9 4 5 ) en d iv isio n concedidas

9’ S S - P anzer Division 1943 Voluntarios y reclutas 12


«Hohenstaufen» (19.( )()(I) alemanes

10 a S S -P a n ze r Division 1943 Voluntarios y reclutas 13


«Frundsberg» (1 5.500) alemanes

1 1J SS-Freiwilligen 1943 Voluntarios del oeste 25


Panzergrenadier D ivision de Europa, muchos
«Nordland» (9.000) procedentes de las
legiones extranjeras
disueltas de las SS
«Niederlande»,
«Norwegen» y
«Freikorps Danmark»

J 2‘ S S -P a n ze r D ivision 1943 Voluntarios de las 14


«Hitlerjugend» (19.500) Juventudes Hitlerianas

13'* Waffen Gcbirgs 1943 Voluntarios 4


Division der S S musulmanes
«Handschar» (12.700) yugoslavos

14a Waffen Grenadier 1943 Voluntarios ucranianos 1


D ivision der S S (22.000)

15'1 Waffen Grenadier 1943 Voluntarios letones, 3


D ivision der S S (16.800) muchos de ellos
transferidos de los
regimientos de la
S c h u tz m a n n s c h a ft y
los fusileros de la
policía
328 Historia secreta de las SS

N om bre A ñ o en q u e C om posición Cruces de


(y cantidad de efectivos se c o n v ir tió fun d am en tal Caballero
a com ienzos de 1 9 4 5 ) en d iv is ió n concedidas

16a S S -P an zergrena d ier 1943 Voluntarios y reclutas 1


D iv isio n«Reichsfuhrer- alemanes y
SS» (14.000) Volksdeutsche, con el
batallón de escolta de
Himmler como
núcleu

17 ' S S -P an zergrena d ier 1943 Voluntarios y reclutas


«Götz von
D iv isio n alemanes y
Berlichingen» (3.500) V olksdeutsche

18a S S -F reiw illig en 1944 Voluntarios y reclutas


Panzergrenadier D iv isio n V olkdeutsche
«Horst Wessel» (11.000) húncaros

19a W affen G renadier 1944 Voluntarios letones, 12


D iv is io n der S S (9.000) muchos de ellos
transferidos de los
regimientos de la
S ch u tzn ia n n sch a ft y los
fusileros de la
policía

20J Waffen G renadier 1944 Voluntarios estonios, 5


D iv is io n der S S (15.500) ¿nachos de ellos
transferidos de los
regimientos de la
S c h u tz m a n n s c h a ft y
los fusileros de la
policía

21a Waffen Gebirgs 1944 Voluntarios 0


D iv is io n der S S musulmanes albaneses
«Skanderbeg» (5.000)
La Waffen-SS 329

N om bre A ñ o en q u e C om posición Cruces de


(y cantidad de efectivos se c o n v ir tió ju n d a m cn ta l C a ballero
a com ien zos de 1 9 4 5 ) en d iv is io n concedidas

2 2 ' SS-Freiwilligen 1944 Voluntarios


(S y reclutas
Kavallerie D ivision Volksdeutsche
«Maria Theresa» (8.000) alemanes y húngaros

23'1 Waffen Gebirgs 1944 Voluntarios 0


D ivision der S S«Kama» musulmanes
(se disolvió a fines de yugoslavos
1944 y se concedió el
número «23» a la
siguiente)

2 3 ' SS-Freiwilligen 1945 Voluntarios holandeses, 19


Panzergrenadier D ivision muchos procedentes de
« Nederland» (6.000) la legión extranjera
«Niederlande» de las SS

241 Waffen Gebirgs 1944 Voluntarios fascistas 0


D ivision der S S italianos
(3.000)

251 Waffen Grenadier 1944 Voluntarios húngaros 0


D ivision der S S
«i iunyadi»
(15.000)

26' Waffen Grenadier 1945 Voluntarios húngaros 0


D ivision der S S (13.000)

27a SS-Freiwilligen 1944 Voluntarios flamencos,


Grenadier Division muchos procedentes de
«Langemarck» la legión extranjera
(7.000) «Flandern» de las SS
330 Historia secreta de las SS

N om b re A f i o en q u e C om posición C ru ces de
(y cantidad de ejectiivs se c o n v ir tió fundam ental Caballero
a com ien zos de 1 9 4 5 ) en d iv is ió n concedidas

28a S S - lm w illig e n 1944 Voluntarios valones. 3


C reíladier Division muchos procedentes
«Wallonien» de la Wallonische
(4.000) Legion del ejército
alemán

29" Waffen Grenadier 1944 ( Convictos rusos 0


Division der S S (se voluntarios
disolvió a finales de
1944 y se concedió el
numero «29» a la
siguiente)

29‘ Waffen Grenadier 1945 Voluntarios fascistas 0


Division der S S italianos
(15.000)

30a Waffen Grenadier 1945 Voluntarios rusos, 0


D ivision der S S muchos procedentes
(4.500) de los regimientos de
la Sehutzm anuschaft y
los fusileros de la
policía

3 1J SS-1-rciu’illigen 1945 Voluntarios y reclutas 0


Grenadier Division Volksdeutsche
(ii.ooo) checoslovacos

32n SS-FreiivilIigen 1945 Reclutas alemanes y


Grenadier D ivision personal de la escuela
«30 Januar» (2.000) de formación de las
SS''volúntanos y
re cl u tas Volks den tscl ie
La Waffen-SS 331

S o m b re A ñ o en que Composición Cruces de


(y civilidad de efectivos se co n virtió ¡undam attal Caballero
a comienzos de Í9 4 5 ) en d iv isió n concedidas

33:‘ Waffen Kavallerie 1945 Voluntarios húngaros 0


D ivision der S S
(destruida poco después
de su formación;
se concedió el número
«33» a la siguiente)

33'1 Mil(jeu Grenadier 1945 Voluntarios franceses,


D ivision der S S muchos procedentes
«Charlemagne» (7.000) de la Französisches
Legion o 1VF del
ejército alemán

34ΛSS-Freiwilligen 1945 Voluntarios holandeses. 3


Grenadier Division muchos procedenti";
«Landstorni Nederland» de la Lühlívaclit
(7.000) Nederland

35a S S -P o liie i 1945 Transferidos de la 0


G renadier Division policía alemana
(5.000)

36a Waffen Grenadier 1945 Voluntarios alemanes


D ivision der S S (6.O00) y de Europa del Este,
incluidos gran
cantidad de
delincuentes convictos
de la Brigada
Dirlewangcr, una unidad
de terror que se
utilizaba contra civiles
332 Historia secreta de las SS

N o m b re A ñ o en q u e C om p o sició n Cruces de
(y cantidad de efectivos se c o n v ir tió fu n d a m en ta l Caballero
a com ien zos de 1 9 4 5 ) en d iv is io n concedidas

37.a SS-Freiivilligcn 1945 Reclutas Volksdeutsche


Kavallerie D ivision húngaros y restos de
«Lützow» (1.000) las divisiones «Florian
Geyer» y «Maria
Theresa»

38.a SS-G renadier 1945 Voluntarios, reclutas y


D ivision «Nibelungen» personal alemán de la
(1.000) escuela de formación
de las SS

D u ra n te la ú ltim a p arte de la g u e rra n o era raro que se fo r­


m asen gru p o s de batalla im provisados de las SS re u n ie n d o tropas
de distintas divisiones, ni que las unidades más p eq u eñ as fueran
absorbidas p o r otras más grandes situadas en las proxim idades.
A dem ás, había centenares de fo rm acio n es de reem plazo, c o m o la
Ersatzbrigade leto n a de las SS que, p o r sí sola, c o rre sp o n d ía a cu a­
renta com pañías enteras de ho m b res que se estaban e n tre n a n d o y
algunas unidades tan p o c o conocidas c o m o la Indische Freiwilligen-
Legion der SS, co m p u esta p o r p risio n ero s de g u erra indios a n tib ri­
tánicos que h ab ían sido capturados en el n o rte de A frica y en
Italia. U n o de los más extraños era el Osttürkischer Waffen- Verband
der SS, c o m p u esto p o r tres Waffengruppen m u su lm an es de las SS,
reclutados entre los tártaros del C aspio y el m ar N e g ro , que esta­
b an al m an d o del SS-Standartenjührer a u stría c o W ilh e lm
H in tersa tz , co n v ertid o al islam ism o m ien tras prestaba serv icio con
los turcos d u ran te la p rim e ra g u erra m u n d ia l, c o n el n o m b re de
H a ru n el R a sc h id Bey, ¡con el que figuraba en la Dienstaltersliste
de las SS! M u y distin to de la elite racial de la década de 1930.
La Waffen-SS 333

U n if o r m e s d e la Waffen-SS

El perm anente interés por la Waffen-SS tiende a concentrarse en


sus uniform es e insignias, m otivo por lo cual m erecen un tratam ien­
to detallado.
D e la fabricación de las prendas que co m p o n en el uniform e de
la Waffen-SS se encargaban empresas privadas o, cada vez más a partir
de 1941, las empresas comerciales pertenecientes a las SS que funcio­
naban con los auspicios de la Wirtschafts- und Verwaltungshauptamt de
las SS. La prim era fábrica de ropa de las SS, o SS-Bekleidungswerke, se
estableció en el cam po de concentración de D achau, donde tam bién
estaba situado el principal depósito de ropa de la Waffen-SS. En 1939
se inauguró una escuela de form ación para sastres y m odistas en
R avensbrück y, después de la ocupación de Polonia y R usia, la socie­
dad Industrias O rientales de las SS, u Ostindustrie G m bH (Osti),
em pleaba a los judíos locales para fabricar los uniform es de invierno
y distintas partes del equipo, con los bienes y las m aterias prim as
decomisados p o r ios alemanes. Las ropas civiles que se confiscaban a
los internos de los campos de concentración por lo general se volvían
a procesar y a teñir para transformarlas en uniform es para la Waffen-
SS. E n 1944 la gran mayoría de las prendas de las SS y la policía se
fabricaban en los siguientes establecimientos:

El cam po de trabajo de Bayreuth, en Baviera


El cam po de concentración de D achau, en Baviera
El cam po de concentración de O ranienburg, cerca de B erlín
El cam po de trabajo de Poniatow a, cerca de LubHn, en Polonia
El cam po de trabajo de Posen, en Polonia
El cam po de trabajo de R adom , en Polonia
El campo de concentración de Ravensbrück, cerca de Fürstenberg
El campo de concentración de Schróttersbuig, cerca de Plock, Polonia
La prisión de Straubing, en Baviera
El cam po de trabajo deT raw niki, cerca de Lublin, en Polonia

Sus productos a veces llevaban el sello «SS-BW», seguido de un


código correspondiente al taller en cuestión. De todos m odos, m uchos
334 Historia secreta de las SS

artículos fabricados en la SS-Bekleidtingswerke no llevaban ninguna


marca.
D urante 1944-1945 la escasez de m ateria prmia produjo una crisis
tan grande en la industria de los uniform es que 111 siquiera los c am ­
pos de concentración podían satisfacer las necesidades de vestim enta
de la W affen-SS. P or tanto, los soldados recién reclutados para la línea
del frente de las SS acabaron poniéndose uniform es capturados, sobre
todo artículos italianos obtenidos después de la caída de M ussolini.
Los veteranos de más edad trataban de conservar todo el tiem po posi­
ble sus prim eras guerreras, gorras y botas, que eran de m ejo r calidad,
a m enudo basta que se deshacían, literalm ente, y existían p o r lo m enos
tres unidades totalm ente m otorizadas, las llamadas SS-Bekleidungs-
Instandsetzungszüge 500, 501 y 502, cuya única m isión consistía en
viajar de una unidad a otra arreglando los uniform es.
Cada form ación de la Waffen-SS presentaba con regularidad una soli­
citud al Führungshauptamt de las SS, encargándole los uniformes que nece­
sitaba. Si se aprobaba la petición, el SS-EHA daba instrucciones a la
Wirtschafts- und Vcnmltiingshauptanit para que hiciera el envío necesario.
A su vez, la SS-"WVHA se encargaba de despachar el material a la unidad,
ya friera directamente desde la fabrica o a través de alguno de sus doce
depósitos principales de suministro, los Hauptwirtschaftslager. De lo contra­
rio, los artículos de uniform e se podían poner a disposición de la unidad
en el subdepósito más próxim o de la SS-W VHA, o Tnippenwirtschaftslaget;
de los que había veinte en todo el R eich. En el frente oriental, los m an­
dos de suministro de las SS, o Nachschubskommandantar, estaban situados en
Bobruisk, D nepropetrovsk, O ulu y Riga, com o nexos entre la SS-
W V H A y los subdepósitos locales. Cada m ando de suministro tenía capa­
cidad para gestionar contratos con empresas privadas de su zona o hacer­
les compras. Además, cuando era probable que operaran las formaciones
de campo de la Waffen-SS en una zona determinada, por un período pro­
longado, por ejemplo, la «Prinz Eugen» en los Balcanes, se establecían
bases especiales de suministro, o Stützpunkte, en puntos convenientes.
Se suponía que todos los oficiales de la W affen-SS com praran los
artículos de su propio uniform e y los oficiales recién ascendidos reci­
bían para ello una ayuda especial, de entre trescientos cincuenta y
ochocientos Reichsm arks. C uando obtenía la ayuda para adquirirlo, se
La Waffen-SS 335

suponía que el oficial com prara el uniform e en alguno cié los puntos
de venta de ropa de las SS, o Kleiderkasse, situados en B erlín, Kiev,
Lublin, M unich, Oslo, París, Praga, R iga y Varsovia. En esos estableci­
m ientos se encontraban amplías existencias de artículos de gran cali­
dad, confeccionados por sastres, com o las guerreras de M o h r & Speyer
y H olters, las botas de B reitspecher y las gorras de R o b e rt Lubstein,
cuya marca «ER.EL» era famosa en todo el m undo. Sin em bargo, tanto
los m edios com o la oportunidad de que los oficiales de la línea del
frente se equiparan con uniform es caros quedó lim itada, en cierto
m odo, durante la segunda m itad de la guerra y ía mayoría de ellos
recurría a las tiendas de su unidad para que le proporcionaran artícu­
los del uniform e de campaña, previo pago. La mayoría de los oficiales
solía llevar guerreras estándar, sin ninguna m odificación, aunque algu­
nos las cam biaban un poco para adecuarlas a su gusto personal. Las
alteraciones más habituales se introducían en las solapas de los bolsi­
llos y en los cuellos, que se reem plazaban p o r otros más elegantes. A
partir de agosto de 1943 com enzaron a recogerse y a venderse a los
oficiales, de segunda m ano, artículos confeccionados po r sastres, tres
veces más caros que el precio de venta de sus equivalentes estándar,
de m odo que los que todavía tenían ganas de parecer «superiores a los
demás» pudieran darse el gusto.
C uando un soldado de la W affen-SS m oría o quedaba inválido y
fuera de servicio había que devolver a su unidad todos los artículos
que constituían su uniform e y su equipo. Lo que seguía estando en
condiciones de uso se conservaba intacto y los artículos que estaban
un poco gastados se enviaban a las unidades de reem plazo y entrena­
m iento. Las prendas viejas o estropeadas se reexpedían a los campos
de concentración, donde se reducían a pulpa para poder volver a uti­
lizarlas. Los artículos de metal que estuvieran rotos, com o las puntas y
las hebillas de ¡os cinturones, se desm ontaban y se enviaban a la indus­
tria de arm am entos para fundirlos. D e ese m odo, las SS m antenían un
ciclo com pleto de fabricación-venta-uso-extracción de la pulpa-
refabricación-reventa con respecto a las prendas del uniform e.
La evolución cié los principales com ponentes del uniform e de la
Waffen-SS, es decir, las prendas para cubrir la cabeza, las guerreras, el
equipo y las insignias, tue dando al soldado de las SS su propia aparien­
336 Historia secreta de las SS

cia única y a esa evolución vamos a referirnos a continuación con


detalle.
Las prendas estándar para cubrir la cabeza que llevaban las form a­
ciones armadas de las SS fueron evolucionando de form a perm anente
desde 1933 hasta el final de la segunda guerra m undial; cada año apa­
recía un m odelo nuevo, se m odificaba un estilo an terio r o se descar­
taba algún artículo anticuado. En m arzo de 1933 se entregaron a los
miembros de la Stabswache de las SS en Berlín unos pesados cascos de acero
que habían sido del ejército, m odelos 1916 y 1918, pintados de negro,
a m ano o con aerosol, para que los llevaran cuando estaban de guar­
dia. Esos Stahlhelme, sencillos, que en esa época no llevaban ninguna
insignia de las SS, fueron los prim eros artículos distintivos que se
pusieron en la cabeza las unidades armadas y servían para diferenciarlos
de la Allgem eine-SS. D urante el verano de ese m ism o año, las gorras
de cam paña sin visera, con form a de pastel de cerdo, conocidas con el
nom bre de Krätzchen, se com praban en los depósitos de excedentes
del ejército, se teñían de negro y se repartían entre los hom bres del
Sonderkommando Zossen y el Sonderkommando Jüterbog de las SS para
que las llevaran durante el entrenam iento y las faenas. E n esas gorras
tan impopulares y que duraron tan poco se prendían las insignias
estándar de las SS.
A finales de 1933 se sugirió que los cascos de acero, modelos 1916 y
1918, eran demasiado pesados para las tropas armadas de las SS, cuya
misión fundamental entonces era la seguridad interior más que la gue­
rra. Se distribuyó, po r tanto, una pequeña cantidad de cascos experim en­
tales del ejército, de fibra vulcanizada, m odelo 1933, pero eran tan feos
que en seguida fueron rechazados. E n consecuencia, durante la prim era
parte de 1934, la Reichszcugmeisterei del NSDAP, o K Z M (la oficina de
contratas del partido nazi), encargó el suministro de nuevos cascos para
las SS, con una form a, un peso y un aspecto ligeramente distintos de sus
equivalentes del ejército. El m odelo de casco de la R Z M estaba hecho
de una aleación de acero más ligera, tenía unos orificios de ventilación
de tam año estándar y un barboquejo más ancho, fácil de soltar. Había dos
marcas de inspección grabadas en el interior del cuello del casco negro
azulado: las runas de las SS, a la izquierda, y el símbolo de la R Z M a la
derecha, y el forro solía llevar el sello de propiedad de la unidad, en tinta;
La Waffen-SS 337

Los hombres del Sonderkommando Zossen hacen un alto en su entrenamiento en


Essenfassen, en el verano de 1933 Todos llevan la gorra negra de campo Krätzchen
y el uniforme de faena de dril de algodón gris.

por ejemplo, «Il/SS 2» correspondía al 2o Sturmbann del Standarte


«Germania». El casco de la R Z M era popular y se distribuyó para des­
files y para m ontar guardia hasta 1939.
El veintitrés de febrero de 1934 se introdujeron insignias especia-
: s para llevar en todos los cascos de acero de las SS, al p rincipio p in­
tadas a m ano y después en form a de calcomanías. Se autorizó al
Leibstandarte, por ser único, a usar las runas de las SS, en blanco, sobre
un escudo negro (que poco después fue reem plazado p o r runas negras
sobre un escudo plateado) del lado derecho del casco y un escudo
según el m odelo del ejército con los colores nacionales: negro, blan­
co y rojo, en barras diagonales, del lado izquierdo. Las tropas de las
Politische Bereitschaften y sus sucesoras en la SS-V T llevaban runas
negras con el borde blanco, dentro de un doble círculo blanco, del
lado derecho del Stahlhelm y una esvástica negra con el borde blanco
en el lado izquierdo. El quince de diciem bre de 1934 com en 2 aron a
pintarse los cascos de acero de] llam ado «gris tierra», u n tono gris
pardo, para las m aniobras militares y, al m ism o tiem po, se presentó una
338 Historia secreta de las SS

gorra de campaña nueva para los sol­


dados, del m ism o color, en sustitu­
ción de las Krätzchen negras. El
m odelo de gorra de 1934 tam bién se
usaba sólo para la instrucción y tenía
la forma de una barca invertida, por
eso la ap o d ab an Schiffchen (bar­
q u ito ). Su diseño se basaba en el
quepis del ejercito, con el trente festo­
neado y unas piezas laterales que su
propietario podía bajar para taparse
las orejas cuando hacía frío. Las pri­
meras Schiffchen venían con una ver­
sión bordada a máquina del m odelo
de águila de 1929 del lado izquierdo
Insignias de las SS para ios cascos
de acero, que llevaban los solda­
y un distintivo blanco de metal liso
dos de las siguientes unidades: A - en el frente. Sin embargo, poco des­
Leibstandartc-SS «Adolf Hitler» pués de su introducción se sustituyó
(del 23 de febrero de 1934 hasta el
otoño de 1934); B - Leibstandarte- el b o tó n liso por otro que llevaba
SS «Adolf Hitler» (desde el otoño grabada la cabeza de la m uerte.
de 1934 hasta el once de agosto de
1935)· C - Politische Bereitschaften y
E n m arzo de 1935 se autorizó a
SS-VT (del veintitrés de febrero de las tropas de la SS- Wachverbände a lle­
1934 hasta el once de agosto var una enorm e Totenkopf prusiana,
de 1935); D - todas las formaciones de
las SS (desde el doce de agosto pintada en plata, del lado izquierdo del
de 1935 hasta 1945). casco de acero, para distinguirlas
del Lcibstandartc y de la SS-VT. Sin
em bargo, esa insignia duró poco tiempo, ya que el doce de agosto de
1935 se presentó una nueva serie de insignias estandarizadas para los
cascos de todas las unidades de las SS, en sustitución de las que se lle­
vaban antes. La nueva insignia, diseñada po r el profesor Hans Haas,
com prendía las runas negras de las SS sobre u n escudo plateado, que se
llevaba del lado derecho del casco, y un escudo rojo con u n disco blan­
co que contenía una esvástica negra, que se llevaba del lado izquierdo.
Según el decreto original, esas insignias tenían que ir pintadas, pero el
catorce de agosto se anunció que la empresa de C. A. Pocher, de
N urem berg, las vendería en form a de calcomanía al precio de 25
La Waffen-SS 339

Un suboficial del Leibstandarte con el casco de acero M35 a las afueras de Járkov
en marzo de 1943. Se puede ver con toda claridad la calcomanía con las runas de
las SS.

R eichm arks los m il pares. Las unidades de las SS recibieron instruccio­


nes de aplicar las calcomanías en todos los cascos antes del congreso
del NSDA P que se celebraría ese mes de septiembre.
[lacia finales de 1935 se introdujo una versión gris tierra de la gorra
negra con visera de las SS para los oficiales del Leibstandaite y de la SS-VT
para que la llevaran en todas las ocasiones en que no fuera necesario el
casco de acero, l a nueva Schirmmütze tenía la parte superior de color gris
tierra, una cinta de terciopelo negro y ribetes blancos para todos los ofi­
ciales hasta los SS-Stattdartenfiifmr, estos incluidos. Los grados superiores
llevaban ribetes plateados. Los oficiales que se desempeñaban com o jue­
ces y árbitros en las maniobras militares llevaban cintas desmontables de
paño blanco en la gorra. El uno de noviembre de ese mismo año el
M inisterio de Guerra reservó una partida del nuevo m odelo más ligero
de casco de acero del ejército, con la pequeña protección para el cuello,
una visera menos prom inente y unos orificios de ventilación sencillos,
340 Historia secreta de las SS

que no sobresalían, para distribuirla


entre las SS armadas, i il Leib.-;Mudarte
y la «Deutschland» recibieron los
suyos el once de mayo de 1936 y lo
mismo sucedió poco después con las
demás formaciones de la SS-VT. Sin
embargo, los modelos tradicionales
de 1916 y 1918 se siguieron usando
durante bastante tiempo, sobre todo
entre los oficiales y durante los des­
files.
El treinta y uno de m arzo de
1936 se com enzó a fabricar una
gorra de campaña para los soldados,
en negro, para llevar con el unifor­
m e negro de servicio para salir a
pasear, y en «m arrón tierra», para el
personal de la SS-TV que m ontaba
El SS-GruppenführerGille fue el primer
oficial de la Waffen-SS que recibió la guardia dentro de los campos de
Cruz de Caballero con Hojas de concentración. Las insignias siguie­
Roble, Espadas y Diamantes. Para
ron siendo las mismas, aunque el
esta fotografía de presentación,
tomada el veinte de abril de 1944, m odelo de águila de 1929 fue susti­
luce un buen ejemplo de una tuido después, ese m ism o año, por
Schirmmütze correspondiente a un
general de las SS con ribetes de el tipo característico de las SS. En
aluminio. 1937 se distribuyó un nuevo uni­
form e gris de campaña para todas
las ramas armadas de las SS, por lo que cambió también lo que se ponían
en la cabeza. Se sustituyeron las Schiffchen gris tierra y m arrón tierra por
una versión ubicua de color gris de campaña, y la gorra con visera de
los oficiales tam b ién se com enzó a fabricar con la p arte su p erio r
de color gris de campaña.
El veinticinco de febrero de 1938 se creó una nueva gorra de
cam paña para los suboficiales. Tenía u n aspecto sem ejante a la
Schirmmütze, pero la visera estaba hecha del m ism o paño que la parte
superior y no llevaba barboquejo m ningún refuerzo en la parte supe­
rior. Se podía doblar para guardarla en la m ochila o en un bolsillo de
La Waffen-SS 341

la guerrera, m otivo p o r el que se la apodó la «chafada». M uchos sub­


oficiales que después llegaron a ser oficiales siguieron usando esa
gorra, que fue m uy popular durante toda la guerra, y algunos encar­
garon a sastres particulares que les fabricaran variantes con. viseras de
piel, cintas de terciopelo y forro de seda. Los suboficiales estaban obli­
gados a llevar las insignias reglam entarias de m etal blanco, aunque las
fotografías dem uestran que con ella se llevaban una amplia variedad
de insignias, tanto de m etal com o de tela.
E n 1939 se autorizó a los suboficiales a llevar, cuando estaban
cerca de su cuartel, una versión m enos elaborada de la gorra con vise­
ra de color gris de campaña. Sólo después de que dejara de usarse el
uniform e negro com o ropa de paseo se distribuyó entre los soldados,
o se les perm itió com prar, la gorra con visera de color gris de cam ­
paña para pasear. Era similar a la Schirmmütze de los oficiales, pero
tenía un barboquejo de cuero negro en lugar de las cuerdas de alu­
m inio que se pasaban por debajo de la barbilla y una sencilla cinta de
tela, en lugar de la de terciopelo. En ju n io de 1939 se autorizó a los
oficiales a com prar una gorra con visera no reglam entaria, co n la parte
superior blanca, para llevar con el nuevo uniform e de verano.
Al com enzar la guerra, en septiembre de 1939, algunas unidades de
m enor grado de las SS usaron por prim era vez el llamado Edelstahlhebn,
que hasta entonces sólo se había distribuido a los policías y los bom be­
ros y estaba hecho de una fina capa de acero. Poco después, siguiendo
la costum bre del ejército, se com enzó a usar un galón invertido, o son-
tache de ribete trenzado, del coior correspondiente a cada rama del ser­
vicio, en la parte delantera de la gorra de campaña de los soldados, enci­
ma del botón de la cabeza de la m uerte, que a partir de entonces se
com enzó a pintar de color gris de campaña. Los oficiales de las SS arm a­
das seguían sin tener su propia gorra de campaña reglamentaria y duran­
te los prim eros m eses de la guerra m uchos co m p raro n el quepis
para oficiales del ejército, m odelo 1938, y sustituyeron o taparon la
escarapela nacional con una cabeza de la m uerte de las SS hecha de
metal o bien con una pequeña de plata, sacada de cualquier insignia
para el cuello de las unidades panzer del ejército. Sin embargo, esa evi­
dente deficiencia de las prendas para la cabeza de las SS se solucionó en
diciembre de 1939, cuando se autorizó una nueva gorra de campaña,
342 Historia secreta de las SS

concretam ente para los oficiales de la }-¥a(fen-SS. T am bién tenía form a


de barco, pero la parte delantera no era festoneada y los laterales esta­
ban ligeram ente inclinados al estilo de las Fliegennütze de la Luftwaffe.
La parte superior de la orejera estaba ribeteada con cordón de alum i­
nio y la insignia consistía eu el águila de las SS y una Totenkopf, tejida a
m áquina en alambre de alum inio sobre fondo negro. Encim a de la
cabeza de la m uerte iba un soutache con los colores del arma. Todos los
oficiales recibieron órdenes de procurarse la nueva gorra de campaña
antes del uno de enero de 1940.
El veintiuno de m arzo de 1.940 se dio orden de quitar la chillo­
na calcomanía con la esvástica negra, blanca y roja de los cascos de
acero de las SS mientras durara la guerra, por una cuestión de cam u­
flaje. Al mism o tiem po, los cascos se com enzaron a pintar con un tono
más oscuro de gris de campaña- y se les em pezó a dar una textura
superficial más basta, m enos propensa a reflejar la luz. En ju m o se pro­
hibió seguir fabricando las gorras con visera para el verano con la
parte superior blanca. El quince de octubre de 1940 la gorra de cam ­
paña, m odelo 1934, de los soldados se sustituyó po r un nuevo estilo
de Schiffchen, con un corte idéntico a la versión de ios oficiales. Se la
llam ó la F eldm ütze neuer A r t (el nuevo m odelo de gorra de cuartel)
y llevaba un águila tejida a m áquina y una cabeza de la m uerte en la
parte delantera de la gorra, en lugar del b o tó n de la Totenkopf y el
águila en el costado. El uno de diciem bre de ese m ism o año las n u e­
vas unidades alpinas de la [Vaßeti-SS recibieron una Bergmiitze (gorra
de m ontaña) de color gris de cam paña para llevar en lugar de la
Schiffchen .Tenía el diseño básico de la gorra para esquiar, con una vise­
ra corta para proteger lo suficiente del resplandor del sol y de la meve.
Los laterales festoneados se podían bajar para tapar las orejas y se suje­
taba po r delante con dos pequeños botones. Las gorras de los oficia­
les tenían ribetes de alum inio alrededor de la coronilla. Las insignias
conó-rían en una cabeza c. la m i l i t e ·■}'· : m la parte ne or de la
gorra y u n águila del lado izquierdo.
En febrero de 1941 la fabricación y la venta al por m enor de las
gorras con visera de la Waffen-SS quedó fuera del control de la llZ lM y,
a partir de entonces, cualquier sombrerero podía fabricar la Schirmmütze
por encargo. Cuatro semanas después se dio la orden de retirar del ser­
La Waffen-SS 343

vicio los cascos de acero de los modelos de 1916, de 1918 y el de la


R Z M , así com o las partidas viejas de gorras de tela de color gris tierra
que siguieran en uso, y de enviarlos a los talleres de los campos de con­
centración y las cárceles para reciclarlos y volver a enviarlos a las unida­
des de reserva de la W ehrm acht. En ei invierno de 1941-1942, en la
Wíiffcn-SS se generalizó por primera vez el uso de gorras de piel, sobre
todo las ushankas capturadas a los rusos. D e inm ediato surgió una varie­
dad casi indescriptible de gorras de invierno oficiales, semiofidales y
extraoficiales y las insignias utilizadas dependían exclusivamente de lo
que se pudiese conseguir en ese m om ento. Se han visto fotografías en
las que aparecen chapas de metal para las Schirmmütze, insignias de tela
para las Feldmütze, águilas para las mangas e incluso cabezas de la m uer­
te recortadas del cuello de la SS-'ïotenkopf-Division.
El uno de agosto de 1942 se dejó de lado, p o r cuestiones eco n ó ­
micas, la suave ondulación hacia dentro del borde del casco de acero,
con lo cual el m odelo de casco de 1942 adquirió una silueta m ucho
más nítida. Al mes siguiente se dejó de lado la soutache, que ya no vol­
vió a aparecer en las gorras de campaña. En 1943 la experiencia prác­
tica en el frente había dem ostrado que la Schiffchen era casi inútil en
com paración con la Bergmütze. Por consiguiente, el uno de octubre
de ese año se presentó una nueva gorra de cam paña en sustitución de
todas sus prcdecesoras. C o n o cid a com o la Einheitsfeldm ütze (gorra
de cuartel estándar), era m uy parecida a la gorra de m ontaña, pero tenía
la visera más larga y la coronilla más baja. El uno de noviem bre de
1943 se dejó de usar la calcom anía con ias runas en los cascos de las
SS durante el resto de la guerra. Además, en el año 1943 se introdujo
el lez, o Thrlntsch, para que lo llevaran, en lugar de la gorra de cam pa­
ña. los m iem bros de las unidades m usulm anas de las SS. El fez estaba
hecho de fieltro grueso de color gris de campaña y llevaba una borla
de seda de color verde oscuro y una insignia estándar tejida. En el
interior, sin forrar, había una faja fina de piel. D e paseo o cuando des­
filáb an lo s oficíales a veces llevaban una versión de color castaño, pero
se trataba de una variante extraoficial, obtenida a partir del fez civil
estándar, y una solución tem poral m ientras no se distribuía el tipo de
color gris de campaña. Los m usulm anes albaneses tenían su propio fez
cónico. E n 1944 las form aciones italianas de las SS utilizaban m ucho
344 Historia secreta de las SS

El siete de octubre de 1944 Himmler pasó el día de su cumpleaños visitando a las


unidades de la Waffen-SS en el frente occidental La mayoría de los jóvenes
soldados de las SS que aparecen en esta fotografía llevan la Einheitsfeldmütze.

las antiguas gorras de campaña del ejército italiano, las gorras con
visera y los cascos de acero, añadiéndoles sus propias insignias y, en
1945, algunos voluntarios indios procedentes de la W ehrm acht lleva­
ban turbantes con el uniform e de la Waffen-SS. Para H im m ler, eso
debió de ser «el colmo» en la evolución de las prendas para la cabeza
de las SS.
C o m o ocurre en general con el uniform e de las SS, las fechas que
acabamos de m encionar en relación con la historia de las prendas para
la cabeza pueden tener u n valor m apreciab:; para fechar las fotogra­
fías de época de las tropas de la Waffen-SS. Lo m ism o se puede decir
de las guerreras, de m odo que tam bién m erecen un exam en detalla­
do. Los m iem bros de las prim eras unidades armadas de las SS llevaban
el uniform e negro de servicio, m odelo 1932, en todas las ocasiones.
Era idéntico al atuendo que se entregaba a la AUgemeine-SS pero, si
bien resultaba im presionante cuando se llevaba en un desfile o para
pasear, resultaba m uy poco práctico para usar en el cam po de batalla
La Waffen-SS 345

Por su aspecto flexible y gastado, la gorra «chafada» se convirtió en un tocado popular


hasta el final mismo de la guerra. En esta fotografía la vemos en la cabeza de dos
suboficiales de la SS-Panzer-Aufklärungs-AJDteilung 1, en Kaiserbarracke, en las
Ardenas, el diecisiete de diciembre de 1944. El piloto de! Schwimmwagen se ha
agenciado un casco civil de motorista de cuero.

o para desem peñar tareas generales en los cuarteles. Para proteger el


uniform e negro en esas circunstancias, en el verano de 1933 se fabri­
caron guerreras y pantalones de un dril de algodón ligero de color
blanco grisáceo. A partir de entonces los oficiales y suboficiales lleva­
ban una chaqueta de dril que tenía un corte m uy similar al de la gue­
rrera negra, aunque a veces llevaba escondidos los botones, y sobre la
cual iban las insignias del cuello y una hom brera. Los soldados tenían
una guerrera más fea, sin form a ni insignias, con el cuello rígido.
Λ comienzos de 1935 se em pezó a entregar a los soldados del
Leibstandarte y de la SS- Veifüautigstnippc un nuevo uniform e gris fierra de
estilo idéntico a la indumentaria negra de servicio, aunque no se lo m en­
cionó en las órdenes oficiales hasta el veinticinco de noviembre de ese
año. Las guerreras de los soldados rasos tenían cinco botones en la delan­
tera, en lugar de cuatro, y se podían usai- con el cuello cerrado. C om o el
brazalete estándar de las SS, con sus colores brillantes, era sin duda inade-
346 Historia secreta de las SS

Tres SS-Hauptsturmführer adscritos a la división «Handschar» a finales de 1943.


Por sus condecoraciones sabemos que se trata de ciudadanos alemanes. El oficial
del centro, veterano de la concentración de las SA/SS que se celebró en Brunswick
en 1931, lleva una insignia en blanco en el lado derecho del cuello, como hacían
algunos miembros de la «Handschar» antes de que se introdujera la insignia de la
cimitarra y !a esvástica para esta división. Obsérvese también que ya se usaban el
fez castaño y las polainas estirias.
La Waffen-SS 347

Un Obersturmführer del Leibstandarte, que parece pequeño al lado de los dos reclutas
con el uniforme ligero de faena, en el otoño de 1934. El oficial lleva una chaqueta de dril
gris, hecha a la medida, que hace juego con la gorra y los pantalones bombachos del
uniforme negro de servicio. Obsérvense también las calcomanías del LAH que aparecen
en los cascos correspondientes al segundo modelo.

cu a do para usar en el campo de batalla, en la manga izquierda de la gue­


rrera gris tierra se pusieron, en su lugar, un águila y una esvástica. En
marzo de 1936 se fabricó una versión castaño tierra del uniform e para
que lo usara el personal de guardia de las SS-Totenkopfverbände en el cum ­
plimiento de las tareas cotidianas dentro de los confines de los campos de
concentración. N o lo podían llevar los centinelas apostados en la entrada
principal, que estaban a la vísta del público, ni tam poco com o uniform e
de paseo. La guerrera castaño tierra llevaba insignias en el cuello, una
hom brera y el brazalete de las SS.
E n 1937 los uniform es gris tierra y castaño tierra de la SS-V T y
las SS-TV fueron sustituidos po r un nuevo uniform e norm alizado de
color gris de campaña. Tomaba corno base el del ejército, pero la
Feldbluse conservaba las características propias de .las SS: bolsillos late­
rales oblicuos de ojal y el cuello ribeteado en negro y plata, del mism o
color que el resto de la guerrera. Al año siguiente com enzaron a
348 Historia secreta de las SS

entregarse al Leibstandarte unas guerreras del ejército, que se distin­


guían por el cuello verde oscuro y sin ribetes y los bolsillos laterales
de parche plisados, para llevar durante los entrenam ientos.
A tíñales de 1939, con la repentina form ación de la SS-linetikopf-
D i vision y la Polizei-Division, hubo que generalizar el uso de las gue­
rreras del ejército porque los uniform es grises de cam paña al estilo de
las SS no alcanzaban para todos. D ebido a las diferencias fundam enta­
les de corte entre los dos m odelos y al deseo de H im m ler de unifor­
m ar la vestim enta, durante el invierno de 1939-1940 se dieron varias
órdenes contradictorias, que establecían las prendas que debían usar­
los oficiales, en oposición a los suboficiales y los soldados, cuándo se
tenían que abotonar o no el cuello, y demás. Por lo general, todos los
interesados pasaron po r alto esas órdenes, con lo que el resultado fue
una curiosa mezcla de prendas utilizadas de form a sim ultánea, inclu­
so en las unidades más reducidas.
En mayo de 1940, com o era inevitable, habían com enzado a apa­
recer las guerreras del ejército en las filas de la SS-Vetfügangsdivision y
poco después se generalizó su uso en toda la W affen-SS. E n el trans­
curso de 1940 se fueron retirando progresivam ente los cuellos de
color verde oscuro a favor de los gris de campaña y en agosto de ese
año dejaron de usarse los ribetes negros y plateados para el cuello.
A partir de 1942. exclusivamente por cuestiones de econom ía, los bol­
sillos de parche dejaron de ser plisados y en 1943 se enderezó el extre­
m o inferior de las solapas de los bolsillos. Tam bién se redujo conside­
rablem ente la cantidad de lana que llevaba la guerrera m odelo 1943, lo
que trajo com o consecuencia un peor aislamiento térm ico y m enos
resistencia a la tensión. El veinticinco de septiem bre de 1944 se pre­
sentó un estilo totalm ente nuevo de guerrera de servicio en el cam po
de batalla, semejante a la chaqueta del uniform e de batalla del ejército
británico, para que la llevaran todas las unidades alemanas de com bate
en tierra, incluidos los m iem bros de form aciones auxiliares com o el
R A D y la NSKK . Para ese uniform e hacía falta m ucha m enos tela que
para los modelos anteriores y los orificios para las puntas del cinturón,
p o r lo general dos o tres, se redujeron a una sola posición. Tam bién se
suprim ió el bolsillo interior. Para las nuevas prendas se inventó un
color universal, llamado Feldgrau 44, que tenía un to n o más verde
La Waffen-SS 349

Oficiales del LAH, la SS-VT y las SS-TV en un desfile, en el exterior del edificio del
Führer en Múních, el nueve de noviembre de 1938. Durante esa época, las SS armadas
seguían usando el uniforme negro en ocasiones ceremoniales, acompañado en esta
fotografía por los cordoncillos trenzados de hilo de aluminio y el cinturón de brocado
de los oficiales. La mayoría de estos hombres han recibido el casco de acero modelo
M35, aunque algunos conservan todavía el modelo tradicional M i6/18.

grisáceo pizarra que el gris de campaña, con la intención de unificar


los colores de los distintos uniform es militares y paramilitaires que se
habían visto hasta entonces en el campo de batalla. N o obstante, en
realidad surgieron muchos tonos diferentes. El uniform e de batalla de
i 944 tuvo muy poca aceptación y fue objeto de una distribución insu­
ficiente, que no bastó para cambiar de form a radical la apariencia de la
í Vaffcti-SS.
Las disposiciones relacionadas con el uniform e para los oficiales
de la W qlfeu-SS se diferenciaban, en cierto m odo, de las de los solda­
dos, Hasta 1939 los oficiales del Lcibstaiidartc tenían una sola g u erre­
ra de color gris de campaña, la Rock, que tenía un corte idéntico al
de la guerrera negra de servicio de. las SS y se llevaba siempre con el
350 Historia secreta de las SS

Los vencedores de Jarkov: Rolf Möbius, «Sepp» Dietrich, Rudolf Lehmann y


Hubert Meyer, abril de 1943. Möbius lleva el modelo estándar de guerrera de
campo del ejército, de aspecto más basto que las prendas hechas a la medida
de Dietrich y Lehmann. La guerrera de Meyer es una Rock de preguerra
convertida, que todavía conserva en el brazo el modelo 1936-1938 del águila de
las SS.

cuello abierto, con camisa parda y corbata negra. Al principio de la


guerra algunos oficiales de las SS, para ahorrarse el gasto que suponía
te n e t que com prar una guerrera para com batir, hicieron arreglar la
que tenían, añadiéndole un cuello que se podía llevar alzado o no y
se podía abotonar. O tros le agregaron un cuello abierto, de color
verde oscuro, a pesar de que H im m ler lo había prohibido expresa­
m ente. Se tom aron varias medidas provisionales similares hasta que se
prom ulgó una orden general, en diciembre de 1939, que establecía que,
a partir de entonces, las guerreras de cam po de los oficiales tenían
q u e ser del m ism o estilo que las de los soldados. D u ra n te el resto
La Waffen-SS 351

de la guerra, po r lo general los ofi­


ciales de la IVaffen-SS llevaban o
bien las guerreras de cam po hechas
a la m edida, com o las de sus cole­
gas del ejército, o bien las básicas
que com praban en las tiendas de su
unidad. Tam bién se fabricaron unas
blancas para el verano, aunque se
las prohibió oficialm ente en ju n io
de 1940; entonces se solía aprove­
char el b rin de algodón de las tiras
Tras ser capturado, un SS-Sturmmann
de lona capturadas a los soviéticos del Leibstandarte es interrogado
para fabricar guerreras de batalla, acerca de los billetes rusos hallados en
su poder, en el otoño de 1944. Lleva la
sin forrar, que se usaban en el fren­
guerrera modelo 1943, con las solapas
te oriental cuando hacía calor. de los bolsillos rectas y en el brazo un
Así co m a fueron evolucionan­ águila de cabeza redonda, típica del
final de la guerra.
do las guerreras, lo mismo ocurrió
con los pantalones correspondien­
tes. El m odelo de 1937 de los pantalones de campo, o Feldhose, tenía las
perneras rectas para usarlos con botas altas; en cambio, los Keilhose (pan­
talones en cufia) de julio de 1942 tenían la parte inferior más estrecha
porque estaban diseñados para introducirlos en los nuevos botines con
polainas Los oficiales que estaban de servicio en el campo por lo gene­
ral llevaban pantalones bom bachos de m ontar, con refuerzos de gam u­
za gris en los fondillos y en la paite interior de la pierna. Sin embargo,
en agosto de 1944 se les ordenó usar sólo pantalones largos para m os­
trar cierta uniform idad con sus hom bres. N o hace falta decir que casi
nadie obedeció esa orden.
Si bien la mayoría de las unidades de la Waffen-S S recibieron una
o más de las series de uniform es m encionadas, según la fecha de su for­
m ación, los italianos Rieron los únicos que no recibieron ninguna. A
finales de 1943 el SS-Ohei^ruppeiifiilirer Karl/Wolff, el H S SPf en Italia,
consiguió negociar con el intendente general del ejército para que le
proporcionaran cien m il uniform es capturados al ejército italiano a fin
de que los llevaran sus fuerzas de las SS y las antipartisanas de la policía.
C on posterioridad, m uchos de esos artículos sirvieron para equipar a
352 Historia secreta de las SS

las divisiones 24“ y 2Ψ de las SS, cuyos miembros Llevaban una m ezco­
lanza del atuendo italiano verde grisáceo, el caqui colonial y el camu­
flaje mediterráneo con sus propias insignias exclusivas.
La creación de prendas de camuflaje normalizadas fue la aportación
más significativa de la Waffen-SS a la evolución de la historia de los uni­
formes militares y tuvo profundas consecuencias en el aspecto de todos
los soldados modernos. En febrero de 1937 el SS-Sturmbcmnfti¡¡rer
W ilhelm Brandt, doctor en ingeniería y comandante del batallón de
reconocimiento de la SS-VT, comenzó a trabajar en el diseño de pren­
das y equipo de camuflaje para sus tropas. Compartió la tarea con un
profesor de Munich, Johann Georg O tto Schick; juntos desarrollaron

Tres oficiales médicos de la Waffen-SS atienden al personal de la 15a División


(escocesa), después de la liberación del campo de concentración de Neuengamme,
en abril de 1945. El Untersturmführer de la izquierda lleva el uniforme de campo de
1944, que guarda un notable parecido con ei traje de campaña británico, que también
aparece en la fotografía. El hombre del centro, con la guerrera (Vt42, tiene insignias de
grado contradictorias: las que Iteva en el cuello corresponden a un Untersturmführer y
las hombreras, a un Obersturmführer. La Einheitsfeldmütze que lleva el tercer oficial
de las SS presenta la insólita águila triangular de una sola pieza y la insignia do la cabeza
de la muerte.
La Waffen-SS 353

los prototipos de las tiras de lona y las cubiertas de camuflaje para los
cascos, que probó con éxito el SS-Standarte «Deutschland» en las
maniobras de campo que se realizaron en diciembre de ese año, duran­
te las cuales se calculó que reducirían las bajas de los combates en un
15 por 100. E n ju n io de 1938 se concedieron al Reichsführer de las SS
las patentes correspondientes a esos artículos, para que el ejército no
pudiera copiarlos y antes del uno de noviem bre ya había com enzado
su fabricación, contratada a través de las empresas de Warei, Forster y
Joring, En enero de 1939, a pesar de que encontraron grandes dificul­
tades para conseguir cantidades suficientes de brin de algodón im per­
meable y del hecho de que la estampación se tuviera que hacer a mano,
se habían suministrado a la SS-Verfitgungstmppe ocho mil cuatrocientos
suelos im perm eables y seis mil ochocientas cubiertas para cascos.
Tam bién se iban a distribuir blusones y Hausser dio instrucciones para
que cada unidad recibiera por lo m enos veinte para uso exclusivo de las
tropas de asalto.
Las prendas de camuflaje no se utilizaron demasiado durante la
cam paña en Polonia; de todos m odos, algo tan revolucionario com o
los suelos im perm eables y las cubiertas para cascos de las SS m erecie­
ron grandes alabanzas del Generalmajor K em pf, que envió m uestras al
Alto M ando del Ejército en Berlín para su evaluación. En ju n io de
1940 la estam pación a m ano había sido sustituida por un proceso a
m áquina m ucho más rápido, que utilizaba com o colorantes el
«Anthrasol» y el «Indantreno», que perm itió la producción en serie de
treinta y tres mil blusones para abastecer a todas las unidades de la
W affen-SS en el cam po de batalla. Sin embargo, el ete rn o problem a,
incluso en esa prim era etapa, era la escasez de m ateria prim a. Se cal­
culaba que harían falta todos los meses más de cuarenta y dos mil
m etros de brm de algodón im perm eable para fabricar una cantidad
suficiente de suelos im perm eables, cubiertas para cascos y blusones y,
en enero de 1943, casi no quedaba más tela, de m o d o que hubo que
sustituirlo p o r dril, que no era im perm eable.
Al final se fabricaron al mism o tiem po num erosos estilos de
camuflaje, entre ellos los m odelos llamados «hoja de roble», «plátano»,
«palmera», «abrojos», «flor» y «grupo». Por lo general se em pleaban
cuatro colores y, durante la guerra, cada vez se tendía más a usar dise-
354 Historia secreta de las SS

ños con m otas de tonos más claros. La


mayoría de las prendas hechas de brin
de algodón im perm eable se estam pa­
ban por los dos lados y eran reversi­
bles; de un lado predom inaba el verde
y del otro el castaño, para usarlos en
función del lugar y la estación. Al
final, las prendas de dril se estam paban
po r una sola cara y no eran reversi­
bles. Todos esos m odelos se distribu­
yeron de form a indiscrim inada en
toda la Waffen-SS.
La tira de lona, υ Zeltbahn, tue el
prim er artículo del uniform e de cam u­
flaje que se distribuyó am pliam ente
entre las unidades de las SS. Tenia forma
triangular, medía 203 p o r 203 po r 240
centímetros y se podía usar com o capa
o poncho o, cuando se abotonaba con
otras tres piezas, se obtenía una tienda
de campaña para cuatro personas. Eli
Tropas de asalto de las SS con los i j' i· i·
nuevos blusones y los cubrecascos reahdad se Podmn com binar diversas
de camuflaje, en mayo de 1940. cantidades para hacer refugios más
grandes todavía. C uando se unían las
Zeltbahnen cie tal m odo, había que procurar que los modelos fueran idén­
ticos, o por lo menos parecidos, para m antener el efecto de camuflaje; a
tal fin se im prim ía un núm ero de identificación en la base. A unque se
com binaran partes de diseños diferentes, se proporcionaban «losas» de
color para los bordes, a intervalos regulares, para fundir entre ellos ios dis­
tintos modelos. Ln diciembre de 1943 se decidió no distribuir más tiras
de lona entre los hombres del frente oriental, por una cuestión econó­
mica, y a partir de septiembre de 1944 ya no se produjeron más.
La cubierta para el casco de acero se fabricaba con retales de la
misma tela que la Zeltbahn y, por tanto, de vez en cuando llevaba el
núm ero de identificación del m odelo estampado. Estaba diseñada para
ajustarse a la form a del m odelo de Stahlhelm de 1935 y se enganchaba
La Waffen-SS 355

El registro de un SS-Uriterscharführer, en febrero de 1945. La falta del cordoncillo


trenzado en el cuello indica, probablemente, que este hombre acababa de ser
ascendido en el campo de batalla Se puede ver con toda claridad que el interior
de la guerrera da dril de camuflaje no está teñida.

p o r m edio de tres pinzas de acero ennegrecido, con resortes, sujetas


con rem aches de alum inio pelado, una a cada lado y la otra en la parte
posterior. El prototipo de 1937 tenía además una cuarta pinza en la
parte delantera, que después fue sustituida por un simple doblez de
tela y que al final no se llegó a utilizar nunca en el campo. Las cubier­
tas fabricadas a partir de 1942 llevaban presillas cosidas para enganchar
hojas.
El blusón de camuflaje era una prenda reversible, que se ponía y
se quitaba por encim a de la cabeza y se ajustaba al cuello m ediante
una cuerda regulable y en las m uñecas y la cintura, con elástico. N o
tenía cuello y el prim er m odelo tam poco tenía bolsillos, sino sólo dos
aberturas verticales en la delantera, para que quien la llevara tuviera
acceso a la guerrera que estaba debajo. D urante la guerra se le in tro ­
dujeron diversas m odificaciones, com o la adopción de una «falda» más
larga, presillas para las hojas, cosidas de tres en tres a los hom bros y la
parte superior de las mangas, y la incorporación de dos bolsillos late­
356 Historia secreta de las SS

rales con solapas con botones. N o obstante, todos los blusones seguían
el proceso de fabricación estándar: se cortaban a partir de una tira
larga de la tela de la Zeltbahn, con u n agujero en el centro para pasar
la cabeza. Se dejaron de fabricar en enero de 1944, aunque se siguie­
ron usando m ucho hasta el final de la Oeuerra.
El quince de abril de 1942 se distribuyó una máscara de camufla­
je, que al principio había sido rechazada por Hausser durante los ensa­
yos previos a la guerra, para usar ju n to con la cobertura para el casco
y el blusón. Consistía en una serie de cuerdas sujetas a una correa elas-
tizada y colgaba com o una cortina sobre el rostro; era m uy eficaz cuan­
do se usaba en un terreno donde había m uchos arbustos o hierba y era
m uy apreciada por los francotiradores. El uno de ju n io de ese inisino
año se presentó una gorra de campaña de camuflaje, tam bién fabrica­
da con la misma tela im perm eable de la Zeltbahn. Tenía una form a
parecida a la de la Bergmützë, por lo general no estaba forrada y era
reversible. A partir de diciem bre de 1942 se fabricaron insignias espe­
ciales, tejidas en seda artificial verde y castaño, para llevar sobre la gorra,
aunque parece que no tuvieron demasiado éxito.
El uno de marzo de 1944 se presentó una versión de camuflaje
del uniform e de dril para usar en el cam po de batalla y tam bién com o
ropa de faena. Incluía una guerrera y pantalones con el m ism o corte
que el m odelo de 1943 del uniform e de batalla, aunque hechos de una
sarga ligera, de fo rm a de espiguilla, sin forrar, con un tip o de cam u ­
flaje estándar, con m otas o «guisantes», estam pado de un solo lado. E n
verano se podía llevar solo o encim a del uniform e habitual para el
cam po de batalla, cuando hacía frío, y estaba diseñado para sustituir al
blusón y, en últim a instancia, al uniform e com ún de batalla y al de
dril. La intenció n era que sólo se llevaran el águila y la esvástica y las
insignias especiales de grado en la manga izquierda de la guerrera,
aunque de vez en cuando tam bién se veían hom breras y otras insig­
nias. Entre el uno de noviem bre de 1944 y el quince de m arzo de
1945 se suspendió la distribución del uniform e de camuflaje de dril
p o r las intolerables pérdidas sufridas durante los meses de invierno. D e
hecho, no se volvió a distribuir nunca más.
A unque la gran mayoría de las tropas de la W affen-SS llevaba una
o más de las prendas de camuflaje que acabamos de m encionar, en
La Waffen-SS 357

La infantería de la Waffen-SS avanza a través de las Ardenas, en diciembre de


1944. El hombre que está en primer plano, armado con un MP40, lleva la chaqueta
de dril de camuflaje encima de la guerrera estándar de color gris de campaña.

m uchos casos se adoptaron artículos no reglam entarios. N o era extra­


ño que las guerreras se hicieran a la m edida en el cam po de batalla,
con m aterial sobrante de la Zeltbahn, y se fabricaron gran cantidad de
gorras, guerreras y pantalones de corte alemán con tela de camuflaje
capturada a los italianos en 1944. Tam bién hubo algunos casos aisla­
dos de personal de la Waffen-SS, sobre todo de m iem bros de la 14a
D ivisión de las SS, que llevaba blusones de camuflaje según el m odelo
del ejército alemán. Hasta existe una fotografía, que aparentem ente
m uestra la captura de un francotirador de las SS en N orm andía, con el
m ono de camuflaje de una sola pieza que se entregaba a las tropas
estadounidenses que prestaban servicio en el frente del Pacífico. Sin
embargo, bien podría tratarse de una fotografía de propaganda prepa­
rada po r los aliados. En la primavera de 1945 era evidente que tanto
la W ehrm acht com o la W affen-SS preferían tener un solo m odelo
com ún de camuflaje. D espués de varias pruebas y experim entos lle­
vados a cabo po r Schick y tres oficiales de las SS, de la Bekleidunswcrkc
358 Historia secreta de las SS

El nueve de julio de 1940 el batallón de reconocimiento de la SS-Verfügungsdivision


atravesó el puente de Hendaya, en la frontera francoespañoía, para formar una
guardia de honor durante una entrevista entre Hitler y e! general Franco, Estos
hombres pertenecen a la unidad de vehículos blindados y llevan la Panzerjacke de
las SS y la infortunada Baskenmütze, que dejó de usarse poco después,

de D achau, se presentó un nuevo diseño que incluía partes en negro


carbón, que evitaban que su portador fuera detectado po r los rayos
infrarrojos. N o se distribuyó nunca durante el Tercer R e ic h , aunque
serviría de base para los m odelos de camuflaje que adoptarían la
mayoría de los ejércitos con posterioridad a 1945.
Las tropas blindadas de la SS-V T recibieron su propio uniform e
panzer negro en 1938. En la cabeza llevaban una bom a flexible de
lana, o Baskenmütze, encajada sobre un casco p rotector interno, el
Schutzmütze, que llevaba un forro muy acolchado. En la parte anterior de
la boina iba cosida una gran águila de las SS bordada y una Totenkopf
de diseño exclusivo, no m uy diferente de la cabeza de la m uerte pan­
zer del ejército, pero con el m axilar inferior al estilo de las SS. La
Baskenm ütze dejó de usarse en 1940, cuando se com probó que resul­
taba poco práctica para com batir. La sustituyó una versión negra de la
La Waffen-SS 359

El SS-Untersturmführer Michael Wittmann con el equipo de su Leibstandarte Tiger,


después de ser condecorados en enero de 1944. Murieron cerca de Caen, siete
meses después, no sin antes convertirse en el mejor equipo de soldados de un
carro de combate de !a historia, tras destruir más de doscientos setenta vehículos
enemigos. E! único que sobrevivió a la guerra fue el artillero Balthasar Woll, el
segundo de la izquierda.

gorra de cam paña Schiffchen, que a su vez fue reemplazada po r una


Einheitsfeldmütze negra en octubre de 1943. La guerrera para los carros
de com bate de la Waffen-SS, o Pauzcrjacke, era una chaqueta cruzada
negra, corta y ceñida, que se cerraba con botones ocultos. Se diferen­
ciaba de la que usaba el ejército en que la delantera estaba cortada en
sentido vertical, en lugar de oblicuo, las solapas eran más pequeñas y
no tenia una costura en m edio de la espalda. El cuello de la chaque­
ta estaba ribeteado en plata para los oficiales, pero no llevaba ribete
para los soldados, y sólo los suboficiales del Leibstandarte podían llevar
el cordoncillo reglam entario en el cuello.
En la primavera de 1941 se entregó a los miembros del Sturmgeschütz-
Abteilung del Lábstandarte una versión en color gris de campaña del uni­
forme panzer. En agosto de 1942 se había distribuido esa indumentaria a
360 Historia secreta de las SS

otras unidades de artilleros de asalto y cuatro meses después su uso se


extendió a todas las formaciones anticarro de la Waffen-SS.
El quince de enero de 1943 los equipos que m anejaban los carros
de com bate de las SS recibieron un unifo rm e de faena com binado
de una sola pieza, confeccionado en b rin de algodón im perm eable de
camuflaje, idéntico a la tela que se utilizaba para fabricar los blusones
y la Zeltbahn. Al m ism o tiem po se presentó una com binación de
in v iern o , c o n dos capas de tela, blancas p o r u n lado y c o lo r gris
de campaña por el otro, que se usó m ucho durante la batalla de
Jarkov. Esas com binaciones de m onos 110 tuvieron nunca demasiado
éxito po r la sencilla razón de que era difícil ponérselos y quitárselos,
lo cual, sum ado al éxito de las prendas de tela vaquera que entonces
em pezaban a salir y a la gran escasez dé b rin de algodón im perm ea­
ble, hizo que en enero de 1944 se tom ara la decisión de dejar de fabri­
car la com binación de camuflaje y producir, en cam bio, una versión
ligera del uniform e para carros de com bate, hecha de sarga con form a
de espiguilla. C o m o era de esperar, apareció dos meses después, al
m ism o tiem po que el u niform e de dril de camuflaje presentado para
todas las demás unidades de la Waffen-SS, y tenía el m ism o patrón
estándar de motas com o «guisantes», sin forro y estam pado p o r una
sola cara. El uniform e de camuflaje para carros de com bate prestó
amplios servicios, sobre todo en el frente occidental. El u n o de
noviem bre se in terrum pió su distribución durante el invierno, pero el
traje de camuflaje ya no se volvió a distribuir nunca más.
A unque la vestimenta del personal de las unidades blindadas de la
W affen-SS siguió siendo bastante estándar, hubo una iniciativa funda­
m ental, a nivel de las divisiones, que cambió de forma drástica el aspec­
to de m uchos equipos panzer que participaron en la campaña de
N orm andía. D urante el otoño de 1943 el Leibstandarte había participa­
do en el desarme de las fuerzas italianas que se habían entregado y en
los combates contra los partisanos en el norte de Italia. D urante ese pro­
ceso, la división había confiscado grandes cantidades de vehículos de
transporte a m o to r abandonados por los italianos y de uniform es para
com plem entar sus propios suministros, bastante escasos. Entre los artícu­
los del uniform e confiscados figuraban muchísimas chaquetas y panta­
lones de cuero para los submarinos alemanes, que al principio había
La Waffen-SS 361

vendido H ider a la M arina de Mussolini, y cuantiosas partidas de m ate­


rial de camuflaje del ejército italiano. Este últim o se aprovechó en
seguida para fabricar gorras, guerreras y m onos al estilo alemán, que se
entregaron a los soldados del Leibstandarte y de la «Hitlerjugend» que
estaban en Francia. La ropa de los subm arinos alemanes fue a parar casi
toda a los equipos de jóvenes de la «Hitlerjugend» que m anejaban los
carros de com bate y. sin duda, sirvió para evitarles graves quemaduras.
Tam bién los paracaidistas de la Waffen-S S tenían su propia form a
de vestir. El batallón 500 de la SS-Fallschirmjäger se creó para cum plir
«obligaciones especiales» a finales de 1943, en vísperas de la tan
com entada liberación del depuesto M ussolini p o r el SS-H auptsturm -
fiihrer O tto Skorzeny, ese septiem bre, que había tenido que depender
del apoyo de los planeadores y los paracaidistas de la Luftwaffe.
C ontrariam ente a lo que todos creían, ese batallón no era una unidad
de castigo, sino que estaba com puesto exclusivam ente p o r volunta­
rios, totalm ente entrenados para cum plir el papel de paracaidistas, y
todos sus oficiales y suboficiales eran militares profesionales con
m ucha experiencia en la línea del frente que, com binada con el espí­
ritu de la fflaffen-SS, produjo paracaidistas de lina habilidad increíble.
La prim era acción im portante en la que intervino el batallón, la
operación «Rösselsprung» (el salto del caballo), consistió en dejarse caer
de un planeador justo sobre el extenso complejo del cuartel general de
los partisanos del mariscal T ito en Bástasi, cerca de Drvar, en Yugoslavia,
donde el hijo de W inston Churchill, el comandante R andolph Churchill,
era el jefe de la misión militar británica. El plan consistía en capturar a
T ito el día de su cumpleaños, el veinticinco de mayo de 1944, y m ante­
nerlo prisionero hasta que llegaran los refuerzos de la División «Prinz
Eugen» y de otras formaciones convencionales de tierra que estaban
cerca. Pero los paracaidistas de las SS eran m uy pocos para enfrentarse a
las brigadas de partisanos atrincherados en la fortaleza de las montañas,
que los rodearon en el cem enterio de D rvar y estuvieron a punto de
exterminarlos a todos. Los supervivientes se volvieron a formar, esta vez
com o el batallón 600 de la SS-Fallschirmjägei; al m ando de Skorzeny, y se
entrenaron para arrojarse sobre Budapest para capturar al hijo del recal­
citrante líder húngaro, el almirante H ortby, que, com o era de esperar, se
rindió a los alemanes. Algunos paracaidistas de las SS participaron más
362 Historia secreta de las SS

adelante en. la ofensiva de las Arderías; los demás com batieron com o
infantería en el frente oriental y fueron capturados al final de la guerra.
D e todas las ramas de la Waffen-SS, de la que m enos se sabe acerca
de su uniform e y su equipo es la de los paracaidistas. N o ha salido a la luz
ninguna disposición oficial sobre los uniform es, por lo cual hemos de
fiarnos casi por com pleto de unas cuantas fotografías de la época de la
guerra que se conservan todavía. Parece que la Luftwaffe se encargó no
sólo del entrenam iento y el transporte aéreo de tos paracaidistas de las
SS, sino también de suministrarles la vestimenta y el equipo especializa­
dos, C uando Skorzeny y su pequeño com ando conjunto de las SS y la
Luftwaffe rescataron a Mussolini del Gran Sasso, donde estaba prisione­
ro, todos llevaban la vestimenta tropical reglamentaria de la fuerza aérea,
con todas Ins insignias de la Luftwaffe. Sin embargo, en un encuentro fes­
tivo que se celebró poco después en el Palacio de D eportes de Berlín,
los hom bres de las SS volvieron a su uniform e norm al gris de campaña.
Los m iembros de los batallones 500 y 600 de la SS-Fellschírtnjager lleva­
ban el m odelo de 1940 de la gorra de campaña Schiffchen de las SS, las
hebillas para el cinturón de las SS y las guerreras estándar de color gris
de campaña de la Waffen-SS, con la insignia de sus unidades anteriores,
ya que no había ninguna que fuera exclusiva de los paracaidistas de las
SS. La Luftwaffe les suministraba toda la vestimenta de protección, que
comprendía: el casco de acero habitual de los paracaidistas, que podía
tener o no la calcomanía del águila de la fuerza aérea y la cubierta geo­
métrica de camuflaje, m odelo «astilla»; el blusón de camuflaje, m odelo
«astilla», para paracaidistas, que podía tener o no el águila de la Luftwaffe
en el pecho; pantalones de paracaidista, de color gris azulado o gris de
campaña, polainas de lona y botines. Se conserva una fotografía en la
que aparecen dos paracaidistas alemanes con los blusones habituales de
camuflaje distribuidos por las SS, aunque se cree que se trata de perso­
nal de la Fallschirmjäger de la Luftwaffe en Italia que habría tenido la
oportunidad de conseguir los blusones de las SS de la D ivisión Panzer
«H erm ann Göring», que había sido equipada con ellos. En otra foto­
grafía insólita aparece un paracaidista de las SS vestido, aparentem ente,
con la guerrera y los pantalones de dril de camuflaje, con el diseño en
forma de «guisantes», mientras cumplía funciones de infantería en el
frente oriental, casi al final de la guerra.
La Waffen-SS 363

Paracaidistas de las SS atrincherados en posiciones defensivas en los alrededores


de Schwedt, en el frente oriental, en febrero de 1945. Todos llevan el casco de los
Fallschirmjäger de la Luftwaffe y los hombres que están en primer plano tienen la
guerrera estándar de color gris de campaña de la Waffen-SS.

A unque las tropas de la W affen-SS no intervinieron nunca en el


norte de África, las SS tenían un uniform e tropical especial. Varias uni­
dades, fundam entalm ente el Leibstandartc, la «Wikmg», la «Prinz
Eugen» y la «Reichsfiihrer-SS», participaron en acciones en los Bal­
canes, el sur de R usia e Italia donde, a causa de las sofocantes condi­
ciones estivales, llevar el uniform e convencional resultaba, sin duda,
m uy incóm odo. Sin embargo, la dem anda de prendas para un clima
cálido solía ser localizada y transitoria, de m odo que la evolución de
un uniform e tropical para la W affen-SS fue gradual y se hizo aprove­
chando los elem entos disponibles.
La prim era vez que se solicitó una vestim enta tropical fue en abril
de 1941, durante la invasión a Grecia, organizada a toda prisa, p ero el
quince de abril H im m ler prohibió expresam ente a sus oficiales que
usaran la vestim enta tropical del ejército que se acababa de presentar,
de m odo que las tropas del Leibstandartey la «Reich» acabaron de atra­
364 Historia secreta de las SS

vesar el país con las pesadas guerreras y gorras reglam entarias, lo que
distaha m ucho de ser lo ideal. C uando no tenían que com batir, algu­
nos m iem bros se acostum braron a llevar el equipo básico de deporte
de las SS, que consistía en una camiseta y pantalones cortos, m ientras
que otros iban con el pecho desnudo. U n a solución parcial a corto
plazo consistió en distribuir los cascos de m édula, o Tropenhelme, ale­
m anes, italianos y holandeses, y los capturados a los británicos, que
sustraían a la 5 a División ligera del ejército. Pero esos artículos en
general no tuvieron m ucho éxito y no se llevaban demasiado. C uando
se los ponían, las SS 110 portaban ninguna insignia.
D urante el otoño de 1942 la División «Wiking» de las SS se in ter­
nó en la región del Cáucaso y otra vez se hizo evidente la necesidad
de contar con un vestuario apropiado para un clima cálido. C o m o
H im m ler había prohibido que se usara el uniform e tropical verde
oliva del ejército, parte del personal de la «Wiking» adoptó en su lugar
la versión de la Luftwaffe, hecha en dril de algodón de color habano
claro, que com prendía una guerrera sin forrar con cuatro bolsillos, la
gorra de cam paña Schiffchen y pantalones anchos. Se elim inaron todas
las insignias de la Luftwaffe y se sustituyeron por las insignias habitua­
les de las SS, tomadas del uniform e gris de campaña. E] quince de
febrero de 1943 se crearon los galones en «V» de las SS, de color haba­
no pardo sobre negro, para que los llevara el personal de los grados de
Sturmmann y Rottenführer, con la guerrera tropical. Al m ism o tiem po
se prohibió el uso de insignias en el cuello con la guerrera tropical.
E n septiem bre de 1943 se presentó y se distribuyó a toda una
unidad de la Stunnbrígade «R eichsführer-SS», que estaba en Córcega,
un uniform e tropical totalm ente nuevo y, p o r prim era vez, form aliza­
do, de la Waffen-SS. Se trataba de un extraño híbrido, posiblem ente
confeccionado aprovechando las prendas italianas que los alemanes
acababan de requisar. La guerrera tenía bolsillos de parche plisados, al
estilo del ejército, era de color habano claro, al estilo de la Luftwaffe,
y presentaba un efecto com o de capa por la parte superior, al estilo de
la sahariana italiana; los picos de la «capa» fo rm ib an las solapas de los
bolsillos superiores. Las insignias se lim itaban oficialm ente a las h o m ­
breras, los galones en «V» de la m anga tropical y una versión especial,
tejida, en color habano pardo, del águila para el brazo de las SS, aun-
La Waffen-SS 365

que de vez en cuando tam bién se


veían algunas insignias norm ales
en el cuello. La gorra tropical de las
SS, que hacía ju eg o con la nueva
guerrera, era de la misma form a
que la Einlieíísfeldrmitze, pero sin
orejeras ni botones.Tenía el mism o
corte que la gorra de campaña de
camuflaje de las SS, tam bién era de
color habano claro y llevaba, teji­
das en habano pardo, el águila y la
cabeza de la m uerte. D e las p ru e ­
bas fotográficas se deduce que la
única vez que se distribuyó en El abrigo de cuero de color gris de
campaña de «Sepp» Dietrich, con las
grandes cantidades el m odelo de hombreras de SS-Obergruppenführer.
1943 de la guerrera tropical de la Lleva la etiqueta del fabricante
W affen-SS fue para la Sturmbrigade «Schuchart & Tschach, Dresde».

«Reichsfuhrer-SS» y que, incluso


entonces, los m iem bros de esa form ación no la siguieron usando
cuando se fueron de C órcega para convertirse en el núcleo de la 16a
SS-Panzergrenadier Division. Parece que se eligió a la Sturmbrigade, una
fuerza com puesta po r alrededor de dos mil hom bres que se form ó a
partir del batallón de escolta de H im m ler, para probar en el cam po de
batalla la nueva guerrera y hacer experim entos con ella. N o se sabe si
m ereció un inform e adverso o si dejaron de fabricarse nuevas p arti­
das de la guerrera por una cuestión de econom ía y po r la falta de
campañas tropicales con posterioridad a 1943. En cualquier caso,
nunca más volvió a distribuirse en grandes cantidades, aunque usaron
algunas chaquetas los oficiales de la D ivisión «Skanderbeg» y los h o m ­
bres del 8o R e g im ie n to de SS-Panzergrenadier, que estaba en Grecia.
Por su parte, la gorra de cam paña tropical de las SS se distribuyó
m ucho entre las diversas unidades que com batieron en Italia durante
1944-1945 y era un elem ento del uniform e que tenía bastante éxito.
D urante el últim o año de la guerra, los m iem bros de las form a­
ciones de las SS que com batían en Italia, Austria y los Balcanes volvie­
ron a llevar una mezcla de prendas tropicales de la W ehrm acht e italia-
366 Historia secreta de las SS

Un soldado de la 51a División (Highland) con dos prisioneros de la Waffen-SS en


Normandía, El oficial que está en el medio lleva el abrigo reglamentario de los
motociclistas. Obsérvense también las cuerdas extraoficiales que ha incorporado
a su gorra de campo «chafada».

ñas, según la disponibilidad y las condiciones climáticas. Los más apre­


ciados eran los artículos de la Luftwaffe, sobre todo la guerrera y la
Schiffchen; a esta últim a se le añadían a m enudo las insignias de m etal
de las SS que se retiraban de la gorra con visera. Además, a pesar de la
versatilidad de la cubierta de camuflaje para el casco, no era extraño
que los hom bres de la Waffen-S S pintaran los cascos de acero de am a­
rillo arena cuando prestaban servicio en la zona del M editerráneo.
E ntre todo el personal de la W affen-SS, cualquiera que fuese la
rama en que prestaran servicio, se distribuyeron con profusión diversas
prendas de protección. Ya en ju lio de 19.35 se entregó al Leibstandarte
un abrigo cruzado de color gris tierra, o M antel, con el cuello ribe­
teado y gran cantidad ele insignias. Lo reemplazó en 1937 una versión
en color gris de campaña y, c on la evolución m ilitar de la SS-V T y las
SS-TV, se tendió a seguir de cerca tas m odas de los abrigos del ejér­
cito, con lo cual poco a poco se fue adoptando un cuello verde oscuro
y se fueron elim inando las insignias del cuello. Al estallar la guerra, la
La Waffen-SS 367

situación en lo que respecta a Lis insignias de los abrigos era confusa y se


dieron diversas órdenes para tratar de aclarar la situación. Fd cuello
verde oscuro fue aprobado oficialm ente en diciem bre de 1939, aun­
que se suprim ió pocos meses después. Los ribetes para el cuello de los
demás grados cayeron en desuso en agosto de 1940 y todos los ejem ­
plos que todavía se conservaban del viejo abrigo gris tierra se retira­
ron en m arzo de 1941. Λ los oficiales que tuvieran el grado de S S -
Obe führer o uno superior se les autorizó a llevar el abrigo con los tres
botones superiores abiertos para que quedaran a la vista las solapas
características, de color gris plateado y, a partir de 1941, codos los que
tuvieran la C ruz de Caballero o cualquier otra medalla para el cuello
recibieron la misma autorización, para que pudieran lucir sus conde­
coraciones. A m edida que fue avanzando la guerra, para com pensar la
peor calidad del M antel de rigor, m uchos oficiales se hicieron confec­
cionar abrigos a m edida, según sus propias especificaciones. Esas
prendas incluían m ejoras, com o torros totalm ente desmontables,
botones reforzados, bolsillos adicionales y cuellos de piel de quita y
pon. En. consecuencia, llegaron a confeccionarse y a llevarse al m ism o
tiem po docenas de variaciones del abrigo de la W affen-SS, m uchas de
las cuales contravenían las disposiciones oficíales. Además, se diseñó
una versión en o rm e del M ante1, llamada sobretodo o Ubennantel, para
que llevaran encim a del abrigo com ún los conductores de los vehícu­
los a m o to r abiertos o los centinelas que hacían guardia inm óviles.
Los oficiales tenían la posibilidad de adquirir un abrigo de cuero
de color gris de cam paña, pero era un artículo dem asiado caro y
pocos subalternos podían perm itirse ese lujo. Había diversas vanantes,
tanto en lo que respecta al corte com o en el uso de las insignias.
C o m o alternativa al Ledermantel m uchos oficiales jóvenes y suboficia­
les com praban el im perm eable gris de campaña, m odelo 1938, el lla­
m ado Regenmantel, que resultaba m ucho más barato; era de b rin de
algodón revestido de caucho y parecía de piel, O tros usaban el abri­
go reglam entario de los motociclistas, o K m dschutzmantel, que al p rin ­
cipio se presentó para los mensajeros del ejército ν acabaron lleván­
dolo, cuando hacía mal tiem po, distintos m iem bros de la W ehrm acht,
la í Vaffeu-SS y la policía. Los prim eros tenían el cuello de tela de color
verde oscuro pero, a partir de 1940, todo el abrigo estaba hecho de
368 Historia secreta de las SS

tela de caucho. El faldón se podía abrir y abotonar alrededor de las


piernas para que resultara más fácil m ontar en la m otocicleta.
D espués de la desastrosa campaña invernal de 1941-1942, duran­
te la cual los soldados alemanes que com barían en el frente ruso no
recibieron la ropa de abrigo adecuada, se hicieron preparativos para
diseñar y sum inistrar las prendas correspondientes del u n ifo rm e
para que no se repitiera una crisis similar. A corto plazo se enviaron cha­
lecos y gorras hechos con las pieles de diversos animales o con lana de
oveja, y los anoraks para la nieve, destinados al principio a las tropas
de m ontaña destacadas en N oruega, se m andaron, p o r el contrario, al
este. Cada vez que se seguía notando alguna carencia se rem itía la ropa
de abrigo capturada a los soviéticos, añadiéndoles las prendas civiles
recogidas en A lemania. D urante todo 1942 la W affen-SS desarrolló su
propio uniform e de com bate de invierno, o W inter-Sonderbekleidung,
independientem ente de la W ehrm acht, que consistía en un abrigo
grueso, sem ejante a una cazadora, forrado de piel y confeccionado en
una gabardina impermeable de color gris cem ento con cubrepantalones
a juego. C uando el suelo estaba nevado se repartían un blusón blan­
co con capucha, sin teñir, y pantalones. Estaban diseñados para llevar­
se encim a de la cazadora y los cubrepantalones eran fáciles de lavar. Al
final del año se distribuyó una cazadora acolchada reversible, de rayón
im perm eable, blanca p o r un lado y de color habano o verde ju n c o por
el otro, para protegerse del viento.
El uniform e definitivo de invierno de la W affen-SS no entró en
se rv ic io hasta 1 9 4 3 -1 9 4 4 ; in clu ía cap u ch a, c h a q u e ta , p a n ta lo n es
y m itones, fabricados todos ellos con dos capas de tela im perm eable y
una entretela de rayón de lana. Todo el atuendo era reversible, blanco
por un lado y con el camuflaje de otoño de las SS por el otro, y estaba
diseñado para llevarse encim a del uniform e de batalla norm al. El lado
blanco se solía ensuciar en seguida, con lo que dejaba de cum plir su
objetivo, de m odo que se ordenó a las tropas que lo llevaran con el lado
de camuflaje hacia fuera, a m enos que com batieran efectivam ente en
un terreno nevado. D urante 1944 se fabricó una pequeña cantidad de
prendas similares utilizando los blusones del m aterial de camuflaje
capturado a los italianos. Por lo general, la fabricación de artículos
forrados en piel para la W affen-SS corría a cargo de la O stindustrie
La Waffen-SS 369

G m bH y era una especialidad de la


SS-Bekleidutipwcrkc de la zona de
Lublm, fundam entalm ente en los
campos de trabajo de Pom ato wa y
Trawniki. Había órdenes de reco­
ger y enviar a Lublin, para reciclar­
las, las prendas de piel que se qui­
taban a los internos de los campos
de concentración de todo el R eich.
Lam entablem ente, m uchos solda­
dos de la IVajfcn-SS llevaban uni­
formes de invierno forrados con
pieies de zorro y estolas pertene­
cientes a ancianas que habían
m uerto en Auschwitz, M ajdanek,
Sobibor y Treblinka. Tropas de la Totenkopfen Jarkov, en
marzo de 1943. El comandante del
Lejos de la línea del frente, el
carro de combate (al que casi se le ha
equipo de deportes básico de las SS despegado de la gorra la cabeza de
consistía en una camiseta blanca, la muerte) lleva un chaleco de piel
de cordero que no es reglamentario;
pantalones cortos negros, calceti­ en cambio, a s u s colegas les han
nes blancos y calzado negro. En la dado la cazadora gris cemento con
forro de piel.
delantera de la camiseta aparecía
una gran insignia negra tejida en la
que se veían las runas de las SS dentro de un círculo.Tam bién había una
camiseta negra que llevaba los colores de la insignia invertidos, com o
alternativa para usar en las com peticiones por equipos en las que los
contrarios iban de blanco. Los m iem bros del Lcibstandartc tenían su
propia insignia en forma de escudo para la camiseta deportiva, que
consistía en la cabeza de un águila coronada p o r el m onogram a
«LAH». Se confeccionó un chándal negro, de dos piezas, con las runas
de las SS en blanco, para hacer ejercicios de «calentamiento»; en cam ­
bio, los esgrimistas de las SS llevaban las runas plateadas dentro de un
rom bo negro, cosido a la parte superior izquierda de la manga de su
acolchada chaqueta de esgrima. Por lo general,no se entregó más ropa
de deporte a la IV affhi-SS después de 1941 por cuestiones de eco n o ­
mía; a partir de entonces, se reservó para los m iem bros de los equipos
370 Historia secreta de las SS

deportivos y para los soldados


heridos que hacían ejercicios y
fisioterapia para recuperarse.
El calzado estándar de las pri­
meras tropas armadas de las SS
incluía dos pares de botas altas para
marchai', uno para usar todos los
días y ei otro para los desfiles. A par­
tir de 1934 todo el personal del
Leibstandartc-, m enos los oficiales,
recibió también un par de botas de
marcha del ejército,más cortas, para
usar en el campo de batalla, llama­
das Knobelbecher (cubilete), y un
par de botines acordonados para el
trabajo en los cuarteles. Por lo
Ni siquiera el uniforme de combate de genera], los oficiales llevaban botas
invierno, con forro de piel, bastaba, a altas negras de montar, que cada
veces, para dar suficiente calor. Este
pobre artillero de la Waffen-SS, que uno compraba por su cuenta y, por
ocupaba una posición estática en el tanto, no eran del mismo modelo.
bosque de Toropez a finales de 1943,
La primera medida de economía
ha tenido que envolverse los pies y las
piernas con una manta. de guerra que afectó al calzado de
las SS fue la disminución de la altu­
ra de las botas de marcha en noviembre de 1939. A partir de noviembre
de 1940 ya no se distribuyeron más Knobelbecher entre las unidades de
reemplazo y las de reserva y. a partir de julio de 1942, se entregaron a la
mayor parte del personal de la Waffett-SS unos bonnes acordonados están­
dar en lugar de Jas boras de marcha. Siri embargo, el mero concepto de
botas cortas y polainas desagradaba a la mayoría de los militares alemanes,
que las llamaban «polainas de retirada», y conservaban todo lo posible sus
botas altas de marcha, aunque en realidad estas propiciaban en sus porta­
dores las varices, y más de un soldado de infantería de la IVajfcn-SS tuvo
sobrados motivos para arrepentirse después de haber usado sus preciadas
botas altas.
Las botas que se entregaban a las tropas de m ontaña tenían la caña
con cordones, especialm ente diseñada, y la suela gruesa y claveteada,
La Wafíen-SS 371

para que fuera más fácil escalar y esquiar. En el verano de 1943 la


Waffen-SS inventó su propio estilo de polainas de m ontaña, según el
antiguo m odelo «estirio» del ejército austríaco. Estaban hechas de dis­
tintos tipos y colores de piel y iona, cubrían la parte superior de la
bota, com o las polainas, y se acordonaban p o r la parte posterior. Se dis­
tribuyeron gran cantidad de polainas estirias entre las divisiones «Prinz
Eugen» y «Handschar», que estuvieron en los Balcanes en 1943 y 1944.
Se crearon varios artículos m uy resistentes, entre los que cabe m encio­
nar unas cubrebotas hechas de fieltro, piel o capas gruesas de paja tren­
zada, com prim idos y moldeados, para hacer tírente a las tem peraturas
bajo cero que se registraban habitualm ente en el frente oriental.
D urante 1944 y 1945 la calidad del calzado expedido se fue reduciendo
de form a im presionante y al fina! de la guerra no era extraño ver a ios
soldados de la W affcn-SS con botas capturadas al enemigo.
Si bien los uniform es de la W affen-SS se distinguían en m uchos
aspectos de los de las demás fuerzas de la W ehrm acht, durante la segun­
da guerra m undial se entregaron a la W affcn-SS las mismas armas y
equipo que al ejército alemán. El equipo lo com prendía todo, desde
los cinturones de cuero, las correas y las armas de bajo calibre hasta
m orteros, vehículos blindados y artillería pesada..Al principio, los per­
trechos y los vehículos se pintaban de gris de cam paña o gris pizarra,
pero, en 1943, resultó que esos tonos no eran prácticos para usar en
frentes con diferentes terrenos, de m odo que en toda la W ehrm acht
se adoptó un amarillo arena oscuro com o color estándar de base para
el equipo de metal. D urante el resto de la guerra, los carros blindados,
los cañones de asalto, los Panzerfaust (lanzagranadas) y hasta las grana­
das de m ano salían de fábrica pintadas de amarillo oscuro, con la idea
de que en cada lugar se pudiera aplicar otra m ano de la pintura de
camuflaje más adecuada.
A todos los suboficiales y los soldados de la W affen-SS se Jes entre­
gaba un cinturón de cuero negro de cuarenta y dos m ilím etros de
ancho, o Koppel, con una hebilla rectangular, según el m odelo de las SS
de 1931, en acero niquelado o una aleación gris m ate, que se llevaba
eoii todo tipo de uniform es. C o m o era tradicional retirar el cinturón,
p o r m otivos de segundad, cuando se arrestaba a algún m ilitar (para
que no se ahorcara con él), llegó u n m om ento en que su ausencia se
372 Historia secreta de las SS

consideraba una degradación y los únicos suboficiales que podían salir


del cuartel sin el cinturón eran los que se encontraban en hospitales
militares o convalecientes. La hebilla de los oficiales de las SS, de
form a redonda, había sido diseñada para usar en tiem pos de paz y solía
rom perse o abrirse durante el com bate. N o obstante, H im m ler recha­
zó de form a categórica todos los intentos de m odificarla, con la excu­
sa de que había sido «diseñada por el propio Führer a partir de los
bocetos que había hecho él mismo». E n consecuencia, m uchos oficia­
les adoptaron, para estar en el campo, bi.cn la hebilla rectangular, más
resistente, de los soldados de las SS o bien la hebilla básica del ejérci­
to, abierta y con dos dientes.
La mayor parte de los soldados rasos que había en las unidades de
las SS en la línea del freí te iban arm ados con fusiles Kar 98k de 7,92
m ilím etros y bayonetas M 8 4 /9 8 ; en cambio, los suboficiales y los jefes
de los escuadrones de asalto llevaban metralletas M P38 y M P40.
Tam bién se solían entregar a la W affen-SS otras armas autom áticas y
se m ia u to m ática s, c o m o las M P 28, M G 3 4 , M G 4 2 , M P 4 3 , M P 4 4
y StG44. H abkualm ente, el ejército recibía herram ientas para cavar
trincheras, máscaras antigás, paneras, mochilas, cuchillos de com bate,
portam apas y prism áticos, si bien algunos ardeulos del equipo para el
cam po de batalla se fabricaban para las SS en sus propias fabricas,
situadas en los cam pos de concentración y en las cárceles. Por lo gene­
ral, las pistoleras se com praban o se entregaban con el arm a corres­
pondiente, Las pistolas de servicio de la W affeti-SS eran la Luger
Parabellum P O S de 9 m ilím etros y la W alther P38, aunque al p rinci­
pio de la guerra tam bién se llevaban con frecuencia gran cantidad de
armas obsoletas, com o la M auser «broomhandle» y pistolas checas y
polacas capturadas. El arm a preferida po r los oficiales para llevar col­
gada del cinturón era la práctica W alther PPK de 7,65 m ilím etros, que
se podía adquirir en la Kleiderkasse local de las SS tras presentar los
docum entos de identidad del oficial. Según una orden de H im m ler
del uno de enero cie 1943 había que llevar la pistola sobre la cadera
izquierda, con el cañón hacia atrás, cuando uno se encontraba en la
zona de operaciones, y sobre la cadera derecha, con el cañón hacia
delante, cuando se encontraba en su propio territo rio (es decir, cuan­
do la espada o el puñal con cadena se podían llevar del lado izquier­
La Waffen-SS 373

do). E n octubre de 1944 se ordenó a los oficiales de las SS que, en


público, llevaran siem pre la pistola cargada y se les recordó que
debían tornar m uchas precauciones para que no se la robaran cuando
acudían a estaciones de ferrocarril, salas de baile y lugares similares.
Además de estos. Ia W affethSS llevaba habítualrnente varios obje­
tos personales más, com o linternas de campana, gafas protectoras, b rú ­
julas, lápices, mapas, gafas graduadas y artículos diversos, com o tabaco
y condones del ejército. Sujeto alrededor del cuello con una cuerda,
cada h om bre de las SS llevaba un disco de identificación de cinc, de
form a ovalada, dividido por la m itad m ediante perforaciones, en el
que figuraban su núm ero de servicio, la unidad y el grupo sanguíneo
(este últim o tam bién se le tatuaba bajo el brazo). En caso de que
m uriera en acto de servicio, se partía el disco p o r la mitad; la parte
sujeta a la cuerda quedaba en el cuerpo y la otra m itad se retiraba para
dejar constancia en el registro.
A unque la mayoría de los uniform es de la W affen-SS en tiem pos
de guerra eran confeccionados por empresas que pertenecían a las SS,
las insignias que se les añadían solían ser fabricadas po r empresas p ri­
vadas alemanas de reconocido prestigio, para lo erial hacían falta una
estandarización y un control de calidad m uy estrictos, cuya adm inis­
tración se encom endó a la Reichszeugmeisterei, o R Z M , un órgano que
ya se había establecido el uno de abril de 1929 para supervisar la
fabricación y los precios de todos los artículos que constituían el u n i­
form e del partido nazi. Las funciones básicas de la R Z M consistían en
asegurarse de que los contratos del N SD A P llegaran a empresas arias
y en garantizar que los productos finales tuvieran gran calidad y al
m isino tiem po, un precio adecuado para el bolsillo del m iem bro
m edio del partido.Tam bién actuaba com o una especie de «cámara de
compensación» entre los fabricantes, por una parte, y los mayoristas y
m inoristas p o r la otra. El dieciséis de m arzo de 1935 se in tro d u jo
y se adjudicó un núm ero de contrato para cada empresa aprobada por
la R Z M y, a partir de esa fecha, ese núm ero sustituyó a las marcas de
los fabricantes en todo el equipo del NSDAP. Así fue com o los b o to ­
nes, las puntas de los cinturones y demás de la Allgemeine-SS, que
siempre siguió siendo un órgano del partido nazi, presentaban siste­
m áticam ente las marcas de la R Z M , En cambio, los de la W affen-SS
374 Historia secreta de las SS

que, de hecho, durante la guerra fue un brazo del Estado, no solían


llevarlas.
Las insignias de la W affen-SS, com o las de las SS en general, se cla­
sificaban en varias categorías diferentes, según la fabricación. Las cha­
pas metálicas, com o las águilas y las cabezas de la m uerte para la gorra
con visera, los botones de la Totenkopf para el m odelo de 1934 de la
gorra de campaña, los m onogram as de las hom breras y las estrellas de
grado estaban hechos con m ateriales m uy diversos, que dependían,
fundam entalm ente, de la techa de fabricación. Las com binaciones más
habituales eran las siguientes:

Î. Chapa de bronce o Iomhakbronzc (1933-1936)


2. Alum inio chapado en cobre con una m ano superficial
(1936-1945)
3. A lum inio pelado (1936-1945)
4. A cero chapado o pintado (1939-1945)
5. C inc chapado o pintado (1942-1945)
(i. Cinc pelado (1944-1945).

En térm inos generales, la calidad de los metales fue em peorando


a m edida que avanzaba la guerra, a pesar de lo cual el acabado gene­
ral siem pre m antuvo un buen nivel.
Las águilas y las cabezas de la m uerte para la gorra, que eran frecuen­
tes tanto para la Allgemeine-SS com o para la Waffen-SS, solían llevar las
marcas de la R Z M , ya sea impresas una por una sobre el reverso de la
insignia o repujadas en ella corno parte del proceso de vaciado. Algunos
ejemplos típicos: «RZM M l/5 2 » (Deseider &¡ Sohn de M únich) y
«R Z M M I /167» (Augustin Hicke deTyssa,cerca de Bodenbach).Algunos
artículos llevaban también el sello de inspección «VA», correspondiente al
Venmltungsamt de las SS. D urante la guerra se modificó el form ato de los
códigos de la R Z M que se utilizaban en las insignias de metal de las SS:
se eliminó el prefijo «Ml» y se añadió un sufijo para el año, por ejemplo:
«R Z M 499/41». N o se tiene constancia de que se conserve ninguna lista
de esos códigos posteriores, de m odo que no se han descifrado nunca.
Las prim eras insignias de tela de las SS se bordaban a m ano y los
soldados de las SS armadas llevaron insignias de ese tipo entre 1933
La Waffen-SS 375

Selección de insignias de tela de [a Waffen-SS: A - insignia para el cuello, modelo


1943, de la cabeza de la muerte en sentido horizontal, modelo BEVO, tejida a máquina
con hilo de algodón gris piata; B - insignia para el cuello con tas runas de (as SS, las
runas Sigel, bordada a máquina con algodón gris plata; C - águila de las SS para el
brazo, con la cabeza curva, modelo 1938, bordada a máquina con algodón gris plata,
alrededor de 1942 o 1943; D - insignia para el cuello de 7,5 centímetros, con la cabeza
de ia muerte en sentido vertical, bordada a mano con hilo de aluminio; E - insignia de
grado para el cuello, correspondiente a un SS-Untersturmführer.

y 1935. Los bordados a m ano se podían hacer con hilo de algodón


blanco o gris plata, hilo fino de alum inio o plata bruta; estos dos últi­
m os estilos solían estar reservados para los oficiales, aunque en septiem ­
bre de 1934 se autorizó tam bién a los suboficiales y los soldados del
LAH y la SS-VT a llevar insignias de hilo de alum inio con el unifor­
m e negro, para distinguirlos de sus colegas de la Allgcmeine-SS. Los
bordados a m ano no eran nunca idénticos, puesto que se hacían uno
po r uno. Los fabricantes de insignias po r lo general em pleaban a m uje­
res para hacer ese trabajo o lo encargaban a las costureras locales.
376 Historia secreta de las SS

Las insignias que aparecen en la página anterior vistas del revés. Obsérvese la etiqueta
de papel característica de la RZM, adherida a la insignia de la cabeza de la muerte de
7,5 centímetros, previa a 1940. Esas etiquetas no aparecían en las piezas confecciona­
das más adelante, durante la guerra.

En 1936, cuando la R Z M había quedado bien organizada a las


órdenes del R eichszeugmeister R ich ard B üchner, com enzaron a fabri­
carse y a distribuirse en grandes cantidades las insignias bordadas a
m áquina para que las llevaran los soldados rasos y los suboficiales de
las SS. Ese cipo de bordado era barato y rápido de hacer, parecía apre­
tado y quedaba en relieve. Los fabricantes de insignias bordadas a
m áquina eran, por lo general, empresas bastante im portantes, ya que
eran las únicas que se podían p erm itir el costoso equipo necesario
para el proceso de fabricación. Esas empresas estaban sometidas al
rígido co n tro l de la R Z M y sus p ro d u cto s ten ían que llevar una
etiqueta con el núm ero de contrato correspondiente. Además de las eti­
quetas de papel estándar de la R Z M que utilizaban todas las form a­
ciones del NSDAP, se inventó un sistema de pequeñas etiquetas teji­
La Waffen-SS 377

das en blanco y negro, concretam ente para los artículos de las SS. Cada
una llevaba el sím bolo de la R Z M y las runas de las SS, ju n to con el
núm ero de contrato del fabricante y el año; po r ejem plo: « R Z M
2 í /3 6 SS». C uando se contrataba a una empresa para hacer sólo el tra­
bajo de bordado se añadían a la etiqueta las letras «St», que indicaban
Stickerei (bordado); p o r ejem plo: « R Z M St 4 5 9 /3 6 SS». N o era
extraño que se pusieran dos etiquetas de este tipo en una misma insig­
nia, sobre todo en los distintivos para el puño, cuando participaban
dos empresas en su fabricación, debido a la subcontratación: una eti­
queta correspondía al fabricante tie la tela posterior y la otra, al bor­
dador. Tam bién era bastante habitual añadir otra etiqueta que dijera:
Vom Reichsfiihrer-SS befohlene Ausführung, que indicaba que el artículo
en cuestión había sido fabricado de acuerdo con las disposiciones de
las SS en lo que respecta a uniform es. Por todo lo anterior, a las insig­
nias bordadas a m áquina se las conoce com o el «estilo R Z M ».
A partir de 1939 comenzaron a fabricarse insignias tejidas a m áqui­
na, utilizando seda artificial y o bien algodón o hilo de aluminio.
Quedaban muy planas y el proceso de fabricación, por el que se podían
tirar centenares de insignias idénticas en una sola banda continua de tela,
com o una cinta, perm itía incorporar m uchos detalles en el diseño. La
principal productora de esas insignias era la empresa B andíabrik Ewald
Vorsteher, de W uppertal-Barm en, cuya marca, «BEVO», se ha converti­
do en sinónim o de insignias tejidas a máquina.
En 1944 se com enzó a usar la serigraiïa para fabricar ciertas insig­
nias de la W affen-SS, aunque lim itándola, fundam entalm ente, a los
distintivos de los voluntarios extranjeros, los brazaletes para los auxi­
liares de guerra y las insignias especiales de grado para las prendas de
camuflaje. Pero la mala calidad de los productos acabados quedaba más
que justificada por los bajos costos de producción y las insignias
impresas tuvieron m uy poco éxito.
Los procedim ientos necesarios para la aprobación y la fabricación
de las insignias de la W affen-SS eran m uy complicados. Diversos depar­
tam entos de las SS, sobre todo la SS Hauptamt, el SS Fiihnmgshattptamt
y la S S Wirtschafts- und Venvaltimgshauptamt, estaban perm anentem ente
com o el perro y el gato con respecto a quién era responsable de esa
cuestión, y el proceso m ediante el que se proponían y se introducían
378 Historia secreta de las SS

insignias nuevas no quedó resuelto hasta mayo de 1944, cuando se


acordó lo siguiente:

1. La S S-H A se convirtió en la principal encargada de diseñar y


proponer al Rjsichsfithrcr de las SS las insignias «políticas» de las
SS, es decir, los emblemas nacionales, las insignias para el cuello,
los distintivos para el brazo y las insignias de las form aciones. Sin
embargo, la SS-HA tenía que solicitar p rim ero la opinión del
SS-FH A , antes de presentar muestras a H im m ler.
2. El SS-FIIA se convirtió en el principal encargado de diseñar y
proponer al Rcichsfühm de las SS las insignias «no políticas», es
decir, las insignias de grado, los distintivos, para el puño, los de
com petencia, las insignias correspondientes a cada rama del
servicio y las de los especialistas. Si surgían consideraciones
políticas con respecto a alguna de ellas, el SS-FH A tenía que
solicitar la opinión de la SS-H A antes de presentar la propues­
ta a H im m ler.
3 .Tras o b ten er la aprobación del Reidisfiihrer, la S S-H A enviaría
al SS-FH A las insignias que figuran en el p u n to 1. E ntonces, el
SS-FH A tenía que encargarse de su confección y distribución
en colaboración con la SS-W V H A . El SS-FH A y la SS-
W V H A colaborarían hasta acabar las m uestras definitivas de
esas insignias.
4. La m anera de llevar las insignias nuevas se decidiría en función de
la manera de usar las anteriores. En caso de que fuese necesario
modificar la forma de llevarlas, el SS-FHA se encargaría de efectuar
esos cambios. N o obstante, en el caso de las insignias que se con­
templan en el punto 1, el SS-FHA tenía que solicitar prim ero la
opinión de la SS-HA. Eso tiie lo que ocurrió en 1944, cuando se
decidió cambiar los distintivos de los voluntarios extranjeros de su
lugar tradicional, 1,5 centímetros por encima del distintivo para el
puño, y colocarlos en otro sitio, más arriba, en la manga izquierda,
1,5 centímetros por debajo del. águila del brazo de las SS. La SS-
FIA recibió innumerables quejas de las unidades de voluntarios
extranjeros, cuyos miembros consideraron una afrenta la subordina­
ción de las banderas y los escudos de armas de su país al águila nazi.
La Waffen-SS 379

Para complicar todavía más las cosas el propio Himmler sugirió tam­
bién que se introdujeran insignias especiales, como distintivos para el
puño, para algunos regimientos y divisiones de las SS que todavía no
tenían nombre. Se encargó en persona de algunos diseños y consultaba a
menudo a dos artistas de su Persönlicher Stab, el SS-Oberfiihrer profesor
Benno von Arent y el SS-Obeifährer profesor Karl Diebítsch, Cuando el
Reichsfülmr aprobaba un diseño este pasaba a la SS-WV11A que, u su vez.
autorizaba a la R Z M a fabricar la cantidad necesaria. Entonces, la R Z M
suscribía un contrato con alguna de las empresas acreditadas y las insig­
nias acabadas se enviaban a alguno de lus depósitos de ropa de las SS, por
lo general a Dachau, desde donde al final se enviaban a la unidad corres­
pondiente. D e modo que, para producir una insignia nueva, podían inter­
venir, y probablemente intervenían, nada menos que cuatro departamen­
tos: la SS-HA, el SS-FHA, la SS-W VHA y el Pers. Stab R S S .
En septiembre de 1944 la R Z M se sentía tan presionada que se
vio obligada a dejar de participar en el suministro de insignias para la
Waffen-S S . El mes de diciembre siguiente anunció que, a partir de
entonces, las águilas, ias cabezas de la muerte, las insignias para el cue­
llo, las hombreras y los distintivos para el puno de la W affen-SS se
podían fabricar sin necesidad de contrato para su venta directa a los
mayoristas y minoristas autorizados mientras durara !a guerra. En esa
época, había nada menos que veinticuatro empresas que fabricaban
insignias de tela para la Waffen-SS:

Gebrüder Auerhammer, Weíssenburg


Albrecht Bender, Weissenbuig
Max Dorfei, Eibenstock
Lothar von Dreden & C o., Wuppertal-Elberfeld
Oskar Frank, Eibenstock
Geissler & Hast, Ansbach
August Göbels Söhne, Gross-Schönau
E. Günther, Eibenstock
H ensel &r Schulm iann, Berlin
Hinterleîtner, Bruimacker & Co.,Weissenburg
E. Köliler. Annab erg
Kruse & Söhne, Wuppertal-Barmen
380 Historia secreta de las SS

Sigm und Lendvay, Vlena


Lucas & Vorsteher, W uppertal-B arm en
F. M üller, R ossbach
R . Nirzsche, E ibenstock
J. F. R ieleder, H eilbronn
Julius Riess, Erfurt
Franz R ö n n efah rt, B randeburgo
H erm an n Schm uck & Co., W eissenburg
l'hiele & Steinert, Friburgo
Tröltsch & H anselm ann, Berlin
Ewald Vorsteher, W uppertal-B arm en
Ferdinand W in te r,!re u c h tlin g en

Λ1 igual que otras form aciones militares del Tercer R eich , la Waffen-
S S utilizaba determ inados colores para el diseño de sus uniform es y s
equipo com o m edio para identificar la unidad. Esos colores aparecían
en las hom breras de la guerrera, en los ribetes de las gorras, etcétera, y se
conocían como los colores de la rama del servido, o Waffengattungsfaben,
a u nque se les solía ciar el no m b re abreviado de Waffenfarben. Antes
de que estallara la segunda guerra m undial, el ribete de todas las SS
armadas era blanco, plata o negro y plata enrollados, com o el de la
AHgemeine-SS. Sin embargo, en diciembre de 1939, debido a la mayor
militarización de la W affen-SS y a su reciente asociación con las fuerzas
de la W ehrm acht, aparecieron hom breras ribeteadas con los Waffenfarben
del ejército. Algunos oficiales com enzaron a equiparse tam bién con
gorras con visera y pantalones largos con ribetes de los Waffenfarben,
confeccionados por encargo a través de la Kleiderkasse local de las SS,
pero H im m ler lo prohibió en seguida y dio órdenes de que los ribetes
de esos artículos siguieran siendo blancos. A continuación se produjo
cierta confusión, porque en mayo de 1940 el Reichsführer se echó atrás
e indicó que, a partir de entonces, las gorras con visera podían llevar un
ribete con los Waffenfarben, aunque todos los pantalones de paseo tenían
que llevar ribetes grises. El mes de noviem bre siguiente, H im m ler cam ­
bió de opinión una vez más y dijo que había que volver a lim itar los
Waffenfarben a las hombreras y el soutache de la gorra de campaña, y que
el resto de los ribetes debían volver a ser blancos o color aluminio,
La Waffen-SS 381

según el grado. Resulta evidente que el Reichsfüiirer quería que sus


hom bres m antuvieran una apariencia uniform e, diferente de la del ejér­
cito, si bien cierto núm ero de oficiales y soldados de la W affen-SS
siguieron llevando los Waffenfarben en la gorra con visera hasta el final
de la guerra, haciendo caso omaso de las órdenes de Him mler.
Los colores Waffenfarben autorizados oficialmente para su uso por
parte de las ramas de la Waffen-SS aparecen en el cuadro siguiente. N o
obstante, conviene destacar que algunos colores desaparecían, se volvían
a asignar o incluso cambiaban de nom bre de vez en cuando, y en todo
caso las diferencias entre algunos de ellos eran tan leves que casi no se
distinguían, situación esta que se complicaba por la variación de los tin­
tes de los distintos fabricantes, el efecto blanqueador del sol y el desgas­
te general de los ribetes en las condiciones del cam po de batalla.

S.S W A F F E N F A R B E N

Waffenfarbe R am a de servicio de la W affen-SS

1. N egro U nidades de construcción


Ingenieros
2. Azul oscuro U nidades médicas
(«violáceo»)
3. Azul claro Servicio postal de cam po
(a partir de febrero de 1943)
Escuela Técnica del M o to r (hasta julio
de 1942)
Unidades de suministro
U nidades de transporte (hasta agosto
de 1944)
4. Azul celeste A dm inistración
5. C obrizo U nidades de reconocim iento
(hasta ju n io de 1942)
6. M arrón claro Personal de los campos de
concentración
382 Historia secreta de las SS

Waffenfarbe R am a de servicio de la Waffen-SS

7. Verde oscuro Oficiales de la reserva (se in terru m p ió


en 1942)
Personal especializado (hasta ju n io de
1942)
8. Verde hierba Tropas de m ontaña (a partir de mayo
de 1942)
División de la Policía (se interru m p ió
en 1942)
9. Gris claro Oficiales en general
Estado Mayor de Him mler (hasta junio
de .1942)
10. Gris oscuro Estado M ayor de H im m ler (a p artir de
ju m o de 1942)
11. Anaranjado U nidades de la Policía M ilitar
Tropas de las guarniciones
Escuela Técnica del M o to r (de ju lio de
'I ^42 a agosto de 1944)
U nidades de reclutam iento
U nidades técnicas
Personal de asistencia
12. R osa claro Escuela T écnica del M o to r (a partir de
agosto de 1944)
U nidades de transporte (a partir de
agosto de I944)
13..Rosa violáceo U nidades Panzer
U nidades anticarro
14. Salmón Geólogos militares
1 5. R o jo intenso U nidades de artillería
U nidades de fuego antiaéreo
U nidades de lanzacohetes
16. Granate Personal ju ríd ico
17. Carmesí Personal veterinario
1 (S. Torzal rojo y gris Personal especializado (a partir de
ju n io de 1942)
La Waffen-SS 383

Waffenfarbe R am a de servicio de Ia Waffen-SS

19. Blanco U nidades de infantería


20. D orado U nidades de caballería
Unidades de reconocim iento (a partir
de jim io de .1942)

21. A m arillo lim ó n Servicio postal de cam po (hasta febrero


de 1943)
U nidades de transmisiones
Corresponsales de guerra

La estructura de grados de la Waffen-SS era bastante similar a la de


la Ällgcmciue-SS, con muy pocas excepciones. El grado más bajo de la
Waffen-SS era el de SS-Sdiiitze (soldado raso), mientras que un soldado
que había prestado servicio d u ran te seis m eses se c o n o cía co m o
SS-Obersehütze. El grado más alto de los suboficiales era el de SS-
Sturmschafführer (sargento mayor de una compañía); cualquiera que
tuviera el grado de Unterführer podía ser nom brado para desempeñarse
com o SS-Stabscharführer (suboficial a cargo) y cum plir diversas funciones
administrativas y de inform ación y recibía el apodo de der Spiess (la
lanza), térm ino tradicional que se rem onta a los piqueros medievales. Los
grados comprendidos entre SS-Untersturmfiihrcr y SS-Hauptsturmfülirer se
conocían com o oficiales de la compañía, mientras que los com prendi­
dos entre SS-Sturmbannführer y SS-Obetführer se llamaban oficiales de
campo. A los grados superiores se les llamaba oficiales en general. Todos
los generales de la Waffen-SS recibieron la graduación correspondiente
en 1940 y fueron designados de la siguiente manera:

SS-Brigadeführer und Generalmajor der W affen-SS


SS-Gntppenfiihrer und Generalleutnant der W affen-SS
SS-Obergruppenführer und General der W affen-SS
SS-Oberst-Gruppenführer und Generaloberst der W affen-SS

Los ciudadanos no alemanes de países germánicos que prestaban ser­


vicio en las legiones extranjeras reclutadas por la Waffen-SS sustituían el
384 Historia secreta de las SS

prefijo de grado «SS-» p o r el de


«Legions-» (por ejemplo, «Legions-
Hauptsturmfuhrer»), mientras que los
que formaban paite de unidades no
germánicas em pleaban el prefijo «Wa­
ffen-» (por ejem plo, «W affen-H aupts-
turm fiihrer der SS»), que indicaba que
estaban adscritos a la Waffen-SS en lugar
de pertenecer a ella directamente.
Norm alm ente, el candidato a oficial
de la Waffen-SS o Führerbewcrber (FB),
que se distinguía por llevar una barra
con dos galones en las hombreras, reci­
bía cuatro meses de entrenam iento bási­
El SS-Gruppenführer Walter Krüger, co al cabo de los cuales se convertía en
comandante de «Das Reich», en cadete, o Führerammrter (FA), y obtenía
septiembre de 1943. Lleva en el
cuello unas insignias con muchos el título de SS-Jnnker, con el grado equi­
bordados y las hombreras de un valente de SS-Unterschaiführer. A conti­
general de las SS.
nuación, asistía a un curso de dirección
militar que duraba seis meses y culmina­
ba con su prom oción a SS-Standartenjunker, equivalente a SS-Scharfiihm.
Al cabo de otros seis meses de entrenamiento para oficiales era ascendido
al puesto de SS-Standartenoberjunka; que equivalía a un SS-Hauptschaffîihrer,
y se le autorizaba a llevar ios cordones de la gorra, la hebilla del cinturón
y los ribetes de aluminio en la insignia del cuello que usaban los oficiales.
A continuación lo enviaban otra vez a su unidad, en la que, tras un perío­
do mínimo de dos meses, era ascendido a SS-Untersturmführer. Los oficia­
les que no tenían intención de seguir una carrera militar y que sólo pre­
tendían prestar servicio en la Waffen-SS mientras durara la guerra recibían
el título de oficiales de reserva y se conocían com o Resave-Führerbewerber
(RFB), Reserve-Fiihmanwärter (RFA), SS-Junker der Reserve, S S -
Untcrsturmfiihrer der Reserve, y así sucesivamente.
Los suboficiales potenciales, o SS-Vntcijührerbewerber, por lo gene­
ral recibían form ación a nivel de la com pañía y ascendían a SS-
Unterfiihreranmirter y después a SS-Unterscharführer. D urante su form a­
ción llevaban una barra con un solo galón en las hombreras, si se habían
La Waffen-SS 385

alistado por doce años o más, y un cordón tino y retorcido en el


Waffenfarbe adecuado si se habían alistado p o r m enos de doce años.
La W affen-SS em pleaba tam bién a especialistas civiles (intérpretes,
m édicos, abogados, etcétera), conocidos com o Sonderfiihrer y, poste­
riorm ente, Fachführer, que recibían nom bram ientos acordes con sus
funciones y podían tener los siguientes grados:

SS-LJnterscharfiihrer (S) o (F)


SS-Hauptscharführer (S) o (F)
SS-Untersturmführer (S) o (F)
SS-Hauptstitrmführer (S) o (F)
SS-Sturmbannführer (S) o (F)

H asta ju n io de 1942 el SS-Fachführer llevaba una insignia en blan­


co en el cuello derecho y ribetes de color verde oscuro en la h o m ­
brera. Después de esa fecha, el ribete era un torzal rojo y gris. Si un
especialista dem ostraba ser capaz de com andar una unidad m ilitar
correspondiente a su grado de Fachführer; perdía este y continuaba con
sus obligaciones com o oficial o suboficial de la Waffen-SS.
Los grados de la Waffen-SS se indicaban m ediante una com bina­
ción de insignias para el cuello y hombreras. Las prim eras unidades
armadas de las SS pertenecían, técnicam ente, al personal de cada
Abschnitt y, por tanto, sus m iem bros llevaban insignias en blanco en el
cuello derecho. A partir de mayo de 1933 las insignias de los oficiales
se com enzaron a ribetear con un cordón retorcido de alum inio y
negro y las de los demás grados con un cordón blanco. C o n la rápida
expansión de las form aciones militarizadas de las SS en seguida resultó
evidente que el Leibstandarte y las Politische Bereitschaften necesitaban
algún tipo de insignia distintiva para el cuello y, hacia finales del año, se
distribuyeron insignias entre los soldados del LA H, con las dos runas
Sigel bordadas a mano, en plata bruta para los oficiales y en algodón
blanco o gris plata para los soldados. E n ju n io de 1934 se autorizó a las
PB de las SS que estaban adscritas a las Oberabschnitte Sur, Suroccidental
y C entro a llevar las insignias rúnicas «SS 1», «SS 2» y «SS 3», respectiva­
m ente, con las cifras del m ism o tam año que las runas, y tres meses
después se distinguió aún más a los suboficiales del LAH y la SS-VX al
386 Historia secreta de las SS

permitírseles usar bordados en hilo de alum inio en las insignias del cue­
llo. E n octubre se modificó el ribete de las insignias de los oficiales, que
se convirtió en el cordón definitivo, en alum inio liso, m ientras que, a
partir de entonces, los soldados adoptaron el torzal negro con aluminio.
D urante el resto del período previo a la guerra se introdujeron las
insignias de cuello bordadas a m áquina para el uniform e del cam po
de batalla, las cabezas de la m uerte y otros diseños para las SS-TV y las
unidades especializadas, m ientras que los Standarten «Deutschland»,
«Germania» y «Der Führer» adoptaron las insignias «SS 1», «SS 2» y
«SS 3», esta vez con núm eros pequeños.
Cuando se introdujeron las hombreras según el m odelo del ejército
para las SS armadas, en marzo de 1.938, resultó evidente que no era nece­
sario duplicar las insignias de grado tanto en el cuello izquierdo (el grado
de las SS) como en las hombreras (el equivalente del ejército). N o obstan­
te, Fiiinmler decretó que se siguieran mostrando los grados de las SS. La
situación se agudizó al estallar la guerra, con la asignación de funciones
concretas al LA H, la SS-VT y las SS-TV, ju n to a la W ehrm acht. Al solda­
do alemán norm al le desconcertaba el sistema de grados de las SS y no
sabía m uy bien a cuáles de sus hombres tenía que hacer el saludo militar
y a cuáles estaba obligado a obedecer. Por consiguiente, resultaba absolu­
tam ente imprescindible, por motivos prácticos y disciplinarios, que las
insignias de grado de la Waffen-SS se correspondieran con las de las fuer­
zas armadas y fueran fáciles de reconocer com o tales. Por tanto, cuando
se formaron las primeras divisiones de campo de las SS, en el otoño de
1939, se decidió que su personal no llevara las insignias de grado de las SS,
sino que recibiera insignias de cuello a juego, con las runas o la cabeza de
la m uerte a ambos lados. Sus grados se indicaban exclusivamente m edian­
te las hombreras, com o en el ejército. Sin embargo, los oficiales y los sol­
dados de la WaJfen-SS de antes de la guerra conservaron celosamente sus
insignias de cuello, que indicaban el grado que tenían en las SS,
El increm ento del uso de los blusones de camuflaje, que ocultaban
las hombreras y, de hecho, cualquier otra insignia, salvo las de cuello,
impulsó a H im m ler a rescindir la orden de usar insignias de cuello
haciendo juego, del diez de mayo de 1940, y a volver a introducir )a insig­
nia de grado de las SS para todos los miembros de la Waffen-SS. Al mismo
tiempo, la necesidad de seguridad durante la invasión de los Países Bajos
La Waffen-SS 387

y Francia volvió obsoletas


todas las insignias de cuello de
la SS-VT y las SS- IV que lle­
vaban cifras o letras y hubo
que retirarlas. En consecuen­
cia, por un breve período,
durante la cam paña en el
oeste, el personal de la SS-
Vcrfüoungsdmsion no llevó nin­
guna insignia en el cuello. A
partir de ese m om ento, la
insignia básica de las runas de
las SS se normalizó para todas
las form aciones alemanas y
germánicas de la Wqffén-S.S,
Insignias extranjeras de las SS, para el cuello,
salvo las unidades de la diseñadas, aunque nunca aprobadas por
Totenkopf, cuyos m iem bros Himmler, ni enviadas jamás a las unidades
correspondientes: A - Los daneses de la
siguieron usando la cabeza dé­ «Nordländ»; B - 14a División/30a División;
la muerte, fabricada entonces C - «Horst Wessel»; D - «Skanderbeg»;
en una versión horizontal, más E - 29a División (rusa); F - 29a División
(italiana); G - «Wallonien»; H - 30a División;
adecuada para llevar con la I - tártaros; J - caucasianos; K - Legión India.
guerrera del campo de batalla,
que tenía el cuello cerrado. En agosto de 1940 se abobó el torzal negro
y aluminio que rodeaba las insignias de los soldados, con lo cual las insig­
nias quedaron sin borde durante el resto de la guerra.
A medida que en la Waffen-SS se fueron reclutando cada vez más per­
sonas 110 alemanas, a partir de 1940, preocupaba a H im m ler que utilizaran
la insignia de las runas de las SS unas personas que, racialmente, no fueran
idóneas para pertenecer de lleno a ella, de m odo que dio instrucciones
para que dichos reclutas llevaran alguna otra forma de insignia en el cue­
llo derecho, A partir de ese m om ento, las SS diseñaron y confeccionaron
una variedad de insignias de cuello adecuadas (y, en ocasiones, inadecua­
das) para sus unidades extranjeras y, hasta que se distribuían, a m enudo las
nuevas unidades llevaban insignias en blanco com o medida provisional.
Los oficiales y suboficiales alemanes de las SS que prestaban servicio en las
formaciones extranjeras seguían teniendo derecho a llevar las insignias de
388 Historia secreta de las SS

Insignias de cuello de la Waffen-SS. Se tiene constancia de que, durante la segunda


guerra mundial, las recibieron y las usaron las siguientes unidades: A - todas las
formaciones alemanas y germánicas de la Waffen-SS; B - el Standarte
«Deutschland» de la SS-VT; C - las unidades de la Totenkopf; D - la SS-Polizei-
Division y los regimientos de la Policía; E - las unidades extranjeras y de especialistas
que no tenían asignada ninguna otra insignia; F - «Prinz Eugen»; G - «Nordland»;
H - «Handschar»; I - la 14a Division; J - la 15a Division; K - la Legión letona/las
divisiones 15a y 19a; L - la 20a Division (insignia oficial a partir de junio de 1944);
M - la 20a División (insignia extraoficial a partir de octubre de 1943); N - la 20a
División (insignia oficial a partir de octubre de 1944); O - la 20a Division (insignia
extraoficial confeccionada en Tartu, en febrero de 1944); P - «Maria Theresa»;
Q - Legión Holandesa/«Nederland» (insignia oficial a partir de noviembre de 1941);
R - Legión holandesa/«Nederland» (insignia extraoficial); S - «Nordwest»/
Freikorps DanmarklLegión Flamenca/«Langemarck»; T - «Landstorm Nederland»
(prolongación extraoficial del Landwacht Nederland); U - Brigada Dirlewanger/36a
División; V - guardianes de campos de concentración que no pertenecían a las SS.
La Waffen-SS 389

cuello con las runas de las SS y, a partir de ju lio de 1943, si decidían


identificarse con sus hom bres poniéndose la insignia distintiva de la
unidad^ estaban obligados, en cambio, a llevar las runas de las SS b o r­
dadas debajo del bolsillo superior izquierdo. Esta última insignia era
idéntica a la que llevaban los hom bres de las SS en la policía alemana.
El uso de las insignias de cuello no siempre se ajustaba a la n o r­
mativa. Si bien en 1940 se prohibieron las insignias a juego y las cabe­
zas de la m uerte verticales, se siguieron llevando hasta bien avanzado
el año 1942, y en el cam po de batalla los oficiales solían usar otras
insignias de grado o quitar los cordones de sus propias insignias. En
1943 se fabricaban versiones tejidas a m áquina de las runas de las SS y
las insignias de la cabeza de la m uerte en sentido horizontal, aunque
los ejem plos anteriores, bordados, todavía se seguían produciendo al
final de la guerra. Los reclutas que estaban som etidos a entrenam ien­
to a m enudo no llevaban ninguna insignia en el cuello.
En el cuadro siguiente figuran todas las insignias de cuello para las
unidades de la SS-VT, las SS-TV y la Waffen-SS, cuyo uso confirm an
las fotografías o las pruebas docum entales de la época. Sólo se hacían
en la versión bordada, a m enos que se indique lo contrario.

INSIGNIAS DE CUELLO DE TA W A F F E N -S S

D iseñ o Período U n id a d que la licuaba


de uso

Ninguno 1933-1945 Unidades de especialistas,


departamentales o del
Estado Mayor del cuartel
general que todavía ¡10
tenían insignia
SS 1933-1945 LAH; después, a partir de
1940, todas las unidades
alemanas y germánicas a las
que no se hubieran
adjudicado otras insignias
SS/1 grande 1934 PB «Süd» de las SS
SS/2 grande 1934 PB «Südwest» de las SS
SS/3 grande 1934 l’B «Mitte» de las SS
D 1934-1937 Batallón de Guardia (1 >achau)
390 Historia secreta de las SS

l )isefw Pcrioilo U n u itul que Ui llevaba


de uso

K 19.14- 1937 Personal de los campos de


concentración
Ü 1934-1937 Campo de entrenamiento
de Dachau
SS/T 1934-1940 Escuela de oficiales de Bad
Tölz

S S /p ica y pala 1 9 34-1940 Batallón de zapadores de la


SS-VT
SS/rayo 1934 1940 Batallón de comunicaciones
de ia SS-VT
SS/1 pequeño 1935-1940 «Deutschland»
SS/B 1935 1940 Escuela de oficiales de
Braunschweig
SS/V 1935-1940 Escuela de administración
Cabeza ele la 1936-1942 Unidades de la T o tcn k o p f
muerte vertical
Cabeza Je la 1936-1937 Estado mayor de los
muerte verdcal/I-V batallones de la SS-TV
C abeza de la 1 9 3 6-1940 Compañías de la SS-TV
muerte vertical/1-26
Cabeza de la ¡930-1940 Batallón médico de la SS-TV
muerte vertical/S
SS/2 pequeño 1936-1940 «Germania»
SS/S 1936-1940 Batallón médico de la SS-VT
SS/N 1936-1940 «Nürnberg»
Cabeza de la 1937-1940 Estado mayor de los campos
muerte verrical/K de concentración
SS/3 pequeño 1938-1940 «Der Führer»
Calones de la 1939-1942 División de la Policía
policía
Galones de la 1939-1942 División de la Policía
policía (tejidos)
Cabeza de ¡a 1940-1945 Unidades de la Totcnkopf

muerte horizontal
León con ¡lacha 1941-1943 iegión noruega
León con hacha (metálica) 1941-1943 Legión noruega
U b ljs a ii^ e l 1941-1945 Legión holandesa/
«Nederland»
La Waffen-SS 391

D isc; Ίο Periodo í 'iiidiicl que la llcvaha

de uso

Trifos 1941-1945 «Nord west» / Freikorps


D a n m a r k / Legión

tiam e ilca/ «Lan ge marck»


i.ira 1941 -1945 Escuela de música
Bandera danesa 1942 Frcikori's D a n m ark
Runa í )dal 1942-1945 «Prinz Eugen»
SoMicnnni abierta I943-1945 «Noi'dland»
SS (tejida) J943-1945 Todas las unidades alemanas
y germánicas a las cuales no
se hubieran asignado otras
insignias
Cabeza de la muerte 1943-1945 Unidades de la T o lcn k o p f
horizontal (tejida)
Cimitarra y 1943-1945 «Haudschar»
esvástica
León rampante 1943 1945 14a División
Esvástica 1943-1945 Legión letona/ 15a División/
19a División
Sol y estrellas 1944-1945 15J División
E y brazo con 1944-1945 20' División
cota de malla/espada
Aciano 1944-1945 «Maria Theresa»
H 1944-1945 «Hunyadi»
Fusiles cruzados 1944-1945 Brigada D i r lc u w iß r / 36'’
V granada División
Tres leones pasantes 1944-1^45 Cuerpo Libre Británico
Esvástica de 1944-1945 Guardianes de los campos
dos brazos de concentración que no
pertenecían a las SS
Granada encendida 1945 «Landsíonn Nederland»
( ¡ranada encendida 1945 «Landstorm Nederland»
(metálica)

Se diseñaron una cantidad de extrañas insignias para las form aciones


extranjeras de las SS, sobre todo las divisiones del este, aunque
H im niler no las aprobó nunca ni las usó el personal correspondiente.
Hasta 1935, cuando se introdujo el uniform e gris tierra, los
m iembros de las SS armadas sólo llevaban del lado derecho las h om bre­
ras estándar de la Allocnicinc-SS. lin ju lio de ese año, los oficiales de la
392 Historia secreta de las SS

SS-V T recibieron ói'denes de


ponérselas en los dos hom bros del
uniform e gris. Los soldados reci­
bieron el m odelo de hombreras del
ejército, hechas de tela lisa, de color
gris tierra, o m arrón tierra para las
tropas de Lis SS-TV En 1936 se
sustituyeron las hombreras de esos
soldados prim ero por una versión
en negro, de borde redondeado,
ribeteada con un cordón retorcido
negro y alum inio y después por
otra en negro, sin ribete, con los
extremos en punta. N inguna de
Selección de hombreras de la Waffen-SS: esas hombreras primitivas indicaba
A - hombrera M38 con ribete obsoleto de
cordón retorcido negro y aluminio, para un el grado del usuario, que ya apare­
Sturmscharführer de la SS-VT; B - hom­ cía en las insignias del cuello.
brera M39 con ribete blanco Waffenfarbe,
En m arzo de 1938 se propor­
para un Untersturmführer de las SS; C -
hombrera M38 con cadeneta «1», para un cionó a todos los oficiales de las
Scharführer del Totenkopfstandarte 1 SS armadas unas hom breras según
«Obertayem» de las SS; D - hombrera
M40 con ribete blanco Waffenfarbe y una el m odelo del ejército, con el fiel­
etiqueta de quita y pon con la inscripción tro interior negro y estrellas dora­
«LAH» bordada a máquina, para un
das y los suboficiales com enzaron
Unterscharführer del Leibstandarte: E -
hombrera M40 con una etiqueta de quita a llevar galones de alum inio, o
y pon con un «4» en cadeneta, para un Tresse, y «estrellas» metálicas blan­
Scharführer del 4o Regimiento de
Infantería de la Totenkopf de las SS.
cas. A partir de ese m om ento, el
grado se indicaba con toda clari­
dad en las hom breras. D esde
diciem bre de 1939 los oficiales lucían ribetes de colores con los
Waffenfarben entre el cordón de alum inio y el fieltro inferior y los sol­
dados recibían sus hom breras negras definitivas, con ribetes de
Waffenfarben y los extrem os redondeados. Bastantes insignias de identi­
ficación de las unidades se llevaban en las hom breras (véase el cuadro
de la página 393), Para los oficiales, las cifras y las letras eran de metal
dorado y, después de 1940, de bronce. Los soldados se las hacían b o r­
dar directam en te en las hom breras o en etiquetas de quita y pon,
La Waffen-SS 393

PLACAS PARA LAS JlOMBRERAS DE LA W A F F H N -S S

Insignia l hndad

A Regimiento de Artillería de la SS-VT


A (gótica) Batallón de Reconocimiento de la SS-VT
Αίν/Ι Escuela de Artillería I
AS/II Escuela de Artillería II
Rueda dentada Unidades técnicas
D Standarte «Deutschland»
DF Standarte «Das Führer»
E/núnicxo romano Oficiales de reclutamiento
Fl Batallón de Ametralladoras Antiaéreas
de la SS-VT
G Standarte «Germania»
JS/B Jm ik erschu le de Braunschweig
JS/T Ju n kerschu le de Tölz
L Escuela Técnica del Motor
L (gótica) Centros de formación
LAH L eib sta n d a rte-S S «Adolf Hitler»
Lira Bandas
MS M u sik sch u le de Braunschweig
N Standarte «Nordland»
P (gótica) Batallón Anticarro de la SS-VT
Serpiente Unidades de Veterinarios
Serpiente + bastón Unidades Médicas
SK/D Guarnición de Dachau
SK/P Guarnición de Praga
US/L IJnteiführcrschule de Lauenburg
U S/R IJnterführerschulc de Radolfzell
W Standarte «Westland»
1-17 Standarten T o te n k o p f
394 Historia secreta de las SS

a p a rtir de 1940, En el cuadro ap arecen las distintas insignias de


id en tifica c ió n que sabem os que se usaron en las h o m b reras de la
W affen-S S .
En octubre de 1943 H im m ler suprim ió el uso de esos símbolos
mientras durara la guerra por m otivos de seguridad. En todo caso,
seguía siendo fácil identificar a las unidades y al personal especializado
m ediante las demás insignias, con la única excepción del Leibstandarte,
a cuyos m iem bros se autorizó a conservar com o honorario el m o n o ­
gram a LAH.
Los distintivos para los puños, unas cintas negras tejidas de unos
28 m ilím etros de ancho y 49 centím etros de largo que se llevaban en
la parte inferior de la manga izquierda de la guerrera y el sobretodo,
pasaron a ser elem entos distintivos del uniform e de las SS; aparte de
servir para identificar la unidad del portador, a ellos se debió, en parte,
el notable esprit de corps de la Waffen-SS. Todos los regim ientos ante­
riores a la guerra y la mayoría de las form aciones subordinadas de la
SS-V T y las SS-TV tenían sus propios distintivos para el puño, que se
entregaban al m ism o tiem po que la ropa. Cada hom bre recibía cua­
tro, uno para cada um form e, y se suponía que tenían que durarle
nueve meses. Los prim eros distintivos para los puños llevaban letras
góticas bordadas, m enos la insignia del Leibstandarte «Adolf Hitler», en
la que aparecía la antigua form a alemana de escritura que se conoce
com o Sütterlin, y que oficialmente, a partir de 1936, estaba reservada
a los guardias del Führer. Ese estilo de escritura arcaica había sido pro-
niocionado por u n profesor de diseño gráfico de Berlín, Ludw ig
Sütterlin (1865-1917) y se enseñó en todas las escuelas de Alemania
hasta 1941.
El uno de septiembre de 1939 la «SS» gótica que se utilizaba en algu­
nos distintivos para los puños fue sustituida por una versión rúnica y tres
meses después la escritura gótica cayó totalm ente en desuso y se com en­
zó a utilizar la escritura latina estándar. En mayo de 1940 se abolieron los
distintivos para el puño que llevaban las unidades secundarias de la Waffen-
S S ,p o r ejemplo SS-Pionimturtnbaim y SS-Nachrichtenstiinnbann, po r cons­
tituir un peligro para la segundad. En cambio, se siguieron usando los
nombres de ios regimientos, com o «Deutschland», incluso después de que
comenzaran a usarse los nombres de las divisiones. Estos no se materia­
La Waffen-SS 395

lizaron hasta 1942 y los llevaba el


personal de las divisiones que no
tenía derecho a usar los distintivos
del regim iento en los puños. De
m odo que un m iem bro del bata­
llón de comunicaciones de la SS-
Verfiigutigsdiwion llevaría el distin­
tivo de SS-Nachrichtensturmban
hasta mayo de 1940, después nin­
guno y, por último, el distintivo
«Das Reich» a partir de septiembre
de 1942.
A medida que tue avanzando
la guerra ios distintivos de los puños
adquirieron una importancia reno­
vada y comenzaron a presentarse en
solemnes ceremonias durante las
El disiintivo para el puño del Leibstandarte
«Adolf Hitler», bordado a mano en la cuales los comandantes de las uni­
escritura SüUerlin. Esta fotografía de una dades recordaban a quienes los reci­
guerrera incautada fue tomada por un
bían el gran honor que se les con­
corresponsal de guerra británico en 1945.
El escudo de la campaña de Crimea sólo cedía y que no debían hacer nada
sirve para impresionar y lo habitual era que deshonrara los nombres que
coserlo en la parte superior de la manga.
llevaban en los puños. N o se cono­
ce el criterio exacto que se aplicaba
para conceder los nombres y los distintivos, pero lo que sí es cierto es que
muchas divisiones de las SS, como la 14' y la 15a, nunca tuvieron un nom ­
bre,y que en cambio otras, como la «Handschar» y la «ManaTheresa», nunca
tuvieron un distintivo para el puño. Aparentemente, Him m ler juzgaba cada
solicitud por sus propios méritos y rechazó a algunas unidades nuevas adu­
ciendo que el distintivo del puño había que ganarlo en el campo de batalla
y a otras porque se habían formado com o un recurso temporal, durante la
guerra, con personal que se consideraba radalmente inadecuado para perte­
necer a las SS.
Todo soldado de la W affen-SS que pasara de una unidad a otra se
tenía que quitar el distintivo que llevaba hasta entonces en el p u ñ o y
reem plazarlo p o r el de su nueva unidad. Sin embargo, si a esta no le
396 Historia secreta de las SS

habían adjudicado ningún distintivo para el puño, podía seguir usan­


do el de su unidad anterior, lo cual explica que, al final de la guerra,
el cuadro de oficiales de la 24a D ivisión de las SS en el n o rte de Italia
usara distintivos de «Adolf Hitler» y de «Der Führer», además de la
variación de distintivos que utilizaban los paracaidistas de las SS. En
algunos casos se podían llevar dos distintivos juntos. Por ejem plo, los
cadetes que recibían entrenam iento en Bad T ölz al principio estaban
autorizados a llevar el distintivo «SS-Schule Tölz» p o r encim a de
los distintivos de sus propios regim ientos o divisiones, m ientras que los
corresponsales de guerra y los policías militares a m en u d o llevaban
los distintivos «SS-Kriegsbenchter» y «SS-Feldgendarmerie» por debajo
de los del regim iento o la división a los que estaban adscritos. A par­
tir de agosto de 1943 quedó prohibido seguir usando, de esta m an e­
ra, más de un distintivo para el puño.
Los distintivos para los puños podían ser de cuatro clases, según la
form a en que estuvieran hechos:

1. Bordados a mano con hilo de aluminio


Producidos a partir de 1933 y hasta ju n io de 1942. Hasta 1936
los llevaban todos los grados y, a p artir de entonces, sólo los
oficiales.
2. Bordados a máquina con hilo de algodón blanco o gris plata
Era el llamado «estilo R.ZM». Producidos de 1936 a 1943 sólo
para los soldados.
3. Tejidos a máquina con hilo de aluminio
Producidos de 1939 a 1943 para que los llevaran sólo los ofi­
ciales.
4. Tejidos a máquina, en plano, con algodón gris o hilo de plata
El llamado m odelo «BEVO». Producidos de 1943 a 1945 para
que los llevaran todos los grados.

Si bien aquí hem os detallado los usuarios ideales de los distintos


estilos de tabricación, no era extraño que los oficiales utilizaran los dis­
tintivos de los soldados en el puño de sus uniform es para el campo de
batalla, ni que los suboficiales consiguieran los distintivos de los oficia­
les para llevar en sus guerreras de vestir. Además, se siguieron usando
La Waffen-SS 397

las viejas reservas de algunos de los prim eros distintivos m ucho después
de que se suspendieran oficialmente. Sabemos que existieron algunos
estilos raros o incluso únicos, de los que se pueden citar, a m odo de
ejem plo, los distintivos para el puño «Adolf Hitler» que llevaba duran­
te la guerra «Sepp» D ietrich, que se los había hecho bordar en oro
bruto, a la m anera de un general de la W ehrm acht.
En el cuadro de la página 398 figuran todos los distintivos para el
puño de la SS-VT, las SS-TV y la WajJeti-SS que, según dem uestran los
testim onios fotográficos, fueron autorizados y se utilizaron.
U na pequeña cantidad de distintivos no aprobados, com o los de
«Narwa» y «Estland», que llevaban algunos m iem bros de la 201 División
de las SS, tam bién han sido confirm ados a partir de fotografías.
Los distintivos que figuran en el cuadro siguiente fueron autoriza­
dos durante la guerra, aunque no se distribuyeron nunca, por diversos
motivos.

DISTINTIVOS PARA EL PUÑO QUE NUNCA SE EXPIDIERON

D istin tiv o A u to r iz a d o para

Artur Phleps 13° Regimiento Gebirgs, 7' I )ív isió n


de las SS
Charlemagne 33a División de las SS
Finnisches Frw. Bataillon Batallón de Voluntarios Finlandeses
Der Waffen-SS
Hinrich Schuldt 43° Regimiento de Granaderos,
191 División de las SS
30 Januar 32a División de las SS
Landstorm Nederland 34J División de las SS (este distintivo
ya existía para la unidad holandesa de
la SS ( lerinánica del mismo nombre)
Larvija 2' Brigada, 19a División de las SS
Osttürkischer Regimiento Tártaro de las SS
Waffen-Verband der SS
Woldemars Veiss 42° Regimiento de Granaderos, 19J
División de las SS
398 Historia secreta de las SS

DISTINTIVOS l’ARA EL PUNO EXPEDIDOS POR LA W A F F E N -S S

D istintivo A ñ o en que U nidad que lo llevaba

se presentó

Adolf Hitler 1933 Leibstandarte/ V

División de las SS
Brandenburg 1937 SS-Totenkopfstandarte 2

British Free Corps 1944 Cuerpo Libre Británico,


11a División de las SS
Danmark 1943 24° Regimiento de
Granaderos, 11a
División de las SS
Das Reich 1942 2“ División de las SS
Cabeza de la muerte 1938 SS- Jbtei ikopfStandarte 1
(insignia)
Den Norske Legion 1941 Legión Noruega
Der Führer 1938 Standarte «Der Führer»
De Ruiter 1943 49° Regimiento de
Granaderos, 23a
División de las SS
Deutschland 1935 Standarte «Deutschland»
Elbe 1937 S S-W achstiirm bann II
E SS/TV 1939 Unidades de
entrenamiento de la
SS-TV
Florian Geyer 1944 8a División de las SS
Freikorps Danmark 1941 Freikorps D anm ark

Frundsberg 1943 10a División de'las SS


Frw. Legion Flandern 1941 Legión Flamenca
Frw. Legion Nederland 1941 Legión Holandesa
Frw. Legion Niederlande 1941 Legión Holandesa
Frw. Legion Norwegen 1941 Legión Noruega
La Waffen-SS 399

D istintivo A ñ o en que U n id a d que lo llevaba

se presentó

General Seyffardt 1943 48“ Regimiento de


Granaderos, 23a División
de las SS
Germania 1936 Standarte «Germania»
Götz von 1943 17a División de las SS
Berlichingen
Hermann von Salza 1944 11° Batallón Panzer y
11a División de las SS
Hitlerjugend 1943 12a División de las SS
Hohenstaufen 1943 9a División de las SS
Horst Wessel 1944 18a División de las SS
Kdtr. Ü. L. Dachau 1935 Campo de entrenamiento
de Dachau
Kurt Eggers 1943 Regimiento de Corresponsales
de Guerra
Langemarck 1942 4° Regimiento de
Infantería, 2a División
de las SS y 27a División
de las SS
Legion Niederlande 1941 Legión Holandesa
Legion Norwegen 1941 Legión Noruega
Michael Gaissmair 1944 12° R.egimiento
Gebirgs, 6a División de
las SS
Nederland 1944 23a División de las SS
Nordland 1940 11a División de las SS y
Regimiento de Granaderos
«Nordland», 5a División
de las SS
400 Historia secreta de las SS

D istintivo A ñ o en que U nidad que lo llevaba

se presentó

Nordwest 1941 Standarte «Nordwest»


Norge 1943 Batallón de Esquiadores,
6a División de las SS; y
23° Regimiento de Granaderos,
1Γ División de las SS
Oberbayern 1937 SS-Totenkopfstandarte 1

Ostfriesland 1937 SS-W achsturm bann IV


Ostmark 1938 SS-Totenkopfstandarte 4

Águila de la policía 1942 4a División de las SS


(insignia)
Prinz Eugen 1942 T 1)ivisión de las SS
Reichstührer-SS 1943 16a División de las SS
Reichsführung-SS 1940 Estado Mayor del Alto
Mando de las SS
Reichsschule-SS 1943 Escuela para auxiliares
femeninas de las SS
Reinhard Heydrich 1942 11° Regimiento Gebirgs,
6a División de las SS
Sachsen 1937 SS-W achsturm bann III
Sanitätsabteilung 1936 Batallones Médicos de
la SS-VT y las SS-TV
Skanderbeg 1944 21a División de las SS
SS-Ärtzliche Akademie 1939 Academia Médica
SS-Feldgendarnierie 1942 Policía Militar
SS-Heimwehr Danzig 1939 S S -H e im w e h r Danzig
SS-Inspektion 1936 Cuerpo de Inspectores
de la SS-VT
SS-KB-Abt 1941 Batallón de Corresponsales
de Guerra
La Waffen-SS 401

D istintivo A ñ o eti que. U nidad que lo llevaba

se presentó

SS-Kriegsberichter 1940 Corresponsales de


Guerra
SS-Kriegsberichter-Kp 1940 Compañía de
Corresponsales de
Guerra
SS-Musikschule 1941 Escuela de Música de
Braunschweig Braunschweig
SS-Nachrichtetisturmbann 1937 Batallón de Comunicaciones
de la SS-VT
SS-Pioniersturmbann 1937 Batallón de Zapadores
de la SS-VT
SS-Polizei-Division 1942 4a División de las SS
SS-Schule Braunschweig 1935 Escuela de Oficiales de
Braunschweig
SS-Schule Tölz 1934 Escuela de Oficiales de
Tölz
SS-Totenkopfvervände 1937 Refuerzos del F.stado
Mayor de la SS-TV y la
Policía
SS-Übuiigslager Dachau 1937 Campo de
Entrenamiento de
Dachau
SS-Unterflihrerschule 1940 Escuela de Suboficiales
SS-Verwaltungschule 1935 Escuela de Administración
Theodor Eicke 1943 6o Regimiento de
Granaderos, 3" División
de las SS
Thule 1942 5o Regimiento de
Granaderos, 3a División
de las SS
402 Historia secreta de las SS

D istin tiv o A ñ o en qui­ U n id a d que lo llevaba

se presentó

Thüringen 1937 SS- Totenkopfstandarte 3


Totenkopf 1942 3'1 1)ivisión de las SS
Wallonien 1944 28a División de las SS

W. 13. Dachau 1935 Empresas Económicas


de Dachau

Westland 1940 10° Regimiento de


Granaderos, 5a División

de las SS
Wiking 1942 5a División de las SS

El águila del brazo de las SS se convirtió en una paite caracterís­


tica del uniform e de la W affen-SS. El águila y la esvástica se estable­
cieron com o el em blem a nacional, o Hoheitsabzeichen, del Tercer
R e ic h el siete de m arzo de 1936, aunque los prim eros en llevar el
águila de las SS en la guerrera fueron «Sepp» D ietrich y varios otros,
en el verano de 1935, con el nuevo uniform e gris tierra recién estre­
nado. El uso de águilas en el bolsillo superior derecho quedó restrin­
gido p o r ley al ejército, la m arina y la fuerza aérea, de m odo que los
m iem bros del LAH y la SS-V” se acostum braron a ponerse las suyas
en la parte superior del brazo izquierdo, en lugar del exagerado bra­
zalete de la Allgeineine-SS, a todas luces inadecuado para usar en el
cam po de batalla. El m odelo del águila en la m anga que adoptaron
oficialm ente las SS armadas en mayo de 1936 fue el que se introdujo
sim ultáneam ente para la policía ferroviaria, con el águila m irando
hacia la derecha, con las alas recogidas. Se dejó de usar al cabo de tan
sólo dos años, aunque algunos veteranos de las SS todavía la llevaban
en 1943. El segundo y definitivo m odelo del em blem a nacional de las
SS, con el águila m irando hacia la izquierda y las alas rectas, acabadas
en punta, se concibió en 1938 y de él llegaron a producirse distintas
La Waffen-SS 403

variaciones. El m étodo de fabricación más com ún fue el bordado a


m áquina, con hilo de algodón blanco o gris plata sobre negro; esas
águilas de estilo R Z M venían en los tres tipos siguientes, según la
época de su producción:

T ip o 1 con la cabeza cuadrada m uy marcada (1938-1941)


T ip o 2 con la cabeza curva m enos m arcada (1942-1943)
T ipo 3 con la cabeza redonda y baja (1944-1945)

Según confirm an reiteradam ente las fotografías, las variaciones


de los tipos dependían de la época más que del fabricante. El águila de
cabeza cuadrada, «Tipo 1», aparece con frecuencia en las fotos anterio­
res a la guerra y en las tomadas durante las Blitzkrieg en el oeste y en
los Balcanes, en 1940 y 1941, m ientras que la insignia con el águila de
cabeza redonda no aparece nunca en esas fotografías. E n cambio, el
águila de cabeza redonda, la del «Tipo 3», aparece de form a sistemá­
tica en las guerreras de instrucción de camuflaje durante la batalla de
N orm an d ía y la de las Ardenas, m ientras que la insignia de «Tipo 1»
brilla po r su ausencia en esa etapa de la guerra.
En 1939 com enzó a aparecer una versión B E V O tejida a m áqui­
na del m odelo de 1938 del águila para la m anga, hecha en algodón
gris plano o hilo de seda para los soldados y en hilo fino de plata para
los oficiales. Se llevó m ucho en los uniform es de todo tipo de la
W affen-SS durante toda la guerra y las auxiliares fem eninas de las SS
llegaron incluso a utilizarla com o insignia para la gorra. El águila
B E V O tam bién se fabricó en color habano a partir de 1943 para el
uniform e tropical. Los oficiales con frecuencia se hacían bordar a
m ano las águilas de la manga en plata bruta y una vez más «Sepp»
D ietrich, para poner de relieve su posición exclusiva, se hacía hacer las
insignias en hilo de oro.
Además de los diversos tipos reglam entarios del m odelo 1938 del
Hoheitsabzeichen de las SS, a veces se llevaban otras águilas en el brazo
izquierdo de la guerrera de la Waffen-SS. Varios ex oficiales del ejér­
cito que habían pasado a la W affen-SS y extranjeros que habían pres­
tado servicio en las legiones de la W ehrm acht llevaban en la manga el
águila que en el ejército se llevaba en la delantera, ya fuera para des-
404 Historia secreta de las SS

La versión BEVO, tejida a máquina, del águila de las SS que llevaban en el brazo
los soldados.

tacar sus orígenes o sim plem ente porque les costaba m enos conseguir
el águila del ejército. El uso de águilas del ejército se popularizó sobre
todo durante la rápida expansión de la Waffen-S S en 1939 y 1940,
cuando escaseaban las águilas de las SS, y los ribetes con los Waffenfarben
al estilo del ejército y las insignias de cuello haciendo ju eg o estaban a
la orden del día. U nos pocos hom bres de la SS-V T y las SS-T V que
habían sido trasladados a unidades del ejército incluso llevaban el
águila del ejército en la parte delantera, a la derecha, m ientras que
seguían usando el águila de las SS en el brazo izquierdo. Las SS italia­
nas tenía su propia versión del águila de la m anga, que miraba hacia
la derecha y sujetaba unas fasces en lugar de una esvástica y, entre
agosto de 1942 y octubre de 1944, los m iem bros de la SS-
Fcldgendarmcrie llevaban el águila de la policía alemana, confecciona­
da en hilo anaranjado.
Además de las insignias m encionadas, com unes para la mayor
parte del personal de la Waffen-SS, existían varias otras parecidas que
tan sólo m erecen una breve m ención. Se crearon una serie de escu­
dos para el brazo para los voluntarios extranjeros de la Waffen-SS, que
La Waffen-SS 405

Un Obersturmführer del Batallón Médico de la SS-TV, trasladado temporalmente


al ejército para su entrenamiento, en 1939. Además de la habitual águila de las SS
en la manga, lleva el águila del ejército encima del bolsillo superior derecho. Esta
es la única fotografía que se conoce en la que aparecen las dos insignias al mismo
tiempo.
406 Historia secreta de las SS

T B

POP BU
g
►14
Selección de escudos de los voluntarios extranjeros, muchos de los cuales eran
de la Wehrmacht y se siguieron usando cuando la Waffen-SS absorbió las unidades
correspondientes, durante ei último año de la guerra. Se identifican aquí los
siguientes: (a) ucranianos; (b) armenios; (c) cosacos de Terek; (d) flamencos; (e)
rusos; (f) croatas; (g) cosacos del Don.

en general tenían la form a de banderas nacionales bordadas a m áquina


sobre un fondo negro de tela que medía aproximadamente sesenta por
cincuenta milímetros. Se estandarizaron en 1943 y, en su mayoría, los
confeccionaba una empresa de Berlín llamada Tröltsch & Hanselmann.
Al principio, los escudos se llevaban por encim a del distintivo del puño
y más adelante, por debajo del águila del brazo; poco a poco, fueron
reemplazando a las versiones del ejército que hasta entonces llevaban
m uchos extranjeros. En esos escudos aparecían las banderas de Bélgica,
D inam arca, Estonia, Francia, G ran Bretaña, H olanda, Letonia y
N oruega, m ientras que las insignias de los voluntarios albaneses, croa­
tas, finlandeses, flamencos y ucranianos solían presentar motivos herál­
dicos.
Se diseñaron una serie de insignias de oficios que indicaban apti­
tudes y especialidades, en form a de rom bos de tela negra que se lie-
La Waffen-SS 407

vaban en la parte inferior de la manga izquierda. Las insignias se co n ­


cedían al finalizar el curso de form ación correspondiente de las SS y
los que se graduaban en las escuelas militares estaban obligados a lle­
var la insignia del oficio del ejército, en lugar de la de las SS. A partir
de octubre de 1943 las tropas de m ontaña llevaban un edelweiss b o r­
dado a m áquina del lado izquierdo de la Bergmiitze y en la manga
derecha de la guerrera, por encim a del galón de h o n o r de la Vieja
Guardia, si tam bién lo llevaban. Las auxiliares fem eninas uniform adas
de las SS tenían una sola insignia, que consistía en un óvalo negro con
las runas de plata de las SS, que se cosía al bolsillo superior izquierdo.
O tros empleados civiles recibían brazaletes bordados, tejidos o im pre­
sos, con las palabras W affen-SS o Im Dienste der W affen-SS cuando
estaban de servicio y los jóvenes ayudantes de las SS para el fuego
antiaéreo, procedentes del este, llevaban brazaletes con los colores
nacionales.
D urante la segunda guerra m undial, los soldados de la W affen-SS
podían aspirar a toda la gama de condecoraciones militares nazis,
com o la C ruz de H ierro, la C ruz de Alemania, la C ruz al M érito en
la G uerra, etcétera. Por su participación en las batallas de C rim ea,
Dem yansk y Curlandia, los hom bres del Leibstandarte, la SS-Totenkopf-
D i vision y el 6o Waffen-Armeekorps der S S recibieron las distinciones de
cam paña correspondientes, m ientras que las tropas de todas las unida­
des llevaban placas de asalto de infantería, placas de asalto general,
medallas por las batallas con fuego antiaéreo y Panzer, placas de h e ri­
dos, galardones p o r destruir carros de com bate y el Pasador de Lucha
C u erp o a C uerpo. D e entre la plétora de condecoraciones de com ­
bate del Tercer R e ic h , no obstante, la única que destaca es la M edalla
al M érito en la G uerra de Guerrillas, por tener una relevancia espe­
cífica para las actividades de la W affen-SS y, po r tal m otivo, m erece un
tratam iento detallado.
Poco después de que Hitler invadiera la U nión Soviética, en junio
de 1941, la W ehrm acht tuvo que enfrentarse a un tipo de enemigo total­
m ente nuevo: partisanos con una organización profesional que atacaban
en grandes grupos y eran capaces de abordar y derrotar a unidades ale­
manas que tuvieran la fuerza de un batallón o incluso de un regim ien­
to. El m ovim iento de partisanos surgió com o consecuencia de la pre-
408 Historia secreta de las SS

senda, en el territorio ocupado po r Alemania, de unidades enteras del


Ejército R o jo que habían quedado aisladas po r la rapidez del avance
alemán. Ya en julio de 1941 el com ité central del Partido C om unista
invitó a los ciudadanos soviéticos a incorporarse a esas unidades y a
alzarse en armas y, al año siguiente, el alto m ando soviético tom ó m edi­
das para coordinar la actividad de las guerrillas, estableciendo el estado
mayor central del m ovim iento partisano. Se fueron suministrando cada
vez más oficiales de enlace, equipos de radio, armas y suministros y las
operaciones de los partisanos se integraron por com pleto dentro de la
estrategia del Ejército Rojo. Además de los ataques generalizados a las
comunicaciones alemanas, los partisanos realizaron esfuerzos concretos
para apoyar las ofensivas soviéticas, sobre todo en Kursk, y consiguieron
facilitar el avance de las fuerzas convencionales al asegurar puentes e
instalaciones clave a m edida que avanzaban. La extensa superficie que se
extendía detrás de las líneas alemanas y el terreno de bosques, m onta­
ñas y pantanos se prestaba a los ataques de la guerrilla y los partisanos
obtuvieron un éxito tras otro. Llegaron a ser alrededor de cuatrocientos
mil en Varsovia. trescientos noventa mil en Yugoslavia, doscientos trein­
ta mil en los países bálticos, ciento cincuenta mil en Bielorrusia, cin­
cuenta mil en el norte de Italia, cuarenta m il en U crania, cuarenta mil
en Grecia y treinta y cinco m il en Albania. E n la mayor ofensiva alema­
na antipartisana de la guerra, la «operación Cottbus», que tuvo lugar en
Bielorrusia en ju n io de 1943, participaron casi diecisiete mil soldados
alemanes; fue tan brutal e implacable que en la zona de las operaciones
no quedó nada con vida, ni seres hum anos ni animales. N o obstante,
com o solía ocurrir en ese tipo de hostilidades, «Cottbus» no logró cap­
turar a su presa y constituyó un grave contratiem po para los alemanes.
E n la lucha entre nazis y partisanos ni se pedía m se daba cuartel. A las
atrocidades cometidas contra los soldados alemanes capturados se res­
pondía con una política de exterm inio p o r parte de las fuerzas de ocu­
pación. Por ejemplo, al entrar en Taganrog, el Leihstandarte encontró los
restos mutilados de seis de sus hombres, a los que habían m atado y arro­
jado a un pozo. D urante los tres días siguientes las tropas de D ietrich
fusilaron a alrededor de cuatro mil prisioneros rusos en represalia. La
lucha antipartisana cada vez com prom etía a más soldados alemanes de
todos los servicios de com bate y, en poco tiem po, grandes tramos del
La Waffen-SS 409

territorio ocupado por los alema­


nes se convirtieron prácticam ente
en zonas en las que no se podía
entrar, lo que facilitaba todavía más
la coordinación de la actividad de
los partisanos.
La campaña contra ese «ene­
m igo invisible» dio un giro im por­
tante cuando, en octubre de 1942,
encom endaron a H im m ler todas
las operaciones antipartisanas. En
un discurso que pronunció poco
después, m anifestó que el nuevo
enem igo no m erecía el título de
«partisanos», que tenía connotacio­
nes patrióticas, ya que sim plem en­
te eran m iem bros de lo que él lla­
m aba pandillas de forajidos, o
Banden, y ordenó que, en todos los
Insignias gremiales de las SS. Se lleva­
casos, había que acabar con esas ban en la manga izquierda, por encima
guerrillas de gángsteres y ejecutarlos del distintivo del puño, e indicaban
las siguientes especializaciones o
sin ju icio previo. H im m ler nom bró aptitudes: A - herrero; B - oficial técnico;
jefe de su contraguerrilla al SS- C - encargado de las comunicaciones;
D - suboficial de transporte; E -
Obergruppenführer E rich von dem
veterinario; F - oficial médico; G -
Bach, un hom bre que sentía un ordenanza médico; H - músico; I - oficial
odio tan patológico por todo lo jurídico; J - oficial adm inistrativo;
K - suboficial armero; L - timonel.
eslavo que, en noviem bre de 1940,
había suprim ido el «Zelewski» del
final de su nom bre por parecerle «demasiado polaco». H im m ler y Von
dem Bach dispusieron la form ación d.e gran cantidad de regim ientos
de policía de las SS, regimientos de fusileros de la policía y batallones de
la Schimia para luchar contra los partisanos, dejando de ese m odo libre
al ejército para prestar servicio en la línea del frente. En agosto de
1944 se alzaron en Varsovia los partisanos del «Ejército N acional
Polaco», previendo la asistencia del Ejército R ojo, que se aproxim aba,
pero que no llegó a concretarse nunca. Al principio, los rebeldes co n ­
410 Historia secreta de las SS

siguieron controlar dos tercios de la ciudad, pero la ferocidad de la res­


puesta de las SS y la policía, que arrasaron la capital de Polonia, obli­
gó a las guerrillas a pasar a la clandestinidad, a refugiarse en las alcan­
tarillas, donde poco a poco fueron reducidas y derrotadas po r fuerzas
equipadas con vehículos blindados y lanzallamas, con el apoyo de los
escuadrones de Stukas de la Luftwaffe. Entre las tropas de las SS que
m ayor actividad desarrollaron en Varsovia figuran las brigadas
Kaminski y Dirlew anger, unidades terroristas compuestas por delin­
cuentes convictos, especialm ente seleccionados p o r su brutalidad y su
prescind ibilidad. Aplastar el alzam iento de Varsovia fue la victoria anti-
partisana más destacada que obtuvieron los alemanes durante la gue­
rra.Von dem Hach, que estuvo en persona al m ando de un g rupo de
batalla durante la acción, recibió la C ruz de Caballero cuando la lucha
concluyó con éxito.
A raíz de la ferocidad de la guerra que se libró contra los partisa­
nos, al final surgió la necesidad de crear una nueva condecoración
para com pensar a los que habían participado en ella durante un
p eríodo prolongado. El treinta de enero de 1944 H itler instituyó la
Bandenkampfabzeichen, literalm ente la «medalla de la batalla de los ban­
didos» o, más exactam ente, la «Medalla al M érito en la G uerra de
Guerrillas». Se le dio el no m b re oficial de K am pfabzeichen der
W a ffen -S S und Polizei (medalla de la batalla de la W affen-SS y la
policía) y fue la única condecoración m ilitar del Tercer R e ic h atri­
buida concretam ente a las SS. La concesión de la m edalla no se hacía
en nom bre del C om andante Suprem o de la W ehrm acht, com o solía
o cu rrir con las condecoraciones militares, sino en n om bre del
Reichsführer de las SS. Ln una orden expedida por el cuartel general de
cam po de H im m ler el uno de febrero de 1944 se establecía lo
siguiente:

1. La M edalla al M érito en la G u erra de G uerrillas reconoce el


valor y la conducta m eritoria de quien la recibe.
2. Se concede en tres grados: bronce, plata y oro.
3. La Medalla al M érito en la G uerra de Guerrillas se puede con­
ceder a todos los oficiales, suboficiales y soldados que hayan
participado en operaciones contra la guerrilla.
La Waffen-SS 411

4. La calificación para la concesión es la siguiente:


(a) bronce -veinte días de com bate
(b) plata -cincuenta días de com bate
(c) oro -cien días de com bate.
5. Se entiende p o r día de com bate aquel en el que el receptor ha
participado en com bate directo (cuerpo a cuerpo) con los
guerrilleros.
6. Los días de co m b ate se p u e d e n c o n ta r a p a rtir del u n o de
enero de 1943.
7. La M edalla al M érito en la G uerra de Guerrillas se puede lle­
var encim a del bolsillo superior izquierdo de todos los unifor­
mes de las SS, la policía y el NSDAP.
8. La m edalla se concede con una m ención.
9. La entrega de medallas postum as para quienes las m erecieran
antes de m orir en combate se hará a sus familiares más cercanos.

Por consiguiente, los requisitos para recibir la medalla eran m uchos,


con lo cual la Batidenkampfabzeichen resultaba m ucho más difícil de con­
seguir que otras condecoraciones similares, com o la Placa de Asalto de
Infantería.
El diseño de la M edalla al M érito en la G uerra de Guerrillas esta­
ba basado en el de la insignia del Freikorps de Silesia de 1919 y pre­
sentaba una corona de hojas de roble alrededor de una espada con una
esvástica con form a de rueda solar (que representaba a las fuerzas ale­
manas y las auxiliares) clavándose en una hidra (los partisanos). La
hidra era una serpiente de m ar fabulosa de la m itología griega, dota­
da de m últiples cabezas, que prácticam ente resultaba indestructible,
puesto que las cabezas volvían a crecerle en seguida, en cuanto las cor­
taban. El paralelismo con las fuerzas de los partisanos, que volvían a
surgir con energía una y otra vez, resulta evidente. En la punta de la
espada había una cabeza de la m uerte, apropiada por partida doble,
puesto que simbolizaba al m ism o tiem po la participación de las SS y
el carácter m ortal de la lucha que se desarrollaba.
H im m ler se reservó el derecho a conceder personalm ente la
medalla de oro, lo que no es de extrañar, puesto que equivalía a ganar
dos veces el prestigioso Pasador de Lucha C u erp o a C u e rp o en oro.
412 Historia secreta de las SS

En el Völkischer Beobachter del vein­


tiuno de febrero de 1945 se infor­
maba de que: «El Reichsführer-S S
entregó ayer las prim eras medallas al
M érito en la G uerra de G uerrillas
en O ro a cuatro m iem bros de la
W affen-SS que participaron en los
com bates que tuvieron lugar en la
costa del Adriático.» El prim ero en
recibirla fue el SS-Obersturmführer
Erich K ühbandner, de la 24a División
La Medalla al Mérito en la Guerra de las SS, que había sido ascendido
de Guerrillas en bronce. Los primeros
en recibir esta condecoración poco concretam ente para luchar contra los
común fueron oficiales y soldados partisanos en la meseta de Kras y en
de las SS durante el segundo
los Alpes Julianos. Teniendo en cuen­
semestre de 1944.
ta que ya estaban al final de la guerra
y el tiem po que se tardaba en tram i­
tar las solicitudes y organizar las ceremonias de concesión, es poco pro­
bable que se entregaran más medallas de oro. Hasta las medallas de
bronce y de plata eran m uy cotizadas por la W affen-SS y la policía, y
se concedieron m uy pocas veces, ya que las probabilidades de sobre­
vivir a más de unos cuantos días de com bate cuerpo a cuerpo con los
partisanos eran, sin duda, remotas.
E n m uchos sentidos, el diseño y la historia de la M edalla al
M érito en la G uerra de Guerrillas representa la situación desesperada
y hostil en que se encontraba la W affen-SS en el últim o año de la gue­
rra. Todavía cuesta conciliar los notables éxitos obtenidos por las SS en
el cam po de batalla con las indudables atrocidades que algunas de sus
unidades com etieron contra soldados y civiles por igual.
E p íl o g o

n el o to ñ o DE 1944 la O rd en N egra había conseguido casi

E todo el poder político, m ilitar y económ ico en Alemania, y sólo


había dos hom bres que contaban realm ente en todo el R eich: A dolf
H itler y H ein rich H im m ler. La prensa sueca ya llamaba a H im m ler el
«dictador alemán» y, com o C o rin g había caído en desgracia hacía
tiempo, muchos eran de la opinión de que el Rcichsjiihrcr de las SS se limi­
taba a esperar la m uerte de H itler para situarse a sí m ism o a la cabe­
za del régim en nazi. C o m o com andante en jefe del ejército nacional,
fue H im m ler quien trazó los planes para la defensa desesperada de la
patria y am enazó con castigar a todos los desertores, no sólo con su
propia ejecución, sino tam bién con la de toda su familia. E n todo el
país se pusieron en acción con­
sejos de guerra sumarios de la
W a fjen -S S y c o m en zaro n a
ahorcar en árboles y farolas a los
holgazanes y a los que se esca-
queaban, para que sirvieran de
ejem plo a los demás. Los hom ­
bres de la Allgemeine-SS que
prestaban servicio en la W ehr­
m acht y con el Volkssturm se
m antenían cada vez más atentos
por si se oían com entarios
derrotistas, e informaban si las
sentencias de los consejos de
guerra regulares respetaban los
rígidos principios de Him mler.
E n noviem bre, el poder del
Reichsfiihrer alcanzó el punto cul­
El Reichsführer de las SS en noviembre
minante, porque el nueve de ese de 1944, cuando ya había sido aceptado
mes se le concedió el privilegio como heredero forzoso de Hitler.
414 Historia secreta de las SS

Hitler saluda a «der treue Heinrich» en el cuartel general del Führer, mientras
Martin Bormann acecha al fondo. Sobre el bolsillo superior izquierdo, Himmler
lleva la Medalla al Piloto Observador en oro con diamantes, un regalo personal de
Hermann Göring.

único y simbólico de ocupar el lugar de H itler para pronunciar el dis­


curso tradicional en la cervecería para conm em orar el putsch de M unich.
F.n el fondo, no obstante, acechaba un misterioso rival en la lucha
por el poder. M artin B orm ann, jefe de la cancillería del partido y p rin ­
cipal asesor de Hitler sobre el NSDAP, había recibido la O rd en de la
Sangre, pero no por haber tenido participación alguna en el putsch de
M unich sino porque había pasado un año en la cárcel po r un asesinato
político. Era SS-Obergruppenführer, pero sentía un odio celoso hacia
1 Iiinm ler y anhelaba su caída. B orm ann sabía que el Reichsführer no era
buen estratega militar y, en un artero intento para desacreditarlo, con­
venció a Hitler para que nombrara al jefe de las SS para ocupar el puesto
vacante de com andante del grupo de ejército del alto R in, a p rinci­
pios de diciembre, con lo cual, en efecto, H im m ler asumía las respon­
sabilidades de un mariscal de campo de la W ehrm acht en el m om ento
crítico en que las fuerzas armadas se desm oronaban en todos los fren­
tes. C om o era de esperar, el archipolicía H im m ler fracasó po r com ple­
to en su nuevo papel de militar y no le fue m ejor cuando le nom bra­
ron para hacerse cargo del G rupo de Ejército del Vístula en enero de
Epílogo 415

La oficina de reclutamiento de la Waffen-SS en Calais, abandonada, el doce de


octubre de 1944. Más de ocho mil franceses se incorporaron a la Waffen-SS
durante la segunda guerra mundial.

1945. Perseguido por el espectro de la derrota, incapaz de asumir sus


obligaciones personales, por entonces inmensas, e inseguro de seguir
gozando del favor de H itler en esos tiempos imprevisibles, H im m ler
cogió una larga baja por enferm edad, por una «fuerte gripe», y se refu­
gió en el hospital de las SS en 1 lohenlychen, dirigido por su viejo amigo
Karl Gebhardt. El veinte de marzo, el Führer, desilusionado, lo relevó del
m ando del ejército delVístula. El plan urdido por B orm ann había sali­
do a la perfección y le convirtió en el nuevo favorito para suceder a
H itler com o jefe del NSDAP.
Tras su súbito desprestigio y habiendo perdido, en consecuencia,
toda esperanza realista de sucesión, H im m ler decidió entonces salvar su
propio pellejo y el de sus camaradas de las SS, para lo cual inició en
secreto negociaciones de paz con los aliados occidentales, utilizando
com o baza a im portantes internos de los campos de concentración. A
principios de abril, el conde Folke B ernadotte, vicepresidente de la
C ruz R o ja sueca, que fue aceptado com o interm ediario en las conver­
saciones, se entrevistó con H im m ler po r segunda vez en H ohenlychen
416 Historia secreta de las SS

para analizar las posibilidades de acordar una capitulación de Alemania


en el frente occidental. B ernadotte estaba dispuesto a apelar a
Eisenhow er sólo si H im m ler se declaraba sucesor de Hitler, disolvía el
NSDAP y liberaba a todos los prisioneros escandinavos retenidos en
Alemania. Pero H im m ler no se decidió. Se veía a sí mism o com o el
nuevo salvador de la Alemania nazi, pero, a] mism o tiem po, no podía
desprenderse de la abrum adora influencia psicológica de Hitler, a la que
había estado som etido desde 1923. El trece de abril de 1945 el propio
H im m ler denunció por traidor a su antiguo ayudante, Karl Wolff, cuan­
do este inició por su cuenta sus propias negociaciones de paz con los
aliados en Suiza. La situación em peoró de form a alarmante cuando
otros destacados líderes de las SS fueron presa del pánico y com enzaron
a abandonar en grandes cantidades la nave que estaba a punto de nau-

Uno de los suboficiales veteranos de ia Totenkopf en Belsen, cuando le registran


los soldados británicos, tras la liberación del campo, el diecisiete de abril de 1945.
Epílogo 417

Oficiales y soldados de las SS retiran cadáveres en Belsen, el diecisiete de abril de


1945. A finales de 1944 y principios de 1945 los prisioneros de Auschwitz,
Majdanek y los demás campos de exterminio fueron obligados a marchar hacia el
oeste, ante el avance ruso, y depositados en campos de concentración alemanes.
Fueron los «esqueletos humanos» que los británicos y los estadounidenses
liberaron al finalizar la guerra.

fragar.Tres SS-Obergruppenführer, a saber, Felix Steiner. C u rt von G ottberg


y R ichard Hildebrandt, se plantearon seriamente un plan para asesinar a
H itler'com o un m edio para poner fin a la guerra rápidamente, e incluso
Ernst Kaltenbrunner, de la R SH A , tramó la rendición de Austria a los
estadounidenses. En las SS reinaba el consenso general de que lo que
m ejor convenía a sus intereses para después de la guerra sería que el jefe
del Estado fuera H im m ler y que este pudiera negociar en su nombre.
418 Historia secreta de las SS

El SS-Standartenführer Walther Rauff (a la izquierda), jefe de la Policía de seguridad


de Milán, se rinde a los estadounidenses el treinta de abril de 1945. Rauff también
era Korvetten-Kapitän der Reserve en la marina y participó en las acciones de la
Kriegsmarine en el norte de África, por lo que recibió el distintivo para el puño de
la campaña de «África», que aparece aquí en la manga de su uniforme de las SS.

El diecinueve de abril, el SS-Brigadcfulirer W alter Schellenberg,


subordinado de K altenbrunner, im ploró por últim a vez a H im m ler,
en nom bre de una sección cada vez más num erosa de dirigentes de las
SS, que depusiera a H itler y firm ara la paz. El R<eichsfültrcr titubeó, pero
su coraje flaqueó una vez más. Al día siguiente acudió al búnker del
canciller a presentarle sus respetos en el cum pleaños de su jefe y
trató, infructuosam ente, de convencer a H itler de abandonar la capi­
tal y proseguir la batalla desde un reducto alpino en el sur de
Alem ania.Tras el escaso festejo de cum pleaños, H im m ler se despidió
por últim a vez de H itler y salió de B erlín en dirección a su cuartel
general de cam po en H ohenlychen. El veintiocho de abril llegó al
Führerblinker la noticia de que Schellenberg, supuestam ente en n o m ­
bre del Reichsführer de las SS, había ofrecido a los aliados occidentales
la capitulación incondicional de Alemania que ellos, p o r supuesto,
habían rechazado. Es probable que H im m ler no hubiera autorizado
Epílogo 419

Oficiales del Leibstandarte y de «Der Führer», adscritos a la 24a División de las SS,
se rinden ante los británicos cerca de Treviso, en el norte de Italia, el siete de mayo
de 1945. El Obersturmführer que va a la izquierda, con la gorra de campo tropical
y los pantalones cortos, lleva la Medalla al Mérito en la Guerra de Guerrillas en
plata, por encima de sus demás condecoraciones.

nunca oficialm ente la oferta de Schellenberg, no obstante lo cual


H itler quedó paralizado ante la aparente revelación de la traición de
der treue Heinrich. D e inm ediato, ordenó al personal de las SS que
estaba en la habitación que se retirara de su presencia y entonces
envió a B orm an n con órdenes de arrestar a H im m ler y, al m ism o
tiem po, de expulsar al Reichsführer del N SD A P y de todos sus cargos
en el gobierno. Entonces H itler nom bró nuevo ReichsfüJirer-SS al S S -
Obergruppeiiführcr Karl Hanke, jefe de distrito de la Baja Silesia. Sin
em bargo, H anke no se enteró jam ás de su prom oción, porque ya había
abandonado su puesto en la ciudad sitiada de Breslau y había huido
en uno de los pocos helicópteros que todavía funcionaban.
Cuarenta y ocho horas después, 1 íitler había m uerto y el Tercer
R e ic h había llegado a su fin. En su lugar reinaban el caos y la confu­
sión. El alm irante 1Jönitz, a la cabeza de lo que quedaba del gobier­
no nazi, confirm ó que no tenía lugar para H im m ler en su efímera
420 Historia secreta de las SS

adm inistración. Los oficiales y soldados de todas las ramas de la orga­


nización, temerosos ante las represalias de las que, seguram ente, serían
objeto, quem aron sus uniform es, expedientes y papeles de identifica­
ción, desecharon los puñales, las espadas y los anillos de la cabeza de
la m uerte, reunieron el botín que pudieron y corrieron a esconderse.
A los que fueron capturados los pusieron a trabajar para p o n er en
orden la situación y después los enviaron en tropel a D achau y a otros
campos, pendientes de que se iniciasen un proceso de desnazificación
y los posibles procedim ientos criminales. Había llegado la tan tem ida
hora de la verdad.
El alto el fuego convenido po r D ó n itz el cinco de mayo de 1945
m arcó el final del cam ino para H im m ler. Todos los oficiales de la
W ehrm acht que se habían congregado rápidam ente en to rn o al almi­
rante para que no los acusaran de crím enes de guerra echaron toda la
culpa de lo o currido en la Alemania nazi a las SS y a la persona del
Reichsführer. El seis de mayo H im m ler reunió al resto de su séquito
que le seguía siendo fiel, que incluía a su herm ano G ebhard, Hans
Prützm ann, Léon D egrelle y varios jefes de Hauptamt, generales de la
policía y dirigentes de la W affen-SS, y pronunció su discurso de des­
pedida. Al finalizar, les entregó docum entos de identidad falsos y
aconsejó a sus seguidores que se «perdieran en la W ehrm acht». Cada
uno siguió su propio camino. H im m ler se hizo con los papeles de un
ex sargento de la policía m ilitar llamado H einrich H itzinger, al que las
SS habían ejecutado por derrotism o. T am bién llevaba una am polla de
cianuro y se hizo perforar uno de los molares para guardarla. N o le
cabía ninguna duda acerca del destino que le aguardaba, a él y a sus
principales cómplices, en caso de caer en m anos del enem igo.
El diez de mayo H im m ler em prendió viaje a pie, de Flensburg a
Baviera. Lo escoltaban el SS-Obersturmbannführer W erner G rothm ann
y el SS-Hauptsturmführer H einz M acher, ambos con uniform e del
ejército. G rothm ann, que sólo tenía veintinueve años, había sido el
edecán personal del Rcichsführer desde 1943 y era uno de sus subor­
dinados más leales. M acher, a pesar de tener cuatro años m enos, era
un veterano curtido en el com bate y había ganado las Hojas de R o b le
para su C ru z de Caballero en 1944, m ientras prestaba servicio en la
«Das R.eich» en Rusia. Fue M acher el que había hecho volar el cas-
Epílogo 421

Himmler después de su suicidio, el veintitrés de mayo de 1945.

tillo de W ewelsburg el mes anterior, siguiendo órdenes directas de


H im m ler, para evitar que fuera capturado p o r los aliados, y tam bién
se le había encom endado la tarea de enterrar los tesoros del castillo, que
incluían los más de nueve m il anillos de la cabeza de la m uerte que se
guardaban en el santuario en hom enaje a los hom bres de las SS que
habían m uerto en com bate. Protegido p o r sus dos incondicionales,
H im m ler pretendía sumarse a m uchos otros líderes de las SS y el
N SD A P que habían huido hacia el sureste, en dirección a los Alpes.
Sin em bargo, los tres hom bres fueron arrestados p o r los británicos el
veintiuno de mayo, en u n puesto de control habitual entre H am burgo
y Brem en. Dos días después llegaron a un centro de interrogatorios
situado en Barfeld, cerca de Lüneburg, donde se confirm ó la identi­
dad del ex Reichsführer. C uando sus captores, eufóricos, com enzaron a
interrogarlo, H im m ler m ordió la cápsula de cianuro y m u rió al cabo
de pocos m inutos, evitándose así la hum illación de un ju icio de escar­
m iento y el inevitable destino de la soga al cuello. Lo enterraron en
una tum ba sin identificar, en las landas de Lüneburg, y su disco de
identidad falso, las gafas y unas cuantas de sus escasas posesiones se dis-
422 Historia secreta de las SS

Un cuadro que muestra la organización de la RSHA se presenta en Nûremberg


durante el juicio a los hombres de las SS y el SD, el veinte de diciembre de 1946.

tribuyeron com o recuerdo entre el personal del servicio secreto de los


aliados que se encontraba presente.
Tan sólo un núm ero reducido de dirigentes de las SS siguieron el
ejem plo de H im m ler y se suicidaron. Figuran entre ellos Hans
Prützm ann, Philipp Boulder, H erb ert Backe, Leonardo C onti, O dilo
G lobocnik, F riedrich-W ilhelm K rüger y E rn st-R o b e rt Grawitz; este
últim o se voló a sí m ism o y a toda su familia con granadas de m ano.
Christian Weber, el antiguo veterano del Stosstrupp m urió en acción en
Baviera al final de la guerra y Karl H anke, el últim o Reichsführer de las
SS, m urió apaleado por los checos un par de meses después. M uchos
oficiales de las SS, incluidos el jefe de la Gestapo, H ein rich M iiller, el
inspector general de los campos de concentración, R ichard Glucks y
Epílogo 423

Otto Ohlendorf se declara «no culpable» en Nuremberg, el quince de septiembre


de 1947. Detrás de él están sentados sus antiguos colegas de la RSHA, Heinz
Jost, Erich Naumann, Werner Braune y Walter Hänsch. Como antiguo comandante
del Einsatzgruppe «D» en Rusia y jefe del SD en Alemania, Ohlendorf fue
condenado a muerte.

el infam e doctor Josef M engele, sim plem ente se perdieron en la clan­


destinidad, com o había recom endado H im m ler.
D urante la segunda m itad de 1945 los aliados, victoriosos,
em prendieron de form a concertada la tarea de investigar y capturar a
todos los antiguos m iem bros de las SS, sobre la que declararon que
había sido una organización ilegal y terrorista. Su objetivo fundam en­
tal era llevar a sus dirigentes ante un tribunal m ilitar para que respon­
dieran a las acusaciones de crím enes de guerra. Se sucedieron las
detenciones masivas y treinta y dos mil hombres que habían pertenecido
a las SS fueron confinados, tan sólo en D achau, antes de que acabara
el año. Franz B reithaupt m urió en P rien poco después de ser deteni­
do por los británicos y M axim ilian von H erff tuvo un destino similar
en el cam po de prisioneros de guerra de C ornshead P nory, en el lago
W inderm ere (Inglaterra), el mismo mes en que falleció W alter
Schm itt en Dablice com o prisionero de los checos. Los que sí fueron
424 Historia secreta de las SS

som etidos a ju ic io en N urem berg y en otros sitios, entre 1946 y 1947,


recibieron sentencias diversas. Ernst K altenbrunner, Osw ald Pohl,
A rthur Greiser, Karl H erm an n Frank, K urt Daluege, Karl G ebhardt,
Friedrich Jeckeln, Karl Brandt y A lbert Forster, ju n to con otros die­
ciocho generales de las SS y la policía m enos conocidos, fueron co n ­
denados a m uerte y ejecutados por su participación en la política de
exterm inio nazi. El m ism o trato recibieron num erosos m iem bros más
jovenes que habían trabajado en los campos de concentración, habían
prestado servicio en los Einsatzgruppen o habían participado en las
atrocidades com etidas por la Waffen-SS. A G ottlob B erger le co n d e­
naron a veinticinco años de prisión; W erner Lorenz y H ans Lam m ers
fueron condenados a veinte años de cárcel cada uno, a W ilhelm
K eppler le dieron diez años y W alter Buch fue condenado a cinco
años de trabajos forzados antes de suicidarse. A G ustav-A dolf Scheel
y a W riter Schellenberg les condenaron a cinco años de prisión y a
O tto D ietrich, a uno. E rich von dem Bach, firm e candidato a la pena
de m uerte, salvó el cuello y consiguió que no le extraditaran a Polonia
po r presentarse com o testigo de cargo en N urem berg. La mayoría de
esos hom bres cum plieron su período de prisión, que a m en u d o se
redujo por apelaciones o po r buena conducta, y siguieron disfrutan­
do de una vida confortable, en Alem ania O ccidental, después de la
guerra. D e hecho, durante años, los servicios secretos aliados pidieron
consejo a Schellenberg y a sus antiguos colegas de la R S H A y les
pagaron con generosidad para beneficiarse de su experiencia en el
espionaje y las técnicas de interrogatorio.
En cuanto a los demás antiguos com andantes y personalidades
destacadas de las SS, Franz Xaver Schwarz m urió debido a su mala salud
en el campo de internam iento de Ratisbona, en 1947, mientras que
U lrich Greifelt m urió en febrero de 1949 en Landsberg, tam bién tras una
larga enferm edad. U lrich G raf m urió en la pobreza en M unich, en
m arzo de 1950, seguido por R ichard H ilderandt en 1951. R ichard
W alther D arré m urió por insuficiencia hepática dos años después;
R u d o lf Diels se disparó accidentalm ente y m u rió durante una expe­
dición de caza en noviem bre de 1957, y M ax A m ann m u rió en la
pobreza ese m ism o año, después de que un tribunal de desnazificación
le confiscara toda la riqueza que había acum ulado p o r la publicación
Epílogo 425

de M ein Kampf. H einz R einefarth, el prim er m iem bro de las SS que


obtuvo la C ru z de Caballero y com andante de las unidades policiales
que intervinieron en el aplastam iento del alzam iento deVarsovia tuvo
más suerte: hizo carrera en el gobierno m unicipal y, en 1958, fue
nom brado Bürgermeister de W esterland. Su estrecho colaborador en la
policía, Alfred W ünnenberg, m urió en Krefeld en 1963. Karl Wolff,
siem pre tan persuasivo, estableció un próspero negocio de relaciones
públicas hasta que le cayó una tardía condena a diez años de prisión,
en 1964, después de las revelaciones que se produjeron en el ju icio de
Eichm ann. Hans Jü ttn e r m u rió en Bad T ölz en 1965 y, en 1966, cua­
tro antiguos generales de la Waffen-SS, a saber, «Sepp» D ietrich, G eorg
Keppler, H erbert Gille y Felix Steiner, sucum bieron a distintas enfer­
medades. y fueron enterrados después de unos funerales a los que asis­
tieron centenares de veteranos de la W affen-SS. Julius Schaub siguió
ejerciendo su profesión de quím ico en M ú n ich hasta su fallecim ien­
to en 1967, m ientras que tanto Karl Fiehler com o Jakob G rim m inger
m urieron en el anonim ato en 1969. Em il M aurice, en parte ju d ío y
m iem bro núm ero dos de las SS (H itler tenía el núm ero uno), vivió
hasta 1972, el m ism o año en que, con noventa y dos años, dieron
sepultura en presencia de sus antiguos camaradas a Paul Hausser, el
venerado «padre de la Waffen-SS». W erner Lorenz m urió en 1974;
G ottlob Berger, en 1975 y August Heissmeyer, en 1979. El últim o jefe
superviviente de una Hauptamt, Karl Wolff, pasó a m ejor vida en
R o se n h e im en 1984. C o n su m uerte se extinguieron finalm ente los
antiguos líderes de alta graduación de las SS y los últim os m iem bros
de la Vieja Guardia de la organización.
N o obstante, si bien la mayoría de los m áxim os dirigentes de las
SS eran demasiado conocidos para no ser detectados ni. arrestados po r
los aliados al finalizar la guerra, había m uchos individuos más anóni­
mos, casi sin rostro, que no tuvieron dificultades para no ser captura­
dos; destacan entre ellos H ein rich M üller, R ich ard Glücks y el doc­
to r Josef M engele, condenados a m uerte en ausencia por el tribuna:
de N úrem berg po r su vinculación con el program a de exterm inio.
Centenares de jóvenes oficiales y suboficiales de las SS que habían for­
m ado parte de las unidades de guardia de los campos de concentra­
ción, policías que habían prestado servicio en los Einsatzgruppen en el
426 Historia secreta de las SS

este y voluntarios extranjeros com o Léon Degrelle, considerados


architraidores en su propio país, lograron huir hacia la seguridad de
países amigos y com enzaron una vida nueva y cóm oda a partir de
1945. Pudieron hacerlo gracias, casi exclusivam ente, a la colaboración
que les b rindó una red de escape amplia y eficaz, com o no podía ser
de otra m anera, organizada por las SS en sus últimas etapas.
A finales de 1944 H im m ler ordenó a la R S H A que preparara
docum entos de identidad falsos y pasaportes con nom bres ficticios que
posteriorm ente se distribuyeron entre algunos m iem bros destacados de
las SS y el N SD A P U na vez firmada la rendición, m uchos nazis im por­
tantes se escondieron o actuaron abiertam ente con su nuevo seudóni­
mo. E n las propias narices de la administración aliada se establecieron
valiosos contactos entre los jerarcas nazis que estaban en la cárcel y los
nuevos grupos clandestinos que estaban fuera, utilizando códigos secre­
tos inventados por el SD antes de la caída del Tercer Reich. La prim era
organización general que coordinó todas esas actividades se llamaba
Spinne (araña) y se limitó a actuar en la propia Alemania. Sin embargo,
los principales ex miembros de las SS no quisieron quedarse demasiado
tiem po dando vueltas por su patria, de m odo que en 1946 decidieron
que había llegado el m om ento de establecer una red de escape m un­
dial. Por tanto, al año siguiente nació ODESSA, la O rganisation der SS-
A ngehërigen (Organización de M iem bros de las SS).
En un plazo increíblem ente breve y aprovechando la experiencia
de sus veteranos de la R S H A , OD ESSA estableció un sistema eficaz de
mensajeros que lograron sacar clandestinamente del país a hom bres bus­
cados de las SS y a otros nazis. Unos cuantos individuos emprendedores
incluso consiguieron trabajo com o conductores de los camiones del
ejército de Estados Unidos en la Autobahn (autopista) de M u nich a
Salzburgo, ocultaban a los fugitivos en la parte trasera de los vehículos,
que rara vez eran registrados por la policía militar estadounidense,y atra­
vesaban la frontera de Austria sin correr riesgos. Cada sesenta kilómetros,
aproximadamente, había un Anlaufsteile (centro de recepción) de O D E S ­
SA, del que se encargaban com o m ínim o tres personas, pero no más de
cinco, que sólo conocían a los Anlaiijstellcn situados a ambos lados en la
misma ruta. Esos puntos de relevo abarcaban toda la frontera germ ano-
austríaca; los más importantes estaban situados en O sterm iething, en la
Epílogo 427

Alta Austria, Zell-am -See, en el distrito de Salzburgo, e IgJs, cerca de


Innsbruck, en el Tirol. M uchos fugitivos de las SS acabaron en Bregenz
o en Lindau, situadas ambas a orillas del lago Constanza, desde donde
cruzaron a Suiza y, posteriorm ente, embarcaron en vuelos de líneas
aéreas civiles para dirigirse a O rien te Próxim o o a Am érica del Sur.
O D ESSA dirigía tam bién la llamada ruta de los m onasterios, entre
Austria e Italia, m ediante la cual unos religiosos católicos favorables a la
causa, sobre todo frailes franciscanos, hacían pasar a los hom bres perse­
guidos de las SS por una serie de pisos francos religiosos. Además, la
organización tenía conexiones con contrabandistas profesionales en
todas las zonas fronterizas y m antenía valiosos contactos en las embaja­
das de España, Egipto, Siria y numerosos países suramericanos en dis­
tintas capitales europeas. U no de los principales organizadores fue el
Obersturmbannführer Franz K oestel, e x m iem bro de la D ivisión
«Frundsberg» de la W affm -SS que, a pesar de no figurar en la lista de
«buscados», actuaba bajo el nom bre supuesto de H addad Said y colocó
a m uchos de sus antiguos colegas com o asesores militares de los gobier­
nos de los Estados árabes en vías de desarrollo.
Todo eso costaba dinero, un recurso al que O D ESSA tenía un
acceso fácil, casi ilimitado. Las enorm es ganancias acumuladas a través
de las operaciones económ icas de las SS, las cuantiosas donaciones
recibidas a lo largo de m uchos años de m iem bros del Freundeskreis
R fS S y el Fördernde Miglieder, y el dinero en efectivo obtenido con la
venta de los bienes confiscados a los judíos y los tesoros artísticos
saqueados en los territorios ocupados habían colm ado las arcas de las
SS durante la guerra. A principios de 1945 la W VHA. y la R S H A se
confabularon para liquidar todos los bienes que le quedaban a las SS y
para transferir el grueso de ese dinero a cuentas bancarias abiertas en
países neutrales; posteriorm ente se utilizaron esos fondos para crear y
financiar más de setecientas cincuenta empresas patrocinadas p o r las SS
que surgieron en todo el m undo: 112 en España, 58 en Portugal, 35
en Turquía, 98 en Argentina, 214 en Suiza y 233 en otros países. D e
pronto y de form a inesperada, antiguos oficiales de confianza de las SS
disponían de sumas considerables, depositadas en su cuenta bancaria
personal, lo que explica que m uchos de ellos llegaran a ser «empresa­
rios de éxito» en su vida posterior. En una visita a su banco, en 1947,
428 Historia secreta de las SS

un ex Obersturmbannführer descubrió que su cuenta, que hasta la sem a­


na anterior había tenido el m odesto saldo de doce mil marcos, había
aum entado bruscam ente a más de 2.600.000 marcos. N o tenía ni idea
del lugar de donde procedía ese dinero adicional, hasta que recordó la
m isteriosa visita de dos altos oficiales de las SS que fueron a verlo en
el o to ñ o de 1944, le preguntaron el núm ero de su cuenta bancaria y
le hicieron firm ar dos hojas de papel en blanco. A unque p o r aquel
entonces no le dieron ninguna explicación, era evidente que estaban
preparando el trabajo prelim inar para distribuir los fondos de las SS
después de la guerra.
Se ha calculado que entre 1945 y 1948 las SS lograron ocultar una
cifra que actualm ente equivaldría a unos mil quinientos millones de
euros, en efectivo y en bienes, en diversas partes del m undo. Las seis lis­
tas de las personas autorizadas para disponer de esos fondos y benefi­
ciarse de ellos son, probablem ente, los docum entos secretos más im por­
tantes del Tercer R eich. Dos de ellas estaban en m anos de los hom bres
que organizaron OD ESSA en 1947, se dice que otras dos estaban en
cajas bancarias de seguridad y se cree que una de las dos que faltaban
yace en el fondo del lago Töplitz, en Austria, donde en 1945 hubo que
hundir apresuradamente buena parte del botín de los nazis. La gran
mayoría de los que figuraban en esas listas están m uertos, aunque sus
hijos siguen vivos. N o cabe duda de que m uchos respetables negocios
familiares que prosperan todavía hoy en todo el m undo nacieron y
siguieron existiendo gracias a ODESSA y a los fondos de las SS.
A unque O D ESSA siempre fue una red secreta, encam inada a
garantizar la huida de los criminales de guerra de las SS y la continui­
dad de la ideología nazi, más o m enos por la misma época se creó una
segunda y m uy prom ocionada organización para antiguos m iem bros
de las SS: la Hilfsgemeinschaft au f G egenseitigkeit der Soldaten der
ehem al Waffen-SS, o HI AG (Asociación de Asistencia Social para los
Antiguos Soldados de la Waffen-SS). Si bien la HIAG siempre negó toda
relación con OD ESSA , no cabe duda de que esta organización la
financió en sus comienzos. Supuestam ente tenía po r objeto defender
y obtener el pago de los beneficios que el Estado, tenía que brindar a
los ex soldados de la Waffen-SS, sobre todo los heridos en la guerra, que
no tenían derecho a las pensiones norm ales por invalidez de la
Epílogo 429

W ehrm acht. A esos efectos, alcanzó un éxito relativo. A lo largo de los


años, a m edida que fueron m uriendo sus m iem bros originales, la HIAG
perdió im portancia hasta convertirse tan sólo en una pálida sombra de
lo que era, dedicadá casi por com pleto a dirigir una pequeña editorial,
la M unin-Verlag G m bH de O snabrück, cuyas publicaciones ensalzaban
los logros obtenidos en combate por las fuerzas de las SS en el campo de
batalla durante la segunda guerra m undial. C o n la desarticulación de la
HIAG, a principios de la década de 1990, finalizó el últim o resto acti­
vo reconocido de las SS.
Sin embargo, aunque tal vez ya se pueda relegar a las SS a los libros
de historia, nunca ha habido mayor interés por la evolución de la
organización y su atuendo. La Waffen-SS, en particular, sigue desper­
tando un interés extraordinario, tanto es así que los recientes análisis
dejan de lado las atrocidades com etidas y vuelven a valorarla com o
una fuerza cíe com bate m ultinacional de elite, incluso com o una pre­
cursora de la O T A N , cuyos soldados m erecieron el respeto no sólo de
sus camaradas de la W ehrm acht sino tam bién de sus enem igos.
En torn o a la com praventa de artículos militares históricos de las
SS y otros objetos de interés se ha desarrollado un auténtico negocio,
que mueve m uchos millones de euros. D e hecho, com enzaron a colec­
cionarse objetos pertenecientes a las SS incluso antes del cese de las
hostilidades, en mayo de 1945. A m edida que fueron cayendo en poder
de los aliados los pueblos y ciudades y los campos de concentración
alemanes, los objetos de las SS de los que sus propietarios se deshacían
rápidam ente les fueron arrebatados de las m anos, con la misma celeri­
dad, por las tropas británicas y estadounidenses, ansiosas de recuerdos.
C o m o ha sucedido siempre con los ejércitos a lo largo de la historia,
los vencedores de la segunda guerra m undial com erciaron y se inter­
cam biaron con entusiasmo los trofeos obtenidos de los vencidos. E n
D achau se liberaron en masa grandes reservas de uniform es de las SS;
los almacenes militares y las tiendas m inoristas de las SS fueron desva­
lijados; a los prisioneros de guerra les confiscaron las medallas, etcéte­
ra. C om o había tal disponibilidad de artículos de las SS, no se atribuyó
demasiado valor a ninguno. Los soldados podían cambiar una gorra
con visera de un general de las SS por una C ruz de H ierro de Segunda
Clase, un anillo de la cabeza de la m uerte p o r una hebilla de cinturón,
430 Historia secreta de las SS

o una espada de h o n o r de un Reichsfiihrer por un casco de acero. Pocos


se daban cuenta exactam ente de lo que les pasaba por las manos; la
mayoría se limitaba a cambiarse los objetos según sus preferencias.
C uando las tropas aliadas regresaron a sus países con ese botín en co n ­
traron un m ercado m uy receptivo para sus adquisiciones. Después de
investigar un poco el tema, en seguida surgió un tipo de coleccionista
con más criterio y así com enzó a florecer todo el negocio.
D urante las décadas de 1950 y 1960 había tanta dem anda de todo
tipo de objetos nacionalsocialistas, tanto militares com o civiles, que
varios comerciantes con pocos escrúpulos com enzaron a reproducirlos
y a hacer circular las imitaciones com o si fueran artículos auténticos. En
las décadas de 1970 y i 980 aum entó todavía más el com ercio de esos
artículos y, por consiguiente, se increm entó la creación de copias m ejo­
radas para satisfacer la creciente demanda. Si bien coleccionar artículos
de las SS seguirá resultando desagradable para muchos, por motivos m uy
comprensibles, la cuestión es que, en la actualidad, son los símbolos nazis
más buscados. N o es insignificante la cantidad de comerciantes judíos
que «han reído los últimos», vendiendo supuestos objetos militares de las
SS a precios exorbitantes y obteniendo de ese m odo grandes benefi­
cios. La ganancia contante y sonante obtenida por la venta de artículos
de las SS alcanzó su m om ento culm inante a finales de la década de 1980,
cuando el funcionario a cargo de los archivos alemanes donde se con­
servaban los expedientes del personal de las SS durante la guerra amasó
una fortuna al retirar docum entos firmados por H im m ler, H eydrich y
otros para venderlos en el m ercado libre, a consecuencia de lo cual fue
enviado a la cárcel durante bastante tiem po y los coleccionistas de todo
el m undo se vieron obligados a devolver a las autoridades alemanas los
artículos que habían adquirido de buena te.
Entre las piezas más solicitadas actualm ente figuran las gorras con
visera, las guerreras, las prendas de camuflaje y las insignias de todo
tipo. Cuesta m ucho encontrar originales y, para satisfacer la dem an­
da, los falsificadores se han dedicado a fabricar artículos de «fantasía»,
que en realidad no existieron durante el Tercer R eich , entre los que
destacan los siguientes distintivos «de fantasía» para el puño, ninguno
de los cuales se utilizó antes de que acabara la segunda guerra m u n ­
dial:
Epílogo 431

Berlín
B ohem ia-M oravia
Britisches Freikorps
1)achau
D irlew anger
Galizien
junkerschule Tölz
Kaminski
K T L der SS
Leibstandarte
Lettland
Liitzow
N ibelungen
O tto Skorzeny
Schill
Seelager
SS-Fallschirmjäger
SS-Kavallerie-Division
SS-Polizei
T otenkopf I
T otenkopf II
T o tenkopf III
U ngarn
Wallonie

Si bien los falsificadores siem pre han tenido tendencia a co n cen ­


trarse en los aspectos lucrativos, com o las insignias para el cuello, las
hom breras, las águilas para el brazo y demás, se han copiado todo tipo
cié insignias de las SS. Entre las reproducciones figuran las insignias de
las camisetas deportivas, los sím bolos de las unidades, toda la gam a
de distintivos para el brazo de los voluntarios extranjeros, los edelweiss de
las tropas de m ontaña, los galones en forma de «V» de los veteranos, las
runas para el pecho y las insignias de grado para ¡as prendas de cam u­
flaje. Los ribetes y los Tresse (galones) de im itación para los cuellos
y las hom breras se venden por m etros, y hasta se han fabricado eti­
quetas Alisas de la R Z M para coserlas en uniform es e insignias falsas.
432 Historia secreta de las SS

Al m ism o tiem po, se han reproducido docenas de otros artículos de


colección de las SS. Hebillas para cinturones, cordones para gorras,
botones para guerreras, nudos para espadas, docum entos y discos de
identidad, banderas, estandartes y anillos no constituyen más que una
pequeña selección. Se han vuelto a im prim ir los carteles de recluta­
m iento de la Waffen-SS, los carnés de conducir y hasta los cancione­
ros. D e vez en cuando aparecen nuevas falsificaciones convincentes
con un «pedigrí» plausible, para facilitar su aceptación. Por ejem plo,
en 1992, supuestam ente «se encontró en la antigua Alemania O riental»
u n «lote de hilo para fabricar uniform es de las SS» cuyos rollos, con
la etiqueta de la R Z M y todo, circularon am pliam ente en el m ercado
de los coleccionistas. E n seguida levantó sospechas que hubiera tanta
cantidad de hilo disponible, sospechas que resultaron justificadas
cuando un com prador abrió el rollo recién adquirido y encontró las
palabras «Fabricado en Pakistán» impresas en el interior. Así se desen­
mascaraba otro «hallazgo en el bloque oriental».
La cuestión es que no tendría sentido reproducir tanta basura falsa
si no existiera para ella un mercado amplio y lucrativo. La mayoría de
los compradores están convencidos de que adquieren auténticas reli­
quias de las SS y siguen encantados con la cabeza de la m uerte y las
runas, a pesar de saber perfectam ente lo que llegaron a representar
durante la segunda guerra mundial. Por consiguiente, resulta m ucho
más fácil com prender cóm o la O rden N egra de H im m ler pudo hipno­
tizar a tantos alemanes com unes y corrientes en la década de 1930 y
echarlos a andar por el cam ino que conduce a la condenación eterna.
B ib l io g r a f ía

P R IN C I PALES FU E N T E S

A rchiv der Reichsführer-SS und C h e f der Deutschen Polizei.


A ctualm ente se conserva dentro de los Archivos N acionales, en
W ashington D.C.
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In d ic e a l f a b é t ic o

D ’Alquen, G., 81 Batalla de Tannenberg, 193


Achern, 208 Baur, H., 181
Albania, 133 Baurield, A., 25
Allach, 49, 167 Bayreuth, 23, 333
Alsacia, 218, 312 Behrends, H., 131
Arnann, M,, 182, 422 Bélgica, 127, 161, 217, 219, 220, 293,
Amberes, 219, 220 305,316,406
Arent, B. von, 379 Belsen, 117,118,416,417
Argentina, 427 Belzec, 117
Arnhem, 222, 223, 311 Bender, H., 49
Arolsen, 172 Bensburg, 205, 208
Auschwitz, 117, 120, 123,176,202, 369, Berchtold, J., 22, 25, 26
417 Berger, G.-C., 51, 110, 146, 228, 294,
Austria, 59, 201, 274, 280, 2c82, 365, 319, 424, 425
417,426-428 Berlin, 22, 31, 33, 34, 47, 53-56, 80, 91,
Avegoor, 218 93, 98, 111, 116, 123, 132-134, 137,
Axtnann, A., 215 138, 142, 145, 155, 158, 170, '190, 204,
216, 218, 229, 245, 261, 271, 272, 298,
Bach, E. von dem, 162, 409, 410, 424 312, 313, 317, 324, 335, 336, 353, 362,
Backe, H., 185,422 394, 406,418
Backnang, 205 Bernadotte, F., 415
Bad Tölz, 92, 112, 264, 276, 287, 288, Bernau, 111, 129
323, 396, 425 Berndt,A-I., 184
Baden, 208 Bertsch,W., 187
Ballenstedt, 205 Besarabia, 132, 208
Barfeld, 421 Best,W., 157,187
Bartels, H., 194 Biarritz, 294
Bassenheim, 11. W. von, 193 Bielorrusia, 165, 216, 408
Batalla de Coburgo, 266 Bingel, 179
Batalla de Crimea, 407 Bischoff, comandante, 18
Batalla de Curlandia, 407 Bismarck, G. G. von, 178
Batalla de Demyansk, 407 Bittrich.W., 308
Batalla de Kursk, 307 Blumenreiter, C., 106
Batalla de Langemarck. 21 1 Bobruisk, 334
440 índice alfabético

Bohemia, 132, 144, 160, 187 Clausen, F., 226


Bombard, A. von, 145 Coburgo, 21
Börger, W., 184 Conti, L., 106,185, 422
Bormann, M., 182, 184, 414, 415, 419 Copenhague, 218, 227
Borodino, 298 Córcega, 364, 365
Bouhler, P., 181, 196, 422 Cornelio Tácito, 235
Brandt, Κ., 181,424 Cracovia, 187
Brandt, W., 352 Craushaar, H. von, 187
Bratislava, 132 Croacia, 166, 201, 316
Braun, G., 69
Braun, W. von, 202 Dachau, 36, 91,105,107,117,123,168,
Braune, W , 423 169, 170, 172, 265, 278, 281, 282, 286,
Braunschweig, 264, 276, 287, 323 332, 358, 379, 420, 429
Breithaupt, F., 54, 423 Daluege, Κ., 17, 26, 31, 32, 43-44, 137,
Bremen, 421 138, 139,142 144, 161,196, 246, 424
Brest-Litovsk, 291 Danzig, 105,130,135,181, 232,234,285
Brody-Tarnow, 320 Darré, R. W., 54, 114, 122, 127, 129,
Brückner,W., 35 185,192,196,198,199,424
Brüning, H., 33 D a s Schw arze K orps, 80
Brunswick, 91, 229, 231, 346 De Clercq, G., 219
Brüssow, H., 18 Debica, 105, 295
Brütt, H., 199 Degrelle, L., 305,316,317,322,420, 425
Bucarest, 317 Demyansk, 300
Buch, W., 424 Diebitsch, K., 192, 195,379
Buchenwald, 36, 99, 118,123, 282 Diels,R., 137,138,186,424
Büchner, R., 376 Dietrich,J., «Sepp», 17,22, 31, 32, 35, 56,
Bückeberg, 84 96, 144, 180, 184, 185, 271, 272, 273,
Bucovina, 132, 208 288, 292, 293, 294, 306, 308, 311, 312,
Budapest, 312, 361 350, 365, 397, 402, 403, 408, 424, 425
Burdeos, 294 Dinamarca, 51, 59, 129, 161, 187, 211,
Büren, W. von, 194 213, 214, 225, 226, 227, 294, 406
Bzura, 291 Dnepropetrowsk, 334
DNSAP (Danmarks National-Socialistike
Caballeros Teutónicos, 194 Arbejder Parti), 226, 228
Caen, 308, 359 Dönitz, K., 419, 420
Canaris, W , 160 Dörnberg, A. von, 182
Cassel, E., 182 Drauwörth, A. E. K. von, 186
Cerff, K., 184 Dresde, 28, 144, 229, 261
Checoslovaquia, 77, 131, 132, 176, 201, Drexler.A., 19,20,191
280 Drvar, 361
Chelmno, 117 Dunaalmas, 309
Chemnitz, 27, 28 Dunkerque, 292, 294
Chlum, 105 Düsseldorf, 229
Churchill, R., 361
Churchill, W., 361 Eckart, D., 191
índice alfabético 441

Eggers, Κ., 81 Gallipoli, 266


Ehrlinger, E., 157 Gascuña, 308
Eichmann, A., 425 Gebhardt, K., 106, 118, 415, 420, 424
Eicke, T., 281, 282, 284, 286, 292, 302, Gerlach, W., 182
313 Gille, H.-O., 305, 311, 340, 425
Eisenhower, D. D., 415 Gisleben, 91
Eisner, K., 19 Gleiwitz, 132
Ellersiek, K., 92 Globocnik, O., 422
Eltz-Rübenach, K. von, 186 Glücks, R., 118,173,422, 425
Engert, K., 185 Godofredo, 201
Enrique de Baviera, 29 Goebbels, J., 31, 33, 81, 184
Enrique I, 193, 195, 196 Goltz, F. von, 186
Epp, E R. von, 19, 20 Göring, H., 16,21,22,25,27,33,44,48,
Eslovaquia, 132 136,137,138,139,155,215,413
España, 427 Gottberg, C. von, 416
Essenfassen, 337 Götze, F., 285
Esterwegen, 281, 282 Graf, U , 22, 23,25,186, 424
Estonia, 135, 406 Gräfe, A. von, 26
Externsteine, 93 Gran Bretaña, 158, 406
Gran Sasso, 362
Fanslau, H., 173 Grawitz, E.-R., 50, 106, 187, 196, 422
Federico Guillermo I, 231 Graz, 91,123
Fegelein.H. O., 68-69, 111,299 Grecia, 201,203,295,297,363,365,408
Feldmeijer, J. H., 221 Greifelt, U , 55,133, 424
Fiehler, K., 183, 186,425 Greiser, A., 181, 424
Flandes, 51, 59, 208, 211, 213, 214, 217, Grimininger, J., 28, 265, 266, 268, 425
219, 220, 227, 294 Gross-Rosen, 118
Flensburg, 420 Grothmann,W, 420
F M -Z eitschrift, 81 Guderian, H., 275
Forster, A., 135, 181,285,424 Günsche, O., 182
Francia, 79, 117, 161, 217, 228, 292, Güiizburg, 30
297,305,306,311,361,386,406
Franco, F., 316, 358 Haas, H., 338
Frank, A., 146, 173, 188 Hacha, E., 161
Frank, H., 135 Haj Amin al Husaini, 318
Frank, K. H., 131, 161,187 Halt, R. von, 178
Frankenhausen, B., 123 Hamburgo, 62,147, 229, 245, 277, 281,
Frey, K., 184 421
Frick, W., 138, 139, 144, 196 Hanke, K., 419, 422
Friedenfeldt, von, 111 Hänsch,W., 423
Fulda-Werra, 57 Hantelmann, G. von, 231
Fürstenfeldbruck, 145 Harun el Raschid, 332
Haupt, J,, 206
Galitzia, 187 Hausser, P., 276,277,278,283,288,291,
Galke, B., 199 292, 298, 302, 303, 307, 353, 356, 425
442 índice alfabético

Hayler, F., 185 Hohenstaufen, F. von, 195


Heck, W., 236 Hohlfelder, H., 74,185
Heiden, E., 28, 29 i löhne, R., 201
Heider, O., 185 Holanda, 51, 59, 79, 211, 213, 214, 217,
Heissmeyer, A., 50, 55, 56, 207, 425 218, 220, 222, 227, 293, 294, 406
Heithuijsen, 208 Holzschuher, W. von, 186
Hendaya, 358 Horthy, almirante, 361
Henlein, K., 131 Humann-Hainhofen, R . von, 186
Herff, M. von, 55, 423 Hungría, 132, 133,312,319
Hermann, K., 424
Hermans, W., 219 Ilfeld, 205
Hess, R., 22, 191,210,237 Ingermanland, 134
[ teuschkel, suboficial, 19 Innsbruck, 426
Heydrich, L., '161 Italia, 304, 351, 360, 363, 365, 408, 427
Heydrich, R., 17, 53, 80, 111,116, 131,
132, 139, 151, 152, 156, 157, 159, 160, Jankuhn, H., 201
162, 196,198,430 Járkov, 301,302,303, 306, 339, 360, 369
Hewel, W., 182 Jordan, R., 198
Hiege, F., 133, 185 Josías, principe, 98
Hieronymus, H., 188 Johst,J., 187
Hildebrandt, R., 54, 129, 416, 424 Jost, H., 158, 423
Hildesheim, 219, 229 Jung, R., 184
Hilgenfeldt, E., 187, 203 Jungclaus, R., 220
Himmler, G., 420 Jüttner, H., 52,188, 425
Flindenburg, P. von, 36, 82
Hintersatz, W., 332 Kahr, von, 24, 25, 37
Hirt, A.,202 Kaiserbarracke, 345
Hitler, A., 9, 10, 13, 15, 19-22, 25-29, Kaltenbrunner, E., 53, 160, 417
31, 32, 33, 35-39, 44, 47, 69, 76, 77, 81, Kammler, H., 173, 202
82, 87, 88, 89, 95, 113, 114, 116, 130, Karlsfeld, 105
131, 132, 135, 136, 139, '142, 158, 160, Kaslow, E., 13
162, 170, 181, 182, 189-192, 196, 202, Kaufmann, K., 147
208, 216, 217, 219, 222, 224, 232, 237, Kaunas, 117
238, 244, 246, 259, 268, 271-277, 280, Kehrl, H., 186
283, 284, 289, 290, 291, 294, 295, 298, Keilhaus, W., 303
300, 302, 304, 306, 311,312, 320, 358, Keitel, W., 184
361,407,410,413-416,418,425 Kempf, general, 291, 353
Hitzinger, 11., 420 Kempka, E., 182
HJ (Juventudes Hitlerianas), /7, 79, 87, Keppler, G., 425
206, 209, 210, 211, 212, 213, 214, 215, Keppler, W!, 131-132, 178, 182, 424
216,217,219,255,284 Kiev, 193,335
Hoffmann, H., 15 Kinkelin, W , 187
Hofmann, O., 129, 134 Kitzbühel, 146
Hohehorst, 125 Klagenlurt, 123
Hohenlychen, 415, 418 Klingenberg, F., 296, 297
índice alfabético 443

Klintzsch, H.-U., 20-21 Linz, 274


Klosterheide, 125 Lippert, doctor, 178
KJotzsche, 205 List, general, 291
Knoblauch, Κ., 52 Lorenz, W., 56, 130, 131, 424, 425
Knöchlein, F., 285 Lörner, G., 173
Koch, E., 135 Lossow, O. von, 24, 25
Kopischke, M., 229 Lublin, 187,333,335,369
Körner, P., 186 Ludendorff, E., 25, 26
Korsun-Cherkassi, 305, 309 Ludwigsfelde, 105
Köslin, 205 Lüneburg, 421
Kraas, H.-G., 314 Lutze, V, 38
Kranefuss, F., 179 Luxemburg, Rosa, 19
Krause, E.. 300 Luxemburgo, 79
Krause. W., 182 Lvov, 117
Krausser, general von, 260
Krefeld, 425 Macher, H., 420
Kreissl.A., 183 Majdanek, 117, 369,417
Knebel, H., 21 Malsen, E. von, 186
Krosigk, L. C. S. von, 44 Manstein, E. von, 111, 301
Krüger, F.-W, 17, 384, 422 Manteuffel, H. von, 311
Kube, W., 135 Martinsen, K., 226
Kiihbandner, E., 412 Maurice, E., 22, 186,425
Kunun, O., 288, 314 Mauthausen, 282
Kursk, 303, 304, 408 Mecklenburg, E. von, 186
Kutschera, F., 63 Meierdrees, E., 309
Kwatrecht, 208 Meinberg, W, 186
Mengele, J., 117, 120, 422, 425
La Haya, 218, 222 Metz, 294, 312
Lagrou, R., 219 Meyer, H., 350
Lammers, H., 180, 182,184, 424 Meyer, J., 148,216
Lansberg, 424 Meyer, Konrad, 134
Le Paradis, 285, 293 Meyer, Kurt, 297, 314
Lehmann, R., 350 Meyszner,A., 146, 165
Lejeune, J., 316 Milán, 418
Leningrado, 224, 305 Minsk, 117,298
Letonia, 214, 406 Mittweida, 129
Ley, R., 206 Möbius, R., 350
Lichtenburg, 281 Mohnke.W.. 274, 293,314
Lie, J., 223, 224 Moravia, 132, 144, 160,161, 187
Liebknecht, K., 19 Moscú, 134, 298
Liga de las Muchachas Alemanas Mrugowsky, J., 106
(BDM), 211, 217 Müller, Heinrich, 132, 158, 422, 425
Limburgo, 208 Müller, Hermann, 50
Lindau, 427 Müller, P., 265, 266,
Linge, H., 182 Müller-John, H., 187
444 índice alfabético

Munich, 13, 15, 19-26, 28, 29, 33, 36, Operación Barbarroja, 298
37, 41, 44, 45, 54, 68, 77, 80, 88, 89, 90, Operación Cottbus, 408
93, 102, 113, 134, 136, 152, 183, 186, Operación Himmler, 132
200, 231, 233, 244, 245, 261, 265, 266, Oranienburg, 281, 282, 332
268, 271, 276, 281, 288, 324, 335, 349, Oranienstein, 205
352, 414, 424-426 Orden de los Caballeros Teutónicos, 193
Münsterlager, 283 Oslo, 127, 218, 223, 224, 316, 335
Mussert, A. A., 221, 222 Osnabrück, 429
Mussolini, B., 159, 295, 334, 361, 362 Osten, H. von T., I l l
Otón, 193
Naumann, E., 423 Oulu, 334
Naumann,W , 184,
Naumburgo, 205 Paderborn, 194
Nebe, A., 158 Países Bajos, 187, 219, 220-221, 222,
Neuhammer, 318 237, 386
Neurath, von C., 180, 182 Pancke, G., 54, 227
Neuzelle, 205 Papen, F. von, 35
Nietzsche, F., 190, 211 lJarís, 335
«Noche de los cuchillos largos», 37, 139, Partido Alemán Pronazi de los Sudetes,
206,281 131
Normandía, 213, 214, 215, 306, 357, Partido Comunista de Alemania, 33
359, 366, 403 Partido de los Trabajadores Alemanes,
Noruega, 51, 59, 161, 213, 214, 217, 19
223-225, 227, 294, 295, 406 Partido Obrero Alemán, 191
Novgorod, 193 Paulus, general von 301
NS (Unidad Nacional), 223, 228 Peenemünde, 202
NSB (Movimiento Nacional Socialista), Peiper, J., 283, 312
221,223,228 Perwitzschky, Κ., 74
NSDAP (Partido Nacional Socialista de Petri, L., 52, 184
los Trabajadores Alemanes), 10, 16, 20, Pfeffer-Wildenbruch, K., 292
21, 26, 27, 29, 30, 31, 33, 36, 38, 45, 74, Pfeiffer, H., 182
79, 80, 81, 82, 85, 88, 90, 94, 96, 98, 99, Pflaumer, K., 217
104, 111, 113, 114, 130, 135, 138, 147, Phleps, A., 165,311,317
151, 152, 162, 182, 189, 191, 198, 206, Plauen, 28
209, 210, 219, 243, 244, 247, 250, 255, Pleiss, G., 297
259, 263, 268, 271, 289, 336, 373. 376, Plön, 204
411,414,415,416.419,421,426 Podolski, K., 305
Nuremberg, 116,117,121,178,229,267, Pohl, O., 53,171,177,183
268,277, 280, 338, 422, 423, 424, 425 Polonia, 62, 79, 116, 117, 128, 134,140,
165, 168, 201, 280, 290, 295, 306, 312,
Oberkamp, C. von, 186 320, 333, 353, 424
ODESSA, 426, 427, 428 Polzin, 125
Odin, 238 Pomerania, 205, 316
Ohlendorf, O., 158, 185,423 Poniatowa, 333, 369
Ohnesorge, W , 148 Portugal, 427
índice alfabético 445

Potsdam, 124, 204 Rufach, 208


Praga, 77, 93,110,160,315,335 Rumania, 133, 319
Prien, 423 Rurik, 193
Prusia, 137, 138, 139, 193, 194 Rusia, 16, 19, 79, 113, 116, 117, 128,
Prützmann, H., 166, 217, 420, 422 129, 143, 153, 160, 162, 166, 168, 201,
Pückler-Burghaus, C. G., 186 220, 224, 226, 298, 299, 301, 305, 309,
317,323,363
Quedlinburg, 197, 201 Rust, B., 204
Quintilio Varo, 201 Rutenia, 132
Quisling,V., 223, 224
Sachs, E., 50
Radolfzell, 123, 279 Sachsenhain, 200
Radom, 333 Sachsenburg, 281, 282
Raeder, E., 181 Sachsenhausen, 36, 282
Rainer, E, 162 Said, H., 427
Rasche, K., 178 Salomon, F. von, 23, 26, 28, 29, 30
Rascher, S., 107, 108, 117 Salza, EI. von, 193
Rattenhuber, H., 156 Salzburgo, 157, 426
Rauft; W., 418 Sarre, 274
Rauter, H., 222 Sarrebruck, 274
Ravensbrück, 333 Schäfer, E., 202
Reichenau, W. von, 291 Schalburg, C. F. von, 226
Reinecke, G., 102 Schalkaar, 223
Reinefarth, H., 424 Scharfe, P., 54
Reitzenstein, F. von, 186 Schaub, J., 22, 26, 32, 180, 181, 425
República de Weimar, 17, 36, 47, 136 Schauroth, comandante von, 19
RibbentropJ. von, 131,179,180,182,266 Scheel, G.-A., 210
Richthofen, comandante von, 21 Schellenberg, W., 158, 417, 418, 424
Riga, 117, 334, 335 Schellong, K., 315
Roestel, F., 427 Scheubner-Richter, M. E. von, 25
Röhm, E., 20, 21, 24, 25, 26, 29, 31, 33, Schick, J., 352,357
37, 38, 43, 44, 139, 191, 262, 263, 273, Schirach, B. von, 206, 209, 212
274, 281 Schleich, E. R. von, 16, 76
Rohr,W., 13 Schleif, H., 201
Roma, 157,203 Schleissheiin, 129
Rommel, E., 293 Schleswig-Holstein, 201, 204
Rosenberg, A., 81, 113, 1 14, 133, 135, Schmauser, H., 59
187, 192, 198,215 Schmelcher, W., 150
Rosenheim, 425 Schmitt, W., 55, 423
Rossbach, G., 244 Scholtz-Klink, G., 187
Rostov, 134 Schoten, 218
Rottach-Egern, 111 Schreck, J„ 22, 23, 26, 27, 28, 32, 83, 96
Rottweil, 205 Schrijnen, R. («Remi»), 315
Ruberg, B., 182 Schröder, K. von, 178, 179, 182
Rüdiger. H., 183 Schröttersburg, 333
446 índice alfabético

Schulenburg, F. G. von, 186 Susteren, G. von, 230


Schulpforte, 205 Sütterlin, L., 394
Schulz, E., 157
Schulz, E, 249 Taganrog, 408
Schulze, R., 182 Taubert, S., 196
Schwarz, F. X., 30, 45, 127, 144, 182, Taunus, 127
263, 424 Teicher, W., 315
Schwedler, A., 186 Teitge, H., 187
Schwedt, 363 Terboven,J., 223,224
Seiss-Ynquart, A.,180, 187, 221 Teruzzi, ministro italiano, 157
Seisser, H. von, 24, 25 Thiingen, H. von, 186
Sennheim, 218, 226 Tibet, 201
Serbia, 165, 201 Tirol, 146
Sicilia, 304 Tito (Josip Broz), 319, 361
Siegert, R., 156 Tratado de Versalles, 17
Sievers, W, 199, 202 Traunstein, 19
Silesia, 318, 409 Trawtiiki, 333, 369
Siria, 427 Treblinka, 117, 369
Six, F., 158, 182, 200 Treviso, 419
Skorzeny, O., 159, 361,362 Tukachevski, M., 158
Sinolensko, 298 Tulle, 308
Sobibor, 117, 369 Turner, H., 129
Sociedad Thule, 113, 190, 191,235 Turquía, 427
Spacil, J., 157
Spandau,205 Ucrania, 59, 133, 135,166,216,305,408
Speer, A., 316 Unión Soviética, 295, 300, 302, 305,
Spencer, H., 290 315,319, 323, 407
Spree, 56
Stalin, J., 159 Varsovia, 119, 140, 153, 154, 291, 311,
Stalingrado, 215 320,335,408,409,410
Stang, A., 223 Venecia, 185
Steck, P., 208 Verdun, 14
Sterner, F., 277, 278, 288, 294, 313, 317. Vichy, 294
416, 425 Viena, 13,91,93, 123,274
Steinhöring, 125 Vietinghoff-Schell, P. von, 186
Stennes,W., 31, 33, 44, 246 Vilna, 117
Stettin, 19 VNV (Unión Nacional Flamenca), 219,
Storm S S , 222 220, 228
Strachwitz, H. G., 186 Volinia, 132
Straubing, 333 V ölkischer Beobachter, 28, 113, 191, 412
Streckenbach, B., 157 Vught, 222
Stuckart, W., 183
Stuhm, 205 Wächtler, F.,204
Stuttgart, 229 Wächter, O., 187
Suiza, 416, 427 Wäckerle, H.,278
índice alfabético 447

Wagner, A., 138,266 Witt, E, 314


Wagner, R., 189 Wittje, K., 50,261
Wahlstatt, 205 Wittmann, M., 310, 359
Weber, C., 68, 422 Wolff, K., 17, 48, 96,162,166,198, 351,
Weber, F., 183 416, 425
Weimar, 289 Wolfstein, 236
Weinreich, H., 150 Woll, B., 359
Wendler. R., 187 Woyrsch, U. von, 17
Werlin, J., 186 Wulfleu, A. von, 186
Westfalia, 194 Wünnenberg, A., 144, 305, 425
Wienerwald, 125 Wünsche, M., 182
Wiesbaden, 170 Wuppertal-Barmen, 377
Wiessee, B., 37 Wüst, W , 199,202
Wiligut-Weisthor, K-M., 239
Willikens, W , 185 Ypres, 211
Willrich, W., 115,116, 199,278 Yugoslavia, 133, 165, 223, 295, 319, 408
Winkeinkemper,T., 184
Wirth, H.,197, 198, 199 Zhitomir, 305
Wisch,T., 314 Zwickau, 28
E x c e p c io n a l p in tu ra al ó leo de H e in ric h H im m le r , re a liz a d a p o r el a rtis ta o ficial
d el T e rc e r R e ic h , C o n ra d H o m m e l, a lre d e d o r d e 1943. (P o r c o rte s ía d e la U S
A rm y C a p tu re d W ar A rt C o lle c tio n .)
Las SS n o fu e ro n las ú n ic a s q u e u sa ro n la c a b e z a d e la m u e r te d u r a n te el T e rc e r
R e ic h . E l 5o R e g im ie n to de C a b allería del e jé rc ito u tiliz ó la d e estilo p ru sia n o ,
q u e a p a re c e a la iz q u ie r d a , m ie n tr a s q u e lo s m ie m b r o s d el 17° R e g im i e n to
d e I n f a n te r ía u tiliz a ro n el m o d e lo de B ru n s w ic k , q u e a p a re c e a la d e re c h a .
T a n to las u n id a d e s P a n z e r c o m o el Küstenschutz N av al D a n z ig y el Schleppgruppe
4 y el Kam pfgruppe 54 de la Luftwa£Fej e lig ie ro n la T otenkopf c o m o e m b le m a .

H im m le r ap re cia b a m á s la
sencilla Blutorden (O rd e n d e la
S an g re) q u e to d a s sus d e m á s
c o n d e c o ra c io n e s. E sta m e d a lla ,
c o n o c id a ta m b ié n c o m o el
Ehrenzeichen vom 9.
November 1923, d istin g u ía a los
m ie m b ro s del N S D A P q u e h ab ían
p a rtic ip a d o en el putsch d e la
ce rv ece ría o q u e h a b ía n p re sta d o
serv icio s d estac ad o s al p a rtid o
n az i d u ra n te sus añ o s de
M o d e lo a u s tría c o d e 1916 del f o rm a c ió n . E sta m e d a lla se
ca sc o d e a c e ro , c o n la ca b e z a fue ro d e a n d o d e u n a m ístic a
d e la m u e rte p in ta d a a m a n o , cu ltiv a d a d e lib e ra d a m e n te , q u e
u tiliz a d o p o r v arias f o r m a c io ­ g a ra n tiz a b a a su p o r ta d o r
n es d e los Freikorps, a lre d e d o r p riv ile g io s especiales,
d e 1919-1920. d o n d e q u ie ra q u e fuese.
U n ifo rm e n eg ro de servicio q u e llevaba el SS-Oberschaiftíhrer del 12° Sturm, 3er
Sturmbann, 88° Fuss-Standarte (B rem en ), alre d ed o r de 1935. Los «nidos d e g o lo n d rin a»
q u e tien e en los h o m b ro s d e m u e stra n q u e p erte n ec ía al c u e rp o d e ta m b o re s d e la
u n id a d y sus co n d e co rac io n e s, q u e incluyen la estrella d e la g u e rra d e T u rq u ía,
in d ic an q u e prestó varios servicios d u ra n te la p rim e ra g u e rra m u n d ia l.
El p e rió d ic o de las SS, Das Schwarze Korps, ju n to c o n u n e je m p la r del FM -Zeitschrift,
la revista p ara los p a tro c in a d o re s de las SS, y o tro del Storm SS, el p e rió d ic o d e la SS
G e rm á n ic a en los Países B ajos.

E l m o d e lo de 1936 del p u ñ a l c o n c a d e n a d e las SS era u n a r m a d e c o ra tiv a ; a q u í


a p a re c e ju n t o al m o d e lo de 1933, c o n la c o r r e a p a ra su je ta rlo . C a d a a s p e c to d e su
d ise ñ o se r e m o n ta al p a s a d o m e d ie v a l a le m á n .
El anillo de la ca b ez a de la m u e rte de las SS. E ste anillo en p a rtic u la r fue c o n c e d id o
al H auptstunnfiihrer de las SS K u rt T asc h n er el nueve d e n o v ie m b re d e 1942. T asc h n er,
q u e fue fu n c io n a rio ad m in istra tiv o ta n to de la Allgem eine-SS c o m o d e la Waffen-SS,
p restó se rv ic io en varias o ca sio n e s en el 61° Fuss-Standarte (A llen stein ) d e las SS, el
11° S S -T o te n k o p f R egim ent, «D as R e ic h » , « D e u ts c h la n d » , la W V H A y, p o r ú ltim o ,
la B rig a d a L e to n a d e las SS.

T res anillos n o oficiales, c o n la c a b ez a de la m u e rte y las ru n a s. E ra n p o p u la re s e n tre


los oficiales y los so ld a d o s de las SS y se sabe q u e los fa b ric a b a n p o r e n c a rg o los
in te rn o s d e los c a m p o s de c o n c e n tra c ió n q u e e ra n jo y e ro s d e p ro fe sió n .
C o fre d e ro b le q u e lleva ta lla d as las
ru n a s S igel, u n a esv ástica , u n a r u n a
H a g a l, h o ja s d e ro b le y b ello ta s. E ste
a r tíc u lo p re s e n ta u n sim b o lis m o
sim ila r al del an illo d e la c a b e z a de El so ld a d o d e cab allería d e las SS era
la m u e r te d e las SS. E l co fre se u n o d e los te m a s e c u e s tre s d e
u tiliz a b a en las b o d a s d e las SS p a ra A lla ch . N o e s ta b a en v e n ta , sin o q u e
g u a r d a r los e je m p la re s de M ein se re se rv a b a c o m o o b s e q u io de
K a m p f q u e re c ib ía n c o m o o b s e q u io H im m le r p a ra las p e rs o n a lid a d e s
to d a s las p a re ja s r e c ié n casad as. m á s d e s ta c a d a s d el T e rc e r R e ic h .

E ste e x q u is ito c a c h o r r o d e
d a c h s u n d era u n p r o d u c to
típ ic o d e la f á b ric a d e
p o rc e la n a q u e las SS te n ía n en
A llach ; a p a re c e a q u í o b s e rv a n d o
a u n s o ld a d ito d e las SS c o n el
u n if o r m e tra d ic io n a l. Las
e m p re sa s E la sto lin y L in e o l
f a b r ic a ro n u n a se rie de
so ld a d ito s n a z is c o m o este,
h e c h o s c o n u n a m e z c la d e
s e rrín y c o la , q u e se v e n d ie ro n
en g ra n d e s c a n tid a d e s d u r a n te
la d é c a d a d e 1930.
G o rra co n visera de u n
h o m b re de la Allgemeine-SS,
a lre d e d o r de 1935. Lleva el
m o d e lo de 1929 del águila
del N S D A P sobre u n m o d e lo
de 1934 de la Totenkopf
de las SS.

La h e b illa re c ta n g u la r p a ra
los su b o fic ia le s y los
so ld a d o s d e las SS, j u n t o a
la v e rsió n r e d o n d a q u e
lle v ab a n los o ficiales.
E l d is e ñ o era del p ro p io
H itle r, re sp o n sa b le ta m b ié n
del le m a d e las SS: M eine
Ehre heisst Treue.
E ste re c ip ie n te p a ra e n f r ia r el v in o , en p la ta b a tid a , fu e el re g a lo q u e re c ib ió u n
m ie m b r o del p e lo tó n de señaleros, 2o B a ta lló n , 3er R e g im ie n to d e las SS, al c u m p lir
v e in tis ie te a ñ o s, de o c h o co leg a s suyos. Se h a n g r a b a d o las ru n a s d e las SS en el
c e n tr o de la p ie za .

D u ra n te la p rim e ra m ita d de 1936 se p rese n taro n m á q u in a s d e escrib ir c o n las teclas


especiales co n las ru n as, q u e se u tilizab an en las oficinas d e las SS. E sta p o rtá til lleva la
m arca de un m inorista holandés, aunque dicen que fue «liberada» p o r u n oficial b ritán ico
del c a m p o d e c o n c e n tra c ió n de B u c h e n w a ld en 1945. Se s u p o n e q u e su d u e ñ o fue
traslad ad o de H o la n d a al c a m p o y q u e se llevó co n sig o la m á q u in a de escribir.
S e le c c ió n d e d o c u m e n to s ,
q u e in c lu y e n c a rn é s d e
id e n tid a d d e la Allgem eine-SS,
u n a Soldbuch (c a rtilla m ilita r)
d e la W affen-SS y u n c a r n é
q u e a c re d ita c o m o F M . Las
d o s « ta rjeta s d e d e fu n c ió n »
q u e a p a re c e n en la p a r te
in fe rio r d ere ch a c o n m e m o r a n
a h o m b re s d e las SS m u e r to s
en la b a ta lla , q u e sus
fa m ilia s r e p a rtía n e n tre sus
a m ig o s y c o n o c id o s . D e s ta c a
en p a r tic u la r el u so d e la
ru n a T o te n en la ta rje ta
c o r r e s p o n d ie n te a G u sta v
K rä tte r.

E ste ca sc o d e a c e ro M 42, en n e g ro ,
c o n la in sig n ia p in ta d a en b la n c o c o n
u n a p la n tilla , es, al p a r e c e r , el ú n ic o d e
su tip o q u e se c o n s e rv a . P u e d e q u e lo
h a y a n u tiliz a d o , d e f o r m a e x tra o fic ia l,
u n a se c c ió n d e la SS G e r m á n ic a o las
u n id a d es Alarmstiirme d e la Allgem eine-SS
q u e p a r tic ip a r o n en los c o m b a te s d e
D o c u m e n to s firm a d o s p o r H im m le r , d e fe n sa d e la lín e a d el f re n te c o n el
su a y u d a n te WolfF y H e y d ric h , ju n to Volkssturm d u ra n te la p rim a v e ra d e 1945.
c o n u n a h o ja del p a p e l de c a rta c o n el N o c a b e d u d a d e q u e se tr a ta d e u n
m e m b r e te oficial del Reichsfiihrer y u n a a r tíc u lo d el fin al d e la g u e r r a y lleva
ta rje ta de a ñ o n u ev o de A d o lf H itle r al u n a f o r m a d e la in s ig n ia d e las ru n a s
Oberführer d e las SS U lric h G ra f, q u e le d e las SS d e la q u e n o se te n ía
salvó la v id a en el putsch d e M u n ic h . c o n s ta n c ia h a s ta e n to n c e s .
L a R u n a G e r m á n ic a al M é rito en
b r o n c e , d e la q u e só lo se c o n s e rv a n
m e n o s d e d ie z , al p a re c e r. D e d ise ñ o
a tra c tiv o , está m u y b ie n re a liz a d a ,
e n c h a p a d a en c in c y e s m a lta d a en
b ro n c e ; es u n e je m p lo d e la e x c e le n te
ca lid a d d e las c o n d e c o r a c io n e s n a z is,
in c lu so en las ú ltim a s e ta p a s de
la g u e rra .

U n if o rm e d e se rv ic io d e la P o licía
p a ra el c a m p o d e b a ta lla ,
c o r r e s p o n d ie n te a u n H auptm ann
d e la G e n d a rm e r ía , a lre d e d o r de 1944.
P re s e n ta las ru n a s en el p e c h o , q u e
in d ic a n q u e era m ie m b r o de p le n o
d e re c h o d e las SS. T a m b ié n lleva el C a rte l d e r e c lu ta m ie n to p a ra la
g a ló n en «V» de v e te ra n o , el L e g ió n N o ru e g a q u e d a ta de
c o rd o n c illo p r o p io de los e d e c a n e s, la 1941. D ic e : « C o n la W affen-S S
M e d alla N a c io n a l al M é rito D e p o rtiv o y la L e g ió n N o ru e g a c o n tra el
d e A le m a n ia en p la ta , la C r u z al e n e m ig o c o m ú n : el b o lc h e v is m o .»
M é rito en la G u e r ra y, c u r io s a m e n te , C o n e x h o rta c io n e s d e este tip o ,
el e m b le m a b á sic o q u e in d ic a q u e se c o n v e n c ió a seis m il n o ru e g o s
p e r te n e c ía al N S D A P s o b re el b o lsillo p a ra q u e se a lista ra n en
s u p e rio r iz q u ie rd o , c o m o solía h a c e r las SS p a ra c o m b a tir en el
la P o licía civil d u r a n te la g u e rra . fre n te o rie n ta l.
C a sc o d e a c e ro M 42 de la
W affen-SS, de) cu a l se a p re c ia n
c o n to d a c la rid a d la c a lc o m a n ía
c o n las ru n a s de las SS y la silueta
c a ra c te rís tic a r e g la m e n ta ria s . E n
la m a tr íc u la p a ra m o to c ic le ta s G u e r re r a m o d e lo 1940, c o n el c u e llo de
d el Leibstandarte, q u e a p a re c e c o lo r g ris d e c a m p a ñ a , q u e llev ab a u n
ab a jo , v u elv en a a p a re c e r las Rottenführer d e a rtille ría d e la D iv is ió n
ru n a s d e las SS; d a ta de a lre d e d o r « G ö tz v o n B e rlic h in g e n » en la p rim a v e ra
d e 1938. L os n ú m e ro s de esas de 1944. Las c in ta s c o r r e s p o n d e n a la
m a tríc u la s a lc a n z a ro n v ario s C r u z d e H ie r r o d e se g u n d a clase y la
c e n te n a re s d e m iles; la m a tr íc u la M ed alla d el F re n te R u s o ; ta m b ié n se ven
«SS-1» esta b a re se rv a d a p a ra el la P la c a d e A salto G e n e ra l y la P la c a d e
v e h íc u lo p e rs o n a l, f u e r te m e n te H e r id o e n N e g ro . La b a y o n e ta y el n u d o
b lin d a d o , del p r o p io H im m le r. d e a d o r n o se lle v ab a n p a ra ir d e p aseo .

D istin tiv o tejido p ara el p u ñ o , m o d e lo B EV O , in tro d u c id o en 1943 p ara los h o m b re s


d e la 16a D ivisión «R eichsfuhrer-SS » de SS-Panzergrenadier, b a u tiz a d a en h o n o r a
H im m le r. P u e sto q u e las u n id ad es de las SS rec ib ían h a b itu a lm e n te el n o m b re de
«héroes» m u e rto s, en lu g a r de vivos, se p refirió u sar el g ra d o de H im m le r en lu g a r
d e su n o m b re . Se rec u erd a a esta división, sobre to d o , p o r h a b e r m a sa c ra d o a m il
d o scien to s civiles italianos en M a rz a b o tto , en se p tie m b re de 1944, c o m o represalia
p o r las actividades de u n a b rig a d a de p a rtisa n o s en los A p en in o s.
C a rte l d e r e c lu ta m ie n to p a ra la L e g ió n F la m e n c a q u e in sta a los fla m e n c o s a la
a c c ió n . R e p re s e n ta a u n s o ld a d o d e la W affen-SS c o m o d e s c e n d ie n te d ire c to d e un
h é ro e n a c io n a l, u n te m a q u e se re p ite en las c a m p a ñ a s d e r e c lu ta m ie n to en los
p aíses g e rm á n ic o s .
G o r r a d e c a m p o Schiffchen, o F eldm ütze neuer A r t, m o d e lo 1940, q u e u tiliz a b a n
los so ld a d o s, c o n el ág u ila y la ca b e z a d e la m u e r te te jid a s a m á q u in a .

L os te m a s d e las SS a p a re c ie ro n en m u c h o s sellos d u r a n te el T e rc e r R e ic h . E n el
e je m p lo ro jo de la iz q u ie rd a v em o s en ac c ió n a u n e q u ip o d e artillero s q u e m a n e ja
u n m o r te r o , m ie n tr a s q u e el n e g ro se e m itió en el p r o te c to r a d o d e B o h e m ia y
M o rav ia , en c o n m e m o r a c ió n del asesin a d o R e in h a rd H e y d ric h . M u e stra la m á sc a ra
fu n e ra ria de H e y d ric h , rea liza d a p o r el e sc u lto r E R o tte r , ju n to a las ru n a s d e las SS.
El fez d e c o lo r g ris de c a m p a ñ a c o n la b o rla v e rd e o s c u ra q u e se e n tre g a b a a los
h o m b r e s de las d iv isio n es m u s u lm a n a s d e las SS, « H a n d sc h a r» y «K am a» , en lu g a r
d e la Einheitsfeldm ütze. T ra d ic io n a lm e n te , las tro p a s m u s u lm a n a s lle v ab a n el fez sin
v is e ra , e in c lu s o el ca sc o d e a c e ro sin alas d u r a n te la p r im e r a g u e r r a m u n d ia l,
p a ra p o d e r a p o y a r la fre n te en el su e lo p a ra o r a r sin te n e r q u e q u ita r s e el to c a d o
re g la m e n ta rio .

La M ed alla al M é rito en la G u e rra d e G u e rrilla s en b ro n c e , u n a d e las


c o n d e c o ra c io n e s n a z is d e m a y o r fu e rz a s im b ó lic a .
G u e rre ra de d ril de ca m u flaje, m o d e lo 1944, c o rre s p o n d ie n te a u n Obersturmführer
d e in fa n te ría de la Waffen-SS. N o era e x tra ñ o q u e, a p esar d e lo q u e estab lecía el
re g la m e n to , se lu c ie ra n to d a s las insig n ias y las c o n d e c o ra c io n e s so b re la g u e rre ra
de cam u flaje. D e sta c a n a q u í, so b re to d o , la C ru z d e C a b allero d e la C ru z de
H ie rro , en el cuello, y el P a sa d o r d e L u ch a C u e rp o a C u e rp o , e n c im a
del g aló n de la c in ta .
i

WAFFEN-M
EINTRITT NACH VOLLENDETEM 17. LEB EN SJAH R
G o rr a d e c a m p a ñ a clásica, d e «estilo
a n tig u o » o la « ch afad a» , p a ra los
o ficiales d e la W ñffen-SS, h e c h a p o r
E ste c a rte l de r e c lu ta m ie n to d e la e n c a rg o e n Ita lia en 1943. L leva la
W affen-SS, re a liz a d o p o r O. A n to n , m a rc a « S u c c e sso ri F are - M ila n o /
fue el c a rte l a le m á n m á s c o n o c id o R o m a /T o r e n o /M o d e n a » , v ise ra d e p iel
d e la se g u n d a g u e r r a m u n d ia l; y u n a fra n ja d e te rc io p e lo n e g ro m á s
se im p r im ió en m u c h o s id io m a s e s tre c h a d e lo h a b itu a l. E s te m o d e lo
d is tin to s y se c o lg ó en lu g a r de g o r ra se c o n v irtió en la m a rc a d e
d e s ta c a d o en los sitio s p ú b lic o s de los o ficiales v e te ra n o s de
to d o s los te r r ito r io s o c u p a d o s . la W affen-SS.

E l Sturmbannführer H e r m a n n B u c h n e r, d e la SS-T otenkopf-D ivision, fu e u n o


d e los «héroes» de la W affen-SS y g a n ó las sig u ie n te s m e d a lla s a n te s d e m o r ir
en c o m b a te , en las afu e ra s d e V a rso v ia , en n o v ie m b r e d e 1944: (a) la C r u z
d e C a b a lle ro d e la C r u z d e H ie r r o ; (b) la C r u z A le m a n a d e o ro ; (c) la C ru z
d e H ie r r o d e p r im e r a y d e se g u n d a clase; (d) el P a s a d o r d e C o m b a te C u e rp o
a C u e r p o en o ro ; (e) la P la c a de H e r id o en o ro ; (f) la P la c a d e A salto
d e I n fa n te ría e n p la ta ; (g) el E sc u d o D e m y a n sk ; (h) la C r u z al M é rito en la
G u e r ra d e se g u n d a clase, c o n E sp ad a s; (i) la M e d alla d el F re n te R u s o ; (j)
la M e d alla d e O c u p a c ió n C h e c a , c o n el g a ló n d el C a stillo d e P ra g a .
Las SS son una organización a la que siempre se identificará con los campos de con­
centración — los altos mandos supervisaron la conclusión de los prototipos de las
cámaras de gas— , las torturas — ejecución de todos los potenciales cabecillas de la
resistencia— y el exterminio masivo, pero esto no es más que una parte de la rea­
lidad. Sus orígenes están vinculados con los acontecimientos y las repercusiones de
la primera guerra mundial, tras la cual las SS se convirtieron, de la mano de Heinrich
Himmler — un idealista ambicioso y despiadado que alcanzó más poder que ningún
otro hombre, excepto Hider— , en el auténtico custodio de los valores nazis. En diez
años pasaron de ser una pequeña escolta no remunerada a convertirse en una fuerza
de millones de hombres que dominó las esferas sociales, económicas, culturales y pro­
fesionales del imperio más poderoso que jamás se haya visto en Europa, y que par­
ticipó en algunos de los combates más cruentos de la segunda guerra mundial con­
tra los soviéticos.
Himmler planteó que las SS debían ser un cuerpo de elite dentro del partido. Su prin­
cipal obligación era proteger al Führer, además de reforzar el régimen nazi, brindan­
do apoyo a la policía en el mantenimiento del orden público. Llegó a ser tal su poder
que no tenían que responder ante los tribunales civiles por las ilegalidades cometi­
das en el cumplimiento de su deber, lo que Ies garantizaba inmunidad para arrestar,
maltratar y exterminar a sus adversarios políticos.
Una obra escrita con rigor y profusamente ilustrada — se aporta un valioso testim o­
nio gráfico de los uniformes, insignias, condecoraciones, gorras, cascos y sellos pro­
pios de las SS— , que ilumina un capítulo fundamental del siglo XX.

9 788497 341318

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