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JOHN RUSKIN

El famoso polígrafo ingles nació en Londres el 8 de febrero de 1819. Muy niño aún, tenía amplios
conocimientos sobre ciencias naturales, dibujo, música, y los textos bíblicos. Su profundo conocimiento
de la Biblia influiría, en lo futuro, en su estilo literario y le proporcionaría fuente de citas.
Complemento de su educación fueron los viajes que realizó con su padre por Gran Bretaña y por
el continente: Francia, Bélgica, Holanda, Alemania, Suiza e Italia; éstos le dieron ocasión de admirar
grandes obras maestras de arquitectura, escultura y pintura y de gozar el espectáculo agreste e
imponente de los Alpes y de los bellos paisajes franceses, suizos, italianos. En esos viajes es donde
nació el gran amor que Ruskin sintió por la naturaleza y ellos despertaron su sensibilidad de artista y
poeta.
Su cultura era ya grande cuando ingresó en la Universidad de Glasgow para estudiar lenguas
clásicas y después en el King’s College de Londres.
Aunque su preparación estética era sólida y mayor que la de sus condiscípulos, no fue alumno
brillante ni en estudios clásicos ni en matemáticas.
Un quebranto de salud le obligó a interrumpir sus estudios; pero, después de viajes por Europa,
volvió a Oxford, al Christ Church College. Después de graduarse se consagró con vocación a la estética y
comenzó a colaborar en diversas revistas de arte y de ciencia. Las artes plásticas, la geología y, más
adelante, las cuestiones sociales y éticas fueron los temas favoritos a los que se dedicó con apasionado y
ardiente fervor, arbitrario y contradictorio muchas veces, pero siempre sincero.
A los veinticuatro años (1843) publicó el primer tomo de Modern Painters (Pintores Modernos) y
desde entonces ya no cesó de publicar libros y artículos hasta el final de su vida. Es larga la lista de sus
publicaciones y aunque abarcan infinidad de temas, hay dos predominantes: las artes y la sociología.
En 1848, cuando tenía veintinueve años, se casó con Eufemia Chalmers Gray, pero este
matrimonio fue infortunado; ella obtuvo en 1854 la disolución legal de su matrimonio, que solo había
durado seis años.
No siempre sus obras, estéticas y sociológicas, eran aceptadas sin discusión ni polémica. Ruskin
tenia fogosidad de polémica y no cedía fácilmente ante sus contradictores.
En 1864, cuando tenia cuarenta y cinco años, murió su padre dejándole cuantiosa fortuna y una
hermosa propiedad en Denmark Hill. Desde entonces fundó escuelas de arte, museos e instituciones
benéficas en los que fue invirtiendo su patrimonio.
En 1869 (cincuenta años), le nombraron catedrático de Arte en la Universidad de Oxford. En 1880
(sesenta y un años) viajó por Francia y tres años después (1883-84) reanudó sus lecciones de Arte en
Oxford.
Se retiró a su casa de Brantwood, en Coniston, distrito de Lake, donde murió el 20 de enero de
1900, con ochenta y un años de edad.
Las obras principales de Ruskin malo lo es por su insinceridad e este tema son muchas veces utópicas.
abarcan dos grandes grupos, las que se inmoralidad. Abogó por reformas y medidas que lego
refieren a las artes y las que versan sobre Convenció a su generación de que pasaron a formar parte de todos los
ética social. Su falta de serenidad fría el Arte no era un pasatiempo de ricos programas de los partidos políticos: casas
hace de él un desocupados y de higiénicas para los obreros, pensiones de
polemista entendidos, sino que vejez, plan nacional de educación con
apasionado, incumbía amplia y escuelas y colegios para todos, y
que a veces profundamente a toda la revalorización y significación del trabajo
se contradice, Humanidad. manual.
pero no un La arbitrariedad, el The Seven Lamps of Architecture
filósofo del exclusivismo medievalista, la (Las siete lámparas de la Arquitectura) fue
Arte ni un falta de escrita en
crítico 1849, cuando
imparcial. Y el autor tenia
tanto sus 30 años. En
opiniones ella Ruskin
artísticas pretende influir
como sus en los
opiniones constructores
sociales, de su tiempo
fueron o no para lograr
discutidas, ciertos
ejercieron resultados
poderoso bellos,
influjo en su sinceros,
tiempo prácticos y
haciendo comprensión para la belleza desacostumbrados. Muchos de los
variar el escultórica renacentista, la consejos que da son valiosos para todos
parecer y los poca simpatía hacia el los tiempos: sinceridad, simplicidad, amor
gustos de sus instinto creador del artista a la obra propia actual y respeto a la
son pecados estéticos de pasada.
Ruskin que, junto con Lo social y lo ético junto siempre
contemporáneos. muchos propios de su modo de juzgar al con lo artístico es la posición constante de
Su amor exclusivista hacia el arte arte, quedan en gran parte redimidos por Ruskin. Hoy ya no se puede aceptar su
medieval, desdeñando todo lo que no fuera su capacidad de infundir estímulos, de pretendida resurrección del estilo gótico
románico, gótico o bizantino, no puede alentar el apasionamiento por las artes como única forma legítimamente sincera
aceptarse como norma estética. Lo que atribuyendoles una raigambre ética, de edificar y menos atendible aún es su
sigue siendo valioso en las enseñanzas de humana y conmovedora. horror a la obra arquitectónica metálica.
Ruskin es su afán de que el Arte fuese La otra actividad apasionada de También en las siete lámparas
sincero, y que la buena obra de arte es Ruskin fue la sociología. Sus obras sobre subordina la estética a la moral y se
esencialmente moral, así como el arte
expresa con su forma adornada y solemne, de párrafos largos, llenos de apartes,
paréntesis e incisos.
Es y seguirá siendo una de las obras más celebres del critico de arte más famoso en Europa del siglo XVII: John Ruskin. Fue un
reputado acuarelista y un auténtico esteta, así como un prolífico escritor con gran influencia en la opinión pública. A principios de siglo se fundaron
muchas sociedades para promover sus enseñanzas; abogaba por el renacimiento gótico y se manifestó como un gran opositor de la revolución
Industrial. Dejó toda su fortuna a la filantropía.
Estas lámparas son en sí manuales básicos de todos los conceptos arquitectónicos. Ruskin declaraba: “Creo que la arquitectura debe ser
el principio de las artes y que todas las demás han de seguirla en su modo y método y creo que el futuro de nuestras escuelas de pintura y
escultura depende de nuestra arquitectura.

LAS SIETE LÁMPARAS DE LA ARQUITECTURA

LÁMPARA DEL LÁMPARA DE LÁMPARA LÁMPARA DE LÁMPARA DE LÁMPARA DE LÁMPARA DE


SACRIFICIO LA VERDAD DEL PODER LA BELLEZA LA VIDA LA MEMORIA LA
OBEDIENCIA

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