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Pensamiento Psicológico, Vol.2, N°6, 2006, pp.

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Los padres en la psicoterapia de los niños

Ana Cristina Gómez Arango


Pontificia Universidad Javeriana Cali (Colombia)

Recibido: 21/02/06 Aceptado: 31/05/06

Resumen
El artículo versa sobre el lugar de los padres en la psicoterapia del niño. Presenta, de
manera resumida, cinco posibilidades que tiene el terapeuta de abordar la relación con
los padres del niño por el que solicitan la cita: excluirlos del tratamiento, mantenerlos
informados, permitirles participar en las sesiones con el hijo, tratarlos de manera
simultánea, aunque separadamente, y por último, trabajar con los padres directamente
sin incluir al niño. Concluye que la relación con los padres es fundamental e imprescindible
y propone que el cuánto y el cómo se trabaja con los padres, no es una decisión dogmática
y unilateral, sino el resultado de la evaluación de las condiciones particulares del caso.
El artículo ofrece una serie de recomendaciones terapéuticas minuciosas sobre el
tratamiento de los niños y el lugar de los padres en dicho trabajo.

Palabras claves: Padres, psicoterapia y niños.

Abstract
This article discusses the place of parents in the psychotherapy of their children. It
summarizes the five possibilities the therapist has to approach the relationship with the
parents of the child for whom the appointment is requested: exclude them from treatment,
keep them informed, let them take part in the sessions with their child, treat them
simultaneously but separately, and finally work directly with the parents without the
child being present. It concludes that the relationship with the parents is fundamental
and indispensable, and proposes that the extent and manner in which the work with the
parents is done is not a dogmatic and unilateral decision, but the result of an evaluation
of the specific conditions of the case. The article offers a number of detailed therapeutic
recommendations on the treatment of children and the role of the parents in their work.

Key words: Parents, psycotherapy and children.

Dirección de Correspondencia:
E-mail: acgomez@puj.edu.co
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Introducción 1985) En conclusión, se puede afirmar que las


Este artículo corresponde a una reflexión figuras parentales siempre están presentes en
acerca del lugar que tienen los padres en la psi- nuestras vidas, directa o indirectamente, en un
coterapia de niños y, en particular, a la manera sentido o en otro.
cómo el terapeuta debe o puede abordar esa re- La pregunta que surge, entonces, es por el
lación. Cualquier consideración sobre este tema lugar que se le debe dar a los padres en el trata-
debe partir del reconocimiento, como lo ha he- miento con niños. Es indudable que los padres
cho la literatura sobre el desarrollo infantil, de ejercen una presencia continua en el horizonte
la importancia que tiene la relación entre padres del trabajo terapéutico, no sólo porque constitu-
e hijos para la estructuración de la personalidad yen la unidad originaria a partir de la cual el niño
del niño (Klein, 1994; Malher, 1990; Stern, 1985; existe como lo proponen Chbani y Pérez-Sán-
Winnicott, 1945). chez (1998), sino, también, porque la relación
La interacción entre los padres y el hijo es con ellos es actual e imprescindible. Además, la
continua. Generalmente son los padres quienes pregunta sobre qué hacer con los padres ha sido
sostienen su existencia y gracias a eso se con- objeto de interés para los terapeutas de niños,
vierten en los principales maestros del niño, en debido a que es quizás uno de los aspectos mas
las figuras primordiales; son quienes lo orientan complicados de manejar en la psicoterapia.
y a quienes el menor utiliza para orientarse. Los Sobre este tema se encuentran diversos plan-
observa, se interesa por lo que hacen y por la teamientos en la bibliografía y no existe un con-
forma como lo hacen; por lo que dicen y la ma- senso alrededor de cómo proceder. Las diferen-
nera como lo dicen; y muy especialmente por tes posiciones se podrían diferenciar de acuerdo
los sentimientos que le expresan, no sólo los que con la importancia que le otorgan los autores a
le manifiestan de forma franca, sino también los distintos factores que entran en juego en la
aquellos que son negados o incluso reprimidos. situación problemática y en las motivaciones que
A partir de esta información el niño construye están en la base de la consulta: las característi-
ideas acerca de quién es y cómo debe ser y atri- cas individuales del niño, las condiciones del
buye significados a las experiencias y situacio- entorno y las particularidades de los vínculos
nes que vive. Las relaciones que se establecen afectivos entre el niño y los otros (Aberastury,
con los padres son de un inmenso valor. Pode- 1978; Anzieu, 2001; Dolto, 1975; Estrada-Inda,
mos llamarlas relaciones primordiales porque a 2001; Ferro, 1998; Freud, 1993; Ianni et al.,
través de ellas el niño construye su identidad 2001; Klein, 1987; Kuras de Mauer, 2001;
(Freud, 1921). Oberschneider, 2002; Sperling, 1993). Las ideas
A medida que el niño crece, se amplía el que se presentan aquí se basan, como es obvio,
abanico de las relaciones sociales -la relación en referencias bibliográficas pero de manera es-
con los padres deja de ser exclusiva, aun cuando pecial, en la experiencia personal como terapeuta
continúa siendo fundamental-; entran en escena de niños de la autora. Las posibilidades de rela-
otros personajes y construye vínculos afectivos ción del terapeuta con los padres de los niños
con otras personas. Estas nuevas relaciones, que son varias y podemos resumirlas de la siguiente
cada vez tienen más importancia en el proceso manera:
de desarrollo, también contribuyen a la construc-
ción de la identidad del sujeto; son relaciones Primera posibilidad: excluir a los padres
fundamentales en cualquier momento de la vida. del tratamiento. Esta posición enfatiza la reali-
Se las denomina secundarias porque se estable- dad psíquica interna del niño como el objeto le-
cen sobre la base de las relaciones primordiales, gítimo y específico de la intervención. Se consi-
es decir, a través de ellas se reeditan los mode- dera que las modificaciones que se logran a este
los de relación establecidos con las figuras pri- nivel tienen efecto sobre los otros factores y, de
mordiales (Dolto, 1975; Freud, 1993; Langer, esta manera, se pueden conseguir transformacio-
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nes en el entorno y en la relación del niño con ños o gravemente perturbados, es casi inevita-
sus padres. No se considera necesario incluir a ble el contacto con los padres puesto que la an-
los padres, porque se parte del supuesto de que gustia que les genera a éstos la situación los hace
la relación con ellos resulta más un obstáculo mucho más demandantes. Generalmente, la de-
que una ayuda. Se piensa que la información que manda exagerada e insistente de información es
se puede obtener a través de las entrevistas con un indicador de la necesidad que tienen los pa-
los padres se puede obviar porque se considera dres de una psicoterapia para ellos mismos.
que dicha información se logra obtener gracias Cuando esta situación se presenta es función del
a la manera como el niño nos cuenta su propia psicoterapeuta del niño mostrarles dicha necesi-
historia a través del juego, las conversaciones y dad y promover la búsqueda de la ayuda ade-
las actitudes que asume durante las sesiones de cuada.
terapia. Se estima, además, que el punto de vista
de los padres puede no ser muy exacto, en la Tercera posibilidad: permitir a los padres
medida en que está sesgado por su propia inter- participar en las sesiones. Incluir a los padres
pretación de los hechos y, por lo tanto, puede en las sesiones con el niño puede ser una opción
llegar a interferir impidiéndole al terapeuta po- para abordar las dificultades de la relación, que
nerse en contacto de manera directa con la ex- se considera están jugando un papel fundamen-
periencia emocional del pequeño. Finalmente, tal en la sintomatología del niño. Cuando se tra-
se subraya que el contacto con los padres hace ta de niños muy pequeños, como por ejemplo
mas difícil para el terapeuta el manejo de la do- cuando se trabaja con bebés, esta alternativa es
ble transferencia a la que está expuesto por el bastante necesaria. Con esta manera de proce-
hecho de tener que mantener contacto frecuente der se busca abrir un espacio para pensar en la
con el niño y con los padres. Cuando se trata de dinámica de la relación, con el ánimo de favore-
niños mayores o de relaciones entre padres e hi- cer que padres e hijo puedan encontrar otros sen-
jos donde hay espacio para la diferenciación, es tidos a su experiencia y busquen recursos y po-
posible que los padres, aún cuando presentes, sibilidades para manejar lo que les sucede. Esto
tengan un lugar más periférico en el tratamien- es posible gracias al papel del terapeuta como
to. interlocutor de la experiencia de los padres y del
niño: sus intervenciones subrayan las situacio-
Segunda posibilidad: mantener a los pa- nes problemáticas, los mecanismos que se po-
dres informados. Es una manera de incluir a nen en juego y el papel que desempeñan las par-
los padres, quienes pretenden aliviar sus dudas ticularidades del vínculo que se ha establecido
y ansiedades, ya que al recibir información so- entre ellos. La doble transferencia, con los pa-
bre lo que sucede en el proceso terapéutico pue- dres y con el hijo, que aparece en esta situación,
den tener la sensación de que mantienen el con- tiene la virtud de que se presenta dentro del con-
trol sobre la situación y el desarrollo de la vida texto terapéutico y no por fuera de él y, por con-
del hijo. El terapeuta, en lo que podría llamarse siguiente, el terapeuta puede abordarla. Es im-
sesiones de seguimiento, explica a groso modo portante tener en cuenta que en este tipo de se-
a los padres lo que está sucediendo en el proce- siones el centro de la atención del terapeuta no
so, sin que esto signifique que tenga que reve- son los padres solos, ni tampoco el hijo, sino la
larles datos particulares sobre la intimidad del relación, la manera en que interactúan, los roles
niño y del tratamiento. Aunque este puede no que desempeñan, lo que sucede entre ellos y la
ser un mecanismo ideal para el trabajo terapéu- posición en la que ubican al terapeuta.
tico porque no atiende el origen de la ansiedad,
en algunos casos puede ser necesario informar a Cuarta posibilidad: tratarlos de modo si-
los padres sobre lo que está ocurriendo en la te- multáneo aunque separadamente. Cuando se
rapia. Cuando se trabaja con niños muy peque- considera que las características de los padres
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son determinantes en la manifestación de la pro- en un sentido o en otro sino que, por el contra-
blemática del niño, hasta el punto de que se re- rio, lo fundamental es tener en cuenta las carac-
quiere una modificación especial de su compor- terísticas de cada caso particular y obrar en con-
tamiento frente al niño, se puede pensar en in- secuencia. No obstante, el punto de partida es el
cluirlos proponiendo como estrategia de inter- reconocimiento de que en el trabajo con niños
vención el trabajo terapéutico para ambos, pero la relación con los padres es fundamental e im-
cada uno con un encuadre de trabajo individual. prescindible.
Algunos terapeutas consideran adecuado hacer-
se cargo tanto del proceso del niño como del de
los padres. Yo creo que esto es particularmente El papel del terapeuta
complicado, sobre todo cuando el trabajo con El terapeuta al empezar a trabajar con el niño
los padres no se concibe como un trabajo de se inserta en medio de una relación en la que es
orientación cuyo objetivo es pensar en el hijo, necesario reconocer que existe una doble condi-
sino más bien como un proceso encaminado a ción de dependencia. Una dependencia real y
elaborar sus conflictos internos, las situaciones muchas veces absoluta, que es la que tiene el
emocionales que inciden no sólo en la relación niño de sus padres y, la que se podría llamar,
con el hijo, sino en otros aspectos de su existen- una dependencia relativa de los padres frente al
cia. El terapeuta que trabaja simultáneamente con hijo. Cuando se habla de niños, se habla de suje-
el niño y con los padres en sesiones aparte bus- tos en una condición de dependencia física y
ca crear conexiones entre ambos a partir del co- emocional de las personas encargadas de su cui-
nocimiento que obtiene de la experiencia de cada dado y protección (Winnicott, 1945). Se sabe que
uno; sin embargo, el efecto negativo de la doble la dependencia de los padres debe evolucionar
transferencia hace que sea realmente muy difí- hacia una mayor independencia y que este re-
cil sostener simultáneamente los dos procesos sultado puede ser precisamente un objetivo te-
durante un periodo largo. rapéutico. Sin embargo, también se conoce que
cierto grado de dependencia es necesario e in-
Quinta posibilidad: tratar a los padres dispensable, por lo menos hasta que el hijo ad-
por los trastornos del hijo en lugar de traba- quiera niveles de autonomía que le permitan ha-
jar con el niño. Esta es una opción para tener en cerse cargo de sí mismo emocional y físicamen-
cuenta como propuesta de intervención cuando te. En estas condiciones de dependencia mutua
se considera que en las dificultades del niño, entre padres e hijos el terapeuta entra a jugar su
juegan un papel más importante las presiones papel. Por estos motivos contar con la presencia
externas que la existencia de una situación con- de los padres es, al mismo tiempo, una ayuda y
flictiva interna en el niño, como base del pro- una dificultad que el terapeuta debe aprender a
blema. También es importante cuando se trata manejar.
de niños muy pequeños, cuando el niño se resis- La información que presentan los padres,
te de manera tajante a asistir a la terapia, cuando su punto de vista sobre la situación del niño y la
existe una buena relación entre los padres y el valoración de los recursos que hay en ellos para
hijo o cuando la situación psíquica interna de atender las necesidades del hijo son aspectos fun-
los padres es la que sostiene el síntoma. En to- damentales que el terapeuta debe tener en cuen-
das estas situaciones se considera que es posi- ta para emprender el tratamiento y para definir
ble, a través de la psicoterapia con los padres, las condiciones en las que se va a desarrollar. Es
modificar dinámicas de la relación y, de esta necesario y la mayoría de las veces imprescindi-
manera, acceder a cambios en el niño. ble el contacto con los padres. La manera como
En este artículo se intenta mostrar que la se incluyan los padres en el tratamiento (el cuánto
posición del terapeuta frente a los padres no pue- y el cómo) debe definirse siempre de acuerdo
de definirse de manera dogmática y unilateral con las características específicas de cada caso.
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Los terapeutas son personas extrañas y has- solicitan la consulta remitidos por el colegio, el
ta cierto punto desconocidas, personajes que es- médico o por recomendación de amigos, de sus
tán por fuera del círculo familiar, a los que acu- propios padres, de sus hermanos o, en fin, de
den los padres, para revelar historias de la vida otras personas que son quienes en últimas con-
íntima de la familia que no son propiamente fe- sideran que realmente hay una situación que debe
lices. En un primer momento, las principales ser atendida. Es necesario entender el sentido
funciones del terapeuta son escuchar y conte- de la demanda que hacen los padres, lo que es-
ner; está allí para recibir lo que los padres tie- peran del proceso, las ideas que tienen sobre lo
nen que decir, pero también y de manera muy que está sucediendo, las explicaciones que se han
especial, para hacerse cargo de las emociones dado, los recursos a los que han apelado para
que hay en ellos relacionadas con lo que está intentar resolver o atender la situación, los sen-
ocurriendo, con la forma como lo están vivien- timientos que ésta evoca en ellos, es decir, la
do, que en muchas ocasiones resultan particu- historia de lo que podemos llamar el síntoma.
larmente molestas porque los desbordan. A través de la investigación, que es un as-
Los encuentros con los padres son de mu- pecto fundamental del proceso psicoterapéuti-
cha intensidad porque no se puede negar que el co, el terapeuta deja el lugar, hasta cierto punto
hecho de tener que solicitar ayuda es un indica- pasivo, de receptor que escucha y contiene y
dor de que algo no está bien. A los consultorios toma un lugar más activo, explora, hace pregun-
llegan los niños, los jóvenes y los adultos que tas, indaga, averigua, señala, relaciona, es decir,
tienen problemas; por esta razón, ir a consultar se mete cada vez más en la vida íntima y fami-
al psicólogo o tener a su hijo en un proceso psi- liar (Rustin, 2003). Promueve que los padres ten-
coterapéutico, puede ser vivido por los padres gan la posibilidad de pensar una vez más en lo
como un fracaso de su relación con el niño y les que le sucede al hijo, a ellos mismos y a la fami-
genera con mucha frecuencia sensaciones de im- lia en general, y desde allí también orienta. A
potencia, de inseguridad y de rabia y sentimien- medida que avanza la «conversación» se cons-
tos de culpa. Algunos se ubican como responsa- truyen, fortalecen o modifican alianzas (Fiorini,
bles del problema; generalmente se muestran S.F), no sólo entre el terapeuta y los padres, sino
confundidos, desconcertados, asombrados, asus- también entre el terapeuta y el niño, pues a pe-
tados, molestos o deprimidos. Esta carga emo- sar de que éste se halle o no presente, es el pro-
cional está presente, en mayor o menor medida, tagonista del encuentro.
en los encuentros del terapeuta con los padres y El encuentro psicoterapéutico convoca a un
es fuente de gran ansiedad. grupo de personas a detenerse a pensar alrede-
Las actitudes de los padres, lo que dicen, la dor de una situación a la que podemos llamar
forma cómo lo dicen, la demanda que hacen, el síntoma; además tiene la particularidad de que
lugar en que ubican al terapeuta, las respuestas quienes lo solicitan casi siempre son los padres
que piden: todo eso genera también emociones y generalmente lo hacen para hablar de un otro
en el terapeuta, que deben ser pensadas y no ac- que es el niño, quien es el que necesita ayuda.
tuadas ya que también hacen parte del material En ese encuentro cada uno de los participantes
del que se dispone para aproximarse a la expe- aporta algo. Los que lo solicitan presentan la
riencia subjetiva de los consultantes. mirada que tienen respecto del problema; el te-
El terapeuta, además de escuchar y conte- rapeuta, por su parte, debe recibir esa informa-
ner, debe preocuparse por aclarar el panorama ción, elaborarla y proponer una línea de acción
que presentan los padres, por entender que es lo a partir de la cual se pueda establecer un encua-
que realmente les preocupa del hijo. La preocu- dre.
pación real de los padres con el niño muchas El encuadre corresponde al acuerdo que se
veces no corresponde al motivo de consulta ini- hace, por lo menos a nivel consciente, en el que
cial, sobre todo cuando se trata de padres que cada una de las partes se compromete a favore-
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cer el desarrollo del proceso psicoterapéutico que más quiero, me duele más que si me lo hu-
(Fiorini, S.F.). El terapeuta, en la medida en que biera hecho a mí mismo»; «el que se meta con
se hace cargo del problema que traen los padres, mi hijo se mete conmigo». Comentarios como
queda en una posición intermedia; se mete, por- estos ilustran la importancia que tiene para los
que es convocado, en medio de una relación fun- padres el hijo, importancia que casi siempre está
damental para unos y otros y su presencia, aún por encima de las dificultades que pueden exis-
cuando es necesaria, se vuelve muchas veces tir entre ellos.
amenazante para los padres y los niños. Otra pregunta que puede surgir es porque
surgen emociones, como la envida y los celos,
en los padres. Pues bien, envidia por la existen-
El papel de los padres cia de un otro, en este caso el terapeuta, al que
En el trabajo con niños el comienzo, la con- los padres pueden sentir como alguien que los
tinuación y la terminación del tratamiento de- supera en el trato con el niño, al que pueden ver
pende en muchos sentidos, más que del yo del como el que posee algo que consideran valioso
paciente, es decir, de la decisión del niño, de la y quieren para sí; muchas veces los padres se
decisión de los padres y por esta razón es indis- sienten inferiores frente al terapeuta. Los celos
pensable contar con su apoyo. Para los padres son la consecuencia de sentirse desplazados o
sólo es posible respaldar el tratamiento, si las incluso excluidos de parte de la vida del niño.
ansiedades que les genera la figura del terapeuta Esta situación se hace más compleja si se tiene
no se hacen insoportables, si son capaces de ha- presente que el proceso terapéutico debe contri-
cerse cargo de las emociones negativas que los buir al logro de una mayor autonomía por parte
invaden y no las actúan. del niño. Como verán, la relación con los padres
Las características individuales de los pa- puede ser verdaderamente muy compleja.
dres juegan un papel muy importante a este ni- Para contener las emociones de los padres,
vel pero el control de estas emociones no sólo que pueden llegar a convertirse en una amenaza
depende de ellos; depende también en gran me- para el proceso terapéutico, es indispensable re-
dida de la actitud del terapeuta y de la capacidad cibirlos en el contexto de una sesión terapéuti-
que tenga de contenerlos. La relación que cons- ca, abrir un espacio para pensar con ellos lo que
truyen el terapeuta y el niño puede producir en- están viviendo: el malestar, la inconformidad, el
vidia y celos en los padres. La labor del terapeu- temor o lo que sea. Las emociones de los padres
ta es contribuir a contener esos sentimientos para respecto del tratamiento y de la relación tera-
que no se hagan tan poderosas hasta el punto de peuta-niño tienen efecto en el niño y ese efecto
que lleguen a atacar las bases del tratamiento. entra a hacer parte del proceso en la medida en
Se peguntarán por qué los padres atacan el que incide en las emociones que el chico trae a
tratamiento si eso es lo están buscando. No se la consulta.
debe olvidar que para los padres los hijos, en El terapeuta frente a los padres y frente al
mayor o menor medida, representan la realiza- niño puede pasar de ser el «bueno» a ser el
ción de deseos narcisistas, que son los que ha- «malo», de ser un amigo a ser un enemigo, de
cen posible que el hijo exista (Vives y Lartigue, ser una ayuda a ser un problema, de ser amado a
1994). Es posible pensar que, muchas veces, esos ser odiado (Klein, 1994). Es necesario contra-
hijos que se denominan no deseados, probable- rrestar las emociones negativas, la desconfian-
mente son el producto de motivaciones de ca- za, la inseguridad, los temores que la presencia
rácter inconsciente que se escapan de la lógica del terapeuta suscita en los padres; de lo contra-
de la razón. Prueba de ellos son las expresiones rio no va a ser posible sostener el tratamiento
que se escuchan de los padres cuando hablan de bien sea porque los padres dejen de traer al niño
los hijos, como por ejemplo: «se metió con lo o porque el mismo niño se resiste de manera ta-
jante a asistir.
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Esas emociones también están presentes en un fenómeno propio de las relaciones humanas
el niño, varían a lo largo del tratamiento y aún que implica siempre la idea de desplazamiento,
dentro de cada sesión. Son una herramienta fun- transporte, sustitución de un lugar a otro (Hins-
damental para la comprensión de la vida emo- helwood, 1991). Dentro del contexto terapéuti-
cional y por lo tanto deben ser objeto de inter- co la transferencia tiene que ver con la expre-
vención ya que le permiten al terapeuta hacerse sión de las fantasías inconscientes y se debe te-
una idea de las relaciones de objeto que están ner en cuenta que del manejo que haga el tera-
activas en cada momento del proceso (Torres da peuta de las emociones que recibe de unos y de
Bea, 1991). Esas emociones están relacionadas otros (de los padres y del niño) depende, por una
con la forma como vive el niño su terapeuta, con parte, la viabilidad del tratamiento y, por otra, la
los roles que lo pone a desempeñar y con la ma- evolución del mismo.
nera cómo repite y reedita, a través de la rela- El terapeuta, con el ánimo de darles un lu-
ción con él, las experiencias emocionales a par- gar en el tratamiento, desde el momento del en-
tir de las cuales ha ido construyendo su identi- cuadre les plantea a los padres que tienen un
dad; en otras palabras, se podría decir que gra- papel muy importante en el proceso, les presen-
cias a estas emociones el terapeuta tiene acceso ta la idea de que todos (el terapeuta, los padres y
al mundo interno del paciente. el niño) conforman un equipo de trabajo en el
Es importante tener en cuenta que esas emo- que cada uno tiene una función qué desempeñar
ciones también hacen parte de las resistencias alrededor de un objetivo común que es el bien-
que se deben vencer para que sea posible avan- estar del niño.
zar en la elaboración de la situación problemáti-
ca. El sentido que se le da a lo que está suce-
diendo, juega un papel en la posibilidad que el La relación del terapeuta con los padres
niño tiene de trasformar, no las experiencias pa- Los padres son los que informan acerca del
sadas que evidentemente son inmodificables, contexto que rodea al niño y a partir de su infor-
sino la interpretación y la vivencia que tiene de mación el terapeuta se hace algunas ideas sobre
ellas. Hallar nuevos sentidos es posible sólo en la organización de su personalidad. Una vez se
la medida en que se fortalezcan los recursos con inicia el trabajo, el niño pasa a ser el principal
que cuenta el sujeto para encontrar un lugar en informante y los padres cambian de lugar. Para
el mundo. Esos recursos son los que le permiti- ilustrar este cambio de lugar y de acuerdo con la
rán afrontar las situaciones difíciles y los con- idea de equipo del trabajo se propone al lector
flictos que inevitablemente tiene que vivir. como metáfora, pensar en un escenario deporti-
Para vencer las resistencias, es necesario en- vo. Esta imagen puede contribuir en un sentido
tender el sentido que tienen las emociones, las a entender el lugar que tienen los padres en el
actitudes y los comportamientos del niño. Este tratamiento del hijo, pero no se debe olvidar, tam-
sentido hay que buscarlo analizando como se re- bién, que esa imagen puede impedir la compren-
laciona lo que sucede durante la terapia con la sión de las dinámicas complejas que están pre-
historia que se conoce del niño. Esto implica que sentes en la relación con los padres de los niños
el terapeuta debe contener y sostener lo que ob- que están en psicoterapia.
serva, lo que escucha y lo que siente, es decir, lo Los equipos enfrentados en una contienda
que recibe hasta que le sea posible construir una deportiva representan las diferentes partes de la
interpretación que pueda ser comunicada y com- personalidad del niño, en particular, los aspec-
prendida por el chico. tos de sí mismo enfrentados; el contrincante re-
Como ya se ha dicho, el terapeuta está ex- presenta las dificultades cuya solución es el ob-
puesto a una doble transferencia, con los padres jetivo del trabajo terapéutico. El terapeuta ocu-
y con el niño. La transferencia no es un concep- paría el lugar del entrenador porque es la perso-
to exclusivo del vocabulario psicoanalítico, es na que está a cargo directamente del jugador, la
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que observa y piensa la dinámica de lo que su- Los padres traen a la sesión sus preocupa-
cede durante el juego o partido, y la que busca ciones o las de otros, presentan una versión del
la manera de que los jugadores encuentren las problema. Esta versión puede aparecer como una
estrategias necesarias para favorecer el triunfo historia, como una narración o incluso como una
del equipo que dirige y que está constituido por película. Cuando los padres presentan una na-
los aspectos positivos de la personalidad del niño. rración completa es importante escuchar atenta-
El terapeuta es un entrenador muy particular, mente la trama, atender las cualidades de las
porque sus intervenciones no son directivas, su emociones que acompañan el relato y tener en
papel consiste en promover el desarrollo de re- cuenta que la manera como dan la información
cursos o «estrategias» en el niño. Se podría de- y las emociones que acompañan el relato mien-
cir que los padres están en el lugar de las barras tras informan sobre lo que les preocupa y sobre
que acompañan los equipos a los partidos. Si bien la historia de vida de su hijo, corresponden al
no son las barras las que juegan los partidos, sí contexto dentro del cual el niño construye su
ejercen presión y en esa medida pueden llegar a propia historia.
desempeñar un papel fundamental en el resulta- Es un hecho que el relato del niño no nece-
do final. No podemos olvidar que lo que hagan sariamente se corresponde con el de los padres,
o puedan hacer los jugadores es lo que en últi- pero es indiscutible que su historia es su propia
mas determina el resultado final. «lectura» del contexto que los padres han pre-
La relación entre el terapeuta y los padres sentado. Las fantasías nunca están totalmente
es compleja, necesaria y casi siempre inevita- desligadas de la realidad, se inspiran en ella; las
ble. Los padres algunas veces tienen posiciones fantasías tienen como punto de partida la propia
no sólo diferentes, sino, incluso, opuestas tanto experiencia y de manera especial las experien-
frente al tratamiento como al motivo de consul- cias de las primeras veinticuatro horas de vida,
ta. Aun cuando uno de ellos no esté presente en dice la doctora Isaacs (2000). Las fantasías que
el consultorio, al terapeuta le llegan noticias acer- presenta el niño en la consulta, a través de su
ca de él y de cómo participa de la situación. relato, se relacionan con todo lo que le ha suce-
Cuando se trata de padres separados y enfrenta- dido, con lo que ha vivido, con la manera como
dos, la situación puede ser mucho peor; en esas cree que es visto, vivido, sentido, pensado, aten-
oportunidades es conveniente reunirse con am- dido, reprendido por las personas encargadas de
bos, si no es posible que vengan juntos, es nece- su cuidado.
sario, al menos, intentar establecer contacto con Lo que dicen los padres corresponde a un
cada uno de manera individual. texto que más adelante se compara con lo que
A través de los encuentros con los padres el dice el niño y sirve para entender el sentido que
terapeuta se hace una idea de cómo ha sido y este último da a sus experiencias. Si el discurso
cómo es actualmente el ambiente emocional que de los padres corresponde o se parece al discur-
predomina en las relaciones familiares, tiene ac- so del niño, hay una mejor relación entre ellos.
ceso al panorama que presentan los padres de lo Si se encuentra que entre padres e hijo hay una
que ha sido la relación con el niño. Recuérdese buena relación, esto se considera como un re-
que esas relaciones son, en mayor o menor me- curso más, que tiene el chico siempre y cuando
dida, soporte de la construcción de la identidad la capacidad de protección de los padres no esté
(Freud, 1993). La presencia de los padres en el comprometida, pues puede suceder que, a pesar
consultorio, junto con la actitud que tienen fren- de la armonía y nivel de comprensión, lo que
te al terapeuta y a lo que presentan como motivo predomina es una alianza entre los aspectos ne-
de consulta puede ser un reflejo de la intención gativos de la personalidad de ambos.
que tienen, a nivel consciente, de ayudar al niño. Algunas veces lo que presentan los padres
Es labor del terapeuta explorar y descubrir la co- más que una historia es una serie de fragmentos,
herencia de su esfuerzo de episodios, de ideas, de situaciones que apare-
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cen desconectadas, sueltas, deshiladas o inco- piensan, sienten o hacen. Esta forma de proce-
nexas. Esta forma de mostrar el problema habla der puede ser una manera de defenderse de lo
de la magnitud del caos en el que están inmersos amenazante que es el terapeuta para ellos. Algu-
y puede ser un indicador de la necesidad que ellos nas veces, con sus actitudes y comentarios, con-
mismos tienen de ayuda. tribuyen a que el niño vea al terapeuta como un
Es necesario estar atentos a las actitudes de enemigo y al tratamiento más como un castigo
los padres frente al terapeuta, a cómo se ubican que como una fuente de apoyo. En las sesiones
frente a él, pues lo hacen de diferentes maneras con estos padres se debe trabajar el sentido de la
y esto resulta importante porque incide en el sen- alianza que establecen con el terapeuta. La alian-
tido que le da el niño al proceso terapéutico. Hay za que plantean puede ser el resultado de su en-
padres que compiten con el hijo por la atención frentamiento con el niño. El terapeuta debe tra-
del terapeuta: constantemente piden ayuda, so- tar de encontrar el sentido que tiene la rivalidad
licitan sesiones para ellos en las que se quejan del padre con el hijo para que aquél pueda en-
de sentirse desorientados, de no saber qué ha- tender el significado de sus actitudes. Cuando
cer. En general, se muestran como dependien- más que el enfrentamiento con el hijo, lo que
tes; parece que necesitaran sentir que son teni- predomina es la búsqueda de aprobación como
dos en cuenta y que el terapeuta también se ocu- expresión de sentimientos profundos de inade-
pa de ellos. Son padres que el terapeuta percibe cuación, es fundamental mostrárselo a los pa-
como desvalidos, vulnerables, débiles pero tam- dres y si es necesario orientarlos hacia la bús-
bién invasivos. Se trata de padres que interfie- queda de ayuda.
ren con el proceso, puesto que su actitud y su El padre o la madre también pueden esta-
demanda impiden el desarrollo de la alianza te- blecer alianzas con el hijo en contra del trata-
rapéutica que se debe establecer con el menor. miento y atacarlo, favoreciendo y aumentando
Estos son padres a los que es necesario recibir y las resistencias del chico para asistir. Estos ca-
mostrar la necesidad que ellos mismos tienen de sos son realmente complicados, pues son padres
ayuda para reafirmarse en su lugar de padres. A que tampoco quieren asistir, son supremamente
estos padres es necesario apoyarlos y orientar- difíciles de acceder y frecuentemente desertan.
los para que busquen ayuda para ellos mismos. El niño puede vivir al terapeuta como una ver-
En ocasiones, veces, en lugar de competir dadera amenaza para él y para la relación con
con el niño por la atención del terapeuta y en sus padres, y al tratamiento como una traición a
respuesta al hecho de sentirse desplazados, com- uno de ellos.
piten con el terapeuta por el amor del niño, se Es posible también que uno de los padres
muestran particularmente inquietos por lo que busque aliarse con el terapeuta en contra del otro
sucede en la terapia y por el interés que mani- miembro de la pareja. La incidencia de esta po-
fiesta el niño de venir a las sesiones. Son padres sición en el tratamiento depende en gran parte
que constantemente están cancelando las citas e de las características de la relación que tenga el
impiden la continuidad del proceso. Estos pa- niño con el padre atacado. Es importante que el
dres no nos piden citas, es el terapeuta el que terapeuta promueva que el padre vea el sentido
debe solicitarles que asistan a una sesión. Con de la alianza en función de la relación con el
ellos hay que explorar las características de la hijo.
transferencia que está operando y crear la posi- Todas estas son maneras posibles de ubi-
bilidad de pensar en el sentido que tienen los carse frente al tratamiento que ejercen presión
ataques que le hacen al encuadre, es decir, al en contra del proceso. Sin embargo, es necesa-
proceso psicoterapéutico del niño. rio reconocer que también hay padres respetuo-
En otras oportunidades los padres ven al te- sos y colaboradores. Estos son padres menos
rapeuta como un aliado en contra del niño, bus- ansiosos, que no están atacando continuamente
can su aprobación y acuerdo con lo que ellos el encuadre de trabajo. Creo que no es conve-
112 ANA CRISTINA GÓMEZ ARANGO

niente que el terapeuta asuma a los padres por los padres y con las del niño. El objetivo es que,
principio como enemigos del proceso y es por a través de la relación con los padres y de la in-
eso que se propone pensar en su lugar como par- formación que se obtiene de ellos, junto con la
te de un equipo de trabajo. información que se recibe del niño, sea posible
El terapeuta debe ser cuidadoso y estar aten- encontrar un sentido a lo que le sucede para así
to para no dejarse enredar en el papel que los acceder al sentido comunicativo del síntoma.
padres lo ponen a jugar en la relación con ellos. En las consultas con los padres hay que tra-
Es necesario hacer lo posible para evitar quedar tar de devolverles la idea que ellos se han for-
atrapados en competencias, rivalidades, enfren- mado del problema, tal como la han expresado
tamientos o en alianzas con los padres que obs- al comienzo de la relación. Igualmente invitar-
taculicen la relación con el niño. Además de in- los a pensar en cómo incide su interpretación
dispensable el abrir espacios (sesiones) para pen- del problema en su lugar como padres. Hay que
sar con ellos, en lo que está sucediendo y de esta aclararles siempre que si bien ellos dan una ver-
manera manejar la doble transferencia en favor sión de lo que sucede, el paso a seguir es descu-
del proceso y no en contra de él. brir la versión que tiene el chico. Los niños tie-
Las emociones que se hacen presentes en nen su propia versión de por qué vienen a tera-
las consultas con los padres son un tema impor- pia. También, dar importancia a las cosas que
tante para trabajar; hay que tratar de vincularlas dicen o hacen los padres y que sirven de ayuda
con la relación que tienen con el niño y con las al niño y de esta manera tratar de apoyar las fun-
dificultades por las que lo traen a terapia. Es ne- ciones maternas y paternas que son fuente de
cesario promover reflexiones que sirvan para contención y seguridad para el hijo.
pensar y descubrir el papel activo que ocupan Para terminar, se podría decir que en las se-
en el conjunto de las dificultades por las que siones con los padres hay que tener en cuenta
consultan. sus emociones; identificar y rescatar los recur-
Adicionalmente, se considera propicio que sos que hay en ellos para hacerse cargo del hijo,
el terapeuta intente crear un puente entre lo que a partir de lo que cuentan; y hay que favorecer
le sucede al padre y lo que le sucede al niño, que reconozcan y se den cuenta que tienen esos
entre las emociones del padre y las del niño. Para recursos. Esto es importante porque muchas ve-
ello se deben hacer preguntas que contribuyan ces los padres se encuentran invadidos por sen-
en ese sentido, como por ejemplo: ¿Qué crees tu timientos de culpa y de inseguridad que les im-
que podría estar sintiendo el niño? o ¿Qué senti- piden actuar. Algunas veces y dependiendo de
rías tú? Pero otras veces, más que preguntas, la demanda de los padres es posible informar-
puede ser útil subrayar o hacer algún comenta- les, no detalles del proceso que se lleva con el
rio respecto de la emoción que expresan mien- pequeño, pero sí ideas acerca de lo que le suce-
tras narran el suceso o la situación a la que se de que les pueden servir de ayuda para compren-
refieren. Cuando el padre no se ubica espontá- der al niño y para manejar situaciones que se
neamente en el lugar del hijo, es necesario pro- presentan en el día a día. Algunas veces también
mover que lo haga a través de intervenciones, puede ser necesario proponer a los padres que
en las que los padres se den cuenta que el niño, a inicien un proceso psicoterapéutico personal para
través de lo que hace, nos habla de sentimien- que el terapeuta pueda hacerse cargo del trata-
tos, de pensamientos, de temores, de angustias, miento del niño, cuando considera que es indis-
etc.»: ¿Qué crees tú que estaba sintiendo en ese pensable un cambio en alguno de ellos.
momento? ¿Qué crees tú que le sucedía? ¿Qué
crees tú qué podría sentir en esa circunstancia?
El terapeuta debe tratar de generar conexio- Referencias
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