Planeando una lección

Mª Ángeles Maldonado Rodríguez

Pedagogía y Didáctica
Según Linda Jensen,”Todo buen maes- ser formal cuando tiene que ser escri-
tro tiene algún tipo de plan antes de to como una tarea de clase o entrega-
una lección. Este plan de lección do a un observador o supervisor.
puede ser tan simple como una lista
mental o tan complejo como el de dos Un plan de lección es una herra-
páginas mecanografiadas detallada mienta extremadamente útil que sirve
que sigue un formato prescrito”. como una combinación de guía, fuen-
te y documento histórico que refleja
Por lo general, los planes de lec- nuestra filosofía de enseñanza, el
ción son informales, solamente elabo- número de estudiantes, los libros de
rados para ser vistos por los ojos del texto y nuestros objetivos para nues-
propio maestro, pero a veces, puede tros alumnos.

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 Al comienzo de una lección es
muy importante que el profesor se im-
plique con los alumnos y que haga de
cada clase una clase única; que haga al
alumno sentirse motivado para apren-
der todo aquello que el profesor tenga
pensado enseñarle ese día. Para ello
el profesor debe generar interés en el
tema utilizando imágenes, objetos rea-
les, mapas o experiencias personales.
Cuando sea posible, es una buena téc-
nica relacionar el material nuevo con la
vida de los estudiantes.

JUSTIFICACIÓN DEL PLAN

Antes de efectuar un plan es muy
importante tener en cuenta que los
factores más importantes sobre los
que tenemos que trabajar son: el qué
enseñar, en qué orden, y por cuánto
tiempo. Éstos son los componentes
básicos de la planificación.
El plan de la lección sirve como un
mapa que nos guía en saber lo que
queremos hacer a continuación y tam-
bién es un registro de lo que hicimos
en clase, un recurso valioso en la pla-
nificación de medidas de evaluación

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como pruebas, exámenes parciales
y exámenes finales, y útil cuando en-
señamos el mismo curso de nuevo.
Cuando tenga que faltar a clase, un
plan de clase es una necesidad para
el profesor sustituto. Sin él, el nuevo
se sentirá perdido y tendrá que recurrir
a los alumnos para preguntarles por
dónde iban o en qué parte del temario
se habían quedado. Y esto no resulta
muy profesional.
parte de esa preparación que el profe-
sor requiere.
Un plan de lección es mutable,
no está escrito en piedra, y se puede
cambiar si la situación lo amerita. Un
buen plan guía pero no dicta qué y
cómo enseñar. Beneficia a los maes-
tros, administradores, observadores,
sustitutos y, por supuesto, a los estu-
diantes.

Los estudiantes vienen a clase espe-

rando que sus profesores estén prepa-
rados para enseñar, que no tengan que
improvisar o dejen a los alumnos hacer
lo que les plazca como un recurso fácil
para no tener que desquebrajarse los
sesos y salir del paso sin sufrir ningún
tipo de remordimiento por no haberse
preparado la lección con anterioridad,
ya que los alumnos estarán encanta-
dos de hacer lo que quieran sin ser re-
primidos. Pero las cosas no funcionan
así, y cualquier profesor que ame su
profesión debe aprovechar hasta el úl-
timo minuto de clase para poder ofre-
cer a sus alumnos el máximo posible.
Por todo esto, un plan de lección es

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FACTORES CLAVE
• Dar espacio para debatir y generar
preguntas entre estudiantes.
• Interacción con otros.
• Tener siempre material extra en
caso de disponer de tiempo so-
brante.
• Libertad de expresión.
• No abusar demasiado de una posi-
ción autoritaria, sino
mostrarse cercano
para que el alumno
se sienta cómodo.
• Permitir a los alumnos que se ex-
presen sin temor.
REALIZACIÓN DEL PLAN
La mayoría de los planes se llevan a
cabo la noche anterior a que la clase
sea impartida. Esta planificación, que
tendrá lugar pocas horas antes de en-
trar en el aula, debe ser el último re-
toque o afinación de la lección, no la
gran planificación que se basa en una
filosofía programática o diseño curricu-

• Fomentar el trabajo
en grupo y dar me-
nos instrucciones.

• Valorar la diversidad
de opiniones.

• Respeto mutuo.

• Fomentar la partici-
pación.

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lar. Un plan de lección bueno es el resultado tanto de la macro y micro planifica-
ción. El plan de la lección real es el punto final de otras etapas de planificación
que culminan en una lección diaria.

Al crear una clase, un maestro debe tener en cuenta los antecedentes de los
estudiantes, los objetivos de la lección, los conocimientos que se imparten, las
actividades, los materiales y herramientas, las limitaciones de tiempo, y las
conexiones a las lecciones pasadas y futuras. Como la mayoría de las activida-
des, un plan de lección tiene etapas: un principio, un medio y un final.

La mayoría de los planes ha de comenzar con una breve descripción de la cla-

se y de los estudiantes, por ejemplo, el nombre del curso y el nivel. Es muy útil
anotar los antecedentes de los estudiantes. También es importante agregar la

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fecha, así como la semana y el día de curso.

Los objetivos de la jornada deben ser incluidos, así como una lista de tex-
tos, materiales y equipos tales como los recursos audiovisuales. Se debe tomar
nota de cualquier tarea que se recoja o que se pida para el próximo día, porque
dicha información puede ser muy útil al comienzo de la siguiente lección.

El componente central de un plan de clase es el contenido de la lección,

donde se incluyen los procedimientos o actividades junto con las notas de
transición,(que son muy útiles para algunos profesores ya que ayudan a pasar
de una actividad a otra; por ejemplo, cuando pasamos de una actividad oral a
una lectura, el profesor puede discutir sobre las distintas estrategias que se uti-
lizan para cada tipo de actividad), así como la gestión del tiempo y la gestión de
notas de clase, como pueden ser la estructura de los grupos o de la clase para
las diferentes actividades.

Las lecciones por lo general comienzan con un calentamiento o activida-

des de repaso. Una vez calentado, la clase está lista para la presentación y las
fases de la práctica de la lección.

Es útil para los docentes sin experiencia planificar sus clases de manera que
cada minuto de clase esté contado antes de entrar en el aula.

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 Es importante tener en cuenta
el número de minutos adjudicado para
cada actividad en el margen del plan
de lección y ajustar las actividades al
tiempo que tenemos disponible, aun-
que no siempre podemos predecir, de-
bido a varios factores, el tiempo que
ocuparemos en cada actividad. Una
actividad que creemos sencilla pue-
de resultar complicada para algunos
alumnos, y tenemos entonces que de-
tenernos más en explicar esa u otra
duda que pudiera surgir a raíz de esa
actividad, aunque no tengan mucha
relación entre ellas. Por eso es impor-
tante, como ya he mencionado ante-
riormente, tener actividades de sobra
en el caso de que acabemos antes de
lo que creíamos, y no tengamos que
improvisar nada que no hayamos pre-
visto ya. Por otra parte, las actividades
que teníamos preparadas puede que
sean demasiadas, o que por cualquier
motivo no se hayan podido realizar. Si
esto ocurre, un buen recurso es utili-
zar estas actividades como tarea de
refuerzo para casa.
Es importante en este punto mencionar
que es un buen dato a tener en cuenta
el modo de colocar a los alumnos en
el aula, y que si este trabajo se hace
el primer día ganaremos tiempo en
casa clase futura. La mayoría conside-
ra también útil dar las instrucciones de
grupo o de pareja en conjunto antes de
romper la clase a fin de ahorrar tiempo
en explicaciones individuales.
Anticiparse a los problemas y pen-
sar en soluciones de antemano hace
posible que tanto profesores novatos
como experimentados se sientan más
cómodos y seguros cuando caminan
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hacia el aula. cuenta a la hora de planificar una
clase son los siguientes: variedad,
La sección final de un plan de lección coherencia y flexibilidad.”
debe incluir comentarios que terminen
la lección, como un repaso a modo de 1. Una buena lección tiene un sen-
resumen de la lección y la anotación tido de coherencia y de flujo.
de los deberes u otras actividades. A En un nivel macro, enlaces o hilos
algunos maestros también les gusta que conectan las diferentes lec-
observar preguntas sin respuesta de ciones sobre los días y semanas
los estudiantes con el fin de investi- de un curso. En un nivel micro, los
gar sus respuestas antes de la reunión estudiantes necesitan compren-
de la próxima clase. También es una der la lógica para cada actividad.
buena idea incluir espacio para una
evaluación de la lección por el profe- 2. Una buena lección exhibe varie-
sor después de que la clase haya ter- dad, que debe estar presente tanto
minado. Comentarios acerca de las en el macro como en el micro nivel.
reacciones de los es-
tudiantes a la lección
puede hacer un plan
de lección de un re-
curso muy útil para el
curso futuro y el plan
de lección.

PUNTOS CLAVE:

Según Linda Jensen,

“Los valores prin-
cipales a tener en

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 Para evitar el aburrimiento y la fatiga, planes de lecciones no deben seguir
el mismo patrón día tras día. Los porcentajes de actividades centradas en
la exposición del docente y las centradas en los estudiantes deben variar
de lección a lección, hay días en que queremos que nuestros estudiantes
participen y sean activos, y habrá otros en los que queramos que éstos es-
tén un poco más tranquilos con el fin de ser receptivos a material nuevo.

3. Una buena lección es flexible. Los planes de lecciones no pretenden ser

herramientas que obligan a los docentes a seguir un plan preconcebido. Los
buenos maestros saben cuando es hora de cambiar de una actividad, inde-
pendientemente de lo que el plan de la lección dice. Una pregunta interesan-
te de cualquier estudiante puede tomar la clase en una dirección imprevista
que crea uno de esos maravillosos “momentos de enseñanza” que son los
mejores y que no se pueden perder.

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 CONCLUSIÓN
Saber qué hacer en el aula im-
plica tener un plan, una guía que
seguir pero a la que a veces po-
demos ignorar si la situación lo
requiere o si los alumnos piden
que la clase vaya por otra direc-
ción. El maestro debe estar fa-
miliarizado con los principios de
la enseñanza y aprendizaje, así
como hay necesidades de la ins-
titución y el número de alumnos.
Él o ella deben ser conscientes
de las metas y los objetivos para
todo un trimestre o curso antes
de planear las lecciones sema-
nales y diarias. Si el panorama
se mantiene en mente, las cla-
ses individuales se conectan
para formar una experiencia de
aprendizaje que beneficia tanto
a los docentes como a los estu-
diantes.
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BIBLIOGRAFÍA
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