Está en la página 1de 3

Universidade da Coruña

Facultad de Sociología
Segundo curso
Grupo 1
Sociología económica y de
las organizaciones
Profa.: Iria Vázquez Silva

La gran transformación
Karl Polanyi

Corral Díaz, Javier

20 de marzo de 2018
La economía de mercado es un sistema regulado por los mercados en el que éstos cumplen la
función de ordenar la producción y su distribución. Las condiciones necesarias de la economía
de mercado son las siguientes.

 La necesidad de la oferta y la demanda. Donde para cada precio existe una oferta de
bienes y servicios y una demanda de los mismos.
 El dinero. Como indicador del nivel adquisitivo. Reparte el poder mediante el “poder
adquisitivo”.

El precio de los productos depende del beneficio del productor, donde la distribución de estos
productos es lo que reporta ingresos al productor, y permite seguir produciendo. En este
sentido la autorregulación juega un papel muy importante, ya que, la finalidad de la
producción es su venta en los mercados, donde los productores obtienen la totalidad de sus
ingresos. El mercado no solo abarca bienes y servicios, ya que existen también mercados de
tierra, trabajo y capital. El precio de utilización de los bienes y servicios sería el precio de las
mercancías, mientras que los del factor tierra, trabajo y capital, serían rentas, salarios e
intereses respectivamente.

El único papel del estado en este sentido sería el de asegurarse de que el mercado está
autorregulado, evitando que éste sea intervenido o manipulado de cualquier forma. Esta
actitud es típica en mayor o menor medida de los gobiernos de corte neoliberal.

El vínculo de la sociedad y la economía es claro, desde el principio de la historia de la


humanidad, no existe un sistema económico que esté separado de la sociedad.

El mercado autorregulado exige una división de la sociedad con un carácter dicotómico en


base a la política y a la economía. Esto se debe a que es una forma de asignar las formas de
producción y distribución, que por tanto exige que haya una organización sociopolítica
determinada y adecuada a la estructura y el funcionamiento de estos mercados
autorregulados.

La tierra, el trabajo y el capital son mercancías ficticias ya que no han sido creadas para su
venta en el mercado, pero paradójicamente, todo sistema de mercado necesita de su
mercantilización para pervivir, y esto genera grandes disfunciones a todos los niveles. A pesar
de esto, el estado no puede intervenir impidiendo que esto suceda, ya que de ser así, se
pondría en riesgo la autorregulación de los mercados. De esta forma, la sociedad queda
subordinada a los requerimientos de los mercados.

La producción industrial ha dejado de ser un elemento secundario del comercio y se ha


convertido en un sistema complejo en el que los factores tierra, trabajo y capital, como
factores de producción económicos, son imprescindibles para la pervivencia del propio sistema
capitalista, por lo cual se debe garantizar su permanencia en el tiempo. La única forma de
garantizar esta pervivencia de los factores de producción es la mercantilización de los mismos.
De esta forma el mercado se expande de las mercancías convencionales a estas nuevas
mercancías ficticias, y domina la esfera política, económica y social. A lo largo del siglo XIX, con
el afianzamiento del capitalismo, se dan dos posturas encontradas: por una parte el
liberalismo, que trata de mercantilizar los factores de producción y basarse en una economía
libre de mercado autorregulado, y por otra parte el proteccionismo, que surge en
contraposición a los efectos destructivos del liberalismo económico.
El surgimiento del neoliberalismo trae consigo un doble dinamismo social. Por una parte, un
movimiento de carácter material que genera un nuevo modo de vida en base al desarrollo de
un sistema expansivo de mercados. Por otra parte, surge su contrapartida, un movimiento que
trata de controlar y guiar esa expansión. Este contra-movimiento entiende el mercado
autorregulado como una amenaza para los recursos naturales y para los seres humanos. Este
doble movimiento consiste en la acción de unos principios que se contraponen, que actúan de
forma contraria a nivel institucional, metodológico y social.

También podría gustarte