J. K. Rowling
a escritora británica Joanne Kathleen Rowling se hizo célebre con su serie de novelas dedicadas
a las aventuras de Harry Potter, uno de los mayores fenómenos literarios de la historia. Las
peripecias de un niño huérfano con poderes mágicos capaz de evadirse a voluntad a un mundo
de fantasía consiguieron batir todos los récords de ventas en la literatura del género, aunque
muchos críticos se mostraron reacios a encasillar los libros de Rowling como cuentos para niños,
como ocurriera con el famoso Tom Sawyer de Mark Twain.
La persona que hizo posible que muchos niños y adolescentes prefiriesen leer un libro a pasar las
horas muertas delante del televisor es una tímida británica que se propuso escribir siete entregas
de la serie, que equivalen a los cursos que el protagonista debe superar en la escuela de magia y
hechicería a la que asiste cuando se escapa de la horrible realidad cotidiana en casa de sus
mezquinos tíos.
Según algunos críticos literarios, la autora logró crear en sus novelas una inquietante atmósfera
atractiva a los ojos de lectores de muy diversa condición y edad, a partir de influencias
reconocibles en los libros de escritores británicos como Enid Blyton, Richmal Crompton o Roald
Dahl. Pero, paradójicamente, ella misma afirmaba que nunca pretendió escribir fantasía y que la
idea le surgió a partir de sus propios recuerdos de la infancia. Prácticamente desconocida y con
problemas económicos en la primera mitad de la década de los noventa, cuando vivía de una
modesta pensión como desempleada, J. K. Rowling se convirtió en una mujer rica y popular en
Europa y sobre todo en Estados Unidos, donde multitudes de niños acompañados por sus padres
soportarían largas colas en las librerías para hacerse con las últimas aventuras del pequeño mago.
La infancia que nutrió a Potter
Tras una breve estancia en Yate, se mudaron a Winterbourne, siempre sin alejarse de los
suburbios de Bristol, entorno en el que se forjaron los primeros recuerdos de la imaginativa niña,
que pasaba horas compartiendo sueños y fantasías con su hermana. Lectora y escritora precoz,
entusiasta aficionada a devorar novelas para adultos, a los seis años ideó un conejo que tuvo el
honor de ser su primer héroe en un cuento que tituló Rabbit.
En Winterbourne las niñas hicieron amigos entre el vecindario; uno de ellos se llamaba Ian Potter.
Aficionada a adoptar nombres extraños para los protagonistas y lugares de sus novelas, muchos
años después Joanne tomó prestado ese apellido para dar vida a su famoso personaje. Cuando Jo
tenía nueve años, los Rowling hicieron realidad su sueño y se mudaron a un área rural del condado
de Gwent llamada Forest of Dean, núcleo de población cercano a Chepstow, donde las dos
hermanas descubrieron el placer de jugar en los verdes campos británicos próximos al río Wye.
Pero el feliz cambio tuvo su contrapartida en los problemas en la nueva escuela a la que asistieron
las Rowling y que acabó por convertirse en un tormento para la mayor de las hermanas, quien
recordaría durante años a su odiada profesora Mrs. Morgan, hasta el punto de trasladarla a sus
novelas y hacer que encarnara a uno de sus malévolos personajes.
La pecosa, estudiosa y bastante insegura «gafotas» Joanne, según su propia definición, creció y
dejó la escuela primaria de Tutshill para entrar en la de Wyedean, donde empezó a interesarse
por los idiomas. Alumna aplicada, pronto destacó también por su afición a contar historias a un
reducido círculo de amigos, quienes escuchaban con atención la narración de largos relatos en
los tiempos del recreo. Durante su adolescencia escribió mucho, pero, con la excepción de
algunos divertidos cuentos, nunca se atrevió a mostrar sus manuscritos a nadie.
Años difíciles
Tras este breve período de formación empezó a trabajar como secretaria, pero pronto descubrió
que el orden y la rutina no iban con ella. Varias experiencias frustrantes en diferentes empresas,
unidas a la triste desaparición de su madre, enferma de esclerosis múltiple, la llevaron a dejarlo
todo a los veintiséis años y a abandonar el país con la intención de enseñar inglés en el extranjero.
En Lisboa disfrutó enseñando su lengua materna a alumnos portugueses y tuvo bastante tiempo
para escribir, su verdadera vocación. Allí conoció y se enamoró de Jorge Arantes, un periodista
de la televisión portuguesa con el que contrajo matrimonio en octubre de 1992 y con quien, un
año más tarde, tuvo una hija a la que llamó Jessica «en honor a una brigadista británica que había
luchado en la guerra civil española», según afirmó en una entrevista. Pese al feliz acontecimiento,
el matrimonio no prosperó y pronto acabó en divorcio.
Madre de una niña pequeña y sola en un país extranjero, en 1996 Joanne decidió regresar a Gran
Bretaña y se instaló en la ciudad escocesa de Edimburgo, cerca de su hermana Dianne, donde
llegó con la firme intención de acabar y publicar una novela sobre un tal Harry Potter, personaje
infantil con poderes mágicos, cuyas andanzas había imaginado bastante tiempo atrás durante un
interminable viaje en tren entre Manchester y Londres.
La tenaz profesora de francés pasó muchas tardes de su vida escribiendo «para sí misma» en un
cálido café próximo a un pequeño apartamento sin calefacción en el que malvivía con su hija.
Finalmente, la infatigable novelista logró una beca del Scottish Arts Council que le permitió
concluir, cinco años después de empezada, la que entonces era la obra de su vida: Harry Potter
y la piedra filosofal.
El éxito
Recorrió sin éxito con la copia mecanografiada por ella misma editoriales del prestigio de
Penguin y Harper Collins, hasta que en 1997 consiguió por fin que la prestigiosa firma británica
Bloomsbury publicara el libro. Pocos meses después, Scholastic Press compró los derechos de la
novela para Estados Unidos, por una suma superior a los 14,5 millones de pesetas, una cifra muy
importante para un libro infantil. Rowling empezó a ser popular en su propio país, y durante los
primeros meses se vio ampliamente superada por la situación, sin poder escribir ni una sola línea.
A punto de acabar el segundo libro de la serie, entró en una fase crítica y llegó a pensar que estaba
escribiendo «basura», según confesaría tiempo después en una entrevista. Nada acostumbrada a
manejar semejantes sumas de dinero ni a la presión de los medios de comunicación, Joanne se
bloqueó y tardó en adaptarse a la nueva situación, hasta el punto de verse obligada a modificar
su sencillo estilo de vida. Tuvo que dejar de escribir en el mismo café debido al acoso de
admiradores y curiosos, que convirtieron el local en lugar de peregrinación, y adoptó una postura
defensiva frente a las intromisiones en su vida privada. Después decidió dejar las clases
definitivamente para dedicarse por entero a lo que siempre había anhelado: escribir.
La publicación de su primer libro -firmado con las iniciales J. K. por consejo de los editores,
recelosos de que los niños no quisieran leer un libro sobre un chico escrito por una mujer- supuso
un giro mágico en su vida. La realidad del extraordinario éxito superó ampliamente todas las
expectativas de las editoriales británica y estadounidense que lo habían publicado. Las
posteriores ediciones de los siguientes libros de la serie (Harry Potter y la cámara secreta y El
prisionero de Azkabán) reafirmaron el éxito inicial y dieron lugar a un fenómeno literario, al que
la prensa denominó «pottermanía».
Condecorada con el título de Oficial del Imperio Británico y convertida en la persona que ocupa
el tercer lugar por volumen de ganancias en su país, según un listado de la prestigiosa revista
Forbes, Joanne trató de mantener contra viento y marea su discreto estilo de vida. Todas las
mañanas siguió llevando a su hija al colegio siempre que las giras promocionales de sus novelas
se lo permitían, y procuró escribir los restantes libros de Harry Potter en otros cafés de
Edimburgo, lejos del acoso de los periodistas.
Argumento
Harry Potter crece en la casa de sus tíos, los Dursley, quienes le ocultan su verdadera historia
familiar; al cumplir Harry once años de edad, empiezan a llegarle cartas de remitente
desconocido, que van aumentando en número a medida que sus tíos no dejan que las abra.
Las mismas traen la noticia de que el niño ha sido admitido en el Colegio Hogwarts de Magia y
Hechicería, ya que, al igual que sus padres, tiene poderes mágicos.
Se descubre entonces que los Potter no murieron en un accidente de coche como se le había
dicho a Harry, sino que habían sido asesinados en la noche de Halloween por un hechicero
tenebroso conocido como lord Voldemort, quien había aterrorizado a la comunidad mágica
británica años atrás. Sin embargo, algo ocurrió esa noche: Voldemort consiguió matar al
matrimonio Potter pero no pudo asesinar al bebé, perdió su cuerpo y le dejó al niño
una cicatriz permanente en forma de rayo en su frente.
Rubeus Hagrid aparece para llevarse a Harry una noche, cuando los Dursley intentan impedir
que parta rumbo al colegio. Más tarde, el hombre ayuda a Harry a comprar sus materiales
escolares en el Callejón Diagon y allí éste descubre que es famoso entre los magos por haber
sobrevivido al intento de homicidio. Posteriormente, el muchacho toma el tren que lo lleva a
Hogwarts y allí conoce a Ronald Weasley, un chico pelirrojo hijo de magos, y a Hermione
Granger, una jovencita de origen muggle con altas aspiraciones académicas. Los tres se
hacen amigos y más tarde, durante su año escolar, se ven envueltos en una serie de
episodios relacionados con un objeto escondido en las profundidades del edificio: la piedra
filosofal, un artefacto con el poder de transmutar los metales en oro y producir el elixir de la
vida eterna. Diferentes hechos les hacen suponer que uno de sus profesores, Severus Snape,
desea conseguir la piedra para entregársela a Voldemort, con quien el docente estaría
confabulado.
Tras confirmar que el espíritu de aquel brujo tenebroso ronda el castillo y que la piedra se
encuentra en peligro, Harry, Ron y Hermione alertan a los profesores, pero éstos desestiman
esa posibilidad, ya que el objeto se halla protegido por diversas trampas en una cámara
subterránea en el colegio. Los tres niños solos, entonces, atraviesan la puerta trampa
custodiada por un cancerbero y se ven sometidos a diferentes pruebas hasta llegar a la
recámara donde se encuentra la piedra. Harry descubre que el profesor Quirinus Quirrell era
quien intentaba robarla desde el principio, puesto que Voldemort —que permanecía como
parásito en la nuca del profesor— se lo había ordenado. Harry consigue la piedra y Quirrel
intenta asesinarlo, pero no logra sobrevivir al contacto con el muchacho y muere cuando
Voldemort abandona su cuerpo.nota 1
Después de una charla reveladora con el director del instituto, Albus Dumbledore, Harry se
reencuentra con sus amigos y parte de regreso a la casa de sus tíos, ya que el año lectivo ha
concluido.
Personajes
Principales:
Harry Potter
Lord Voldemort
Ron Weasley
Hermione Granger
Albus Dumbledore
Secundarios:
Severus Snape
Rubeus Hagrid
Minerva McGonagall
Draco Malfoy
Sirius Black
Neville Longbottom
Luna Lovegood
Remus Lupin
Lucius Malfoy
Arthur Weasley
Fred Weasley
George Weasley
Ginny Weasley
Molly Weasley
Percy Weasley
Descripción de los personajes Principales
Harry Potter: Él es el personaje central de la historia. Tenía pelo negro,
siempre fue flaco y muy bajo para su edad, además, parecía más pequeño
y enjuto de lo que realmente era, porque todas las ropas que llevaba eran
prendas de Dudley su primo. Perdió a sus padres y tuvo que vivir con sus
malvados tíos quienes durante 11 años le hicieron creer que sus padres
fallecieron en un accidente automovilístico. Tenía una cicatriz en la
frente en forma de rayo. Sus tíos lo despreciaban por ser un mago, lo cual
Harry no sabía hasta su cumpleaños número 11 donde fue invitado a la
escuela de magia y hechicería de Hogwarts. Era creativo, humilde, buen
compañero, respetuoso, amigable y valiente.
Lord Voldemort: Es el asesino de los padres de Harry. Estudió en
Hogwarts. Su principal misión en esta historia es apoderarse de la piedra
filosofal para obtener la vida eterna, para cumplirlo se apodera del
cuerpo del profesor Quirell (el profesor de defensa contra las artes
oscuras) ya que no tenía un cuerpo definido por el rebote de los
maleficios que le envió a Harry después de la muerte de sus padres, el
maleficio reboto por el escudo que dejo el amor de su madre al morir;
por mientras que está en el cuerpo del profesor debe beber sangre de
unicornio para mantenerse vivo. Es vencido por Harry. La parte de atrás
de la cabeza de Quirell era Voldemort, el cual era de cara color blanco
tiza, con brillantes ojos rojos y ranuras en vez de fosales nasales, como
las serpientes. Era malvado, rencoroso, sin misericordia y desinteresado
de todos incluso de sus ayudantes/sirvientes.
Ronald Weasley: Es el penúltimo hijo de una familia de magos, todos
sus hermanos mayores eran triunfadores y habían estado en Gryffindor
(una de las casas de Hogwarts), por lo tanto, él no se podía quedar atrás.
Era pecoso y pelirrojo de cabello como todos sus hermanos, era alto,
tenía bajo auto-estima, humilde, buen amigo, valiente y muy bueno para
el ajedrez. Era el mejor amigo de Harry.
Hermione Granger: Es la mejor amiga de Harry. Hija de muggles
(personas que no pertenecen al mundo de la magia), para ella fue una
gran sorpresa que le llegara la carta que la aceptaría en la escuela de
magia y hechicería de Hogwarts. Queda en la casa de Gryffindor junto a
Harry y a Ron. Muy inteligente, le gustaba estudiar, buena amiga y muy
respetuosa.
Albus Dumbledore: Es el director de la escuela de magia y hechicería
de Hogwarts; se dice que es el mejor mago de los últimos tiempos, ya
que sus últimas hazañas conocidas fueron derrotar al mago tenebroso
Grindelaw, descubrir las 12 aplicaciones de la sangre de dragón y por sus
recientes trabajos de alquimia con su compañero Nicólas Flamel el
creador de la piedra filosofal. El profesor Dumbledore es aficionado a la
música de cámara y a los bolos.
Género: Novela.
Subgénero/s: Fantasía, aventuras y literatura juvenil.
Corriente Literaria: Los libros que pertenecen a la misma corriente literaria tienen
características similares; si uno piensa un poco, puede ver que HP sigue la línea de El
señor de los anillos o de Las crónicas de Narnia, sagas fantásticas que dejaron
marca. Si HP se incluyera en alguna corriente, seguramente estaría como el emblema
de esa corriente en los tiempos actuales, ya que ESDLA y LCDN son del 50, y HP del
90/00.
Narrador: El tipo de narrador en la historia es principalmente omnisciente, ya que el
narrador conoce todos los sentimientos que les ocurren a los personajes.
Estructura: La novela funciona mediante la clásica estructura de tres actos, con una
introducción situada en el mundo muggle y tanto el nudo como la resolución en el
colegio; la estructura se completa con el posterior retorno al mundo del que se parte.
Esta estructura simple que se repite en casi todos los libros de la serie ayuda a crear
una sensación de familiaridad con el texto. En un principio, el hilo conductor de la
trama es el viaje iniciático de Harry hacia el Colegio Hogwarts y el proceso de
autodescubrimiento que atraviesa el protagonista, pero luego la intriga en torno a la
piedra filosofal se convierte en eje del libro. Según Julia Eccleshare, Rowling
aprovecha el mecanismo de la búsqueda como motor dramático, principio estructural
y modo de caracterizar moralmente a los personajes que se ven envueltos en ella.
Polly Shullman comentó respecto de esta estructura novelística que «El primer libro
tenía una trayectoria dramática simple: Harry está seguro de saber quiénes son los
buenos y los malos, pero supone mal». Shullman también comparó la estructura de
cada volumen con una serie de sonetos, ya que, si bien los escenarios y situaciones
suelen repetirse siguiendo el modelo de La piedra filosofal, Rowling no escribe cada
capítulo como una parte independiente sino con un sentido de trayectoria y evolución
dramática.
Lenguaje: Coloquial, Técnico
Se utiliza coloquial porque no se habla con un lenguaje extraño y como Harry Potter es un
niño pues habla con un lenguaje normal y no es solo Harry si no todos los personajes que
aparecen en el libro.