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Influencias ideológicas de la ilustración

La Revolución Científica es uno de los grandes


acontecimientos que definen al mundo moderno:
comienza con la publicación de la obra de Copérnico y
culmina con la obra de Newton, pasando por las
aportaciones, entre otros, de Galileo y Kepler. Tal
acontecimiento no sólo conduce al mundo de los objetos,
sino que se convierte para el espíritu en un medio para
llevar a cabo su propio conocimiento (nacimiento filosofía
moderna).

Con ella se quiebra la imagen del mundo antiguo y medieval: el espacio y el tiempo se
ensanchan hasta el infinito. Y la razón es lo único que nos permite entrar en ese ámbito,
la que lo asegura, la que le pone medidas y límites: no en lo físico, sino en lo legal. En
la nueva imagen del universo confluyen tanto el ímpetu por lo singular y concreto, lo
fáctico; como el deseo de lo universal. La observación sensible tiene que aliarse con la
medición exacta y de ambas surgir la nueva teoría natural.

Galileo y Kepler concibieron la idea de ley natural en toda su amplitud y profundidad,


pero solo pudieron aplicarla en fenómenos naturales aislados: faltaba por mostrar que
la legalidad rigurosa que regía en las partes podía extenderse a la totalidad y que el
universo, en cuanto tal, era accesible a la comprensión exacta del conocimiento
matemático y adecuadamente abarcable por él, de igual manera existen los filósofos
sociales que forman parte del desarrollo científico. Como podemos mencionar a Denis
Diderot, Montesquieu, Julien O. de la Mettrie.

Por ejemplo Denis Diderot, sin duda, la obra más emblemática de la Ilustración, a la
cual contribuyó con la redacción de más de mil artículos y, sobre todo, con sus
esfuerzos por superar las múltiples dificultades con que tropezó el proyecto.
En 1749, la aparición de su Carta sobre los ciegos
para uso de los que pueden ver le valió ser
encarcelado durante un mes en Vincennes, a causa
del tono escéptico del texto y sus tesis agnósticas; en
la cárcel recibió la visita de Rousseau, a quien
conocía desde 1742 y que en 1758 acabó por
distanciarse de él.

Ellos se destacaron por sus ideas en las cuales


plateaban una forma o manera diferente de pensar,
ellos se reconocen por sus ideas de revolución pero dentro de la sociedad

Características de la ilustración

Es la ideología y la cultura elaborada por la burguesía europea en su lucha con el


absolutismo y la nobleza. También puede ser definida como la culminación del
racionalismo renacentista. La Ilustración es la crítica que adopta la burguesía frente al
orden ya establecido. Las características de la Ilustración son las siguientes:

Racionalismo

Búsqueda de la felicidad

Creencia en la bondad natural del hombre

El Optimismo

El Laicismo

El ideal de la Ilustración es la naturaleza a través de la razón, aunque en realidad no es


más que el espíritu del Renacimiento llevado hasta sus últimas consecuencias, en clara
oposición con lo sobrenatural y lo tradicional. El Ilustrado llegaba al amor al prójimo
partiendo de la razón y no de la Revelación.
La razón también podía llevarle a Dios creador del orden universal o bien en no creer
en principio Supremo alguno. Por ello, la mayoría de los ilustrados eran deístas, aunque
o sencillamente ateos.

La Ilustración tomó el nombre de Enciclopedia en Francia y en los países latinos, y el de


Aufklärung en las naciones germánicas.

Influencias políticas de la Revolución francesa

Su régimen es la monarquía absoluta. En el absolutismo el rey tiene todos los poderes).


El origen del poder soberano es divino, procede de dios.

Aspectos sociales: era una sociedad estamental (sociedad cerrada, los estamentos
eran estados fijos (era difícil de pasar de uno a otro), se pertenecía al estado por
nacimiento). Había tres estamentos ( la nobleza y
el clero que tenían privilegios , por ejemplo no
pagar impuestos o poder portar armas; y luego
estaba el tercer estado o el pueblo que no tenían
privilegios, muy pocos derechos, pagaban
impuestos y tenían muchos deberes).

Aspecto económico: era una economía cerrada,


básicamente agrícola y ganadera que ocupaba la mayor parte de la población; poco
abierta a los cambios tecnológicos y financieros; escaso desarrollo urbano hasta el siglo
XIX; otras actividades como la artesanía (anticuada y marcada por el gremio) y el
comercio afectaba a la población y sería importante porque permite acumular capitales
que buscan cambios económicos y el inicio del liberalismo).

Estamentos privilegiados:

Nobleza: procedía de la aristocracia feudal medieval y tenía una función militar, pues su
ocupación tradicional era el ejercicio de armas. Poseía extensas propiedades de tierra,
en la que había una gran mano de obra campesina. Se dividía en dos: alta nobleza o
aristocracia (poseedora de títulos, propiedades y altos cargos) y la baja nobleza (nivel
de vida más modesto y recursos más escasos). Ambas gozaban de importantes
privilegios. La nobleza constituía una grupo de gran medida cerrada, puesto que solo se
podía acceder a ella por nacimiento.

Clero: miembros de la iglesia, tanto secular (párrocos y curas) como regular


(franciscanos o jesuitas). Tenía también importantes propiedades territoriales y
privilegios fiscales, así como de una gran influencia cultural y política sobre la sociedad.
Habían dos tipos: el alto clero (formado por cargos eclesiásticos, procedía de familias
nobles que buscaban ocupación de prestigio para sus hijos) y el bajo clero (formado por
sacerdotes y frailes, disfrutaba de un inferior novel de vida y de una rentas mucho más
modestas).

Tercer estado o pueblo: era el estado no privilegiado de grupo más numeroso, puesto
que eran todos los que no eran ni nobles ni clérigos. Carecían de privilegios. El
campesinado era la gran mayoría que lo constituía, cerca del 80 % de la sociedad,
tenían escasos recursos y muchos de ellos no poseían tierras. Su situación variaba con
las regiones europeas: Europa occidental más o menos libre debido a la desaparición
de las estructuras feudales y en Europa central, oriental seguían sometidos a la
servidumbre y estaba atada a tierras de nobles y clérigos.

Papel de la revolución industrial del siglo XIX en el surgimiento de las Ciencias


Sociales

Las ciencias sociales comienzan en países


de Europa principalmente, Francia,
Alemania e Inglaterra; En los siglos XVIII y
XIX, debido a los cambios sociales y
políticos ocurridos en estos siglos. Entre
estos cambios podemos mencionar algunos
como:
El desarrollo de la Revolución Industrial: principalmente en Inglaterra.
Aparición de ideas tales como la razón y la ciencia: este punto, influyo notablemente en
algunos pensadores clásicos como Comte y Marx. La llegada del capitalismo como un
sistema económico, fue posible debido a la conjunción de manifestaciones sociales.
En la antigüedad, las personas satisfacían sus necesidades, de la siguiente manera;
ellos tenían una “empresa familiar” por
así llamarla, de donde obtenían
diversos productos, parte de ellos era
para el consumo de esa familia,
mientras que la otra parte servía para
hacer un intercambio o trueque con
otras familias y de esta manera
conseguir los artículos necesarios
para subsistir. Comienza la Revolución
Industrial, con maquinarias altamente desarrolladas, que aumentan la producción de
artículos, pero ahora con esta revolución, la forma de obtener los bienes, no es
mediante un “trueque”, sino que era necesario una mercancía que sirviera como
equivalente mercantil general; es por eso que se crea el “dinero”, el cual se obtiene de
dos formas:
Vendiendo otras mercancías. Vendiendo
una fuerza de trabajo durante una jornada
laboral.
El problema fue que durante varios siglos,
algunos de los trabajadores directos no
estaban de acuerdo en vender
exclusivamente su fuerza de trabajo, en
lugar del producto del trabajo, esto tardó
mucho tiempo en aceptarse. Algunas de
las personas que no lograron adaptarse, se vieron orillados a realizar actividades
marginales.
En este momento histórico, los problemas sociales abundaron, cuando el productor de
una empresa familiar quebraba, tenía que vender su fuerza de trabajo, pero el dinero
que ganaba no era él suficiente para satisfacer sus necesidades, y esto llevó a que
familias enteras trabajaran jornadas de 13 a 15 hrs diarias. Esto lo explica claramente
Marx y Comte La formación de la industria,
desarrolló nuevos fenómenos sociales. La
característica que tienen las industrias, es
que pueden concentrar a un gran número
de personas en un espacio relativamente
reducido, a diferencia de trabajo artesanal,
por otro lado:
Un grupo de personas opera las máquinas,
dan mantenimiento a las instalaciones.
El restante de los empleados, son los que realizan actividades intelectuales o
administrativos.
La sociedad contemporánea se basa del sistema fabril, que consiste en el
fraccionamiento de cada una de las etapas del proceso de un trabajo, este sistema
fabril, se ha extendido a espacios de producción, administración y servicios públicos.
Uno de los efectos del sistema fabril, fue la urbanización, ya que las ciudades
comenzaron a crecer de forma alarmante, y con ello, la producción industrial, lo que
hizo que muchas de las personas fueran desalojadas de sus tierras. Se generó la
pobreza extrema, robo, vagabundos y prostitución. Desde el siglo XIX las ciencias
sociales han tenido un terreno fértil para la explicación e interpretación de problemas
sociales, vinculados con la industrialización

Las ideas opositoras al antiguo sistema de la sociedad feudal fueron imponiéndose, sus
ideas proponían la igualdad independientemente de su origen, la soberanía de estado y
la organización basada en la democracia era muy parecida a la actual.

Periodos de desarrollo

En este periodo sobre sale la utilidad que se le dio al carbón y al hierro como base de la
producción, Sin duda, el elemento clave o que dio origen a esta revolución fue la gran
patente de James Watt que propulsó un cambio profundo que dio alas a lo que
posteriormente sería llamada como Revolución Industrial. Se trataba de la máquina de
vapor, que se aplicó a la locomotora y de ahí se pasó a un avance tecnológico sin
precedentes.

Primera etapa de la Revolución Industrial

Máquina de vapor

La primera gran etapa de la Revolución Industrial fue la que se desarrolló entre los años
1760 y 1870. Fue un periodo marcado por los continuos inventos. En el año 1800, Volta
inventaría la pila eléctrica. Stephenson inventó la primera locomotora de vapor en el
año 1814. En 1825 se inauguró la primera
línea de pasajeros.

En 1834 fue Richard Roberts el que ideó el


telar y la máquina de hilar. En 1837, Morse
inventa el telégrafo y se da el primer gran
impulso a las comunicaciones. En 1863 se
inaugura el primer sistema de metro del
mundo en Londres. En 1868 se lanza el
primer ferrocarril transcontinental…

Máquina de Hilar

Pero al mismo tiempo, la sociedad comienza a sufrir prifundas transformaciones


marcadas por hechos que conducían a la implantación de unas ideas mucho más
modernas y liberales. La Revolución Francesa fue fundamental para que esas ideas se
propagaran por Europa.

Pero también la victoria de los ingleses en la Batalla de Trafalgar sirvió en cierto modo
para fomentar el auge de la Revolución Industrial. Lo que a simple vista parecería una
catástrofe para franceses y españoles, hizo que Gran Bretaña, la gran propulsora de la
Revolución, se hiciera con el dominio del mar en el Mediterráneo. Se abrieron así las
vías para un comercio global y al mismo tiempo los canales necesarios como para que
las ideas librecambistas que tanto se defendieran en Inglaterra llegaran aún más lejos.
Poco a poco, la semilla de una sociedad más avanzada basada en la tecnología iba
floreciendo. En aquella primera etapa de la Revolución Industrial, la luz eléctrica, el gas
y el transporte público (tres elementos básicos de cualquier sociedad hoy en día)
habían venido al mundo. Se había pasado de ciudades alumbradas por petróleo y
donde el único medio de transporte eran los carros de caballos, a viajar en máquinas de
vapor y a tener alumbrado eléctrico.

Nos acercábamos al siglo XX con la ilusión de nuevos descubrimientos; con una febril
actividad industrial y con una sociedad que se estaba acomodando a las ventajas que
suponía gozar de unos avances tecnológicos que laboral y socialmente ofrecían una
mayor libertad, confort y ocio. El optimismo creciente retroalimentaba la maquinaria de
la Revolución Industrial.

Pensemos además que los cambios se


producen en todas las estructuras de la
sociedad que queda marcada por esos
avances tecnológicos que antes os hemos
mencionado, y a los que tenemos que
sumar los cambios socioeconómicos y
culturales.

Avance del ferrocarril

Cambios tecnológicos como los que ya he dicho, con la industria del carbón en marcha
y la máquina de vapor se mezclaron con cambios culturales que se plasmarán en un
impresionante aumento de los conocimientos en todas las ramas, tanto científicas como
técnicas y sanitarias. Los cambios sociales más notables derivan del crecimiento de las
ciudades y el consiguiente éxodo en zonas rurales. Al mismo tiempo se produce un
fuerte aumento demográfico, a consecuencia de la elevada natalidad y el descenso de
la mortalidad catastrófica, dado que se produjeron también avances sanitarios, como
las vacunas, y a una mejor alimentación de la población. Esto provocará que la
población europea se multiplique en pocos años tanto por nuevos nacimientos como
porque se alarga (aunque sea un poco) la esperanza de vida.
La sociedad comienza a
desarrollar en este primer
periodo una clase
burguesa, pero a la vez el
éxodo de población rural
hacia las ciudades (la
revolución agrícola
disminuyó las necesidades
de mano de obra en el
campo) provoca el que
aparezca una nueva clase trabajadora que se agrupa en suburbios cercanos a las
fábricas, a partir de los barracones en los que viven los obreros. Es la clase trabajadora
que tanto se desarrolló con los años y que en su origen se caracterizó por vivir de
manera austera. En las fábricas tenían humedad, poca ventilación, ninguna seguridad
laboral y jornadas que perfectamente superaban las doce horas diarias, trabajando
siete días a la semana. En los suburbios superpoblados y sucios eran víctimas de
epidemias de fácil propagación. La cantidad de personas afectadas por estas
condiciones les lleva a organizarse para la defensa de sus intereses y aparecen los
primeros movimientos obreros de protesta que desembocaron más adelante en el
origen de lo que conocemos hoy en día como sindicatos.

Segunda etapa de la Revolución Industrial

Comenzó en 1870 aproximadamente. Y quizás fuera el invento de la dinamo la que


diera un nuevo empujón a la carrera por la modernización tecnológica. La obtención de
fuerza hidroeléctrica gracias a estas dinamos permitieron transformarla en luz, y por
ende, en energía para los nuevos transportes que iban surgiendo.
Bibliografía

Introducción a las Ciencias Sociales, Autor José Pedro Cortés Xiqui

http://sobrehistoria.com/la-ilustracion/

http://www.biografiasyvidas.com/biografia/d/diderot.htm

https://thales.cica.es/rd/Recursos/rd99/ed99-0257-01/revcien.html

http://www.apunteshistoria.info/influencia-de-la-revolucion-francesa-en-las-ciencias-
sociales

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