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Lo que entendemos por Psicología puede llegar a ser muy amplio.

Es un ámbito de
estudio e intervención en el que se encuadran gran cantidad de propuestas teóricas y
prácticas acerca de cuestiones no tan parecidas entre sí, y que históricamente ha dado
a luz a una gran cantidad de teorías y propuestas acerca del comportamiento humano.

Biografía de B. F. Skinner
Sin embargo, no todas estas corrientes de la Psicología se han adscrito al método
científicocon la misma fuerza: algunas parecen estar esencialmente emparentadas con
la filosofía, mientras que otras sólo conciben el estudio de los procesos psicológicos
como algo abordable desde la ciencia.

Esta segunda tradición de la Psicología le debe gran parte de su existencia a un


investigador llamado Burrhus Frederic Skinner, encargado de revolucionar la
investigación de la acción humana a través de su conductismo radical.

El inicio de su carrera

B. F. Skinner nació en marzo de 1904 en un pequeño pueblo de Pensilvania, Estados


Unidos. Animado por las posibilidades creativas de la prosa, durante su juventud se
propuso crearse una carrera como escritor, pero desistió en sus propósitos al darse
cuenta de que no tenía facilidad para ello. Decidió, sin embargo, que los estudios de la
Psicología podían aportarle una perspectiva más amplia sobre cómo es y cómo actúa
el ser humano, por lo cual empezó a estudiar esta disciplina en Harvard.

Este renovado entusiasmo no le duró mucho tiempo. A llegar a la universidad se


encontró con una psicología poco desarrollada y muy centrada en los procesos
mentales privados, algunas ideas inconexas sobre la mente humana y teorías muy
abstractas sobre los estados de consciencia que estaban más relacionadas con la
filosofía que con el estudio científico del comportamiento.

Hacia una psicología científica: la influencia de John Watson

Porque era el comportamiento humano observable lo que B. F. Skinner aspiraba a


comprender. Influido por el psicólogo conductista John B. Watson, creía en la
importancia de desarrollar la psicología experimental y dejar atrás el psicoanálisis y las
teorías acerca de la mente basadas en el simple sentido común. Sin embargo, el uso
del método científico no era lo habitual en los estudios en Psicología impartidos en
Harvard.

Si no desistió en su trayectoria académica y profesional fue gracias a Fred S. Keller,


que a finales de los años 20 era una de las jóvenes promesas del conductismo en
Harvard. Fred Keller convenció a Skinner de que era posible hacer de la Psicología una
ciencia, y poco después ambos se doctoraron en esa disciplina. Esa pequeña reunión,
además de hacer que se consolidara una amistad entre los dos Freds que duraría
décadas, hizo posible que Frederic Skinner llegase a ser una de las figuras más
importantes de la Psicología Científica.

La Psicología según B. F. Skinner


Skinner desarrolló sus estudios dentro de los métodos y la filosofía del conductismo,
una tradición de la Psicología joven por aquel entonces que rechazaba los métodos
introspectivos como forma de estudiar y modificar la mente. Este mismo concepto, el
de "la mente", se le antojaba a Skinner como algo demasiado confuso y abstracto como
para ser tenido en cuenta, y es por eso que situó su objeto de estudio en la pura
conducta observable.

El hecho de mantener este enfoque basado puramente en la evidencia empírica es lo


que hizo que ni los métodos ni el objeto de estudio de la psicología que estudiaba este
investigador fuesen los mismos de los que partían los psicoanalistas, centrados en la
introspección y cuyo acercamiento al estudio de la psique no resiste el principio
popperiano de falsabilidad.

En la rivalidad establecida entre la psicología mentalista y el conductismo, B. F. Skinner


apostó fuertemente por la segunda opción en pos de hacer de la psicología una ciencia
del comportamiento.

El nacimiento del Conductismo Radical


Skinner no quería que la psicología abrazase totalmente el método científico
simplemente para que su campo de estudios estuviese mejor considerado al tener el
aval de la ciencia. Este investigador creía sinceramente que los procesos mentales
internos no son los responsables de originar la conducta humana, sino los factores
externos y medibles.

B. F. Skinner creía, en definitiva, que las propuestas e hipótesis de la psicología debían


ser comprobadas exclusivamente a través de evidencias objetivas, y no a través de
especulaciones abstractas. Este principio teórico era compartido por los psicólogos
conductistas en general, pero B. F. Skinner difería de gran parte de ellos en un aspecto
fundamental.

Mientras que ciertos investigadores que a principios del siglo XX estaban adscritos a la
corriente del conductismo tomaban la conducta como un indicador de objetividad
metodológica para crear modelos explicativos de la psicología humana que incluían
algunas variables no físicas, Skinner creía que la propia conducta era en sí el principio
y el fin de lo que debe ser estudiado en psicología. De este modo, rechazaba la
inclusión de variables no físicas en las investigaciones de lo que para él debía ser la
psicología.

El término "conductismo radical", que acuñó el mismo Skinner, servía para poner
nombre a este tipo de filosofía de la ciencia del comportamiento. En oposición
al conductismo metodológico, el conductismo radical lleva hasta sus últimas
consecuencias los principios del behaviorismo que ya habían ido desarrollado
investigadores como John B. Watson o Edward Thorndike. Es por eso que, según esta
postura filosófica, los conceptos que hacen referencia a procesos mentales privados
(en contraposición a la conducta observable) son inútiles en el campo de la psicología,
si bien no se niega su existencia.

Skinner y el condicionamiento operante


B. F. Skinner es, desde luego, uno de los mayores referentes del conductismo, pero no
fue un pionero de este enfoque psicológico. Antes que él, Iván Pavlov y John B. Watson
habían descrito los fundamentos del condicionamiento clásico en animales y
humanosrespectivamente. Esto es importante, ya que inicialmente el conductismo se
basaba en el aprendizaje por asociaciones de estímulos como método para modificar
la conducta, y el condicionamiento clásico permitía establecer relaciones entre
estímulos y respuestas de manera que se pudiese predecir y controlar la conducta.

Para Skinner, sin embargo, el condicionamiento clásico era poco representativo de la


potencialidad de aprendizaje propia del ser humano, ya que prácticamente sólo podía
existir en entornos muy controlados y artificiales en los que se pudiesen introducir
estímulos condicionados.

La importancia de la conducta operante

Al contrario de lo que pensaban otros conductistas, Burrhus creía que es la conducta


operante, y no la conducta respondiente, la clase de comportamiento más corriente,
universal y versátil, lo cual significa que a la hora de modular la conducta importan más
las consecuencias que los estímulos que la preceden.

Son los resultados de las acciones lo fundamental, dice Skinner, ya que es a partir de
estas cuando se revela la verdadera utilidad o no de las acciones. Una conducta sobre
el medio es considerada operante porque tiene una serie de consecuencias
constatables, y son estas respuestas del entorno (incluyendo en esta categoría también
a otros seres vivos) las que van alterando la frecuencia con la que se vuelve a reproducir
esa conducta o una parecida.

Así pues, B. F. Skinner utiliza básicamente la forma de aprendizaje asociativo conocida


como condicionamiento operante, basada en el aumento o disminución de ciertas
conductas dependiendo de si sus consecuencias son positivas o negativas, como por
ejemplo dar incentivos a los niños cuando realizan sus tareas.

Las cajas de Skinner


Skinner experimentó con la conducta de animales partiendo de los principios del
condicionamiento operante. Para ello utilizó entornos en los que se intentaba tener un
control total de todas las variables para poder observar limpiamente qué era lo que
afectaba al comportamiento del animal.

Uno de ese tipo de entornos artificiales era la llamada "caja de Skinner", una especie
de jaula para ratas que contaba con una palanca y un dispensador de comida. Cada
vez que la rata, por casualidad o deliberadamente, activaba la palanca, caía a su lado
un trozo de comida, lo cual era una manera de animar al roedor a volver a repetir ese
acto. Además, la frecuencia con la que la rata movía la palanca quedaba registrada
automáticamente, lo cual facilitaba hacer un análisis estadístico de los datos obtenidos.

La caja de Skinner fue sirviendo como medio para introducir diversas variables (entre
ellas, descargas eléctricas) y ver cómo afectaban en la frecuencia con la que se
producían ciertas conductas. Estos experimentos sirvieron para describir ciertos
patrones de conducta basados en el condicionamiento operante y probar la posibilidad
de predecir y controlar ciertas acciones de los animales. Hoy en día, muchos espacios
utilizados para experimentar con animales son llamados cajas de Skinner

Burrhus Frederic Skinner, el gran polemista


Una de las consecuencias de profesar el conductismo radical es tener que negar la
existencia del libre albedrío. En el libro Más allá de la libertad y la dignidad, Skinner
expresaba claramente por escrito esta consecuencia lógica de los principios filosóficos
en los que se basaba: si es el entorno y las consecuencias de los actos los que modelan
la conducta, el ser humano no puede ser libre. Al menos, si por libertad entendemos
indeterminación, es decir, la capacidad para actuar independientemente de lo que
ocurra a nuestro alrededor. La libertad es, pues, nada más que una ilusión muy alejada
de la realidad, en la que cada acto está originada por unos desencadenantes ajenos a
la voluntad de un agente que decide.

Eso sí, Skinner creía que el ser humano tiene la capacidad de modificar su entorno para
hacer que este lo determine del modo deseado. Esta persectiva no es más que la otra
cara de la moneda de la determinación: el ambiente siempre nos está afectando en
nuestros comportamientos, pero al mismo tiempo todo lo que hacemos transforma
también el ambiente. Por lo tanto, podemos hacer que este bucle de causas y efectos
cobre unas dinámicas que nos beneficien, dándonos más posibilidades de actuación y,
a la vez, un mayor bienestar.

Su negación del libre albedrío le acarreó duras críticas


Esta postura filosófica, que hoy en día es relativamente normal en la comunidad
científica, sentó muy mal en una sociedad estadounidense en las que los principios y
valores del liberalismo estaban (y están) fuertemente arraigados.

Pero este no era el único punto de fricción entre B. F. Skinner y la opinión pública. Este
investigador dedicó gran parte de su tiempo a inventar todo tipo de artilugios basados
en el uso del condicionamiento operante y le gustaba aparecer en los grandes medios
de comunicación para mostrar sus resultados o propuestas. En uno de sus golpes de
efecto, por ejemplo, Skinner llegó a entrenar a dos palomas para que jugasen al ping-
pong, e incluso llegó a proponer un sistema para guiar bombas utilizando palomas que
picoteasen el objetivo móvil que les aparecía en una pantalla.

La opinión pública tachó a Skinner de científico excéntrico

Este tipo de cosas hizo que B. F. Skinner ganase una imagen de personaje excéntrico,
lo cual no era de extrañar teniendo en cuenta los planteamientos extremos y alejados
del sentido común de la época que germinaban en su concepción de lo que es el
conductismo radical. Tampoco ayudó el hecho de que inventase una especie de cuna
con temperatura y humedad regulables, lo cual fue acompañado del mito de que
Skinner experimentaba con su propia hija de pocos meses.

Por lo demás, sus opiniones sobre política y sociedad vertidas en su libro Walden
Dostampoco casaban con la ideología dominante, si bien es cierto que Skinner no
desaprovechaba ninguna oportunidad para aparecer en los medios de comunicación
para explicar y matizar sus propuestas y ideas.

El legado de B. F. Skinner
Skinner murió a causa de la leucemia en agosto de 1990, y estuvo trabajando hasta la
misma semana de su fallecimiento.

El legado que dejó tras de sí sirvió para consolidar la Psicología como una disciplina
científica, y también reveló información sobre ciertos procesos de aprendizaje basados
en la asociación.

Más allá de la faceta mediática de Skinner, es incuestionable que llegó a ser un


científico que se tomaba muy en serio su trabajo y dedicaba mucho tiempo y
minuciosidad para generar conocimiento respaldado por la comprobación empírica. La
importancia de su legado ha sobrevivido al propio conductismo de su época y ha pasado
a influir fuertemente en la Psicología Cognitiva y la aparición de las Terapias Cognitivo-
Conductuales.

Por ello no es extraño que en la actualidad, 25 años después de su muerte, B. F.


Skinner sea una de las figuras más reivindicadas desde la Psicología Científica.
Edward Lee Thorndike

DATOS BIOGRÁFICOS
Williamsburg, 1874 - Montrose, 1949) Psicólogo y Pedagogo estadounidense, uno de los
pioneros de la psicología del aprendizaje. Estudió en la Universidad Wesleyan, de donde se
licenció en 1895.
TEORÍA Y DESCRIPCIÓN DE LA MISMA.
Conexionismo. La Teoría del Aprendizaje de Thorndike representa la estructura E - R original
de la Psicología del Comportamiento: El aprendizaje, es el resultado de asociaciones
formadas entre estímulos y respuestas. Tales asociaciones o "hábitos" se observan
fortalecidos o debilitados por la naturaleza y frecuencia de las parejas E - R. El paradigma
de la teoría E - R estaba en el aprendizaje a partir de prueba y el error en el cual las
respuestas correctas vienen a imponerse sobre otras debido a gratificaciones.
La marca de calidad del conductismo (como toda la teoría del comportamiento) radica en
que el aprendizaje puede ser explicado sin referencia a estados internos inobservables. La
teoría sugiere que la trasferencia del aprendizaje depende de la presencia de elementos
idénticos en el origen y en las nuevas situaciones de aprendizaje; es decir, la transferencia
es siempre específica, nunca general. Las conexiones son más fácilmente establecidas si la
persona percibe que estímulos y respuestas van juntos (Principio Gestáltico).
Otro concepto introducido fue "la polaridad”, que consiste en la contraposición de
direcciones que pueden seguir de lo positivo a lo negativo, del agrado al desagrado, de lo
justo a lo injusto, de la atracción a la repulsión. Thorndike también introdujo la
"diseminación del efecto" de la idea, es decir, las gratificaciones, afectan no solamente la
conexión que las produjo sino también a conexiones temporalmente adyacentes.
INFLUENCIA DE LA TEORÍA CON EL APRENDIZAJE.
LEY DEL EFECTO
Dice que cuando una conexión entre un estímulo y respuesta es recompensado
(retroalimentación positiva), la conexión se refuerza y cuando es castigado
(retroalimentación negativa), la conexión se debilita. Posteriormente, Thorndike revisó esta
ley cuando descubrió que la recompensa negativa (el castigo) no necesariamente
debilitaba la unión y que en alguna medida parecía tener consecuencias de placer en lugar
de motivar el comportamiento.

LEY DEL EJERCICIO


Sostiene que mientras más se practique el vínculo E - R mayor será la unión. Como en la ley
de efecto, la ley de ejercicio también tuvo que ser actualizada cuando Thorndike encontró
que en la práctica sin retroalimentación, no necesariamente refuerza el rendimiento.
LEY DE SIN LECTURA
Debido a la estructura del sistema nervioso, ciertas unidades de conducción, en condiciones
determinadas, están más dispuestas a conducir que otras. Las leyes de Thorndike se basan
en la hipótesis E - R. El creía que se establecía un vínculo neural entre el estímulo y la
respuesta cuando ésta última, era positiva. El aprendizaje se daba cuando el vínculo se
establecía dentro de un patrón observable de conducta.
APLICACIONES Y EJEMPLOS DE LA TEORÍA.
El Conductismo es una teoría general del aprendizaje aplicada en los animales y en seres
humanos. Thorndike se interesó especialmente en la aplicación de su teoría respecto a la
educación de las matemáticas (Thorndike, 1922), aprender a leer (Thorndike, 1921),
medición de la inteligencia (Thorndike et al., 1927) y aprendizaje de adultos (Thorndike a
al., 1928).
El ejemplo clásico de la teoría E - R de Thorndike considera a un gato que aprende a escapar
de una caja cerrada presionando una palanca dentro de la caja. Después de muchos
procesos de ensayo y error, el gato aprende a asociar la presión de la palanca (E) con la
apertura de la puerta (R). Esta conexión E - R se establece porque provoca un estado
satisfactorio (escapar desde la caja). El ejercicio de la ley especifica que la conexión se
estableció porque el vínculo E - R ocurrió muchas veces (ley de efecto) y fue premiada (ley
de efecto) formando así, una secuencia única (ley de prontitud).
CONCEPTOS FUNDAMENTALES.
1. El aprendizaje requiere tanto de práctica como de gratificaciones (leyes de efecto
/ejercicio)
2. Una serie de conexiones E-R pueden encadenarse juntas si ellos pertenecen a la misma
sucesión de acción (ley de prontitud).
3. La transferencia de aprendizaje ocurre a causa de las situaciones anteriormente
encontradas.
4. La inteligencia es una función del número de conexiones de aprendizaje.

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