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1. DESARROLLO.
Para comenzar con este apartado distinguiremos –de acuerdo a García Sierra en
su diccionario de filosofía- cuatro acepciones del término de ciencia, que son:
En esta clasificación nos ubicamos –para nuestro trabajo y para el aquí y el ahora-
en el punto 4 que ubica a la Ciencia Categorial Ampliada y que en ella se encuentran
las ciencias culturales y en este caso concreto las que llamamos ciencias sociales
o ciencias humanas que a su vez contienen a la disciplina del Trabajo Social.
En este punto es necesario aclarar que en los primeros momentos de la existencia
del Trabajo Social, el mismo fue considerado en el primer punto de la clasificación
expuesta donde se menciona a la “ciencia como saber hacer” y la relaciona con la
técnica, el arte y la prudencia. Esta ubicación no puede ser dejada de lado para la
categorización del Trabajo Social, con la salvedad de que “la técnica, el arte o lo
prudencia” –al momento actual- también son considerados como partes
constitutivas de una ciencia y no apartados a-científicos como se pretendía
establecer en los albores del Trabajo Social. El “saber hacer” incluye obviamente
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Licenciada en Trabajo Social. Magíster en Desarrollo Social. Prof. de Metodología del Trabajo Social y Trabajo
Social Comunitario en la Licenciatura en Trabajo Social de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad
Nacional de Tucumán.
contenidos técnológicos que posibilitan el manejo estratégico de una disciplina para
cumplir con los fines que se propone.
Esta distinción realizada precedentemente nos permite una ubicación en el campo
científico que nos posibilita pasar a definir qué entendemos por ciencia. Y para ello
nos adherimos al concepto de Ciencia según el materialismo gnoseológico que es
expresado también por García Sierra en su Diccionario de Filosofía, que ve a las
ciencias como “construcciones” y nos dice así: “el materialismo gonoseológico ve a
las ciencias como construcciones “con las cosas mismas” (por la imbricación entre
las ciencias y las técnicas o tecnologías). Incluye en los cuerpos científicos a los
componentes objetuales (objetos, aparatos, libros, laboratorios), que no serán
interpretados como meros “instrumentos”, “referencias”, o “soportes” del
conocimiento subjetivo; .... sino como contenidos objetivos o conceptuales ellos
mismos, o, a lo sumo, como representaciones de objetos y de conceptos” 2.
Y en esta expresión nos interesa marcar las siguientes cuestiones: * “las ciencias
como construcciones con las cosas mismas”. La idea de construcciones nos alude
a una dinámica constante, a una flexibilidad, a cambios continuos, a algo que es
móvil y no es estático, a continuos movimientos, a diálogo, a relaciones, a
complementariedad, a disensos, a contradicciones, a confrontaciones, etc.; o sea:
a una creación o re-creación de algo que será realizado de acuerdo a los
componentes que se articulan para efectuar justamente dicha creación o
construcción.
Esta idea la remarcamos porque será nuevamente aludida cuando trabajemos el
objeto del Trabajo Social en apartados subsiguientes. Y esta construcción está
referida a las “cosas mismas” (término éste empleado y explicado por Kosik y
posiblemente tomado de dicho autor), esta expresión nos está conduciendo a la
idea de realidad, a la idea de, como dice Habermas: “el mundo de la vida” o como
muchos autores prefieren llamar “la vida cotidiana”.
Pasando a otro momento del análisis nos interesa mencionar una clasificación de
las ciencias y para ello nos vamos a adherir a Schuster (1997) que nos dice: “Una
clasificación posible de las ciencias nos permite referirnos a las ciencias formales
(lógica, matemáticas), naturales (física, química, biología) y sociales o humanas
(economía, sociología, antropología, sicología, psicoanálisis, historia, lingüística,
derecho, educación, política, comunicación, geografía, -y aquí nosotros agregamos
trabajo social- etc.). Recurriendo a los diferentes niveles de la semiótica o teoría de
los signos podría señalarse que las primeras son de índole primordialmente
sintáctica, las segundas semánticas y las terceras pragmáticas” 3.
Siguiendo con este autor que se encuentra explicando la polémica entablada en
cuando a la concepción de la realidad por las distintas escuelas de pensamiento
que tratan el problema científico, nos dice: “La posición filosófica que se
sustenta, desde el punto de vista ontológico –en lo que tiene que ver con la
realidad-, o gnoseológico –en lo que tiene que ver con el conocimiento de la
realidad-, es también relevante para establecer el polo de la confrontación ligado
con la base empírica: será diferente lo que entiende por realidad –y su conocimiento
de ella- para un aristotélico, un empirista, un cartesiano, un kantiano, un idealista
objetivo hegeliano o un materialista marxista”. Y aquí también nos estamos
refiriendo a la “episteme” y como la entiende Foucault.
“No hay acuerdo entonces con respecto a la base empírica filosófica (de la ciencia).
La “realidad” es lo suficientemente compleja como para cuestionarse si hay una sola
“realidad”, o porciones de ella”.
“La base empírica epistemológica, en cambio, está constituida por los datos
obtenidos en la vida cotidiana que son conocidos directamente a través de la
observación. Como sostiene Klimovsky, es aquel tipo de información que, sin
ninguna mediatez científica ni auxilio de instrumentos, teorías científicas o
argumentos internos para la ciencia, puede ser aceptado por la comunidad científica
con el apoyo del lenguaje ordinario” 4.
En cuanto a las expresiones de este autor no hay duda que nos estamos ubicando
en una de las categorías que distingue a las ciencias sociales o humanas como
campo ontológico y que poseen índole pragmática. Además destacamos que
estas ciencias trabajan con la realidad y esa realidad se nos presenta como
sumamente compleja. Y en cuanto a la posición filosófica que se sustenta –para
este trabajo- nos adherimos a un tipo de epistemología dialéctica-
genética donde la realidad es vista como un todo complejo y donde pueden
contenerse distintas miradas sobre ella de acuerdo al posicionamiento que
tomemos para el conocimiento de la misma, y que a su vez éste es el que le
confieren sentido y significado a las prácticas sociales que se realicen desde
estas ciencias o desde alguna de sus disciplinas. Y en cuanto a la base empírica
epistemológica remarcaremos que la obtención de los datos los obtenemos a través
de la observación de la vida cotidiana.
Y continuando con el contexto científico y en cuanto a lo espistemológico vemos
que en el desarrollo histórico de las ciencias se fueron dando distintas
epistemología, es así que Samaja (1993) nos habla de cuatro variantes en este
campo. Y nosotros nos ubicaremos para este trabajo en la tercera variante que
Samaja llama “las epistemologías dialéctico-genéticas”, como ya lo dijéramos
también precedentemente. En esta epistemología se encuentran un conjunto
diverso de posiciones que van desde el Materialismo Histórico hasta la Teoría Social
de la Ciencias y la Epistemología Genética. Y También un conjunto diverso de
autores como Hegel, Marx, Durkheim, Levi-Straus, Lukacs, Bertalanffy, Piaget,
Goldmann, Kuhn, Lorenz, Batenson, Habermas, Apel y otros.
Y Samaja nos dice: “creo que el rasgo común que permite alinearlas en un espacio
semejante es que todas ellas adjudican un puesto decisivo a la práctica.,
otorgándole, además, un carácter constructivo: tanto de los términos teóricos, como
de los términos empíricos. En el caso del Materialismo Histórico y de la Teoría Social
de la Ciencia, esta práctica constructiva de los conceptos es, de manera
predominante social, y está regida por leyes que presiden el desenvolvimiento de
estas totalidades y organismos sociales. Para estas dos concepciones, tanto los
términos teóricos como los empíricos, surgen de y expresan la experiencia de ese
Sujeto Social. Esa experiencia social suprime, conserva y supera la experiencia de
sus individuos integrantes. Para la Epistemología Genética, por su parte, tales
nociones (o estructuras operatorias) expresan también una práctica social, pero no
como una experiencia de un Todo, sino como la experiencia de los propios
individuos: una experiencia individual en la que sus interacciones con las cosas y
con los otros individuos evolucionan, tendiendo a una coordinación y cooperación
puras como hacia una meta terminal. Esta meta es la maximización de la
equilibración, como ideal” 5.
Y al respecto Bourdieu nos va a decir que “un objeto de investigación, por más
parcial y parcelario que sea, no puede ser definido y construido, sino en función de
una problemática teórica que permita someter a un sistemático examen todos los
aspectos de la realidad puestos en relación por los problemas que le son
planteados” 14.
Aquí va a aparecer otro tipo de relación que está referida a la co-implicancia de la
teoría con la práctica. También reafirma los conceptos vertidos por otros como Marx
y Bachelard que nos hablan del entrecruzamiento entre la razón y la realidad o la
práctica, aproximándonos a dicha práctica con un bagaje de conocimientos y no con
la mente en blanco, aunque esos conocimientos sean “un claro oscuro” o “un todo
confuso”.
2. CONCLUSIONES.
En el contexto general de las Ciencias nos ubicamos en las Ciencias Sociales, las
cuales pueden ser caracterizadas como ciencia categorial ampliada, pragmática,
que admite que los científicos que la componen posean distintas posiciones
filosóficas, que su base empírica está contenida en la realidad o en la vida cotidiana
y que esa realidad es altamente compleja y dinámica, pero conserva su carácter
holístico y la mutua influencia de sus partes.
El Trabajo social es una disciplina científica que forma parte de las ciencias sociales
y por lo tanto comparte todos los componentes de la misma. En cuanto a lo
epistemológico –y de acuerdo a nuestra posición- nos adherimos a las
epistemologías dialéctica – genéticas que priorizan a la práctica, el carácter
constructivo de ella como una empresa colectiva y como tal predominantemente
social. En cuanto al objeto de estudio del Trabajo Social consideramos que es el
mismo de las ciencias sociales y que su objeto particular u objeto disciplinar es un
objeto construido entre las intersecciones que se establecen entre el sujeto
cognoscente, el objeto por conocer y las relaciones que se entablan entre ellos y
con el mundo que los circunda y que tienen que ver con la producción o la
reproducción de los distintos sistemas que se encuentran vigentes en la sociedad
actual, en la realidad o en la vida cotidiana del aquí y el ahora.
BIBLIOGRAFIA
NOTAS
Apartado 168.
3 Shuster Félix. 1997. El método de las ciencias sociales. Ed. Editores de América
Latina. p. 7.
4 Ibídem. p.11.
6 Bachelard Gaston. 1949. Le rationalisme appliqué. 1ra. Edición. Puf. Paris. Cap.
IV. Pp. 75. 77-78
7 Ibídem.
8 Bourdieu Pierre y otros. 1975. El oficio del sociólogo. Ed. Siglo XXI. 21 Edición.
Madrid. España. P.130.
9 Bachelard Gaston. 1972. La formación del espíritu científico. Ed. Siglo XXI.
Buenos Aires. pp. 1-4
15 Max Weber. 1971. Sobre la teoría de las ciencias sociales. Península. Barcelona.
pp. 35-45