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EL JUICIO DE JESÚS

En la aplicación del sistema procesal romano y dentro de la tradicion del mundo


cristiano, se dio un proceso que definió el rumbo de la humanidad como el más
importante de todos los tiempos, este fue el proceso contra Jesucristo.

Sin duda que la Semana Santa nos lleva a reflexionar, no sólo en aspectos
espirituales sino también en aspectos jurídicos, que demuestran los vicios y las
faltas de garantías procesales reconocidas en esa época, y a las que fue sometido
Jesús de Nazareth.

ACONTECIMIENTO

Los miembros del Sanhedrín, temerosos de Cristo, decidieron su muerte


espoleados por Caifás, sumo sacerdote. Pero el sanedrín no tenía competencias
jurídicas civiles y no podía aplicar el Ius gladii, la pena de muerte. Entregan a
Jesús acusándolo de ser un malhechor traído ante Pilato para ser condenado
debido a que en la ley judía no había o no tenían la facultad para aplicar la pena
de muerte.

Pensaron que seria mejor que Roma fuera la que ejecutara la pena y se llevara las
culpas. Así que llevaron a Jesús ante Poncio Pilato y le acusaron no sólo de ser
un blasfemo contra la Ley de Moisés, sino también de "rebelión contra Roma" y
por ello trataron que Pilato creyera que Jesús era un revolucionario anti-romano,
pero Pilato no cayo.

Jesús fue traicionado y entregado por Judas Iscariote; arrestado en el huerto de


Getsemaní; abandonado por sus discípulos y particularmente negado por el
primero de ellos, Pedro.

“ Y levantándose todos ellos, le llevaron ante Pilato.


Comenzaron a acusarle diciendo: «Hemos encontrado a éste alborotando a
nuestro pueblo, prohibiendo pagar tributos al César y diciendo que él es Cristo
Rey.»
Pilato le preguntó: «¿Eres tú el Rey de los judíos?» El le respondió: «Sí, tú lo
dices.»

Pilato dijo a los sumos sacerdotes y a la gente: «Ningún delito encuentro en este
hombre.»Pero ellos insistían diciendo: «Solivianta al pueblo, enseñando por toda
Judea, desde Galilea, donde comenzó, hasta aquí.»

Al oír esto, Pilato preguntó si aquel hombre era galileo.


Y, al saber que era de la jurisdicción de Herodes, rey de galilea, le remitió a
Herodes, que por aquellos días estaba también en Jerusalén. Cuando Herodes vio
a Jesús se alegró mucho, pues hacía largo tiempo que deseaba verle, por las
cosas que oía de él, y esperaba presenciar alguna señal que él hiciera.

Le preguntó con mucha palabrería, pero él no respondió nada.


Estaban allí los sumos sacerdotes y los escribas acusándole con insistencia. Pero
Herodes, con su guardia, después de despreciarle y burlarse de él, le puso un
espléndido vestido y le remitió a Pilato.
Aquel día Herodes y Pilato se hicieron amigos, pues antes estaban enemistados.

Pilato convocó a los sumos sacerdotes, a los magistrados y al pueblo


y les dijo: «Me habéis traído a este hombre como alborotador del pueblo, pero yo
le he interrogado delante de vosotros y no he hallado en este hombre ninguno de
los delitos de que le acusáis.

Ni tampoco Herodes, porque nos lo ha remitido. Nada ha hecho, pues, que


merezca la muerte.

Así que le castigaré y le soltaré.»

Toda la muchedumbre se puso a gritar a una: «¡Fuera ése, suéltanos a Barrabás!»


Este había sido encarcelado por un motín que hubo en la ciudad y por asesinato.
Pilato les habló de nuevo, intentando librar a Jesús,
pero ellos seguían gritando: «¡Crucifícale, crucifícale!»
Por tercera vez les dijo: «Pero ¿qué mal ha hecho éste? No encuentro en él
ningún delito que merezca la muerte; así que le castigaré y le soltaré.»

Pero ellos insistían pidiendo a grandes voces que fuera crucificado y sus gritos
eran cada vez más fuertes.

Pilato sentenció que se cumpliera su demanda.

Soltó, pues, al que habían pedido, el que estaba en la cárcel por motín y
asesinato, y a Jesús se lo entregó a su voluntad.

EL ARRESTO

Sólo se llevaba a cabo para delincuentes sorprendidos en flagrancia, según el


derecho judaico, es decir en el acto mismo en que cometía el delito.

Eso ocurrió, cuando trajeron ante Jesús, a la mujer adúltera para apedrearla.
Jesús fue arrestado a hora avanzada, pudiendo haber alegado la nulidad del
arresto por la oscuridad e incluso por el lugar donde fue su detención, ya que no
fue detenido durante sus recorridos por la ciudad, ni en la sinagoga, sino en un
jardín privado.

AÑO DE ESTE HISTÓRICO HECHO

Poco después de las seis de la mañana del viernes 7 de abril del año 30, Jesús
fue llevado ante Pilatos, es aquí donde empieza el proceso más injusto de la
Historia, como lo fue el proceso de Jesucristo.

DUPLICIDAD DE JUICIOS Y PROCESOS:

Fue un abuso procesal someter a Jesús a un juicio sumario en horas de


madrugada, ya que un juicio judío tiene que ser diurno y requería la presencia de
la totalidad de los integrantes del Sanedrín. Se calcula que fue detenido en la
medianoche del 14 de Nisán (jueves) y el juicio ante el Sumo Sacerdote empezó a
la una de la madrugada del viernes, siendo llevado a las 6 de la mañana al Palacio
de Poncio Pilatos y conducido ante Herodes a las 8 de la mañana.
LA PROPORCIONALIDAD DEL HECHO ACUSADO CON RELACIÓN A LA
PENA APLICADA

Hay que considerar que nos encontramos con unas contradicciones


considerables: si sólo hubiese sido culpado de desacato a la ley judía, entonces
era imposible que los romanos le condenasen a morir de forma tan vil, ya que a
estos les importaba muy poco la religión hebrea y las rencillas que sus creyentes
pudieran tener entre ellos.

Los romanos únicamente por la acusación de proclamarse rey, y de ser un


revolucionario mesiánico y además atentar contra la integridad del Imperio, podían
tomárselo en serio.

En aquellos tiempos la pena de prisión era muy rara. La pena de muerte (ius
gladius) era aplicada en casos extremos como el asesinato o la traición y la pena
más común para delitos graves era el destierro. El castigo de los azotes servía
como advertencia a los culpables de delitos menores como desórdenes, pequeños
robos, etc.

Pero en ningún caso podía ser aplicada a un ciudadano romano ya que el Derecho
Romano lo prohibía expresamente.

Este juicio se llevo acabo en un lugar de acceso principal debido a que era un
juicio público y había que conjugar la presencia del gentío con la seguridad interna
del recinto.

El comportamiento de Pilato es primero ajustado a la ley, pero cuando se convoca


juicio público y Jesús comparece ante un auditorio que era "seleccionado" por sus
acusadores, la mente de Pilato sólo ve a un acusado y a muchos acusadores
pidiendo su muerte.

Quizás pensó que mejor dejar que mataran a Jesús para calmar el ansia de
sangre de aquellos judíos y así, con cobardía, dejó a Jesús en manos de los
verdugos no sin antes dejar constancia de que él no tenía nada contra aquel
hombre al que iban a crucificar. A pesar de ello, incomprensiblemente, Pilato no le
encuentra ninguna culpa, además de que, siendo así, es altamente sospechoso
que ordenase su crucifixión, efectivamente, si no le encuentra culpable no puede
condenarle a morir en la cruz, a pesar del instigamiento de parte del pueblo judío.

En roma los delitos debían constar en una lista y el Ius Gentium respetaba los
delitos estables como tales.

EL ASUNTO DE LA JURISDICCIÓN:

HERODES O PILATOS

Pilatos se lava las manos por primera vez cuando al percatarse de que Jesús era
Galileo, por lo tanto, era de la jurisdicción de Herodes. Pero Herodes era
sanguinario y podría haber decretado la muerte de Cristo como lo había hecho
poco antes con Juan el Bautista, decapitandolo. Herodes incluso creía que Jesús
era Elías reencarnado o que era Juan el Bautista resucitado.

LA PRIMERA DECISIÓN DE PILATOS:

¡ES INOCENTE! Poncio Pilatos se vuelve a lavar las manos por segunda vez
cuando manifiesta que no encontraba ningún delito en Jesucristo, pero decreta
que sea azotado. Luego ante tanta presión de la casta religiosa judía vuelve a
evadir su responsabilidad decisoria y se vuelve a lavar las manos recurriendo al
plebiscito.

Por ende, encontramos dos sentencias contradictorias de primera y segunda


instancia:

a) Pena de azote: Flagelamiento.


b) Pena de muerte: a través de indulto plebiscitario: vox populi, vox dei.
LOS SUJETOS QUE INTERVIENEN EN EL PROCESO

Básicamente cinco personas:

1. Caifás, sumo sacerdote


2. Herodes, rey de Judea
3. Pilato; procurador Romano
4. Barrabas
5. Jesús.

PONCIO PILATOS

Es de nuevo un mero instrumento de los designios de Dios, ya que no es culpable


directa de la crucifixión de Jesús. Fue prefecto de Judea del año 26 al 36 de
nuestra era. El relato de los Evangelios nos muestra a un perfecto y cuadriculado
burócrata preocupado por hacer cumplir la ley de Roma, exactamente igual que
cualquier funcionario celoso de su deber. Pilato era un hombre de Sejano, el
prefecto del pretorio de Roma.

Aunque era un administrador razonablemente bueno, moralmente era un cobarde.


No era un hombre lo bastante grande como para comprender la naturaleza de su
tarea como gobernador de los judíos. No lograba captar el hecho de que estos
hebreos tenían una religión real, una fe por la que estaban dispuestos a morir, y
que millones y millones de ellos, dispersos por todo el imperio, que consideraban a
Jerusalén como el santuario de su fe y respetaban al sanedrín como el tribunal
más alto de la tierra.Es importante constatar que, aunque este gobernante romano
indeciso sacrificó a Jesús por miedo a los judíos y para salvaguardar su posición
personal, finalmente fue destituido a consecuencia de una matanza innecesaria.

Cuando cayó Sejano, Pilato fue cesado y llamado a Roma donde tuvo que dar
cuenta de muchas de sus "hazañas", como la famosa masacre de samaritanos y
demás asesinatos en masa.

Se le condenó por sus excesos y murió poco después.


CAIFÁS

Era Sumo Sacerdote aquel año. Caifás era un político que se enriquecía con el
culto del Templo. Ocupaba su cargo apoyado por Roma. Hacía tiempo que el
sumo sacerdocio había dejado de ser un cargo vitalicio.

Caifás era yerno de Anás, que a pesar de ser destituido conservaba una gran
influencia y seguía gobernando a través de sus hijos y parientes.

Este Caifás tuvo, a pesar suyo, una intervención profética, aunque movida por el
resentimiento.

Caifás pretendía defender la situación del momento sin importarle los signos que
probaban que verdaderamente Jesús era el Mesías, el rey prometido.Él es quien
rasga las vestiduras y declara blasfemo y reo de muerte a Jesús.

Fue quien preguntó a Jesús, si era el Mesías. Jesús lo afirmo, pero nunca lo dice
expresamente y esa fue la razón más poderosa para que lo sentenciaran.

HERODES

Era hijo de Herodes el Grande, el que mandó matar a los inocentes de Belén.
Estaba unido a Herodías, su sobrina y esposa de su hermano Filipo. Por causa de
esta Herodías, Herodes hizo decapitar a Juan Bautista. Era un taimado y sensual,
que buscaba de toda forma congraciarse con Roma. Para adular al emperador
Tiberio puso el nombre de Tiberiades a la ciudad sede de su tetrarquía. Aunque
muy cerca de los caminos y ciudades por donde Jesús andaba, el Señor nunca
puso los pies en Tiberiades.

BARRABAS

Personaje del drama de la Pasión. Su nombre y su participación en el proceso de


Cristo son referidos por los cuatro evangelistas. Mateo le llama ``preso famoso'',
Marcos dice de él que era homicida y sedicioso, Lucas dice lo mismo, pero el
cuarto evangelista, Juan, lo califica de ``bandido''. Quiere decir que pertenecía a
una banda de ``guerrilleros'' o ``terroristas''. Quizá haya sido un miembro del
partido ultranacionalista de los ``zelotes''.

LA LEGITIMIDAD PARA ACTUAR

La acusación de proclamarse Hijo de Dios no bastaba ante Pilatos, era necesaria


una acusación política y no religiosa para lograr una condena a muerte.

Recordemos que los miembros del Sanehedrín, no tenían competencias jurídicas


civiles y no podía aplicar el Ius gladii, la pena de muerte.

Por esa razón lo envían donde Pilatos, para que este lo condenara. Pero este
pensó que fácilmente iba a librarse del proceso de Jesús cuando oyó en medio del
griterío de la gente amotinada que Cristo venía de Galilea.

Entonces el asunto no era de su jurisdicción, sino de Herodes Antipas. Y allá envió


al pobre Jesucristo junto al Tetrarca de Galilea, que ocasionalmente estaba en la
ciudad.

Herodes era hijo de Herodes el Grande, aquel que mandó matar a los inocentes
de Belén. Era un taimado y sensual, que buscaba de toda forma congraciarse con
Roma.

Herodes recibe a Jesús en su palacio y le hace mil interrogaciones. Pero como


Jesús no hablo una sola palabra, este déspota le despidió con muchas burlas y le
echó a la calle con una espléndida túnica blanca, de vuelta donde Pilatos.

LAS MEDIDAS ALTERNAS QUE SE PUDIERON HABER DADO

Al no existir una acusación política para una condena a muerte, en mi opinión y no


pensando que así lo fuera Jesús: debió haber sido amonestado y azotado por
blasfemo, era una acusación judía que no incumbía a Roma. Pero jamás una pena
de muerte, que dicho sea de paso fue promovida por el mismo pueblo judío.

Retomo lo pasado que en esos tiempos la pena de prisión era muy rara. La pena
de muerte (ius gladius) era aplicada en casos extremos como el asesinato o la
traición y la pena más común para delitos graves era el destierro. El castigo de los
azotes servía como advertencia a los culpables de delitos menores como
desórdenes, pequeños robos, etc.

LA EFECTIVIDAD DE LA EJECUCIÓN DE LA SENTENCIA

Pilatos se dirige al pueblo y pregunta a quién de los presos absuelve, Barrabás o


Jesús. El juego de palabras de ambos nombres confunde al pueblo, y vuelven a
insistir en que quieren la muerte de Jesús. Pilatos pretende contentar a los judíos
con el azotamiento de Jesús. Pero el grito es unánime, la flagelación no basta:
"¡Crucifícale!", por querer ser llamado el hijo de Dios.

Pilatos se lava las manos, no desea ser responsable de la sangre que corre,
entrega Jesús a los judíos. El camino de la calavera llevará a Jesús a la ansiada
crucifixión.

Prácticamente la sentencia se ejecuto inmediatamente de la decisión de Pilatos y


seguidamente de su lavado de manos.

LAS GARANTÍAS DEL SENTENCIADO

Los juicios romanos seguían un trámite estricto: los acusadores (cualquier


ciudadano libre) presentaban los cargos y los testigos que los apoyaban. El
acusado tenía tres oportunidades de defenderse. Sin embargo en el juicio de
Jesús nunca existieron esas tres oportunidades, tomando en cuenta que no debía
haber sido juzgado por esta jurisdicción. Puesto que no era ciudadano romano y
por ello solo aplicaba el Ius Gentium que respetaba el derecho procesal.

Sino que más bien debió haber sido juzgado por el derecho procesal judío que,
era favorable al reo y estaba repleto de garantías:

 Se exigía testigos de descargo.

 La noche era momento inhábil para las actuaciones judiciales.

 Los testigos de cargo deben ser directos, y sus testimonios debían ser
absolutamente coincidentes para decretarse la condena de muerte.
 La sentencia no era emitida en el mismo acto del juicio sino al día siguiente. Lo
que no se podía dar por la Pascua.

APELACIÓN

El derecho romano reconocía la facultad de interponer una apelación o recurso


impugnatorio a fin de que fuera revisado en última instancia por el Cesar en la
sede jurisdiccional de Roma, que era la capital del imperio. Solo tenían derecho de
apelar, quienes contaban con la ciudadanía romana. Recuérdese que el apóstol
Pablo hace uso de esa prerrogativa legal e interpone una apelación al Cesar, ya
que Pablo (Saulo de Tarso) había adquirido la ciudadanía romana (Civitas Optimo
Jure). En cambio Jesús no gozaba de esa prerrogativa por ser un súbdito
colonizado por Roma.

CONCLUSIONES:

1. Jesús fue sometido en forma arbitraria a un arresto por delitos no


comprobados.
2. El juicio a Jesús fue sumarísimo y con falsos testigos de cargo.
3. Poncio Pilatos tuvo hasta tres oportunidades para absolverlo, pero cedió
cobardemente ante la presión de la casta religiosa judía.
4. La sentencia contra Jesús no fue apelada por carecer de las prerrogativas y
calidades de ciudadano romano.
5. No se le dieron las garantías que otorgaba el sistema procesal romano en
la época, si es que mediante ese sistema debió haber sido juzgado o peor
aun no se le dieron las garantías instituidas por el sistema procesal de
Judea
6. Punto de vista religioso, que todo fue para salvar a los hombres y que así
estaba ideado por Dios ya que esa fue su voluntad “Entregar al hijo de Dios
a los hombres” .lo leemos en Juan 10:18 (TLA)

“Nadie me quita la vida, sino que yo la entrego porque así lo quiero. Tengo poder
para entregar mi vida, y tengo poder para volver a recibirla, pues esto es lo que mi
Padre me ha ordenado hacer.»”
HISTORIA DE LA MUERTE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO

A la edad de 33 años, Jesús fue condenado a muerte. En aquella época, la


crucifixión era la “peor” muerte. Solo los mas grandes criminales fueron
condenados a ser crucificado. Sin embargo, fue aún más terrible para Jesús, a
diferencia de otros criminales condenados a muerte por crucifixión, pues Jesús fue
clavado sobre la cruz, atravesando sus manos y sus pies.

Cada clavo era de 6 a 8 pulgadas de largo. Lo clavaron en las muñecas. No en


sus palmas como comúnmente es representado. Hay un tendón en la muñeca que
se extiende hasta el hombro. Los soldados romanos sabían que cuando los clavos
eran martillados en la muñeca, atravesaba el tendón y lo rompían, lo que obligaba
a Jesús a utilizar sus músculos de la espalda para sostenerse y asi poder respirar.
Sus dos pies fueron clavados juntos, uno encima del otro. Por esto, se vio
obligado a sostener todo su cuerpo sobre un solo clavo, que atravesaba sus pies.
Jesús no podía sostenerse solamente con sus piernas a causa del dolor, por lo
que alternaba entre arquear la espalda y luego usar sus piernas, sólo para seguir
respirando. Imagina la lucha, el dolor, el sufrimiento y el coraje para soportar esto.

Jesús soportó esta tortura por más de 3 horas. Unos minutos antes de morir,
Jesús dejó de sangrar. Sencillamente solo le salía agua por sus heridas. Podemos
visualizar sus heridas en sus manos, sus pies, su cabeza e incluso su costado
atravesado por una lanza. Pero, de verdad comprendemos que todas esas heridas
fueron hechas en el mismo cuerpo vivo de Jesús?

Un pesado martillo golpeo los burdos y toscos clavos, atravesando sus muñecas
y atravesando los arcos de sus pies. Posteriormente, un guardia romano perforo
su costado con una lanza. Pero antes de sufrir los clavos y la lanza, Jesús había
sido azotado y golpeado. La flagelación fue tan severa que le arrancó pedazos de
carne de su cuerpo.

Lo golpearon tan brutalmente que su rostro estaba desfigurado y su barba había


sido arrancada de su rostro. La corona de espinas penetran profundamente en el
cuero cabelludo. La mayoría de los hombres no habrían sobrevivido a esta tortura.
“Él ya no tenía más sangre para derramar, sólo agua derramaba por sus heridas
El cuerpo humano adulto contiene alrededor de 3,5 litros de sangre; Jesús
derramó 3,5 litros de su sangre.

Tuvo tres clavos enormes atravesando sus brazos y sus pies, una corona de
grandes espinas en su cabeza, y además de todo esto, un soldado romano le
clavó una lanza en su costado.

Todo esto sin mencionar la humillación que sufrió después de llevar su propia cruz
por casi 2 kilómetros, mientras la multitud le escupía a la cara y le lanzaba piedras
e insultos; la cruz pesaba cerca de 30 kilos, y era únicamente el madero donde
clavarían sus brazos. Jesús tuvo que soportar esta terrible experiencia, para
abrirnos las puertas del Cielo y las puertas de la vida eterna, para que podamos
ser, — de forma gratuita, de la familia de Dios.

Para que todos tus pecados pudieran ser “lavados” con la sangre de Jesucristo, el
Hijo de Dios.

Este enorme sacrificio del hijo de Dios, JESUCRISTO, es para TODOS, sin
excepción alguna.

¡JESUCRISTO MURIÓ VOLUNTARIAMENTE SOLO POR TI!

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