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Como aprender idiomas sin ir a

clase.
Roberto Escudero de la Viuda.
INTRODUCCION.

Puede que seas una de las personas que llevan un tiempo intentando
dominar el inglés, el francés, o cualquier otra lengua y te sientas frustrado/a
porque no ves “el final del túnel”, ¿Cuándo lograré aprender inglés de una vez?

A primera vista, parece que aprender un nuevo idioma supone gastar


mucho tiempo y dinero, horas y horas dedicadas en asistir a clases, estudiar, hacer
ejercicios, y todo ello para que nuestro progreso no sea tan grande ni se produzca
tan rápidamente como desearíamos. Sales de la clase con la impresión de que has
aprendido más bien poco o con la sensación de que lo que has aprendido no tiene
mucho que ver con lo que se supone que es “manejar el idioma” en la vida real.
Por todas estas razones, alcanzar la fluidez en el “idioma meta” puede parecernos
una tarea imposible, titánica.

Sin embargo, mi experiencia personal me dice que con un poco de interés y


de voluntad, de sentido común y utilizando el enfoque correcto es posible
aprender una lengua en relativamente poco tiempo, sin asistir a clases, sin moverte
de tu ciudad y sin gastarse apenas dinero. Con las herramientas y el método de
trabajo adecuados, podrás aprender más rápida y efectivamente por tu cuenta que
acudiendo a una academia; disfrutando más y sacando más provecho del proceso
de aprendizaje. Tú puedes marcar tu propio ritmo de estudio y aprendizaje, y el
tiempo que tardarías en ir y venir de la academia puedes emplearlo en aprender.

Hasta hace años, tener un profesor suponía casi la única manera de aprender
un idioma desde tu país, pero afortunadamente hoy en día existen muchas más
posibilidades de aprendizaje, sobre todo gracias a la gran revolución que supuso la
aparición de internet: aunque nació hace ya varios años, su potencial y aplicaciones
en la vida diaria crecen día a día.

No importa tu nivel de estudios o título universitario, está demostrado que


casi todos tenemos más o menos el mismo coeficiente intelectual, por lo tanto
considero que los consejos que aquí ofrezco pueden ayudar e inspirar a mucha
gente que, como yo hice en su día, se plantea aprender una nueva lengua de
manera auto didacta.

A lo largo de este eBook desgranaré mi modo de abordar cada una de las


destrezas lingüísticas que forman el conocimiento de un idioma (leer, escribir,
hablar y escuchar), para que tú también puedas aprender de la misma manera en
que yo lo hice. También encontrarás un capítulo dedicado a la gramática y otro
dedicado a como pasar con éxito los exámenes oficiales de idiomas, sugerencias de
material didáctico, enlaces a webs y reseñas de aplicaciones dedicadas a la
enseñanza de idiomas, y otras herramientas muy útiles para que tengas éxito en tu
aventura.

Tengo que señalar que, aunque la mayoría de consejos e ideas que expongo
son válidas para aprender cualquier idioma, estos están basados en mi experiencia
aprendiendo inglés, francés y catalán, lenguas europeas que comparten el alfabeto
latino y que forman parte de la familia de lenguas indoeuropeas, que es la familia
lingüística que mayor difusión presenta en todo el mundo. No conozco el
funcionamiento de lenguas pertenecientes a otras familias lingüísticas, aunque los
mecanismos que se usan para aprenderlas son muy similares en la mayoría de los
casos.

Por último, advertirte de que lo que ofrezco no es un secreto infalible ni una


receta mágica para aprender idiomas sin esfuerzo, sino que es un conjunto de
ideas, información práctica y trucos que a mí me han funcionado muy bien a la
hora de aprender tres idiomas por mí mismo, sin asistir ni un solo día a una
academia de idiomas.

¡Bienvenido y adelante!
1. POR QUE APRENDER UNA NUEVA LENGUA.

No se puede negar que conceptos como “globalización” o “aldea global”


están más que asumidos por todos nosotros. El mundo cada vez es más pequeño,
ya que las comunicaciones son más rápidas y fáciles que nunca. En este contexto,
se imponen las relaciones internacionales, en las que el idioma de referencia es el
inglés. Esa es la razón por la que hemos escuchado hasta la saciedad que hoy en
día el inglés es imprescindible, que sin él no vas a ningún lado, etc. El inglés te
servirá para encontrar trabajo o bien te abrirá puertas que de otro modo
permanecerán cerradas, por lo tanto parece ser que es un deber y una obligación
aprenderlo.

Es cierto que con frecuencia nos vemos obligados a aprender una lengua por
motivos laborales, o por otras causas “de fuerza mayor” como puede ser el
trasladarnos a vivir a otro país; sin embargo, no debemos de abordar el
aprendizaje de una nueva lengua únicamente como si fuera una llave que te abrirá
la puerta del mundo laboral, y por lo tanto como algo que tenemos que conseguir
cuanto antes, sin importar de que manera lo hagamos.

No quiero decir que este punto de vista sea negativo, al contrario, en el


apartado siguiente veremos cómo los motivos “materiales” que te empujan a
aprender un idioma pueden ser muy ventajosos a la hora de buscar tu motivación,
pero es muy importante que tengamos siempre presente que el aprendizaje de una
nueva lengua nos aporta infinidad de cosas buenas, la mayoría de las cuales no
pueden ser medidas en términos materiales, por ejemplo:

Poder comunicarte con otras personas.

Enriquecer tu cultura.

Obtener información que solo existe en esa lengua.

Alimentar tu crecimiento personal (aumentar la confianza en ti mismo).

Obtener múltiples beneficios para tu cerebro (se ha demostrado


científicamente que hablar dos o más lenguas mejora la flexibilidad cognitiva y la
agilidad mental, previene y retrasa el brote de enfermedades como el alzhéimer o
el párkinson, etc.).

Ampliar tus horizontes, en todos los sentidos.

Como ves, hay múltiples ventajas y razones para aprender una lengua,
muchas más de las que he citado. Si piensas un instante en cada una, quizás te
convenzas de lo que creo que es fundamental a la hora de aprender no solo una
lengua, sino cualquier cosa en la vida: hacerlo porque tú quieres hacerlo, no por
obligación.
Y si por circunstancias de laborales o de la vida, has de aprender una lengua
te guste o no, intenta dar la vuelta a la tortilla y pensar sobre todo lo expuesto
anteriormente: verás que aprenderla solo te va a aportar inmensos beneficios a
todos los niveles. Cada palabra nueva que aprendes es un paso más hacia adelante.
Intentar ver así el proceso de aprendizaje facilitará enormemente las cosas:
disfrutarás más con el aprendizaje, tendrás más ganas de aprender, y por lo tanto
aprenderás más rápido.

Por el contrario, ver el proceso de aprendizaje como un trámite que hay que
superar lo antes posible para obtener un papel que diga que sabemos inglés,
francés, chino… sin duda hará que “te escaquees” en cuanto puedas, y no te
apetezca leer, escuchar hablar o escribir en el nuevo idioma en tus ratos de ocio.
Así pues, tomarse el camino como algo que puedes disfrutar y no como una
obligación es una de las claves del éxito.

Recuerda que solo tendrás que aprender un idioma una vez, y luego
(aunque tendrás que ir refrescándolo de tanto en tanto para que no se te olvide)
podrás disfrutar de los beneficios que te reportará el saber este idioma todo el resto
de tu vida.
2. COMO ENCONTRAR TU MOTIVACIÓN Y NO
PERDERLA.

Quiero continuar en este capítulo con la idea de encontrar un sentido al


aprendizaje: ¿Qué es lo que nos mueve cuando nos planteamos realizar tareas que
nos suponen un esfuerzo? La mayor parte de las veces, es la imagen mental de la
recompensa que nos espera una vez acabada la tarea.

Y en el caso que nos ocupa, ¿Cuál es la recompensa que nos espera al final
del camino? Depende de cada persona. Para algunos puede ser útil visualizar un
puesto de trabajo o un ascenso laboral, obtener una beca, quizás poder ganar más
dinero… Nos guste o no, el ser humano da prioridad a aquellas tareas que nos
pueden servir para sobrevivir por encima del resto de cosas, que son consideradas
hobbies y por lo tanto, secundarias. Así pues, imaginar un puesto de trabajo o una
recompensa material concreta conseguida gracias a tu dominio de un nuevo
idioma puede ayudar a motivarte para ponerte manos a la obra.

Para otras personas, sin embargo, tendrán más peso los motivos
“inmateriales” o culturales que veíamos en el apartado anterior. Sean cual sean tus
motivos para aprender una lengua, el cerebro humano necesita proyectar este tipo
de imágenes para producir las sustancias químicas que tienen que ver con la
motivación, por lo que es necesario imaginarnos a nosotros mismos en una
situación que sea placentera o beneficiosa para nosotros gracias al dominio del
idioma. Eso sí, la imaginación debe de ir acompañada de la acción, sino esa imagen
se quedará en pura fantasía y nunca lograremos hacerla realidad.

Aprender una lengua es también un desafío personal; aprovecha esta


oportunidad para crecer personalmente. Cuando estas aprendiendo un nuevo
idioma no estás perdiendo el tiempo, sino justamente todo lo contrario: lo estás
empleando de una de las mejores maneras que puedes hacerlo. Yo lo veo algo así
como una manera de viajar sin moverte del sofá, así que… ¡relájate y disfruta el
camino!
3. LA IMPORTANCIA DE MARCARSE UN
OBJETIVO, DARLE PRIORIDAD Y SER CONSTANTE.

Muchas personas de las que se apuntan a una academia de idiomas lo hacen


por falta de voluntad para estudiar por su cuenta, ya que una academia te impone
el tener un horario y unos plazos temporales que cumplir que te pueden ayudar a
no posponer el tiempo de estudio, a tener un sistema de estudio pautado y
estructurado, etc. A algunas personas puede que les funcione, pero a otras muchas
puede que el ir a una academia tampoco les solucione el problema, y por eso hay
mucha gente que lleva años “estudiando” un idioma pero nunca lo acaba de
aprender.
En el camino del auto didacta siempre puede haber momentos (aunque no
tiene por qué) donde baje la motivación y las ganas de aprender, o incluso
desaparezcan. Otro problema al que te tienes que enfrentar es a la organización del
tiempo y de la materia.

Por esta razón, marcarte un objetivo claro y conciso te ayudará muchísimo a


la hora de organizar tu proceso de auto-aprendizaje. El objetivo que te marques
depende, por supuesto, de cuál sea tu punto de partida, y de dónde quieras llegar.

Es necesario que marques una fecha límite, que puede coincidir con un
examen, o un viaje, etc. Esta fecha límite ha de ser realista, acorde con tu punto de
partida y con el tiempo que puedes dedicar diariamente a la nueva lengua. Lo
ideal, aunque no tiene por qué, sería que esta fecha coincidiese con un examen
oficial de idiomas, es decir, un examen de idiomas respaldado por el Marco
Común Europeo de Referencia de las Lenguas, marco del que hablaré en el
capítulo cinco.

Puede sin embargo, que no quieras ni necesites un certificado, simplemente


quieres ser capaz de mantener una conversación eficazmente cuando viajes al
extranjero o conozcas a un nativo, entender las letras de tus grupos favoritos o ser
competente en la lengua en cuestión sin necesidad de ningún certificado que lo
acredite. En todo caso, tener un objetivo claro y conciso en mente, así como una
fecha límite para alcanzarlo es fundamental primero para no perder la motivación,
y después para poder estructurar tu estudio en base a ese objetivo.

Darle prioridad.

Una de las cosas más importantes a la hora de aprender un idioma es darle


prioridad, hacer de tu “idioma meta” algo habitual en tu vida. Has de intentar ser
una persona curiosa, tener ganas de absorber conocimiento, para poderte sumergir
de lleno en la cultura del país o países donde se habla la lengua que quieres
aprender. Se trata de que te rodees de tu lengua meta y la uses todo lo que puedas,
para que la inmersión sea lo más profunda posible. Incluso pequeños detalles
como poner el idioma del sistema operativo de tu ordenador, teléfono, facebook,
etc. en esta lengua, son muy recomendables.
Puedes pensar que tú no te consideras una persona especialmente curiosa o
no sientes especial interés por conocer otras culturas. No importa: todo el mundo
tiene áreas de intereses, hobbies, cosas que nos atraen, sean las que sean. Es
normal que te resulte más costoso leer un artículo o escuchar una entrevista que
sea ajena a tus intereses. Así que no te preocupes, puedes leer o escuchar cualquier
tipo de información relacionada con algún tema que sea de tu interés, ya sea el
deporte, el cine, la arquitectura... afortunadamente vivimos en la era de la
información y de internet, y gracias a esto tenemos toneladas de información a
nuestra disposición, sin movernos de casa.

Por otra parte, a casi todo el mundo le agrada leer un buen libro, ver una
buena película, escuchar una buena canción, o conocer una persona interesante y
hablar con ella, socializar con esa persona. De eso se trata el aprender una nueva
lengua.

Ser constante.

Otra cosa que conviene recordar es la constancia. Hay que intentar crear
hábitos: es decir, hacer algo (escuchar, leer, escribir, estudiar…) en tu lengua meta
todos los días, o al menos dos o tres días a la semana, y por supuesto no
abandonarla durante semanas o meses. Si lo dejas, olvidaras parte de lo que has
aprendido, y te costará mucho más tiempo alcanzar el objetivo que te propongas,
ya que cada vez tendrás que repasar buena parte de lo que ya habías aprendido
anteriormente.
4. MARCO COMÚN EUROPEO DE REFERENCIA
PARA LAS LENGUAS (MCER).

Normalmente se necesita un diploma oficial (por ejemplo, en el caso del


inglés, el famoso First Certificate) que acredite tu nivel en un idioma para acceder a
unos determinados estudios, o a una determinada beca o puesto de trabajo, etc.

Estos diplomas oficiales tanto en Europa como en muchas partes del resto
del mundo, están basados y amparados en el Marco Común de Referencia para las
Lenguas (MCER). En cada país existe una institución (en España es el instituto
Cervantes, en Francia el Instituto Francés, en Inglaterra la Universidad de
Cambridge, etc.) que se encarga de expedir estos diplomas en nombre del
Ministerio de Educación y de organizar los exámenes para su obtención.

Puede que este no sea tu caso y tu meta no sea esta, pero no podemos
olvidar que las ventajas de obtener un certificado oficial son obvias: Es un
documento que certifica tu nivel de la lengua ante cualquier persona o entidad,
siempre constará en tu currículo. Pero sobre todo, a nivel personal te
proporcionará mucha satisfacción, seguridad y la sensación de confianza en sí
mismo que produce el haber cumplido un objetivo satisfactoriamente.

La razón por la que le doy tanta importancia al MCER es porque es el


examen oficial por antonomasia que acredita que has alcanzado un estándar de
conocimientos; la materia que se enseña en su currículo y la forma en que están
hechos los libros y los exámenes son el resultado de muchos años de investigación
llevada a cabo por especialistas en lingüística y pedagogía procedentes de los
cuarenta y un estados miembros del Consejo de Europa. Es el estándar
internacional que se utiliza para medir las competencias lingüísticas en todo el
mundo, junto con el TOEFL (Test of English as a Foreign Language), que es más
utilizado para el inglés en el ámbito estadounidense.

Así pues, aunque no quieras ni necesites hacer un examen para obtener un


certificado oficial, es la opción más fiable para estudiar, aprender, medir y
acreditar tu nivel en una determinada lengua.
Otra de las grandes ventajas de basarnos en el MCER es la cantidad de
información que existe tanto en internet como en bibliotecas públicas, librerías, etc.
… relacionada con la preparación de estos exámenes. Cualquier escuela de idiomas
que se precie debería de seguir los estándares del MCER.

Por todas estas razones creo que es muy conveniente basarse en este
estándar, según el cual hay tres niveles de conocimiento en una lengua, los cuales
se subdividen en seis:

A - Usuario básico. Subdividido en

A1 (Acceso)

A2 (Plataforma)

B – Usuario independiente. Subdividido en

B1 (Intermedio)

B2 (Intermedio alto)

C – Usuario competente. Subdividido en

C1 (Dominio operativo eficaz)

C2 (Maestría)
Si empiezas desde cero un idioma, entonces el material que te corresponde
es el del nivel A1. Ahora bien, si tienes algunas nociones de la lengua pero no sabes
en qué nivel estas, lo mejor es que hagas un test para averiguarlo. En internet
encontrarás múltiples test gratuitos orientados a darte una idea sobre en qué nivel
te encuentras.

Estos suelen constar de una serie de preguntas sobre gramática y ortografía,


y en ocasiones preguntas referentes a un fragmento de audio. Tu nivel hablado o
escrito no puede ser evaluado tan fácilmente, pero los resultados que obtengas en
las áreas anteriores te ofrecerán un diagnostico bastante cercano al nivel que tienes.
A partir de ahí puedes empezar a leer textos y hacer ejercicios del nivel que te haya
salido como resultado (por ejemplo, B1) y tú mismo/a valorarás si estas en el nivel
adecuado o si por el contrario has de subir al siguiente o bajar al anterior.
5. LAS DESTREZAS LINGUÍSTICAS.

Una de las cosas que tenemos que tener clara, aunque las trabajemos
conjuntamente pues todas están correlacionadas entre sí en mayor o menor
medida, es que el conocimiento de una lengua se separa y se evalúa en cuatro
destrezas diferentes:

Comprensión lectora

Expresión escrita

Comprensión auditiva

Expresión oral

Como veis, dos de ellas son propias de la lengua oral y dos son propias de la
lengua escrita, dos son de comprensión o recepción y dos son de expresión o
emisión.

Algunas instituciones, como la Universidad de Cambridge o la Generalitat de


Cataluña incluyen en sus exámenes un quinto apartado que evalúa el correcto uso
de las normas ortográficas y gramaticales. Otras instituciones como el instituto
francés no es que no lo evalúen, sino que integran la evaluación de estos
conocimientos dentro de las otras cuatro partes.
Vamos a ver cómo podemos trabajar una por una.
5.1 Comprensión lectora.

Si eres una persona a la que le gusta leer (y supongo que sí, pues estás
leyendo este eBook), enhorabuena, ya tienes mucho camino adelantado. Como es
lógico, se trata de leer todo lo que puedas en la lengua que estás aprendiendo, y
todo tipo de textos: el estilo y el vocabulario varían mucho si se trata de un
artículo para un periódico, una noticia, una novela, etc.

Si empiezas de cero, tendrás que empezar por el vocabulario básico y


estructuras muy simples, adaptadas a tu nivel, aunque si te encuentras con
palabras que no son de nivel “debutante” tampoco dejes de lado la oportunidad de
aprenderlas. Al principio puede serte útil agrupar las palabras por temática, por
ejemplo: fórmulas para saludar/despedirse, etc., partes del cuerpo, familia, objetos
de la casa, oficios, alimentos, las estaciones, el clima, etc.
Una buena forma de empezar es mediante alguna de las aplicaciones
gratuitas para teléfonos móviles de las que hablo en el capítulo ocho.

Muchas editoriales publican pequeños libros de bolsillo adaptados


(simplificando el vocabulario para que sea sencillo) para todos los niveles menos el
más alto (se supone que a ese nivel no necesitas que el texto sea adaptado, sino que
puedes leer textos para nativos), es decir desde A1 a C1. Estos libros en muchos
casos incluyen el significado de las palabras que puedan resultar de cierta
dificultad en los márgenes de cada página o en un glosario al final del libro.

Yo buscaba este tipo de libros en la biblioteca pública y copiaba el contenido


del CD, es decir, las pistas de audio, a mi ordenador, y de ahí lo pasaba al mp3 o
ahora al teléfono móvil. De esta manera puedes ir leyendo y escuchando el relato
mientras vas en el metro, autobús, o mientras esperas a alguien, etc. Puedes
escuchar cómo se pronuncia una palabra a la vez que la estás leyendo, por lo que
creo que este método es muy efectivo.

Una vez vayas dominando poco a poco el vocabulario y las estructuras


básicas, deberás de ir aumentando la dificultad de los textos poco a poco hasta que
finalmente puedas enfrentarte a un libro o un texto de cualquier índole (artículos,
entrevistas, cartas, etc.) escrito para nativos.

Esta idea de ir subiendo de nivel de dificultad progresivamente es


importante, porque si empiezas a leer textos con un lenguaje muy técnico antes de
tiempo, es posible que te desanimes. Yo la primera novela que leí en inglés fue El
viejo y el mar, de Ernest Heminway, y casi me vuelvo loco porque tiene mucho
vocabulario relacionado con la navegación y palabras técnicas que obviamente no
conocía, como por ejemplo las partes de una barca, aparejos de pesca, etc. Además
de esto, quizás el estilo del escritor no fuera muy propio para un lector debutante.

No pasa nada si por ejemplo, lees un libro de un autor que no sea


angloparlante traducido al inglés. Por lo general son más fáciles, ya que las
traducciones suelen usar palabras o expresiones más comunes que las que el autor
ha usado en su lengua nativa, así que este tipo de libros son una buena opción si
aún no tienes un nivel muy alto de la lengua.
Tu propio diccionario.

Mi consejo es que vayas anotando en una libreta (o si prefieres en el móvil,


tableta, pc, etc) que solo usarás para ese fin (será tu pequeño diccionario), todas las
palabras que por el contexto intuyas que pueden ser importantes y no entiendas.
No hace falta que apuntes todo; solo las palabras que veas que se repiten, o que
resulten imprescindibles para entender un determinado pasaje, o bien intuyas que
pueden ser importantes o generales.

La razón de anotar las palabras desconocidas es que luego las recordarás


mucho más fácilmente, pues al escribirlas junto con su significado, el cerebro las
retiene muchísimo mejor que si solamente lees su traducción. Además, podrás ir
repasando tu pequeño diccionario cuando sientas que se te van olvidando.

Al principio esto te costará bastante, y tendrás que anotar casi todas las
palabras, pero en todos los idiomas hay palabras que se repiten una y otra vez por
lo que poco a poco irás entendiendo cada vez más parte del texto, hasta que al final
solamente tendrás que buscar palabras muy técnicas o poco comunes. Se trata que
de manera natural y gradual vayas aprendiendo las palabras más usadas en una
determinada lengua, mientras disfrutas de una novela, un relato, o un texto de tu
interés... ¡Matarás dos pájaros de un tiro!

Existen trucos para ayudar a la memoria a recordar el significado de


palabras que no se parece en nada a su equivalente en tu lengua. Por ejemplo,
puedes establecer una asociación entre la palabra que quieres aprender y su
significado en castellano. A veces, la propia memoria se encarga de establecer esa
asociación, pero otras veces has de ser tú quien la ayude.

Ramón Campayo en su libro “Como aprender un idioma en 7 días” pone


este ejemplo: “Zimmer” en alemán significa “habitación”, pero ya que es una
palabra totalmente nueva para nosotros, no podemos visualizar una habitación al
escuchar “zimmer”, entonces buscamos una palabra en castellano que la sustituya
y que nos ayude de algún modo a recordarla. La palabra que él propone es “cima”.
A continuación tenemos que realizar una asociación entre esta palabra y la palabra
“habitación”. En este caso, él imagina una habitación en la cima de una montaña.
De esta manera cuando quiera recordar como se dice “habitación” en alemán,
recordará esta imagen y le vendrá a la mente la palabra “zimmer”. El autor
también señala que es importante empezar asociando aquellas palabras que tienen
una mayor generalidad, es decir, que de algún modo puedan englobar a otras.

Es recomendable que lleves este pequeño diccionario personal contigo y de


tanto en tanto repases el vocabulario que ha ido apareciendo en tus lecturas. En la
línea con lo que escribí en el apartado 1 porque aprender una lengua sobre los
beneficios para tu cerebro, puedo añadir que aprender una o más palabras nuevas
cada día aumenta tu capacidad de análisis, memoria y aprendizaje.

Y ya que estás usando Kindle, te recuerdo que en el dispositivo Kindle y en


la aplicación Kindle para tablets y smartphones, al marcar una palabra te aparecen
las opciones de diccionario en alemán, inglés, español, francés, italiano, portugués,
mandarín, japonés, y holandés, wikipedia y traductor.

Por desgracia, en el kindle cloud reader -la opción online para leer los ebook
en tu ordenador-, solo incluye el Oxford dictionary of English (además del
diccionario de la lengua española).

En esta web encontrarás enlaces a textos y videos de periódicos, revistas y


libros en inglés:

http://www.englishpage.com/readingroom/readingroomintroJ.html
5.2 Comprensión auditiva.

Como todo el mundo sabe, lo mejor para educar y acostumbrar el oído es


escuchar nativos en una situación comunicativa real, pero si por ejemplo vives en
un pequeño pueblo y el extranjero más cercano está a más de cien kilómetros de ti,
no desesperes. Existen diversas maneras de suplir esta carencia.

Empecemos con un clásico: Ver películas y series en versión original. La


mayoría de los televisores actuales incluyen la opción de ver las series, programas
y películas en versión original subtitulada, así que ya no tienes excusas.

En cuestión de cine, si no sabes por dónde empezar, puedes entrar por


ejemplo en www.filmaffinity.es
, en el apartado “top filmaffinity”. Allí puedes obtener una lista de las
mejores películas de un determinado país, ordenadas según la puntuación
obtenida de los votos que han recibido de los miles de usuarios que están
registrados. Si lo deseas, las puedes filtrar por género y año. Ya solo te queda elegir
las que más te atraigan y buscarlas en webs donde las puedas descargar, ver
online, o si son actuales, ir al cine a verlas si tienes la suerte de vivir en un lugar
que cuenta con una sala que ofrezca cine en versión original subtitulada. Para
verlas online, hay múltiples páginas web, por ejemplo www.cuevana2.com.

En esta otra www.cpasbien.pw

podrás encontrar muchas películas y series dobladas al francés, funciona con


torrent. Todo esto es igualmente aplicable para las series.

Las bibliotecas públicas también son una valiosa fuente de recursos, algunas
ciudades tienen una red de bibliotecas donde puedes encontrar títulos muy
recomendables que incluyen subtítulos, en dvd y blue ray.

Una vez que te hayas acostumbrado a escuchar a tus actores favoritos


representar su papel en su propia lengua, seguramente no querrás volver a
escuchar las películas y series dobladas al castellano. Piensa que la voz de un actor
es una parte muy importante de su actuación, y al ver una película o serie doblada
la actuación está perdiendo mucho valor artístico, ¡por muy bien que esté hecho el
doblaje! Pienso que el hecho de que en España se doble absolutamente todo, es una
de las razones por las que nos cuesta tanto aprender idiomas.

Al principio necesitarás subtítulos. Primero en castellano, pero a medida que


tu nivel en el idioma mejore, debes de poner los subtítulos en la lengua original, ya
que si no, te acostumbrarás a leer sin prestar atención a lo que oyes. Poco a poco
has de intentar no utilizarlos si lo que estás viendo es relativamente fácil, porque si
el vocabulario que usan es muy técnico o el acento muy fuerte, necesitarás
subtítulos aunque tengas un nivel alto. Yo uso un reproductor que busca los
subtítulos automáticamente cuando comienzas a reproducir un archivo de video,
se llama BS player y se puede descargar gratuitamente aquí:
http://www.bsplayer.com.

Piensa que cuando estás empezando no se trata de entender, sino de


escuchar, si puede ser, y si no, al menos de oír. Es decir, que aunque estés leyendo
los subtítulos sin prestar atención al audio, lo estás oyendo, y tu cerebro va
captando esa información y se va acostumbrando a la estructura y las cadencias del
idioma, y poco a poco esos sonidos, palabras y frases inteligibles irán tomando un
sentido, hasta que seas capaz de comprender casi todo.

Ahora bien, no solo te has de “alimentar” de películas y series. Hacer esto


está muy bien y puede ser una manera de relajarnos sin dejar de estar haciendo
algo por aprender, pero recuerda que necesitas escuchar todo tipo de situaciones,
vocabulario y acentos. Una buena alternativa es ver videos en internet.

You tube puede ser un gran aliado a la hora de buscar videos en la lengua
que estas aprendiendo. Escoge un tema que te atraiga, seguro que hay canales
dedicados a aquello que te interesa, y podrás ver y escuchar conferencias,
tutoriales, etc. Recuerda que muchos videos tienen también la opción de añadir
subtítulos, haciendo clic en el icono que aparece abajo a la derecha. Es
recomendable escuchar gente hablando sobre diferentes tipos de temáticas para
enriquecer nuestro vocabulario.

En esta web http://elllo.org/ encontrarás centenares de archivos de audio y


videos en inglés, con las transcripciones y el nivel al que pertenecen. También
puedes bajarte el archivo en mp3 para escucharlo más tarde. Son grabaciones de
gente con distintos acentos que habla de temas de la vida cotidiana, y muchos
archivos incluyen un cuestionario para saber si has entendido el texto, por lo que
creo que es una web muy completa para trabajar la comprensión oral del inglés.

Los podcasts y la radio.

La ventaja de los podcast es que hay muchas webs donde los puedes
escuchar e incluso descargar para irlos escuchando mientras vas al trabajo, sales a
pasear, etc.

Por ejemplo, en esta página web http://www.quickanddirtytips.com/


encontrarás un montón de podcasts que ofrecen pequeños consejos o tratan
asuntos que pueden interesar a todo el mundo, divididos por temáticas.

Aún estando en la era de internet, escuchar la radio puede seguir siendo una
estupenda idea. La emisora de radio más recomendable para aprender inglés en
España es vaughan radio: http://grupovaughan.com/vaughan-radio . En su página
web puedes consultar la programación. Por desgracia en España no hay emisoras
dedicadas al aprendizaje de otros idiomas.
5.3 Expresión oral.

Esta destreza lingüística no abarca solamente un dominio de la


pronunciación, del léxico y de la gramática, sino que también es necesario poseer
unos conocimientos socioculturales y pragmáticos para poder desenvolverse
adecuadamente en una situación comunicativa real.

Es quizás la parte más complicada de resolver si no estás viviendo en un


país extranjero, ya que no hay nada como tener un hablante nativo a tu lado para
practicar. Pero no te desesperes, hay muchas posibilidades para aprender. La
primera es leer en voz alta. Es una manera de hablar aunque no haya interlocutor,
y te darás cuenta si pronuncias bien las palabras o no.

Si vives en una ciudad donde hay estudiantes extranjeros, no dudes ni un


momento en hacer intercambios lingüísticos. Piensa que todo el que viene a España
a estudiar tiene las mismas ganas de aprender que tu o posiblemente más. Hay
páginas web como http://www.meetup.com, donde se organizan encuentros de
todo tipo entre personas que tienen un interés común, entre ellos hacer
intercambios lingüísticos con nativos, clubs de lectura en otras lenguas, etc. En tu
ciudad seguramente hay una página web dedicada a la compra-venta de artículos,
búsqueda de piso, etc. que cuenta con un apartado dedicado al intercambio de
idiomas.

Es muy simple, quedáis en un bar para tomar un café, habláis un rato en


castellano y un rato en el otro idioma (por ejemplo media hora y media hora), o
bien vais mezclando los dos idiomas. Conocerás gente con la que conectes más y
gente con la que conectes menos, pero siempre es una experiencia muy positiva y
enriquecedora.

Si, en cambio, vives en un pequeño lugar donde no hay extranjeros para


practicar el idioma, aún tienes otras opciones, como por ejemplo apuntarte en estas
páginas web:

http://www.intercambiodeidioma.com/

http://www.mylanguageexchange.com/

En ellas podrás encontrar compañeros de todo el mundo con quien hacer un


intercambio lingüístico vía chat o Skype.
Lo esencial para conseguir hablar con fluidez es perder el miedo a
equivocarnos, y el pensar que estamos haciendo el ridículo cuando no podemos
decir algo de la manera en la que nos gustaría hacerlo, o cuando usamos el
lenguaje de una forma un tanto rudimentaria. Una persona que está aprendiendo
un nuevo idioma y por lo tanto comete errores al hablar no es ridícula, sino todo
lo contrario. Has de luchar contra el miedo y/o la vergüenza; cuanto antes logres
vencerlos, antes aprenderás a hablar. Así que has que intentar expresarte aunque
no sepas como decir lo que quieres decir, te falte vocabulario, y tu pronunciación
sea horrible, ¡poco a poco te irás dando cuenta de que vas progresando, y un día te
darás cuenta de que en realidad hablas bastante bien!

Pronunciación: fonética.

Normalmente en los diccionarios hay unos símbolos al lado de cada palabra


que nos indican cómo tiene que sonar esa palabra. Sugiero que aprendas los
símbolos que representan a cada sonido de la lengua que estas aprendiendo, de
esta manera sabrás como se ha de pronunciar una palabra aunque no la puedas
escuchar. Los diccionarios online y traductores tipo google translator ofrecen la
posibilidad de escuchar la pronunciación de la palabra, aunque la voz suele tener
un sonido un tanto robótico, y por tanto, es poco fiable. Además, si no tienes acceso
a internet, siempre te quedará la fonética.

Para aquellos/as que estáis estudiando inglés, esta es una página dedicada a
la pronunciación y la fonética inglesas:
http://www.bbc.co.uk/worldservice/learningenglish/grammar/pron/sounds/
5.4 Expresión escrita.

Probablemente (al menos en mi caso), esta es la destreza que más pereza


suele dar trabajar. Sin embargo, la escritura es una parte fundamental para
alcanzar un buen nivel de conocimiento de una lengua, y está íntimamente ligada
al conocimiento de la gramática y la ortografía. Al mismo tiempo, he de decir que
es la parte donde se puede echar en falta un profesor o alguien que te corrija los
textos, pero yo no lo tuve y aprobé mis exámenes así que si, se puede hacer.

Has de empezar por escribir palabras y frases básicas y sencillas, y poco a


poco ir construyendo pequeños textos. Aunque no lo parezca, cosas tan
aparentemente básicas como chatear en inglés sobre temas que pueden parecer
muy comunes o incluso insignificantes, pueden ayudarte muchísimo a la hora de
mejorar tu escritura.

Has de plantearte el reto de escribir casos hipotéticos, por ejemplo, un e-mail


a un amigo que conociste este verano en Nueva York, ponerte un mínimo de
palabras y llegar hasta el final. Si no sabes bien como escribir algo, intenta
escribirlo aunque sea de la manera más fácil, utilizando el vocabulario y
estructuras gramaticales que tienes a tu alcance. Poco a poco irás adquiriendo
práctica y aumentando tus conocimientos, y tu escritura se volverá más completa y
depurada. La correcta revisión y corrección de cada texto es una parte esencial
para avanzar. Si no tienes un profesor o un nativo que te lo corrija, puedes
comparar tu texto con un modelo original –en los libros de texto y libros
preparatorios para los exámenes hay textos modelos; de esto hablaré en el
apartado 10- y comprobar la ortografía de cada palabra.

Ya en un nivel intermedio, es necesario distinguir el registro formal y el


informal, y no mezclarlos, sobre todo no usar el registro informal en un contexto
formal, y saber utilizar diferente lenguaje y tono según el tipo de texto que
queramos escribir: artículo de opinión, nota, noticia, etc.

Una buena opción para conocer nativos y tener experiencias comunicativas


reales con ellos, es entrar en esta web: http://www.penpalsnow.com/index.html .
En ella puedes buscar compañeros de intercambio y filtrar la búsqueda por edad,
sexo y país; también puedes poner un anuncio tu mismo/a para que otros te
contacten a ti.

Aquí acaban las cuatro destrezas lingüísticas. Después de un tiempo


escuchando, leyendo, escribiendo y hablando en el nuevo idioma, deberías incluso
a empezar a pensar en este idioma, es una señal de que vas por el buen camino.
6. GRAMATICA Y ORTOGRAFIA.

Nos guste o no, el estudio de las normas gramaticales y ortográficas es una


parte fundamental en el aprendizaje que un nuevo idioma. Por esa razón he
querido dedicar a este tema un apartado propio, en el cual, sin entrar demasiado
en materia pues ese no es el objetivo de este eBook, intentaré proporcionar una
pequeña guía para el estudio que a mí me hubiera facilitado mucho las cosas en su
día.
¿Qué es exactamente la gramática? Es la ciencia que estudia los
componentes de una determinada lengua y sus combinaciones. Comprende la
morfología y la sintaxis (morfosintaxis: conjunto de elementos y reglas que
permiten construir oraciones con sentido y carentes de ambigüedad).

La ortografía se limita a establecer determinadas normas para escribir


correctamente. No comprende, como la gramática, un estudio pleno de las leyes
que rigen el uso de un idioma, como por ejemplo la estructura de una oración o sus
funciones.

El conocimiento y buen uso de la gramática está, por lo tanto, implícito de


una manera u otra en todas las demás destrezas lingüísticas; sin embargo en
ocasiones la gramática y la ortografía se estudian y se evalúan de forma separada.
Por ejemplo la Universidad de Cambridge o la Generalitat de Cataluña dividen
sus exámenes en cinco partes: comprensión lectora, comprensión auditiva,
expresión escrita, expresión oral y gramática y ortografía (Cambridge llama a esta
parte “english in use”).

Quizás puedas pensar que para dominar una lengua no es necesario conocer
las normas que la rigen. Es decir, puede que no sepas recitar las normas de
acentuación, pero sabes si una determinada palabra lleva acento o no, porque la
has leído y escrito cientos de veces.

Esta manera de aprender una lengua exclusivamente por exposición y


repetición es mucho más lenta y mucho menos eficaz que si acompañamos y
reforzamos lo anterior con el estudio de las normas gramaticales. Siguiendo con el
ejemplo que usé en el párrafo anterior, puede darse el caso contrario, es decir, que
quieras escribir una palabra y no estés seguro de si lleva acento o no, y gracias al
conocimiento de las normas de acentuación lo puedas adivinar. Además, hay
normas complejas que necesitan ser estudiadas a la fuerza, ya que aquello que
normalizan es muy complicado aprenderlo por repetición.

Por ejemplo, puedes observar que un pronombre se usa de una determinada


forma con ciertas palabras y de otra forma con otras, sin que sepas por qué.
Deberás de acudir a las normas que rigen el uso de los pronombres para
averiguarlo, y a partir de ese momento ya no tendrás más dudas sobre cómo usarlo
en cada caso. Así pues, las normas gramaticales son un sistema que te permite
organizar tus conocimientos.
¿Por dónde empiezo?

La mejor opción sería hacerte con un buen libro de gramática y ortografía;


puedes comprar uno, o bien buscarlo en la biblioteca de tu ciudad, o bien ir
recopilando la teoría de alguna página web como las que cito en el apartado
siguiente.

Procura que el libro que consigas sea lo más completo posible, que cubra
desde lo más básico hasta lo más avanzado (¡depende de hasta donde quieras
llegar!). Puede que la teoría esté dividida en dos o tres libros.

Otra opción que existe y que es bastante común son los libros o cuadernos
de idiomas organizados en lecciones, más pequeños y manejables. Cada lección
incluye un apartado dedicado a trabajar cada una de las cuatro destrezas
lingüísticas que hemos visto, más la gramática y la ortografía; son los típicos
cuadernos que se usan en los institutos, etc.

La principal ventaja de estos cuadernos es que algunas editoriales presentan


los contenidos de una manera muy atractiva (otras no tanto). Puede parecer que no
es algo importante pero el uso de colores, fotos, dibujos, tipografías diferentes, etc.
nos ayudará mucho: si el libro es bueno, resaltará lo más importante y reducirá esa
sensación de “agobio” que a veces nos puede entrar al enfrentarnos a un libro de
gramática “pura y dura”. Por lo tanto, este tipo de libros puede hacer que nuestro
estudio sea más llevadero y más efectivo. Sin embargo, yo no recomiendo el uso de
este tipo de libros para otra cosa que no sea obtener información puntual o para
realizar algún tipo de ejercicio que nos resulte interesante, es decir, para usarlos
sabiendo bien qué es lo que buscamos y por qué lo hacemos, en lugar de empezar
el libro y estudiarlo de cabo a rabo.

La primera razón es que con frecuencia son libros demasiado extensos y


dispersos; es decir, si has de hacer todos los ejercicios y actividades que la editorial
propone, tardarías mucho tiempo en alcanzar un nivel alto de la lengua.

La segunda razón es que, salvo contadas excepciones, los contenidos no


suelen ser del interés del estudiante. Mejor aprender francés leyendo un artículo
que trata sobre tu hobby favorito o viendo tu serie preferida que hacerlo leyendo y
escuchando material sobre un tema que no te interese en absoluto, ¿no?
Suponiendo que no tienes un manual completo y bien estructurado de
gramática y vas a ir recopilando información bien de páginas web o bien de este
tipo de cuadernos o libros de idiomas, conviene que sigas un orden lógico en el
estudio.

Tomando como ejemplo el castellano y dejando aparte las peculiaridades


propias de cada lengua (que habría que añadir a la lista), podríamos estructurar el
estudio de la teoría gramatical y ortográfica básica de la siguiente manera:

Ortografía

- El abecedario

- La silaba

- Las vocales y las consonantes

- Uso de mayúsculas y minúsculas.

- Las normas de acentuación (si las hubiere, y en el caso del francés,


portugués, catalán… tendríamos que estudiar los distintos tipos de acentos, el uso
del apostrofe, la diéresis, etc.)

- Distintas normas del uso de las letras en diferentes palabras. (por


ejemplo, en el castellano, sería el uso de b/v, m/n, etc.)

- Etc.

Morfosintaxis

- La oración simple

- Los sintagmas

- El sustantivo: género y nombre

- El adjetivo: género y nombre


- Los determinantes

- Los pronombres

- El verbo (regulares e irregulares)

- Los adverbios

- La oración negativa

- Las preposiciones y las conjunciones.

- El sujeto y los complementos verbales

- El sintagma verbal

- Los complementos verbales

- La oración compuesta

- Etc.

Tanto si usas material impreso como material que se haya en la red, te


recomiendo tener un cuaderno de gramática donde escribas, bien ordenada, toda
la teoría. Puede parecer algo tedioso, pero al igual que ocurre con el vocabulario,
copiarla te ayudará a retenerla en tu memoria y la tendrás siempre disponible
cuando necesites consultar una determinada norma, la conjugación de un verbo,
etc.

Otra cosa que te ayudará mucho, es conocer las categorías gramaticales.

En la gramática tradicional, las palabras están agrupadas en diferentes tipos


desde el punto de vista morfológico. No es imprescindible saber a qué grupo
pertenece cada palabra, sobre todo al principio, pero será más fácil aprender
palabras nuevas y recordar su significado y su función dentro de la oración si sabes
a qué categoría pertenecen.
Por ejemplo cuando estás leyendo un texto y apuntas una palabra para
buscarla más tarde en el diccionario, es bueno recordar o apuntar si esa palabra es
un adjetivo, adverbio, conjunción… Todos los diccionarios indican de qué tipo de
palabra se trata mediante una abreviación (por ejemplo adj, conj, prep…).

Si eres de los que (como yo) has olvidado casi todo lo que aprendiste en la
clase de lengua castellana en el colegio e instituto, no te preocupes, vamos a
refrescar la memoria y recordar algunos conceptos básicos pero muy útiles para
lograr alcanzar nuestro objetivo.

Para ilustrar la agrupación de las palabras, volveré a usar como ejemplo la


lengua castellana, ya que en la mayoría de lenguas existen palabras equivalentes a
las nuestras, con el mismo significado y la misma función:

Palabras léxicas:

Sustantivos: Son las palabras que nombran a personas, animales o cosas.


Tienen género y número (es decir, pueden ser masculino, femenino o neutro,
singular o plural). Samuel, gato/a, balcones, etc.

Verbos: Expresan acción o movimiento, existencia, consecución, condición o


estado del sujeto. Comer, saltar, etc. Debes de empezar por aprender los de uso más
habitual: ser, estar, querer, pensar, hablar, escuchar, tocar, comer, beber, dormir, ir,
venir, andar, correr, comprar, encontrar, buscar, preguntar, etc. Primero en
presente de indicativo, para ir aprendiendo poco a poco el resto de tiempos
verbales.

En casi todas las lenguas hay verbos irregulares; se llaman así porque su
conjugación no se ajusta al modelo, y por lo tanto, es necesario aprenderse la
conjugación de cada uno por separado. Cada lengua tiene sus particularidades, por
ejemplo en el caso del inglés existen los famosos phrasal verbs, que son verbos
formados por un verbo y una preposición o un adverbio (o una combinación de
ambos). Por ejemplo: to look forward to (estar deseando).
Adjetivos: Complementan a un sustantivo para calificarlo; expresan sus
características o propiedades. Alto, azul, inteligente, etc.

Adverbios: Son palabras invariables que complementan a un verbo, un


adjetivo o a otro adverbio. Hay de muchos tipos: de lugar (aquí, allí, etc.), de tiempo
(antes, después, etc.), de modo (bien, mal, fácilmente, etc.), de cantidad o grado (muy,
poco, demasiado, etc.), de afirmación (si, también, obvio, etc.), de negación (no, jamás,
etc.) de orden (primeramente, últimamente), de duda (quizás, probablemente, etc.)
interrogativos/exclamativos y relativos (cuánto, cómo, cuándo y dónde), además de
otros como solo/solamente, aún, inclusive, además, incluso, etc.

Palabras gramaticales:

Pronombres: Palabras que señalan o representan a personas u objetos, o


remiten a hechos ya conocidos por el hablante y el oyente. Los hay de diferentes
clases: personales (yo, tu, etc.), numerales (uno, primero, etc.), demostrativos (este,
esa, etc.), interrogativos y exclamativos (qué, cuánto, por qué, etc.), posesivos (mi, mío,
etc.), indefinidos (un, una, algún, ninguna, etc.) y relativos (el cual, la cual, cuyo, cuya,
etc.).

Una de las primeras cosas que se aprende en cualquier lengua son los
pronombres personales: Yo, tú, él, ella, ello, nosotros/as, vosotros/as, ellos/as.

Determinantes: Acompañan al nombre para concretarlo y limitar su


significado, aportando informaciones como género, número, situación, posesión,
etc. Clases: artículos (él, la, lo, los, las.).

Preposiciones: Son palabras invariables que unen otras palabras denotando


la relación que tienen entre sí. La lista oficial de la RAE para el idioma español
actual es: a, ante, bajo, cabe, con, contra, de, desde, durante, en, entre, hacia, hasta,
mediante, para, por, según, sin, so, sobre, tras, versus, vía.

Conjunciones: Son palabras o conjuntos de palabras que enlazan


proposiciones, sintagmas o palabras. Se clasifican en distintos grupos,
dependiendo del tipo de oración o elementos que unan, y no los vamos a ver
porque no es necesario; basta con saber que las más usadas son y, ni, pero, sino, tan,
tanto que, sino, pero, etc.

Interjecciones. Expresan impresión súbita o sentimiento profundo (amor,


sorpresa, etc.). Sirven también para apelar al interlocutor, o como fórmula de
saludo, despedida o conformidad. Hay dos tipos: las propias (¡Ah!, ¡Ay!, ¡Eureka!,
etc.) y las impropias, que son sustantivos, verbos, y adverbios que se usan como
interjecciones (¡Ostras!, ¡Anda!, etc.).

Ahora ya tienes un pequeño “mapa” de la clasificación de las palabras según


su tipo. Como dije al principio del capítulo, la morfosintaxis es un conjunto de
elementos y reglas que permiten construir oraciones con sentido, así que recuerda
que también deberás de estudiar y tener en cuenta qué es una oración, sus partes y
los diferentes tipos de oraciones que hay, qué son los sintagmas, etc.

Mi consejo es que no estudies pura gramática sin saber cómo y dónde se


emplea; siempre vete a los ejemplos prácticos para entender y aplicar la teoría; si
no, esta no te servirá de nada. Hacer ejercicios te será de gran ayuda, es una de las
mejores maneras de practicar y memorizar la gramática. Aunque esta pueda
parecerte una tarea aburrida, intentar buscar el desafío y tómatelo como si fuera un
juego, mirando las respuestas al acabar e intentando fallar cada vez menos
preguntas.
7. CÓMO TENER ÉXITO EN TU EXAMEN OFICIAL
DE IDIOMAS.

Para tener éxito en un examen oficial de idiomas no basta con tener un


determinado nivel lingüístico, además hay que aprender a hacer el examen.

Esto quiere decir que has de dedicar un tiempo (puede ser un mes, dos,
seis…depende de cada persona) exclusivamente a familiarizarte con el modelo de
examen, con los tipos de ejercicios y preguntas que suelen estar incluidas en el.

Todas las instituciones (Cambridge, Instituto francés, etc.) que se encargan


de hacer los exámenes oficiales, editan a su vez libros dedicados a ayudarte a
preparar estos exámenes, y muchos de estos libros cuentan con modelos reales de
examen acompañados de las respuestas, para que tú mismo puedas corregirlos y
saber cuántos errores has tenido.

Hacer estos exámenes como si estuvieras en el día del examen es el mejor


modo de aprender y saber cómo estás de preparado o no para pagar las tasas y
presentarte al examen, algo así como cuando haces los test para sacarte la parte
teórica del carnet de conducir.

El día del examen existe un tiempo limitado para realizar cada parte, por lo
que es recomendable medir el tiempo que tardas cuando estés practicando.

Pasemos a ver las diferentes partes del examen:

Comprensión escrita (leer).


Esta parte consiste en leer diferentes textos y realizar los ejercicios que te
proponen. Estos ejercicios medirán tu capacidad para relacionar información,
reconocer y distinguir las ideas principales y las secundarias, buscar una
información concreta, ordenar los párrafos de un texto, etc. No te asustes si parece
que hay mucho para leer, siempre se lee y se contesta más rápido de lo que uno
cree.

En principio no importa si hay alguna palabra cuyo significado desconozcas,


siempre y cuando seas capaz, gracias al contexto, de comprender la idea o ideas
que el texto quiere expresar. Lee todo el texto entero primero para tener la idea
general, y luego párrafo a párrafo para buscar la información que necesites.

Expresión escrita (escribir).

En esta parte sobre todo, es muy importante saber muy bien qué es lo que se
espera exactamente de nosotros, pues hay ciertos tipos de textos que nos van a
pedir que sepamos redactar de una determinada manera, utilizando fórmulas o
palabras comodín. Vamos a verlo:

Por ejemplo para el nivel B2 en inglés, la universidad de Cambridge incluye


en sus exámenes y libros preparatorios para los mismos, los siguientes tipos de
textos:

• una carta informal o un e-mail.

• una carta formal.

• un artículo.

• una crítica u opinión.

• una historia.
• un ensayo.

Esto es para el examen de inglés de Cambridge, pero se puede extrapolar a


cualquier examen oficial de cualquier otro idioma. En los libros preparatorios nos
podemos encontrar textos que sirven como modelo, así los podemos analizar un
poco y ver las formulas y expresiones más comunes que se usan para saludar,
despedirse, enlazar ideas, enumerar, dar tu opinión, convencer al destinatario, usar
un tratamiento formal o informal, etc.

Conviene aprenderse de memoria algunas de estas palabras y expresiones y


usarlas en nuestros textos, y escribir todo lo que podamos cada uno de los tipos de
textos, comparándolo luego con el modelo.

Para tener éxito en esta parte del examen es muy recomendable planificar y
estructurar el texto antes de empezar a escribir, emplear debidamente los
elementos de cohesión entre ideas, frases y párrafos, escribir con corrección
ortográfica y gramatical, con fluidez, emplear el registro adecuado, dejar claro
cuáles son las ideas principales y cuales las complementarias, y cubrir con claridad
el objetivo para el cual escribes el texto (expresar tu opinión, informar de unos
hechos, pedir información, etc.).

Gramática y ortografía.

Esta parte suele constar de seis ejercicios que evalúan el conocimiento de la


ortografía, la morfología, la sintaxis y el léxico, la mayoría de los cuales se basan en
textos.
En estos ejercicios has de rellenar huecos vacios, completar frases a partir de
palabras dadas entre paréntesis, elegir la opción correcta entre cuatro palabras, etc.

Esto quiere decir que quizás tengas que cambiar de género o de número un
sustantivo, conjugar correctamente un verbo, identificar errores gramaticales y
ortográficos en un texto,

Si tienes dudas, sigue tu instinto y escribe o elige la opción que crees que
encaja mejor. Nunca dejes un espacio en blanco, porque de esa forma no te
puntuará.

Comprensión auditiva (escuchar).

Esta prueba consiste en contestar preguntas (obtener información específica,


o bien las ideas relevantes, o interpretar información) sobre pequeños fragmentos
de audio de dos o tres minutos sacados de conversaciones de la vida real,
entrevistas de la televisión, de la radio etc. En algunos ejercicios los fragmentos te
dejarán escucharlos una vez y en otros dos veces.

Es recomendable ir tomando apuntes, datos o palabras que te parezcan


relevantes, de lo que escuchas, pues tienes que recordar muchos datos y hay
diferentes preguntas para cada audio: a veces los nervios te pueden jugar una mala
pasada.

Los libros preparatorios para las pruebas siempre incluyen un CD de audio


que acompaña a los ejercicios. Al igual que has de hacer para preparar cada parte,
haz tantos ejercicios como puedas.

Expresión oral (hablar).

Suele realizarse un día diferente que el resto del examen y en parejas, con
uno o dos examinadores que os harán preguntas primero sobre vosotros para
“romper el hielo” y luego relativas a un texto o a unas imágenes, fotos o dibujos
que os mostrarán. Puede ser que tengas que describir lo que ves en las imágenes o
bien dar tu opinión sobre alguna en concreto, y mantener una conversación con tu
compañero y con los examinadores.

Es importante organizar tu discurso de un modo coherente, adecuarlo a la


situación en la que se este se desarrolla, y transmitir tu mensaje con la mayor
fluidez posible (sin excesivos titubeos o pausas largas, etc.). Si ves que una palabra
no te sale, exprésate como mejor puedas hacerlo y sigue adelante, pues es muy
importante no perder el ritmo y alcanzar el objetivo del discurso, es decir,
responder una pregunta, dar tu opinión, etc.

Al principio estarás nervioso/a, pero a medida que vas hablando te irás


relajando, y suele pasar que al final la prueba se te hace corta y que te gustaría
hablar más.
8. DOS OPCIONES MUY INTERESANTES PARA
VIAJAR Y VIVIR EN EL EXTRANJERO.

Como has podido comprobar, no es necesario viajar a otro país para


sumergirte en su lengua y su cultura. Dicho esto, hay que reconocer que no hay
nada como ir a un país donde se habla el idioma que quieres aprender para
aprenderlo más rápido y mejor, siempre y cuando se aproveche la experiencia al
máximo. Es decir, siempre y cuando te comuniques diariamente con la gente de allí
y no te pases el tiempo rodeado de españoles, un error típico de los que nos hemos
aventurado alguna vez a pasar una temporada en el extranjero.

Así pues, compartiré contigo dos de las mejores (y más económicas)


maneras que yo he experimentado para pasar una temporada en el país donde se
hable la lengua que estas estudiando, conocer nativos y relacionarte con ellos.

Wwoofing.

La primera que recomiendo, porque es la que mejores resultados me ha


dado, se llama wwoofing, que son las siglas de world wide opportunities on
organic farms (oportunidades internacionales en granjas ecológicas). Se trata de
una asociación sin ánimo de lucro que pone en contacto a voluntarios (tu en este
caso) con particulares, asociaciones o empresas que están relacionados con la
agricultura ecológica.

Creo que es una buena opción tanto si trabajas en España y quieres irte por
ejemplo 15 días en verano, como si no tienes trabajo, ya que al menos sabes que no
tendrás que pagar nada durante tu estancia en el extranjero, solo el billete.

El procedimiento es sencillo: Primero has de decidir al país al que quieres ir


(hay asociaciones wwoofing por todo el mundo) y entrar en su web donde podrás
ver algunas de las granjas que están disponibles y en qué zona. Para acceder a la
lista completa de granjas incluidos sus datos de contacto, ubicación exacta, una
breve descripción de los dueños y del lugar y de las tareas que tendrás que
desempeñar, has de pagar unos 20 euros, depende del país.

Una vez hecho el pago buscas la granja o granjas que te interesan, mandas
un e-mail o llamas por teléfono explicando quien eres y diciendo que te gustaría
hacer wwoofing y en que fechas, y si te aceptan ya solo has de ir allí y colaborar
con ellos durante cuatro o cinco horas al día. A cambio no has de pagar el
alojamiento ni la comida.

Normalmente son tareas fáciles y no muy duras, como ayudar en la cocina,


en la limpieza del lugar, segar la hierba, ayudar en pequeñas reparaciones, recoger
verduras del huerto, etc. Mi consejo es que busques sitios grandes mejor que
pequeñas familias, ya que habrá más wwoofers y por lo tanto podrás conocer más
gente y por lo tanto relacionarte más.
Página web: www.wwoofing.net.

Couch surfing.

Couch surfing es una comunidad online en la cual sus miembros ofrecen un


lugar donde dormir en su casa (algunos una habitación, otros el sofá) o
simplemente su compañía para salir a tomar algo o enseñar la ciudad a otros
miembros que estén viajando en ese momento. Es completamente gratuito y
cualquiera puede apuntarse. Al hacerlo, creas un perfil con fotos e información
personal de interés, como en cualquier otra red social. Para conseguir que alguien
te hospede en su casa, has de hacer una búsqueda en la página web y ponerte en
contacto con la persona que te interese.

Es una gran opción si viajas solo, pues tienes la certeza de que conocerás
gente local que seguramente (al menos así ha sido en todas las ocasiones en las que
yo me he hospedado en casa de alguien) serán muy amables y simpáticos contigo,
te darán información muy útil, y te acompañarán o te invitarán a salir con ellos por
la ciudad.

Página web: www.couchsurfing.com


9. APLICACIONES.

El desarrollo de las aplicaciones para teléfonos inteligentes nos ofrece un


mundo de nuevas e interesantes posibilidades para aprender un idioma. Las
ventajas son obvias: en cualquier momento y en cualquier lugar podremos
aprovechar para trabajar, aprender nuevas palabras o reforzar las que ya
sabíamos. Vamos a ver algunas de las más populares:

Duolingo.

En 2013 fue nombrada aplicación del año por Apple. Empieza desde el nivel
más básico, para subir de nivel tienes que completar todas las preguntas
correctamente. Tiene un enfoque muy lúdico, lo cual hace muy entretenido el
aprendizaje. Las secciones están divididas por temáticas, tipos de palabras y
tiempos verbales, e incluyen ejercicios de lectura, escritura, escucha y orales.

Puedes ponerte metas diarias, por ejemplo “hacer 20 puntos al día”, y la


aplicación se encarga cada día de recordarte que has de practicar para alcanzar tu
objetivo. Tu progreso se guarda y se muestra en la siguiente sesión. También ofrece
la oportunidad de competir con amigos. Al alcanzar ciertos niveles de fluidez, te
ofrece la opción de compartirlo en la red social LinkedIn.

Como punto débil, encuentro que, al igual que ocurre cuando asistes a una
clase presencial, puede ser una pérdida de tiempo cuando ya sabes aquello que
estas estudiando, pero lo tienes que ver igualmente para pasar al siguiente nivel.
Aunque la aplicación incluye la opción de exonerarse de una sección que creemos
que ya sabemos, esta opción contiene preguntas demasiado difíciles por lo que al
final casi siempre has de responder a todas las preguntas, incluidas aquellas que te
resultan demasiado fáciles, para seguir avanzando.

Además, una vez que hayas acabado todos los niveles, aún tendrás un nivel
muy básico del idioma, y la aplicación no te permite aprender más, por lo que es
una herramienta para empezar de cero y aprender vocabulario y estructuras
básicas, pero luego necesitarás otros materiales para continuar tu aprendizaje.

Para los hablantes de castellano, los idiomas que están disponibles son
inglés, francés, portugués, alemán e italiano.

Babbel

Babbel es una plataforma para aprender idiomas online que también ha


lanzado una aplicación para dispositivos móviles. Las dos modalidades de pago
(una mensual de 9,95 euros y otra anual de 59,40 euros) dan acceso a una gran
variedad de cursos: seis niveles de nivel principiante, cinco de nivel intermedio,
más varios cursos de gramática, comprensión y expresión oral, escrita, y cursos
especiales divididos por temas.

Cada curso cuenta con lecciones de comprensión y expresión orales, escritas,


de repaso, de gramática… es por lo tanto más completo que otras aplicaciones
como duolingo, algo lógico hasta cierto punto ya que no olvidemos que hay que
pagar para acceder a los cursos, aunque la primera lección de cada curso es
gratuita. El procedimiento de aprendizaje es sencillo: escuchar y leer palabras y
frases y luego escribir tu mismo lo aprendido, rellenando huecos en el texto,
ordenando palabras para formar frases, etc. También cuenta con un apartado
donde puedes repasar los conceptos en los que has fallado y la opción de
recordarte diariamente que has de practicar.

Lingua.ly

Lingua.ly es además de una extensión para el navegador de internet


Chrome, una aplicación que está disponible en versión web y en versión móvil. En
ella podrás leer artículos de diversos temas que elijas (deportes, ciencia, artes,
política, etc.) Las palabras de estos textos que no entiendas las puedes ir añadiendo
a tu diccionario y aprender su significado y pronunciación.

En otro apartado llamado “práctica” puedes comprobar si recuerdas el


significado de estas palabras. El sistema utiliza estas palabras para recomendarte
textos adaptados a tu nivel.

Lo puedes descargar y probar aquí: http://lingua.ly/

Redes sociales para aprender idiomas.

Busuu

Es una red social donde se pueden aprender gratuitamente –aunque para


tener acceso a muchas funciones hace falta estar dado de alta como Premium- doce
idiomas: inglés, alemán, español, francés, italiano, portugués, ruso, mandarín,
japonés, árabe, polaco y turco, además del Busuu, una lengua africana que dio
nombre al proyecto y que es hablada solo por ocho personas y está, por lo tanto, en
peligro de extinción.

Tanto la web como la aplicación para móvil cuentan con ejercicios y


lecciones interactivas de diferentes niveles. Puedes empezar directamente por un
B2, que es el nivel más alto que puedes estudiar en Bussu. Pero lo más interesante
de Bussu es que incluye un buscador para encontrar usuarios que hablan la lengua
que estas aprendiendo y con los que puedes intercambiar textos para corregiros
mutuamente, o simplemente practicar el idioma mediante el chat. También pueden
corregir tus grabaciones de voz para ayudarte a mejorar la pronunciación.

Como ya sabemos, la tecnología avanza muy rápidamente, por lo que cada


poco surgen nuevas maneras de aprender y compartir información; estas son solo
algunas de las que existen en la actualidad pero seguramente hay y surgirán
muchas más que pueden resultar útiles. Todas estas herramientas se deben de
tomar como un refuerzo, un apoyo, ya que si de verdad quieres avanzar en el
aprendizaje de una manera más profunda deberás trabajar todas las competencias
de la manera en que lo hemos ido viendo en este eBook.
10. WEBS PARA APRENDER IDIOMAS.

Estas son algunas de las webs que ofrecen recursos gratuitos como teoría
gramatical, ejercicios, test de nivel, videos y textos extraídos de la vida cotidiana,
etc. Algunas cuentan con cursos bastante completos y bien estructurados:

Inglés:

http://elblogdelingles.blogspot.com.es/

http://www.flo-joe.co.uk

Francés:

http://www.francaisfacile.com/

http://www1.rfi.fr/lfen/statiques/accueil.asp

Alemán:

http://www.goethe.de/ins/es/es/lp/lrn/web.html
Italiano:

http://www.saberitaliano.com.ar/

Portugués:

http://www.portuguesweb.com/

Ruso:

http://www.rusogratis.com/

Chino mandarín :

http://www.chino-china.com/metodo

Catalán:

http://www.parla.cat
Japonés:

http://www.aprendejapones.com/
Gracias

Quiero agradecerte enormemente el que hayas comprado mi eBook. Espero


haberte dado unas cuantas ideas y mucha motivación para afrontar la aventura de
aprender una nueva lengua.

Te agradecería también que me hicieras llegar tu opinión sobre el mismo,


preferentemente dejando tu opinión en Amazon.es, en la zona “opiniones de
clientes.” Tu opinión es muy valiosa tanto para mí como para futuros lectores de
este eBook.

Hasta pronto,

Roberto Escudero.
Nota aclaratoria: ¿Lengua o idioma?

Quizás algunos de vosotros os habéis preguntado, como yo lo hice en su día, en que


se diferencian estos dos conceptos.

El concepto de lengua se refiere al sistema lingüístico organizado en estructura


comunicativa y empleado por una comunidad sociolingüística. Esta comunidad
sociolingüística puede coincidir o no con una comunidad político-social (un país o estado),
por lo que surge el concepto de idioma o lengua oficial para referirse a la lengua o
lenguas que se hablan en un país o un estado.

Todas las imágenes que aparecen en este eBook son cortesía de la página
web de pixabay.

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