las personas dedican para mirar televisión.

Él no está en contra de este medio, pero solo enel

caso de que se utilice con fines formativos y se sepa distinguir entre este fin y el noformativo,
propio de "las series y obras televisivas" (p. 50) y, también, está en contra deciertas ideologías y
de la falsa conciencia que este medio transmite a las personas. Perotampoco se debe caer en la
simpleza de pensar que la televisión es un artefacto al que ni
en broma hay que acercarnos, o irnos al otro extremo y pensar que somos una persona hípermod
ernizada por el hecho de tener una tele en casa y hacer un uso enorme y exagerado
deella.Becker complementa esto diciendo que es necesario hacer un uso correcto (pedagógico)
dela televisión, saber cuáles son las grandes desventajas de ella y educar (a personas de todaslas
edades) sobre sus usos; él se hace la siguiente pregunta: "
¿cómo podemos conseguir
que se desarrolle el efecto clarificador de la televisión y se restrinjan a un mínimo inevitable su
s peligros?".
(p. 51). Es una pregunta difícil de responder ya que, en los efectosclarificadores de la televisión
también pueden estar escondidos los efectos "seductores";aquí toman partido y responsabilidad
tanto los espectadores y oyentes como aquellos quehacen televisión.Adorno plantea que hay que
aprender a ver la televisión sin tomarla como una ideología; esdecir, las personas deben ser lo
suficientemente críticas para que aquellos programastelevisivos con fines invasivos puedan ser
identificados y vistos como lo que son. De estaforma, no podrán persuadir la conciencia de las
personas con ideas falsas y decoradas. Nuestros tres personajes coinciden en que los programas
de índole político son aquellos
que pueden ser tomados como "buenos", ya que se generan discusiones, debates e ideas, casisie
mpre, antagónicas. Por su lado, las series televisivas muestran estereotipos de
relacioneshumanas que pueden ser peligrosas para aquellos adolescentes que decidan tomar
estosestereotipos como punto de partida para relacionarse con los demás.Una solución que ellos
consideran efectiva, es la de realizar una investigación empírica alargo plazo que ofrezca
resultados sobre qué concepción tienen las personas sobre latelevisión (sus pro y sus contra); es
decir, realizar un
“análisis de contenidos”.
(p. 58).
Tercera conferencia:
“Tabúes sobre la profesión de enseñar”
(Cap. 4)
En esta ocasión, Adorno habla sobre los preconceptos que se tienen acerca de un docente(ya sea
éste maestro o profesor); sostiene que estos juicios provienen tanto de los mismos docentes
como de los alumnos, y nos provee una serie de denominaciones despectivas que se utilizan
para denominar a los docentes. Dice, además, que esta profesión, a pesar de su valor académico,
no está socialmente aceptada (a diferencia del abogado o del médico).Pero se da una
controversia algo extraña que se da en Alemania entre aquel catedrático de Universidad (muy
bien valorado) frente a la profesión de enseñante (como ya hemos dicho,muy poco valorada). La
diferenciación entre estos dos es muy notoria en este país, a diferencia de Francia, en donde el
asenso es posible. Adorno dice que el maestro es

“un heredero del escriba”

(p. 67) y agrega que el “odio” hacia él tiene “

raíces feudales y lo encontramos documentado desde la Edad Media y del
primer Renacimiento”
(p. 67). Esta frase puede ser esclarecida con la siguiente, en donde afirma que:
“El maestro es el heredero del fraile; el odio o la ambivalencia que suscitaba
la profesión de este último han pasado a él tras la pérdida en amplia medida, por parte del
fraile, de su función”.
(p. 68).
[Ambivalencia: posibilidad de que algo tenga dos valores distintos o pueda entenderse o
interpretarse de dosmaneras distintas. Estado de ánimo en el que coexisten dos emociones o
sentimientos opuestos.]
“

5
En esta conferencia, Adorno habla sobre que el interés primero de la educación alemana era el
de evitar una recaída en la barbarie; dice que justificar o no darnos cuenta de el horror que
representó Auschwitz tenía algo de maligno. Dice que es necesario analizar este suceso y, para
esto, las ideas de Freud sobre la psiquis humana es algo fundamental. Para Adorno son cruciales
las
obras “El malestar de la cultura” y “Psicología de las masas y análisis del yo”
,aplicadas a lo que fue el fenómeno de Auschwitz. Es decir, ¿qué es lo quelleva a los hombres a
actuar con tal grado de barbarie?El autor hace referencia al genocidio de millones de armenios
por parte de ungrupo de turcos a fines del siglo XIX, y cómo el gobierno alemán, al enterarsede
esto, guardó silencio al respecto. Junto con esto, alude a la llamada
“explosión demográfica”
y menciona que es como si existiera una
“
fatalidadhistórica
”

que se encarga de “nivelar números”; esto es, frente a un gran

crecimiento de la población, debe ocurrir algo para detener esto. A fines delsiglo XIX (en
el contexto del genocidio que Adorno menciona) se descubre la
bomba atómica, la cual sería la “encargada” de esa nivelación
.

Adorno habla, en el contexto psicológico, de un

“viraje al sujeto”;
es decir,de un giro rotundo al sujeto que realiza tales actos de barbarie. Esto se logramediante
sacar a la luz las razones por las que los sujetos son capaces decometer tales actos de barbarie y,
además, lograr que vean