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Bucólico con baquelita

Cada ente permanecía en su lugar, pero contemplé en la calle un nido enrollado


en los cables de luz. Quién diría que los insectos, situación que sólo algunos
estudiaron, persiguen una balanza de luz nocturna, artificiosa. Sé, desde cerca,
que el animal tiene interés por el objeto sin necesidad de alejarse de su instinto,
mas no aseguro si nosotros seremos capaces.

La primavera, desde que abrí la mirada, fue desorden un día en el reino animal. El
perro camina por comida oculta en bolsas con desperdicios. Su mirada pide ayuda
al hombre, porque corro de sus ladridos. Sobre los juncos sólo quedan los peces.
Miro como beben petróleo sobre el río, porque dudo que todo vuelva a ser dominio
de la naturaleza.

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