EL SABER DIDACTICO
Wdedidactica y ha dictado cursos.
fetsefianza, investigaciGn didactica.
Blintas universidades del pais.
fag6gico, disenio curricular y
Sprganismos oficiales.
facién (UBA). Es Master en
limanca-Espatia) y Master en Di-
Sprofesional esté orien
ie las asignaturas Evaluaciéa
de General Sarmiento y docente
fletas de a Universidad de Bue-
Invest
jos en el Area, particularmente
Jos aprendizajes. También ha
emational Association for the
fe Dr. William Pinar, desde el
ISP Sara Ch. de Eccleston) y
IA). Cussaestudios de Maestria
5 de didéctica. Desde 1996
ideDidéctica [dela Facultad
nos Aires, y es investigadora
ela Baucacién (UBA). Ha
ado, especialmente en ten
ones en el érea. Ha trabajado
inslitciones educativas, y
igbgica en distntos niveles
INTRODUCCION
Alicia R. W. de Camilloni
En este libro, en el que presentamos producciones de cuatro didactas
ue compartimos tareas de estudio, investigacién y docencia desde hace ya
Matis aos,’ no nos hemos limitado, simplemente, a reunir algunos trabajos
Sobre temas varios relacionados con nuestra disciplina. Nos hemos propuesto,
Por el contrario, realizar una reflexién sistematica sobre algunos de los,
problemas tedricos que hoy resultan centrales para la didéctica, ala que defi
fimos como teorfa de la ensefianza y a la que concebimos, al menos, a partir
de una definicién programstica, como una ciencia social. Los muchos ava-
fares que experiments en el curso de su desarrollo, ligados a la variedad de
Sitiaciones sociohistGricas que enmarcaron la construcci6n de lateorfa didactica
flo largo de los varios siglos de su existencia formal como disciplin:
@omo la heterogeneidad de problemas précticos que debi6 tratar de so-
Tucionar, han contribuido en cierto modo a desdibujar su campo. Al mismo
tiempo, sometida a prueba su solide, leza no sélo
pudo demostrar su for
I, Las autoras somos investigadoras del Instituto de Investigaciones en Ciencias de la
ucscién dea Facultad de Filosofia y Letras de la Universidad de Buenos Aires, actualmente
fel Proyecto F162 del Programa UBACYT de dicha Universidad. Algun
Estudiados previamente en el marco de los proyectos F015 y TI.60, también del Pro
UBACyT.4 EL SABER DIDACTICO
Porque, a pesar de todo, tuvo capacidad de perduracién a lo largo del tiempo
sino también porque des; de la elaboracion de
renovadas propuestas destinadas a mejorar la ensefianza
Distintos ejes han servido de nicleo principal para la estructuracién de
ta obra. Todos ellos, sin embargo, responden a nuestro prop6sito principal
de concentramos aqui en el tratamiento de cuestiones vinculadas con el
conocimiento didictico y su relacién con la ensefianza.
En el primer capitulo, «Justificacién de la didécticay, efectiio una pre-
ntacién de las razones por las que, a mi juicio, se fundamenta la ex
de la didéctica. Este capitulo es intencionalmente breve y pr¢
en un estilo clésico, distintos argumentos destinados a mostrar que
disciplina construida de acuerdo con ciertas pautas podra satisfacer los requi-
sitos que estos argumentos plantean. Este capitulo sirve, pues, de presen-
tacién de nuestra concepcién general de la didctica.
Enel segundo capitulo, «Didéctica general y didécticas espectficas» me
propongo exponer el complicado problema de las relaciones entre las,
didécticas. Es ésta, sin duda, una cuestiOn ertidae interminablemente
controvertible. Las dificles relaciones entre una y otras constituyen un tema
de competencia cientifica y profesional de campos te6ricos y practic
hasta de conflicto abierto entre expertos en las distintas materias. Por
de indole pedagégica, la vincutacién arménica entre la didéctica g
dlidécticas espectficas e, igualmente, entre estas tiltimas es, sin embargo,
indispensabl a ‘educativo no puede fragmentarse en una
muliplicidad de segmentos curriculares sin unidad. Por este motivo es que la
naturaleza de su articulacién exige la adopcisn de logicas con principio
¥ acttudes de acercamiento que faciliten la construccién de una red de principi
¥yconceptos e6rica compartida que permita
Jos desplazamientos de unos ca hacia otros y respete, al mismo
tiempo, las diversidades que comesponden a las diferent
Jos saberes con los que trabajan unas y otras.
Con el fin de sentar, entonces, principios para una teoria general de la
didéctica, en el tercer capitulo, «Los pro!
pongo analizar la relaci6n de los profe:
ingo, entonces, lo que denomino didactica «erudita» de una didéctica q
podemos llamar «ordinaria» o «del sentido comin». Una submodalidad en
ta ltima se presenta con frecuencia es la que designo como didécticaLSABER DIDACTICO
eign alo largo del tiempo
para la estructuraci6n de
prop6sito principal
jones vinculadas con el
tica>, efectio una pre:
ffundamenta laexistencia
reve y procura sintetizar
jBAmostrar que sGlo una
is podri satisfacer los requi-
tulo sirve, pues, de presen:
ica,
idcticas especificas» me
Jas relaciones entre las
tidae interminablemente
‘otras constituyen un tema
5 tericos y pricticos y
fintas materias. Por razones
Ta didctica general y las
iltimas es, sin embargo,
nopuede fragmentarse en una
«Por este motivo es que la
.con principios comunes
ferencias epistemoldgicas de
una teorfa general de Ia
sy el saber didctico», pro-
jeruditay de una didactica que
iin», Una submodalidad en
Jue designo como didéctica
sefalo, considero especial-
Introduccion 15
mente dafina y obstaculizadora de la construccién de un conocimiento di-
Agetico serio y riguroso. Cierran este capitulo algunas reflexiones episte-
mol6gicas acerca del cardcter que, ami juicio, debe alcanzar la teorfa
didictica y consideraciones sobre la disciplina que est4 y estard siempre en
‘camino de construirse y reconstruirse en raz6n de la naturaleza, en algunos
aspectos inevitablemente incierta, de la ensefianza, su objeto de estudio.
sujeto del discurso didéctico», cuarto capftulo del libro, me refiero,
especificamente, al cardcter del discurso didactico a partir de una definicién
del sujeto al que va dirigido. No se trata, como en el capitulo anterior, lo
relativo a cudl es la modalidad de la relacién que el lector establece con el
texto didéctico, sino, por el contrario, el tema central es cual es el sujeto al
‘que el didacta se ditige. Se diferencian, asf, un sujeto abstracto, un sujeto em-
pirico y un sujeto concreto, La caracterizacién de cada uno de ellos, y la
eleccién del sujeto concreto como destinatario del texto didactico, se propone
contribuir tanto a la construccién de un discurso didctico adecuado por su
consistencia con un proyecto para la educacién con la efectiva relevancia
social que proponemos para una buena ensefianza, cuanto la formacin de
profesores capaces de comprender este discurso y, recredndolo, levarlo ala
prictica de manera creativa y efectiva.
Enel quinto capitulo, «Problemas de la ensefianza y propuestas didécticas
a través del tiempo», Estela Cols muestra que la didéetica retine hoy una
importante cantidad de corrientes y Iineas de investigacién que atienden a
tuna multiplicidad de cuestiones ligadas a las practicas de enseftanza. Plura-
lidad y diversidad son rasgos que marcan a la reflexién didadctica contem-
pordnea y que posibilitan, al mismo tiempo, una mirada acorde con la com-
plejidad de su objeto de estudio. Este capitulo invita a buscaren la historia
los origenes de distintas tradiciones de pensamiento, entendidas como dife-
Tentes modos de plantear y dar respuesta a la variedad de problemiticas
nvolucradas en la ensefianza. A través de esta mirada retrospectiva, la autora
Se propone identificar algunos hitos que marcaron la emergencia de deter-
minados temas de interés didéctico asf como Ia constitucién de diferentes
tendencias relativas al modo de definir y estudiar estas cuestiones. El método,
el aprendizaje y Ia actividad del alumno, el contenido curricular y los pro-
pésitos de la escuela, las interacciones en el sal6n de clases son algunos de
los ejes alrededor de los cuales gravit6 la producciGn te6rica a través del
tiempo. En torno a ellos se organiza también este relato, hasta llegar a los
umbrales del pasado mAs cercano y el presente. Finalmente, se ofrece una
sintesis de las tendencias recientes en el discurso didéctico y se delinean los
interrogantes abiertos y desafios pendientes.16 BL SABER DIDACTICO
En el sexto capitulo «La enseflanza», Estela Cols y Laura Basabe se
‘ocupan del objeto de conocimiento de la didactica, la ensefianza, desde una
perspectiva amplia y comprensiva que recoge los aportes de miiltiples enfi-
ques teéricos. Como punto de partida, presentan un concepto genérico de
censefianza y desde alli distinguen las principales dimensiones y problemas
involucrados en esta actividad. En primer lugar, el desarrollo ofrece al lector
tuna mirada de la ensefianza como préctica social institucionalizada. Las
actividades de ensefianza se inscriben en politicas y proyectos educativos y
se desarrollan en una vasta y compleja red de organizaciones con funciones
formas de gobierno, comunicacin y control particulares. La ensefianza defi
ne asi un campo de practicas sociales que articula actores, estructuras,
recursos y normas. A su vez, la ensefianza es analizada en tanto acciGa
personal del docente que est4 orientada por prop6sitos particulares, dirigida
1 grupos especificos de estudiantes y tiene lugar en escenarios complejosy
cargados de incertidumbre. Desde este punto de vista, la ensefianza enfrenta
las vicisitudes de todo vinculo humano y el desaffo de construir una relaci6a
pedagégica con el alumno. Requiere del docente, también, el dominio de
saberes profesionales especificos y el despliegue de una gama de actividades
y Fecursos que promuevan procesos de aprendizaje orientados al desarrolla
personal y social de los estudiantes. La ensefianza, entonces, no se iniciaen
el aula sino que se define primeramente en el contexto social y politico, en
Ja institucién escolar y, por ttimo, en el sal6n de clases. A su vez, lo social
Jo politico, lo institucional y lo instrumental son dimensiones constitutivas
de la ensefianza en cada uno de estos mbitos. Por ello, las autoras defiendem
Ja importancia de adoptar una 6ptica que preste atenciGn a todas estas facet
en forma simulténea y que integre las contribuciones de estudios y reflexiones
de caracterfilos6fico, politico, social, institucional, psicosocial y didac
Enel séptimo capitulo, «La emergencia de los estudios sobre el curr
en Ja Argentina», Silvina Feeney se propone documentar la existencia
‘campo de estudios del curriculo? en otros pafses, presentar el cont
histrico de aparicién y desarrollo del pensamiento sobre el curriculo en
Argentina y acercar algunas reflexiones sobre el estado de Ia producci6i
ue, acerca del curriculo, tenemos hoy en nuestro pats. Introduce el problem
colocando al curriculo como un campo de estudios y de précticas de imp
tancia central en las ciencias de 1a educacién. En lo que respecta al trata
2. Las autoras optamos, en el presente libro, por usar el término
Dedicamos, pues, esta obra, a nuestros colegas, los didactas, alos profe-
sores en ejercicio y en formacién, a sus formadores y supervisores y a todos
Jos interesados en que la educacién, especialmente la educacién escolar,
cumpla sus misiones principales y logre que los aprendizajes de todos nues-
{os alumnos sean significativos en sus varias dimensiones, sociales y culk
turales, personales y laborales, y conduzca a la formacién de personas aut6-
rnomas, sabias, buenas y felices.
3. Antoine Prost (1990): Eloge des pedagogues, Parts, Eaitons du Seull, pf 29.EL SABER DIDACTICO
nlogue se refiere a la
hist6rico plantea ala
de los que habla la
lanza y, por ello, que
legias de ensefian-
Jemas de su puesta en
fensefianza.
én total y la aplica-
€ iluminado por un
idactas, alos profe-
isupervisores y a todos
Tu educacién escolar,
izajes de todos nues-
jones, sociales y cul-
inde personas aut6-
JUSTIFICACION DE LA DIDACTICA
Alicia R. W. de Camilloni