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Traducción:
Marisa Pérez Colina
y
Samuel Simón Pulido
mapas
Índice
13
14 La abeja y el economista
Así, pues, cabe decir que la única rama verde del vie-
jo tronco del marxismo occidental largamente debilitado
por el socialismo soviético y el reformismo keynesiano se
dividía a su vez en dos ramos. Recuperando la tesis polan-
©
13 En Francia es usual decir que los niños nacen en las coles, de for-
ma semejante a la expresión española «los niños vienen de París».
[N. de E.]
32 La abeja y el economista
37
38 La abeja y el economista
©
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Introducción. Siete ideas iconoclastas
43
44 La abeja y el economista
siglo XXI no tuviera ya mucho que ver con lo que era hace
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(París, Les Prairies ordinaires, 2008) para los aspectos más ostentosos
de la burbuja inmobiliaria en la que los bancos ingleses comprome-
tieron hasta un montante de 55 mil millones de dólares (Le Monde, 28
de noviembre de 2009).
6 Como atestiguan la crisis de la deuda griega y los riesgos que afec-
tan a España y Portugal; como el incremento continuo del oro, refu-
gio de valor especulativo, que siguió a la aparición en The Indepen-
dent, periódico anglófono de los países del Golfo, de un artículo que
anunciaba el acuerdo que alcanzaron aquéllos para hacerse pagar el
petróleo en una canasta de divisas que no incluyera dólares.
Introducción 47
Como hay que poner las cartas sobre la mesa, este libro va
a poner varias veces el dedo en la llaga sin ningún mira-
miento. Sostendrá las siguientes tesis:
una revolución.
1. Una pequeña historia de las finanzas
57
58 La abeja y el economista
1929
que provienen del comercio. Está claro que los hedge funds
[fondos de alto riesgo] que trabajan desde estos lugares
off shore desempeñan un papel muy importante. Se trata
de un papel de tránsito, de intermediario. Estos fondos
están, o bien almacenados, al abrigo, en cuentas «grises»,
o bien no hacen sino pasar por ahí, porque estos empla-
zamientos off shore son claves en la transformación del
dinero, del «negro» o del «gris», al «blanco». Podemos
comparar los emplazamientos off shore no con una cen-
tral eléctrica que suministra la corriente, ni con su distri-
bución, sino con los transformadores por los cuales pasa
la corriente para regular el amperaje. Estos transforma-
dores convierten una corriente de alta tensión en baja o
media tensión política y social.
no tiene olor.
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109
110 La abeja y el economista
El arma de la titulización
antes sacaban dinero de las arcas del Estado para sus am-
pliaciones de capital, que hicieran lo mismo. En la época,
era esencialmente en Nueva York, Tokio y las primeras
petromonarquías. Como vemos, los más golosos son los
Estados y las grandes empresas.
Especulación y cálculos
133
134 La abeja y el economista
La metáfora de la polinización
pueden encontrar.
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su creciente complejidad.
6 Al igual que se reforesta por encima del nivel del mar, se invita a
los turistas a patrocinar plantaciones de coral joven en algunas islas
del Pacífico y del Océano Índico.
Polinización, capitalismo cognitivo y nueva economía de producción 147
De la miel a la polinización
Dotcom y desilusiones
Digitalización y contextualización
Cualificación y competencia
El trabajo de cuidados
La invasión de lo cognitivo
27 Véase http://singularityu.org/
176 La abeja y el economista
30 Estos productos derivados no tienen nada que ver con los pro-
ductos financieros que hemos analizado. En materia de propiedad
intelectual, los productos derivados, cubiertos por derechos empa-
rentados con los derechos de autor, permiten rentabilizar numero-
sas actividades. Los clubes de fútbol ya no ganan el dinero necesario
para su funcionamiento a través de la venta en taquilla en los esta-
©
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189
190 La abeja y el economista
La reapertura de lo posible
pulares» pudientes.
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5 «Benoît Mandelbrot: “Il était inévitable que des choses très gra-
ves se produisent”», Le Monde, 17 de octubre de 2009; disponible
en http://www.lemonde.fr/economie/article/2009/10/17/benoit-man-
delbrot-il-etait-inevitable-que-des-choses-tres-graves-se-produi-
sent_1255238_3234.html.
200 La abeja y el economista
CAPITALISMO Ecolonomía:
COGNITIVO Economía de los
nuevos
Gratuito bienes comunes,
Derechos sociales
de Propiedad y solidarios
Intelectual
(DPI)
Economía Economía
mercantil Economía del don y
pública
contra don
©
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Economía
informal
Capitalismo
industrial
Externalidades 1 Externalidades 2
Economía predadora
¿Estamos saliendo del capitalismo? 207
infraestructuras materiales.
muy débil y, por otro, las industrias que han estado fun-
cionando hasta ahora, rentables pero en vías de desmo-
ronamiento, en las que ya no creen ni ellos mismos y a
las cuales no van a volver, del mismo modo que no van a
regresar a las formas clásicas de las finanzas. Existe, por lo
tanto, un serio riesgo de asistir al desencadenamiento de
fenómenos de pánico y de ver a una capa de financieros
lanzándose a surfear sobre esas olas para recuperar una
salud duramente vapuleada. Tampoco está muy clara la
forma en la que los Estados podrían salir de la crisis reac-
tivando una nueva mecánica económica sin aumentar de
manera intolerable la presión fiscal dentro del estado ac-
tual de la economía política de las riquezas —de lo que la
gente aún sigue considerando riquezas. No sería posible
llevar adelante todas estas reformas sin operar un expolio
de la riqueza privada, esto es, sin nivelar una parte de la
riqueza privada tanto por la vía del impago, a semejanza
del modelo islandés, como por medio de la devaluación
monetaria o, de forma más fácil, subiendo los niveles de
inflación. Olivier Blanchard, economista jefe del FMI,
preconiza un nivel medio de inflación de un 4 %, lo que
implica grandes problemas relacionados con la libertad
de capitales, cuya circulación y fugas son mucho más im-
portantes que antaño. Y, en cualquier caso, ¿sería posible
hacer todo esto sin lanzarse a una emisión monetaria des-
tinada deliberadamente a devaluar la moneda?
Salir de la crisis
249
250 La abeja y el economista
de la historia.
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