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La entidad financiera

en dificultades

Derecho Bancario
y Mercado de
Capitales
La entidad financiera en
dificultades
Todos los puntos a desarrollar en la presente unidad se refieren a la entidad
financiera en dificultades, entendida esta como la que si bien no posee
momentáneamente la capacidad de responder conforme las exigencias que la
Carta Orgánica del Banco Central de la Nación Argentina, esta entidad se puede
recuperar, para lo cual se prevé, como vía de excepción que con la autorización
del Banco Central, y cumplimentando una serie de medidas, informes y plazos
que veremos en los puntos precedentes, puede funcionar momentáneamente,
hasta su recuperación.

Regularización y Saneamiento:
definición, requisitos, plazos y efectos.
Todo el esquema reglamentario referido a estos puntos tiene por finalidad
asegurar la estabilidad económica de las entidades, dándole oportunidad para
sanear sus dificultades. Por tal motivo, se prevé, en primer término, que todas
las entidades que no cumplan con las disposiciones de este título o con las
normas que dicta el Banco Central deberán dar las explicaciones pertinentes
dentro de los plazos que este establezca.

Vale decir que si un banco no cumple con las disposiciones sobre liquidez y
solvencia, la responsabilidad patrimonial o el efectivo mínimo, al constatarlo o
tomar conocimiento del desliz en sus relaciones técnicas, deberá dar las
explicaciones del caso. Este es un mecanismo simple de indagación que permite
obtener aclaraciones sobre determinados aspectos del funcionamiento, que en
principio podrían comprometer su desenvolvimiento. El plazo lo ha de fijar el
mismo Central.

Los requerimientos de explicación competen a la Superintendencia.


Paralelamente, “las entidades deberán presentar un plan de regularización, en
los plazos y condiciones que fije el Banco Central, que no podrá exceder de
treinta días, cuando:

1) Se encontrara afectada su solvencia o liquidez;


2) Se registren deficiencias de efectivo mínimo;

3) Se registren reiterados incumplimientos a los distintos límites o relaciones


técnicas que se establecieren;

4) No tuvieren la responsabilidad patrimonial mínima. Esta enunciación es


taxativa.”39

Ahora bien, ¿qué sería un plan de saneamiento? Aun cuando no está definido en
la ley, podemos entenderlo como: el conjunto de medidas que la entidad en
dificultades propone al Banco Central a efectos de superar la situación de crisis.
Estas medidas podrían consistir en un aumento de capital, la venta de la cartera
de préstamos de cumplimiento irregular, etc.

El Central, a los fines de facilitar el reacomodamiento y el cumplimiento del plan


o fusiones o absorciones, podrá, con carácter temporario, admitir excepciones a
los límites y relaciones técnicas, vg., inmovilización de activos. A su vez, podrá
eximir o diferir el pago de cargos o multas. También otorgar estos beneficios o
dispensas en función propia del superintendente.

Paralelamente al plan de regularización y saneamiento, y cuando la


Superintendencia constata una entidad en dificultades, “podrá designar
veedores con facultades de veto y cuyas resoluciones serán recurribles, en única
instancia, ante el presidente del Banco Central.” 40Esto se asimila a la modalidad
cautelar de la coadministración, puesto que la facultad de vetar las decisiones
del órgano de administración trasciende a un simple control. Indudablemente
que este instituto se debe implementar con mucha precaución y debe ser
tendiente al cumplimiento del plan.

Por último, es dable tener en cuenta que como medida complementaria el


Central podrá “exigir la constitución de garantías y limitar o prohibir la
distribución o remesar utilidades. La falta de presentación, rechazo o
incumplimiento de los planes de regularización y saneamiento facultará al Banco
Central para resolver, habiendo sido oída o emplazada la entidad, la revocación
de la autorización para funcionar, ello sin perjuicio de otro tipo de sanciones”.41

39 Art. 34. Ley Nº 21.526. Ley de Entidades Financieras. Banco Central de la República
Argentina.
40 Art. 34. Ley Nº 21.526. Ley de Entidades Financieras. Banco Central de la República

Argentina.
41 Art. 34. Ley Nº 21.526. Ley de Entidades Financieras. Banco Central de la República

Argentina.
Suspensión para funcionar:
procedencia, requisitos.

El Superintendente podrá, previa autorización del presidente del


Banco Central disponer la suspensión transitoria, total o parcial,
de las operaciones de una o varias entidades financieras, por un
plazo máximo de treinta días. De esta medida se deberá dar
posterior cuenta al Directorio.”42.

Indudablemente que se trata de una medida que se debe ordenar, en ejercicio


del poder de policía, cuando existan causas graves que comprometan el normal
desenvolvimiento de la entidad.

Está reglamentada en el art. 49 de la CO, aun cuando lo natural hubiere sido que
esté en la Ley de Entidades Financieras.

Reestructuración: condiciones de
procedencia, medidas objetivas y
subjetivas, plazos y efectos.
Consiste en una serie de medidas, alternativas, que puede ordenar el Banco
Central, previa a la revocación, en resguardo de los depositantes. La decisión
debe ser adoptada por la mayoría absoluta del Directorio.

Las distintas medidas, a cuya lectura remitimos en el art. 35 bis de la Ley Nº


21.526, requieren como condición de procedencia que opere alguna de las
causales de revocación que están enunciadas en el art. 44 de la ley, aunque
luego, y supeditado a la eficacia de la medida, no necesariamente debe
sobrevenir la revocación.

42Art. 49. Ley Nº 21.526. Ley de Entidades Financieras. Banco Central de la República
Argentina.
Revocación de la autorización:
supuestos de procedencia,
consecuencias. Liquidación y quiebra de
entidades financieras. Privilegios.
De la misma forma que es el Banco Central quien autoriza el funcionamiento de
las entidades financieras, es quien también revoca su autorización, empero en
este caso la decisión no es discrecional sino que deben operar ciertas causas para
que tenga lugar. La ley, al tratar las causas, distingue aquellas que son de
incumbencia propia de las autoridades estatutarias del banco y, por otro lado,
las que directamente son determinas por la autoridad, siendo estas últimas de
carácter sancionatorio.

Dentro del primero de los supuestos, el art. 44 LEF distingue dos casos: 1) Uno es
cuando exista un pedido expreso de las autoridades estatutarias en tal sentido.
2) El otro es cuando opere alguna causal de disolución de la entidad, de las
previstas en las leyes que reglamentan su existencia (vg., leyes Nº 19.550 o
20.337).

En el segundo supuesto (decisión del BCRA), procede también en dos casos: 1)


Cuando esté afectada la liquidez y la solvencia y no pudiere ser superada esta
situación a través de un plan de regularización y saneamiento. 2) Y en los demás
casos previstos en la Ley Nº 21.526. Este último supuesto es más bien de carácter
residual y comprende las distintas hipótesis establecidas en la ley, tal como el
art. 34 LEF, pero fundamentalmente atiende a los casos en que hubieren
desaparecido las condiciones que se tuvieron en cuenta para el otorgamiento de
la autorización (art. 15 Nº 21.526 LEF in fine). El Central, una vez que toma la
decisión de revocar, debe poner en conocimiento del juez competente la
decisión de revocación. A partir de entonces, el magistrado deberá iniciar el
proceso de liquidación u ordenar la quiebra según lo estimara conveniente o lo
requiriera la autoridad administrativa.

A partir de la notificación de la resolución que dispone la


revocación y hasta tanto el juez determine el modo de cese de la
actividad reglada, serán nulos cualquier tipo de compromiso que
aumente el pasivo de la entidad y cesará la exigibilidad de las
obligaciones y el devengamiento de intereses.43

43Art. 46. Ley Nº 21.526. Ley de Entidades Financieras. Banco Central de la República
Argentina.
La resolución de revocación es recurrible, con efecto devolutivo, ante la Cámara
Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal de la Capital
Federal.

Liquidación

La ley prevé un doble esquema de liquidación, por un lado, la liquidación judicial


y, por el otro, la autoliquidación, en ambos casos es de aplicación supletoria la
Ley de Sociedades Nº 19.550. De igual forma, de sobrevenir la quiebra resulta de
aplicación la Ley Nº 24.522.

En los supuestos en que la revocación deviene como consecuencia de la decisión


de las autoridades estatutarias o por mediar alguna causal de disolución, la
misma entidad podrá requerir al juez administrar el proceso de liquidación, que
es lo que se conoce como “autoliquidación”. Para ello, se deberá expedir
previamente el Banco Central y, a su vez, debe existir garantía suficiente.

Sin perjuicio de ello, y en cualquier momento, el Juez podría determinar que


prosiga en forma judicial cuando se den los supuestos de las leyes Nº 19.550 y
24.522. En los demás casos, la liquidación siempre será judicial, salvo que se
decrete la quiebra.

Quiebra

Como principio liminar es dable comenzar aclarando que una entidad financiera
no puede concursarse ni pedir su propia quiebra. Tampoco podrá decretarse la
quiebra hasta tanto le sea revocada la autorización para funcionar. Cuando el
Banco Central dispone la revocación, entiende que la entidad está en cesación
de pagos y puede resolver también pedirle la quiebra, en tal supuesto el juez
debe expedirse de inmediato.

A la vez, podría ser también el liquidador quien le requiera la quiebra. En efecto,


ni bien asume su función, debe expedirse sobre la factibilidad de la continuidad
de la liquidación, de no estimarla viable podría en dicho momento pedir que se
decrete la quiebra. De lo contrario, en cualquier instancia del proceso de
liquidación, de estimarlo necesario podría denunciar la cesación de pago y con
ello la quiebra.

Por otra parte, también el juez de oficio podría disponerla en caso de verificar la
cesación de pagos. Los terceros, por regla, no están legitimados para pedir la
quiebra, pero cuando formulen este requerimiento y el juez lo estimare
procedente, debe rechazarla de oficio, pero le dará intervención al Banco Central
para que si así correspondiere, previa revocación, formule el pedido.

Existe una sola hipótesis en que un tercero puede pedir la quiebra y ello ocurre
cuando una entidad financiera hubiere sido reestructurada excluyéndosele
activos y pasivos y luego hubieren transcurrido sesenta (60) días corridos desde
que se dispuso la revocación, en tal supuesto los acreedores adquieren
legitimidad y pueden requerir la quiebra.

En todos los casos se aplicarán las disposiciones de la Ley de concursos y quiebras


24.522, con excepción de las regulaciones que posee la misma Ley de Entidades
Financieras. Parte de las excepciones a la que hace referencia es que no son
susceptibles de ser revocados ni declarados ineficaces los actos realizados con la
autorización del Banco Central en los supuestos previstos en el art. 35 bis
(exclusión de activos) ni los establecidos en los arts. 17 inc b.) c.) y e.) de la CO
(transferencias de activos en garantía o para descuento).

A la vez, en ningún caso se podrán aplicar las normas sobre continuidad de la


empresa, etc.

Privilegios

Como todos saben, a esta altura, el privilegio es el derecho que tiene una persona
de cobrar con preferencia a otra sobre el producido de un bien determinado o
sobre una universalidad de estos. La Ley de Entidades Financieras posee un
esquema propio de privilegios que guarda relación con los derechos que
pretende tutelar. Dicha regulación se encuentra esencialmente en el art. 53, al
cual remitimos para su estudio.

Régimen de garantía de los depósitos:


lineamientos y características del
sistema. Régimen jurídico.
Luego de numerosas regulaciones sobre este tema, la Ley Nº 24.485 es la que
reglamenta el régimen vigente y dispuso la creación de un sistema de seguro de
garantía de depósitos bancarios, el cual luego fue retocado con la ley 24.467.

Esta ley determina los lineamientos sobre los cuales se estructura el sistema,
pero esencialmente se encuentra reglamentado y organizado a través del
Decreto 540/95, referente al Sistema de Seguro de garantía de los depósitos
bancarios. El sistema se inspiró en la idea de crear una cobertura limitada para
los depósitos que evite una carga gravosa para las entidades y a la vez eludir la
creación de un organismo burocrático para la liquidación, es de allí que se previó:
1) La integración de un fondo, en una proporción que resulte adecuada a la
cobertura de los riesgos; 2) La constitución de una sociedad con el objeto de
administrar dichos fondos; 3) La definición de las características, alcances y
límites de la garantía.
Como respuesta al primer punto, se estableció la creación de un fondo que
deberá formarse con el aporte de todas las entidades que se determinaba sobre
la base de un porcentaje del promedio de los saldos disponibles de los depósitos
en pesos y moneda extranjera. Dicho fondo deberá ser administrado bajo
estrictas pautas.

Respecto al segundo punto, se dispuso la constitución de una sociedad que se


denominara Seguro de Depósitos Sociedad Anónima (SEDESA), con el único
objeto de administrar el fondo. Por último, se instituyó un sistema que opera en
modo subsidiario y complementario al régimen de privilegios de la LEF, limitando
también la extensión de la cobertura.

Es de allí que tenemos un régimen con las siguientes características: 1) Limitado,


a los depósitos bancarios, 2) Obligatorio, porque todas las entidades deben estar
adheridas, 3) Oneroso, porque se constituye a partir del aporte de los bancos, y
4) Subsidiario y Complementario, porque opera luego del esquema de privilegios,
vale decir que opera cuando sobre la base de los privilegios que establece la LEF,
no han cobrado o de lo contrario no percibieron la totalidad, con lo cual lo
completa.

Existen determinados depósitos que están excluidos del régimen de garantía.

Sanciones y Recursos: tipos de


sanciones. Autoridad competente.
Supuestos de procedencia. Vías de
impugnación.
El art. 41 de la Ley Nº 21.526, Ley de Entidades Financieras, establece que
quedan sujetas a sanción por el Banco Central las infracciones a la presente ley y
a las reglamentaciones y resoluciones que dicte en ejercicio de sus facultades.

Las sanciones serán aplicadas por la autoridad competente y a las personas o


entidades o ambas a la vez que sean responsables de las infracciones indicadas,
previo sumario que se instruirá con audiencia del imputado.

Podrán consistir en forma aislada o acumulada:

 Llamado de atención

 Apercibimiento

 Multas
 Inhabilitación temporaria o permanente para el uso de cuenta corriente
bancaria

 Inhabilitación temporaria o permanente para desempeñarse como


promotores, fundadores, directores, administradores, miembros de
consejo de vigilancia, síndicos, liquidadores, gerentes, auditores, socios o
accionistas de entidades comprendidas en la presente ley

 Revocación de la autorización para funcionar

El Banco Central reglamentará la aplicación de multas, teniendo en cuenta para


su fijación factores tales como la magnitud de la infracción, perjuicio ocasionado
a terceros, beneficio para el infractor, etc.

Recursos

El esquema recursivo responde también al tipo de sanciones y está reglamentado


en el art. 42 LEF, al cual nos remitimos.
Bibliografía en referencia
Barbier, E. A. (2008). Contratación Bancaria, tomo I y II. Buenos Aires: Editorial Astrea.
Castellanos, S. F. & D`Felice, J. C. (2008). Derecho Bancario. Córdoba: Advocatus.
Código Civil y Comercial de la Nación, Aprobado por Ley Nº 26.994 B.O. 08/10/2014
Suplemento. Vigencia: 1° de agosto de 2015, texto según art. 1° de la Ley Nº 27.077
B.O. 19/12/2014. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
Constitución Nacional de la República Argentina.
Escuti, Ignacio A. (2013). Títulos de crédito. Buenos Aires: Ed. Astrea.
Junyent Bas, F. & Molina Sandoval, C.A. (2010). Curso de Derecho Cambiario. Córdoba:
Editorial Advocatus.
Ley de Entidades Financieras Nº 21.526 (2013). Colección banca y futuro. ABRA. Banco
Central de la República Argentina.
Zunino, Jorge O. (2009). Cheques. Buenos Aires: Editorial Astrea

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