Está en la página 1de 2

LUGAR

LUGAR GEN. (Del latín locus.) Medio espacial en el que se ubican las cosas; situación
espacial de un cuerpo, o modo de «estar en», que expresa la situación de un cuerpo.
Este concepto está estrechamente relacionado con la noción de espacio, aunque no se
confunde con él. Pero de la misma manera que existe una concepción absoluta y una
concepción relativa de la espacialidad, también existe una concepción que tiende a dotar
al lugar de unas características propias, contrapuesta a otra que lo considera meramente
como una relación entre los cuerpos.

Para Platón los dos polos fundamentales de su ortología son lo Mismo / o lo otro, y
éstos precisan del demiurgo, que para la formación del mundo, basado en la
contemplación de las formas inteligibles, necesita de una base absolutamente
indeterminada en la que plasmar las mas. Éste es el medio espacial o PDF", y en este
medio espacial indeterminado se efectúa la labor del demiurgo, que permite la aparición
de las cosas sensibles que son imágenes del mundo eidético de las ideas o formas. Pero
la primera doctrina del lugar encuentra su elaboración filosófica en la física aristotélica,
especialmente en la Física, donde Aristóteles lo define como límite que circunda un
cuerpo, o primer límite del cuerpo envolvente. Un cuerpo está en el aire porque éste lo
circunda y está en inmediato contacto con él, de la misma manera que una mano está
en un guante porque la piel interior de éste circunda y limita la piel de aquella.

Para entender la concepción aristotélica del lugar debemos partir de su negación de


la posibilidad del vacío; para Aristóteles todo es un plenum, en el cual, no obstante, es
posible el cambio y el movimiento (en oposición a los atomistas que afirmaban la
necesidad del vacío para explicarlo), de la misma manera que es posible nadar en el
agua, mediante sustituciones sucesivas de los cuerpos que, de esta manera, cambian de
lugar. Este, pues, debe concebirse como localización. Pero el movimiento implica un
cuerpo que se mueva, y éste ha de poseer cierta cantidad (extensión), en virtud de la
cual ocupa un lugar. Si se hace abstracción del sustrato o soporte entitativo de la
cantidad obtenemos el espacio. El espacio, entonces, fruto de una abstracción, es
meramente ideal, y de su estudio debe ocuparse la ciencia de las magnitudes continuas:
la geometría. La noción de lugar, no obstante, para Aristóteles, es epistemológicamente
anterior a la de espacio pues, para elaborar la abstracción que da lugar a éste, es preciso
partir de un movimiento que se define, justamente, como cambio de lugar (arriba, abajo,
derecha, izquierda, delante, detrás). De esta manera, según Aristóteles, el lugar es una
magnitud real y cualitativa cuyo estudio compete a la física, y que permite la aparición
del espacio, que es una magnitud ideal de la que se ocupa la matemática.
Al mismo tiempo, el lugar es una propiedad de los cuerpos, razón por la cual, en base
a su teoría de las categorías, en la medida en que es una propiedad, no es propiamente
una sustancia, sino que depende de ellas. No obstante, puesto que allí donde hay un
cuerpo podría haber otro, esto debe de significar que es distinto de los cuerpos que lo
ocupan y, en este sentido, parece que sea una realidad en sí mismo. Por esta razón, es
una propiedad peculiar que parece estar en una situación intermedia entre las
propiedades y las sustancias. Aristóteles también otorga propiedades cualitativas al
lugar (no para cada cuerpo, sino para clases de ellos), y considera que el lugar ejerce
cierta influencia sobre los cuerpos mismos. Esto determina una concepción cualitativa
del lugar, de forma que para Aristóteles hay «lugares naturales» para determinadas
clases de cuerpos.

Así, según la física aristotélica, hay lugares naturales para los cuatro elementos: aire,
agua, fuego y tierra, que determinan que los cuerpos más pesados tiendan naturalmente
hacia abajo, y los más livianos hacia arriba. Por otra parte, en tanto que es el límite que
circunda un cuerpo, todo cuerpo ocupa un lugar excepto el universo mismo, ya que a
éste nada lo circunscribe o limita.

En la época moderna, a partir de Galileo y Descartes, cuando se conciba el estudio


de la física a partir de la matemática y se estudie el movimiento a partir de la
consideración de puntos matemáticos, desaparecerá toda consideración cualitativa de
la noción de lugar, razón por la cual se considerará que esta noción es equivalente a la
de espacio y, a su vez, en relación con el movimiento, se afirmará su relatividad, como
relación de un cuerpo a otro que se toma como sistema de referencia. En la dialéctica
de Hegel, el lugar aparece como el tercer elemento que sigue la progresión del espacio
y el tiempo: como «el ponerse de la identidad del espacio y el tiempo» que surge como
condición dialéctica del movimiento.

También podría gustarte