En apartado, no se propone la demostración del significado desde el significante
sino desde la existencia humana, el espíritu, la conciencia. Tal demostración no es objetiva ni teórica sino intersubjetiva, conectada a la praxis. Es cierto que, no se necesita al significado para explicar el lenguaje, pero sí es necesario poseerlo en la conciencia. Este autoconocimiento no depende del conocimiento del mundo sino del conocimiento del significado en cuanto tal. Pues por este se percibe la diferencia entre la permanencia y lo variable, de la intencionalidad del conocimiento y la estabilidad de las cosas, de la trascendencia e inmanencia tanto de la conciencia como de la materia. Mediante la autoconciencia de sí mismo se da la correlación de la certeza del significado. La obra de este es el significante. Este gráfico implica la imagen en cuanto reflejo del contenido inteligible. Por ello, el hombre halla en el signo material el reflejo por el cual puede conocer el significado. El conocimiento de este por la imagen acústica o gráfica del significante es más seguro que el conocimiento del significado de las cosas en cuanto tales.
Por eso, el fundamento de todo lo cognoscible está en el significado. Ya que el
conocimiento de este permite al hombre autodiferenciarse del referente. De esta manera distingue el significado autopercibiéndose como una subsistencia por encima del mundo. Tal inteligibilidad se vuelve el fundamento para la comprensión del mundo y de sí mismo. En tal percepción no se percibe sólo como ser en el mundo sino como una realidad espiritual que trasciende el carácter óntico. Este contenido inteligible se busca en el mundo vital del Yo. Por lo tanto, sólo se puede hablar del ‘significado’ desde el hombre. El prescindir de este aspecto formal, la comprensión de la vida del hombre es imposible. Inclusive, la intelección de la existencia humana sólo es permitida por la intelección del propio significado. Este es una subsistencia absoluta en el momento de su materialización en el significante y a la vez en el contenido formal de la conciencia. Esta materialización es una autosensiblización del mismo contenido desde el hombre. El significado se materializa donde se quiera y cuando se quiera, su presencia es efecto de la voluntad humana. De este modo la inteligibilidad se puede presenciar ante cualquier persona sin importar su época determinada. El significado, en cuanto obra del hombre, es semejante al hombre espiritual con contenido inteligible, subsistente y dispone de su propia esencia; además es semejante al significante en cuanto corporal. Como dirían los antiguos: ‘lo semejante conoce lo semejante’. El significado es subsistencia semejante al hombre, con un contenido formal, en cuanto espíritu; y con una manifestación material, en cuanto cuerpo.