La perspectiva humanista-existencia formula teorías de la naturaleza humana
que se basan en atributos humanos y problemas existenciales característicos ocasionados por el hecho de ser humanos. El término humanismo se relaciona con las concepciones filosóficas que colocan al ser humano como centro de su interés. El humanismo filosófico resalta la dignidad del ser humano, aunque interpretada de distinto modo en las diferentes formas de humanismo (cristiano, socialista, existencialista, científico, etc). El humanismo puede ser entendido como una determinada concepción del ser humano, y también como un método.
Por ejemplo, el humanismo entendido como método está presente en
la psicología de William James, quien rechazó todo absolutismo y toda negación de la variedad y espontaneidad de la experiencia y, en consecuencia, reivindicó flexibilidad al describir la riqueza de lo real, aún a costa de perder exactitud. Para el enfoque humanista los conocimientos relevantes sobre el ser humano se obtendrán centrándose en los fenómenos puramente humanos tales como el amor, la creatividad o la angustia. Para referirse al enfoque humanista en psicología se utilizan los títulos: psicología humanista, psicología existencialista, psicología humanístico-existencial. 1.1 Perspectiva Humanista Existencial La perspectiva humanista-existencial presenta un contraste muy marcado con los planteamientos teóricos que describimos hasta puntos. Raíces se encuentran en diversos sistemas filosóficos y religiosos que dan Importancia a la dignidad, bondad inherente y la libertad de la naturaleza humana. El desarrollo de esta perspectiva dentro de la psicología fue en parte un producto de esta tradición y en parte una reacción ante las concepciones menos has halagüeñas de la naturaleza humana, características del psicoanálisis y del conductismo radical. A pesar de que la cantidad de investigación que trata con eficacia es menor que la que se refiere a las otras terapias, existe evidencia que sugiere que es eficaz con muchos pacientes (Elliott, 2002).
Los clínicos con orientaciones humanista-existencial tienen sus
diferencias. Tal vez: la principal de ellas es que los humanistas tienden a ser más optimistas sobre la condición humana que los existencialistas. Los clínicos humanistas consideran que las influencias ambientales indeseables son desestabilizadoras de la autorrealización, en tanto que los existencialistas hacen hincapié en la responsabilidad de un individuo de manejar, de manera realista lo que el ambiente le depara. Sin embargo, ambas corrientes que la psicología científica pierde la marca cuando se concentran sólo en la conducta observable y descuidan la vida interna de una persona. Ellos creen que las experiencias internas y la búsqueda del significado de la existencia son el núcleo de un individuo y por lo tanto ése debe ser el enfoque de la psicología. Por consiguiente, consideran la introspección como una fuente indispensable y válida de la información psicológica. Desde el punto de vista terapéutico, estas orientaciones otorgan suma al papel que un terapeuta juega al expandir la conciencia paciente de que es valioso, que tiene potencial que debe asumir la responsabilidad de dirigir el curso de su propia vida. 1.2 El Punto de Vista Humanista: Uno de los supuestos de punto de vista humanista es que en cada persona existe una fuerza activa que se esfuerza hacia la autorrealización, un deseo de ser todo lo que tú puedes ser". Cuando la personalidad humana se abre a un ambiente benigno da a estas fuerzas creativas un reinado libre y surge la naturaleza interna positiva del ser humano. La miseria humana y la patología, por el otro lado fomentadas por los ambientes que frustran las tendencias naturales del individuo hacia su propia realización.
Carl Rogers (1902-1987, figura 2-20), uno de los líderes de la
psicología humanista, utilizó la imagen que la persona tiene sobre sí misma como la pieza central de su perspectiva sobre la personalidad (Rogers 1951, 1959, 1980). Rogers relacionó la capacidad de la persona para lograr el entendimiento de sí mismo y la autorrealización con respecto a su autoestima y la percepción que tiene de la aceptación por parte de los demás Un adulto que cuando era niño se sintió querido y valorado es probable que renga una imagen Positiva de sí mismo, que los demás piensen bien de él y que tenga capacidad para su autorrealización. El ajuste óptimo da como resultado lo que Rogers llama la personalidad que funciona totalidad y que se caracteriza por un bajo nivel de ansiedad. La ansiedad se debe a la incomodidad o tensión que resulta de las incoherencias entre la percepción que tienen las personas de sí mismas y sus ideas con de lo que les gustaría ser.
A pesar de que las formas en que conceptualizan la conducta
contrastan de manera muy marcada, tanto Rogers como Freud desarrollaron sus posiciones teóricas con base en datos de observación similares: la conducta de los pacientes y de los terapeutas en la psicoterapia. Sin embargo, Rogers rechazo la noción psicoanalítica de que las personas son irracionales antisociales por naturaleza. Por el contrario, afirmó que cada persona es básicamente racional, social y constructiva.
Para Rogers la psicoterapia es una situación en la cual buscan ayuda
las personas con problemas, que tienen poco respeto por si mismas una percepción distorsionada de ellos y del mundo. Afirma que personas sanas son aquellas que se alejan de los papeles creados las expectativas de los demás, es decir, que no pretenden ser lo que no son. En vez de ello, aprenden a confiar en sí mismas y rechazan los falsos yo que los demás han creado para ellas. Por otra parte, las personas neuróticas y psicóticas tienen un concepto de sí misma que no concuerda con sus experiencias. Temen aceptar sus propias experiencias como válidas de manera que las distorsionan ya sea par a protegerse o para obtener la aprobación por parte de los demás. Un terapeuta puede ayudar a que abandonar estos falsos yo.
La labor de los terapeutas rogerianos no es proporcionar
interpretaciones ni dar consejos: el terapeuta debe aceptar que los pacientes tienen el derecho al valor y la dignidad a pesar de sus problemas. Esta aceptación significa que el terapeuta debe comprender los sentimientos de paciente, sin importar lo positivo o negativo que sean o la forma en que se contrapongan a las propias actitudes del terapeuta.
Rogers creía que "no existe el conocimiento científico; sólo existen
percepciones individuales de lo que parece ser ese conocimiento para cada quien" (1959). Esta afirmación expresa el punto de vista humanista- existencialista de que la experiencia interna y una búsqueda del significado de la vida deben ser el centro de atención de la psicología. 1.3 Punto de Vista Existencial: La perspectiva existencial se tornó popular en Europa después de la Segunda Guerra Mundial, cuando los psicólogos y filósofos trataron de entender cómo pudieron ocurrir los horrores de la guerra, y cuán seguras estaban las personas de sobreponerse y encontrar el significado de la vida. Mientras que las teorías humanistas se enfocan en los procesos de autorrealización, los teóricos existencialistas hacen hincapié en la autodeterminación, elección y la responsabilidad del individuo para sobreponerse a las fuerzas ambientales. Nosotros somos el resultado de nuestras propias elecciones", identifica a los existencialistas. "Nuestra existencia y su significado están en nuestras manos y sólo nosotros podemos decidir cuáles serán nuestras actitudes y conductas."
La pregunta del significado de la vida es muy relevante desde el punto
de vista del existencialismo. El libro Man 's SealTh for Meaning, escrito en 1959 por Viktor Frankl (1905-1997), describe sus experiencias como prisionero de un campo de concentración alemán durante la Segunda Guerra Mundial y cómo esas experiencias estimularon su enfoque existencial de la psicoterapia (ver el recuadro 2-1). En su libro, Frankl argumenta que la conducta es guiada por los significados, valores y propósitos que caracterizan la vida de una persona. El creía que la vida, a fin de cuentas, significa asumir responsabilidades para encontrar las respuestas correctas a sus problemas y completar las actividades que constantemente se establecen para cada individuo. Frankl utilizó el terminologoterapia (del término griego logos, que quiere decir "significado") para describir su enfoque humanístico- existencial del tratamiento. La perspectiva humanista-existencial es más una posición filosófica que una teoría científica formal. Sin embargo, considera aspectos cruciales de la existencia humana. Los autores humanístico-existenciales creen que la psicología científica pierde la marca, sí hace hincapié en la conducta observable e ignora la vida interior de individuo, en especial las motivaciones y los tipos de personalidad (Cain & Seeman, 2002; Schneider, 2001). La citan corno estudios de evidencia de soporte al mostrar un enlace entre ver el significado de su propia vida (por ejemplo, por medio de creencias religiosas) y la buena salud (Koenig & Cohen, 2002).
1.4 Perspectiva Cultural-Comunitaria:
La mayoría de las personas considera que las enfermedades mentales son un problema de salud personal o un defecto de carácter. Por el contrario, desde la perspectiva comunitaria, la conducta desadaptada es resultado de la incapacidad para manejar el estrés en forma eficaz. No se considera una enfermedad o problema que existe sólo dentro del individuo; en vez de ello, se considera, al menos en parte, una falla del sistema de apoyo social del individuo. Este sistema incluye la pareja, los padres, los hermanos, los parientes, los amigos, los maestros, el jefe, el consejero religioso y otras relaciones de la persona, así como las organizaciones de la comunidad y las oficinas del gobierno, Los factores culturales juegan un papel en el fracaso de la red de apoyo de una persona para ser útil, no porque los miembros deseen jugar un papel negativo sino porque sus valores, creencias y hábitos prevalecientes en una cultura en particular pueden aplicarse a ciertas situaciones* Las variaciones culturales juegan un papel ya sea en la conducta desadaptada por la que se busca ayuda clínica o en la situación de terapia, por ejemplo, cuando un terapeuta no está familiarizado con las realidades culturales de la vida del cliente. Los defensores de la psicología comunitaria no niegan el papel de la historia de la vida o la composición genética como la causa de la conducta desadaptada, pero consideran estos factores Como insuficientes para producir tal conducta. Por ejemplo, una persona vulnerable a la esquizofrenia puede desarrollar alucinaciones por muchas razones; factores bioquímicos, experiencias traumáticas tempranas o relaciones sociales inusuales, todas son una posibilidad. Sin embargo, la presencia de un estresante especialmente fuerte o un colapso del sistema de soporte social de una persona pueden ser importantes por igual en el que se produzca una conducta esquizofrénica.
El enfoque comunitario intenta reducir la conducta desadaptada con
medida preventivas, al intervenir en la vida de las personas antes de que ocurran las catástrofes. Esas medidas incluyen una variedad de programas especiales: sistema de pláticas o apoyo mutuo para las personas que recién se separaron, divorciaron o quedaron viudas; proyectos escolares de enriquecimiento para niños de hogares con pocos ingresos o padres solteros; planes escolares combinados con instalaciones de guardería para los padres solteros adolescentes; centros de cuidado de día para los ancianos que no pueden ser autosuficientes. En la psicología comunitaria está implícita la creencia de que los efectos de la desorganización social (como los barrios pobres, las malas escuelas y las tasas de desempleo elevadas) son causas importantes de muchos problemas personales. Por esta razón, los profesionales en salud mental con una orientación hacia la comunidad tienden a involucrarse en los esfuerzos por cambiar la sociedad al buscar la aprobación de las legislaciones y al participar de manera activa en los asuntos de la comunidad (Rap-paport & Seidman, 2000; Revenson y cols., 2002). Los psicólogos comunitarios estudian el ambiente social y los factores que se relacionan con éste, tal como el nivel socioeconómico. Cuando se trazan en un mapa los lugares donde viven las personas con incapacidades sociales y psicológicas, se puede demostrar que la frecuencia de esos problemas es mucho más elevada en ciertas áreas que en otras- Las teorías de la acusación social argumentan que las escuelas pobres, el crimen, la vivienda inadecuada y el prejuicio que con frecuencia se encuentra entre los vecinos con bajos ingresos pueden aumentar el estrés que experimentan las personas que ya son vulnerables. La teoría de la selección social, por otra parte, afirma que los grupos con nivel socioeconómico más bajo muestran mayor incidencia de conductas inadaptadas, porque las personas que no funcionan bien tienden a experimentar un movimiento descendente en la sociedad.
1.5 Contribuciones de la Perspectiva Comunitaria:
Lo que sabemos en la actualidad sugiere que los factores culturales, sociales y económicos juegan papeles importantes en las expresiones emocionales y la conducta desadaptada. Por ejemplo, los niveles de aflicción y depresión de los niños se incrementan en gran medida cuando viven en un ambiente en la cual los adultos expresan altos niveles de enojo y se comportan de manera agresiva. Existe alguna evidencia de que esta respuesta a las discordias familiares es marcada en los niños que en las niñas (Cununings & Davis, 1924).
La perspectiva comunitaria ha tenido influencia en la producción de
nuevos enfoques para entender la conducta desadaptada y, en el alcance de segmentos de la población cuyas necesidades psicológicas se han ignorado hasta ahora. Ha sido eficaz tanto para cambiar la perspectiva del pensamiento académico corno para alterar la política social. Por su importancia, ha dado lugar a preguntas para futuras investigaciones, cuyas respuestas van a contribuir a nuestra comprensión tanto de las causas sociales de la conducta desadaptada como de las formas en que el ambiente social puede mejorar la vida de niños y adultos. Entre estas preguntas encontramos: ¿El estrés influye en la vida personal y en la comunidad, como una posibilidad de que ocurra la conducta desadaptada? ¿La comunidad puede ofrecer un apoyo social que prevenga la conducta desadaptada o limite sus efectos indeseables? ¿Cómo pueden las comunidades cubrir mejor las necesidades de los grupos especiales como los de personas con enfermedades mentales crónicas y de quienes no tienen hogar? CONCLUSIÓN
La existencia humana no es, pues, eterna, no es nada dado. Inmersa en
el tiempo, está toda por devenir, al punto que el devenir es un atributo tan característico de la existencia como la eternidad es del ser (Leep, 1963, p. 42). La diferencia fundamental entre la evolución de la naturaleza y el devenir existencial del hombre consiste en que la primera se hace automáticamente, según las leyes inmanentes de la naturaleza de cada ser o conjunto de seres naturales, o bajo la influencia de causas extrínsecas en tanto que el segundo, en gran medida, debe ser obra del hombre mismo. “El hombre está por inventar cada día”, dice Sartre, y es él mismo quien debe inventarse (Leep, 1963, p. 43).
La filosofía existencial ha captado tanto los puntos fuertes como los
flacos del monismo materialista y del espiritualista. En consecuencia, el hombre no se define como cosa ni como ego absoluto, sino como existencia, como ser-consciente-en-el-mundo, como unidad del enlace mutuo entre subjetividad y mundo (Luypen, 1967a, p. 33).
Después de acercarse al existencialismo y su significado primigenio
para una Psicología humanista-existencial, se pasa a la fenomenología, considerada etimológicamente como el estudio de los fenómenos. OPINIÓN PERSONAL
Este paradigma psicológico propone una concepción optimista del ser
humano, en cuanto a su capacidad de cambio y su aptitud de trascender sus problemas, fundamentada en la conciencia de sí mismo y los determinismos sociales y personales que provocan pérdida de sentido y enajenación en el ser humano. La persona es una unidad dinámica consigo misma y con los demás, donde interviene lo bio-paico-social y en especial lo espiritual, entendido como práctica de valores. Esta unidad dinámica de ser persona marca una posición existencial en el mundo hacia el crecimiento o la decadencia, hacia la libertad o hacia la dependencia, hacia lo productivo o improductivo, es decir, la visión de hombre derivada de una visión en la que él elige, toma decisiones, asume o no la responsabilidad de su actuar humano ante su existencia. En síntesis, se plantea: “No hay vacío más grande ni carencia de sentido más fuerte como el que otorga la adicción, ni adicción más arraigada como la que genera el vacío existencial” (Martínez, 2002, p.83). Santo Domingo, R.D.