Está en la página 1de 1

Conclusión,

A modo personal considero que la discusión acerca de la autonomía de la profesión docente


en secundaria tiene la participación de actores que dificultan su logro. Tanto a nivel político
como del propio entorno educativo se pueden constatar vacilaciones en cuanto a si es
conveniente o no la autonomía desde la propia formación docente.

Si se considera que hay un proyecto en el parlamento acerca de lograr conformar la


Universidad de la Educación, se podría pesar que hay un camino recorrido en tal sentido. Sin
embargo ese proyecto lleva allí más de dos años sin lograr una definición.

No es una postura pesimista sino real. No existe la voluntad suficiente e incluso desde Udelar
hay voces contrarias a la aprobación de este proyecto emancipatorio. Si bien es pertinente
tener en cuenta una gran cantidad de elementos, no se puede descuidar el interés político que
esta situación genera.

La Universidad de la Educación tampoco debe ser entendida como una panacea que llegaría a
solucionar todos los problemas del sistema educativo liceal. Es sin embargo, un
reconocimiento y puesta a punto sobre una lucha que desde hace buen tiempo se viene
librando.

La formación docente en Uruguay más allá de sus imperfecciones está considerada como una
de las más integrales a nivel latinoamericano. Más de un visitante letrado que ha llegado a
nuestro país se ha sorprendido del contenido curricular de la formación docente y se ha
cuestionado acerca del no reconocimiento de dicha formación como carrera universitaria.

En suma, será cuestión de seguir luchando, con conciencia real de la sociedad en que vivimos,
por una formación que se haga responsable de sus contenidos y normas. La autonomía es un
elemento infaltable en el camino hacia una profesionalización docente.

También podría gustarte