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Ilustración: NASA

Kepler, el matemático que


pintaba órbitas planetarias
Este científico alemán revolucionó los cánones astronómicos del siglo XVII con tres leyes que
demostraron, entre otras cosas, que el recorrido de los planetas en el espacio era elíptico y no
circular, y que permitieron saber la masa de los astros a cientos de miles de kilómetros.

>> Alberto Castellón Serrano / Profesor de Astronomía de posición

D
urante el 2009, Año Internacional se conoce como primera ley de Kepler y
de la Astronomía (AIA), una con- segunda ley de Kepler. La tercera apare-
siderable cantidad de actividades ció algo más tarde en Harmonice mundi
de todo tipo ha recordado que, hace justo (1619). He aquí sus enunciados:
cuatro siglos, Galileo apuntó al cielo con
un anteojo fabricado por él mismo. Los Primera ley: Los planetas se mueven
descubrimientos que propició aquel nuevo según órbitas elípticas que tienen al Sol
aparato revolucionaron nuestra visión del como uno de sus focos.
universo. Sin embargo, hay una segunda
efeméride que también se conmemora en Segunda ley: El radio que une un planeta
el AIA. Y es que en 1609 se produjo asi- con el Sol barre áreas iguales en tiempos
mismo un hecho crucial para el desarrollo iguales.
de la astronomía y, en general, de la cien-
cia: Johannes Kepler publicaba, tras una Tercera ley: Los cubos de los radios me-
década de investigaciones, Astronomía dios de las órbitas de los planetas son pro-
nova. En esta obra el matemático alemán porcionales a los cuadrados de los tiem-
mostró dos resultados rotundos a los que pos que invierten en recorrerlas.

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Segunda Ley de Kepler

Área barrida
en unidad de
tiempo

Afelio x Perihelio

Sol Área barrida


en unidad de
tiempo

Consiguió predecir c y el semieje mayor a, también llamado a 29.29 Km/s en el afelio (hacia el 4 de
tránsitos de Venus y este radio medio al obtenerse como media julio). Esta circunstancia es la causante de
aritmética entre las distancias mínima y que cada día solar (intervalo entre dos pa-
Mercurio por delante del máxima del planeta al Sol. (Al lugar de sos consecutivos del Sol por el meridiano
disco solar, aunque no la órbita de distancia mínima se le conoce del lugar) tenga una duración distinta. Así,
vivió lo suficiente para como perihelio, y al de distancia máxi- a las 12:00 de T.U. el Sol no siempre seña-
presenciarlos ma, afelio.) La excentricidad, que toma la el Sur. En ocasiones pasa con adelanto,
valores en el intervalo [0,1), proporciona en ocasiones con retraso, sobre la hora ofi-
una idea del achatamiento de la elipse. cial. Estas diferencias son tan apreciables
Estas tres leyes describían y cuanti- Una excentricidad e = 0 corresponde a la que hay que plasmarlas en los relojes de
ficaban las evoluciones de las llamadas circunferencia. Salvando a Mercurio (e Sol que aspiren a la precisión.
estrellas errantes. Además, permitían = 0.20563), del que era muy complicado
calcular con precisión las posiciones que obtener medidas fiables debido a su per-
ocuparían los planetas en la esfera celes- manente proximidad al Sol, el resto de las
te a una fecha dada. Por ejemplo, Kepler órbitas planetarias poseen excentricidades
consiguió predecir tránsitos de Venus muy bajas. No obstante, la excentricidad e
y Mercurio por delante del disco solar, = 0.09341 del planeta Marte ya alcanzaba
aunque no vivió lo suficiente como para un valor lo bastante elevado como para
presenciarlos. En definitiva, las investiga- que una circunferencia no se ajustase con
ciones de Kepler, como antes las de Co- exactitud a sus movimientos por el cielo.
pérnico y Galileo, constituyeron una de Y de Marte sí que compiló Tycho Brahe
las primeras manifestaciones de la cien- una importante cantidad de datos gracias
cia moderna. Kepler comprobó, teniendo al imponente círculo mural que construyó
en cuenta los tres modelos cosmológicos en su castillo de Uraniborg. Este ha sido el
de los que se disponía en la época (el de instrumento de medida más preciso (error
Ptolomeo, el de Copérnico y el de Brahe), de 1’ de arco) que no se auxiliaba de más
que los datos observacionales cuadraban óptica que el ojo desnudo. Kepler basó sus
con los calculados si se presuponían las cálculos en las valiosísimas Tablas rudol-
leyes anteriores. finas de Tycho.

Hasta la genialidad de Kepler, no se La segunda ley, que puede reenunciar-


concebían otras órbitas para los planetas se diciendo que el área del sector de elipse
que las circulares. Imposible que la inte- barrida por el radio vector del planeta es
ligencia del Creador hubiera recurrido a proporcional al tiempo, impone que la ve-
curvas más imperfectas que la circunfe- locidad del astro no sea uniforme si e >
rencia. No obstante, la matemática griega 0, alcanzando su máximo en el perihelio,
clásica ya había aportado toda una teoría y su mínimo en el afelio. La Tierra, por
acerca de las secciones cónicas. En una ejemplo, con e = 0.01671, viaja a 30.29 Uraniborg, ilustración del libro Astronomiae
órbita elíptica, la excentricidad e expresa kilómetros por segundo (Km/s) en el pe- Instauratae Mechanica, Tycho Brahe, 1598.
el cociente c/a entre la semidistancia focal rihelio (alrededor del 4 de enero), y solo Wikimedia Commons

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A la derecha, libración lunar en longitud /


Foto: Copyright David Haworth

Abajo, modelo platónico del Sistema Solar


presentado por Kepler en su obra Misterium
Cosmographicum. / Wikimedia Commons

Otro efecto palpable de la segunda ley Ante la imposibilidad comparación con la de nuestra estrella, de
es factible de ser detectado por cualquiera de realizar una medida forma que, con los datos de los que dispo-
que posea un pequeño telescopio. Se tra- nía Kepler, el cociente a3/T2 era práctica-
ta de una de las libraciones lunares. (Por
directa, sus tres leyes nos mente el mismo para todos los planetas.
libración se entiende al fenómeno según han permitido conocer de No obstante, existen ligeras disparidades.
el cual puede verse desde la Tierra parte forma estimada la masa de Gracias a ellas es posible estimar masas
de la cara oculta de la Luna.) Sabido es los planetas planetarias. En el recuadro se calcula, por
que las mareas que ejerce la Tierra sobre ejemplo, la masa de Júpiter m = 0.00219
su satélite han aminorado la rotación lu- Tierra. De esta forma, aplicando la tercera masas solares. Una cantidad pequeña, sí,
nar de modo que la Luna presenta siempre ley con el semieje mayor de la Tierra, se e insuficiente como para que en el siglo
el mismo hemisferio a la Tierra. Pero la obtiene que Neptuno invierte algo más de XVII se apreciaran desviaciones a la ter-
segunda ley, aplicable a cualquier par de 164 años en completar un giro alrededor cera ley, pero esas 0.00219 masas solares
cuerpos celestes entre los que se ejerza la del Sol. Lo que sorprende es que en el pe- son significativas.
gravedad, obliga a la Luna a desplazarse riodo de traslación T solo influya el radio
con mayor velocidad en el perigeo (lugar medio a, y no la longitud total de la órbi- La expresión exacta de la tercera ley,
más próximo) que en el apogeo (lugar ta. Esto quiere decir que dos válida para cualquier pareja de
más alejado). Así, la Luna rota, respecto órbitas del mismo semieje cuerpos sometidos a atracción
a su traslación, con algo más de rapidez a, aun siendo de lon- gravitatoria mutua, permi-
en el apogeo, mostrándonos por su limbo gitudes muy distintas te entonces cuantificar
occidental zonas de su cara oculta. En el si es que poseen dife- masas de cuerpos
perigeo sucede lo contrario, se traslada a rentes excentricida- celestes sin nece-
más velocidad que la de rotación, no dán- des, serán recorridas sidad de proceder
dole tiempo a ocultar del todo su borde en el mismo tiempo. con una medida
oriental. directa, imposible
Por otro lado, hay de realizar. Si se calcula,
He aquí la expresión matemática de la que advertir que, mientras póngase por caso, el semie-
tercera ley para el sistema solar: las dos primeras leyes son exac- je y el periodo de la órbita de
tas, esta tercera, en el enun- una estrella doble, podrá eva-
a3 ciado original de Harmonice luarse la masa conjunta de és-
= constante,
T2 mundi, solo es aproximada. La tas. Las masas de los planetas
causa estriba en que la constante se cifran con cierta precisión a
donde a es el semieje mayor (o radio del segundo miembro depende en reali- partir de las órbitas de sus satélites (na-
medio) de la órbita de un planeta, y T, dad de las masas M y m de los cuerpos turales o artificiales). Estos poseen masa
el periodo de traslación de ese planeta, involucrados. (Véase el recuadro adjunto, despreciable en relación a su planeta. Y,
es decir, el tiempo que tarda en dar una p.33) En el caso en que M represente a al girar con mucha rapidez, se dispone de
vuelta al Sol. Por ejemplo, el radio me- la masa del Sol, y m, a la de un planeta, una gran cantidad de datos acerca de su
dio de Neptuno es unas 30 veces el de la esta última masa resulta despreciable en trayectoria.

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Newton se inspiró en la integró el movimiento balístico estudiado >> Tercera Ley de Kepler
tercera ley para su ‘regla por Galileo. Al parecer, Hook manifestó a
Halley que había constatado la ley de las
del inverso’, de la que elipses a partir de su propia teoría de la De las leyes de Newton se deduce la
deduciría su famosa teoría gravedad como fuerza de emanación, pero siguiente expresión de la tercera ley de
de la gravitación universal no le revelaría los argumentos hasta que Kepler:
no los tuviese a punto. Halley, enfadado,
a3 G
visitó a Newton para preguntarle cómo = (M + m),
Por desgracia, no hay suficiente espa- sería una órbita en caso de satisfacerse la T 2 4 2
cio en estas líneas para incluir el intere- ley del inverso del cuadrado de las dis-
sante relato de cómo Kepler concibió sus tancias. (La fuerza con que se atraen dos donde G es la constante de la gravita-
tres leyes. Baste mencionar que el astró- cuerpos es inversamente proporcional al ción universal, a es el semieje mayor (o
nomo danés Tycho Brahe contrató a Ke- cuadrado de la distancia que los separa.) radio medio) de la órbita, y T es el perio-
pler como matemático. Siempre recelaron Newton respondió de inmediato: una elip- do de traslación de un cuerpo de masa m
el uno del otro. Brahe dosificaba los datos se. Y es que Newton concluyó con tal he- que gira alrededor de un cuerpo de masa
que proporcionaba a Kepler, pues solo es- cho cuatro años antes, pero había perdido M. En realidad, ambos cuerpos giran al-
taba interesado en validar su modelo del la demostración. Tardó cuatro meses en rededor del centro de masas del sistema.
cosmos. Hubo de fallecer este para que reconstruirla y mejorarla, fruto de lo cual Decir que un cuerpo gira alrededor de
Kepler se hiciera con las Tablas rudolfi- publicó los Principia. otro no es sino adoptar el punto de vista
nas. del cuerpo más masivo.
Finalmente, las leyes de Kepler deja-
Fue la tercera ley la que inspiró a rían de tener validez en física relativista. En 1976, la Unión Astronómica In-
Newton la regla del inverso del cuadrado Sin embargo, con el grado de precisión de ternacional estableció como unidad de
de la distancia. A partir de ahí formuló la los actuales instrumentos de medida, solo masa la masa solar, como unidad de lon-
ley de la gravitación universal y dedujo, se observan discrepancias respecto de la gitud la unidad astronómica (U.A.), que
como consecuencia de ella, las tres leyes física newtoniana en la proximidad de ob- es el radio medio de la órbita terrestre
de Kepler. Además, otros dos tipos de ór- jetos muy masivos, en donde se hace sig- (unos 150 millones de kilómetros), y
bitas fueron descritas, las hiperbólicas y nificativa la curvatura del espacio-tiempo. como unidad de tiempo el día de 86400
las parabólicas, que son las seguidas por En el caso del sistema solar, este hecho segundos del Sistema Internacional. Si
cuerpos que no llegan a ser capturados en únicamente se constata en la órbita de se expresa la constante G en tales uni-
trayectorias estables. Asimismo, Newton Mercurio. Pero esto ya es otra historia… dades, la tercera ley queda en la forma

a3
133412.5728 = M+m
T2
Mapa del mundo, de Tabulae Rudolphine.
(Wikimedia Commons) Por ejemplo, en el Anuario del Ob-
servatorio Astronómico de Madrid del
2008 se leen los siguientes datos para
Júpiter:

T = 4330.62 días, a = 5.203363 U.A.

Esto da M + m = 1.00219, que sería


la masa conjunta del Sol y de Júpiter. Y
como M = 1, ya que el Sol posee una
masa solar, se deduce entonces que Jú-
piter tiene m = 0.00219 masas solares.

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