El primer antecedente de la protección jurídica del medio ambiente, está en la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, es el instrumento jurídico básico de donde parte el fundamento legal que sustenta el ordenamiento ecológico, específicamente es el artículo 27, donde hay disposiciones que mencionan que la propiedad de tierras y aguas es originalmente de la Nación, la cual tiene el derecho de transmitir su dominio a los particulares. Este es un concepto de eminente función social, donde la Nación y sus autoridades pueden condicionar el uso y aprovechamiento de los recursos naturales. Este principio constitucional sigue vigente y de él han derivado todas las leyes y reglamentos vigentes en materia ambiental. Según menciona González (1996) una característica que había tenido la legislación ambiental era la de regular el ambiente en forma particular y sectorializada, es así que se expidieron varios ordenamientos legales como la Ley Forestal, en 1926, la Ley de Caza en 1940, la Ley de Conservación de Suelo y Agua en 1946, entre otras. Más adelante los ordenamientos legales en materia ambiental se hicieron en función de los efectos causados a la salud humana, culminando con la Ley Federal para Prevenir y Controlar la Contaminación Ambiental y sus reglamentos respectivos en 1971. Sin embargo, es hasta 1982 con la promulgación de la Ley Federal de Protección al Ambiente, donde aparece ya el concepto de ordenamiento, el cual es definido en dicha ley como “el proceso de planeación dirigido a evaluar y programar el uso en el territorio nacional, de acuerdo con sus características potenciales y de aptitud, tomando en cuenta los recursos naturales, las actividades económicas y sociales, y la distribución de la población, en el marco de una política de conservación y protección de los sistemas ecológicos”. En los artículos 5, 6 y 12 se mencionan otros aspectos relacionados con el ordenamiento ecológico, aunque solamente se refieren a la emisión de criterios y procedimientos de conservación, protección, mejoramiento y restauración del medio ambiente para el ordenamiento ecológico; emisión de normas técnicas de ordenamiento ecológico; y establecimiento de normas y políticas de ordenamiento ecológico, en todos los casos estos aspectos son atribuciones de la Secretaria de Desarrollo Urbano y Ecología (SEDUE). La Ley no hace otros señalamientos respecto al ordenamiento ecológico, no define aspectos de interés público u obligatoriedad, por lo que estas imprecisiones hacen que el ordenamiento ecológico quede solamente como un mero concepto dentro de la Ley y por tanto los espacios geográficos donde se aplicó este instrumento de política ambiental fueron pocos y solo eran llevados a cabo por la SEDUE en coordinación con otras dependencias federales. Es hasta 1988 con la promulgación de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente (LGEEPA) y sus reformas y adiciones posteriores, donde el ordenamiento ecológico es reconocido como un instrumento de política ambiental, además de ser considerado de interés público. A partir de la promulgación de la LGEEPA, se inicia en los estados de la república la elaboración y promulgación de leyes ambientales donde de acuerdo a las atribuciones señaladas en la LGEEPA, se incorpora también el ordenamiento ecológico a las mismas. La aplicación del ordenamiento ecológico está relacionada directamente con la LGEEPA, en el ámbito estatal existen las respectivas leyes ambientales y aunque con nombres variables, también consideran al ordenamiento ecológico del territorio. Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente (LGEEPA). Esta ley fue promulgada en 1988 con adiciones y derogaciones en 1996 y es el instrumento legal específico de la política ambiental de México. Particularmente los siguientes artículos son aplicables al ordenamiento ecológico: 1,2,3,5,7,8, 17, 19, 19 bis, 20, 20 bis fracciones 1, 2,3,4,5,6 y 7 y artículo 23. El artículo 3 define al ordenamiento ecológico como: “El instrumento de política ambiental cuyo objetivo es regular o inducir el uso del suelo y las actividades productivas, con el fin de lograr la protección del medio ambiente y la preservación y aprovechamiento sustentable de los recursos naturales, a partir del análisis de las tendencias de deterioro y las potencialidades de aprovechamiento de los mismos”. El artículo 5 menciona las facultades de la Federación, entre las que está: IX. La formulación, aplicación y evaluación d los programas de ordenamiento ecológico general del territorio y de los programas de ordenamiento ecológico marino a que se refiere el artículo 19 BIS de esta Ley. Artículo 7 hace referencia a las atribuciones de los Estados, mencionando respecto al ordenamiento ecológico lo siguiente: IX. La formulación, expedición y ejecución de los programas de ordenamiento ecológico del territorio a que se refiere el artículo 20 BIS 2 de esta Ley, con la participación de los municipios. El artículo 8, en concordancia con las leyes locales en la materia, define las facultades de los municipios, destacando en el caso del ordenamiento ecológico lo siguiente: VIII. La formulación y expedición de los programas de ordenamiento ecológico local del territorio a que se refiere el artículo 20 BIS 4 de esta Ley , en los términos en ella previstos, así como el control y la vigilancia del uso y cambio de uso del suelo, establecidos en dichos programas. Artículo 17. Es relativo a la planeación ambiental. El artículo menciona “que en la planeación nacional se deberá incorporar la política ambiental y el ordenamiento ecológico que se establezcan de conformidad con esta Ley y las demás disposiciones en la materia. Más adelante, la sección II del capítulo IV se refiere exclusivamente al ordenamiento ecológico del territorio y contiene los artículos siguientes: El artículo 19 que señala los criterios que se deben de considerar en la formulación del ordenamiento ecológico; artículo 19 BIS define los tipos de programas de ordenamiento ecológico; el artículo 20 y los artículos 20 BIS 1 a 20 BIS 7 definen los contenidos y características de los estudios de ordenamiento ecológico. Finalmente el artículo 23, perteneciente a la sección IV denominada “Regulación ambiental de los asentamientos humanos”, menciona que “para contribuir al logro de los objetivos de la política ambiental, la planeación del desarrollo urbano y la vivienda, además de cumplir con lo dispuesto en el artículo 27 constitucional en materia de asentamientos humanos, considerará los siguientes criterios”: “I. Los planes o programas de desarrollo urbano deberán tomar en cuenta los lineamientos y estrategias contenidas en los programas de ordenamiento ecológico del territorio.”.
Al tener el ordenamiento ecológico un carácter integral, involucra una amplia serie
de leyes y reglamentos tanto de carácter federal como estatal y municipal.
Entre las leyes y reglamentos de carácter federal están:
● Ley Forestal y su reglamento
● Ley de Aguas Nacionales y su reglamento. ● Ley General de Asentamientos Humanos ● Ley General de bienes nacionales ● Ley General de Vida silvestre (2000). ● Ley de Pesca y su reglamento ● Ley de Planeación ● Ley Orgánica de la Administración Pública federal. En lo referente a las leyes de ámbito estatal, en primera instancia se encuentran las leyes ambientales de cada uno de los estados involucrados en el presente ordenamiento ecológico del territorio, como son los estados de Puebla, Hidalgo, Veracruz y Tlaxcala, y cuyas respectivas leyes son:
● Ley de Protección al Ambiente y el Equilibrio Ecológico del Estado de
Puebla. ● Ley del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente del Estado de Hidalgo. ● Ley de Ecología y Protección al Ambiente del Estado de Tlaxcala. ● Ley Estatal de Equilibrio Ecológico y Medio Ambiente de Veracruz. Otras leyes y reglamentos estatales son:
● Ley de Protección civil para el estado de Puebla 1992.
● Leyes de asentamientos humanos estatales ● Leyes orgánicas de las administraciones públicas estatales. ● Leyes estatales de planeación. En el ámbito municipal se considerarían como referencia los programas de desarrollo urbano vigentes, así como los Bandos de Policía y Buen Gobierno.